Poder Judicial de la Nación

JUZGADO CIVIL 25

11720/2013

TOSCANO LAURA VERONICA Y OTRO c/ VAY HORACIO

RUBEN s/AUMENTO DE CUOTA ALIMENTARIA

Buenos Aires, de noviembre de 2018.- MG/FB

AUTOS Y VISTOS:
Para resolver este incidente de aumento de cuota alimentaria
promovido a fs. 23/24, cuyo traslado no fuera contestado por el
demandado.;
Y CONSIDERANDO:
I.- Según resulta del acta de mediación que obra a fs. 21, las
partes acordaron con fecha 14 de julio del 2005 que el progenitor, Sr.
Horacio Rubén Vay abonaría en concepto de alimentos para su hijo
-entonces menor de edad- Sebastián Ángel Vay la suma de pesos
ciento cincuenta ($ 150) en forma mensual y consecutiva del 1 al 5 de
cada mes. Dicho convenio fue homologado con fecha 14 de marzo del
2013.
Pretende la actora se incremente dicha cuota alimentaria a la
una suma de pesos tres mil quinientos ($3.500) mensuales, habida
cuenta que resulta materialmente imposible satisfacer con dicho
monto las necesidades actuales de su hijo quien, además padece un
cuadro de encefalopatía crónica no evolutiva “cuadriplejia espástica”,
lo que motiva mayores gastos para su debida atención. Así también
refiere que su situación patrimonial se ha visto afectada en virtud de
diversas circunstancias como la crisis económica que sufre el país, la
que se ve reflejada –entre otras cosas- en el aumento de precios de
artículos de primera necesidad. Asimismo, practica liquidación de los
gastos que afronta manifestando que su actual pareja es quien le
provee a su hijo la cobertura médica.

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 Corrido el traslado de ley, el demandado no contestó demanda,
ni compareció a estar a derecho en el trámite de las presentes.
III.- El pedido de modificación, aumento, disminución o cese de
la cuota ya fijada en sentencia o por convenio sólo prospera si ha
habido una variación, posteriormente, en los presupuestos de hecho
que se tuvieron en cuenta para establecerla, sea que se hayan
modificado las posibilidades del alimentante o las necesidades del
alimentista, o que haya sobrevenido una causa legal de cese de la
obligación alimentaria.-
Si bien es cierto que la sentencia de alimentos no causa estado y
resulta siempre modificable, la modificación sólo procede si se han
alterado los elementos fácticos analizados por el juez (Conf. Bossert,
Gustavo A., "Régimen Jurídico de los Alimentos", Ed. Astrea, Bs. As.,
1999, p. 557).-
En este sentido, la jurisprudencia -que resulta aplicable a
la cuestión de autos aún con la nueva normativa vigente- ha dicho que
“la índole peculiar de la obligación alimentaria, originada en la
satisfacción de necesidades vitales, la inviste de una fisonomía propia,
de la que se desprenden -entre otros importantes caracteres- el de ser
eminentemente circunstancial y variable. Así, ningún convenio o
sentencia que la comprenden tiene carácter definitivo, pero para que
pueda operarse tal variación, en más o en menos o aún haciéndola
cesar, es necesario que exista una modificación en los presupuestos de
hecho sobre cuya base se la estableció; sea porque cambiaron las
posibilidades del alimentante o las necesidades del alimentista, o que
haya sobrevenido una causal de cese de la obligación alimentaria”
(conf. CNCiv, Sala J, Expte. 92.584/12 “F, C c/ T, J A s/ aumento de
cuota alimentaria – incidente” 24-04-2014).-"
En el presente caso, se trata de una cuota alimentaria pactada
por convenio. Dado que éste representa el acuerdo arribado entre las
partes en atención a los presupuestos fácticos vigentes en el momento

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de su celebración, debemos analizar si estas circunstancias se han

modificado; y si esta modificación incide sustancialmente en la
capacidad económica de alimentante.-
En este sentido, se ha resuelto que "en materia alimentaria no
hay cosa juzgada sustancial, ya que el régimen alimentario es
eminentemente circunstancial y variable. Ningún convenio o
sentencia tiene en esta materia carácter definitivo, dependiendo todo
de las circunstancias, y si éstas varían, también debe modificarse la
obligación, ya sea aumentando, disminuyendo o cesando la pensión,
que se mantiene inalterable sólo en caso de que también se mantengan
los presupuestos de hecho sobre cuya base se fijó" (Conf. CNCiv, Sala
F, 24/2/94, LL, 1994-C, p.214; CNCiv, Sala B, 7/5/96, LL, 1996-E, p.
158).-
Es más, se ha dicho que "puede acordarse excepcionalmente la
modificación de lo establecido por acuerdo de partes aunque no se
haya producido una modificación sustancial en la situación de hecho
tenida en cuenta al fijarse la cuota alimentaria, si resulta
manifiestamente injusta o abusiva, no siendo necesario probar error,
dolo o violencia" (Conf. CNCiv, Sala H, 12/8/94, del dictamen del
Asesor de Menores de Cámara, ED, 159-616).-
La cuota alimentaria establecida durante la minoridad se
mantendrá tras la mayoría de edad o emancipación, si en el respectivo
de juicio de alimentos se dejó acreditado, que por medio de ellos, se
atiende a necesidades y rubros indispensables- incapacidad psíquica-
por lo que la cuota en tal caso no cesa “ipso iure” y se mantiene en
tanto no se modifique mediante un incidente a tal efecto. (Cnciv. Sala
I, S.LW.H c/ S.L.M.A s/Alimentos del 18-08-00).
En la especie cabe considerar como primera conclusión que las
circunstancias de hecho existentes al momento del acuerdo
alimentario han variado, lo que justificaría su modificación. Así, el
mismo fue acordada hace hace trece años, por lo que el sólo

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 transcurso del tiempo implica nuevas y mayores erogaciones en
relación al joven Sebastian (de 22 años de edad), quien conforme
surge del certificado de discapacidad obrante a fs. 78 otorgado por el
Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires (cuya validez
expira en julio de 2023) padece un diagnóstico de cuadriplejía
espástica, parálisis cerebral. Al respecto, cobra especial significancia
el informe obrante a fs. 131 elaborado por el Juzgado de Familia N° 1
del Departamento Judicial de Zárate- Campana, Provincia de Buenos
Aires, que da cuenta del trámite de la causa caratulada “Vay, Sebastián
Ángel s/ Insania y Curatela” Expediente N° 25768, iniciada con fecha
21/08/2014 por la Sra. Toscano y readecuado a la normativa legal
vigente con fecha 30/07/2017, encontrándose pendiente de
notificación al causante del inicio de las actuaciones en los términos
previstos por el Art 36 del CCyCN.
Por su parte la actora ha incorporado diversas pruebas que dan
cuenta que resulta ser ella quien se ha hecho cargo a lo largo de los
años de todos los gastos que irroga el mantenimiento y bienestar de su
hijo quien –como se dijo- padece una discapacidad crónica. En este
sentido resultan corroborantes las declaraciones testimoniales que
obran a fs. 86/91. Así, la testigo Juarez Bogado, menciona que “fue la
maestra de Sebastián y en la actualidad trabaja como acompañante en
el domicilio particular, constándole que el joven concurre a una
institución privada, padece una parálisis cerebral, demandando una
continua asistencia personalizada, para comer, asearse, movilizarse,
siendo siempre la progenitora con quien ha mantenido contacto
respecto de todo lo relativo a su hijo, desconociendo al demandado”.
Asimismo, refiere que “sabe que tiene la cobertura médica de Osde, la
cual abona la actora” (ver respuestas a la primera, segunda, tercera y
quinta pregunta de fs. 86/vta). Por su parte la testigo Ituriza, declara
que el demandado es actor y cantante, trabaja en espectáculos teatrales
o comedias musicales y hace promociones y publicaciones por

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facebook”. Aclara por otra parte que ella “se desempeña como actriz,
por lo que le consta que la modalidad de pago de su trabajo es a través
del sindicato de actores” (ver respuesta a la primera pregunta de fs.
88/vta), constándole asimismo que “Sebastián se traslada en silla de
ruedas, es cuadripléjico, usa pañales, requiere de alimentos y
tratamientos especiales y concurre a una escuela especializada, siendo
su progenitora quien se hace cargo económica y emocionalmente de él
(ver respuesta a la quinta y sexta pregunta de fs. 89). Agrega que “la
actora se mantiene con el producto de su trabajo y el de su esposo”
(ver respuesta a la séptima pregunta de fs. 89 vta.). Resulta
coincidente con lo dicho, lo declarado por la testigo Fuente Buena a
fs. 90/91 (ver respuestas a la segunda y tercera pregunta).
Del informe de Syntis de fs. 114, surge que la actora presta
servicios conexos a la producción de espectáculos teatrales y
musicales y cuenta con la obra social de comisarios navales (en su
carácter de cónyuge).
IV.- En cuanto a la capacidad económica del demandado, si
bien la actora ha producido escasa prueba en autos, se ha logrado
acreditar que se ha desempeñado laboralmente hasta agosto de 2016
en Telearte S.A. Empresa de Radio y Televisión y hasta el período
noviembre de 2016 en Rebolución S.A., habiéndose dado de baja en
Monostributo Autónomo desde febrero de 2009 (conf. informe de la
Afip de fs. 108/112). Corrobora lo expuesto, lo informado por Syntis a
fs. 113 en cuanto señala que el último empleador del Sr. Vay es la
mencionada Sociedad, agregando que también resulta titular de un
inmueble en esta ciudad.
Asimismo, a fs. 103 la Asociación Argentina de Actores
informa que el demandado se encuentra afiliado bajo el socio N°
21.793, desde el mes de mayo de 2007 hasta la actualidad, aclarando
que la afiliación es independiente de la rama de la actividad en la cual
el actor se desempeña, pudiendo hacerlo en cualquiera de sus ramas,

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 citando a modo de ejemplo cine, televisión, teatro, publicidad y
doblaje. En similar sentido se expiden los testigos que declaran a fs.
86, 88 y 90.
V.- Ahora bien, en el caso de autos se trata de readecuar la cuota
alimentaria oportunamente convenida, a favor de una persona con
capacidad diferente. En efecto, el alimentado que cuenta con 22 años
de edad, padece una enfermedad que requiere de cuidados especiales
y si bien la obligación alimentaria cesa de pleno derecho cuando el
hijo adquiere la mayoría de edad, si es una persona afectada en su
capacidad, debe mantenerse la carga, no ya en función de los deberes
emanados de la responsabilidad parental, sino como consecuencia del
cumplimiento de las obligaciones familiares que encuentran sus raíces
en la solidaridad familiar (conf. Cámara de Apelaciones en lo Civil y
Comercial de Salta. Sala Tercera Expte. "Z., A. del C. vs. D., L.
s/alimentos” 21/07/2016).
Entonces, si bien es cierto que la obligación alimentaria a cargo
de los padres con respecto a los hijos menores cesa de pleno derecho
sin necesidad de declaración judicial desde la fecha en que los hijos
alcanzan la mayoría de edad (artículo 306 inc. 3º del Código Civil y
artículo 658 del nuevo Código Civil y Comercial), la cuota
alimentaria debe mantenerse tras la mayoría de edad si se demuestra
que el hijo reviste de una incapacidad como la reconocida en la
especie, debiendo establecerse la contribución a lo que resulte
indispensable para ello (artículo 367 inc. 1 del Código Civil; Bossert
Gustavo A. Régimen jurídico de los Alimentos punto 257, pág. 231).
Se debe tener por norte que el derecho a los alimentos tiene carácter
asistencial. Su finalidad básica es permitir al alimentado -hijos
menores o discapacitados-, la satisfacción de sus necesidades
materiales y espirituales, con la extensión que quepa, en tanto no
puedan procurarse su sustento o se encuentren impedidos para
obtenerlo. Es importante destacar que la obligación alimentaria en

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materia de discapacidad será en principio de por vida cuando el hijo

padezca enfermedades irreversibles como es, el caso en estudio.
De todas maneras, el progenitor no se ha presentado a estar a
derecho ni ha cuestionado la carga alimentaria. De hecho, se lo ha
tenido por confeso en los términos del art. 417 del Código Procesal,
-conforme pliego de posiciones de fs, 133- al no comparecer a la
audiencia a tal efecto designada (ver fs. 83).
Por último debo señalar que más allá de lo magro que resulta el
aporte alimentario oportunamente pactado –en virtud de su monto y el
tiempo transcurrido- lo cierto es que el progenitor debe esforzarse
para brindar todo cuanto esté a su alcance a favor de un hijo que se
encuentra afectado por una grave e irreversible patología, que lo
ayude no sólo a cubrir sus necesidades básicas, que demandan
permanentes cuidados personales y tratamientos profesionales, sino
para que tenga a su alcance la posibilidad de contar con medios para
poder darle el mejor tratamiento, los auxilios técnicos y hasta el
mayor confort posible.
Así, analizadas las constancias de autos es posible concluir que
desde las perspectivas de las necesidades del joven resulta procedente
un aumento en la contribución alimentaria, considerando que su
monto debe ser superior al pretendido en la demanda. Ello si se tiene
en consideración el extenso tiempo transcurrido desde aquel momento
(cinco años).
VI.- En cuanto al efecto retroactivo de la nueva cuota, sin
perjuicio de lo previsto por el art. 650 del Código Procesal y la Ley
24.573, considero justo determinar que la cuota que fijaré en la parte
resolutiva de la presente tenga efectos retroactivos a febrero de 2016,
fecha en la que la accionante demostró interés por continuar con el
trámite de las presentes, habida cuenta el tiempo transcurrido en el
que las mismas se encontraron paralizadas (desde el 2014 hasta
febrero de 2016).

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 Razones de equidad me llevan a adoptar dicha postura. En este
sentido se ha dicho que “la equidad puede tener dos sentidos: por un
lado, la mitigación del rigor de la ley, aplicándola templada por la
humanitas, pietas o benignitas; por el otro la adaptación de la ley a las
circunstancias del caso concreto, de tal forma que aquella resulte más
justa de lo que resultaría si tal caso se resolviese sin ponderar sus
particularidades (conf. Rivera Julio C., “Instituciones del Derecho
Civil. Parte general, 4ta. Ed. Actual., Lexis Nexis-Abeedo-Perrot,
Buenos Aires, 2007, t.I p. 193).
La equidad como fuente del derecho encuentra su génesis en el
Preámbulo de nuestra Constitución Nacional, según el cual uno de los
fines de la organización político-social argentina es el de “afianzar la
justicia” (conf. Llambías, Jorge J., Tratado de derecho civil. Parte
general, 22da., ed. Actual., Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2009, t.I. p.
90).
Por otro parte el art. 2 del C.C.y C que plantea pautas de
interpretación respecto de la ley, dice textualmente “La ley debe ser
interpretado teniendo en cuenta sus palabras, sus finalidades, las leyes
análogas, las disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos
humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo coherente
con todo el ordenamiento”. Es decir, dentro de las finalidades de la
ley, cabe incluir los principios éticos jurídicos, como la equidad.
La norma citada sienta bases interpretativas de la ley, de modo
que la equidad pasa a ser un canon de interpretación conductista y
sirve para asignarle el sentido a la ley. El art. 2 se encuentra en el
Título Preliminar del C.C.y C. haciendo de guía de todo el articulado
respectivo. Es de tal trascendencia, que cuando se trata el fundamento
de la analogía, una de las condiciones fundamentales que debe
cumplir para su aplicación es la de tener en cuenta los fines –
explícitos o implícitos- del ordenamiento jurídico. En consecuencia,
cuando el art. 2 se refiere a interpretaciones según “los principios y

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los valores jurídicos” es impensable que se pueda proceder a la

interpretación del ordenamiento jurídico, prescindiendo de la equidad,
que constituye una condición o factor previo para la interpretación de
la ley (conf. Aboslaiman, Lucrecia “La equidad como principio
general del derecho. Criterio de interpretación”, Revista Argumentos
n* 4 julio 2017, ps. 61-75, disponible en
http://revistaargumentos.justiciacordoba.gob.ar/http://oaji.net/articles/
2017/3865-1516470252.pdf, compulsado el 06/11/2018).
Sobre la base de la equidad es que –reitero- entiendo que en la
presente no corresponde otorgar efectos retroactivos a la contribución
alimentaria que aquí se fija, al momento de la mediación (conf. art.
650 del Código Procesal y Ley 24.573) sino a la fecha en que la
accionante impulsó nuevamente la causa (febrero de 2016). Ello,
habida cuenta que lo contrario importaría desconocer los principios
citados.
En consecuencia y de conformidad con lo dictaminado
precedentemente por la Sra. Defensora de Menores e Incapaces
precedentemente RESUELVO: 1) Hacer lugar a la demanda y
condenar al Sr. Horacio Rubén Vay a abonar en concepto de
contribución alimentaria para su hijo Sebastián Ángel Vay la suma de
Pesos SEIS MIL ($ 6.000). Dicho monto deberá abonarse por
adelantado, del uno al cinco de cada mes y depositarse en una cuenta
a abrirse en el Banco de la Nación Argentina, Sucursal Tribunales, a
nombre de estos autos y a la orden de este Tribunal. 2) Con costas
(conf. art. 69 del Cód. Procesal), a cuyo fin regulo los honorarios del
Dr. Claudio Alberto Papa como letrado patrocinante de la actora - por
su actuaciones desde fs. 23/24 en CUATRO UMAS (4) los que
equivalen a la suma de Pesos SEIS MIL OCHOCIENTOS ($ 6.800.-)
y los de la Dra. Sandra Fabiana Demarchi por su actuación a partir de
fs. 82 hasta fs. 124 en TRES UMAS (3) que equivalen a la suma de
Pesos CINCO MIL ($5.000.-) (conf. arts. 16 inc a) y b) 21, 29 y 39 de

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 la Ley 27.423, fijándose en diez días el plazo para su pago.
Notifíquese por cédula a las partes y sus letrados, a la Mediadora
interviniente, y a la Sra. Defensora de Menores en su despacho.-

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