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4.3. ¿La mora constituye una infracción?

Se incurre en mora cuando el que debe pagar la deuda tributaria, realiza tal acto después

de la fecha establecida para tal efecto. En razón a este concepto, nuestro Código

Tributario no considera que la mora constituya una infracción, ya que como se establece

en su artículo 33°, “El monto del tributo no pagado dentro de los plazos indicados en el

Código devengará un interés equivalente a la TIM”. Es decir, en nuestro sistema tributario

se aplica la mora automática, por lo que el pago fuera del plazo trae como consecuencia

inmediata el devengamiento de intereses, pero no constituye una infracción. (Robles,

2008).

Sin embargo, cuando se trata de los Agentes de Retención y Percepción, la mora en el

pago es una infracción sancionable, de acuerdo al Código Tributario, en razón a que los

agentes de retención y/o percepción están incumpliendo con un deber de naturaleza

formal, que es el entregar al fisco el tributo retenido y/o percibido.

Por otro lado, se debe diferenciar que los agentes de retención y/o percepción pueden

actuar también como contribuyentes, situación en la que no pagar el tributo no acarrearía

la comisión de una infracción sancionable, sino solo el devengamiento de intereses.

4.4. ¿Quién fija la Tasa de Interés Moratorio?

La Tasa de Interés Moratorio (TIM) es fijada por la SUNAT para el caso de los tributos

que administra, o cuya recaudación está a su cargo; y cuando se trataba de tributos

administrados por otros entes, la TIM se fijaba mediante Resolución Ministerial de

Economía y Finanzas. Esto era así hasta que se dio el Decreto Legislativo 953, la cual

modifico artículos del Código Tributario, entre ellos el artículo 33, estableciéndose que

la SUNAT sigue teniendo la facultad para fijar la TIM respecto de los tributos que

administra o cuya recaudación estuviera a su cargo; sin embargo, con la modificación se


estableció que en los casos de los tributos que son administrados por los Gobiernos

Locales, la TIM será fijada por las Ordenanzas Municipales, con la limitación de que ese

TIM no podrá ser mayor a la que establece la SUNAT, y en el caso de los tributos que

son administrados por otros órganos distintos a SUNAT y a los Gobiernos Locales, indica

la norma vigente que, la TIM será la que establezca SUNAT, salvo que se fije una TIM

diferente (a la señalada por SUNAT), mediante el instrumento normativo Resolución

Ministerial de Economía y Finanzas. (Robles, 2008).

5. EL PAGO: UN MEDIO DE EXTINCION DE LA OBLIGACION TRIBUTARIA

Desde el momento de su nacimiento, las obligaciones están destinadas a ser cumplidas.

En ese sentido la razón de ser de dicha institución jurídica es la de lograr la consecución

de la prestación a cargo del deudor a favor del acreedor. Por ello, para los efectos

jurídicos, debemos entender la palabra pago como “el cumplimiento de cualquier

obligación de dar, de hacer o de no hacer”, entendiéndose que el pago es una forma natural

de extinguir una obligación, pues precisamente, consiste en cumplir con la prestación

debida, postura aceptada en la doctrina civil, como tributaria.

5.1. Naturaleza jurídica

Respecto a la naturaleza jurídica del pago, Giuliani Fonrouge señala que algunos autores

lo consideran como un acto jurídico (unilitaral o bilateral, contractual o no contractual),

y otros señalan que se trata de un hecho jurídico, y para un tercer grupo es un acto debido.

(Aguayo, 2014, p. 246).

En ese sentido, se debe recordar que el acto jurídico es una manifestación de voluntad

destinada a producir efectos jurídicos, y el hecho jurídico por su parte es toda causa capaz

de generar un efecto jurídico, recayendo la diferencia entre estas en la necesidad de la

voluntad para producir efectos jurídicos. Por otro lado, la categoría de acto debido-
concebida por Carnelutti- explica que en el pago, al satisfacerse la obligación, resulta

poco importante la voluntad del sujeto pasivo, pues el efecto del cumplimiento se

conseguirá aun mediante ejecución forzosa, pues el cumplimiento es un deber y no un

mero hecho, razón por la que se diferencia del hecho jurídico.

La postura más aceptada es la que entiende al pago como un hecho jurídico, porque el

pago como medio de extinción de la obligación, no varía si es que es realizado

voluntariamente por el deudor o si es procurado forzosamente por el acreedor. Esto es así

en el Derecho Tributario, pues entender lo contrario nos llevaría al absurdo de sostener

que, cuando la obligación se satisface de manera forzosa, el medio de extinción es uno

que no ha sido previsto por el Código Tributario, pues el Código Tributario no indica,

como medio de extinción, distinto del pago, la cobranza coactiva. (Aguayo, 2014, p. 247).

Gonzalez Mendez, llega a la misma conclusión, ya que señala que la obligación tributaria

se caracteriza por ser ex lege, es decir, ningún aspecto a su interior puede estar signado

por la voluntad de las partes, y menos la forma en que esta se puede extinguir, por lo que

su naturaleza es de un mero hecho jurídico.

5.2. Concepto

Nos encontramos con el modo más lógico de extinción de la deuda tributaria. Si la

obligación tributaria principal es el pago de la cuota, resulta evidente que cualquier otro

modo de extinción (condonación, prescripción, compensación) no es el perseguido por el

legislador cuando define el presupuesto de hecho que va a constituir el hecho imponible

como medidor de la capacidad económica del obligado tributario.

El pago en materia tributaria consiste en que el sujeto pasivo ponga a disposición del

acreedor tributario una cierta cantidad de dinero, que correspondería al tributo debido,

pero también constituye pago cuando el sujeto obligado pone a disposición del fisco una
parte de la deuda tributaria, no siendo necesario que se pague todo lo que se debe para

que se configure el pago. (Robles, 2008).

En ese sentido, el pago vendría a ser el cumplimiento de la prestación debida, instituto

que presupone la existencia de un crédito por suma líquida a favor del Estado. Esto a su

vez significa que la obligación tributaria ya fue determinada, de tal manera que existe un

crédito a favor del fisco, denominado deuda tributaria, que en principio sólo debería estar

compuesta por el tributo adeudado, pero generalmente se le agrega los intereses y las

multas que se hubieren devengado como consecuencia del tributo no pagado

oportunamente (intereses), o de las multas impagas (intereses), y por las multas no

pagadas dentro del plazo establecido.

Este concepto de pago difiere del que establece el Código Civil Peruano (1984), así el

artículo 1220 del Código Civil vigente establece que “Se entiende efectuado el pago sólo

cuando se ha ejecutado íntegramente la prestación”, y además el artículo 1221 señala que

“No puede compelerse al acreedor a recibir parcialmente la prestación objeto de la

obligación, a menos que la ley o el contrato lo autoricen (…)”.

Como se aprecia en el Derecho Civil, la prestación debe efectuarse íntegramente, cosa

que en Derecho Tributario es diferente pues hay pago aunque no sea por el íntegro de la

prestación de dar debida, (el pago será por el monto cancelado, constituyendo un pago

parcial de la deuda), de otro lado, en materia civil, la prestación debida no necesariamente

es el pago en dinero o en especie, sino el cumplimiento de la prestación debida, consista

o no en dar una suma de dinero o especie.

Esto significa que el legislador, en materia tributaria, ha optado por la concepción más

restringida del pago que existe, y no por la concepción amplia adoptada por nuestro

Código Civil vigente, ya que si se hubiera regido por el principio de integridad, el sujeto
pasivo tendría que cumplir íntegramente con el pago de la deuda tributaria, para que se

entienda efectuado el pago.

Es en razón a ello que, el artículo 37° del Código Tributario vigente, establece que la

Administración Tributaria se encuentra obligada a recibir del sujeto pasivo el monto que

éste entregue, aunque no cubra el monto de lo adeudado, y, de la misma manera, el sujeto

pasivo tiene el derecho de pagar a la Administración Tributaria, el monto que él pueda,

no tiene que cumplir con entregar el monto total adeudado, y se entenderá que el sujeto

pasivo está “pagando” parte de la deuda tributaria. Por un lado existe la obligación en el

cumplimiento de una prestación, pero por otro lado, hay la libertad de entregar el monto

que se tenga, y se estará efectuando el pago de la deuda tributaria.

Esta diferencia se debe a que al Fisco le interesa que ingrese dinero, y si se optaría por

exigir el pago total de la deuda, se estaría perjudicando la propia Administración, ya que

si el sujeto pasivo no cuenta con el total de lo adeudado, no podría efectuar el pago, pero

con la fórmula adoptada, aunque no ingrese el total, ingresa parte del total.

5.3. Quien debe efectuar el pago

Es razonable esperar que, en principio, el sujeto obligado al pago sea aquel sobre quien

se verifica el acaecimiento del hecho imponible; sin embargo, en el Perú está previsto que

otros sujetos, deban asumir la obligación de pago de la obligación tributaria. Es por ello

que, nuestro código tributario establece que el pago de la deuda tributaria será efectuado

por los deudores tributarios y, en su defecto, por sus representantes. Incluso permite que

los terceros pueda realizar el pago salvo oposición motivada del deudor tributario.

Entendemos entonces que el contribuyente será quien realizara el pago de la deuda, siendo

este respecto al cual se produce el hecho generador de la obligación tributaria, y en tanto

que el responsable será, aquel que sin tener condición de ser contribuyente, debe cumplir
con satisfacer la obligación nacida en aquel, pudiendo exigir al contribuyente la

devolución de lo pagado. (Aguayo, 2014, p. 249).

No obstante, nuestro Código Civil por su parte, señala en el artículo 1222 que puede hacer

el pago cualquier persona, tenga o no interés en el cumplimiento de la obligación, sea con

el asentimiento del deudor o sin él, salvo que el pacto o su naturaleza lo impidan. Esto

significa que puede efectuar el pago una persona distinta al deudor.

BIBLIOGRAFIA

Robles, C. P. (2008). El pago de la deuda tributaria como medio de extinción de la obligación

tributaria. Recuperado de: http://blog.pucp.edu.pe/blog/carmenrobles/2008/01/08/el-pago-de-la-

deuda-tributaria-como-medio-de-extincion-de-la-obligacion-tributaria/

Aguayo, J. M. (2014). La Obligación Tributaria y el Pago: Antes del Inicio de la Cobranza

Coactiva en la Legislación Peruana. Apuntes y Disquisiciones. Revista Derecho y Sociedad 43,

239-254.

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