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FACULTAD DE INGENIERIA
ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL
AGROINDUSTRIAL
PRÁCTICA N° 7
“PROCESO DE PERDIDA DE NUTRIENTES”
Integrantes:
* Ecca Lujan Jesus (0201612042)
* Bacilio Diestra David (0201612043)
* Flores Toribio Celeste (0201612034)
* Salirrosas Zapata Sofia (0201612017)
Grupo: “B”
Ciclo: VI
2018
I. INTRODUCCION
El requerimiento de un nutriente se define como la cantidad necesaria para el sostenimiento de
las funciones corporales del organismo humano dirigidas hacia una salud y rendimiento óptimos.
Los requerimientos nutricionales del ser humano tienen 3 componentes: el requerimiento basal;
el requerimiento adicional por crecimiento, gestación, lactancia o actividad física; y la adición de
seguridad para considerar pérdidas de nutrientes por manipulación y procesamiento. El
requerimiento de nutrientes del ser humano está influido por la esencialidad y función del
nutriente, por diferencias individuales, factores ambientales y por la adaptación al suministro
variable de alimentos.
La ausencia de manifestaciones carenciales específicas a determinados niveles de ingestión, ha
sido la base estructural sobre la cual se ha fundamentado una gran parte del establecimiento de
los requerimientos de nutrientes del ser humano. Adicionalmente, los valores de la concentración
normal de diferentes nutrientes en el organismo, sus pérdidas estimadas diarias y el cálculo de
una relativa capacidad de reserva han sido medidos, establecidos o referidos para seres humanos
con estado de salud aceptable y buena alimentación. Estos valores han sido utilizados como
fundamento para el establecimiento de recomendaciones de ingestión.
El establecimiento del requerimiento diario de cada uno de los nutrientes necesita de un
conocimiento exacto de fisiología nutricional sobre su digestión, absorción, transporte celular,
metabolismo, retención y excreción. La retención de nutrientes depende fundamentalmente de su
capacidad de almacenamiento en el organismo. Las vitaminas liposolubles y los minerales se
almacenan, por ejemplo, de manera central en importantes órganos de almacenamiento como
hígado, esqueleto óseo y tejido adiposo; mientras que, contrariamente, las vitaminas hidrosolubles
carecen de un depósito específico de almacenamiento y solo su participación como cofactores
enzimáticos o metabolitos activos puede ser considerada como un relativo espacio frágil de
almacenamiento.
Cuando se conoce con exactitud el lugar y la dimensión de la reserva, puede calcularse con
fidelidad su contribución parcial al requerimiento del nutriente. De esta manera el recambio de
los diferentes nutrientes en el organismo y su excreción por la orina, bilis o piel, establece un
mecanismo de regulación de la concentración en los líquidos corporales, que también está en
relación directa con el requerimiento del organismo.
II. OBJETIVOS
Evaluar la pérdida de nutrientes por distintos procesos.
3. Por deshidratación:
a. Liofilización; Se basa en la sublimación del agua presente en el producto reduciendo al
mínimo el arrastre de sustancias y el daño a la estructura del producto. Con este proceso se obtiene
la pérdida de peso y preservación de los productos deseables, pero manteniendo el contenido y
distribución de los componentes en su interior y obteniendo una apariencia muy similar al
producto fresco. El proceso de liofilización se divide en dos etapas, la primera para congelar el
producto y posteriormente liofilizarlo. Para obtener resultados óptimos, es muy importante tener
un buen sistema de congelación, de forma de no dañar las estructuras internas de los productos
durante la formación de los cristales de hielo, lo que produce pérdida de textura durante la
rehidratación.
b. Secado Solar; cuando hablamos de secado solar estamos hablando del uso de la radiación solar
como fuente de energía para el proceso de secado. Ahora bien el secado solar puede ser de dos
formas: uno es un secado solar indirecto en donde la radiación solar es captada por un colector
por donde circula cierta cantidad de aire, este flujo de aire se calienta e ingresa a la cámara de
secado en donde se encuentra el producto a ser secado. El aire caliente pasa el producto
removiendo el contenido de humedad de la cámara. La otra forma de secado es el secado directo,
en este caso la radiación solar incide directamente por el producto a ser secado, adquiriendo así
la energía de evaporación necesaria. Luego, la humedad formada en los alrededores del producto
es removida por el aire tomado del exterior.
c. Secado por Aire Caliente; consiste en dirigir sobre el alimento a desecar una corriente de
aire caliente y de humedad controlada. El desecador más sencillo es el evaporador u horno de
desecación.
d. Atomizado; Mediante este proceso simple y ultrarrápido, se consigue secar los sólidos y
sólidos solubles, con la más alta calidad, preservando las características esenciales de los mismos.
Este proceso también ofrece ventajas en la reducción de los pesos y volúmenes. Se caracteriza en
pulverizar el fluido dentro de una cámara sometida a una corriente controlada de aire caliente;
este fluido es atomizado en millones de micro gotas individuales mediante un disco rotativo o
boquilla de pulverización. A través de este proceso el área de la superficie de contacto del
producto pulverizado se aumenta enormemente y cuando se encuentra dentro de la cámara con la
corriente de aire de secado produce una vaporización rápida del solvente del producto,
generalmente agua, provocando frigorías en el centro de cada micro gota donde se encuentra el
sólido, que seca suavemente sin choque térmico, transformándose en polvo y terminando el
proceso con la colecta del mismo.
e. Molienda: Se refiere a la pulverización y a la desintegración del material sólido.
Específicamente, la desintegración se refiere a la reducción del tamaño desagregado de partículas
blandas débilmente ligadas entre sí. Es decir, que no se produce ningún cambio en el tamaño de
las partículas fundamentales de la mezcla. La pulverización, por su parte, implica la reducción
del tamaño de las partículas fundamentales de las sustancias.
f. Esterilización: Consiste en colocar el alimento en un recipiente cerrado y someterlo a elevada
temperatura durante un lapso de tiempo, para asegurar la destrucción de todos los gérmenes y
enzimas. Cuanta más alta sea la temperatura de esterilización menor será el tiempo de exposición.
A 140º C el proceso dura solamente unos segundos.
g. Pasteurización: La pasteurización es el proceso de calentamiento de líquidos (generalmente
alimentos) con el objeto de la reducción de los elementos patógenos, tales como bacterias,
protozoos, mohos y levaduras, etc. que puedan existir. La pasteurización emplea generalmente
temperaturas por debajo del punto de ebullición ya que en la mayoría de los casos las temperaturas
por encima de este valor afectan irreversiblemente a las características físicas y químicas producto
alimenticio.
h. Irradiación: E un método físico de conservación, comparable a otros que utilizan el calor o el
frío. Consiste en exponer el producto a la acción de las radiaciones ionizantes (radiación capaz de
transformar moléculas y átomos en iones, quitando electrones) durante un cierto lapso, que es
proporcional a la cantidad de energía que deseemos que el alimento absorba. De acuerdo a los
efectos de la radiación absorbida puede ser:
Radurización; la cual consiste en prolongar el tiempo de comercialización por reducción de la
contaminación microbiana total, banal, en un proceso similar al de la pasteurización.
Radapertización; este proceso consiste en esterilizar alimentos, es decir, aplicar un tratamiento
capaz de conservarlos sin desarrollo microbiano, a temperatura ambiente durante años, lo cual se
asemeja a la esterilización comercial.
i. Microondas: Las microondas son parte del espectro electromagnético en el intervalo de
frecuencia comprendido entre las zonas del infrarrojo y las ondas de radio (300 MHz-300 GHz);
estas microondas se generan en el magnetrón, dispositivo que transforma la energía eléctrica en
un campo electromagnético. Cuando las microondas se aplican a los alimentos, la polaridad del
campo electromagnético que se origina cambia de dirección varios millones de veces por
segundo. Así, los componentes polares e ionizables (agua y sales minerales, principalmente)
intentan orientarse con la dirección de dicho campo electromagnético, produciéndose fricciones
y choques entre las moléculas que dan lugar a un aumento de la temperatura en el interior del
alimento, hecho que diferencia el calentamiento con microondas de los tratamientos térmicos
tradicionales. Una vez que se genera calor en el alimento, éste se transmite por conducción y
convección térmica.
IV. MATERIALES Y MÉTODOS
4.1 MATERIALES Y EQUIPOS
Durante los diferentes procesos por los que pasan los alimentos pueden perder
progresivamente vitaminas y minerales. Por ejemplo, las verduras verdes pueden
perder hasta un 15% de su contenido de vitamina C al día si se almacenan a
temperatura ambiente.
Una de las formas de conservación más antigua es la eliminación del agua contenida
en los alimentos para evitar la proliferación de bacterias y hongos que necesitan este
medio para su reproducción. A través del calor del fuego y del sol se conseguían
desecar los alimentos y así se conservaban durante más tiempo intacto.
La mayor o menor pérdida de nutrientes dependerá del procedimiento seguido. Si se
lleva a cabo, en presencia de aire y en condiciones cuidadosamente controladas, tiene
poco efecto sobre la mayoría de los nutrientes, excepto en el caso de adición de
conservantes como el dióxido de azufre que afecta al contenido en vitamina C y
tiamina.
Las vitaminas A y D son sensibles a los mismos factores siendo la vitamina D más
estable que la vitamina A bajo condiciones similares. En general la vitamina D no
presenta problemas durante el procesamiento de alimentos.
Hasta el año 1971, sólo se conocía la degradación de carotenos por efecto de
temperaturas altas, oxidación química y oxidación catalizada por la luz, por lo que no
se describían pérdidas significativas de carotenos en frutas y vegetales procesados.
Ese año Sweeney y Marsh demostraron que el caroteno se isomeriza durante
tratamientos térmicos intermedios de la forma trans a la forma cis que es
biológicamente menos activa. Estos autores concluyeron que vegetales verdes que
contienen principalmente ß-caroteno en la forma trans pierden 15-20 % de su
actividad de vitamina A durante el proceso de enlatado. Vegetales amarillos que
contienen principalmente α−caroteno pierden 30-35 % de su actividad. En general en
vegetales cocidos y enlatados existe una pérdida de actividad de vitamina A entre 5 y
40 % dependiendo de la temperatura, tiempo y naturaleza del carotenoide. El paso de
isómero trans a cis es favorecido a pH igual o menor a 4,5.
Procesamientos como pasteurización, esterilización y secado de productos lácteos
ocasionan pérdidas insignificantes de vitamina A. En vegetales deshidratados hay
mayor riesgo de pérdida de actividad de vitamina A y provitamina A debido a su
oxidación por el contacto con el aire.
La mejor manera de retener el valor nutricional de los alimentos deshidratados es
controlar cuidadosamente el proceso, lo que implica temperaturas bajas durante la
deshidratación, una rehidratación cuidadosa y baja humedad durante el
almacenamiento.
Tabla 2 Pérdidas vitamínicas en algunos alimentos secados
Pérdida (%)
Alimento Vitamina Vitamina Vitamina
Tiamina Niacina Ácido Fólico Biotina
A B₂ C
Frutaᵃ 6 55 0 10 56 - -
Higos (desecados) - 42 42 37 - - -
Leche entera - - - - 15 10 10
Cerdo - 50-70 50-70 - - - -
Verdurasᵇ 5 <10 <10 - - - -
Por medio de la liofilización se puede extraer más del 95% del agua contenida en un alimento,
lo que se traduce en un gran beneficio con relación al costo del transporte, ya que permite
cargar mayor cantidad de mercadería sin necesidad de cadena de frío (se logra un producto
más estable microbiológicamente).
Al finalizar el proceso de liofilización, el alimento se convierte en una estructura rígida que
conserva la forma y el volumen pero con peso reducido, preservando sus características
nutritivas y organolépticas. Al rehidratarlo se recuperaran la textura, el aroma y el sabor
original.
d) Efecto de la molienda sobre el contenido vitamínico de algunos granos.
Los cereales son una importante fuente de vitaminas del complejo B, particularmente tiamina,
riboflavina, niacina y piridoxina, pero pobres aportadores de vitaminas liposolubles y
vitaminas B12. Las del complejo B se encuentran generalmente en la capa de la aleurona. La
niacina se presenta en forma libre o ligada. La forma ligada no es bien aprovechada por el
organismo humano.
la cascara de celulosa, la cual no tiene valor nutritivo para los seres humanos;
el pericarpio y testa, dos capas bastante fibrosas que contienen pocos nutrientes;
la capa de aleurona rica en proteínas, vitaminas y minerales;
el embrión o germen rico en nutrientes, consiste de la plúmula y la radícula unidas al
grano por el cotiledón;
el endospermo que comprende más de la mitad del grano y consiste principalmente en
almidón.
Procesamiento
El porcentaje del grano original que permanece en la harina después de la molida se denomina
índice de extracción. Por lo tanto/una harina de extracción de 85 por ciento contiene 85 por
ciento (por peso) del grano entero, un 15 por ciento se ha removido. Por consiguiente, una
harina de alta extracción ha perdido poco de los nutrientes en las capas externas y el germen,
mientras que una harina de baja extracción ha perdido gran parte.
En algunos países existe una legislación que exige a los molinos agregar vitaminas adicionales
a las harinas de cereales, lo que puede ser efectivo. Este procedimiento no funciona igualmente
para el caso del arroz, debido a que éste comúnmente se compra y consume en forma de granos,
mientras que el maíz y el trigo y la mayoría de otros cereales se compran frecuentemente como
harina. En Asia se ha tratado de agregar vitaminas en forma concentrada a granos artificiales
para luego mezclarlos con el arroz. Este método no ha sido totalmente exitoso, debido en parte
a que una de las vitaminas B, la riboflavina, es amarilla y le da un color que no es aceptable
para quienes desean un producto uniformemente blanco.
Maíz
Procesamiento. La molienda reduce el valor nutritivo del maíz, tal como ocurre con otros
cereales. La mayor popularidad y el uso de harina de maíz altamente refinada en oposición a
la harina de maíz molida tradicionalmente o maíz ligeramente refinado en África, podría crear
un problema, ya que el producto altamente refinado es deficiente en vitaminas B, es necesario
consumir 600 g de maíz altamente refinado para poder obtener la cantidad de tiamina presente
en 100 g de maíz ligeramente refinado. Los constituyentes de vitamina B que se pierden en la
molienda se pueden restituir en la harina de maíz, como es el caso en otras harinas de cereales,
por medio de la fortificación. El enriquecimiento de este tipo ha tenido un buen efecto en
muchos países. La legislación para garantizar un adecuado nivel de vitaminas B en las harinas
de cereales puede ser factible y vale la pena que se adopte en otros países.
Arroz
El arroz, sin retirar la cascara, generalmente se cocina al vapor, de tal manera que el agua se
absorba por el grano entero, incluyendo el endospermo. Las vitaminas B, son solubles en agua,
y se distribuyen en forma más pareja a través de todo el grano. El arroz se seca y se descascara
y luego queda listo para ser molido en la forma ordinaria. Inclusive si es altamente refinado y
pulido, el grano precocido todavía retiene la mayor parte de tiamina y otras vitaminas B.
Trigo
Contenido de nutrientes. El trigo suministra un poco más de proteína que el arroz y el maíz,
aproximadamente 11 g por cada 100 g. El aminoácido limitante es la lisina. En muchos países
industrializados la harina de trigo se fortifica con vitaminas B y algunas veces con hierro y
otros nutrientes.
Los procesos de esterilización HTST (High Temperature Short Time) y UHT (Ultra High
Temperature) cuentan con diversas ventajas de calidad. El mérito principal reside en que
brinda a los productos así tratados la posibilidad de conservarse durante largo tiempo y sin
problemas.
Procesos tales como la pasteurización o la esterilización, que aplican un tratamiento de calor
a temperaturas y tiempos específicos, provocan tanto cambios deseables como también
ciertos cambios indeseables en los productos.
Cambios deseables son la inactivación de enzimas y de microorganismos viables con sus
esporas.
Los efectos indeseables incluyen cambios en el sabor, olor, textura, y reducción de
nutrimentos.
Los métodos de procesamiento que traen aparejados estos efectos encontrados, deben ser
optimizados en términos de su relación tiempo -temperatura para promover los cambios
deseables mientras se minimiza el grado de cambios indeseables en el producto.
La combinación de temperatura y de tiempo de retención (el tiempo durante el cual el
alimento es mantenido a la temperatura necesaria para lograr el efecto deseado) es muy
importante, ya que determina la intensidad de tratamiento térmico. La Figura 1 muestra las
curvas de efecto letal para distintos tipos de bacterias patógenas.
Para evaluar los efectos de la irradiación en los alimentos se debe tener en cuenta que: las dosis
de irradiación empleadas en los procesos industriales no ejercen, o en muy poca intensidad,
efecto alguno sobre la digestibilidad de las proteínas o la composición en aminoácidos
esenciales de los alimentos irradiados (Josephson ucol., 1975). Dosis de irradiación más
elevadas provocan la hidrólisis de los grupos sulfhidrilo de los aminoácidos sulfurados de las
proteínas, lo que provoca cambios en aroma y el sabor de los alimentos. Los carbohidratos son
también hidrolizados y oxidados a compuestos más sencillos y dependiendo de la dosis
recibida, pueden experimentar una despolimerización que les hace más susceptible al ataque
de enzimas hidrolíticas. Sin embargo, la irradiación no modifica el grado de asimilación de
estos compuestos, por lo que ésta no modifica el valor nutritivo de los mismos .El proceso de
irradiación aumenta pocos grados la temperatura del alimento, por esto, las pérdidas de
nutrientes son muy pequeñas y en la mayoría de los casos, son menores a las que se producen
por otros métodos de conservación como ser el enlatado, desecado y pasteurizado o
esterilización por calor. Los nutrientes más sensibles a la irradiación, se corresponden con los
también más sensibles a los tratamientos térmicos, el ácido ascórbico la vitamina B1 y la E.
Éstas pérdidas, al igual que la de los ácidos grasos esenciales, pueden minimizarse si se trabaja
en un ambiente libre de oxígeno o si se irradia en estado congelado
VI. CONCLUSIONES:
La pérdida de nutrientes depende básicamente del correcto control, manejo y
almacenamiento del alimento. En el caso del secado la pérdida de vitaminas
va a ser mínima, sin embargo, vitaminas hidrosolubles como la vitamina C
son las que más se pierden.
Las vitaminas sensibles a los tratamientos térmicos, vitamina C, E y B1,
también son sensibles a los tratamientos por irradiación.
La congelación de los alimentos es parte fundamental ya que reduce el efecto
que produce sobre los microorganismos, agentes principales que causan el
deterioro de los alimentos.
El proceso de congelación tiene un efecto pequeño en la variación del
contenido nutricional de los alimentos, ya que durante los diferentes procesos
por los que pasan los alimentos pueden perderse vitaminas y minerales.
Las técnicas empleadas para conservar los alimentos van desde las más
sencillas, hasta las más complejas. La irradiación por su parte tiene como
objetivos para el tratamiento de los alimentos: reducir las pérdidas debidas a
la alteración y la descomposición, y combatir los microbios y otros
organismos causantes de enfermedades de transmisión alimentaria.
La liofilización es un tipo de conservación es mejor que la deshidratación y la
congelación y es muy fácil la hidratación comprendiendo su proceso en
congelación a bajas temperaturas, secado por sublimación del hielo y
almacenamiento del producto seco en condiciones controladas.