ARBITRAJE

Octubre 2015
Año 2 Volumen 16

ARBITRAJE
 Actualidad
Área
Civil Arbitraje
Arbitraje

Contenido
Jesús Córdova Schaefe: El principio kompetenz-kompetenz: algunas
DOCTRINA PRÁCTICA 282
consideraciones a partir de la jurisprudencia
Federico G. Mesinas Montero: Los (otros) criterios del Tribunal Constitucional
DOCTRINA PRÁCTICA 294
sobre el amparo arbitral tras el precedente vinculante Exp. N.° 0142-2011-PA/TC
nos preguntan y CONSULTA: Imposibilidad de cuestionar vía proceso de amparo una resolución
contestamos
321
arbitral de nulidad de actuados
RESEÑA DE Carácter no abusivo de cláusula de arbitraje facultativo (Exp. N.° 256-2013/
JURISPRUDENCIA
324
CPC-INDECOPI-LAM)

DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica

El principio Kompetenz-Kompetenz: algunas

consideraciones a partir de la jurisprudencia

Jesús Córdova Schaefer*

Pontificia Universidad Católica del Perú
SUMARIO

1. Concepto y regulación
2. El efecto positivo y negativo del principio Kompetenz-Kompetenz
3. Referencias bibliográficas

1. Concepto y regulación el artículo 41, inciso 1, el cual indica lo

La ley que norma el arbitraje, regula
el principio Kompetenz Kompetenz1 en
* Abogado por la Pontificia Universidad Católica
del Perú
1 La expresión Kompetenz-Kompetenz producto de
la jurisprudencia alemana, actualmente recono-
cida a nivel mundial en diversas legislaciones,
siguiente:
“[…] El tribunal arbitral es el único com-
petente para decidir sobre su propia compe-
tencia, incluso sobre las excepciones u obje-
no ha escapado de ciertas críticas hechas por
la propia doctrina alemana sobre el referido
principio, así, por ejemplo, se ha dicho que: “una

282 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015


ciones al arbitraje relativas a la inexistencia,
nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia
del convenio arbitral o por no estar pactado
el arbitraje para resolver la materia contro-
vertida o cualesquiera otras cuya estimación
impida entrar en el fondo de la controversia.
Se encuentran comprendidas en este ámbito
las excepciones por prescripción, caducidad,
cosa juzgada y cualquier otra que tenga
por objeto impedir la continuación de las
actuaciones arbitrales […]”.
De acuerdo con Carbonneau “la doc-
trina Kompetenz-Kompetenz, también co-
nocido como compétence sur la compétence
o competente para pronunciarse sobre
los problemas de competencia, dispone
que el tribunal arbitral tenga la autoridad
para decidir sobre cuestiones que guarden
relación con el principio o el alcance de su
jurisdicción. En otras palabras, la autori-
dad del árbitro para decidir acerca de los
problemas de competencia se extiende a
cuestiones relativas a la validez del acuerdo
de arbitraje (el principio de su autoridad
para juzgar) y de los asuntos relacionados
con la interpretación de la cobertura o
alcance del acuerdo de arbitraje (el alcance
decisión del Bundesgerichtshof que fue interpre-
tada en este sentido hizo esta expresión famosa
en el mundo entero. [...] No importa si esta
interpretación fue acertada o no, el caso es que
los autores están generalmente de acuerdo en
que la Kompetenz-Kompetenz no existe según la
nueva Ley. [...] Los árbitros solamente tienen
el Derecho a decidir sobre una excepción a su
competencia como cuestión previa y proseguir
luego sus actuaciones. La última decisión sobre
la existencia y la validez del convenio arbitral
será tomada por el juez estatal”. Leible, Stefan y
Matthias Lehmann. “El arbitraje en Alemania”.
En: Arbitraje y Justicia en el siglo XXI. Barona
Vilar, Silvia (Dir). Thomson Civitas, Estudios
sobre Arbitraje, Pamplona, 2007, pp. 162 y ss.
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
RESUMEN
Todo tribunal arbitral tiene autoridad
para decidir sobre los asuntos relaciona-
dos con los alcances de sus competencias.
Pero esto que en doctrina se denomina
principio Kompetenz-Kompetenz es a
veces mal entendido y aplicado en la
práctica, como se hace ver en este trabajo
especializado. Cuestión fundamental es
la pretensión de nulidad de convenio
arbitral, que correspondería ser resuelta
por el árbitro y no por un juez (salvo que
el convenio arbitral sea manifiestamente
nulo), pero que no siempre sucede así.
El autor explica además los alcances del
principio de no-interferencia arbitral
(ninguna autoridad puede avocarse a
una causa sujeta a arbitraje), que resulta
de fundamental tratamiento dadas las
frecuentes interferencias observadas en
los hechos del Poder Judicial, o incluso
del Tribunal Constitucional, en los pro-
cesos arbitrales
PALABRAS CLAVE
Principio kompetenz - kompetenz / Acuerdo
de arbitraje
Recibido: 10/08/15
Aceptado: 15/09/15
Publicado online: 03/11/2015
de autoridad jurisdiccional previstas en
el acuerdo). El tribunal arbitral, por lo
tanto, tiene la facultad de pronunciarse
sobre las denuncias de que hay una falla
en el contrato principal que afecta a la
validez de la cláusula arbitral. El tribunal
también puede decidir que las demandas
de la controversia en cuestión no están
cubiertas por la cláusula de arbitraje. Los
Actualidad Civil 283
 Actualidad
Civil Arbitraje
fallos del tribunal sobre las cuestiones
jurisdiccionales están sujetos a control
judicial, ya sea en el momento de su
pronunciamiento (dictada en la forma
de un laudo provisional) o en la fase de
ejecución del proceso (como parte del
laudo definitivo)”2.
IMPORTANTE
En virtud al principio Kompetenz-
Kompetenz corresponderá al árbitro
o al tribunal arbitral decidir acerca
de su propia competencia para re-
solver el conflicto originado entre
las partes.
2 Traducción libre del siguiente texto: “The
Kompetenz-Kompetenz doctrine, also know as
compétence sur la compétence or jurisdiction
to rule on jurisdictional challenges, provides
that the arbitral has the authority to rule on
questions pertaining to the principle or scope of
its jurisdiction. Otherwise stated, the arbitrator’s
authority to rule on jurisdictional challenges
extends to matters involving the validity of
the agreement to arbitrate (the principle of
their authority to adjudicate) and to matters
involving the interpretation of the coverage or
range of the agreement to arbitrate (the scope
of adjudicatory authority provided by the agree-
ment). The arbitral tribunal, therefore, has the
power to rule on allegations that there is a flaw
in the main contract that affects the validity of
the arbitral clause. The tribunal also can decide
claims that the dispute in question is not covered
by the arbitral clause. The tribunal’s rulings on
jurisdictional matters are subject to judicial
scrutiny either at the time of pronouncement
(rendered in the form of an interim award) or
at the enforcement stage of the process (as part
of the final award).” Carbonneau, Thomas E.
Cases and Materials on Commercial Arbitration.
Volume One of the Adams&Reese legal Series,
Juris Publishing, 1997, p. 20.
284 Instituto Pacífico
En virtud del principio Kompetenz-
Kompetenz corresponderá al árbitro o
al tribunal arbitral decidir acerca de su
propia competencia para resolver el con-
flicto originado entre las partes. En este
sentido, si bien es posible que el árbitro
o el tribunal arbitral puedan decidir
acerca de su competencia y alcance del
convenio arbitral, también es cierto que
el propio tribunal arbitral o el árbitro en
su caso, determinen su incompetencia
para dirimir un caso en particular.
Este principio nace a raíz de la recu-
rrente intersección entre el Poder Judicial
y el arbitraje, lo cual no ha ido a menos.
Con frecuencia se presentan casos en los
cuales, a pesar de haberse pactado una
cláusula arbitral, las partes o una de ellas
recurre al Poder Judicial por razones de
estrategia a fin de dilatar el proceso de
resolución del mismo con intenciones
muchas veces de que sea el mismo Poder
Judicial quien resuelva el litigio3. Es por
ello, que una de las partes, al alegar, por
3 Cfr. Arrarte Arisnabarreta Ana María,
“Apuntes sobre la Ejecución de Laudos Arbitra-
les y su Eficacia a Propósito de la Intervención
Judicial”, En: Revista Peruana de Derecho de la
Empresa: Arbitraje y Empresa, Vol. 56. Lima,
2003. p. 126, de la misma autora puede revisarse
también: “De la interrelación a la interferencia
del Poder Judicial en los procesos arbitrales: lí-
mites a su actuación”. En: Themis, Revista de De-
recho, Lima 2007, pp. 91-106. Madrid Horna,
Víctor, “Sobre la Intervención de los Órganos
Jurisdiccionales en los Procesos Arbitrales: El
caso de la medidas cautelares reguladas por la
Ley General de Arbitraje”. En: Revista Peruana
de Derecho de la Empresa: Arbitraje y Empresa,
Vol. 56. Lima 2003, pp. 176-178. Rivera, Julio
César, “Interferencias judiciales en el arbitraje”.
En: La Ley. Tomo 2006-F, pp. 1462-1482.
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ejemplo, la nulidad del contrato, pide
también la nulidad del convenio arbitral.
En ese sentido, el principio Kompetenz-
Kompetenz responde a la necesidad de
que sea el propio árbitro quien decida
su propia competencia y no el Juez, a
fin de dilucidar el conflicto sometido al
arbitraje4.
En Inglaterra, por ejemplo, tam-
bién es aceptado que sea el tribunal
arbitral quien decida sobre su propia
competencia; no obstante, las Cortes
Judiciales tienen la posibilidad de revocar
esa decisión5. Así en el caso Christopher
Brown v. Genossenschaft Oesterreichischer
Waldbesitzer6, la Suprema Corte indicó
lo siguiente:
“[…] It is not the law that arbitrators, if
their jurisdiction is challenged of ques-
tioned, are bound immediately to refuse
to act until their jurisdiction has been
determined by some Court which has
4 En sede constitucional se indicado que “la
suma importancia práctica que reviste dicho
principio, [kompetenz-kompetenz] a efectos
de evitar que una de las partes, que no desea
someterse al pacto de arbitraje, mediante un
cuestionamiento de las decisiones arbitrales
y/o de la competencia de los árbitros sobre una
determinada controversia, pretenda convocar la
participación de jueces ordinarios, mediante la
interposición de cualquier acción de naturaleza
civil y/o penal, y desplazar la disputa al terreno
judicial”. STC, Exp. N.° 6167-2005-PHC/TC,
Fundamento 13.
5 Jalili, Mahir. “Kompetenz-Kompetenz: Recent
U.S. and U.K. Developments”. En: Journal of
International Arbitration, Vol. 13, N.º 4, 1996,
p. 169.
6 Christopher Brown Ltd v. Genossenschaft Oester-
reichischer Waldbesitzer Holzwirtschaftsbetriebe
Registrierte GmbH [1954] 1 Q.B. 12, 13.
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Doctrina práctica
power to determine it finally. Nor is the
law that they are bound to go on without
investigating the merits of the challenge
and to determine the matter in dispute,
leaving the question of their jurisdiction
to be held over until it is determined by
some court which had power to determi-
ne it. They might then be merely wasting
their time and everybody else’s. They
are not obliged to take either of those
courses. They are entitled to enquire into
the merits of the issue whether they have
jurisdiction or not, not for the purpose
of reaching any conclusion which will
be binding upon the parties –because
they cannot do so- but for the purpose
of satisfying themselves as a preliminary
matter about whether they ought to go
with the arbitration or not […]”.
Como es de notarse, el principio
Kompetenz-Kompetenz no debería pre-
sentar algún problema en su aplicación.
Sin embargo, como toda norma legal,
está sujeto a las interpretaciones que
puedan hacer de él los árbitros, y sobre
todo los jueces.
En efecto, el principio Kompetenz-
Kompetenz ha ido teniendo algunos
matices, dados por la doctrina y la
jurisprudencia. En esencia, en sus orí-
genes, la escuela alemana consideraba
que correspondía únicamente al árbitro
decidir acerca de su propia competencia.
Posteriormente, la escuela francesa –y la
que actualmente tiene mayores adeptos
estima que el árbitro decide sobre su
competencia, pero es el juez quien en una
segunda oportunidad decidirá7.
7 González de Cossío, Francisco. “Kompetenz –
Kompetenz a la mexicana: Crónica de una muerte
anunciada”, En: <www.gdca.com.mx>, p. 11.
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 Actualidad

Civil Arbitraje
Ahora bien, el problema central del “[…] El tribunal de uno de los Estados
principio Kompetenz-Kompetenz ha sido Contratantes al que se someta un litigio res-
a lo relativo de la competencia del propio pecto del cual las partes hayan concluido un
acuerdo en el sentido del presente artículo,
árbitro de decidir su competencia en caso remitirá a las partes al arbitraje, a instancia
se solicite la nulidad del propio convenio de una de ellas, a menos que compruebe que
arbitral8, dado que la propia convención dicho acuerdo es nulo, ineficaz o inaplicable
de Nueva York hace alusión, a que debe- […]” (subrayado nuestro).
ría resolver dicha nulidad el juez. Esto se Con lo cual, aparentemente, a través
desprende del artículo II apartado 3, que de la Convención tendríamos que si el
establece lo siguiente: convenio arbitral es nulo, este tendría que
ser revisado por el juez y no por el árbitro.
8 En Latinoamérica, algunos países han tenido
resistencia, más que en la aplicación, en el
entendimiento de esta figura. El caso extremo IMPORTANTE
es el panameño, en el que la Corte Suprema de
Justicia de Panamá, en el Fallo N.° 055-2000,
emitido el 13 de diciembre del 2001, declaró
En sus orígenes, la escuela alemana
inconstitucional los párrafos 1 y 3 del artículo consideraba que correspondía única-
17 del Decreto Ley N.° 5, norma que regula el mente al árbitro decidir acerca de su
arbitraje, mediación y conciliación. El citado propia competencia. Posteriormente,
artículo en dichos párrafos disponía que: “El la escuela francesa —la que actual-
tribunal arbitral deberá decidir, de oficio o a mente tiene mayores adeptos—, es-
petición de parte, acera de su propia competen- tima que el árbitro decide sobre su
cia y del ámbito a que esta se extienda, incluso competencia, pero es el juez quien en
pronunciándose sobre la validez, inexistencia una segunda oportunidad decidirá.
o ineficacia del convenio arbitral. […] El
tribunal arbitral decidirá las cuestiones sobre
su competencia, en una decisión de carácter Esto ha hecho, que algunos países,
previo, que se hará en el plazo máximo de un como México, tengan dentro de su
mes a partir de su constitución, sin perjuicio de regulación un dispositivo similar9 ‒y lo
su reproducción en el laudo. La decisión sobre
la competencia podrá ser impugnada por las
peculiar en el caso mexicano, es que tie-
partes, con motivo del recurso de anulación, o nen adicionalmente otro artículo dentro
en el trámite de reconocimiento y ejecución del del mismo Código de Comercio, que
laudo arbitral, según proceda”. La Corte llegó al regula una situación distinta10‒. Esto
razonamiento, que esta disposición contrariaba
el artículo 32 de la Constitución, violando el
reconocimiento dado al debido proceso, garantía 9 Así, el Código de Comercio de México, en su
de ser juzgado por un tribunal independiente e artículo 1424, establece lo siguiente: “El juez al
imparcial. Somos de la opinión, que dicho fallo, que se someta un litigio sobre un asunto que
es equivocado al no comprender los alcances del sea objeto de un acuerdo de arbitraje, remitirá
principio Kompetenz-Kompetenz. En el mismo a las partes al arbitraje en el momento en que
sentido se pronuncia Silva Romero, Eduardo. lo solicite cualquiera de ellas, a menos que se
“Breves observaciones sobre el principio Kom- compruebe que dicho acuerdo es nulo, ineficaz
petenz-Kompetenz. En: “El contrato de Arbitraje”. o de ejecución imposible […]”.
Universidad del Rosario, Ed. Legis, 2005, pp. 10 El Código de Comercio mexicano establece
583-584. en su artículo 1432 lo siguiente: “El tribunal

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ha generado cierta confusión en la juris-
prudencia, la cual ha adoptado diversos
criterios sobre el tema.
El primero de estos criterios, es la
interpretación y asimilación que a quien
compete analizar si el convenio arbitral
es nulo o no es al juez. Por ejemplo, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación
de México ha señalado lo siguiente:
“[…] ARBITRAJE COMERCIAL. COM-
PETENCIA PARA CONOCER DE LA
ACCIÓN DE NULIDAD DEL ACUER-
DO DE ARBITRAJE PREVISTA EN EL
PRIMER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO
1,424 DEL CÓDIGO DE COMERCIO,
CORRESPONDE AL JUEZ Y NO AL
TRIBUNAL ARBITRAL. La posibilidad
de apartar la intervención de la justicia
estatal en un conflicto, a fin de someterlo
al arbitraje comercial, es una manifes-
tación de la potestad de los particulares
para renunciar a sus derechos subjetivos y
establecer los dispositivos legales a los cuales
desean someterse; de ahí, que un acuerdo
de arbitraje pueda estar incluido en un
contrato como cláusula compromisoria,
lo que por regla general y en términos del
artículo 1,432 del Código de Comercio,
otorga su competencia a los árbitros para
intervenir, conocer y decidir aún sobre la
existencia o validez del propio contrato, así
como de dicha cláusula compromisoria, lo
contrario violaría la voluntad de las partes.
Sin embargo, existe una excepción a dicha
regla cuando, en términos del artículo
1,424 del citado Código, ante un órgano
jurisdiccional se somete el diferendo, sobre
un contrato que contenga una cláusula
compromisoria, y se ejerza al mismo tiempo
arbitral estará facultado para decidir sobre su
propia competencia, incluso sobre las excepcio-
nes relativas a la existencia o validez del acuerdo
de arbitraje […]”.
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
la acción para que la misma se declare nula,
ineficaz o de ejecución imposible, la que en
dicho supuesto haría necesaria una decisión
judicial previa, sobre la acción de nulidad.
Lo anterior porque, por un lado, no debe
soslayarse la existencia del debido control
judicial sobre el arbitraje y, por el otro, la
competencia de los árbitros proviene de
la autonomía de la voluntad de las partes,
de manera que si se alega, por ejemplo, la
existencia de algún vicio de la voluntad
en el acto que otorga competencia al ár-
bitro, la acción de nulidad debe resolverse
previamente por el órgano jurisdiccional,
quedando a salvo los derechos de las partes
para que en términos del segundo párrafo
del referido artículo 1,424 puedan iniciarse
las actuaciones arbitrales relativas a la dis-
puta sobre el cumplimiento e inclusive la
existencia o validez del propio contrato que
contiene la cláusula compromisoria, ya que
a ese respecto el tribunal arbitral conserva
su competencia exclusiva11[…]”.
Empero, esta sentencia confunde
–como bien hace notar Pereznieto12‒ al
asimilar el convenio arbitral con el pro-
pio contrato, al no considerarlos como
dos convenios distintos. Así, la nulidad
del contrato conllevaría la nulidad del
convenio arbitral y por lo tanto la com-
petencia de los árbitros a dirimir la con-
11 Contradicción de Tesis 51/2005-PS. Así lo
resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, por mayoría de tres votos
de los Señores Ministros: José de Jesús Gudiño
Pelayo, Sergio A. Valls Hernández y Juan N.
Silva Meza (Ponente). Votó en contra la Ministra
Olga Sánchez Cordero de García Villegas y el
Presidente José Ramón Cossío Díaz, quienes
manifestaron un voto de minoría.
12 Pereznieto Castro, Leonel y James A. Gra-
ham. “El principio de la competencia arbitral
en la actualidad mexicana”. En: Limaarbitration,
N.° 2, 2007, pp. 243-244.
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 Actualidad

Civil Arbitraje
troversia. Esta situación evidentemente no15, la empresa Algodones Tangüis había
afecta el espíritu del principio Kompetenz autorizado al Banco Latino (acreedor
Kompetenz. hipotecario) a que contrate a su favor un
En esencia, los problemas relativos contrato de seguro. A su vez, Banco Lati-
a la nulidad del contrato son resueltos no celebró un contrato de seguro con Sul
a través del principio de separabilidad, América Compañía de Seguros (contrato
mientras que si los problemas se relacio- de adhesión que incluía una cláusula
nan con la nulidad del convenio arbitral arbitral). Sobre esto, la empresa Tangüis
en sí mismo, es el principio Kompetenz demandó tanto a su acreedor hipotecario
Kompetenz el que adquiere una particular como a la empresa de seguros la nulidad
importancia13. de la póliza de seguro en tanto que no
había dado poder suficiente a Banco
En sí, la nulidad del propio convenio Latino para que celebre un contrato a su
arbitral debe ser observada por el árbitro; favor que contenga una cláusula arbitral.
nuestra legislación lo establece de esa
manera, siguiendo el modelo que plantea A pesar de que las dos primeras ins-
la Ley Modelo Uncitral, salvo que el con- tancias fallaron a favor de la excepción
venio arbitral sea manifiestamente nulo14. del convenio arbitral deducidas por los
demandados, sin embargo, la Corte
No obstante, a pesar de que nuestra Suprema tuvo otra impresión y señaló
legislación es clara al respecto, a nivel ju- lo siguiente:
risprudencial se evidencian los problemas
sobre el principio Kompetenz-Kompetenz. “[R]esulta incongruente y prematuro que
las instancias de mérito se hayan pronun-
Así por ejemplo, en el caso llevado ciado sobre la cláusula que contiene el
entre Algodones Tangüis SA v. Banco Lati- convenio arbitral, mediante la cual las partes
pactan que la discrepancia derivada del
contrato que vincula a las partes sea resuelto
13 Talero Rueda, Santiago. “La eficacia del por un arbitraje, ya que precisamente lo
pacto arbitral en los negocios internacionales. que se persigue con la pretensión principal
Alcances del artículo II.3 de la Convención de es la declaración de nulidad de la cláusula
Nueva York”. En: Revista de Derecho N.° 38, que contiene dicho pacto arbitral, llegando
Universidad de los Andes, junio de 2007, p. 8. incluso, el Colegiado, al absurdo de seña-
14 Así, por ejemplo, el artículo 16.3 de la Ley de lar en su segundo considerando que no
Arbitraje establece que “la excepción de conve- existe declaración de nulidad de la referida
nio arbitral, sea que se formule antes o después cláusula, cuando en realidad la pretensión
de iniciado el arbitraje, será amparada por el solo
mérito de la existencia del convenio arbitral,
salvo en el primer caso, cuando el convenio fuese 15 [Vid.] Casación N.° 1085-2001-Lima. Emi-
manifiestamente nulo” (subrayado nuestro). tido por la Sala Civil Permanente de la Corte
Sobre el mismo puede revisarse: Poznanski, Suprema de Justicia de la República. Publicado
Bernard G., “The Nature and Extent of an en: Del Águila Ruíz de Somocurcio, Paolo,
Arbitrator’s Powers in International Commer- Arbitraje: Principios, convenio arbitral y nulidad
cial Arbitration”. En: Journal of International del laudo arbitral. Caballero Bustamante, Lima,
Arbitration. Vol. 4, N.° 3, 1987, pp. 100-101. 2011, pp. 170-171.

288 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015


incoada tiene ese propósito, e ignorando
el contenido normativo del artículo 1398
del Código Sustantivo aplicable al caso de
autos por razones de temporalidad […]”16.
Como podemos observar, la resolu-
ción rompe abiertamente con el princi-
pio Kompetenz Kompetenz, pues a pesar
de que se pidió la nulidad del propio
convenio arbitral, debió corresponder
a los árbitros dirimir ello, y no al juez,
salvo que el convenio arbitral hubiese
resultado manifiestamente nulo.
IMPORTANTE
La nulidad del propio convenio
arbitral debe ser observada por el
árbitro; nuestra legislación lo esta-
blece de esa manera, siguiendo el
modelo que plantea la Ley Modelo
Uncitral, salvo que el convenio ar-
bitral sea manifiestamente nulo
2. El efecto positivo y negativo del
principio Kompetenz-Kompetenz
El principio Kompetenz Kompetenz
tiene, además, un doble efecto. Por un
lado, tiene un efecto positivo, por el cual
se concede al árbitro o al tribunal arbitral
la facultad de decidir sobre su propia
competencia; mientras que, por otro,
tiene un efecto negativo, el cual consiste
en evitar que los jueces o tribunales
decidan primero sobre la competencia
de los árbitros, es decir, establece una
prioridad en el tiempo en que primero
16 Casación N.° 1085-2001-Lima. Considerando
tercero.
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
son los árbitros en decidir sobre su propia
competencia, y corresponderá, por otra
parte, un control posterior a cargo de los
tribunales17.
Cabe referir que este principio co-
bró mayor fuerza en Latinoamérica en
virtud de la adopción de la Ley Modelo,
tal como refiere Conejero “el principio
Kompetenz-Kompetenz tiene un recono-
cimiento expreso en las normas que han
seguido de cerca la Ley Modelo. Como
resultado de lo anterior, los árbitros
aparecen investidos de una poderosa
herramienta para controlar los procesos
desde su inicio. Con ello se evita que la
solución de las cuestiones recién seña-
ladas produzca dilaciones en el proceso
arbitral como consecuencia de la inter-
vención de los tribunales nacionales”18.
Quizás, es más conveniente tratar el
efecto negativo del principio Kompetenz-
Kompetenz, que el efectivo positivo, dado
que es el primero el que ha generado más
controversias en la práctica arbitral19.
En principio, la Constitución re-
conoce en el artículo 139 inciso 2 que
“ninguna autoridad puede avocarse a
17 Fouchard, Philippe, Gaillard, Emmanuel
y Berthold Goldman, On International Com-
mercial Arbitration, Kluwer Law International,
1999, p. 401.
18 Conejero Roos, Cristian, “Análisis compa-
rativo de la influencia de la Ley Modelo de la
Cnudmi en Latinoamérica”, En: Revista Inter-
nacional de Arbitraje, N.° 4, Enero-Junio 2006,
Ed. Legis, Bogotá, p. 54.
19 Cfr. Companhia Paranaense de Energia v. UEG
Araucária Ltda. 15 de marzo del 2004, juez
Josély Dittrich. Juzgado Tercero de finanzas
públicas de Curitiba.
Actualidad Civil 289
 Actualidad
Civil Arbitraje
causas pendientes ante el órgano jurisdic-
cional ni interferir en el ejercicio de sus
funciones”. Este avocamiento indebido
recogido en la Constitución, define la
prohibición a cualquier autoridad de
avocarse20 a otro proceso o causa que se
encuentre en competencia de un órgano
jurisdiccional.
IMPORTANTE
Corresponderá al árbitro decidir
en un primer momento resolver el
fondo de la controversia, e incluso
el juez tendrá la obligación de re-
mitir a arbitraje en caso alguna de
las partes haya puesto en su conoci-
miento la causa. Luego que el árbi-
tro emita un laudo, corresponderá
al juez analizar la nulidad cuando
corresponda o bien su ejecución.
Este principio es conocido como el
principio de no-interferencia21, el cual
ha sido particularmente fundamental
para reconciliar la relación entre árbitros
20 Sobre el avocamiento indebido el Tribunal
Constitucional ha referido que “la figura del
avocamiento supone, por su propia naturaleza,
que se desplace al juez del juzgamiento de una
determinada causa y, en su lugar, el proceso se
resuelva por una autoridad distinta, cualquiera
sea su clase”. (Exp. N.° 1091-2002-HC/TC).
21 Cfr. Landa Arroyo, César, “El Arbitraje en la
Constitución de 1993 y en la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional”, En: Themis. Revista
de Derecho. Segunda Época, N.° 53, 2007, p.
36. Zolezzi Ibárcena, Lorenzo, “El Arbitraje
y su aparente collision con algunos principios y
derechos de la función jurisdiccional”. En: Com-
pilación de Ponencias del Congreso Internacional
de Arbitraje, Vol. 6. Biblioteca Castillo Freyre,
Palestra Editores, pp. 97-99.
290 Instituto Pacífico
y jueces, sobre todo la tensión generada
por la interferencia del Poder Judicial
en procesos arbitrales. Sobre el mismo
el Tribunal Constitucional ha tenido
oportunidad de señalar lo siguiente:
“[…] El reconocimiento de la jurisdicción
arbitral comporta la aplicación a los tribu-
nales arbitrales de las normas constitucio-
nales y, en particular, de las prescripciones
del artículo 139 de la de Constitución,
relacionadas a los principios y derechos
de la función jurisdiccional. Por ello, el
Tribunal considera y reitera la protección
de la jurisdicción arbitral, en el ámbito
de sus competencias, por el principio de
‹no interferencia› referido en el inciso 2)
del artículo constitucional antes citado,
que prevé que ninguna autoridad puede
avocarse a causas pendientes ante el órgano
jurisdiccional, ni interferir en el ejercicio de
sus funciones [...]”22.
Como adelantamos, consideramos
que el principio de no-interferencia es la
expresión del efecto negativo del princi-
pio Kompetenz-Kompetenz, el cual tiene
como contrapartida que una Corte que
se enfrenta a la cuestión de la existencia
o validez del acuerdo de arbitraje deberá
abstenerse de escuchar los argumentos de
fondo en materia de competencia de los
árbitros hasta que ellos mismos tengan
la oportunidad de hacerlo23.
22 Expediente N.° 6167-2005-PHC/TC, Caso
Cantuarias Salaverry, fs. 12.
23 Gaillard, Emmanuel y Yas Banifatemi,
“Negative effect of Competence-Competence:
The rule of priority in favour of the arbitrators”,
En: Enforcement of Arbitration Agreements and
International Arbitral Awards. The New York
Convention in Practice. Gaillard, Emmanuel
y Domenico Di Pietro (Eds.). Ed. Cameron
May, 2008, pp. 259-260.
Volumen 16 • Octubre 2015
 Doctrina práctica
En esa misma línea, el Tribunal mientras que el segundo disparo (second
Constitucional en el caso Cantuarias, shot), al juez.
dejó claramente establecido que la in- Esta interrelación entre el árbitro y el
tervención judicial se produce en un juez es complementaria y debe seguirse
momento ex post, restringiendo la po- en orden; corresponderá al árbitro resol-
sibilidad de la intervención judicial en ver en un primer momento el fondo de
procesos arbitrales: la controversia, e incluso el juez tendrá la
“[…] Este Tribunal reconoce la jurisdicción obligación de remitir a arbitraje en caso
del arbitraje y su plena y absoluta competen- de que alguna de las partes haya puesto
cia para conocer y resolver las controversias
sometidas al fuero arbitral, sobre materias en su conocimiento la causa. Luego que
de carácter disponible (artículo 1 de la Ley el árbitro emita un laudo, corresponderá
General de Arbitraje), con independencia al juez analizar la nulidad cuando corres-
jurisdiccional y, por tanto, sin intervención ponda o bien su ejecución.
de ninguna autoridad, administrativa o
judicial ordinaria. El control judicial, con- Con ello, debe quedar claro que la
forme a la ley, debe ser ejercido ex post, es
misión de los tribunales es la de mante-
decir, a posteriori, mediante los recursos de
ner la eficacia del arbitraje transfronterizo
apelación y anulación del laudo previstos en
la Ley General de Arbitraje24[…]”. y salvaguardar su legitimidad mediante la
corrección de los abusos que se puedan
Este doble control es explicado por generar26.
Herrmann a través de su “teoría de los
disparos”25. El primer disparo (first shot) 3. Referencias bibliográficas
—para conocer la validez del convenio Arrarte Arisnabarreta Ana María, “Apuntes
arbitral— le corresponde al árbitro; sobre la Ejecución de Laudos Arbitrales y
su Eficacia a Propósito de la Intervención
Judicial”, En: Revista Peruana de Derecho
24 Expediente N.° 6167-2005-PHC/TC, Fj. 12. de la Empresa: Arbitraje y Empresa, Vol. 56.
25 Herrmann, Gerald, “The Arbitration Agree- Lima, 2003.
ment as the Foundation of Arbitration and its Carbonneau, Thomas E. “Cases and Materials
Recognition by the Courts”, En: ICCA Bah- on Commercial Arbitration”. Volume One
rain Arbitration Conference, Kluwer Law and of the Adams&Reese legal Series, Juris Pu-
Taxation Publishers, 1993, p. 48. No obstante, blishing, 1997.
coincidimos con González de Cossío cuando Carbonneau, Thomas E, “At the crossroads
refiere que en realidad la “teoría de los disparos” of legitimacy and arbitral autonomy”, En:
se debe a una mala traducción del término Bepress Legal Series, Paper 1139, 2006
shot, que en estricto significa “disparo”, pero
Conejero Roos, Cristian, “Análisis compara-
coloquialmente significa “oportunidad”. Es esta
tivo de la influencia de la Ley Modelo de
última la acepción correcta para significar que
la Cnudmi en Latinoamérica”, En: Revista
son los jueces quienes tienen en una segunda
oportunidad la opción de revisar la validez del
convenio arbitral. Cfr. González de Cossío,
Francisco, “El principio compétence-compéten- 26 Carbonneau, Thomas E, “At the crossroads of
ce, revisitado”, p. 22. En: <www.gdca.com. legitimacy and arbitral autonomy”, En: Bepress
mx> Legal Series, Paper 1139, 2006, p. 15.

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 291

 Actualidad
Civil Arbitraje
Internacional de Arbitraje, N.° 4, Enero-
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Fouchard, Philippe, Gaillard, Emmanuel
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rule of priority in favour of the arbitrators”,
En: Enforcement of Arbitration Agreements
and International Arbitral Awards. The New
York Convention in Practice. Gaillard,
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una muerte anunciada”, En: <www.gdca.
com.mx>
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292 Instituto Pacífico
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Landa Arroyo, César, “El Arbitraje en la Cons-
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Leible, Stefan y Matthias Lehmann. “El arbi-
traje en Alemania”. En: Arbitraje y Justicia
en el siglo XXI. Barona Vilar, Silvia (Dir).
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bitral en la actualidad mexicana”. En: Lima
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Talero Rueda, Santiago. “La eficacia del pacto
arbitral en los negocios internacionales. Al-
cances del Artículo II. 3 de la Convención de
Nueva York”. En: Revista de Derecho N.° 38,
Universidad de los Andes, Junio de 2007
Volumen 16 • Octubre 2015
 I N S T I T U T O P A C Í F I C O

Suscripción
Julio 2015 - Junio 2016
Civil
CIVIL • PROCESAL CIVIL • REGISTRAL • INMOBILIARIO

Guido Alpa
EL CONTRATO
EN GENERAL

SOBRE LA OBRA
Esta obra, un clásico del derecho
italiano, contiene un profundo y
extenso análisis del contrato,
enfatizando en las construcciones
teóricas y definitorias pero sin
descuidar el estudio de las disposi-
ciones legales (formación y
elementos, efectos, la discapaci-
dad, la terminación, rescisión y
daños). Se enriquece también con
el examen de las disciplinas “espe-
ciales” en materia de contrato.

FICHA TÉCNICA
Formato: 17 x 24 cm
PRESENTACIÓN Tapa dura
DE LUJO EN Cosido y encolado

TAPA DURA Hot Melt

 Actualidad

Civil Arbitraje

DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica

Los (otros) criterios del Tribunal Constitucional

sobre el amparo arbitral tras el precedente
vinculante Exp. N.° 0142-2011-PA/TC

Federico G. Mesinas Montero*

Egresado de la maestría en Derecho Civil de la PUCP.

1. Introducción
2. Criterios jurisprudenciales que desarrollan el precedente
2.1. No revisión del fondo del laudo y temas específicos que no son objeto
de amparo arbitral
SUMARIO

2.2. Proceso de amparo de (o frente a) tercero que no es parte en el arbitraje

3. Criterios jurisprudenciales fuera del precedente
3.1. En el caso del amparo contra otras resoluciones arbitrales
3.2. En el caso del amparo contra resoluciones judiciales arbitrales
3.3. Prescripción del proceso de amparo arbitral
4. Conclusiones

1. Introducción amparo contra laudos, al haber esta-

En materia de procesos de amparo
contra laudos arbitrales rige hoy lo esta-
blecido como precedente vinculante por
el Tribunal Constitucional en la senten-
cia del Expediente N.° 0142-2011-PA/
TC (en adelante, el precedente). Este
precedente limitó considerablemente
la posibilidad de entablar procesos de
* Con todo aprecio y admiración, a Eugenia
Ariano.
blecido que el recurso de anulación de
laudo arbitral regulado en el Decreto
Legislativo N.º 1071 (en adelante, Ley
de Arbitraje) es una vía igualmente satis-
factoria (que el proceso de amparo) para
la tutela de derechos fundamentales1,
1 Así, en el fundamento 20.ª del precedente se dice
lo siguiente: “El recurso de anulación previsto
en el Decreto Legislativo N.º 1071, que norma
el arbitraje y, por razones de temporalidad, los
recursos de apelación y anulación para aquellos
procesos sujetos a la Ley General de Arbitraje

294 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015


sean estos de orden sustantivo o pro-
cesal2.
El precedente contempla solo tres
supuestos en lo que procedería plantear
un proceso de amparo contra laudos (en
estricto, en los que no podrá declararse
la improcedencia del amparo arbitral en
aplicación del numeral 2 del artículo 5
del Código Procesal Constitucional3).
(Ley N.º 26572) constituyen vías procedimen-
tales específicas, igualmente satisfactorias para
la protección de derechos constitucionales,
que determinan la improcedencia del amparo
de conformidad con el artículo 5, inciso 2),
del Código Procesal Constitucional, salvo las
excepciones establecidas en la presente senten-
cia”. Este criterio del Tribunal Constitucional
ha sido comentado (y criticado) en nuestro
trabajo: “Anulación de laudo arbitral. ¿Una vía
igualmente satisfactoria para la protección de
derechos constitucionales?”. En: Actualidad Ci-
vil N.°12, Instituto Pacífico, junio 2015, p. 74;
por lo que nos remitimos a las consideraciones
allí vertidas.
2 En el fundamento 20.b de la sentencia se indica
específicamente que no procede el proceso de
amparo para cuestionar laudos arbitrales que
vulneren el debido proceso o la tutela jurisdic-
cional efectiva: “De conformidad con el inciso
b) del artículo 63 del Decreto Legislativo N.º
1071, no procede el amparo para la protección
de derechos constitucionales aun cuando estos
constituyan parte del debido proceso o de la
tutela procesal efectiva. La misma regla rige para
los casos en que sea de aplicación la antigua Ley
General de Arbitraje, Ley N.° 26572”.
3 Código Procesal Constitucional
Artículo 5. Causales de improcedencia
No proceden los procesos constitucionales
cuando: […]
2. Existan vías procedimentales específicas,
igualmente satisfactorias, para la protección
del derecho constitucional amenazado o
vulnerado, salvo cuando se trate del proceso
de hábeas corpus.
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
RESUMEN
Con posterioridad al establecimiento del
importante precedente vinculante sobre
los casos de procedencia del amparo ar-
bitral (Exp. N.° 0142-2011-PA/TC), el
Tribunal Constitucional ha emitido un
gran número de sentencias y otras reso-
luciones que han desarrollado los diver-
sos aspectos del precedente, o que han
fijado nuevos criterios jurisprudenciales
sobre el amparo arbitral, en especial
cuando el amparo se dirige contra una
resolución arbitral distinta del laudo.
Este importante panorama aplicativo
es mostrado y explicado por el autor en
este exhaustivo trabajo, tema que hasta
el momento no había sido objeto de un
estudio similar y que resulta fundamen-
tal para conocer todos los supuestos en
que los arbitrajes pueden ser objeto de
procesos de amparo.
(Decreto Legislativo N.º 1071/ Código
Procesal Constitucional, art. 5/Ley Ge-
neral de Arbitraje N.º 26572)
PALABRAS CLAVE
Laudo arbitral / Prescripción del proceso
de amparo / Recurso de anulación arbi-
tral / Amparo arbitral
Recibido: 12/10/15
Aceptado: 12/10/15
Publicado online: 03/11/2015
Estos son los siguientes: a) cuando con
el laudo se vulnere un precedente (vin-
culante) del Tribunal Constitucional,
b) cuando el árbitro haya efectuado un
control difuso de una norma que antes
fue declarada constitucional (por el Tri-
bunal Constitucional o judicialmente),
Actualidad Civil 295
 Actualidad

Civil Arbitraje
y, c) que el proceso de amparo lo plantee
IMPORTANTE
un tercero (ajeno al arbitraje) afectado
constitucionalmente por el laudo4. El tratamiento del amparo arbitral
En los dos primeros supuestos se no se agota con lo señalado en el
requerirá además que el accionante precedente. El Tribunal Constitu-
cional ha dictado varias otras reso-
previamente haya reclamado el tema luciones o sentencias que han desa-
en cuestión ante el árbitro (y que, por rrollado los alcances del precedente
supuesto, el reclamo haya sido desesti- fijado, o que —y he aquí lo rele-
mado) como una forma de agotamiento vante— se han referido a temas no
de la vía previa. Pero en ningún caso, el contemplados estrictamente en él.
proceso de amparo debería implicar la
revisión del fondo de lo resuelto en el Adicionalmente, en el precedente
arbitraje .5 en análisis se regulan específicamente
los siguientes (otros) aspectos: a) una
4 Fundamento 21 del precedente: “No podrá de- causal de improcedencia del proceso de
clararse la improcedencia del amparo arbitral por amparo cuando se quiera cuestionar la
aplicación del artículo 5 inciso 2) del Código Pro- falta de convenio arbitral6; b) una causal
cesal Constitucional, en los siguientes supuestos:
a) Cuando se invoca la vulneración directa o de recurso de anulación de laudo en caso
frontal de los precedentes vinculantes estableci- la materia del arbitraje tenga que ver con
dos por el Tribunal Constitucional. b) Cuando derechos fundamentales de carácter in-
en el laudo arbitral se ha ejercido control difuso
sobre una norma declarada constitucional por
disponible o no sea posible negociación
el Tribunal Constitucional o el Poder Judicial, alguna ; c) los efectos del proceso de
7

según corresponda, invocándose la contraven-

ción al artículo VI del Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional. c) Cuando el
amparo sea interpuesto por un tercero que no
forma parte del convenio arbitral y se sustente
en la afectación directa y manifiesta de sus
derechos constitucionales a consecuencia del
laudo pronunciado en dicho arbitraje, salvo que
dicho tercero esté comprendido en el supuesto
del artículo 14 del Decreto Legislativo N.º 1071.
En el caso de los supuestos a) y b) del presente
fundamento, será necesario que quien se consi-
dere afectado haya previamente formulado un
reclamo expreso ante el tribunal arbitral y que
este haya sido desestimado, constituyendo tal
reclamo y su respuesta, expresa o implícita, el
agotamiento de la vía previa para la procedencia
del amparo […]”.
5 Fundamento 21 (último párrafo): “La sentencia
que declare fundada la demanda de amparo por
alguno de los supuestos indicados en el presente
fundamento, puede llegar a declarar la nulidad
del laudo o parte de él, ordenándose la emisión
de uno nuevo que reemplace al anterior o a la
parte anulada, bajo los criterios o parámetros
señalados en la respectiva sentencia. En ningún
caso el juez o el Tribunal Constitucional podrá
resolver el fondo de la controversia sometida a
arbitraje”.
6 Fundamento 20.c: “Es improcedente el amparo
para cuestionar la falta de convenio arbitral. En
tales casos la vía idónea que corresponde es el
recurso de anulación, de conformidad con el
inciso a) del artículo 63 del Decreto Legislativo
N.º 1071; o el recurso de apelación y anulación
si correspondiera la aplicación del inciso 1 del
artículo 65 e inciso 1 del artículo 73 de la Ley
N.º 26572, respectivamente”.
7 Fundamento 20.d: “Cuando a pesar de haberse
aceptado voluntariamente la jurisdicción arbi-
tral, las materias sobre las que ha de decidirse
tienen que ver con derechos fundamentales de

296 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015


amparo mal interpuesto (improcedente)
respecto del plazo de prescripción del
recurso de anulación arbitral (no suspen-
sión ni interrupción)8; d) la posibilidad
de presentar un amparo —del tipo am-
paro contra resolución judicial— contra
lo resuelto en el proceso judicial de im-
pugnación (anulación) de laudo arbitral9;
y, e) se instituye una regla sobre la forma
cómo los árbitros pueden efectuar un
control difuso constitucional10.
carácter indisponible o que no se encuentran
sujetas a posibilidad de negociación alguna,
procederá el recurso de anulación (Decreto
Legislativo que norma el Arbitraje, artículo 63
[incisos “e” y “f”]) o los recursos de apelación
y anulación (Ley General de Arbitraje, respec-
tivamente, artículos 65 [inciso 1] y 73 [inciso
7]), siendo improcedente el amparo alegándose
el mencionado motivo (artículo 5, inciso 2, del
Código Procesal Constitucional)”.
8 Fundamento 20.e: “La interposición del am-
paro que desconozca las reglas de procedencia
establecidas en esta sentencia no suspende ni in-
terrumpe los plazos previstos para demandar en
proceso ordinario el cuestionamiento del laudo
arbitral vía recurso de anulación y/o apelación
según corresponda”.
9 Fundamento 20.f: “Contra lo resuelto por el
Poder Judicial en materia de impugnación de
laudos arbitrales solo podrá interponerse pro-
ceso de amparo contra resoluciones judiciales,
conforme a las reglas del artículo 4 del Código
Procesal Constitucional y su desarrollo jurispru-
dencial”.
10 Fundamento 26: “El control difuso de la juris-
dicción arbitral se rige por las disposiciones del
artículo VI del Título Preliminar del Código
Procesal Constitucional y la jurisprudencia vin-
culante dictada por este Tribunal Constitucional
sobre el control difuso. Solo podrá ejercerse el
control difuso de constitucionalidad sobre una
norma aplicable al caso de la que dependa la
validez del laudo arbitral, siempre que no sea
posible obtener de ella una interpretación con-
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
El tratamiento del amparo arbitral, sin
embargo, no se agota con lo señalado en
el precedente. Tras haberse emitido este
pronunciamiento, el Tribunal Constitu-
cional ha dictado muchas otras resolu-
ciones o sentencias que han desarrollado
los alcances de los diferentes aspectos
del precedente fijado, o que —y he aquí
también lo relevante— se han referido a
temas no contemplados estrictamente en
él. Estos criterios, por lo tanto, deben ser
conocidos para entender a cabalidad los
actuales alcances generales del proceso de
amparo sobre arbitrajes en nuestro medio.
Ello implicará analizar, entonces, no
solo los casos de un amparo presentado
frente a un laudo arbitral (en adelante,
amparo contra laudo arbitral) y sus
efectos, sino también los que se planteen
tanto contra otras resoluciones emitidas
por el árbitro dentro del procedimiento
arbitral (en adelante, amparo contra otras
resoluciones arbitrales), como contra
las resoluciones judiciales emitidas al
presentarse y/o tramitarse un recurso
de anulación de laudo o en ejecución
judicial de este último (en adelante,
amparo contra resoluciones judiciales
arbitrales). Se observará así que existen
supuestos jurisprudenciales de proceden-
cia de un amparo arbitral (término con
el que en adelante hacemos alusión al
cuestionamiento general de los arbitrajes
vía procesos de amparo) diferentes de
los señalados en el precedente, aunque
forme a la Constitución y además, se verifique
la existencia de un perjuicio claro y directo
respecto al derecho de alguna de las partes”.
Actualidad Civil 297
 Actualidad

Civil Arbitraje
generalmente no incidan en estricto incluye los casos en que una resolución
(directamente) sobre el laudo arbitral. determina que un asunto específico
Este panorama jurisprudencial es el planteado no calza en alguno de los
que desarrollamos en adelante. Clasifi- supuestos de procedencia del amparo
camos los criterios jurisprudenciales del arbitral fijados.
Tribunal Constitucional en dos grupos:
aquellos que desarrollan aspectos direc- IMPORTANTE
tamente contemplados en el precedente
y aquellos que tratan aspectos nuevos11. Al no estar regulado en la Ley de
Se hará además una indicación específica Arbitraje el otrora existente recurso
cuando la sentencia (resolución o auto) de apelación, no existe forma algu-
haya sido emitida por la conformación na de impugnar los aspectos sus-
tantivos del laudo. Con ello, este
actual del Tribunal Constitucional12, último detenta una firmeza mucho
por lo que de no haber tal indicación, se mayor que la de las sentencias ju-
entenderá que el criterio corresponde a diciales.
la conformación anterior del tribunal , 13

con participación total o parcial de los

2.1. No revisión del fondo del laudo y
magistrados integrantes, según sea el caso.
temas específicos que no son objeto
de amparo arbitral
2. Criterios jurisprudenciales que desa-
rrollan el precedente Como se ha indicado, el precedente
ha dejado establecido que al dirimir un
Las temáticas tratadas en las resolu- amparo arbitral en ningún caso el juez
ciones del Tribunal Constitucional que o el Tribunal Constitucional podrá re-
abordamos a continuación versan sobre solver sobre el fondo de la controversia
algunos de los aspectos establecidos en el objeto del arbitraje. A esto se agrega que
precedente, reafirmándose o haciéndose el recurso judicial de anulación de lau-
desarrollos adicionales relevantes de los do arbitral legalmente tampoco puede
criterios aplicativos allí recogidos. Esto incidir sobre el fondo de la controversia
arbitral14.
11 Las referencias a los expedientes de donde
provienen los criterios jurisprudenciales reco-
pilados irán acompañadas de las siglas STC, 14 Decreto Legislativo N.º 1071, Ley que norma
RTC o ATC, según se trate de una sentencia, el arbitraje
resolución o auto del Tribunal Constitucional; Artículo 62.- Recurso de anulación. […]
respectivamente. 2. El recurso se resuelve declarando la validez
12 Magistrados: Blume Fortini, Espinoza-Saldaña, o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo
Ledesma Narváez, Miranda Canales, Ramos responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo
Núñez, Sardón de Taboada y Urviola Hani. de la controversia o sobre el contenido de la
13 Magistrados: Mesías Ramírez, Álvarez Miranda, decisión o calificar los criterios, motivaciones
Eto Cruz, Calle Hayen, Beaumont Callirgos, o interpretaciones expuestas por el tribunal
Vergara Gotelli y Urviola Hani. arbitral.

298 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015


Todo ello, sin duda, da a los laudos
una cuestionable firmeza en cuanto al
fondo de lo resuelto, pues al no estar
regulado en la Ley de Arbitraje el otrora
existente recurso de apelación —y salvo
que este sea pactado por las partes en el
convenio o reglamento arbitral—, no
existe forma alguna de impugnar los
aspectos sustantivos del laudo. Con ello,
este último detenta una firmeza mucho
mayor que la de las sentencias judiciales,
las que de por sí y sobre la base de la
garantía de la doble instancia, pueden
siempre ser objeto de alguna forma de
impugnación regular, salvo (en teoría) a
nivel supremo15.
El Tribunal Constitucional ha reafir-
mado esta imposibilidad del cuestiona-
miento del fondo de los arbitrajes, por
ejemplo, en la STC Exp N.° 00506-2012-
PA/TC (fundamento 20):
“Sin perjuicio de lo ya anotado, y aten-
diendo a la particularidad de lo esgrimido
en el presente caso, este Tribunal tiene a
bien precisar que no constituye objeto de
la demanda de anulación de laudo arbitral,
ni tampoco del ‘amparo contra resolución’
recaída en el trámite de una demanda de
anulación de laudo arbitral, la revisión de
fondo de lo decidido por los árbitros en
un laudo arbitral (como por ejemplo: la
procedencia del pago de una indemnización
por incumplimiento contractual), sino
que por el contrario ambos mecanismos
buscan controlar y, en su caso, verificar el
cumplimiento de determinadas exigencias
15 Aunque en nuestro medio, y de forma por demás (necesario para adoptarse una decisión)
cuestionable, las sentencias en casación supre- sino solo votos singulares, dada la dife-
mas pueden ser cuestionadas también a través
de un proceso de amparo, incluso respecto al rencia de criterios observada en lo dicho
fondo de lo resuelto.
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
legales y/o constitucionales inherentes a
todo proceso arbitral”.
De ordinario, además, el Tribunal
Constitucional rechaza amparos arbitra-
les en los que observa que el recurrente
indirectamente cuestiona y/o busca
revertir lo resuelto de fondo por el lau-
do. En este sentido, véase por ejemplo
la STC Exp. N.º 01439-2013-PA/TC
(fundamento 17):
“Ya entrando al fondo del asunto, conviene
precisar que si bien mediante el proceso
de amparo de autos se cuestiona, además
del laudo arbitral, la resolución judicial de
fecha 22 de junio de 2009, que desestimó
el recurso de anulación interpuesto contra el
laudo arbitral emitido; de la demanda fluye
que no se cuestiona de suyo dicha decisión
judicial, sino los criterios contenidos en el
propio laudo arbitral, lo cual, conforme
quedó expuesto en el considerando 6,
supra, resulta improcedente” (resaltado
nuestro).
Un caso interesante a tenor de los
aspectos en él desarrollados, puede verse
en la RTC Exp. N.° 02911-2010-PA/
TC. Se trató de un amparo contra reso-
luciones judiciales arbitrales planteado
contra una sentencia judicial que decla-
ró infundado un recurso de anulación
de laudo, en el que el recurrente argu-
mentó que a efectos de emitir el laudo
no hubo deliberación por parte de los
árbitros integrantes del tribunal arbi-
tral; en otros términos, que en estricto
no existió un fallo votado en mayoría
por cada árbitro.
Actualidad Civil 299
 Actualidad
Civil Arbitraje
Para el Tribunal Constitucional, sin
embargo, no era posible observar afecta-
ción de derechos constitucionales alguna
en esa supuesta falta de deliberación,
porque las deliberaciones de los árbitros
son de por sí secretas. Adicionalmente,
señaló que el asunto ya había sido dis-
cutido a nivel judicial —pues lo que se
cuestionaba era justamente la sentencia
que desestimó el recurso de anulación
de laudo— y que sí se habría probado
la existencia de una decisión en mayoría.
Consideró, por ello, que el amparo pre-
sentado apuntaba a cuestionar el laudo
en sí y no algún tipo de violación consti-
tucional (procesal) producida en el pro-
ceso judicial anulatorio. Aquí lo señalado
en la RTC Exp. N.° 02911-2010-PA/TC
(fundamentos 4, 5, 9 y 10):
“Que el Trigésimo Noveno Juzgado Civil
de Lima, mediante resolución de fecha 30
de diciembre del 2008, declaró infundada
la demanda por considerar que la empresa
recurrente no señala en qué forma la su-
puesta falta de deliberación de los árbitros le
habría producido menoscabo a su derecho
de defensa; que fue la propia recurrente
quien originó los sucesivos pronunciamien-
tos del Tribunal Arbitral; que el Tribunal
Arbitral dejó establecido que se produjo una
votación por mayoría, lo que se desprendía
de los votos individuales emitidos por los
árbitros, y que el Laudo fue emitido dentro
del plazo legal.
Que la Sexta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima, mediante resolución
de fecha 29 de enero del 2010, confirmó
la apelada por considerar que las delibera-
ciones de los árbitros son secretas, y que la
decisión del Laudo Arbitral puede adoptarse
en mayoría –a falta de unanimidad– con
los votos de los árbitros que intervienen;
300 Instituto Pacífico
agregando que los árbitros Zolezzi y Vidal
han coincidido en declarar infundada la
demanda arbitral.
Que en el caso concreto se advierte que
la empresa recurrente interpuso ante el
Poder Judicial el correspondiente recurso
de anulación […], el cual fue declarado
infundado, apreciándose, además, no solo
que persiste en cuestionar el laudo arbitral
en sí mismo, y no lo resuelto por el Poder
Judicial, sino que no se observa que se
haya vulnerado de modo manifiesto algún
derecho fundamental.
Que en consecuencia y advirtiéndose que
la pretensión de la empresa recurrente y
el sustento de su demanda, que consta en
los Considerandos N.os 1 y 2, supra, no se
encuadran en los supuestos de procedencia
del amparo arbitral que con calidad de
precedente vinculante han sido establecidos
por este Tribunal en la sentencia recaída en
el Expediente N.º 00142-2011-PA/TC, la
demanda debe ser desestimada”.
De otro lado, recientemente el Tri-
bunal Constitucional ha reafirmado que
el cuestionamiento de la competencia
del árbitro o tribunal arbitral no puede
ser objeto de un amparo arbitral, al no
estar ello contemplado como causal en el
precedente. Tal asunto, por lo tanto, debe
dilucidarse al interior del procedimiento
arbitral, criterio que —por lo demás— se
condice con la regla Kompetenz-Kom-
petenz: el árbitro tiene autoridad para
resolver las cuestiones relacionadas con
su competencia.
Al resolver el caso, el tribunal tam-
bién tomó en cuenta que las problemáti-
cas competenciales arbitrales constituyen
una causal del recurso judicial de anula-
ción de laudo (que según el precedente
esta es una vía igualmente satisfactoria de
Volumen 16 • Octubre 2015

tutela constitucional). Aquí lo señalado
en la RTC Exp. N.º 03547-2013-PA/
TC (fundamento 6):
“Que conforme a lo expresado, la pretensión
del recurrente cuestiona la competencia tan-
to del Centro al que acudió la empresa […]
como la del Tribunal de Arbitraje del Colegio
Nacional de Conciliadores Extrajudiciales
del Perú; no obstante lo expuesto, ello no
forma parte de las excepciones establecidas
en el precedente vinculante antes citado;
más aún, corresponde que en el propio pro-
ceso arbitral, las partes puedan cuestionar la
propia competencia del Tribunal Arbitral,
y dicho cuestionamiento, en aplicación del
artículo 63.1.b del Decreto Legislativo N.º
1071, constituye una causal de anulación
que puede ser discutida en sede ordinaria”.
En cuanto al cuestionamiento de
la existencia del convenio arbitral, la
STC Exp. N.° 03928-2011-PA/TC ha
reafirmado la causal de improcedencia
del amparo arbitral sobre el particular
contenida en el precedente (fundamen-
to 20.c). Indica así que el asunto debe
dilucidarse al interior del procedimiento
arbitral y ser cuestionado luego —de ser
el caso— a través del recurso judicial de
anulación de laudo. Véase lo señalado en
esta sentencia (fundamento 5):
“Que siendo esto así corresponde que el
reclamo de los recurrentes sobre la inexis-
tencia del convenio arbitral sea formulado
dentro del propio proceso arbitral en
trámite, según las reglas contenidas en el
mencionado Decreto Legislativo N.º 1071,
y no en un proceso de amparo como el de
autos. Incluso una vez emitido el laudo,
los recurrentes podrían formular el mismo
reclamo a través del recurso de anulación del
laudo, pero no en un proceso de amparo,
como expresamente señala el artículo 63,
inciso 1.a, de dicho Decreto Legislativo, y
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
el citado precedente vinculante contenido
en el fundamento 20.c de la STC 142-
2011-PA/TC”.
IMPORTANTE
Aunque las cláusulas arbitrales en la
contratación pública tienen eficacia
entre las partes (entidades) contra-
tantes, en aplicación del criterio del
Tribunal Constitucional no incidi-
rán sobre las facultades de control
de otros órganos del Estado, en par-
ticular, de la Controlaría General
de la República.
Finalmente, en la STC Exp. N.° 04797-
2011-PA/TC se resolvió un atípico
caso en el que la parte de un arbitraje
cuestionó la constitucionalidad tanto
de la resolución del tribunal arbitral que
desestimó su pedido de que se le brinde
información sobre si la otra parte había
efectuado el pago de su cuota corres-
pondiente de gastos arbitrales; como
de la que dio por concluido y archivó
el arbitraje. El Tribunal Constitucional,
sin embargo, rechazó el amparo arbitral
planteado por la (obvia) razón de que
carecen de relevancia constitucional los
asuntos vinculados al pago de servicios o
gastos arbitrales. Aquí lo señalado en la
resolución citada (fundamentos 1 y 5):
“Que con fecha 13 de octubre de 2010 el
recurrente interpone demanda de amparo
contra […], en su calidad de integrantes del
Tribunal Arbitral del Caso N.º 1614-07-
2009, a fin de que se declare la nulidad de
la Resolución N.º 4, que declara improce-
dente su solicitud de que se le informe si la
parte demandada ha efectuado el pago de la
segunda armada de los gastos arbitrales a su
Actualidad Civil 301
 Actualidad

Civil Arbitraje
cargo; y, de la Resolución N.º 5, que declara amparo arbitral en algunas resoluciones
la conclusión y el archivo del arbitraje, am- interesantes, aunque en algunos casos los
bas de fecha 16 de julio del 2010, expedidas
por el Tribunal Arbitral en el cuaderno prin-
criterios resolutivos pudieren considerar-
cipal del Caso Arbitral N.º 1614-07-2009. se debatibles.
Y, como pretensión accesoria, solicita que se En el ATC Exp. N.° 02291-2013-
declare la nulidad de la Resolución N.º 7,
de fecha 16 de julio de 2010, que declara el PA/TC, el Tribunal Constitucional (con-
archivo del cuaderno cautelar, y se ordene formación actual) consideró equivocado
a los árbitros demandados que cumplan que se declare la improcedencia in limine
con devolver los honorarios que les abonó de un proceso de amparo planteado por
por el proceso arbitral declarado indebida-
mente concluido. Invoca la vulneración de
una entidad no firmante de un convenio
sus derechos al debido proceso y a la tutela arbitral, que alegó la afectación de sus
jurisdiccional efectiva. derechos constitucionales por tener un
Que en ese sentido el Tribunal Constitu- interés en el resultado de un arbitraje
cional estima que a través del proceso de en el que no participó. A su criterio, un
amparo no es posible discutirse el pago de caso así exigía un pronunciamiento de
un servicio de arbitraje, de manera que, no
teniendo dicha pretensión incidencia en el fondo y no una declaración directa de
contenido constitucionalmente protegido de improcedencia (fundamentos 5 y 6 de
los invocados derechos al debido proceso y a la resolución):
la tutela jurisdiccional efectiva, la demanda
debe ser desestimada en aplicación del artícu- “Que en efecto, según dicha regla de pro-
lo 5.1 del Código Procesal Constitucional”. cedencia, no podrá declararse la improce-
dencia del amparo arbitral por aplicación
del artículo 5, inciso 2), en caso la demanda
2.2. Proceso de amparo de (o frente a) hubiera sido interpuesta por un tercero que
tercero que no es parte en el arbitraje no forme parte del convenio arbitral y se
sustente en la afectación directa y manifiesta
Conforme al precedente procede de sus derechos constitucionales a conse-
que un amparo arbitral lo interponga un cuencia del laudo pronunciado en dicho ar-
tercero que no forma parte del convenio bitraje, salvo que dicho tercero se encuentre
arbitral, sustentándose en la afectación comprendido en el supuesto del artículo 14
directa y manifiesta de sus derechos cons- del Decreto Legislativo N.º 1071.
titucionales a consecuencia del laudo Al respecto, el Tribunal estima pertinente
precisar que, en el laudo arbitral cuestiona-
pronunciado en el arbitraje. Se excluye el
caso en que el tercero esté comprendido Artículo 14.- Extensión del convenio arbitral.
en el supuesto del artículo 14 de la Ley El convenio arbitral se extiende a aquellos cuyo
de Arbitraje, referido a la extensión del consentimiento de someterse a arbitraje, según
convenio arbitral . El Tribunal Consti-
16 la buena fe, se determina por su participación
activa y de manera determinante en la negocia-
tucional ha desarrollado esta causal de ción, celebración, ejecución o terminación del
contrato que comprende el convenio arbitral o
al que el convenio esté relacionado. Se extiende
16 Decreto Legislativo N.º 1071, Ley que norma también a quienes pretendan derivar derechos
el arbitraje o beneficios del contrato, según sus términos.

302 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015


do, el Organismo Supervisor de la Inversión
en Infraestructura de Transporte de Uso
Público (Ositrán) denuncia la vulneración
de su derecho fundamental al debido pro-
ceso, en su manifestación de su derecho de
defensa, al impedírsele actuar en el mismo
no obstante tener un interés en el resultado
del litigio. Por lo tanto, es evidente que las
instancias judiciales precedentes al rechazar
in limine la presente demanda, han cometi-
do un error de apreciación que debe ser en-
mendado toda vez que la presente demanda
amerita un pronunciamiento de fondo”.
El caso en sí se vuelve polémico,
no obstante, en razón de lo señalado
en un voto singular por el magistrado
Sardón de Taboada, quien indica que
mediante carta el tribunal arbitral re-
quirió al recurrente su participación en
el procedimiento arbitral. Con ello, se
habrían dado las condiciones para que
el ahora demandante constitucional
participara en el arbitraje al que, según
él, no fue convocado (a no ser que por
alguna razón justificada no haya cono-
cido de la comunicación), de modo que
no podría alegar la violación de derecho
constitucional alguno. Véase lo señalado
por el magistrado Sardón (fundamento
6, voto singular):
“Sin embargo, el auto en mayoría consigna
una situación que, per se y liminarmente,
ameritaría declarar la improcedencia de la
demanda de amparo. Y es que en el funda-
mento 4 se señala que en el proceso arbitral
la participación de Ositrán ‘fue requerida
por el Colegiado Arbitral (Cfr. carta de
fecha 5 de mayo de 2010 obrante a fojas 4)’.
De ser cierta dicha afirmación, la demanda
de autos debería decaer, porque Ositrán, al
no participar en el proceso arbitral, a pesar
del requerimiento realizado por el Tribunal
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
Arbitral, habría consentido los agravios a
sus derechos constitucionales que ahora
reclama por la vía del amparo”.
Otros dos procesos de amparo
—uno resuelto en favor del demandante,
y el otro, en contra— dan luces sobre la
forma como el Tribunal Constitucional
ha reafirmado el hecho de que un tercero
no pueda ser afectado constitucional-
mente por lo resuelto en un laudo arbi-
tral. Ambos casos versan sobre el derecho
constitucional de propiedad.
El primero de ellos puede verse en
la STC Exp. N.° 03841-2012-PA/TC, y
tuvo repercusión mediática pues se trató
de un conflicto legal relacionado con el
conocido camal de Yerbateros. Dos em-
presas se sometieron a un arbitraje sobre
la administración judicial del menciona-
do inmueble, y el tribunal arbitral laudó
que una de ellas ceda a la otra la posesión
del bien. Ante esto, el accionista mayo-
ritario de la empresa obligada a ceder tal
posesión planteó un proceso de amparo
contra el laudo por considerar que este
afectaba su derecho de propiedad, en
tanto el bien en discusión era realmente
suyo y él no había participado como
parte en el arbitraje (intervino solo la
empresa a la que representaba).
El Tribunal Constitucional amparó
este pedido señalando que al no disponer
ya del uso y goce del inmueble en cues-
tión, el ahora demandante, quien acredi-
tó ser el propietario del bien, había visto
afectados sus derechos constitucionales
con el laudo. Y ello sin haber sido inclui-
do en el procedimiento arbitral en el que
Actualidad Civil 303
 Actualidad

Civil Arbitraje
se ordenó el traslado posesorio17. Véase así Dicho lo anterior, resulta evidente que en
lo señalado en la STC Exp. N.° 03841- el proceso arbitral seguido entre SACIP y
Flotal Construcciones Logística y Servicios
2012-PA/TC (fundamento 8): S.A.C. se ha resuelto sobre aspectos rela-
cionados a los derechos del demandante,
“En buena cuenta, los medios probatorios principalmente del derecho de propiedad,
mencionados demuestran fehacientemente en tanto que el laudo arbitral dispone de
que el demandante es el propietario del algunos de sus atributos (uso y goce) sin
inmueble objeto del acuerdo transaccional que el demandante haya formado parte
que integra el laudo arbitral que ahora se del convenio arbitral. En efecto, el deman-
cuestiona. Esto quiere decir que en el proceso
dante no es parte del convenio arbitral, ni
arbitral se dispuso aspectos que forman parte
del proceso arbitral, pero a pesar de ello se
del derecho de propiedad del demandante,
dispuso de algunos atributos de su derecho
por cuanto ya no va poder usar ni gozar del
de propiedad y se le pretende ejecutar los
inmueble ubicado en Av. Nicolás Ayllón
efectos del laudo arbitral, razones por las
N.os 1211, 1213, 1215, 1217 y 1219 Ate-
cuales corresponde estimar la demanda”.
Vitarte, ya que SACIP le entregó la posesión
de este a Flotal Construcciones Logística y
Servicios S.A.C., a pesar de que ella no es la
El segundo caso mencionado puede
propietaria. En tal sentido si los emplazados verse en la RTC Exp. N.° 03416-2012-
advirtieron que la decisión asumida iba tener PA/TC. Fue planteado por un agente
incidencia en los derechos del demandante, que alegaba ser propietario de una parcela
era obligación de los demandados emplazar agrícola que fue objeto de un proceso
y/o integrar al actor a efectos de que pueda
ejercer sus derechos al interior del proceso de expropiación y luego de un laudo
arbitral, garantizándose así su derecho al sobre esto último, pero surgido de un
debido proceso, esencialmente su derecho procedimiento arbitral en el que dicho
de defensa. recurrente no participó. Para el Tribunal
Constitucional, no obstante, el amparo
17 Este caso constitucional, sin embargo, nos ge- arbitral era improcedente en razón de que
nera alguna inquietud, porque de la lectura de el derecho de propiedad del recurrente no
la STC Exp. N.° 03841-2012-PA/TC pareciera estaba adecuadamente acreditado.
desprenderse que lo que se discutió en el proceso
arbitral no fueron aspectos vinculados al derecho Concretamente, el tribunal señaló
de propiedad del demandante, sino los estric- que “la titularidad del derecho de pro-
tamente relacionados con la administración piedad del recurrente sobre la parcela
judicial del bien, que –se entiende‒ ejercía una
de las empresas en conflicto, la que entonces –se […] resulta ‒por decir lo menos‒ con-
entendería también‒ ejercía legalmente la pose- trovertida o dudosa ante la existencia
sión del bien. El laudo luego dispuso la transfe- del proceso judicial que concluyó con
rencia de esa administración y/o posesión, esto
es, en afectación estricta de los derechos de esa la nulidad de asiento registral en el que
empresa y no del propietario demandante. Pero se publicitaba la supuesta propiedad del
ciertamente no podemos hacer una afirmación recurrente” (fundamento 6). Sin dudas
definitiva sobre el particular por no contar con un tercero que pretenda cuestionar en la
mayores detalles sobre el caso; en concreto, sobre
la situación jurídica del propietario (facultades vía expeditiva y sin etapa probatoria del
que ejercía) respecto del bien en cuestión. amparo un laudo ajeno, debe acreditar

304 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015


directa y suficientemente el derecho
que alega. No obstante, por fundarse en
aspectos probatorios, la desestimación
de la demanda debió hacerse aquí un
pronunciamiento de fondo.
IMPORTANTE
El Tribunal Constitucional emitió
dos resoluciones que viabilizaron
formas de amparo contra otras re-
soluciones arbitrales y por la misma
razón de fondo: la falta de un recur-
so que permita cuestionar (consti-
tucionalmente) una determinada
actuación en un arbitraje.
Finalmente, un caso jurídicamente
muy importante fue resuelto en la STC
Exp. N.° 05239-2011-PA/TC, no ha-
biéndose discutido allí si un tercero se
había visto afectado constitucionalmente
o no por un laudo arbitral, sino si un
convenio arbitral incluido en un contra-
to celebrado era oponible a un tercero;
pero ello en el ámbito de la contratación
púbica. El supuesto tercero, además, era
nada menos que la Contraloría General
de la República. El caso es de particular
relevancia porque incidió sobre las com-
petencias o márgenes de actuación de la
Contraloría General de la República para
reclamar daños y perjuicios a los contra-
tistas privados por los incumplimientos
de los contratos celebrados por el Estado,
los que legalmente pueden ser sometidos
a un arbitraje18. El criterio resolutivo fi-
18 Conforme al artículo 52 del Decreto Legislativo
N.º 1017, Ley de Contrataciones del Estado,
“las controversias que surjan entre las partes
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
jado resulta así aplicable a un sinnúmero
de casos o situaciones (contrataciones)
análogas.
En el caso concreto, en ejercicio de
sus atribuciones legales, la Contraloría
General de la República inició un pro-
ceso de responsabilidad civil por daños
y perjuicios contra un consorcio privado
que contrató con una entidad del Estado
(Proyecto Especial Chavimochic, con-
trato de supervisión de obra). Según se
dijo en la demanda, ambos contratantes
incumplieron con sus obligaciones con-
tractuales, lo que justificaba la pretensión
resarcitoria planteada19. El consorcio
demandado, sin embargo, interpuso en
este proceso una excepción de convenio
arbitral, alegando que en el contrato
celebrado existía una cláusula en virtud
de la cual toda controversia contractual
debía ventilarse en un arbitraje y no judi-
cialmente. Esta excepción fue finalmente
sobre la ejecución, interpretación, resolución,
inexistencia, ineficacia, nulidad o invalidez del
contrato, se resolverán mediante conciliación o
arbitraje, según el acuerdo de las partes […]”.
19 Conforme al inciso d) del artículo 22 de la Ley
N.º 27785, Ley Orgánica del Sistema Nacional
de Control y de la Contraloría General de la
República, es atribución de esta última entidad
disponer el inicio de las acciones legales perti-
nentes ‒como lo es un proceso de responsabili-
dad por daños y perjuicios‒ “en los casos en que
en la ejecución directa de una acción de control
se encuentre daño económico o presunción de
ilícito penal”. Luego, entre las entidades que
pueden ser objeto de este control, según el
inciso g) del artículo 3 de la misma norma, se
encuentran “las entidades privadas, las entidades
no gubernamentales y las entidades internacio-
nales, exclusivamente por los recursos y bienes
del Estado que perciban o administren”.
Actualidad Civil 305
 Actualidad

Civil Arbitraje
desestimada por la judicatura, por lo que Este caso sienta un fundamental pre-
el consorcio inició luego el proceso de cedente sobre los límites de las cláusulas
amparo que analizamos. arbitrales en la contratación pública. Así,
El Tribunal Constitucional dio la aunque estas cláusulas tienen eficacia
razón finalmente a la judicatura, por entre las partes (entidades) contratantes,
lo que desestimó el amparo interpues- en aplicación del criterio jurisprudencial
to. En línea con la sentencia judicial en comentario no incidirán sobre las fa-
cuestionada por el recurrente, consi- cultades de control de otros órganos del
deró que la Contraloría General de la Estado, en particular, de la Controlaría
República es un órgano con autonomía General de la República. No puede ha-
constitucional y competencia para blarse aquí entonces de una extensión del
ejecutar las acciones de control y otras convenio arbitral (cual artículo 14 de la
Ley de Arbitraje) a otros órganos estatales
que correspondan a sus competencias,
(constitucionalmente autónomos), o por
y por lo mismo no le serían oponibles
lo menos no en este caso específico, aun
los arbitrajes aplicables en las contrata-
cuando el Estado sea jurídicamente uno
ciones estatales. Véase así lo señalado en
solo y hubiere suscrito el convenio arbitral
la STC Exp. N.° 05239-2011-PA/TC
a través de uno de sus órganos o entidades.
(fundamento 10):
“Por otro lado, es de resaltar que la resolu- 3. Criterios jurisprudenciales fuera del
ción de vista cuestionada, para confirmar precedente
la desestimación de la excepción deducida
y disponer que el proceso indemnizatorio Desarrollamos en esta parte algunos
promovido debe continuar con su trámite, nuevos criterios establecidos jurispruden-
se fundamenta en el artículo 82 de la norma cialmente por el Tribunal Constitucional
fundamental, que reconoce la autonomía
sobre el amparo contra otras resoluciones
de Contraloría General de la República y
su especial competencia de control y su- arbitrales, el amparo contra resoluciones
pervisión de la legalidad de la ejecución del judiciales arbitrales y la prescripción
Presupuesto del Estado, de las operaciones del amparo arbitral. En estos tres casos
de la deuda pública y de los actos de las hablamos de criterios resolutivos que
instituciones sujetas a control.
desarrollan aspectos no contemplados
Consecuentemente, se verifica también que directamente en el precedente no obstante
las decisiones adoptadas se encuentran debi-
damente sustentadas, ya que exteriorizan las ser posteriores a este último y de ahí que
razones por las cuales los emplazados llegaron los califiquemos como “nuevos”.
a la conclusión de que la demandante osten-
taba legitimidad para promover el proceso 3.1. En el caso del amparo contra otras
indemnizatorio observado y se explicitan los resoluciones arbitrales
motivos por los cuales no resultaba oponible
a esta el convenio arbitral en que se sustenta Un tema central de nuestro análisis en
la excepción desestimada”. este trabajo es la posibilidad del amparo

306 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Doctrina práctica
contra otras resoluciones arbitrales. Este 2013-PA/TC, el Tribunal Constitucional
asunto no ha sido desarrollado directa o confirmó el criterio de la improcedencia
expresamente en el precedente, pero el Tri- del amparo contra otras resoluciones
bunal Constitucional se ha pronunciado arbitrales. Una empresa había cuestio-
sobre él con posterioridad y en más de una nado la constitucionalidad de la insta-
ocasión. En este sentido, ¿es hoy posible lación de un tribunal arbitral (materia
iniciar un proceso de amparo contra una laboral) y, por lo mismo, de todas las
resolución arbitral que no sea el laudo? resoluciones arbitrales emitidas por este
Como se ha explicado, conforme último, sin que se hubiere dictado aún
al precedente solo hay tres causales de laudo alguno. El Tribunal Constitucional
procedencia del amparo arbitral, de cuya consideró improcedente la demanda de
lectura puede surgir la duda de si nece- amparo en razón —justamente— de
sariamente la resolución objeto de cues- que ninguna de las resoluciones cues-
tionamiento debe ser un laudo arbitral, tionadas era un laudo arbitral. Véase
aunque la intención pareciere ser esa. Ello así el fundamento 4 de la STC Exp.
porque si bien en la segunda y tercera de N.° 06001-2013-PA/TC:
dichas causales se alude expresamente a “Que de la demanda se aprecia que esta no
la posibilidad de cuestionar únicamente se encuentra en alguno de los mencionados
laudo arbitrales, en la primera de ellas supuestos de excepción para la procedencia
—vulneración directa o frontal de los del amparo, pues la Empresa recurrente
pretende, a través de ella, la revisión de
precedentes vinculantes establecidos por resoluciones arbitrales que decretaron la
el Tribunal Constitucional— no se hace procedencia el arbitraje potestativo iniciado
esa mención. Por lo mismo, tal criterio por el Sindicato […] las cuales no consti-
solo podía desprenderse de una interpre- tuyen propiamente un laudo arbitral, y
tación (visión) integral del precedente, en por lo tanto no resultan susceptibles de ser
cuestionadas a través del amparo, sino al
tanto la regla general es que el recurso de interior del propio proceso arbitral y ante
anulación es una vía igualmente satisfac- el Tribunal Arbitral conformado a dicho
toria para la protección de los derechos efecto” (resaltado nuestro).
constitucionales vulnerados en el trámite A partir de esta sentencia, por lo
de un arbitraje; esto es, que el proceso de tanto, era posible desprender un criterio
amparo arbitral actuaría solo de forma interpretativo general sobre el amparo
residual o excepcional a los efectos del contra otras resoluciones arbitrales,
cuestionamiento del laudo, dejándose entendiéndose que este era, de plano,
por ende cualquier cuestión referida a improcedente. Sin embargo, posterior-
otras resoluciones arbitrales a los me- mente, el Tribunal Constitucional emitió
canismos o impugnaciones propios del dos resoluciones que definitivamente
arbitraje. variaron este panorama. En ambos casos,
En una primera sentencia posterior y aun cuando referidos a resoluciones
al precedente, la STC Exp. N.° 06001- arbitrales distintas, se viabilizaron formas

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 307

 Actualidad
Civil Arbitraje
de amparo contra otras resoluciones
arbitrales por la misma razón de fon-
do: la falta de un recurso que permita
cuestionar (constitucionalmente) una
determinada actuación en un arbitraje.
IMPORTANTE
Al decir hoy el Tribunal Consti-
tucional que el precedente abarca
solo el caso de procesos de amparos
contra laudos, se abre la posibilidad
futura de otros desarrollos (justifi-
cativos) jurisprudenciales sobre el
amparo contra otras resoluciones
arbitrales.
La primera de estas nuevas formas
de amparo arbitral —aunque hoy muy
excepcional— puede verse en la RTC
Exp. N.° 00144-2011-PA/TC. Es la
posibilidad de iniciar un amparo con-
tra una resolución arbitral de segunda
instancia que rechaza o deniega el re-
curso de apelación arbitral, en el caso de
procedimientos arbitrales seguidos con
la anterior (derogada) Ley General de
Arbitraje N.º 26572.
Conforme a la Ley General de Ar-
bitraje N.º 26572, contra los laudos
arbitrales procedía, por un lado, el
recurso de apelación (no regulado en la
actual Ley de Arbitraje), sea ante el Poder
Judicial o ante una segunda instancia
arbitral, siempre que ello hubiera sido
pactado o previsto reglamentariamente
por las partes; y asimismo el recurso de
anulación (ambos recursos considerados
por el precedente como vías igualmente
308 Instituto Pacífico
satisfactorias para la tutela de derechos
constitucionales). Sin embargo, estos re-
cursos legalmente solo podían plantearse
contra laudos arbitrales y no contra otras
actuaciones arbitrales.
En el caso de la RTC Exp. N.° 00144-
2011-PA/TC, el recurrente cuestio-
naba la resolución de un tribunal de
segunda instancia arbitral que declaró
improcedente, por extemporáneo, su
recurso de apelación contra el laudo
emitido en la primera instancia arbitral.
Por no ser un laudo, tal resolución de
improcedencia evidentemente no podía
ser objeto de un recurso de apelación
ni de anulación, pero tampoco de un
amparo arbitral de resolverse conforme
a la antes citada STC Exp. N.° 06001-
2013-PA/TC, es decir, que no pro-
ceden los procesos de amparo contra
resoluciones distintas del laudo. Aplicar
entonces este último criterio conducía
irremediablemente a la inexistencia de
un medio impugnatorio para cuestionar
constitucionalmente un auto de impro-
cedencia de un recurso de apelación
que, eventualmente, pudiere vulnerar
derechos constitucionales.
Teniendo en cuenta esta circunstan-
cia, el Tribunal Constitucional consideró
que en realidad existía un vacío en el
precedente, al no haberse abordado los
casos de denegatoria de impugnaciones al
interior de un procedimiento arbitral. En
tal sentido, y “a los efectos de no generar
indefensión o zonas exentas de control
constitucional vedadas por el Estado
constitucional de derecho”, estableció
Volumen 16 • Octubre 2015

un nuevo criterio aplicativo en virtud del
cual procede el proceso de amparo para
cuestionar una resolución arbitral que
deniega o rechaza el recurso de apelación;
en el fondo, una resolución arbitral que
no es un laudo. Véase así lo establecido
en RTC Exp. N.° 00144-2011-PA/TC
(fundamentos 15, 16 y 17):
“Que sin embargo, el precedente vincu-
lante no contempló el supuesto en el cual
la impugnación del laudo sea promovida
en la misma jurisdicción arbitral, inter-
poniéndose a dicho efecto el recurso de
apelación ante una segunda instancia
arbitral, situación que amerita redefinir
y/o precisar los alcances del precedente
vinculante establecido en la STC N.º
00142-2011-PA/TC, a los efectos de no
generar indefensión o zonas exentas de
control constitucional vedadas por el Estado
constitucional de derecho.
Que por este motivo, y en la misma lógica
de lo ya señalado en el precedente para la
impugnación de laudos arbitrales ante el Po-
der Judicial, es menester establecer que, en
los procedimientos arbitrales tramitados
durante la vigencia de la antigua Ley de
Arbitraje N.º 26572, ‘procede el inicio del
proceso de amparo contra particulares con-
tra lo resuelto en la Jurisdicción Arbitral
en materia de apelación ante la segunda
instancia arbitral, siendo que en estos casos
el objeto de control constitucional lo cons-
tituye la resolución arbitral que deniega
o rechaza el recurso de apelación, control
que deberá llevarse a cabo conforme a las
reglas del Código Procesal Constitucional
y su desarrollo jurisprudencial’.
Que es importante recalcar también que,
en situaciones como las descritas, esto es,
cuando se deniega o rechaza una impug-
nación en la jurisdicción arbitral, no existe
mecanismo recursivo alguno por promover,
ni siquiera el de anulación, pues este, según
el artículo 61 de la antigua Ley de Arbitraje,
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
solo procede contra los laudos arbitrales
dictados en una sola instancia o contra los
laudos arbitrales de segunda instancia; sien-
do que en este caso, a falta de pacto expreso
entre las partes, la misma ley dispuso la pro-
cedencia del recurso de apelación ante una
segunda instancia arbitral; sin embargo, el
laudo arbitral no fue confirmado, revocado
o modificado en dicha instancia, sino que
en ella tan solo se emitieron resoluciones
arbitrales que denegaron o rechazaron el
recurso de apelación, frente a las cuales no
cabe el recurso de anulación” (resaltados
nuestros).
La otra nueva forma de amparo con-
tra otras resoluciones arbitrales estableci-
da luego del precedente por el Tribunal
Constitucional (conformación actual),
puede verse en el recientemente emitido
ATC Exp. N.° 8448-2013-PA/TC. Esta
resolución abre aún más la posibilidad
de plantear un amparo contra otras re-
soluciones arbitrales, en concreto, contra
las resoluciones arbitrales emitidas en la
etapa de ejecución del laudo. Pero ade-
más es determinante para vislumbrar la
concepción que sobre el amparo arbitral
tiene el actual Tribunal Constitucional.
Aquí lo señalado en ella (fundamentos
11 y 12):
“Que, sin embargo, el referido preceden-
te vinculante no resulta aplicable a los
supuestos en los que, como ocurre en el
presente caso, el alegado agravio a los de-
rechos fundamentales proviene de resolu-
ciones arbitrales distintas al laudo arbitral,
concretamente de resoluciones arbitrales
expedidas en la fase de ejecución del laudo
arbitral. Asimismo, conviene destacar que,
en situaciones como la aquí descrita, esto
es, cuando se emite una resolución arbitral
que desconoce, incumple, desnaturaliza o
inejecuta el laudo arbitral emitido, no existe
Actualidad Civil 309
 Actualidad

Civil Arbitraje
mecanismo recursivo alguno por promo- reales del criterio fijado en el ATC
ver, toda vez que el recurso de anulación, Exp. N.° 8448-2013-PA/TC, pues
según la norma de arbitraje, solo procede
contra los laudos arbitrales.
al señalar el Tribunal Constitucional
Que por ello, sobre la base de los funda-
que “el […] precedente vinculante
mentos que subyacen para la impugnación no resulta aplicable a los supuestos
en los que […] el alegado agravio a
de laudos arbitrales ante el Poder Judicial,
es posible sostener que procede el proceso los derechos fundamentales proviene
de amparo para cuestionar las resoluciones de resoluciones arbitrales distintas al
arbitrales, distintas al laudo, expedidas por
el Tribunal Arbitral en fase de ejecución laudo arbitral”, pareciera estarse fijan-
del laudo arbitral, siempre que se trate dedo una regla de procedencia general
una resolución que carezca de sustento del amparo contra otras resoluciones
normativo o sea emitida con manifiesto arbitrales, esto es, contra toda resolu-
agravio a los derechos fundamentales, caso ción arbitral distinta del laudo. Ello
contrario, será declarado improcedente.
En estos casos el objeto de control consti-en tanto, como se ha dicho, sería un
tema no tratado por el precedente. El
tucional lo constituye la resolución arbitral
que desconoce, incumple, desnaturaliza o criterio luego sería diametralmente
inejecuta el laudo arbitral. Dicho control opuesto al contenido en la antes citada
deberá llevarse a cabo conforme a las reglas
del Código Procesal Constitucional y la
RTC Exp. N.° 00144-2011-PA/TC y,
jurisprudencia constitucional” (resaltados por tanto, un cambio de perspectiva
nuestros). sobre los alcances del amparo arbitral.
Lo primero que debe destacarse de En suma, el amparo procedería tanto
este criterio es la razón alegada para esta contra laudos como contra otras reso-
nueva forma de amparo arbitral, que no luciones arbitrales.
es ya —en estricto— la existencia de un Empero, cabe también una inter-
vacío en el precedente (como se dijo en pretación diferente de lo señalado en
el caso anterior), sino simplemente que el ATC Exp. N.° 8448-2013-PA/TC:
el precedente no habría tenido como la regla de procedencia del amparo
objetivo (no fue su finalidad) regular el contra otras resoluciones arbitrales allí
cuestionamiento constitucional de reso- establecidas se restringe a los supuestos
luciones arbitrales distintas de los laudos en los que no exista forma de impug-
(o sea, que nunca proscribió el amparo nar constitucionalmente la resolución
contra otras resoluciones arbitrales). en cuestión, como en el caso de las
En ese sentido, el precedente regularía resoluciones emitidas por un árbitro
solo parcialmente la figura del amparo en la etapa de ejecución del laudo.
arbitral, esto es, restringiéndose a los Ello porque del texto arriba transcrito
casos en los que la resolución objetada puede desprenderse que el justificativo
sea un laudo. determinante para permitir el amparo
Este criterio incluso puede generar en estos casos es la falta de un recurso
alguna confusión sobre los alcances (vía constitucionalmente satisfactoria)

310 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015


para cuestionar las resoluciones arbi-
trales de ejecución, y en tanto el único
recurso regulado, o sea el de anulación,
solo procede contra los laudos arbitrales.
Lo dispuesto en cualquier resolución
arbitral anterior al laudo, en cambio,
sí podría cuestionarse al impugnarse
el laudo mismo a través del recurso de
anulación, no justificándose allí —por
ende— un proceso de amparo.
Con cargo a esperar algún nuevo
pronunciamiento del Tribunal Consti-
tucional que aclare finalmente el tema,
nos inclinamos —por ahora— por la
segunda interpretación mencionada.
Particularmente, porque es una inter-
pretación que mantiene una cierta línea
de coherencia con todo lo antes resuelto
sobre el amparo arbitral, al aplicarse el
mismo y determinante fundamento
explicado para el caso de la impugna-
ción constitucional de una declaratoria
de improcedencia de un recurso de
apelación en segunda instancia arbitral
(RTC Exp. N.° 00144-2011-PA/TC),
vale decir, la falta de algún recurso de
tutela constitucional, que es finalmente
el justificativo central señalado para
permitir el amparo contra otras reso-
luciones arbitrales. Ello aun cuando
quede claro también que al decir hoy
el Tribunal Constitucional que el pre-
cedente abarca solo el caso de procesos
de amparo contra laudos, se abre la
posibilidad futura de otros desarrollos
(justificativos) jurisprudenciales sobre
el amparo contra otras resoluciones
arbitrales.
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
3.2 En el caso del amparo contra resolu-
ciones judiciales arbitrales
Conforme al precedente (fundamen-
to 20.f), cabe interponer un proceso de
amparo del tipo contra resoluciones judi-
ciales respecto de lo que resuelva el Poder
Judicial en materia de impugnación de
laudos arbitrales, esto es, respecto del
trámite judicial del recurso de anulación.
Revisaremos en este punto los criterios
emitidos sobre este tema por el Tribunal
Constitucional, con posterioridad al pre-
cedente y que, ciertamente, establecen
regulaciones adicionales a este último.
Por referirse a cuestiones judiciales-arbi-
trales, también se abordará una sentencia
constitucional que analizó un caso sobre
la ejecución judicial (es decir, ya no por
un árbitro) de un laudo.
Aunque no es la finalidad de este
trabajo abordar (y criticar) el precedente
en sí, conviene sin embargo hacer la atin-
gencia de la incoherencia que se observa
al permitirse cuestionar vía amparo lo
que se resuelva judicialmente sobre el
recurso de anulación de laudos, medio de
impugnación que el propio precedente
califica como una vía procedimental
igualmente satisfactoria para la protec-
ción de derechos constitucionales. Sim-
plemente nos preguntamos por qué debe
proceder un amparo para cuestionar lo
resuelto en una vía que, según el Tribunal
Constitucional, es idónea para la tutela
un derecho constitucional. Se dirá que en
ella también pueden cometerse violacio-
nes constitucionales, por lo que debería
proceder el proceso de amparo, pero en
Actualidad Civil 311
 Actualidad

Civil Arbitraje
tal caso de ningún modo puede hablarse la RTC Exp. N.° 03978-2011-PA/TC
ya de una vía “igualmente” satisfactoria: (fundamentos 2 y 7):
en estricto lo sería solo el (incuestionable)
“Que con resolución de fecha 30 de octubre
proceso de amparo, que, ciertamente, de 2009, el Décimo Juzgado Constitucional
tiene como estamento final al Tribunal de Lima declara improcedente la demanda,
Constitucional20. En el fondo, falta de al considerar que se pretende cuestionar
coherencia y una nueva invasión incons- una resolución judicial firme recaída en
titucional e innecesaria de competencias un proceso regular. A su turno, la Cuarta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
jurisdiccionales. de Lima confirma la apelada, al considerar
Tal incoherencia se evidenció en el que en el amparo se pretende discutir el cri-
caso tratado en la RTC Exp. N.° 03978- terio jurisdiccional asumido por el órgano
judicial. […]
2011-PA/TC. En la vía judicial se había
Que atendiendo a la habilitación jurispru-
resuelto de forma firme un recurso de dencial descrita, el recurrente solicita, vía
anulación del laudo arbitral. El perdedor el proceso de amparo contra resolución
del caso recurre entonces al proceso de judicial, que se declare nula e inaplicable
amparo y plantea los mismos cuestiona- la resolución judicial de fecha 12 de agosto
mientos efectuados al arbitraje resuelto de 2009, expedida por la Sala Civil, que
desestimó su recurso de anulación de
(incluso referidos a temas arbitrales de laudo arbitral, argumentando que la Sala
fondo). Civil ha convalidado las agresiones a sus
Luego, lejos de considerar a la vía derechos constitucionales cometidas por
el árbitro único, quien omitió determinar
judicial de anulación como una adecuada debidamente si resultaba procedente la
para la tutela de derechos constituciona- resolución unilateral del contrato suscrito
les (conforme a su propio precedente) con la Empresa […] y si la cláusula era
al existir una resolución firme sobre el una resolutoria o una de estilo; y permitió
además a la Empresa la presentación de
mismo tema que se le plantea y —por
pruebas con posterioridad a la interposi-
lo tanto— advertir la falta de necesidad ción de la demanda arbitral; todo lo cual
de revisar de nuevo el asunto, el Tribunal indica que la demanda contiene asuntos
Constitucional declaró procedente el de relevancia constitucional relacionados
proceso de amparo pues la demanda con- con eventuales vulneraciones del derecho
a la debida motivación de las resoluciones
tenía “asuntos de relevancia constitucio- judiciales y del derecho la prueba, razones
nal” —¿El recurso de anulación de laudo por las cuales se debe revocar la decisión
una vía igualmente satisfactoria para la impugnada y ordenar la admisión a trámite
protección de derechos constitucionales?: de la demanda de amparo con audiencia de
de ningún modo—. Véase lo señalado en los demandados y/o interesados, a efectos
de verificar la vulneración de los derechos
alegados por el recurrente”.

En cuanto a los criterios desarrolla-

20 Y puede caerse aún más en este círculo vicioso
de permitirse la incomprensible figura (por decir dos por el Tribunal Constitucional sobre
lo menos) del “amaro contra amparo”. el amparo contra resoluciones judiciales

312 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015


arbitrales en materia del recurso de anu-
lación de laudo, principalmente se ha
establecido que procede esta forma de
amparo contra las resoluciones emitidas
al momento de postularse el recurso de
anulación y que declaren su admisión o
improcedencia, cuando con ello se vul-
neren derechos constitucionales. En tales
casos no se requerirá el agotamiento de
la vía del recurso de anulación para que
proceda el amparo, esto es, que haya una
resolución judicial firme.
De dos resoluciones del Tribunal
Constitucional se desprende el criterio
recién reseñado. En primer lugar, en la
RTC Exp. N.° 00461-2012-PA/TC se
estableció que no se requiere agotar la
vía del recurso de anulación para plantear
un proceso de amparo contra la resolu-
ción que declara la improcedencia del
recurso de anulación de laudo. La razón
de ello es el mismo criterio empleado
para permitir el amparo contra otras
resoluciones arbitrales: la falta de un
recurso (constitucional) para cuestionar
tal resolución. Véase lo señalado en esa
resolución (fundamentos 15 y 16),
“Que por último resulta conveniente
precisar, además, que en los casos como el
de autos, en donde los agravios alegados
por la recurrente provienen de la decisión
desestimatoria de un ‘recurso’ de anula-
ción de laudo arbitral, no resulta exigible
la existencia de una resolución judicial
firme (como sinónimo de agotamiento de
los recursos) para que proceda el amparo
contra resolución judicial, puesto que no
existen o, mejor dicho, no se encuentran
regulados en la ley especial sobre la materia
los medios impugnatorios que tengan la
posibilidad de revertir los efectos desesti-
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
matorios (rechazo o improcedencia) de un
“recurso” de anulación de laudo arbitral.
IMPORTANTE
Procede el amparo en materia
del recurso de anulación de laudo
contra las resoluciones emitidas al
momento de postularse el recurso
de anulación, que declaren impro-
cedente o admitan a este último,
cuando con ello se vulneren dere-
chos constitucionales.
Que por tanto, contra las decisiones des-
estimatorias emitidas en el trámite de un
“recurso” de anulación de laudo arbitral, es
posible plantear de manera directa el ampa-
ro, sin necesidad de que se exija la firmeza
de la resolución judicial. Dicha situación
no resulta extrapolable al supuesto en el
que se estime el ‘recurso de anulación de
laudo arbitral, pues la ley especial sobre la
materia prevé en este caso la interposición
del recurso de casación”.
Por su parte, en la STC Exp. N.° 01064-
2013-PA/TC el Tribunal Constitucional
indicó que también es cuestionable en la
vía del amparo la admisión (inconstitu-
cional) de un recurso de anulación. Ello
por los mismos fundamentos expresa-
dos en la recién comentada RTC Exp.
N.° 00461-2012-PA/TC (que además es
expresamente citada). Se señala además
que el único recurso que sería posible
de interponerse en estos casos, el de
casación, solo procede cuando se haya
anulado el laudo arbitral cuestionado,
por lo que no sería pertinente.
En el caso concreto, según el Tribu-
nal Constitucional el recurso de anula-
ción de laudo fue planteado con excesiva
Actualidad Civil 313
 Actualidad
Civil Arbitraje
extemporaneidad, por lo que se habría
vulnerado el “derecho constitucional a
que se respete un laudo que ha adquirido
la autoridad de cosa juzgada arbitral”.
Por consiguiente, se declaró fundado el
proceso de amparo y se declaró nulo todo
lo actuado judicialmente sobre el recurso
de anulación de laudo. Aquí el texto de
la STC Exp. N.° 01064-2013-PA/TC
(fundamentos 12, 23 y 28):
“Para casos como el de autos, en donde
los agravios alegados por la Asociación
recurrente provienen de la etapa postularía
de un proceso de anulación de laudo arbi-
tral, este Tribunal considera que no resulta
exigible la existencia de una resolución
judicial firme (como sinónimo de agota-
miento de los recursos) para que proceda
el “amparo contra resolución judicial”,
puesto que no existen o, mejor dicho, no
se encuentran regulados en la Ley Especial
sobre la materia (Ley General de Arbitraje
o Decreto Legislativo N.º 1071) los medios
impugnatorios que tengan la posibilidad
de revertir los efectos “admisorios” de una
demanda de anulación de laudo arbitral; y
ello porque el único medio impugnatorio
judicial regulado en dichas leyes es el recur-
so de casación, que solo procede cuando se
haya anulado el laudo arbitral cuestionado,
supuesto que no se condice con los hechos
planteados en la demanda de autos (RTC
N.º 00461-2012-PA/TC). Por lo tanto,
específicamente para este caso, es posible
plantear de manera directa el amparo,
porque no existe recurso disponible alguno
a favor de la Asociación recurrente. […]
En relación a este derecho, y haciendo un
matiz para la jurisdicción arbitral, este Tri-
bunal Constitucional considera que el de-
recho constitucional a que se respete un laudo
que ha adquirido la autoridad de cosa juzgada
arbitral, entre otros contenidos, “garantiza
el derecho de toda parte arbitral, en primer
314 Instituto Pacífico
lugar, a que los laudos que hayan puesto
fin al proceso arbitral, y que no hayan sido
impugnados oportunamente, no puedan
ser recurridos posteriormente mediante
medios impugnatorios o recursos, ya sea
porque éstos han sido agotados o porque
ha transcurrido el plazo para impugnarlos;
y, en segundo lugar, a que el contenido de
los laudos que hayan adquirido tales con-
diciones, no pueda ser dejado sin efecto ni
modificado, sea por actos de otros poderes
públicos, de terceros o, incluso, de los
mismos árbitros que resolvieron el arbitraje
en el que se dictó el laudo” (Cfr., mutatis
mutandis, STC N.º 04587-2004-AA/TC,
fundamento 38). […]
De este modo, habiéndose verificado am-
pliamente que los recursos de anulación de
laudos arbitrales fueron promovidos ante
el Poder Judicial en un plazo que excede
largamente el establecido en la Ley General
de Arbitraje y en el Decreto Legislativo N.º
1071, entonces las resoluciones judiciales
emitidas por la Primera Sala Civil Comer-
cial de Lima, que admitieron a trámite las
demandas de anulación de laudos arbitrales,
se convierten en elementos perturbadores
de la cosa juzgada arbitral, por cuanto
permiten y avalan, sin sustento en ningún
plazo legal, que los laudos arbitrales sean
recurridos, revisados y eventualmente mo-
dificados” (resaltado nuestro).
Al respecto, debemos reiterar aquí la
crítica formulada al supuesto carácter de
vía constitucional “igualmente satisfacto-
ria” del recurso de anulación de laudo, se-
gún el precedente, que sin duda no es tal
a tenor de los criterios del Tribunal Cons-
titucional recién citados, que suponen
una intromisión en procesos judiciales en
curso o en su ámbito postulatorio, más
allá de las justificaciones formuladas para
ello. Sin duda, estas y otras resoluciones
constitucionales ya comentadas han
Volumen 16 • Octubre 2015
 Doctrina práctica
relativizado los alcances del precedente, 3.3. Prescripción del proceso de amparo
deslegitimándolo de plano. arbitral
Para finalizar este punto, analizamos El precedente trata aspectos relativos
los alcances de la STC Exp. N.° 01878- a la prescripción pero solo en cuanto a
2011-PA/TC, resolución emitida por el los efectos legales del proceso de amparo
Tribunal Constitucional respecto de la que es declarado improcedente respecto
ejecución de un laudo en vía judicial. del plazo de prescripción del recurso de
Es un criterio importante principal- anulación arbitral, señalándose que en
mente porque evidencia la posibilidad tales casos este último no se suspende
del cuestionamiento constitucional de ni interrumpe (fundamento 20.e). No
actuaciones judiciales para la ejecu- aborda, en cambio, un tema que ha sido
ción de laudos. En el caso concreto, objeto de varias resoluciones posteriores
la Sala Superior había rechazado un del Tribunal Constitucional: los efectos
recurso de apelación interpuesto en el legales de las impugnaciones mal efectua-
trámite de la ejecución del laudo, en das en el trámite del recurso de anulación
aplicación del numeral 4 del artículo de laudo o dentro del procedimiento de
arbitraje, respecto del plazo de prescrip-
68 de Ley de Arbitraje, según el cual
ción del proceso de amparo arbitral. Se
“la autoridad judicial está prohibida,
analizan entonces en este último punto
bajo responsabilidad, de admitir recur-
del trabajo los (nuevos) criterios fijados
sos que entorpezcan la ejecución del
sobre este asunto, de alta incidencia prác-
laudo”. Aparentemente, sin embargo,
tica, pero en los que se observa también
la Sala no expresó las razones por las
algún grado de contradicción resolutiva.
que la apelación presentada apuntaba a
entorpecer la ejecución del laudo, por lo En dos importantes resoluciones el
que el apelante planteó un proceso de Tribunal Constitucional se pronunció
amparo por vulneración del deber de sobre las consecuencias legales del plan-
motivación de resoluciones judiciales. teamiento de impugnaciones inoficiosas
—es decir, no reguladas en la Ley de
Considerando esto último, el Tri- Arbitraje— respecto del plazo de pres-
bunal Constitucional declaró fundado cripción del amparo contra resoluciones
el proceso de amparo y ordenó a la Sala judiciales arbitrales. En ambos casos la re-
Superior que emita una nueva resolución solución impugnada fue una declaración
debidamente motivada sobre la apelación de improcedencia del recurso de anula-
formulada. Hizo, además, la salvedad ción de laudo y el criterio resolutorio del
de que lo dispuesto en la sentencia de Tribunal Constitucional fue el siguiente:
amparo de ningún modo condicionaba el plazo de prescripción del amparo arbi-
lo que finalmente fuera a resolver la Sala tral no debe computarse desde la fecha
Superior sobre la pertinencia o no del de notificación de la improcedencia
recurso de apelación en cuestión. del recurso inoficioso planteado por el

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 315

 Actualidad
Civil Arbitraje
recurrente, sino desde la notificación 00461-2012-PA/TC (fundamentos 13
de la declaratoria de improcedencia del y 14):
recurso de anulación de laudo.
IMPORTANTE
Es criticable el supuesto carácter de
vía constitucional “igualmente sa-
tisfactoria” del recurso de anulación
de laudo, según el precedente, que
no es tal a tenor de los criterios del
Tribunal Constitucional, que supo-
nen una intromisión en procesos
judiciales en curso o en su ámbito
postulatorio.
En el caso específico de la RTC
Exp. N.° 00461-2012-PA/TC, frente
a la declaración de improcedencia de
un recurso de anulación de laudo en la
vía judicial, el recurrente interpuso un
recurso de apelación y, ante el rechazo de
este último, un recurso de queja, el cual
también fue considerado improcedente
por la judicatura. El recurrente inició
entonces un amparo contra resoluciones
judiciales arbitrales.
Al analizar la procedencia de la de-
manda de amparo y sobre la base de algu-
nos criterios jurisprudenciales anteriores,
el Tribunal Constitucional contabilizó
el plazo de prescripción desde la fecha
de notificación de la improcedencia del
recurso de anulación de laudo y no desde
las fechas de notificación de la denegato-
rias de la apelación o de la queja, por no
estar estos recursos regulados en la Ley de
Arbitraje. Por tal motivo, la demanda de
amparo fue considerada extemporánea.
Véase aquí el texto de la RTC Exp. N.°
316 Instituto Pacífico
“Que en el caso de autos, para el cómputo
del plazo de prescripción de la demanda de
autos no resulta procedente incluir la noti-
ficación de las resoluciones cuestionadas de
fechas 26 de marzo de 2009 y 4 de mayo
de 2009 que declararon improcedente el
recurso de apelación e infundado el recurso
de queja, respectivamente, toda vez que
dichos recursos resultaban inoficiosos, al
no estar regulados en el Decreto Legislativo
N.º 1071 que norma el Arbitraje. En con-
secuencia, al haber transcurrido en exceso
el plazo prescriptorio establecido por ley,
la demanda incoada resulta improcedente
conforme lo establece el artículo 5 inciso
10) del Código Procesal Constitucional.
Que en este sentido, cabe recordar que este
Colegiado ha precisado que “[…] cuando el
justiciable interponga medios impugnato-
rios o recursos que no tengan real posibili-
dad de revertir sus efectos, el inicio del plazo
prescriptorio deberá contabilizarse desde
el día siguiente de la fecha de notificación
de la resolución firme a la que se considera
lesiva y concluirá inevitablemente treinta
días hábiles después de la notificación de la
resolución que ordena el cúmplase con lo
decidido” (Cfr. Exp. N.º 00252-2009-PA/
TC, fundamento 18) Respecto a esto últi-
mo, cabe también recordar que el mismo
Colegiado ha precisado que ‘[…] existen
resoluciones firmes que por su naturaleza
no requieren de una resolución que ordene
su cumplimiento. En estos casos, el plazo
regulado en el artículo 44 del Código men-
cionado se computa desde el día siguiente
de notificada tal resolución’. (Cfr. Exp.
N.º 00538-2010-PA/TC, fundamento 6).
Es pues, atendiendo a este último criterio,
que debe realizarse el cómputo del plazo de
prescripción, toda vez que a la decisión que
rechaza el ‘recurso’ de anulación de laudo
arbitral no le sigue o acompaña asunto
sustancial alguno por cumplir y/o ejecutar
Volumen 16 • Octubre 2015

a cargo del órgano judicial o de la parte
procesal”.
El mismo criterio resolutivo puede
verse en la STC Exp. N.° 02438-2012-
PA/TC, aunque esta vez en el caso de
un arbitraje tramitado con la derogada
Ley General de Arbitraje. El recurrente
interpuso un recurso de “nulidad” contra
la resolución de improcedencia del recur-
so de anulación de laudo, pero el plazo
de prescripción del amparo arbitral fue
computado por el Tribunal Constitucio-
nal (conformación actual) desde la fecha
de notificación de esta última resolución.
La razón: el recurso de “nulidad” no esta-
ba contemplado en la normativa arbitral
vigente. Aquí lo resuelto en esa sentencia
(fundamento 6):
“En el caso de autos, para el cómputo del
plazo de prescripción de la demanda no
resulta procedente incluir la notificación
de la resolución de fecha 5 de marzo de
2009 (f. 192), la cual declaró improcedente
el recurso de nulidad formulado contra la
desestimatoria del recurso de anulación de
laudo arbitral, toda vez que dicho recurso
resulta inoficioso al no estar regulado en la
Ley General de Arbitraje, Ley 26572. En
consecuencia, al haber transcurrido en exce-
so el plazo prescriptorio establecido por ley,
el amparo resulta improcedente, conforme
a lo establecido en el artículo 5, inciso 10,
del Código Procesal Constitucional”.
El tema en análisis, sin embargo, se
complica por la existencia de un criterio
jurisprudencial en parte contradictorio
con lo anterior, que puede verse en la
RTC Exp. N.° 00144-2011-PA/TC.
Decimos en parte porque aunque el
caso se refirió también al planteamiento
de recursos inoficiosos, no se dio dentro
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
del trámite judicial de una anulación
de laudo —como en los dos supuestos
anteriores— sino dentro del procedi-
miento mismo de arbitraje, que además
fue tramitado con la legislación arbitral
anterior. Concretamente, el tribunal ar-
bitral había declarado improcedente por
extemporáneo un recurso de apelación
interpuesto sobre el laudo emitido, frente
a lo cual el recurrente interpuso luego un
recurso de queja, también denegado por
su carácter inoficioso. Llegado el caso al
Tribunal Constitucional, entró nueva-
mente en debate el inicio del cómputo
del plazo de prescripción del proceso de
amparo.
En esta ocasión, sin embargo, el Tri-
bunal Constitucional contabilizó el plazo
prescriptorio del proceso de amparo
desde la notificación de la resolución que
declaró improcedente el recurso de queja,
considerando que recién al resolverse este
último recurso “se daría por terminado
el debate planteado en el recurso de
apelación planteado por la recurrente”.
Por lo tanto, no tomó en cuenta —como
antes sí se hizo— el carácter inoficioso de
la impugnación, sino el momento en el
que el debate del tema objetado llegó a
su fin, lo que solo se habría dado con el
rechazo final del recurso de queja.
Pero además el Tribunal Constitucio-
nal valoró la diligencia o buena fe con la
que actuó el recurrente al presentar el re-
ferido recurso de queja, esto es, al haberlo
hecho “en la creencia de que el recurso de
queja constituía un mecanismo idóneo
para que el laudo arbitral de derecho, que
Actualidad Civil 317
 Actualidad
Civil Arbitraje
resultaba adverso a sus intereses, pudiera
ser objeto de revisión ante una segunda
instancia arbitral”. Véase lo señalado en
la RTC Exp. N.° 00144-2011-PA/TC
(fundamentos 8, 9 y 10):
“Que en el caso de autos, las pretensiones
solicitadas en el amparo arbitral buscan
declarar la nulidad de la resolución arbitral
de fecha 23 de enero de 2008, que declaró
improcedente el recurso de apelación con-
tra el laudo arbitral de derecho, así como
la nulidad de la resolución arbitral de
fecha 21 de febrero de 2008, que declaró
improcedente el recurso de queja contra
la denegatoria de apelación. Vistas así las
cosas, se aprecia que es con esta última
resolución que se daría por terminado el
debate planteado en el recurso de apelación
planteado por la recurrente, recurso que de
conformidad con el precedente vinculante
establecido en la STC N.º 00142-2011-PA/
TC constituye vía procedimental específica,
igualmente satisfactoria para la protección de
los derechos constitucionales vulnerados. Por
lo tanto, para este Colegiado, es a partir de
la notificación de la resolución que declaró
improcedente el recurso de queja, realizada
en fecha 27 de febrero de 2008 (fojas 331),
que se debe computar el inicio del plazo
de sesenta días para interponer el amparo
arbitral, concluyéndose de este modo que la
demanda ha sido planteada dentro del plazo
señalado en el dispositivo legal acotado.
Que no escapa de la evaluación de este
Colegiado que la recurrente no ha actuado
con negligencia o mala fe al recurrir en
queja ante la declaratoria de improcedencia
de su recurso de apelación, sino que lo hizo
en la creencia de que el recurso de queja
constituía un mecanismo idóneo para que
el laudo arbitral de derecho, que resultaba
adverso a sus intereses, pudiera ser objeto
de revisión ante una segunda instancia ar-
bitral, lo cual contaría —al menos— con
una justificación legal en el entendido de
que el laudo arbitral era uno de derecho,
318 Instituto Pacífico
y que como tal tenía que ser resuelto con
arreglo al derecho aplicable; y precisamente
las normas del Código Procesal Civil en lo
relacionado al recurso de queja por denega-
toria de apelación también formaban parte
del derecho aplicable.
Que mal se haría en afirmar que la recu-
rrente incurrió en negligencia al promover
un amparo de manera extemporánea, pues
precisamente la interposición del recurso de
queja declarado improcedente en la juris-
dicción arbitral demuestra fehacientemente
que ella fue diligente al reclamar contra la
vulneración de sus derechos constituciona-
les ante el Consejo Superior de Arbitraje de
la Cámara de Comercio de Lima”.
Con relación a esta última resolu-
ción, realmente no observamos razón
para el tratamiento diferenciado efec-
tuado respecto de lo resuelto en la antes
citada RTC Exp. N.° 00461-2012-PA/
TC (sobre declaración de improcedencia
de un recurso de anulación de laudo en la
vía judicial), en la que pudo tomarse en
cuenta también el momento del fin del
debate o valorarse la diligencia o buena fe
del recurrente, resoluciones ambas emi-
tidas por la anterior conformación del
Tribunal Constitucional. No vemos que
incida relevantemente aquí el hecho de
que en el caso de la RTC Exp. N.° 00144-
2011-PA/TC, la situación se haya produ-
cido dentro del procedimiento arbitral o
en aplicación de la legislación derogada.
Simplemente, se trata de criterios juris-
prudenciales contradictorios.
Habrá que estar atentos, simple-
mente, a si la actual conformación del
Tribunal Constitucional ratifica en algún
momento su criterio recogido en la STC
Exp. N.° 02438-2012-PA/TC, en el
Volumen 16 • Octubre 2015

sentido de no considerar relevante para
el cómputo prescriptorio del proceso
de amparo la interposición de recursos
inoficiosos. Es, sin duda, un tema de
alta relevancia operativa que exige un b) No puede alegarse como supuesta
criterio único y claro del Tribunal Cons-
titucional.
IMPORTANTE
Aunque en algunos casos se esta-
bleció que el cómputo del plazo de
prescripción del amparo arbitral
se hace desde la notificación de la
declaratoria de improcedencia del
recurso de anulación de laudo, en
algún otro se dijo que ello debe ha-
cerse desde la notificación de la im-
procedencia de un recurso inoficio-
so (no regulado en la ley) planteado
por el recurrente.
4. Conclusiones
Tras emitir el precedente vinculan-
te sobre el amparo arbitral, STC Exp.
N.° 0142-2011-PA/TC, el Tribunal
Constitucional ha dictado varias otras
resoluciones o sentencias que han de-
sarrollado los alcances de los diferentes
aspectos del precedente fijado, o que se
han referido a temas no contemplados
estrictamente en él.
Sobre los temas contemplados en el
precedente, el Tribunal Constitucional
ha resuelto lo siguiente:
a) Se reafirma la imposibilidad del
cuestionamiento del fondo de los
arbitrajes. A tal efecto, se rechazan
Volumen 16 • Octubre 2015
Doctrina práctica
los amparos arbitrales en los que se
observa que el recurrente indirecta-
mente cuestiona y/o busca revertir lo
resuelto de fondo por el laudo.
afectación de derechos constitucio-
nales la falta de deliberación de los
árbitros para emitir un laudo, porque
estas deliberaciones son de por sí
secretas.
c) Se reafirma que el cuestionamiento
de la competencia del árbitro no pue-
de ser objeto de un amparo arbitral.
d) Se reafirma que el cuestionamiento
de la existencia del convenio arbitral
debe dilucidarse al interior del pro-
cedimiento arbitral y no a través de
un proceso de amparo.
e) No cabe plantear un amparo arbitral
sobre asuntos vinculados al pago de
servicios o gastos arbitrales.
f) No se debe declarar la improcedencia
in limine de un proceso de amparo
planteado por un tercero que alegó
la afectación de sus derechos consti-
tucionales por tener un interés en el
resultado de un arbitraje en el que
no participó. Tal asunto exige un
pronunciamiento de fondo.
g) La Contraloría General de la Repú-
blica es un órgano con autonomía
constitucional y competencia para
ejecutar las acciones de control y
otras que correspondan a sus com-
petencias, y por lo mismo no le son
oponibles los arbitrajes pactados por
las partes de los contratos públicos.
Actualidad Civil 319
 Actualidad
Civil Arbitraje
Sobre los temas no contemplados en
el precedente, el Tribunal Constitucional
ha resuelto lo siguiente:
h) Aunque inicialmente se señaló que
es improcedente el amparo contra
las resoluciones arbitrales distintas de
un laudo, luego se varió este criterio,
estableciéndose dos nuevas formas de
este tipo de amparo en supuestos en
los que no existe un recurso que per-
mita cuestionar constitucionalmente
la resolución arbitral.
i) La primera de estas nuevas formas
de amparo contra otras resoluciones
arbitrales es la posibilidad de cuestio-
nar una resolución arbitral de segun-
da instancia que rechaza o deniega
el recurso de apelación arbitral, en
el caso de procedimientos arbitrales
seguidos con la anterior (derogada)
Ley General de Arbitraje N.º 26572.
Se consideró que respecto de estos ca-
sos existía un vacío en el precedente
j) La segunda de estas nuevas formas
de amparo contra otras resoluciones
arbitrales es la posibilidad de presen-
tar cuestionar resoluciones emitidas
por el árbitro en la etapa de ejecución
del laudo. En este caso (resuelto por
la conformación actual del Tribunal
Constitucional) ya no se argumentó
que existía un vacío en el precedente,
sino que este último no habría tenido
como objetivo o finalidad regular el
cuestionamiento constitucional de
resoluciones arbitrales distintas de
320 Instituto Pacífico
los laudos. Ello abre la posibilidad de
otros futuros desarrollos o justificati-
vos jurisprudenciales sobre el amparo
contra otras resoluciones arbitrales.
k) Procede el amparo contra las reso-
luciones emitidas al momento de
postularse el recurso de anulación,
que declaren su admisión o impro-
cedencia. Al efecto no se requerirá
el agotamiento de la vía del recurso
de anulación, esto es, que haya una
resolución judicial firme.
l) Es posible el cuestionamiento cons-
titucional vía proceso de amparo de
las resoluciones emitidas en la etapa
de ejecución judicial de un laudo,
por no existir un recurso regulado a
tal efecto.
m) Aunque en algunos casos (uno de
ellos resuelto por la conformación
actual del Tribunal Constitucional)
se ha señalado que el cómputo del
plazo de prescripción del amparo
arbitral debe efectuarse desde la fecha
de notificación de la declaratoria de
improcedencia del recurso de anula-
ción de laudo y no desde la fecha de
notificación de la improcedencia de
un recurso inoficioso (no regulado
en la ley) planteado por el recurrente;
existe una resolución que establece el
criterio contrario (resolución referida
a la declaración de improcedencia de
un recurso de apelación de laudo,
conforme a la anterior legislación
sobre el arbitraje).
Volumen 16 • Octubre 2015
 Nos preguntan y contestamos

NOS PREGUNTAN Y CONTESTAMOS

Nos preguntan y contestamos

Contenido
CONSULTA
Imposibilidad de cuestionar vía proceso de amparo una resolución arbitral de nulidad de
actuados

CONSULTA
Un abogado nos consulta sobre la posibilidad de cuestionar a través de
un proceso de amparo alguna resolución emitida dentro de un proce-
dimiento de arbitraje que no sea el laudo, en concreto, una resolución
por la que se desestimó un pedido de nulidad de actuados. Nos refiere
que está patrocinando un caso arbitral en el que el árbitro, según él,
estaría actuando de forma parcializada en el desarrollo del trámite
procedimental, pues habría tenido un criterio diferenciado para la
admisión de pruebas presentadas por las partes: rechazó la admisión
de dos medios probatorios suyos por considerarlos extemporáneos
(fuera del plazo establecido en el reglamento arbitral para presentar
pruebas) y al mismo tiempo (o sea, también extemporáneamente)
admitió una prueba (pericia) presentada prácticamente en la misma
fecha por la otra parte (el árbitro justificó tal admisión en la necesidad
ineludible de contar con esa pericia para resolver mejor). El árbitro
habría luego denegado el pedido de nulidad de nulidad formulado
por el consultante, resolución que, según este último, afectaría el
derecho constitucional de igualdad de su patrocinado y el debido
proceso. Nos consulta, por ende, si es posible plantear un proceso
de amparo en este momento y contra la comentada resolución de-
negatoria del pedido de nulidad, teniendo en cuenta que el arbitraje
sigue actualmente en trámite.

En la consulta se nos plantea la posi- habría vulnerado derechos constitucio-

bilidad de iniciar un proceso de amparo nales. El procedimiento arbitral, además,
en cuestionamiento de una resolución continúa tramitándose, por lo que no
arbitral que deniega un pedido de nu- sería posible por el momento plantear
lidad de actuados y que supuestamente un recurso de anulación (art. 62 del D.

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 321

 Actualidad

Civil Arbitraje
Leg. N.º 1071 que norma el arbitraje), trámite del arbitraje. Si bien esto no está
para lo cual debería haberse emitido ya expresamente establecido así, es lo que
el laudo arbitral. se desprende de los criterios reseñados y
Para resolver esta consulta, deben de la lógica que hay detrás, pues, como
tenerse en cuenta los criterios actuales dijimos, la regla general es que el recurso
del Tribunal Constitucional sobre la de anulación sería una vía igualmente
procedencia de un proceso de amparo satisfactoria para la eventual tutela de
contra las actuaciones o resoluciones derechos constitucionales en el desarrollo
arbitrales. La pauta general a seguirse se de un arbitraje, de modo que el proceso
encuentra en el precedente vinculante de amparo arbitral tiene solo un carácter
del Expediente N.° 0142-2011-PA/TC, residual o excepcional para cuestionar el
que señala que el recurso de anulación laudo emitido, dejándose otros cuestio-
de laudo arbitral es una vía igualmente namientos a los mecanismos y recursos
satisfactoria para la tutela de derechos arbitrales en estricto.
fundamentales, procediendo entonces el Este criterio sobre la imposibilidad
amparo arbitral solo en tres casos: a) en de cuestionar vía amparo resoluciones
caso de vulnerarse directa o frontalmente arbitrales distintas del laudo ha sido,
los precedentes vinculantes establecidos además, recogido en una relativamente
por el Tribunal Constitucional, b) cuan- reciente resolución del Tribunal Consti-
tucional, Exp. N.° 06001-2013-PA/TC.
do en el laudo arbitral se ha ejercido con-
trol difuso sobre una norma declarada En este caso, el recurrente (una empresa)
constitucional por el Tribunal Constitu- cuestionaba la instalación misma de
cional o el Poder Judicial y, c) cuando elun tribunal arbitral (que consideraba
amparo es interpuesto por un tercero que inconstitucional) y, por consiguiente
no forma parte del convenio arbitral y también, las actuaciones y resoluciones
que alega que el laudo pronunciado en el posteriores de este último, sin que me-
arbitraje afecta directa y manifiestamentediara aún un laudo arbitral. El Tribunal,
sus derechos constitucionales. sin embargo, consideró improcedente la
Los tres supuestos mencionados, por demanda de amparo, en razón justamen-
lo tanto, son teóricamente los únicos te de que ninguna de las resoluciones
que permitirían la interposición de un cuestionadas era un laudo arbitral. Véase
amparo contra lo actuado en un arbi- el fundamento N.° 4 de dicha resolución:
traje. Pero además, puede observarse “Que de la demanda se aprecia que esta no
que salvo el primer supuesto ‒en el que se encuentra en alguno de los mencionados
no hay una mención expresa sobre el supuestos de excepción para la procedencia
particular‒, el objeto de cuestionamiento del amparo, pues la Empresa recurrente
pretende, a través de ella, la revisión de
con el amparo siempre es un laudo ar- resoluciones arbitrales que decretaron la
bitral y no otra resolución emitida en el procedencia el arbitraje potestativo iniciado

322 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Nos preguntan y contestamos
por el Sindicato […] las cuales no consti- al caso de una resolución denegatoria de
tuyen propiamente un laudo arbitral, y nulidad de actuados.
por lo tanto no resultan susceptibles de ser
cuestionadas a través del amparo, sino al Por lo señalado, y a tenor de los cri-
interior del propio proceso arbitral y ante terios resolutivos observados del Tribunal
el Tribunal Arbitral conformado a dicho Constitucional, en el caso materia de
efecto” (resaltado nuestro).
consulta no resulta procedente cuestio-
Sobre esto último es cierto que en otra nar a través de un proceso de amparo la
resolución reciente, emitida esta vez por resolución arbitral que denegó el pedido
la actual conformación del Tribual Cons- de nulidad de actuados formulado por
titucional en el Exp. N.° 8448-2013-PA/ el consultante, la que solo podría cues-
TC, se ha abierto a la posibilidad de que tionarse al interior mismo del proceso
se planteen procesos de amparo contra arbitral y luego, de ser el caso y una vez
resoluciones arbitrales distintas del laudo,
emitido el laudo, impugnarse por medio
pero ello en principio solo respecto de las
de un recurso de anulación de laudos
resoluciones emitidas en la etapa de eje-
arbitrales.
cución del laudo (aunque ciertamente la
sentencia no cierra la posibilidad de otras Fundamento Legal
excepciones). La razón de esta excepción,
según el tribunal, es que estas últimas - Código Procesal Constitucional: artí-
resoluciones arbitrales no pueden ser ob- culo 5 num. 2
jeto legalmente de alguna otra forma de - Decreto Legislativo N.° 1071 que
impugnación. Sin duda, esto no se aplica norma el arbitraje: artículo 62 y ss.

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 323

 Actualidad

Civil Arbitraje

RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia

Exp. N.° 256-2013/

CPC-INDECOPI-LAM Carácter no abusivo de cláusula de
arbitraje facultativo

Expediente N.° 256-2013/CPC-INDECOPI-LAM

Procedimiento De parte: Idoneidad/ atención del reclamo/ cláusulas abusivas
Decisión Nulidad parcial y confirmación en extremos
Normas aplicables Código de Protección y de Defensa del Consumidor: artículos 50 y 51
Fundamentos 64. De la revisión de dicha Cláusula no se observa que genere una desventaja en el
jurídicos relevantes consumidor, debido a que la misma no es limitativa; por el contrario, establece que
“De subsistir el conflicto entre las partes, cualquiera de ellas queda facultada a someter
la solución final del mismo a arbitraje de Derecho”. Otorgándole así facultad a las
partes de decidir si utilizarán dicho fuero para resolver la controversia o cualquier otro.
65. En ese sentido, esta Sala considera que el pacto incorporado en las cláusula del
contrato de compraventa celebrado entre las partes, no limita su derecho a formular
una denuncia por una posible infracción a las normas de protección al consumidor
o una posible demanda por incumplimiento de contrato ante la vía judicial. No evi-
denciándose de la lectura pacto extremo que limite las facultades de los contratantes.

TEXTO DE LA RESOLUCIÓN

TRIBUNAL DE DEFENSA DE LA COMPETENCIA

Y DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL

Sala Especializada en Protección al Consumidor

RESOLUCIÓN 4202-2014/SPC-INDECOPI EXPEDIENTE

Expediente N.° 256-2013/CPC-INDECOPI-LAM

PROCEDENCIA : COMISIÓN DE LA OFICINA REGIONAL DE INDECOPI
DE LAMBAYEQUE
PROCEDIMIENTO : DE PARTE
DENUNCIANTE : JORGE JOEL LLAMO MEDINA
DENUNCIADAS : CONSTRUCTORA GALILEA S.A.C.
BANCO DE CRÉDITO DEL PERÚ
MATERIA : IDONEIDAD
ATENCIÓN DEL RECLAMO
CLÁUSULAS ABUSIVAS
ACTIVIDAD : CONSTRUCCIÓN DE EDIFICIOS COMPLETOS

324 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Reseña de jurisprudencia

SUMILLA: Se declara la nulidad parcial de la resolución venida en grado en el extremo

que declaró fundada la denuncia contra Constructora Galilea S.A.C. por presunta infrac-
ción del artículo 19° de la Ley 29571, Código de Protección y Defensa del Consumidor,
en el extremo referido a la falta de colocación de los muros laterales, debido a que el órga-
no resolutivo de primera instancia no cumplió con valorar todos los medios probatorios
obrantes en el expediente. En consecuencia, se dispone que la Comisión de la Oficina
Regional del Indecopi de Lambayeque emita un nuevo pronunciamiento de conformidad
con lo señalado en la parte considerativa de la presente resolución.
De otro lado, se confirma la resolución venida en grado en el extremo que declaró funda-
da la denuncia contra Constructora Galilea S.A.C. por infracción del artículo 19° de la
Ley 29571, Código de Protección y Defensa del Consumidor, en el extremo referido a la
falta de entrega de los inmuebles al denunciante en la fecha pactada.
Asimismo, se confirma la resolución venida en grado en el extremo que declaró fundada
la denuncia contra Constructora Galilea S.A.C. por infracción del artículo 76° de la Ley
29571, Código de Protección y Defensa del Consumidor, en el extremo referido a que
no cumplió con tramitar la independización del inmueble adquirido por el denunciante.
Así también, se confirma la resolución venida en grado en el extremo que declaró infun-
dada la denuncia contra Constructora Galilea S.A.C. por infracción de los artículos 49° y
50° de la Ley 29571, Código de Protección y Defensa del Consumidor, al haber quedado
acreditado que la denunciada no aplicó cláusulas abusivas en el contrato celebrado entre
las partes.
Finalmente, se confirma la resolución venida en grado en el extremo que declaró infun-
dada la denuncia contra Constructora Galilea S.A.C. por infracción del artículo 24° de la
Ley 29571, Código de Protección y Defensa del Consumidor, al haber quedado acredita-
do que la denunciada cumplió con atender los reclamos presentados por el denunciante.
SANCIONES
- 3 UIT: por falta de entrega de los inmuebles en la fecha pactada.
- 2 UIT: por falta de tramitación de la independización de los inmuebles.
Lima, 3 de diciembre de 2014
ANTECEDENTES
1. El 8 de noviembre de 2013, el señor Jorge Joel Llamo Medina (en adelante, el señor Llamo)
interpuso una denuncia contra Constructora Galilea S.A.C.1 (en adelante, la Inmobiliaria)
y Banco de Crédito del Perú2 (en adelante el Banco) por presuntas infracciones de la
Ley 29571, Código de Protección y Defensa del Consumidor (en adelante, el Código)
argumentando lo siguiente:
(i) El 24 de marzo de 2012, suscribió un contrato de separación con la denunciada por
la vivienda ubicada en la Calle 15 Manzana P Lote 13 del Condominio “Puertas

1 Con RUC: 20521119943, con domicilio ubicado en Av. Primavera 1796, Interior 601, Urb. Monte-
rrico, Santiago de Surco, Lima. Información obtenida de: http://www.sunat.gob.pe
2 Con RUC: 20100047218, con domicilio ubicado en Calle Centenario 156 Urb. Las Laderas de
Melgarejo, La Molina Información obtenida de: http://www.sunat.gob.pe

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 325

 Actualidad

Civil Arbitraje

del Sol”, Chiclayo, entregando un adelanto de S/. 700; no obstante, la información

brindada por la Inmobiliaria daba cuenta de que su vivienda contaría con muros
laterales, característica que independizaría la vivienda de los demás inmuebles y que
fue determinante para que tomara su decisión de consumo;
(ii) el 2 de julio de 2012, suscribió un contrato de compraventa de bien futuro con la In-
mobiliaria, en la que esta omitió incluir la existencia de los muros laterales del inmueble;
asimismo, imponía como método de solución de controversias la vía del Arbitraje;
(iii) pese a que realizó requerimientos de entrega del bien desde noviembre de 2012 este
no le había sido entregado;
(iv) el inmueble no se encontraba independizado, a pesar de realizar los pagos notariales
y registrales respectivos;
(v) presentó diversos reclamos contra la Inmobiliaria; no obstante los mismos no habían
sido contestados en el plazo legal previsto; y,
(vi) el Banco no había cumplido con atender su reclamo de fecha 30 de junio de 2013.
2. El 5 de febrero de 2014, la inmobiliaria presentó su escrito de descargos manifestando lo
siguiente
(i) Cumplió con su deber de idoneidad en el servicio en la medida que la demora en la
entrega del inmueble se debió a un hecho imputable a terceros;
(ii) no correspondía colocar muros laterales en la vivienda del señor Llamo, debido a
que dada la estructura de la misma y su colindancia con otras viviendas, ello no
era necesario;
(iii) no aplicó cláusulas abusivas, debido a que la cláusula que disponía la solución de
controversias en la vía arbitral fue consentida por las partes; siendo que su redacción
no restringe la presentación de los reclamos ante otras autoridades competentes.
Además, respecto a la inclusión de la característica de los muros laterales, ello no era
necesario, en tanto dicha característica no era propia del inmueble del denunciante;
(iv) de acuerdo a lo pactado en el contrato el proceso de independización se había iniciado;
no obstante dicho trámite contaba de varios pasos, encontrándose el trámite en su
última etapa ante la Municipalidad respectiva; y,
(v) los reclamos presentados por el denunciante fueron contestados en el plazo legal.
3. Resolución 255-2014/ INDECOPI-LAM de fecha 25 de abril de 2014, la Comisión
emitió el siguiente el pronunciamiento:
(i) Declaró fundada la denuncia contra la Inmobiliaria por infracción del artículo 19°
del Código, debido a que había quedado acreditado que no entregó el inmueble en
la fecha pactada; sancionándola con una multa de 5 UIT;
(ii) declaró fundada la denuncia contra la Inmobiliaria por infracción del artículo 19° del
Código, debido a que había quedado acreditado que no colocó los muros laterales en
el inmueble adquirido por el denunciante; sancionándola con una multa de 2 UIT;
(iii) declaró infundada la denuncia contra la Inmobiliaria por presunta infracción de
los artículos 49° y 50° del Código, debido a que no había quedado acreditado que
aplicara cláusulas abusivas en el contrato de compraventa del inmueble;

326 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Reseña de jurisprudencia

(iv) declaró fundada la denuncia contra la Inmobiliaria por infracción del artículo 76°
del Código, debido a que había quedado acreditado que la denunciada no cumplió
con la independización del inmueble; sancionándola con una multa de 2 UIT;
(v) declaró infundada la denuncia por infracción del artículo 24° del Código, debido
a que había quedado acreditado que cumplió con su deber de atender los reclamos
del señor Llamo en el plazo legal;
(vi) declaró fundada la denuncia contra el Banco por infracción del artículo 88° del Có-
digo, al haber quedado acreditado que no cumplió con atender el reclamo formulado
por el denunciante el 30 de junio de 2013; sancionándolo con una multa de 1 UIT
(vii) ordenó a la Inmobiliaria en calidad de medida correctiva que cumpla con:
a) Acreditar la entrega del inmueble al señor Llamo, en el plazo de quince (15)
hábiles de notificada la resolución;
b) realizar la independización del inmueble en un plazo de quince (15) días hábiles
de notificada la resolución;
(viii) ordenó al Banco en calidad de medida correctiva que cumpla con atender el reclamo
formulado el 30 de junio de 2013 por el denunciante en el plazo de cinco (5) hábiles
de notificada la resolución; y,
(ix) condenó a la Inmobiliaria al Pago de las costas y costos del procedimiento.
4. El 9 de mayo de 2014, la Inmobiliaria apeló la Resolución 255-2014/ INDECOPI-LAM
en los extremos que le fueron desfavorable, argumentando lo siguiente:
(i) La resolución recurrida era nula en relación a la infracción sobre la falta de muros
laterales en el inmueble, en tanto la Comisión no había cumplido con valorar el
escrito de 25 de abril de 2014, así como los medios probatorios que contenía, pese a
que se encontraba dentro del plazo para absolver el requerimiento formulado por la
Comisión; (ii) la información que contenían las maquetas del proyecto inmobiliario
era referencial, siendo que solo algunos modelos de viviendas contaban con muros
laterales, tal como había quedado acreditado en la diligencia de inspección;
(ii) mediante escrito 9 de fecha 25 de abril de 2014, habían cumplido con presentar el
plano del proyecto de la obra que permitía verificar que las viviendas ubicadas en la
manzana “P” no presentaban muros laterales;
(iii) mediante escrito de fecha 6 de marzo de 2014, el denunciante había aceptado que
su inmueble no contaba con muros laterales, siendo que los mismos no estaban
contemplados en el contrato. Finalmente, el inmueble del señor Llamo se encontraba
en total independencia respecto de los predios vecinos;
(iv) la Comisión realizó una incorrecta lectura de la Cláusula Décimo Segunda del con-
trato de compraventa, toda vez que la misma establecía un plazo de prórroga para
la entrega del inmueble de 30 a 60 días; por tanto, el plazo para la entrega vencía el
31 de enero de 2013.
(v) habían cumplido con acreditar todas las acciones desplegadas para la independización
del inmueble del señor Llamo; siendo que para lograr la misma necesitaban obtener
la conformidad de obra por parte de las entidades prestadoras de servicios, solicitar
la recepción de Habilitación Urbana a la Municipalidad, así como también obtener

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 327

 Actualidad

Civil Arbitraje

la Conformidad de Obra y la Declaratoria de Fábrica. A la fecha ya contaban con

la Conformidad de Obra emitida por la Municipalidad, lo cual probaba su actuar
diligente. En todo caso, la demora en la tramitación era imputable a la Municipalidad;
y,
(vi) la graduación de la sanción no se respetó el principio de razonabilidad y propor-
cionalidad, además los criterios utilizados por la Comisión referidos al presunto
beneficio ilícito, y a la gravedad de la infracción cometida no eran coherentes.
5. Mediante Proveído 1 del 3 de setiembre de 2014, la Secretaría Técnica de la Sala
Especializada en Protección al Consumidor puso en conocimiento del denunciante
el recurso de apelación formulado por la Inmobiliaria. Dicho acto fue notificado el
15 de setiembre de 2014.
6. El 2 de octubre de 2014, el señor Llamo presentó un escrito absolviendo traslado del
recurso de apelación de la Inmobiliaria, reiterando los argumentos expuestos a lo largo
del procedimiento. Asimismo, solicitó su adhesión a la apelación de la Resolución
255-2014/ INDECOPI-LAM en los extremos que le fueron desfavorables, señalando
lo siguiente:
(i) El contrato de compraventa incluía una serie de cláusulas abusivas; siendo que
la cláusula referida a tener que recurrir a la Cámara de Comercio de Lima para
resolver la controversia resultaba abusiva, afectándose sus derechos como consu-
midor;
(ii) la Comisión solo valoró las cartas enviadas por la Inmobiliaria en respuesta a
sus cartas notariales; no obstante, había emitido diversas comunicaciones a la
denunciada, las mismas que habían sido respondidas con evasivas y falsas pro-
mesas. Además, en las cartas notariales había otorgado plazos perentorios par su
contestación (72 horas); sin embargo le habían contestado fuera de dicho plazo.
8. El 25 de noviembre de 2014, la Inmobiliaria contestó el traslado de la adhesión a la
apelación del señor Llamo, reiterando sus argumentos de defensa. Asimismo, solicitó
el uso de la palabra.
9. El 3 de diciembre de 2014, se realizó una audiencia de informe oral, la cual contó
con la participación del representante de la denunciada y del denunciante.
10. Cabe precisar que en tanto el Banco no presentó recurso de apelación contra la Resolu-
ción 5922013/ INDECOPI-LAM en el extremo que le fue desfavorable, el mismo ha
quedado consentido. Asimismo, ya que en su adhesión a la apelación el denunciante
solo se pronunció sobre el extremo referido a la inclusión de una cláusula abusiva,
consistente en oponer a los consumidores el someterse al fuero arbitral y la falta de
contestación de los reclamos, el extremo referido a la falta de inclusión en el contrato
que el inmueble contaría con muros laterales ha quedado consentido3.

3 Se debe manifestar que del escrito de adhesión a la apelación del denunciante, se desprende que solo
se adhirió a dicho extremo.

328 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Reseña de jurisprudencia

ANÁLISIS
“[…]
Sobre el deber de idoneidad
18. El artículo 18º del Código4 define a la idoneidad de los productos y servicios como la
correspondencia entre lo que un consumidor espera y lo que efectivamente recibe, en
función a la naturaleza de los mismos, las condiciones acordadas y a la normativa que
rige su prestación. Asimismo, el artículo 19º del Código5 establece la responsabilidad de
los proveedores por la idoneidad y calidad de los productos y servicios que ofrecen en el
mercado.
19. El señor Llamo denunció a la Inmobiliaria por no haber cumplido con entregarle el in-
mueble en la fecha pactada.
20. La Comisión declaró fundada la denuncia en el presente extremo, pues consideró que
no había quedado acreditado que la Inmobiliaria haya realizado la entrega del inmueble
al denunciante en la fecha que acordaron en el contrato de compraventa.
21. En su recurso de apelación, la Inmobiliaria señaló que la Comisión realizó una incorrecta
lectura de la Cláusula Décimo Segunda del contrato de compraventa, toda vez que la
misma establecía un plazo de prórroga para la entrega del inmueble de 30 a 60 días; por
tanto, el plazo para la entrega vencía el 31 de enero de 2013.
22. Al respecto, obra en el expediente el contrato de compraventa de bien futuro en el cual se
pactó en la cláusula décimo segunda que la fecha de entrega del inmueble sería el 31 de
noviembre de 2012, con un plazo adicional de 30 a 60 días6. En ese contexto, la citada
cláusula establece lo siguiente:

4 LEY 29571. CÓDIGO DE PROTECCIÓN Y DEFENSA DEL CONSUMIDOR. Artículo 18º.

Idoneidad.
Se entiende por idoneidad la correspondencia entre lo que un consumidor espera y lo que efectiva-
mente recibe, en función a lo que se le hubiera ofrecido, la publicidad e información transmitida, las
condiciones y circunstancias de la transacción, las características y naturaleza del producto o servicio,
el precio, entre otros factores, atendiendo a las circunstancias del caso. La idoneidad es evaluada en
función a la propia naturaleza del producto o servicio y a su aptitud para satisfacer la finalidad para la
cual ha sido puesto en el mercado.
Las autorizaciones por parte de los organismos del Estado para la fabricación de un producto o la
prestación de un servicio, en los casos que sea necesario, no eximen de responsabilidad al proveedor
frente al consumidor.
5 LEY 29571. CÓDIGO DE PROTECCIÓN Y DEFENSA DEL CONSUMIDOR. Artículo 19º.
Obligación de los proveedores. El proveedor responde por la idoneidad y calidad de los productos y
servicios ofrecidos; por la autenticidad de las marcas y leyendas que exhiben sus productos o del signo
que respalda al prestador del servicio, por la falta de conformidad entre la publicidad comercial de
los productos y servicios y éstos, así como por el contenido y la vida útil del producto indicado en el
envase, en lo que corresponda
6 En el folio 29 del expediente.

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 329

 Actualidad

Civil Arbitraje

“[...]
DÉCIMO SEGUNDA: ENTREGA DEL INMUEBLE
EL VENDEDOR se compromete a entregar EL INMUEBLE materia de la presente
compraventa el 31 de noviembre de 2012, en las condiciones que se estipulan en
el presente contrato y que el comprador acepta expresamente y una vez que se haya
cancelado el íntegro del precio de venta señalado en la cláusula tercera del presente
contrato, acordándose que si las circunstancias lo ameritaran, EL VENDEDOR
tendrá un plazo adicional de 30 a 60 días adicionales para la entrega del bien.
[...]
EL VENDEDOR no responderá por el incumplimiento en la entrega oportuna del
INMUEBLE materia del presente contrato, debido acaso fortuito o fuerza mayor,
de acuerdo a lo establecido en el artículo 1315 del Código Civil o por cambios
adicionales no previstos y/o complementarios solicitados por EL COMPRADOR,
no encontrándose EL VENDEDOR obligado a otorgar ningún pago por el retraso
a favor de EL COMPRADOR.
[...]” (sic)
23. Para efectos de sustentar la responsabilidad de terceros en la demora en la entrega del
inmueble, la denunciada presentó:
(i) El Acta de Recepción de obra por Terceros N.°0011-2013-EPSEL S.A.GG/ GT/
SGOCT “Instalación de las Redes de Agua Potable y Alcantarillado para la Habi-
litación Puertas del Sol Galilea Primera Etapa”, emitida por Entidad Prestadora de
Servicios de Saneamiento de Lambayeque S.A. EPSEL el 12 de junio de 20137:
“[...] Fecha de Inicio de obra: 15 de setiembre de 2012
Fecha de Término de obra (Primera etapa): 15 de enero de 2013 [...]”
(Sombreado añadido)
(ii) Carta 0032012GALILEAOBRAPDS de fecha 21 de noviembre de 2012.
24. De la valoración de los citados medios probatorios obrantes en el expediente, se advierte
que los documentos referidos a los trámites administrativos llevados a cabo por la Inmo-
biliaria ante EPSEL (para el servicio de agua potable), dan cuenta que las referidas obras
se iniciaron cuando ya se iba a vencer la fecha de entrega pactada (31 de noviembre de
2012), siendo que se entregó la conformidad de la obra recién en junio de 2013, es decir,
siete (7) meses después de la fecha de entrega.
25. En efecto, se evidencia que recién dos (2) meses antes de la fecha pactada para la entrega
del inmueble, la Inmobiliaria inició las obras para el servicio de agua potable y alcantari-
llado ante EPSEL (15 de setiembre). Lo anterior manifiesta que las obras no se iniciaron
de manera oportuna por parte de la Inmobiliaria, teniendo en cuenta los plazos pactados
frente al denunciante. Además, debe resaltarse que el plazo para la realización de dicha
obra era de aproximadamente cinco (5) meses (vencía el 31 de enero de 2013), es decir,
con posterioridad a la fecha en la que se pactó la entrega (31 de noviembre de 2012).

7 En el folio 217 del expediente.

330 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Reseña de jurisprudencia

26. Asimismo, si bien la Inmobiliaria señaló que los inmuebles se encontraban listos para ser
entregados dentro del plazo de los sesenta (60) días que preveía el contrato; lo cierto es
que obra en el expediente el correo electrónico de fecha 4 de febrero de 20138, mediante
el cual la denunciada informa lo siguiente:
“[...] Estimado Señor Jorge, la presente es para saludarlo y a la vez dar una respuesta
a su solicitud.
Esta semana el encargado de Obra está realizando la entrega de las viviendas de las
etapas 1 - 4 a nuestra área comercial, la cual nos va a permitir programar una fecha
exacta de entrega de inmueble, según la etapa donde se encuentren. Antes haremos
una revisión previa a cada una de las viviendas y de esta forma dar el visto bueno que
todo esté en excelentes condiciones, para luego inmediatamente hacer la entrega del
inmueble.
[...]” (sic)
27. Por lo tanto, aun cuando se hubiera tomado en consideración el plazo adicional incluido
en el contrato, se verifica que la inmobiliaria a dicha fecha, esto es, el 31 de enero de 20139,
tampoco había cumplido con hacer la entrega respectiva del inmueble. Además, tampoco
se evidencia del correo electrónico que indique una fecha cierta en la que se efectuará la
entrega del bien.
28. Así también, obra la carta de fecha 31 de mayo de 2013 remitida por la Inmobiliaria al
señor Llamo, en la cual se indica lo siguiente:
“[...] Como es de vuestro conocimiento, con fecha 28 de abril de 2013, usted se
reunió con uno de nuestros asesores comerciales, a efectos de poder hacer entrega de
su vivienda. En dicha oportunidad pese a que el inmueble se encontraba construido
y listo para ser entregado, usted no accedió a recibir el inmueble alegando que este
no tendría un muro divisorio con la vivienda contigua.
[...]”
29. De la lectura de dicho medio probatorio se observa que recién en abril de 2013 el inmueble
se encontraba listo para ser entregado, es decir, luego de seis (6) meses del plazo pactado.
Por ello, resulta evidente que la Inmobiliaria no cumplió con su obligación, siendo que
en el presente caso no se produjo una causal que la exonere de responsabilidad, esto es,
circunstancias ajenas a su esfera de control que impidieron efectuar la entrega en la fecha
acordada.
30. Debe precisarse que si bien las entidades antes las cuales se efectuaron tales trámites
pudieron haber incurrido en demoras, ello no enerva que el proveedor debe dar inicio a
las obras correspondientes a efectos de obtener las autorizaciones necesarias a fin de no
incumplir con los plazos pactados con los consumidores, máxime si es el proveedor quien
tiene conocimiento y experiencia en la prestación de sus servicios en el rubro inmobiliario.
Así, no estamos ante circunstancias que lo ameriten, debido a que el proveedor debió
prever la duración de las obras, considerando los plazos con los que contaba para efectuar
la entrega. Asimismo, tampoco nos encontramos ante un caso fortuito o fuerza mayor

8 En la foja 68 del expediente.

9 En la foja 68 del expediente.

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 331

 Actualidad

Civil Arbitraje

que exima de responsabilidad a la Inmobiliaria por la demora en la entrega del inmueble

al denunciante.
31. De otro lado, la Inmobiliaria manifestó que asumieron los costos por los gastos incurridos
por el abastecimiento de agua potable. Al respecto, debe manifestarse que pese a que de la
revisión de los medios probatorios (recibos por la venta de agua potable, los mismos que
datan de los períodos marzo 2013 agosto 2013)10 se advierte la compra de agua potable,
lo cierto es que ello no hace más que evidenciar que a la fecha en la que se entregó la
Conformidad de Obra por parte de EPSEL (12 de junio de 2013) todavía el Proyecto
Inmobiliario y por lo tanto el inmueble adquirido por el señor Llamo no contaba con
dicho servicio.
32. Finalmente, la Inmobiliaria manifestó que la Comisión en caso de considerar que los
medios probatorios no eran suficientes debió solicitar la presentación de otras pruebas
para fundamentar su pronunciamiento. Sobre este punto, correspondía a la Inmobiliaria
actuar la pruebas necesarias que generaran convicción respecto a que el hecho infractor
denunciado no le era imputable; no obstante, en el presente procedimiento no ha cum-
plido con ello.
33. Por las consideraciones expuestas y dado que la Inmobiliaria no ha acreditado que la falta
de entrega del inmueble en la fecha pactada no le sea atribuible, corresponde confirmar
la resolución apelada que declaró fundada la denuncia en el presente extremo.
Sobre la falta independización del inmueble
34. El artículo 76° del Código establece el deber de los proveedores de productos y servicios
inmobiliarios a informar a los consumidores sobre las características del inmueble adqui-
rido así como proporcionar toda aquella documentación relevante, como por ejemplo
la habilitación urbana, saneamiento, materiales empleados en la construcción, licencia
de obra, los planos de ubicación, instalaciones, arquitectónicos, parámetros urbanísticos,
declaratoria de fábrica, entre otros11.
35. El señor Llamo denunció a la Inmobiliaria por no haber tramitado la independización
de su inmueble, de acuerdo a lo establecido en el contrato de compraventa suscrito por
ambas partes.
36. La Comisión declaró fundada este extremo de la denuncia, pues consideró que la Inmo-
biliaria no cumplió con acreditar que obtuvo la independización correspondiente.

10 Los mismos que cuentan carácter confidencial respecto de los montos pagados por el producto (agua
potable) y proveedores, de acuerdo a lo establecido en la Resolución 238-2013/CPC-INDECOPI-
LAM de fecha 11 de abril de 2014 obrante a fojas 375 a 379.
11 LEY 29571, CÓDIGO DE PROTECCIÓN Y DEFENSA DEL CONSUMIDOR, Artículo 76°.
Protección del consumidor en contratos inmobiliarios. El derecho del consumidor a la información
obliga al proveedor de productos y servicios inmobiliarios a informar sobre las características del
inmueble que está adquiriendo así como a proporcionar toda aquella documentación que acredite la
existencia de autorizaciones municipales, el área del inmueble, el proceso de titulación, habilitación
urbana, saneamiento, materiales empleados en la construcción y en los acabados, inscripciones regis-
trales del terreno y Declaratoria de Fábrica o de Edificación, reglamento interno, independización y
toda aquella documentación relevante.

332 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Reseña de jurisprudencia

37. En su recurso de apelación, la Inmobiliaria indicó que habían cumplido con acreditar
todas las acciones desplegadas para la independización del inmueble del señor Llamo;
siendo que para lograr la misma necesitaban obtener la conformidad de obra por parte de
las entidades prestadoras de servicios; solicitar la recepción de Habilitación Urbana a la
Municipalidad; así como también la Conformidad de Obra y la Declaratoria de Fábrica.
A la fecha ya contaban con la Conformidad de Obra emitida por la Municipalidad, lo
cual probaba su actuar diligente. En todo caso, la demora en la tramitación era imputable
a la Municipalidad
38. Obra en el expediente el contrato de compraventa de bien futuro, mediante el cual se
pactó lo siguiente12:
“CUARTA: OBLIGACIONES DE LAS PARTES
EL VENDEDOR se obliga a:
4.1 Obtener el Certificado de Finalización de Obra y Zonificación por parte de la Mu-
nicipalidad Distrital respectiva, así como el cumplimiento de las demás exigencias
previstas, para los efectos de la respectiva Declaratoria de Fábrica de El INMUEBLE
materia de venta y el trámite de independización ante los Registros Públicos. [...]
OCTAVA: SANEAMIENTO LEGAL DEL INMUEBLE [...]
El VENDEDOR es responsable de efectuar los trámites para la obtención de la declaratoria
de fábrica de las obras civiles realizadas de conformidad a los planos arquitectóni-
cos, especificaciones técnicas y de obtener su conformidad ante la Municipalidad
respectiva una vez terminada la fábrica, asumiendo todos los gastos administrativos,
municipales, notariales y registrales que correspondan.
Cualquier retraso en la independización no imputable a EL VENDEDOR no será
considerado como causa de incumplimiento de sus obligaciones. Dentro de las causas
no imputables a EL VENDEDOR se entienden incluidas, sin que ello sea limitativo,
los trámites y autorizaciones municipales, así como el proceso de inscripción de la
referida independización. [...]
39. Por tal motivo, y ante la ausencia de garantía legal al respecto, corresponde establecer si,
bajo los parámetros de una garantía implícita resultaba exigible que el proveedor efectúe
la entrega de la independización e inscripción en Registros Públicos tramitados.
40. Para tal efecto, conviene recordar que los usos y costumbres del mercado inmobiliario
actual determinan casi siempre la comercialización de inmuebles en planos o en etapa
de construcción. Por ello, los consumidores suscriben contratos de compraventa de bien
futuro cuya naturaleza jurídica determinan que su eficacia esté condicionada a su existencia,
cuantía y calidad13.
41. Bajo dicho panorama, un consumidor esperaría que el inmueble le sea entregado una
vez su construcción hubiese culminado conforme a los parámetros urbanísticos y de
construcción establecidos, confirmado mediante una conformidad de obra debidamente
tramitada. Ante tal expectativa, los proveedores buscan atraer las preferencias de los con-

12 En el folio 24 del expediente.

13 TORRES MÉNDEZ, Miguel. “Compraventa de bien futuro general” en: Código Civil comentado
por los 100 mejores especialistas, Gaceta Jurídica, Primera Edición, 2006, p. 58.

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 333

 Actualidad

Civil Arbitraje

sumidores pactando un plazo de entrega cercana y posterior a la finalización de la obra;

de igual manera, si no se pactara un plazo determinado resulta razonable afirmar que este
debería entregarse una vez finalizada su construcción.
42. Lo contrario, implicaría perjudicar a los consumidores que tienen la expectativa de poder
usar y disfrutar del bien inmueble luego de esperar el tiempo que demandó su construcción.
Otro escenario distinto sería si el proveedor pactara con el consumidor, expresamente
en el contrato, que la entrega podría realizarse en una fecha posterior a la culminación
de la obra, lo cual descartaría cualquier expectativa generada sobre la posible entrega del
inmueble una vez terminado de construir.
43. Por otra parte, si bien hemos señalado que por garantía implícita resulta exigible que
los proveedores entreguen los inmuebles con la conformidad de obra respectiva, ello
respondía a la imposibilidad de desligar la declaración formal de la culminación de las
obras de construcción del inmueble conforme a los parámetros establecidos (conformi-
dad de obra) con su entrega a los consumidores, debido a que un consumidor esperaría
recibir un inmueble luego de haber verificado que cumple con los parámetros mínimos
de construcción, a efectos de poder habitarlo.
44. Sin embargo, dicho razonamiento no resulta aplicable –a falta de pacto en contrario– al
saneamiento registral de los inmuebles adquiridos como consecuencia de la celebración
de un contrato de compraventa de bien futuro, dado que su propia naturaleza determina
que exista una expectativa legítima del consumidor de contar con el inmueble de forma
inmediata, una vez las obras se encuentren finalizadas; dicha expectativa de tomar pose-
sión del inmueble no puede estar condicionada a la tramitación de la independización e
inscripción en Registros Públicos en dicha oportunidad, pues el saneamiento registral no
incide sobre las características físicas del inmueble ni a su condición mínima de habita-
bilidad.
45. Dicha afirmación no implica desconocer la obligación del proveedor de realizar dichos
trámites de forma idónea y en un plazo razonable, debiendo en el caso en concreto analizar
si actuó con diligencia al realizar los seguimientos y levantar las observaciones respectivas
que justifique una posible demora en su finalización14.
46. En el presente caso, debe indicarse que la entrega del inmueble se encontraba pactada para
el 31 de noviembre de 2012; por lo que, a la fecha de interposición de la denuncia (8 de
noviembre de 2013) ya habían transcurrido aproximadamente doce (12) meses. Por ello,
se tiene que analizar si dicho plazo resultaba razonable, considerando las acciones desple-
gadas por la inmobiliaria para la obtención de la independización del proyecto, una vez
entregado el bien inmueble, más aún si tal como se ha señalado en párrafos precedentes,
un consumidor esperaría recibir su inmueble completamente terminado.
47. Al respecto, se ha constatado que, por ejemplo, la conformidad de la instalación de las
redes de agua potable y alcantarillado de la residencial por parte de EPSEL recién fue
otorgada el 12 de junio de 2013, es decir, siete (7) meses después de la fecha pactada para

14 Este criterio se ha venido aplicando por esta Sala anteriormente: Resolución 3453-2013/ SPC y Reso-
lución 3455-2013/ SPC del 11 de diciembre de 2013. Igualmente, ver Resolución 1331-2014/ SPC
del 16 de abril de 2014.

334 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Reseña de jurisprudencia

la entrega del inmueble; siendo que además, no obra en el expediente medio probatorio
que acredite la fecha de la emisión de la conformidad de obra del Proyecto Inmobiliario.
48. Por el contrario, mediante escrito de 2 de octubre de 2014, el señor Llamo adjuntó la carta
de fecha 16 de agosto de 2014 remitida por la Inmobiliaria mediante la cual le informan
que ya cuentan con el Certificado de Conformidad de Obra y Declaratoria de Fábrica de
su vivienda, siendo que también le manifiestan que han cumplido con iniciar los trámites
para la independización del inmueble15.
49. En ese contexto, existen indicios suficientes que permiten constatar que resultaba impu-
table a la denunciada la demora en la tramitación de los documentos necesarios para la
tramitación de la independización de inmueble; por lo que, no resultaba razonable, de
acuerdo a las expectativas generadas en el consumidor, que a la fecha de interposición de
la denuncia todavía no se hubieran iniciado los trámites referidos, máxime si se toma en
consideración que el bien no había sido entregado en la fecha pactada por causas impu-
tables también a la Inmobiliaria.
50. Además, no obra en el expediente medios probatorios que generen certeza en este Co-
legiado de la supuesta responsabilidad de terceros (Municipalidad), debido a que todas
las pruebas actuadas en el presente procedimiento permiten verificar que la Inmobiliaria
no cumplió con su obligación de realizar los trámites necesarios en un plazo oportuno y
razonable.
51. En consecuencia, si bien no existía un plazo para efectuar el trámite de independización;
lo cierto es que resultaba razonable que para la fecha en la que estaba pactada la entrega
del bien, la Inmobiliaria iniciara los trámites para la obtención de la independización
(considerando el supuesto de que el bien ya se encontraba terminado para esa fecha); no
existiendo a la fecha documento que permita corroborar que el trámite respectivo se haya
iniciado.
52. En virtud de lo expuesto, corresponde confirmar la resolución apelada que declaró fundada
la denuncia en el presente extremo. Sobre la aplicación de cláusulas abusivas
53. El artículo 49° del Código señala que en los contratos por adhesión y cláusulas generales
de contratación no aprobadas administrativamente, se consideran cláusulas abusivas todas
aquellas estipulaciones no negociadas individualmente que coloquen al consumidor en
una situación de desventaja o desigualdad o anulen sus derechos. Para su evaluación, se
tiene en cuenta la naturaleza del producto o servicio objeto del contrato, así como las
circunstancias que concurrieron al momento de su celebración, la información brindada
al consumidor, así como el resto de cláusulas estipuladas en el contrato.16

15 En la foja 521 del expediente.

16 LEY 29571. CÓDIGO DE PROTECCIÓN Y DEFENSA DEL CONSUMIDOR. Artículo 49º.
Definición de cláusulas abusivas.49.1
En los contratos por adhesión y en las cláusulas generales de contratación no aprobadas administra-
tivamente, se consideran cláusulas abusivas y, por tanto, inexigibles todas aquellas estipulaciones no
negociadas individualmente que, en contra de las exigencias de la buena fe, coloquen al consumidor,
en su perjuicio, en una situación de desventaja o desigualdad o anulen sus derechos. 49.2 Para la eva-
luación de las cláusulas abusivas, se tiene en cuenta la naturaleza de los productos o servicios objeto
del contrato, todas las circunstancias que concurren en el momento de su celebración, incluida la

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 335

 Actualidad

Civil Arbitraje

54. El artículo 1398º del Código Civil señala que en los contratos celebrados por adhesión17
y en las cláusulas generales de contratación18 no aprobadas administrativamente, no son
válidas las cláusulas que establezcan a favor de quien las ha redactado: (i) exoneraciones o
limitaciones de responsabilidad; y (ii) facultades de suspender la ejecución del contrato, de
rescindirlo o de resolverlo y de prohibir a la otra parte el derecho de oponer excepciones
o de prorrogar o renovar tácitamente el contrato19.
55. Es importante resaltar que las cláusulas mencionadas en los párrafos anteriores son
conocidas a nivel doctrinario como cláusulas abusivas o vejatorias. En ese sentido, los
proveedores no pueden oponer a los consumidores cláusulas que se encuentren en los
contratos de adhesión o en cláusulas generales de contratación que celebren con ellos,
catalogadas como abusivas por las normas citadas precedentemente.
56. Tal como lo ha señalado este Colegiado en pronunciamientos anteriores20, la finalidad de
que el ordenamiento tipifique cláusulas abusivas en tal esquema de contratación, responde
a que en estos casos los consumidores solo tienen la libertad de contratar, esto es, la ca-
pacidad de elegir con qué proveedor contratan, mas no con libertad contractual, es decir,
la potestad de establecer el contenido del contrato, la cual está reservado exclusivamente
a los proveedores, no existiendo negociación alguna.
57. Así, la ley ha previsto como mecanismo de protección la regulación de cláusulas abusivas,
con miras a evitar una eventual desequilibrio significativo en las posiciones asumidas por
proveedor y consumidor21.

información que se haya brindado, así como todas las demás cláusulas del contrato o de otro
del que este dependa. […]
17 CÓDIGO CIVIL. Artículo 1390º.Contrato por adhesión. El contrato es por adhesión cuando una
de las partes, colocada en la alternativa de aceptar o rechazar integrante las estipulaciones fijadas por
la otra parte, declara su voluntad de aceptar.
18 CÓDIGO CIVIL. Artículo 1392º.Cláusulas generales de contratación. Las cláusulas generales de
contratación son aquellas redactadas previa y unilateralmente por una persona o entidad, en forma
general y abstracta, con el objeto de fijar el contenido normativo de una serie indefinida de futuros
contratos particulares, con elementos propios de ellos.
19 CÓDIGO CIVIL. Artículo 1398º.En los contratos celebrados por adhesión y en las cláusulas generales
de contratación no aprobadas administrativamente, no son válidas las estipulaciones que establezcan,
en favor de quien las ha redactado, exoneraciones o limitaciones de responsabilidad; facultades de sus-
pender la ejecución del contrato, de rescindirlo o de resolverlo, y de prohibir a la otra parte el derecho
de oponer excepciones o de prorrogar o renovar tácitamente el contrato.
20 Ver la Resolución 782 012/SC2-INDECOPI del 11 de enero de 2012 y la Resolución 1746-2014/
SPC-INDECOPI del 28 de mayo de 2014.
21 En tal sentido, los autores peruanos especialistas en Derecho Contractual concuerdan en el fundamento
dela regulación de las cláusulas abusivas. A modo de ejemplo, puede citarse a De La Puente y Lavalle
quien señala en referencia a las cláusulas abusivas enumeradas en el artículo 1398 del Código Civil, que:
“no cabe duda de que la declaración de invalidez de estas estipulaciones, obedece a un propósito de evitar
abusos por parte de los pre-redactantes, protegiéndose así a la parte débil en la negociación contractual
(DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel “Las cláusulas generales de contratación y la protección al
consumidor”, Themis – Revista de Derecho, Segunda Época, 1995, N.º 31, págs. 19 y 20). Por su parte,
Espinoza Espinoza indica: “Si bien es cierto los contratos standard son un instrumento tan útil que es
imposible eliminarlos, siendo ingenuo pensar que con su eliminación se ofrece una tutela al consumidor,

336 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Reseña de jurisprudencia

58. En este punto, resulta conveniente destacar cómo la legislación y doctrina comparadas
resaltan, a su vez, que las normas sobre cláusulas abusivas no tienen por objeto la regu-
lación de precios. Ello guarda coherencia con la economía social de mercado consagrada
como régimen económico en el ordenamiento jurídico peruano, el cual tiene como uno
de sus principales pilares la libertad de los privados de fijar los precios de los productos o
servicios que ofrezcan en el mercado. De este modo, el desequilibrio que se evaluará para
determinar la existencia de una cláusula abusiva no será analizado en términos económicos
atinentes al precio, sino más bien en términos jurídicos relacionados con los derechos y
obligaciones asumidos por las partes, esto es, las posiciones que cada una de ellas asume
en la relación contractual entablada.
59. En dicho contexto, los requisitos para determinar si estamos ante una cláusula abusiva son
los siguientes: (i) Cuando la cláusula ocasione una desventaja al consumidor; (ii) cuando esté
inserta en un contrato que, interpretado en conjunto, no justifique la desventaja impuesta
al consumidor; y (iii) cuando genere una desventaja que sea significativa, en el sentido que
desequilibre la relación entre la posición del proveedor y la posición del consumidor.
60. Ahora bien, esta Sala ha precisado que, en el marco del Código, los requisitos señalados
son aplicables únicamente a las cláusulas abusivas de ineficacia relativa (reguladas en el
artículo 51º), pues las de ineficacia absoluta (recogidas en el artículo 50º) son abusivas
per se, sin que sea necesario un análisis de vejatoriedad posterior22.
61. El señor Llamo manifestó que la Cláusula Décimo Octava del contrato de compraventa
referida a que en caso de conflicto entre las partes debía recurrir a la Cámara de Comercio
de Lima para resolver la controversia resultaba abusiva, afectándose sus derechos como
consumidor.
62. La Comisión declaró infundado este extremo de la denuncia, debido a que consideró que
la cláusula denunciada no era abusiva, en tanto no limitaba el derecho del consumidor
para acceder a otras vías para solucionar la controversia surgida con el proveedor.
63. Al respecto, de la lectura de la Cláusula Décimo Octava del contrato de compraventa23,
se observa lo siguiente:
“[…]
DÉCIMO OCTAVA: SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS
En caso de suscitarse discrepancias o desavenencias respecto de la correcta interpre-
tación, aplicación y ejecución del presente contrato, y en general, de todas aquellas
situaciones controvertidas que resulten durante el desarrollo de la relación jurídica y
que no hayan sido contempladas en el presente contrato, las partes convienen en la
necesidad de ser resueltas de manera amigable.

no debemos perder de vista que un adecuado sistema de control de este tipo de contratos podría evitar
situaciones que afecten los derechos de los consumidores, así como de otros agentes económicos, en
aras de restablecer el equilibrio de la relación contractual con aquellos que predisponen los contratos de
adhesión o las cláusulas generales de contratación […] Es, dentro de este marco conceptual que debemos
enfocar a las cláusulas vejatorias”. ESPINOZA ESPINOZA, Juan, “Las cláusulas vejatorias en los contratos
estipulados unilateralmente”, en Derecho de los Consumidores, Editorial Rodhas, Lima, 2006, pág. 150.
22 Ver la Resolución 1924-2014/SPC-INDECOPI del 11 de junio de 2014.
23 En la foja 31 del expediente

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 337

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Civil Arbitraje

De subsistir el conflicto entre las partes, cualquiera de ellas queda facultada a someter
la solución final del mismo a arbitraje de Derecho, de conformidad con el Decreto
Legislativo 1071, Ley General de Arbitraje, el cual será administrado por el Centro
de Conciliación y Arbitraje Nacional e Internacional de la Cámara de Comercio
de Lima, en adelante el Centro. Las partes acuerdan someterse a los Reglamentos
de Arbitraje del Centro, sin perjuicio de lo pactado por las partes con relación a la
composición y designación del Tribunal Arbitral.
El proceso arbitral será conducido por un solo árbitro, quien resolverá en forma
definitiva y vinculante para ambas partes mediante un laudo arbitral basado en
Derecho. Dicho laudo es inapelable.
El árbitro será nombrado por el Centro, sin embargo tal designación deberá ser
aceptada por las partes. En caso una de las partes no se encuentre de acuerdo con
el árbitro designado por el Centro, deberá comunicarlo al Centro dentro de los dos
días hábiles siguientes de recibida la notificación con la resolución de nombramiento
de árbitro.
Junto con la comunicación a la que se hace referencia en el párrafo anterior, se deberá
informar al Centro la necesidad de nombrar un Tribunal Arbitral compuesto por tres
árbitros. Dicha comunicación deberá ser enviada a cada una de las partes. En estos
casos, los árbitros serán nombrados de la siguiente manera:
Cada una de las partes designará un árbitro y los dos árbitros así designados, nombra-
rán al tercero, quien presidirá el Tribunal Arbitral. Si alguna de las partes no cumple
con nombrar a su árbitro dentro del plazo de diez (10) hábiles después de haber
recibido la comunicación en la cual se informa acerca de la necesidad de nombrar
a un Tribunal Arbitral, o sí los dos (2) árbitros elegidos por las partes no consiguen
ponerse de acuerdo sobre la designación del tercero dentro del plazo de diez (10)
hábiles de haber sido nombrado el último árbitro, la designación de cualquiera de
dichos árbitros la hará, a solicitud de cualquiera de las partes, el Centro. Los costos que
origine el procedimiento arbitral serán asumidos por ambas partes en proporciones
iguales.
[...]”
64. De la revisión de dicha Cláusula no se observa que genere una desventaja en el consumidor,
debido a que la misma no es limitativa; por el contrario, establece que “De subsistir el
conflicto entre las partes, cualquiera de ellas queda facultada a someter la solución final
del mismo a arbitraje de Derecho”. Otorgándole así facultad a las partes de decidir si
utilizarán dicho fuero para resolver la controversia o cualquier otro.
65. En ese sentido, esta Sala considera que el pacto incorporado en las cláusula del contrato
de compraventa celebrado entre las partes, no limita su derecho a formular una denun-
cia por una posible infracción a las normas de protección al consumidor o una posible
demanda por incumplimiento de contrato ante la vía judicial. No evidenciándose de la
lectura pacto extremo que limite las facultades de los contratantes.
66. Por lo expuesto, corresponde confirmar la resolución venida en grado en el extremo que
declaró infundado este extremo de la denuncia.

338 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Reseña de jurisprudencia

Sobre la atención de reclamos

67. El artículo 24° del Código24 establece la obligación de los proveedores de atender los
reclamos presentados por los consumidores y dar respuesta a los mismos en el plazo
máximo de treinta (30) días calendario, siendo que el referido plazo puede ser extendido
cuando la naturaleza del reclamo lo justifique.
68. En tal sentido, todo consumidor que presenta una carta de reclamo espera que la misma
sea respondida en dicho plazo, a fin de tener conocimiento oportuno sobre la respuesta que
brinde el proveedor en la medida que de ello no solo dependen las decisiones y acciones
que vaya a adoptar, sino que permite, además, eliminar una situación de incertidumbre
sobre el asunto materia de reclamo.
69. El señor Llamo denunció que la Inmobiliaria no había cumplido con atender su reclamos
contenidos en las cartas notariales de fecha 18 de mayo, 6 de julio, 19 de agosto y 20 de
setiembre de 2013.
70. La Comisión declaró infundado este extremo de la denuncia toda vez que consideró que
había quedado acreditado que la Inmobiliaria había cumplido con responder los reclamos
presentados por el denunciante.
71. En su adhesión a la apelación, el señor Llamo manifestó que la Comisión solo valoró las
cartas enviadas por la Inmobiliaria en respuesta a sus cartas notariales; no obstante, había
emitido diversas comunicaciones a la denunciada, las mismas que habían sido respondi-
das con evasivas y falsas promesas. Además, en las cartas notariales había otorgado plazos
perentorios par su contestación (72 horas); sin embargo le habían contestado fuera de
dicho plazo.
72. Sobre el particular, debe precisar que no es materia de denuncia las otras comunicaciones
emitidas por el señor Llamo; por lo que, no correspondería que este Colegiado se pronuncie
al respecto.
73. De otro lado, con referencia al argumento del señor Llamo dirigido a cuestionar el hecho
de que la Inmobiliaria no cumplió con atender sus reclamos en los plazos perentorios que
le había otorgado, debe manifestarse que tal como se ha señalado en los párrafos 67 y 68 el
plazo para la atención de reclamos es de treinta (30) días calendario desde la presentación
del reclamo, evidenciándose de los medios probatorios obrantes en el expediente25 que la
Inmobiliaria cumplió con dicha obligación.
74. Por lo expuesto, corresponde confirmar este extremo de la resolución recurrida que declaró
infundada la denuncia del señor Llamo.

24 LEY 29571. CÓDIGO DE PROTECCIÓN Y DEFENSA DEL CONSUMIDOR. Artículo 24.-

Servicio de atención de reclamos.-
24.1 Sin perjuicio del derecho de los consumidores de iniciar las acciones correspondientes ante las
autoridades competentes, los proveedores están obligados a atender los reclamos presentados por
sus consumidores y dar respuesta a los mismos en un plazo no mayor a treinta (30) días calendario.
Dicho plazo puede ser extendido por otro igual cuando la naturaleza del reclamo lo justifique,
situación que es puesta en conocimiento del consumidor antes de la culminación del plazo inicial.
25 En la foja 70 a 88 del expediente.

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 339

 Actualidad

Civil Arbitraje

Sobre la graduación de la sanción

[…]
Sobre la medida correctiva y la condena al pago de las costas y costos del procedimiento
[…]
RESUELVE
PRIMERO: Declara la nulidad parcial de la Resolución 255-2014/INDEC0PI-LAM de
fecha 25 de abril de 2014 emitida por la Comisión de la Oficina Regional del Indecopi de
Lambayeque que declaró fundada la denuncia interpuesta por el señor Jorge Joel Llamo
Medina contra Constructora Galilea S.A.C. por presunta infracción del artículo 19° de
la Ley 29571, Código de Protección y Defensa del Consumidor, en el extremo referido a
la falta de colocación de los muros laterales, debido a que el órgano resolutivo de primera
instancia no cumplió con valorar todos los medios probatorios obrantes en el expediente.
En consecuencia, se dispone que la Comisión de la Oficina Regional del Indecopi de
Lambayeque emita un nuevo pronunciamiento de conformidad con lo señalado en la
parte considerativa de la presente resolución.
SEGUNDO: Confirmar la Resolución 255-2014/INDEC0PI-LAM que declaró fun-
dada la denuncia interpuesta por el señor Jorge Joel Llamo Medina contra Constructora
Galilea S.A.C. por infracción del artículo 19° de la Ley 29571, Código de Protección y
Defensa del Consumidor, en el extremo referido a la falta de entrega de los inmuebles al
denunciante en la fecha pactada.
TERCERO: Confirmar la Resolución 255-2014/INDEC0PI-LAM que declaró funda-
da la denuncia interpuesta por el señor Jorge Joel Llamo Medina contra Constructora
Galilea S.A.C. por infracción del artículo 76° de la Ley 29571, Código de Protección y
Defensa del Consumidor, en el extremo referido a que no cumplió con tramitar la inde-
pendización del inmueble adquirido por el denunciante.
CUARTO: Confirmar la Resolución 255-2014/INDEC0PI-LAM que declaró infunda-
da la denuncia interpuesta por el señor Jorge Joel Llamo Medina contra Constructora
Galilea S.A.C. por infracción de los artículos 49° y 50° de la Ley 29571, Código de Pro-
tección y Defensa del Consumidor, al haber quedado acreditado que la denunciada no
aplicó cláusulas abusivas en el contrato celebrado entre las partes.
QUINTO: Confirmar la Resolución 255-2014/INDEC0PI-LAM que declaró infunda-
da la denuncia interpuesta por el señor Jorge Joel Llamo Medina contra Constructora
Galilea S.A.C. por infracción del artículo 24° de la Ley 29571, Código de Protección y
Defensa del Consumidor, al haber quedado acreditado que la denunciada cumplió con
atender los reclamos presentados por el denunciante.
SEXTO: Confirmar la Resolución 255-2014/INDEC0PI-LAM en el extremo que orde-
nó a Constructora Galilea S.A.C., en calidad de medidas correctivas, que cumpla con:
con: (i) Acreditar la entrega del inmueble al denunciante, en el plazo de quince (15) hábi-
les de notificada la resolución; y, (ii) realizar la independización del inmueble en un plazo
de quince (15) días hábiles de notificada la resolución. Asimismo, otorgó a la inmobiliaria
el plazo de diez (10) días hábiles contado desde el plazo del vencimiento de las medidas
correctivas para que acredite su cumplimiento.

340 Instituto Pacífico Volumen 16 • Octubre 2015

 Reseña de jurisprudencia

SÉTIMO: Confirmar la Resolución 255-2014/INDEC0PI-LAM en el extremo que san-

cionó a Constructora Galilea S.A.C., con una multa de 2 UIT, por la falta de tramitación
de la independización del inmueble.
OCTAVO: Revocar la Resolución 255-2014/INDEC0PI-LAM en el extremo que san-
cionó a Constructora Galilea S.A.C. con una multa de 5 UIT, por la falta de entrega del
inmueble en la fecha pactada; y, reformándola, se impone una multa de 3 UIT.
NOVENO: Confirmar la Resolución 255-2014/INDEC0PI-LAM en el extremo que
condenó a Constructora Galilea S.A.C. al pago de las costas y costos del procedimiento.
DÉCIMO: Remitir el presente caso al Ministerio de Vivienda, Construcción y Sanea-
miento de conformidad con la Ley 29203, Ley que crea la Central de Información de
promotores inmobiliarios y/o empresas constructoras de unidades inmobiliarias.
Con la intervención de los señores vocales Julio Baltazar Durand Carrión, Alejandro José
Rospigliosi Vega, Ana Asunción Ampuero Miranda y Javier Francisco Zúñiga Quevedo.
JULIO BALTAZAR DURAND CARRIÓN
Presidente

Volumen 16 • Octubre 2015 Actualidad Civil 341