“EL PERFIL DE UN VERDADERO CRISTIANO” “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto
lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros
Justificación de la serie: ¿Por qué esta serie?
A lo largo de nuestra vida cristiana nos encontramos con personas que profesan
cristianismo, vienen constantemente a la congregación, cantan las alabanzas y
hasta puede que asuman responsabilidades en nuestro entorno. Sin embargo,
observamos que en su vida personal dista mucho de lo que podría ser el
testimonio o vivencia de un genuino cristiano.
Por eso nos preguntamos: ¿Cómo poder reconocer a un genuino cristiano? Aquí
es donde entra en escena la primera epístola del apóstol Juan. Escrita entre los
años 85-90 d.C. desde Efeso, antes que Juan estuviera exiliado en la isla de
Patmos en el mar Egeo de Asia menor. Esta carta trata acerca de un tema
siempre actual: la vida de un verdadero cristiano
El apóstol Juan describe con sencillez práctica el perfil de un verdadero cristiano
basada, no en cosas ni en emociones, sino en una Persona, Jesucristo, el Hijo de
Dios para que aprendamos a reconocerlas y practicarlas en nuestro diario vivir.
Esta epístola nos mostrará el perfil que nos ayudará a conocer la voluntad de
Dios para nuestras vidas y reconocer aquellos que dicen ser cristiano y no lo son.
¿Tendrá usted este perfil?
TEMA 1
“EL SEÑOR DEL VERDADERO CRISTIANO”
1 Juan 1:1–4
1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al
Verbo de vida
2 (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os
anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);
3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros
tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el
Padre, y con su Hijo Jesucristo.
4 Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
Mire la dos cosas que Juan nos dice aquí: (1) ¿Quién es el Señor del verdadero
cristiano?, y (2) ¿Qué se dice del Señor del verdadero cristiano?
¿QUIÉN ES EL SEÑOR DEL VERDADERO CRISTIANO? (v.1)
ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos TOCANTE AL
VERBO DE VIDA” (RV)
La Nueva Traducción Viviente responde la pregunta puntualmente: “Les
anunciamos al que existe desde el principio,…” (NTV)
Juan va directo al tema que quiere enseñar. Lo que tiene que decir es de
muchísima importancia, por eso va directamente al punto… ¡el Señor del
“verdadero cristiano” es Jesús, el “Verbo de vida”!
¿Por qué?
Recodemos que Juan escribió esta primera epístola en un ambiente hostil a sus
ideas. La fe transmitida por los apóstoles estaba siendo atacada por una élite
que se creía muy superior a los demás creyentes. Según ellos, la encarnación era
imposible, porque creían que la deidad no puede unirse con algo material como
es el cuerpo. Esa lógica les llevaba a la conclusión de que la humanidad de Jesús
no era literal y que sólo parecía que tenía cuerpo humano.
Evidentemente llegaron a los oídos de Juan las noticias de este conflicto y él les
escribió para calmar su incertidumbre y asegurarles que su fe estaba basada en
la persona de Jesucristo y en las enseñanzas recibidas directamente de él, y que
solo Jesús es el Señor de un verdadero cristiano.
APLICACIÓN: Hermanos, el rechazo y la incredulidad caminan por otra vía.
Muchos piensan que Dios creó el mundo y luego lo abandonó, lo tiene olvidado,
no le interesa y debido a eso hoy vivimos en medio de tantos problemas,
violencia y desenfreno. Pero la verdad es precisamente lo contario. Dios nos ama
y nos cuida, Él lo ha probado ya de la forma más evidentemente posible: ¡DIOS
ENVIÓ A SU HIJO AL MUNDO, Y PRECISAMENTE DE ÉL ES QUIEN QUIERO
HABLARLES!
 Este es, entonces, el testimonio glorioso de Juan: el hijo de Dios, ha venido a la
tierra y su nombre es Jesucristo, el “Verbo de vida”. Sobre Él quiere hablarnos:
“Les anunciamos al que existe desde el principio,…” (NTV). ¡No hay tema más
importante para tu vida que la vida de Jesús!
 ¿Lo consideras así? ¿Es Él el tema principal de tu vida? Recuerda lo vital de esta
relación: Jesús dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en
mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer.” (Juan 15:5)

Y, ¿por qué se le llama “El Verbo” a Jesús?
Este precioso título “que Juan le atribuye a Jesús (en esta epístola y en su
evangelio), es sencillamente porque Jesús ES LA REVELACIÓN DE DIOS MISMO.
Así como nuestras palabras (verbos) revelan a los demás lo que somos y la forma
en que pensamos, así Cristo nos revela la mente y el corazón de Dios. Él es el
medio de comunicación (verbo) viviente entre Dios y los hombres. ¡Conocer a
Jesucristo es conocer a Dios!
¿QUÉ SE DICE DEL SEÑOR DEL VERDADERO CRISTIANO? 3 Cosas:
1. Jesús, el “Verbo de vida” siempre ha existido (v.1a)
“Lo que era desde el principio,…”
Juan comienza su carta (sin saludo y referencias personales) de manera
similar a su evangelio resaltando que Jesús, la Palabra de vida, es eterno. ¡Es
decir, Jesucristo siempre ha existido!
¿Qué quiere decirnos Juan con estas palabras?
 La enseñanza es clara: DESDE EL PRINCIPIO DE TODOS LAS COSAS,
JESUCRISTO YA ESTABA ALLÍ. Él no tuvo comienzo, Él no fue creado, Él no
apareció después. Él “estuvo desde el principio con Dios” (como lo afirmó en
su evangelio: Juan 1:1).
En otras palabras, “No significa lo que empezó a ser, sino lo que
esencialmente era. Juan usa el griego jén, que significa: “Yo”: “Yo”… estaba,
“Yo” era... antes de ser manifestado en carne (como dice el v. 2). Juan está
presentando a Jesús, lo que siempre ha sido verdad desde el principio, no del
ministerio propiamente de Jesús en la tierra (o la era cristiana), sino al
principio de todas las cosas, junto con Dios el Padre y Dios Espíritu Santo.
La Biblia confirma esta verdad del “Señor del Verdadero cristiano”:
1 Juan 2:13 dice: “aquél que es desde el principio”;
Juan 1:1 dice: “En el principio era el Verbo…”;
Y en el AT, dice Proverbios 8.23 “Eternalmente tuve el principado, desde el
principio, antes de la tierra.”
APLICACIÓN: Hermanos, Juan quiere que el verdadero creyente no tenga
duda de quién es su Señor, ¡Él es eterno! Mire todo lo que Cristo es, es más
grande que todo, y su eternidad demuestra su grandeza… ¿Quién es Jesús
para ti? …¿Acudes a Él?
 Recuerda, lo que dice John Stott comentando este verso: “Aquel que es la
vida eterna, no disfruta una inmortal soledad, sino una consciente, continua
e íntima comunión como Hijo con el Padre”.
Te Pegunto: ¿Es Él tu modelo de verdadera relación horizontal? ¿Es Él tu
referente para lo que significa vivir en comunión?
2. Jesús, el “Verbo de vida” vino al mundo como ser humano (v.1b-
2a)
“…lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y
palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida 2(porque la vida fue
manifestada, y la hemos visto,…”
¿Cómo lo sabe? Lo sabe muy bien porque Juan fue testigo presencial de la
vida de Jesús, el “Verbo de vida”. Juan había vivido con Jesús, lo había
conocido y tocado personalmente.
Jesucristo “fue manifestado” a este mundo participando con un cuerpo
humano, asumiendo la naturaleza humana, convirtiéndose en un hombre
real de carne, hueso y sangre comunicándose de esta manera con el hombre
permitiéndole a la gente escucharlo, verlo, mirar y palparlo.
De esta manera Jesús probó quién es Él. Los lectores de esta carta no habían
visto ni oído a Jesús en persona, pero podían confiar en que lo que Juan
escribía era verdad. Los cristianos de hoy somos como esa segunda y tercera
generación de cristianos. Aunque no hemos visto ni oído ni tocado a Jesús en
persona, en el Nuevo Testamento encontramos lo testimonios de testigos que
sí lo hicieron y podemos confiar en que ellos dicen la verdad acerca de él.
APLICACIÓN: ¿Recuerdas lo que dijo Jesús al apóstol Tomás?: “…Porque
me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.”
(Juan 20.29). Hermanos, hay personas que dicen que creerían en Jesús si
vieran un milagro o una señal. Sin embargo, Jesús dice que somos benditos
si creemos en él ¡sin tener que verlo! Toda la evidencia que necesitamos la
encontramos en la biblia, la Palabra de Dios, y en el testimonio de los
creyentes. Una aparición física de Jesús hoy en día, no lo haría más real de
lo que ya es.
 Jesús oraba a su Padre al término de su obra en la tierra diciendo: “porque
las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido
verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.” (Juan 17:8)
¿Has creído realmente en Él? ¿Está en tu corazón? ¿Es el Señor de tu vida?
¡Jesús, el “Verbo de vida” vino al mundo como ser humano para que le
conozcas y sea salvo por Él!
3. Jesús, el “Verbo de vida” debe ser compartido con todos los
hombres (v.2b-3a)
“…y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el
Padre, y se nos manifestó); 3 lo que hemos visto y oído, ESTO OS
ANUNCIAMOS,…”
Jesucristo vino este mundo con el más grande de los propósitos. Esta
intención del Señor no debe que darse oculto, DEBE SER COMPARTIDA A
TODA PERSONA, a “toda criatura”. Para Juan es un testimonio inevitable.
Él es testigo de la vida pública y el mensaje de amor de Jesús, el “Verbo de
vida”. Como alguien dijo: “la manifestación histórica de la Vida Eterna es
ahora proclamada”.
Pero, ¿para qué? Dos razones:
a) PRIMERO: Para tener una correcta relación con Dios y los creyentes (v.3b)
“…para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra
comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.”
Juan tiene la intención de que los miembros de la iglesia de Jesucristo tengan
comunión unos con otros. Por eso señala que la verdadera comunión
cristiana se basa primeramente en la comunión que se debe tener “con su
Hijo Jesucristo”. Comunión viene del termino griego tan conocido:
“koinonía”, que implica el disfrutar algo en común.
Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a la tierra precisamente para mostrarnos que
podemos conocer a Dios personalmente y estar en comunión con Él. Es la
experiencia común de la vida eterna que tenemos todos los hijos de Dios. La
comunión es posible por el nuevo nacimiento.
Y como consecuencia, podemos experimentar la plenitud de una vida
cristiana con los demás creyentes, aquellos que realmente rinden sus vidas
para seguir a Cristo. Podemos estar juntos en “comunión”, la clase de
comunión que existe dentro de la más grande de todas las familias: la
familia de Dios.
APLICACIÓN: Hermano, considere seriamente su comunión con Dios:
- Es su deseo: “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su
Hijo Jesucristo nuestro Señor.” (1 Corintios 1:9)
Tiene su demanda: Sólo es posible cuando tu vida se ajusta a las demandas
de Dios en Su Palabra: “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os
anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que
tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos
la verdad;” (1 Juan 1:5-6)
- Tiene su implicancia: La comunión con Dios exige necesariamente la
comunión con todos los hermanos. “pero si andamos en luz, como él está en
luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado.” (1 Juan 1:7)
¿Has considerado seriamente tener una correcta relación con Dios y los
creyentes?
b) SEGUNDO: Para tener gozo (v.4)
“Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.”
La otra razón porque debe ser compartido la verdad de Jesús, el “Verbo de
vida” es para que nuestro gozo pueda ser pleno, completo. ¡La comunión
con Dios y con los hermanos, produce gozo!
La palabra gozo viene del griego chara que significa un alegría interna y
profunda. Es como “una intensa, pero serena seguridad y confianza que
activa el corazón con alegría”. Además el gozo alcanza a todos los creyentes
como una obra del Espíritu Santo presente en la vida de cada hijo de Dios.
APLICACIÓN: Hermanos, el gozo difiere de la felicidad en que es un
sentimiento muy profundo y no superficial, mientras que la felicidad
depende de las circunstancias. Uno puede estar feliz porque acaba de recibir
una buena noticia, y ponerse muy triste al oír una mala. En cambio, el gozo
no depende de las circunstancias, sino que es estable y no fluctúa.
Los creyentes que recibieron la carta de Juan vivían tiempos conflictivos.
Estaban tristes y afligidos porque se habían apartado varios de sus
conocidos, pero podían tener su gozo cumplido porque éste se basa en Cristo
y la comunión con él. ¿Y tú hermano, en qué basas tu ánimo, tu gozo en la
vida? ¿Predomina en tu vida un espíritu amargado, quejoso, renegón?

Ese gozo nos hacer servirle juntos con alegría y nos mantiene en la fe. Nada
puede reemplazar esa experiencia espiritual que produce tener a Jesús, el
“Verbo de vida” en el corazón. Pero tengamos cuidado, la pérdida de la
comunión entre hermanos, es pérdida de la comunión con Cristo, y, por
tanto, pérdida del gozo.

CONCLUSIÓN

¿Quién es el Señor del verdadero cristiano? ¡Jesús!

Recuerde, la generación de apóstoles y testigos oculares terminó cerca del

fin del primer siglo. A todos los que han nacido después de esa época le son
aplicables las palabras que Jesús le dijo a Tomás: “Benditos los que no han
visto y aún así han creído” (Juan 20:29). No podemos ver físicamente a Jesús,
sin embargo tenemos comunión con él. Nos gozamos porque él siempre está
cerca de nosotros y está dispuesto a escucharnos.

¿Cuánto conocemos a Jesús?