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Lev. S. Vigotsky
Capítulo 1
Capítulo 2
Se basa en que el cerebro conserva huellas de las excitaciones precedentes y las combina en
formas distintas a las que se encontraban en la realidad.
Capítulo 3
Capítulo 4
Como ya hemos visto la actividad de la imaginación depende de diversos factores, que adoptan
aspectos distintos en las diferentes épocas de la infancia. Por ello en cada período del
desarrollo infantil la imaginación actúa de un modo singular concordante con el desarrollo del
niño. Hemos visto en capítulos anteriores que la imaginación depende de, entre otras:
1) Experiencia
2) Actitud hacia el medio ambiente
3) Intereses
Según las creencias populares la imaginación del niño es mayor que la del adulto, pero
fijándonos en los factores observamos que no puede ser así, ya que:
1) La experiencia del niño es mucho menor que la del adulto
2) Sus intereses son más simples y elementales
3) Su actitud hacia el medio ambiente es menos compleja, precisa y variada que la del
adulto
Por lo tanto vemos que la imaginación del niño es más pobre que la del adulto, solo que el niño
confía más en los frutos de su fantasía y la controlan menos. Por otro lado, es posible que la
raíz emocional de la imaginación del niño sea tan fuerte como la del adulto.
AL observar el desarrollo vemos el estrecho vínculo que existe entre el despertar sexual y el
desarrollo de la imaginación. Podemos comprender este enlace teniendo en cuenta que en la
adolescencia se asimilan muchas experiencias y se perfilan los intereses permanentes, dejando
a un lado los infantiles.
La imaginación atraviesa dos períodos separados por una fase crítica. En el primer período:
asciende enérgicamente para mantenerse en el nivel alcanzado durante un largo período de
tiempo. El desarrollo del intelecto o de la razón, comienza más tarde y se eleva mucho más
lentamente ya que requiere mucha más acumulación de experiencia. La actividad imaginativa
prosigue adaptándose a condiciones racionales o, en casos más frecuentes, cae (no llega a
desaparecer pero se manifiesta menos).
La edad intermedia (llamada crítica o transitoria) se caracteriza por una serie de relaciones
antitéticas, contradictorias, de momentos polarizados. Esta fase crítica está caracterizada por el
auge de la imaginación y la profundidad de su transformación. En esta época asoman dos tipos
de imaginación caracterizados especialmente por el material del que se construye la fantasía y
por las leyes de su edificación.
Capítulo 5
La imaginación es creadora, activa, transformadora de aquello hacia lo que tiende su
actividad. El afán de la imaginación por crear es la raíz auténtica y el principio motor de la
creación. Todo fruto de la imaginación, que surge de la realidad, se afana por describir el
círculo completo y encarnarse de nuevo en lo real. En toda su forma normal la voluntad
termina en movimiento, pero en las gentes indecisas o faltas de voluntad las decisiones no
son cumplidas o no terminan las vacilaciones. La imaginación creadora trata exteriormente
de afianzarse en actos que existan tanto para su autor como para los demás. Para aquellos
puramente contemplativos solo permanece en el interior de la esfera en estado de
elaboración deficiente, sin llegarse a materializar. Con su obra, la imaginación creadora
penetra toda la vida personal y social, imaginativa y práctica en todos sus aspectos.
Capítulo 6
El dibujo queda atrás y es sustituido por las formas de creación literaria. Esta ocupación no
ha aparecido ante debido a que el niño debe acumular antes numerosas experiencias, así
como lograr un elevado dominio de la palabra y llevar a su mundo interior a un altísimo
grado de desarrollo.
Observamos una falta de correspondencia entre el desarrollo del lenguaje hablado y del
escrito, que se justifica por causas internas profundas: el lenguaje oral es siempre
comprensible por surgir de la comunicación activa con otras personas, siendo una reacción
completamente natural de la que el niño comprende el propósito. El lenguaje escrito es
mucho más condicional y abstracto, y a veces el niño no comprende para qué es necesario
escribir.
Para comprender la relación entre el interés por la creación literaria y la edad de transición,
debemos comprender que el despertar sexual constituye una destrucción del equilibrio
preexistente entre el niño y su entorno, y que la búsqueda de un nuevo equilibrio da lugar
a la crisis que experimenta el niño al llegar a esa edad. En ella se abre un mundo de nuevos
anhelos, vivencias y aficiones; la vida interior se complica y lo hacen también las relaciones
con la gente y el medio; las impresiones que les llegan del mundo exterior son sometidas a
un análisis mucho más profundo. Se da por una agudización y una elevación de la
excitabilidad de los sentimientos, de la que deriva la sobreexcitación emocional que
caracteriza a esta etapa. De todo esto surge la inclinación por la creación literaria, ya que
la palabra permite con mucha más facilidad expresar sentimientos más complejos,
especialmente aquellos de carácter interno.
Capítulo 7
Capítulo 8
1) Los niños hacen dibujos muy esquemáticos que distan del aspecto real del objeto. Los
dibujos son prácticamente descripciones del objeto, en las que el niño representa todo
lo que sabe de él y no únicamente lo que se ve, obviando partes que le parezcan
insustanciales. Dibujan de memoria y no atendiendo a lo visual. Carece de una
finalidad artística acompañada de limitaciones técnicas.
2) Llamada fase del sentimiento. Los dibujos aún son esquemáticos pero se hacen algo
más cercanos a la realidad que en la fase anterior. Comienza a sentirse la forma y la
línea y los dibujos ya no se limitan a la enumeración de rasgos concretos, sino que
reflejan también las relaciones de forma entre las partes.
3) Fase de representación veraz. El esquema desaparece y se adopta el aspecto de silueta
o contorno. El objeto aparece proyectado sobre un único plano, luego no hay
perspectiva ni plasticidad.
4) Las diversas partes del objeto se representan con volumen y perspectiva, y se usan
colores y sombras. Al dibujo se le comunica movimiento y se le brinda en mayor o
menor grado la impresión plástica de un objeto.