Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
BIBLIOTECA EVOLIANA
Biblioteca Julius Evola-. La conciencia ligada al samsara es un estado del espíritu que
de la idea de que tiene en vista la condición de un hombre para quien hablar del atma-
teología. La doctrina del despertar quiere ser absolutamente realista y partir de punto de
vista real, o sea, quiere ser ciencia samsárica. El budismo procede a un análisis de tal
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 1/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
prestancia el primer término (el sentido del atma), la enseñanza de donde parte la
está tácitamente presupuesta, por más que debido a razones prácticas no se hable de
ella.
Como verdad de primer grado del budismo, por así decir, está pues el mundo
del devenir. Este devenir no tiene como sustrato nada que sea idéntico, sustancial,
por ser concebido como pura sucesión de estados que se van generando unos a otros,
según una ley impersonal, como en un círculo eterno, en el que podemos ver el
equivalente del concepto helénico del "ciclo de la generación", κύκλος της γενέσεως;
persistencia mientras subsistan las condiciones que los han hecho convergir o
otro punto análogos conglomerados, tan contingentes como los anteriores. En tal
sentido se declara: "Todos los elementos de la existencia son transitorios". Todas las
cosas carecen de una individualidad o sustancia (sabbe dhamma anatta ’ti).[1] La ley
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 2/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
attaniyena vati (vacío de "yo" o de lo que tenga aspecto de "yo", de sustancia). Otra
conciencia.
Este modo de ver las cosas vale tanto para la experiencia externa como para la
interna. Hay que señalar que los dhamma, los elementos primarios de la existencia en el
budismo (y cada vez más en las formas más tardías del mismo) equivalen a simples
el pensamiento, como fueron por ejemplo los átomos de las antiguas escuelas físicas.
Así, la doctrina del anatta, de la no sustancialidad, se volverá cada vez más empirista,
externo, así es: No vale decir: "este objeto tiene esta forma, este color, este sabor, etc.";
tras los datos sensibles no hay nada a los que se deban referir.[3] Como se diría en
Con coherencia, más aún, podríamos decir con crudeza quirúrgica, el mismo
realidad", de una sustancia permanente detrás de cada uno de los fenómenos y aún más
puramente nominales; a lo más, "funcionales", lo que hace que se diga: así como
cuando las varias partes de un carro se encuentran unidas se usa la palabra "carro", de
igual manera cuando se encuentran presentes los distintos elementos que constituyen la
sustancia; de igual manera, la persona y el "alma"; "del mismo modo, las palabras ’ser
viviente’ y ’yo’ son sólo una designación para el quíntuple tronco del apego."[5]
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 3/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
Cuando las condiciones que han determinado la combinación de los elementos y de los
estados cesan en ese tronco, la persona como tal -o sea, como esa determinada persona-
"corriente", porque el santana se concibe como algo que no se inicia con el nacimiento
La base positiva de esta manera de ver, por cierto poco halagüeña para
general, pues existe sólo un fuego de troncos o de estiércol o de leña o de hierba, etc.,
visual, o auditiva u olfativa o gustativa o mental, según los casos." "Mediante el ojo, el
objeto y la conciencia visual, tiene origen lo visto; así para el oído, así para el olfato, el
gusto y el tacto; lo mismo, mediante la mente y las cosas, tiene origen lo pensado.
Estos estados sensoriales tienen, pues, origen en causas que no implican un principio
substancial”[8] "Es en correlación con el cuerpo que surge la idea ’yo soy’ y no de otra
forma", causas que, sin embargo, son impermanentes.[9] Vistas así las cosas, es
Precisamente por esto, la conciencia está "vacía de yo", porque es conciencia que surge
real que cada uno experimenta, no el teorizado por los filósofos, está condicionado por
dice[11] que ’es forma’; de lo que es sutil y mental [se dice que] es nombre", existiendo
"alma" sigue los movimientos fatales [de nombre-y-forma] y por esto, como veremos,
angustia y temor pertenecen, según el budismo, al sustrato más profundo de toda vida
según la imagen de un texto- dos mesas se mantienen en pie sólo apoyadas la una en la
otra. Esto equivale a decir que la persona es considerada como un todo "funcional", que
no tiene el devenir como un accidente, sino como su misma sustancia. "Un estado
concluye y el otro comienza: y la sucesión es tal que se puede casi decir que nada
Todo esto vale como introducción general a la teoría de las "cuatro verdades
teoría de la no sustancialidad, cual ha sido resumida hasta aquí, consiste en una visión
fenoménica del mundo interior y exterior. Desde aquí se puede asumir el punto de vista
vivida- el sentido profundo y la ley interna de este fluir, de este sucederse de estados. Se
presentan entonces las dos primeras verdades ariya, que corresponden a los términos
dukkha y tanha.
accesorios y de sus formulaciones populares; no sólo eso, sino que hay que lidiar con
una terminología cuyo equivalente preciso es difícil trasladar a las lenguas occidentales,
igual medida los términos de las lenguas orientales son plásticos, porque se adecuan a la
es dolor. Mas éste es el aspecto más popular, exotérico, casi diría profano, de la doctrina
budista. Cierto, no se puede objetar que dukkha en los textos se aplica a cosas que,
como envejecer, enfermarse, morir, sufrir lo que no se desea y no tener lo que se desea,
etc., pueden en general ser motivo de dolor, de sufrimiento. Pero, por ejemplo, ya la
idea de que el nacimiento en sí sea dukkha debería dar que pensar, y aún más el que el
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 5/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
"divinos", de los que no se puede decir que estén sujetos al "dolor" en el sentido común
del término.
universal impermanencia y no sustancialidad, del annicca y del anatta. Por esto, en los
dukkha se nos aparece entonces como la antítesis de una calma impasibilidad, de una
"incomparable seguridad" del estado en el que no hay ya "inquieto girar", no hay ya "ir
y venir", y el miedo y la angustia han sido destruidos. Para entender de veras el con
tenido de la primera verdad de los ariya, dukkha, más aún, para aprehender la sustancia
casi seca"[16] "Este mundo ha caído en la agitación": tal es el pensamiento que le vino
"De verdad, este mundo ha sido vencido por la agitación. Se nace, se muere, se
decae de un estado y se pasa a otro. Y de esta pena, de este decaer y morir, nadie
conoce un respiro".[18] Se trata pues de algo bastante más vasto y profundo que cuanto
afianza una existencia que se presenta como dukkha, como agitación, como agustioso
devenir? La respuesta es tanha, el ansia, o trsna [trishna], la sed: "sed de vida, que
aquí ni allá: es sed de placer sensual, sed de existencia, sed de devenir". Ésta es la
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 6/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
experiencia en general, de las formas del sentir, percibir y del experimentar, que más
quema". "El mundo entero está en llamas, el mundo entero está consumido por el fuego,
el mundo entero tiembla”.[19] ”Todo está en llamas. ¿ Y qué está en llamas? Arde el
ojo, arde lo visible, arde el conocimiento de lo visible, arde el contacto del ojo con lo
visible, arde la sensación que surge del contacto con lo visible, se trate de alegría..
dolor o ni alegría ni dolor. ¿Y de qué fuego arde? Del fuego del deseo, del fuego de la
sufrimiento.[22]
efecto, todos concederán que el deseo es el resorte de gran parte de las acciones
humanas, pero nunca jamás podrá captar intuitivamente que sea la sustancia de su
decir, en cierta medida, respecto de la primera verdad, por que, ¿cómo podría alguien
sufrimiento, desvarío? Es el caso que estas dos verdades son ya, en cierta medida, de la
"otra orilla", o sea, se hacen evidentes sólo a quienes, habiendo superado estado en que
profundo del mismo.[23] Respecto a esto, los textos presentan un símil sugestivo, el del
leproso. Quienes, "excitados por el deseo, consumidos por la sed del deseo, ardiendo en
la fiebre del deseo, gozan del deseo" son como aquellos leprosos de cuerpos cubiertos
de llagas, ulcerados, comidos por los gusanos que, despellejándose las llagas y
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 7/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
alguien quisiera arrastrarlo a la fuerza a ese fuego de que goza el leproso, se debatiría
"ansia" o "sed". Por lo demás, trátese de la sed física o, en general, de la necesidad del
sea con tal de mantenerse. Mantenerse significa, empero, tener que sentir de nuevo,
después, sed o hambre, por la ley misma del organismo, que se reafirma con cada
esta agua, siempre tendrá sed, pero quien bebe del agua que yo le daré, no volverá a
tener sed; más aún, esta agua se transformará en una fuente de agua que brota hasta la
combustión. Se debe a Dahlke una aclaración de este simbolismo al grado que nos hace
el plano de que aquí se trata no se puede decir que tenga ansia, sino que él mismo es
ansia. Hay pues, latente en cada uno, una voluntad de arder, de transformarse en llama,
que consumirá la materia que sea. El combustible estimula esta voluntad, hace que el
calor; vale decir, una nueva energía con potencial de arder, de suscitar un nuevo
incendio y así sucesivamente, una y otra vez. Se puede hablar, pues, de un proceso que
representa un dado grado calórico que, como tal, es la potencialidad de una nueva
combustión apenas se produzca el contacto con una nueva materia capaz de arder.[26]
Por eso, en el texto ya citado, todo contacto, toda percepción, visión o pensamiento se
hacia este o aquel contacto, en el que dicha ansia se prende y se afianza, cebándose, por
este fuego que se mantiene mortecino bajo las cenizas en cuanto le falta material, para
considerado como una llama vinculada a una materia ardiente o como llama que ella
misma es materia. Los contactos se desarrollan a través del apego, upadana. Esto se
través de una serie de contactos con el mundo externo, el cual se presenta a la voluntad
embargo tanto más acrecienta al ardor cuanto más parece aplacarla y satisfacerla. La
teoría del anatta, del no-yo, en tal situación, tiene este sentido: el yo no existe fuera del
proceso de arder; es este mismo proceso y en cuanto cesara, incluso el yo, la ilusión de
que, sin embargo, conduce a una alteración cada vez más profunda.
Sobre este cimiento, la teoría budista del samsaria ha podido potenciarse hasta
sentido del yo están condicionados por los contactos, esta existencia debe resolverse en
instantánea, según la imagen budista de la rueda del carro, cuyo movimiento es desde
luego continuo, se muevo o no el carro, con tal que toque siempre el suelo en un solo
punto. "De igual manera, la vida de los seres tiene sólo la duración de un pensamiento:
el ser del momento pasado ha vivido, pero no vive ni vivirá; el ser del momento futuro
vivirá, pero no vive y no ha vivido; el ser del momento presente vive, pero no vivió ni
vivirá".[28]
Éste es el tiro de gracia asestado contra la teología brahmánica del atma. Pero
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 9/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
posterior (por coherentes que sean), este orden de ideas es tal que da al traste con la
cupación por saber qué fue o qué será después de la vida, para Buda pertenece a la
modo que a priori todo interés por lo que respecta la hipótesis de la reencarnación debe
anunciada por Buda", propia de un "espíritu vano",[29] cosa en que está de acuerdo
todo el conjunto de los discípulos, tras pregunta hecha por el príncipe Siddhartha.[30]
individualidad- cesa, no ocurre que pasa a existir en otro lado como el mismo
agregado; se ha de pensar más bien que es como un son de laúd que viene a la
existencia sin que antes haya existido en otro lado, ni pasa a ningún otro lugar en
continuidad del afán, de la "corriente", de la voluntad de arder por ser, la cual tras
haber agotado, casi como un combustible, una vida, salta a aferrarse de otro tronco y a
extenderse en éste, mientras en los estadios intermedios permanece, como dice un texto,
[35] como llama que tiene que se tiene a sí misma por combustible, esto es, como puro
el de las llamas de las tres vigilias de la noche: el hachón de la primera vigilia que, al
estar por extinguirse, da fuego a otro hachón y éste, luego, a un tercero. Las tres llamas
no puede decirse que sean iguales ni distintas. Una ha encendido la otra, una tiene el
fuego de la otra, pero cada una es distinta de las demás: es llama (vida, conciencia) de
un hachón diferente. Otro símil: la leche que se convierte en leche cuajada, luego
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 10/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
mantequilla y luego queso. Se trata, sí, de la misma sustancia, pero el cambio de estado
impide que se emplee el mismo nombre, o sea, decir que el cuajo es leche y que la
personal. La gama que en un dado ser es la vida del mismo, en el curso de la vida ha
las direcciones que se han estabilizado en el deseo y que constituyen uno de los cinco
del cual la fuerza fundamental agrega precisamente ese dado grupo de dhamma, de
término upanishádico de karma (en pali: kamma), de modo que se habla del kamma
como "matriz de los seres (kammayoni)" y se formula el principio: "Según el operar del
combustión]. Herederos de las acciones son, pues, los seres".[37] Sólo que por vía de
sustrato individual, de un "yo", sino que hemos de remitirnos una vez más a la imagen
de una llama que pasa de una rama a la otra, de suerte que sólo hay que añadir a lo
anterior la particular calidad que asume el fuego que de una combustión se trasmite a
individuo resiente los efectos de una existencia precedente, o si los resiente otro
el mismo nombre-y-forma el que resurge en una nueva existencia? La respuesta es: "No
nombre-y-forma se realizan acciones, buenas o malas, a través de las cuales surge otro
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 11/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
en una serie en la que tanto la identidad absoluta como la diferencia absoluta quedan
excluidas, por lo que no se puede decir que estén creados por el mismo ser ni por algo
que sea diferente".[40] Valdría hacer la comparación con la imagen de una canica que
diferente de ésta, si el mundo orgánico no nos presentara una analogía a través del
tinto de su padre, tienen continuidad la vida de éste y a menudo hasta sus tendencias,
Con todo, en este caso no hay que pensar tanto en una continuidad lineal de
que en el proceso de combustión es cada vida particular, cada individuo: el deseo que
sustancia esa vida, ese individuo, a la par que lo trasciende para luego regresar al
Con tal doctrina, la indefinición propia del concepto upanishádico -que oscila
perspectiva "consoladora". Buda, por así decir, ha acelerado los ritmos y ha expuesto lo
porque sólo así se puede provocar una reacción total y se puede entender la necesidad
primeras verdades de los ariya, en especial con referencia a la doctrina de la sed del
ordinario lleva es como exterior a sí misma, semi sonámbula, movida entre reflejos psi
existencia. Sólo en dadas circunstancias se rasga el velo de una ilusión, en el fondo algo
providencial. Por ejemplo, en todos los momentos de un peligro súbito, cuando se nos
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 12/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
ataca o cuando se hunde el suelo porque se abre una brecha en el hielo o al tocar por
cual no procede ni de la "voluntad" ni de la conciencia, ni del yo, pues éste llega sólo
después, una vez realizado el ademán, puesto que en ese momento fue descabalgado por
algo más profundo, más rápido y más absoluto. En el hambre, en el pánico, en el deseo
gradualmente incluso como el sustrato invisible de toda la vida de vigilia. Las raíces
invencibles e irracionales, de los instintos, los hábitos, el carácter, de todo lo que llega
como animalidad, como raza biológica, toda la voluntad del cuerpo, todo esto se reduce
al mismo principio. Frente a éste, la "voluntad del yo" tiene a menudo una libertad
percata sino hasta que llega a un cierto límite. Si se pasa ese límite, la fuerza profunda
no tarda en despertar para descabalgar al "yo" o para embromarlo, haciéndole creer que
imagen y de la sugestión lleva al mismo punto: según la misma ley del "esfuerzo
convertido", se vuelve tanto más fuerte cuanto más se "quiere" en su contra, como en el
sueño, que huye cuanto más se "quiere" dormir, o como en la sugestión de caer al
caminar junto a un abismo, que lleva de fijo a que la mayoría caiga si se "quiere" en su
contra.
irracionales, se identifica por grados con la fuerza misma que gobierna las funciones
profundas de la vida física, sobre las que poco puede la "voluntad", el "pensamiento", el
"yo", que le son externos y semejantes a parásitos que viven de ella, extrayendo las
linfas esenciales incluso sin poder descender dentro, hasta el tronco profundo. Es
preciso pues llegar a preguntarse qué cosa de este "mi" cuerpo puedo justificar con "mi"
voluntad: si "yo" quiero "mi" respiración o el fuego de las mezclas en que arde el
alimento o mi forma, mi carne, el que yo sea este hombre determinado así y no de otra
manera. Y quien esto se interrogue, ¿no podría quizá ir más allá y preguntarse si esta
misma voluntad "mía", esta conciencia mía, este mi mismo "yo" los quiero o,
cariz. Y quien es lo bastante fuerte para ir más allá de la ilusión no puede sino llegar a
esta desconcertante constatación: "tú no eres vida en ti. Tú no existes. ’Mío’ no puedes
una quimera que este fantasma de ’yo’ pueda subsistir inmortal al deshacerse del
cuerpo, cuando todo te dice que le es -la correlación con este cuerpo- esencial y tiene -
un malestar, un trauma, un accidente cualquiera- una influencia precisa sobre todas sus
de sí, de descender más allá del umbral, siempre más abajo hacia las oscuras
profundidades de la fuerza que gobierna su cuerpo y donde esta fuerza pierde nombre e
encendida por una eterna insuficiencia y privación. Quien llegue a esta percepción
temible, semejante a una vorágine que se formara de repente, capta el misterio del
referida al hombre (o sea, la doctrina que niega la existencia del yo). El paso de la
cabo, de toda la doctrina del despertar. No se trata aquí de una "filosofía", antes bien de
una experiencia que, por cuanto corresponde a la realidad, no es patrimonio sólo del
en Occidente (aquí, sobre todo, como saber secreto y experiencia iniciática). La teoría
del dolor universal, de la vida como sufrimiento no es más que algo del todo exterior,
algo profano y exotérico, como ya se ha dicho; que sólo adoptan formas de manifesta
ciones populares.
otra que se limita al espacio y tiempo de una única existencia individual. La conciencia
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 14/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
que priva en el Occidente moderno es esta segunda, pero no deja de constituir sólo una
parte, la sección de una conciencia o de una existencia samsárica que atraviesa los
tiempos; no sólo eso, sino que, como ya se ha señalado, puede comprender estados
libres de la misma ley temporal que conocemos. En el antiguo mundo oriental subsistía
aún, en buena medida, esta más vasta conciencia samsárica.[41] Y la vía ascético-
ligada a una única vida y definida por la ilusión del yo individual, a la conciencia
ciones, en Occidente es rarísimo que no se tome por celeste y divino lo que corresponde
únicamente a estados superiores de una existencia que nunca deja de ser samsárica.
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 15/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 16/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
[27] Por esto, en Anguttara ... (V, 69), que destruye tanha,
el afán, se dice "el que destruye el apoyo".
0 COMENTARIOS
Nombre
Comentario
PUBLICAR
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 19/20
12/11/2018 La Doctrina del Despertar. Capítulo V. La llama y la conciencia samsárica | Biblioteca Evoliana
https://juliusevola.blogia.com/2009/061301-la-doctrina-del-despertar.-cap-tulo-v.-la-llama-y-la-conciencia-sams-rica.php 20/20