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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y EDUCACIÓN


Programa de Actualización para la Titulación en Educación

“AÑO DEL DIÁLOGO Y RECONCILIACIÓN NACIONAL”

 DOCENTE:
 Psic. Víctor Purizaca Aldana.

 CURSO:
 Problemas de Aprendizaje y Conducta.

 TEMA:
 Acoso escolar.

 RESPONSABLES:

 Chanduvi Yarleque, Maryuri.


 Delgado Chinga, Katia
 Guerrero Valladares, Liliana.
 Olivares Saba, Tatiana.
 Purizaca Adanaque, Tania.

LXVII VERSIÓN
PIURA – 2018
I. ACOSO ESCOLAR

El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar o en


inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico
producido entre estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo
determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales, con el nombre
específico de ciberacoso. Los protagonistas de los casos de acoso escolar
suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia. Siendo
ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.

Cuando se habla de acoso escolar, este se refiere a la violencia prolongada y


repetida, tanto mental como física, llevada a cabo bien por un individuo o por un
grupo, dirigida contra un individuo que no es capaz de defenderse ante dicha
situación convirtiéndose este en víctima. De todos los estudios realizados, la
edad de mayor riesgo aparece entre los 11 y 14 años. Según estudios la violencia
escolar está presente en todos los centros de secundaria, y en mayor o menor
medida afecta en 30% del alumnado.

Otro aspecto que se repite en todos los estudios es el maltrato como fenómeno
fundamentalmente masculino. Los chicos agreden y sufren mayor número de
agresiones que las chicas.

Los lugares donde suele ocurrir el acoso escolar son en el propio centro escolar:
Pasillos (cambio de clases), baños, vestuarios, entradas y salidas, comedor,
transporte escolar y en lugares apartados del patio de recreo. Si es fuera del
centro: En los aledaños del propio centro escolar y de camino a casa del
acosado/a.
1.1. Actores del acoso escolar:

A) Agresor: el perfil del agresor corresponde a un individuo que mantiene la


conducta agresiva en el tiempo, no el que en un momento puntual
manifiesta un comportamiento agresivo.

Las personas agresivas experimentan:

- Deseo de hacer daño a otro.


- Deseo de sobresalir ante el grupo.
- Deseo de ejercer control y dominio.
- Una personalidad antisocial y rutinaria.

Dentro de la tipología de agresores se destaca el agresivo instrumental: su


comportamiento para demostrar superioridad, dominio y control ante el grupo, no
necesita ningún tipo de provocación para responder de forma agresiva.
B) Víctima: corresponde a personas que son dominadas por el agresor y que
muestran los siguientes comportamientos.

- Normalmente son niños considerados débiles o disminuidos por sus


compañeros de clases.
- Pueden llegar a desarrollar conductas agresivas para conseguir algo dada
la influencia agresiva que reciben.
- Tienen escasas habilidades de comunicación y de relación con los
compañeros, por lo que les resulta difícil pedir ayuda.
- Poseen una baja autoestima.
- Sufren problemas de ansiedad y confusión, dadas su experiencia de
miedo e inseguridad.

C) Observadores: dentro del escenario de acoso escolar, los observadores


o compañeros tienen gran importancia, pues la reacción va a depender
en gran parte de la resolución de problemas. Cuando existe acoso escolar
se dan los siguientes hechos

- Sometimiento de un compañero a otro compañero por un tiempo


prolongado.
- Incapacitación por parte de la víctima, por lo que necesita apoyo de los
demás.
- Existe agresión que puede ser física, verbal y psicológica.
- El agresor socializa con una conciencia asocial y marginal.

II. CARACTERISTICAS

- Suele incluir conductas de diversa naturaleza (burlas, amenazas,


agresiones físicas, aislamiento sistemático, etc.).
- No se limita a un suceso aislado, sino que se repite y se prolonga en el
tiempo, aumento su intensidad.
- Tienen lugar una situación de desigualdad entre acosador y víctima, pues
generalmente el acosador suele contar con el apoyo de un grupo que
anima su conducta violenta, mientras que la víctima suele presentarse
indefensa y aislada.
- Se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que
rodean a los agresores y a las víctimas sin intervenir directamente.
- La víctima desarrolla miedo y rechazo al contexto en el que sufre la
violencia; pérdida de confianza en sí mismo y en los demás y disminución
del rendimiento escolar.
- Disminuye la capacidad de comprensión moral y de empatía del agresor,
mientras que se produce un refuerzo de un estilo violento de interacción.
- En las personas que observan la violencia sin hacer nada para evitarla,
se produce falta de sensibilidad, apatía e insolidaridad.
- Se reduce la calidad de vida del entorno en el que se produce: dificultad
para lograr objetivos y aumento de los problemas y tensiones.

III. TIPOS

A. BLOQUEO SOCIAL

Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la


víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por
estas conductas de bloqueo.

Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con


otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que
apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.

Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para


hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo
de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc. El
hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno
de estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio.
De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la
medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella.
El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que
nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de
los juegos.

B. HOSTIGAMIENTO

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de


hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y
desconsideración por la dignidad del afectado. El desprecio, el odio, la
ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación
gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.

C. MANIPULACIÓN SOCIAL

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la


imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de
presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente sobre la
víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra
todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y
sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen
social de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso
de manera involuntaria, percibiendo que la víctima merece el acoso que recibe,
incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.

D. COACCIÓN

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima


realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan
al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total en contra de su
voluntad.

El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que
fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder
social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los
demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las
coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas
sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o
sobre sus hermanos.

E. EXCLUSIÓN SOCIAL

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al


niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo
que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no
existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se
produce el vacío social en su entorno.

F. INTIMIDACIÓN

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar,


amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción
intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus
indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico
intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.

G. CIBERACOSO O CIBERSTALKING

También conocido como acoso virtual o cibernético, es el más contemporáneo


de todos los tipos de acoso. En él, la persona o grupo acosador se sirve de
medios de comunicación digitales o redes sociales para perpetrar una serie de
ofensivas personales, propagación de información confidencial o falsos rumores.

La motivación principal de un ciberacosador es la de causar malestar y angustia


psicológica y emocional en la víctima.
El maltrato entre compañeros y compañeras puede aparecer de forma muy
diversa. No solamente se manifiesta a través de palizas o agresiones físicas, con
frecuencia se presenta como un conjunto de intimidaciones de diferente índole
que dejan al agredido/a sin respuesta. Estas son algunas de esas conductas
intimidatorias

IV. CAUSAS

El bullying es un fenómeno que puede manifestarse por distintas causas


(personales, familiares o escolares), y por eso puede darse en cualquier centro
educativo: sea privado o público. Respecto a las causas escolares, parece haber
más riesgo de acoso escolar en los centros grandes que en los pequeños, por la
dificultad en la vigilancia de los primeros.

Una causa personal podría ser, por ejemplo, la baja autoestima del acosador.
Sentirse superior al acosado sería una manera de suplir la poca confianza en sí
mismo. En cuanto a las causas familiares, el origen de la violencia de los niños
acosadores podría encontrarse en el modelo de padre agresivo. Además, la
tensión económica, la mala relación entre los progenitores, los valores
adquiridos, la ausencia de reglas de convivencia, etc. podrían ser causas
probables del desarrollo de este fenómeno.

A. CAUSAS DEL AGRESOR:

CAUSAS INDIVIDUALES:

- Ausencia de empatía: incapacidad para reconocer el estado emocional de


otras personas.
- Baja autoestima: percepción negativa de sí mismo.
- Impulsividad: falta de control de los impulsos que lleva a actuar y decir las
cosas sin pensar.
- Egocentrismo: exagerada exaltación de la propia personalidad por la que
la persona se considera el centro de atención.
- Fracaso escolar: bajo rendimiento escolar, que puede llevar al absentismo
y/o abandono escolar.
- Consumo de alcohol y drogas.
- Trastornos psicopatológicos: trastornos de conducta (trastorno por déficit
de atención con hiperactividad, trastorno negativista desafiante y trastorno
disocial6); trastornos del control de los impulsos (trastorno explosivo
intermitente); y trastornos adaptativos (trastorno adaptativo con alteración
mixta de las emociones y el comportamiento).
CAUSAS FAMILIARES:

- Prácticas de crianza inadecuadas: autoritarias o, por el contrario,


negligentes
- Maltrato intrafamiliar.
- Familia disfuncional.
- Poco tiempo compartido en familia.
- Pobres o escasos canales de comunicación.

CAUSAS ESCOLARES:

- Políticas educativas que no sancionan adecuadamente las conductas


violentas.
- Ausencia de transmisión de valores.
- Transmisión de estereotipos sexistas en las prácticas educativas.
- Falta de atención a la diversidad cultural.
- Contenidos excesivamente academicistas.

B. CAUSAS DE LA VICTIMA

CAUSAS INDIVIDUALES:

- Baja autoestima.
- Pocas habilidades sociales para relacionarse con otros niños.
- Excesivo nerviosismo.
- Rasgos físicos o culturales distintos a los de la mayoría: minorías étnicas,
raciales y culturales.
- Discapacidad.
- Trastornos psicopatológicos: trastornos mentales leves, trastornos del
estado de ánimo (trastorno depresivo), trastornos de conducta (trastorno
por déficit de atención con hiperactividad y trastorno desafiante).

CAUSAS FAMILIARES:

- Prácticas de crianza inadecuadas: autoritarias o, por el contrario,


negligentes (Síndrome del niño con la llave al cuello).
- Familia disfuncional.
- Poca comunicación familiar.

CAUSAS ESCOLARES:

- Ley del silencio: silencio e inacción que hay alrededor de una agresión
entre iguales. El agresor exige silencio o se lo impone la propia víctima
por temor a las represalias. Los observadores, testigos o espectadores
tampoco comunican los hechos por miedo, por cobardía o por no ser
acusados de “chivatos”.
- Escasa participación en actividades de grupo.
- Pobres relaciones con sus compañeros.
- Poca comunicación entre alumnado y profesorado.
- Ausencia de la figura de autoridad de referencia en el centro escolar.

V. CONSECUENCIAS

Las consecuencias del acoso escolar son muchas y profundas. Para la víctima
de acoso escolar, las consecuencias se notan con una evidente baja autoestima,
actitudes pasivas, trastornos emocionales, problemas
psicosomáticos, depresión, ansiedad o pensamientos suicidas. También se
suman a esta lista, la pérdida de interés por las cuestiones relativas a los
estudios, lo que puede desencadenar una situación de fracaso escolar, así como
la aparición de trastornos fóbicos de difícil resolución.

A. PROBLEMAS EMOCIONALES

Sentirse débil y menospreciado es uno de los efectos inmediatos que


experimenta la víctima del bullying.

También es usual que la intimidación socave la autoestima y la autoconfianza de


estos niños. Asimismo, pueden aparecer trastornos fóbicos, alteraciones
emocionales más estructuradas y sentimientos de culpabilidad. En muchos
casos se desarrollan síntomas depresivos, ansiosos e incluso pensamientos
suicidas.

B. ALTERACIONES DE LA CONDUCTA

Es habitual que los pequeños que son víctimas del bullying experimenten
cambios en su comportamiento

Convirtiéndose en chicos más introvertidos. De hecho, una de las


consecuencias más evidentes del acoso escolar es la tendencia al aislamiento,
la soledad y el distanciamiento social. Asimismo, los vínculos sociales del niño
se afectan, de hecho, en algunos casos pueden surgir conflictos familiares
secundarios a los problemas de intimidación en el colegio. También pueden
aparecer manifestaciones neuróticas o de ira repentinas, y síntomas que delatan
un estrés postraumático.

C. DIFICULTADES EN EL RENDIMIENTO ESCOLAR


La pérdida del interés por el estudio es una de las consecuencias más notorias
del acoso escolar infantil, lo cual está determinado por la impronta negativa que
la intimidación deja en la víctima. Como el niño no se siente bien en la escuela,
no atiende a las clases e incluso puede desarrollar un rechazo a los estudios.
Como resultado, el rendimiento académico disminuye y en algunos casos puede
dar lugar al fracaso escolar y el abandono de los estudios
VI. POSIBLES SOLUCIONES ANTE UN CASO DE ACOSO ESCOLAR.

A. INTERVENCIÓN DE LA FAMILIA

IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

Es decisiva la respuesta de la familia en el momento en que se identifica el


problema de acoso escolar. El papel de la familia tiene un cariz diferente si su
hijo es el agresor o si es la víctima o el observador, aunque todos los casos
deben estar atento para identificar con exactitud el problema por el que está
atravesando su hijo o hija. En todos los casos es fundamental que tanto desde
la familia como desde la escuela se proporcione a los niños y adolescente la
confianza necesaria para pedir ayuda ante una situación de acoso

Hay que evitar tendencia a culpabilizar a l menor o adolescente cuando empieza


a contar que ha sido víctima de alguna situación de este tipo, pues de esta forma
no se consigue más que potenciar el sentimiento de culpabilidad, que con
frecuencia sienten las victimas en dichas situaciones o que se oculten dichas
situaciones por miedo, no pudiendo ofrecer la ayuda necesaria por parte de los
observadores o terceros.

Si su niño o niña es víctima de acoso, los padres deberán:

- Observar la actitud de su hijo para detectar señales de acoso: No siempre


los niños son propensos a decir que los están intimidando. Entre las
señales de que un niño está siendo acosado figuran: ropa desgarrada,
temor a ir a la escuela, disminución del apetito, pesadillas, llanto o
depresión y ansiedad general. Si descubre que su hijo es objeto de acoso,
no recurra a frases como “no le hagas caso” ni “aguanta sin quejarte”. Por
el contrario, sostenga conversaciones abiertas en las que pueda
enterarse de lo que ocurre en la escuela con el fin de tomar medidas
apropiadas para rectificar esa situación. Pero esto es lo más importante:
hágale saber a su hijo o hija que está dispuesto a ayudarle y que no intente
contraatacar al acosador.
- Enséñele a su hijo a hacerle frente al acoso: Mientras no se pueda tomar
alguna medida a nivel administrativo, enséñele a su hijo a hacerle frente
a la intimidación sin exponerse a ser maltratado físicamente ni derrotado
en una pelea. Practique en casa para que su hijo aprenda a ignorar al
acosador y/o crear estrategias enérgicas a fin de manejar la situación.
Ayude a su hijo en la identificación de maestros y amigos que pudieran
ayudarlo en caso de ser víctima de intimidación.
- Establezca los límites con respecto a la tecnología: Manténganse
informados, tanto usted como sus hijos, acerca del acoso cibernético, e
incúlqueles a sus hijos que no deben responder mensajes amenazadores.
Los padres deben reportar el caso de intimidación en la escuela.

Padres de niños acosadores:

- Detener el acoso antes de que comience: Hable con sus hijos acerca del
acoso escolar. Es posible que su hijo esté confrontando problemas para
comprender los signos sociales, e ignore el daño que está haciendo.
- Una casa “libre de acosadores”: Los niños imitan las formas de
comportamiento que adoptan sus padres. Estar expuesto a un
comportamiento agresivo o a un entorno demasiado estricto en casa hace
que el niño tenga más propensión al acoso escolar.
- Detectar problemas de autoestima: A menudo, los niños con problemas
de autoestima acosan a otros para sentirse bien consigo mismos. Incluso
los niños que gozan de cierta popularidad y aceptación pueden tener
tendencias crueles.

B. ACTUACIÓN DE LA ESCUELA

Prevenir y solucionar situaciones de acoso escolar no es tarea sencilla: requiere


de un estudio sistemático de los diferentes casos y los mecanismos a través de
los cuales se produce para posteriormente elaborar estrategias que permitan que
no aparezca el acoso o eliminarlo en los casos en que exista. Es necesario
trabajar en profundidad y de forma constante diferentes aspectos.

A continuación, reflejamos soluciones y estrategias:

- Sensibilizar, concienciar y dotar de herramientas a la institución escolar y


al cuerpo docente es necesario sensibilizar a las propias instituciones
educativas y a los docentes, que en muchos casos carecen de suficientes
conocimientos sobre el acoso escolar para poder detectarlo. Hacer
reuniones formativas para los profesionales del centro, enseñarles a
detectar casos e indicios de abuso y la importancia de actuar contra ello
y elaborar o seguir protocolos al respecto es fundamental

- Involucrar al grupo clase: el grupo clase es el contexto donde


habitualmente ocurren los actos de agresión, existiendo gran número de
testigos del acto que presencian o incluso participan en la agresión. De
hecho, a menudo el agresor repite el acoso ya que ello le proporciona
aceptación o atención por parte del resto de sus iguales. Es por ello que
es extremadamente importante trabajar con el conjunto del grupo clase
para prevenir el bullying, haciendo que la reacción hacia el acoso sea
negativa y no prosperen actitudes violentas e intolerantes.

- Educación emocional y educación en valores: una de las formas más


directas de prevenir actos de acoso escolar es mediante la aplicación de
planes de acción tutorial en que tengan cabida elementos centrados en la
educación emocional y en valores de los alumnos. Trabajar valores como
la tolerancia o el respeto es fundamental, así como enseñar a gestionar y
expresar las propias emociones (cosa que a su vez facilita la adquisición
de la empatía).

- Evitar hacer mediación entre acosado y acosador: la idea de la mediación


es una práctica de gran utilidad y muy positiva para hacer frente a
conflictos mantenidos entre dos partes consideradas iguales entre sí. Sin
embargo, está contraindicada en casos de acoso escolar, ya que en esta
situación existe una relación desigual entre agredido y agresor que no
permitirá un correcto funcionamiento de la práctica.

- Las familias: comunicación y participación: las familias de los alumnos


tienen también un importante papel a la hora de contribuir a detectar y
tratar casos de acoso. Es imprescindible la existencia de una
comunicación fluida entre la institución comunicativa y familiar, de tal
modo que ambos núcleos tengan información respecto a la situación del
menor. Asimismo, asesorar a las familias y enseñarles diferentes pautas
educativas que puedan permiten mejorar la situación del menor (sea del
agredido o del agresor) es de gran importancia.

- Tener en cuenta a la parte agresora: uno de los errores más comunes que
se llevan a cabo durante las intervenciones en caso de acoso escolar es
el hecho de centrarse únicamente en la parte agredida. Si bien se trata
del elemento que mayor atención ha de recibir una vez establecido el
acoso, también es necesario el trabajo con el agresor si queremos
solucionar el caso de bullying y que cesen las agresiones. Es necesario
hacerle ver las posibles consecuencias de sus actos (por ejemplo,
haciéndole entender cómo debe sentirse la víctima) e intentar despertar
en él empatía y compromiso.

- Creación de métodos de denuncia anónima: a menudo muchos menores


no se atreven o no quieren denunciar casos que han visto o vivido por
miedo a posibles represalias o porque no quieren que se sepa que han
sido ellos quienes han informado. Es necesario dejar claro a los menores
que aquellos que denuncian el acoso escolar solo están colaborando para
que una o varias personas dejen de sufrir sus efectos. En cualquier caso,
resulta de gran utilidad crear métodos de denuncia anónima de tal manera
que cualquiera pueda informar de un caso sin que se le pueda identificar.
Un ejemplo es un buzón virtual de denuncia anónima.

- Terapia psicológica: el uso de la terapia psicológica puede resultar


fundamental para superar las consecuencias del acoso escolar,
especialmente en lo que se refiere al sujeto agredido. Por este medio se
pueden realizar diversas técnicas que contribuirán a aumentar la
autoestima del afectado, enseñarle habilidades sociales y mecanismos
para hacer frente a conflictos, ayudarle a expresarse y contribuir a que
desaparezcan o disminuyan la apatía, ansiedad, sensaciones de
indefensión y desesperanza o posibles trastornos depresivos o de
personalidad derivados del bullying.

- Hacer seguimiento: aún si un caso parece resuelto, es necesario realizar


un seguimiento continuado a lo largo del tiempo con el fin de comprobar
que el acoso ha cesado por completo y no vuelve a repetirse, así como
posibles consecuencias del acoso a medio y largo plazo. Establecer
reuniones periódicas con el agredido y el agresor (por separado) al menos
durante los tres meses posteriores al cese del acoso y mantener la
comunicación con las familias es esencial.
VII. LINKOGRAFÍA.

- https://psicologiaymente.com/social/soluciones-al-bullying

- https://books.google.com.pe/books?id=ohT-

iUXA8fsC&printsec=frontcover&dq=acoso+escolar&hl=es-

419&sa=X&ved=0ahUKEwjGm4CR1o7eAhUKxVkKHRRECTIQ6AEIJjA

A#v=onepage&q=acoso%20escolar&f=false

- http://www.universia.es/bullying-acoso-

escolar/bullying/at/1121975

- https://www.etapainfantil.com/factores-consecuencias-acoso-

escolar

- https://es.wikipedia.org/wiki/Acoso_escolar

- https://www.feandalucia.ccoo.es/andalucia/docu/p5sd7374.pdf

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