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OLGA CUADRA
Freud nos advertía del furor de curar , hoy es el tiempo de estar advertidos por el
furor de la eficacia. Que el analista se sustraiga del furor de curar no quiere decir
subestimar la importancia de los resultados en la dirección de la cura. Esta
concepción tira por tierra toda idea de dirección de la cura que tenga prisa de ir
tras la resolución de un conflicto actual, en función de una supuesta eficacia.
Abandonar cualquier idea del bien para operar como analista en la cura, ya no la
ética del analista sino la ética del discurso que es la el psicoanálisis.
En el seminario del acto analítico plantea: una disyunción entre profesión y acto
analítico, profesión proviene del latín: professio-onis de tener fe en la religiosidad
de su ejercicio, que sostiene una idea de salvación y tiende a la ilusión o creencia
de la garantía. En cambio el acto es del orden de la certeza del riesgo. De los que
no hacen de ello una profesión. Su efecto sorpresa es lo que no puede ser
fácilmente ubicado del lado de la garantía ni de la suposición , acto que nos
reenvía a la división del sujeto, división que va retomar la reformulación del
cogito- ergo sum- pienso luego soy de Descartes. Y de Freud: “wo es war ,soll ich
werden” donde ello estaba, que el sujeto del inconsciente advenga”.No se trata ni
del ello pulsional ni del yo del dominio.
Creo que pone a prueba el poder de invención o creación del analista y a la vez
construye un estilo propio. Estilo que no es ajeno a su propio análisis, a su
formación teórica y supervisión.
El acto está en la lectura misma del acto ,es decir que esta lectura sea
simplemente sobreañadida,( nachtraglich) es lo que le va dar su valor. El
psicoanalista opera a partir de un “ no pienso” y sólo a partir de esa posición, el
psicoanalista puede ser el agente del discurso que aloja el acto analítico.
Lacan diferencia la acción , del acto ,este último se ordena desde el discurso,
hace falta el sgte para que se efectúe el acto.”porque hay compromiso y
reconocimiento que implica la repetición y la inscripción en el gran Otro”. El acto
verdadero lo define como aquello que sucede en el lugar de un decir y que
cambia al sujeto, es decir en el acto destitución del sujeto que lo instaura para que
advenga en otra posición como sujeto deseante en su falta en ser.
Tal como sucede en ese acto de cruzar o franquear la frontera del río Rubicón,
por parte de Julio C. César, que no le estaba permitido hasta ese momento, al
atravesarlo da comienzo a la guerra de Galias , produce un acto fundacional, iba
a tomar posición de la madre tierra. La frase famosa es “lacta Alea est”“la suerte
está echada” como símbolo de una decisión audaz y arriesgada que no tiene
vuelta atrás.” Mientras Cesar esperaba pasar, el acto estaba detenido al cruzar el
Rubicón, algo se produce, hay un cambio, no es lo mismo que antes de haberlo
hecho, da lugar a lo inaudito o inventado, en la detención, en la espera en cambio
es donde se encuentra el goce y no en el atravesamiento porque en el
atravesamiento se encuentra con la castración. Tiene valor de acto, el traspaso
del Rubicón marca un inicio la guerra de Galias, da referencia a un origen, origen
al sujeto de lo inconsciente. Es inaugural y al mismo tiempo fallido porque no
reencuentra la condición originaria, entre lo buscado y lo encontrado reina la no
relación sexual.
“La semejanza no está en las cosas sino en la marca que hace posible
añadir las cosas sin tener en cuenta sus diferencias. La marca tiene el
efecto de borrar la diferencia y esto es lo que nos muestra lo que ocurre con
el sujeto, el sujeto inconsciente en la repetición, porque sabemos que se
repite algo peculiarmente significativo, el sujeto está aquí, en esta oscura
cosa que llamaremos trauma o placer exquisito.(3)” .
Les quería comentar acerca de una paciente que hacía cinco años que estaba en
análisis, su motivo de consulta fue como lo llamaba ella “su gran depresión” a raíz
del último aborto que se había realizado este era el séptimo. En su anterior
análisis su terapeuta le había dicho“que para qué correr riesgos”.Fantasma
alimentado por el fantasma de la terapeuta que la cristaliza en su lugar de puro
goce.
La paciente un día viene muy angustiada y me dice que está embarazada que su
médico le dijo que como es una mujer grande (43años) puede correr riesgo por los
antecedentes que tiene, el médico se refiere a la series de abortos y de llevar
adelante el embarazo que siempre es con riesgos. “¿Qué hago por un lado tengo
el teléfono de la persona que me va hacer el aborto, ” al cuál respondo
inmediatamente “Haga los que hacen todas las futuras mamás le buscan un
nombre a sus hijos”y corto la sesión.
Así como César franqueó el Rubicón , para esta paciente la suerte estaba
echada, no había vuelta atrás ,las series de aborto era un intento de borrar las
diferencias con la madre y a la vez de inscribir lo traumático que escapa a la
función de marca. Bien sabemos que el tiempo es un nudo , un nudo de tiempo
simbólico , imaginario y real, que necesita para las mujeres que se colocan en la
sexuación como tal , de un tiempo cronológico , creo que es necesario que los
analistas no descuidemos éste último. “La maternidad no se trasmite como el
Falo se pasa entre los hombres, por la castración, como la maternidad no se
trasmite, es necesario renunciar a recibir directamente de la madre la
autorización de dar a luz lo que es otra cosa. Es preciso hacerlo.(4)”
NOTAS
(1) Necesario: Concepto tomado de Aristóteles de los silogismos Nodales.
(2) Jacques Lacan, Logica del fantasma
(3) Jacques Lacan, “Lacan Oral”, El discurso de Baltimore
(4) Marie-Magdeleine Chatel, Litoral, “la función del Duelo” Octubre 1994, Edelp.