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Había una vez, en un pueblo pequeño del área rural, un niño llamado
Julián, él vivía en una casita muy humilde junto a su hermana Anita, su
mamá Esther, su papá Alberto, su abuelo era parte de su familia, pero se
encontraba lejos Francisco y no podía faltar su amigo incondicional
Rambo que es su mascota.
Anita y Julián estaban en una pequeña escuela del pueblo que su mama
hacia lo posible para darles la educación que a ella sus padres no
pudieron brindarle, como todos los días ellos iban a la escuela con todas
las ganas de ser alguien en la vida superarse, llegar a tener una
profesión, pero para Julián no era nada fácil porque sus compañeros lo
acosaban y le hacían bullying. Se burlaban de el por los harapos que
llevaba puesto, por tener su carita sucia, por tener los cuadernos más
viejos y de hojas recicladas, en fin, la vida de este pequeño niño estaba
llena de conflictos.
Pedro es un niño con posibilidades, pero vivía con sus abuelos porque
sus padres estaban en el exterior como migrantes, Tomas era un niño de
clase media, vive con sus padres que son muy trabajadores.
La vida de Julián era muy difícil cada que llegaba a casa dejaba de
sonreír porque ahí estaba su papá quien era el causante de todas sus
angustias. Nadie sabía las cosas por la que pasaba este niño tan dulce
junto a su familia. Siempre que su padre llegaba ebrio a casa estos
pequeños junto a su hermanita se escondían bajo una pequeña cama
que compartían para poder descansar mientras escuchaban los gritos de
sus padres discutiendo para luego ver como su madre era golpeada por
su padre por querer defender a sus pequeños.
Esther le grita.
A la media noche de aquel día que había sido muy complicado para la
familia de Julián, Alberto totalmente ebrio se dispone a retornar a su casa
y al cruzar la vía principal del poblado un carro que circulaba a exceso de
velocidad y sin frenos se impacta sobre Alberto causándole un grave
accidente.
A medida que pasaba el tiempo las cosas seguían su rutina diaria Julián
sigue teniendo muchos problemas en la escuela con los compañeros de
clase, se burlan de él, lo ven como el raro de la clase, como consecuencia
de los problemas que pasan en la casa Julián muestra mucho
nerviosismo.
En el aula de clase hay un niño llamado Juan que se siente el más fuerte
y dueño de la escuela, se siente protegido por un grupo de amigos que
lo acompaña en sus hazañas de maldad, obliga a todos los niños que le
den lo que él quiera y a no llevarse con los que él cree son los más
débiles, su grupo lo acompaña a todos lados para hacerles la vida
imposible al resto de los niños que frecuentan la escuela.
Anita dice que son “los chicos malos, acosan a Julián le quitan los
alimentos que su madre le envía de refrigerio, lo amenazan para que les
de lo poco que su madre le envía como colación y les haga los deberes.
Un cierto día quisieron integrarlo a un grupo más grande de adolescentes
que frecuentaban la escuela y que vendían drogas, ellos paraban fuera
del plantel y se acercaban en la hora del recreo cerca de las mallas que
rodeaban el plantel para persuadir a los niños a vender o consumir
drogas, Juan era uno de ellos, pero pronto una maestra se percató de lo
que estaba ocurriendo, rápidamente se acercaron para ver que estaba
sucediendo, los adolescentes al ver la presencia de la maestra huyen del
lugar, quedando Juan y Julián.
Esther siempre aconsejaba a sus hijos Julián y Anita que jamás debían
involucrarse en cosas malas que puedan perjudicar a su integridad que
se alejen de las personas que estén tratando de vender o inducirlos a
situaciones que estén catalogadas como peligrosas. Esther había visto
en el pueblo chicos que se estaban perdiendo en el vicio de las drogas y
jamás permitiría que a sus hijos les hagan daño.
Julián tenía una inteligencia increíble, era creativo resolvía los temas
escolares con mucha facilidad, esto era aprovechado por sus
compañeros para seguir acosándolo y así exigirle que les ayudase a
realizar las tareas sin su consentimiento, el niño vivía nervioso y asustado
por las amenazas que recibía todos los días de sus compañeros, tenía
una vida pésima, no tenía paz ni en su hogar, ni en la escuela, no sabía
a quién acudir, no se atrevía a delatarlos porque temía que sus versiones
no sean creíbles.
Un cierto día Carmen maestra de la escuela mira a Julián que está sólo,
triste y con una mirada perdida, se acerca a él y le pregunta ¿por qué
estas triste? ¡Cuéntame, en mi puedes confiar!, cualquier cosa que haya
o esté afectándote no dudes en comunicarme yo estoy para ayudarte!,
pero Julián no le cuenta nada, porque sabe que aquella maestra es muy
mala detesta a los niños como Julián, no hará nada para ayudarlo, más
bien tratara de aparentar que todo va bien para que nadie se entere de
lo que le sucede, pues es muy amiga de su padre y lo que él le cuente,
se lo hará saber y su padre lo maltratara aún más.
Una tarde Julián se encontraba sentado al filo de su cama con las manos
en sus mejillas, por su cara rodaban lágrimas de dolor, tristeza y angustia.
Julián recordaba todos los maltratos y discriminaciones que le hacían en
su escuela, por otro lado, estaban sus padres quienes se maltrataban
física y verbalmente por problemas económicos, su padre quien tenía
problemas con el alcohol era causas para volver a preguntarse ¿Por qué
yo tengo que pasar por esta situación?, ¿Por qué a mí?
Julián se siente apoyado y siente que aún quedaba amor para él, que
alguien de sus seres queridos se preocupa y está pendiente de su
desarrollo, Francisco le dice que le hubiera gustado; protegerlo, darle
cariño, comprensión y jugar siempre con él, pero por cuestiones de viajes
y mejorar su salud él tuvo que alejarse de la casa y que allá cuando tenía
la misma edad de su nieto también sufrió de igual forma.
Francisco al enterarse por todo lo que había pasado Julián, dijo ¡esto
tiene que acabar ya!, Julián le respondió, Abuelo… ¿Cómo lo vamos a
hacer? Francisco le dijo tranquilo hijo ahora tienes quien vea por ti, yo me
encargare de protegerte, espero que tus padres en mi tiempo de
ausencia hayan aprendido que si traen hijos al mundo es para cuidarlos.
Francisco los aconseja que deben buscar ayuda profesional para que su
hogar se estabilice y puedan ser felices como familia, ya que estos
problemas estaban causando mucho daño, en el pueblo donde vivían los
vecinos rumoraban y siempre estaban pendientes de lo que sucedía en
la casa de Julián, pero nunca se atrevían a intervenir o brindar una
palabra de consejo que ayude a solventar el problema.
El siguiente día había llegado y era hora de caminar hasta la escuela sin
nombre, Julián mostraba su cara de tristeza sabía que ahí también existía
un problema, Francisco mientras se afeitaba su bigote observaba como
su nieto no quería ir a la escuela, alzo un poco la voz para que lo
escuchara y pronunció “cada estrella que viste anoche es un sueño por
cumplir”, ahora es tiempo de caminar a la escuela y demostrarles a todos
quien es el nuevo Julián.
Pasaron los años Julián culminó sus estudios de primaria y había sido
elegido el mejor estudiante de la clase, en su discurso de graduación
agradecía a su abuelo por el amor incondicional y el apoyo que les brindo
a su familia en el momento oportuno.
Y así pasaban los días en la casa de Julián, no había muchos lujos, pero
sí una gran familia en la que crecer y vivir felices.
Fin...