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Moderadora de Moderadora de
traducción corrección
Mary_08 Lelu
Traductoras
Bella'
Cjuli2516zc
Florpincha
Jessica8591
Mary_08
Myr62
Tairi
ZombieQueen
Correctoras
Addictedread
Dai Alvarado
Florpincha
Jessmddx
Larochz
Lelu
MagaPali
Bueno, no, soy un buen hombre, pero estoy a punto de hacer algo
malo. Porque estoy mirando fijamente a esta pequeña y perfecta imagen
de inocencia y tentación tendida debajo de mí, y sé que nunca seré
capaz de resistirme a ella.
Y ella esta tan húmeda por mí que puedo verlo brillando bajo la
tenue luz de su dormitorio. Puedo ver cuán listo y dispuesto esta ese
apretado coño, listo para mí mientras me elevo sobre ella a punto de
hundir profundamente mi pene en ese imposiblemente estrecho canal.
Jesús, su dormitorio.
Sí, esta chica es perfecta, pero también esta tan jodidamente mal.
Es legal, pero es una estudiante, mi estudiante por el amor de Dios. Es
mi perfecta y sobresaliente estudiante que se sienta al frente y al centro
en mi clase de primer año de Literatura Inglesa en el Hardham College.
La única por la que pierdo las malditas palabras cuando me pierdo en
observarla. La única por la que cometo errores en las lecturas cuando la
observo masticar la punta de su bolígrafo, sus ojos perdidos en el libro
frente a ella. O cuando cruza y descruza sus piernas. No intenta ser
sexy, pero eso es exactamente lo que me pone duro como una roca por
ella.
Dudo que la universidad estuviera feliz de saber sobre mi lujuria
por una estudiante, pero sé que estarían más que molestos si pudieran
verme ahora, con la cabeza de mi pene ronzando contra su sedoso y
carnoso coño.
Por supuesto lo esta, ella solamente ha hecho esto una vez antes.
Oh, claro, como si esto necesitara algo más para ser más obsceno.
No solamente estoy follando a una estudiante de la mitad de mi edad,
sino que estoy desnudo y totalmente desprotegido dentro de ella. Y así
como ayer, me importa una mierda. Así como ayer, tengo una simple y
primitiva urgencia de llenar a esta chica con mi semilla y hacerla mía.
—¡Oh Dios! ¡Sí! —ella gime—. Sí, profesor Martin, ¡lo quiero!
—Quiero que te vengas por mí, Ellie —le gruñí al oído—. Quiero
sentir que el coño se viene por toda mi polla grande y quiero sentir tus
jugos correr por mis bolas hasta vaciar cada gota de mierda dentro de
ti.
—Bueno, ¿qué otra cosa se suponía que hiciera? —dice Ted, como
si estuviera genuinamente confundido sobre por qué yo podría estar
molesta de saber que mi novio tuvo sexo con alguien más.
Me le quedo viendo, sintiéndome más humillada que realmente
herida. Supongo que lo correcto por hacer sería llorar aquí, al menos
eso es lo que las chicas en las películas hacen cuando el imbécil que
están viendo hace su parte. Pero estoy bastante segura de que no habrá
lágrimas. Claro, estoy enfadada, pero es más que nada lo mucho que
pica más que herir mis sentimientos.
Ted se encoge de hombros.
—No es como si tú alguna vez me dejaras conseguir algo.
Hago una mueca hacia él.
—Entonces ¿me engañaste?
—Nena, difícilmente es engaño si nosotros ni siquiera lo hemos
hecho aún.
En realidad estoy volviéndome más tonta teniendo esta
conversación. ¿Cómo pude encontrar a este encantador chico?
Bueno, supongo que sabría si lo pensara.
Así que había llegado a la universidad virgen; gran cosa, ¿cierto?
Sabía que el sexo era esta gran cosa, y prácticamente cualquier persona
en la preparatoria habló o pensó en ello, pero yo simplemente nunca
llegué a eso. Quiero decir, ¿cuándo habría tenido tiempo? Entre la
escuela, el atletismo, ser la mejor alumna, y entrar en una escuela de la
Ivy League con una beca completa, apenas había estado en el radar.
De acuerdo, y si estamos siendo honestos, no es como si tomar
todas las clases avanzadas y estar en el equipo de matemáticas te
hiciera la chica más popular en la escuela.
Yo era lo que mi madre llamaba una flor tardía. Me había aferrado
a mi grasa de bebé un poco más que algunas chicas, supongo, hasta el
último año cuando comencé a correr para el equipo de atletismo
después de que un consejero me sugirió añadir deportes a mis
extracurriculares. Luciría mejor cuando aplicara para las
universidades. No era exactamente una candidata para los deportes —
ni siquiera veía deportes, en serio— y así es como fue.
Y luego fue como el estirón y pubertad y todo ello golpe de la
noche a la mañana.
De la noche a la mañana, tenía pechos; grandes y llenos pechos.
La pista me hizo adelgazar, pero las caderas, el trasero y los pechos se
quedaron.
Y yo no sabía qué hacer con ello.
Entonces, comencé a usar suéteres holgados, vestidos y
pantalones sin forma; cualquier cosa para esconder las curvas para las
que no estaba preparada. Así que, añade “vestir como una vagabunda”
a “equipo de matemáticas”, “solitaria” y “cerebrito”, y tenemos una
receta perfecta para escapar de la escuela secundaria sin novio y con la
virginidad firmemente en su lugar.
Fue antes de dejar la preparatoria que las peticiones de mi madre
y mi única amiga Amy, finalmente me hicieron reaccionar. O tal vez fue
que estaba comenzando algo nuevo en el otoño; un nuevo comienzo en
un nuevo lugar donde nadie conocía a la vieja nerd en mí, y donde yo
siendo una sabelotodo realmente sería algo bueno. En cualquier caso,
cedí, y dejé que Amy me llevara de compras.
Entonces, la chica que caminó hacia ese pequeño pueblo, al
campus de una escuela prestigiosa era cualquier cosa menos la
desgarbada nerd de la secundaria. Está bien, las gafas se quedaron,
porque los lentes de contacto me enloquecían, y a mí honestamente me
gustaba mi pelo rubio rojizo demasiado como para teñirlo. Estilizado, sí,
pero no cambiado.
Y finalmente tenía ropa que se ajustara a mi figura en lugar de
esconderla. Añade toda la cosa, y yo era una nueva yo.
Correcto, entonces, así es cómo logré comenzar a salir con Ted, el
jugador de fútbol de una de las fraternidades. Quiero decir, esta era yo
de quien estamos hablando. Yo, quien nunca antes había estado en una
cita, o realmente tuviera mucho que hacer con los chicos. Como por
ejemplo, chicos lindos y populares como Ted quien camino directo por el
patio del campus al segundo día de orientación y me pidió salir.
Cuando todavía era muy popular como el autor del momento con
mi bestseller y mis giras de libros, era un juego diferente. Estaba hasta
la coronilla de coños en aquel entonces, pero eran del tipo que se me
permitía tocar.
Sí, entonces las chicas de primer año están fuera de los límites,
pero eso no significa que no he acariciado mi polla cerca de una docena
de veces desde que el semestre inició fantaseando con mi sentada en
primera fila, sobresaliente y pelirroja tentación.
Joder.
Bam.
Ella jadea cuando la gran taza de café helado sale de sus manos
cuando chocamos el uno con el otro, y chilla un poco cuando el hielo
liquido se vacía a través de su camiseta y mi camisa mientras cae en
mis brazos.
Santa mierda.
Ella arrastra su labio inferior entre sus dientes mientras sus cejas
se fruncen sobre sus lentes de sol.
Hay algo tan sincero en la manera que lo dice que estoy sonriendo
mientras levanto mis manos. Ella es tan dulce, no maldiciendo o algo
como cualquier otra chica sé haría en este momento.
—No, yo…
—En serio —digo firmemente, sonriendo hacia ella y mirando sus
labios separarse en una sonrisa—. Escucha, déjame pagarte la lavada
por lo menos.
OH MIERDA.
Bueno, tanto por estar lo suficiente lejos del campus, gruño para
mí mismo mientras mi polla se desinfla lentamente en mis pantalones,
antes de maldecir y dirigirme a mi auto.
Él no lo sabe.
Pero no lo está.
No, por supuesto que no, porque soy una gran cobarde.
Oh sí, él sabe quién soy ahora. Él sabe qué soy ahora, viéndome
aquí. Sabe que soy una estudiante, su sin duda, fuera de los límites,
puedes perder tu trabajo, inapropiada estudiante.
Jesus, por supuesto que hay un chico. Quiero decir, una chica que
luce así, ¿sola en la universidad? Sí, no jodas que hay un novio.
—Mira, solo deja de ser una gran estirada y mojigata perra y...
—Es suficiente. —Mi voz sale mucho más alta de lo que intentaba,
pero el efecto es perfecto. Ted inmediatamente deja caer su mano de su
agarre en el brazo de ella y se gira hacia mí, una mirada asustada en su
rostro que me tiene sonriendo.
Pequeño mocoso.
Asiente rápidamente.
—Sí, señor.
—Largo.
—¿Todo bien?
Mierda.
Hay algo tan inocente en la forma en que ella lo dice, algo fuera de
los límites y equivocado sobre la forma en que casi suena como si me
estuviera aceptando que me pone la polla dura en los vaqueros.
—Bueno, escucha, realmente no te reconocí, aunque no tengo ni
la maldita idea de cómo no di contigo directamente en la clase todos los
días.
Me encogí de hombros.
Y no lo es, no es mía, eso es, pero eso no quiere decir que no estoy
pensando en todos los sentidos que quiero hacerla mía.
—Gracias, profesor.
—¿Hmm?
—¿Nos vemos en clase mañana?
Toso.
6
Liam
Traducido por Florpincha
Corregido por Larochz
Maldición.
Ellie.
Oh, mierda.
—Um, ¿profesor?
—¿Tú, um, dijiste que podría pasar por aquí si alguna vez
necesitaba algo? —Sus ojos danzan rápidamente alrededor de mi cara
antes de que su frente se arrugue—. Lo siento mucho, probablemente
es demasiado tarde.
—¿Todo bien?
—Oh, sí, lo siento —Me sonríe—. Sí, todo está bien. Solo quería
darte las gracias por intervenir con Ted el otro día.
—¿Novio?
—¿No qué?
—N… no es nada.
—¿En serio? —Sacudo la cabeza—. ¿Ese tipo salió con una chica
como tú?
Ella sonríe.
Me río.
Santa mierda.
—¿Te gusta lo que ves, profesor? —Su voz es suave, y suena tan
tierna, y la combinación de los dos es insanamente caliente a mis oídos
y tiene a mi polla levantándose de nuevo a la atención.
—Ellie, no quise...
Aquí en mí…
OH MIERDA.
—Ellie, cariño...
Santa mierda.
Fuera de los límites mi culo, voy a hacer que esta chica sea mía.
Santa mierda.
Empiezo a sacudir la cabeza y a alejarme, pero envuelve sus
piernas alrededor de mí, sosteniéndome cerca.
—¿Por favor, profesor? —Su lengua sale por sus labios—. Fóllame
con esa gran polla.
Rujo tan fuerte como puedo y solo exploto dentro de ella, desnudo
y totalmente desprotegido. Estoy tirando chorros tras chorro de semen
profundamente dentro de ella, llenándola tanto que comienza a
escaparse mientras que bombeo un chorro más dentro de ella.
Santa mierda.
—Gracias —susurra.
Se ríe mientras saco sus bragas del suelo y las uso para limpiarla
suavemente antes de jalar mis pantalones.
—¿Profesor?
2
―Bueno, ¿cuál es tu problema?
Está lloviendo al día siguiente, un día en mi nueva condición de
no virgen.
―¿Hmm? —Miro a mi compañera de cuarto Ally, solo entonces me
ruborizo cuando me doy cuenta de que estaba totalmente mirando a la
pared con una gran sonrisa burlona en mi cara en lugar del libro en mis
manos.
Ally me sonríe con complicidad desde su cama, arqueando su ceja
hacia mí.
—Estas toda brillante hoy, y sé que no es porque hayas tenido
relaciones.
Me sonrojo mientras pongo mis ojos en blanco hacia ella.
―Bueno, ¿qué se supone que significa eso?
―Significa que eres Ellie, mi maravillosa pero eternamente virginal
compañera de habitación ―De repente sus ojos se ensanchan mientras
ella ve el rubor en mi cara―. Oh Dios.
―¿Qué? ―digo rápidamente.
―No lo hiciste... ―Ella me mira durante otro segundo antes de que
su mandíbula se caiga―. ¡Santa mierda!
―¿Qué?
―¡Tuviste relaciones!
Rápidamente miro hacia abajo al libro en mis manos, mi cabello
cae en cascada alrededor de mi rostro de alguna manera tratando de
ocultar el rubor de vergüenza en mi rostro. ―Yo... no sé lo que estás...
―¡Ellie! ―grita Ally―. ¡Santa mierda! ―De repente, arruga su
rostro―. ¿Ted?
Hago una mueca. ―Dios no.
―Oh, gracias a Dios ―dice con una risa―. Me habría matado si
hubieras esperado todo este tiempo para entregársela a ese perdedor —
Ella estrecha sus ojos hacia mí―. ¿Entonces, quién?
―Nadie ―le digo rápidamente.
―Pérdida de la Inmaculada virginidad ¿eh? Esa es una nueva.
Me sonrojo.
―No, es solo...
Solo tiene el doble de mi edad, y es mi profesor de inglés, y ambos
podríamos tener serios problemas por esto.
―¿Fue bueno?
―Sí —Me ruborizo de inmediato ante la fuerza con la que lo digo,
pero Ally solo estalla en risitas tontas.
―¡Oye! ¡No te avergüences! ¡Eso es increíble! ―Ella levanta una
ceja otra vez―. ¿Por qué el secreto?
Es como un sabueso con esta cosa.
―Oh, él es solo...
¿Fuera de los límites? ¿Incorrecto? ¿Mi profesor? ¿Un escritor
famoso? ¿Dos veces de mi edad?
No le contesto y Ally pone los ojos en blanco ―Bien, tiene tus
secretos, rara. Oye, por lo menos finalmente lo hiciste.
Y no puedo esperar a hacerlo de nuevo.
Es un pensamiento malo, pero sé entonces que quiero más.
Necesito más, sin importar las consecuencias.
―Quiero decir, incluso si era solo un ligue, bien por ti, chica.
―Ally sonríe—. Finalmente te uniste al club y perforaste esa tarjeta.
Excepto que sé que no va a ser una cosa de una sola vez. Y sé lo
cliché que es incluso pensar qué, como la niña ingenua, inexperta que
acaba de perder a la forma más antigua, con el mucho más mundano
chico. Pero sé que no lo es. Yo podría ser inexperta, y nueva para esto,
pero vi la mirada en los ojos de Liam. Sé cómo me miraba y sé que lo
necesito de nuevo.
Ally se levanta de su cama. ―De todas formas, voy a salir esta
noche, ¿quieres venir?
―No, gracias, pero estoy bien.
―Bueno, pasos de bebé. Aun te llevaremos a una fiesta, Ellie
Thompson.
Ella va a su armario y comienza a cambiarse para salir por la
noche, y de repente, sé exactamente lo que quiero esta noche. Sé
exactamente a dónde voy cuando me deslizo en una falda minúscula
después de que ella se vaya, tirando de una camiseta sin mangas
ceñida a la piel que es demasiado atrevida para usar en cualquier lugar
además de mi cama.
Y sé exactamente lo que quiero hacer mientras salto por el oscuro
campus hacia el edificio Inglés. Está casi oscuro, pero hay una luz de
oficina en el tercer piso, y sonrío mientras un cosquilleo hambriento
comienza a recorrer mi cuerpo.
Tiempo para más tutoría.
11
Liam
Traducido por Myr62
Corregido por Dai Alvarado
Estar aquí hace que esto sea aún más ilícito y escandaloso.
Probablemente no tengo permiso para estar aquí en circunstancias
normales. Mirar a uno de mis estudiantes de dieciocho años mientras
ella se quita su ropa lentamente está más allá del límite. Mirarla
mientras deja caer su camisa al suelo y esas tetas perfectamente
perfectas, desafiando la gravedad que se balancean altas y llenas en su
pecho, no es ciertamente algo que debo hacer. Bajar mis pantalones y
envuelve mi mano alrededor de mi polla mientras veo su falda caer al
suelo hasta que ella se coloca allí en una minúscula tanga rosada, es
probablemente peor.
Sí, esta chica es perfecta, pero también está tan jodidamente mal.
Es apenas legal, y es una estudiante; mi estudiante por el amor de Dios.
Es mi estudiante perfecta y sobresaliente, que se sienta al frente y en el
centro de mi clase de Literatura Inglesa de primer año. Con la que
pierdo mis malditas palabras cuando soy absorbido por su visión. Con
la que pierdo mi lugar en mis lecturas cuando la miro masticar el
extremo de su pluma, sus ojos perdidos en el libro frente a ella; o
cuando cruza y descruza sus piernas. Ella no está tratando de ser sexy,
pero eso es exactamente lo que me pone duro como una maldita roca
para ella.
Su bebé.
―Quiero decir, aunque fuese sólo una cosa de follar, bien por ti,
chica.
—Oh por favor. Ellie, conozco una habitación sexual cuando entro
en ella. —Mi cara arde de color rojo cuando la vuelvo a meter en mi
almohada mientras mi compañera de cuarto se ríe y se sienta en el
borde de mi cama—. ¡Ah, vamos! ¡Mírate! —Me frota la espalda—.
¡Trayendo chicos a tu dormitorio! Ahora estás haciendo bien la cosa de
la universidad, muchacha.
—Nada—digo rápidamente.
—Él es...
—¿Y?
—Ellie.
Gimo.
—¿Cuántos años?
—¿Muchos?
Ally grita.
—¿Así que?
Yo suspiro.
—Porque…
Ally asiente.
—Así que empuja el tema. Vas a hacer algo "de pareja" con él que
no implique empalmarlo dentro de nuestro dormitorio—Ella sonríe
mientras me sonrojo de rojo brillante—. Ellie, si le gustas, y estoy
segura de que si, él saltará a la idea de salir contigo. Y si es un estúpido
perdedor, lo esquivará, y luego voy a asesinarlo, ¿bien?
—¿Que somos?
Me avergüenzo el segundo en que las palabras se derraman de
mis labios, deseando instantáneamente poder regresarlas dentro.
—Necesitas saber que nunca antes hice esto —su voz burlándose
de mi oído, calentándome toda.
—¿Esto?
—¿En serio?
Sonrío.
—Te recogeré fuera del edificio de Inglés a las siete —dice con un
guiño. Baja la mano y deja que su pulgar frote el duro y pequeño nudo
en que se ha convertido mi pezón, a través de mi camisa y gimo.
—Oh, ¿y Ellie? —Me vuelvo para ver sus ojos quemando los míos.
―Así que, ¿aquí traes a todas tus novias casi legales? ―digo con
una sonrisa maliciosa en mi cara.
Él sonríe de inmediato.
―Imbécil.
―Eso planeo.
Liam ríe.
―Oh, ya veo, Profesor ―digo en voz baja, forzando mi voz más alto
de lo que normalmente sería, y añadiendo un poco de pucheros a ella.
―Supongo que no soy lo suficientemente mayor para beber a pesar de
que soy lo suficientemente mayor para montar tu polla.
Sonrío.
―No lo harías.
―Pruébame.
Me muerdo el labio.
Oh Dios mío
Y es ahí que pienso otra vez en el hecho de que he dejado que este
hombre me tome desnudo, sin condón, sin anticonceptivos. Y sé que
estamos jugando con fuego con esto, pero no me importa. Quiero
sentirlo explotar dentro de mí, y la idea ideal de lo que eso significa sólo
me pone más húmeda y más caliente. Sólo me empuja más alto cuando
empiezo a caer por el borde.
Jesucristo
Ella me hace sentir como yo, mi verdadero yo. El yo que solía ser
cuando estaba escribiendo y el chico que no he visto mucho en verdad
desde que se secó. Joder, quiero decir que ella me hace querer escribir
otra vez.
Por supuesto, ella también me está poniendo duro como una roca
con su cabeza sobre mi hombro y sus tetas presionadas contra mi brazo
así. La camioneta rebota en un bache y casi gimo en voz alta por la
manera en que esas grandes tetas se sacuden contra mí.
—Uh-huh.
Jesús, esa voz de niña otra vez, que pone mi polla dura como el
acero.
Joder, sí.
Joder, quiero que nunca más esta chica se ponga bragas otra vez.
Esa noche, cae dormida en mis brazos por primera vez, su suave
y caliente cuerpo desnudo, se curva contra mí cuando nos quedamos
dormidos juntos.
Y tres semanas de saber que esto es algo mucho más que eso.
Tres semanas más tarde, esto no es solo "aprender" o "ver a dónde va".
Todavía no tenemos una etiqueta o algo, pero sé que ambos sabemos
que es algo mucho más grande que la emoción ilícita que viene con la
prohibida naturaleza de nuestra relación.
—¿Señorita Thompson?
Joder.
—Oh qué…
—¿Y?
—Cuidado, Casey.
—Mira, no estoy diciendo nada, solo digo que mejor vas y arreglas
eso, lo que sea que sea.
Mierda. Atrapado.
Sonríe.
Casey bufa.
—No, no es…
—¡Ellie!
—Vete.
—Ellie, escúchame…
—Ellie…
Mierda.
1
En líneas generales, un hombre maduro y económicamente solvente que se
desenvuelve con facilidad en cualquier espacio. Le gusta estar con chicas jóvenes, pero
es lo suficientemente realista como para saber que ninguna muchacha se acercará a él
sin un interés de por medio, así que está dispuesto a pagar por su compañía de una
manera “decorosa”. Es decir, no le da una cantidad de dinero, sino que le compra
ropa, regalos, la lleva a cenar y viajar. Todo ello sin ningún compromiso.
Ella es mi jodidamente todo.
Santa mierda.
Quiere que me sienta todo enrollado y listo para saltar sobre ella.
Ella quiere que mi polla esté tan dura con solo verla y que apenas
pueda hacerlo a través de la conferencia.
Y apenas puedo.
Ellie.
Ahora mismo.
—Señorita. Thompson.
Yo gruño modestamente.
—Significas todo para mí —digo con fuerza, con los ojos en los
suyos. Lo digo fuerte, y con fuerza, y de repente me mira con esos
grandes ojos azules.
Yo sonrío.
—Oh, tengo suerte por mucho más que eso —le respondo,
besándola suavemente en los labios, justo allí en el aula vacía.
—Solamente las chicas malas abren sus bocas y tragan cada gota
del semen de su profesor.
Sonríe.
21
Ellie
Traducido por Mary_08
Corregido por Florpincha
Liam se vuelve hacia mí, una ceja arqueada con una mirada
hambrienta en su cara que hace que mi corazón palpite en la
oscuridad.
Voy a venirme.
—¿Qué es eso?
—¿Nada, eh?
Yo suspiro.
—¿Una fiesta?
—¿Será divertido?
—Mostrarme, ¿eh?
Siento que mi cara se ruboriza.
Liam se ríe.
Me río.
—¡Sí!
—¿Sí?
Me besa.
—¿Qué?
Liam no es como todos los otros atletas sin camisa que chocan las
manos entre sí y aplastan latas de cerveza, con sus pechos encerados y
tatuajes tribales. No, Liam es un hombre, completo con el pecho peludo
y sin los tatuajes cliché.
―¡Ellie!
―Planeo hacerlo.
Bueno, pienso para mí misma, al menos ella no dijo nada
totalmente embara…
―¡Ally!
Liam mira hacia arriba y parece verlos venir, pero su cara está
cerrada, incluso, casi casual. Mientras observo, con Ally agarrando mi
brazo, Liam calmadamente se acerca y arranca la cerveza del chico con
su otra mano. Y luego, justo cuando los otros hermanos de fraternidad
rompen el círculo que nos rodea, Liam sonríe, inclina el vaso hacia
atrás y sacude cada gota de la cerveza del chico.
Espera, ¿qué?
Más allá de eso, por supuesto, era que Liam era mi maldito
profesor universitario. Tenía padres bastante abiertos, pero tuve un
tiempo bastante difícil imaginándolos dándole el visto bueno a un
hombre de cuarenta años que tenía una relación romántica con su hija
de dieciocho años en el primer año de universidad.
—Yo... no sé cómo...
—Wow, ¡seguro que tienes una polla grande, señor! —Lo miro con
ojos sensuales, manteniendo mi voz juvenil y viéndolo gemir—. ¿Quiere
que se la chupe?
Liam gime en voz alta, sus ojos ardiendo en mí. Sonriéndole y sin
esperar una respuesta, me inclino hacia adelante y envuelvo mis suaves
labios alrededor de su gran polla.
Él gime mientras lo chupo, mi lengua remolinándose alrededor de
su cabeza y burlándose de la parte inferior. Mantengo los ojos clavados
en su rostro, observándolo cerrar sus ojos y tirar su cabeza hacia atrás
en placer mientras sorbo su polla.
—Dios se siente tan bien tirándome así, señor. ¡Su gran polla
gorda se siente tan bien dentro de mí así!
Ok, guau.
24
Liam
Traducido por Florpincha
Corregido por MagaPali
Si existía incomodidad antes por estar aquí con ella, incluso con
la máscara, considerando nuestras edades, a las personas no les
importaba, o estaban muy ebrios para que les importara. Lo cual estaba
bien para mí, porque todo lo que quería hacer era regresar a casa y
enterrar mi lengua en el coño de Ellie.
Puedo sentir la sangre correr por mis venas, pero empujo la ira
hacia abajo, obligándome a respirar. Sí, quiero golpear la cara de este
idiota, aquí, en frente de todos. Si, podría eliminar esa sonrisa de su
estúpido rostro y patearle el trasero en frente de todos sus amiguitos.
No hagas una escena. Solo aléjate con ella, y deja a este pedazo de
mierda.
Ted se burla. —Sí, bueno eso es porque eres una zorra con
problemas de papi.
Mierda.
—Eso no es verdad…
—¿Señorita?
—Aléjese señor. —el policía dice una vez más, y el grupo comienza
a acercarse a nosotros.
¿Qué? No.
Pero nunca llegó, pero resulta que mis padres estaban bien con
eso. Mi mamá me abrazó y acaricio la espalda cuando comencé a llorar,
mientras me decía que todo estaba bien. Y mi papá solo quería
asegurarse que Liam no me había lastimado, y una vez que vio cómo
era la situación, creo que lo supo.
—Señor Mar…
—Sí, Profesor.
Fin
Madison Faye
Madison Faye es el sucio alter ego de una
saludable y muy común ama de casa de los
suburbios, detrás de las historias. Mientras
puede que sea una mamá, esposa y
organizadora de una Asociación de Padres
de Familia, por otra parte ¡no hay nada
más que calientes, húmedas y obscenas
fantasías justo al borde de la superficie!