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Judo: “más que un deporte, más que un arte marcial”

Prof.Bruno Mora 2ºdan


Estudiante de la Licenciatura de Educación Física, Deporte y Recreación
Consejero ISEF – UdelaR

Imagine ocupar su tiempo en una actividad en la cual aprenda a controlar su cuerpo


mediante una gimnasia que sea beneficiosa para su salud(higiene de columna, fortalecimiento de
musculos posturales, capacidad cardiorespiratoria, etc).
Intente analizar la coyuntura actual, donde la defensa personal puede ser vital en situaciones
extremas o en la vida cotidiana.

Encuentre un deporte olímpico en el que se practiquen destrezas o habilidades gimnásticas


generales y propias, en el cual pueda elegir si compite o no, que sirva como medio socializante
regulando la autoestima, controlando la impulsividad y que desde sus principios colabore con la
reflexión do cómo construir un mundo mejor.

No busque más; el judo es una disciplina pedagógica que estudia “el perfeccionamiento de sí
mismo, contribuyendo (…) a la prosperidad (…) del género humano (…); un espíritu en
permanente búsqueda de la verdad, y ésta no puede ser conseguida más que por el constante
esfuerzo personal y la abnegación de sí mismo (KANO Jigoro en AMICI Teodoro 2000:63 - 64).

Por lo tanto el judo abarca los conceptos de arte marcial – deporte – gimnasia – defensa personal,
haciendo énfasis en la formación integral del individuo, tomando al cuerpo como una unidad
biopsicosocial que puede desarrollarse con los objetivos que ésta disciplina propone.

Es posible que sea el momento de preguntarnos: ¿por qué en Uruguay no está difundida ésta
disciplina tan completa e importante?

En lo personal creo que existen por lo menos dos factores fundamentales:

1) la cultura local donde predominan las prácticas corporales de orígen anglosajón (fúbtol,
básquet, tennis, fitness, etc).

2) la deportivización masiva de las prácticas en occidente; tomando únicamente una parte o


transformándolas en “competitivas” o “agonistas”, a todas aquellas importadas de oriente, creando
grupos que regulan la actividad(federaciones, asociaciones, etc), y donde el objetivo principal es el
vencer al otro.

Es así que vemos que prácticas como el Yoga, el Tai chi o el Kung Fu, han dejado de lado la
teoría sobre las cuales se fundan y/o crean de miles de años; que en gereral se refieren a bases
filosofías, éticas y religiosas vinculadas dominio corporal(pensando al cuerpo como una totalidad),
su relación con la sociedad(disciplina) y la energía universal(llámese dios, naturaleza, etc).

Creo que las artes marciales en Uruguay deben darse el debate sobre lo que deben
enseñar(contenidos), separándose miles de años y culturas de aquella Asia, donde el que llegaba a
cinturón negro era maestro.

Podríamos afirmar que en el Uruguay de hoy, para ser profesor, maestro o sensei es
necesario algo más que un cinturón o un exámen, sobretodo viendo a futuro la profesionalización
del trabajo, su marco legal y su validez, comparándonos con otros países(sobretodo europeos) que
han vinculado las artes marciales a la formación universitaria mediante especializaciones,
postgrados o tecnicaturas, pero a su vez, conformando una identidad de judo nacional.

Las federaciones también se han interesado por ésto; tener docentes profesionales y
formados en todas las áreas de conocimiento(área biológica – ciencias de la educación – área
técnica propia de cada disciplina) para no darse el lujo de tener proyectos poco profesionales, poco
sustentables y sostenidos por idóneos o dudosamente “posibles” buenos senseis.

La ausencia de políticas públicas en relación a la puesta en marcha de proyectos y a la


formación docente en educación física, el deporte y la recreación, han dinamizado y liberado un
sinfin de prácticas corporales de orígen privado y estatal(sobre todo privada), que son llevadas
adelante por diversos sujetos de educación y no siempre docentes.

Hoy en día, la sociedad con toda su complejidad globalizada y globalizante, aclama


disciplinas corporales que contengan algo más que descarga de energía, algo más que pasar el
tiempo libre, y más que una respuesta saludable.
Es necesario que nuestro fuerte, que es la formación de la persona (como unidad), aflore de nuestros
dojos, y para ello no podemos “tirar a la marchanta” la formación permanente de los senseis.

Un curso de profesores no garatizará buenos profesores, pero sí marcará un camino,


profundizará los debates, aumentará el nivel de desarrollo técnico y el conocimiento colectivo sobre
lo qué enseñar, cómo enseñar, por qué o para qué enseñarlo.

También es necesario ponerse a pensar a que sectores de la sociedad podemos y/o debemos
dirigirnos, una sociedad fragmentada en clasas(baja – media - pobre), en territorios(barrios,
capitales, interior, etc), urbana y rural.

Solamente al fijarnos en las estadísticas, podríamos afirmar que un 50% de los niños nace
por debajo de los límites de la pobreza, cabe la pregunta ¿qué propuesta pedagógica tenemos al
respecto? ¿cómo llegamos a todos? ¿estamos preparados para ésta sociedad? ¿queremos llegar a
ellos?

Existen algunas iniciativas que dicen que sí;

Programa judo en las aulas


Iniciativa que se gesta en algunos profesores para que los niños no federados puedan participar en
eventos particulares denominados encuentros; en los cuales el niño juega, se encuentra con otros,
recibe premios, lucha y no pierde, porque todos ganan; no hay ni vencedores ni vencidos, los jueces
son guías de la lucha y las categorías son armadas especialmente con la lista de participantes.

Proyecto Tatami
Trabaja desde el 2005 en la red de Villa Epañola nucleando niños de las escuelas con problemas de
impulsividad.
Lo conforma un equipo multidisciplinario(psicólogo, psico pedagoga, educadora social, prof. de
educación física, prof. de judo) que tiene como principal objetivo la inclusión social, tratando la
impulsividad y los problemas de aprendizaje mediante el apoyo escolar, la enseñanza de judo y la
educación física.

Centro Dalmanutá
Ubicado en la zona de melilla desde 1998, el Centro Dalmanutá ha apostado fuertemente a los
jóvenes para encaminarlos en la vida mediante la práctica del judo, como fin en sí mismo, con las
permisas de autodisciplina y respeto mutuo.
Las guías de éste proyecto son los principios del Judo; “jita kio ei” máximo resultado con el mínimo
de esfuerzo y “seiroku senyo” bienestar común para todos.

Club Remero de Mercedes


Es un club con mucha historia en deportes a nivel nacional e inernacional, que ha nutrido a las
selecciones sobretodo de remo y judo. Está ubicado en la rambla de la ciudad y en los últimos años
se ha dedicado al trabajo con niños en estado de resiliensia.

Con estas palabras, lo que quiero expresar es mi deseo de que el judo (y otras artes
marciales) tiene muchas respuestas a los flajelos, problemas y necesidades de la sociedad de hoy,
pero debemos prepararnos, asumiendo la responsabilidad social que el arte marcial nos otorga y
nos obliga, como técnicos, promotores, educadores y maestros.

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