Sunteți pe pagina 1din 11

TODO EL DOCUMENTO DEL II SÍNODO DIOCESANO

“Padre, que todos sean Uno para que el mundo crea”


Diócesis de Alajuela
13 al 20 de febrero del 2000

Parte III.2: Pastoral Social

Capítulo XI: PASTORAL SOCIAL

I. DESAFIOS DE LA REALIDAD

Generalidades

718. No hay claridad suficiente en los diferentes niveles de Iglesia, áreas y agentes de
pastoral cualificados de lo que es Pastoral Social como dimensión esencial de la
evangelización y de la vivencia de la fe. De seguir así se continuará con una visión
reducida de la misma. Se está concientizando a los agentes de pastoral cualificados sobre la
importancia de esta pastoral como aspecto imprescindible de la Nueva Evangelización.

719. Se nota un desconocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia y poca formación en


algunos agentes de pastoral cualificados en este campo; de seguir así no se asumirán sus
orientaciones en la acción pastoral. Se están haciendo encuentros de analíticas y talleres al
respecto.

720. No hay criterios y acciones comunes en la pastoral social diocesana y parroquial, de


seguir así no podrá ser una auténtica promotora del ser humano y concientizadora de la
realidad. A pesar de algunos esfuerzos realizados en estos campos.

721. No se cuenta con un diagnóstico integral de la realidad diocesana, si así se sigue no se


tendrían claras las diferentes prioridades sociales, económicas, laborales, de salud,
vivienda, ecológica y otras, para realizar una acción pastoral más acertada. Se están
haciendo esfuerzos a través del Proceso Diocesano de Pastoral en este sentido.

722. Se constata un análisis superficial de las fisuras y debilidades de la globalización y de


las ideologías que la sustentan; si así se continúa no se elaborarán las estrategias y criterios
adecuados para enfrentar sus efectos negativos Se están haciendo encuentros a nivel
diocesano y parroquial de analíticas sobre este fenómeno.

723. Falta una mejor organización e infraestructura de la Pastoral Social Diocesana, si esta
situación se mantiene se carecería de una eficiente articulación en las acciones del área
social, no lográndose responder a las urgentes necesidades correspondientes a esta área, a
pesar de los esfuerzos que se realizan.

724. Se constata que a nivel de algunas parroquias no hay una organización articulada de la
pastoral social, de seguirse esta ruta los diferentes comités existentes (Caritas,
Vicentinos(as), Obras de religiosos(as) y otros) seguirán trabajando aisladamente, a pesar
de los esfuerzos que se hacen para integrarlos.

En Específico

725. Falta conocimiento y reflexión sobre los Derechos Humanos y el respeto debido a la
dignidad de las personas en las comunidades, si así se sigue se incumplirá con una parte
esencial de la misión eclesial. Se está creando conciencia de esta dimensión de la
Evangelización.

726. El problema está en la violación de los derechos de los niños y las niñas, de no hacer
nada se impedirá un desarrollo integral de este sector poblacional. Se están haciendo
esfuerzos tanto civiles como eclesiales en la concientización y promoción de esos derechos.

727. Se constata la falta de promoción y defensa de los Derechos Humanos en los privados
de libertad y sus familias, si así se persiste no se daría una auténtica reivindicación de este
sector poblacional, a pesar de los diferentes servicios de asistencia social que se le presta.

728. Se advierte un relativo deterioro en el respeto y defensa de los derechos de los


trabajadores tanto a nivel civil como eclesial (falta de estabilidad y seguridad laborales;
inseguridad económica y social; salarios injustos por razones étnicas, de género y de edad;
y otros), si no se levanta la voz por ellos se continuará irrespetando la justicia social, a
pesar de los esfuerzos realizados por los diferentes sectores afines en este campo.

729. Muchos pequeños y medianos agricultores, artesanos y obreros carecen de


organizaciones idóneas para la legítima defensa de sus derechos, de no ayudarles
continuarán siendo víctimas de los intermediarios y de las políticas económico-comerciales,
a pesar de la existencia de algunas organizaciones y esfuerzos pastorales.

730. Urge asumir la prioridad diocesana de los pobres en toda la acción Evangelizadora de
la Iglesia particular. Si no se hace algo se continuarán presentando acciones aisladas en este
campo y será deficiente y disperso el acompañamiento a los más necesitados. Se están
haciendo esfuerzos para responder a los retos que demanda esta prioridad.

731. Se constata un aumento de diversas formas de injusticia respecto a un sector de


migrantes, si no se hace algo se acrecentarán las irregularidades sociales, culturales,
laborales, legales y religiosas que afectan a esta población. Se realizan esfuerzos de
concientización socioeclesial en este campo.

732. Se notan pocas oportunidades de acceso a la educación, capacitación en oficios,


fuentes de trabajo y espacios sanos de entretenimiento para jóvenes de escasos recursos
económicos, si esto no progresa positivamente serán cada vez más víctimas de las
situaciones de confusión, consumismo y explotación laboral. Se realizan esfuerzos por
parte de algunos grupos y agentes en la promoción de este sector de la sociedad.

733. Se constata un crecimiento demográfico de adultos mayores en muchos casos


acompañado de un rechazo sociofamiliar, si no se asumen acciones de progreso se estaría
desaprovechando su riqueza como testigos de los valores humanos y cristianos. Se están
realizando diferentes acciones de atención pastoral a esta población.

734. Se constata en las relaciones sociales una cultura de desigualdad de género. De seguir
así se continuarán propiciando antivalores e injusticias en las relaciones interpersonales y
sociales. Se hacen esfuerzos por concienciar sobre la cultura de igualdad de género.

735. Falta una clara conciencia y organización de la pastoral de la salud; esto hace que no
hayan criterios y acciones pastorales a nivel diocesano. Se están haciendo intentos de
organización para atender este campo.

736. Falta formación en los capellanes y laicos comprometidos en la pastoral hospitalaria y


carcelaria, si no se hace algo no se contara con agentes de pastoral cualificados para atender
estos campos. A pesar de los esfuerzos de personas y grupos que visitan y acompañan esos
centros.

737. Ha faltado a nivel diocesano y parroquial una mayor reflexión y compromiso respecto
a la situación ecológica, de seguir así no se asumirá cristianamente la defensa de los
recursos naturales. Algunos agentes de pastoral y grupos eclesiales han asumido un
verdadero interés por educar y concienciar a otros sobre esta problemática.

II. ILUMINACION

Generalidades

738. En el Antiguo Testamento, ante situaciones de opresión, de esclavitudes y de


injusticias que sufría el Pueblo de Dios, es frecuente el mensaje de los profetas que
presentan a Dios como quien está atento a los clamores de su pueblo (Cf. Ex 3,7-10). Dios
interviene mediante la voz de los profetas pidiendo que se practique la justicia y el derecho,
que se atienda a los más pobres y marginados, como huérfanos, viudas, forasteros. El
profeta Isaías, frente a la incoherencia entre las solemnes celebraciones de culto a Dios y
una vida social llena de perversidades y crímenes, predica diciendo: "Den su derecho al
oprimido y hagan justicia al huérfano y a la viuda" (Is 1,17). Jeremías, en su visión
profética, presenta al futuro Mesías como Rey "Justo y Prudente" que guiará al pueblo
"según la justicia y el derecho" (Jer 23, 5-6).

739. En el Nuevo Testamento Jesucristo se manifiesta como guía, comparándose a un Buen


Pastor que conduce aquí en la tierra al nuevo Pueblo de Dios hacia el Padre (Cf. Jn 10, 1-6).
El mismo es "el Camino, la Verdad y la Vida" para este pueblo (Jn 14, 6). A sus discípulos
les da el mandamiento nuevo del amor fraterno (Jn 13, 34) cuya máxima expresión está no
sólo en dar cosas al prójimo necesitado, sino en dar la propia vida por los demás: " No hay
amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos" (Jn 15, 13). Enseña que el Reino
de Dios es para aquellos que por amor realizan la acción solidaria de compartir sus bienes y
atenciones con los más pobres, carentes de alimento, vestido, salud y libertad (Cf. Mt 25,
34-36; 4,23-25; 9,35; Lc 6,17-19). Enseña que la justicia está sobre la ley misma (Cf. Mt
23,23). A los discípulos les dice que "si su justicia no es mayor que la de los escribas y
fariseos, no entrarán al Reino de Dios" (Mt 5, 20). Fue distintivo notable de la Iglesia
primitiva tener una vida comunitaria, compartiendo sus bienes espirituales y materiales y
preocupándose por atender a los más pobres (Cf. He 2, 42-46; 4, 32-3).

740. "Entre evangelización y promoción humana, existen efectivamente lazos muy fuertes.
Vínculos de orden antropológico, porque el hombre y la mujer que hay que evangelizar no
son un ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas sociales y económicos. Los lazos de
orden teológico, ya que no se puede disociar el plan de la creación del plan de la Redención
que llega hasta situaciones muy concretas de injusticia, a la que hay que combatir, y de
justicia, que hay que restaurar. Vínculos de orden eminentemente evangélico como es el de
la caridad: en efecto, (¿Cómo proclamar el mandamiento nuevo sin promover, mediante la
justicia y la paz, el verdadero, y auténtico crecimiento del hombre?) Nos mismo lo
indicamos al recordar que no es posible aceptar "que la obra de evangelización pueda o
deba olvidar las cuestiones extremadamente graves, tan agitadas hoy día, que atañen a la
justicia, a la liberación al desarrollo y a la paz en el mundo. Si esto ocurriera, sería ignorar
la doctrina del evangelio acerca del amor hacia el prójimo que sufre o padece necesidades"
(EN 31).

741. Por tanto: La Pastoral Social, prolongación de la acción de Cristo, que vive y actúa
resucitado en medio de sus discípulos (Cf. P 196) en la búsqueda de la liberación integral
del hombre y de la mujer, es por su propia naturaleza un proceso eclesial en medio de las
actividades seculares, por tanto exige una conciencia de Iglesia, crea una comunidad,
busca dar testimonio de unidad, requiere comunión con los pastores y, bajo el dinamismo
del Espíritu Santo, realiza acciones conjuntas y eficaces (Cf. SELAC).

742. La coordinación de la Pastoral Social es la armonización de las iniciativas de la


comunidad cristiana para que la Iglesia, particular y universal, como Pueblo de Dios, dé
testimonio de unidad y pueda cumplir su responsabilidad de participar plenamente en la
edificación de la Iglesia y en la promoción integral del hombre y la sociedad. Antes que una
estructura, es un proceso organizado que facilita el diálogo entre los pastores y los
cristianos comprometidos en iniciativas pastorales, y entre los cristianos mismos sobre el
conjunto del trabajo pastoral. La coordinación no es "un comandar" de una organización
sobre otras, sino el "buscar juntos" y "dar testimonio" de coherencia de la comunidad
cristiana en la promoción humana y la liberación integral " constituida por un elemento
humano y otro divino" (Cf. LG 8).

743. "El aporte de la Iglesia a la liberación y promoción humana se ha venido concretando


en un conjunto de orientaciones doctrinales y criterios de acción que solemos llamar "
enseñanza social de la Iglesia". Tienen su fuente en la Sagrada Escritura, en la enseñanza de
los Padres y grandes teólogos de la Iglesia y en el Magisterio, especialmente en los últimos
Papas. Como aparece desde su origen, hay en ellos elementos de validez permanente que se
fundan en una antropología nacida del mismo mensaje de Cristo y en los valores perennes
de la ética cristiana. Pero hay también elementos cambiantes que responden a las
condiciones propias de cada país y de cada época" (P 472).

744. El aumento generalizado de la corrupción, el mal manejo de los recursos económicos


públicos; el progreso de la demagogia, el populismo, la "mentira política" en las promesas
electorales; la burla de la justicia, la generalización la impunidad hace que la comunidad
se sienta impotente e indefensa frente al delito. Con ello se fomenta la insensibilidad social
y el escepticismo ante la falta de aplicación de la justicia, se emiten leyes contrarias a los
valores humanos y cristianos fundamentales. No hay una equitativa distribución de los
bienes de la tierra, se abusa de la naturaleza y se daña el ecosistema (SD 233).

En Específico

745. Ya el Concilio Vaticano II denunció con fuerza los numerosos delitos y atentados
contra los Derechos Humanos. Todo aquello que se opone a la vida, como los homicidios
de cualquier género, el aborto, todo lo que viola la integridad de la persona humana, las
condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos arbitrarios, las deportaciones, la
prostitución, explotación y acoso sexual a la mujer en sus trabajos, mal pago a las
trabajadoras y trabajadores públicos y privados. Todas estas cosas y otras semejantes son
ciertamente injustas ante los ojos de Dios y de la humanidad, al corromper la civilización
humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son
totalmente contrarios al honor debido al Creador (Cf. GS 27).

746. Por eso, cuando la Iglesia habla de los Derechos Humanos se refiere a la dignidad
humana que tiene su explicación última en Dios a cuya imagen y semejanza ha sido creado
y en cuya naturaleza se ha encarnado... "La razón más alta de la dignidad humana consiste
en la vocación del hombre a la unión con Dios" (GS 19), por eso todos los derechos
humanos están inscritos en la naturaleza humana.

747. "Le traían hasta los pequeñitos para que los tocara; viendo esto los discípulos
empezaron a reprender a esta gente. Entonces Jesús los llamó para decirles: dejen que los
niños vengan a mí no se lo impidan, porque el reino de Dios pertenece a los que son como
ellos. En verdad les digo que quien no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en
él" (Lc 18, 15-17).

748. "La situación de pobreza generalizada adquiere en la vida real rostros muy concretos
en los que deberíamos reconocer los rasgos sufrientes de Cristo, el Señor, que nos cuestiona
e interpela: rostros de niños, golpeados por la pobreza desde antes de nacer; por
obstaculizar sus posibilidades de realizarse a causa de deficiencias mentales y corporales
irreparables; los niños vagos y muchas veces explotados de nuestras ciudades, fruto de la
pobreza y desorganización moral familiar" (P 31-32). "La vida de inocencia y de gracia de
los niños, como también los sufrimientos que injustamente les son infligidos en virtud de la
Cruz de Cristo, obtiene un enriquecimiento espiritual para ellos y para toda la Iglesia.
Todos debemos tomar de ésta una conciencia más viva y agradecida"(ChL 47).

749. La presencia de la Iglesia en las cárceles se fundamenta en la misión específica que le


dio su fundador, Jesucristo, de predicar el Reino de Dios para que todos los hombres se
salven. El mismo Cristo fue "Enviado a evangelizar a los pobres, a predicar la libertad a los
reclusos, a dar vista a los ciegos, a libertar a los oprimidos"(Cf. Lc 4,18-19). Las parábolas
del Buen Pastor que busca la oveja perdida, la del hijo pródigo, y otros pasajes del
Evangelio, como el de la mujer adúltera y samaritana, nos dice que la misión de Cristo fue
rescatar al pecador.
750. El mismo Jesús coloca la cárcel, como un centro donde nosotros podemos ejercer una
obra de misericordia: "Estuve preso y vinisteis a verme". San Pablo nos recuerda a los
prisioneros, cuando dice: "Acordaos de los presos, como si vosotros estuvierais con ellos
en la cárcel" (Heb. 13,3), y alaba la actitud de aquellos "Que se hicieron solidarios de los
que iban a la cárcel" (Heb. 10,33).

751. El trabajo puede y debe ser una fuente permanente de realización personal. Al
empeñarse el hombre en la transformación del mundo, él mismo se transforma y desarrolla
sus capacidades, sobre todo en aquellos campos donde tiene margen para ejercitar su
iniciativa y su creatividad, ya que "el principal recurso del hombre... es el hombre mismo"
(Cf. CA 59). Sabemos, sin embargo, que hay muchos trabajos que lejos de ayudar a un
sano desarrollo, desembocan más bien en muchas formas de deshumanización.

752. "En lo que se refiere al mundo de los trabajadores, se advierte un deterioro en sus
condiciones de vida y en el respeto a sus derechos, un escaso o nulo cumplimiento de
normas establecidas para los sectores más débiles (por ejemplo niños y jubilados...); una
pérdida de autonomía por parte de las organizaciones de trabajadores debido a
dependencias o auto- dependencias de diverso género; abuso del capital, que desconoce o
niega la primacía del trabajo; pocas o nulas oportunidades de trabajo para los jóvenes. Se
advierte la alarmante falta de trabajo, o desempleo, con toda la inseguridad económica y
social que ello comporta. El mundo del trabajo reclama el crecimiento de la economía y el
aumento de la productividad, de tal modo que se hagan posible mediante una justa y
equitativa distribución el mayor bienestar del hombre y la mujer y su familia"(SD 183).
"Los derechos del trabajador son un patrimonio moral de la sociedad, que deben ser
tutelados por una adecuada legislación social y su necesaria instancia judicial, que asegure
la continuidad confiable en las relaciones laborales" (Idem 184).

753. "Los campesinos, así como los pequeños y medianos ganaderos, se están viendo
forzados a vender sus tierras porque se enfrentan a situaciones insostenibles, como la
imposibilidad de saldar sus préstamos, la inaccesibilidad a los insumos y herramientas, la
presión de grandes empresas que los acorralan, y la desmotivación provocada, entre otros
factores, por los bajos precios que reciben a cambio de su esfuerzo por producir. Es común
encontrar en cualquier sitio del país que los actuales jornaleros eran, no hace mucho,
dueños de esas tierras y fueron obligados por estas circunstancias a deshacerse de sus
propiedades, convirtiéndose, de hecho, en víctimas de los nuevos inversionistas" (MT 4).

754. En estrecha relación con el derecho de propiedad, la Encíclica de León XIII afirma
también otros derechos, como propios e inalienables de la persona humana. Entre éstos
destaca, dado el espacio que el Papa le dedica y la importancia que le atribuye, "el derecho
natural del hombre" a formar asociaciones privadas; lo cual significa ante todo el derecho a
crear asociaciones profesionales de empresarios y obreros, o de obreros solamente. Esta es
la razón por la cual la Iglesia defiende y aprueba la creación de los llamados sindicatos, no
ciertamente por prejuicios ideológicos, ni tampoco por ceder a una mentalidad de clase,
sino porque se trata precisamente de un "derecho natural" del ser humano y, por
consiguiente, anterior a su integración, en la sociedad política. En efecto, " el Estado no
puede prohibir su formación", porque "el Estado debe tutelar los derechos naturales, no
destruirlos. Prohibiendo tales asociaciones, sé contradiría a sí mismo" (RN 70).
755. "Vemos, a la luz de la fe, como un escándalo y una contradicción con el ser cristiano,
la creciente brecha entre ricos y pobres. El lujo de unos pocos se convierte en insulto
contra la miseria de las grandes masas. Esto es contrario al plan del Creador y al honor que
se le debe. En esta angustia y dolor, la Iglesia discierne una situación de pecado social, de
gravedad tanto mayor por darse en países que se llaman católicos y que tienen la capacidad
de cambiar. " Que se le quiten barreras de explotación...contra las que se estrellan sus
mejores esfuerzos de promoción" (P 28).

756. "La Iglesia es consciente de los problemas provocados por esta situación (inmigración)
y se esfuerza en desarrollar una verdadera atención pastoral entre dichos inmigrados, para
favorecer su asentamiento en el territorio y para suscitar, al mismo tiempo, una actitud de
acogida por parte de las poblaciones locales, convencida de que la mutua apertura será un
enriquecimiento para todos"(EA 65).

757. "Si atendemos a su situación social, observamos que, al lado de aquellos que por su
condición económica se desarrollan con normalidad, hay muchos jóvenes indígenas,
campesinos, mineros, pescadores y obreros que, por su pobreza, se ven obligados a trabajar
como personas mayores. Junto a jóvenes que viven holgadamente, hay estudiantes, sobre
todo de suburbios, que viven ya la inseguridad de un futuro empleo o no han encontrado su
camino por falta de orientación vocacional. Por otra parte, es indudable que hay jóvenes
que se han visto defraudados por la falta de autenticidad de algunos de sus líderes o se han
sentido hastiados por una civilización de consumo. Otros, en cambio, como respuesta a las
múltiples formas de egoísmo, desean construir un mundo de paz, justicia y amor.
Finalmente, comprobamos que no pocos han encontrado la alegría de la entrega a Cristo, no
obstante las variadas y duras exigencias de su cruz" (Cf. P 1176-1177).

758. "A las personas ancianas - muchas veces injustamente consideradas inútiles cuando no
incluso carga insoportable - la Iglesia pide y espera que sepan continuar esa misión
apostólica y misionera que no sólo es posible a esa edad, sino que esa misma edad la
convierte, en cierto modo, en específica y original. La Biblia siente una particular
preferencia en presentar al anciano como el símbolo de la persona rica en sabiduría y llena
de respeto a Dios (Cf. Eclo 25,4-6). En este mismo sentido el "don" del anciano podría
calificarse como el de ser, en la Iglesia y en la sociedad, el testigo de la tradición de fe (Cf.
Ex 12,26-27), el maestro de la vida (Cf. Eclo 3,12-13; 6,34) el que obra con caridad" (ChL
48, Cf. GS 27, 48, AA 11).

759. "La Iglesia, como expresión de su misión, debe oponerse con firmeza a todas las
formas de discriminación y de abuso de la mujer. Y también señalaron que la dignidad de la
mujer, debe ser recuperada mediante el efectivo respeto de los derechos de la persona
humana y por medio de la Doctrina de la Iglesia. Concretamente y en relación con la
participación activa y responsable en la vida y en la misión de la Iglesia, se ha de hacer
notar que el Concilio Vaticano II fue muy explícito en demandarlo: Ya que en nuestros días
las mujeres toman cada vez más parte activa en toda la vida de la sociedad, es de gran
importancia una mayor participación suya también en los varios campos del apostolado de
la Iglesia" (ChL 49).
760. El mundo de la salud y de la enfermedad plantea unos retos concretos a la Iglesia. El
Vaticano II decía que el mundo de la salud, en sus múltiples expresiones, ha ocupado
siempre un lugar privilegiado en la acción caritativa de la Iglesia, que a través de los siglos
ha sido muy sensible al ministerio para con los enfermos y los que sufren, como parte
integrante de su misión.

761. "Es necesario que ésta preciosa herencia que la Iglesia ha recibido de Jesucristo
"médico de la carne y del espíritu" (San Ignacio de Antioquía) no sólo no disminuya jamás,
sino que sea valorizada y enriquecida cada vez más mediante una recuperación y un
decidido relanzamiento de la acción pastoral para y con los enfermos y los que sufren. Ha
de ser una acción capaz de sostener y de promover atención, cercanía, presencia, escucha,
diálogo, participación y ayuda concreta para con el hombre, en momentos en los que la
enfermedad y el sufrimiento pasan a dura prueba, no sólo su confianza en la vida, sino
también su misma fe en Dios y en su amor de Padre"(ChL 54).

762. El capellán debe estar provisto de todas las facultades que requiere el buen cuidado
pastoral (Cf. CIC 566§1). En hospitales, cárceles y viajes marítimos el capellán... El
capellán puede celebrar u organizar las funciones litúrgicas...(CIC 567§2). Guardando la
debida unión con el párroco en el desempeño de su función pastoral (Cf. CIC 564-571).

763. "Es asimismo preocupante, junto con el problema del consumismo y estrictamente
vinculado con él, la cuestión ecológica. El hombre, impulsado por el deseo de tener y
gozar, más que de ser y de crecer, consume de manera excesiva y desordenada los recursos
de la tierra y su misma vida. En la raíz de la insensata destrucción del medio ambiente hay
un error antropológico, por desgracia muy difundido en nuestro tiempo. El hombre que
descubre su capacidad de transformar y, en cierto sentido de "crear" el mundo con el
propio trabajo, cree que puede disponer arbitrariamente de la tierra, sometiéndola sin
reserva a su voluntad como si ella no tuviese una fisonomía propia y un destino anterior
dados por Dios, y que el hombre puede desarrollar ciertamente, pero no debe traicionar
(Cf. CA 41).

III. LINEAS PASTORALES

Generalidades.

764. Promover en los niveles de Iglesia, áreas y agentes de pastoral cualificados procesos
sobre el ser y quehacer de la Pastoral Social, conforme a la Revelación y al Magisterio, para
que se asuma más eficazmente esta dimensión en la Evangelización y se generen acciones y
actitudes liberadoras.

765. Promover encuentros de formación para los agentes de pastoral cualificados sobre la
Doctrina Social de la Iglesia, para que asuman sus orientaciones en la acción pastoral y así
se promuevan los valores del Reino.

766. Elaborar criterios comunes para la pastoral social diocesana y parroquial desde del
Magisterio y la realidad diocesana, para que se constituya en auténtica promotora del ser
humano y concientizadora de la realidad y así se promueva la pastoral de comunión.
767. Elaborar un diagnóstico de la realidad social de la Diócesis, desde una perspectiva
interdisciplinario, que permita priorizar las diferentes realidades humano-sociales y así se
realice una acción pastoral más fiel a Dios y al hombre.

768. Continuar las analíticas sobre el fenómeno de la globalización y de las ideologías que
las sustentan, según criterios interdisciplinares, para elaborar lineamientos y estrategias
adecuadas de frente a sus efectos negativos y así se gesten acciones más solidarias y
esperanzadoras.

769. Promover una mejor organización e infraestructura de la Pastoral Social Diocesana de


acuerdo a nuestra realidad, para que se logre responder a las urgentes necesidades sociales
y así hacer presente la solicitud de Dios por los más necesitados.

770. Propiciar la integración de todos las personas y comités que desarrollan acciones
sociales dentro de la Iglesia, conforme a la enseñanza del Magisterio Social, para que
trabajándose de una forma más articulada se consolide una pastoral de comunión.

En específico.

771. Promover el conocimiento y reflexión sobre los Derechos Humanos desde la


Revelación y el Magisterio, para que cumpliéndose con una parte esencial de la misión
eclesial se respete la dignidad de la persona como imagen de Dios.

772. Promover la creación de organizaciones de pequeños y medianos agricultores,


artesanos y obreros, según la enseñanza social de la Iglesia y el Código de Trabajo
Costarricense, para la legítima defensa de sus derechos y así la Iglesia contribuya a la
construcción de una sociedad más justa.

773. Asumir la Prioridad Diocesana de los pobres en toda la acción evangelizadora de la


Iglesia particular, desde los criterios diocesanos, para que se pueda hacer más visible esta
opción y ser así más fieles al mensaje de Cristo.

774. Promover una mayor concientización sobre los derechos de los migrantes, según las
legislaciones vigentes, para que respetándose su dignidad e identidad sean acogidos como
hijos de Dios.

775. Promover oportunidades de acceso a la educación, capacitación en oficios, fuentes de


trabajo y espacios sanos de entretenimiento para jóvenes, desde aportes interinstitucionales,
para que mejorando su situación sean constructores de la Civilización del Amor.

776. Continuar apoyando a las familias y a aquellas instituciones que se dedican al servicio
de los adultos mayores siguiéndose los aportes interdisciplinares al respecto, para
proporcionarles una vida más digna y así darle razón de ser a su existencia.

777. Promover la reflexión sobre la cultura e igualdad de género, desde la Revelación y el


Magisterio, para orientar relaciones interpersonales más justas y humanas y así evidenciar
el proyecto de Dios sobre el varón y la mujer.

778. Promover la concientización y organización de la pastoral de la salud, según criterios


interdisciplinares, para que la acción pastoral en este campo sea más efectiva y así se logre
ser testigos de Cristo, Buen Samaritano.

779. Formar a los capellanes y laicos comprometidos en la pastoral hospitalaria y


carcelaria, desde criterios interdisciplinares, para que contándose con agentes de pastoral
cualificados en estos campos se dé una atención integral a estos hermanos (as).

780. Promover la reflexión y un mayor compromiso por la cuestión ecológica, desde un


enfoque interdisciplinario, para que fomentándose el respeto y la defensa por los recursos
naturales el ser humano cumpla su misión de administrador corresponsable de la creación.

IV. DISPOSICIONES

Generalidades

781. Promueva la Vicaría de Pastoral Social procesos sobre el ser y quehacer de la Pastoral
Social, entre los niveles de Iglesia, áreas y agentes de pastoral cualificados.

782. Promueva la Vicaría de Pastoral Social, en coordinación con la Escuela Diocesana de


Agentes de Pastoral, encuentros de formación sobre Doctrina Social de la Iglesia para los
agentes de pastoral cualificados.

783. Elabore la Vicaría de Pastoral Social criterios comunes para esta área a nivel
diocesano.

784. Elabore el Consejo Diocesano de Pastoral, en coordinación con la Vicaría de Pastoral


Social un diagnóstico sobre nuestra realidad.

785. Continúe la Escuela Diocesana de Agentes de Pastoral, en coordinación con la Vicaría


de Pastoral Social, las analíticas sobre el fenómeno de globalización e ideologías que la
sustentan para los agentes cualificados.

786. Fortalezca la Vicaría de Pastoral Social su organización e infraestructura para un


mejor servicio, y previendo también posibles emergencias.

787. Integre la Vicaría de Pastoral Social en su organización a todas las personas y comités
que desarrollan acciones sociales dentro de la Iglesia.

En específico

788. Promueva la Escuela Diocesana de Agentes de Pastoral, en coordinación con la


Vicaría de Pastoral Social, el estudio de los Derechos Humanos entre los agentes
cualificados.
789. Apoye la Vicaría de Pastoral Social en coordinación con las instituciones respectivas,
la promoción de los derechos de los niños y las niñas.

790. Promueva la Vicaría de Pastoral Social en coordinación con las instituciones


respectivas, los derechos de los privados de libertad y sus familias.

791. Apoye la Vicaría de Pastoral Social en coordinación con las instituciones respectivas,
la promoción, respeto y defensa de los derechos de los trabajadores.

792. Promueva la Vicaría de Pastoral Social en coordinación con las instituciones


respectivas, la creación de organizaciones para pequeños y medianos agricultores, artesanos
y obreros.

793. Asuman la opción prioritaria por los pobres, los niveles de Iglesia, áreas y agentes de
Pastoral cualificados.

794. Concientice la Vicaría de Pastoral Social, en coordinación con los niveles de Iglesia y
áreas de Pastoral sobre los derechos de los migrantes.

795. Fomente la Vicaría de Pastoral Social, en coordinación con las instituciones


respectivas, proyectos para los jóvenes necesitados.

796. Apoye la Vicaría de Pastoral Social, en coordinación con los entes intra y extra
eclesiales afines, el servicio a los adultos mayores.

797. Promueva la Escuela Diocesana de Agentes de Pastoral, en coordinación con los


organismos respectivos, la reflexión sobre la cultura de igualdad de género.

798. Abra la Vicaría de Pastoral Social, en coordinación con los entes respectivos
encuentros de concientización y organización de la pastoral de la salud para los agentes
pastorales implicados en ella.

799.Inicie la Vicaría de Pastoral Social, talleres de capacitación para los capellanes y laicos
comprometidos en la pastoral hospitalaria y carcelaria.

800. Promueva la Vicaría de Pastoral Social, en coordinación con los entes respectivos una
mayor concientización y compromiso por la cuestión ecológica.

801. Promuevan los Consejos de Pastoral Parroquiales, la creación o consolidación de


comités de pastoral social en sus respectivas parroquias.

S-ar putea să vă placă și