Sunteți pe pagina 1din 3

Ley del Control Día 1

Esta entrega de la Ley del Control es la primera parte del curso de las Leyes Universales. Estas Leyes
son mapas que me van a dar una claridad extraordinaria sobre mi proceso de transformación.Por la
experiencia de varios años con resultados excelentes, esta puerta de entrada es la mejor.Espero muy
pronto escuchar tus comentarios sobre “cómo – en verdad – ya se está moviendo mi energía”.Bueno,
suficiente introducción.Estoy en control de mi vida cuando soy y hago sólo lo que mi esencia quiere ser
y hacer
[Nota: Mi “esencia” es mi alma o mi ser interior. Es aquél o aquella que soy en lo más profundo. Aquí
también uso el término “lo mejor de mí”.]Podría decirlo así también:estoy en control de mi vidasólo
cuando elijo, desde mi esenciacómo quiero sery qué quiero hacerEsto suena sencillo. Ya he oído cosas
similares antes. Pero si sigo adelante sin re-asimilar el mensaje, pierdo una oportunidad.Respiro otra
vez con los ojos cerrados, para entrar en una frecuencia más profunda.Leo de nuevo lo anterior,
permitiendo que cada frase entre muy profundamente dentro de mí.Diferente, ¿verdad?Bien, sigamos.
[Nota: para facilidad de lectura, escribo algunas palabras con “@” para indicar los géneros masculino y
femenino. Por ejemplo: pequeñ@ = pequeño/a, mí mism@ = mí misma/o.]Desde pequeñ@ aprendí que
yo debo hacer o no hacer ciertas cosas:No debo salir a la calle, debo ser amable con tod@s, debo hacer
caso o me puede suceder algo malo, etc.En mi mente acepté esto como verdadero, pues provenía de
personas que me amaban. No obstante, lo cierto es que acepté que mi vida fuera controlada por
otros.“¿Mi vida controlada por otros? Bueno, tal vez cuando era pequeñ@. Ahora es otra cosa.”Bien, al
menos estamos de acuerdo hasta ahí. Avancemos un poco más.Si no hago algo porque he aprendido que
no debo hacerlo o porque hay una regla que lo prohíbe, entonces quien controla mi vida es ese alguien
que creó la regla.“¿Mi vida la controla quien creó esa regla? No veo porqué. Yo veo la razón en las
reglas...”Esto es más fácil verlo en mi niñez, como cuando me prohibían ver un programa de TV.
¿Puedo sentir la resistencia, el enojo, la falta de libertad?Aunque tal vez hoy le dé la razón a mis
padres, ¿puedo ver cómo en esa ocasión mi vida fue controlada por ellos?A eso me refiero. Con mi
mente abierta, ¿puedo entonces ver algunos otros ejemplos de esto en mi vida?No se trata de que hay
que irrespetar las reglas sino que yo debo elegir con conciencia, qué es lo que yo quiero con respecto a
eso.Cuando hago lo que otros me dicen que debo hacer, me relego a un segundo lugar y me siento mal.
Me siento impotente.Por ejemplo, cuando mi jefe me obliga a hacer algo que no quiero, o mi pareja me
prohíbe ver a alguien.Pareciera que ese punto ya está aceptado. Sigamos.Al principio, puedo creer que
alguna de mis voces interiores es la de mi esencia
Es muy probable que, por hábito, yo diga:“Lo que hago, lo hago por convicción, por decisión propia. Si
pongo atención a mi conversación interior, me oigo diciéndome que eso es lo que debo hacer.”Hmm.
Si, eso pareciera.Debo comprender que he permitido que dentro de mi mente permanezcan activas las
voces de mis padres, de mis gurús, de libros que me han impresionado, de autoridades religiosas,
académicas, culturales y otras.Puedo alegar que nadie me está obligando a actuar en esta o aquella
dirección, y puedo observar que en verdad no hay una persona física indicándome la dirección.En este
punto una amiga me dijo:“Reconozco ese diálogo de mis voces interiores, pero la voz de mis padres...
Ya estoy bastante grande para eso.”Le pregunté: ¿Has jugado bajo la lluvia últimamente?“No”¿Porqué
no?“Bueno, porque ya no me hace gracia. Pudo haber sido atractivo hacerlo de niña, pero ya no.
Además...”¿Además qué?“Ay si, ya veo. Iba a repetir la vieja frase de mi madre y el resfrío.”Ves. No es
que la cara de tu madre de pronto se asoma y oyes su advertencia. Es que aceptaste su pensamiento, y
lo has ejercitado desde entonces. En este momento ya es una creencia arraigada, ya no la cuestionas. Al
punto de que ya ni siquiera sientes deseos de jugar bajo la lluvia.Has sido domesticada, al igual que el
resto de nosotr@s.Piénsalo por un par de días y pregúntate si te gustaría algún día salir a correr bajo la
lluvia. Sospecho que en algún momento lo querrás.Al hacerlo, probablemente te vas a sentir bien, libre
y alegre. Quizás nunca vuelvas a jugar bajo la lluvia de nuevo, pero ya habrás desactivado una creencia
ciega.Este es un ejemplo sencillo de cómo mis voces interiores son casi imperceptibles.Activan
creencias que ni siquiera me cuestiono.¿Puedo buscar dentro de mí otros ejemplos similares al anterior?
Al encontrar otros ejemplos parecidos estaré creando una fundación fuerte para el siguiente tema.Al
final, lo que quiero es llegar a sentir desde lo más profundo de mi ser, la libertad de controlar mi
vida.Algo que tal vez ni siquiera una de cada cien personas logramos hoy en día.¿De cuál lado quiero
estar yo?.

En la entrega pasada, discutíamos sobre el asunto de mis voces interiores y de las creencias que cada
voz defendía.Y de cómo menos de una de cada cien personas, en realidad sabe ubicar en su lugar a esas
voces. Voces que hoy creo que son mi “voz interior”.Más adentro está la voz de mi verdadera esencia, y
la reconozco por la emoción que genera
“De nuevo, esto me suena conocido. Bueno, excepto tal vez por eso de ¿cómo la reconozco?”Muy
profundo, y en silencio respetuoso, está la voz de mi verdadera esencia, que se diferencia de las voces
de todas aquellas autoridades que he permitido que controlen mi vida.La voz de mi esencia la
reconozco porque me hace sentir que tengo valor, me hace sentir fuerte y se siente muy bien – se siente
rico.Todos hemos tenido pensamientos que nos hacen sentir muy bien, tales como: “¡qué bien que lo
hice!” o “me alegra que esa persona exista”. Al pensarlo, me nace una emoción que se siente bien.Por
otro lado, también hemos pensado cosas como: “yo no sirvo para eso” o “¡qué mal que lo hice!” De
inmediato siento una emoción horrorosa.Esa emoción es un mensaje desde mi esencia.Si acepto y
activo la voz de mi esencia, siento que me adueño de mí mism@, que de inmediato tomo mayor control
sobre mi vida.Se siente la energía que generan estos pensamientos, ¿verdad?Ya estamos en un nivel
más profundo.¿Puedo recordar algún momento en que seguí la voz de mi esencia, aunque lo que
“debiera hacer” fuera diferente?De seguro que sí. En algún momento de coraje, solté una relación o me
rebelé contra algo. Al hacerlo, me sentí bien, con fuerza, en control de mi vida.Si permito que mis
condiciones actuales de vida determinen cómo me siento, nunca voy a asumir el control de mi vida
Si me duele o me molesta algo que ha sucedido, estoy permitiendo que eso controle mi vida. Estoy
aceptando que “el destino” o las acciones de otras personas determinen cómo me siento.¡Qué cosa más
fea sentir que “el destino” controla mi vida!“Eso lo acepto. Pero hay cosas que los demás hacen que
simplemente me sacan de balance”¡Exacto!En otras palabras, determinan cómo me siento.En otras
palabras, permito que los demás controlen mi vida.“No, no es eso. ¿Es que cómo voy a negar lo que
siento? Sería absurdo que pretenda que nada ha pasado.”Por donde quiera que lo vea, al permitir que yo
me sienta mal por lo que otros hacen, les doy el control de mi vida.Ante cualquier cosa que suceda en
mi vida, yo tengo la libertad de elegir qué pensar y qué sentir al respecto.Estando enfermo puedo
sentirme deprimido o con esperanza.Pasando por una mala situación puedo sentirme derrotado o con
determinación de surgir.Es mi elección cómo quiero sentirme al respecto.“Bueno, eso sí parece tener
sentido.”Cuando sucede algo que no me gusta, automáticamente reacciono y lo condeno. De seguido,
me siento enojad@, triste, con miedo o lo que fuera.Sabiendo lo que ahora sé, en ese momento puedo
detener la reacción inmediata y preguntarme:¿Puedo pensar en esto mismo de alguna manera que me
construya en vez de destruirme?Por respeto a mí mism@...Detengo las reacciones automáticas ante las
cosas que me “suceden” y reformulo mis pensamientos.Este tema está bien desarrollado en la página de
Emociones. Ya estuve allí ¿verdad?Un día un amigo estaba quejándose de su matrimonio. Quería
separarse porque no soportaba a sus hijastros. Era un círculo vicioso de desaprobación mutua.Le pedí
que elevara su punto de vista a un nivel más amplio.Me respondió que ya lo había probado todo, que
era inútil seguirlo intentando.Entonces le hablé de esas figurillas metálicas, que se unen como
rompecabezas. Para lograr separarlas gentilmente, no se pueden utilizar los procesos de pensamiento
comunes. Llegamos a la conclusión de que hay que pensar de una manera diferente a la normal para
resolverlo.Es el mismo cuento famoso de que hay que sacar al pez del agua para que vea la realidad
desde otra perspectiva.En ese momento él comprendió la relación entre ambas historias. No podría
resolver su problema, pensando de la misma manera como lo ha venido haciendo.Le pregunté: Si te
atrevieras a soñar, ¿cómo quisieras que fuera la relación con tus hijastros?Empezó a hablar sobre
tolerancia, y se movió un poco hacia armonía y aceptación.¿Se sienten mejor esos pensamientos?“Sí
claro, pero eso no es alcanzable, no lo veo posible”Bien, pero diste un paso hacia delante y dos hacia
atrás. Piensa por ejemplo:Si tan solo yo pudiera hacerlos sentirse aceptados y reconocerles su valor,
¿cambiaría eso su disposición hacia ti?¿No sería fabuloso si tú pudieras vivir tu vida de una manera tan
radiante, que ellos se sintieran intrigados por esa energía tan especial? Posiblemente querrían saborear
un poco de eso tan bueno que verían en ti.Unos cuantos de estos pensamientos constructivos fueron
suficientes para que mi amigo se entusiasmara en ponerlos en práctica.Bien, llegamos al final de esta
segunda entrega.

Hoy...Asumo total responsabilidad de todo lo que “sucede” en mi vida


Si me quejo o me emberrincho por lo que “sucede” en mi vida, estoy a merced del mal entendido
“destino”. O estoy a merced de lo que los demás digan o hagan.Eso me hace sentir muy mal.¿Cierto?
Aunque no lo comprenda del todo por ahora, no hay nada más liberador que asumir que todo lo bueno
y lo malo......que me sucede, me ha sucedido y me sucederá......es mi responsabilidad.Es más que
aceptar. Asumo la responsabilidad de lo que sucede en mi vida.Respiro profundamente tres
veces.Aflojo las resistencias y permito que el pensamiento cobre vida propia.Si por un instante, permito
que este pensamiento penetre en las fibras más profundas de mi ser......voy a sentir que empieza a fluir
una energía especial dentro de mí.Me siento más grande......y me siento muy bien.¿Verdad que sí?Si he
sentido el poder de esta afirmación, voy camino a mi liberación.Además, estaré liberando a quienes
están cerca de mí. Y me lo van a agradecer.La emoción de sentir que nadie me debe nada es
extraordinaria.En el fondo, nadie tiene que rendirme cuentas, pues todo lo que me sucede es porque me
lo he ganado, o porque no me lo he ganado.Me adueño de mi vida.Yo soy la/el únic@ que puedo hacer
algo por mí mism@. Es mejor así.No sólo es mejor así. En el fondo, no es de ninguna otra manera.Por
otro lado, ese asunto del “destino” es puro cuento. Quedará cada vez más claro que el destino me lo
forjo yo mism@.Amado Nervo lo dijo poéticamente:“...yo fui el arquitecto de mi propio
destino.”Entonces, que nadie me meta cuento.¡Asumo la responsabilidad de mi propio destino!El
control de mi vida empieza en mis pensamientos
Hay pensamientos que me hacen sentir mi fuerza interior.Hay pensamientos que me hacen sentir
pequeñ@.Cuando pienso...• “este es un nuevo comienzo”• “tengo la intención de ser mejor persona”•
“esta vez voy a llegarle a lo mejor de mí”...siento una emoción positiva y me fortalezco.Cuando
pienso...• “he fracasado tantas veces”• “no sé si seré capaz”• “tengo miedo de intentarlo”...siento una
emoción negativa y me debilito.En verdad soy libre de pensar pensamientos que construyan mi
autoestima o de pensar pensamientos que me desvalorizan.¿Qué dirección elijo?Cuando desde lo más
profundo de mi ser yo elijo qué pensamientos pensar, asumo el control de mi vida.Si me encuentro en
una situación desfavorable, yo puedo......maldecir y hundirme más, o......asumir mi responsabilidad y
buscar cómo construir o reconstruir.Al principio, esto parece una tarea grande, pero dichosamente, es
sólo al principio.Conforme más ejercite mi actitud constructiva, más fácil y rápido será.En esa misma
medida, mi vida ya estará dando un giro favorable.Y me voy a sentir cada vez mejor.Ahora aplico esto
a mi vida.Empiezo por liberar del gancho a mi familia.¿Por quién empiezo?¿Puedo liberarl@?¿Tengo
la intención de liberarl@ en verdad?¿Cuándo l@ voy a liberar de su responsabilidad sobre mi vida?
¿Después de esta persona, cuál sigue?Se siente bien, ¿no es cierto?Empezaré a sentir esa fuerza interior
que me agranda, con cada paso que dé.Espero que la próxima vez que nos encontremos podamos
compartir avances de peso.Nota:Yo no puedo convencerte de nada. Ni se trata de convencer, sino de
que te permitas sentir.Este proceso de crecimiento personal se llama Biocreación. Sigue las
instrucciones y verás resultados espectaculares, si permites que los pensamientos ofrecidos cobren vida
dentro de ti.Biocreación no es un experimento. Es un sistema que ya está probado y comprobado.
Muchas personas ya lo han vivido y se han fortalecido de manera impresionante.

S-ar putea să vă placă și