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La

Historiografía

Michoacán
Indígena de

El Lienzo de Jucu tá ca to
y los Títulos de Carapan
Hans Roskamp

c n w s
Promotiecommissie
Promotores: Prof. dr. W.F.H. Adelaar
Prof. dr. H.A.A.P Geertman
Co-promotor: Dr. M.E.R.G.N. Jansen
Referent: Dr. J.B. Warren
Universiteit van Maryland
Overige leden: Prof. dr. J.M. Baud
Prof. dr. R.T.J. Buve
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN
EL LIENZO DE JUCUTACATO Y
LOS TITULOS DE CARAPAN

Hans Roskamp

Research School CNWS


School of Asian, African, and Amerindian Studies
Leiden, The Netherlands
1998
CNWS PUBLICATIONS
VOL. 72

CNWS PUBLICATIONS is a series produced by the Research School CNWS,


Leiden University, The Netherlands.

Editorial board: R.Á.H.D. Effert; K. Jongeling; F. E. Tjon Sie Fat; W. J. Vogel­


sang (editor in chief);

All correspondence should be addressed to: Dr. W.J. Vogelsang, editor in chief
CNWS Publications, c/o Research School CNWS, Leiden University, PO Box 9515,
2300 RA Leiden, The Netherlands.

Roskamp, Hans
La historiografía indígena de Michoacán: El lienzo de Jucutácato y los títulos de
Carapan / Hans Roskamp - Leiden: Research School CNWS, Leiden University. -
(CNWS Publications, ISSN 0925-3084; no. 72). With bibliogr., index, photographs
ISBN: 90-5789-016-x
Subject headings: Mexico; ethno-history; Michoacán

Printing: Ridderprint, Ridderkerk


Front cover design: Nelleke Oosten.

Copyright 1998 Research School CNWS, Leiden University, The Netherlands

Copyright reserved. Subject to the exceptions provided for by law, no part of this publication may be
reproduced and/or published in print, by photocopying, on microfilm or in any other way without the
written consent of the copyright-holder(s); the same applies to whole or partial adaptations. The publisher
retains the sole right to collect from third parties fees in respect of copying and/or take legal or other
action for this purpose.
Para Guadalupe y Mariana
INDICE
Abreviaciones
Agradecimientos
Prólogo . 1

Parte I Introducción: Michoacán y la historiografía pictográfica


Capítulo I Cacicazgos y grupos étnicos en Michoacán
La época prehispánica 7
La época virreinal 24

Capítulo II Las fuentes pictográficas y la historia de su investigación


Códices y lienzos 31
Epoca virreinal (1521-1821) 34
Después de la independencia (> 1821) 43
Lista de documentos pictográficos michoacanos 75
Método de análisis 76

Parte II El Lienzo de Jucutácato


Capítulo III Historia de su descubrimiento
Estado actual 81
Historia 82
Copias 93
Estudios anteñores 97
Capítulo IV Descripción y análisis .
Ruta (A) Chalchiuihtlahpazco - Xiuhquilan 109
Ruta (B) Xiuhquilan - Tecumatla(.) 138
Ruta (C) Xiuhquilan - Cundeml(.)ro 144
Ruta (D) Xiuhquilan - Vist(..) 147
RUta (E) Xiuhquilan - De Mechuacan 149
Capítulo V El origen socio-histórico del Lienzo de Jucutácato
Jicalan y su cabecera Uruapan 161
Jicalan y la metalurgia en Michoacán 177
Parte III Los títulos de Carapan
Capítulo VI Historia de su descubrimiento
Códice de Carapan 199
Códice Planearte 200
Genealogía de los Caciques de Carapan 201
Lienzo de Carapan 202
Lienzo de Pátzcuaro 206
Estudios anteriores 210
Capítulo VII Descripción y análisis
La fundación prehispánica 213
Don Antonio Huitzimengari 250
Don Pablo Cuiru 253
Autoridades españolas 259
Capítulo VIII El origen socio-histórico de los títulos de Carapan
Chilchota y sus sujetos 265
El pleito con Ichan 269
Epílogo 283
Bibliografía 289
Apéndices
"Cartas Mexicanas" (Benito María de Moxó) 321
"Cerro de Perivan" (García Abarca) 326
"Geografía y Estadística de Michoacán" (García Abarca) 335
"Biografía de Fray Juan de San Miguel" (García Abarca) 342
"Apuntes de Geografía......" (García Abarca) 349
Fragmento de periódico (García Abarca) 355
Transcripción de las glosas del Lienzo de Jucutácato 356
Códice Planearte - Parte (f) 367
Descripción del Lienzo de Pátzcuaro 368
Lista de ilustraciones 371
Ilustraciones 373
Resumen en holandés 425
Resumen en inglés 435
ABREVIACIONES
ACM Archivo del Congreso de Michoacán, Morelia,
Michoacán.
AGI Archivo General de Indias, Sevilla, España.
AGNM Archivo General de Notarías de Michoacán, Morelia,
Michoacán, México.
AGNM-TTA Archivo General de Notarías de Michoacán, Morelia,
Michoacán, México. Títulos de Tierras y Aguas - época
colonial.
AHCM Archivo Histórico Casa de Morelos, Morelia, Michoacán.
AHMM Archivo Histórico Municipal de Morelia, Michoacán.
AHPE Archivo Histórico del Poder Ejecutivo, Morelia,
Michoacán.
AKMV Actas del Kóniglichen Museum für Vólkerkunde (Museo
de Etnología), Berlín, Alemania.
APC Archivo Parroquial de Chilchota, Michoacán.
APFM Archivo Personal de Fidel Magaña, Jicalan, Michoacán.
APU-PSF Archivo Parroquial de Uruapan - Parroquia de San
Francisco (centro).
BCM Biblioteca del Congreso de Michoacán, Morelia,
Michoacán.
BPM Biblioteca Pública, Morelia, Michoacán, México.
COLMICH-BFR Colegio de Michoacán, Biblioteca, Fondo Reservado,
Zamora, Michoacán.
CP Códice Planearte.
DG Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán.
FAB Familienarchiv von Brackel (Archivo familiar de
Brackel), Paderbom, Alemania.
HUMSNH Hemereuteca de la Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán.
IAIPK Iberoamerikanisches Instituí Preusischer Kulturbesitz
(Instituto Iberoamericana), Berlín, Alemaña.
IAIPK-NL Iberoamerikanisches Instituí Preusischer Kulturbesitz
(Instituto Iberoamericana), Colección Walter Lehmann,
Berlín, Alemaña.
INAH Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.
INAH-DRPC Instituto Nacional de Antropología e Historia, Dirección
de Restauración del Patrimonio Cultural, México.
KMV Kóniglichen Museum für Vólkerkunde (Museo de
Etnología), Berlín, Alemaña.
ABREVIACIONES

LAL-TU Latin American Library (Biblioteca Latinoamericana),


Tulane University, Estados Unidos.
LC Lienzo de Carapan.
LP Lienzo de Pátzcuaro.
MEM Museo del Estado de Michoacán, Morelia, Michoacán,
México.
MNA Museo Nacional de Antropología e Historia, México,
D.F.
MNA-AH Museo Nacional de Antropología e Historia, Archivo
Histórico, México, D.F.
MRM Museo Regional Michoacano, Morelia, Michoacán,
México.
RAH Real Academia de Historia, Madrid, España.
RG Relaciones Geográficas (del siglo XVI).
RM Relación de Michoacán.
RPP Registro Público de la Propiedad, Morelia, Michoacán,
México.
SMG Seminario Mayor de Guadalajara, Jalisco, México.
SMGE Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, México,
D.F.
SMGE-AH Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Archivo
Histórico, México, D.F.
SMiGE Sociedad Michoacana de Geografía y Estadística, Morelia,
Michoacán, México.
SRA-DAU Secretaría de la Reforma Agraria, Delegación Agraria en
Uruapan, Michoacán.
TL-PMHU Tozzer Library, Peabody Museum [Biblioteca "Tozzer",
Museo Peabody], Harvard University, Estados Unidos.
UDLA-CB Universidad de las Américas, Colección Barlow, Cholula,
Puebla, México.
UIA Universidad Iberoamericana, México, D.F.
UIA-CPD Universidad Iberoamericana, Colección Porfirio Díaz,
México, D.F.
UMSNH Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
Morelia, Michoacán.
AGRADECIMIENTOS
El presente estudio es el resultado de una larga etapa de colaboración fructífera entre
el autor y varias personas e institutos en Europa, los Estados Unidos y México.
Quisiera agradecer a todas las personas que de una u otra forma han contribuido a
la realización de esta investigación.
Imprescindible ha sido el apoyo brindado por un gran número de bibliotecas y
museos que albergan colecciones importantes de documentos históricos mexicanos.
Sin ellos no hubiera sido posible llevar a cabo el presente trabajo. Agradezco mucho
a las autoridades y personal de los siguientes institutos: Iberoamerikanisches Instituí
(Berlín, Alemania), Archivo General de Indias (Sevilla, España), Latin American
Library (Tulane University, E.U.), Tozzer Library (Peabody Museum, Harvard
University, E.U.), University of Texas (Austin, E.U.), Archivo General de la
Nación (México, D.F.), Museo Nacional de Antropología e Historia, Biblioteca
Nacional de Antropología e Historia, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Coordinación Nacional de Restauración del Patrimonio Cultural (INAH),
Universidad Iberoamericana (todos en México, D.F.), Universidad de las Américas
(esta última en Puebla), Archivo del Poder Ejecutivo (Morelia, Michoacán), Archivo
General de Notarías de Michoacán, Archivo Casa de Morelos, Archivo del
Ayuntamiento, el archivo y la biblioteca del Congreso del Estado de Michoacán,
Museo Regional Michoacano, Archivo de la Reforma Agraria (oficina Morelia),
Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás
Hidalgo, Hemeroteca de la UMSNH, Hotel Virrey de Mendoza (todos en Morelia,
Michoacán), Colegio de Michoacán (Zamora), Archivo Municipal de Pátzcuaro,
Archivo Parroquial de Chilchota, Archivo Parroquial de San Francisco Uruapan,
Archivo de la Reforma Agraria (oficina Uruapan), Archivo Parroquial de Nahuatzen
y el Seminario Mayor de Guadalajara (Jalisco). Quisiera agradecer especialmente a
la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística por haberme permitido trabajar en
su biblioteca y en su archivo histórico que oficialmente estaban cerrados para poder
llevar a cabo su restauración y nueva clasificación. El material encontrado en este
instituto es fundamental para el presente estudio.
Mi gratitud al Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social (CIESAS), durante mis tres temporadas de trabajo de campo (junio 1994 -
enero 95, septiembre 1995 - enero 96, noviembre 1997- febrero 98) tuve el honor y
el privilegio de ser investigador-huésped de esta institución.
Gracias a Luis Reyes García de Tlaxcala, buen amigo, gran conocedor de la
cultura y lengua náhuatl, por él ha sido posible llegar a traducciones fieles de las
glosas en lengua náhuatl que se encuentran en uno de los documentos pictográficos
analizados en el presente trabajo.
Rodrigo Martínez, Marta Terán, Carlos Garcia Mora y Felipe Castro me bri­
ndaron comentarios muy valiosos sobre la tercera parte del presente estudio durante
una reunión del grupo Kuaniskuiarani en Pátzcuaro, en enero de 1998.
AGRADECIMIENTOS

Por su amable apoyo y gran hospitalidad a la familia Pérez de Guzmán, María


Castañeda en Sevilla, España. A Doña Ana Ventura, Elsa Alarcón, Anuschka van
het Hooft, Oscar, Nuria y César Ordax, y sobre todo a la familia González de
Hernández (Edith, Eduardo, David, Mari, Lalo) por su amable hospitalidad durante
mis múltiples estancias en el Distrito Federal. Igualmente quisiera expresar mi gran
agredecimiento a Chayo Fuentes por su amistad y apoyo, a María Teresa Real
Miranda y Katya por la agradable compañía y riquísima comida durante mis largas
temporadas en la ciudad de Morelia, Michoacán.
A mi colega y amigo Carlos Paredes, quien en 1991 - durante mi primera est­
ancia en México para realizar la tesis de maestria - amablemente me orientó en mis
primeros acercamientos a la Meseta P’urhépecha y con quien en los años posteriores
he tenido una constante comunicación, sus comentarios y sugerencias han sido de
especial importancia para mi trabajo. Igualmente a su esposa Griselda, sus hijos
Mónica y Andrés por hacerme sentir parte de la familia. Es con Carlos Paredes del
CIESAS y Gerardo Sánchez de la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo (UMSNH) que pude hacer una exposición fotográfica itinerante de los
códices y lienzos de Michoacán en 1994. Este evento (amablemente financiado por
la UMSNH) ha sido un éxito y ha facilitado mucho el estudio de varios documentos
pictográficos.
A los pueblos michoacanos, los cuales, a pesar de los grandes problemas que
sufren, siempre me han recibido amablemente y brindado una profunda amistad. Por
lo tanto agradezco a todas las autoridades y demás personas de las poblaciones que
he visitado y donde he trabajado en los años pasados, especialmente a: Nurío, Pa­
radlo, Carapan, Jucutácato, Jicalán, Jicalán Viejo, Aranza, Nahuatzen, Pátzcuaro,
Cherán y Angahuan. Quisiera mencionar sobre todo a mis amigos Rogelio Mercado
y su familia (Paracho), Moisés Rubio y familia (Nurío), Don Juan Chávez y familia
(Nurío), Don Raúl Santos y familia (Carapan) y Don Vidal Santos (Carapan).
Los múltiples convivios con mis queridos amigos y colegas etnohistoriadores y
arqueólogos Maarten Jansen, Aurora Pérez Jiménez, Bas van Doesburg, Michel
Oudijk, Nicolás Carreta y Laura van Broekhoven (todos de la Universidad de
Leiden) han sido sumamente valiosos y estimulantes para la estructuración de las
ideas en la obra que aquí se presenta. Ha sido y sigue siendo un gran privilegio
trabajar con ellos.
Doy las gracias también al Instituto de Investigaciones CNWS por haberme
dado todas las facilidades para poder llevar a cabo mi investigación. Los buenos
contactos con las autoridades y mis colegas siempre han generado un ambiente
agradable para llevar a cabo el trabajo científico. A la Dra. Veerman-Leichsenring
(Universidad de Leiden) por haberme enseñado la lengua náhuatl y haberme ayudado
con el análisis de varias glosas escritas en esta lengua.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN

Al NWO, la fundación holandesa para la investigación científica, que me otorgó una


beca para mi trabajo de campo en México, de diciembre de 1997 hasta mayo de
1998, haciendo posible las últimas actividades necesarias para terminar la presente
obra.
A Jan Pauptit de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Leiden quien
se encargó de preparar las ilustraciones incluidas en el presente estudio.
A mis padres Cor y Ria, mis hermanos Veronique y Remond por su apoyo y
confianza incondicional de siempre. A René, Gerben, Mareike, Jacques, Nancy,
Jenny, Martin, Daphne, Martijn, Olivier, Stefanie, Florine, Rob y todos mis demás
amigos y amigas, quienes siempre me han apoyado y motivado para poder llevar a
cabo y terminar el trabajo que aquí se presenta. Especialmente quiero agradecer a
Martijn van de Bel por haberme elaborado un dibujo del Lienzo de Pátzcuaro.
Muy agradecido estoy sobre todo a mi querida princesa Guadalupe César Villa
(Morelia, Michoacán) quien - junto con Mariana - ha sido de gran valor para mi
bienestar científico y emocional durante mis estancias en México y Holanda. Es a
ellas que quiero dedicar esta obra.
PROLOGO
El estado de Michoacán (véase ilustración 1) se ubica al occidente de la ciudad de
México y linda con los estados de Jalisco, Guanajuato, Querétaro (norte), México,
Guerrero (este, sureste), Colima, Jalisco (oeste, noroeste) y el Océano Pacífico
(sur). Podemos distinguir cinco importantes zonas fisiográficas, cada una con sus
propias características; (a) los valles en el norte (por ejemplo los de Zamora, Ixtlán,
La Piedad, Yurécuaro, Maravatío) que tienen un clima templado con lluvia en el
verano; (b) la Sierra o la Meseta P’urhépecha en el centro de Michoacán, con su
gran cantidad de valles entre los cerros altos (el pico de Tancítaro por ejemplo mide
4160 metros, el cerro de Paracho 3347 metros) y con el mismo clima templado; (c)
la Tierra Caliente (de Uruapan hacia el sur) con sus valles en un paisaje accidentado
(faltan montañas altas), tiene un clima tanto seco estepario como tropical con lluvia
de verano; (d) la Sierra Madre del Sur, una región muy montañosa con pocos valles
y clima templado y tropical; (e) la región de la costa con su clima tropical.
Los ríos principales en el estado son el Balsas (en el sur) y el Lerma (en el
norte). No nos debe sorprender que - tomando en cuenta la diversidad fisiográfica -
hubo y todavía hay una gran cantidad de plantas, árboles y animales. Asimismo
existen numerosos lugares con yacimientos de minerales como oro, plata, cobre,
plomo, jade, amatista, carbón, etcétera. Estos se encuentran sobre todo en el sur del
estado (véase por ejemplo los muchos yacimientos de cobre en el suroeste).1
Antes de la conquista española (1521 d.C. en el centro de México, 1522 en
Michoacán), en el posclásico tardío (1200-1521/22 d.C.), el actual Michoacán estaba
dividido en diferentes cacicazgos (señoríos) y habitado principalmente por grupos de
p’urhépecha (o tarasco), náhuatl, otomí y matlatzínca hablantes (entre otros). En el
posclásico tardío algunos grupos de p’urhépecha hablantes, entre ellos destacan los
uacúsecha (linaje de los águilas), se asentaron cerca del Lago de Pátzcuaro, el centro
del actual Michoacán, y lograron, por medio de alianzas matrimoniales y guerras,
establecer un señorío grande y fuerte que ha podido guardar su independencia frente
a la triple alianza del centro de México.
La información sobre la cultura indígena de Michoacán en la época precorte-
siana y colonial se basa en material arqueológico y documentos escritos. Después de
la conquista los europeos escribieron muchas crónicas y relaciones sobre la sociedad
indígena. La más importante de ellas, que trata del desarrollo y la organización del
señorío uacúsecha, es la Relación de las Ceremonias y Ritos y Población y Gobierno
de los Indios de la Provincia de Michoacán, también llamada Relación de Michoacán
o Códice Escurialense, muy probablemente escrita por Fray Jerónimo de Alcalá en

1 Para descripciones muy detalladas de la fisiografía, geología, clima y flora y fauna en Michoacán,
véase la Historia General de Michoacán (1989, Tomo I, Primera Parte, pp.9-110), coordinada por
Florescano.
2 PROLOGO

1541. Desafortunadamente este documento, el original se encuentra en el Escorial,


España, no está completo, falta por ejemplo la parte sobre la religión.
Aparte de la Relación de Michoacán y otras fuentes escritas por los europeos,
disponemos de documentos que tienen su origen en la tradición pictográfica indígena
(códices y lienzos) y contienen información importante sobre el Michoacán virreinal
y prehispánico. Los elementos iconográficos de esta forma de escritura antigua han
sido estudiados por varios autores, sin embargo, hasta ahora no existe ningún estudio
sobre la pictografía de Michoacán.
Antes de la llegada de los españoles, los indígenas tenían su propia forma de
escritura basada en elementos pictóricos con un determinado significado. En esta
tradición pictográfica fueron realizados varios documentos, entre ellos matrículas de
tributo, mapas, genealogías de casas señoriales, caciques, libros sobre dioses, ritua­
les, inventarios de propiedades, tierras y descripciones históricas del asentamiento o
territorio (véase por ejemplo Lockhart 1992, Marcus 1992). En la época colonial los
indígenas siguieron usando esta forma de escritura, sin embargo, incluyeron ya
elementos europeos en sus pinturas y empezaron a usar el alfabeto latino para
escribir su propia lengua, incorporándolo también en sus pictografías.
Los documentos pictográficos contienen datos sobre la formación del estado
temprano y la organización social de la población indígena en las épocas
prehispánica y virreinal. Son el producto de la historiografía indígena y nos informan
sobre los procesos sociales e históricos desde un punto de vista indígena. Desa­
fortunadamente los manuscritos pictográficos de Michoacán casi no han sido usados
en la literatura sobre esta región, principalmente debido a: que no existen buenas
fotografías, que se han perdido algunos documentos originales ya publicados
(descripciones breves, a veces con fotografías en blanco y negro o nada más en
dibujos) y que el acceso a los documentos originales todavía existentes es muy difícil
(generalmente son guardados en depósitos especiales y en colecciones privadas).
Las publicaciones que existen de estos documentos, nada más contienen breves
descripciones, en la mayoria de los casos únicamente ilustradas con fotografías en
blanco y negro; ¡no hay ediciones facsimilares! Lo que sí podemos derivar de las
descripciones publicadas, es que no todos los documentos tienen la misma
importancia (en cuanto a la información que contienen). La temática varia de mapas
relativamente sencillos a matrículas de tributos, genealogías complejas e informes
sobre el origen mítico de un determinado grupo étnico y la migración llevada a cabo
antes de llegar a la región donde se asentaron definitivamente. También el grado de
dificultad para interpretarlos difiere para cada documento.
El presente trabajo no pretende ser una investigación de todas las fuentes
procedentes de la historiografía indígena de Michoacán, sino un análisis iconográfico
de algunos de los documentos que consideramos ser de mayor importancia; el Lienzo
de Jucutácato y los títulos de Carapan. La selección de los mencionados lienzos y
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 3

códices se basa en el hecho de que son los documentos pictográficos más citados y
usados en la literatura sobre el Michoacán antiguo, a pesar de que hasta ahora
carecen de un estudio profundo. Además son documentos que destacan por su
composición iconográfica y temática compleja. En el presente trabajo se pone énfasis
en el uso de estos documentos por ciertas élites y poblaciones indígenas en los siglos
XVI, XVII y XVIII para fines de legitimación de derechos a tierras y minas y para
obtener o mantener el poder político, económico y religioso. El análisis iconográfico
del contenido de los documentos pictográficos sigue el método de Erwin Panofsky
(explicado en el capítulo II). Para poder interpretar las fuentes dentro de su contexto
histórico regional, se ha usado un gran número de fuentes; la literatura secundaria
sobre la arqueología, etnohistoria, antropología y lingüística de Michoacán,
documentos etnohistóricos publicados y inéditos (colecciones de archivos) y otras
fuentes pictográficas. Además ha sido de suma importancia la ayuda brindada por las
poblaciones indígenas de las regiones de donde procede la documentación histórica
(la historia oral).
Esta obra está dividida en tres partes principales; (1) Michoacán y la
historiografía indígena, (2) El Lienzo de Jucutácato y (3) Los títulos de Carapan. La
primera parte consiste de dos capítulos. El primero es una breve introducción a la
región, necesaria para la comprensión del análisis de los documentos pictográficos
(partes II y III del presente estudio). Se da una reconstrucción de la situación
geopolítica en Michoacán en el posclásico tardío (1200 d.C. - 1521 d.C.), poniendo
énfasis en la “uacusechización” de esta región multiétnica; la historiografía de la
élite uacúsecha de Tzintzuntzan - es decir principalmente la Relación de Michoacán
- ha sido usada como historia universal prehispánica de Michoacán mientras que
otras fuentes - procedentes de otras tradiciones historiográficas - dan otra versión de
los acontecimientos en los 3 siglos que preceden la conquista española. Además de
la época prehispánica se presenta información muy breve sobre algunos cambios
ocasionados por la presencia europea, principalmente poniendo énfasis en el papel de
la élite indígena y su lucha para mantener sus derechos y poder, frecuentemente
usando documentos pictográficos y otros documentos escritos en español y/o lenguas
indígenas para mostrar la antigüedad de sus reclamaciones ante las autoridades
coloniales. Se trata de una generalización, con algunos ejemplos concretos, y no de
una visión completa y extensa de la etnohistoria de Michoacán en la época virreinal,
tema que tendrá que ser desarrollado en un estudio aparte.
El segundo capítulo está dedicado a la historiografía pictográfica del Michoacán
indígena en general. Después de haber discutido la existencia de la escritura en la
época prehispánica, sigue información sobre los cronistas que durante la época
virreinal vieron y usaron documentación pictográfica indígena en sus trabajos sobre
Michoacán. Al haberse consumido la independencia a principios del siglo XIX, hay
un aumento en los estudios de índole histórico. Un mayor número de personas e
4 PROLOGO

institutos científicos empiezan a interesarse en la documentación indígena, de los más


importantes (en cuanto a fuentes pictográficas) se presenta una historia o biografía
mencionando sobre todo sus contribuciones al descubrimiento y estudio de esta
documentación. Se concluye el capítulo con una lista de documentos pictográficos
conocidos por el autor y la explicación del método de análisis iconográfico usado en
el presente trabajo.
En la segunda parte de esta obra sigue el análisis del Lienzo de Jucutácato,
documento pictográfico de Xiuhquilan o Jicalan (Tierra Caliente), usado en el siglo
XVI para mostrar el derecho de los xiuhquilteca a minas de cobre y matiz. Es el
documento pictográfico más usado en la historiografía sobre el Michoacán
prehispánico, a pesar de la falta de un estudio adecuado. En el capítulo III se habla
sobre el estado actual del documento, la historia de su descubrimiento y
redescubrimiento, las copias existentes en diferentes institutos científicos y los
estudios anteriores (tanto publicados como inéditos). La descripción y el análisis
iconográfico del lienzo - identificación de elementos y temas (los dos primeros
niveles del método de Panofsky) - sigue en el capítulo IV. El origen socio-histórico
del Lienzo de Jucutácato, es decir su uso por las autoridades de Jicalan, es explicado
en el siguiente capítulo (V).
La tercera parte está dedicada al análisis del corpus de documentos picto­
gráficos de Carapan (Cañada de los Once Pueblos). Muchos autores los han usado
- sin estudiar profundamente su contenido - como fuentes primarias del siglo XVI
aunque veremos que se trata de títulos de tierras de siglos posteriores (XVII y
XVIII). El capítulo VI es una introducción en que se menciona el estado actual de
conservación de los documentos, la historia de su descubrimiento, las copias
existentes y las investigaciones anteriores. En el capítulo VII se encuentra su análisis
iconográfico (los dos primeros niveles del método de Panofsky). Las circunstancias
que causaron la elaboración de los diferentes documentos procedentes de Carapan,
son explicadas en el capítulo VIII.
Después del epílogo siguen la bibliografía, los apéndices documentales y las
ilustraciones.
PARTE I
MICHOACAN Y LA HISTORIOGRAFIA PICTOGRAFICA
CAPITULO I
CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN
L a é p o c a p r e h is p á n ic a
La Relación de Michoacán: "historia de oro" uacúsecha
Al momento de la llegada de los españoles a la tierra michoacana - en el occidente
de Mesoamérica2 - la élite uacúsecha ("águilas") de Tzintzuntzan constituía el poder
político más fuerte en la región. Según su propia historiografía sus antecesores
llegaron a Zacapu, en el posclásico tardío, se trasladaron a la región del Lago de
Pátzcuaro y por medio de acciones militares y alianzas matrimoniales lograron
conquistar todo el actual estado de Michoacán y partes de Guerrero, México, Jalisco,
Guanajuato y Querétaro (siglos XIV-XVI). El éxito de la política expansionista de
los uacúsecha está ampliamente descrito en la Relación de Michoacán (enseguida
abreviada como RM).3
Según su propia historiografía (la RM), el linaje de los uacúsecha empieza con
la llegada de Hireti Thicatame y su grupo - con su dios Curicaueri - a la región de
Zacapu, probablemente a fines del siglo XIII o principios del. siglo XIV (posclásico
tardio).4 Fue su hijo Sicuirancha (ca. 1340-1360), quien se trasladó de la región de

2 El concepto de Mesoamérica ha sido introducido por Paul Kirchhoff (1943).


3 Esta fuente también es conocida bajo el nombre de Códice Escurialense o Relación de las
ceremonias y ritos y población y gobierno de los indios de la provincia de Michoacán y fue escrita o
recopilada (ya que se ha usado información de la élite uacúsecha) alrededor del año de 1541 por fray
Jerónimo de Alcalá (Warren 1971, véase también Martínez Baracs 1997), aunque otros atribuyen la obra
a fray Martín de la Coruña (Baudot 1983:387-430). Para la valorización de la RM como fuente
etnohistórica y obra literaria véase también Kirchhoff (estudio preliminar en la edición de la RM de
1956:XIX-XXI). Posiblemente una primera versión de la RM - ahora perdida - fue escrita en lengua
p’urhépecha. Esto implicaría que el lenguaje p’urhépecha haya sido traducido al español y que el
compilador de la fuente pueda haber usado algunos términos conocidos por él pero que no necesariamente
fueron usados por la élite que le dió la información.
4 No disponemos de una cronología exacta. La RM y las otras fuentes indígenas de Michoacán (p.e.
los lienzos de Jucutácato y Nahuátzen) carecen de fechas en cuanto a la época prehispánica. Se sabe que
los uacúsecha usaban un ciclo anual de 18 meses de 20 días. En cada mes se celebraba una fiesta dedicada
a uno de sus dioses (véase Caso 1943, 1967). Con 5 días sobrantes (en náhuatl "nemontemi", no se ha
podido encontrar su equivalente en p’urhépecha) los 18 meses formaban el calendario agrícola de 365
días. Ignoramos si este calendario fue usado para medir e indicar períodos más largos. No se han
encontrado indicaciones de la existencia de un sistema de portadores de años. La RM y otras fuentes no
mencionan un solo año en el sistema calendárico mesoamericano. Aunque los acontecimientos
prehispánicos han sido ordenados cronológicamente (sucesos históricos están relacionados con ciertos
gobemantes/caciques), las fuentes no dan indicaciones cronológicas más exactas. Una indicación de una
cronología general puede ser derivada de otras fuentes centromexicanas y estimaciones hechas por varios
investigadores. Estas últimas sin embargo no son datos concretos y no son completamente confiables. Para
llegar a una cronología aproximada usaremos un promedio de 20 años para el gobierno de cada
generación de caciques uacúsecha. Debemos tomar en cuenta que varios gobernantes uacúsecha fueron
matados durante su gobierno así que un promedio más alto (de 40 años, como lo postula por ejemplo Le
Clezio (1985), parece ser exagerado. Según la RM hay 11 generaciones de gobernantes hasta la conquista
española. La generación # 11 de Tzintzicha Tangaxoan II vivía durante la conquista española. Zuangua,
8 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

Zacapu a la región del Lago de Pátzcuaro y se estableció en Guayameo (cerca del


actual Santa Fé de la Laguna, en la orilla norte del lago).5 Varias generaciones de
caciques reinaron en este sitio (Sicuirancha, Curatame, Pauacume I y Uapeani I),
fueron Uapeani II y Pauacume II (ca. 1420-1440) quienes posteriormente se
establecieron al otro lado (sur) del lago, cerca de Pátzcuaro, y trataron de establecer
relaciones políticas con otros cacicazgos en la región. En esta época hubo una fuerte
competencia entre los diversos cacicazgos sobre el control de la cuenca de Pátzcuaro
(uno de los cacicazgos más fuertes parece haber sido Curinguaro).6 Es el hijo de
Pauacume y una mujer de la isla de Jaracuaro, Tariacuri (ca. 1440-1460), quien tiene
un papel crucial en la historia del linaje. Después de la muerte de su padre y de
Uapeani (matados por los de Curinguaro), Tariacuri fue instruido por los ancianos
sacerdotes quienes adivinaron su destino glorioso como rey de la región y
conquistador de todos los otros cacicazgos. Mientras que Hireti Thicatame es el
fundador del linaje, Tariacuri es el cacique uacúsecha quien ordenó la expansión del
cacicazgo por la incorporación de cacicazgos rivales:
"No habrá ya más señores en los pueblos; mas todos morirán y estarán sus
cuerpos echados por los herbazales" (RM:107).
Junto con los isleños de Jaracuaro y otros aliados inició la conquista de la cuenca de
Pátzcuaro y cacicazgos en regiones adyacentes (RM:151). Tariacuri ordenó la

el padre de Tzintzicha (generación #10), murió poco tiempo antes de la entrada de los españoles en
Michoacán. Desconocemos la fecha exacta de su muerte, pero debe haber ocurrido en 1520 (durante la
epidemia de viruelas, véase Warren 1989a:29) aunque el título primordial de Carapan (el llamado Códice
Planearte) da la fecha 1519 (CP: 56). Basándonos en la suposición de que 1520 fue el último año del
gobierno de Zuangua, podemos dar la siguiente reconstrucción (hipotética) de los períodos de gobierno
de los caciques uacúsecha (hasta la conquista española!): Hireti Thicatame (ca. 1320-1340 d.C.),
Sicuirancha (ca. 1340-1360), Pauacume I (ca. 1360-1380), Uapeani I (ca. 1380-1400), Curatame I (ca. 1400­
1420), Uapeani y Pauacume II (ca. 1420-1440), Tariacuri (ca. 1440-1460), Hiripan, Tangaxoan I y
Hiquingare I (ca. 1460-1480), Tzitzispandaquare (ca. 1480-1500), Zuangua (ca. 1500-1520), Tzintzicha
Tangaxoan (ca. 1520-1530, año de su ejecución). Debemos tomar en cuenta que solamente se trata de una
indicación aproximada, además es bien posible que los primeros caciques uacúsecha (sobre todo el
fundador Hireti Thicatame) hayan sido más bien figuras míticas y no personajes históricos.
5 La historia de la llegada del primer uacúsecha y la migración de sus descendientes de Zacapu al
Lago de Pátzcuaro podría tener un origen mítico (véase también Vázquez León 1992:198). Otros autores
ya han señalado la semejanza entre la historia de la migración y expansión mexica y el caso de los
uacúsecha (Amauld y Michelet 1991:77, Zantwijk 1985:27-28).
6 Según Perlstein Pollard uno de los factores importantes parece haber sido la escasez de tierras
cultivables para sostener la población creciente de la cuenca de Pátzcuaro que causó una fuerte
competencia sobre recursos económicos. Fueron los uacúsecha quienes por medio de campañas militares
y alianzas matrimoniales lograron controlar recursos económicos fuera de la cuenca (Perlstein Pollard
1982:265, 266, 1995:46, véase también Gorenstein y Pollard 1983, Perlstein Pollard 1980, 1993, 1994a,
1994b, 1995). Aunque no podemos descartar la posibilidad de que problemas ecológicos hayan tenido un
papel en el proceso del desarrollo del cacicazgo uacúsecha, se debe tomar en cuenta que el proceso es
mucho más complicado y involucra más variables (políticos, económicos y religiosos).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 9

fundación de una triple alianza - que consistía de los cacicazgos de Pátzcuaro,


Tzintzuntzan y Ihuatzio. Después de su muerte se instaló su hijo menor Hiquingare
como cacique de Pátzcuaro y sus sobrinos como caciques de los otros dos centros
(Tangaxoan I de Tzintzuntzan, Hiripan de Ihuatzio)(ca. 1460-1480). Son los tres
señoríos que continuaban la política seguida ya bajo el gobierno de Tariacuri. Es en
este período que - según la RM (pp. 151-155) - se logró dominar buena parte del
actual Michoacán. La fuente uacúsecha describe - muy brevemente - la conquista de
Michoacán en forma de una lista de los cacicazgos incorporados por el linaje de los
uacúsecha y sus aliados pero no nos informa sobre las campañas militares
individuales. Los caciques de la triple alianza y sus aliados (los isleños) instalaban
sus propios principales vasallos en cacicazgos conquistados:
"Y fueron por todos los pueblos y hicieron caciques, y los isleños tomaron una
parte en la tierra caliente, y los chichimecas [los uacúsecha] otra parte a la
mano derecha (...) Y se hizo un reino" (RM:153).
La rivalidad entre los tres cacicazgos de la triple alianza - que probablemente ya
estaba presente en el tiempo de Tariacuri - aumentó y el linaje de los caciques de
Pátzcuaro fue extinguido por Hiripan, el cacique de Ihuatzio (cuando murió
Hiquingare, Hiripan mandó matar a los hijos). La posición dominante de Ihuatzio
como centro político más importante no duró mucho ya que el hijo de Tangaxoan I,
Tzitzispandaquare (ca. 1480-1500), cacique de Tzintzuntzan, logró expander el poder
de Tzintzuntzan que llegó a ser la capital uacúsecha - y sede del dios principal
Curicaueri - hasta principios de la época colonial. Aunque tanto Tzitzispandaquare
como Zuangua (ca. 1500-1520) ampliaron aún más el poder del linaje uacúsecha, la
RM (p.155, 173) solamente dedica pocas palabras a sus contribuciones a la
expansión.
Queda claro que el "siglo de oro" para la élite uacúsecha - por lo menos según
su propia historiografía - ha sido sobre todo el siglo XV (y principios del siglo
XVI). Perlstein Pollard, basándose en la RM, ha indicado las campañas
expansionistas de los uacúsecha en un mapa de la región que nos da una indicación
aproximada del desarrollo del cacicazgo (véase Perlstein Pollard 1993:89, 91). Es
importante que nos demos cuenta de que la RM de ninguna manera da una historia
de cada campaña individual sino en términos muy generales describe hasta qué
rumbo los uacúsecha extendieron su influencia política. Comparando estos datos con
las Relaciones Geográficas podemos determinar la esfera de influencia política de la
élite uacúsecha. Básicamente se trata de la región que actualmente forma el estado
de Michoacán aunque sobre la extensión precisa no hay conformidad en la literatura
actual ni tampoco en las fuentes de la época virreinal (Brand 1952:52-63). Sobre el
grado de control uacúsecha en las zonas periféricas hay pocos datos. Cuando
llegaron los españoles, muchas regiones estaban solamente recientemente
10 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

incorporadas por los uacúsecha. Mientras que algunos cacicazgos tributaban a la élite
del Lago de Pátzcuaro, otros pueden haber permanecido autónomos. Influencias
culturales del centro de Michoacán en estas zonas no necesariamente significan que
fueron conquistados por uacúsecha, pueden indicar asentamientos dedicados al
comercio y extracción de ciertos productos naturales. Fortificaciones - encontradas
en la zona del río Balsas y en la actual frontera entre el estado de México y
Michoacán (véase Gorenstein 1985) - sirvieron para proteger los intereses
económicos de la élite (asegurar tributo) y al mismo tiempo para defender ciertas
rutas comerciales (especialmente en el caso del Balsas, río bien navegable). Sabemos
que las fronteras no eran fijas sino continuamente fluctuaban debido a
confrontaciones con otros cacicazgos (como en el caso de los conflictos armados con
la triple alianza del centro de México a fines del siglo XV y principios del siglo
XVI).
La estratificación social del supercacicazgo uacúsecha a fines del siglo XV y
principios del siglo XVI - descrita en la RM - ha sido analizada extensamente por
varios autores (véase sobre todo Beltrán 1986, Carrasco 1986, García Alcaraz 1976,
Perlstein Pollard 1993). Todos concuerdan en el alto grado de centralización del
cacicazgo uacúsecha (visión sobre todo basada en la extensa información en la RM).
Pedro Carrasco (1986:99) resume así:
"(...) la organización del reino tarasco, comparado con el centro de México, da
la apariencia de un cacicazgo superdesarrollado, si bien presenta también un
fuerte grado de centralización política expresada como dominio del dios
Curicaueri mediante su representante el cazonci, que ha sometido a todo el país
y a su gente por la conquista. La tradición de la Relación de Michoacán -
corresponda o no a la realidad histórica - presenta el surgimiento del reino
tarasco como una creación original, un estado prístino".
Fue el supremo cacique uacúsecha, según la RM llamado cazonci,7 quien controlaba

7 La palabra cazonci, usada para el cacique uacúsecha de Tzintzuntzan, por primera vez aparece en
la tercera carta de Hernán Cortés (1522, véase también la cuarta carta). Cortés (1986:271, 284) no
menciona el significado del término. Es bien posible que el término cazonci fue usado por la élite náhuatl
hablante del centro de México (lugar donde Cortés residía en aquel momento) para referirse al señor
uacúsecha Tzintzicha Tangaxoan. Según Seler (1908:106) la palabra original puede haber sido caltzontzin,
"el jefe de la casa" ("der an der Spitze des Hauses"). Esta interpretación parece estar basada sobre todo
en la traducción de la palabra tzontli (literalmente "pelo, cabello") como "la cabeza", "el jefe”.
Posteriormente puede haber sido incluida en la RM por el compilador fray Jerónimo de Alcalá o por la
élite uacúsecha misma porque cazonci era un término generalmente conocido en el centro de México.
Llama la atención que la palabra p’urhépecha fue yrecha que significa "rei, emperador, y principe
comissario prouingial, y persona que es cabera de otros" (DG 1991 Tomo 11:293, Gilberti 1983:62,
Velásquez Gallardo 1988:127). Probablemente consiste de los elementos yre, "tener assiento, morar" y
acha, señor; "señor del asiento/de la morada" (reino = irechaqua, solar = irequa, ireta = pueblo). El
elemento -cha también aparece - sin embargo en verbos (!) - como locativo (cuello, interior de la boca,
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 11

los linajes de los cacicazgos dominados. Al momento de instalar un nuevo cacique,


era el cazonci quien le otorgaba y daba las insignias correspondientes (bezote de oro,
orejeras, brazaletes y collares). Cuando un cacique súbdito muría, sus familiares se
trasladaban a Tzintzuntzan y presentaban estas insignias al cazonci, informándole de
la muerte del señor vasallo. De los posibles sucesores - descendientes (hermanos,
hijos o sobrinos) - el cazonci escogía el más apto y experimentado y le daba las
nuevas insignias de poder. Enseguida un sacerdote especial acompañaba al nuevo
señor a su cacicazgo, presentándolo a la población y explicando a todos las
obligaciones que tenían. Ponía énfasis en el mantenimiento del culto a Curicaueri y
el pago de tributo en forma de servicio en los ejércitos y el cultivo de tierras del
cacicazgo uacúsecha (RM:203-207). Anunciaba que caciques rebeldes que no
cumplían sus obligaciones iban a ser ejecutados. En varias ocasiones repetían esta
amenaza, especialmente cuando se murió el cazonci y la situación facilitaba posibles
rebeliones (RM:225).
La élite uacúsecha se legitimaba como descendientes y representantes en la
tierra del dios supremo Curicaueri (dios del sol). Las conquistas fueron explicadas
como actividades ordenadas por este dios (RM:173). Anualmente - durante la fiesta
de Equataconsquaro (cuando se hacía justicia general a todos los delincuentes) - la
historia del linaje uacúsecha y las conquistas divinas en nombre de Curicaueri fue
contada en frente de los caciques de toda la región bajo influencia de la élite
uacúsecha (RM: 11-14). Todo servía para asegurar la lealtad de los caciques súbditos
y así la continuidad del poder y la riqueza de la élite uacúsecha del Lago de
Pátzcuaro. Los "caciques de la provincia", los caracha capacha, se quedaban en
Tzintzuntzan (en la corte del cazonci) el mayor tiempo del año. Funcionarios
especiales llamados ocambecha se encargaban de contar la gente (hacer el censo),
juntar la gente para las obras públicas y recoger el tributo.8
El tributo consistía de varios productos naturales como sal, pescado, maíz,
mantas, diversos animales (carne), oro, plata, cobre, y plumas. Los últimos
productos sobre todo venían de la región de la Tierra Caliente. La riqueza (sobre

parte trasera de la cabeza)(Friedrich 1971:190-194, Lecron Foster 1969:94). El término náhuatl podría ser
una traducción de la palabra original en p’urhépecha, fenómeno frecuentemente encontrado en fuentes
coloniales. Maurice Swadesh sin embargo, sugiere un origen p’urhépecha de la palabra cazonci: "Kats
[calvo, rapada] ontsi" significaría "el de la cabeza rapada" (Swadesh, en López Sarrelangue 1965:31, 25,
véase también Swadesh y Velasquez en Lopez Sarrelangue 1965 apéndice 6, p.329). Llama la atención
que según Sahagún la élite "tarasca" se rapaba la cabeza (Sahagún 1989:669) y que en el Lienzo de
Jucutácato se encuentra la representación de un cacique uacúsecha sin pelo (véase la parte II del presente
estudio).
* "Uhcambeti" significa mandón (DG 1991 Tomo 11:696). El equivalente es uandari, "el que habla"
(ibid.). Por lo tanto el cabildo indígena (lugar donde habla el grupo de principales) ha sido nombrado
"uandaquaro" en lengua p’urhépecha (el cabildo mismo - es decir el grupo - se llamaba "auandacha")(ibid.
Tomo 1:124).
12 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

todo en cuanto a minerales) de la región del Balsas era conocida tanto por la élite
uacúsecha como por la triple alianza del valle de México, razón por la cual ambas
tuvieron enfrentamientos armados en las últimas décadas antes de la conquista
española.
Aunque la RM es la fuente etnohistórica más importante de esta región y la
única que contiene amplia información sobre el Michoacán prehispánico, se debe
tomar en cuenta que contiene la visión y versión histórica de la élite uacúsecha del
centro de Michoacán (es decir la región alrededor del lago de Pátzcuaro). Por lo
tanto esta fuente "lago-céntrica" o uacúsecha nos informa solamente sobre el origen
y fundación del señorío uacúsecha (con su organización social y religión específicas),
mientras que los otros grupos étnicos y las regiones "periféricas" como la tierra
caliente, la meseta, etcétera, solamente aparecen como pueblos y áreas conquistados.
No es extraño que la RM no se refiere a la estructura política-económica de las
regiones fuera de la cuenca de Pátzcuaro. Cuando se hizo el documento en 1541, el
objetivo principal fue demostrar el poder uacúsecha y la posición hegemónica que
tenía en la época prehispánica, para poder así asegurar su posición dominante en una
sociedad virreinal gobernada por los españoles.
La RM ha sido y desafortunadamente sigue siendo usada como fuente que
describe "la cultura p’urhépecha" o "tarasca". Aparte de que hemos visto que se
trata de una crónica uacúsecha, existen varios problemas con el uso de los términos
generalizantes "tarascos" y "p’urhépecha(s)". Es importante saber que la sociedad
indígena prehispánica era altamente estratificada; existían élites y macehuales (gente
común). Ya que hubo diferentes cacicazgos no se usaba un término general para
referirse a "la cultura michoacana" en general. La élite de cada cacicazgo se
identificaba con cierto linaje (como los uacúsecha, los eneani, los tzacapu ireti, los
xiuhquilteca, etcétera). Lo mismo se puede decir de los macehuales quienes
probablemente se identificaban con el cacicazgo a que tributaban directamente.
Cuando llegaron los españoles, dieron el nombre de "tarascos" a todos los indígenas
del centro de Michoacán (tanto élites como macehuales). El origen de esta palabra
es incierto. Según Sahagún (1989:670) no fue inventada por los conquistadores sino
tiene mayor antigüedad; dice que los habitantes usaban el nombre porque su dios
principal se llamaba Taras. Sin embargo, no existe tal dios. Aunque Corona Núñez
piensa que Sahagún se refiere al dios Taras-úpeme (Corona Núñez 1986b: 25), no
hay indicación que se trata de un dios supremo (ya que fueron más bien Xaratanga
y Curicaueri). En el siglo XVI la palabra taras o tares significaba "ídolo" (Gilberti
1983:106, DG 1991 Tomo 11:557, "thares"). Según Zantwijk (1974:81) la palabra
thares todavía se usa en Ihuatzio como referencia a cualquier imagen de un dios.
También Lumholtz nos indica la existencia de ídolos llamados thares en los años ’90
del siglo XIX. Según este viajero noruego, thares es el plural de taré, "el anciano
venerable" ("a venerable person of old")(Lumholtz 1987 Tomo 11:371). En los años
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 13

’50 del siglo XX, Barlow (CB-UDLA, mapa 199, 199.88) registró que según la
historia oral los "t’aresach" - los "ídolos" - son los dioses prehispánicos. Cuando los
"ídolos" son movidos, causan lluvias muy fuertes, muchos son considerados
"guardamilpas" y "guardabosques" y pueden ayudar a la gente. Aunque el nombre
"tarascos" puede haber sido derivado de la palabra usada para referirse a cualquier
imagen de un dios, la RM menciona otro origen. Según esta fuente los
conquistadores españoles se llevaron dos mujeres indígenas y tuvieron contactos
sexuales con ellas. Enseguida los otros indígenas que las acompañaron, llamaron
tarascue - significa yernos (véase también el diccionario de Gilberti 1983:106) - a los
españoles (ya que se habían juntado con las mujeres). Desde aquel entonces los
españoles usaban este nombre para nombrar a todos los indígenas de la región
(RM:247). Una versión parecida se encuentra en la RG de Cuiseo (Acuña 1987:81­
82). En las últimas décadas la población indígena del centro de Michoacán
generalmente se refiere a si mismo como "p’urhépecha" mientras que rechazan el
término "tarascos" que ha sido impuesto por los conquistadores españoles y que
sigue siendo usado en muchas obras científicas. Aunque hoy en día el término
p’urhépecha se refiere a todo el grupo indígena del centro del estado de Michoacán
y su lengua, en la época prehispánica y virreinal tenía un significado menos amplio
y solamente era una referencia a una clase de la sociedad indígena. El origen de la
palabra p’urhépecha está claramente indicado en la RG de Cuiseo donde dice que:
"La lengua questos naturales hablan dicen que, en su gentilidad, la nombraban
purepecha, que es como si dijésemos lengua de hombres trabajadores. Y este
nombre se les daba, a causa de q[ue] su rey, ordinariam[en]te, los llevaba
cargados a las guerras, y los hallaba más fuertes, ansí p[ar]a esto como p[ar]a
sus sementeras" (Acuña 1987:81-82).
Este término se refiere a la clase de los macehuales, los hombres trabajadores y no
a la élite. Esta traducción está confirmada en los diccionarios del siglo XVI (Gilberti
1983:92, DG 1991 Tomo 1:699, Tomo 11:457). A pesar del significado claro, a
finales del siglo XIX Eduardo Ruiz ha traducido la palabra como "los que visitan",
"los migrantes", referencia a las supuestas migraciones del "pueblo p’urhépecha"
desde Perú hasta Michoacán (Ruiz 1984:31). En el p’urhépecha actual "visitante"
puede ser traducido como phorhémpiri (Velásquez Gallardo 1988:99, plural sería
phorhémpiriecha). En los diccionarios del siglo XVI visitante es traducido como
"curumehpensri" (Gilberti 1983:516, véase también el DG 1991 Tomo 1:700).
Nosotros usaremos la palabra p’urhépecha para referimos a la cultura indígena actual
del centro de Michoacán pero para el período prehispánico y virreinal - cuando hubo
(como veremos) una clara presencia de diferentes grupos étnicos y cacicazgos -
preferimos usar otros términos que indican estas élites y cacicazgos (como
uacúsecha, xiuhquilteca, etcétera).
14 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

Sobre todo por el uso poco critico de la RM (¡de ninguna manera queremos negar
su importancia como fuente histórica!) Michoacán y su pasado han sido "p’urhépech-
izados" o "tarasquizados". El hecho de que la RM ha servido como modelo para la
reconstrucción de la historia prehispánica de Michoacán no es la única causa para
esta "p’urhepechización". Igualmente importante es la situación actual en la región
donde los p’urhépecha hablantes todavía constituyen el grupo indígena más grande
que precisamente vive en el centro (Sierra, Lago de Pátzcuaro, Cañada de los Once
Pueblos) del estado (aún queda una población muy reducida de náhuas en el sur y
mazahuas en el oriente). También los grupos p’urhépechas que actualmente luchan
para defender sus derechos y para mejorar su situación económica (la población
indígena enfrenta una gran cantidad de problemas muy graves) hablan sobre el
antiguo "gran reino p’urhépecha" y "imperio p’urhépecha", así pasando por alto la
diversidad cultural y la estratificación social que existía antes de la llegada de los
españoles.
La situación política que los españoles encontraron en la región michoacana a
principios del siglo XVI es el resultado de un proceso de varios siglos, pero la RM
nos da otra visión poniendo énfasis en la fuerza del linaje uacúsecha para conquistar
y dominar un territorio extenso en poco tiempo. La RM no nos informa sobre la
estructura interna de los cacicazgos que pagaban tributo a la élite uacúsecha. A pesar
de que el poder político, económico y reliogoso estaba en manos del cazonci y que
consta la creciente centralización, es imposible suponer - únicamente disponiendo de
una fuente uacúsecha (RM) - que los otros caciques solamente tenían un cargo como
administradores y simples vasallos. Los linajes de "los caciques de la provincia"
tenían sus propios dioses locales y su sistema para mantener el culto. Recibían ellos
tributos de sus propios macehuales y además tenían sus relaciones comerciales. Este
sistema interno no desapareció con la incorporación por los uacúsecha de
Tzintzuntzan. Solamente les fue impuesto el pago de tributo para mantener el culto
al dios Curicaueri y la élite uacúsecha que lo representaba. La observación que la
expansión uacúsecha y la integración política en Michoacán es "uno de los
fenómenos de cambio político más acelerados registrados en Mesoamérica" (Vázquez
León 1992:197) parece ser derivada sobre todo de la "historia de oro" de la RM.
Datos procedentes de otras fuentes etnohistóricas e investigaciones lingüísticas y
arqueológicas parecen indicar que el desarrollo del cacicazgo uacúsecha
probablemente ha sido basado en las estructuras políticas y económicas ya existentes
en la región multiétnica que era Michoacán y contradicen la versión
sobresimplificada y uacúsecha-céntrica de la RM.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 15-

La RM y la historiografía no uacúsecha
Aunque la RM pone énfasis sobre todo en los méritos de la élite uacúsecha, en una
sola cita (muy breve) se refiere a la población ya existente en la región antes de la
expansión uacúsecha:
"(...) los antecesores del cazonci vinieron, a la postre, a conquistar esta tierra
y fueron señores della. Extendieron su señorio, y conquistaron esta provincia,
que estaba primero poblada de gente mexicana, naguatatos y de su misma
lengua, que parece que otros señores vinieron primero y había en cada pueblo
su cacique con su gente y sus dioses por sí. Y como la conquistaron, hicieron
un reino de todo, desde el bisagüelo del cazonci pasado que fue señor en
Mechuacán, como se dirá en otra parte" (RM 1956:22).
La RM claramente indica la existencia de gente náhuatl hablante en la región aunque
niega o por lo menos no habla sobre la existencia de alianzas políticas,
probablemente para enfatizar aún más el esfuerzo de la élite uacúsecha para llegar
a dominar la región y incluirlo en un "solo reino". Posiblemente estos grupos étnicos
- y otros que como veremos existían en la región actualmente llamada Michoacán -
vivían en pueblos compuestos, es decir asentamientos divididos en varias partes que
correspondían a diferentes grupos étnicos que tenían sus propios caciques y dioses
locales (aparte de otras características culturales comunes). Sabemos que en el siglo
XIV y XV hubo varios pueblos compuestos en diferentes partes de Michoacán.
Según la RG de Acámbaro (norte de Michoacán) por ejemplo, los habitantes de esta
población:
"(...) eran sujetos al s[eño]r de Mechoacan, y éste enviaba persona que viniese
a gobernar la parte de los tarascos, porque, la de los otomíes y chichimecas,
ellos eran gobernados por los señores, q[ue] legítimamente eran de su nación.
Y, en muriendo uno destos, el que había de suceder iba al d[ic]ho s[eño]r a
[pedir] q[ue] le diese licencia para gobernar su parcialidad (...)" (Acuña
1987:63-64, véase también p.61).
La misma situación encontramos en Cutzio (sur de Michoacán, en la región del
Balsas) donde en la época prehispánica (y todavia a mediados del siglo XVI) un
grupo de p’urhépecha y otro de otomí hablantes vivían en un pueblo, ambas
parcialidades teniendo sus propios gobernadores (Códices de Cutzio y el documento
del AGI, Justicia, Legajo 150, Año 1547).9

v Para el análisis completo de estos documentos véase Roskamp y Paredes (en preparación). La RG
de Cutzio (1579) también se refiere a la existencia de las mencionadas parcialidades (Acuña 1987:268­
269).
16 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

No es posible identificar con seguridad los cacicazgos en la cuenca de Pátzcuaro


donde en el clásico tardío y posclásico temprano hubo grupos de náhuatl hablantes.
Aunque - como hemos visto - la RM (p.22) indica la existencia de tales grupos al
momento de la llegada de los uacúsecha, solamente contiene pocas referencias a
lugares concretos donde vivían (no nos debe sorprender tomando en cuenta que para
la élite uacúsecha, que dió los datos para la compilación de la RM, era de menor
importancia). A pesar de la vaguedad, la RM sí se refiere a un grupo de estos
náhuatl hablantes que vivía cerca de Pátzcuaro, en el monte de "gacapu hacurua"
(RM:42), ya en la época de los líderes uacúsechas Uapeani y Pauacume, es decir en
el tiempo que los uacúsecha se establecieron en la región del lago (siglo XV). La
misma presencia náhua en la región de Pátzcuaro y Tzintzuntzan consta de otros
documentos de mediados del siglo XVI. En 1573 por ejemplo varios testigos (entre
ellos los principales Anton Acatl y Juan Olin - ambos de Pátzcuaro), en un proceso
entre los clérigos y los franciscanos sobre la administración religiosa de los indigenas
de Pátzcuaro, hablan sobre grupos de tecos (en el mismo documento también
llamados "naguales", es decir náhuas) en varios barrios; Santiago, Santo Tomás, San
Matheo, San Francisco Ajuno y Guiramangaro (AGI, Justicia, Legajo 178, No.l,
Ramo 2, Año 1573, ff. s/n.).10
Información importante sobre la existencia de náhuatl hablantes (en este caso
grupos toltequizados) en el centro y sur de Michoacán antes de la expansión del
cacicazgo uacúsecha también se encuentra en otras fuentes (tampoco procedentes de
la tradición historiográfica uacúsecha) como el Lienzo de Jucutácato y la Probanza
de Tetlama (documentación sobre el pleito entre Tetlama y su cabecera Tepalcatepec,
publicada por Carraso en 1969).11 Según ambos documentos de mediados del siglo
XVI estas gentes llegaron a Michoacán migrando desde el centro y sur de México y
se dedicaban sobre todo a actividades mineras (véase los capítulos III-V) en la Tierra

10 Probablemente se trata de los mismos grupos también mencionados en la RM. Algunos de ellos
fueron congregados en la ciudad de Pátzcuaro (después del traslado de la sede episcopal de Tzintzuntzan
a Pátzquaro en 1538, véase abajo).
" Es importante señalar que aún existen pocas comunidades en el sur de Michoacán donde se habla
el náhuatl; Lastra de Suárez (1986:17) registra Ostula (Aquila) y Pómaro (Aquila). Desafortunadamente
no se ha hecho un estudio profundo de esta lengua a pesar de que esta todavía tiene muy pocos hablantes
(actualmente unos 2000, según comunicación personal de Bil Sischo del Instituto Lingüístico de Verano,
1997, véase también Sischo 1979:311). Mientras que Guerrero y del Castillo piensan que la población
náhuatl hablante de la región costera de Michoacán ya se estableció en la región antes de la conquista,
según Brand (1952:69, 1960:124-125) el náhuatl fue introducido en la época virreinal. Aunque el estatus
del náhuatl como lingua franca en la época virreinal es bien conocido, las fuentes tempranas (RM, Lienzo
de Jucutácato, Probanza de Tetlama) claramente muestran la presencia de náhuatl hablantes en el centro
y en la región de la Tierra Caliente (zona Balsas-Tepalcatepec) antes de la venida de los españoles.
Actualmente Constantino Medina (CIESAS, México D.F.) está traduciendo un documento escrito en
náhuatl y procedente de Aquila (manuscrito de la época virreinal) que sin duda arrojará más luz sobre las
características del náhuatl hablado en el sur de Michoacán.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 17

Caliente (al sur de Uruapan). La presencia de náhuatl hablantes en el centro-sur de


Michoacán también está indicada en la RM. En tiempo de los caciques uacúsechas
Hiripan, Tangaxoan y Hiquingare hubo una serie de conquistas en esta región;
además de muchas poblaciones de p’urhépecha hablantes, conquistaron a Cupuan,
Cuyucan (RM 1956:154), Hacauato, Tzitzupan, Chenengo y Uacapu, todos pueblos
habitados por hablantes del náhuatl (ibid. 151).12 También se debe mencionar la
existencia de intérpretes de la lengua náhuatl en la corte uacúsecha (poco tiempo
antes de la conquista española) que pueden haber servido para los contactos con los
náhuatl hablantes tanto del centro de México como de la región bajo influencia
uacúsecha.13
En Tzintzuntzan también residían grupos de náhuatl hablantes (tomando en
cuenta que muy probablemente fue un pueblo compuesto). Los grupos de tecos que -
como hemos visto - residían en barrios de Pátzcuaro, anteriormente (antes de 1538)
pertenecieron al cacicazgo de Tzintzuntzan. Uno de los testigos franciscanos en el
pleito sobre la administración de los indígenas de Pátzquaro habla sobre "(...) todos
los indios naturales de Tzintzontza que son los naguales se vinieron a poblar al
d[ic]ho sitio [Pátzcuaro] mucha cantidad dellos e otros tarascos (...)" (AGI, Justicia,
Legajo 178, No.l, Ramo 2, Año 1573, ff. s/n.). No es posible identificar
Tzintzuntzan como un cacicazgo enteramente náhua como lo han hecho otros
investigadores (Kirchhoff 1940:4, 1956:XXVI-XXVII). En la RM continuamente
recibe el nombre Michoacán, "lugar de los que tienen pescado [o sea los
pescadores]", término náhuatl que posteriormente ha sido usado para toda la región
bajo influencia uacúsecha. Aunque podría referirse a la lengua dominante hablada
por sus habitantes, no podemos descartar la posibilidad que se trata de una palabra
usada por los náhuatl hablantes del centro de México para denominar al centro
uacúsecha (Tzintzuntzan) y la región del lago.14
Es interesante ver que en la Crónica Miscelánea de la Sancta Provincia de
Xalisco de Fray Antonio Tello (siglo XVII)15 - crónica del occidente de México -
se menciona a Tzintzuntzan como un pueblo compuesto con grupos de náhuatl y
p’urhépecha hablantes. Habla sobre los mexica y su dios Huitzilopochtli quienes -
después de haber salido de Chicomoztoc - atravesaron muchas tierras y en algún
momento llegaron a Tzintzuntzan en Michoacán (por medio de Huascatos, Penjamo,

12 En el mismo contexto también se menciona Tañaran Yuriri, Hapacutio y Condenbaro (ibíd.). No


queda claro si en este caso también se trata de poblaciones con náhuatl hablantes.
13 Tenia el cacique Zuangua sus interpretes náhuas como Nuritan (RM:238) quienes hacían
traducciones de las platicas con mensajeros del centro de México pero también pueden haber servido para
la comunicación con grupos de náhuatl hablantes en Michoacán (véase también ibíd. 239, 241, 242, 249,
269, 270, 271, 272, 275).
14 Véase la explicación de la palabra cazonci.
15 Mientras que Corona Ibarra (en Tello 1968:XIX) escribe que Tello ha redactado su crónica en
1652 a la edad de 86 años (!), Burrus (1973:153) da la fecha 1633.
20 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

Parece que este proceso también es ilustrativo para la época prehispánica en


Michoacán y que muchas poblaciones en que se hablaban diversas lenguas indígenas
fueron "p’urhépechizadas" (en cuanto a la lengua) con la expansión y creciente
importancia del cacicazgo uacúsecha, proceso que parece haber tenido mayor
impacto en el centro del actual Michoacán. Se puede concluir que un estudio de la
distribución de topónimos da un panorama muy limitado de la situación lingüística
en la región (véase también Brand 1952:54).
Basándose en fuentes históricas publicadas - sobre todo las Relaciones
Geográficas del siglo XVI - Donald Brand ha elaborado un mapa lingüístico de
Michoacán y parte de los actuales estados vecinos (Brand 1943, 1952). Según el
mapa se hablaba la lengua p’urhépecha en casi toda la región - excluyendo a la costa
- del actual Michoacán y la parte norte de Guerrero. Al oriente de este núcleo el
mapa registra las lenguas mazahua, matlatzinca y chontal. Al sur (la región de la
costa) el tepuzteco, cuitlateco, panteca, tolimeca, chumbia, mexicano ("mexicano
corrupto") y cuauhcomeca. Otomi, xilotlantzinco, sayulteco y pinome aparecen como
lenguas en el occidente. Finalmente Brand ha localizado el coca, teco, guachichil,
guamare y parné en el norte, en la región del río Lerma. Un área pequeño con
hablantes del pirinda (matlatzinca) se encuentra en la región Morelia-Charo. El mapa
de Brand sigue siendo usado en investigaciones actuales para mostrar la
plurietnicidad de la región pero da una visión demasiado simplificada: un núcleo de
una población p’urhépecha hablante con varias zonas colindantes - y bien definidas -
con hablantes de otras lenguas. Además refleja la situación a mediados del siglo
XVI.
Aunque el mapa de Brand muestra que el p’urhépecha no fue la única lengua
hablada en el Michoacán prehispánico, su reconstrucción no debe ser tomada como
indicación de "fronteras lingüísticas" ya que las fuentes etnohistóricas no contienen
datos para verificarlas. Solamente se trata de una visión general y aproximada, el
señalamiento de la lengua dominante en una región. Es discutible identificar
hablantes de cierta lengua con determinados complejos culturales sin mayor
información. Hablantes de diversas lenguas pueden tener las mismas costumbres. En
la RG de Necotlan (1579) por ejemplo se observa que los otomies de Necotlan:
"(...) demás de su léngua otomí, hablan, tratan y contratan en la lengua
tarasca, y se confiesan en ella. Andan vestidos como los tarascos (...)" (Acuña
1987:187).
Otro problema es la falta de fuentes lingüísticas (es decir gramáticas, diccionarios)
en el caso de la mayoría de las "lenguas" mencionadas, lo que impide clasificarlas
en el esquema de las lenguas mesoamericanas. Tampoco se sabe si todas eran
lenguas diferentes o si algunas de ellas eran emparentadas o idénticas y posiblemente
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 21
conocidas por varios nombres. Solamente pocas de las lenguas aún son habladas en
la actualidad, la lengua p’urhépecha es la mejor estudiada.21
Muchos términos mencionados en las fuentes de la época virreinal se refieren
únicamente al carácter extranjero de un grupo específico. Chontal por ejemplo
significa "extranjero" en el náhuatl clásico. Basalenque, cronista agustino del siglo
XVII, dijo que los pocos indígenas que en el aquel entonces vivían en Santiago
Tangamandapio, eran xarucha, según él descendientes de los tecos (Basalenque
1989:359). Se trata de un término sobreimpuesto por p’urhépecha hablantes ya qué
según el DG (1991, Tomo 11:781) "xaruacha, xarrucha" significa "bógales,
baruaros". Palabras relacionadas son "xarumeni, xaru xarumeni", "hablar mal" y
"xaruni", "xaruxarumeni", "xaruntz'quareni", "hablar como estranjero, o como
bo?cal" (ibíd., véase también Gilberti 1983:151). Se trata de una expresión usada
para nombrar todos los que hablaban otra lengua. Xarucha no se refiere a un grupo
o lengua especial ya que también lo encontramos como traducción para otomí (DG
1991, Tomo 1:534).22 Otros nombres únicamente se refieren a los habitantes de un
determinado pueblo (como por ejemplo cuauhcomeca, habitantes de Coalcoman) y
no resulta ser seguro que se puede usar estos términos para una lengua específica en
una región más amplia.
A pesar de los problemas que enfrentamos tratando de analizar la información
dispersa y confusa sobre las diferentes lenguas habladas en el Michoacán del siglo
XVI, resulta que se trataba de una región multiétnica y que dentro del "núcleo de
habla p’urhépecha" indicado en el mapa de Brand (que refleja la situación del siglo
XVI) se hablaban otras lenguas - tanto en la época prehispánica como a principios

21 Para el estudio de la lengua p’urhépecha de la época virreinal existe un gran número de fuentes
como diccionarios, gramáticas y obras religiosas escritas por varios frailes (por ejemplo por Basalenque,
Gilberti y Lagunas, véase también el Diccionario Grande). Benedict Warren y un grupo de lingüistas del
COLMICH (Colegio de Michoacán, Zamora) actualmente llevan a cabo un estudio de ese corpus
documental sumamente importante. Además existe una cantidad considerable de documentos escritos en
p’urhépecha (testamentos, títulos de tierras, etcétera) en los archivos. Para una gramática del p’urhépecha
actual véase por ejemplo Lecron Foster (1969). Hoy en día el problema de la clasificación de la lengua
p’urhépecha dentro del esquema de lenguas mesoamericanas todavía no ha sido solucionado. Aunque se
han sugerido relaciones de esta lengua con (entre otros) el zuñi (Swadesh 1957), maya (ibíd. 1966) y
quechua (ibíd.1967, 1969, véase también Liedtke 1991), recientemente Greenberg (1987:106-122) lo ha
clasificado en el grupo de las lenguas chibcha (junto con el cuitlateco). Mientras que según los lingüistas
estas relaciones tienen una antigüedad de varios milenios, algunos historiadores las han usado como el
producto de procesos más recientes y las han relacionado con "el origen de los p’urhépecha" - es decir
su llegada a Michoacán por medio de grandes migraciones - en la época posclásica tardía.
22 Aqui lo encontramos con las otras palabras "hanchacha" y "queoecha". "Hanchacha" tiene que ver
con "hancháni vandani", "hablar serrana y groseramente", "hancháqua vandaqua", "habla serrana y
grosera e ynperfecta o tosca" y "hanchári", "persona tosca en su habla" (DG 1991, Tomo 11:208). La
palabra "queoecha” aparece en la lista de palabras que significan "bogal": "xarucha, queo, tantondira,
turandira, cuetendira, thútandira" (DG 1991, Tomo 1:111). "Vhcumu" (plural "Vcumuecha") es otra
palabra usada para nombrar a los otomies y también significa "topo que anda so tierra" (ibíd. Tomo
11:697).
22 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

de la época virreinal. Muy probablemente la élite de la región y tal vez una parte de
los macehuales no solamente hablaban una sola lengua indígena sino varias (como
p’urhépecha, náhuatl, otomí, etcétera), imprescindible para una buena comunicación
(véase varias referencias al uso de múltiples lenguas por un solo grupo en las
Relaciones Geográficas del siglo XVI, Acuña 1987, por ejemplo p.263, 276, 296,
321).
La información arqueológica
Hasta principios y aún mediados del siglo XX casi todos los restos arqueológicos de
la época prehispánica en el actual estado de Michoacán y otras partes del occidente
de México fueron interpretados como pertenecientes a "la cultura tarasca o
p’urhépecha" (Schóndube Baumbach 1974:2, 1981:16-17) ya que según la RM casi
toda la región había sido dominada por la élite de Tzintzuntzan. Se podría decir que
durante mucho tiempo la RM ha servido como la biblia para la arqueología
michoacana:
"(...) la Relación de Michoacán ha sido una carga demasiado pesada, lo mismo
el hecho que los tarascos hayan sido el grupo en el poder al momento de la
llegada de los españoles; esta presencia tan marcada nos ha hecho centramos en
lo más aparente, en lo ya dado y no buscar raíces, ni variaciones" (Schóndube
Baumbach 1981:17).
Por la falta de una cantidad adecuada de fuentes etnohistóricas que tratan de la época
precolonial, nuestro conocimiento sobre el desarrollo cultural en este período
depende mucho de las investigaciones arqueológicas. Hasta ahora generalmente se
han hecho excavaciones de sitios específicos (muchas de ellas proyectos de rescate
realizados en poco tiempo) que no sobrepasan el nivel local. Sin embargo,
recientemente se han desarrollado varios proyectos de índole regional y de carácter
multidisciplinario. Entre estos destacan las actividades del Centro de Estudios
Mexicanos y Centro-Americanos (CEMCA) en la región de Zacapu y las
investigaciones en la región del Lago de Pátzcuaro (durante más de 20 años) por
Perlstein Pollard.
A pesar de los avances de las últimas decadas aún estamos muy lejos de dar
una reconstrucción general de la geografía política en el actual Michoacán a fines del
período clásico y principios de la época posclásica (es decir antes de la expansión
uacúsecha en los siglos XIV y XV). Solamente disponemos de una visión muy
limitada y fragmentada:
"Nuestros conocimientos sobre las etapas culturales pretarascas son todavía
bastante incompletos; sin embargo, las investigaciones arqueológicas de los
últimos años han ido proporcionando información sobre sitios y culturas que no
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 23

pocas veces denotan un muy alto grado de desarrollo. (...) Esto parece indicar
que la sociedad civilizada y probablemente el Estado no hacen su aparición en
Michoacán con los tarascos, como se había pensado anteriormente (...) sino
que tienen una larga historia de desarrollo local, siempre enriquecida por
contactos culturales con otras áreas de Mesoamérica" (Williams 1994:183).
Diversos proyectos arqueológicos han generado datos sobre la existencia de varios
centros ceremoniales en Michoacán en el período clásico (ca.300-900 d.C.) y
posclásico temprano (ca.900-1200 d.C.). Varios de estos asentamientos con
arquitectura monumental tenían contactos con el centro de México (Perlstein Pollard
1995:35-38). Como ejemplos podemos mencionar a Lomas de Santa María
(Morelia), El Otero (Jiquilpan), Tres Cerritos (Cuitzeo), Tinganio (Tingambato,
Uruapan) y Zacapu. El sitio de Tinganio por ejemplo, se encuentra en la región
fronteriza de la Tierra Caliente y la Sierra P’urhépecha (al poniente del Lago de
Pátzcuaro). Esta zona arqueológica - que incluye pirámides, plazas, tumbas y un
juego de pelota - muestra notables influencias teotihuacanas en su arquitectura (talud-
tablero) y fue habitada entre 450 y 900-1000 d.C. (véase Pifia Chan y Oi 1982).
Aunque - como en el caso de otros sitios - no disponemos de mayor información
sobre su papel en la geografía política en el clásico michoacano, el hallazgo de
muchos productos exóticos indica que los habitantes deben haber tenido contactos
comerciales con regiones lejanas como la costa aunque también se debe tomar en
cuenta que muchos productos pueden haber sido adquiridos por medio de un sistema
tributario. Para el clásico en las Lomas - cerca de Zacapu - las investigaciones del
CEMCA muestran:
"(...) la existencia de comunidades estratificadas, prósperas, capaces de
importar objetos suntuarios, dotadas de instituciones religiosas y políticas"
(Arnauld, Carot y Fauvet-Berthelot 1993:210).
En esta región en el norte de Michoacán se han encontrado centros ceremoniales con
plazas y canchas del juego de pelota. Su importancia no solamente consta de los
hallazgos arqueológicos sino sobre todo porque aparece en la RM como región de
origen de los uacúsecha y de su dios Curicaueri (como hemos visto arriba).
A pesar de que es posible identificar a muchos sitios michoacanos como
"importantes" en una determinada época, nos hacen falta datos concretos sobre las
relaciones entre los diversos centros ceremoniales michoacanos (hasta ahora
descubiertos) del clásico y posclásico temprano, tema que merece atención en
investigaciones futuras. Esta observación no solamente tiene validez para las regiones
generalmente consideradas "periféricas" (Sierra P’urhépecha, Tierra Caliente,
etcétera) sino también es representativa para nuestro conocimiento del centro de
Michoacán. Llama la atención que en el caso de Tzintzuntzan por ejemplo - la
24 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

"capital" uacúsecha en el siglo XV - solamente se sabe que ya existía un centro con


arquitectura religiosa en este sitio a principios del posclásico (ca. 1000 d.C.)(Perlstein
Pollard 1980:683). Es necesario llevar a cabo un análisis profundo del desarrollo de
este centro (tratando de obtener una cronología más exacta). La RM no tiene que
servir como biblia o guía sino, más bien, como una versión propia uacúsecha de la
historia de Tzintzuntzan y su linaje principal y tendría que ser confrontada con los
datos procedentes del estudio de otras fuentes etnohistóricas y del análisis del
material exclusivamente arqueológico.
No solamente disponemos de poca información sobre la época clásica y
posclásica temprana. También en el caso del posclásico tardío nos hacen falta más
datos sobre el desarrollo cultural, aún en la cuenca de Pátzcuaro. Mientras que la
fase posclásica tardía de Tzintzuntzan (la llamamos "fase uacúsecha") ha sido
relativamente bien investigada, sitios como Ihuatzio (Coyoacan) y Pátzcuaro (según
la RM muy importantes en la historia uacúsecha) carecen de mayor atención
arqueológica.23 Los pocos datos sobre estos últimos dos sitios igualmente
corresponden a la "fase uacúsecha" (véase Perlstein Pollard 1980:685-689). Es muy
necesario investigar y distinguir las varias etapas en el desarrollo de los mencionados
sitios (y otros sitios registrados por Perlstein Pollard 1993:77, 1995:33) y de la
región michoacana en general, poniendo énfasis sobre todo en las fases "pre-
uacúsechas".24
L a ÉPOCA VIRREINAL
Los primeros contactos entre los europeos y la élite uacúsecha de Tzintzuntzan
ocurrieron en la década de los años ’20 del siglo XVI, y constituyen el inicio de una
transformación profunda de la sociedad indígena michoacana, debido a la
introducción de un gran número de instituciones políticas, económicas y religiosas
por los españoles. Sobre las consecuencias de estos acontecimientos existen varios
estudios detallados, véase por ejemplo Warren 1989a (la conquista 1521-1530),
Paredes Martínez 1984 (tributo indígena), Piñón Flores 1984 (tenencia de la tierra),
Escobar Olmedo 1984 (encomiendas), Pulido Solis 1984 (trabajo indígena) y León
Alanís 1997 (evangelización). López Sarrelangue (1965) escribió una obra básica,
basada en amplia documentación de diversos archivos, sobre la sobrevivencia de la
nobleza indígena en la época virreinal (principalmente la de Pátzcuaro).

23 Debemos tomar en cuenta que la actual población de Pátzcuaro cubre casi todos los restos
arqueológicos lo que hace sumamente difícil su excavación. Además los recursos financieros para
excavaciones arqueológicas siempre son limitados.
24 Macías Goytia (1988) da un resúmen de los trabajos arqueológicos en Michoacán hasta mediados
de los años ’80. Véase también la bibliografía arqueológica de Ladrón de Guevara y Schóndube
Baumbach 1990.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 25

La nobleza uacúsecha
La élite indígena usaba varias estrategias para adaptarse a la nueva situación
ocasionada por la llegada de los europeos, sin embargo, no todos los nobles tuvieron
éxito y muchos rápidamente perdieron su poder y estatus. Así, por ejemplo, nos
informa la RG de Tepalcatepec (siglo XVI), lugar en el suroeste de Michoacán, que:
"En tiempo de su gentilidad habia dos gobernadores en Tlapalcatepeque:
Tlazutzin y después de su muerte Francisco Coma, naturales de Tlapalca­
tepeque. Dejaron dos hijos que ya son habidos como gente común, ya no se
hace caso dellos" (Acuña 1987:299).25
También hay que mencionar el caso de Don Alonso Huapeán, descendiente de linajes
prehispánicos y gobernador de Zinapécuaro (oriente de Michoacán), quien mantuvo
su poder hasta la década de los años ’60 del siglo XVI, cuando fue acusado de abuso
de autoridad y finalmente perdió sus privilegios.26 Parece que muchos de los
caciques de sangre perdieron su posición privilegiada antes de fines del primer siglo
de la época virreinal. Las causas principales fueron las grandes epidemias del siglo
XVI (muchos nobles murieron) y la misma administración implementada por los
españoles, como veremos abajo. Solamente los nobles que podían mostrar la
importancia y poder de sus antecesores en la época prehispánica, mediante amplia
documentación pictográfica y probanzas, lograron sobrevivir.
Los nobles michoacanos que más éxito tuvieron en mantener - y hasta expander
- una posición importante en la sociedad virreinal, fueron los uacúsecha. Siendo
caciques importantes en la región del Lago de Pátzcuaro, sirvieron como interme­
diarios entre las autoridades españolas y la población indígena, así facilitando la
colonización de la región, sin embargo, de ninguna manera podemos hablar de una
rendición incondicional por parte de esta élite indígena. El cazonci Tzintzicha
Tangaxoan II ayudaba a los españoles en la administración de los indígenas, recibió
el título de gobernador de Michoacán, pero al mismo tiempo seguía ejerciendo sus
antiguos derechos y continuaba recibiendo tributos de sus vasallos en diversos
pueblos, causando graves problemas con los encomenderos. Después de un proceso
en que se presentaron acusaciones adicionales, recibió la pena capital y fue ejecutado
en 1530 (véase Warren 1989a, Scholes and Adams 1952).
Don Pedro Cuiniharangari sucedió a Tzintzicha Tangaxoan como gobernador
de Michoacán, ya que los hijos de Tzintzicha Tangaxoan, Tariacuri y

25 La misma situación encontramos en Arimao (ibid., p.302).


lb La amplia documentación originada por este pleito, incluyendo varios documentos pictográficos
conocidos como los "Códices Huapeán", ha sido estudiada por López Sarrelangue (1985) y Zbirkova
(Ms.). En los mencionados códices los macehuales y principales expresan sus quejas en contra de su
gobernador.
26 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

Huitzimengari,27 todavía eran menores de edad.28 Por tener un papel importante


en la redacción de la historia oficial del linaje uacúsecha, era el principal informante
del compilador franciscano de la Relación de Michoacán (RM), pudo enfatizar su
papel como salvador de la vida del cazonci al advertirle sobre sus enemigos, parece
que poco tiempo antes de la llegada de los españoles hubo una lucha por el poder
entre varios miembros de la nobleza (véase también el capítulo VII). Además pudo
poner énfasis en su apoyo a los españoles para poder legitimar sus propias
aspiraciones políticas: en la mencionada fuente él se presenta como protagonista de
la paz entre los españoles y los indígenas. De acuerdo a la versión de Don Pedro, el
cazonci Tzintzicha Tangaxoan no estaba en Tzintzuntzan cuando llegó Olid, el jefe
del ejército español. Declaró que él y un capitán llamado Huitzitziltzi (o Tzintzun),
ambos al frente del ejército indígena, fueron a un lugar llamado Apio para hablar
con Olid. El conquistador español les aseguró que ellos (los españoles) habían venido
en paz, lo que según Don Pedro convenció a los indígenas. Enseguida ellos y los
españoles se abrazaron y juntos se fueron a la capital Tzintzuntzan y ahí subieron a
la plataforma principal de las yácatas, donde los cuerpos de las víctimas sacrificadas
aún se encontraban esparcidos en el piso. Los españoles revisaron los cuerpos para
ver si alguno de ellos era español, después subieron las escaleras del templo y
destruyeron una estatua del dios Curitacaheri (Relación de Michoacán, pp. 247-256).
Warren (1989a:60) sin embargo, cita un documento de 1553 que refleja una versión
diferente de los mismos acontecimientos.29 En este documento, hecho para
especificar el estatus de nobleza de Don Antonio Huitzimengari y de su padre
Tzintzicha Tangaxoan, el español Carrillo, miembro de la expedición de Olid,
testificó que fué el cazonci y su pueblo quienes recibieron pacíficamente a los
españoles. Diego Hernández Nieto, también miembro de la expedición, dijo que las
tropas de Olid llegaron a Huchichila (Tzintzuntzan) y que fue el cazonci quien
personalmente vino a saludar a Cristóbal de Olid y recibirlo en paz. El noble Don
Marcos Quaniguata (Pátzcuaro) y Don Francisco Quirongari (gobernador de
Tiripetio) testificaron que ellos estaban con el cazonci cuando los españoles se
acercaron a Tzintzuntzan y que ellos acompañaron a su líder para dar la bienvenida

27 Es importante tomar en cuenta que aquí se trata de nombres indígenas que en la época virreinal se
convirtieron en apellidos ya que los dos mencionados caciques recibieron nombres de bautismo cristiano,
respectivamente Francisco y Antonio. Así el nombre de Huitzimengari fue manejado como apellido de los
descendientes de Don Antonio.
2S Don Pedro era hermano adoptivo de Tzintzicha Tangaxoan (RM:248).
29 AGI. Patronato, leg. 60, número 2, ramo 3, "Información de los méritos y servicios de D. Antonio
Huitzimengari y de su padre Cazonci, rey y señor natural que fue de toda la tierra y provincia de Tarasca
confines de México hasta Culiacán en N.E.", 1553, véase también: Mauricio Escobar Olmedo. 1989­
1994, volumen 1, pp. 24-25. Pregunta número 2, véase ff. 38v, 44, 69v, 76v; Charles Gibson y John B.
Glass (1975:324, nota 1) mencionan una copia de este documento en la colección de Muñoz, RAH,
volúmen 86.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 27

a los europeos. Las primeras tres páginas del llamado Códice de Tzintzuntzan
parecen confirmar esta última versión (véase Roskamp 1997). Las mencionadas
fuentes cumplen una función ideológica y necesitan ser vistas en un contexto más
amplio de legitimación. Es importante tomar en cuenta que la RM fue elaborada, o
al menos terminada, algunos 10 años después de la muerte violenta de Tzintzicha
Tangaxoan, siendo su hermano (adoptivo) Don Pedro el principal informante quien
presenta todos sus méritos para legitimar sus aspiraciones políticas. Los documentos
mencionados por Warren han sido elaborados para legitimar los derechos de los hijos
de Tzintzicha Tangaxoan, por lo tanto el énfasis en el apoyo que el cazonci brindó
a los españoles. Fueron Francisco Tariacuri y Antonio Huitzimengari quienes
sucedieron a Pedro Cuiniharangari como gobernadores de Michoacán.
Queda claro que era de mucha importancia mostrar el papel que tenía la
nobleza en la "pacificación" y la evangelización de la región. La ayuda brindada a
los españoles fue un elemento que servía para obtener ciertos privilegios en la
sociedad virreinal. El mencionado Códice de Tzintzuntzan, además de contener
referencias al carácter pacífico del encuentro entre los españoles y nobles indígenas,
pone énfasis en esta labor evangelizadora de la nobleza nativa. Encontramos los
mismos elementos en el escudo de armas de Tzintzuntzan, veremos que también
aparecen en muchos títulos de tierras de los siglos XVII y XVIII (véase la parte III
del presente trabajo).
Ya se ha dicho que la Relación de Michoacán es una fuente "lago-céntrica" y
que contiene la versión histórica de la élite uacúsecha, siendo ellos los informantes
del autor, o mejor dicho el recopilador, el franciscano Jerónimo de Alcalá. Aunque
fue él quien determinó la composición general de la obra, fueron los nobles quienes,
en cierta forma, la usaron y aprovecharon para demostrar la posición dominante que
ocupaban en la época prehispánica, para así poder asegurar su poder en la sociedad
virreinal. En primer lugar indican el éxito de la expansión política; señalan como
llegó Hireti Thicatame con su dios Curicaueri a la región, y como lograron sus
descendientes, después de varias conquistas y alianzas, dominar la zona y
incorporarla en un solo "reino" bajo poder del cazonci. En segundo lugar muestran
la estructura interna de su sociedad, es decir explican las instituciones políticas,
económicas y religiosas, algunas en gran detalle; véase por ejemplo los datos sobre
la administración, el matrimonio, el entierro de los nobles, el sistema judicial, el
ejército y las elecciones de nuevos caciques, todo para demostrar el buen gobierno
de la élite indígena. Eran estos precisamente los elementos que podían convencer a
los españoles que la élite indígena era capaz de tener un papel importante en la
administración de los indígenas macehuales o p’urhépecha (tributos, repartimiento de
trabajo, etcétera). Para facilitar esta administración, los españoles congregaron a los
indígenas en un número más reducido de asentamientos.
28 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

Las congregaciones y la lucha por las tierras y el poder


Las llamadas congregaciones, efectuadas a mediados del siglo XVI y principios del
XVII, en la época de las grandes epidemias, cambiaron profundamente la situación
geopolítica en la región. No disponemos de datos muy concretos sobre las primeras
congregaciones, llevadas a cabo por los encomenderos, franciscanos y el obispo
Vasco de Quiroga; la reorganización de los indígenas entorno de hospitales.30 Sin
embargo, el impacto en Michoacán debe haber sido enorme; gran cantidad de
asentamientos pequeños desaparecieron por ser su población congregada en otro
lugar. Esto lo podemos derivar por ejemplo de la comparación de la visita de
Caravajal en los años ’20 (publicada en Warren 1989a) con las relaciones geográfi­
cas de fines del siglo (publicadas por Acuña 1987). Otra fuente de datos son los
restos arqueológicos que podemos encontrar en todas partes del actual estado y que
nos muestran la estructura de los asentamientos antes de las congregaciones.31 Estos
traslados de la población indígena no únicamente tenían fines religiosos, una mejor
y más rápida evangelización de los indígenas, sino sobre todo fines políticos y
económicos ya que facilitaban el control sobre la población y la extracción del
tributo.
Las congregaciones no solamente significan un traslado físico de la población,
sino sobre todo la modificación de la estructura geopolítica, es decir la creación de
jurisdicciones con límites geográficos bien definidos. En esta nueva estructura los
territorios eran muy importantes y formaban la base del poder político y económico,
sistema perfectamente descrito por el término "Territorialverband" (relaciones
territoriales). Antes de la conquista sin embargo, la base del poder no eran los
territorios o las tierras mismas, sino más bien el control sobre la mano de obra,
existían lazos directos entre el señor y sus vasallos, el llamado "Personenverband"
(relaciones personales)(véase Slicher van Bath 1989:117-137, Hoekstra 1990:70,
Ouweneel 1990:7). Este cambio es bien notable en los documentos pictográficos
indígenas en los cuales las genealogías de caciques y su relación con élites
conquistadas y súbditas primeramente son acompañadas por mapas (véase por
ejemplo el llamado Códice de Chilchota) y posteriormente son completamente

30 El hospital es una institución civil-religiosa que en los siglos XVI y XVII servía para la atención
médica, la educación y la evangelización de los indígenas. Los edificios siempre ocupaban el centro de
los nuevos asentamientos, en la actualidad son las capillas de los antiguos hospitales que todavía existen,
frecuentemente están en malas condiciones, en muchos pueblos michoacanos. Para un análisis del pueblo-
hospital de Santa Fé de la Laguna, véase Warren 1977 y Tena Ramírez 1990.
31 Frecuentemente las congegaciones son mencionadas en la historia oral. Podemos mencionar el
ejemplo de las zonas arqueológicas de Santiago Nurio Tepacua y San Simón Nurio Caracua en la Meseta
P’urhépecha. Mientras que gran parte de estos dos asentamientos fue congregada en el actual Santiago
Nurio, otra parte se fue a la Cañada de los Once Pueblos donde se establecieron en Santo Tomás
(¿Máscuaro?)(Don Juan Chávez, comunicación personal, 1991). Véase también el caso de Carapan en el
capítulo VIII del presente estudio.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 29

reemplazadas por documentos que solamente ponen énfasis en las comunidades y su


territorio (como los Códices y Lienzos de Carapan, véase la parte III del presente
estudio).
La re-estructuración de la organización geopolítica, la desaparición del
"Personenverband" y la implementación del "Territorialverband", llevada a cabo por
los españoles causó muchos pleitos sobre la extensión de las jurisdicciones y el
nombramiento de cabeceras y sujetos. Podemos mencionar, por ejemplo, los
problemas entre Periban, Uruapan, Pomacuaran y otros pueblos en 1552 (documento
publicado en Paredes et al. 1994:134-135). Originaron litigios entre las familias de
caciques indígenas que querían dominar las nuevas jurisdicciones, tratando de ocupar
cargos en los cabildos de los "pueblos de indios",32 como ejemplo podemos
mencionar el caso de la nobleza de Cheran, Aranza, Sevina y Pomocuaran, todos
asentamientos en la actual Meseta P’urhépecha. Probablemente a partir de las
primeras congregaciones hubo una constante lucha entre los nobles de los
mencionados asentamientos para obtener el poder en la región. La amplia
documentación muestra que todos los mencionados asentamientos ocuparon el lugar
de cabecera durante determinado período, a principios y mediados del siglo XVII sin
embargo, el pleito parece limitarse a Pomocuaran y Aranza. Los nobles de este
último lugar usaron por lo menos un documento pictográfico para mostrar sus
derechos. En el "Lienzo de Aranza", documento hasta ahora malinterpretado como
el "Lienzo de Sevina", pintaron a Aranza como centro de una jurisdicción con 9
sujetos, supuestamente ya teniendo tal estatus en la época prehispánica.33
Los pleitos entre cabeceras y sujetos, la lucha por el poder en una jurisdicción,
no solamente se daba en la Sierra o Meseta sino también en la llamada Tierra
Caliente (véase por ejemplo el pleito entre Tepalcatepec y Tetlama en la parte II del
presente estudio) y el centro del actual Michoacán. En esta última región
encontramos el caso de Tzintzuntzan y Pátzcuaro. El obispo Vasco de Quiroga tomó
posesión de su diócesis de Michoacán en 1538, siendo su residencia Tzintzuntzan,
la antigua capital uacúsecha. Sin embargo, decidió cambiar su sede episcopal a
Pátzcuaro, hasta aquel entonces un barrio de Tzintzuntzan. A pesar de que los nobles
indígenas y encomenderos españoles se opusieron al plan de Quiroga, el título y los

32 Al nivel político-económico hubo los gobernadores (máximo representante de la república de


indios), alcaldes (autoridades de los pueblos sujetos), regidores, escribanos, mandones y tequitlatos u
ocambecha (cobradores de tributo), al nivel eclesiástico existían los fiscales, mayordomos y priostes.
33 Para el análisis detallado del "Lienzo de Aranza", véase Roskamp y César Villa (Ms.), información
detallada sobre el pleito entre Aranza y Pomocuaran se encuentra en César Villa (Ms.). La nobleza de
Aranza ha producido por lo menos otro documento pictográfico, desafortunadamente perdido: el
presentado, en 1573, por el cacique Don Juan Coneti para defender sus tierras contra Don Juan Tzitziqui
(AMP 131.4, 7f.).
30 CACICAZGOS Y GRUPOS ETNICOS EN MICHOACAN

privilegios de Tzintzuntzan fueron trasladados en su totalidad a Pátzcuaro, que pasó


a ser la nueva "Ciudad de Michoacán".
Para Tzintzuntzan la acción de Vasco de Quiroga tuvo consecuencias severas.
Este asentamiento se despobló rápidamente por las congregaciones de indígenas en
Pátzcuaro, nueva sede del poder político y religioso. Aunque parte de la antigua
nobleza - obligatoriamente - se trasladó a la nueva capital, otra parte se quedó en
Tzintzuntzan, que fue reducido a un simple barrio de Pátzcuaro y tenía que pagar
tributo a la capital. Los nobles tzintzuntzeños protestaron mucho, mostrando sus
probanzas en escritura alfabética y pictográfica, pero no fue sino hasta 1593 que
Tzintzuntzan recuperó nuevamente algo de su antigua dignidad, al independizarse de
Pátzcuaro, recibiendo nuevamente el título de ciudad y los privilegios correspon­
dientes, sobre todo el derecho a celebrar elecciones para gobernador y cobrar
tributos de sus barrios.34 Pudiéramos dar más ejemplos de los pleitos ocasionados
por las congregaciones y la implementación de las nuevas jurisdicciones, repúblicas
de indios y ciudades de españoles, sin embargo este tema requiere de investigaciones
aparte debido a la amplia documentación y las diferencias (sub)regionales.35
De ninguna manera la documentación existente indica que los indígenas han
sido solamente víctimas indefensas de la imposición del nuevo sistema europeo. La
gran cantidad de fuentes documentales de la época virreinal y republicana nos
muestra que los indígenas lucharon tenazmente para obtener o mantener ciertos
derechos y privilegios, presentando testigos y su propia documentación,
frecuentemente incluyendo documentos escritos en lenguas indígenas o en su propia
escritura pictográfica. Las fuentes pictográficas en general y la historia de su
investigación son el tema del siguiente capítulo.

34 Para el análisis del Códice de Tzintzuntzan y los escudos de armas, documentos pictográficos
usados por la élite de Tzintzuntzan en su lucha para recuperar sus privilegios, véase Roskamp (1997).
35 Para las congregaciones en Michoacán véase Gerhard (1986)(datos generales), De la Torre Villar
y Ramiro Navarro de Anda (1984) y De la Torre Villar (1995)(publicación de fuentes). Para estudios
microhistóricos véase Paredes Martínez (1997 y Ms. #1) quien describe el proceso de las congregaciones
en Valladolid y César Villa (Ms.) quien analiza el impacto que causaron los cambios geopolíticos en la
Meseta P’urhépecha, región olvidada en la historiografía sobre el Michoacán indígena.
CAPITULO II
LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y
LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION
C ó d ic e s y l ie n z o s
No se han encontrado códices o lienzos pictográficos procedentes del Michoacán
prehispánico. Opiniones acerca de la existencia de una tradición de escritura
prehispánica en el occidente de México han sido basadas en el corpus de documentos
pictográficos de la época virreinal:
"Este grupo de códices michoacanos es reducido en número y su valor
puramente histórico, ya que el artístico se considera escaso y ni siquiera revela
la existencia de un arte de la escritura entre los tarascos antiguos" (Mateos
Higuera 1948:160).
Tales observaciones parecen haber sido derivadas sobre todo de la comparación muy
superficial y precipitada de los documentos michoacanos (sin haberlos estudiados
profundamente) con los magníficos códices y lienzos del centro y sur de México.
Además el corpus de lienzos y códices michoacanos es muy diverso e incluye
documentos elaborados en diferentes siglos (XVI, XVII, XVIII) y regiones, lo que
hace imposible sacar conclusiones tan generales. El hecho de que hasta ahora no se
han encontrado documentos prehispánicos (de Michoacán) no puede ser usado para
negar que jamás hayan existido.
Glass piensa que sí hubo escritura pictográfica en el Michoacán prehispánico
pero dice no poderlo derivar del estilo de los documentos coloniales:
"No hay datos para sugerir que alguno de ellos ha sido basado en prototipos
prehispánicos. Cuando el arte fue practicado en el occidente de México,
probablemente sí fue el caso, sus ejemplos coloniales no contienen indicaciones
que la región fue caracterizada por un grupo desarollado de símbolos pictóricos
usados en el centro de México y Oaxaca" (Glass 1975b:40).36
Estamos de acuerdo con Glass que antes de la conquista española los "michoacanos"
ya conocieron la escritura pictográfica pero no compartimos sus argumentos. En el
posclásico temprano Michoacán era una región con fuerte presencia de náhuatl
hablantes, entre ellos grupos toltequizados que tenían relaciones con el centro y sur
de México. Además del calendario y del juego de pelota (ulama) mesoamericano

36 Traducción nuestra. Texto original en inglés: "There is no compelling suggestion that any of them
derive from preconquest prototypes. If the art was practiced in Western Mexico, as it probably was, its
colonial examples contain no reflection that the region was characterized by the developed body of
pictorial symbols used in Central Mexico and Oaxaca" (Glass 1975b:40).
32 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

(véase Roskamp 1994), usaban su propia escritura pictográfica la cual siguieron


usando en la época virreinal. El Lienzo de Jucutácato - documento de mediados del
siglo XVI hecho en el pueblo náhua de Jicalan (Tierra Caliente) - ha sido pintado en
esta tradición pictográfica mesoamericana (como veremos en los capítulos III-V). De
la misma Tierra Caliente (aunque más hacia el sureste) proceden los dos códices de
Cutzio, ambos listas de tributos (de mediados del siglo XVI) que representan el
mismo estilo que otras matrículas de tributos del centro de México (como por
ejemplo el Códice Mendoza).
Con la expansión política en el posclásico tardío (sobre todo el siglo XV y
principios del XVI) la élite uacúsecha del Lago de Pátzcuaro llegó a dominar una
buena parte de Michoacán. Parece que adoptaron y asimilaron la escritura ya
conocida en la región - introducida desde el centro y sur de México - y agregaron su
propia iconografía. Un buen ejemplo de un documento pictográfico uacúsecha es el
escudo de armas de Tzintzuntzan (fines del siglo XVI) que representa el poder del
linaje gobernante autorizado por el dios sol Curicaueri. También se pueden
mencionar las ilustraciones de la Relación de Michoacán (1541) - sobre todo la
genealogía de los caciques uacúsechas (véase ilustración 2) - y el Códice de
Tzintzuntzan.37 Otros documentos posteriormente pintados en pueblos p’urhépecha
hablantes son por ejemplo el Códice de Chilchota (siglo XVII), el Códice Cuara
(siglo XVII-XVIII), los documentos Huapeán, el corpus de Carapan (siglos XVII-
XVIII), una lámina en los títulos de Tocuaro (siglo XVII-XVIII) y los lienzos de
Comachuén, Aranza y Nahuatzen (siglos XVII-XVIII).38
Aparte de que los michoacanos prehispánicos muy probablemente usaron tela
(lienzos) y papel (códices) para sus documentos, sabemos que también pintaban (es
decir fabricaban mosaicos) excelentemente con plumas de aves preciosas (sobre todo
de la Tierra Caliente). Observa Fray Matías de Escobar (1690-1748), cronista
agustino del siglo XVIII quien se dedicó a escribir la historia de la presencia
agustina en Michoacán, que:
"No fueron menos singulares los Tarascos en la curiosa invención de la pintura
de pluma, obra tan singular, que ha admirado a las extranjeras naciones, las
cuales habiendo imitado cuanto han visto, la pintura referida de tal modo los ha
confundido, que ni aun han intentado imitarla (...) digo que fueron más hábiles
ellos con sus plumas que nuestros Europeos con sus cañones, gasto que
nosotros necesitamos de las plumas y la tinta para escribir, y ellos con solas las
plumas tienen cañones y tinta para formar sus pinturas, las cuales son sus
letras, pues así como los Egipcios usaban de figuras jeroglíficos para

37 Del Códice de Tzintzuntzan solamente disponemos de una copia del siglo XVIII hecha por Fray
Pablo Beaumont (Crónica de Michoacán)(véase Roskamp 1997).
M Se trata de una reconstrucción hipotética.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 33

explicarse, así ni más ni menos, tenían sus pinturas para entenderse; tal que
con un lienzo de éstos daban noticia de los pretéritos acasos, con tanta
individualidad, como si fueran leyendo una historia" (Escobar 1729, véase
edición de 1970:110-1 ll).39
Después de la conquista también empezaron a escribir - con plumas - las letras del
alfabeto:
"(...) hoy en día, que tienen ya noticia del modo de escribir, hacen de las
mismas plumas letras redondas, que no les excede la celebrada Antuerpia en
sus alabadas imprentas" (ibid.111).40
Temas católicos fueron introducidos en las pinturas plumarias en el siglo XVI
(después de la conquista). Según García Sáiz (1993/94:30) las primeras pinturas
religiosas hechas por indígenas ya estaban en España a mediados de este primer siglo
de la época virreinal, algunas de estas obras aún existen.41 Hasta ahora no se han

39 En detalle Escobar describe la técnica usada por los plumajeros: "Es exquisito el modo con que
escriben y pintan en estas plumas, así como lo es la obra; tienen un árbol llamado maguey, que dando
todo lo necesario para la vida humana, comunica en sus cortezas, como allá los antiguos papiros, cantidad
de papel tan delgado y cándido, que a no correr la fortuna vegetable de la planta que lo produce,
excediera a los Genoveses balones el papel del maguey; sobre este cándido fundamento, extienden la pasta
llamada tazingui, que equivale a nuestro engrudo, y aquí ponen otro papel que ellos hacen de algodón,
correspondiente a nuestro papel de estraza o papel baso sobre éste se hacen sus montes y dibujos y
manchando el campo con el tazingui, o engrudo dicho, van con un punzón muy sutil introduciendo en los
campos del dibujo en vez de colores, pequeñas partículas de plumas, y así sucede que todas las que habían
de ser pinceladas en el lienzo son menudísimas plumas, y viene a hacer el punzón seco en esta obra lo que
el pincel mojado en el color, y así van introduciendo y mezclando plumas según los colores que necesita
la obra, sin mendigarle a la pintura el más mínico material. Para esto los ha proveído la naturaleza de un
pajarito llamado Tzintzunt, cuyo cuerpo es una viviente paleta de finísimos colores, pues sólo con
desnudarlo de sus naturales plumas, visten sin más artificios sus singulares pinturas (...)" (ibíd.111).
40 Según Escobar hubo ya pocos plumajeros en 1729 (el fraile conoció uno en Tiripitio y algunos en
Pátzcuaro)(ibíd). Cuando un siglo después (1838-1840) la Sra. Calderón de la Barca quiso ver el arte
plumario y su manufactura, los indígenas le informaron que el último plumajero vivía en Pátzcuaro hace
20 años (entonces principios del siglo XIX). Aunque según Calderón de la Barca el arte ya fue imitado
por algunas monjas, no era de la misma calidad (Calderón de la Barca, edición sin fecha, p.505-506).
41 Cuatro de las obras de plumas aún existentes en España fueron hechas en el siglo XVI, tres de las
cuales siguen la temática que se acostumbraba mucho en este siglo para la evangelización de los
indígenas; varias escenas de la vida de Cristo y del Antiguo y Nuevo Testamento. Dos de ellas son
mitras, una se encuentra en la catedral de Toledo y la otra en el monasterio de El Escorial. En la mitra
que se encuentra en El Escorial "(...) figuran [en el anverso] la vida y Pasión de Cristo y en el reverso
el Descendimiento, la Resurrección y la Transfiguración. En la ínfula derecha aparece la Ascensión y en
la izquierda, como recuerdo a la Virgen, la Asunción, la Coronación y el monograma mariano" (Alberto
de León et al. 1993-1994:73). Un tercer imagen, un tríptico dedicado a la Epifanía, es conservado en el
Museo de América; "Siguiendo modelos de la pintura flamenca representa en la tabla central a San José,
la Virgen y el Niño y a uno de los reyes ofreciendo un cofre, en las tablas laterales aparecen los otros dos
magos con un copón en las manos. El reverso de la obra está pintado con técnica mixta, en los paneles
laterales una cruz con el rótulo INRI y una columna jónica rodeada por una soga; el del medio de color
34 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

encontrado pinturas en que se represente la historia indígena, probablemente porque


las plumas son muy delicadas y por lo tanto rápidamente afectadas y destruidas por
los estragos del tiempo.42
E p o c a v ir r e in a l (1521-1821)
Aunque los frailes evangelizadores que trabajaron en Michoacán durante los
primeros dos siglos (XVI y XVII) del virreinato deben haber visto documentos
pictográficos existentes en los diversos pueblos indígenas, esporádicamente lo han
señalado en sus crónicas.
Una de las razones para explicar esta falta de referencias es que no
consideraron los documentos pictográficos como escritura verdadera sino solamente
curiosos dibujos de un pueblo pagano.43 Así Fray Jerónimo de Alcalá, compilador
de la Relación de Michoacán (1541), observa en su prólogo que "esta gente no tenia
libros" (RM 1956:3) y que "(...) carescia esta gente de libros" (ibíd.4). Del contexto
se deriva que el religioso probablemente se refiere a libros europeos, obras
enciclopédicas que contienen por ejemplo la historia completa de un pueblo y todas
las leyes de la sociedad (véase también Kirchhoff 1956:XX-XXI). Es importante
mencionar que en la RM sí se habla sobre la elaboración de mapas de pueblos
enemigos antes de empezar una campaña militar. Es el cacique Tariacuri quien
dibuja un croquis táctico en el suelo, explicando un plan de ataque a sus sobrinos y
su hijo (RM:147, lámina XXII).
En la RM - obra dedicada especialmente a la élite uacúsecha, su historia y
cultura - Alcalá sin embargo sí incluyó 44 láminas hechas por los indígenas.
Representan la información más importante de diferentes parágrafos del texto y
juntos constituyen la versión pictográfica de la historia de la nobleza uacúsecha del
centro de Michoacán hasta principios de la época virreinal, en cierta manera
formando un códice indígena. No se puede descartar la posibilidad que hayan sido
basadas en códices y/o lienzos prehispánicos. Las láminas que relatan hechos histór­
icos no se limitan a un solo evento y tiempo definido sino más bien tratan de

granate carece de motivos decorativos y lleva un reborde verde" (ibíd.). La adarga de la Armería Real,
la cuarta obra, es de iconografía civil, en la que se ha querido ver la supervivencia de un "chimalli”;
"Dividida en cuatro partes con un óvalo central en el que aparecen dos garzas coronadas, en actitud de
defender su nido, contra el que se dirige una serpiente con alas, un sapo muerto y una filacteria con la
inscripción: Serae spes vna senectae. En los restantes espacios se recogen triunfos de los españoles ante
el Islam: la batalla de las Navas de Tolosa, la toma de Granada, la victoria en Túnez de Carlos V y la
conocida batalla de Lepanto" (ibíd.73-74). Otros ejemplos espléndidos del arte plumaria son mencionados
en "Artes de México", número 137, año XVII.
42 Posiblemente Escobar todavía vió algunos de estos documentos a principios del siglo XVIII. Parece
que las pinturas plumarias con temas católicos, que llegaron a parar en colecciones privadas y eclesiástic­
as, han sido mejor cuidadas.
43 Además su meta principal era la evangelización de los indígenas.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 35

episodios, agrupaciones de eventos consecutivos que cubren cierto período en el


tiempo.44 La lámina XXVII de la RM, la genealogía de los señores "águilas",
puede haber sido una copia de un códice genealógico.45 Aunque las láminas pueden
haber formado o haber sido basadas en un códice indígena, en la RM parecen tener
una función predominantemente ilustrativa y son subordenadas al texto escrito en
español.46
Otros cronistas de los siglos XVI, XVII, y aún de principios del XVIII, se
enfocaron principalmente en la historia de la evangelización en Michoacán y por lo
tanto no han incluido tantos datos etnográficos sobre la cultura indígena.47
Solamente de vez en cuando indican haberse dado cuenta de la existencia de las
pinturas indígenas. En 1639 por ejemplo, el franciscano fray Alonso de la Rea vió
el famoso Lienzo de Jucutácato y - más importante aún - dió su propia interpretación
(aunque breve) del documento basándose en fuentes parecidas del centro de México
(véase el capítulo III).
Fray Mathias de Escobar (1690-1748) describe - lleno de emoción y admiración
- los bellos documentos michoacanos pintados con plumas de aves los cuales usa
para defender la cultura indígena prehispánica y para criticar la propia sociedad
europea, diciendo:
"Algunos autores prueban la barbaridad de estos indios, fundados en que
ignoraron las letras, ignorando el excelente arte de escribir, y si ésta es sola su
barbaridad, digo que fueron más hábiles ellos con sus plumas que nuestros
Europeos con sus cañones (...)" (Escobar 1729, edición 1970:111).

44 Por lo tanto hacen pensar en los códices históricos del centro y sur de México y también en el
Códice de Tzintzuntzan (Michoacán).
45 Llama la atención su iconografía indígena; el árbol genealógico que nace del pecho del fundador
del linaje de los caciques. Es interesante observar que los pintores han indicado si un cacique difunto
había sido matado (persona pintada con ojos cerrados y con una flecha - con sangre - clavada encima de
su cuerpo) o pasado al más allá por una causa natural (cacique pintado con ojos abiertos).
46 Kirchhoff (1956:XV) notó que en la versión de la RM del Escorial (posiblemente la versión
española del original en lengua p’urhépecha) faltan algunas ilustraciones (en el texto existente). Además
notó que las láminas I y XIX han sido corregidas (ibíd). También se debe tomar en cuenta el número
desconocido de láminas en la parte perdida de la RM (que trataba de la religión p’urhépecha).
47 Además es importante tomar en cuenta que cronistas posteriores no disponían de una fuente como
la RM (esta probablemente ya había sido mandada a España donde fue redescubierta a fines del siglo
XVIII). Aunque la RM destaca por sus datos detallados sobre la cultura uacúsecha, también se debe
mencionar la información interesante sobre la cultura indígena (en la época prehispánica y el siglo XVI)
que se encuentra en los diccionarios de la lengua p’urhépecha (véase sobre todo Fray Maturino Gilberti,
Fray Juan Baptista de Lagunas y el Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, todas obras del
primer siglo de la época virreinal).
36 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

En otra parte de su crónica habla sobre un lienzo que vió en el pueblo de Zirándaro:
"Bien mostraron los indios de Zirándaro, su agredecido reconocimiento, pues
en una dilatada manta, lienzos de sus pinturas, en un gran mapa pintaron a
Nuestro Venerable Padre Fray Juan [Bautista], el qual lienzo conservan hasta
hoy, con otras pinturas en la misma manta, en que se atienden pintados los
religiosos Agustinos, sus Padres y Fundadores, esta pintura la guardan como
escritura en sus archivos (...)" (Escobar 1970:101).
No queda claro si la temática del documento a que se refiere Escobar fue
exclusivamente religiosa.48 Sabemos que en el siglo XVIII en Michoacán (y otros
estados en el centro y sur de México) se elaboraron varios documentos pictográficos
(llamados títulos primordiales) en los cuales el tema de la evangelización y de la
instauración de la nueva fe fue usado para legitimar varias reclamaciones de
derechos por los indígenas. Tales documentos fueron conservados en los archivos
como escrituras y planes de fundación del pueblo.
Fray Pablo de la Purísima Concepción Beaumont
El primero en activamente buscar tales documentos fue el franciscano fray Pablo de
la Purísima Concepción Beaumont (1710-1780). Alrededor de 1778, la fecha más
reciente que aparece en su obra, Beaumont escribió su "Crónica de la Provincia de
los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo de Michoacán". Parte del manuscrito
original se conserva en la John Carter Brown Library (JCBL). Publicaciones
modernas de la crónica han sido basadas en una copia de 1792 que es parte de la
colección del AGN (Ramo de Historia, Volúmen 10). La versión del AGN se
publicó en 1932 (AGN, México) e incluye todas las ilustraciones, en otras ediciones
(también la de Balsal de 1985-1987) estas faltan parcial- o completamente.

4!i Tales obras también fueron usados por los padres evangelizadores para enseñar la doctrina
cristiana. Sobre este método Beaumont observa: "(...) era tanta la rudeza de los indios, en especial de los
tarascos y chichimecas del reino de Jalisco y su fuerte e inveterado apegó a sus superstisiones, que con
inmenso trabajo se podía reducir a dar a nuestro verdadero Dios el culto sólido que se le debe. Como no
tenían el uso de las letras, ni sabían escribir, era preciso que los apóstoles de esta inculta viña, se
acomodasen al uso de las pinturas y geroglíficos, y así mandaban pintar los misterios de nuestra fé en
unos lienzos, que les explicaban en ciertos días, señalando con una vara las personas y los sucesos a fin
de que en algún modo entendiesen los principios de nuestra santa ley evangélica" (Beaumont 1987 Tomo
111:396, véase también Tomo 11:139). Según Escobar "(...) en las porterías de los conventos tenían lienzos
pintados adonde se les representaba los prados de la vía contemplativa, como hasta hoy dura en la pared
la memoria en nuestro convento de Cuizeo, allí era el lugar ordinario de la doctrina y por eso allí tenían
para este efecto lienzos pintados para que tocasen con los ojos lo que intentaban imprimirles en el alma"
(Escobar 1970:85). Véase también las magníficas pinturas de temas católicos ejecutadas por indígenas en
algunas iglesias y capillas michoacanas, como por ejemplo la iglesia y capilla de Nurío
(desafortunadamente carecen de una restauración), la capilla de Tupataro y la espléndida fachada de la
iglesia de Angahuan.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 37

Aunque el título de la crónica de Beaumont hace pensar que se trata de una historia
de Michoacán, en realidad la obra describe una región más amplia y originalmente
fue planeada como una historia general de México, especialmente del occidente. Está
dividida en dos partes; el Aparato, que trata del descubrimiento de la Nueva España
y la conquista de México, y la Crónica misma, una historia del occidente y noroeste
mexicano. Esta última parte nunca se terminó y solamente incluye eventos históricos
hasta el año 1565.
Beaumont dispuso de una gran variedad de fuentes, tanto publicadas como
inéditas. Encontró varios manuscritos en archivos franciscanos, algunos de los cuales
han sido publicados (como transcripción completa) en su texto. Estudió y se basó
extensamente en la Crónica Franciscana de Espinosa49 y además consultó la
colección de documentos de Lorenzo Boturini Benaducci (1702-1755):
"Trasegué todos los papeles de nuestro archivo de Provincia: hice extractos de
varios monumentos pertenecientes a su Gobierno, que quedaban en el archivo
grande de los reverendísimos padres comisarios generales de la Regular
Observancia de esta Nueva España, y con el favor de los amigos se me
franqueó el gusto de registrar las piezas curiosas existentes en el museo del
caballero Boturini y, en fin, no omití deligencia para hacerme de alguna copia
de instrumentos que pudiesen afianzar la veracidad de mi Crónica" (Beaumont
1985, Volúmen 1:30).50
Aparte de mapas de la isla de Santo Domingo elaborados en 1731 por D. Anville
(Beaumont 1932, Volúmen 1:52, 228), Beaumont también ha incluido un mapa de la
región árctica que él mismo había dibujado en 1778 (ibíd.506), un mapa de
Michoacán (incluyendo Jalisco, Colima y el norte del actual México)(ibíd. Volúmen
11:460) y un esquema de distancias (en leguas) entre varias importantes ciudades
mexicanas en aquella época.

49 Fray Isidro Felix de Espinosa (1679-1755) ha escrito varios manuscritos. Cuando murió en 1755
todavía no había terminado su crónica. Beaumont admite haber usado esta obra como base para su propio
manuscrito - solamente en su "crónica", no en el "aparato” (Beaumont 1985:31-33, Aviso al Benévolo
Lector y Plan de esta Obra). Sin embargo, la obra de Beaumont de ninguna manera es una copia ya que
el cronista estudió, copió e incluyó varios documentos - tanto pictográficos como escritos en alfabeto
latino - desconocidos (véase también la introducción por Nicolás León en Espinosa 1945:3-11). Aparte de
Espinosa, Beaumont usó otras obras publicadas como por ejemplo Alonso de la Rea, Torquemada,
Herrera, Boturini, Sigüenza y Góngora, y Gemelli Careri.
511 Véase también Beaumont (1985, Tomo 1:393, Tomo 11:160). Beaumont (ibíd. 11:160) encontró y
usó cartas de Cortés "escritas" (probablemente traducidas) en latín. Consultó la colección de Boturini
cuando esta se encontraba en la Universidad (ibíd. 1:393, 486), entre 1771 y 1778 (véase Boturini
1974:XXXVIII-XXXIX, introducción por León Portilla). Fue en este período que parece haber ocurrido
la gran perdida de documentos importantes (Glass 1975c:475). Beaumont estaba al tanto de los robos ya
que observa que "(...) los enemigos de este grande hombre [Boturini] han procurado por todas las vías
posibles obscurecer su memoria" (ibíd.).
38 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

Beaumont también consultó manuscritos indígenas como títulos de tierras (escritos en


alfabeto latino como en forma pictográfica) y otros documentos pictográficos, aunque
según el cronista fue difícil localizar este material:
"(•••) cuesta en este reino grandísima dificultad conseguir semejantes
monumentos, y más de los indios, que son casi únicos depositarios de ellos,
parte por la escasez de ellos, y parte por la natural desconfianza de estos
pobres, que se recelan viendo rastrear sus antigüedades, que el fin es despojar­
los de sus tierras (...)" (Beaumont 1985, Volúmen 1:30).51
De especial interés son las pinturas indígenas que Beaumont incluyó - en forma de
una copia - en su crónica; una lista de tributos, tres escudos de armas y el Códice de
Tzintzuntzan, que consiste de 9 escenas históricas y un mapa del Lago de Pátzcuaro
(para su análisis véase Roskamp 1997). Este códice le fue mostrado por un
p’urhépecha llamado Cuini cuando Beaumont visitó esta población para recopilar
material para su crónica. Cuini dijo ser descendiente de los caciques prehispánicos
de Tzintzuntzan (Beaumont 1985, Volúmen 11:30). Probablemente el cronista vió y
copió los escudos de armas en los archivos locales.
Beaumont debe haber encontrado la lista de tributos (uno de los dos códices de
Cutzio) en la colección de Boturini en la ciudad de México. El original - en 1975
todavía en la Princeton University Library (PUL) - contiene número de inventario de
Boturini. En el antiguo catálogo de esta colección el documento está registrado
como:
"Otro del mismo papel de unos indios tarascos y otomites [original]" (Boturini
Benaducci 1974:129, número 6).
Se sabe que durante su estancia en México (1736-1743), Boturini adquirió una gran
cantidad de documentos indígenas. Solamente unos pocos proceden de Michoacán,

51 Lo mismo ya había sido notado por Juan José Moreno en su obra "Fragmentos de la vida y
virtudes de Don Vasco de Quiroga" (1766). Sobre la dificultad para obtener fuentes dice: "Los que se han
querido tomar algún trabajo de esta especie, son testigos mui abonados de la dificultad que cuesta en el
Reyno conseguir estos monumentos, parte por la escasez de ellos, y parte por la desconfianza, no mal
fundada, de los Indios, casi únicos depositarios de ellos. Piensan estos pobres, que el fin, que se lleva en
rastrear las antigüedades, solo es despojarlos de sus tierras, y que para esto no faltara cabilosidad a los
Españoles, una vez que ayan visto hasta donde se estienden sus títulos" (Moreno 1998, prólogo). En su
estudio de la vida y méritos de Don Vasco de Quiroga, Moreno analizó, entre otras fuentes no indígenas,
"(...) un quademo manuscrito, y en lengua Michoacanense, cuyo Author parece Indio del siglo XVI en
el qual por el orden de los años se da razón de muchos sucesos de aquel siglo (...)" (íbid. p.39, nota **).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 39

hecho ya notado por Beaumont (1985, Volúmen 1:393).52 En 1743 la colección de


Boturini fue confiscada y en años posteriores se perdieron muchos de sus
documentos, algunos de los cuales reaparecieron en colecciones en Europa (Francia
y Alemania), los Estados Unidos y México.
En el caso de algunas copias de los documentos michoacanos que Beaumont
incluyó en su crónica no se trata de reproducciones totalmente fieles de los
originales. En la lista de tributos, por ejemplo, el cronista separó las glosas de los
elementos pictográficos. El orden de estos elementos también ha sido alterado. No
debe sorprender que la copia del Códice de Tzintzuntzan ha sido pintada en un estilo
romántico - muy común en el siglo XVIII. Además, Beaumont agregó glosas
explicativas a varias escenas (probablemente el original contenía otras glosas que
indicaban topónimos y nombres personales).
Fray Pablo Beaumont puede ser considerado como un pionero en los estudios
de los documentos pictográficos michoacanos. Hizo copias de varios manuscritos y
las ha incluido en su historia general de Michoacán, junto con información sacada de
otros documentos indígenas, documentos procedentes de las autoridades españolas
(mercedes, cédulas reales, etcétera) y varias fuentes secundarias publicadas.
Beaumont sigue la tradición de los cronistas religiosos de los primeros dos siglos
después de la conquista (sobre todo en cuanto a su énfasis en el proceso de la
evangelización) pero al mismo tiempo forma parte de una corriente de investigadores
que son el producto de la Ilustración (por su estudio comparativo de fuentes, trabajo
estructurado en diversos archivos, etcétera).53
Don Juan José Pastor Morales
No solamente los cronistas europeas se dedicaron al estudio de las antigüedades
prehispánicas. Ya desde fines del siglo XVII y sobre todo en el siglo XVIII hubo
varios criollos (habitantes de la Nueva España que descienden de españoles) que
empezaban identificarse con la historia indígena de la región. A pesar de la
glorificación del pasado precolonial, los pueblos indígenas aún existentes no fueron

52 Probablemente basándose en esta colección Boturini concluye que le consta que "(•■ •) los habita­
dores de este reino usaron de pinturas en su gentilidad; (...)" (Boturini 1974:122). Clavijero (1982:247)
llegó a la misma conclusión. Boturini (1974:122) nunca fue a Michoacán para buscar documentos, esto
explica porque solamente pocos documentos de su colección proceden de esta región. Beaumont - tratando
de dar otras razones para explicar la poca cantidad de documentos michoacanos - dice que "(•••) por el
descuido nuestro, y el de aquellos indios ocupados en guerras extrañas, y constituidos en otra forma de
gobierno, perecieron infinitos tarascos, y con ellos sus pinturas, (...)". Beaumont no solamente tuvo
interés en los documentos de la tierra michoacana, sino además, vió y registró documentos de otras
regiones en la colección de Boturini (ibíd.494-497).
52 Las autoridades españolas a fines del siglo XVIII, sobre todo Carlos III, han promocionado los
estudios de las antigüedades y de las riquezas naturales (véase por ejemplo González Phillips 1987:244­
253).
40 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

identificados con los restos de "las antiguas culturas" sino como descendientes
degenerados e incapaces de alcanzar el nivel de los pueblos prehispánicos. La cultura
indígena fue considerada como una cultura o tradición muerta. Mientras que se
trataba de rescatar restos arqueológicos, las costumbres y tradiciones aún existentes
fueron descritas como paganos y tuvieron que ser exterminadas. Los criollos se
apropiaron del pasado prehispánico y lo usaron para crear su propia identidad,
elemento muy importante en la lucha de independencia.
Es en este período de transición que vivía el criollo Juan José Pastor Morales
(1770-1838), hijo de los hacendados ricos Bruno Pastor Morales y Mariana Ruiz
(Romero Flores 1966:86). En la última década del siglo XVIII era alumno del Real
y Pontificio Seminario de México (ibíd. 101). Estando familiarizado con las ideas de
la revolución francesa - discutía abiertamente sobre la situación política en Francia
en aquellos dias - expresó abiertamente sus pensamientos anticoloniales y por lo
tanto fue acusado de ser partidario de los franceses (principalmente en cuanto a sus
ideas sobre libertad e independencia) por la santa inquisición (ibíd. 102). Según la
inquisición había dicho que el rey de España era "un picaro peruétano" que tenía
oprimidos a todos los mexicanos con un sistema de gobierno que "desbastaba" a las
Américas (ibíd. 103, véase también el "Diccionario de Insurgentes" 1980:453).
También le acusaron de delitos en contra de la santa fe, ya que había expresado sus
ideas en contra del papa y la inquisición; el mayor cargo que se le hacía era que
negaba la inmortalidad del alma (Romero Flores 1966:104). Después de un juicio de
5 años - en este período se ordenó como sacerdote - no fue condenado. Desempeñó
la cátedra de filosofía (1795-1802) en el Colegio de San Juan de Letrán
("Diccionario de Insurgentes" 1980:453) y posteriormente volvió a su tierra natal,
Michoacán, donde sirvió como cura de Teremendo, Coeneo, Paracho y después
Huango (Villa Morelos)(Romero Flores 1966:113). Como uno de los precursores
ideológicos de la independencia de México, Pastor Morales - anque no había
participado en la lucha armada - fue nombrado como consejero del gobierno del
estado libre de Michoacán, cargo que ocupó entre agosto de 1829 y marzo de 1830
(ibíd. 114). Enseguida se retiró a vivir en su hacienda de Tecacho (Michoacán) donde
murió en 1838 (ibíd. 115).
Pastor Morales era dueño de las haciendas de El Potrero, El Cuatro, Tecacho
(región de Huaniqueo) y Bellas Fuentes (región de Zacapu), todas en el norte de
Michoacán.54 En 1631 la hacienda de Bellas Fuentes se encontraba en posesión de
Francisco Infante Samaniego, hijo del encomendero Juan Infante. En la misma época
otro miembro de la familia Infante, Juan de Jaso Sandoval (hijo de Pedro Infante
Samaniego y nieto del encomendero Juan Infante), era poseedor de la hacienda

54 También explotaba - después de la independencia - la mina de oro "Mineral del Espíritu Santo" en
el distrito de Huetamo (Romero 1862:77).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 41

adyacente del Cortijo (Yokoyama 1994:58). Cuando en 1677 el Cortijo fue rematado
al pueblo de Nahuatzen (el hospital del pueblo), el dueño de la hacienda de Bellas
Fuentes en aquel momento - el bachiller Lorenzo de Anguiano - intentó apropiarse -
sin tener éxito - de algunos pedazos de sus tierras (Yasumura 1995:151). En 1709­
1710 encontramos el nombre de Pedro Carriedo como dueño de la hacienda de
Bellas Fuentes.55 Carriedo intentó apropiarse de algunas tierras del Cortijo y
finalmente en 1745 logró comprar la hacienda completa a pesar de la resistencia por
parte del pueblo de Nahuatzen (ibíd.30).56 El sucesor de Carriedo como dueño de
Bellas Fuentes es Bruno Pastor Morales. Su hijo Juan José Pastor Morales heredó la
hacienda de Bellas Fuentes después de la muerte de sus padres. Bellas Fuentes dejó
de existir como hacienda en 1856, en la época de la desamortización de bienes
comunales y eclesiásticos (Reyes 1991:25).
En 1805 Pastor Morales mostró a Benito María de Moxó un documento
pictográfico de Michoacán, según Moxó un documento prehispánico de "tejido de
pita finísima de maguey" y de tamaño "dos palmos de largo y tres de ancho".57
Para el contenido del documento dependemos totalmente de la descripción de Moxó
(véase el apéndice I). Según Moxó (1837:282) el cura hacendado Pastor Morales
usaba el documento como título de una de sus haciendas (probablemente la de Bellas
Fuentes). En enero de 1804 se habían encontrado restos humanos en el terreno (un
cerro) de Bellas Fuentes donde también hallaron varias armas. Probablemente fue el
dueño de la hacienda que hizo el hallazgo. Moxó identificó el osamento como el
guerrero Tzecanda mencionado en el lienzo de Bellas Fuentes. Obtuvo una de estas

55 Según Yasumura (ibíd. 153), Carriedo fue una persona muy notable en la sociedad capitalina y
michoacana, fue tesorero de la Santa Cruzada del obispado de Michoacán en 1710 y regidor de Valladolid
en 1720. Residía en la ciudad de México y pudo disponer de un considerable capital (ibíd.35).
56 Para un análisis muy detallada de la lucha entre el pueblo de Nahuatzen y la hacienda de Bellas
Fuentes en el siglo XVIII véase Yasumura (1995).
57 Don Benito María Moxó y de Francolí era un benedictino catalán. En 1805-1806 se quedó unos
meses en el colegio real de San Pedro, San Pablo y San Ildefonso en la ciudad de México (Moxó
1837:254). En el mismo año partió a Peru ya que le habían nombrado como arzobispo de Chuquisaca
(ahora Bolivia)(Ronan S.J. 1977:173-174). Junto con sus antecesor Clavijero (1731-1787) era una de las
personas que defendieron a las Américas como continente "civilizado" y se opusieron fuertemente a la
teoría del primitivismo y de la degeneración de América (esta última teoría con defensores como el
holandés De Pauw, Voltaire, Buffon y Robertson)(ibíd.248, 249, Keen 1984:324). Aunque por un lado
Moxó quiso mostrar la grandeza de las culturas indígenas (sobre todo del centro de México), por el otro
lado se sintió ofendido por la continuidad en sus costumbres religiosos: supo de otros sacerdotes y vió
personalmente que siguieron haciendo ofrendas para sus propios dioses. A pesar de esto defendió los
indígenas ya que vió los abusos que cometían los españoles contra ellos y se dió cuenta de la extrema
pobreza entre los nativos. Moxó partió a Perú y en 1815 fue exiliado a Salta donde murió en el mismo
año (Keen 1984:326). Posteriormente las cartas que Moxó escribió sobre su estancia en México fueron
halladas en Bolivia y publicadas (existen varias ediciones). La carta sobre el documento pictográfico de
Pastor Morales fue republicado por Nicolás León en el primer número de los "Anales del Museo
Michoacano" (1888, véase Moxó 1990:105-114).
42 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

armas, posiblemente le fue regalada por Pastor Morales (ibíd.285-286). Según José
Guadalupe Romero:
"(...) de las orillas de la laguna [de Zacapu-Bellas Fuentes] se han sacado
muchos ídolos grandes y pequeños de piedra, barro y de madera, gran número
de armas como escudos, flechas, etc., y utensilios de barro muy bien labrados,
que vi alguna vez en poder del Sr. cura D. Juan Pastor Morales" (Romero
1862:14).
Aunque Moxó escribió que Pastor Morales tenía el lienzo como título de su
hacienda, esto solamente podría ser una interpretación suya. Hay datos que nos
indican que Pastor Morales, aparte de ser un precursor ideológico de la guerra de
independencia, tenía mucho interés en la historia de las culturas indígenas en
México. El mismo Moxó (1837:282) dice que el poseedor del documento era "muy
recomendable por sus bellas calidades y muy aficionado á las antigüedades de su
patria Michoacán". Un catecismo pictográfico otomí (manuscrito testeriano) -
obtenido de una mujer indígena de Xilotepeque - fue encontrado por Pastor Morales
quien lo regaló a Moxó (1837:75).58 Guzmán Pérez (1991:89) señala que en el año
1805 el mismo cura financió una segunda edición del "Arte de la Lengua Tarasca"
escrita por Fray Diego Basalenque (entre 1642-1651). Además muestra que en el
mismo año en el Colegio de San Nicolás - con José Sixto Berdusco como director -
se creó una cátedra en el idioma p’urhépecha, gracias al Conde de Sierra Gorda
(ibíd.). Es posible que en el mencionado instituto se utilizaba precisamente la nueva
edición del trabajo de Basalenque.
Probablemente Pastor Morales obtuvo el documento pictográfico en uno de los
pueblos adyacentes a la hacienda de Bellas Fuentes, posiblemente de Zacapu,
Naranja o Tirindaro.59 No conocemos el paradero actual del lienzo de Bellas
Fuentes. Según Romero Flores (1966:115) la rica biblioteca de Pastor Morales -

5X Moxó mismo tenía varias figuras arqueológicas que fueron encontradas en las ruinas del antiguo
Tlatelolco. Los habitantes del dicho barrio se dieron cuenta de sus intereses en este material arqueológico
y por lo tanto se lo regalaron (Moxó 1837:74). Usó tanto el lienzo de Pastor Morales como el catecismo
otomí (y la macana de cobre) para contrarrestar la teoría del primitivismo de la América (véase arriba).
La escritura pictográfica prehispánica y la metalurgia (cobre) eran para él una clara muestra del alto grado
de civilización de los indígenas americanos (ibíd.75).
59 El lienzo de Bellas Fuentes podría ser un título de tierras de uno de los pueblos en la región de
Zacapu-Huaniqueo, tal vez usado en los pleitos contra las haciendas que estaban expandiéndose y
amenazando las tierras de los pueblos. Aparte de los pleitos con Nahuatzen que ya hemos mencionado
(véase Yasumura 1995), en el siglo XVIII Bellas Fuentes tuvo otros pleitos con el pueblo de Tirindaro
(AGNM, TTA, Legajo 8, Tomo 4, Exp.96 y ibíd. Legajo 5, Tomo 2, Exp.55). Sin embargo, tomando
en cuenta que Pastor Morales era sacerdote en varios pueblos y además interesado en investigar la historia
indígena de su estado, puede haber obtenido el documento en otros lugares.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 43

posiblemente incluyendo el lienzo - después de su muerte pasó a ser incorporada en


la biblioteca del Seminario de Morelia.60
Como vimos el criollo Pastor Morales participó en la lucha para obtener la
independencia y tuvo mucho interés en el pasado prehispánico; obtuvo tanto
documentos pictográficos como objetos arqueológicos. Estos sirvieron para mostrar
la grandeza prehispánica, sobre todo a los europeos (como consta de la obra de
Benito María de Moxó).
D e s p u é s d e l a in d e p e n d e n c ia
Al haberse consumido la independencia en 1821 empezó un gran proyecto nacional
que consistía en aumentar los conocimientos acerca del territorio mexicano; hubo un
aumento considerable en estudios estadísticos, geológicos, todos necesarios para el
desarollo de la economía61 y además se continuó buscando y creando una identidad
propia mexicana, identificándose plenamente con el pasado prehispánico. Paso
importante fue la creación del Museo Nacional en 1825.62 Aunque en el caso del
museo en la ciudad de México se trataba de un proyecto nacional, hubo planes
similares a nivel regional. En Michoacán por ejemplo ya intentaron fundar un museo
en 1828 pero por varias razones no se logró realizar hasta 1886 (véase abajo).
Sin embargo, fue en la segunda mitad del siglo XIX - sobre todo bajo el
gobierno del oaxaqueño Porfirio Díaz (1876-1911) - que hubo un enorme aumento
en las investigaciones de índole histórico con gente destacada como Joaquín García
Icazbalceta, Francisco del Paso y Troncoso, Eduard Seler, Nicolás León y muchos
otros (véase por ejemplo abajo la lista de socios de la Sociedad Mexicana de
Geografía y Estadística). Según Keen:
"con la Reforma [a partir de la mitad del siglo XIX] surgió un agresivo
nacionalismo. Un vasto inventario de las riquezas naturales y espirituales de
México y un estudio intensivo de su pasado fueron algunas de las formas en
que se expresó el sentimiento nacionalista. Los historiadores liberales, en su
busca de tradiciones y precedentes, muy naturalmente dirigieron su mirada a las
glorias del México antiguo y así ayudaron a documentar la capacidad creadora
de los antiguos mexicanos y a restaurar la confianza en sí misma de una nación
gravemente quebrantada por los resultados de la guerra contra los Estados
Unidos y por algunos otros desastres" (Keen 1984:422).

6U Según Romero Flores (1966:115) Pastor Morales dispuso en su testamento de 1836 que con su
dinero se hiciera una escuela de agricultura en la hacienda de Tecacho, una escuela de matemáticas en
Zacapu, una escuela de mujeres en Bellas Fuentes, etcétera. Solamente algunas de las clausulas en su
testamento fueron cumplidas (ibíd. 116).
61 Véase por ejemplo el estudio estadístico de Michoacán llevado a cabo por Martínez de Lejarza
(1822).
62 Véase Castro Leal y Sierra (1988) para la historia del museo desde su fundación.
44 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

No solamente fue el proyecto nacional que causó un aumento del estudio de las
antigüedades indígenas sino también la capitalización intensiva de las zonas
indígenas. Observa Doesburg (1996:12) que:
"Los enormes cambios económicos que vivió México al efectuarse la Segunda
Conquista a partir de la Independencia y durante la época del Porfiriato, con la
subsecuente penetración del Estado en las regiones indígenas aisladas,
resultaron favorables para el descubrimiento, colección y conservación tanto de
los monumentos arqueológicos como de la documentación histórica que hasta
ese momento se encontraban en manos indígenas".63
También en Michoacán muchos lienzos, códices y títulos primordiales llegaron a
manos de hacendados, sacerdotes, médicos con intereses históricos e historiadores
que se podían dedicar casi tiempo completo al estudio de las antigüedades
michoacanas. Entre ellos destacan Planearte y Navarrete, Orozco y Jiménez, García
Abarca, el alemán Eduard Seler y Nicolás León (entre otros), todos protagonistas de
los estudios de la escritura pictográfica del Michoacán indígena (tanto en cuanto a la
formación de colecciones como a su investigación).64
Dr. Francisco Planearte y Navarrete (1856-1920)
Nació en Zamora, Michoacán, en el año de 1856 (Romero Flores 1972:446 se
equivoca y menciona el año de 1816), murió en Monterrey, Nuevo León. Creció en
un ambiente muy católico y tenía una buena relación con su tío Don José Antonio
Planearte y Labastida, sacerdote, quién funcionó como su mentor.65 Ya durante los
años de su joventud en Jacona, Planearte tenía mucho interés en la historia y la
arqueología:
"Durante aquella época de su existencia, se despertó en el futuro historiador la
afición a la arqueología: buscaba fragmentos de vasijas antiguas, pedazos de

63 Véase también "La Imágen Azteca" de Keen (1984).


64 Aqui se refiere solamente a personas que hicieron las primeras colecciones y estudios del material
pictográfico a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la base para investigaciones posteriores. Para
una buena reseña de las investigaciones arqueológicas y antropológicas en Michoacán a través de los
tiempos véase Macías Goytia (1988) y Lameiras (1988).
65 El tío de Don Francisco Planearte y Navarrete (1840-1898) hizo sus estudios en el Colegio de
Oscott en Inglaterra, el Seminario de México y en Roma, llegó a recibirse como sacerdote en 1865. Viajó
por diversos países del mundo y después de la restauración de la república se estableció en Jacona, cerca
a Zamora, donde fundó 2 colegios. Por un pleito que tuvo con el obispo de Zamora se fue a la ciudad de
México, donde su tío el arzobispo Don Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos le nombró Abad de la
Colegiata de Guadalupe. Don Antonio Planearte tenía mucha influencia entre las clases ricas de México
y tenía muchos bienes; promovió la reconstrucción de la Colegiata de Guadalupe y construyó el templo
de San Felipe de Jesús en la avenida Madero. Falleció en 1898 en Tacuba (Romero Flores 1972:446/447).
Para su biografía más detallada véase Tapia Méndez (1973).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 45

obsidiana e idolitos; formaba colecciones con ellos, y las conservaba


cuidadosamente" (Salinas 1923:416)
Como Don Francisco tenía la vocación de ser sacerdote, en 1870 su tío le mandó al
Colegio Pío Latino Americano de Roma para hacer sus estudios. En 1883, todavía
en Italia, fue con su tío a la Tierra Santa. Durante este viaje Don Antonio:
"(...) en todo el recorrido, iba obsequiando los deseos de su sobrino el Padre
Francisco, quien en sus ansias de arqueólogo, quería no sólo ver sino tocar y
hasta cargar piedras de las ruinas venerables. Y con el mismo fin, a pesar de
su fatiga, siguieron hasta Egipto y al Líbano, en donde le tendría que recordar
a su sobrino el arqueólogo que había pena de excomunión a quien cortara una
rama siquiera de los cedros venerables" (Tapia Méndez 1973:181).66
En Italia Don Francisco obtuvo los grados de doctor en Filosofía, Teología y
Cánones, hasta poder ordenarse de presbítero en 1880. En 1883 regresó a México
y su tío, en aquel momento cura de Jacona, le invitó para ser rector del Colegio de
San Luis que este había fundado. Sus familiares le entregaron las piezas
arqueológicas que durante su ausencia habían sido encontradas en Jacona y sus
alrededores (Salinas 1923:417, 435):
"Una vez radicado en Jacona, el joven maestro, desató, fervoroso, las velas de
sus anhelos arqueológicos. Al llegar de Roma, le entregaron un idolillo de
barro, unas flechas, unos navajones y algunos trastos que fueron hallados al
excavar la margen izquierda del río Jacona, para echar los cimientos de un
puente. Esos objetos constituyeron la base de su famosa colección
arqueológica" (ibíd.435).
Posteriormente ciertas circunstancias obligaron a Don Antonio Planearte y Labastida
a pasar su colegio de San Luis al pueblo de San Joaquín Cacalco cerca de México
(hacia el rumbo de Naucalpan) y Don Francisco permaneció en el instituto como su
rector. Allí Don Francisco Planearte y Navarrete, también llamado "padre
Panchito", pudo dedicarse plenamente a sus intereses arqueológicos, hasta que se
extinguió el colegio y le nombraron cura de la ciudad de Tacubaya, D.F. Después
de su participación en la Exposición Histórico-Americana en Madrid, en 1892 (abajo
sigue más información sobre este evento), se fue a Roma para solicitar al papa entre

M’ Según Salinas (1923:432-433) Don Francisco reunió gran cantidad de piedras y otras piezas
arqueológicas y llenó todos los huecos de sus maletas. Viendo que ya no hubo lugar en su propio
equipaje, las puso en la maleta de su tío Don Antonio. En una carta de Don Antonio escrita a Francisco
Planearte el primero añadió a sus expresiones cariñosas: "Te mando mi corazón, y para que más lo
aprecies, va en forma de ídolo azteca" lo que bien ilustra que Francisco Planearte y Navarrete era muy
aficionado a la arqueología.
46 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

otras cosas la erección de dos nuevos obispados, el de Campeche y el de


Cuernavaca, la cuál fue aprobada. En México se propuso a Don Francisco Planearte
y Navarrete como nuevo obispo de Campeche y aunque este primeramente rehusó,
finalmente - estimulado por su tío Don Antonio - aceptó el cargo. Fue consagrado
en Roma en 1896. Dos años después - en 1898 - fue nombrado obispo de
Cuernavaca. Aquí Planearte y Navarrete se dedicó - aparte de muchos otros trabajos
- a hacer estudios arqueológicos:
"(...) un día que su ilustrísima examinaba con evidente complacencia, un raro
ídolo bicéfalo que según decía le daba la clave de no se qué importante
problema arqueológico, al verlo tan absorto en la contemplación del objeto le
dije interrumpiendo su atención: en verdad su señoría es un Obispo Idólatra.
Rió grandemente de mis irrespetuosas palabras y mirándome con ese modo
particular que tenía de observar por encima de los anteojos, me contestó: cree
el león que todos son de su condición, pues en verdad no se a quién le agrada
más ir a desenterrar ídolos. Para entonces ya había yo reflecionado en la falta
cometida por mí y no quise replicar nada; pero la verdad era que cuando
retardaba yo mi visita a esta población y él iba a México y allá lo veía, la frase
con que me saludaba era esta: Por no ir a Cuernavaca te has perdido de ver
qué lindas cosas he adquirido para mi museo arqueológico" (Gómez de Orozco
1945:175).
En el edificio del antiguo monasterio anexo a la catedral, instaló su palacio
episcopal. En este palacio (el antiguo monasterio) hizo un museo de arte cristiano y
un museo arqueológico de mucha importancia, además instaló su rica biblioteca en
el mismo edificio.67
En 1912 Planearte fue nombrado arzobispo de Linares, con residencia en
Monterrey. Estando tres años en Monterrey tuvo que huir del país - como la mayoría
de los prelados -mexicanos - por la política anticlerical (anticatólica)
posrevolucionaria. Su casa fue invadida y su biblioteca y colección de objetos
arqueológicos robadas:
"Tenía una biblioteca muy valiosa con manuscritos y pinturas, junto con una
colección de antigüedades conocidas por el Instituto Smithsoniano en
Washington. Ya había publicado un libro muy valioso sobre el principio de la
civilización en México, y ya tenía preparado (para ser imprimido) otro cuando
empezó la revolución. Los Carranzistas asaltaron su casa, robaron sus
manuscritos y antigüedades, y las vendieron - a precios barratos - a cualquiera

f’7 Los artefactos en el museo de arqueología forman la segunda colección Planearte que consiste de
objetos arqueológicos hallados en el estado de Morelos y de otras partes de la República Mexicana.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 47

persona interesada. Además tiraron las páginas de su libro en las calles"


(Kelley 1935:34).68
Según Kelley (1935:40) esta colección de Planearte consistió de 25.000 libros y 700
manuscritos (sin incluir los objetos arqueológicos).69
Durante su exilio de 4 años (1915-1919) en los Estados Unidos, Planearte y
Navarrete se quedó en la ciudad de Chicago.70 Recibió ayuda de Francis Clement
Kelley y la Catholic Extension Society (de la que era presidente) que reservó dinero
para poder recibir y mantener a refugiados religiosos en la mencionada ciudad
estadounidense (Gaffey 1980 Volume 11:39-40).71 En Chicago Planearte se dedicó
a sus estudios de la arqueología y historia mexicana y escribió su obra "Prehistoria
de México" (publicado en 1923 después de su muerte)(Kelley 1935:34, Tapia
Méndez 1973:24). Aparte del material coleccionado en México, el obispo usó
fuentes que encontró en la Newberry Library (Magaña García 1988:230, Gaffey
1980 Volume 11:39-40) y el Field Museum (Kelley 1935:34), ambos en Chicago.
Regresó a Monterrey en 1919 donde falleció a mediados de 1920 (para la
información bibliográfica más extensa véase Gómez de Orozco 1945:167-176).
No se pretende aquí analizar todos los trabajos arqueológicos e históricos que
realizó el obispo Planearte y Navarrete. Solamente queremos enfatizar su
importancia para la historiografía sobre el Michoacán antiguo y México en general.
Dos meses después de su nombramiento como cura de la ciudad de Tacubaya le
llegó la noticia de sus superiores quiénes - consultados por el gobierno - le dieron la
posibilidad de formar parte de la delegación mexicana que - presedida por Don
Francisco del Paso y Troncoso, director del Museo Nacional (MNA) - tuvo que
organizar la participación de México en una exposición conmemorativa del
descubrimiento de América por Colón (celebración del cuarto "Centenario del
Descubrimiento de América"). El general Porfirio Díaz había nombrado esta

M Traducción nuestra. Texto origina!: "He had a most valuable library of manuscripts and pictures,
together with a collection of antiquities known to the Smithsonian Institution in Washington. He had
published already a most valuable book on the beginnings of civilization in Mexico, and had another ready
for the press when the revolution broke out. The Carranzistas raided his house, stole his manuscripts and
antiquities, sold them for a trifle to whoever would buy, and scattered the sheets of his book over the stre­
ets".
69 Sabemos que 15 años después de la muerte de Planearte, una muy pequeña parte de su biblioteca
todavía estaba en manos de sus herederos (MNA-AH, sobre todo Vol.58, Exp.30, ff. 198-204; Vol.95,
Exp.26, f.144).
70 Planearte, Ruiz (obispo de Morelia) y Banegas (obispo de Veracruz) fueron los primeros que
llegaron a Chicago (Gaffey 1980:39-40, véase también Cambreros Vizcaino 1966 Tomo 1:232).
71 Kelley (1870-1948) defendió a la iglesia católica mexicana y estaba en contra del movimiento
anticlerical del gobierno mexicano. Por lo tanto escribió - con la ayuda de Eber Cole Byam (conocedor
de la historia mexicana) - el libro "Blood-drenched Altars" ("Altares impregnados de sangre") sobre la
relación entre iglesia y Estado en México a través de los siglos (Kelley 1935). Este estudio fué escrito en
8 semanas y por lo tanto en general resultó ser pobremente documentado.
48 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

delegación - la llamada Junta Colombina - para organizar los trabajos necesarios para
obtener y estructurar el material para la exposición. Otros ilustres miembros de esta
junta fueron: Joaquín García Icazbalceta, Alfredo Chavero, Francisco del Paso y
Troncoso, José M. Vigil, José Agreda y Francisco Sosa. Entre otras actividades la
junta se dedicó a la adquisición de objetos para exponerlos en Madrid; compró la
colección de Dorenberg (más de 3000 objetos), otras colecciones e hizo expediciones
científicas a diferentes regiones de México (por ejemplo a la Huasteca, Ver-
acruz)(Junta Colombina 1892:111). Para la adquisición de objetos del estado de
Michoacán, la junta dependía totalmente de la ayuda de Francisco Planearte y
Navarrete, amigo de Paso y Troncoso. Dice el último en una carta a Don Joaquín
García Icazbalceta (1825-1894):
"Es el padre Pancho [Planearte] mi mano derecha y sin él, quizá no hubiera
aceptado tan pesada como agotante tarea de organizar el Pabellón de México en
esta exposición que nos tiene abrumados; no, no lo habría aceptado" (Gómez
de Orozco 1945:169).
Por la escasez de estudios acerca de Michoacán y la todavía relativamente pequeña
cantidad de materiales excavados (sobre todo en aquella época), Francisco Planearte
prestó su colección de más o menos 3000 objetos para la exposición en Madrid.72
El gobierno de Michoacán contribuyó - por medio de su Museo Michoacano (MRM)
con más de 1000 piezas (Junta Colombina 1892.TV).73 Planearte mandó el dibujante
Rafael Aguilar para hacer copias de todos los documentos pictográficos (originales)
existentes en el Museo Michoacano en Morelia: el Lienzo de Aranza (malnombrado
"Lienzo de Sevina"), el Lienzo de Puácuaro, el Lienzo de Nahuatzen y la
Genealogía de la familia Cuara. Además Aguilar hizo una copia (también en
Morelia) de un mapa que pertenecía al pueblo de Santa Fe de la Laguna. Estas

72 Para el contenido de esta primera colección de Planearte - que posteriormente fue comprada por
el Museo Nacional - véase MNA-AH (Vol.10, 1895U901, Secciones 8 y 21), Paso y Troncoso (1887,
1893) y León (1903).
73 Llama la atención que sobre todo Nicolás León (director del Museo Michoacano hasta 1892) temía
que muchos objetos del museo no iban a regresar de España: "Toda la sección arqueológica del Museo
marchará a España o lo que es lo mismo se pierde para siempre. Por más que creía ser indiferente a esto
no ha sido así; sentí ganas como de llorar al ver perdido para mi Estado el fruto de afanosas labores e ím­
probos trabajos. Bendita sea la Providencia que con algún fin esto ha permitido" (Carta de León a
Icazbalceta del 11 de junio de 1892, en Bemal 1982:276). Joaquín Icazbalceta compartió solo
parcialmente el pesimismo de León: "Siento que el Museo vaya a dar a Europa, aunque es probable que
vuelva, si bien con alguna merma. Yo me he opuesto cuanto he podido al envío de originales, porque aun
suponiendo, y es mucho, que los devuelvan fielmente, nadie puede ponemos a salvo de un accidente de
mar o tierra. Estoy en pecado mortal con estas exposiciones y centenarios en el extranjero, con que nos
muelen y nos sacan mucho dinero, para divertirse ellos y explotar a los que concurren" (Carta de
Icazbalceta a León del 28 de junio de 1892, ibíd. 279). Muy probablemente los pensamientos de León
están relacionados con los problemas severos que enfrentaba en aquellos momentos (como veremos abajo).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 49

copias, junto con otra copia del Lienzo de Jucutácato que Planearte había comprado
de su amigo Nicolás León, fueron incluidas en la exposición (Paso y Troncoso
1893:240-255).74 Cuando las 6 copias regresaron de Madrid, llegaron a parar en la
colección del Museo Nacional en la ciudad de México (véase Galindo y Villa 1895).
Como Planearte era nativo de Zamora, conocía bien esta región en el norte de
Michoacán. Se sabe que antes de 1892 hizo una excavación en el area de Jacona con
el Sr. Hunt (Estados Unidos): en los sitios llamados "El Gran Gato" y "El Pequeño
Gato" encontró estructuras rectangulares y un túmulo cónico. Además encontraron
barro, cerámica, esqueletos, objetos dorados, cobre, puntos de flecha, diferentes
collares de cobre y concha, un espejo de obsidiana y otros objetos. Planearte decidió
mandar algunos objetos y fotografías al señor W.H. Holmes (de la revista
"American Anthropologist") para examinarlos y para ver si eran piezas auténticas.
Por la gran industria de falsificaciones de objetos arqueológicos en Michoacán, sobre
todo en Morelia, no tenía confianza en nadie más que en si mismo o en otras
personas que ningún interés tenían de engañarle - como por ejemplo los
estadounidenses (Planearte y Navarrete 1893a, 1893b).75
Planearte y Navarrete no solamente hizo excavaciones arqueológicas en la
región de Zamora-Jacona ya que en 1888 tuvo en su posesión un documento
histórico conocido posteriormente como el Códice Planearte. El arqueólogo
michoacano lo descubrió probablemente en el pueblo de Carapan o en Chilchota (en
la Cañada de los Once Pueblos, cerca de Zamora). Hemos visto cómo después de su
estancia en Europa se dedicó a los estudios arqueológicos en la región de Jacona.
Una transcripción del Códice Planearte fue publicada por la primera vez por Nicolás
León en 1888 (para su análisis véase la parte III del presente estudio).76 Aparte del
dicho códice, Planearte poseía varios manuscritos en lengua p’urhépecha (Grasserie
y León 1896:17).77 Hasta ahora todos estos documentos no han sido localizados.

74 La junta colombina se dió cuenta de la gran importancia de los escritos pictográficos indígenas y
por lo tanto quiso juntar "la mayor cantidad posible de estas pinturas" (p.VII). Se logró juntar más de
treinta copias de mapas y códices, copias - según la junta - "hechas frente á los originales con la mayor
escrupulosidad y esmero" (p.VIII).
75 Planearte le mandó a Holmes los objetos y algunas cartas en que explicaba donde hicieron la
excavación y qué encontraron. Holmes hizo una selección de las cartas que fue publicada primero en los
Estados Unidos en enero de 1893. Enseguida la misma selección fue publicada en Morelia - en septiembre
de 1893.
76 León y Planearte se conocían bien. Mientras que Planearte prestó (entre otras cosas) su códice a
León, éste vendió y prestó libros al obispo (véase por ejemplo Bemal 1982:205, nota 3 y p.206).
77 Desafortunadamente no se dan los nombres ni la descripción de estos manuscritos. Raoul de la
Grasserie y N. León solamente mencionan otros manuscritos, unos publicados y otros inéditos en manos
de León. En esta publicación - poco conocida por ser escrita en francés e impresa en Paris - se menciona
una gran cantidad de materiales en lengua p’urhépecha, muchos de los cuales nunca han sido estudiados
(ibid.9-17). Planearte también encontró un manuscrito en lengua p’urhépecha del siglo XVI que se
atribuyó a Fray Maturino Gilberti. Ese documento fue publicado en 1888 por Carmen Cadomiga
(México). Un ejemplar de esta publicación se encuentra en el Fondo Reservado del Colegio de Michoacán
50 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

Planearte - miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (se usará


la abreviación SMGE) y de la Sociedad Antonio Alzate (Salinas 1923:470)78 - tuvo
gran interés en el origen de los pueblos indígenas mexicanos, lo que por ejemplo se
deriva de su estudio sobre los tecos (1889, véase la edición de 1991) y de su obra
monumental "Tamoanchan" (1911). Desafortunademente nos hace falta un estudio
profundo del trabajo científico de Planearte y de sus colecciones de documentos y
objetos arqueológicos.79
Dr. Francisco Orozco y Jiménez (1864-1936)
Nació en Zamora, Michoacán, en el año de 1864 y murió en la ciudad de
Guadalajara, Jalisco. Estudió en la escuela primaria en Zamora hasta el año de 1874
cuando inició sus estudios en el Colegio de San Luis. Como vimos esta institución
fue dirigida por Antonio Planearte y Labastida, el tío de su coterráneo y amigo
Francisco Planearte y Navarrete.
En 1876 formó parte de un segundo grupo selecto de alumnos del colegio de
Jacona que fue mandado a Roma (por Planearte y Labastida) para estudiar. Allí
Orozco y Jiménez cursó humanidades en el Colegio Pío Latino Americano y filosofía
en la Universidad Gregoriana. Durante su estancia en Roma Francisco Orozco y
Jiménez aprendió diferentes lenguas; italiano, latín, portugués, francés y el inglés,
idiomas que más tarde llegó a hablar con bastante facilidad, debido a varias estancias
en el extranjero.80
Ya siendo sacerdote (desde 1877) regresó a México y en 1888 celebró su
primera misa en Zamora. Se quedó solamente poco tiempo en su ciudad natal y
después se fue a la ciudad de México donde empeñó varios cargos. En 1902 fue
nombrado obispo de Chiapas, asistente en su consagración fue el entonces obispo de
Cuernavaca, Don Francisco Planearte y Navarrete (Dávila Garibi 1936:11). Durante
su estancia en Chiapas (en su sede episcopal San Cristobal de las Casas) fundó varias
escuelas, colegios, un observatorio meteorológico y además un museo de

(COLMICH-BFR).
7X Su tío Antonio Planearte y Labastida fue aceptado como miembro de la SMGE en octubre de 1885
(SMGE-AH S65 V.4, Exp.870). En 1891 Francisco Planearte y Navarrete remitió algunos ejemplares de
fósiles de Michoacán para el museo de la SMGE (SMGE-AH A37 V.20, Acta 2 del 8 de enero de 1891).
79 Aparte de sus grandes obras "Prehistoria de México" (1923) y "Tamoanchan" (1911) vale
mencionar otros estudios como por ejemplo "Ce Acatl Topiltzin Quetzalcoatl y su ida a Tlapallan" (según
Magaña García 1988:231 publicado en 1947, después de su muerte) y - junto con P. Henning, C. Robelo
y P. González - "Tamoanchan. Estudio arqueológico e histórico" (1912). Para otras publicaciones suyas
véase Magaña García (1988:231-232).
K0 El segundo grupo de jóvenes se juntó con el primero en Roma. En Tapia Méndez (1973, página
s/n) encontramos una fotografía de todos estos estudiantes del colegio de Jacona mandados a Roma - entre
ellos Orozco y Jiménez y su amigo Planearte y Navarrete (véase también la colección de fotografías en
Cambreros Vizcaino 1966).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 51

antigüedades con una colección de artefactos antiguos hallados en diversas zonas


arqueológicas de la región y varios objetos de manufactura indígena colonial.
Cuando fue trasladado a la arquidiócesis de Guadalajara en 1912 se llevó varios
de estos objetos a la ciudad de Guadalajara donde antes de 1914 fueron guardados en
uno de los salones del antiguo palacio arquiepiscopal (Dávila Garibi 1936:14).
Como su amigo Planearte y Navarrete el arzobispo de Guadalajara también
sufrió por el movimiento anticlerical posrevolucionario y fue expulsado de su tierra
natal. Durante su primer destierro se fue a Europa. En Sevilla (1915) encontró al
Padre Mariano Cuevas, S.J., quien en aquel momento estaba trabajando en el
Archivo de Indias procurando información para su obra "Historia de México":
"Fue esta magnífica oportunidad para Monseñor de encontrar aplicación a sus
actividades intelectuales y a su natural inclinación por la verdad y la sabiduría"
(Cambreros Vizcaino 1966 Tomo 1:299).
Enseguida se fue a Chicago donde también se encontraba su amigo, el obispo de
Linares, Francisco Planearte y Navarrete. Francis Clement Kelley llegó a ser un
buen amigo de Orozco y Jiménez quien durante sus destierros se quedó en la casa de
Kelley y en el Columbus Hospital de las Misioneras del Sagrado Corazón en
Chicago (ibíd. 316, 430, 440).81 A finales de 1935, después de su quinto destierro
durante el cual se quedó bastante tiempo en Chicago, regresó a Guadalajara donde
murió en febrero de 1936. Durante sus estancias en los Estados Unidos el arzobispo
de Guadalajara llegó a ser parte de la sociedad chicagense y obtuvo gran número de
amigos estadounidenses.82
La amistad entre Orozco y Jiménez y Francisco Planearte y Navarrete duró
hasta la muerte del último en julio de 1920.83 Como Orozco y Jiménez creció en

111 Kelley y Orozco y Jiménez ya se conocieron en Roma en 1915 (Gaffey 1980 Volúmen 11:29). Por
su gran ayuda Kelley fue nombrado canónico honorífico de la catedral de Guadalajara en 1917 (ibíd.60).
En 1922 tanto Kelley como Thomas Vincent Shannon, su amigo y colaborador en la defensa del
catolicismo mexicano (ibíd. 12), visitaron Guadalajara (ibíd.61-62). Shannon (1874-1959) ocupó varios
oficios importantes en Chicago, era editor (1912-1936) de "The New World" ("El Nuevo Mundo"), la
publicación oficial del arzobispado de Chicago, y también canónico honorífico de Guadalajara -
probablemente nombrado en el mismo año que su amigo Kelley ("Who’s Who in Chicago and Illinois"
1945:13, véase datos adicionales en la "Chicago Daily Tribune", Mayo 27, 1959, Parte 4, Sección F, p.6
y el mismo periódico de Agosto 8, 1960, Parte 4, Sección F, p.8).
82 Hemos podido estudiar una colección de fotografías de Chicago y de amigos (tanto eclesiásticos
como civiles) de Orozco y Jiménez en la biblioteca del SMG.
S3 Francisco Orozco y Jiménez puso en el sepulcro de su amigo el siguiente epitafio en latín; 'Tllmus.
Ac. Rmus. D.D. Franciscus Planearte y Navarrete. [...] Fuit. lile. Vir. Constans Ac. Recti Tenax
Litteras. Apprime Coluit. Atque Arcana Mexicanae Historiae Investigare. In. Deliciis. Habuit Pervetustos.
Codices. Idola Lebetes. Prae. Manibus. Volutabat. Incolorarum. Origines Ex. Mithología, Etimología.
Derivans. Atque. Adeo. Felici. Exitu Rem. Credas. Attigisse Ut. Scripta. Posteris. Edenda Reliquerit.
[...]" (Salinas 1923:471). El arzobispo de Guadalajara también siempre tenía contacto con otros miembros
52 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

Zamora y Jacona, junto con su amigo, ya desde edad temprana debe haber llegado
a conocer la historia del país a través de los objetos arqueológicos encontrados por
la familia Planearte. Posteriormente él mismo se dedicó a investigar la historia de su
país:
"(...) sostuvo y fomentó exploraciones de estudios arqueológicos e históricos,
enriqueciendo los museos y bibliotecas de San Cristóbal de las Casas,
Guadalajara y México con ejemplares estimables y piezas extraídas del seno de
la tierra, así como obras de estudio publicadas bajo su patrocinio o esfuerzo
personal" (Cambreros Vizcaino 1966 Tomo 1:11-12).
En 1909 fundó - como obispo de Chiapas con sede en San Cristóbal de las Casas -
un observatorio meteorológico con todos los instrumentos necesarias y también
instaló un museo de antigüedades. Según Dávila Garibi fue grande:
"(...) el empeño que tuvo el Sr. Orozco en fomentar los estudios históricos y
para poner el ejemplo y estimular a los demás, él mismo se encargó de
compilar el mayor número posible de documentos históricos inéditos o muy
raros, los cuales ordenó y publicó [...]" (Dávila Garibi 1937:9).
A pesar de los problemas que sufrió cuando posteriormente había sido nombrado
arzobispo de Guadalajara, pudo continuar su labor y por ejemplo hizo:
"(...) muy valiosos obsequios de libros para la biblioteca en formación del
Seminario Mayor en sustitución de la antigua que fué incautada por el Gobierno
y era una de las más ricas y más copiosas que había en el Estado" (ibíd. 11).
El arzobispo también se dedicó a la investigación en los archivos nacionales y
extranjeros:
"En algunas de sus estancias en Sevilla, él personalmente consultó y copió del
Archivo General de Indias varios documentos interesantes que más tarde
publicó en San Cristóbal «Las Casas». Lo mismo hizo en Roma respecto de los
archivos del Vaticano, tanto en lo tocante a Chiapas como a Guadalajara y para
completar su obra de investigación histórica, compiló varios documentos de
archivos conventuales y algo interesante que encontró en sus visitas pastorales.
Al que esto escribe [Dávila Garibi] lo envió a Sevilla en 1920 y a Roma en
1921, con instrucciones muy precisas acerca de los archivos y bibliotecas que

de la familia Planearte. En 1898 visitó todavía a Don José Antonio Planearte y Labastida, tío de Francisco
Planearte y Navarrete, quien murió poco después (Tapia Mendez 1973:297, 299). En 1891 el mismo
Orozco y Jimenez había dado - en Yautepec - la última absolución al tío de Don José Antonio Planearte
y Labastida, el arzobispo de México Don Antonio Pelagio de Labastida y Dávalos (ibíd. 228).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 53

debía consultar y de los documentos históricos que debía copiar, para la nueva
colección que tenía en proyecto" (ibíd. 14).
Es interesante que el arzobispo compartió sus conocimientos y documentos inéditos
con otros investigadores de diversas nacionalidades quienes le solicitaron datos
históricos poco conocidos o de difícil adquisición (ibíd. 15-16).
En Dávila Garibi (1937:17-44) encontramos una lista muy larga de obras
pastorales, literarias y científicas publicadas por Orozco y Jiménez. De esta lista se
deriva que su principal interés era la historia eclesiástica.84 No existen datos sobre
el contenido preciso de su colección de objetos arqueológicos y manuscritos
antiguos. Solamente se sabe que en los años ’20 del siglo XX el arzobispo poseyó un
documento pictográfico de Michoacán. Una foto - sin estudio - de este llamado "Li­
enzo de Pátzcuaro" fue publicado por Mariano Cuevas en su obra "La Historia de la
Iglesia en México" (1921-1928, véase Cuevas 1946, Tomo I, p. 191). Aunque ni
Orozco y Jiménez ni Cuevas se dieron cuenta de ello, este lienzo importante
pertenece al corpus de documentos de Carapan y está directamente relacionado con
el "Códice Planearte" que - como ya vimos fue encontrado por Francisco Planearte
y Navarrete (véase el análisis del lienzo y datos adicionales en la parte III del
presente estudio). Aunque el lienzo sobrevivió las destrucciones llevadas a cabo
durante el período de la revolución mexicana, no se sabe si otros documentos de la
colección Orozco y Jiménez corrieron la misma suerte. Aparte del lienzo hay
evidencia que logró obtener por lo menos otro documento escrito en una lengua
indígena:
"En Chiapas [el obispo] estudió además algunas de las lenguas indígenas de su
obispado, particularmente la tzotzil y la tetzal, que le parecían interesantes y
curiosas. Todavía en Guadalajara, de cuando en cuando solía consultar algunas
obras sobre dichas lenguas nativas. Recuerdo haberlo encontrado más de alguna
vez consultando las obras del Lie. Vicente Pineda sobre la lengua tetzal. Tenía
Monseñor, entre otras publicaciones de este abogado, el Diccionario tetzal, la
Gramática y algunas oraciones. De la del Pater Noster mandó hacer una
reimpresión en Chiapas de la cual conservaba en Guadalajara varios ejemplares,
de los cuales tuvo la bondad de obsequiarme uno. La facilidad que tuvo Mons.
Orozco para el estudio de las lenguas fué notable en todo tiempo y contribuyó,
como es natural, a aumentar considerablemente su cultura general. Y ya que de
lenguas indígenas he hablado, agregaré (...) que Mons. Orozco regaló al

M En 1908 por ejemplo publicó el primer tomo de una colección de documentos inéditos relativos a
la iglesia en Chiapas, el segundo tomo fue publicado en 1911 mientras que otros tomos planeados nunca
salieron a la luz (ibíd.39). Entre 1922 y 1927 publicó, en forma de una revista trimestral ilustrada, 6 vol­
úmenes de documentos referentes al antiguo obispado de Guadalajara (ibíd.40).
54 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía un precioso manuscrito


en lengua tzotzil que adquirió en Chiapas" (Dávila Garibi 1937:6).
Orozco y Jiménez fue miembro de varias sociedades científicas como por ejemplo la
SMGE en la ciudad de México (SMGE-AH, AH L57 V.2, Lista de Socios 1859­
1949, f.25)85, su sede auxiliar en Jalisco, la Sociedad Científica Antonio Alzate
(ciudad de México), la Sociedad Heráldica-Genealógica Mota Padilla (Guadalajara)
y la Sociedad de Etnografía y Lingüística Fray Antonio Tello (Guadalajara)(Dávila
Garibi 1937:17). Además fue miembro de varias sociedades católicas como por
ejemplo el "Orden de Caballeros de Colón" en Chicago (Cambreros Vizcaino 1966
Tomo 1:459). Aún hace falta una investigación de la vida científica y de las
colecciones de documentos históricos y objetos arqueológicos del arzobispo de
Guadalajara.86
Dr. Pablo García Abarca (1836-1920)87
Nació en Guadalajara o La Barca (Jalisco), como hijo de Ramón García y Carmen
Abarca. Junto con su hermano Crescencio cursaron estudios en la Escuela de
Medicina en Guadalajara (Ochoa 1996:21). Después de haberse recibido como
médico, Pablo se trasladó a Uruapan, Michoacán, donde ejerció su profesión. Se
casó con Lucia Gutiérrez y tuvieron varios hijos. Según su nieto:88
"(...) fue gran amigo y protector de la población autóctona phurépecha, a la
que atendió profesionalmente, proporcionándole medicinas sin costo alguno.
También la defendió en varias ocasiones cuando trataron de lesionarla en sus
bienes comunales" (Martínez García 1987:26).
García Abarca tenía mucho interés en la historia de Michoacán. En 1873 solicitó al
gobierno del estado un permiso especial para poder hacer investigaciones en la
región, con el fin de escribir su "Geografía y Estadística de Michoacán". Su
solicitud fue aprobada y el gobernador le dió todas las facilidades para poder llevar
a cabo su trabajo de campo en la región. En la SMGE (AH G28 V.l - V.4) se
encuentran los cuatro manuscritos que forman los tomos de su "Geografía y
Estadística de Michoacán", la obra magna de García Abarca. Los tomos III y IV han

85 Orozco y Jiménez fue registrado como socio honorario en julio de 1912.


86 En general las biografías solamente contienen información sobre la vida religiosa del arzobispo
(véase por ejemplo Dávila Garibi 1913, 1936, Ramírez 1994), solamente en Dávila Garibi (1937) se da
una extensa bibliografía con varias obras escritas por el religioso.
87 Según Martínez García (1987:21) su abuelo Pablo García Abarca tenía 87 años de edad cuando
murió en 1920. Ochoa Serrano y Sánchez (1995:43) dan 1820 como fecha de su nacimiento.
88 Jesús Martínez García (falleció en los años ochenta) era hijo de Carmen García de Martínez, hija
de Pablo García Abarca.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 55

sido escritos respectivamente en 1881 y 1882, los dos primeros fueron redactados
antes de 1881.89 Aunque el autor quiso publicarlos en la mencionada sociedad
(boletín), se quedaron inéditos (como otros de sus manuscritos).
Por su profesión - médico - y sus intereses en la historia, el doctor uruapense
tuvo muchos contactos con las poblaciones indígenas de la región de Uruapan. Logró
encontrar por lo menos tres documentos pictográficos. Alrededor de 1876 halló el
llamado Lienzo de Jucutácato en Jicalan, cerca de Uruapan. Después de haberlo
prestado a su hermano Crescendo para una exposición en 1877 (en Morelia), en
1882 lo donó a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE) de la cual
era miembro (para información más detallada véase el capítulo III). García Abarca
incluyó comentarios breves sobre el Lienzo de Jucutácato en sus obras inéditas de -
1876 ("Cerro de Perivan"), 1881-1882 ("Geografía y Estadística de Michoacán"),
1886 ("Biografía de Fray Juan de San Miguel") y 1913 ("Apuntes de Geografía, y
algunos episodios de Michoacán”).90
En junio de 1880, en Aranza, comunidad vecina de Nahuatzen, el médico
uruapense encontró un "lienzo antiquísimo". El 24 de junio hizo dos dibujos en
blanco y negro de una parte del lienzo y los incluyó en los tomos I y II de su
manuscrito inédito "Geografía y Estadística de Michoacán" (SMGE, Fondo
Reservado, AH G28, Vol. I, f.57r; Vol.II, entre las ff.87-88). El dia 26 de junio
elaboró una copia más completa, en color, del documento:
"Hice esta copia en vista del original el dia 26 de junio de 1880, estando en la
huatapera, o lugar donde los indios acostumbraron el arreglo de todo negocio
en juntas de comunidad" (SMGE, Fondo Reservado, documento de García
Abarca en el folder "Nuevo Códice Tarasco: Pictografía de Arantza", f.9).91
Seis años después, en 1886, el lienzo fue entregado al MRM en Morelia (como
veremos adelante). Probablemente debido a un malentendido, recibió el nombre de
"Lienzo de Sevina" (para el análisis profundo véase Roskamp y César Villa, Ms.).
Aunque García Abarca lo vió y estudió superficialmente en 1880, fue hasta 1912

1,9 En junio de 1881 la SMGE recibió el primer tomo de la "Geografía y Estadística de Michoacan".
Dice en la acta de la sesión del 25 del dicho mes: "Del Sr. Pablo Garcia Abarca de Uruapan se recibió
para su publicación en el Boletin de la SMGE, el primer cuaderno manuscrito sobre la Geografía y
Estadística de Michoacan. Que se reserve para su publicación en el Boletin y que se recomenda a Garcia
Abarca que siga mandando la continuación de su obra" (Actas de la SMGE, enero 5 de 1878 a die.31 de
1881, AH A37 V.17, Acta 19 del dia 25 de junio de 1881, f.301). Es importante señalar que los cuatro
tomos de la "Geografía y Estadística de Michoacán" son una recopilación de artículos breves, cada uno
con firma de su autor. Varios de estos artículos fueron escritos antes de 1881, como sugiere el subtítulo
del tomo II de la "Geografía”: "escrita en varios puntos del Estado, dando principio el año de 1869”.
90 Una transcripción de esas obras se encuentra en los apéndices II, III, IV y V.
91 También hizo un esquema de los pueblos mencionados en el documento (ibid., f.7).
56 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

cuando mandó sus observaciones a la SMGE, como consta del archivo de esta
institución:
"El Secretario Sr. Alcérreca dió cuenta: de una carta del socio Pablo G.
Abarca, remitiendo un escrito pintura, archivado por los indios del pueblo de
Arantza, Michoacán. Recibo, gracias y que pase el documento a poder del Sr.
Mena para su estudio" (SMGE-AH, A37 Vol.32, Actas Años 1912-1966, Acta
Núm.46, 19 de Diciembre de 1912).
En 1920 García Abarca remitió otro documento a la SMGE:
"El señor Don Pablo G. Abarca socio correspondiente en el estado de Michoa­
cán envía una página de un códice tarasco con su interpretación. Que se le dan
las gracias y pase al socio señor Arreola para su estudio" (SMGE-AH, A37
Vol.36, Actas Años 1918-1920, Acta Núm.19, 10 de Junio de 1920).
Mientras que sí se llegó a publicar el trabajo (una breve descripción sin
ilustraciones) sobre el "Códice de Aranza" (véase Mena 1913), no hay información
sobre el estudio del otro documento por Arreóla.92 Aunque el Lienzo de Jucutácato
todavía se encuentra en la SMGE, desafortunadamente se ha perdido el otro
documento michoacano.93
Además, García Abarca es el primero en describir algunos detalles de un lienzo
que vió en el pueblo de Nahuatzen (Sierra P’urhépecha).94 Incluyó la descripción
e interpretación de un detalle del documento en sus estudios de 1881-1882 (Tomo I)
y 1886 (véase los apéndices III y IV) y las mandó a Mariano Jiménez (1831-1892),
gobernador de Michoacán:
"Morelia Febro 12 de 1886. Estimado amigo. Sr. Dr. Pablo G. Abarca.
Refiriéndome á su atenta de 1 del corriente, manifiesto á usted, que recibí con
gusto la interpretación que usted hace de la escritura simbólica contenida en el
lienzo que recibí del Señor Prefecto. Estos antiguos objetos los estamos
dedicando á la formación de un Museo, y mucho gana teniendo explicaciones
exactas de ellos dadas por personas ilustradas como usted. Dándole las gracias
por su fina atención, tengo la oportunidad de suscribirme suyo afectísimo S.S.
Mariano Jimenez" (carta de Jiménez para García Abarca, García Abarca 1886,
f.4).

92 Aunque posiblemente sí se hizo la investigación, nunca fueron publicados los resultados.


93 Se debe tomar en cuenta que no se sabe si "la página de un códice tarasco", recibida por la SMGE
en 1920, era un original o una copia hecha por Pablo García Abarca.
94 "En Nahuatzen pueblo de la sierra de Michoacan copie de otro lienzo (...)" (García Abarca 1886,
f.3).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 57

Llama la atención que García Abarca ya supo de la existencia del lienzo años antes
de la donación del documento - por Don Abraham Molina (habitante de Nahuatzen
y representante de sus parcioneros)95 - al prefecto de Uruapan quien lo mandó
directamente al gobernador.96
Como muchos otros hombres de su tiempo, García Abarca no solamente tenía
interés en la medicina y la historia, sino también en la geografía, geología, flora y
fauna. Esto se nota sobre todo en sus estudios inéditos de 1876 y 1913 que parecen
ser una mezcla de datos de todos las áreas que le interesaban.97 La misma
diversidad encontramos en las investigaciones publicadas por su hermano mayor
Crescencio García (1817-1894), médico quien ejerció en Cotija y Jiquilpan
(Michoacán).98
Pablo García Abarca parece haber tenido contactos con otros historiadores
michoacanos. Al dr. Nicolás León por ejemplo mandó su manuscrito "Biografía de
Fray Juan de San Miguel" (escrito en 1886). Además llegó a ser corresponsal del
Museo Michoacano en 1886 (AHPE, Ramo Gobernación, Subramo Universidad
Michoacana, Caja 1, Exp.20, f.42).99 También era gran amigo del general Pascual
Ortíz Rubio desde que este llegó a ser gobernador de Michoacán. El gobernador -
muy interesado en la historia de su estado - había planeado la publicación de los esc­

95 El 18 de septiembre de 1882 Don Abraham Molina fue nombrado como representante (junto con
otras personas) de los parcioneros de Nahuatzen. Los apoderados "(...) se presenten ante todos y
cualesquiera juzgados y tribunales de los Estados y de la Federación y en ellos y cada uno pongan
demandas, contesten las que les pusiesen, presenten escritos y otros documentos, hagan pedimentos,
requerimientos, embargos y demas diligencias conducentes y promuevan el juicio de amparo de garandas
en el caso conveniente" (AGNM, Colección de Copias de Escritura Pública - Uruapan 1889, Exp.6,
f. 140r; véase también íbid. 1882, Exp.28) y por lo tanto tenían acceso a toda la documentación histórica
de Nahuatzen.
% Dice García Abarca: "La interpretación de este lienzo que D. Abraham Molina dio al prefecto de
Uruapan, quien lo remitió al gobernador de Michoacan, la di, hé aquí el comprobante" (ibíd.). En la
Gaceta Oficial de Michoacán (febrero 14 de 1886) leemos: "Lienzo simbólico. Por el último correo ha
recibido de Uruapan el Señor Gobernador, un lienzo simbólico de los antiguos tarascos, cuya interpre­
tación y descripción publicaremos muy pronto" (Gaceta Oficial del Gobierno del Estado Libre y Soberano
de Michoacán, Num.43, Tomo I, Febrero 14 de 1886, p.2).
97 García Abarca también escribió "El plátano, el café y la caña en el Estado de Michoacán"
(publicado en 1874), "Historia y cultivo del café" (publicado en 1878) y un estudio sobre "las enfer­
medades más notables en el sur de Michoacán" (1880, obra inédita)(estas tres obras son mencionadas por
Sánchez Díaz y Mijangos Díaz 1996:148). Además dirigió el periódico "El Mendigo" en 1892 (Ochoa
Serrano y Sánchez 1995:43).
w En 1873 por ejemplo publicó sus "Noticias históricas, geográficas y estadísticas del distrito de
Xiquilpan, perteneciente al estado de Michoacán". Para una bibliografía extensa de Crescencio García
véase Sánchez Díaz y Mijangos Díaz (1996) y Ochoa (1996). Para el significado de García para el estudio
de la medicina popular véase también Ochoa (1980). En los años ’70 del siglo XIX Crescencio ya era
miembro de la SMGE.
99 En 1895 tanto Nicolás León como Pablo García Abarca recibieron una invitación para participar
en el congreso de Americanistas (AHPE, Ramo Salud, Años 1872-1970, Caja 1, Exp.6).
58 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

ritos de García Abarca pero por la muerte del doctor uruapense en 1920 nunca se
llegó a realizar (Martínez García 1987:106).100
Dr. Eduard Seler (1849-1922)101
El alemán Eduard Seler, acompañado por su esposa Caecilia Seler Sachs, visitó
México por primera vez entre septiembre 1887 y mayo 1888. Aunque estaba
planeado, por falta de tiempo no lograron ir a Michoacán. La pareja sí llegó a
conocer la extensa colección privada de "Michoacana" de Francisco Planearte y
Navarrete, lo que aumentó considerablemente su deseo de visitar el occidente de
México (Seler Sachs 1900:2).102 Una breve visita al Lago de Pátzcuaro finalmente
se llevó a cabo 7 años después, del 27 de octubre hasta el 3 de noviembre de
1895.103 Visitaron las yácatas en la zona arqueológica de Tzintzuntzan y tomaron
algunas fotografías (dos de ellas publicadas en Seler Sachs 1900, al lado de la p. 12).
Ya que hubiera costado algunos dias de trabajo para quitar la vegetación en la zona
y así obtener una visión más clara de las ruinas prehispánicas, no tomaron fotos de
la zona completa (ibíd. p.13). Enseguida se trasladaron a Ihuatzio (Coyoacan) para

100 Ortiz Rubio (1877-1963) fue gobernador entre 1917 y 1920. En 1924 fue nombrado ministro de
México en Alemania y entre 1930 y 1932 fue presidente de México ("Enciclopedia de México”, 1975,
Tomo X, p.38, Ochoa Serrano y Sánchez 1995:325-326, Mijangos Díaz 1997). Según Nicolás León
(1888, véase 1990a: 176-177) la familia Ortiz descendía del cazonci p’urhépecha de Ihuatzio (véase
también Lopez Sarrelangue 1965:191-192). Cuando Ortiz Rubio permaneció en Alemania llegó a conocer
al Americanista Dr. Walter Lehmann y le mostró una genealogía de su familia indicando que era
descendiente de caciques prehispánicos. Lehmann lo apuntó en la primera hoja de su ejemplar del libro
"Historia de Michoacán" escrito por Ortiz Rubio en 1920: "Posteriormente representante mexicano en
Berlín y después presidente de la República Mexicana; descendiente de reyes tarascos como una vez me
ha explicado en Berlín a través de una genealogía de su familia. Dr. W. Lehmann" (texto original en
alemán; "Spáter Mexikanischer Gesandter in Berlin, dann Prásident der Republik Mexico; Nachkomme
Taraskische Kónige, wie er mir selbst einmal in Berlin an Hand eines Familienstammbaumes
auseinandersetzte. Dr. W. Lehmann", IAIPK-NL, Y392).
101 Para información más detallada sobre su vida y publicaciones véase Anders (1967).
I, 12 Posteriormente la familia Seler llegó a conocer más manifestaciones culturales indígenas (tanto
prehispánicas como de la época virreinal) de Michoacán a través de visitas a varias colecciones museales
y la Exposición Histórico-Americana de 1892 en Madrid (Seler Sachs 1900:10).
II, 3 En 1894 en el Congreso de Americanistas en Estocolmo, Suecia, se decidió celebrar otra reunión
extraordinaria en México en 1895. Seler aprovechó de la ocasión para viajar a México (su segundo viaje
a este país) y tomó un año de vacaciones, aprobado por el ministro de cultura. Seler fue nombrado
representante del gobierno alemán para el congreso en México. El duque de Loubat de París le dió dinero
para coleccionar objetos arqueológicos, la mitad para el American Museum of Natural History en Nueva
York, Estados Unidos, la otra mitad para el Kóniglichen Museum für Vólkerkunde en Berlin, Alemania
(Seler 1897:1). El segundo viaje a México fue hecho de septiembre de 1895 hasta octubre de 1897
(Gesammelte Abhandlungen, Volúmen 2:215-246, Seler Sachs 1900).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 59

ver y fotografear las ruinas prehispánicas que se encontraban en mejores condiciones


que las de Tzintzuntzan (ibid. 14).104
En 1905 Seler escribió su artículo extenso llamado "Los habitantes antiguos de
Michoacán" (título original en alemán: "Die Alten Bewohner der Landschaft
Michuacan", publicado en 1908) en que básicamente analiza dos fuentes etno-
históricas importantes sobre la cultura indígena de Michoacán; la Relación de Micho­
acán y el Lienzo de Jucutácato. Aunque Seler no usa tantas fuentes como su
contemporáneo Nicolás León (1859-1929), si logra dar una buena interpretación del
Michoacán prehispánico a través de un análisis estructurado y profundo de los
mencionados documentos.105 Desafortunadamente su obra ha sido y sigue siendo
ignorada por muchos historiadores.
Durante su segundo viaje a México, Seler logró obtener una gran cantidad de
objetos arqueológicos y algunos documentos pictográficos. Para la colección del
Museo de Etnología en Berlín obsequió una copia (sobre tela) del Lienzo de Jucutá­
cato y varias piezas de cerámica de Tzintzuntzan y Pátzcuaro (Actas del KMV,
934/97).106 Además encontró el escudo de armas de Pátzcuaro (Lehmann, en
IAIPK-NL, Vol. Y424, f.20), una versión antigua del "mapa del Lago de Pátzcuaro"
y otras pinturas relacionadas con las ilustraciones de la Crónica de Michoacán de
Beaumont (Seler 1908).107 Todos los documentos michoacanos juntados por Seler
se han extraviado.108

104 Caecilia Seler se dió cuenta que cada vez más objetos arqueológicos fueron vendidos por los
lugareños a gente de afuera, en parte debido al hecho de que el lago de Pátzcuaro era fácilmente accesible
por el ferrocaril (Seler Sachs 1900:10).
105 Hay que tomar en cuenta que el interés principal de Seler era el centro y sur de México, como se
puede derivar de sus numerosas publicaciones. En el capítulo III se verá que el amplio conocimiento de
las fuentes centro y surmexicanas le ayudó mucho en su estudio del Lienzo de Jucutácato.
106 Todos los documentos destinados para el museo en Berlín fueron registrados por Seler en las actas
(AKMV, 934/97).
11,7 Aunque Seler mismo (ibíd.) no especifica donde obtuvo estos documentos, Lehmann (IAIPK-NL,
Vol. Y424, f.20) dice que le fueron vendidos en Oaxaca. Puede haberlos comprado de Martínez Gracida
quien también le vendió una copia del Lienzo de Ixcatlan y el original del Lienzo de Coixtlahuaca 2 (o
Lienzo Seler II)(IAIPK-NL, Vol. Y442, además véase Doesburg 1996:20) en 1897. Tampoco podemos
excluir la posibilidad que fueron vendidos por Nicolás León quien en aquel momento residía en la ciudad
de México. Sabemos que anteriormente León le vendió objetos arqueológicos los cuales ahora se
encuentran en la colección del KMV en Berlín (artefactos del Occidente de México, números IV Ca 7900­
7958, véase también AKMV, 420/89). Probablemente Seler compró estos documentos pictográficos -
contrariamente al Lienzo de Jucutácato - para su colección privada en Steglitz, Berlín (ya que no son
mencionados en AKMV, 934/97).
I(W Probablemente estaban en la casa de Seler en Steglitz (Berlín) cuando esta fue destruida por una
bomba durante la segunda guerra mundial.
60 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

Dr. Nicolás León (1859-1929)


Hijo de Sixto León y Teresa Calderón nació en Quiroga (el antiguo Cocupao),
Michoacán. Después de haber estudiado en su pueblo natal y Pátzcuaro, se trasladó
a Morelia donde en 1883 se recibió de médico cirujano. Un año después se casó con
la moreliana Carolina Oviedo (tuvieron varios hijos).
El gran interés de León en las culturas indígenas y la historia natural de su país
debe haber surgido ya en su juventud. El michoacano se desarrolló como especialista
en un gran número de disciplinas científicas, como por ejemplo medicina,
antropología, arqueología, etnología y etnohistoria (como consta de su impresionante
bibliografía, León 1925). Fue uno de los fundadores del Museo Michoacano y llegó
a ser - nombrado por su amigo y protector Mariano Jiménez (gobernador de
Michoacán entre 1885 y 1891)109 - su primer director en febrero de 1886. Ocupó
el puesto hasta agosto de 1892 cuando le fue cesado por el nuevo gobernador Aristeo
Mercado. Durante su estancia en el museo logró reunir una colección importante,
entre otros objetos consistiendo de artefactos arqueológicos y documentos pictográf­
icos (véase abajo "Museo Regional Michoacano"). En cuanto al estudio de lienzos
y códices michoacanos realizados por León se deben mencionar sobre todo su
publicación del Códice Planearte (1888) y sus estudios extensos de la Relación de
Michoacán y del Lienzo de Jucutácato (1889, 1903-04 [1979]). Además publicó
comentarios breves sobre otros documentos pictográficos como el Códice Cuara, el
Lienzo de Nahuatzen, el Lienzo de Sevina y algunas ilustraciones de la Crónica de
Michoacán de Beaumont (1903-04 [1979], 1906a).
León no solamente ha sido muy importante para el estudio de los documentos
pictográficos michoacanos, sino también ha tenido un papel significativo en el
descubrimiento de códices y lienzos del estado de Oaxaca. Su interés en las
antigüedades oaxaqueñas lo compartió con Mariano Jiménez. Jiménez nació en
Oaxaca y había sido su gobernador para posteriormente aceptar el mismo cargo en
Michoacán (a partir de 1885). En 1886 ambos publicaron el "Arte del Idioma
Zapoteco" escrito por Fray Juan de Cordova (1578, reimpresión publicada en
1987).110 Por los muchos problemas que León tuvo que enfrentar en Michoacán
(enfermedades en su familia, problemas económicos y políticos), en 1889 ya estaba
pensando de salir del estado y trasladarse a Oaxaca (Carta de León a Icazbalceta del

109 Para información sobre la gubematura de Jiménez véase por ejemplo Oikión Solano (1991).
110 Para la publicación León dispuso de la ayuda del historiador oaxaqueño Manuel Martínez Gracida
(1847-1923), su "(...) infatigable y buen amigo (...)" (Cordova, edición facsimilar de 1987:XVIII). En
la colección Nicolás León (LAL, Universidad de Tulane) encontramos una libreta de Martínez Gracida
con apuntes sobre los descendientes del cacique Cocijueza (LAL-TU, Nicolás León Collection, Box 2,
Folder 2, "notebook brown i f 15", ff. s/n.). Para información sobre Martínez Gracida y su importancia
para los estudios de la pictografía indígena de Oaxaca, véase Doesburg (1996:14-17).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 61

14 de marzo de 1889, en Bernal 1982:210).111 No lo hizo ya que su "generoso


protector" - Mariano Jiménez - había sido reelecto como gobernador, lo que le
garantizó otro período de trabajo como director del museo en Morelia (Carta de
León a Icazbalceta del 16 de mayo de 1889, ibíd.215).112 Al mismo tiempo ambos
planearon un viaje (de tres meses) a Oaxaca (ibíd.). Partieron a fines de junio y
probablemente se quedaron hasta el mes de septiembre.113 Durante su viaje León
descubrió por lo menos un documento pictográfico, "(...) un precioso Códice
jeroglífico en piel de venado (...)" (Carta de León a Icazbalceta del 9 de sepiembre
de 1889, ibíd.219). Según Doesburg (1996:119) podría tratarse del Códice Porfirio
Díaz (documento cuicateco).114
El 22 de noviembre de 1891, León recibió una licencia para ausentarse del
Museo Michoacano durante dos meses (AHPE, Ramo Gobernación, Subramo
Universidad Michoacana, Caja 2, Exp.47) con el fin de arreglar el museo en la
ciudad de Oaxaca (Carta de León a Icazbalceta del 11 de febrero de 1892, Bernal
1982:263).115 Cuando después de haber regresado a Morelia perdió su cargo de
director del museo y miembro del congreso (y por lo tanto toda fuente de ingresos),
a fines de 1892 (noviembre) decidió regresar a Oaxaca. Allá continuó sus trabajos
históricos - también en el museo oaxaqueño - y en diciembre del mismo año dijo
haber encontrado "(...) un complemento del Códice Porfirio Díaz (...)" y estar
tratando de comprarlo para "(...) sacarle buenas pesetas" (Carta de León a
Icazbalceta del 9 de diciembre de 1892, ibíd.297). Posiblemente León vió el Códice
Fernández-Leal, documento cuicateco relacionado con el Códice Porfirio Díaz
(Doesburg 1996:120).116
Entre 1890 y 1892, León mandó copiar dos lienzos de la región de
Coixtlahuaca; el llamado Lienzo Coixtlahuaca I (Códice Ixtlan o Lienzo B) y el
Lienzo A (Lienzo Meixuero). Ambas copias de León fueron obsequiadas por Paul

111 Véase también las otras cartas que forman la correspondencia entre Icazbalceta y León (Bemal
1982) ya que ilustran claramente la situación difícil en que vivía Nicolás León.
112 La vida académica de León en Michoacán dependía casi totalmente del éxito y bienestar político
de Jiménez.
113 La última carta de León escrita en Oaxaca data del 9 de septiembre (Bemal 1982:218). No se sabe
si Mariano Jiménez también permaneció todo el tiempo en su estado natal.
114 Ya que León quiso publicarlo en Michoacán (Carta de León a Icazbalceta del 9 de septiembre de
1889, Bemal 1982:219) es posible que mandó hacer una copia para llevarlo a Morelia. ¿Sería esta la
copia del Porfirio Díaz que aún en 1920 se encontraba en el Museo Regional Michoacano (véase abajo)?
115 La comisión de trabajar en el museo le fue dado por el gobierno del estado. Gregorio Chávez
(gobernador de Oaxaca) arregló la prolongación de la estancia de León en Oaxaca con la ayuda del
presidente Porfirio Díaz (este lo arregló con Aristeo Mercado, gobernador de Michoacán)(UIA-CPD,
Cartas t i 003504, Carta de Gregorio Chávez para Porfirio Díaz, 5 de marzo de 1892, documento
proporcionado por nuestro colega Bas van Doesburg, Universidad de Leiden).
Ilf’ Véase Doesburg (1996) para un estudio detallado del Porfirio Díaz y Fernández-Leal, dos códices
cuicatecos.
62 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

Wilkinson, librero en la ciudad de México quien en 1912 las vendió a William


Gates. Actualmente se encuentran en la Biblioteca Latinoamericana de la Universidad
de Tulane (LAL-TU, Barton Robertson 1991, números 11 y 12 en el catálogo).117
Alrededor de 1903-1904 León encontró otro documento pictográfico:
"(•••) un documento que há poco ha llegado á mis manos (...) es una
genealogía de la casa real de la tribu popoloca, que partiendo de Tecamachalco
y dirigiéndose al Sur hasta Río Hondo, recorría como unas 40 leguas. Los
nombres de los Reyes popolocas son de lengua náhuatl" (León 1979:149, nota
18).
Posiblemente se refiere al Mapa de Ecatepec y Huitziltepec que actualmente se
encuentra en la colección de Guy Ladriére, Paris, Francia (Glass y Robertson 1975:­
127, Doesburg 1996:30, Swanton Ms.).118
En su publicación de 1905 dice, referiéndose a otro manuscrito:
"Noticias consignadas por el distinguido arqueólogo, el señor Del Paso y
Troncoso, me hicieron buscar afanosamente un códice jeroglífico procedente de
tierra chuchona, y tuve la satisfacción de encontrarlo. Se notan en él, desde
luego, signos, formas y estilo que lo separan netamente de los pictógrafos
genuinamente nahuas, y con sobrada razón de los inconfundibles de los mayas.
No tienen semejanzas con las pinturas zapotecas, aunque sí identidad casi
completa con los códices mixtecas. Siento sobremanera que el tiempo me falte
para exponer mis ideas tocante a ese punto tan importante; más como en mi
estudio de los popolocas será materia que explaye extensamente, a esa obra me
remito. No extrañe ver su texto explicativo en lengua mexicana; el pintor era
chuchón o popoloca y el intérprete mexica; de hechos de esta especie está llena
de nuestra historia" (1905, véase 1991:45-46).
Podría tratarse del Códice Sierra (Códice de Santa Catarina Texupan), documento
publicado por León en 1906 (y republicado en 1933, después de su muerte).119 Dos

117 Para una reconstrucción muy detallada de la historia de estos documentos véase el estudio
profundo de Parmenter (1970).
118 El folder "Códice Popoluca" de la antigua colección de León (actualmente LAL-TU, Gates
collection, Box 9, Folder 87, Cat. # 560) solamente contiene dibujos colorados de petroglifos.
119 El contenido del Códice Sierra concuerda con la descripción (aunque muy breve) de León. Las
"noticias consignadas por el distinguido arqueólogo, el señor Del Paso y Troncoso" (mencionadas por
León) podrían referirse a la descripción del Códice Sierra publicada por Paso y Troncoco (1893, Volúmen
11:346-358). El códice actualmente se encuentra en la Academia de Bellas Artes, Puebla (Glass y
Robertson 1975:197).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 63

años antes, en 1904, ya había publicado su obra "Códice Mariano Jiménez".120 Su


estudio del Códice de Yanhuitlan (Oaxaca) queda inédito (León 1925:27).121
Nicolás León recibió mucho apoyo de su hermano Francisco León Calderón.
Este fue nombrado corresponsal del Museo Michoacano en 1886 (AHPE, Ramo
Gobernación, Subramo Universidad Michoacana, Caja 1, Exp.20, f.39v) y en una
lista del personal del mismo instituto en 1889 aparece como taxidermista ("Anales
del Museo Michoacano", 1889, véase facsímile 1991). Muy probablemente se
trasladó a Oaxaca a fines de 1892, junto con Nicolás y otros miembros de la
familia.122 Era fotógrafo, encargado del museo oaxaqueño y además se dedicaba
a la venta de antigüedades (libros, documentos, objetos arqueológicos). A mediados
de 1926, por ejemplo, Francisco fue a visitar su hermano en la ciudad de México.
Trajo consigo algunos documentos antiguos que había obtenido en Oaxaca y los
mostró a Gómez de Orozco con la intención de venderlos. Llama la atención un
pedazo de códice que Francisco dijo haber encontrado en Cuicatlan (entre 1920 y
1926). Gómez de Orozco mostró su interés y compró el fragmento (pagó con libros
antiguos).123 Francisco León supo de la existencia de muchos documentos picto­
gráficos en Oaxaca:
"No es raro que los indios tengan códices, pero lo muy difícil es que los
enseñen. Códice hay en Pinotepa, en Achiutla, en Tlajiaco, pero nunca los he
visto; sólo conozco el de Coixtlahuaca que estaba en el Ayuntamiento y ahora
lo guarda un vecino del lugar, es grande y de interés. Como los indios tienen
la creencia que esos documentos son títulos de tierras y en ellos se apoyan para

1211 El documento recibió el nombre del gran amigo de León. Ahora el documento original es parte
de la colección de la Hispanic Society of America, Nueva York (Glass y Robertson 1975:158-159).
121 "Códice de Yangüitlán, existente en la ciudad de Puebla. Su descripción y explicación". Una parte
del códice original se encuentra en la Academia de Bellas Artes (Puebla) y otra en el AGN (Glass y
Robertson 1975:242). En la última decada del siglo pasado o la primera del siglo presente, León hizo 20
copias de una ponencia titulada "Datos Referentes a una especie nueva de escritura geroglífica en México"
(no publicada, LAL-TU, RBC § 972 (419) L579d). En esta aparece una lista de "manuscritos mixtéeos"
conocidos por el investigador michoacano: "En geroglifico mixteco poseemos la mas rica colección de
códices americanos hasta hoy conocida; su número y denominación es como sigue: (1) Códice de Viena,
(2) Códice Selden, (3) Códice Bodleyano, (4) Códice Sanchez Solis, (5) Códice Colombino o Dorenberg,
(6) Códice Porfirio Díaz, (7) Códice Dehesa, (8) Códice Saussurre, (9) Códice Fernandez Leal, (10)
Códice o Lienzo de Zacatepec, (11) Códice o Lienzo de Amoltepec, (12) Códice Nuttal, todos ellos
publicados. Existen inéditos otros mas en establecimientos públicos: (13) Códice de Santa Catarina
Texupan, (14) Códice de Yancuitlan, o en poder de particulares (5 códices posee el Sr. Lie. F. Belmar
de Oaxaca)". Llega León a la conclusión que en Oaxaca hubo escritura jeroglífica con claras influencias
náhuas (en cuanto a los signos) y mayas (en cuanto a los elementos y forma).
122 Cuando Icazbalceta visitó Oaxaca a principios de 1893, Francisco León ya estaba en la ciudad
(Carta de Icazbalceta a León, 19 de febrero de 1893, Bemal 1982:299, ibíd.301, 304, 309, 311).
123 Se trata del llamado Fragmento Gómez de Orozco o Fragmento Dorenberg (no localizado)(véase
Doesburg 1996:30). Nicolás León hizo un estudio (desconocido) del documento ("Códice Orozco. Nota
bibliográfica y crítica", obra inédita mencionada en León 1925:27). Del original no se conoce el paradero.
64 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

defender sus derechos según creen, los guardan con todo cuidado y por su
natural desconfianza ni hablan de ellos, los niegan cuando se les pregunta, y
sólo que tengan confianza o estén borrachos llegan a mostrarlos. Tal vez
conviviendo en esos lugares, se podría obtener verlos y fotografiarlos por lo
menos" (León, véase Caso 1954:8).124
Mientras que Francisco León se quedó en Oaxaca, en 1894 su hermano Nicolás se
mudó a la ciudad de México para trabajar en el Museo Nacional a partir de 1900
(ingresó el 5 de septiembre) donde ocupó varios puestos.125 El investigador
michoacano murió en Oaxaca - durante uno de sus viajes - el 24 de enero de 1929
(Arriaga 1959:38).126
Durante su estancia en Michoacán, Nicolás León logró juntar una colección
impresionante de libros y documentos antiguos, pero debido a los problemas que
sufrió hacia 1891-1892 tuvo que venderla (para cubrir sus muchos gastos).127
Aunque León ya planeó la venta en junio de 1891, pudo suspenderla hasta 1896­
1897.128 Entre los documentos vendidos destacan varias obras rarísimas escritas en
lengua p’urhépecha y otras lenguas indígenas (diccionarios, gramáticas,
devocionarios, etcetera). La segunda gran venta de documentos y libros
pertenecientes a León fue hecha después de su muerte en 1929 ("Biblioteca
Mexicana", 1930).129 Además de las dos grandes ventas se sabe que, como
también Icazbalceta y otros científicos de su tiempo, León se dedicaba a la venta de

124 No sabemos a que documento de Coixtlahuaca se refiere Don Francisco. Podría tratarse del
Lienzo de Coixtlahuaca I (tomando en cuenta que el original - actualmente en la BNAH en México - se
quedó en el pueblo hasta mediados del presente siglo y además sabiendo que su hermano Nicolás León
tenía una copia del documento, ahora en la LAL, Tulane, E.U.). Sin embargo, también podría tratarse del
original del llamado Lienzo A o Lienzo Meixuero (copia también perteneciente a Nicolás León, ahora en
LAL, Tulane) u otro documento todavía desconocido. Como hemos visto, el original del Lienzo de
Coixtlahuaca II ya estaba vendido a Eduard Seler en 1897.
125 En 1922 por ejemplo León fue comisionado por la Secretaría de Instrucción Pública de llevar a
cabo una selección de 1500 libros que la BNAH había recibido, procedentes de la biblioteca del seminario
de Morelia, Michoacán (Mercader Martínez 1988:722).
126 En el presente estudio solamente se ha tratado de mostrar el papel importante que León tuvo para
la formación de colecciones de documentos pictográficos y para el estudio de este corpus. Para datos
generales sobre su vida y publicaciones véase por ejemplo Arriaga (1959) y Beltran (1962).
127 Tuvo, por ejemplo, contactos con libreros en México, E.U. y Europa. Además obtuvo libros de
diversas colecciones privadas y bibliotecas de monasterios e iglesias (como consta de su correspondencia
con Icazbalceta, véase Bemal 1982).
12K Véase por ejemplo la correspondencia entre León e Icazbalceta del 7 de junio de 1891 (Bemal
1982:259), 28 de abril de 1892 (p.267), 9 de mayo de 1892 (p.270), 13 de mayo de 1892 (p.271), 21 de
octubre de 1892 (p.293) y 19 de febrero de 1893 (p.300). Los catálogos de la venta de la biblioteca León
fueron publicados en 1896 y 1897. Gran parte de la biblioteca fue comprada por la Biblioteca John Carter
Brown, E.U. (Providence, Rhode Island).
129 Esta segunda biblioteca de León (con apuntes no publicados) forma la Colección Nicolás León de
la Biblioteca Latino Americana de la Universidad de Tulane (E.U.)(LAL-TU).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 65

libros y documentos sueltos.130 Como ejemplo de una obra importante en la


colección León se podría mencionar un diccionario (p’urhépecha-español y español-
p’urhépecha) del siglo XVI, descubierto y publicado como "Diccionario Grande de
la Lengua de Michoacán" en 1991 por Benedict Warren. León logró obtener dos
ejemplares del manuscrito. El primero, incompleto, fue vendido a la Biblioteca John
Carter Brown (en la venta de 1896-1897). El segundo, completo, fue encontrado por
León entre libros que habían pertenecido al Lie. D. Eufemio Mendoza (en
Guadalajara, 1913). Un sello de la SMGE indica que antes pertenecía a la dicha
sociedad en la ciudad de México.131 El "Diccionario Grande" es una de las fuentes
más importantes sobre la lengua p’urhépecha.
Como se ha indicado, a fines del siglo XIX varios institutos mexicanos
formaron sus colecciones de antigüedades michoacanas por medio de compras y
donaciones; el Museo Regional Michoacano, la Sociedad Mexicana de Geografía y
Estadística y el Museo Nacional de Antropología son los más importantes
repositorios de los documentos pictográficos del Michoacán indígena.
Museo Regional Michoacano
Ya hubo planes para la formación de un "museo michoacano" en 1828, apenas 7
años después de haberse logrado la independencia y tres años después de la
instalación del Museo Nacional en la ciudad de México. El gobierno del estado de
Michoacán quiso estimular la investigación y el rescate de la gran historia prehis­
pánica de Michoacán (Martínez Peñaloza 1995:273).132 No se llegaron a realizar
los planes y a pesar de otro intento a mediados del siglo por parte de Melchor
Ocampo (gobernador de Michoacán) hay que esperar hasta los años ’80 del siglo
pasado para la erección del museo michoacano. En 1886 (2 de febrero) el
gobernador de Michoacán, el oaxaqueño Mariano Jiménez, nombró a Nicolás León
como el primer director del museo michoacano que era un museo de arqueología

130 Hasta ahora carecemos de un estudio profundo de la colección de libros y documentos de León.
131 León observa que Mendoza lo recibió en donación de la SMGE ya que según él, en los archivos
de la SMGE no aparece un recibo alguno que lo acredite como prestado (Warren, Diccionario Grande
1991 Tomo I:XII-XIII). Warren concluye que estas observaciones de León eran para satisfacer su
conciencia antes de vender el manuscrito, lo que nos parece correcto. León lo vendió a William Gates,
en 1924 fue comprado (junto con lo demás de la colección Gates) por Tulane University (ibíd.). El
científico michoacano era miembro corresponsal de la SMGE desde 1885 ("Discurso leído por un socio
[León] en la Sociedad Méxicana de Geografía y Estadística", año 1895, Folders en el Fondo Reservado
de la SMGE, Caja 28, Exp.15). En el mismo año León mandó a la SMGE - para la biblioteca - un
"Introductorium astronomicum..." publicado en Paris (año 1517) que antes había pertenecido al convento
de los Carmelitas Descalzos de Valladolid (Morelia), como consta de glosas en esta obra que todavía se
conserva en el fondo reservado de la mencionada sociedad. Asimismo la SMGE posee otra obra, un
"Examen Theologicum..." del año de 1665, igualmente regalada por León (Fondo Reservado).
132 Es interesante observar que en el mismo período se quiso publicar la obra Crónica de Michoacán
de Fray Pablo Beaumont, plan que fracasó (ibíd. y p.316, nota 3).
66 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

e historia natural. Jiménez ya había estado involucrado en la fundación de un museo


similar en la ciudad de Oaxaca (donde anteriormente era gobemador)(León 1900:7).
Con la ayuda de un gran número de corresponsales en muchas poblaciones
León quiso obtener una buena colección para el museo. En la lista encontramos, -
entre otros, Francisco León (hermano de León, de Quiroga), Abraham Molina
(Nahuatzen), Francisco Planearte y Navarrete (Zamora), el prefecto Leocadio
Pulido133, el Dr. Pablo García Abarca (Uruapan) y el Dr. Crescencio García
(Cotija)(AHPE, Ramo Gobernación, Subramo Universidad Michoacana, Caja 1,
Exp.20, ff.39-45, 1886).134
En marzo de 1886 el gobernador entregó al museo una pequeña colección de
objetos que este había recibido de Leocadio Pulido, el señor prefecto de Uruapan
quien, como vimos, aparece en la lista de corresponsales del museo. Entre los
objetos se encuentran "dos lienzos que se contraen á algún episodio de los antiguos
indios" (ACM, Memorias del Gobierno 1886, Anexo Número 25, 10 de marzo de
1886;135 también AHPE, Ramo Gobernación, Subramo Universidad Michoacana,
Caja 1, Exp.20, f.52, 1886). Como vimos uno de los lienzos había pertenecido al
pueblo de Nahuatzen y primeramente había sido enviado al prefecto de Uruapan por
Abraham Molina (habitante de Nahuatzen y también corresponsal del museo) para
ser trasladado a Morelia, antes del 12 de febrero.136 El segundo lienzo entregado
por el prefecto al gobernador (en marzo) probablemente fue el de Aranza, población

133 Leocadio Pulido fue nombrado prefecto de Uruapan en 1880 (AHPE, Toma de Razón de Títulos
y Despachos 1876-1888, f.73). En 1887 ya era prefecto de Tacambaro (ibíd. f.176). En el "Repertorio
Michoacano 1889-1926" lo encontramos como comerciante y prefecto de Tacambaro entre 1889 y 1892
(Ochoa Serrano y Sánchez 1995:305). Posiblemente se trata del mismo Leocadio Pulido quien participó
en la gran batalla de Tacambaro contra los militares belgas del mayor Tydgadt en 1865 (intervención
francesa). Su nieto Alberto Pulido comentó sobre este suceso en 1964 cuando visitó Bruselas, Bélgica
(Duchesne 1967-68, partie 2, p.651, nota 121).
134 Hubo corresponsales (casi siempre incluyendo el cura, prefecto y otras autoridades del lugar) en
poco más de cuarenta poblaciones.
135 Hemos usado tanto las versiones manuscritas de las memorias del gobierno (en el ACM) como las
versiones publicadas (en la BCM).
136 Esto consta de la carta que el gobernador Jiménez mandó a García Abarca (García Abarca 1886,
f.4). En la "Gaceta Oficial del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Michoacán" (Número 43 Tomo
I) del 14 de febrero de 1886 (p.2) leemos lo siguiente: "Lienzo simbólico. Por el último correo ha
recibido de Uruapan el Señor Gobernador, un lienzo simbólico de los antiguos tarascos, cuya
interpretación y descripción publicaremos muy pronto". El hecho de que Pablo García Abarca (también
corresponsal del museo) vió el documento cuando todavía estaba en Nahuatzen, podría indicar que fue él
quien sugirió al señor Molina mandar el documento al prefecto de Uruapan para formar parte de la
colección del nuevo museo en Morelia.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 67

vecina de Nahuatzen, como dijimos este documento ha sido malnombrado Lienzo de


Sevina (véase Roskamp y César Villa, Ms.)-137
En el transcurso de 1886 y 1887 el museo logró expander considerablemente su
colección. Entre las piezas nuevas se encontraban también otros documentos pictog­
ráficos ya que el inventario del museo, llevado a cabo en 1887, indica que hubo 3
lienzos, 1 escudo de nobleza y una "genealogía de los caciques Cuara Yrecha"
(ACM, Memorias del Gobierno 1887, Anexo Número 34).138 Ya en 1884 León
escribió a Joaquín García Icazbalceta que había encontrado la genealogía y otros
documentos importantes en la colección de la familia Cuara, descendientes de
caciques prehispánicos:139
"Los únicos descendientes de Tangaxuan II que son los Cuaras y viven en
Pátzcuaro, me vendieron un devocionario en tarasco, del propio puño y letra de
don Ant. Huitzimengari, y un nombramiento expedido y firmado por el doctor
I. Sixto Berduzco, a uno de sus antecesores; poseen estos mismos, un título de
nobleza, con la genealogía, escrito en tarasco y la cota de malla que al 1er.
Cuara dio Hernán Cortés como premio de sus servicios tengo esperanza de que
me la vendan." (Carta de León para Icazbalceta, 1 de abril de 1884, en Bemal
1982:25-26).
El crecimiento de la colección continuaba en los años siguientes y se logró obtener
entre muchos otros objetos140 - otro lienzo (Memorias del Gobierno 1889, Anexo

137 El Lienzo de Aranza fue mandado al gobernador junto con otros objetos: "Para el Museo.
Procedentes de Uruapan ha recibido el Señor Gobernador Jiménez varios objetos curiosos de los antiguos
tarascos, como un lienzo, que al decir del remitente representa un mapa, pero que en nuestro concepto se
contrae á algún notable episodio histórico, una vasija grande, otra pequeña, varios trastos cuyo uso no se
explica, y un singular escudo de piedra blanca, representando una fisonomía humana. Adjúntase á dicha
colección, una vibora de madera, notablemente trabajada, que aunque no es obra de nuestros antepasados,
llama la atención por estar formada de la raíz íntegra del árbol que entre nosotros se llama madroño"
("Gaceta Oficial del Gobierno del Estado Libre y Soberano de Michoacán", Número 50, Tomo I, Marzo
11 de 1886 p.3).
I3X Además - aparte de los muchos otros objetos arqueológicos y de historia natural - el museo ya
poseía los autos originales de un proceso judicial seguido en Pátzcuaro en el año 1596.
139 En 1888 el viajero Luis A. Escandón vió el documento de la familia Cuara que estaba conservado
en el MRM: "(...) se admira un fragmento de la genealogía Cuaro-Irecha descendientes directos del
último rey de Michoacán. Está levantado en México ante la audiencia en el año de 1601, escrito en
geroglíficos kierológicos en la lengua tarasca y la española con nuestros caractéres" (Escandón 1888:30­
31).
140 No solamente fueron adquiridos objetos de Michoacán. En 1889, por ejemplo, Mariano Jiménez
mandó - desde Oaxaca - 6 bultos de antigüedades oaxaqueñas los cuales fueron transportados a Morelia
por Gustavo Gravenhorst (alemán y residente de Morelia)(AHPE, Ramo Gobernación, Subramo
Universidad Michoacana, Caja 1, Exp.20, f. 156). Mariano Jiménez y Nicolás León se habían ido juntos
a Oaxaca donde León se quedó entre julio y septiembre, en ese tiempo "se adquirieron antigüedades de
no escasa importancia, con las cuales el Departamento de Arqueología se ha aumentado
considerablemente" (León 1890, véase 1992:4).
68 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

Número 31). Los cuatro lienzos en el Museo Michoacano en 1889 pueden ser
identificados como el Lienzo de Nahuatzen, el Lienzo de Aranza, el Lienzo de
Puacuaro (todos originales) y el Lienzo de Jucutácato (copia).141
La muerte de Mariano Jiménez en febrero de 1892, causó grandes problemas
para el museo y (como se ha visto) para su director quien salió de su estado natal
para vivir en Oaxaca. El nuevo gobernador Aristeo Mercado paró el financiamiento
del museo y trasladó la colección - guardada en cajones - al colegio de San Nicolás
de Hidalgo donde permaneció - olvidada y destruyéndose - en una bodega (Arriaga
1959:36). Aunque sobre todo Manuel Martínez Solórzano logró rescatar una parte
del museo (ibíd.), la colección sufrió varias pérdidas. En 1903-04 Nicolás León
observó por ejemplo que los documentos de la familia Cuara que el había adquirido,
ya no estaban en el museo:
"Los restos de los muy interessantes papeles de los Caciques Cuara alcanzó a
salvarlos para el Museo Michoacano, en donde ya no se encuentran. He podido
reproducirlos aquí gracias á la bondad de mi amigo el Señor Obispo de
Cuernavaca, Dr. Planearte, quien me facilitó unas calcas que de ellos mandó
hacer cuando aún se conservaban en el Museo Michoacano" (León 1979:157,
nota 44).142
Además se dió cuenta de la desaparición de la copia (texto e ilustraciones) de la
Relación de Michoacán (basada en la copia Peter Force de la RM en Washington,
E.U.) que había mandado hacer (1979:148/149, nota 14). Observa León que:
"(...) han desaparecido, siguiendo el funesto sino de aquella importantísima
colección [del museo], digna de mejor suerte. Quede la responsabilidad de estos
desastres al gobernante y círculo político que por asuntos personales así lo
acordó y decretó (León 1979:148/149, nota 14).143

141 Podemos identificarlos ya que, como vimos, en 1892 la Junta Colombina mandó hacer copias de
todos los documentos pictográficos originales del Museo Michoacano para exhibirlos en la Exposición
Histórico-Americana de 1892 en Madrid. Rafael Aguilar elaboró las copias (en Morelia) de la Genealogía
de la familia Cuara (códice) y de los lienzos de Nahuatzen, Aranza y Puacuaro. Además de los
documentos del museo, sacó una copia (también en Morelia!) del Mapa de Santa Fé de la Laguna que aún
se encontraba en el dicho pueblo de Santa Fé (Paso y Troncoso 1892:240-255).
142 Por la pérdida del original solamente dispuso de la copia de 1892 (ahora en el MNA). Después
de haber desaparecido de la colección del Museo Michoacano, el manuscrito original fue vendido en una
librería en la ciudad de México, D.F. (el original contiene un anuncio de un librero de esta ciudad: Mexli-
bris). Actualmente se encuentra en la biblioteca de la Universidad de Princeston, E.U., como documento
número 249 de la colección Gates. El norteamericano probablemente lo compró directamente en México.
No hay referencias más concretas acerca de la venta (o las ventas) del original. Faltan las fechas y en la
Universidad de Princeton no existe información sobre la compra por Gates.
143 Las copias de las ilustraciones de la RM aún (o de nuevo) se encuentran en el MRM (las hemos
podido localizar en 1995). La copia del texto sigue perdida.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 69

Los lienzos de Nahuatzen y Aranza también se extraviaron, muy probablemente


entre 1895 y 1920.144 En este año Pascual Ortiz Rubio escribió su libro La Historia
de Michoacán y usó como ilustraciones algunas fotografías de documentos pic­
tográficos conservados en el museo (en aquel momento); el Lienzo de Puácuaro
(original), una copia del Lienzo de Jucutácato (de León) y un "fragmento de una
copia del Códice Mixteco-Napoteca [sic]".145
Poco tiempo después, alrededor de 1922, el museo recibió el Lienzo de
Carapan y muy probablemente también el llamado Códice de Carapan (Romero
Flores 1932:XXXVII, véase también capítulo VI). A fines de los años ’40 los
siguientes documentos pictográficos formaban parte del acervo del Museo Michoa­
cano; el Lienzo de Carapan, el Códice de Carapan, el Lienzo de Puacuaro (todos
originales) y el Lienzo de Jucutácato (copia)(Mateos Higuera 1948).
En el Archivo Histórico del MRM se encuentra la siguiente carta, escrita por
su director Antonio Arriaga al Ing. Enrique A. Cervantes (del México D.F.):
"Estamos trabajando activamente en las reformas del museo y planeamos un
gran salón de lienzos y pinturas de la relación de Michoacán, que considero
será de un extraordinario interés para el conocimiento de la cultura tarasca. En
el fondo exhibiremos debidamente iluminado el lienzo original de Carapan;
luego el lienzo de Puacuaro; una copia del lienzo de Jucutácato, ya que no
estamos en posibilidad de conseguir el original; y una pintura completa
representando la relación de Michoacán. Pero recordará usted que tenemos una
hoja del Códice Cuara, y sería sumamente interesante reproducir la copia que
tiene usted y que según me refirió la adquirió en Europa. Por lo que quiero
pedirle el servicio de que nos proporcione la copia que tiene usted para
completar esta salón, en el concepto de que nos comprometemos a no permitir
se reproduzca por otro investigador, mientras usted no lo autorice. Espero
señor Ingeniero que dada su gentileza y el cariño que tiene usted por el Museo
Michoacano, nos haga este gran servicio, y por nuestra parte estaremos
sumamente agradecidos" (carta de 30 de abril de 1946).
Posiblemente la "hoja del Códice Cuara" mencionada por Arriaga, es el "Códice de
Carapan" (también una hoja, mismo tamaño, también incluyendo información
genealógica de ciertos caciques) ya que, como vimos, los documentos de la familia

144 Los lienzos de Nahuatzen y Aranza llegaron a formar parte de la colección del MNA en México,
D.F. Probablemente la mayor parte de la biblioteca del museo también desapareció en estos años. León
había empezado a formar la biblioteca a partir de mayo de 1886 (Carta de León a Icazbalceta del 19 de
mayo de 1886, en Bemal 1982:90).
145 Al fragmento Ortiz agrega que "en nada se refiere a Michoacán". Según Doesburg (1996:119) se
trata de una copia del Códice Porfirio Díaz (documento cuicateco de Oaxaca). Muy probablemente
Nicolás León obtuvo esta copia entre 1889 y 1892. Otra copia del mismo documento formó parte de la
Exposición Histórico-Americana de Madrid (1892).
70 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

Cuara ya habían desaparecido del museo antes de 1903-04. Por falta de datos no se
sabe si la copia que Enrique Cervantes obtuvo en Europa era efectivamente una
copia del Códice Cuara o de otro documento michoacano. La pintura completa de la
Relación de Michoacán mencionada por Arriaga se refiere a las copias de las
ilustraciones de esa fuente mandadas sacar por Nicolás León (de la copia Peter Force
en Washington, E.U.). Además de estas copias el MRM también posee copias de
algunas ilustraciones de la Crónica de Michoacán de Beaumont (¿también hechas por
León?).
Se podría decir que los documentos pictográficos existentes en el MRM en
1892 han sido usados para formar la colección de documentos indígenas michoacanos
del Museo Nacional en la ciudad de México. Ya se ha dicho que el MNA recibió las
copias de todos los documentos pictográficos (de Michoacán) que formaban parte de
la exposición en Madrid (1892): el Lienzo de Jucutácato, el Mapa de Santa Fé de la
Laguna,146 el Lienzo de Aranza (incluido como Lienzo de Sevina),147 el Lienzo
de Nahuatzen, el Lienzo de Puacuaro y el Códice Cuara.148 Cuatro copias fueron
hechas en el MRM donde se encontraban los originales.149 Después de 1895 (y
muy probablemente antes de 1920) el MNA también recibió los originales de los
lienzos de Aranza y Nahuatzen (antes en el MRM).150 Extrañamente la copia del
Nahuatzen (en 1892 entregada al MNA) está perdida. Aparte de los mencionados
códices y lienzos, el museo nacional adquirió una copia adicional (moderna) del
Lienzo de Aranza (no se ha podido encontrar su fecha de elaboración), una segunda
copia del Lienzo de Jucutácato (mandado hacer por Jiménez Moreno en 1947) y un
manuscrito original (parcialmente pictográfico) conocido como Títulos de
Tocuaro.151
En 1981 José Corona Núñez, entonces director del Museo Michoacano,
encontró un códice desconocido en el archivo del museo. Lo identifica como
documento perteneciente a Chilchota (Sereno Ayala, noticia en el periódico "la Voz
de Michoacán", No. 10097, 1 de marzo de 1981). En 1994 finalmente el MRM

146 Otra "copia" del mapa se encuentra en la colección de la LAL-TU.


147 Otra copia del Aranza es conservada en el Museo del Estado (MEM), Morelia.
148 Mateos Higuera (1948:168) habla sobre otra copia - no localizada - del Códice Cuara, sacada por
orden de Lázaro Cárdenas.
149 La copia del Lienzo de Jucutácato había pertenecido a León, director del MRM. El original del
Mapa de Santa Fé perteneció al pueblo que prestó su documento para la elaboración de una copia para la
exposición de 1892 (posiblemente León tuvo contactos con las autoridades del pueblo).
150 Barlow (CB-UDLA, Mapa 78) y Brand (1952:103) se equivocaron en su información sobre el
Lienzo de Nahuatzen diciendo que se perdió el original y que la copia de 1892 se encontraba en Morelia
(según Brand una segunda copia se encuentra en el MNA).
151 Según una nota guardada junto con el documento, el 16 de febrero de 1958 el propietario del
documento, Gabino Ramos Estrada, mostró el manuscrito al MNA que lo compró cuatro días después, al
precio de 250 pesos.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 71

recibió una copia moderna del Lienzo de Jucutácato hecha por Lorena Román Torres
(restauradora del INAH).152
Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE)
A mediados del siglo pasado (1850) el Instituto de Geografía y Estadística de la
República Mexicana (fundado en 1833) y la Comisión de Estadística Militar se
fusionaron para formar la SMGE. Los miembros (en 1880 ya hubo 580 socios)
podían asistir a las reuniones y exponer sus proyectos (de índole científico) ante los
otros socios y además existía la posibilidad de publicar artículos en el boletín
(publicado desde 1850).153 Entre los socios mexicanos y extranjeros se pueden
mencionar, entre otros, a Eduard Seler, Cecilia Seler Sachs, Abraham Castellanos,
Manuel Martínez Gracida, Faustino Galicia Chimalpopoca, José Femando Ramírez,
Francisco Pimentel, Leopoldo Batres, Manuel Orozco y Berra, Jesús Romero Flores,
Teobert Maler, Nicolás León, Eduardo Ruiz, Eugene Boban, Ramón Mena, Francis­
co del Paso y Troncoso, Mariano Cuevas, Porfirio Díaz, Joaquín Baranda, Mariano
Jiménez, Aristeo Mercado, Joaquín Icazbalceta, Brasseur de Bourbourg, Zelia
Nuttall, Antonio García Cubas y Alfonso Caso.154
La sociedad no solo se dedicaba a la estadística, sino más bien a la ciencia en
general para ampliar el conocimiento sobre el territorio mexicano, en todos sus
aspectos (inluyendo antropología, arqueología, filosofía, geología, geografía,
medicina, etcetera).155 Con la ayuda de sus socios nacionales e internacionales,
logró formar un pequeño museo arqueológico y una colección muy importante de

152 En el presente estudio solamente se ha tratado de reconstruir la colección de documentos pictográ­


ficos del MRM. También sería interesante investigar la historia de otras colecciones (sobre todo la de
arqueología) del museo.
153 También hubo juntas auxiliares como por ejemplo las de Michoacán y Jalisco. La Sociedad
Michoacana de Geografía y Estadística (SMiGE) existió entre 1905 y 1912. Sus socios fueron el
gobernador, políticos, universitarios e otros miembros destacados de la sociedad. Publicaron un boletín
que contiene importantes contribuciones sobre el estado de Michoacán (Martínez Peñaloza 1989:400-404).
Consta de diversos actas de la SMGE que antes del establecimiento de la SMiGE ya hubo juntas auxiliares
en diversas poblaciones michoacanas como por ejemplo Huetamo, Uruapan, Jiquilpan, La Piedad y
Puruandiro (AH-SMGE, AH A37 V o l.ll, Acta 13 de 8 de abril de 1869). En noviembre de 1889 el
gobernador michoacano Mariano Jiménez formó una junta auxiliar del estado de Michoacán (ibíd. Vol.21,
Acta 18 del 7 de noviembre de 1889), uno de sus comisionados fue Nicolás León ("Discurso leído por un
socio [León] en la Sociedad Méxicana de Geografía y Estadística", año 1895, Folders en el Fondo
Reservado de la SMGE, Caja 28, Exp.15).
154 No es una lista completa sino solamente una pequeña selección de la gran cantidad de miembros
destacados de la SMGE.
155 Se debe tomar en cuenta que a finales del siglo pasado y principios del presente siglo, era común
encontrar científicos que no se dedicaban a una sola especialización sino a diversos campos de la ciencia
(véase por ejemplo Nicolás León).
72 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

libros y documentos históricos.156 La SMGE ha tenido un papel sumamente impor­


tante en la formación de la antropología mexicana:
"Desde mediados del siglo pasado, la labor desempeñada por la Sociedad
Mexicana de Geografía y Estadística, su empeño en diversificar las temáticas
de su incumbencia, el impulso a la actividad de investigación de sus socios, el
espacio de debate y discusión que significó, hicieron de ella una de las
instituciones donde los intelectuales expresaron e intercambiaron opiniones
sobre temas antropológicos. Varios años después, esa labor constituyó las bases
sobre las cuales se levantó buena parte de la moderna antropología mexicana"
(Carrasco Vargas 1987:408-409).
En varias ocasiones, sobre todo en la segunda mitad del siglo pasado, la SMGE
recibió libros y manuscritos rarísimos escritos en diversas lenguas indígenas.157
Además de los mencionados materiales, la colección de la SMGE fue enriquecida
por la compra de varios documentos pictográficos indígenas, tanto originales como
copias. En la Acta 3 del 18 de enero de 1873 leemos que:
"El señor Urqindi presentó, a nombre del Sr. D. José Francisco Rosales, copia
de un mapa con la versión y explicaciones que representa el suplicio de los
siete nobles casiques, efectuados el año de 1521 en el pueblo de Coyoacán, y
se acordó dar al Sr. Rosales los once pesos que pedia por este documento
notable" (AH-SMGE, AH A37 Vol. 13, Acta 3 del 18 de enero de 1873).

156 En 1874 Crescencio García - hermano de Pablo García Abarca - mandó a la sociedad dos piezas
arqueológicas halladas en Michoacán (no se especifica donde) para formar parte del gabinete de
arqueología (Folders en el Fondo Reservado de la SMGE, Caja 22, Exp.145, "Carta al Sr. Lie. Ignacio
Manuel Altamirano”). En noviembre de 1890, por ejemplo, Leopoldo Batres fue nombrado inspector del
museo (AH A37 Vol.21, Acta 41 del 27 de noviembre).
157 Consta de las actas de las reuniones que celebró la sociedad, sobre todo en la segunda mitad del
siglo pasado. En la SMGE todavía existe un ejemplar del "Rosario" de Taix traducida al idioma mixteco
por frailes dominicos (encontrado por Maarten Jansen quien actualmente lleva a cabo su estudio, véase
también Jansen, M s.l). Se encontraba entre 4 obras del siglo XVI (tres de ellas escritas en mixteco y una
en chocho) que el prefecto de Oaxaca mandó a la SMGE en mayo de 1865 (SMGE, AH A37 V. 11, Acta
20 de 26 de mayo de 1865 y ibid. AH A37 V.10 17, Acta del 4 de mayo de 1865; véase también el
catálogo de Icazbalceta 1866, edición 1970). La doctrina en lengua chocho también ha sido localizada por
Jansen. Como consecuencia de las Leyes de Reforma a principios de los años ’60 del siglo XIX, muchas
obras - sobre todo doctrinas - escritas en lenguas indígenas fueron adquiridas por institutos científicos y
bibliófilos (Teixidor 1931.-XXI-XXII).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 73

Debe tratarse de una copia desconocida del Códice de Coyoacan (San Nicolás
Totolapan), manuscrito perteneciente al grupo de los documentos Techialoyan (véase
Robertson 1975:275).158
Otros documentos - procedentes de Michoacán - fueron donados a la sociedad
por García Abarca, médico uruapense (como ya se ha visto); el Lienzo de Jucutácato
en 1882 (SMGE-AH, A37 Vol. 18, Actas SMGE de enero 7 de 1882 a noviembre 19
de 1887, Acta Núm.18, f.45), dibujos del Lienzo de Aranza en 1912 (SMGE-AH,
A37 Vol.32, Actas Años 1912-1966, Acta Núm.46, 19 de Diciembre de 1912) y
otro documento michoacano (no identificado) en 1920 (SMGE-AH, A37 Vol.36,
Actas Años 1918-1920, Acta Núm.19, 10 de Junio de 1920).
En 1942 se publicaron (en el periódico "Hoy" del 3 de Octubre) "fragmentos
adicionales" (21 fojas) del Mapa de Cuauhtlantzinco (o de un documento parecido)
que en esta época fueron hallados en la sociedad. Según varios autores, los frag­
mentos, parcialmente publicados, desaparecieron de la SMGE antes de 1964 y
posiblemente llegaron a manos de Antonio Pompa y Pompa (bibliotecario de la
SMGE en 1942)(véase Glass y Robertson 1975:121-122). En abril de 1998 sin
embargo, encontramos, en la mapoteca de la SMGE, algunas de estas "fojas
adicionales" del Mapa de Cuauhtlantzinco.159
Disponemos únicamente de un solo índice de documentos pictográficos
indígenas de la SMGE, elaborado en 1937 por Mirabal Lausan. Desafortunadamente
nos informa solamente sobre la cantidad de documentos pictográficos indígenas aún
conservados en el "departamento de cartografía" de la SMGE en el mencionado año:
el "Plano Ideográfico del Señorío de Huastepec", 3 copias de códices, 3 códices a
colores, 1 copia de un códice a colores (todos en la "Sección México, Segunda
Mesa, Cajón Núm.9")(Mirabal Lausan 1937:167). Además hubo una copia de un
códice en tela, en su caja cilindrica (en la "Sección México, Segunda Mesa", "Atlas,
Portulanos, Costas y Varios")(ibíd.l98).
Cuando Glass visitó la SMGE en julio de 1964, solo pudo localizar el original
del Lienzo de Jucutácato, según él "probablemente debido a una reorganización"
(Glass y Robertson 1975:439). Los documentos pictográficos (estilo indígena) que
actualmente (1995-1996) se conservan en la sociedad son el original y una copia del
Lienzo de Jucutácato (el original en un salón especial, la copia en la sala de actas)

l5* El 12 de febrero de 1881 otro socio informó a la SMGE sobre la existencia de otro documento
pictográfico: "El Sr. Socio Ibuitrado manifestó que una persona tiene en su poder unos documentos
originales con varios retratos de antiguos reyes y principes mexicanos, que aunque por accidente se
refieren a la fundación de México, los considero curiosos y muy importante obtener por lo menos una
copia de ellos; que él estaba dispuesta a efectuarla, si a ello se prestaba el dueño de los documentos, y
esto lo haria sin retribución ninguna" (AH-SMGE, AH A37 Vol. 17, Acta 3 del 12 de febrero de 1881).
Hasta ahora no se ha podido averiguar si la sociedad obtuvo el documento.
15'J Estos papeles se encontraban en el basurero e iban a ser tirados.
74 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

y el Plano Ideográfico de Huastepec que se encuentra en la actual mapoteca.160 Los


demás documentos pictográficos antes mencionados, no han sido localizados y
probablemente desaparecieron entre 1937 y 1964.
Durante su larga historia, la SMGE ha ocupado varios edificios en la ciudad de
México y por lo tanto sus colecciones han sido trasladadas en varias ocasiones
(1847, 1868, 1891, 1926, 1952). En 1952 finalmente llegó a instalarse en su actual
sede, Justo Sierra No. 19 del centro histórico. Después de un total abandono de la
biblioteca (incluyendo la mapoteca y el archivo histórico) en las últimas décadas,
actualmente (a partir de los años ’90) se lleva a cabo una reorganización y
restauración completa de las colecciones y del edificio mismo de la SMGE.161
Otros repositorios de documentos pictográficos
Aparte de las colecciones antes mencionadas, existen otros repositorios que albergan
documentos pictográficos procedentes de Michoacán. Uno de ellos es el Archivo
General de la Nación (AGN) en la ciudad de México donde encontramos los códices
pertenecientes al llamado grupo Huapeán (siglo XVI) y las copias de las ilustraciones
de Beaumont (Códice de Tzintzuntzan).162 La Universidad Iberoamericana posee
(desde 1996) uno de los llamados Códices de Cutzio, el Colegio de Michoacán
(Zamora) un códice otomí. Un gran número de códices y lienzos michoacanos
todavía debe encontrarse en archivos de pueblos o en colecciones privadas.163 En
el extranjero se pueden mencionar: el Archivo General de Indias en Sevilla, España
(escudos de armas), el Escorial cerca de Madrid, España (Relación de Michoacán),
la Biblioteca Latino-Americana en Tulane, Estados Unidos ("copia" desconocida del
Mapa de Santa Fe) y la biblioteca de la Universidad de Princeton, Estados Unidos
(Códice Cuara y uno de los dos Códices de Cutzio).

m > El Plano de Huastepec es el único códice registrado en el nuevo catálogo de la mapoteca (SEP-

SMGE 1994, Vol. I). Para información sobre este documento (se trata de una copia de 1907) véase Glass
y Robertson (1975:134).
161 Todos los manuscritos antiguos (siglos XVI, XVII y XVIII) aún existentes, se encuentran en el
Fondo Reservado. De la comparación de las Actas de la SMGE (en cuanto a donaciones de libros antiguos
de la época virreinal) con el actual Fondo Reservado, consta que muchas obras (sobre todo fuentes
importantes escritas en lenguas indígenas) han desaparecido.
162 Además posee muchos otros documentos michoacanos que han sido pintados en la tradición
europea (a veces con unos pocos elementos procedentes de la tradición indígena). Forma la colección más
grande de planos y mapas michoacanos.
163 Véase por ejemplo el Lienzo de Comachuen (en el pueblo), los títulos de Jarácuaro (probable­
mente en una colección privada) o los títulos de Atapan (colección privada en Los Reyes).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 75

L ista d e d o c u m e n t o s p ic t o g r á f ic o s m ic h o a c a n o s
Los valiosos índices que hasta la fecha han sido publicados por Lehmann (1905),
Mateos Higuera (1948), Glass (1964) y Glass y Robertson (1975), necesitan ser
actualizados ya que recientemente se han encontrado nuevos documentos. La lista
que enseguida se da, contiene los documentos conocidos por nosotros y de ninguna
manera pretende abarcar todos los códices y lienzos aún existentes en pueblos y en
colecciones privadas desconocidas.164
Códice de Carapan (original en MRM).
Códice de Chilchota (original en MRM).
Códice Cuara (original en PUL, copia en MNA).
Códices de Cutzio I y II (original del Cutzio I en PUL, original del Cutzio II en
UIA).
Códices Huapeán (originales en AGN).
Códice de Tzintzuntzan (original perdido, copias por Beaumont).
Escudo de armas de Tzintzuntzan (original o copia en AGI)
Genealogía de los caciques de Carapan (perdido)
Lienzo de Atapan (original en colección particular en Los Reyes)
Lienzo de Carapan (original en MRM, copias en el pueblo de Carapan y Hotel
Virrey de Mendoza, Morelia)
Lienzo de Comachuen (original en el pueblo)
Lienzo de Jucutácato (original y copia en SMGE, copias en MNA y MRM)
Lienzo de Nahuatzen (original en MNA)
Lienzo de Pátzcuaro (original en colección privada, Guadalajara)
Lienzo de Puacuaro (original en MRM, copia en MNA)
Lienzo de Aranza (también conocido como "Lienzo de Sevina", original y copias en
MNA, copia en MEM)
Relación de Michoacán; 44 ilustraciones (originales en El Escorial)
Títulos de Tocuaro (original en MNA)
Títulos de Xaracuaro (original en colección privada)
La documentación virreinal existente en los diversos archivos, indica que hubo
muchos otros documentos pictográficos que fueron presentados ante las autoridades
españolas. Como primer ejemplo se puede mencionar a Don Francisco Tariacuri

164 Solamente están incluidos documentos principalmente basados en la tradición pictográfica


indígena. Por lo tanto se han excluido el Mapa de Santa Fé de la Laguna y varios documentos del AGN
(cuya composición parece ser casi enteramente europea). Sin embargo, se debe tomar en cuenta que en
estos casos si se trata de documentos indígenas usados en la defensa de la comunidad y/o de ciertos
caciques. García Alcaraz (1970a:27-33) publicó el llamado Códice de Jarácuaro (título primordial),
documento que está perdido pero que probablemente se encuentra en una colección privada.
76 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

(hijo de Tzintzicha Tangaxoan) quien en 1543 - junto con otros principales - mostró
"ciertas pinturas" al corregidor de Michoacán (AGN, Mercedes, Vol.2, Exp.485).
Otras referencias a documentos pictográficos usados por indígenas en las primeras
décadas del siglo XVI las encontramos en pleitos sobre tierras con los encomenderos
Juan Infante, Juan de Alvarado y Francisco de Villegas (AGI, Justicia, Legajo 188,
No.3, 1535; véase también Legajo 130, 1540). En los años ’60 del mismo siglo XVI
Doña María, viuda de Don Juan Tzitzique quien durante varias décadas había sido
cacique gobernador de Erongaricuaro, tuvo un pleito con los principales del pueblo
sobre ciertas tierras. Ambas partes presentaron sus pinturas. Del documento de Don
Juan por ejemplo se deriva que el "(...) a tenydo e poseydo después aca que el
cagongi señor que fue de esta provincia desde la ciudad de mexico envió al dicho
don juan por govemador de este dicho pueblo estando por el marques del valle en
esta provincia cristoval de olid su capitán" (AGN, Ramo de Tierras, Vol.42, Exp.6,
18 fojas, 1579). En 1640, Francisco de Rivera, indio nacido en Zamora pero
habitante de Uruapan, dijo ser descendiente de los reyes antiguos de Michoacán y
presentó sus documentos, "(...) unos papeles en lengua tarasca y pinturas a su
usanza de coronas y leones que estauan en ellos y el dho Riuera en las dhas pinturas
en un gerro con su nombre" (AHMM, II 6.3, Caja 3, Exp.6B, f.3r, año 1640).
Granados y Galvez (1778, véase 1984:185) vió un documento en que estaba pintada
una batalla en Taximaroa y Zichu entre p’urhépecha y guerreros de la Triple Alianza
del centro de México. De otros manuscritos nos queda una descripción más amplia
(publicada) como en el caso del Códice Moxó o de Bellas Fuentes. Por lo tanto la
lista de documentos que arriba se ha presentado solamente da una pequeña parte de
los documentos originalmente elaborados.165
M é t o d o d e a n á l is is
En la escritura pictográfica se usa una gran variedad de pictogramas para transmitir
la información al lector e interpretador. Estos pictogramas pueden ser dibujos muy
estilizados de objetos (como casas, plantas, templos) y seres (hombres y animales)
o también expresar cosas abstractas como por ejemplo habla (expresada por una
voluta). El dibujante (tlacuilo en náhuatl, carari en p’urhépecha)166 tenía varias
opciones para expresar un mensaje con los pictogramas; éstas determinan la comple­
jidad del documento. Lo más elemental y común es el uso del pictograma como
representación estilizada de su significado. Así, por ejemplo, el dibujo de una casa
significa una casa, un templo o palacio. El pictograma también puede tener la
función de indicador de una acción más amplia, como la flecha que puede indicar

165 Véase también varias referencias a pinturas en Paredes Mártinez et. al. (1994).
1Ml La palabra carari significa "el que escribe" y viene de la raíz del verbo cara-ni, "escribir", y el
sufijo -ri.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 77
conquista (la flecha como arma) o las huellas de un pie que indican caminar y
peregrinar (cuando se camina se deja huellas en el suelo). Además puede ser usado
como metáfora; la flecha puede significar poder (en el sentido de arma para alcanzar
conquistas, la flecha como símbolo de fuerza militar y por lo tanto también poder
político). Finalmente, el elemento pictográfico puede ser empleado como elemento
glífico que se refiere a nombres de personas o lugares (topónimos)(véase Anders,
Jansen y Pérez Jiménez 1992a:33-40).
La complejidad y el estilo del documento varian según la región y época de la
elaboración del mismo. Es importante tomar en cuenta que los documentos pic­
tográficos indígenas de Michoacán que hasta hoy han sido encontrados, fueron
elaborados en la época virreinal. Muestran ciertas influencias europeas en el estilo
de dibujar (como por ejemplo el dibujo tridimensional) y contienen elementos
europeos como iglesias, sillas, etcétera). Mientras que documentos michoacanos
como el Lienzo de Jucutácato y los códices de Cutzio - documentos de mediados del
siglo XVI - muestran relativamente poca influencia europea (¡en cuanto a su estilo
pictográfico!), otros manuscritos de los siglos XVII y XVIII (como, por ejemplo, los
lienzos de Carapan) están menos estilizados y contienen más influencias europeas.
Debido a la introducción de la escritura alfabética contienen glosas (tanto explicativas
como toponímicas) en español y lenguas indígenas (véase también Glass 1975b).
Aunque nos ayudan interpretar el contenido de los documentos, es importante señalar
que las glosas no siempre forman parte de la composición original, sino pueden
haber sido agregados posteriormente.
Para el análisis de los documentos pictográficos indígenas básicamente se sigue
el método basado en la obra del historiador del arte Erwin Panofsky. Este análisis
iconológico de fuentes pictográficas consiste de tres niveles de interpretación, que
son: (a) el inventario: la descripción de los diferentes elementos que contiene el
documento; (b) la interpretación iconográfica: la identificación de conjuntos de
elementos relacionados, es decir de escenas y temas, imprescindible y necesario para
pasar al tercer nivel; (c) la interpretación iconológica: la identificación del objetivo
o el sentido del documento. Se trata de averiguar cual es el mensaje que el tlacuilo
o carari quiso expresar, es decir, investigar las razones que motivaron la elaboración
del documento (véase Jansen 1988b, Loo 1987, Doesburg 1996:20-28). Es
precisamente el tercer nivel del análisis - la comprensión del objetivo de la obra - el
que no ha sido analizado en los pocos estudios existentes de documentos pic­
tográficos de Michoacán. Casi siempre los autores se han limitado a dar listas
estructuradas de elementos pictográficos y sus posibles relaciones (formando ciertos
temas).
Debemos damos cuenta de que muchos documentos pictográficos han sido
usados durante varios siglos y aún - en algunos casos - siguen siendo usados por los
indígenas hoy en dia (sobre todo los documentos relacionados con posesiones de
78 LAS FUENTES PICTOGRAFICAS Y LA HISTORIA DE SU INVESTIGACION

tierras). En el transcurso del tiempo muchos documentos han sido copiados y al


mismo tiempo reinterpretados según el uso que se les daba en épocas posteriores.
Como ejemplo de este fenómeno, que se llama disyunción, podemos mencionar el
caso del Lienzo de Jucutácato que originalmente fue un documento histórico para una
población en el siglo XVI pero que posteriormente llegó a ser un objeto religioso
para los habitantes de otro pueblo (véase capítulo III). Otro ejemplo encontramos en
el caso de los documentos pictográficos de Carapan (capítulos VI-VIII).
Para lograr comprender el mensaje que expresan los documentos pictográficos,
es necesario no solamente estudiar su contenido, sino además, llevar a cabo una
investigación de fuentes adicionales: otros documentos pictográficos de Michoacán
(véase la lista) y de otras regiones mexicanas, crónicas escritas en la época virreinal,
y la gran cantidad de documentación sobre Michoacán (épocas virreinal y republica­
na) en los diferentes archivos. Aunque la lista de abreviaciones al principio del
presente estudio contiene todas las colecciones usadas, especialmente se debe
enfatizar la importancia de las siguientes: el Archivo General de Indias, el Archivo
General de la Nación, el Archivo Municipal de Pátzcuaro (antiguo archivo de la
alcaldía mayor) y el Archivo Parroquial de Chilchota. Los archivos de varios
institutos mexicanos - sobre todo la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística -
permitieron reconstruir el pasado institucional de los documentos estudiados.
Finalmente, es importante señalar la cooperación de la población - en su mayoría
indígena - de la región de donde proceden los documentos pictográficos que en el
presente estudio se analizarán.
PARTE II
EL LIENZO DE JUCUTACATO
CAPITULO III
HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO
Estado a c t u a l
El original del Lienzo de Jucutácato (véase ilustración 3) se encuentra en el salón del
mismo nombre en la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (se sigue usando
la abreviación SMGE), México, D.F. El documento consiste de tres tiras alargadas
y cosidas - en sentido horizontal - de algodón, de tejido poco fino, y mide 2.63
metros de largo por 2.03 metros de ancho. Los colores usados son el negro, el
anaranjado y el azul.167 Gracias al análisis técnico y la restauración del lienzo por
la Dirección de Restauración del Patrimonio Cultural del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH-DRPC) - llevada a cabo en los años ’80 - sabemos
que la tela de algodón fue tejida en un telar de cintura.168
El documento del siglo XVI está dividido en 38 cuadros - escenas - de diversos
tamaños.169 Tres de los cuadros sobresalen, su tamaño es mucho mayor que los
demás, indicando su importancia. Todas las escenas - conectadas por una linea
anaranjada - consisten de elementos pictográficos, glosas toponímicas en lengua
náhuatl y p’urhépecha. Varios cuadros contienen glosas más extensas en lengua
náhuatl. Parece que primero se han dibujado los cuadros con la información
exclusivamente pictográfica. Enseguida se han pintado la linea anaranjada y las
glosas. La linea maniobra entre los dibujos y cruza el perfil negro de los cuadros.
Las glosas toponímicas han sido puestas en la parte superior de los cuadros y son
indispensables para el entendimiento del documento.170 En algunos cuadros hay
otras glosas (en general también de letras grandes y claras) más extensas que
también parecen formar parte de su composición original. Una tercera categoría de
glosas está pintada en letras más pequeñas y en general difícilmente legibles,
claramente han sido agregados posteriormente.171 Por los estragos del tiempo y por

167 El azul ha sido usado para pintar ríos en el lienzo, aunque estos son difícilmente visibles. Por lo
tanto el equipo del INAH que llevó a cabo la restauración del lienzo original - y tuvo que consolidar sus
colores antes de lavarlo - no menciona haber encontrado restos del color azul (folleto "El Lienzo de
Jucutácato" 1984:11). Los ríos sí aparecen en dos copias del lienzo (MNA 2 y SMGE). El color azul
usado en el lienzo original ha sido más afectado por los estragos del tiempo que los otros colores.
168 Para todos los detalles técnicos de la restauración véase el folleto del INAH ("El Lienzo de
Jucutácato", 1984) o la reimpresión (versión con ilustraciones en blanco y negro) de la SMGE (1995).
169 Hay 38 topónimos. Aunque generalmente se considera que los topónimos y escenas relacionadas
de "De Mechuacan" y "Pazquaro" constituyen un solo cuadro (así llegando a un número total de 37
escenas en el lienzo), en el presente trabajo son tratadas como separadas. Véase la descripción más
detallada y el análisis del contenido abajo.
170 Hay varios lugares donde los topónimos consisten de dos partes - están divididos por las lineas de
un dibujo (elemento pictográfico).
171 Parecen llenar algunos espacios entre los elementos pictográficos. Claramente el tlacuilo o carari
no reservó un espacio determinado para estas glosas que probablemente no forman parte de la
composición original.
82 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

simple descuido, el lienzo ya está muy deteriorado: varios fragmentos de escenas y


glosas en el lienzo están borrados o ya han casi desaparecido, lo que dificulta mucho
el estudio del original. Ahora el Lienzo de Jucutácato se encuentra en condiciones de
conservación estable (Lorena Román Torres, restauradora del INAH-DRPC,
conversación personal, 1995).172
H is t o r ia
La primera persona que menciona la existencia de un lienzo en el pueblo de Jucutác­
ato - ubicado al sur de Uruapan donde empieza la llamada Tierra Caliente - es fray
Alonso de la Rea, quién publicó su obra Crónica de la Orden de Nuestro Seráfico
Padre San Francisco de la Provincia de San Pedro y San Pablo de Mechoacan en el
año de 1643. Nicolás León (1889: 308) y Eduardo Ruiz (1891, véase 1984:55)
pensaban que de la Rea probablemente nunca vió el lienzo porque consideraban que
el fraile hizo una descripción inadecuada del documento. Sin embargo, tomando en
cuenta que la llamada "descripción" de la Rea más bien es una interpretación del
lienzo, parece muy probable que sí vió el original en el pueblo de Jucutácato.173
Después de su descubrimiento, por el cronista franciscano, el lienzo
desapareció de la historiografía de Michoacán para ser redescubierto sólo a fines del
siglo XIX. Alrededor del año de 1876 el médico Pablo García Abarca, vecino de
Uruapan, encontró el documento, hecho que describe en un manuscrito no publicado
que lleva el título de "Cerro de Perivan" (Fondo Reservado de la SMGE, sin número
de classificación, f.l).174 Se refiere al documento como:
"(...) un geroglifico divujado en tela de algodón que casualmente encontré en
una pequeña congregación de su contorno".
Desafortunadamente no sabemos si el doctor lo encontró en Jucutácato ó en Jicalan,
ambos pueblos ubicados á poca distancia de Uruapan y del cerro de Periban. En
1913 el mismo García Abarca menciona en sus "Apuntes de Geografía, y algunos
episodios de Michoacán" (Fondo Reservado de la SMGE, Caja 4, Folder 154, f. 12)
que el lienzo primero fue guardado en Jucutácato y después en Jicalan. En su
"Biografía de Fray Juan de San Miguel", escrito en 1886 (LAL, Nicolás León

172 El lienzo está bien protegido por un vidrio, cortinas y control de temperatura y humedad. Hay que
notar que el vidrio reflejante dificultará el estudio del original para investigaciones futuras.
Afortunadamente - gracias a la SMGE - hemos podido estudiar el original antes de la instalación de
medidas para su mejor conservación.
173 Veremos que en el siglo pasado el lienzo todavía fue guardado en la iglesia de Jucutácato. Quizás
el fraile de la Rea lo vió en el dicho templo donde el documento probablemente ya se encontró en el siglo
XVII.
174 La obra "Cerro de Perivan" fue terminada el 12 de marzo de 1876.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 83

Collection, Box 6, Folder 52, 6 fojas), García Abarca admite que obtuvo el lienzo
de:
"(...) una señora o Guarí como a estas se dice en tarasco, descendiente de
caciques (...)".
Años después del redescubrimiento, Eduardo Ruiz (1891, véase 1984:55, nota 1)
escribe que el lienzo siempre estuvo en el pueblo de Jucutácato y posteriormente en
Jicalan en poder de Doña Luisa Magaña, indígena descendiente de caciques, quién
lo regaló a su médico el Dr. Pablo García Abarca de Uruapan.175
En el mismo tiempo Nicolás León (1889:307) todavía pensaba que el lienzo fue
descubierto en el pueblo de Jucutácato por el Dr. Don Crescencio García (de Cotija,
Michoacán) quién - según León - con grandes dificultades pudo obtenerlo de los
indígenas. En su publicación "Los Tarascos" (1903-04) corrige su error diciendo que
el lienzo fue encontrado por el hermano de Crescencio García, Pablo García Abarca
de Uruapan.176 León afirma que García Abarca lo obtuvo de Doña Luisa Magaña,
una india cacique del pueblo de Jicalan, agrega que con el documento Doña Luisa le
pagó la cuenta de honorarios médicos (León 1979:151-152, nota 33).177
Jesús Martínez García, el nieto del Dr. Pablo García Abarca, tuvo acceso al
material no publicado de su abuelo y además entrevistó a la Sra. Carmen Magaña de
Uruapan (ahora difunta; cuando fue entrevistada alrededor de 1984 dijo contar ya
con más de 90 años de edad), según él descendiente del linaje de los caciques
Magaña de Jicalán. Doña Carmen había recibido la información de su madre
(Martínez García 1987:107) - la hermana de Doña Luisa Magaña - y dijo que la
guerra de intervención francesa (que empezó en el año de 1863) fue la causa
principal de que el lienzo fue sacado de la iglesia de Jucutácato por "una noble
familia de caciques de Jicalan”, para protegerlo contra las acciones bélicas (ibíd. 1­
06). Según el dicho autor la última poseedora del lienzo y descendiente del linaje de

175 Eduardo Ruiz conocía personalmente a Doña Luisa Magaña (Ruiz 1984:56) porque dice que "(...)
no es fuera de caso de referir que varias veces oímos de boca de la antigua propietaria del lienzo (...)".
Desafortunadamente Ruiz no nos da más datos al respecto.
176 Como veremos, el Lienzo de Jucutácato fue presentado por primera vez a un público amplio en
1877, en una exposición en Morelia, por el Dr. Crescencio García. En este evento León llegó a conocer
el documento (León 1889:307, 1979:151, nota 33). Probablemente este hecho explica su error inicial en
cuanto a la identificación del (re)descubridor del lienzo.
177 No nos debe extrañar el uso de antigüedades para pagar cuentas. Según la investigadora Cecilia
Seler Sachs el médico Dr. Sologuren de Oaxaca visitaba muchas comunidades y conocía a mucha gente
indígena y mestiza. Como la gente sabía de su interés en los objetos arqueológicos, frecuentemente le
pagaban con estas antigüedades (Seler Sachs 1905:20-21).
84 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

caciques de Jicalan fue Doña Luisa Magaña. Ella regaló el documento á su médico
de cabecera Don Pablo García Abarca (ibíd.).178
Según Doña Amelia Magaña Torres del pueblo de Jucutácato (nació en 1906,
falleció en 1995) la señora quien se llevó el lienzo de su pueblo se llamaba Jesusa
Magaña y era de Jicalan.179 Ignoramos si Jesusa Magaña es la misma persona que
Luisa Magaña.180
Aunque solo sabemos que en Jicalan el lienzo fue guardado seguramente en la
casa de la familia Magaña, tenemos más información acerca de su paradero exacto
en el pueblo de Jucutacáto donde permaneció durante por lo menos 2-2Vi siglos.
Según Doña Amelia Magaña Torres de Jucutacáto, su madre - quién vió el lienzo -
contó que a fines del siglo pasado (sabemos por la información mencionada arriba
que debe haber sido antes de 1876-1877) el lienzo - conocido en el pueblo como la
"sábana" - fue usado para tender el crucifijo grande en la iglesia (véase ilustración
4). Antes este crucifijo era guardado en el rincón izquierdo de la iglesia, en la
actualidad está puesto en la pared atrás del altar. En el período antes del Viernes
Santo, durante todos los viernes de la cuaresma adornaban el cristo con flores,
rositas y el lienzo.181 Durante el Viernes Santo - el día de la crucifixión de Cristo -
sacaron el crucifijo de la mesa de la iglesia para llevarlo en una procesión dando la
vuelta por el pueblo (el crucifijo fue cargado por una sola persona). Ahora ya usan
un crucifijo nuevo y mucho más chiquito.182
En la "Americana Thebaida", escrita (en 1729) por el agustino Fray Matías de
Escobar, encontramos una buena descripción de la costumbre de las procesiones e
interpretación del Vía Crucis en los pueblos indígenas michoacanos a principios del
siglo XVIII:
"Todos los viernes del referido cuaresmal, tienen sus devotas procesiones, y en
los más pueblos tienen para estos días dispuestos sus Vía Crucis. Con los

178 Jesús Martínez García era el padre de Luis Martínez Villicaña, ex-gobemador de Michoacán
(Márquez Campos 1995:276). No ha sido posible averiguar si aún hay material de Pablo García Abarca
en manos de sus descendientes.
179 Ramón Sánchez Reyna ha publicado una breve entrevista con la señora Magaña Torres en su
artículo "Cuestionable el propósito de la custodia del códice" (acerca del hecho de que el lienzo original
había sido recuperado por la SMGE, véase abajo)(Sánchez Reyna 1994:32, véase también "Michoacán
debe recuperar el Lienzo de Jucutacáto", ibíd.31). Posteriormente (también en 1994) tuvimos (junto con
Ramón Sánchez Reyna) varias entrevistas con Doña Magaña (ampliando la información).
180 Tal vez Doña Amelia Magaña se equivocó y confundió los dos nombres. También existe la
posibilidad de que Jesusa y Luisa Magaña eran familiares, integrantes de la misma familia de caciques de
Jicalan quienes según Martínez García "cuidaban" el lienzo.
181 La cuaresma es el período de 40 dias del miércoles de ceniza hasta el Viernes Santo/Pascua (de
Resurrección).
182 Según Doña Amelia un sacerdote en el pueblo puso el crucifijo atrás del altar en la pared.
Además, el crucifijo nuevo es más pequeño y menos pesado que el antiguo y por lo tanto resulta más fácil
y cómodo llevarlo en la procesión.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 85

sagrados maderos, a proporcionadas distancias y en el más cercano monte a la


población, acostumbraban tener un calvario, que recuerda la más lastimosa
tragedia que vió el mundo en el monte del Gólgota; es mucho lo que se mueven
estos pobres indios con estos pasos; en particular, en el que se despide a María
Santísima de Cristo Vida Nuestra (...) En las más doctrinas nuestras, no queda
su devoción satisfecha con la procesión del viernes, antes si tienen el domingo
otra, en que llevan una imagen devota de Cristo crucificado, y pareciéndoles
pequeña la cuaresma la alargan hasta Pentecostés, teniendo todos los viernes en
la noche estaciones por las capillas del pueblo, cargando pesadas cruces que
horrorizan a los más robustos y amilanan a los más fuertes" (Escobar 1970:88).
En el caso de Jucutácato sabemos que el lienzo - conocido como "la sábana" - no fue
usado como documento histórico de la comunidad sino como un adorno religioso
precioso, una sábana de algodón. Se podría decir que el lienzo ha servido como la
sábana, la mortaja, usada para cubrir el cuerpo de Cristo después de su muerte.183
Cada año los habitantes de Jucutácato representaban el vía crucis el Viernes Santo,
sacando el crucifijo de la iglesia - quitándolo del lienzo y de los otros adornos - y
llevándolo en una procesión por el pueblo.184
Resumiendo la información algo confusa dada por los autores mencionados y
por Doña Amelia, podemos concluir que a mediados del siglo XIX el lienzo fue
guardado en la iglesia del pueblo de Jucutácato. El documento tenía una función
religiosa en las ceremonias llevadas a cabo durante la cuaresma. No hay evidencia
de que tenía funciones adicionales, no parece haber sido usado por los pobladores
como documento histórico con valor jurídico. En el último caso hubiera sido
guardado probablemente en la caja de comunidad del pueblo o posteriormente en la
jefatura de tenencia.
También sabemos que el lienzo fue encontrado por el Dr. García Abarca
alrededor del año de 1876. Doña Luisa Magaña de la comunidad de Jicalan le dió el
documento probablemente para pagar una cuenta (de servicios médicos). Todos los
autores concuerdan en que Doña Luisa era cacique o miembro de una familia de
caciques, sin embargo ninguno da datos adicionales acerca de esta observación
importante. Por documentos encontrados en el AGNM hemos podido comprobar que
en 1888 Doña Luisa Magaña tenía más o menos 79-80 años de edad.185 Cuando en
1886 Doña Luisa estaba ya muy enferma y pensaba morir pronto, elaboró su primer
testamento (fecha 26 de marzo de 1886) en que se lee que ella era hija de Doña

11(3 Según la doctrina cristiana, tres días después de la crucifixión, Cristo resucitó.
11(4 Desafortunadamente Alonso de la Rea no da información sobre la función del lienzo cuando lo vió
en el pueblo. Como se ha dicho el documento probablemente ya se encontraba en la iglesia, por lo tanto
podría haber tenido la misma función (sábana) en el siglo XVII.
1115 El 26 de marzo de 1886 y el 27 de febrero de 1888 Doña Luisa Magaña manifiesta tener 80 años
de edad, el 20 de agosto de 1888 sin embargo dice tener 79.
86 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

Guadalupe Magaña (vecina de Jicalan) y padre desconocido, y que contrajo


matrimonio - alrededor del año de 1834 - con Don Claudio Bejarano (vecino del
mismo pueblo, murió aproximadamente en 1861). Tuvieron como hijos a María
Guadalupe, José Tomás, María Matilde, José de Jesús, y Teófilo (todos de apellido
Bejarano). Declaró Doña Magaña que solamente ella introdujo bienes a la sociedad
conyugal (su esposo no), todos los había heredado de sus padres difuntos. Sin tratar
de copiar la lista completa de bienes, vale mencionar: 6 solares con huertas de
árboles frutales, situados en Jicalan, conteniendo uno de ellos la habitación de la
señora Magaña; los terrenos que están al oriente y al pie del cerro de Jicalan; un
terreno para dos fanegas de sembradura de maíz, y en parte pastal, situado en el
"plano", nombrado "doña Mariana"; un potrero nombrado "la loma", para media
fanega de sembradura de maíz, en parte pastal; otro potrero llamado "la higuera"
para dos cargas de siembra de trigo, y parte de malpais; un terreno llamado el
"ahuacate del Zirapo", para una fanega de siembra de trigo, etcétera. Declaró ser
sus hijos y un nieto herederos de sus bienes (AGNM, Colección de Copias de
Escritura Pública - Uruapan 1886, Exp.14, "Testamento de Doña Luisa Magaña,
vecina de Jicalan", fecha 26-3-1886, ff.27-28). Dos años después Doña Luisa
cambió ligeramente el contenido de la especificación del reparto de sus bienes entre
sus hijos (AGNM, Colección de Copias de Escritura Pública - Uruapan 1888, Exp.3,
"Codicilo otorgado por Doña Luisa Magaña", fecha 27-2-1888, f.3). Sin embargo,
ya en agosto de 1888, Doña Luisa otorgó el poder a dos personas de Uruapan para
cobrar cualquiera cantidad de dinero, frutas, etcétera que ciertas personas debían a
ella. Mandó hacer las cuentas y liquidación de todos sus bienes para enseguida
reservar una parte para el sustento de ella misma y para dividir la otra parte entre
sus herederos (ibíd. Exp.35, "Poder general otorgado por Doña Luisa Magaña a los
señores Antonio Chapina y Lie. Luis Pazcual Arias", fecha 20-8-1888, f. 130).186
Según información encontrada en el Registro Público de la Propiedad (RPP),
Morelia, hubo muchos Magañas viviendo en el distrito de Uruapan a fines del siglo
XIX; tenían terrenos en Uruapan, Jucutácato, Jicalan, Tancitaro, Tingambato y
Parangaricutiro. Varias personas tenían terrenos tanto en Jicalan como en Jucutácato.
Doña Amelia Magaña de Jucutácato nos afirmó que los Magañas de su pueblo y de
Jicalan eran y son parientes. Resumiendo hemos podido constatar que Doña Luisa
Magaña era una mujer rica que tenía gran cantidad de tierras en Jicalan y que había
heredado esta riqueza de sus padres.
Una pregunta intrigante es cuando (en qué año) y porqué Doña Luisa sacó o
mandó sacar el lienzo de la iglesia de Jucutácato, lugar donde fue guardado durante
más de dos siglos (por lo menos desde principios del siglo XVII). Aunque por la
falta de datos resulta difícil dar una respuesta exacta, hay varios detalles que nos

Ignoramos en que año murió Doña Magaña aunque su muerte debe haber ocurrido antes de 1900.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 87

puedan dar una pista. El "robo" del documento de Jucutácato debe haber ocurrido en
la segunda mitad del siglo XIX, en el período 1863-1876.187 Hay que tomar en
cuenta que aunque el lienzo fue guardado e inicialmente encontrado (por de la Rea)
en Jucutácato (por lo tanto el nombre "Lienzo de Jucutácato"), originalmente fue
hecho y usado por las autoridades de Jicalan (como veremos más adelante representa
la fundación de Jicalan). Es posible que Doña Luisa Magaña sabía que el documento
era de su comunidad y por lo tanto lo recuperó. Sabemos que en 1872 el gobierno
michoacano repartió tierras en Jicalan. Fue precisamente Eduardo Ruiz (!) quien
intervino en este reparto como representante de la comunidad de Jicalan (APFM,
Ms. f. Ir).188 Quizás Doña Magaña quiso usar el documento para obtener más
tierras en el reparto.189 Cuando algunos años después (alrededor de 1876) el Dr.
García Abarca - médico e interesado en la historia de Michoacán - la dió tratamiento
médico en su casa, vió el documento y mostró su interés. Por lo tanto Doña Magaña
decidió de pagar a su doctor con el lienzo.
En 1877, para celebrar el aniversario de la independencia, se llevó a cabo la
Primera Exposición del Estado de Michoacán de Ocampo (inaugurada el 16 de
septiembre) en Morelia, una exposición en la cual se presentaron los diferentes tipos
de productos michoacanos, tanto agrícolas como industriales (Mendoza 1877:3, véase
también HUMSNH, "Gaceta Oficial", 1877, 20 de septiembre de 1877,
núm.21).190 Uno de los participantes en esta exposición fue Crescencio García, el
hermano del Dr. Pablo García Abarca, quién expuso una gran cantidad de muestras

11(7 Esto se puede derivar de la información dada por Doña Amelia Magaña Torres de Jucutácato (su
madre todavía vió el documento cuando estaba en la iglesia) y Doña Carmen Magaña de Uruapan (su
madre era hermana de Doña Luisa Magaña). Los testigos que vieron el documento cuando aún estaba en
Jucutácato, vivieron en la segunda mitad del siglo XIX y murieron a principios del siglo XX. Se puede
precisar aún más el período aproximado tomando en cuenta que Doña Carmen habla sobre la guerra de
intervención, sabemos que esta comenzó en 1863 (Ruiz 1896, véase 1986:V, García Mora 1989). Aunque
la intervención francesa duró hasta 1867, la inseguridad política siguió hasta principios del Porfiriato en
1876 (véase Guzmán Avila 1989).
,*11 Hemos visto que Ruiz ha estudiado el Lienzo de Jucutácato y además conoció personalmente a
Doña Luisa Magaña, la propietaria de este documento. Eduardo Ruiz era apoderado de otras comunidades
indígenas (sobre todo en la Meseta P’urhépecha) a fines del siglo XIX, por ejemplo de Cheran (1879) y
de Cheran Hatzicurin (1881)(AGNM, Colección de Copias de Escritura Pública, Uruapan, varios
volúmenes).
1119 Ya hemos visto que el "robo" del documento de Jucutácato debe haber ocurrido en el período
1863-1876.
190 La "Memoria de la Primera Exposición del Estado de Michoacan de Ocampo" (por J.Mendoza,
1877, Imprenta del Gobierno en Palacio, Morelia) fue encontrada en el Fondo Especial de la Biblioteca
del Colegio de Michoacán en Zamora. También hemos visto (1995) la referencia a esta publicación rara
en la Biblioteca Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia (en una
selección reciente y inédita de obras raras en la biblioteca, número de clasificación 130).
Desafortunadamente no se ha podido localizar el libro. No existe un índice completo de la valiosa
colección de libros en la Biblioteca Pública. Indudablemente la falta de un índice facilita mucho la
"pérdida" de libros y hace casi imposible la consulta.
88 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

de la flora michoacana (Mendoza 1877:5). El mismo Crescencio García exhibió


también el Lienzo de Jucutácato - le fue prestado por su hermano - que llegó a
formar parte de la sección de antigüedades (ibíd.65 y 67, León 1979:151-152, nota
33 y García Abarca 1886, "Biografía de Fray Juan de San Miguel", LAL, Nicolás
León Collection, Box 6, Folder 52, 6 fojas).191 De algunas frases dedicadas a la
labor de Crescencio García en la exposición consta que ya en 1877 el lienzo estaba
muy dañado:
"Es ya tiempo de que al expositor C. Crescencio Garcia, con cuya amistad nos
honramos, le consignemos una memoria honorífica, porque á mas de los
diferentes productos que exhibió en la exposición, como plantas, maderas,
piedras minerales, mármoles, preparaciones químicas y otros objetos raros, ha
puesto al exámen de los eruditos una tela en cuyas líneas trazadas con tinta
negra, se puede adivinar, porque está ya muy estropeada por el tiempo, la
fundación de Michoacán. No sabemos que autenticidad tenga, pero sí revela
que es muy antigua y no puede escaparse al exámen de los estudiosos"
(Mendoza 1877:67).192
Después del evento en Morelia (1877) el lienzo debe haber regresado a Uruapan, a
la casa del Dr. García Abarca. El documento permaneció en la colección del doctor
durante 5 años, hasta 1882 cuando este decidió donar el documento a la Sociedad
Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE) con sede en la ciudad de México.193
En la sesión de la SMGE, celebrada el dia 27 de mayo de 1882 (bajo la presidencia
del Sr. Altamirano) se dió á conocer lo siguiente:

191 En esta sección de la exposición se incluyeron otros objetos de tipo arqueológico procedentes de
Santa Clara (hacha de cobre), Ihuatzio, Huiramba, Tlalpujahua, Loma de Santa María (Morelia),
Tzintzuntzan y otros lugares del estado de Michoacán (véase Mendoza 1877).
192 Como ya se ha dicho, en la misma exposición Nicolás León vió por primera vez el lienzo que
posteriormente llegó a estudiar (León 1979:151-152, nota 33).
193 García Abarca ya había sido nombrado como miembro de la SMGE (fecha desconocida). Su
hermano Crescencio ingresó en la misma sociedad en 1873 (22 de marzo)(SMGE-AH, Socios de la SMGE
1859-1949). Por lo tanto no debe sorprender el hecho de que el Lienzo de Jucutácato fue mandado
precisamente a la SMGE. Los dos hermanos García, y otras personas destacadas de Michoacán, eran
miembros de la sociedad, además hemos visto (capítulo II) que este instituto ha tenido un papel
sumamente importante en el desarrollo de la ciencia mexicana en la segunda mitad del siglo XIX. El
Museo (Regional) Michoacano fue erigido en 1886, 4 años después de la donación del lienzo a la SMGE.
Con la instalación de un museo en Morelia (MRM), los documentos ya no fueron mandados a la ciudad
de México sino directamente a la capital michoacana. García Abarca fue nombrado socio corresponsal del
MRM y tuvo que ver con la donación del Lienzo de Nahuatzen al mencionado museo (también en 1886).
Cuando a principios del presente siglo el MRM se encuentra en mal estado (muchos materiales habían
desaparecidos), García Abarca de nuevo mandó documentos pictográficos (hallados por el en Michoacán)
a la SMGE en la ciudad de México (véase el capítulo II para más detalles sobre esta persona y los
mencionados institutos).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 89
"Del Sr. Socio Pablo García Abarca, de Uruapan, acusando recibo de los nos
del 7 al 11 Tomo V del Boletín, y avisando que el Sr. Cura Dn Anastasio
Sánchez, entregará un lienzo, de que hace donación á la Sociedad, que tiene
más de 300 años y representa con escritura simbólica fonética, la fundación de
México ó Tenochtitlan, Mechuacán y muchos pueblos = Dénse las gracias al
Sr. García Abarca por ésta importante donación que hace á la Sociedad, y
tómense los informes necesarios, respecto á, si el lienzo está en poder del Sr.
Sánchez, ó del Sr. Arizteo Mercado, á fin de recoperlo de quien lo tuviere"
(SMGE-AH, A37 Vol. 18, Actas SMGE de enero 7 de 1882 a noviembre 19 de
1887, Acta Núm.13, f.29).
Dos meses después, en la sesión de la SMGE del dia 29 de julio de 1882 (presidida
por el mismo Sr. Altamirano), la nueva adquisición de la sociedad fue presentada a
sus miembros:
"El Sr. Presidente presentó el lienzo que ha donado á la Sociedad el Sr. Socio,
Pablo García Abarca, el que le fué entregado por el Sr. Cura D. Anastasio
Sánchez; cuyo lienzo, según manifiesta el Sr. Abarca, tiene más de trescientos
años, y representa por una escritura simbólica fonética, la fundación de
México, ó Tenuchtitlan, Mechuacán y muchos pueblos. = La Sociedad acordó,
que se acusará recibo dando gracias, y se conserva cuidadosamente el referido
lienzo" (SMGE-AH, A37 Vol. 18, Actas SMGE de enero 7 de 1882 a
noviembre 19 de 1887, Acta Núm.18, f.45).
Aunque García Abarca donó el lienzo, este fue entregado a la SMGE por Anastasio
Sánchez, el cura de Uruapan. Sánchez había sido aceptado como miembro de la
sociedad el 16 de noviembre de 1878 (SMGE-AH, S65 Vol.7, Exp. 1602).194 La
propuesta para nombrarle miembro fue hecha un mes antes por el barón Othón E.
(Otto Engelbert) von Brackel Weld a quién dijo en una reunión de la SMGE
celebrada el 8 de octubre de 1878 de haber encontrado en Uruapan:
"(...) un hombre verdaderamente ilustrado y de sentimiento muy liberado;
verdadero científico que me ha leido algunos de sus trabajos históricos, otros
estadísticos que me han encantado. Posée algunas antigüedades de un mérito
estraordinario; en realidad es un explorador de un tacto finísimo (...)" (SMGE-
AH, S65 Vol.7, Exp. 1599).
El barón Brackel Welda también se dedicaba a la historia y arqueología ya que dijo
estar realizando un estudio sobre un camino antiguo "azteca o tarasca o aún de
tiempos anteriores" que pasaba entre las Sierras de Aguililla, Coalcomán y de la

194 Vuelven a hacerlo socio el 19 de agosto de 1882 (SMGE, AH L57 Vol.2, Lista de Socios 1859­
1949, Exp.s/n) lo que podría indicar que no ha asistido a las reuniones durante largo tiempo.
90 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

Guitarra (en el suroeste de Michoacán) y otra investigación sobre un baile que


ejecutaban el dia de San Francisco.195 Aunque Brackel Welda no lo menciona
explícitamente, es muy probable que se había ido precisamente a San Francisco
Uruapan para realizar esta segunda investigación. Allí encontró y platicó con el
señor cura Anastasio Sánchez sobre el baile de los Moros y Cristianos que se
organizó en el dia del Santo Patrón.196 Es precisamente el dicho señor cura quien
reprimió parte de esa antigua costumbre:
"Antiguamente y en Uruápan se obligaba al cura, por los moros, á que sobre
sus vestimentas se pusiera algo de la indumentaria de aquéllos, y sobre todo,
cubriera su cabeza con el turbante, y en tal facha, teniendo la custodia en las
manos, debería bailar como ellos ante la efigie del patrono. Esta
condescendencia la valía un regalo de $50, y si no lo hacía los perdía. Contra
tan indecoroso uso se rebeló el Cura Don Anastasio Toribio Sánchez, quien

195 Othón de Brackel Welda ("Freiherr von Brackel Welda") nació en 1830 en Welda (Westfalia,
Alemania). Llegó a México en 1863 y sirvió un tiempo en el ejército mexicano-imperial del emperador
Maximiliano (Heydenreich 1981:291, 293, 326 y 1989:152). En 1864 decidió abandonar el servicio
militar e ingresar a la vida pública - viendo que el imperio tenía un futuro muy inseguro (los republicanos
lograron vencer a las tropas imperiales en 1867, año en que también se llevó a cabo la ejecución del
imperador). Aunque los primeros años de su estancia ha vivido en Michoacán (Morelia) y Guanajuato,
posteriormente se trasladó a la ciudad de México. Se sabe que Brackel Welda se dedicaba a la arquitectura
(Brackel Welda 1868, Heydenreich 1981:293, Sánchez Díaz y Nomelí Mijangos 1996:92-93) y a dar
publicidad a la literatura alemana en México (M.O. de Bopp en Brackel Welda 1957:15, Heydenreich
1981:293). Además - como ya se ha dicho - tuvo mucho interés en la historia de México y otros países
(véase por ejemplo Brackel Welda 1878, 1890). Ya era miembro de la SMGE en 1866 (M.O. de Bopp
en Brackel Welda 1957:15, Heydenreich 1989:153, 157). Entre sus muchos amigos mexicanos
encontramos a Ignacio M. Altamirano (1834-1893), quien en los años ’80 del siglo XIX era presidente de
la sociedad (como vimos la SMGE recibió el Lienzo de Jucutácato en 1882 cuando Altamirano era su
presidente). En julio de 1877 Brackel Welda recibió su carta de ciudadanía mexicana (HUMSNH, G a c e t a
O f i c i a l , julio 26 de 1877, f.4). Entre 1901 y 1903 salió de México, murió en noviembre de 1903 en

Kassel para después ser enterrado en Welda (M.O. de Bopp en Brackel Welda 1975:28, Heydenreich
1989:152).
196 El barón Brackel Welda también conoció al historiador michoacano Eduardo Ruiz, los vemos
juntos en dos fotografías de una sesión de la SMGE en mayo de 1894. Estas dos fotografías y una
descripción escrita por Otto Engelbert (Othón) von Brackel Welda se encuentran en el archivo familiar de
Brackel (FAB) que está en manos del Sr. Cuno Freiherr von Brackel (Warburg, Alemania). Una de las
fotografías del FAB fue publicada en Heydenreich (1989, ilustración número 1). Además de las dos
personas mencionadas, estuvieron presentes (entre otras personas) el Lie. Eustaquio Buelna (primer
secretario de la SMGE y vice-presidente y magistrado de la Suprema Corte de Justicia de México), Felix
Romero (secretario de la SMGE y presidente y magistrado de la Suprema Corte de Justicia de México),
Antonio García Cubas (geógrafo y cartógrafo), José Mendizabal (historiador), Manuel Villareal
(bibliotecario, archivero y tesorero de la SMGE y secretario de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación), Rafael Aguilar (segundo secretario de la SMGE, Secretario de la Sociedad Alzate, empleado del
Observatorio-Meteorológico de México) y Amado Chimalpopoca. Quisiéramos agradecer mucho a los
señores Heydenreich (Universidad Erlangen-Nümberg, Alemania) y Cuno Freiherr von Brackel por
habernos facilitado información sobre el archivo familiar y habernos mandado copias de las fotografías y
de la descripción escrita por Otto Engelbert von Brackel Welda.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 91

dirigió una terrible reprensión (sic) á los indios, y desde entonces cayó en
desuso tal costumbre" (León 1906:434).
Aunque al momento de recibir el lienzo la SMGE prometió de conservarlo
cuidadosamente, parece que ya dentro de algunos años se encontraba en un estado
muy deteriorado de conservación, lo que León describe de la manera siguiente:
" (...) abandonado en un cajón, los ratones dieron buena cuenta de él [el
lienzo], al grado que en la actualidad sólo quedan inútiles girones. Lo que entre
indios no aconteció en más de 300 años, sucedió en una sociedad científica, en
plena civilización" (León 1979:151-152, nota 33).197
Es difícil decir si la publicación ó las quejas personales de León (también miembro
de la SMGE) contribuyeron para que sacaran el lienzo de su cajón. En los años ’30
una viajera estadounidense - la señora Marian Storm - parece haberlo visto puesto en
la pared de la sala de assambleas:
"Ninguna persona puede observar el lienzo - en el estado en que se encuentra
ahora - sin sentirse melancólico por la falta de cuidado que causó el deterioro
irreparable de este documento de valor incalculable. En los años 30’ estuvo en
la pared de la sala de assambleas de la Sociedad Científica Antonio Alzate [se
trata de la sala de la SMGE], en la capital, expuesto al hollín del aire
metropolitano, altemativemente secado y humedecido por las temporadas.
Realmente hay que lamentar que hace 50 años el lienzo no ha sido enviado al
norte para su mejor conservación" (Storm 1945:37).198
Storm pensaba que la tela que vió en la sociedad era de fibras de maguey:
"(...) pareció ser pintado sobre el material siempre usado para los lienzos
antiguos: fibra gruesa de maguey, del tipo llamado pergamino indígena, tieso
como lona de papel de quina africana o repa malayo (...) Quizás la copia del
Dr. León fue hecha sobre algodón tieso, mientras que el original restaurado

197 Hemos visto que el documento ya estaba dañado en 1877, cuando León lo vió por primera vez.
Obviamente a fines del siglo pasado se había deteriorado aún más.
198 Traducción nuestra. Texto original: "No one can look at the Lienzo as it is today without feeling
melancholy over the lack of care which has allowed it to become irremediably damaged, priceless as it is.
In the 1930’s it hung on the wall of the assembly room of the Sociedad Científica Antonio Alzate, in the
capital, exposed to the grime of metropolitan air, alternately dried out and dampened by the seasons. It
is really to be lamented that the Lienzo was not sent north for expert preservation, fifty years ago."
92 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

que (supongo) he visto en la pared de la Sociedad Antonio Alzate en parte era


de fibra arcaica de maguey" (ibíd.37-38).199
En un momento dado el lienzo fue puesto en la pared de la biblioteca de la SMGE
donde permaneció hasta 1984. En este año la SMGE decidió de mandar á restaurar
el documento gravemente deteriorado:
"Hay que señalar a este respecto, que el valiosísimo Lienzo de Jucutácato que
tenemos aquí en la Sociedad, se encuentra prácticamente en el último grado de
su deterioro y que, el costo de su restauración, según presupuestos que nos
fueron presentados a instituciones a las que nosotros les solicitamos esta
cuestión, el costo de restauración del Lienzo de Jucutácato es superior a los dos
millones de pesos" (SMGE-AH, A37 Vol.47, Actas de la SMGE de 1981-1984,
Sesión del 24 de marzo de 1984, f. 125).200
Como la Sociedad no disponía del personal para llevar a cabo la restauración del
lienzo, se firmó un convenio con el INAH, el Instituto Nacional de Antropología e
Historia (probablemente en marzo ó abril de 1984). En octubre del mismo año la
Coordinación Nacional de Restauración del Patrimonio Cultural del INAH terminó
la restauración que costó más de dos millones de pesos (SMGE-AH, A37 Vol.47,
Acta 6 del 6 de octubre de 1984, f. 135).201
El lienzo recién restaurado no regresó a la SMGE sino - como parte del
convenio con el INAH - estuvo en exposición en el Museo Nacional de Antropología
(MNA), México, D.F.202 Posteriormente, en marzo de 1985, fue llevado al Museo
Regional Michoacano (MRM) en Morelia, donde en el mismo mes inauguraron la
exposición del documento michoacano. No obstante la resistencia por parte de la

199 Traducción nuestra. El texto original es: "(...) it seemed to be painted on the usual material for
the old lienzos: a coarse maguey fiber, stiff as sail canvas of African bark paper or Malayan repa, of the
kind called Indian parchment (...) Perhaps, then, Dr. Leon’s own copy was made on coarse cotton, while
the restored original which (as I suppose) I have seen on the wall of the Sociedad Antonio Alzate was still
partly composed of archaic maguey fiber."
200 Como dato curioso se puede mencionar que Octavio Ponzanelli, escultor mexicano y presente en
la reunión de la SMGE del 24 de marzo de 1984, ofreció restaurar el Lienzo de Jucutácato (ibíd.).
201 La SMGE estaba a punto de firmar otro convenio con el INAH para la restauración, clasificación,
catalogización de los 600 mapas (desde 1524) que tiene en su colección. Todo fue pagado por el INAH
que al mismo tiempo pudo tomar fotografías de los mapas de la SMGE. La sociedad siguió siendo el
poseedor del material original.
202 Para este evento el INAH publicó el librito "El Lienzo de Jucutacáto" (México: INAH/SEP,
1984).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 93

SMGE, el lienzo permaneció en Morelia hasta febrero de 1994 cuando finalmente


fue recuperado por la SMGE quién lo llevó a México.203
C o pias
Después de su redescubrimiento en el siglo XIX, el lienzo ha recibido mucha
atención por parte de varios investigadores quienes mandaron hacer copias del
documento para poder estudiarlo mejor y para rescatar la información del original
que ya estaba en malas condiciones.
La copia más antigua parece haber sido hecha por algunos ingleses que
visitaron la primera exposición del estado de Michoacán en Morelia, en el año de
1877 (véase arriba). Este dato nos da Pablo García Abarca en su biografía de Fray
Juan de San Miguel (1886, LAL, Nicolás León Collection, Box 6, Folder 52, 6
fojas):
"Este lienzo lo exhibé en la Exposición de Michoacán donde unos ingleses lo
copiaron".
Aunque no se ha podido identificar a "los ingleses" parece posible que trabajaban en
la minería en la región o en la construcción de ferrocarriles. La primera copia del
lienzo no ha sido localizado.204
Antes de la salida del lienzo original de Michoacán, entre mayo y julio de
1882, el dibujante señor García hizo una copia bajo la inspección del Dr. Nicolás
León.205 Aunque durante algunos años León guardaba la copia en su colección, la
vendió al Dr. Francisco Planearte y Navarrete para la Junta Colombina de México.

203 Por varias razones el regreso del documento a México (por algunos considerado un "robo") causó
cierta inconformidad: se pensaba que el lienzo se iba a deteriorar otra vez más en la SMGE y además se
consideraba el lienzo como patrimonio cultural de Michoacán. En 1994 hubo varias publicaciones en
periódicos y revistas locales en Morelia con el fin de intentar recuperar el documento (véase por ejemplo
Sánchez Reyna 1994a y 1994b).
204 Tal vez los visitantes ingleses mostraron su interés en el lienzo porque - como veremos - da
información sobre la extracción y fundición de cobre. Posiblemente llevaron la copia a Inglaterra.
205 Consta de una carta encontrada por nuestro colega Bas van Doesburg (Universidad de Leiden),
que dos años después León mandó una fotografía del documento a su amigo Joaquín Garcia Icazbalceta:
"Me complace en acompañar a esta [carta una] fotografía de copia esactísima del lienzo que según la Rea,
pag. 20, Edic. de la "Voz de Mexico" existía en Cucutacato (Jucutácato) y que aun existe allá, pero muy
guardado por los Indios. Está pintado el original en un tejido de una especie de algodón muy brillante y
suave ¿quizás pochote? cuya industria actualmente ya no existe; mide 2 metros 63 centímetros de largo,
por 2 metros 3 centímetros de ancho. Con el auxilio de una lente, se ve hasta su menor detalle; esa
pintura es en mi concepto posterior a la Conquista. Mucho le recomiendo a Ud. vea si entre sus amigos
y principalmente con su hermano político el Sr. Pimentel, puede obtener la traducción de la leyenda que
se ve en el cuadro de abajo, que es el principal" (AGN, Colección Felipe Teixidor, Cartas de Nicolás
León, Caja 17, Exp.l, Carta del 26 de noviembre de 1884 de León a Icazbalceta, ff.7-11). Extraña que
León dice que el lienzo original estaba guardado en el pueblo de Jucutácato mientras que desde 1882 ya
formaba parte de la colección de la SMGE.
94 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

La Junta organizó la sección de México en la Exposición Histórico-Americana de


Madrid en 1892 e incluyó la copia de León en la colección de antigüedades
mexicanas mostrada en este evento (Paso y Troncoso 1893:245).206
En los años ’40 del siglo XX, Mateos Higuera (1948:161) supo de la existencia
de una copia del lienzo - hecha por el mismo dibujante Garcia - en el Museo
Nacional de Antropología (MNA). Aunque admitió no saber si esta copia del MNA
era la misma que León había mandado sacar en el siglo pasado, nosotros hemos
podido ver que las glosas del lienzo mencionadas por Nicolás León en su publicación
(1979), son exactamente las mismas que aparecen en la copia del lienzo de la MNA
(bóveda de códices). Por lo tanto, podemos identificar la copia (tela) que actualmente
se encuentra en la bóveda de códices del MNA, como la copia de Nicolás León
hecha por García (la llamaremos "MNA 1"). Terminada la exposición en Madrid
(1892), debe haber sido trasladada al mencionado museo en la ciudad de México.
Cuando Eduard Seler visitó México entre 1895 y 1897, mandó hacer una copia
del lienzo y se la llevó a Alemania, al Kóniglichen Museum für Vólkerkunde en
Berlín (Akten des Kóniglichen Museum für Vólkerkunde, Berlin, Actas Número
934/97, f.3).207 No se ha podido localizar la copia en el mencionado museo
(KMV), ni en el Iberoamerikanisches Instituí de Berlín (IAIPK), donde se encuentra
la colección de notas personales y documentos de Eduard Seler y Walter
Lehmann.208 Según Lehmann (IAIPK, Nachlass Lehmann, Folder Y424 "Über
Taraskische Bilderschriften", f.40), la copia de Seler era pintada sobre tela ("Copie
auf Leinwand") y no incluía todos los textos en lengua náhuatl (véase también
Lehmann 1905:412).209
En 1947, Mateo A. Saldaña pintó otra copia (tela) del Lienzo de Jucutácato,
bajo la supervisión de Wigberto Jiménez Moreno (Mateos Higuera 1948:161).
Actualmente la copia (tela) se encuentra en la sala del occidente del Museo Nacional
de Antropología (exposición permanente). Cuando en agosto de 1947 Jiménez

21,6 El dibujante García solamente hizo la copia del Lienzo de Jucutácato. Todas las copias de otros
documentos michoacanos incluidas en la exposición de Madrid fueron hechas por el dibujante Rafael
Aguilar, por encargo del Dr. Planearte y Navarrete (Paso y Troncoso 1893:240, 241, 244, 250, 252).
207 Seler ha incluido la copia del lienzo bajo el número 15: "Kopien zweier biltschriften (...) aus
Jutiapa in der Mixteca baja und aus der Náhe von Pátzcuaro in Mechoacan" ("Copias de dos documentos
pictográficos (...) de Jutiapa en la Mixteca baja y de los alrededores de Pátzcuaro en Michoacán") (ibíd.
f.3).
2m Es probable que Seler haya llevado la copia a su casa en Steglitz, Berlín, edificio que - con toda
la colección del historiador alemán - ha sido destruido por una bomba durante la segunda guerra mundial
(véase también capítulo II).
209 Es probable que todos los textos no mencionados y traducidos por Seler en su análisis del lienzo
(Seler 1908) tampoco aparecieron en su copia (véase análisis de glosas abajo). Llama la atención que para
ilustrar la publicación de su análisis del lienzo (1908), Seler ha usado los dibujos publicados por León
(1903-04, véase 1979) y no los de su propia copia.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 95

Moreno dió su interpretación del lienzo en una reunión de la SMGE, comentó sobre
el labor difícil que había sido la manufactura de la copia:
"Explica que la primera tarea para interpretación concienzuda del lienzo,
consistió en obtener una buena copia, por lo que se dió el encargo de hacerla
al pintor del Museo Nacional Sr. Mateo Saldaña, quien llegó a 1^ precisión de
hacer perceptibles las corrientes de agua que no aparecen en otras copias.
También se aclaró el dibujo de los edificios y se hicieron legibles algunas
leyendas que aparecían incompletas, empleando un procedimiento de letras
puntuadas y que los buenos resultados en general se debieron a la pericia del
reproductor y al uso de un tratamiento moderno muy eficaz. También - indica
el conferenciante - la tarea paleográfica resultó muy laboriosa" (SMGE, AH
A37 V.51, Actas 1947, Acta 14, 5-8-1947).210
Según Mateos Higuera (ibíd.), la copia de Jiménez Moreno es la más fiel y completa
(la llamaremos copia "MNA 2").
En la SMGE - en la pared de la antigua sala de actas - se encuentra otra copia
del Lienzo de Jucutácato. Probablemente ha sido pintada en los años ’70 ya que no
está mencionado en los catálogos de documentos pictográficos de Mateos Higuera y
Glass. Parece haber sido basado tanto en el original como en la copia MNA 2 de
Jiménez Moreno y Mateo Saldaña. Hemos visto que ambas especialistas han podido
hacer - con grandes dificultades - una copia del lienzo original en 1947,
reconstruyendo dibujos, glosas y unos ríos (color azul) casi no visibles en el
original.
El Museo Regional Michoacano posee otra copia (tela) del lienzo (MRM 1). El
documento es conocido como "copia de León". La comparación entre esta copia y
el MNA 1 (en cuanto al tipo de tela y colores, glosas y dibujos) muestra que casi
son idénticos, sin embargo existen diferencias mínimas en la transcripción de algunas
glosas. Como ya vimos, las glosas de la copia MNA 1 corresponden a los
mencionados y usados por León en su análisis del lienzo, la copia del MRM no
parece ser otra copia del lienzo original sino una copia basada en la copia MNA 1
(copia de León). Posiblemente León - antes de vender su primera copia al Dr.
Planearte y Navarrete - mandó copiarlo para quedarse con una copia para el MRM.
El dibujante de la copia del MRM (¿el señor García?) cometió muy pocos errores en
la transcripción de los textos del MNA l.211 De todos modos sabemos que la copia

210 Saldaña pintó la copia para el MNA en la SMGE. Después de ser terminada - en noviembre de
1947 - esta sociedad la mandó al MNA (MNA-AH, Vol. 145, f.53, referencia encontrada por nuestro
colega Michel Oudijk).
211 Se mencionarán las glosas diferentes en las dos copias para ilustrar estas observaciones: (a)
"tlacha/zuhque" (León 1979:24, copia MNA 1) es "tlach* uhque" (* = como una letra -s escrita en
sentido invertido) en la copia MRM 1; (b) "tlatenchiaz/" (León 1979:26, MNA 1) y "tlatenchicaí/" (MRM
96 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

ya se encontraba en el MRM en 1920 (véase las ilustraciones de documentos pictogr­


áficos en el MRM por Ortiz Rubio 1920).
Mateos Higuera (1947:161) menciona una copia mandada a hacer por el general
Lázaro Cárdenas (gobernador de Michoacán entre 1928-1932 y posteriormente
presidente de la República Mexicana). No se conoce el paradero de este documento.
En 1994, cuando el lienzo fue recuperado por la SMGE, la restauradora del
INAH, Lorena Román Torres, en poco tiempo elaboró otra copia (tela) que ahora se
encuentra en el MRM. Hay que señalar que esta copia (MRM 2) - desde el punto de
vista del historiador - solamente nos da una idea general del lienzo. En cuanto a
detalles de algunos dibujos y sobre todo en cuanto a los textos en la lengua náhuatl
difiere mucho del original. Por lo tanto no se usará esta copia como fuente de
estudio.
En la jefatura del pueblo de Jucutácato hay un cuadro - pintado por el artista
José Luis Soto - que representa un árbol grande de que salen llamas y un indígena
con su lanza (según el autor de la copia este representa al dios del sol Curicaueri).
Alrededor de esta escena central se han dibujado varios cuadros del Lienzo de
Jucutácato. En el caso de este cuadro no se trata de una copia científica del Lienzo
de Jucutácato sino de una interpretación o visión artística.
Hemos podido estudiar detalladamente las glosas y dibujos tanto en el lienzo
original como en todas las copias existentes y localizadas. Resulta que en general la
información estrictamente pictográfica del original ha sido copiada fielmente en todas
las copias, aunque hay diferencias en cuanto a las transcripciones de las glosas en
lengua náhuatl. En las copias de León (MNA 1 y MRM 1) - aunque son las más
antiguas de que disponemos - faltan algunas glosas, las que sí fueron copiadas
contienen una gran cantidad de errores debido al hecho de que León (a fines del
siglo pasado) todavía no tenía mucho conocimiento de la lengua náhuatl. Las copias
más fieles del original son la de Jiménez Moreno (MNA 2) y la de la SMGE. Ambas
fueron hechas por conocedores de la lengua náhuatl. En el caso de varias glosas hay
pequeñas diferencias entre estas dos copias, las cuales se mencionarán en el análisis
de las escenas del lienzo. Hay que tomar en cuenta que el original está muy dañado,
muchas glosas son casi ilegibles. En cuanto a las copias es importante señalar que

1); (c) "quimefíf/a" (León 1979, MNA 1) y "quimef/f/a" (MRM 1); (d) "tlapachuaynan/z/n" (León
1979:31, MNA 1) y "tlapachuaynan/z/rz (MRM 1); (e) "nf.Janqui" (León 1979:34, MNA 1) y "anquí"
(MRM 1). Debemos admitir que en los casos (c) y (d) es posible que el autor del MRM 1 puso su -i como
una -1 (suele pasar frecuentemente en este tipo de documentos). En el caso (b) el autor de la copia MRM
1 agregó una -t así completando y mejorando la copia de León (donde en otras partes si aparece
"tlatenchicar/"). En el caso (a), el autor de la copia MRM 1 se equivocó completamente y finalmente en
el caso (e) no pudo leer bien las primeras letras de una glosa y por lo tanto no las incluyó.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 97

sus autores han tratado de reconstruir las glosas ya no visibles en el original.212 En


el apéndice VII se da la transcripción completa de las glosas en el original y en las
copias. La transcripción de los textos del lienzo original ha sido basada en
observaciones directas, no se ha tratado de hacer una reconstrucción tentativa (véase
también el análisis de las glosas en el capítulo IV).213
E st u d io s a n t e r io r e s
El Lienzo de Jucutácato parece ser el documento pictográfico más estudiado de
Michoacán. Revisando las diferentes publicaciones, llama la atención que en muchos
casos los autores ni siquiera han tomado en cuenta las investigaciones de sus
antecesores. Antes de meternos en el análisis del propio documento, vale examinar
estos estudios anteriores.
El primer comentario sobre el lienzo fue hecho por su descubridor Fray Alonso
de la Rea en 1639 (publicado en 1643). Obviamente el franciscano conocía una o
varias versiones de los mitos de origen de los aztecas (muy probablemente las había
leido en otra crónica) que dijeron haber venido de Aztlán y de las cuevas de
Chicomoztoc. De la Rea vió las semejanzas entre estos mitos aztecas y una parte del
lienzo y por lo tanto interpretó el documento michoacano como una representación
del "origen de los p’urhépecha" quienes - según el cronista - habían acompañado a
los aztecas y por lo tanto ambos grupos étnicos tenían el mismo origen:
"(...) porque pintando estos indios tarascos el origen de su venida en un lienzo
antiquísimo que está hoy en el pueblo de Cucutacato del domicilio de Uruápan
á distancia de una legua, pintaron aquestas nueve naciones saliendo de las siete
cuevas del Poniente y juntamente que pasaban el brazo estrecho de mar ó rio
caudaloso que atraviesa de cañas gruesas y apretadas; de donde veremos que
estos tarascos son de aquellas nueve familias que vinieron con los mexicanos
conducidos de aquel fabuloso pajaro (Huitzilopochtli), y aunque sea fabula, lo
cierto es que los incitaban. Marcharon en tropas desde este lugar de Aztlan
(que así se llamaba) hasta otro donde estaba un árbol muy corpulento y grueso;
el demonio, como oráculo de estas gentes, les hizo parar en su sombra, en
cuyo tronco erigieron altar al ídolo Huitzilopochtli, donde tuvo principio la
idolatría de estas gentes: sentáronse á comer, con el recelo que engendra el
cuidado de la novedad nunca vista, y cuando más descuidados, dió el árbol un

212 Véase, por ejemplo, los estudios de Seler (1908) y Jiménez Moreno (1948) donde ponen las partes
reconstruidas de las glosas entre paréntisis. Estos faltan en las copias del lienzo. León no tuvo el
conocimiento para llevar a cabo este tipo de reconstrucciones, así solamente transcribió las glosas que con
toda seguridad logró ver en el original.
213 Fotografías (detalles y negativo grande del total en color y en blanco y negro) y diapositivas
tomadas tanto antes como después de la restauración del lienzo en 1984 se encuentran en el INAH-DRPC
(archivo 530/84). También hay varias fotografías del lienzo (en blanco y negro) - tomadas hace algunos
50 años - en la UDLA-CB, Mapa 155.
98 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

estallido y se hendió por medio; entonces las cabezas de las familias y caudillos
de las tropas tuvieron por mal agüero el suceso, y dejando de comer
consultaron á su dios. Entonces llamó aparte á los mexicanos y les dijo: despe­
did esas ocho familias y decidles que se vayan, sigan su camino y paren donde
les plugiere; vosotros quedaos; lo cual hicieron quedándose los unos, y los
otros partiéndose y prosiguiéndo el viaje hacia el Oriente; poblaron unos en
unas partes y otros en otras.
De aquí veremos que el modo que tuvieron de poblar estos tarascos, no es el
que se les prohija. Que después de cumplido el término que el Ídolo les señaló
á los mexicanos en este lugar donde se hizo la separación de las demas familias
que fué de nueve años, prosiguieron su derrota oriental, y como cae esta
Provincia linea recta por donde venian, algunos niños, viejos y enfermos que
fatigados del camino no pudieron pasar, se quedaron en esta Provincia; y
prosiguiendo los mexicanos, llegaron al centro de la laguna mexicana. Los
tarascos ofendidos y agraviados, poblaron este reino, mudaron la lengua é
hicieron cuerpo de por si" (Rea 1882:20-22).
Aunque de la Rea señaló bien un tema importante del lienzo - el origen mítico y
migración de un grupo indígena - no se metió en el análisis de detalles del
documento. Habiendo encontrado el lienzo en una comunidad p’urhépecha y viendo
las relaciones con mitos de origen de la tradición azteca, identificó los protagonistas
del lienzo como "los p’urhépecha" lo que - como veremos abajo - resulta ser un
error.
El redescubridor del lienzo, el Dr. García Abarca, no dedicó un trabajo
especial al lienzo sino hizo varias observaciones breves y comentarios interpretativos
sobre algunas partes y aspectos de su contenido en sus escritos de 1876, 1881-1882,
1886 y 1913. Su primer manuscrito "Cerro de Perivan" (véase la transcripción en el
apéndice II) es, sobre todo, una descripción geográfica-botánica de la región de
Uruapan, aunque en las primeras páginas también menciona el lienzo ya que piensa
que el cerro de Periban (según el también llamado "Cuchejuata" o "Cerro del
Puerco") está representado en una de sus escenas. Para ilustrar su artículo hizo
dibujos de 2 escenas (del cuadro central "De Mechuacan" y del cuadro
"Tenuchtitlan") del lienzo y los incluyó en el texto:
"(...) como se ve en los dos geroglíficos que acompaño, e primero indica que
abancando dirigidos por donde les saludaba el sol encontraron agua
representada en la canoa, ó pequeña varea, esos hombres sentados y la especie
de iglesia, que supongo fue sencilla casa reformada en tiempo de que doblaron
la cervis para ser uncidos por el yugo español, dicen con claridad que hicieron
alto. Las tres cabezas son sacrificios humanos, una pertenece a Mechuaca. cuya
sangre salpicó las manos del sacerdote Aacatl, ó tal vez la iglesia indica que las
victimas fueron ofrecidas á Huixilopochtli. Los que están en actitud de marcha
detrás de los que han tomado poseción de Mechuamacan indican disgusto y
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 99

siguen al sacerdote que también está en pie para seguir á donde representa el
segundo geroglífico que fueron detenidos por una ave sentada en un nopal,
donde se establecieron con una ceremonia religiosa para fundar á Tenuchtitlan
que reconoció como primer autoridad á Tenuch que algunos nombran Tenoh"
(García Abarca 1876, f.2-3).214
En su "Geografía y Estadística de Michoacán" (SMGE, AH G28, Volúmen I),
probablemente escrita en 1881-1882 (aproximadamente), García Abarca incluyó otros
comentarios suyos sobre varias partes del lienzo, acompañados por dibujos (véase su
transcripción en el apéndice III). Su primer dibujo (lo que el llama "geroglifico 1")
representa el cuadro "Teyouahcan" del lienzo (ibíd. Tomo I, f.7v.), después siguen
los cuadros "Chalchiuihtlahpazco" (ibíd., f.9v.) y "De Mechuacan" (ibíd. f.llv.).
Llama la atención que intentó transcribir algunas glosas (en náhuatl) de este último
cuadro y las mandó traducir como si estuvieran escritas en p’urhépecha:
"Nunan Vquiutcac tacuran yxpan oceloti mahpan. Traducción libre. No
pudiendo remendar la loza después de hecha, remiéndese antes, y puesta asi al
fuego se pega una pieza con otra. Según un indígena de Paracho, ilustrado en
su idioma." y "oceloti fue nombre de un soldado de Axayacatl, emperador de
Mexico, posterior á la fundación de Mechuacan" (ibíd., f.llv.).
El "indígena de Paracho" quien le hizo la traducción forzada, probablemente puede
ser identificado como el señor Cano (véase abajo).
En 1886, incorporó sus comentarios en su "Biografía de Fray Juan de San
Miguel" (véase apéndice IV para su transcripción) ya que el misionero español
evangelizó la gente en la región de Uruapan, de donde procede también el lienzo.
García Abarca ya conocía la obra del franciscano de la Rea y la opinión de Eduardo
Ruiz sobre el lienzo:
"En este lienzo el primer cuadro es el principio de una peregrinación india por
orden de su theofania. Hay en él, una especia de olla, con nueve hombres que
de ella salen, esta quiere decir que salen del Asia. Hay nueve hombres
incrustados en tortugas que con claridad dicen que la peregrinación fue lenta,
y un hombre montado en un perro, es que la peregrinación se hizo con la
fidelidad del perro, ó sea sin separarse los tribus, hasta tocar el Norte, ó
California. (...) En resúmen en este lienzo puede verse los pueblos que en la
peregrinación fundaron desde Theotihuacan (pueblo de Dios) hasta
Tzintzuntzan, y Tenuhtitlan, ó Mexico" (García Abarca 1886, foja 3).

214
Subrayados puestos por García Abarca.
100 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

García Abarca combinó el mito de origen y de la peregrinación que probablemente


había visto en la crónica escrita por de la Rea (y otras como la de Tello) con la
teoría de que los pueblos indígenas tenían su origen en Asia. Aparte de su
comentario sobre el contenido general del lienzo, le llamó la atención que en uno de
los cuadros estaban sacando minerales de alguna mina, lugar que el identificó como
el pueblo viejo de San Gregorio, antiguamente localizado en las orillas del Río
Tepalcatepec (en el sur de Michoacán). Sin embargo, como hay muchas minas
mencionadas en el lienzo, no sabemos a qué cuadro se refiere.215
En sus "Apuntes de Geografía, y algunos episodios de Michoacán" (1913,
véase su transcripción en el apéndice V) incluyó algunos comentarios más detallados
sobre el lienzo. De nuevo mencionó el tema del origen y de la peregrinación, pero
concluyó que los protagonistas del lienzo no eran solamente los p’urhépecha sino
también náhuas. Había transcrito (con muchos errores) unas de las glosas en náhuatl
(del cuadro Xiuhquilan) - aunque el doctor pensaba que era p’urhépecha - y pidió a
un señor de Paracho de traducirlas:
"Xihuquilan unanycanymuhtenena quix, ynix, huaynix. Según un señor Cano,
indígena, ilustrado originario de Paracho, que desempeña la Secretaria
Municipal en Cheran Anapo traduce lo escrito en estos términos; reunidos aquí
en Jicalan rendiremos culto - á una divinidad"216
Obviamente el intento resultó en una traducción muy forzada - para no decir
imposible - que ni podemos reconstruir. La mejor observación de García Abarca, en
su última interpretación del lienzo, fue que el topónimo Xiuhquilan corresponde al
pueblo de Jicalan Viejo, identificando bien al topónimo más importante del
documento.217 Desafortunadamente las opiniones de García Abarca nunca fueron
publicadas y por lo tanto no tomadas en cuenta.
Aunque - como ya se ha dicho - Nicolás León vió el lienzo por primera vez en
1877, su primer estudio del documento (hecho en 1886) fue publicado en 1889. León

215 Dice García Abarca: "El cuadro en que está escrito - pintura está, tiene este rótulo: Apundaro que
fue una hacienda inmediata a San Gregorio". Sin embargo, no hay una glosa "apundaro" en el lienzo,
posiblemente el médico uruapense cometió un error en su transcripción. Aunque no se puede decir con
seguridad, parece muy probable que el San Gregorio a que se refiere el autor es San Gregorio Taciran
(véase Barrett 1973:108, Mapa 1).
216 Es muy probable que el señor Cano, mencionado por García Abarca, es uno de los dos señores
Martín Cano (senior o junior) quienes siempre se juntaron con Toribio Ruiz, el padre de Eduardo Ruiz
(véase abajo) para discutir sobre la historia indígena michoacana (Ruiz 1891, véase 1984:13). La familia
Cano y Don Toribio Ruiz eran p’urhépecha y vivían en Paracho.
217 Además, conoció el sitio del pueblo viejo y su yácata. Parece probable que García Abarca ya
había identificado Xiuhquilan como Jicalan Viejo en 1876, ya que en esta primera publicación habla sobre
"Xiuquilan viejo", aunque no indica explícitamente su relación con el Lienzo de Jucutácato (García
Abarca 1876, f.8).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 101

no tenía una opinión muy directa sobre el documento completo sino dió una
descripción de todos los cuadros en que está dividido.218 Además de transcribir y
traducir varios topónimos - identificando algunos como pueblos existentes - intentó
traducir algunas glosas no toponímicas aunque no pudo identificar bien la lengua en
que estaban escritas. En el caso de las glosas principales del cuadro "Xiuhquilan"
por ejemplo, León pensaba que se trataba de algunas palabras en náhuatl, otras en
p’urhépecha y una tercera lengua que no pudo identificar.219 Sin embargo concluyó
que la migración - el tema central del documento - era de gente p’urhépecha. El
primer estudio de Nicolás León llegó a ser la base para investigaciones
posteriores.220
Un contemporáneo de León, Eduardo Ruiz, ha usado el lienzo en su teoría
sobre el origen suramericano de "los p’urhépecha" (Ruiz 1891).221 No describió ni
interpretó el lienzo en todos sus detalles, solamente se referió a unos cuantos
elementos, los cuales, según él, muestran que el lienzo es una prueba para su teoría.
Véase por ejemplo su traducción de unas glosas (no especifica cuales) - según Ruiz
escritas en un p’urhépecha arcáico - del primer cuadro:
"Está alrevesado para que no se sepa de dónde vinieron" (Ruiz 1984:56).
Parece que Ruiz veía el lienzo como un documento que describe el origen de los
p’urhépecha, su migración hacia el norte y la fundación de su gran "imperio" en
tierras michoacanas. Doña Luisa Magaña - la propietaria del lienzo antes de 1876 -
le había dicho que en el lienzo "estaba pintado el reino de los purépecha" (ibíd.).
Según Ruiz, los textos y nombres en náhuatl no pertenecen al documento sino fueron
agregados posteriormente por un náhuatl hablante que, según el autor, puso otros
elementos adicionales haciendo la pintura "ininteligible" (ibíd.55). Ruiz simplemente

21l< Se trata de la primera descripción detallada del contenido del lienzo. Se debe tomar en cuenta que
León ya empezó estudiar el documento años antes de su primera publicación. Vió el documento en 1877
(durante la exposición en Morelia) y lo mandó copiar en 1882. Además, en 1884, pidió la ayuda de
Pimentel - por medio de Icazbalceta - para hacer la traducción de las glosas en el cuadro de Xiuhquilan
(AGN, Colección Felipe Teixidor, Cartas de Nicolás León, Carta del 26 de noviembre de 1884 de León
a Icazbalceta).
219 Se debe tomar en cuenta que en el aquel entonces León todavía no tenía mucho conocimiento del
p’urhépecha, menos aún del náhuatl. En su segunda publicación sobre el lienzo el autor admitió que en
1889 apenas empezó a estudiar "la lengua tarasca" y que tenía como maestros a algunos hablantes de esta
lengua. Uno de ellos dijo a León que los textos en el lienzo estaban escritos en "tarasco" - aunque muy
alterado - y empezó a buscar traducciones de estos en su propia lengua. Según León los resultados no
salieron bien, los llamó "un dislate" (1979:152, nota 33).
2211 La SMGE - donde en aquel momento fue guardado el lienzo original - recibió una copia del
estudio de León (SMGE-AH, AH A37 V.20, Actas de la SMGE Vol.106 de 1886 a 1893, Acta 17 del 31
de Septiembre de 1889).
221 Eduardo Ruiz forma parte del corriente romántico presente en la obra de varios historiadores de
la segunda parte del siglo XIX (véase, entre otros, Manuel Martínez Gracida de Oaxaca).
102 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

interpretaba y manipulaba ciertas partes de los documentos históricos - como el


lienzo - de tal manera que pudo usarlas como pruebas para su teoría.
En 1892, un público amplio de investigadores e interesados llegó a conocer el
lienzo, cuando una copia (de Nicolás León) fue incluida en la Exposición Histórico-
Americana de Madrid (Paso y Troncoso 1893:245-249). En el catálogo de la
exposición Paso y Troncoso dió su opinión sobre el lienzo (usando la copia de León)
y llegó a la conclusión de que en el lienzo se trata de una migración de náhuatl
hablantes y no de p’urhépecha hablantes como habían dicho León y Ruiz (Paso y
Troncoso 1893:246). Como conocedor del náhuatl pudo identificar las glosas
extensas y algunos topónimos como escritos en esta lengua, además, reconoció que
otros topónimos pertenecen a la lengua p’urhépecha. Paso y Troncoso es el primero
en traducir unas glosas del cuadro de "Chalchiuihtlahpazco" y de la escena de
"Xiuhquilan". Además identificó algunos topónimos y por lo tanto pudo concluir que
la migración empieza en Veracruz y termina en la región de Uruapan. También
observó que del cuadro "Xiuhquilan" parten cuatro rutas adicionales,
desafortunadamente no pudo incluir sus descripciones y análisis.
A principios del siglo XX, León publicó otra investigación más profunda del
lienzo en su obra "Los Tarascos" (1903-04, 1979:20-44). Había leído el trabajo de
Ruiz y llegó a ser uno de sus críticos más severos:
"(...) pretende su autor [Ruiz] haber consignado las genuinas tradiciones
históricas de los pueblos precolombinos de Michoacán, llegando su presunción
hasta corregir los poquísimos textos primitivos que tocante á ella hasta hoy se
conocen. Con el sistema Borundiano de etimologías hace prodigios de ingenio,
y basado en ese escamoteo de palabras descubre el origen y migraciones de los
aludidos pueblos" (León 1903, véase 1979:150, nota 21, véase también
ibíd. 19.).
Seguramente las observaciones de Paso y Troncoso - breves pero importantes -
influyeron positivamente a Nicolás León. Se dió cuenta que no se puede usar el
lienzo para explicar el origen de los p’urhépecha y - tomando en cuenta a Paso y
Troncoso - no excluía la posibilidad de que se tratara de una migración de un grupo
de náhuas (León 1979:39):
"La cuestión del origen de los tarascos queda tan obscura como antes, y esta
pintura no sirve sino para aumentar más las dudas y patentizar las
contradicciones de los textos citados" (ibíd.42).
León aceptó la opinión de Paso y Troncoso y la tomó como base para un estudio
más profundo del lienzo. Aparte de su descripción detallada y sus dibujos del lienzo,
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 103

León transcribió todos los topónimos y varias glosas no toponímicas.222 Sin


embargo (como veremos más adelante) sus transcripciones contienen varios errores
ya que el autor aún no tenía mucho conocimiento de la lengua náhuatl. León copió
las dos traducciones de Paso y Troncoso y no ha intentado traducir los demás textos.
Lo más valioso de este segundo análisis parece ser su identificación de varios de los
lugares mencionados en el lienzo. Paso y Troncoso solamente pudo indicar la ruta
de los migrantes en la primera parte del lienzo (Veracruz-Uruapan), León señaló que
aparte de otra ruta de Uruapan al Lago de Pátzcuaro, hubo tres rutas adicionales que
indican que los migrantes iban hacia el sur de Michoacán (Tierra Caliente)(ibíd.42-
43).223
El investigador alemán Eduard Seler da nueva luz sobre el contenido del
documento en su trabajo "Die Alten Bewohner der Landschaft Michuacan" ("Los
habitantes antiguos de la región de Michoacán", 1908). Conociendo los autores
anteriores (León, Ruiz, Paso y Troncoso) estaba de acuerdo con la identificación de
los migrantes como náhuatl hablantes (postulado primero por Paso y Troncoso):
"Esta pintura que contiene leyendas en lengua mexicana, pinta la migración de
un grupo de personas designadas como Náhuatl hablantes y Toltecas a un lugar
llamado Xiuhquilan en Michoacán" (Seler 1908:42).224
Seler - en su caracterización del territorio michoacano como una región multiétnica -
argumentó que el lienzo es la prueba más evidente para la existencia de grupos de
náhuatl hablantes dentro del área p’urhépecha. Aparte de sus observaciones,
sumamente detalladas, sobre los elementos pictográficos, Seler - conocedor de las
fuentes históricas y de la lengua náhuatl - transcribió todos los topónimos y casi
todas las glosas no toponímicas del documento y es el primero en intentar traducir
gran parte de ellas. Notó la existencia de las rutas ya reconocidas por autores
anteriores, pero vió que los migrantes fundaron el lugar llamado Xiuhquilan y que
las rutas partiendo del dicho lugar - usadas por los xiuhquiltecas (habitantes de
Xiuhquilan) - tienen que ver con la minería y la metalurgia. El estudio de Seler (bien
ilustrado, como el de León) significaba un avanze enorme para el conocimiento del

222 Estas glosas las puso también en su copia del lienzo original (copia MNA 1, véase también copia
MRM 1).
223 Dos años después del primer estudio hecho por León, Mariano Sánchez - socio de la SMGE -
propuso que los socios Lie. Macedonio Gómez y Dr. Nicolás León hicieran un estudio del Lienzo de
Jucutácato (SMGE-AH, AH A37 V.20, Actas de la SMGE Vol. 106 de 1886 a 1893, Acta 2 del 8 de
enero de 1891). La SMGE aceptó esta iniciativa y agregó al socio Leopoldo Batres a la comisión de León
y Gómez (ibíd. Acta 4 del 29 de enero de 1891). No se han podido encontrar referencias a los resultados
obtenidos por la comisión investigadora.
224 Traducción nuestra. Texto original: "Dieses Bild, das mit Legenden in mexikanischer Sprache
versehen ist, schildert die Wanderung eines Stammes Nauatl sprechender und ais Tolteken bezeichneter
Leute nach einem One Xuihquillan in Michuacan".
104 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

lienzo.225 Desafortunadamente su trabajo - el mejor análisis de todos los estudios


anteriores del lienzo - fue publicado en lengua alemana y por lo tanto no leido por
muchos autores posteriores. Una traducción al español (Colección de Disertaciones,
Tomo 7, BNAH) - hecha muchos años después - ha tenido poca difusión por no estar
publicada.
Sin tomar en cuenta los buenos trabajos ya realizados por otros, en 1926
Miguel O. de Mendizabal publicó su obra "El Lienzo de Jucutacáto, su verdadera
significación", en que llegó a conclusiones totalmente diferentes. Aunque aceptando
que el autor o autores del documento fueron indígenas, interpretó el contenido como
básicamente europeo. Después de haber observado que se trata de una migración
religiosa, identificó los migrantes en el documento como sacerdotes católicos:
"Si observamos con atención los símbolos que los acompañan constantemente,
caracterizándolos, llegamos fácilmente a la convicción de que se trata de
sacerdotes católicos, o más precisamente, de monjes de alguna de las órdenes
religiosas que vinieron a México a raíz de la Conquista" (Mendizabal 1926:16).

Mendizabal identificó los religiosos como franciscanos quienes a principios de la era


colonial fundaron un gran convento en Tiripetio. Identificó este lugar como el
Xiuhquilan del lienzo, por lo tanto le hubiera gustado de cambiar su nombre por
"Lienzo de Tiripetio". Mendizabal no tomó en cuenta los textos en lengua náhuatl,
ni la linea anaranjada que conecta los cuadros en el documento. Lo justificó
argumentando que estos fueron agregados posteriormente por un indígena quien no
supo escribir bien el latín (ibíd. 11). Este análisis - en que se niegan todas las
convenciones bien conocidas de la escritura pictográfica indígena - no aporta
elementos nuevos y puede ser considerado solamente como una curiosidad.
En una contribución breve, Wigberto Jiménez Moreno (1948:151-155) -
experienciado etnohistoriador y conocedor de la lengua náhuatl - parece estar de
acuerdo con muchas traducciones de glosas hechas por Seler (1908), aunque en
varios casos llegó a interpretaciones alternativas (Jiménez Moreno 151-157).226
Jiménez Moreno publicó por primera vez que el lugar más importante del lienzo,
"Xiuhquilan", podría ser identificado como Jicalan Viejo (ibíd. 152).227 Además,
especificó que los migrantes toltecas y náhuatl hablantes pertenecieron al grupo de

225 Veremos las aportaciones más concretas y detalladas en el análisis del documento.
226 Parece que Jiménez Moreno ya había hecho su investigación antes de 1943 (véase Corona Núñez
1943:187-188). El folleto "Explicación del Lienzo de Jucutácato", existente en la biblioteca del MNA, es
una versión mecanoescrita de una parte del artículo de 1948 y menciona el año 1940 (Jiménez Moreno
1940).
227 Hemos visto que García Abarca ya menciona esta idea en sus "Apuntes de Geografía, y algunos
episodios de Michoacán" (1913, no publicado).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 105

los nonoalca (ibíd. 156) y sugirió que la fecha aproximada para la elaboración del
lienzo podría haber sido 1540 (ibíd. 155). Mandó sacar una muy buena copia del
lienzo original (copia MNA 2) y planeó escribir un estudio más amplio y detallado.
Desafortunadamente este estudio más profundo nunca fue publicado.
José Corona Núñez hizo público su primer análisis en 1943 (re-publicado con
diferencias insignificantes en 1951). Consideró las interpretaciones de Jiménez
Moreno y Paso y Troncoso y sobre todo la de Seler como las más acertadas, en las
traducciones de las glosas siguió a Seler (1908). Sin embargo su visión difiere en
cuanto a la identificación del lugar más importante en el lienzo, es decir
"Xiuhquilan":
"(...) este llamado Lienzo de Jucutacáto es en realidad Lienzo de Jiquilpan, ya
que relata la historia de los habitantes de esa población establecidos ahí antes
de la conquista española" (Corona Núñez 1943:188).
Llegó a la siguiente conclusión:
"(...) el llamado lienzo de Jucutacáto, es un códice que habla de la historia de
los antiguos habitantes de Jiquilpan; de su remota peregrinación; de su origen
que se pierde más allá del mar, o quizá en las costas de Tabasco, Campeche o
Xucatán, donde debió estar la casi mitológica Chalchiuitlapazco; de sus
industrias de objetos de metal; y, de la descripción de sus principales rutas
comerciales" (Corona Núñez ibíd. 196, 1951:39-40).
En sus "Nuevos Elementos en la Interpretación del Lienzo de Jucutacáto" (1972)
Corona Núñez excluyó las identificaciones de "Xiuhquilan" como Jiquilpan o Jicalan
Viejo. Ahora el autor dió argumentos para su planteamiento adaptado que en el
lienzo se trata principalmente de una migración de nonoalca (desde Veracruz) los
cuales introdujeron la metalurgia en Michoacán. La presencia de nonoalca en esta
región ya quedó comprobada por un documento descubierto por Pedro Carrasco en
1969 ("Nuevos datos sobre los Nonoalca de habla Mexicana en el Reino Tarasco").
Según este documento, Tetlama, sujeto de Tepalcatepec, quiso sustraerse de su
cabecera. Usaron como argumento que no eran p’urhépecha sino nonoalca que
hablaban la lengua náhuatl, dijeron haber venido de Veracruz. Carrasco ya había
notado que tanto el lienzo como el documento de Tetlama hablan sobre una
migración de nonoalca de Veracruz a Michoacán (Carrasco 1969:215). Aparte de
señalar que los topónimos mencionados en ambos documentos son diferentes del
documento de Tetlama, solamente publicó partes de algunos testimonios de los
indígenas hechos durante el interrogatorio (ibíd.217-221)(véase también análisis
abajo).
Corona Núñez publicó otra interpretación del lienzo en 1986 (véase también
1988:49-59). Aunque en cuanto a su interpretación general del documento (náhuatl
106 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

hablantes - nonoalca - quienes introducen metalurgia en Michoacán) es idéntica a la


de 1972, ahora Corona Núñez relacionó la migración de los nonoalca con el origen
de los p’urhépecha. Según el autor los nonoalca del lienzo pasaron por todos los
lugares recorridos antes por los p’urhépecha en su migración de Veracruz a Micho­
acán. Es José Fabián Ruiz (1987, véase sobre todo pp. 111-127) quién intentó
profundizar la teoría del origen común de nonoalca y p’urhépecha.228 Los
argumentos mencionados por los dos autores son dudosos y arbitrarios. Para dar
solamente dos ejemplos de la obra de Corona Núñez (1986): el águila sobre el nopal
en el cuadro "Tenochtitlan" del lienzo representaría el linaje p’urhépecha principal
de los "uacúsecha" (águilas) mientras que sabemos que se trata del glifo toponímico
de Tenochtitlan. Además Corona Núñez identificó una pirámide redonda en
Cempoala (Veracruz) como de origen p’urhépecha, obviamente cometiendo el error
de ver cualquiera estructura redonda como típicamente p’urhépecha.
El estudio más extenso (en cuanto a volúmen) del lienzo fue publicado por
Estrada Cisneros en 1977 ("Origen e Historia de los Purepecha según el Lienzo de
Cucuhtacato"). Retomando la antigua teoría de Eduardo Ruiz el autor trató de
derivar del lienzo "el origen de los p’urhépecha". Se opuso a las observaciones
hechas por los historiadores antecesores:
"El Lienzo de Cucuhtacato ha sido poco estudiado, quienes lo han hecho acusan
siempre en sus interpretaciones, una marcada tendencia náhuatl, quizá influidos
por las leyendas que ostenta en la lengua mexicana, o por la preponderancia
que lo azteca tiene en el criterio de cronistas e historiadores, el caso es que
ninguno lo analiza en su significado intrínsico, en sus pictogramas, separando
de estos todo aquello que pudo haber sido agregado con posterioridad, como
elementos aclaratorios" (Estrada Cisneros 1977:23).
Argumentó Estrada Cisneros, que en el lienzo se pinta la salida de los p’urhépecha
de Perú y su migración (por medio de toda la región de América del centro) a
Veracruz donde - junto con un grupo de náhuatl hablantes - continúan su viaje para
finalmente llegar a Michoacán y fundar su "imperio". Según el autor, el documento
fue elaborado en 1143 d.C. (ibíd.28), aproximadamente unos 4 siglos antes de la
conquista española. No tomó en cuenta los textos ni las lineas rojas/anaranjadas que
conectan los cuadros, ya que éstos supuestamente habían sido agregados
posteriormente, en la época colonial. Estrada Cisneros ha basado su obra - como ya
lo hizo también Eduardo Ruiz - en una interpretación sumamente tendenciosa de las
fuentes. No vaciló en reordenar los cuadros del lienzo para que quepara mejor en su
teoría, no respetando, sino violando completamente, la estructura interna del

228 Ambos autores pensaban - como Eduardo Ruiz y Estrada Cisneros - que "los p’urhépecha"
vinieron de América del sur.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 107

documento. En 1985 - su método de trabajo no ha cambiado - el mismo Estrada


Cisneros considera que el lienzo es un registro de la conquista de Michoacán por
Uacus Thicatame (como hemos visto en el primer capítulo, es el fundador del linaje
de los "águilas").
Según Dora M.K. Grinberg, ingeniera y especialista en metalurgia, el Lienzo
de Jucutácato es un mapa de minas que fue hecho para ilustrar un documento de
1533 (actualmente en el AGI, legajo 1204 del Ramo Indiferente General) que
contiene preguntas, formuladas por las autoridades españolas (oidor Vasco de
Quiroga) para obtener información sobre las minas en Michoacán (sobre todo de la
región de Ario), y varias respuestas dadas por españoles e indígenas michoacanos.
El documento - publicado por Warren (1989b, otra versión en 1993) - contiene
información importante sobre la minería y metalurgia en el Michoacán prehispánico
y colonial temprano (para un análisis más detallado del documento véase abajo).
Grinberg piensa que el lienzo fue una de las respuestas dadas por los habitantes
indígenas de la región. Agrega que inicialmente había sido incluido en el mencionado
documento en escritura alfabética (que fue mandado a España) pero que debe haberse
perdido posteriormente (quedándose el lienzo en Michoacán). Concluye que el
documento no habla de una migración sino de un pueblo de especialistas en
metalurgia que usa varias rutas para transportar minerales y productos de cobre ya
terminados. Sugiere que desde "Xiuhquilan" (lugar central del lienzo) hay tres rutas
al sur para sacar minerales, una a Pátzcuaro y otra a Veracruz para llevar productos
ya terminados. Aunque Grinberg no está muy familiarizada con todas las
convenciones pictográficas y no toma en cuenta el contenido de la gran cantidad de
estudios anteriores sobre el lienzo, si logró localizar (en 1985) algunas minas
mencionadas en el lienzo (Churumucuo, Cundémbaro). Además, ha visitado el
pueblo de Jicalan Viejo donde - aparte de la yácata ya conocida - encontró en el
terreno muchos restos (escorias) que indican que en el dicho lugar fundieron cobre
(Grinberg 1997).
Básicamente, Román Piña Chán (1996, véase también Barba y Piña Chan
1989)229 está de acuerdo con la teoría postulada por Grinberg (que el lienzo
pertenece al legajo del AGI). Sin embargo piensa que el lienzo narra la visita en
1533 del oidor Vasco de Quiroga a Xiuhquilan con el objeto de obtener datos sobre
la minería. El documento mostraría la llegada de Quiroga a Veracruz y su itinerario
completo, además de las minas y rutas prehispánicas principales. En estos detalles
difiere de la opinión de Grinberg. En algunas partes la visión de Piña Chán se
parece a la de Mendizabal (1926): ambos interpretan símbolos claramente indígenas
como de origen europeo. Según Piña Chán, el pintor dibujó tortugas en lugar de un

229 En el artículo de 1996, Piña Chán dice que sus ideas ya fueron parcialmente expresadas en un
artículo de 1989. Su publicación de 1996 es una versión mejorada.
108 EL LIENZO DE JUCUTACATO: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

barco, perros en lugar de caballos, así diciendo que el pintor del lienzo no era capaz
de pintar un barco/una canoa o un caballo. El hombre con el bastón sería Quiroga,
la glosa (traducida) "los hechos de ceniza (...)" se referiría a los cristianos,
"Chalchiuihtlahpazco" sería una metáfora de España, etcétera. El arqueólogo no
tomó en cuenta la iconografía mesoamericana y los estudios anteriores sobre el
lienzo.
Resulta que más de 100 años después del descubrimiento del lienzo un buen
número de investigadores ha tratado de analizar el documento. Aunque las teorías de
Eduardo Ruiz, Mendizabal, Estrada Cisneros, José Fabian Ruiz y Corona Núñez
(solamente sus últimas publicaciones) carecen de argumentos bien fundados y no han
sido basadas en una rigurosa crítica de fuentes, conocimiento de la iconografía y
pictografía mesoamericana, las investigaciones de Paso y Troncoso, León, Seler y
Jiménez Moreno significan un gran avance en nuestro conocimiento del Lienzo de
Jucutácato. Entre ellos destacan sobre todo Seler y Jiménez Moreno, por su buen uso
de las fuentes y su traducción tanto de topónimos como glosas en lengua
náhuatl.230 Es por el mencionado grupo de historiadores que sabemos que el tema
principal del lienzo es el origen de un pueblo de náhuatl hablantes (nonohualca), su
migración a Michoacán y su fundación del lugar llamado "Xiuhquilan" (Jicalan,
región de Uruapan) donde trabajan el cobre, sacando los minerales necesarios de
varios lugares en la Tierra Caliente (sur de Michoacán, norte de Guerrero). De gran
importancia ha sido el hallazgo y la publicación del documento de Tetlama por Pedro
Carrasco, ya que este documento y el lienzo son los únicos que nos informan sobre
migraciones de nonoalca a Michoacán. La identificación de Jicalan Viejo como un
sitio de fundidores por Grinberg y su localización de algunas minas mencionadas en
el lienzo, parece ser la única aportación importante de los estudios recientes.231

230 Aunque, como veremos, las traducciones de Seler no siempre parecen ser correctas.
231 Existen varias referencias breves al lienzo - no se trata de interpretaciones integrales - en
publicaciones sobre minería, metalurgia y otros aspectos de la cultura indígena de Michoacán. Se mencio­
narán algunas - las más importantes - en el análisis del lienzo (véase abajo).
CAPITULO IV
DESCRIPCION Y ANALISIS
Como ya se ha dicho, el lienzo está dividido en varias escenas conectadas por una
línea de color rojo/anaranjado.232 Esta línea también indica el orden de lectura y
forma una parte esencial del documento. El principio del documento es la escena del
topónimo "Chalchiuihtlahpazco" - representando el origen de los migrantes - que se
encuentra en la esquina derecha superior de la tela. Enseguida se sigue la línea
anaranjada, atravesando los lugares (y las escenas de)233 "Chalchicueyehcan",
"Nunuualco", "Teyouahcan", "Cuyuuahcan", "Tenuchtitlan", "Xiquipilco",
"Ayutzinco", "Tzacapo", "Phátsingo" y "Cupaquaro", hasta llegar al primer cuadro
grande con el topónimo "Xiuhquilan" (ruta A). De "Xiuhquilan" salen cuatro rutas
diferentes. La primera atraviesa "Tamaqua", "Xucupan", ”(...)aan", "Vacanan",
"Tepulan", "Churumucuo", "Metztlan" y "Xantsiquiyo" para finalmente llegar a
"Tecumatla(.)" (ruta B). La segunda va de "Xiuhquilan" a "Cundeml(.)ro" pasando
por "Puruuatio", "Xicalvahcá y Minas", "Veu(...)a", "Temexio" y "Xucutlá" (ruta
C). La tercera nos lleva a "Vist(..)", atravesando los lugares "Tsichahpeto",
"Chunenco", "Apahtsingan" y "Cuindo" (rutaD). La última pasa por "Matáguaran",
"Cu(.)uhtacato", "Vruuapan" y "Tezcatlan" para terminar en "De Mechuacan" y
"Pazquaro" en el centro del documento (ruta E).
Ruta (A) C h a l c h iu ih t l a h p a z c o - X iu h q u il a n
Consiste de 12 cuadros con sus dibujos, topónimos (en náhuatl y p’urhépecha) y
otras glosas en lengua náhuatl.
(1) C(h)alc(h)iuihtlahpazco234
Dibujos
El primer cuadro (véase ilustración 5) es de tamaño muy grande lo que
probablemente indica su importancia. Llama la atención que la parte inferior está en
blanco, quizás el pintor quiso incluir otros dibujos pero por una u otra razón no
logró hacerlo.235

232 Este mismo color anaranjado ha sido usado para otros elementos en el lienzo como el vestido del
líder de los protagonistas, objetos de cobre y vetas de minerales de cobre.
233 Enseguida se mencionarán los topónimos (a veces en estado fragmentado) como aparecen en el
lienzo original. Para su reconstrucción e identificación véase el análisis abajo.
234 Las dos letras -h entre paréntesis parecen ser letras -n en el original. Conforme a las copias y su
posible traducción - y tomando en cuenta que el lienzo está parcialmente destruido en el lugar de las
dichas letras en el original - debe tratarse de la letra -h (véase abajo).
235 No encontramos restos de dibujos o glosas en esta parte del primer cuadro.
110 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

Podemos ver un grupo de personas guiadas por un señor con un tipo de abanico en
su mano que sale de un recipiente, un apaztli.236 El abanico indica dignidad y
estatus social y político. Frecuentemente lo vemos representado de una manera casi
idéntica en otras fuentes; véase por ejemplo la escultura de la pirámide de los nichos
en El Tajín (Kampen 1972, ilustración 18) o Durán (1967, Tomo II, ilustración 8,
véase también 1963).237 Tomando en cuenta lo anterior y el hecho de que en el
lienzo el señor que lleva el abanico tiene vestimento de color rojo/anaranjado, esta
persona puede ser identificada como un líder, un cacique.238 Parece que otras
personas les están esperando, una de ellas tiene en su mano un bastón largo y se
dirige hacia el lider del otro grupo.239 El bastón parece ser un bastón de viajeros
como lo encontramos también en representaciones del dios azteca Yacatecuhtli, dios
de los viajeros. Posiblemente la persona con el bastón representa la peregrinación de
las gentes que salen de la olla.240 Como en el caso del señor con el abanico, el que
lleva el bastón podría ser un cacique o sacerdote. Entre la gente que está afuera de
la olla, se observan dos flauteros o trompeteros sentados en el suelo. Arriba del jefe
con el bastón hay una ave, a su lado también una olla, una cuerda y un incensario
estilo colonial. Poco más hacia la izquierda, un tipo de perro que lleva a cuestas a
una persona.
El tema de gente saliendo de un recipiente (casi siempre una cueva) se
encuentra en un gran número de fuentes pictográficas del centro de México; por
ejemplo en el Lienzo de Tlapiltepec, el Códice Azcatitlan, Mapa II de Cuauhtinchan
y la Historia Tolteca Chichimeca. Las similitudes entre la escena de origen de estas
últimas dos fuentes y la del Lienzo de Jucutácato son notables. Según la Historia
Tolteca Chichimeca (Kirchhoff et al. 1989), en el año 13 xochitl los toltecas
Icxicouatl y Quetzalteueyac salen de Xalpantzinco para llegar a Colhuacatepec

236 De acuerdo con León (1979:21). La olla del lienzo parece tener la misma función que la cueva en
otros documentos pictográficos. Corona Núñez (1986a: 13) lo considera como la boca de una serpiente que
representa la "Madre Tierra, la Diosa Madre", de donde sale toda la vida. Tomando en cuenta que "la
culebra" de Corona Núñez no tiene dientes ni ojos, nos parece que en el caso del Lienzo de Jucutácato
se trata de una olla - que en este caso también podría ser interpretado como una cueva (véase también
ilustración 3 en Durán 1967, Tomo II). Estas cuevas aperecen en muchos otros documentos pictográficos
donde representan las 7 cuevas de Chicomoztoc.
237 En la sociedad mesoamericana los caciques (y dioses, véase los códices) portaban bastones y
abanicos. Para una lista de abanicos y otros atributos significativos véase, por ejemplo, Anders y Jansen
(1988:61-66). Para el abanico como símbolo de poder, véase Jansen (1997).
23s El vestido de color anaranjado ha sido usado en el lienzo para distinguir el líder (de los migrantes)
de sus súbditos.
239 Aunque en las copias MRM 1 y MNA 1 la persona con el bastón ha sido pintada con ropa de
color naranja, (ya) no tiene ropa colorada en el lienzo original (ni en las copias SMGE y MNA 2).
240 Sahagún describe como los mercaderes también usaban este tipo de bastones cuando hicieron sus
viajes. Cada vez que se pararon para pasar la noche, clavaron sus bastones en el suelo e hicieron ofrendas
en frente de ellos; eran representaciones de Yacatecuhtli, dios de los mercaderes (Sahagún 1989, Libro
I, Capítulo XIX, p.56).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 111
Chicomoztoc (la cueva en el cerro) donde se encuentran los tlatoque (los príncipes)
chichimecas. El mismo día llegan a Colhuacatepec y hacen su signo, su señal (ibíd.-
160). Se sientan para hacer sus ritos, invocando a su creador e inventor (ibíd. 163).
Probablemente se trata de una repetición de actos de creación efectuados en tiempos
primordiales (véase ibíd. nota 3). Luego Icxicouatl y Quetzalteueyac golpean la
cueva en el cerro para abrirla, rompiendo el borde de la cueva (véase ilustración 6).
Probablemente el hecho de golpear el cerro y la cueva se refiere a un acto de
creación; abrir la tierra o cueva para que nazca la humanidad (ibíd. 163 nota 5). Al
momento que Icxicouatl y Quetzalteueyac abren la cueva, les habla Tezcatlipoca:
"¡Oh Icxicouatl, oh Quetzalteueyac, vé! ¡Ea! ¿Acaso no soy dos? ¿Acaso no
soy tres ¡Empiezen! ¡Pongan a prueba a los tepilhuan chichimeca!" (ibíd. 164).
Enseguida, Quetzalteueyac mete su bastón dentro de la cueva. A su bastón se adhiere
el xicotli que se refiere a la humanidad (ibíd. nota 8). Enseguida saca la humanidad
de la cueva con su bastón. Icxicouatl y Quetzalteueyac explican a los que están en la
cueva que "El que es Dos, El que es Tres", o sea Tezcatlipoca, les está buscando
porque les necesita (ibíd. 164, véase ilustración ibíd. f. 16r).241 A pesar de varias
discusiones, los chichimecas finalmente deciden de salir de la cueva, aceptando los
mandamientos de Tezcatlipoca (ibíd. 168). Después de haber comido todos unos
elotes, empiezan a medio hablar en náhuatl (antes usaron a Couatzin como su
intérprete). Enseguida, los chichimecas, recién salidos, hacen su ayuno de los
tlatoque. Cuatro días ayunan, el águila y el jaguar les dan de beber y de comer
(ilustración ibíd. f.20r). Al haberse terminado el ayuno, Icxicouatl y Quetzalteueyac
usan los huesos de estos dos animales para perforar el septum a los tepilhuan
chichimeca - para hacerlos señores toltecas - los cuales después empiezan su
migración (ibíd. 174, ilustración f.21r).
La comparación entre la primera escena del Lienzo de Jucutácato y la Historia
Tolteca Chichimeca nos puede dar una posible lectura de parte de la primera escena
del lienzo. Parece que un grupo de personas sale - quiere decir nace - de una olla.
Cuando salen de este lugar de origen, les esperan otras personas que hacen una
ceremonia/un ritual de bienvenida o de adoración a su dios principal con música
(trompeteros/flauteros) y ofrendas en forma de copal (incensario) y posiblemente
comida o bebida (la olla, no se puede ver su contenido).242 Es posible que el señor
con el bastón en el lienzo vino a sacar los migrantes de la olla, como en el caso de

241 Véase también el Mapa de Cuauhtinchan número II (Yoneda 1991:123).


242 Hay elementos similares en las primeras páginas del Códice Nuttal que empieza con el origen del
señor 8 Viento (Jansen 1988:174). Varias personas hacen una ceremonia frente al señor mixteco que sale
de un río (ibíd. 176). Estas personas llevan aves, copal y fuego como ofrendas y cargan caracoles para
hacer música. En la misma escena también encontramos el bastón de peregrinación y un abanico.
112 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

la Historia Tolteca Chichimeca lo hicieron Icxicouatl y Quetzalteueyac. Sin embargo,


esta comparación no nos explica el significado de la cuerda, el perro y el ave.
El posible significado de la cuerda en el primer cuadro del Lienzo de Jucutácato
lo encontramos en un documento mixteco, el códice Vindobonensis Mexicanus I
(véase ilustración 7), donde representa el acto de medir y repartir tierras, después de
que estas - por medio de una ceremonia - han sido tomadas en posesión (Jansen
1982:214, 1988:169 y Anders, Jansen y Pérez Jiménez 1992a:95, 167, 168).243
Veremos que la cuerda aparece en todas las escenas de la primera ruta en el lienzo
pero - junto con los trompeteros/flauteros, el bastón de peregrinación, la olla, el
incensario y el ave - ya no aparece después de la fundación del lugar "Xiuhquilan".
Todos estos elementos están relacionados con la migración y la fundación de
"Xiuhquilan". Aparte de su significado de "medir tierras", la cuerda también podría
referirse al concepto de "mecayotl", el linaje, así expresando que es gente de un
mismo linaje que peregrina de "Chalchiuihtlahpazco" a Michoacán para fundar un
pueblo.244
No parece muy probable que el ave y el animal en el lienzo tienen la misma
función que el águila y el jaguar en la Historia Tolteca Chichimeca (véase arriba).
Sabemos que el ave participa activamente en la migración (en combinación con el
incensario, olla, cuerda, bastón de peregrinación y trompeteros/flauteros) y parece
tener un papel como guía de los mismos migrantes. Seler ya notó que el ave en el
lienzo siempre está en frente del lider de los migrantes como si fuera su consejero
(Seler 1908:44). El ave del lienzo hace pensar en el chupamiel o colibrí (el guía
Huitzilopochtli) quien acompaña a los migrantes en algunas versiones del origen de
los aztecas. Según Corona Núñez, en el lienzo se trata de un águila ya que nota que
en el cuadro de "Tenuchtitlan" (sexto lugar en la primera ruta) el mismo ave está
sentado sobre un nopal así representando el glifo toponímico de México-Tenochtitlan
(Corona Núñez 1986a: 17). Aunque estamos de acuerdo con esta observación, llama

243 En la parte sobre la historia antigua de Teozacualco y Zaachila (ff. 1-41) del Códice Zouche-
Nuttal, vemos en la primer foja el origen del señor 8 Viento Aguila, de la tierra de Apoala. El señor nace
de la tierra, del lugar de los muertos. Otro señor, 12 Lagarto, lo recibe cargando el Haz de Varitas
(dedicado a Xipe, culto de los antepasados) y el bastón de mando en sus manos. Más adelante, el mismo
señor 8 Viento aparece saliendo de un río (en Apoala), siendo acompañado por el señor 11 Flor quien
carga el rollo de mecate (cuerda) y tiene en su mano un bastón sencillo (de los caminantes/viajeros). 8
Viento es recibido como soberano por un grupo de personas quienes le ofrecen regalos como el fuego,
una codorniz (sacrificada) y vestimentas ceremoniales ( v é a s e i l u s t r a c i ó n 8 ) . Después vemos en varias
ocasiones como el señor 8 Viento llega a ser instalado como soberano en diferentes lugares; siempre nace
como el maguey y las otras plantas, surgiendo/brotando de la tierra (Anders, Jansen y Pérez Jiménez
1992b:85-88).
244 En ciertas partes del Vindobonensis (f.38, 47) encontramos la cuerda en forma de nudo. Este nudo
tiene que ver con la creación ya que lía todos los elementos importantes del mundo; los lugares sagrados,
las montañas, todas las cosas entre el cielo y la tierra. En este sentido es un elemento muy importante en
la creación ya que se refiere al mundo como sistema coherente (Anders, Jansen y Pérez Jiménez 1992a).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 113

la atención que iconográficamente el ave del Lienzo de Jucutácato se parece mucho


a una paloma (algo ya notado por Mendizabal 1926). Sin embargo, tiene un elemento
muy significante que lo distingue de las palomas; un círculo de color anaranjada
sobre su cabeza. Del análisis del documento original consta que el tlacuilo
primeramente ha pintado el ave y después ha agregado el círculo. Según Maarten
Jansen (Universidad de Leiden, comunicación personal) podría indicar la calidad del
animal, es decir podría tratarse de "un ave precioso", "un ave brillante" o tal vez
"un ave del sol". Aunque el círculo o disco de color anaranjado (también usado en
otras partes del lienzo) podría ser un "disco brillante" o "disco del sol", creemos que
concretamente se trata de una representación del cobre. Veremos que el ave es el
nahual de Tezcatlipoca quien precisamente es el protagonista e iniciador de la
industria del cobre en Xiuhquilan.245 La creencia que los dioses se manifestaban en
forma de ave, no era únicamente una característica de la religión azteca. Como
veremos en el capítulo VII, el dios uacúsecha Curicaueri (dios del sol) apareció a la
gente en forma de un águila.
El animal que lleva a cuestas a una persona tiene una función tanto en el primer
como en el segundo cuadro del lienzo (después ya no aparece). Tomando en cuenta
sus características físicas, debe tratarse de un perro. Seler (1908:47-48) parece tener
razón cuando lo relaciona con el perro amarrillo quien ayuda a los muertos a
atravesar el río cauduloso en el inframundo. En Sahagún leemos:
"(...) el defuncto se sale y se va a los nueve infiernos, donde está y pasa un río
muy ancho, y allí viven y andan perros en la ribera del río por donde pasan los
defunctos nadando, encima de los perritos" (Sahagún 1989, Apéndice del Libro
III, Capítulo I, p.221).
Entonces el perro guía las almas para que lleguen sin peligro al más allá. El hecho
de que aparece tanto en el primer como en el segundo cuadro hace pensar que en el
lienzo recoge gente del inframundo y las lleva a la tierra. Veremos que en el
segundo cuadro el perro ya no lleva una persona a cuestas, significando que el
animal ayuda la persona atravesar el río que separa el primer cuadro del segundo
(véase abajo análisis del cuadro 2). En el lienzo el perro - que normalmente
acompaña al muerto en su viaje al inframundo - guia la gente del inframundo hacia
la tierra. La muerte y el nacimiento están relacionados con un solo lugar, la olla
(cueva o el recipiente), que representa la madre tierra.
Varios autores discuten sobre el vestido de los migrantes. León (1979:21) y
Seler (1908:42) han identificado las camisas largas como ropa "típicamente
p’urhépecha", probablemente basándose en Sahagún:

245 Objetos de oro y cobre tienen el mismo color anaranjado (sobre todo si se trata de aleaciones
cobre-oro) así que ambas interpretaciones son posibles.
114 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

"La falta que tenían es que antiguamente los hombres no traían con qué tapar
sus vergüenzas, sino las xaquetillas con que las encubrían, y todo el cuerpo, las
cuales llegaban hasta las rodillas, y llámanse cícuil o xicolli, que son a manera
de huipiles, que son camisas de las mujeres de México" (Sahagún 1989:670).
Estas camisas largas también aparecen en documentos como, por ejemplo, la
Relación de Michoacán (RM) y los lienzos de Carapan (véase capítulos VI-VIII),
además las encontramos en las representaciones de gente "tarasca" en fuentes no
michoacanas como el Códice Telleriano Remensis y el Lienzo de Tlaxcala. Sin
embargo, en todos estos casos se trata de la élite uacúsecha y no de macehuales.
Todos los macehuales en las ilustraciones de la RM por ejemplo, llevan solamente
un taparrabo.246 Tomando en cuenta la confusión en las diversas fuentes
etnohistóricas, el vestido no parece ser un buen argumento para identificar la
identidad étnica de los migrantes. Encontramos representaciones de toltecas con las
mismas camisas, por ejemplo, en la obra de Durán (1967 Tomo I, ilustración II,
véase también 1963).
Aparte de los elementos pictográficos ya descritos, también hay nueve personas
sentadas sobre el mismo número de tortugas. Probablemente estos animales acuáticos
indican que los migrantes están atravesando un río o mar, aunque el número nueve
es muy significativo ya que se refiere al inframundo que según algunas fuentes
centromexicanas consiste precisamente de nueve capas (p.e. Sahagún 1989, Apéndice
del Libro III, Capítulo I, p.221). Los habitantes (náhua y p’urhépecha hablantes) de
Tamazula conocían el concepto de nueve cielos (RG de Tuchpan y su partido [1580],
en Acuña 1987:398).247
Las tortugas y el perro en la primera escena del lienzo probablemente
atraviesan el mismo agua. Nos debe llamar la atención que en algunas fuentes se
menciona la historia de Tezcatlipoca quien apareció "en tres maneras o figuras" (se
refiere a las diferentes manifestaciones del dios) a un indígena que estaba en la
región de la costa del mar. Tezcatlipoca lo envió a la casa del sol en el oriente, para
traer cantantes e instrumentos para honrarle. Le ordenó llamar a la ballena, la sirena
y la tortuga para que estas hicieran un puente para facilitarle el paso por el mar

246 Durán (1967 Tomo 1:30) dice que la camisa larga también fue usada por los macehuales,
Beaumont sin embargo los atribuye solamente a los caciques (Beaumont 1985 Tomo 11:57).
247 Dice la RG: "(•■ •) tenían por dios al cielo, [al] q[ue] llamaban xihuitl cozahuic, que quiere decir
en lengua castellana "verde y amarillo"; y q[ue] entendían q[ue] había nueve cielos y q[ue], allá, estaba
una cihuapile, q[ue] quiere decir en lengua castellana "señora", [a la] q[ue] llamaban Ehuacueye, q[ue]
en lengua castellana quiere decir "señora que tiene faldellín de cuero", y q[ue] la tenían por madre"
(ibíd.).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 115

(Mendieta 1973, Tomo I, Libro II, Capítulo III, p.50).248 Estos datos muestran la
relación entre Tezcatlipoca y la casa del sol, o sea el oriente. Es precisamente una
tortuga (junto con otros animales acuáticos) la que facilita el acceso a este lugar del
origen de la luz. En la tradición oral en muchos pueblos indígenas aún se encuentran
historias sobre héroes que se trasladan sobre aguas muy extensas usando la tortuga
como medio de transporte (Olivier 1997:249). Quizás la relación entre los grandes
animales acuáticos y lugares de origen, inframundo y cielo, también está expresada
en la Relación de Michoacán (1956:221); cuando enterraban al cazonci difunto,
tocaban tambores que eran conchas de tortugas y usaban huesos de caimanes. En la
iconografía mesoamericana es precisamente la boca del cocodrilo o caimán la que
representa la madre tierra (como ya hemos visto arriba).249
Glosas
Véase el apéndice VII para las transcripciones completas de todas las glosas en el
lienzo original y las copias. En el análisis de las glosas en los diferentes cuadros se
usará tanto el original como las copias fieles SMGE y MNA 2. Veremos que las
glosas nos indican sobre todo los topónimos esenciales en la historia mencionada por
el lienzo. Por lo tanto se encuentran en la parte superior de cada cuadro. En algunos
cuadros hay glosas adicionales que nos dan más información acerca del contenido
exacto de ciertas escenas. Tomando en cuenta la posición de muchas glosas parece
que estas han sido pintadas/escritas en el lienzo después de haberse pintado los
elementos exclusivamente pictográficos.
Las glosas parecen confirmar las semejanzas ya señaladas entre la primera
escena del lienzo y el mito de origen expresado en la Historia Tolteca Chichimeca
y especifican la información pictográfica dada en el primer cuadro. El primer texto
en el original dice:
"Cnalcniuihtlahpazco.250 vquizque ynextlapictli.yuantlacuchcali yuan tultecatl
ynix/ quich. nauatlacatl, yuanynquetz(.)lua. yuan tlachali(...)uh/ que. yuan
tzuntla/quilchiuhque ”
Usando las copias SMGE y MNA 2 y las observaciones de Paso y Troncoso, Seler
y Jiménez Moreno, se puede reconstruir este texto del original como:

24X Mendieta obtuvo esta información directamente de Fray Andrés de Olmos. En la "Histoire du
Mechique" (1543) de Thevet (véase Garibay 1979) vemos una versión muy parecida. Aquí es Tezcatlipoca
quien ordena el dios del viento de traer cantantes e instrumentos de la casa del sol (Garibay 1979:111).
249 Encontramos otra representación de un personaje - en este caso la diosa del pulque - sentada sobre
una tortuga en la f.9 del Códice Laud (véase por ejemplo Anders y Jansen 1988, ilustración 84).
250 Las dos letras -n deben ser -h conforme a las copias. Por la destrucción del lienzo original ahora
parecen ser -n.
116 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

"Chalchiuihtlahpazco vquizque ynextlapictli yuan tlacuchcali251 yuan tultecatl


ynixquich nauatlacatl yuan yn quetzalua yuan tlachali(chi)uhque252 yuan
tzuntlaquilchiuhque"
lo que en español significa:
"Desde el lebrillo de piedras preciosas salieron los criados de ceniza [o de
sangre] y (los de) la casa de la flecha, y los toltecas (los maestros de artes),
todos los náhuas, y los que poseen la pluma del quetzal, y los inauguradores
(inovadores o los que encienden el fuego nuevo) y los que encalaron el
pelo"253
La traducción de las glosas "ynextlapictli" se basa en su reconstrucción como "yn
nextlapictli", "las criaturas de ceniza". Luis Reyes Garcia y Maarten Jansen nos
sugerieron otra lectura, "yn eztlapictli" (con una sola letra -n, como en las glosas
originales, y una -z en lugar de la -x). En esta caso podría ser una referencia a un
determinado grupo de migrantes, los eztlapictli, "los criados de sangre", que son
mencionados - como también los tlacochcalca - por Chimalpahin (1963:30, f.42v).
Aunque "los que encalaron el pelo" parece referirse a una caracteristica física de
cierto grupo de migrantes, llama la atención que Sahagún - en su historia de la
llegada de los Mexica a Pánuco - menciona el "atar el pelo o los cabos" como
referencia a la migración y los migrantes (Luis Reyes García, comunicación
personal):
"He aquí la historia que iban contando los ancianos: En algún tiempo, en algún
lugar, que ya nadie puede contar, que ya nadie puede recordar, los que aquí
vinieron a diseminar [a la gente], los abuelos, las abuelas, aquellos que se

251 Según la copia SMGE. Aqui la copia MNA 2 (como vimos hecha por Jiménez Moreno) da
"tlacuchcatl", "gente de la casa del dardo". Las otras copias - también la MNA 1 y MRM 1 - siguen el
original.
252 El elemento -chi no aparece en las copias. Tomando en cuenta las tres letras ilegibles en el
original y el posible significado de la palabra, muy probablemente podemos completar la glosa con el
elemento -chi (de acuerdo con Paso y Troncoso 1893:246, Lehmann 1905:413 y Seler 1908:46).
253 Paso y Troncoso (1893:246) y Lehmann (1905:413) dan la misma traducción. Sin embargo,
aunque la traducción de Seler en gran parte coincide con la nuestra, difiere en su opinión sobre la última
parte "tlachali(chi)uhque yuan tzuntlaquilchiuhque". "Tlachali-chiuhqué" significa "los que hicieron una
cosa estrenada" o "los que hicieron estrenar una cosa nueva", probablemente referiéndose al hecho que
los migrantes del lienzo, los que salieron de la olla, iniciaron muchas cosas nuevas (por lo tanto
"inovadores"). Sin embargo, Seler (1908:46) ha traducido esta palabra como "los fabricantes de las
piedras preciosas" ("die Steindurchbohrer, die grüne Edelsteinperlen machten") y Lehmann (1905:413)
da la traducción "los que hacen regalos" ("die Geschenkmacher") probablemente equivocándose en su
traducción de la palabra española "estrenar". La traducción de "tzuntlaquilchiuhque" por Seler (ibíd.)
como "los que hicieron alhajas para el cabello" ("die den glánzend polirten Schmuck für das Haar
machten") tampoco parece ser correcta.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 117

nombran "los que arribaron, los que llegaron", vinieron a barrer el camino,
vinieron a atar los cabos [tlatzonjlpico o tlatzouilpique], vinieron a arrojar las
piedras en este suelo que se nombra unitariamente, como si estuvieran haciendo
para sí un pequeño mundo. Del agua vinieron en embarcaciones, en muchos
grupos. Y vinieron a arribar a la costa del norte; y vinieron a encallar sus
embarcaciones en el lugar que se llamó Panuda (quiere decir "el pasadero"),
que ahora se llama Panda" (López Austin 1985:308-309, traducción del texto
original en náhuatl).
Posiblemente el "encalar del pelo" en el lienzo debe ser interpretado de la misma
manera, como referencia a la gente que hace su migración para establecerse en otro
lugar, creando un "nuevo mundo".
Ya hemos visto que "Chalchiuihtlahpazco" significa "en el lebrillo (apaztli) de
piedras preciosas" o "lugar del lebrillo de piedras preciosas". En el cuadro
efectivamente se ha pintado el glifo, es decir la olla. Aunque se trata de un lugar
mítico (como Chicomoztoc y Aztlán) y no de un lugar geográfico que se puede
localizar, Seler y Jiménez Moreno han identificado el nombre como "el mar del
oriente". Se puede estar de acuerdo en que un recipiente de "chalchiuitl" (que a
veces representa el agua) podría ser el mar.254 Tomando en cuenta a otros lugares
"visitados" durante la migración - podría tratarse del mar frente a la costa de
Veracruz (Golfo de México). Sin embargo, las glosas (véase arriba) dicen que la
gente sale de "Chalchiuihtlahpazco", de la olla (cueva, inframundo). Entonces la
glosa "Chalchiuihtlahpazco" se refiere a la dicha olla y no al mar del este.255
Vemos que "la piedra preciosa" está relacionada con la muerte y el nacimiento.
Relata Sahagún (1989, Apéndice del Libro III, Capítulo I, p.221) que los aztecas
pusieron los huesos de los difuntos en una olla que taparon con una piedra verde (el
chalchiuitl). También acostumbraron poner una misma piedra - como representación
del corazón - en la boca de los difuntos.256 La "piedra preciosa" también es una
metáfora para el niño nacido:
"Agora nuevamente comienzas a florecer y a brotar, como una piedra preciosa
muy limpia, que sale del vientre de su madre, donde se crio" (Sahagún 1989,
Libro VI, Capítulo VII, p.326).
Seler (1915:18 6, 1923:55) ya notó que en la Leyenda de los Soles (1558, véase
1992 f.76 del facsímile) también se menciona un "chalchiuhapasco" que está

254 Véase por ejemplo Chalchiuhtlicue (la de la falda de piedras preciosas), diosa azteca de los ríos
y del mar.
255 Sí hemos visto que saliendo de la olla tienen que atravesar el mar u otra extensión de agua.
25í’ Según Sahagún, los guerreros muertos iban a la casa del sol donde eran guardados como "una
piedra preciosa y estimado su corazón como un zafiro" (Sahagún 1989, Libro VI, Capítulo IV, p.318).
118 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

relacionado con la creación y el nacimiento del hombre. Cuando Quetzalcoatl


recogió los huesos del hombre y de la mujer - guardados por los dioses
Mictlanteuctli y Mictlancihuatl - los llevó a Tamoanchan:
"Después que los hizo llegar, los molió la llamada Quilachtli: ésta es
Cihuacóhuatl, que a continuación los echó en un lebrillo precioso [el
chalchiuhapasco]. Sobre él se sangró Quetzalcóhuatl su miembro; y en seguida
hicieron penitencia todos los dioses que se han mencionado (...) Luego dijeron:
Han nacido los vasallos de los dioses" (Leyenda de los Soles 1992:121).
Con los huesos molidos (la ceniza) y la sangre de los dioses, se crearon hombres y
mujeres en el "chalchiuhapasco".257 Concuerda con la primera escena del Lienzo
de Jucutácato donde las glosas parecen indicar que la gente hecha de ceniza o sangre
sale del "lebrillo de piedras preciosas".
El segundo texto del primer cuadro - aunque presente tanto en el original como
en las copias SMGE y MNA 2 - nunca ha sido publicado en las investigaciones
sobre el lienzo; Paso y Troncoso, Seler y Jiménez Moreno no lo han mencionado en
su análisis. En el lienzo original se puede leer:
"ynixqui(.)h nauatlacatl yuan yn (.)hin(.)me(..)/ ynaxcan yatlatiuiznequi (. .)tiui
yan./ yancuictlalpá.vquimulvili yn/ tezcatlipuca.nim(..)/ yanquey258
panayupechcatl(.)259 ya"
lo que conforme a una posible traducción y las dos copias ya mencionadas podría ser
completado como:
"ynixquich nauatlacatl yuan yn chinameca260 yn axcan ya tlatiuiznequi ma
tiuiyan yancuic tlalpa vquimuluili yn tezcatlipuca niman yahque ypan
ayupechcatl ya"
Su traducción al español es:

257 En la "Historia de México según sus pinturas" de Thevét, encontramos una versión parecida en
que explícitamente se habla sobre el uso de la ceniza para la creación del hombre. Ehecatl descendió al
infierno para buscar la ceniza de difuntos para hacer otros hombres. Después de un primer intento que
fracasó, tomó la ceniza y un hueso "(...) y se metió en un apaztle, que quiere decir lebrillo, desde el cual
llamó a todos los dioses para la creación del hombre primero. Los cuales juntos, se sacrificaron la lengua
y así comenzaron el primer día de la creación del hombre, formándole el cuerpo, el cual se movió en
seguida" (Garibay 1979:106, véase también Mendieta 1980, Libro II, Cap.I, p.78).
2511 La letra -n podría ser una -h conforme a las copias. Si fuera una -n la palabra no puede ser
traducida. En varias glosas del lienzo vemos que la -h parece una -n.
259 Este último punto (.) podría ser parte de una letra.
2M La copia SMGE da la palabra "chinameca", la MNA 2 "chinamehca".
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 119

"todos los náhuas y los linajes/barrios, ahora ya quiere amanecer. Vayamos a


la nueva tierra les dijo Tezcatlipoca. Enseguida ya se fueron sobre la concha de
la tortuga"261
Por las glosas, sabemos que los migrantes son náhuatl hablantes y que se consideran
como verdaderos toltecas o maestros de artes, inauguradores e iniciadores de la
cultura (el opuesto de los chichimecas); los que tienen plumas de quetzal, los que
encalaron el pelo. Dicen ser hechos de ceniza y tienen como dios principal a
Tezcatlipoca.262 Como un dios creador - en su manifestación de un ave (águila) -
les ordena de salir del inframundo (de la olla/cueva), de nacer y buscar tierras
nuevas para vivir.263 Se habla de la creación diciendo que ahora se quiere
amanecer, así desapareciendo la obscuridad; el principio de los tiempos. Ayudados
por tortugas y el perro guía, los migrantes salen del inframundo, el "lebrillo de
piedras preciosas", del lugar de la muerte y del nacimiento, situado precisamente en
el oriente (donde sale el sol).
Ya hemos visto las semejanzas con la Historia Tolteca Chichimeca (véase
arriba) en que también el dios Tezcatlipoca es el creador y - por medio de Icxicouatl
y Quetzalteueyac - saca a la gente de la olla (el recipiente precioso, el lugar de
origen) y les manda - después de que reciben las insignias toltecas y el ordenamiento
de hablar en náhuatl - a una peregrinación en búsqueda de nuevas tierras. También
hay que señalar la semejanza con el mito de origen de los nonoalca'teotlixca
tlacochcalca quienes dijeron haber nacido en Tlapallan, en la región de Veracruz, y
después haber migrado - atravesando el mar y algunos ríos, guiados por su dios
Tezcatlipoca - hacia el poniente para finalmente establecerse en el centro de México,
en la región de Chalco (Chimalpahin 1965:164-172, séptima relación). Aunque
básicamente se trata de las mismas historias de origen, en cuanto a los detalles hay
ciertas diferencias que probablemente se deben a adaptaciones locales. Esta variedad

261 López Austin (1992:441) interpreta parte del texto del primer cuadro como "in axcan ya
tlatihuiznequi. Ma tihuiyan yancuic tlalpan, oquimilhuili in Tezcatlipuca. Niman yuhqui ipan
ayupechcatiaya..." y hace la siguiente traducción: "Ahora ya quieren que se haga el amanecer. Se dignó
decirles Tezcatlipoca: Vayamos a una nueva tierra. Enseguida, en esa forma, montaron las tortugas". Por
el estudio detenido de las glosas tanto en el original como en la copia podemos decir que el "yuhqui" de
López Austin debe ser "yahque" (yahqué = se fueron); en el caso de "ayupechcatiaya" la -ti de López
Austin debe ser una -ti. Chinameca es una palabra relacionada con chinamitl o chinamite, que es una
barda de caña seca de maiz pero que en otros contextos puede significar barrio, pueblo o linaje (Luis
Reyes Garcia, comunicación personal).
2<ü Según los Anales de Cuauhtitlan (en "Códice Chimalpopoca" 1992, párr.ll, p.5) los toltecas
fueron creados de ceniza por su dios Quetzalcoatl. Según los indígenas que a fines del siglo XVI vivían
en Pátzcuaro (Michoacán), los dioses crearon el hombre de 8 pelotillas de ceniza (Francisco Ramírez,
S.J., 1959 [1581-1585]). Además el concepto del hombre nacido de polvo y ceniza está presente en la
religión cristiana.
263 Tezcatlipoca era el dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, que daba vida y muerte
(Sahagún 1989 Libro III Cap.II:206-207).
120 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

en historias de origen - aunque el tema básico es casi siempre el mismo - la hemos


visto también expresada en muchas otras fuentes y por lo tanto no nos debe
sorprender.
(2) Chal(.. .)cueyehcan2M
Después de su salida de la cueva de "Chalchiuihtlahpazco" los migrantes llegan a
"Chalchicueyehcan" (véase ilustración 9). Como continuación de la línea divisoria
entre el primer y el segundo cuadro del lienzo hay un glifo que - tomando en cuenta
otros códices y lienzos mesoamericanos - se puede identificar como agua.264265 Del
agua sale un hombre, a su lado vemos el perro que acompaña a los migrantes
durante su salida del inframundo como guía y quien les ha ayudado atravesar (con
las tortugas) el mar o el río entre la tierra y el lugar de origen.266
El líder de los migrantes - con el abanico en su mano y vestido en su ropa de
color anaranjado - está sentado en una silla estilo colonial. Los trompeteros y el ave
guía (Tezcatlipoca) también están presentes. Otra persona carga el bastón de viajeros
y parece dirigirse hacia la persona sentada. Aparte de estos protagonistas de la
migración hay cierto número de otras personas representadas solamente por una
cabeza. Los líderes de los migrantes parecen estar en una junta, posiblemente
discutiendo - con Tezcatlipoca (su dios en forma del ave) - el itinerario que seguir
en su búsqueda de nuevas tierras. La ausencia del incensario y de la cuerda en esta
escena probablemente no tiene un significado especial aunque podría indicar que no
hicieron ceremonias en este lugar.267
Glosas
Las pocas glosas pueden ser transcritas como:
"Chalchicueyehcan./ Vquigace268/ yxquich nauatlacatl"269

264 En el original solamente se alcanza leer "Chal(...)cueyehcan". En todas las copias vemos
"Chalchicuey ehcan".
265 León (1979:23), Mendizabal (1926:11) y Corona Núñez (1986a:17) piensan que podría ser una
planta acuática en la orilla del mar o lago. Seler (1908:47) lo identifica como una serpiente emplumada
y piensa que representa al mar.
266 Este perro ya no aparece en los siguientes cuadros porque ha cumplido con su función; ayudar a
la gente atravesar el río del inframundo para llegar a tierra firme.
267 León (1979:25) y Corona Núñez (1986a: 17) identifican a una de las figuras en este segundo
cuadro como una mujer; se trata de la persona con la ropa larga - abajo del ave. Sin embargo, no hay
glosas que nos indican que realmente se trata de una mujer y el traje no se distingue mucho de la ropa
usada por las otras personas en el lienzo. Debería haber más elementos (como el pelo, etcetera) para
diferenciar entre hombres y mujeres.
268 Copia SMGE. La copia MNA 2 da "Vqui?aco".
269 En el original las glosas no toponímicas son casi ilegibles, solamente se puede leer la letra inicial -
V. Por lo tanto dependemos totalmente de las copias.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 121

lo que se traduce como:


"Chalchicueyehcan (el lugar de la que tiene la falda de piedras preciosas).
Todos los náhuas salieron"
Chalchicueyehcan es el lugar de la diosa del agua llamada Chalchiuhtlicue (de
acuerdo con Seler 1908:48).270 Este topónimo se refiere a la región de San Juan de
Ulúa en Veracruz, lugar a donde llegó Cortés para iniciar la conquista de las
culturas indígenas centromexicanas:
"(...) todos los pueblos de las costas del mar del Oriente de Chalchincuecan,
que ahora es San Juan de Ulua y la Vera Cruz" (Tezozomoc 1975, Capítulo
XXXII:331)271.
De la costa de Veracruz - la región del mar - los migrantes continúan su ruta tierra
adentro.
(3) Nunuual(.)o272
Como en el cuadro anterior el líder con el abanico (en su ropa de color anaranjado)
está sentado en una silla, con los dos trompeteros/flauteros, el incensario y la olla a
su lado (véase ilustración 9). Parece estar conversando con el ave-guía. El bastón de
viajeros está clavado en el suelo, posiblemente indicando que los migrantes (la
mayoría representada en el cuadro por cabezas sueltas) hicieron alto. Abajo de la
silla en este cuadro, se observa un objeto redondo que podría ser una olla (de
acuerdo con León 1889:309, 1979:25).273 Por primera vez vemos un cerro que
indica que los migrantes - dejando atrás a la costa - ya entraron en una región
montañosa.274 En este cuadro falta la cuerda. Algunas personas se dirigen hacia el
cerro como si estuvieran buscando algo.

27,1 En el náhuatl clásico se escribe "Chalchiuhcueyecan" (véase por ejemplo Silvia Rendón en
Chimalpahin 1965:307).
271 Véase también Torquemada (1975:68), Chimalpahin (1965:121, tercera relación) y otras crónicas.
Nótese que en el texto de Torquemada se transcribe la -u de chalchiuh como -n, un error común en las
obras de la época virreinal.
272 La -c (de Nunuualco) ya no es legible en el original pero sí aparece en las copias SMGE y MNA
2.
272 Corona Núñez (1986a:20) lo ha identificado como una piedra del sacrificio y ha llamado
"sacrificador" al líder de los migrantes. Esta observación carece de fundamentos y es pura especulación
ya que en el lienzo no aparecen armas, escenas de guerra ni sacrificios.
274 En el caso del lienzo, León (1889, 1979) distingue entre pirámides y cerros aunque - el cuadro de
Tzacapo siendo una excepción - todos los bultos tienen la forma típica de un cerro y no de un templo
prehispánico o yácata (compárese el lienzo con las yácatas de, por ejemplo, los lienzos de Carapan, el
Códice de Tzintzuntzan, el Códice de Chilchota y el Lienzo de Nahuatzen).
122 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

Glosas
Ya que en el original las glosas abajo del topónimo son totalmente ilegibles, se usará
las copias en que podemos leer:
"Nunuualco/ Vnacico nauatlacatl tlatenchicall275"
lo que en español significa:
"Nonoalco (¿el lugar de los sedentarios?) (aquí) llegó el náhua, la persona de
la costa"
Seler (1908:50) ya reconoció que en el caso de Tlatenchicatl se trata del nombre de
una persona. La traducción de esta palabra sugerida por Corona Núñez (1972:79,
1986a: 18) es solamente parcialmente aceptable; aunque él lo traduce como "el señor
de la costa", más bien parece significar "la persona de Tla(l)tenchico", "la persona
del lugar al borde de la tierra". La costa es precisamente el lugar de origen de los
migrantes.276
Según Chimalpahin (1965:166, séptima relación) Nonoalco es un sinónimo de
Nontiaco, el país donde uno llega a ser mudo (nontli), el país donde se habla otra
lengua (Seler 1908:49). Sin embargo, el nombre original parece haber sido Onoalco,
"lugar de los sedentarios" (Luis Reyes García, comunicación personal). La región de
(N)onoalco - que claramente se difiere de las tierras chichimecas (los no-sedentarios)
- no solamente incluye al actual Veracruz sino también a parte de Yucatan, Tabasco
y Campeche:
"(...) las tierras de Onohualca, que son vecinas de el mar, y son las que aora
llamamos Yucatan, Tabasco y Campech (...)" (Torquemada 1975 Tomo I Libro
111:352).
Aunque Nonohualca o Nonohualco se refiere a una región, también hubo varios
lugares que llevaban el mismo nombre, como por ejemplo Nonohualco en la región
veracruzana de Zongolica, según Gerhard (1986:270) probablemente un sujeto de
Tehuacán (nombre del siguiente lugar en el lienzo).277

275 Según la copia SMGE. En la copia MNA 2 se lee "tlatenchical".


276 Es la primera escena donde aparece la referencia a las personas de la costa, lo que no debe
sorprender ya que Nonoalco es el primer topónimo que se ubica tierra adentro (después de
Chalchiuihtlahpazco y Chalchicueyehcan, lugares en la costa de donde originaron los migrantes).
277 Hay muchos lugares que se llamaban Nonohualco. Véase por ejemplo el barrio de Tlatelolco,
lugar donde Alvarado puso algunos bergantines de armada para usar en la conquista de México
Tenochtitlan (Torquemada 1975 Tomo II Libro IV:282, 284).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 123

(4) Teyouahcan
Otra vez se puede ver la misma escena como en el cuadro anterior; el líder de los
migrantes (en su ropa de color anaranjado y con su abanico) sentado en una silla y
consultando su dios (el ave, Tezcatlipoca)(véase ilustración 10). También se ha
pintado - aparte de los otros objetos rituales - la cuerda que está ausente en los dos
cuadros anteriores. Mientras que una persona se acerca al monte, otras están
sentadas y miran hacia abajo. Un palo o bastón está puesto en el suelo y lleva una
figura humana encima. Podría ser identificado como el ritual del palo de voladores
(dedicado a la fertilidad, las lluvias) aunque solamente hay una persona en el palo y
no se observan otras personas ni las cuerdas de donde normalmente descendieron los
voladores.278 No solamente se erigió un palo para la ceremonia de los voladores
sino también durante la fiesta azteca de Xocotl Uetzi ("la fruta cae"), dedicada a los
muertos; en el palo colocaron un envoltorio o bulto que representa el xocotl. Una
buena representación se encuentra en el Códice Borbónico (véase Anders, Jansen y
Reyes García 1991:206-208, Doesburg y Carrera González 1996:62-67 para una
explicación de la fiesta). El palo significaba contacto con el cielo y los dioses; en el
templo de la diosa Querenda Angapeti en Zacapu (Michoacán) hubo un palo de
donde descendieron los dioses del cielo (RM 1956:112). Tal vez los migrantes del
Lienzo de Jucutácato hicieron una ceremonia especial y tuvieron contacto con los
dioses por medio del palo erigido en Teyouahcan.
Glosas
El hecho de que hay un texto más largo en este cuadro indica que en Teyouahcan
hubo un evento especial, también indicado por la información pictográfica (hay un
elemento - el palo con la persona - que no aparece en los otros cuadros). Por la
destrucción del original las glosas son difícilmente legibles, solamente se alcanza leer
parte del texto.279 Según la copia MNA 2 el texto dice:
"Teyouahcan. /Vnacico nauatlacatl tlatenchical"280

278 Vemos una escena parecida en el Lienzo de Zacatepec I donde el señor 11 Tigre (cacique de
Zacatepec) - durante una migración - sube en un palo lo que Smith identifica como un palo de volador
(Smith 1973:111, ilustración 91, p.270). En otras fuentes pictográficas de la época colonial también
encontramos representaciones del ritual, como por ejemplo en los códices cuicatecos (Van Doesburg
1996:171). Véase también Dahlgren (1990:223-229) para el ritual de los voladores en la Mixteca (Oaxaca)
y Ichon (1973) para la misma costumbre entre los totonacos actuales de Veracruz. Posiblemente las
palabras "chuhcari himbo ahcarani" ("volar en el palo") que encontramos en el DG (1991 Tomo 1:112,
Tomo 11:166), son una indicación que los indígenas del centro de Michoacán también conocieron este
ritual, por lo menos hasta principios de la época virreinal.
279 "Teyouahcan./ Un(...)o(.)auatlacatl/ tlatenchical" y "nimanquim(.......... )tlatenchi/ cali(..)pil(.......)-
tec(.)i(.)li/ (,..)pan(...)lqu(......)tlachi/ altiyn(............ )h(.)hpa(.)/ co(...)".
2X0 El dibujante de la copia SMGE ha olvidado copiar la última palabra "tlatenchical".
124 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

lo que en español significa:


"Teyouahcan.281 (aquí) llegó el náhua, la persona de la costa"
y

"niman quimotitlanili tlatenchi/ cali nipiltzin nautzin tecuitli vmpanevalque


limotlachi/ alti ynchan chalchiuhahpaz/ co at[enco]"282
lo que podría ser traducido como:
"Luego la persona de la costa envió (como mensajero) a su hijo señor nautzin.
Allí (donde) se levantaron, ve a mirar sus casas en (el lugar) al lado del agua
de Chalchiuhahpazo"283
Estas glosas, difíciles de interpretar, probablemente se refieren a la información
pictográfica, es decir al palo con una persona encima. Esta última podría ser
identificada como nautzin, el noble náhua, el hijo de tlatenchicatl, o sea la persona
de la costa, quien, mandado por su padre, se subió al palo. Palos altos en diferentes
lugares sagrados eran considerados como lugares donde descendían los dioses, donde
hubo contacto entre ambos mundos. Aunque carecemos de información más
detallada, podemos concluir que en Teyouahcan parece haberse celebrado un acto
importante, siendo el hijo del señor de la costa su protagonista, en que se hizo
reverencia al lugar sagrado del origen de los migrantes.
Se puede identificar Teyouahcan - tomando en cuenta la ubicación de los
lugares antecedentes y los que siguen - como el actual Tehuacan en el estado de
Puebla (véase también Seler 1908:50-51, León 1979:42 y Jiménez Moreno -
1948:152).284*

281 Escrita de esta manera parece significar "lugar donde tienen un dios o dioses" aunque el nombre
original parece haber sido "lugar/cerro del jaguar" (Tecuan-can), de acuerdo a su nombre en la lengua
mixteca: Yucutoñaña.
282 En la copia SMGE leemos "niman quimotitlanil/ tlatenchi/ cat i nipiltzin nautzintecuitli/
vmpanevalque rimotlachi/ alti ynchan chalchiuhcahpaz/ coat". Las cursivas indican donde difiere de las
glosas en la copia MNA 2.
283 Seler (1908:51) no pudo descifrar las glosas en el original e hizo su propia reconstrucción:
"Teyouahcan vnacico ñau (a) tlacatl tlatenchical. nim (a)n quimelitta tlatenchical in ipil(uan) in
na(uaüaca). (i)n telach(i)alti ynchan (chalc)hiuhah pazco, nima(n) omi(quanique)" lo que ha traducido
como "En Tehuacan llegó el (señor de los) Náhua(s), Tlatenchicatl. Con pena mira a sus hijos los Náhuas.
Que era su maestro y consejero en su casa Chalchiuhahpazco. Enseguida continuaron su viaje”.
284 Maarten Jansen (comunicación personal) sugiere como otra posibilidad, tomando en cuenta que
el actual lienzo original pudiera ser una copia de un documento más antiguo, que el topónimo original
haya sido Tetiouahcan, o sea Teotihuacan, lugar importantísimo en la historiografía indígena
mesoamericana. El tlacuilo que hizo la copia pudo haber malinterpretado las glosas en el original como
Teyouahcan.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 125

(5) Cuyuu(.)hcan2S5
En la quinta escena del lienzo {ilustración 10) encontramos los mismos elementos
como en cuadros anteriores (3 y 4). Los migrantes han llegado a Cuyuuahcan -
también expresado por las glosas - y su líder otra vez consulta a Tezcatlipoca para
después poder continuar la peregrinación.
Glosas
Las breves glosas en esta escena son:
"Cuyuuahcan./ Vnacico nauatlacatl tlatenchical"286287
lo que significa - según ya vimos en los otros dibujos del lienzo:
"Coyoacan (lugar donde tienen coyote(s) (aquí) llegó el náhua, la persona de la
costa"
Coyoacan era un lugar cerca de México Tenochtitlan y ahora forma parte de la gran
metrópoli de México D.F. En el siglo XVI era importante como residencia de
Hernán Cortés.
(6) Tenuchtitla(.)m
Podemos distinguir los mismos elementos como en los otros cuadros, aunque en esta
escena el líder con el abanico no está sentado {ilustración 11). Además, el ave se
encuentra encima de una planta que probablemente - tomando en cuenta su forma -
es un nopal. En esta sexta escena del lienzo, el ave-guía de los migrantes parece
tener una función adicional, ya que expresa el glifo toponímico de la capital azteca
México Tenochtitlan; el águila sobre el nopal.288 El bastón de los viajeros no está
representado lo que Seler (1908:52) ha interpretado como una indicación que los
migrantes no hicieron una parada en Tenochtitlan.289

2ít5 No se ve la primera letra -a en el original. En todas las copias se lee "Cuyuuahcan".


21,6 Tanto en la copia SMGE como la MNA 2. En el original solamente se puede leer ”Cuyuu(.)hcan./
Vn(...............)".
287 La -n ya no es visible en el original pero si aparece en todas las copias.
288 Es el único ejemplo de un glifo toponímico en el lienzo. Por la ausencia de estos glifos en el
documento, las glosas toponímicas son la única indicación del itinerario preciso de los migrantes. No se
puede excluir la posibilidad de que estas glosas son interpretaciones o traducciones de glifos toponímicos
en posibles versiones anteriores del lienzo.
28V No podemos excluir la posibilidad que el dibujante olvidó pintar el bastón, aunque este
precisamente representa la migración en general. La conclusión de Seler parece ser precipitada y tampoco
está confirmada por las glosas.
126 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

Glosas
En el lienzo original se pueden ver las glosas:
"Tenuchtitla(.)/(........)nauatlacatl tlatenchicatl"
aunque en las copias se lee:
"Tenuchtitlan/ Vnacico nauatlacatl tlatenchical"290
lo que significa:
"Tenochtitlan (lugar del nopal) (aquí) llegó el náhua, la persona de la costa"
(7) Xiquipilco
Enseguida llegan los migrantes a Xiquipilco (para la descripción de la escena véase
los cuadros anteriores), también indicado por las glosas (véase ilustración 11):
"Xiquipilco./ nican vnacico tlatenchical ynixqui/ ch ñaua tlacatl"291
lo que se traduce como:
"Xiquipilco (lugar de los sacos/bolsas). Aqui llegó el señor de la costa, todos
los náhuas"
Tomando en cuenta la ruta de la migración como está indicada por el lienzo, podría
tratarse del actual Jiquipilco en el estado de México (al poniente de la ciudad de
México).
(8) Ayutzinco
Aquí, además de los elementos que ya vimos en los dibujos de los otros lugares
visitados por los migrantes, hay una segunda persona con un abanico - aunque de
tamaño más pequeño (véase ilustración 12).292 Seler (1908:53) pensaba que se trata
del hijo del líder de los migrantes e identificó la persona arriba del "hijo" como la
madre del joven príncipe. Sin embargo, no hay evidencia directa - faltan glosas - que
pudiera ayudar verificar esta teoria del historiador alemán. También vale mencionar
dos objetos que no han sido representados en cuadros anteriores; un disco chiquito

290 Según la copia MNA 2. En la de la SMGE se lee "nauatl catl" en lugar de "nauatlacatl". Ambas
copias mencionan "tlatenchical" en vez del "tlatenchicatl" del original.
291 Copias MNA 2 y SMGE. En el original solamente se lee "Xiquipilco./ (............. )/ ñaua tlacatl".
292 En las copias MRM 1 y MNA 1 esta segunda persona ha sido pintada con ropa de color
anaranjado. En el original y las copias SMGE y MNA 2 solamente el líder de los migrantes tiene - como
en otras escenas - este vestido de color.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 127

y un objeto que termina en un punto. Estos son muy similares a los objetos de cobre
que veremos en el cuadro número 12 ("Xiuhquilan").293
Sobre la ubicación del lugar Ayutzinco, "lugar venerado/noble de la tortuga",
existe inconformidad.294 León (1979:42) lo ha identificado como Ayotzinco, en el
valle de México (al sureste de la ciudad de México, distrito de Chalco). Seler
(1908:53) no estaba de acuerdo con León ya que notó que este Ayotzinco estaba muy
lejos de la ruta ideal seguida por los migrantes; el Ayotzinco de León no se ubica
entre Jiquipilco (cuadro anterior) y Tzacapu (cuadro siguiente). Aunque Seler
(1908:53) lo identifica como Puruandiro en el norte de Michoacán, un pueblo no
muy lejos del actual Zacapu, esta identificación ha sido basada en errores de
traducción.295 Es probable que sí se trata del Ayotzinco en el valle de México,
aunque no podemos descartar la posibilidad de que hubo otro lugar con el mismo
nombre en la extensa región entre Jiquipilco y Zacapu.
(9) Tzacapo
Como en la escena anterior, encontramos otra vez a las dos figuras con el abanico
en sus manos (ilustración 12). Una está sentada sobre una silla y también carga el
bastón de viajeros, mientras que la otra figura está en frente de él como si estuvieran
platicando.296 Como esta segunda figura con abanico es de tamaño más pequeño,
podría tratarse de un hijo del Tlatenchicatl, el líder de los migrantes. El cerro en
este cuadro tiene una forma especial - una punta o un pico - que es muy parecido a
una montaña cerca del actual Zacapu.
Glosas
Como en el cuadro (1) y (4) hay algunas glosas aclaratorias.297*En el original se
puede leer:
"Tzacapo. /(... .)nvmucau(..... )atla/catlnimanvq(....... )em/puualanyncuzamalotl
/t(..... )
nican vmihquiynimtlaten/ chical tza capo
nimanaxcávtlapachuaynantzin/ tecuihtl"

293 La única diferencia es que no han sido coloreados.


294 Rendón (en Chimalpahin 1965:300) lo traduce como "asiento o fundación de Ayotl".
295 Seler (1908:53) ha traducido Ayotzinco (lengua náhuatl) y Puruandiro (p’urhépecha) como "lugar
de la calabaza". Ya vimos que Ayotzinco significa "lugar de la noble tortuga". Probablemente Puruandiro
tiene que ver con "puruuani", "hervir" (DG 1991 Tomo 11:458, León 1905:65, Robelo 1902:29), lo que
podría referirse a las fuentes termales en la región.
296 Veremos que en los otros lugares de esta primera ruta de la migración solamente aparece una
persona con abanico.
297 Se puede ver muy bien que han sido agregadas posteriormente, ya que han sido pintadas en el
poco espacio libre entre los dibujos.
128 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

y en las copias (tanto MNA 2 como SMGE):


"Tzacapo. /nicanvmucauhque nauatla/ catl nimanvquit cem/ puualanyn
cuzamalotl
nicanvmihquiynimtlaten/ chical tza capo
nimanax cávtlapachuaynantzin/ te cuihtl"
Lo que se puede traducir como:
"Tzacapo (lugar de la piedra).298 Aqui se quedaron (pararon) los náhuas,
luego ..[verbo incompleto en tiempo pasado]., (en) Cempoala el Cuzamalotl
(arco iris). Aqui se murió este señor de la costa, (en) Tzacapo. Luego ahora
gobernó el señor nautzin"299
Según las glosas, el señor de la costa muere en Tzacapu, después de haber sido líder
de los migrantes desde la salida del lugar de origen, Chalchiuihtlahpazco.300 Fue
sucedido por su hijo, el señor Nautzin.301 No hemos podido interpretar la frase
"(...) luego ..[verbo en tiempo pasado]., (en) Cempoala el Cuzamalotl (arco iris)".
"Vquit(...)" en el texto náhuatl puede ser derivado del verbo "itqui", "gobernar". En
este caso Cuzamalotl (arco iris) sería una persona que en aquella época (la llegada
de los náhuas a Tzacapu) gobernaba en Cempoala, Veracruz, la región de donde
proceden los protagonistas del Lienzo de Jucutácato.302 Otra posibilidad es que
"Vquit(...)" viene de "o-qu-it(ta)", "el lo vió", tal vez refiriéndose a que el náhua o
los náhuas vieron un arco iris en el mencionado lugar.

2W< Véase León (1889:310, 1905:260, 1979:28) y Robelo (1902:35) para este topónimo p’urhépecha.
2W Seler (1908:54) pensaba leer "nican vmihqui ynim tlatenchical tzacapo", ”a(yac) vmucauh
(nau)atlac(a)tl", "niman vquich mupuuaia yn cuzamalot" y "niman axcan vtlapachua ynantzin tecuihtl" lo
que ha traducido como "Aqui en Zacapu se murió este Tlatenchicatl. Ya no hubo (rey) Náhua (adulto).
Cozamalotl (arcoiris) fue nombrado hombre. Ahora gobernó la madre del rey". Las palabras "ynantzin”
han sido interpretadas como "su madre" aunque - tomando en cuenta las otras glosas del documento - más
bien parece tratarse de "yn nautzin". Jiménez Moreno (1948:152) únicamente estaba de acuerdo con la
traducción de la última frase y el renglón que nos informa sobre la muerte del Tlatenchicaü. El ha
traducido la otra parte como "se quedó el nahuaüacatl, luego.........Cuzamalotl".
300 Efectivamente esta glosa se encuentra escrita arriba de la cabeza del líder sentado en su silla
(trono).
3,11 En el cuadro 12 del lienzo, Nautzin, el nuevo líder de los xiuhquilteca, también es llamado
Icnupil, lo que podría significar el "huérfano", el que ha perdido su padre.
302 Como veremos Cempoala también aparece en la Probanza de Tetlama.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 129

(10) Phátsingo
Llegan los migrantes al siguiente lugar, después de haber abandonado a Zacapu
(iilustración 13). Otra vez el líder (en ropa color naranja) consulta a su dios.303
Aunque en estudios anteriores no se ha identificado al lugar llamado Phátsingo,
probablemente se trata del actual fuente Pantzingo, localizado en las tierras
comunales de San Juan Nuevo Parangaricutiro (conlinde con Angahuan, ambos en
el municipio de Uruapan). Phátsingo significa (en lengua náhuatl) "lugar no-
ble/venerado de la bandera". Era un pueblo que ya existía antes de la llegada de los
españoles.304 Cuenta la gente de San Juan (Nuevo) Parangaricutiro (Pía 1991:21)
que cuando vinieron los españoles, los habitantes de los pueblos Andahchura,
Tzintzicataro, Tzicatatacuaro, Tzirajpan, Cutzato, Curinguaro y Panzingo fueron
congregados en San Juan Parangaricutiro (también llamado San Juan de las
Colchas).305 Aunque según la historia oral el pueblo desapareció poco tiempo
después de la conquista, hay evidencia documental que sugiere su existencia - como
uno de los sujetos de Uruapan - hasta fines del siglo XVI (AGN, Historia, Vol.72,
f.58r, 1793).
La relación entre San Juan Nuevo Parangaricutiro (fundado después de la
erupción del volcán) y Panzingo se ha mantenido viva porque Panzingo se convirtió
en un lugar religioso importante para los habitantes de San Juan Nuevo. Estando la
gente todavía en San Juan (viejo), un leñador vió la Virgen de la Inmaculada
Concepción en el sitio donde ahora está el ojo de agua Panzingo.306*El señor llevó
la imagen al pueblo de San Juan donde construyeron una capilla para la Virgen. Sin
embargo, al dia siguiente esta había desaparecido y la encontraron otra vez junto al

31.3 Ya que el cuadro en el lienzo original está muy destruido (parte izquierda), solamente se alcanza
ver la parte superior de su cuerpo.
31.4 Antes de la erupción del volcán Paricutin, se podían ver las ruinas del pueblo de Panzingo, junto
con algunas yácatas prehispánicas. Pía identifica estas ruinas como las que vió Cari Lumholtz durante su
visita a San Juan (viejo) Parangaricutiro (Pía 1991:23). Estas yácatas sin embargo, descritas por Lumholtz
(1987 Volume 11:373), todavía existen y se encuentran en el cerro de Tancítaro, en una altiplanicie cerca
de la cumbre. Podrían ser las mismas ruinas mencionadas por García Abarca (1876, f. 17).
305 Según el etnolingüísta maestro Valente Soto Bravo de la comunidad de Angahuan (comunicación
personal 1995), San Juan Parangaricutiro fue fundado precisamente en medio de las comunidades de
Paricutin y Angahuan; ambos pueblos conlindaban en el lugar donde actualmente se encuentra la ruina de
la iglesia del pueblo de San Juan (Viejo). Tanto Paricutin como San Juan Parangaricutiro fueron
destruidos por la erupción del volcán Paricutin en los años ’40 del siglo XX. Entre la lava, ahora una área
difícilmente transitable de rocas, todavía se ve parte de la iglesia de San Juan Viejo.
3üfi Pía está sorprendida que en las versiones sobre el leñador se habla sobre campanas que atrajeron
al señor. Varios San Juanenses dijeron que durante el traslado de la gente de Panzingo a Parangaricutiro
(en tiempo de la congregación), se les olvidó llevar estas campanas (Pía 1991:23). Aqui se trata de un
tema muy común en la historia oral acerca de los asentamientos prehispánicos: cuando la gente abandonó
su asentamiento para irse a otro lugar taparon el agua y enterraron las campanas. Hemos registrado
versiones similares de esta tradición oral por ejemplo en Nurío (1991-1992) y Carapan (1994-1995).
Véase también la leyenda de la campana de oro de la isla de Jaracuaro (Boyd 1969:62-63).
130 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

ojo de agua de Panzingo. Así pasó varias veces hasta que preguntaron la Virgen
porqué no quiso estar en San Juan. La imagen les respondió que sí quería quedarse
pero solamente si siempre la traían agua de la fuente de Panzingo. La gente de San
Juan prometió hacerlo y por lo tanto fundaron la cofradía de la Inmaculada
Concepción, para cumplir con los deseos de la Virgen (p.21). Hasta el dia de hoy
los San Juanenses (el cura, los cargueros y mucha gente del pueblo) van a pie
(algunos 5 horas) a Panzingo, cada 4 de diciembre, para buscar el agua bendita con
el fin de bañar a la Virgen (Pía 1991:21-22).
(11) Cupaqu(..)om
Vemos los mismos elementos que en el cuadro anterior, aunque falta el ave guía
(Tezcatlipoca)(/torraaon 13). A la izquierda del cerro se observa un objeto que
parece ser una veta de cobre - tomando en cuenta su forma y sobre todo su color
anaranjado (véase por ejemplo cuadros 22 y 27).
León (1979:42), Seler (1908:55) y Jiménez Moreno (1948:152) identificaron al
Cupaquaro del lienzo como el actual pueblo de Capaquaro (en la Meseta
P’urhépecha). Esta teoría puede ser correcta - sobre todo tomando en cuenta el
itinerario seguido por los migrantes en el lienzo; Capaquaro se encuentra
precisamente en el trayecto del camino real Zacapu-Uruapan (la actual carretera
Carapan-Uruapan). Además Capaquaro no está muy lejos de Panzingo (cuadro 10)
y de Xiuhquilan (cuadro 11). Sin embargo, no podemos excluir la posibilidad de que
hubo otro pueblo llamado Cupaquaro en la región, población que debería haber
desaparecido en el siglo XVI.308 Existía, por ejemplo, un Cupaquaro cerca del
pueblo de Tarecuato, todavía se ven los restos del pueblo viejo. La traducción tanto
de Capaquaro como de Cupaquaro - ambos términos p’urhépechas - resulta ser
problemática.309

31,7 En todas las copias se lee "Cupaquaro".


31,11 Se menciona un Cupacuaro (¿Capaquaro?) como sujeto de Uruapan en la visita de Caravajal (año
1523, en Warren 1989a:392). Desafortunadamente no se ha apuntado la distancia entre ambos pueblos.
309 Según los habitantes del pueblo, Capaquaro significa "lugar de protección” (de "capani",
"proteger"). Robelo (1902:8) lo ha traducido como "lugar de la miel", lo que no concuerda con la
información encontrada en los diccionarios de la lengua p’urhépecha (Gilberti 1983:407, DG 1991 Tomo
1:493). En el DG (1991 Tomo 11:80) sí se menciona la palabra "capari" como traducción de "abejón"
(véase también Velásquez Gallardo 1988:143). Lumholtz y Eduardo Ruiz, en el siglo pasado, derivaron
el topónimo Capacuaro de la palabra "cápacuri", lo que según ellos significa "entre dos cerros/donde se
juntan dos cerros” (Lumholtz 1987 Volume 11:362, Ruiz 1984:290). Ambos visitaron el pueblo de
Capaquaro y probablemente esta traducción les fue dada por los capaquareños. Sin embargo, su traducción
parece corresponder a "Cupaquaro” que podría estar relacionado con la palabra "cuperani”, "encontrarse
unos a otros en el camino" (Gilberti 1983:36; DG 1991 Tomo II: 112; Velásquez Gallardo 1988:153). Don
Domingo Jiménez Chavez contó (comunicación personal 1993) que antiguamente el pueblo se llamaba
Cupaquaro. Cuando vinieron los españoles evangelizaron a la gente y pusieron como Santo Patrón del
pueblo a San Juan Bautista. Uno de los atributos del santo era una "capa de cuero". Según Don Domingo
esta coincidencia causó el cambio de nombre del pueblo de Cupaquaro en "Capa (de) quero" y
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 131

(12) Xiuhquilan
Como en el caso del primer cuadro "Chalchiuihtlahpzco", el gran tamaño de la
escena 12 es una indicación de su importancia para la comprensión del documento
(véase ilustración 14). Llama la atención - como ya se ha dicho arriba - que en
"Xiuhquilan" la ruta inicial se divide en cuatro (cada una con su línea que conecta
los diferentes cuadros).
En la parte inferior derecha del cuadro se han pintado los elementos que ya
conocemos de los otros dibujos del lienzo; el ave-guía Tezcatlipoca, un
trompetero/flautero, una olla, el incensario y el líder de los migrantes (con el abani­
co y vestido de color naranja) sentado en una silla.310 El hecho de que es la última
representación de los elementos relacionados con la migración, indica que ésta ha
terminado (de acuerdo con Seler 1908:56). En el centro del cuadro se observa un
árbol grande sobre una plataforma redonda - como si fuera una plazuela. Alrededor
del árbol hay rayitas o manchas de color naranja, posiblemente indicando que hay
minerales de cobre en lugares alrededor del árbol.311 A su lado está un cerro y el
ave, parece que esta última indica al líder de los migrantes que en este lugar de
"Xiuhquilan" - donde está el árbol grande - hay que fundar el pueblo (veremos que
las glosas confirman esta lectura). El árbol - puesto sobre un tipo de plataforma
redonda - parece ser de mucha importancia ya que ocupa un lugar central dentro del
cuadro. Podría ser una metáfora para el nacimiento, el origen de la genealogía de los
xiuhquilteca (es decir su élite gobernante) y de la misma comunidad.312 Observa
Jansen que:
"El simbolismo del árbol - omnipresente en Mesoamérica - es ámplio y
profundo: es una metáfora de lo arraigado de la dinastía y de su conexión con
la tierra natal, así como de la continuidad, unidad y prosperidad del linaje. A
la vez su sombra benéfica simboliza la protección y el poder que el rey ejerce
sobre la comunidad, y su aspecto vertical conecta la tierra con el cielo como
eje cósmico (axis mundi)" (Jansen 1997:81).

posteriormente en Capaquaro. En este caso se trata de una interesante etimología "popular" del nombre
del pueblo.
310 Una de las dos personas atrás del líder en la silla podría ser una mujer ya que parece estar vestida
con una falda. Veremos una persona similar en el cuadro 37.
311 Véase escena 11 ("Cupaquaro"). Parece improbable que se trata de llamas u hojas que salen del
árbol.
312 En las fuentes mesoamericanas hay muchos ejemplos del árbol como representación de genealogías
y del poder gubernamental. Véase por ejemplo el árbol genealógico - con todos los caciques uacúsecha -
que surge del estomago o corazón de Hireti Ticatame en la RM (1956:169). Encontramos otro árbol
genealógico creciendo de un cacique fundador en otras fuentes como el Códice Coacoalco (LAL-TU).
Véase también el árbol de Apoala de donde nacen todos los caciques mixtéeos (Anders, Jansen y Pérez
Jiménez 1992a: 113-114). Otro ejemplo sería el papel importante del árbol en el mundo maya - entre otras
cosas como metáfora para el poder humano (Schele and Freidel 1990:91).
132 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

Abajo del árbol están dos personas soplando en un recipiente; alrededor del
recipiente está una cantidad de objetos de diferentes formas - de color anaranjado -
y un tipo de atizador o escorificador. Son vigilados por una persona - vestida con
ropa de color anaranjado - sentada en una silla (a la izquierda). Se trata de una típica
representación de la fundición de objetos de cobre como la encontramos también en,
por ejemplo, la Relación de Michoacán (1956:172, lámina XXIX) y otros
documentos pictográficos como el Códice Florentino y el Códice Mendoza (véase
ilustración 15). Se ve que en el recipiente se ha aplicado el color anaranjado,
indicando que se trata de la fundición de cobre. Los objetos - todos del color
anaranjado - son utensilios usados en la agricultura; por ejemplo se ve la coa y la
azada.313
En la esquina inferior izquierda se han pintado dos personas que tienen objetos
en sus manos: éstos pueden ser identificados como jicareros (tomando en cuenta la
forma más o menos redonda de los objetos) quienes están pintando jicaras.314
Arriba de los tres hombres hay dos edificios estilo colonial - probablemente iglesias;
dos personas están sobre el techo de la iglesia a la izquierda lo que indica que están
arreglando o construyendo el edificio.315
En la esquina superior derecha hay otro dibujo de una persona (con abanico y
vestido de color anaranjado) sentada con otras personas acercándose a él, parecen
estar platicando, una persona toca la trompeta/flauta. Más hacia la izquierda - en la
otra esquina - caminan tres personas de las cuales dos llevan objetos de cobre (los
mismos que los objetos alrededor de los dos sopladores en el mismo cuadro). Hay
otras dos personas acercándose a ellas, la primera lleva algo en ambas manos y
parece ofrecerlo a una de las tres personas que llevan los objetos de cobre.
Glosas
Llama la atención que las glosas principales en la parte superior del cuadro están
escritas en letras grandes lo que probablemente indica su importancia. Mientras que
el dicho texto principal es bien legible en el original, los otros dos textos son

313 En el brasero (básicamente un homo, a veces un agujero artificial en la tierra) - los cañutes
sirvieron para aumentar la temperatura (soplando aire/oxígeno) - el puro cobre fue separado de otros
ingredientes no metálicos (escorias); la reducción. Después, el cobre podría ser trabajado, en el caso de
los implementos agriculturales han sido fabricados en moldes. Las técnicas metalúrgicas han sido
profundamente descritas (véase por ejemplo Horcasitas de Barros 1981, Grinberg 1990 y Torres Montes
y Franco Velázquez 1996). Shimada (1994:58) hizo una reconstrucción de la fundición de Sicán (Perú)
usando replicas de homos y un homo antiguo (600 años de edad) y concluye que antiguamente hubo
grupos de braseros en un sitio con que los cobreros alcanzaron a juntar una cantidad de cobre suficiente
para fundir objetos grandes (con un solo brasero es un proceso que cuesta más tiempo).
314 Véase abajo en el cuadro (37) del lienzo, donde los xiuhquilteca ofrecen jicaras al cacique
Tucuruan.
315 En la lámina XVII de la RM (p. 125) encontramos una representación parecida de tres personas
que están construyendo un templo (prehispánico).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 133

sumamente vagos y necesitan ser completados basándonos en las copias. En el


original solamente se alcanza leer:
"Vnacico.nicanymuhteneuaxiuhquilan. ynix/quich.nauatlacatl mucemtemaco.ni-
can.
ni(...)cico(....)/ c(....).
(...)qui(..)uili tezcatlipuca y(....)/ pil tie yni(....)que yn(.......)/
(....................... )/ tezcatlipuca (...) nupil/vqui(...)qu (......)"
En las copias se pueden ver las siguientes glosas:
"Vnacico.nicanymuhteneuaxiuhquilan.ynix/quich.nauatlacatl mucemtemaco.ni-
can.
niman vnanico maitzin/ tecuihtl
niman quimul uili tezcatlipuca ynicnu/ pil tleyniga hizzque yn nauatlaca/ ti.
nimananajcumuuica que yuan/ tezcatlipuca ynic nupil/ vquitemaque
tlepuztlali"316
lo que en español quiere decir:
"LLegaron aqui, donde se llama Xiuhquilan, todos los náhuas. Aqui se
establecieron.317
Enseguida llegó el señor Nautzin.318

316 Según la copia SMGE. En la MNA 2 se lee "Vnacico.nicanymuhteneuaxiuhqui lan.ynix/ quich


nauatlacatl mucemte maco.nican.", "nimanvnacico n a u t z i n l tecuihtl" y "nimanquimuluili tezcatlipuca
ynicnu/ pil tleyniga hizzque ynnauatlaca/ ti. n i m a n a j c u n u u i c a que yuan/ tezcatlipuca ynic nupil/
vquitema/zque tlepuztlali". Las cursivas indican donde difiere de la copia SMGE.
317 Paso y Troncoso (1893 Tomo 1:248) llegó a la misma conclusión y ha traducido "Vnacico nican
y muhteneua xiuhquilan yn ixquich nauatlacatl, mucemtema co mican" como "Llegaron aquí al (lugar)
nombrado Xiuhquilan, todos los nahuas se juntan". Jiménez Moreno (1948:152) da una traducción casi
igual; "Vinieron a llegar aquí donde se llama Xiuhquillan. Todos los nahuatlaca se establecieron aquí".
Seler (1908:55) sin embargo ha leído "vnacico nican ymuhteneua xiuhquilan. yn ix quich, nauatlacatl
mucemtemaco nican" lo que ha traducido como "Aqui en Xiuhquilan llegaron los Náhua. Aqui les fue
regalado (tierras)".
3II< Aunque en la copia SMGE se lee "maitzin", parece probable que se trata del señor "Nautzin"
(véase la copia MNA 2), quien también está mencionado en los cuadros 4 ("Teyouahcan") y 9 ("Tzaca­
pu"). Como vimos se quedó huérfano por la muerte de su papa (cuadro 9) y fue nombrado líder de los
migrantes náhuas. Seler no pudo leer el texto completo del original y solamente leyó "......an ta vnaci­
co..........catl". Dice que probablemente había que leer "nican vnicaco nauatlacatl", "aqui llegó el señor de
los Náhua" (Seler 1908:56).
134 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

Luego Tezcatlipoca dijo a icnupil (el huérfano, es decir Nautzin) ¿Porqué aquí
estarán los náhuas? Luego se trasladaron arriba319 y Tezcatlipoca [e] Icnupil
buscaron tierras del cobre."320
Aunque las glosas "yuan tezcatlipuca ynic nupil vquitemaque tlepuztlali" pueden ser
traducidas como "y Tezcatlipoca [e] Icnupil buscaron tierras del cobre", otra
posibilidad sería "y.Tezcatlipoca dió merced/regaló tierras del cobre" (Luis Reyes,
comunicación personal). Las glosas confirman lo que ya habíamos derivado de la
información pictográfica; los migrantes llegan a establecerse en Xiuhquilan. Además,
indican claramente que es Tezcatlipoca su dios quien - aparte de señalar el lugar
donde tenían que asentarse - les dió o les ayudó buscar las tierras del cobre. Así
Tezcatlipoca es el iniciador de la metalurgia - es decir la fundición del cobre - y de
la fabricación de las jicaras. El líder de los xiuhquilteca, el fundador de Xiuhquilan,
es el señor Nautzin, el huérfano ("icnupil"), el hijo de la persona de la costa
(tlatenchicatl).
Probablemente el topónimo Xiuhquilan significa "lugar de la hierba
xiuhquelite", aunque sería una contracción de la palabra "Xiuhquelitlan". Xiuhquelite
es la palabra náhuatl para nombrar al añil que fue usado para teñir:
"Hay una yerba en las tierras calientes que se llama xiuhquílitl. Majan esta
yerba y esprímenla el zumo, y échanlo en unos vasos. Allí se seca o se cuaja.
Con este color añil se tiñe lo azul oscuro y resplandeciente. Es color preciada"
(Sahagún 1989, Libro XI, Cap. XL798).
Ya que Seler (1908:42) no pudo encontrar un lugar llamado Xiuhquilan en los
alrededores de Uruapan, tradujo la palabra a la lengua p’urhépecha; Tzitzupuan.321
Aunque Seler no lo notó, en la RM (1956:151) sí se menciona un lugar llamado
Tzitzupan. Se trata de un pueblo de náhuatl hablantes que fue conquistado por los
uacúsecha Hiripan, Tangaxoan y Hiquingare (en tiempos de Tariacuri, véase capítulo
I). Tzitzupan es conquistado en una campaña junto con los pueblos - también de

319 Probablemente "Se trasladaron arriba" debe ser interpretado como "Se subieron a los cerros".
320 Seler casi no pudo transcribir las glosas de este texto. Alcanzó leer "....an qui...luili t(e)zcatlipuca
y tena..pil..tie yn ic o....que...ya ñauada....tezcatlipuca y ....... nupil...vquite....que...tie". El historiador
alemán ha tratado de completar la primera parte de las glosas; "nican qui(mo)luili tezcatlipuca y tena(n
tecuihtli)", lo que según él significa "aqui Tezcatlipuca decía a la madre del rey" (Seler 1908:57). Jiménez
Moreno (1948:152) ha transcrito "N(ican) quimoluili tezcatlipuca in icnupil tley............" lo que ha
traducido como "Aquí le dijo Tezcatlipoca al Icnupil, ¿qué...?".
321 "Tzitzupu" es "añil" (DG 1991 Tomo 1:66). La yerba que los p’urhépecha hablantes (y
probablemente otros habitantes de Michoacán) usaban para obtener el color azul se llama la "chupiqua".
Esta palabra significa "Vna yeru(a) qu’echa la flor azul con que tiñen" y el lugar donde se encuentra esta
yerba se llama "Chupiquaro" (DG 1991 Tomo 11:171). Un pueblo que llevaba este nombre, se encontraba
por ejemplo al lado de la carretera Quiroga-Zacapu (Beaumont 1985 Tomo 111:300, 280).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 135

náhuatl hablantes - de Hacauato, Chenengo y Uacapu.322 En la misma expedición


fueron conquistados los pueblos, de p’urhépecha hablantes, de Tariyaran, Yuriri,
Hopacutio y Conde(m)baro. Dos de los pueblos mencionados - Condembaro y
Chenengo - se ubican en la tierra caliente al sur de Uruapan.323 Parece improbable
que el Tzitzupan de la RM - aunque era un pueblo en que se hablaba náhuatl -
corresponde al Xiuhquilan del lienzo ya que en la misma RM (1956:267) también se
menciona a Xicalan (véase abajo).
Corona Núñez (1951:29) ha identificado Xiuhquilan como Jiquilpan ya que
pensaba que ambas palabras tienen el mismo significado. La Relación de Xiquilpan
(1579, en Acuña 1987) parece confirmar la última parte de su observación:
"Este pueblo se llama Xiquilpan y, por otro nombre, se llama Guaninba, que
es en lengua tarasca, que quiere decir en lengua castellana ’maíz tostado’; y
Xiquilpan quiere decir Xiuquiletl, que es una yerba de que se hace la tinta azul
que se dice añil" (Acuña 1987:409, véase también Martínez de Lejarza 1974:­
147).
En publicaciones posteriores el mismo Corona Núñez (1972:81, 1986a:26) lanzó
otras teorias, donde sugiere que el nombre de Xiuhquilan tiene que ver con una
yerba que los metalurgos supuestamente usaban para aumentar la temperatura
durante la fundición y por lo tanto poder aumentar y/o facilitar su producción. Sin
embargo, cita a la Relación Geográfica de Cuiseo de la Laguna (Acuña 1987) que
solamente menciona su uso en la fabricación de vidrios:
"(...) Entre este Tequexquite se cría gran suma de yerba, de que se hace el
vidrio, que los naturales llaman curiraxaqua: vienen los que hacen vidrio, de la
ciudad de México, a cogerla y la llevan en panes, a pesos de precio" (Acuña
1987:86).
De esta manera forzada, incoherente e inconsistente - el autor se contradice a sí
mismo - Corona Núñez trata de relacionar el topónimo Xiuhquilan con la metalurgia
representada en el lienzo. Posteriormente sus observaciones han sido copiadas - sin
crítica alguna - por Heil (1993) y Castro-Leal (1989). Esta última autora ha
identificado el árbol en el cuadro de Xiuhquilan como el añil - según ella la
curiraxaqua - usada para aumentar la temperatura durante la fundición de minerales
(Castro-Leal 1989:236). La existencia y uso de una hierba para aumentar
temperatura, no ha sido demostrada (véase también Torres Montes y Franco

322 Antes de las conquistas de Tzitzupan, Hacauato, Chenengo y Uacapu, conquistaron al pueblo de
un señor Hiuacha; mucha gente de este cacique quiso huir a los llamados pueblos de nahuatlatos pero
estos no los querían aceptar ni dejar entrar (RM 1956:149).
.123 Veremos que ambos lugares también aparecen en el Lienzo de Jucutácato (cuadros 27 y 29).
136 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

Velázquez 1996:95) y por lo tanto la hipótesis de Corona Núñez y otros no parece


ser muy probable.324
Aunque García Abarca es el primero en señalar que el Xiuhquilan del lienzo
corresponde a Jicalan Viejo, Jiménez Moreno (1948:152) es el primero que ha
publicado esta identificación.325 Algunos argumentos para esta identificación son:
(1) el lienzo indica que Xiuhquilan se encuentra en el área demarcado por los
pueblos de Cupaquaro, Matáguaran, Tsichahpeto/Chunenco y Puruuatio. Jicalan
Viejo se encuentra precisamente en esta región, (2) el lienzo fue encontrado en
posesión de una señora cacique del pueblo de Jicalan, (3) la presencia de un árbol
grueso y sumamente antiguo al lado de los restos de una iglesia o capilla colonial en
el sitio arquelógico de Jicalan Viejo corresponde a la información pictográfica dada
en el cuadro 12 (Xiuhquilan) del lienzo, (4) como veremos Jicalan Viejo y el Jicalan
actual han sido zonas de producción de objetos de cobre (véase ilustración 16 y 17).
Se puede sugerir que antiguamente el nombre correcto del pueblo fue Xiuhquilan
pero que ha sido cambiado - tal vez bajo influencia de la lengua española o la
nahuatlatización después de la conquista - en Jicalan. Se debe tomar en cuenta que
ambas palabras tienen su propio significado: mientras que Xiuhquilan probablemente
significa "lugar del xiuhquilite", Jicalan quiere decir "lugar de la jicara".326
Todavía en el siglo XVII es posible encontrar Jicalan (en aquellos tiempos ya
generalmente aceptado) escrito como Xicalan, Chicalan y Chiquilan (APU-PSF,
Libro de Bautizos, Caja 1, Vol.l, f. 19, año 1628).327
Resumiendo los acontecimientos de la primera ruta indicada en el Lienzo de
Jucutácato, se puede decir que los xiuhquilteca nacen en el lugar llamado "lebrillo
de las piedras preciosas". Su dios Tezcatlipoca - en forma de ave - les manda buscar
nuevas tierras hacia el occidente. Enseguida salen los migrantes - con su líder -
atravesando el agua extenso que rodea la olla (recipiente, cueva) de su origen. Pasan
por muchos lugares donde hacen sus ceremonias en honra de Tezcatlipoca quien
siempre está presente para indicarles el itinerario que tienen que seguir. En Tzacapu
muere el líder y es sucedido en el oficio por su hijo. Continúa la migración y
finalmente Tezcatlipoca indica que los xiuhquilteca tienen que establecerse en un
lugar donde hay un árbol grande. Enseguida les manda sacar minerales de cobre de

324 Lumholtz (viajero del siglo XIX) sí habla sobre una hierba desconocida que supuestamente usaron
los habitantes de Santa Clara del Cobre en el siglo pasado para dar más dureza a los objetos de cobre. Sin
embargo, dice que solamente se trata de un rumor (Lumholtz 1987 Tomo 11:414). Normalmente se obtiene
más dureza por la aplicación de aleaciones (Rob Morsink 1997, comunicación personal), la mezcla de
cobre con otros minerales.
325 Hay que tomar en cuenta que Jiménez Moreno no llegó a conocer los manuscritos inéditos de
García Abarca.
32fi Veremos que en el pueblo de Jicalan la gente también se ha dedicado a la elaboración de jicaras.
327 Frecuentemente vemos que un sonido -sh ha sido escrito con -x y posteriormente interpretado
como si fuera una -j. Véase por ejemplo el caso del cuadro 34 "Cucuhtacato".
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 137

la tierra y después fundirlos para la fabricación de utensilios de metal; Xiuhquilan


llega a ser un centro de especialistas en metalurgia y en la elaboración de
jicaras.328 El nacimiento/origen de los xiuhquilteca, su migración hacia Michoacán,
la fundación de Xiuhquilan y el desarollo de la industria metalúrgica y jicarera tienen
un origen divino, ya que fueron planeados por el dios Tezcatlipoca. Llama la
atención que precisamente el Tezcatlipoca rojo parece tener una relación con el cobre
ya que el cronista Ruiz de Alarcón (1629, Tratado II, capítulo III) menciona
"tlatlauhqui tezcatl", es decir "espejo rojo", como nombre esotérico del hacha de
cobre (Anders y Jansen 1993:151, Anders, Jansen y Reyes García 1993:119).
Son diez lugares que - según el lienzo - visitan los migrantes antes de llegar a
Xiuhquilan; Chalchicueyehcan, Nunuualco, Teyouahcan, Cuyuuahcan, Tenuchtitlan,
Xiquipilco, Ayutzinco, Tzacapo, Phátsingo y Cupaquaro. Es posible que los
xiuhquilteca visitaron estos asentamientos en los actuales estados de Veracruz,
Puebla y México, aunque también podría tratarse de una migración mítica, una ruta
idealizada, como la encontramos en otros documentos centromexicanos que tienen el
mismo tema principal. Chalchicueyehcan y Nunuualco representan la región de la
costa donde llegó Cortés al empezar la conquista de la Nueva España. Teyouahcan,
Cuyuuahcan, Tenuchtitlan, Xiquipilco y Ayutzinco son lugares en el centro de
México, una región que antes de la llegada de los europeos fue dominada por la
Triple Alianza. Al principio de la época colonial, Cuyuuahcan (Coyoacan) fue la
sede principal de Hernán Cortés. Tzacapu con sus alrededores representa la región
donde llegó el señor Hireti Ticatame, fundador del linaje de los uacúsecha (véase
capítulo I).329 Básicamente (con varias excepciones) se trata de la misma ruta que
siguieron los conquistadores a principios del siglo XVI. La misma ruta también pudo
haber sido usada por comerciantes indígenas antes de la conquista.330
Llama la atención que en el lienzo faltan fechas concretas, como sí aparecen en
los documentos migratorios del centro de México.331 No se sabe la duración de la
migración. Las pocas glosas solo nos indican que probablemente hubo dos
generaciones de caciques que gobernaron durante el período de la migración.332

3211 Tomando en cuenta que en varios cuadros de la primera ruta los migrantes parecen estar buscando
algo en los cerros y que en el cuadro 8 ("Ayutzinco") aparecen objetos de cobre, se puede concluir que -
según el lienzo - a partir de la salida de Chalchiuihtlahpazco los migrantes (los xiuhquilteca) han buscado
un lugar apropiado para la explotación de las minas y la fundición de cobre.
329 No hay datos sobre la importancia de Cupaquaro y Phátsingo en la época prehispánica. En varias
ocasiones la RM menciona a un Capaquero sin dar la ubicación exacta (RM 1956:115, 262, 263,
etcétera). Tomando en cuenta al nombre náhuatl de Phátsingo, posiblemente este lugar ha sido habitado
por náhuatl hablantes.
330 Sabemos que en el posclásico hubo muchas migraciones del centro de México hacia el oriente y
sur (y al revés). Solamente algunas de estas han sido documentadas en fuentes pictográficas.
331 Aunque debemos tomar en cuenta que en muchos casos se trata de fechas rituales e idealizadas.
332 No resultaría muy confiable usar las glosas fragmentadas para calcular la posible duración de la
migración (normalmente se calcula un promedio de 15-20 años por líder).
138 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

Solamente en el cuadro central del lienzo ("De Mechuacan" y "Pazquaro") - como


veremos más adelante - encontramos algunos elementos que nos permiten dar fechas
más concretas (aunque ya de la época colonial).
Ruta (B) X iu h q u il a n - T e c u m a t l a (.)
Como ya se ha dicho cuatro rutas diferentes tienen como punto de salida a
Xiuhquilan. La que en el presente estudio se llamará (B) atraviesa "Tamaqua",
"Xucupan", ”(...)aan", "Vacanan", "Tepulan", "Churumucuo", "Metztlan" y
"Xantsiquiyo" para finalmente llegar a ”Tecumatla(.)”.
(13) Tamaqua
Se observa que los dibujos (ilustración 23) contienen menos elementos que en los
cuadros anteriores. Solamente se han pintado tres personas acercándose a un cerro,
este último casi totalmente invisible en el lienzo original, por estar destruido en este
lugar. Los xiuhquilteca parecen estar buscando minerales en los cerros. En el cuadro
hay restos de un río (color azul) que continúa en el cuadro siguiente "Xucupan".333
Aunque los autores que han estudiado el lienzo - basándose en las copias - han
tratado Tamaqua como un topónimo completo, es probable que algunas letras han
desaparecido por tener agujeros el lienzo. El nombre original parece haber sido
Tamacuaro, "lugar fértil". La palabra p’urhépecha "tamaqua" se refiere a la
fertilidad de la tierra.334
Su localización exacta resulta difícil ya que hay varios lugares llamados Tamacua o
Tamacuaro (en la actualidad se escribe la -q como -c) en el sur del estado de Micho­
acán.335 Sin embargo, por la identificación más precisa de otros lugares en esta
ruta (B) - cuadros 16, 18y2 1- sabemos que Tamacuaro probablemente se localiza
entre Xiuhquilan (Jicalan Viejo) y La Huacana. Quizás se trata del Tamacuaro que
en 1813 estaba a una distancia de tres leguas al poniente de La Huacana, lugar ya
despoblado en el aquel entonces (Martínez de Lejarza 1822, véase 1974:98).336

333 Este río no ha sido pintado en las copias del lienzo.


334 En el DG encontramos los términos "tamaqua tareta" o "sementera de humidad [sic]" y "tamaqua
echeri" lo que significa "tierra húmida [sic]" (DG Tomo 11:535). Gilberti (1983:103) da "tamaquatarca",
"tierra gruesa o fértil".
335 Véase por ejemplo García Cubas (1888-1891, Tomo V:230). Ya que el topónimo tiene que ver
con la fertilidad de tierras, es muy probable que hubo aún más lugares con el mismo nombre.
336 En la actualidad hay un lugar llamado Tamacuas al poniente de La Huacana. En las Relaciones
Geográficas del Siglo XVIII de Puruandiro y Urecho (1945:40) se menciona un lugar llamado Tamacuaro
cerca de una mina de cobre, perteneciendo (jurisdicción eclesiástica) a Churumuco o Churumucuo (cuadro
18 en el lienzo).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 139

(14) Xucupan
En este cuadro (ilustración 23) los xiuhquilteca continúan su búsqueda de minerales
de cobre y se acercan a un cerro, señalándole con sus manos. El topónimo parece
ser de origen náhuatl y podría significar "en el xocote" (xocopan).337 No se ha
podido localizar a Xucupan aunque debería haberse encontrado en la región entre
Jicalan Viejo y La Huacana.338
(15) (...)aan
Dos personas se dirigen hacia una planta o árbol pequeño, parece posible que
originalmente también hubo un dibujo de un cerro en la parte central del cuadro que
actualmente está destruida, hace falta también la primera parte de la glosa
toponímica (ilustración 24). Resulta imposible reconstruir la glosa incompleta.339
Probablemente se trata de un lugar cerca de La Huacana (el siguiente cuadro del
lienzo).340341
(16) Vacanan
Tres personas se encuentran al lado de la línea naranja, una de ellas en posición
sentada, sosteniendo su cabeza con un brazo como si estuviera decepcionada o
cansada (ilustración 24).7AX En la escena falta un cerro, solamente encontramos un
edificio estilo colonial, probablemente una iglesia católica.

337 Otros autores (León 1889:314, 1979:32, Corona Núñez 1986a:31) pensaban que se trata de un
nombre en lengua p’urhépecha. Aunque en los diccionarios de esta lengua encontramos las palabras
"xucupara" ("jitomate") y "xucuparani" ("vestirse")(DG Tomo 11:791, Gilberti 1983:153) no podemos dar
una traducción satisfactoria en lengua p’urhépecha de "xucupan". Se debe tomar en cuenta que la letra -x
en los diccionarios mencionados representa al sonido -sh y no al sonido -j.
338 Las identificaciones de Xucupan primeramente como Luinga (León 1889:314) y posteriormente
(León 1979:42) como Cucupao - actualmente Quiroga en la región del lago de Pátzcuaro - parecen ser
muy prematuras y no han sido basadas en datos concretos. Lo mismo se puede decir de la opinión de
Jiménez Moreno (1948:153) quien lo ha identificado como Cupuan - sin argumentarlo - en el sur del
distrito de La Huacana, donde el río Tepalcatepec se junta con la Presa del Infiernillo.
339 Mendizabal (1926:23) y Jiménez Moreno son los únicos que - supuestamente - han podido leer
"N...aan" en el original lo que Mendizabal ha identificado como Naranjaan (Naranja) en la región de
Zacapu (el norte de Michoacán). Jiménez Moreno (1948:153) sin embargo no ha reconstruido la glosa y
tampoco ha especificado su ubicación. Llama la atención que en la copia MNA 2 - hecha por Jiménez
Moreno - no aparece la letra -n que sí se menciona en su publicación. Nosotros no hemos podido ver una
letra -n al principio de la glosa destruida. De todos modos Naranja queda lejos de la ruta seguida por los
xiuhquilteca en su búsqueda de minerales de cobre (tal como está indicada en la ruta (B) del lienzo). La
opinión de Corona Núñez (1986a:31) que se trata de Cupu(a)an - ya vimos que según Jiménez Moreno
este lugar es el Xucupan (cuadro 14) del lienzo - no puede ser comprobada.
340 En el siglo XVIII hubo un rancho llamado Cupuan, sujeto de Churumuco ("Relación de pueblos
de la Tierra Caliente", Torre Villar y Navarro de Anda 1984:87).
341 Podría ser que indica que en el lugar "Vacanan" los xiuhquilteca - en su viaje hacia al sur para
buscar minerales - acostumbraban hacer una parada. En la época colonial - y muy probablemente también
antes de la llegada de los españoles - era muy común de tener mesones en lugares estratégicos al lado de
los caminos reales usados por los comerciantes (y otras personas).
140 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

Vacanan puede ser identificado como La Huacana en el sur de Michoacán (hacia el


río Balsas) y en el siglo XVI probablemente se llamaba Vacanani (así aparece en el
DG Tomo II:657).342
(17) Tepulan
De todas las escenas de la ruta (B) del lienzo, esta es la más compleja (ilustración
25). Una persona está sentada en una silla (estilo colonial).343 Parece estar
observando dos figuras que están en cuclillas en el suelo, cada una teniendo una
vasija en sus manos. Una tercera persona - cargando en su mano a un pequeño
bastón - también les está observando. En la parte superior (a la derecha) del cuadro
hay un edificio estilo colonial. Abajo de esta construcción hay otra persona sentada
en una silla (éste sí en ropa naranja) quien señala con su mano otro grupo de
personas las cuales parecen venir de unos cerros. Mientras que una de estas personas
efectivamente está saliendo de la montaña, otras dos cargan un objeto del cerro hacia
la persona sentada y otra figura que se está acercando a las tres.344 En el cuadro
también hay restos - aunque difícilmente visibles - de un río (color azul) que sale de
en medio de los cerros, baja hasta topar con la línea anaranjada y la sigue hasta la
línea divisoria entre este cuadro y el siguiente (cuadro 18).345
Las glosas en el lienzo original son difícilmente legibles:
"Tepulan./ niman quimo pilitu/ y minas vmentintlato/ que. atonal (...)n/ xupil
veu(.) / (,..)entin/ ynpaenquar(...)pá/ (...)"
lo que según la copia MNA 2 debe ser:
"Tepulan./ nimanquimo pilitu/ y minas vmentintlato/ que, atonal yuan/ xipil
veue/ vmentin/ vn paenquarantupá/ tara"346

342 No se ha podido traducir este nombre. Corona Núñez (1986a:32) lo ha traducido como "Lugar de
los Dioses del Agua" mientras que Robelo (1902:19) menciona "lugar de vestidos". Ambas
interpretaciones no son confirmadas por las fuentes de la época colonial (diccionarios de la lengua
p’urhépecha).
343 En las copias MNA 1 y MRM 1 su ropa tiene color anaranjado.
344 Las cabezas sueltas (sin cuerpo) en el dibujo indican que hubo más gente.
345 La misma línea azul está pintada en las copias SMGE y MNA 2 (no aparece en las copias MRM
1 y MNA 1).
346 En la copia SMGE se lee: "Tepulan./ nimanquima pilitu/ y minas y mentintlato/ que atonal yuan/
xwpil veue/ mentin/ ynpaenquarantupán/ tara”. Las cursivas indican donde esta copia difiere de la MNA
2. Entre "veue" y "mentin" falta una letra que el autor de la copia SMGE probablemente olvidó pintar.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 141

Hasta ahora no se ha podido traducir completamente estas glosas:


"Tepulan. Luego fueron a poseer (o cuidar) [las]347 minas dos tlatoque
ancianos [llamados] Atonal348 y Xupil349, dos allí [...¿locativo en
p’urhépecha?...]"
Se ignora el significado de "enquaratupátara" que parece ser p’urhépecha,
posiblemente se trata de un topónimo.350 Probablemente los autores del lienzo eran
bilingües y hablaban tanto el náhuatl (variante del sur de Michoacán) como el
p’urhépecha, ya que vivían en una región (Uruapan, muy cerca de la Sierra
P’urhépecha y la región del lago) donde esta última era la lengua oficial.
De la traducción de las glosas en el cuadro de Tepulan - aunque muy
fragmentaria - se deriva que las dos personas sentadas en una silla son caciques, se
llaman Atonal y Xupil, y que toman posesión de o están cuidando las minas.
Basándonos en el contexto general del lienzo y los dibujos del cuadro de Tepulan, se
puede decir que los caciques - probablemente súbditos del señor Nautzin de
Xiuhquilan - mandan a sus trabajadores sacar minerales de las minas de cobre de
Tepulan. Las dos personas con las ollas podrían estar preparando comida, aunque
parece más probable que están involucrados en el proceso de la extracción del
mineral y de la fundición. Mientras que en escenas anteriores todavía andaban
buscando los minerales en los cerros, en Tepulan lo encontraron e iniciaron su
explotación.351
El topónimo Tepulan puede ser traducido como "lugar del pene" o "lugar del
bastón". Hasta ahora no ha sido localizado aunque debe haberse encontrado
aproximadamente entre La Huacana (cuadro 16) y Churumucuo (cuadro 18).352

347 La -y podría ser yn (los/las).


34K Atonal - podría ser un nombre calendárico - significa "el que tiene agua como signo del día".
349 Xupil podría referirse a xopil(li), "dedo del pie" o "cuchara", aunque parece más probable que se
trata de "xiuhpilli", "príncipe turquesa".
350 Posiblemente habría que dividir "enquaratupátara" en "enquara" y "tupatara”. Tupataro es un
topónimo p’urhépecha, hay un lugar con tal nombre cerca de Cuanajo (región de Pátzcuaro).
351 Los mineros seguían las vetas de cobre y hacían socavones, pozos irregulares. Para información
más detallada sobre la técnica de la extracción de minerales en la época prehispánica y colonial véase, por
ejemplo, Horcasitas de Barros (1981), Grinberg (1990) y Torres Montes y Franco Velázquez (1996).
352 La opinión de Jiménez Moreno (1948:153) que quizás se trata del lugar llamado Cuindo (en
lengua p’urhépecha) parece ser mera sugerencia no basada en documentos etnohistóricos. Si fuera Cuindo
no se trataría de una traducción directa del nombre náhuatl ya que "pene" en lengua p’urhépecha es
"atzaqua, tzihuequa" (DG Tomo 1:493, Gilberti 1983:407).
142 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

(18) Churumucuo
Como en la escena anterior hay una persona (su ropa de color naranja) sentada en
una silla (tipo colonial), a su lado se encuentran otras dos personas (ilustración 25).
En la parte superior del cuadro parece haber (los dibujos son muy vagos) dos
personas saliendo o descendiendo de entre dos cerros. Una de ellas carga algo en sus
espaldas. Indica que también en Churumucuo los xiuhquilteca buscaron, encontraron
y juntaron los minerales del cobre.
Churumucuo puede identificarse como el actual Churumuco, cerca del Río
Balsas. La opinión de León (1905:205) que el nombre es derivado de la palabra
p’urhépecha churumecua, "pico", parece ser correcta (véase DG 1991 Tomo 1:565,
Gilberti 1983:442). Se puede traducir el topónimo como "lugar del pico".
En 1985-86 Dora de Grinberg, especialista en metalurgia, logró localizar los dos
cerros pintados en el lienzo. Se encuentran al lado del cerro de Mayapito, al sur del
actual Churumuco (Churumuco Viejo se encontraba en el lugar donde actualmente
está la Presa del Infiernillo). Notó la investigadora que los cerros de Churumuc(u)o
han sido pintados fielmente en este cuadro del lienzo. También está correcta en decir
que el lienzo se refiere a Churumuco Viejo (Grinberg 1997:389-390).353
La información sobre la minería recopilada en 1533 (Warren 1989b) confirma
la identificación de Churumuc(u)o como sitio de minas de cobre. Se trataba de minas
muy ricas donde, en la época posclásica tardía, los caciques uacúsechas del centro
de Michoacán mandaban sacar muchos minerales. También en Sinagua, su cabecera
(población cercana), hubo minas de cobre (con yacimientos de oro).
(19) Metztlan
Cuatro personas están alrededor de un edificio estilo colonial, no se ha pintado el
cerro que encontramos en otros cuadros anteriores (ilustración 26). Metztlan,
nombre náhuatl, significa "lugar de la luna" y podría corresponder al lugar conocido
en p’urhépecha como Cutzio (que tiene el mismo significado en español), localizado
cerca de Huetamo en el sureste del estado de Michoacán (de acuerdo con Jiménez
Moreno 1948:153).354 Sin embargo, veremos que Cutzio puede ser identificado
como Tecomatlan, último lugar en esta ruta del lienzo.
(20) Xantsiquiyo
Dos personas cargando bultos (de minerales) en su espalda salen (atrás) de un cerro
(iilustración 26). Tres cabezas sueltas indican que hubo más gente presente en la
extracción de minerales. Xantsiquiyo (topónimo p’urhépecha) significa "lugar de la

353 Mayapito, el Puerto y los Coyotes son las tres minas de cobre todavía en uso en 1877 (Arriaga
Ochoa 1984:329).
354 Véase también Robelo (1902:10) y León (1905:249).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 143

yerba seca/marchita".355 Puede ser identificado como la actual población de


Sanchiqueo (nombre españolizado) en el distrito de Huetamo.
(21) Tecumatla(.)
En el último lugar de la ruta (B) vemos algunas personas al lado de un edificio de
construcción colonial (ilustración 26). Una camina - sobre la línea anaranjada - hacia
la entrada del dicho edificio (allí la línea termina). Las otras personas están sentadas.
Generalmente ha sido identificado como Tecomatlan - al borde del río Palos Altos -
en el estado de Guerrero (al sureste de Huetamo, al este de Ciudad Altamirano).
Hay evidencia, sin embargo, de que se trata de Cutzio, pueblo en el distrito de
Huetamo (cerca de Sanchiqueo). En 1548 Antonio de Oliver declara que el pueblo
de Cutzio (pueblo compuesto con p’urhépecha y otomí hablantes) por otro nombre
se llamaba Tecomatlan (AGI, Justicia, Legajo 150, f.699v, véase también
f.706v).356 Este topónimo, escrito en lengua náhuatl, significa "lugar de tecomates"
(tecomatl o tecomate es una calabaza o una vasija de tal forma).
En la información del cobre de 1533 (Warren 1989b), los testigos dicen que las
minas de Cutzio contenían gran cantidad de minerales (junto con las de Churumucuo
parecen haber sido las más ricas de la región, por lo menos según los testigos).
Por la identificación de varios lugares de la ruta (B) sabemos que los
xiuhquilteca se fueron hacia el sur, hasta Churumucuo, para después seguir básicam­
ente al Río Balsas en dirección del actual estado de Guerrero (hacia el este). En
varios lugares en esta región llena de minerales de cobre, se han dedicado a la
extracción de esta materia prima. Unicamente en los cuadros Tepulan, Churumucuo
y Xantsiquiyo se ve la gente realmente saliendo de las minas con los minerales pero
parece probable que en los otros lugares indicados por el documento también
realizaron actividades similares (o por lo menos relacionados a la dicha extracción).
Hemos visto que otras fuentes indican claramente que hubo minas en Tecomatlan-
Cutzio, el último pueblo de la ruta (B). Ya que solamente en el cuadro Xiuhquilan
se ve la fundición de los minerales y la producción de diferentes utensilios de cobre,
es probable que los xiuhquilteca sacaron minerales de minas en los lugares indicados
por la ruta (B) y los llevaron consigo a su pueblo para después fundirlos. Quizás esta
expedición fue hecha por primera vez por los caciques llamados Atonal y Xupil
Huehue.

355 Traducción basada en DG (1991 Tomo 11:775). La traducción "lugar de pocas flores" (León
1889:314) parece improbable.
356 Ya hemos visto que también Metztlan (cuadro 19 del lienzo) podría referirse a (un) Cutzio.
144 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

R u t a (C ) X iu h q u il a n - C u n d e m l (.)RO
Una segunda ruta que parte de Xiuhquilan pasa por "Puruuatio", "Xicalvahea y
Minas", "Veue(...)", "Temexio" y "Xucutlá" para terminar en "Cundeml(.)ro". En
esta ruta se ven restos de un río (color azul) que ya empieza en el cuadro 17
("Vruuapan"), pasa por la parte inferior del cuadro 37 ("De Mechuacan") para
entrar en la parte superior del cuadro 22 ("Puruuatio"), el primer cuadro de la ruta
(C). Enseguida pasa por debajo de la glosa "Xicalvahcá" del cuadro siguiente (23)
para cruzar la línea anaranjada en el cuadro 24 ("Veue(...)") y después seguir esta
línea hasta el cuadro Xucutlá (26). Parece posible que el río siguió hasta el cuadro
número (27). También se puede observar que en el cuadro 37 ("De Mechuacan") el
río se divide - poco antes de entrar al cuadro 22 ("Puruuatio"); un brazo parece
seguir hacia la línea divisoria entre los cuadros 37 y 38 ("Pazquaro").357
(22) Puruuatio
Dos personas salen de un cerro (de forma punteada) donde hay una beta de
minerales de cobre (indicado por el color naranja, véase también el cuadro 11) pero
no cargan minerales de cobre (véase ilustración 18). Aparte de los mencionados
elementos hay dos plantas pintadas en este cuadro. El nombre p’urhépecha Puruuatio
significa "cerro de la calabaza". Parece probable que se trata de un lugar no muy
lejos de Xiuhquilan (Jicalan Viejo).358 Aparte del Puruato en el distrito de
Huetamo, no se ha podido encontrar otro lugar con el mismo nombre al sur de
Jicalan.
(23) Xicalvahcá y Minas
En este cuadro (véase ilustración 18) hay una división en la línea anaranjada que
indica la ruta seguida por los xiuhquilteca. La línea que se aparta de la ruta, se
dirige hacia un cerro (en la parte superior de la escena) de donde salen dos personas
que cargan bultos (de minerales) en sus espaldas; la glosa "minas" indica que se trata
de lugares para la extracción del mineral. Una tercera persona está señalando con su
mano, quizás dando ordenes a los cargadores (los tamemes). En la parte inferior del
dibujo hay dos cerritos con dos personas acercándose a ellos, además se ha pintado
una planta o pequeño árbol. La glosa indica que se trata de un lugar llamado
"Xicalvahcá", topónimo en lengua náhuatl que significa "lugar donde tienen/poseen
jicaras". León (1889:315) lo ha identificado como una población ya desaparecida

357 El río también ha sido pintado en las copias MNA 2 y SMGE aunque en esta última copia empieza
- posiblemente el autor se equivocó - en la esquina superior derecha del cuadro 12 ("Xiuhquilan").
3W Otros autores (como por ejemplo Seler 1908:61, Jiménez Moreno 1948:154) lo han identificado
como Puruato en el distrito de Huetamo. Véase también García Cubas (1888-1891, Tomo IV:393).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 145

cerca de Jicalan nuevo ya que el hizo excavaciones arqueológicas en este lugar donde
todavía se podían ver (en 1886) restos de las casas y de las yácatas.359
(24) Veu(...)a
Dos personas se acercan a un mismo número de plantas o arbolitos (sin
hojas)(ilustración 79). Es posible que originalmente hubo un cerro en este dibujo que
ya no se ve por la destrucción del lienzo en este cuadro lo que también causa que
solamente se pueda leer la primera parte de la glosa toponímica: "Veu(...)a (en el
original). Ha sido completada como "Veuetla" en las copias SMGE y MNA 2
("Veue" en las copias MNA 1 y MRM l).360 Podría tratarse de un Huehuetlan,
que significa "lugar viejo" o "lugar de viejos" (en lengua náhuatl), lugar aún no
localizado.361
(25) Temexio
De nuevo hay personas pintadas entre dos cerros para expresar que se dedican a la
minería (ilustración 19). De acuerdo con Jiménez Moreno (1948:154) el topónimo
Temexio podría ser derivado de Temetzio, "lugar de plomo" en lengua p’urhépecha
(véase Gilberti 1983:444, DG 1991 Tomo 1:569). No hemos podido localizar este
lugar.362
(26) Xucutlá
En el penúltimo cuadro de la tercera ruta indicada por el lienzo, están pintadas tres
personas que caminan hacia un cerro en cuyo interior se encuentran manchas de
color naranja, indicando que contiene minerales de cobre (ilustración 20). El
topónimo Xucutlá está escrito en lengua náhuatl y significa "lugar de la fruta". El
lugar aún no ha sido localizado.363

35‘' Según Jiménez Moreno (1948:154) se trata de un lugar en el estado de Guerrero, aunque no
especifica su ubicación exacta. Corona Núñez (1986a:34) lo ha identificado como el actual Las Minas de
Cutzeo, un rancho en el Municipio de Huetamo. Sin embargo, no se tiene que buscar el término "minas"
(que indica cualquier lugar donde hubo extracción de minerales) sino hay que identificar el topónimo
Xicalvahcá; la glosa "minas" solamente indica que hubo actividades mineras en o cerca de esta población.
3WI En el original se pueden ver restos de una letra alta, probalemente una -1.
3M Identificaciones por otros autores son Tehuehuetla en Guerrero (Jiménez Moreno 1948:154),
Xochihuehuetlán en Guerrero (Estrada Cisneros 1977:111-112) y Huetamo en Michoacán (Corona Núñez
1986a:34). •
3fi2 Jiménez Moreno (1948:154) lo ha identificado como Temixco, municipio de Arcelia, Guerrero.
Sin embargo, Temixco tiene el sufijo locativo -co, típico de la lengua náhuatl mientras que Temexio
parece ser palabra p’urhépecha. No podemos excluir la posibilidad que se trata de una "nahuatlización"
de un topónimo p’urhépecha.
363 Jiménez Moreno (1948:154) y Corona Núñez (1986a:35) lo han identificado como la población
de Jocutla en Guerrero. Esta identificación - y la de otros lugares supuestamente localizados en Guerrero -
causa problemas ya que el siguiente lugar de la ruta muy probablemente se localiza en Michoacán.
146 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

(27) Cundeml(.)roiM
Mientras que una persona está excavando uno de los cerros para sacar minerales, la
otra persona carga los minerales en su espalda (ilustración 20). Las manchas de
color anaranjado indican que el cerro contiene algunas vetas de minerales. Otras dos
personas están observando y señalan con sus manos. Llama la atención que en esta
escena se muestra el proceso de la excavación.364365
Posiblemente Cundeml(.)ro es el actual rancho de Condembaro, en la carretera
de San Juan Nuevo Parangaricutiro a Tancitaro. Cerca del rancho hay el cerro "la
mina". Cuando nosotros visitamos el rancho en 1995, los habitantes del lugar dijeron
que varios vecinos habían encontrado objetos de cobre (por ejemplo hachas) en
varios sitios arqueológicos (yácatas) en los alrededores del pueblo. Condembaro se
ubica al poniente de Jicalan viejo. Una región montañosa difícilmente accesible y
poco habitada divide ambos sitios. Parece posible que todos los lugares mencionados
en la tercera ruta del lienzo puedan ser localizados precisamente en este área,
tomando en cuenta que según el documento se encuentran precisamente entre
Xiuhquilan y Cundembaro. Cundembaro, topónimo p’urhépecha, significa "lugar del
saúco árbol" (Gilberti 1983:36, DG 1991 Tomo II:111).366
Resumiendo se puede decir que los xiuhquilteca fueron hacia Cundembaro en
búsqueda de minerales de cobre. Como en la ruta anterior hicieron excavaciones y
llevaron los minerales a su pueblo natal para poder fundirlos. Aunque generalmente
se ha pensado que este segundo camino que sale de Xiuhquilan se dirige hacia el
sureste de Michoacán y el norte de Guerrero, pensamos que se va hacia el occidente
atravesando una región montañosa con posibles yacimientos de minerales de
cobre.367

364 En las copias SMGE y MNA 2 el topónimo ha sido reconstruido como Cundembaro. En las
copias MNA 1 y MRM 1 sin embargo se lee Cundeml.
365 En el lienzo este cuadro se encuentra arriba del cuadro anterior y no a su derecha, probablemente
debido a falta de espacio en la tela (problema de composición). Por lo tanto la línea anaranjada da la
vuelta hacia arriba para conectar los dos cuadros. Aunque en las copias SMGE y MNA 2 se ha copiado
fielmente el original, en las dos copias de León (MRM 1 y MNA 1) la línea roja sale del lienzo a la
derecha en el cuadro Xucutlá y no lo conecta con el cuadro Cundeml(.)ro.
366 Posiblemente se trata del Condembaro cuyo cacique en 1552 fue un Don Francisco, quien en el
mencionado año recibió licencia para andar en jaca (documento publicado en Paredes et al. 1994:116).
367 Otro argumento importante para nuestra localización de Condembaro es que así el lienzo indicaría
tres rutas diferentes que salen de Xiuhquilan; una hacia el sureste, otra hacia el occidente y la última hacia
el suroeste. Nos parece menos probable que dos de las rutas (como sugieren otros autores) se dirigen al
sureste, a Guerrero (así siguiendo básicamente el mismo itinerario). Además es importante que según Don
Miguel Gaona Morales (comunicación personal) de Charapendo (gran conocedor de la región) se
encuentran antiguas minas de cobre al occidente del actual Jicalan Viejo.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 147

R u t a (D ) X iu h q u il a n - V is t ( ..)
Un tercer camino que sale de Xiuhquilan atraviesa los lugares llamados "Tsi-
chahpeto", "Chunenco", "Apahtsingan" y "Cuindo" para terminar en "Vist(..)".
(28) Tsichahpeto
Como en escenas anteriores de nuevo hay varias personas alrededor de un cerro (de
forma punteada), además se ha pintado una planta o pequeño árbol (ilustración 21).
El topónimo Tsichahpeto parece ser escrito en lengua p’urhépecha aunque hasta
ahora no se ha podido encontrar su posible traducción.368 La población debe haber
estado en la región entre Jicalan Viejo y Chunenco (cuadro 29 del lienzo).
(29) Chunenco
Los xiuhquilteca continúan su búsqueda de minerales en Chunenco (véase
descripción del cuadro anterior)(ilustración 21). Parece probable que se trataba del
sujeto de Uruapan que se despobló - junto con Matanguaran y Patzingan - en el siglo
XVI (AGN, Historia, Vol.72, f.58r, 1793). Jiménez Moreno (1948:154) lo ha
identificado como el actual Chonengo, ubicado en el municipio de Parácuaro.
Chonengo (Chonenco) contiene el típico sufijo locativo náhuatl -co y por lo tanto
parece ser escrito en esta lengua, aunque no ha sido posible traducirlo.369 En la
RM (1956:151) se menciona este lugar como Chenengo, lugar de náhuatl hablantes
que fue conquistado por el cacique Tariacuri.
(30) Apahtsingan
Se pueden observar los mismos elementos como en los otros dibujos de esta cuarta
ruta del lienzo; personas buscando minerales en el cerro (ilustración 22).
Apahtsingan puede ser identificado como el actual Apatzingan en el valle del río
Tepalcatepec. Robelo (1902:4) y Corona Núñez (1986a:33) han traducido el
topónimo p’urhépecha como "lugar de la comadreja" (de apatzi, "comadreja", véase
los diccionarios p’urhépechas). Según la RG de Ajuchitlan - del siglo XVI (Acuña
1987:35) - el nombre náhuatl de Apatzingan era precisamente Cuzamala(n), "lugar
de comadrejas".

368 Tsicapetio significa "lugar donde están mezclando massa" (referiéndose al nixtamal).
369 Tal vez originalmente ha sido Chinanco, "lugar de caña de maís" o, menos probable, Chanenco,
"lugar de habitantes o poseedores de casas".
148 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

(31) Cuindo
Continúan los xiuhquilteca su búsqueda en el lugar llamado Cuindo, palabra
p’urhépecha que parece ser derivada de "Cuini", ave (ilustración 22).370 Puede ser
localizado cerca del último lugar de esta cuarta ruta (véase análisis del cuadro
siguiente).
(32) Vist(..)
El último lugar visitado por los xiuhquilteca es Vist(...). En el lienzo original
solamente se oberva una persona y parte del topónimo ya que gran parte de la tela
está totalmente destruida (ilustración 22). En las copias esta escena ha sido
completada. Se ven varias personas acercándose a un cerro, información que
probablemente ha sido basada en cuadros anteriores del lienzo.371
En la RG de Tancítaro y su partido se menciona a Coyndo (el Cuindo del
lienzo) y Huisto como sujetos de Pinzandaro Arimao.372 Arimao era una población
que en el siglo XVI fue reasentada en otro lugar (2 leguas de su antigua ubicación)
y enseguida nombrada Pinzandaro (ibíd.300), que en la actualidad es el pueblo al
borde del Río Buenavista. Es interesante ver que los ancianos de Tepalcatepec
dijeron que poco tiempo antes de la llegada de los españoles a esta población de
Arimao hubo un cacique llamado Zumite (Tzomitl, nombre náhuatl que significa
"lana"). Su hijo fue bautizado con el nombre Don Juan y su nieta (no se menciona
su nombre) y sus nietos Don Lázaro y Don Juan Gómez ya fueron considerados y
tratados como gente común a fines del siglo XVI (Acuña 1987:302). Tomando en
cuenta la distancia indicada por la RG, los dos sujetos de Pinzandaro Arimao,
Cuindo y Huist(o), deben estar localizados en los distritos de Aguililla y/o
Tepalcatepec. Quizás en el caso de Cuindo se trata de Tototan ("lugar del ave" en
lengua náhuatl) en el municipio de Aguililla. García Cubas (1888-1891, Tomo
111:245) menciona un rancho llamado Huisto en el municipio de Aguililla.373
Como en el caso de las rutas (B) y (C) que ya hemos analizado, los
xiuhquilteca se dirigieron hacia otras tierras en búsqueda de minerales.374 Esta vez

370 Se debe tomar en cuenta que en p’urhépecha "lugar del ave" sería "cuini-(r)o".
371 También es importante darse cuenta que antes de la restauración del lienzo original, este se
encontraba pegado a otra tela más grande (que servía como base). En esta tela estaban "completadas"
(pintadas) varias escenas destruidas del documento original. Durante la restauración ambas telas fueron
separadas.
372 La distancia entre Coyndo y Pinzandaro era 4 leguas, entre esta cabecera y Huisto hubo 7 leguas
de distancia (Acuña 1987:302).
373 Según el mismo autor (ibíd.) otro Huisto se ubicaba cerca de Santa Clara del Cobre.
374 En los dibujos no se ve que efectivamente los han encontrado en uno de los lugares de esta ruta.
Sin embargo, el último cuadro está casi totalmente destruido y pudo haber contenido una escena con
personas cargando los minerales (como en el cuadro número 27).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 149

se fueron hacia la Sierra Madre del Sur, una región montañosa en el suroeste y sur
del actual Michoacán.
R u t a (E ) X iu h q u il a n - D e M e c h u a c a n
La última ruta que sale de Xiuhquilan - como veremos de mucha importancia - pasa
por los lugares "Matáguaran", "Cu(.)uhtacato", "Vruuapan" y "Tezcatlan" para
finalmente terminar en "De Mechuacan" y "Pazquaro", en el centro del documento.
Es importante señalar que las figuras en la esquina superior izquierda del cuadro de
Xiuhquilan - que cargan objetos de cobre fabricados en este lugar - parecen seguir
esta última ruta hacia "De Mechuacan".
(33) Matáguaran
Dos personas, una de las cuales carga el abanico típico del líder de los xiuhquilteca
y su vestido de color anaranjado, se dirigen hacia otras dos personas, una de ellas
(su ropa también de color anaranjado) está sentada en una silla (estilo colonial) y
probablemente puede ser identificada como cacique de Matáguaran (véase ilustración
27). Hay un edifico colonial - una iglesia - en el centro del cuadro. Hoy en día,
Matanguaran es un rancho pequeño al sur del actual Jucutácato (y al norte de Jicalan
Viejo).375 No se ha podido encontrar una traducción adecuada de este topónimo
p’urhépecha.376
(34) Cu(.)uhtacato377
La pintura (ilustración 27) muestra exactamente lo mismo que en el cuadro anterior.
Debe tratarse del lugar Jucutácato que dió su nombre al lienzo.378 Como en el caso
de otros topónimos su traducción resulta difícil.379*

375 Probablemente se trata del mismo lugar que quedó despoblado por algún tiempo a partir de fines
del siglo XVI (AGN, Historia, Vol.72, f.58r, 1793).
376 La traducción "lugar donde bailan por segunda vez" sugerida por León (1889:312) parece ser
incorrecta ya que no es compatible con la información derivada de los diccionarios de la lengua p’urhépe-
cha. Tal vez está derivado de ma, "uno" y la raíz thangua, "ir dando saltos la pelota, o hazerla saltar, o
a la naranja" (DG 1991 Tomo 11:545).
377 En todas las copias se lee Cucuhtacato.
378 El hecho de que este cuadro es de menor importancia en el lienzo, es otro elemento que nos indica
que el documento originalmente no procede del pueblo de Jucutácato.
379 Tal vez tiene que ver con la palabra xucutahpeni "arropar o cubrir a otros" y xucutahperi "el que
cubra a otro" (Gilberti 1983:153, DG 1991 Tomo 11:791). Como hemos visto en el caso de Jicalan,
muchos topónimos que originalmente empezaron con la -x (sonido -sh) han sido modificados y escritos
con una -j inicial. Por lo tanto la -j de Jucutácato probablemente ha sido una -x (sh). El lienzo es la única
fuente donde el nombre del pueblo empieza con una -c.
150 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

(35) Vruuapan
Aunque en el original las pinturas del cuadro son muy vagas, afectadas por los
estragos del tiempo, de nuevo se pueden ver dos grupos de personas que parecen
estar conversando (ilustración 27). Ya no se ve el abanico ni la silla. Como en las
dos escenas anteriores está pintado un edificio estilo colonial, esta vez de mayores
dimensiones - podría ser un convento con su iglesia. Un río - casi invisible - pasa en
frente de la iglesia (del lado superior izquierdo al lado inferior derecho del
cuadro).380 Se trata de la actual ciudad de Uruapan, puerta entre la Tierra Caliente
y la Sierra P’urhépecha y cabecera - desde por lo menos la época colonial temprana
- de Jicalan y Jucutácato. Sobre el significado del topónimo existe cierta
inconformidad. Existen varias traducciones: "lugar de la jicara" (Martínez de Lejarza
1974:139)381, "lugar donde llevan chirimoyas" (León 1889:312)382, "[lugar] en
que brotan los cogollos de las plantas y en general toda producción vegetal" o "lugar
donde todos los árboles frutales, así como las plantas de flores continuamente produ­
cen flores" (León 1905:259), "constante fructificación" o "donde los árboles siempre
tienen frutos" (Ruiz 1984:291), "donde florecen las flores" (Lumholtz 1987 Tomo
IL441)383. Pablo García Abarca, el descubridor del lienzo, pensaba que se trata de
un topónimo con influencias tanto del p’urhépecha como del náhua y traduce
Uruapan como "moler junto al agua".384 Swadesh y Velásquez Gallardo (en López

31.0 Ya se ha visto (véase análisis del cuadro 22 "Puruuatio") que el río (línea azul) parece continuar
en el cuadro central "De Mechuacan" (cuadro 37). El río en Uruapan también ha sido pintado en la copia
MNA 2 (no aparece en las otras copias).
31.1 Según el diccionario de Velásquez Gallardo (1988:59) y el DG (1991 Tomo 11:745) urani significa
"jicara".
3Í<2 Según Velásquez Gallardo (1988:226) urhu es "narigón". Chirimoya en español corresponde a
"urhúata, átesh, urhúata tsémsi" en p’urhépecha (ib.36). En Gilberti (1983:147) encontramos vruhueta,
"una fruta", según el DG (1991 Tomo 11:749) se trata de "gapotes".
383 En Velásquez Gallardo (1988:226) se encuentran las palabras urhúpani, "cosa que se extiende;
cosa que se multiplica", "úrhuni", "arder, brotar prender (relacionado con plantas)".
384 En noviembre de 1913 mandó una carta a la SMGE en que trata de explicar el problema y su
opinión: "Por curiosidad remito á Usted un Achoque del Lago de Patzcuaro. Me ocupé de el en una de
mis remiciones. Pronto recibirá lo que sigue en el asunto de que me ocupo, no deja de ser extenso. Su
S.S. Pablo G. Abarca. El nombre que dieron los indios á esta población, modificando la escritura
simbólica los Religiosos Agustinos á principio del año de 1780, fue: Uruu-Apan (Uru significa en el
idioma del indio de Michoacan: Moler, Apan en el idioma del indio Mexica, según el doctor teólogo, que
desempeñó cátedra de Historia es: Junto á el agua, de consiguiente Uruapan son dos verbos de distinto
idioma, y gramaticalmente se traduce: Moler junto á la agua. Unos dicen que Uruapan viene de Uruata
que significa Chirimoya porque aqui hay estos frutos. Yo digo: a la vez abundan Ahuacates, Chúrines,
ó huaginiquiles aurantaceas, como son naranjos sobre todo expontaneamiente aún silvestres, guayavos. El
Sr. Doctor canónigo en Morelia asentó mal informado, que Uruapan viene de Urani que significa Xicara,
apoyándose quien le dió el informe, en que aqui pintan Xicaras. (El Sr Doctor se me paso escribir su
nombre, fue Romero). El error es notabilísimo, solo fijando la atención en que la industria de pintar
huages fue en tiempo en que se avocó todo poder en Mechoacan, D. Vasco de Quiroga, y por orden del
Rey de España dio oficio, é industria á los habitantes. La fundación de Uruapan fue anterior á la
conquista de Michoacan. El testimonio de los hombres para ser cierto es indispensable que no estén
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 151

Sarrelangue 1965 apéndice 6, p.333) finalmente han sugerido "moler dentro yendo"
como otra posibilidad.385 Aunque hasta ahora se ha buscado una traducción del
topónimo en la lengua p’urhépecha, existe la posibilidad que el nombre
originalmente haya sido escrito en náhuatl, sobre todo si tomamos en cuenta que
parece haber sido la lengua franca hasta principios del posclásico tardío. Estamos de
acuerdo con Maarten Jansen (comunicación personal) quien sugiere que Uruapan
pudiera haber sido una "p’urhepechización" de la palabra náhuatl Oloapan, "Río de
Olotes", tal vez referencia al famoso Río Cupatitzio que pasa por el pueblo de
Uruapan.
(36) Tezcatlan
En Tezcatlan (véase ilustración 28) los xiuhquilteca pasan por la iglesia (edificio en
estilo colonial) y se dirigen hacia la derecha, hacia el cuadro central del lienzo.386
Uno de ellos es el líder en su traje de color naranja. Tezcatlan, escrito en lengua
náhuatl, significa "lugar del espejo". Entre Uruapan (cuadro 35) y Tzintzuntzan
(cuadro 37) no hay un lugar que lleva este nombre. Sin embargo, Seler ya notó que
el equivalente de Tezcatlan en lengua p’urhépecha sería Erangariquaro. Un lugar
importante en la orilla del lago de Pátzcuaro se llama Erongaricuaro, lugar a que
probablemente se refiere el Tezcatlan en el lienzo (Seler 1908:58). Quizás los náhuas
que hicieron el Lienzo de Jucutácato, escucharon el nombre Erongaricuaro como
Erangaricuaro y lo tradujeron como Tezcatlan. Llama la atención que en la visita de
Antonio de Caravajal, de 1524, el lugar aparece como Eranguaricuaro,
Eranguaricaro, Aranguaricuaro, Erunguaricaro, Erunguaricareo, etcetera (Warren
1989a:404-405). En fuentes posteriores como por ejemplo la RG de Pátzcuaro
[1581], lo encontramos como Erongaricuaro que significa "lugar de atalaya".387

engañados, ó que no pretendan engañar, el Doctor Romero estribo engañado, por que siendo autoridad
superior á la de los curas (Párrocos) pidió oficialmente con prontitud, con carácter imperativo datos á los
referidos párrocos, estos solo procuraron salir de paso, como vulgarmente se dice, tomaron datos del
vulgo y sin detenido examen obsequiaron la solicitud. El solicitante, cerro los ojos, y asentó en su
estadística una inesactitud. Cuando un erudito adquiere fama le respetan por que el saber, es inherente al
respeto, y si este dice un error como cierto, la mayoría inclina la cabeza y afirma, bajo esta consideración
se conoce este antiguo dicho: Aristóteles dice que un buey volo: para manifestar que á sus doctrinas no
se les ponia objeción. Mas otros digeron "Como puede que si, puede que no" esto con relación al buey,
[rúbrica de Pablo G. Abarca]" (SMGE-AH, Volúmen 19 "Juntas Auxiliares Jalisco/Michoacán").
11,5 El elemento -pa en combinación con un verbo (-pa siempre antes del sufijo del infinitivo -ni)
indica hacer algo mientras que uno avanza (Foster 1969:136).
3116 Ya que en el original el dibujo está sumamente vago, en las copias SMGE y MNA 2 no aparece
la iglesia, en las copias MRM 1 y MNA 1 se ha pintado un cerro en lugar del edificio colonial. Es otra
indicación que cuando hicieron las copias, el original ya estaba en estado muy deteriorado.
387 El nombre p’urhépecha tiene que ver con el lugar estratégico donde el pueblo estaba situado: "[...]
porque está fundado [a] orilla de la laguna, al cabo della entre la parte del norte y poniente, en un lugar
alto de donde se divisa toda la dicha laguna" (RG de Pátzcuaro, Acuña 1987:198).
152 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

(37) De Mechuacan
El tamaño grande del cuadro central del lienzo indica su importancia (véase
ilustración 28). Los xiuhquilteca que ya vimos en Tezcatlan, parecen haber tomado
una canoa (de color naranja) para irse al lugar denominado "De Mechuacan".388 El
hecho de que ya cruzaron el lago está indicado por una persona que parece salir de
la canoa. En su mano, carga un plato o otro recipiente, ya difícilmente visible en el
original. Otra persona se dirige hacia una iglesia.389 A la derecha del edificio hay
un cerro que tiene una base como si fuera plataforma, más bien parece tratarse de
una yácata.390 Arriba de esta pirámide se ha pintado la glosa "De Mechuacan" que
se refiere a la ciudad de Tzintzuntzan y sus barrios de la laguna, la "capital"
uacúsecha en tiempos de la llegada de los conquistadores españoles. "De
Mechuacan" (De Michoacán) no parece ser un topónimo completo ya que
normalmente Tzintzuntzan ("lugar del colibrí/chupamiel")391 fue nombrado
"Ciudad de Mechuacan".392 A la izquierda, abajo del cuadro Tezcatlan, hay una
glosa muy fragmentada, debido a la destrucción del lienzo original en esta parte. El
texto en lengua náhuatl dice:
"Niman yxquich/ vquizqu(..)/ tlaca(..)/ xi(..) / (n.) / / pintu(..)/ yntul gra."
lo que significa:
"Luego todos/ salieron (o avanzaron)/ (náhuas)393 (........ ) pintu (........)"394

3I“ En las copias MRM 1 y MNA 1 se ha pintado otra canoa con persona en el centro del cuadro, en
la parte que en el original está destruida. Se trata de una interpretación del autor de la copia.
31,9 Hace pensar en una persona (vestida de la misma manera) que aparece en el cuadro 12
("Xiuhquilan"). Podría tratarse de una mujer.
390 En las copias MNA 1 y MRM 1 encontramos una cabeza con pico que sale del lado izquierda de
la yácata. No se ha podido ver este elemento en el lienzo original ni en las copias SMGE y MNA 2. En
el original sí hay restos de un dibujo en este lugar pero - por ser muy vago - no se distingue que
representa.
391 "Sinsúni", "kuín tsíntsunitu: o "tsintsúni" significa "colibrí" (Velásquez Gallardo 1988:30, no se
ha podido encontrar esta palabra en los diccionarios del siglo XVI). "Lugar del colibrí" normalmente sería
"sinsúnio" o "tsintsúnio". La terminación -an podría derivarse de la lengua náhuatl, lengua hablada en
Michoacán probablemente ya antes del posclásico. No es probable que la palabra completa viene de otra
lengua como el náhuatl u otomí como lo sugiere Lecron Foster (1989:154-155). La traducción "colibrí
enmedio" sugerida por Swadesh y Velásquez Gallardo (en López Sarrelangue 1965 apéndice 6, p.333)
tampoco parece ser correcta.
392 Como ya vimos, Mechuacan o Michuahcan significa "lugar de los que poseen pescado" o "lugar
de los pescadores". Se refiere principalmente a la región del lago.
393 Parece probable que "tlaca” originalmente ha sido "nauatlacatl" ("el náhua").
394 Seler leyó y reconstruyó "niman yxquich vquizque[e ñaua]tlaca xi[uhquilantlaca]" lo que ha
traducido como "Aquí llegaron los Náhuas, la gente de Xiuhquilan" ("Hier kamen die Ñaua, die Leute
von Xiuhquillan")(Seler 1908:58).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 153

El elemento "pintu" probablemente se refiere a la pintura, podría ser que las glosas
desparecidas han contenido información acerca del año en que se pintó o presentó el
lienzo.395
En el centro del cuadro vemos los xiuhquilteca con su líder (vestido en ropa de
color naranja) sentado en una silla (como en otros cuadros del lienzo). Están
ofreciendo unas jícaras/vasijas grandes y unos utensilios de diferentes formas usados
en la agricultura, el hecho de que todos tienen el color anaranjado indica que son de
cobre. Son los mismos objetos (igualmente de color anaranjado) que - como ya
hemos visto - fueron elaborados en Xiuhquilan. Los cobreros ofrecen sus productos
a una persona - sentada en una silla - quien lleva un arco en su mano y un carcaj de
flechas en su espalda, está vestida con la piel de un animal (tipo jaguar) y parece
tener la cabeza rapada - solamente tiene puesto una cinta del pelo. Esta persona
puede ser identificada como un miembro de la élite uacúsecha.396 Está acompañado
por un grupo de personas, probablemente sus vasallos. Arriba de esta escena hay una
glosa en lengua náhuatl que se lee como:
"Niman vquiuicac tucuruan.yxpan/ oceloti mahpan"
lo que se traduce como:
"Luego el lo llevó ante Tucuruan, el que se atavió como ocelote"397
lo que indica que el líder de los xiuhquilteca llevó el cobre (en forma de una gran
variedad de utensilios) y las jicaras a Tucuruan para ofrecérselos. Este cacique se
había vestido con la piel de un ocelote, como bien se puede observar en los
elementos pictográficos en la escena. Parecen confirmar las glosas lo que ya hemos
podido constatar viendo la información pictográfica, es decir los xiuhquilteca
llevaban los objetos de cobre a la región del lago para tributarlos al cacique
Tucuruan.398 Probablemente era hijo de Ticatame y nieto de Hiripan, caciques de

395 Quizás Xi(...) se refirió al año en que la pintura fue hecha (de la palabra náhuatl "xihuitl"). En
el cuadro se ve que entre "xi” y "pintu" hay unos renglones que originalmente han contenido glosas.
396 Véase las descripciones del cazonci y otros nobles de Tzintzuntzan en la RM (por ejemplo láminas
XXV, p.158; XXVII, p.l71;X X X V, p.200; XLIII, p.237; XLIV, p.251).
397 Jiménez Moreno (1948:153) ha llegado a la misma conclusión y ha traducido el texto como "lo
llevaron a Tucuruán, que esta con la tilma de tigre". Seler (1908:58) transcribió (con algunos errores) las
glosas como "niman vquihcac[o] tucuruan yxpan oceloti[l]mahpan" y llegó a una misma traducción;
"luego aparecieron ante Tucuruan, el vestido en manta de jaguar" ("da erschienen sie vor Tucuruan, dem
in den Mantel aus Jaguarfell (gekleideten))".
398 León (1889:313) y Seler (1908:58) también pensaban que se trata del pago de tributo. Según
Jiménez Moreno (1948:153) sin embargo se trata de la instalación de un gremio de orfebres en la zona
del lago de Pátzcuaro lo que parece menos probable ya que claramente hemos visto que la fundición del
cobre se lleva a cabo en Xiuhquilan y los objetos son llevados al lago para ofrecerlos a Tucuruan.
154 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

Ihuatzio (o en lengua náhuatl Coyoacan).399 En tiempos de su abuelo hubo tres


señoríos - con tres capitales (una triple alianza); Ihuatzio (con su cacique Hiripan),
Pátzcuaro (cacique Tariacuri) y Tzintzuntzan (Tangaxoan I). Cuando posteriormente
Tzitzispandaquare (hijo1de Tangaxoan I) logró concentrar el poder en Tzintzuntzan,
este lugar llegó a ser la capital de esa alianza (según la RM).
Aunque - según las glosas - los xiuhquilteca dieron su tributo al cacique de
Ihuatzio,400 llama la atención que el tlacuilo no pintó la glosa toponímica de ese
lugar sino incluyó la de Tzintzuntzan, hasta aproximadamente 1538 la capital de la
región. Aunque en la época colonial temprana Ihuatzio ya era un barrio de
Tzintzuntzan, sabemos que el linaje de sus caciques no había perdido todo su estatus
y privilegios correspondientes. Cuando en la época de la llegada de los españoles
Zuangua, el cacique uacúsecha de Tzintzuntzan, se enferma gravemente y muere,
Tzintzicha Tangaxoan (su hijo mayor) es su sucesor más lógico. Sin embargo,
incialmente este no quiere acceptar el cargo (posteriormente si llega a ser instalado
como cacique supremo) pero sugiere que uno de sus hermanos o el cacique de
Ihuatzio, Paquingata, son mejores candidatos (RM:246). Muestra que la élite de
Ihuatzio aún tuvo mucho poder, a pesar de que Tzintzuntzan había llegado a ser el
centro político dominante. En relación con los enterramientos del cazonci, la RM
menciona al cacique de Coyoacan como perteneciente al grupo de "señores más
principales" (RM:224).
Hubo una alianza matrimonial entre la élite de Ihuatzio y de Tzintzuntzan. Una
hija (nombre desconocida) del cazonci Tzintzicha Tangaxoan se había casado con
Paquingata, cacique de Ihuatzio. Por lo tanto su hija Doña Maria Inaguitzin era nieta
del cazonci (López Sarrelangue 1965:184). Doña Beatriz de Castilleja (t 1601), hija
de Doña Maria Inaguitzin y Francisco de Castilleja, se casó con el capitán español
Pedro de Abrego. Una hija de esa última pareja, Doña Mariana de Castilleja (t
1588), contrajo matrimonio con Don Pablo Huitzimengari (f 1577, Pedro de Abrego
había sido su tutor), cacique de Tzintzuntzan y nieto del cazonci Tzintzicha
Tangaxoan (ibíd. 180). Los padres de Don Pablo fueron Doña María Marvaquetscu
(t 1587) y Don Antonio Huitzimengari (t 1562).401
De un documento de 1556-1557 consta que los descendientes del cacique
Tucuruan aún poseían muchas tierras - labradas por indígenas como forma de tributo

399 El nombre Tucuruan (palabra p’urhépecha) podría ser derivado de tucuro, "buho" (Gilberti
1983:125). El DG (1991 Tomo 11:640) menciona "la lechuza" (tucuru eni) - un tipo de buho. Swadesh y
Velásquez Gallardo (en López Sarrelangue 1965 apéndice 6, p.332) han interpretado Tucuruan como
Tucúruuani y lo han traducido como "volverlos tecolotes".
400 En las fuentes conocidas (entre ellas la RM) no se hace mención de un Tucuruan como cacique
de Tzintzuntzan.
401 El ingeniero Pascual Ortiz Rubio, a principios del siglo gobernador de Michoacán y presidente de
México, supuestamente era descendiente de esa familia de caciques de Ihuatzio y Tzintzuntzan (como
hemos visto en el capítulo II).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 155

- en los pueblos de Periban, Cheran, Sevina, Aranza y Paracho (todos en la Sierra


P’urhépecha). Parece que Tucuruan, cacique de Ihuatzio, heredó las tierras de su
padre. Aunque según la RM ese se llamaba Ticatame, el documento aquí usado
menciona el nombre Cuaraque.402 Tucuruan heredó las tierras a su hijo Paquingata
quien tuvo una hija llamada doña María Inaguitzin quien se casó con el conquistador
español Francisco Castilleja.403 Ellos recibieron las tierras y posteriormente las
heredó su hija doña Beatriz de Castilleja (t 1601). Todos los indígenas seguían
reconociendo a ella como su cacique y la llevaban tributo (productos obtenidos por
la labranza de las tierras de la cacica) al pueblo de Ihuatzio (AMP, Caja 1.31, año
1556, f.8, testimonio de Diego Chapi).404 Pero en varias ocasiones durante la
segunda mitad del siglo XVI los indígenas - sin éxito - trataron de liberarse de sus
obligaciones y apropiarse de las tierras de la cacica (AMP, Caja 1.31, años 1556­
1557, véase también López Sarrelangue 1965:184-189).
Ihuatzio mantuvo mucho de su poder después de que Tzintzuntzan llegó a ser
el centro político más importante de la región. Los caciques tenían sus tierras en
varios pueblos de la sierra y recibían tributo (en forma del servicio de sus
terrazgueros y otros productos). Muestra claramente que aún en la época de la
conquista española la triple alianza existía y que Ihuatzio era un cacicazgo con su
propio sistema tributario y su propio linaje de caciques (aunque relacionado con los
señores de Tzintzuntzan). Los xiuhquilteca o jicaleños pagaban su tributo no al
cazonci en Tzintzuntzan sino a los caciques de Ihuatzio. De esa manera el Lienzo de
Jucutácato amplia y contradice la visión dada por la RM, fuente que solamente pone
énfasis en el papel de Tzintzuntzan como única cabecera. Posiblemente los tlacuilos

402 Piensan Martínez Baracs y Espinosa Morales (1994:26, nota 22) que el Cuaraque quien en el
proceso contra el cazonci Tzintzicha Tangaxoan en 1530 (véase Scholes y Adams 1952) hizo graves
acusaciones en contra de ese cacique, posiblemente era descendiente del cacique Paquingata (también
llamado Cuaraque) de Ihuatzio: "El Cuaraque de 1530 posiblemente buscaba aprovechar la dominación
española para modificar su relación de fuerzas con Tzintzuntzan". Sin embargo no hay datos sobre un hijo
de Paquingata. Tampoco se sabe la fecha de su muerte que puede haber ocurrido tanto antes como (poco)
después de 1530. En el último caso el Cuaraque que dió testimonio en 1530 podría ser el cacique
Paquingata mismo (entonces Cuaraque sería el nombre usado para un solo cacique!). Pero si fuera así nos
debería extrañar que en el proceso contra el cazonci no se menciona su calidad noble ni su lugar de
origen.
4113 La RM solamente menciona que Doña María se casó con un español (RM 1956:165-166).
404 Una transcripción del testimonio (presentado en 1556) se encuentra en Martínez Baracs y Espinosa
Morales (1994 Tomo 11:254-255). La élite de Ihuatzio tuvo buenas relaciones con Erongaricuaro, otro
lugar muy importante en la cuenca de Pátzcuaro. Sabemos que a mediados del siglo XVI, Don Juan,
señor cacique de Ihuatzio, se casó con Doña Ana de Erongaricuaro. Ella era hija de Don Juan Tzitziqui,
durante varias décadas el cacique de esta población que debe haber tenido un papel muy importante en la
geografía política prehispánica (AGN, Tierras, Vol.42, Exp.6, 1579). Véase para la importancia de
Erongaricuaro su función como puerto para el transporte de productos del sur y occidente de Michoacán
a otras poblaciones situadas alrededor del lago (Tzintzuntzan, Ihuatzio) en el Lienzo de Jucutácato (cuadro
36) y el gran número de barrios que tenía (región del lago y de la sierra) en la época prehispánica (visita
de Caravajal, 1523-1524, en Warren 1989a:404-408).
156 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

que elaboraron el lienzo no pusieron el nombre de Ihuatzio sino el de "De


Mechuacan" para referirse al poder central p’urhépecha en Tzintzuntzan, algo que
pudo ser fácilmente reconocido por las autoridades españolas e indígenas cuando el
lienzo fue presentado en la corte.405
El cuadro central del lienzo ha sido usado para determinar - en términos
generales - la época en que este documento fue pintado. Jiménez Moreno ya notó
que Tzintzuntzan pudo mantener su título de "ciudad de Michoacán" hasta
aproximadamente 1540, el hecho que en el lienzo Tzintzuntzan todavía lleva este
título indicaría que ha sido elaborado antes de esta fecha (Jiménez Moreno 1948). Ya
se ha mencionado que Grinberg (1997) y Román Piña Chán (1996, véase también
Barba y Piña Chan 1989) piensan que el documento pictográfico ha sido pintado
alrededor de 1533. Los autores mencionados se han equivocado ya que - como
veremos - es el último cuadro del lienzo que nos da una pista más concreta sobre la
época de su elaboración.
(38) Pazquaro
Esta escena (ilustración 29) - en el original se ve claramente - está separada del
cuadro (37) y forma el último cuadro de la ruta (E). Hay dos individuos quienes se
acercan a otras dos personas. Más arriba hay una iglesia grande (edifico colonial)
con el topónimo Pazquaro y la glosa (en lengua náhuatl):
"nimanvmuet(...) / antonio."406
lo que se puede traducir como:
"luego (...) antonio"
En el caso del elemento "vmuet(...)" debe tratarse de un verbo. Resulta posible que
se trata de "vetzitia", "assentarse persona de calidad" (Molina 1992:156v.). El texto
original podría decir entonces:
"luego se asentó Antonio (en Pátzcuaro)"
Antonio no es el nombre del Santo Patrón de la iglesia en el lienzo como lo ha
sugerido Seler (1908:60) sino muy probablemente se refiere a Don Antonio

405 Además, "De Mechuacan" ya incluía a Ihuatzio como uno de los barrios de la laguna. Es
importante señalar que lo anterior está basado, sobre todo, en nuestra identificación de Tucuruan como
cacique de Ihuatzio. Sin la presencia de esta glosa en el documento, la escena "De Mechuacan"
indudablemente hubiera sido identificada como referencia a Tzintzuntzan.
406 Tanto en el lienzo original como en la copia MNA 2. En la copia SMGE se lee "nimanvmuel/
antonio".
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 157

Huitzimengari. Este, hijo del último cazonci Tzintzicha Tangaxoan, nació poco antes
de la conquista y murió en 1562 (López Sarrelangue 1965:178). Fue gobernador de
Michoacán a partir de 1545 (con Pátzcuaro como su residencia). La mención de Don
Antonio y los elementos pictográficos coloniales como el incensario, las
trompetas/flautas, los edificios y las sillas, son las únicas características que nos
indican directamente que el lienzo ha sido pintado en la época colonial. El cuadro de
Pazquaro constituye la única escena que se refiere a hechos ocurridos después de la
conquista española, todos los cuadros anteriores nos informan sobre eventos fechados
en la época prehispánica.
Es importante señalar que Pátzcuaro no ha sido mencionado en el lienzo
solamente como elemento geográfico - para indicar una vez más que en el cuadro
central se trata de la región del lago. Como ya se ha mencionado (en el capítulo I),
a partir de aproximadamente 1538 Pátzcuaro obtuvo todas las funciones de cabecera
política, religiosa y económica que antes habían pertenecidas a Tzintzuntzan,
causando una lucha por el poder entre las dos poblaciones. Por haber pintado tanto
a Tzintzuntzan como a Pátzcuaro, el pintor del lienzo se refiere a ambas épocas; la
de antes de 1538 (Tzintzuntzan como capital) y la de después de 1538 (Pátzcuaro
como la capital). Con pocos elementos y sin sumarias glosas se muestra que los
xiuhquilteca inicialmente tributaban al cacique Tucuruan en Ihuatzio, después a
Tzintzuntzan ("ciudad de Michoacán") y posteriormente - a partir de 1538 - a
Pátzcuaro.407*
Sobre el significado del topónimo Pátzcuaro existen varias opiniones. En la RM
se explica claramente que este nombre está relacionado con la "fundación" del
pueblo por la élite uacúsecha:
"Como tuviesen su asiento en el barrio de Pátzquaro, llamado Tarimichúndiro,
hallaron el asiento de sus cúes, llamado Petázequa que eran unas peñas sobre
alto, encima de las cuales edificaron sus cúes, que decían esta gente en sus
fábulas, quel dios del infierno les envia aquellos asientos para sus cúes a los
dioses más principales. Pues siguense más adelante. Yendo andando, un agua
hacia riba, dijeron unos a otros: "Veni acá: aquí es donde dicen nuestros dioses
que se llama Tzacapu-hamúcutin-pátzquaro. Veamos que lugar es (.......)
Ciertamente, aquí es: aquí dicen los dioses, que estos son los dioses de los
chichimecas, y aquí se llama Pátzquaro donde está este asiento. Mirad que esta
piedra es la que se debe llamar Zirita-cherengue, y ésta Uacúsecha, que es su
hermano mayor, y ésta Tingárata y esta Miequa-axeua. Pues mirad que son
cuatro estos dioses", y fueron a otro lugar, donde hay otros peñascos, y

407 No parece correcta la opinión de Vázquez León (1992:226, nota 122) que el lienzo "(...) capta el
predominio de Tzintzuntzan sobre Pátzcuaro, al que se describe sujeto junto con todos los pueblos que lo
rodean".
158 EL LIENZO DE JUCUTACATO: DESCRIPCION Y ANALISIS

conoscieron que era el lugar que decían sus dioses y dijeron: "Escombremos
este lugar", y así cortaron las encinas y árboles que estaban por allí, diciendo
que habían hallado el lugar que sus dioses les habían señalado. Este susodicho
lugar, tuvieron sus antepasados en mucha veneración, y dijeron que aquí fué el
asiento de su dios Curicaueri. Y decía el cazonci pasado, que en este lugar, y
no en otro ninguno, estaba la puerta del cielo, por donde descendían y subían
sus dioses" (RM 1956:34-35).408
Tzacapu-hamúcutin-pátzquaro es el nombre del lugar donde erigieron los templos
para sus dioses. Aunque Tzacapu significa "piedra" (Gilberti 1983:442, DG 1991
Tomo 11:799) y hamucutin "orilla" (Gilberti ibíd.50, DG ibíd.208), la traducción de
pátzquaro resulta ser más difícil. Varios autores (León 1905:255, Robelo 1902:26­
27, Ruiz 19084:119) piensan que Pátzcuaro viene de las piedras llamadas petazequa,
sobre las cuales fue edificado el templo para los dioses (véase cita arriba).409 En
la RG de Pátzcuaro (Acuña 1987:197) el nombre ha sido traducido como "lugar
donde tiñen" ya que "(...) antiguamente, antes que la ciudad se fundase, había en el
sitio algunos tintoreros, q[ue], en la la lengua desta provincia, se llaman phazta".
Corona Núñez (1986b: 117) y Lecron Foster (1989:155) notaron que debería ser
"donde se tiñe de negro".410 También parece posible que viene de patzaquaro,
"lugar donde se guarda algo" (véase DG Tomo II 1991:412).
Resumiendo la información sobre la ruta (E) del lienzo se puede decir que los
xiuhquilteca parecen llevar sus objetos de cobre y las jicaras a la región del lago (en
el centro de Michoacán) para ofrecerlos - muy probablemente como tributo - al
señor de Ihuatzio.
Hemos visto que el lienzo se refiere al origen mítico de los xiuhquilteca quienes
desde una olla/cueva (según el documento en la costa de Veracruz) migraron hacia
Michoacán - guiados por su dios Tezcatlipoca - en búsqueda de tierras y minerales.
Los migrantes fundaron el pueblo de Xiuhquilan (Jicalan Viejo) en la Tierra Caliente
y se dedicaban a la elaboración de utensilios de cobre y de jicaras. Excavaban minas
en el sur de Michoacán y llevaban los minerales a su pueblo para fundirlos (véase el
mapa, ilustración 30).411 Parte de los productos de cobre - hechos para ser usados

4HK Véase Boyd (1969:10-11) para una leyenda parecida aunque se debe tomar en cuenta que el
antropólogo estadounidense no menciona sus fuentes.
4119 Aunque la RM dice que se trata del nombre de las piedras, encontramos otros significados en los
diccionarios de la lengua p’urhépecha; "aquellas llagas y enfermedad larga" (DG 1991 Tomo 11:420,
también Gilberti 1983:84). Véase también petatzeni, "estar llagado de estar muncho echado en cama"
(ibíd., también Gilberti 1983:84).
410 Pazcani es "Teñir negro" (DG 1991 Tomo 1:514).
411 Tomando en cuenta a la ubicación de las minas indicadas en el lienzo, los tamemes que cargaron
los minerales tenían que cubrir grandes distancias. Sabemos que en la época colonial minerales fueron
cargados en distancias de 125 a 170 kilómetros (de las minas a la fundición de Santa Clara del Cobre).
Según el viajero noruego Lumholtz (1987 Vol.11:369) los mercaderes p’urhépechas en el siglo pasado
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 159

en la agricultura - y las jicaras (posiblemente con cierto contenido) fueron ofrecidos


como tributo a la élite en la región del Lago de Pátzcuaro (la otra parte debe haber
sido para uso personal y para el comercio). Después de haber visto el contenido del
documento, es necesario analizar las circunstancias que causaron su elaboración en
la época colonial.

cargaban un peso de 60-70 kilos sobre distancias considerables (había pesado los cacaxtlis). Basándose en
la información sobre la minería en Michoacán (1533, en Warren 1989b), Perlstein Pollard (1994b:200)
ha calculado que un tameme en el siglo XVI cargaba 32-72 kilogramos de minerales sobre una distancia
de entre 21 y 43 km (diariamente). Aunque a primera vista la ubicación de fundiciones cerca de las minas
parece haber sido más conveniente, los fundidores indígenas prefirieron las tierras altas, al sur de
Uruapan, donde había suficiente y mejor combustible para las fundiciones (Barrett 1987:67).
CAPITULO V
EL ORIGEN SOCIO-HISTORICO DEL LIENZO DE JUCUTACATO
J ic a l a n y s u c a b e c e r a U r u a p a n
El actual Jicalan Viejo es un rancho de aproximadamente 10 casas, cerca de la presa
que lleva el mismo nombre, a un lado del pueblo de Charapendo (algunos kilómetros
al sur de Uruapan).412 Arriba del rancho hay una pequeña meseta donde se
encuentran algunas ruinas, difícilmente visibles porque los rancheros usan el terreno
para la siembra de maíz. Los restos arquitectónicos son una yácata de algunos 5-6
metros de altura y la base, casi totalmente destruida, de una estructura tipo colonial.
Unas piedras labradas y la forma del edificio indican que se trata de una iglesia o
capilla católica.413 Al lado del templo católico hay un árbol viejo y sumamente
grueso. Toda la meseta está llena de restos de cerámica, obsidiana y escoria, este
último material una indicación de la fundición de cobre (véase Grinberg Ms. f.7-8
y Grinberg 1990:32-34).414 Según Miguel Gaona Morales (Charapendo), conocedor
de la región, hay antiguas minas de cobre (con restos de la fundición) cerca del
rancho.
Las ruinas de Jicalan Viejo ya eran bien conocidas a fines del siglo pasado y
aparecen en una lista de zonas arqueológicas en la región de Uruapan, publicada por
Franco en 1886 ("Gaceta Oficial", Núm. 63 T.l, Abril 29 de 1886).415 También

412 Boyd registró (aunque no especifica cuando y donde) dos historias orales acerca de Jicalan. La
primera, "La divina Inchatiro", habla sobre Camachuén (rey de Tingambato) y Inchatiro (reina de
Jicalan). Sabía Camachuén de la venida de los españoles y - preocupándose por el futuro de Inchatiro -
estaba pensando en defenderse contra los invasores o dejarse conquistar. Un dia los dioses le dijeron en
un sueño de aceptar la dominación de los europeos; que solo el amor y la esperanza eran los caminos
justos de la vida. Se fue al palacio de Inchatiro en Jicalan para comentarla el mensaje de los dioses
(resúmen breve de Boyd 1969:37-39). La otra historia habla sobre la princesa Atzimba. La princesa (de
la corte de Tzintzuntzan) se había enfermado en una cueva después de un encuentro con una serpiente.
Cuando un español quien pasó por la cueva la dió un beso (los dos se enamoraron) la princesa se curó.
El español la dijo que ella había sido elegida para evangelizar a su gente. Cuando el padre de la princesa
visitó la cueva se enojó mucho y ordenó que los dos amantes tenían que quedarse para siempre en la
cueva. La cueva todavía existe y se queda cerca de Jicalan Viejo (ibíd.40-45).
413 Según Don Miguel Gaona Morales de Charapendo antes hubo muchas piedras labradas en el sitio
pero estos han sido robadas. La misma suerte corrió la yácata de Jicalan Viejo, "excavada" varias veces
en búsqueda de oro. Según Don Miguel lo único que encontraron fueron esqueletos; estos huesos fueron
tirados (no se sabe donde). Aparte de los huesos han encontrado muchos monitos de barro los que
generalmente fueron quebrados ya que la gente pensaba que contenían oro.
414 Estos hallazgos confirman la información dada en el Lienzo de Jucutácato.
415 Franco también menciona la existencia de restos arqueológicos en ranchos cercanos como Teque-
caran, Chimilpa, Cerca de Piedra y, en el distrito de Apatzingan, el rancho del Guayabo y el plan de
García y Paracuarito. Además da una descripción del material hallado por un Sr. Don Espiridión Coria,
de Uruapan, quién hizo una excavación en 1866 en el rancho de Guayaba, 20 leguas al sur de Uruapan;
"El Sr. D. Espiridión Coria, de Uruapan, cavó una [yácata] hace veinte años en el rancho del Guayabo,
distante como veintidós leguas de aquella ciudad. Tenía una altura de cuatro metros sobre el nivel del
suelo: encontró en ella un esqueleto cuyos huesos habían aumentado de volumen por la superposición de
162 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

el re-descubridor del Lienzo de Jucutácato, Pablo García Abarca, conocía el sitio de


Jicalan Viejo (García Abarca 1913, f. 12r). En 1891 Eduardo Ruiz señala que en
Jicalan Viejo:
"Aún existen ruinas de casas y varias yácatas, aún se notan las calles dilatadas,
las espaciosas plazas y se encuentran estatuas de piedra y de barro, utensilios
de cocina, navajas y puntas de flecha de obsidiana. Una persona de Uruápan
mandó cavar en una de esas yácatas y se encontraron armas y vasos de
alabastro de varias figuras: además, un esqueleto humano, en cuyo cráneo
estaba hendida una diadema de oro, sobresaliendo las capas óseas de la cabeza
a los dos lados de la corona. Nosotros vimos todas esas piezas (...)" (Ruiz
1984:293 nota 2, véase también ibíd. p.525 nota 1).
Sin embargo, la descripción de Ruiz no corresponde con la situación actual del sitio
arqueológico de Jicalan Viejo; solamente hay una yácata y no se ven restos de calles
y plazas. Su descripción hace pensar más en la excavación hecha en 1866 por
Espiridión Coria (de Uruapan) en el rancho de Guayaba (véase la nota anterior).416
En 1523 el visitador Antonio de Caravajal pasó por los diferentes pueblos en
Michoacán con el propósito de investigar la región (número de habitantes, etcétera)
lo que era necesario para la distribución de las encomiendas. También llegó a
Uruapan y pidió una lista de pueblos sujetos al cacique Homaco (o Horimco) quien:
"[...] dijo que tiene este pueblo y a Carana [texto B: Ciranga] y a Tumba [texto
B: Tacuba o Ticuba] y a Chichangueto y a Ypala [texto B: Ypala] y a Chirapan
y que él con ellos son sujetos al Cazonci y que no tiene minas de ningún metal
y que este pueblo tiene treinta casas y que viven de sus labranzas" (Caravajal,
en Warren 1989a:392).417

capas calcáreas, quedando hundida en el cráneo una cinta de oro de que estaba circuida grabada de
geroglíficos en toda su extensión. A ambos lados del esqueleto, estaban colocadas dos jarras de alabastro
de esbelta forma: entre el polvo se hallaron algunas láminas de plata con geroglíficos, las cuales, por no
tener una colocación simétrica en el interior de la yácata, se supone haber sido adornos ó insignios que
el muerto tuvo sobre su cuerpo: también había diseminados algunos grandes corales de forma esférica un
poco deprimida en dos lados opuestos y perforados en el centro, y unas piedrecitas de tres centímetros de
largo por uno y medio de ancho, hechas de una lámina de pizarra y otra de piedra negra muy fina,
perfectamente ensambladas y pulidas, perforadas en dos de sus ángulos como para ser suspendidas.
También había lo que es común encontrar en otras yácatas como pipas y trastos de barro" (ibíd.).
416 Como vimos Nicolás León (1889:315) hizo "excavaciones" en el sitio de "Xicalvatica", cerca de
Jicalan (Nuevo) donde encontró restos de casas y yácatas, cerámica, hachas de cobre, obsidiana y los
huesos de una persona enterrada. Aunque el sitio probablemente puede ser identificado como el Xicalu-
ahcan del Lienzo de Jucutácato (cuadro 23), tampoco se puede descartar la posibilidad de que se trata de
Jicalan Viejo.
417 Benedict Warren ha encontrado dos versiones de esta visitación. El texto básico se encuentra en
AGI, Justicia, Leg.138. Texto (B) está en AGI, Justicia, Leg.130, ff. 1636-1638 (Warren 1989a:392).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 163

Se debe tomar en cuenta que el cacique - tal vez pensando en las consecuencias
negativas de la visita de Caravajal - no dió la lista completa de pueblos sujetos y
tampoco hizo público el número exacto de habitantes.418 Caravajal encontró otros
pueblos sujetos de Uruapan, entre ellos Cupacuaro (¿Capacuaro?), Anguagua
(Angahuan), Chirusto (Zirosto) y un pueblo llamado Chicaya:419
"Este dicho día llegamos a un pueblo que se llama Chicaya [B: Chacaya] y el
señor visitador hizo parecer ante sí al calpisque de él que se llama Quarasco y
le preguntó cuántos pueblos tiene sujetos a éste, y éste cuántas casas tiene y
quién [B: y a quién] es sujeto, el cual dijo que no tiene más de a éste y que
éste tiene sesenta casas y que es sujeto a Uruapan. Está asentado en una ladera
alrededor de un serrejón pequeño de poco monto [B: monte] que se llama
Chaca. Beben de una fuente que se llama Chata. Vióse y moderóse en noventa
casas. Está cuatro leguas de Uruapan" (Caravajal, en Warren 1989a:393).
Tomando en cuenta al nombre, la descripción del sitio y la distancia, Chicaya puede
ser identificado como Jicalan Viejo. Los jicaleños - o mejor dicho xiuhquilteca -
todavía vivían en el lugar cerca del actual Charapendo donde posteriormente también
fueron evangelizados, lo que se deriva de la presencia de restos de un templo
católico en el sitio arqueológico del actual Jicalan Viejo.
En este período (alrededor de 1530), no se sabe el año exacto, un español fue
matado en el pueblo de Jicalan, hecho que según la RM tuvo consecuencias graves
para su población:420
"Ansi mismo los españoles no trataban bien los indios y desmandábanse, y
mataron otro español en Xicalan, pueblo de Uruapan, y el bachiller Ortega hizo
muchos dellos esclavos, y despoblóse casi aquel pueblo, y ansi mismo murieron
más españoles en otros pueblos" (RM 1956:267).421
Sin embargo el pueblo sobrevivió las represalias. Alrededor de 1548, tanto Zirosto
como Jicalan aparecen como subcabeceras de Uruapan, todos pertenecientes a la
encomienda de Francisco de Villegas (véase también Gerhard 1986:355): el primer
pueblo con 14 barrios (443 casas, 3065 habitantes) y el último solamente con un

418 El cacique dijo que no hubo minas de metales mientras que en el sujeto Jicalan la población se
dedicaba a la metalurgia (minería y fundición de los minerales). También hemos visto que según el Lienzo
de Jucutácato (cuadro 11) hubo vetas de minerales en Cupaquaro, otro sujeto de Uruapan.
419 El cacique Antayo de Zirosto dijo que su pueblo no tenía sujetos.
420 Véase Warren (1989a: 179-181) para otros ejemplos de españoles matados en los primeros años
de la conquista.
421 No era extraño este tipo de sentencia. Ortega usó como principales medios de castigar el aperre-
amiento y la esclavitud (Warren 1989a: 181).
164 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

barrio (43 casas, 131 habitantes).422 Como tributo la población de Jicalan tenía que
dar:
"(...) cada ochenta dias seys cargas pequeñas de cobre y diez mantas delgadas
que tienen vna braga de largo y otra de ancho, y vnos manteles y quinze
pañuzuelos" (Suma de Visitas, en Paso y Troncoso 1905 Tomo 1:122-123).423
En 1565, Jicalan, Urecho y Uruapan estuvieron involucrados en un gran pleito sobre
algunas minas de cobre y otras minas de donde sacaban matiz para pintar
jicaras.424 El 8 de agosto de ese año Diego y Martín Acato, naturales del pueblo
de Uruapan, aparecieron ante el señor teniente del alcalde mayor en la Ciudad de
Michoacán (en el aquel entonces Pátzcuaro) y le presentaron su queja:
"(...) por nos y en nonbre de los demas naturales del d[ic]ho pueblo y dezimos
que teniendo nosotros como tenemos dentro de n[uest]ros términos unas tierras
questan en un cerro de donde nosotros cojemos y nos aprovechamos de un
matiz con q[ue] pintamos las jicaras que hazemos en n[uest]ro dicho pueblo
puede aber quinze dias poco mas o menos que los naturales del pueblo de
hurecho nos an perturbado y perturban el sacar del d[ic]ho matiz diciendo ser
suyo lo qual no pueden hazer conforme a just[ici]a porque demas de questa en
n[uest]ras tierras y términos nosotros a muchos años y tanto tiempo que jente
dello no tiene memoria que nosotros estamos en posision y nos aprovechamos
del d[ic]ho matiz" (AMP, caja 131.3, f.lr, 8 de agosto).
Piden ser amparados en la posesión del cerro que dicen es suyo ya desde tiempo
inmemorial. Una semana después, el mismo Diego (Guacusa) y Martin Acatu
presentaron una queja adicional ante el teniente del alcalde mayor:
"(...) saliendo nosotros de un cerro questa en n[uest]ro termino de donde
sacamos el matiz con que pintamos las jicaras nos salieron al camino don j°[a]n
y d[o]n A[n]tt[oni]o del pueblo de urecho y nos tomaron el matiz que traimos
y una frecada y un sombrero contra n[uest]ra voluntad y se lo llevaron. Por
tanto a v[uestra] m[erced] pedimos mande dar su mandami[ent]° pa[ra] que los
susod[ic]hos sean presos como salteadores de camino y sean trahidos a esta

422 No se sabe si esta nueva situación se debe totalmente a la congregación temprana en Uruapan,
llevada a cabo alrededor de 1540 (Gerhard 1986:362). Tomando en cuenta las deficiencias de la
información recojida por Caravajal, no se pueden deducir conclusiones sobre cambios políticos en la
región.
423 Para Uruapan véase también la tasación de mediados del siglo XVI (Libro de Tasaciones de
Tributos, véase González de Cossío 1952:210-213). En esta fuente no se especifica el tributo de los
sujetos de Uruapan.
424 La documentación sobre este pleito se encuentra en el AMP (Caja 131.3, f.7r., año de 1565, 7
fojas). Desafortunadamente el pleito queda inconcluso.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 165

ciudad juntamente con lo q[ue] nos tomaron y ansi traidos v[uestra] m[erced]
mande se nos vuelva n[uest]ra hazienda y en lo demas sean castigados
conforme a ju[stici]a la qual pedimos" (ibíd. f.2r, 15 de agosto de 1565).
El 21 de agosto las autoridades de Urecho se presentaron ante el teniente del alcalde
mayor, para defenderse contra las acusaciones de los indígenas de Uruapan:
"don joan al[ca]lde del pue[bl]° de uricho por mi y en nonbre de todos los
naturales del d[ic]ho pueblo, paresco ante v[uestra] m[erced] a pedimie[nt]° de
algunos yndios particulares diego y martin xicareros vez[in]°s del pue[bl]° de
uruapa que ante v[uestra] m[erced] parescieron con falsa relation contra el
d[ic]ho pue[bl]° de uricho diziendo les perturbábamos y enpediamos no tomasen
ni sacasen ciertas piedras e matiz para las xicaras que h[a]zen siendo suyo y
que yo les auia salido al camino y quitado el d[ic]ho matiz y una frescada y
sonbrero y que por salteador de cami[n]°s devia ser castigado según en esto y
otras cosas en su pedimi[ent]° y escrito mas largo se contiene a que me refiero
auiendolo aqui por resonido digo que niego en todo y por todo lo contenido en
los d[ic]hos [ejscriptos" (ibíd. f.5r, 29 de agosto).
Dijeron que los terrenos, de donde siempre sacaban matiz para sus jicaras, no eran
proiedad de Uruapan sino de Urecho. Por lo tanto habría que castigar a los invasores
uruapenses:
"los naturales del d[ic]ho pue[bl]° [Urecho] no an perturbado en cosa que les
pertenesca de posesión ni propiedad de hazienda alguna a los yndios de uruapa
ni a otros algu[n]°s porque los d[ic]hos parte contraria no tienen ni nunca
tubiero auction ni der[ech]° a lo que pida ni pocesion ni propiedad por si ni por
sus pasados a lo que aora pretenden como todo se colige del d[ic]hos sus
[e]scritos y recaudos ningunos que presenta para enguardar de su d[e]r[ech]°
que faltando ellos es nada en su favor antes ellos deuen ser castigados por todo
rigor de der[ech]° y penas en d[e]r[ech]° y esta ucascidad como a honbres que
forjablemente y contra la voluntad de los del d[ic]ho pue[bl]° de uricho a
hurtadillas se entran en n[uest]ras tierras y t[e]r[ren]°s a tomar y hurtar del
d[ic]ho matiz para las d[ic]has gicaras (...)" (ibíd.).
Según las autoridades de Urecho, los verdaderos poseedores de las tierras en disputa
fueron los caciques de la élite uacúsecha (los cazoncis) y sus sucesores coloniales.
Dicen que los uruapenses estaban:
"(...) en costumbre de lo pagar y contribuyr de las d[ic]has xicaras por el valor
del dho matiz aplicado a los s[eñore]s y prinjípales desta jiudad cuyas son de
tiempo ynmemorial aca asi de los pasados cacojies de don ant[oni]° como aora
de sus subcesores don pablo a quien acudían con el reconojimi[ent]° y señorío
dellas con cuya licen[ci]a tomaban el d[ic]ho matiz de mas de ser en tierras e
166 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

t[e]r[ren]°s del d[ic]ho uricho y barrio desta giudad y no del d[ic]ho uruapa
questa mas de doze o treze leguas del gerro de do[nde] se toma y una poco mas
del d[ic]ho uricho en medio de otros subjetos e pue[bl]°s del pue[bl]° de uricho
questan y confinan con el t[e]r[ritori]° de uruapan y si alguna cosa se le tomo
a los p[ar]te[s] contr[ari]as seria por la fuerga y hurto que h[a]zian y (...) del
d[ic]ho matiz que deuen perder y mas las costas que piden injustamente y
deuerse amparar al d[ic]ho pueblo de uricho en la propiedad posesión dominio
e der[ech]° y augion que tiene al d[ic]ho matiz de t[iem]po de su ynfidelidad
aca en nonbre y consentimi[ent]° de los cagonzies don ant[oni]° y don pablo
s[eñore]s vivientes e pringipales desta giudad a quien conpete la oposigion desto
q[ue]s suyo y no de los de uruapa por que como es d[ic]ho los susod[ic]hos
como vasallos de los s[eñor]es pasados cuyo era el dho matiz le acudian y
reconoscian con las cosas de justicia por les congeder tomaban (...) /f.5v/ (...)
que el d[ic]ho don antonio e aora su hijo don pablo a tenido e tiene en ello por
lo qual deben ser echados de parte y castigados y nosotros an(pa)rados y
defendidos pues esta clara n[uest]ra just[ici]a la qual pe(dimos) y a ellos puesto
perpetuo silengio conpensa que en sus p[er]sonas (eje)cute exgediendo que si
hasta aora no auiamos reclamado a su(...) no auer visto la fuerga y despojo
q[ue] se nos hazia por los de urua(pan) y asi se probara no me offresciendo a
prueba superflua que ningún yn(dio) desta provi[ngi]a ni fuera della tuviese
mina propiadad ni tal posesión (...) que era ley y costumbre entre ellos dar la
propiedad dominio e po(sesion) de las tales minas y otras qualesquier al señor
y señores cagegies [sic cazoncis] (des)ta provingia y asi poseerlas y ser del
todas y ninguna de los n[ues]tr(as) leyes y por esta razón ser ynjusto lo que
piden y debey(endo) (ser) condenados en costas por no tener der[ech]° alguno
a la d[ic]ha mi(na) y ellos le pretenden con gran perjuizio de tergero que es de
lo(...) don pablo señor natural desta provy[nci]a e señores pringipales (de la)
giudad presentes y por benir en que si con esto saliesen con(tra) tales tergeros
y propiedades dellos seria dar lugar y abrir la (¿posibilidad?) a todos los
naturales e mulos [sic mulatos] desta giudad a que se atreuiasen a haze(r) lo
mesmo y les ynbentasen pleytos sin numero de lo que con [sobrepuesto entre
renglones: "por les quitar o tomar"] (se)ñores an tenido y poseido en tanta
quietud o asosiego según su m(odo) y costumbre [sobrepuesto entre renglones
"y sin contradicion hasta aora por su gran maligia de los yndios q[ue] lo
querian todo"] sino que a de ser favorescida y a de prevalesger con just(icia)
contra lo malo por que no bengan a ser aniquilados de cada mala (...)
espegialmente una giudad como esta sobre que pido just[ici]a e por ello el mi
mayor officio de vfuestra] m[erced] ymploro. va entre r[engl]°[ne]s: por les
quitar y tomar (...) y sin mayor contradigion hasta aora por su gran maligia de
los yndios que lo querrían todo" (ibíd. f.5r y v., 29 de agosto).425

425 Firman Don Juan Uuas (el alcalde), Petro Puris y Miguel Sirangua. Algunas palabras en el
documento han desaparecido debido a la destrucción parcial del papel, lo que hace imposible su
transcripción completa.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 167

Las autoridades de Urecho se defendieron argumentando que no era posible que los
de Uruapan ya poseyeron las tierras en pleito desde tiempo inmemorial (antes de la
conquista española). Como vimos dijeron que habían pertenecidos a los caciques
uacúsecha - la élite del lago de Pátzcuaro - y que no era propiedad privada. Todavía
en la época colonial se debía pagar una suma a los sucesores de los dichos caciques,
Don Antonio Huitzimengari y Don Pablo Huitzimengari, para poder usar las tierras
mencionadas en el pleito y aprovechar las minas.
El pueblo de Jicalan también estaba involucrado en el pleito sobre la posesión
de las minas de matiz y - como veremos - minas de cobre en la región de la Tierra
Caliente. El día 29 del mismo mes de agosto Don Juan Jangunga, Don Domingo,
Pedro Cuetymio (o Cuetynno), Francisco Tlacotl y Juan Tzinal, todos principales del
pueblo de Jicalan, dieron su poder a Miguelangel Medina para que este les podría
representar en:
"(...) gierto pleito quellos tratan sobral puü con los yndios de oricho y desta
d[ic]ha ciudad sobre ciertas minas de matiz que ellos tienen en sus términos en
el cerro de coto (...)" (ibíd.f.3r, 29 de agosto de 1565).426
Por medio de Miguelangel Medina presentaron su queja ante el alcalde mayor en la
Ciudad de Mechoacan (Pátzcuaro):
"Migelangel medina en nonbre de don j°[a]n xangongua cacique del pue[bl]° de
xicalan sujeto de uruapa y don domingo y pedro quezalmitl y franco tlacotle y
j°[a]n sinatl principales del d[ic]ho pue[bl]° por virtud del poder que dellos
thengo del qual hago presentación en el pleito que trato contra los yndios de
urecho sobre la mina del matiz q[ue] esta dentro de los términos de los d[ic]hos
mis partes digo que a pedimi[ent]° de los d[ic]hos mis partes v[uestra] m[erced]
mand[.] parecer ante si a los yndios de urecho a q[ue] tuviesen a d[e]r[ech]°
con los d[ic]hos mis partes y mostrasen el derecho y razón que tienen pa[ra] se
hentrar en la d[ic]ha mina y perturbar la posesión q[ue] los d[ic]hos mis partes
tienen tan antigua de la d[ic]ha mina los quales parecieron y luego se fueron sin
mostrar cosa alguna porq[ue] los d[ic]hos mis partes sean despoxados de la
posesión que tienen. Por tanto a v[uestra] m[erced] pido mande darme su
mandamy[en]t0 de anparo anparandome en la posesión que thengo de la d[ic]ha
mina y metal mandando a los d[ic]hos yndios de urecho no me perturben la
d[ic]ha posesión ni se hentremetan en sacarme tal de la d[ic]ha mina y si ellos
o otra persona pretende tener d[e]r[ech]° (...) pidan su jus[tici]a como vieren
que les convenga sobre lo que toca a la (...) ques conforme a jus[tici]a no
puedo ser despojado de la posesión sin primeramente ser primero vencido por

426 Los testigos presentes en este acto fueron Hernando Ynfante Samaniego, Alonso Rodríguez y
Diego Arias de Rivera, vecinos de Pátzcuaro (ibíd. f.3v).
168 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

fuero y por d[e]r[ech]° y pido just[ici]a y en lo mas nege[cari]° el of[ici]°


(AMP, caja 131.3, f.7r., 29 de agosto de 1565).427
Algunos días después las autoridades de Jicalan personalmente presentaron la misma
queja - aunque con ciertas precisiones - ante el alcalde mayor:
"Don J°[a]n y don domingo y los demas naturales de xicalan sujeto de oruapa
dezimos q[ue] teniendo y poseyendo nosotros un cerro q[ue] cae en n[uest]ros
términos, unas minas de cobre y otro cerro y otras minas de matiz con que
pintamos las xicaras y junto con ello unas caleras donde sacamos cal todo lo
qual nosotros descubrimos y poseemos de muchos a[ñ]°s a esta parte y agora
los naturales de urecho nos han perturbado y perturban la posesión q[ue] de
ellos tenemos entrándose en n[uest]ras minas y tomándonos por fuerga los
d[ic]hos metales y matiz y cal y los naturales de oruapa los di(...) pasados
entendiendo q[ue] caya como cae en n[uest]ros términos pidieron ante v[uestra]
m[erced] mandamy[en]t0 de amparo de todo el d[ic]ho matiz el qual v[uestra]
m[erced] oio que es este el traslado de que hazemos presentación y agora a
n[uest]ro d[e]r[ech]° conviene q[ue] se nos de mandamy[en]t0 de amparo ansi
del d[ich]o matiz como de las minas de cobre y cal. Por tanto a v[uestra]
m[erced] pedimos nos ampare en la d[ic]ha posesión mandando se nos de el
d[ic]ho mandamy[en]t0 de amparo y si los de urecho tienen q[ue] pedir o
demandar pedon [perdón] a su just[ici]a como vieren q[ue] les convenga pues
conforme a d[e]r[ech]° nosotros no podemos ser despojados de la posesión sin
que primeram[en]te seamos vécidos por fuero y d[e]r[ech]° y pedimos just[ici]a
y en lo mas necesario el off[ici]° de v[uestra] m[erced] ynploramos" (AMP,
caja 131.3, f.6r., 6 de septiembre de 1565).
Comparando las quejas presentadas por el cacique de Jicalan en el pleito de 1565 con
la información que contiene el Lienzo de Jucutácato, podemos observar que en
ambos documentos se pone énfasis en el descubrimiento de minas antes de la venida
de los españoles. Además, ambos documentos han sido elaborados en el mismo
periodo. Ya se ha dicho que la información del cuadro 38 del lienzo podría damos
la fecha aproximada de su elaboración. Contiene el nombre de Don Antonio
Huitzimengari quien era gobernador de Michoacán - con sede en Pátzcuaro - entre
1545 y 1562 (la fecha de su muerte). De esto se deriva que el lienzo no puede ser
hecho antes de 1545, sino debe fecharse en la época del gobierno de Don Antonio

427 Muestran los apellidos de algunos de los principales - Don Domingo y Pedro Quezalmitl, Fran­
cisco Tlacotle y Juan Sinaü - que eran de familias de náhuatl hablantes. Llama la atención, sin embargo,
que el cacique Don Juan Xangongua tiene apellido p’urhépecha. Otros apellidos náhuas en Jicalan
aparecen en una querella criminal contra Don Diego Quetzal quien había pegado a una mujer llamada Ana
Uruxuchil. Juana Putzin - esposa del alcalde de Jicalan - fue uno de los testigos en el proceso (AMP, Caja
6, Exp.l, Año 1600).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 169

Huitzimengari o poco después.428 Aunque parece muy probable que el lienzo haya
sido usado en un pleito entre Jicalan y pueblos vecinos por la posesión de minas de
cobre, matiz y cal, no se puede decir con seguridad que fue pintado especialmente
para el pleito de 1565 con Uruapan y Urecho. Posiblemente el tlacuilo lo pintó años
antes para que se pudiera usar en un juicio parecido.429 Debemos damos cuenta,
sin embargo, que hasta ahora no se han encontrado documentos que nos indican que
efectivamente hubo problemas parecidos entre Jicalan y otros pueblos circunvecinos
antes o después de 1565. El pleito entre Uruapan, Jicalan y Urecho puede haber
continuado después del dicho año ya que la documentación encontrada en el AMP no
nos informa sobre la decisión de las autoridades. Los caciques de Jicalan pudieran
haber usado el lienzo hasta principios del siglo XVII ya que - como se ha dicho - el
lienzo se encontraba en el pueblo de Jucutácato en 1643 (momento en que fue visto
en este pueblo por Alonso de la Rea).
Sabemos que poco tiempo después de esta fecha, Jicalan tuvo otro pleito con
Uruapan sobre tierras, sin embargo, se trata de tierras de Jicalan Nuevo. Jicalan
(Viejo) fue reubicado en un sitio al sur de Uruapan (a poca distancia, un cuarto de
legua) durante las congregaciones de principios del siglo XVII.430 Por estas fechas
recibieron cierta cantidad de tierras - que antes habían pertenecido a Uruapan (sitio
de Urencho) - por parte del juez de congregación (su sitio viejo quedaba muy lejos
y ya no podían asistir o disfrutar bien de sus tierras antiguas), este repartimiento fue
confirmado o aprobado por el virrey en octubre de 1609 (APFM, Ms f.2r, AGN,
Ramo de Indios Vol. 11, Exp.316, f.256v/257r).431
Poco tiempo después los jicaleños se introdujeron en las tierras de Uruapan,
supuestamente no contentándose con las tierras concedidas por el juez de
congregación. Su ganado causó mucho daño a las sementeras de los uruapenses y
por lo tanto fueron multados por las autoridades españolas. Tuvieron que pagar los
daños causados y les fue ordenado cuidar mejor a su ganado (AGN, Ramo de Indios
Vol. 11, Exp.316, f.256v/257r, año 1639). Obviamente los ganaderos de Jicalan no
aceptaron el juicio y continuaron su invasión de tierras uruapenses. Con "siniestra
relación" habían sacado otro mandamiento para que la justicia les ampare en las
dichas tierras. Se reconfirmó el primer mandamiento (AGN, Ramo de Indios Vol. 13,

428 El estilo pictográfico del lienzo también nos indica que es de mediados del siglo XVI.
429 El hecho de que el lienzo está dividido en cuadros con sus elementos pictográficos y glosas podría
indicar que ha sido basado en un tipo de códice en el cual los cuadros formaban páginas (de un libro en
forma de biombo). Véase por ejemplo también el Lienzo de Tlaxcala (también dividido en cuadros).
43U La temprana congregación religiosa de ca. 1540 (Gerhard 1986:362) no parece haber afectado a
Jicalan Viejo (en cuanto a su ubicación).
431 Los actuales habitantes de Jicalan (Nuevo) dicen que antiguamente vivían en Jicalan Viejo y que
fueron congregados en Uruapan por Fray Juan de San Miguel, después de la conquista española (a
mediados del siglo XVI). La gente de Jucutácato cuentan haber vivido originalmente en Santa Catarina,
un rancho cerca de la carretera Parangaricutiro - Tancitaro (algunos kilómetros hacia el suroeste).
170 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

Exp.38, F.38r/v, año 1640).432 No parece ser muy probable que el lienzo haya
sido usado en este pleito entre Jicalan (Nuevo) y Uruapan tomando en cuenta que el
lienzo ya estaba en Jucutácato en estos años. Además el documento se refiere a
Jicalan Viejo y no trata de linderos sino solamente de derechos de antigüedad a
ciertas minas de cobre, matiz y cal. El argumento de la antigüedad de la fundación
del pueblo sin embargo (véase los cuadros 1-12 del documento), podría ser usado
también en otros conflictos no directamente relacionados a minas de cobre.
En el Lienzo de Jucutácato (en realidad el lienzo de Jicalan)433 la élite de
Jicalan (o Xiuhquilan) ha pintado la historia de su pueblo, la antigüedad de su
fundación y derechos a ciertas minas en el sur de Michoacán. Por lo tanto
primeramente se ha pintado el origen mítico del linaje de los caciques del pueblo. En
el lienzo salen de una olla - Chalchiuihtlahpazco - localizada en el oriente. El dios
Tezcatlipoca es el protagonista de su nacimiento y puede llamarse el dios del linaje
de los señores xiuhquiltecas. Ordena su salida y el principio de la migración hacia
el occidente en búsqueda de nuevas tierras (y minas). Además les acompaña - en
forma de su nahual, un ave - durante todo el itinerario, indicándoles el camino que
tienen que seguir.
En diversos lugares hacen una parada, consultan a su dios guía Tezcatlipoca
quien les da consejos y le hacen ofrendas. Así pasan por los lugares o las regiones
de Chalchicueyehcan (Veracruz), Nunuualco, Teyouahcan, Cuyuuahcan,
Tenuchtitlan, Xiquipilco, Ayutzinco (región del valle de México), Tzacapo (norte de
Michoacán), Phátsingo y Cupaquaro (sur de la Sierra P’urhépecha) para finalmente
llegar a Xiuhquilan (Tierra Caliente de Michoacán).
En el lienzo no aparecen fechas que nos informan sobre el año en que se inició
la migración ni sobre la duración de la ruta hacia Michoacán. Las glosas - por estar
muy fragmentarias - tampoco nos ayudan. Probablemente no ha sido la intención del
tlacuilo dar una indicación muy concreta del tiempo en que los xiuhquilteca
"nacieron" y migraron hacia Michoacán, sino solamente quiso mostrar que los
dichos eventos pasaron antes de la conquista española, en un pasado remoto (en
tiempos primordiales).434
Hemos visto que los migrantes llegan a un lugar en la Tierra Caliente de
Michoacán (al sur de Uruapan), donde Tezcatlipoca les señala un sitio apropiado al

432 Otros problemas surgieron 100 años después cuando gente de San Juan (Parangaricutiro) y
Jucutácato querían apoderarse de diversos terrenos pertenecientes a Jicalan: el rancho de Matanguaran y
tierras de Jicalan Viejo. En 1751 las autoridades ordenaron que dejasen en paz a los habitantes de Jicalan
y que se les pagase las rentas de las tierras robadas (APFM, Ms f.2r-3). Hoy en día, problemas por
tierras continúan ya que Jicalan tiene pleitos con Jucutácato y con el actual rancho de Jicalan Viejo (no
habitado por jicaleños sino por gente de otras comunidades)(véase también la amplia documentación en
el archivo de la SRA - Delegación Uruapan, Caja 155-156 "Jicalan", Caja 21 "Jicalan Viejo").
433 Parece mejor no cambiar el nombre del documento ya que esto causaría mucha confusión.
434 Probablemente antes de la expansión uacúsecha en la región de Uruapan en el siglo XV.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 171

lado de un árbol grueso, en una región con abundancia de minerales de cobre. Se


establecen en el lugar indicado que llaman Xiuhquilan (posteriormente Jicalan). El
cacique de los xiuhquilteca, en aquel tiempo, se llama Icnupil Nautzin. Tezcatlipoca
le dice de sacar minerales de cobre de las minas.435 Los xiuhquilteca ya habían
buscado este material en diferentes lugares que pasaron en su migración desde
Veracruz, finalmente lo encontraron al sur de Uruapan. La primera parte del lienzo
muestra el origen divino de la metalurgia en Xiuhquilan: es el dios Tezcatlipoca
quien guia la búsqueda de un lugar con abundancia de minerales e inicia su
explotación.436 Para los xiuhquilteca la metalurgia estaba directamente relacionada
con la religión. Su dios era el verdadero protagonista de la explotación de minerales
y la elaboración de objetos de cobre (según el lienzo) y de jicaras. Los cuadros 1-12
en el lienzo sirvieron para mostrar la antigüedad del pueblo y de la fundición de
cobre y producción de jicaras por los xiuhquilteca.
En el lienzo se indican tres rutas seguidas por los xiuhquilteca en su búsqueda
de minas. Podrían ser antiguas rutas comerciales o caminos reales (sobre todo en el
caso de las rutas (B) y (D) que pasan por algunos lugares que han sido importantes
tanto en la época prehispánica como en la era colonial). La ruta (B) les lleva hasta
el río Balsas que siguen hasta Tecomatlan (pueblo de Cutzio en el distrito de
Huetamo): únicamente en Tepulan, Churumucuo y Xantsiquiyo parecen haber
encontrado los minerales. También han tenido éxito en los lugares Xucutlá y
Condembaro de la ruta (C) que probablemente se dirige hacia el occidente. La última
ruta (D) les lleva hacia la Sierra Madre del Sur.437 Tanto en otras fuentes
etnohistóricas (sobre todo la información sobre el cobre recopilada por Vasco de
Quiroga en 1533) como en mapas geológicos modernos estas regiones son descritas
como ricas en cuanto a yacimientos de minerales (cobre, oro, plata). Los mapas con
minas prehispánicas (véase Barrett 1981:4-5, 1987:7 Mapa 2, Perlstein Pollard
1987:746 Mapa 2) que hasta ahora han sido elaborados, nos dan una buena idea de
la localización general de las minas prehispánicas aunque solamente se trata de una
selección de todas las minas existentes en la región. Han sido basados sobre todo en
la información sobre la minería recopilada en 1533 en que únicamente se mencionan
algunos sitios con yacimientos de minerales; Churumucuo (sujeto de Sinagua),
Guayameo, La Huacana (Guaraxo), Cutzio (sujeto de Turicato), Pungarabato,

435 Se trata de una interpretación de las glosas en el cuadro 12.


436 Aunque las glosas no lo dicen explícitamente, Tezcatlipoca puede haberles enseñado también el
procedimiento, el proceso de la fundición (como expresado en la información pictográfica, es decir las dos
personas que soplan).
437 Hemos visto que en los cuadros de esta ruta no hay indicaciones concretas de que efectivamente
encontraron minerales. Parece muy probable que sí hubo una representación de cobre en el último cuadro
Vist(..) que está en gran parte destruido debido a los estragos del tiempo. Aunque en varias escenas hay
dibujos en que se representa el cobre - sacado de las minas - parece posible que también sacaron cobre
en otros lugares aunque esto no ha sido pintado en el lienzo.
172 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

Coyuca, varias estancias (no especificadas) de Tancítaro, Urecho, Caycoran, varias


estancias (no especificadas) de Periban, varias estancias (no especificadas) de
Tepalcatepeque, estancia (no especificada) de Uruapan (probablemente Jicalan) y
Asuchitlan. Según los testigos las minas existían básicamente en toda la Tierra
Caliente (toda la región del Río Balsas y Río Tepalcatepeque) aunque no dan más
nombres de sitios específicos.
Hemos visto que es el Lienzo de Jucutácato que - aparte de mencionar sitios
que también aparecen en el documento de 1533 (Churumucuo, Cutzio, La Huacana)
- nos da otros nombres de lugares con yacimientos de cobre; Tamaqua, Xucupan,
...aan, Tepulan, Metztlan (no identificados), Sanchiqueo (distrito Huetamo),
Puruuatio, Xicalvahcá, Huehue..., Temexio, Xucutlá (no identificados), Condembaro
(región Uruapan-Tancítaro-Peribán), Tsichahpeto, Chunenco, Apatzingan, Cuindo y
Huisto.
De la información dada por el tlacuilo en los cuadros (13-32) del lienzo consta
que fueron los xiuhquilteca que buscaron y encontraron una cierta cantidad de minas
de cobre.438 Los minerales son llevados a Xiuhquilan y enseguida son fundidos
(como se muestra en el cuadro 12, véase los dos sopladores). Este descubrimiento
está mencionado en el pleito de 1565 por las autoridades xiuhquiltecas - como ya
vimos arriba:
"(...) unas minas de cobre y otro cerro y otras minas de matiz con que
pintamos las xicaras y junto con ello unas caleras donde sacamos cal todo lo
qual nosotros descubrimos y poseemos de muchos a[ñ]°s a esta parte (...)"
(AMP, caja 131.3, f.6r., 6 de septiembre de 1565).
El oficio de jicareros está representado en la parte izquierda (inferior) del cuadro
Xiuhquilan (12) en el lienzo. Esto significaría que el lienzo - como el documento de
1565 citado arriba - también se refiere a la antigüedad de la producción de jicaras.
Siendo así, las rutas pintadas en el lienzo también indicarían los lugares de donde los
xiuhquilteca obtuvieron el matiz para pintarlas.
La presencia de dos edificios tipo colonial - con personas arreglando el techo
de uno dellos - en el cuadro Xiuhquilan, probablemente indica que, después de la
llegada, la élite mandó construir una iglesia (y una capilla del hospital)439 y aceptó
la religión católica. Podría ser un elemento usado como indicador del tiempo,
representaría la transición de la época prehispánica a la era colonial. Era muy común

43l< Posiblemente se trata de minas sobre las cuales hubo algún pleito entre Jicalan y otros pueblos.
En la documentación (¡incompleta!) del pleito de 1565 no encontramos estos nombres mencionados en el
lienzo.
439 Ya que son dos edificios religiosos tendrían que ser la iglesia y capilla de hospital, como las
encontramos en muchos pueblos michoacanos.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 173

mencionar la cooperación de la élite indígena en el proceso de la evangelización en


los documentos pictográficos de los siglos XVI y XVII.440
Se ha visto como los objetos de cobre y las jicaras son llevados de Xiuhquilan
al Lago de Pátzcuaro, a Tzintzuntzan o Ihuatzio. Pasan los xiuhquilteca por sus
pueblos vecinos Matanguaran, Jucutácato y Uruapan (!), para finalmente embarcar
en Erongaricuaro y continuar su viaje en canoa.441 Los objetos son ofrecidos al
señor uacúsecha como pago de tributo (cuadro 37). Parece que los xiuhquilteca han
tratado de indicar que llegaron a ser sujetos de la élite uacúsecha - algún tiempo
después de la fundación de su pueblo - y que por lo tanto pagaban tributo en forma
de jicaras y utensilios de cobre, objetos que ya hacían desde "tiempo inmemorial".
Los xiuhquilteca descubrieron las minas antes de que la región fuera conquistada por
la élite del Lago de Pátzcuaro y se establecieran las relaciones tributarias. Así
fácilmente podían contradecir los argumentos presentados por Urecho en el pleito
sobre las minas de cobre y matiz:
"(...) se probara no me offresciendo a prueba superflua que ningún yn(dio)
desta provi[n?i]a ni fuera della tuviese mina propiedad ni tal posesión (...) que
era ley y costumbre entre ellos dar la propiedad dominio e po(sesion) de las
tales minas y otras qualesquier al señor y señores cagegies (des)ta provincia y
asi poseerlas y ser del todas (...)" (AMP, Caja 131.3, f.5r, año 1565).
Mientras que los de Urecho dijeron que las minas pertenecieron al cazonci, los
xiuhquilteca - en su lienzo - dijeron que ellos ya habían descubierto las minas tiempo
antes de la expansión uacúsecha en la región. Un argumento parecido - la fundación
del pueblo antes de las conquistas por los uacúsecha - fue usado por Tetlaman (otra
población de náhuatl hablantes en la Tierra Caliente de Michoacán) en un pleito
contra su cabecera Tepalcatepeque en 1577 (documento descubierto por Pedro
Carrasco en 1960 y publicado en 1969).442 Dijeron los de Tetlaman que su pueblo
siempre, desde "tiempo inmemorial", había sido cabecera por sí y no sujeto de

440 Véase la parte III de la presente obra. Tomando en cuenta las otras iglesias presentes en el lienzo,
también es posible que la iglesia estuvo en construcción o restauración en la época en que se pintó el
documento.
441 Esta escena indica bien la importancia de Erongaricuaro en las rutas de comercio entre la tierra
caliente y Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro. El lago tenía un papel sumamente importante en la
infraestructura de la región. Véase también la ilustración XLIV en la RM (p.251) donde hay una canoa
cargando productos de algún lugar al borde del lago (o una isla) a la capital Tzintzuntzan.
442 Aún en 1580 la gente de Tetlama hablaba el náhuatl mientras que en aquella época los habitantes
de Tepalcatepec ya usaban el p’urhépecha (RG de Tepalcatepec, en Acuña 1987:299). Sin embargo, los
ancianos de esta última población dijeron que antes de la conquista hubo dos gobernadores en el pueblo,
uno de ellos se llamaba Tlazutzin (ibíd.)(probablemente del náhuatl Tlazohtzin o Tlazotzin).
Probablemente se trataba de un pueblo compuesto con (por lo menos) dos grupos diferentes, uno de náhua
y otro de p’urhépecha hablantes.
174 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

Tepalcatepeque. Por lo tanto consideraron injusto que tuvieron que acudir a las obras
públicas y tributar en otras formas a ese pueblo. Adujeron como argumento que no
eran "chichimecas uacúsecha" (p’urhépecha hablantes) sino gente de habla mexicana.
Todos los testigos confirmaron que:
"(...) al principio de la fundación del dicho pueblo de Tletlaman los naturales
y antepasados de él vinieron a esta provincia de Michoacán desde la Veracruz
donde aportaron puerto que es de esta Nueva España y por su valor y esfuerzo
de armas pasaron por todas las provincias de Zempoala, Tepeaca, Tlaxcala y
México, haziendo cosas señaladas por ellos sin que ninguna persona pudiese
defender el paso que traían buscando tierra dispuesta para poderla poblar y con
este intento llegaron a la mar del Sur y de allí, dieron la buelta donde al
presente están edificados y allí fundaron y poblaron el pueblo que oy se llama
Tletlaman. De la deribación del sitio y lugar, tiempo, ha de más de ochenta
años (...)" (Carrasco 1969:217).
De mucho interés es el testimonio rendido por Philippe Quaze (80 años de edad,
originario de la Ciudad de Michoacán):
"(...) dixo que a oydo dezir públicamente a sus mayores y pasados lo contenido
en la pregunta, y que los indios que agora están en Tetlaman avían venido de
Manualco [Nonoalco]443 y que pasaron por el estrecho de brazo de mar de
Campeche y vinieron a desembarcar a Chalquicuecan444 que es donde el día
de oy se llama la Veracruz y que de allí vinieron por fuerza de armas hasta la
mar del Sur y pasaron por esta probincia de Mechuacán y después dizen que
poblaron todos juntos en Tetlaman sin aver otros indios por allí cerca y estando
poblados se dividieron y unos poblaron en Atipaqui que es en Taquazcaro y
otros pasaron adelante a poblar (...)" (ibíd.218).
La migración indicada por los testigos fue llevada a cabo mucho tiempo antes de la
expansión uacúsecha del siglo XV. Además los testigos confirmaron que:
"(...) después de edificados y poblados los dichos naturales en el dicho pueblo
de Tletlaman estubieron muncho tiempo y residieron sin reconoscer dominio ni
señorío de los señores naturales de estas probincias hasta que de ay a munchos
años vinieron a esta ciudad de Mechuacán de su propia voluntad a confederarse
con el señor que a la sazón gobemava de quien sucedieron los cazoncis a quien
admitió en paz y amistad y dexó en su libertad y poblazión y les encomendó la
frontera de esta probincia, por la parte por do ellos estavan contra las gentes
con quien tenían guerra, y asi obedescían y respectavan al dicho Cazonci, el

443 Nunualco según el testigo Pablo Zomal (Carrasco 1969:218).


444 En otros testimonios escrito como Chalchiuquecan y Chalchichueca (Carrasco 1969:218-219).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 175

qual les administrava justicia en las causas y cosas que se les ofrecían
tratándolas en esta ciudad, sin conocer otra jurisdicción sobre sí ni pueblo ni
persona alguna antes siendo ellos cabezera y frontera en la probincia (...)"
(ibíd.219).
Los náhuatl hablantes de Tetlaman hicieron una alianza con la élite uacúsecha de la
región del Lago de Pátzcuaro (Tzintzuntzan) y protegieron las "fronteras" del
señorío uacúsecha contra posibles enemigos. Según la probanza de Tetlama siguieron
siendo un señorío autónomo, ahora sí aliado al gran señorío uacúsecha.
De la comparación entre el Lienzo de Jucutácato y la documentación sobre el
pleito entre Tetlaman y Tepalcatepeque se puede derivar que la historia de fundación
tanto de Jicalan como de Tetlaman son muy parecidas y parecen corresponder a una
sola tradición historiográfica. La antigüedad de los pueblos y la relación de los
lugareños con la élite p’urhépecha hablante del centro de Michoacán queda claro en
ambos documentos. En el lienzo se ha agregado la información sobre el
descubrimiento de las minas - ya que el lienzo ha sido usado en un pleito sobre
derechos a estas minas y minerales de cobre y matiz. Ambos documentos datan de
más o menos el mismo período, la segunda mitad del siglo XVI. En el caso de
Jicalan y Tetlaman se trata de un mismo grupo de personas que vinieron desde el
oriente a establecerse en la Tierra Caliente de Michoacán - región con gran riqueza
de minerales. Este grupo o grupos (probablemente hubo más migraciones) fundaron
muchos pueblos en esta región, dos de las cuales son precisamente Tetlaman y
Jicalan.445
Otro elemento común es que en ambos documentos se dice que los habitantes
(de Tetlama y Jicalan) vinieron de otra región - de Veracruz, así indicando que no
eran p’urhépecha hablantes y eran étnicamente diferentes. Además es muy
importante señalar que ya en el primer cuadro del documento (Chalchiuihtlahpazco)
se dice que los jicaleños o xiuhquilteca eran toltecas o maestros de arte, estrenadores
y plumajeros. Vienen de la región de Onoalco, "lugar de los residentes". Esto
contrasta claramente con los uacúsecha que han sido pintados como chichimecas -
cazadores como vemos en el cuadro 37 (De Mechuacan) donde un cacique -
Tucuruan - (que representa al linaje uacúsecha de Ihuatzio y Tzintzuntzan) está
sentado en una silla vestido con piel de jaguar y cargando un arco en su mano y un
carcaj (de flechas) en su espalda.446 El líder de los xiuhquilteca sin embargo, está
vestido de ropa larga y carga un abanico (de plumas). En el lienzo se ha indicado la

445 Llama la atención que tanto en el documento de Tetlama como el Lienzo de Jucutácato (cuadro
9) se menciona a Zempoala como topónimo importante en la migración de los náhua hablantes.
446 Es la típica representación de miembros de la élite uacúsecha como la encontramos en otros
documentos pictográficos como la RM (sus dibujos), los Lienzos de Nahuatzen, y los documentos (lienzos
y códices) de Carapan (véase parte III del presente trabajo).
176 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

oposición entre gente tolteca y gente chichimeca (ambos términos culturales). La


identidad étnica y cultural de los xiuhquilteca/jicaleños ha sido muy claramente
expresada y podría ser fácilmente reconocida por las autoridades coloniales.
Llama la atención el último cuadro (38, "Pazquaro") del Lienzo de Jucutácato.
Ya se ha explicado que la presencia de Don Antonio Huitzimengari en este cuadro
indica que el lienzo fue pintado posteriormente a 1545 (a partir de esta fecha es
gobernador de Michoacán con sede en la dicha ciudad). El dibujo refleja la situación
en la época virreinal ya que Pátzcuaro viene a ser la nueva capital de la región en
1538.447 Don Antonio y su hijo Don Pablo son mencionados también en el pleito
de 1565 sobre derechos a las minas por los de Urecho:
"(...) en costumbre de lo pagar y contribuyr de las d[ic]has xicaras por el (...)
del dho matiz aplicado a los s[eñore]s y principales desta giudad cuyas son de
tiempo ynmemorial aca asi de los pasados cacogies [sic cazoncis] de don
ant[oni]° como aora de sus subcesores don pablo a quien acudian con el
reconogimi[ent]° y señorio dellas con cuya licen[ci]a tomaban el d[ic]ho matiz
(...)" (AMP, caja 131.3, f.5r).
y:
"(...) y deuerse amparar al d[ic]ho pueblo de uricho en la propiedad posesión
dominio e der[ech]° y augion que tiene al d[ic]ho matiz de t[iem]po de su
ynfidelidad aca en nonbre y consentimi[ent]° de los cagonzies don ant[oni]° y
don pablo s[eñore]s vivientes e pringipales desta giudad a quien conpete la
oposigion desto q[ue]s suyo y no de los de uruapa por que como es d[ic]ho los
susod[ic]hos como vasallos de los s[eñor]es pasados cuyo era el dho matiz le
acudian y reconoscian con las cosas de justicia" (ibíd.).
En vista de los argumentos usados por los de Urecho, se podría sugerir que la
escena 38 del lienzo se refiere al hecho que Don Antonio Huitzimengari, como
gobernador indígena de Michoacán y sucesor descendiente del cazonci uacúsecha,
dió una licencia a los de Jicalan para que estos pudieran seguir usando las minas
(para el cobre y matiz). Parece tratarse de una reconfirmación de los derechos que
ya tenían (véase los cuadros anteriores del lienzo) desde "tiempos inmemoriales".
Así se ha pintado tanto la legitimización prehispánica de los derechos a las minas
como la confirmación de estos derechos en la época colonial, cuando el centro del
poder uacúsecha había sido trasladado de Tzintzuntzan a Pátzcuaro, causando una

447
Todos los cuadros anteriores (1-37) del lienzo se refieren a la situación prehispánica.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 177

nueva situación política en la región.448 Otra posibilidad sería que los xiuhquilteca
(o los de Jicalan) han querido expresar que dieron su servicio a Don Antonio
Huitzimengari como sucesor del cazonci (así también referiéndose a la época
prehispánica y virreinal). Parece que tanto Urecho como Jicalan usaron el nombre
de Don Antonio para su causa.
Desafortunadamente no se conocen los resultados del pleito entre los pueblos
Uruapan, Urecho y Jicalan. Es muy probable que la documentación encontrada en
el AMP solamente constituye una muy pequeña parte de los documentos jurídicos
sobre estos problemas.449 Se ha mostrado que el Lienzo de Jucutácato ha sido
usado por la élite de Jicalan para defender las minas de cobre que ya dijeron haber
explotado desde hace mucho tiempo antes de la venida de los europeos. Esta lucha
era importante ya que los minerales de cobre no solamente eran muy deseados en la
época prehispánica sino también después de la conquista, cuando los europeos
empezaron a dedicarse a la explotación de ciertas minas en el sur del actual estado
de Michoacán.
J ic a l a n y l a m e t a l u r g ia e n M ic h o a c á n
Los artefactos de metal que fueron encontrados en varios sitios, han sido
generalmente interpretados como de manufactura "p’urhépecha". El término
"metalurgia tarasca" aún aparece en algunas publicaciones recientes para denominar
a todas las actividades metalúrgicas de los michoacanos prehispánicos (véase por
ejemplo Castro Leal 1986, Torres Montes y Franco Velázquez 1996). Esa visión
errónea se debe a la "p’urhepechización" de la arqueología michoacana que ya se ha
señalado en el capítulo I.450
Según Hosier (1988a, 1988b) la metalurgia originó en el occidente de México
alrededor de 800 d.C. Como lugares de origen se mencionan Amapa (Nayarit),
Tomatlan (Jalisco) y la región del Balsas en Michoacán (Hosier 1988a:215).
Basándose en un análisis químico de los artefactos de cobre del museo de
Guadalajara ella sugiere que hay dos fases importantes en la metalurgia del
occidente: una primera entre 800-1200/1300 d.C. caracterizada por la fabricación de
objetos simples de cobre (cascabeles, hachas, etcétera) y una segunda etapa, entre
1200/1300-1500, con grandes inovaciones en forma de uso de diferentes aleaciones

44l< Se ve que en los documentos pictográficos de Michoacán fue muy común dar la legitimización
prehispánica y colonial. Véase por ejemplo el Lienzo de Nahuatzen y los documentos de Carapan (parte
III).
449 El hallazgo de la parte perdida que debería incluir testimonios de indígenas y españoles de todas
las partes involucradas en el pleito, seguramente nos daría más datos al respecto.
4511 Según Schóndube Baumbach (1981:19) la metalurgia ha sido definida sobre todo en base a los
hallazgos de Tzintzuntzan, capital del cacicazgo uacúsecha posclásico. Véase también la discusión entre
Schóndube Baumbach y Castro Leal (en Schóndube 1981:23-27) sobre el uso de la metalurgia como
elemento típico de la "cultura tarasca".
178 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

que hacían posible la elaboración de otros objetos y la perfección de los artefactos


ya existentes (Hosier 1988a, 1988b).451 Del análisis de una gran cantidad de
objetos de cobre, Hosier ha concluido que hay una estrecha relación entre la técnica
de manufactura y el uso del objeto. Las aleaciones (cobre-estaño, cobre-arsénico,
cobre-arsénico-estaño, cobre-plata) fueron usadas para objetos fuertes, pequeños,
delgados y de formas muy finas como, por ejemplo, cascabeles y pinzas. Además de
ser usados para dar más dureza al material, también sirvieron para obtener
diversidad de colores (color de oro, plata). El cobre puro fue usado para objetos más
grandes y gruesos, sobre todo para cascabeles grandes y hachas, su uso limitaba la
diversidad de productos (ibid.).452 Hosier ha encontrado ambas fases en el sur de
Michoacán y norte de Guerrero (región del Balsas)(Hosler 1988a:214).
Arsandaux y Rivet (1921) fueron los primeros en sugerir que la metalurgia
había sido introducida a México desde América del Sur. Posteriormente sus
opiniones han sido copiadas y ampliadas por otros autores.453 Argumento
importante en esta teoría es que en América del Sur se han encontrado los restos más
antiguos de actividades metalúrgicas (ca. 1500 a.C.) mientras que en América del
Centro y México esas actividades parecen ser más recientes (800 d.C. en México).
Además, en ambas regiones se han usado técnicas similares (Hosier 1988b:834).
Hosier piensa que sus dos fases en la cronología de la metalurgia del occidente de
México representan dos períodos en el contacto entre América del Sur, América del
Centro y el occidente de la actual República Mexicana. Sugiere que hubo dos
inovaciones importantes en el occidente de México, ambas introducidas - por vía
marítima - desde el sur de las Américas; la introducción de las técnicas metalúrgicas
alrededor de 800 d.C. y la introducción de las aleaciones a principios del posclásico
(1200-1300 d.C.)(Hosler 1988a:215, 1988b).
La cronología parece ser el argumento más fuerte para sostener la teoría de la
introducción de la metalurgia desde América del Sur. Muchos de los otros
argumentos - similitudes en técnica metalúrgica y en forma y función de los objetos -
parecen ser arbitrarios. No se mencionarán todos los argumentos usados como
evidencia para la introducción de la metalurgia en México desde el sur de las
Américas (para una lista completa véase Hosier 1988b). Como ejemplo podemos
mencionar la observación que en ambas regiones la función del metal era sobre todo
para expresar estatus, jerarquía y poder, lo que no nos debe sorprender ya que
parece más bien ser un concepto panamericano (y universal). Lo mismo se puede

451 Se debe tomar en cuenta que se trata de resultados preliminarios. Además, la mayoría de los
objetos de metales del occidente no viene de una excavación arqueológica "controlada" sino de simple
robo o hallazgos no científicos.
452 Con la introducción de aleaciones se siguieran produciendo los objetos de cobre puro.
453 Véase West (1994) para un buen resumen de las investigaciones llevadas a cabo en cuanto a la
metalurgia en las Américas.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 179

decir de la asociación oro-sol y plata-luna (véase abajo) y de las técnicas empleadas.


No necesariamente en todos los casos se trata de invenciones e inovaciones
suramericanas.454 Resulta precipitado explicar todo en términos de difusionismo
sin, por lo menos, considerar la posibilidad de un desarollo metalúrgico local.
Estamos de acuerdo con Hosier (y otros autores) que posiblemente hubo
contactos entre la región actualmente conocida como México y areas de Centro y Sur
América. Los conocimientos metalúrgicos pueden haber sido difundidos - sobre todo
por medio de comercio - a Centro América y México. Sin embargo, falta la
evidencia directa para comprobar que hubo contactos por vía marítima entre América
del Sur y las costas de Oaxaca, Guerrero y Michoacán. El documento generalmente
usado para indicar tales contactos (véase por ejemplo Horcasitas de Barros 1981,
Hosier 1988b: 842) - una carta de Rodrigo de Albornoz escrita en 1525 - solamente
dice que desde el sur llegaron gentes a Zacatula (Guerrero), trayendo varias cosas
consigo, quienes después de unos meses regresaron a su tierra. Sin embargo, no se
especifica de donde vinieron, el término "sur" es muy vago.
Si hubo contactos, no parece que esos fueron llevados a cabo en forma de
expediciones comerciales que cubrieron enormes distancias, sería una
sobresimplificación del sistema comercial. Parece más probable que hubo una red
complicada de centros de comercio - en toda la región mexicana y centro y
suramericana - entre los cuales hubo contactos. Los objetos de metal pueden haber
llegado a México haciendo escalas y por medio de diferentes redes de comercio. No
solamente se debe pensar en contactos por vía marítima sino también en rutas
terrestres. Implicaría que la posible introducción de metalurgia en tierras mexicanas
fue un proceso más lento y no - como sugieren Hosier (1988a y b), Torres Montes
y Franco Velázquez (1996:74) - el simple traslado rápido de una a otra región.455

454 Una vez señalado que la metalurgia en América del Sur y América del Centro es más antigua que
la en México, todas las similitudes entre las regiones son explicadas en términos de inovaciones
procedentes de regiones al sur de México.
455 El análisis de la metalurgia mexicana por Torres Montes y Franco Velázquez (1996) contiene una
gran cantidad de suposiciones que carecen de una base fírme. Consideran que - aparte de la metalurgia -
las tumbas de tiro y (parte de) la cerámica tienen orígenes suramericanos. Además, usan como argumento
para comprobar su teoría la supuesta relación entre las lenguas quechua y p’urhépecha. Que las culturas
del occidente de México hayan copiado la iconografía andina (como supuestos ejemplos los autores
mencionan ranas, tortugas y otros objetos de metales) porque carecían de una gran estratificación social
y una iconografía propia con "marcadores de estatus" (ibíd.87), parece ser absurdo. Irrelevante es la
observación que la "vocación migratoria de Michoacán parece ser natural, no llegan desde Canadá cada
año las mariposas monarca?" (ibíd.88). Es Patricia Rieff Anawalt (1992) quien aporta similitudes en la
ropa y diseños decorativos entre el occidente de México y América del Sur como prueba adicional para
la teoría de contactos culturales entre ambas regiones. Estamos de acuerdo con la crítica formulada por
Perlstein Pollard (1993) quien dice que Anawalt ha juntado similitudes entre ambas regiones que
corresponden a distintas épocas y a diferentes subregiones del occidente mexicano. Más bien podrían ser
indicaciones de varios momentos de contacto y de influencia cultural (véase también los comentarios de
Anawalt 1993 como reacción a la crítica de Perlstein Pollard).
180 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

El desarollo de la metalurgia en México ha sido demasiado poco estudiado para


permitimos sacar conclusiones definitivas. Se necesita estudiar los artefactos de
metal no solamente en cuanto a su composición química sino sobre todo también en
su contexto arqueológico. Eso podría damos resultados más concretos en cuanto a la
metalurgia mexicana y sus posibles contactos con metalurgos en otras regiones hacia
el sur. Por el momento no podemos descartar la posibilidad que algunas de las
inovaciones en la metalurgia mexicana hayan sido locales y no implementadas desde
afuera.
Hemos sugerido que no resulta ser imposible que en el clásico tardío y posclási­
co temprano la región del Río Balsas tuvo contactos con o formó parte del señorío
tolteca. Diferentes cacicazgos en la región se dedicaron a la extracción de minerales
de cobre, plata y oro y a la fundición para la fabricación de ciertos productos -
utensilios y sobre todo una gran variedad de joyas para la élite.456 Aunque tal vez
una buena parte de los artefactos fue pagada como tributo, también hubo comercio
entre la zona de producción y otras regiones mexicanas como el centro (valle de
México) y sur (Guerrero, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala). En Oaxaca se ha encontrado
un gran número de hachas de cobre - por ejemplo en sitios como Mitla y Monte
Albán (véase Caso 1969:133) - mientras que hasta ahora no hay indicaciones donde
fueron producidas. Según las Relaciones Geográficas de Antequera (Oaxaca) las
hachas, "que solían dar en tributo en su gentilidad", fueron compradas en mercados
en diferentes pueblos de la región (RG de Guatulco [1579] en Acuña 1984 Tomo
1:196, RG de Tetiquipa y Cozauhtepec [1579-1580] en Tomo 11:182-183, 188).
Pueden haber sido comerciantes de la región del Balsas quienes llevaron esos objetos
de cobre a los mercados en Oaxaca.457 Tomando en cuenta que antes del posclásico
tardío no hay evidencia que los habitantes de la región de los lagos michoacanos
(sobre todo el lago de Pátzcuaro) hayan tenido influencia política en el sur, parece
que hubo comercio entre ambas regiones, posiblemente incluyendo el tráfico de
objetos de metal.458
Aunque queda por investigar si Xiuhquilan fue uno de los cacicazgos sujetos a
los centros toltecas del centro de México, por lo menos se trataba de un grupo
fuertemente "toltequizado". En el Lienzo de Jucutácato los xiuhquilteca - náhuatl
hablantes - claramente muestran que son de un linaje tolteca que vino del oriente y

456 Hay indicaciones (véase arriba) que en el clásico tardío y posclásico temprano ya hubo actividades
metalúrgicas en ese área.
457 Véase también Hosier y Macfarlane (1996) quienes analizaron (químicamente) artefactos de cobre
de diferentes zonas en México y concluyen que el occidente de México participó plenamente en el sistema
de comercio mesoamericano, produciendo y exportando objetos de cobre.
43s Llama la atención que los arqueólogos Piña Chán y Kuniaki Oi (1982) no parecen haber
encontrado metales en Tinganio (Tingambato, al este de Uruapan), sitio arqueológico habitado entre 450
y 900 d.C. ¿Podría indicar que la introducción de objetos de metales en la región del Lago de Pátzcuaro
no fue llevada a cabo antes del siglo X-XI?
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 181

centro de México para dedicarse a la metalurgia en Michoacán. Se ha visto como


ponen énfasis en su descendencia e identidad toltecas y han mostrado que las élites
posclásicas (tardías) de Tzintzuntzan eran chichimecas. Fueron los xiuhquilteca los
protagonistas de la metalurgia en la región; buscaban y explotaban minas en el sur,
sobre todo en la región del Balsas. Extendieron sus actividades también hacia la
región de Tepalcatepec - Motines del Oro. Tal vez los nombres mencionados en las
rutas mineras antiguamente - en el posclásico temprano - fueron centros con
poblaciones de náhuatl hablantes, posiblemente también de grupos toltequizados.459
Sobre todo llama la atención la relación entre los xiuhquilteca náhuatl hablantes y los
grupos de p’urhépecha y otomí hablantes de Cutzio-Tecomatlan (distrito de
Huetamo). La presencia de gran cantidad de topónimos p’urhépechas se debe
probablemente a la gran influencia de p’urhépecha hablantes en el sur de Michoacán
en el posclásico tardío y en la época colonial, es decir la "p’urhepechización" de la
región. Solamente se han mencionado pocos nombres en lengua náhuatl (es decir en
las rutas mineras); Xucupan, Tepulan, Metztlan, Tecumatlan, Xicaluahcan, Xucutlan
y Chunenco.460 El lienzo muestra que - antes de la gran expansión uacúsecha -
todos esos lugares (tanto los topónimos en lengua náhuatl como p’urhépecha) estaban
relacionados con el sitio de Xiuhquilan (Jicalan Viejo).
Evidencia adicional para postular la presencia de grupos toltequizados es
derivada de la probanza de Tetlama (AGN, Ramo de Tierras, Vol. 40, año
1577).461 De crucial importancia son los testimonios dados por algunos habitantes
ancianos de Michoacán (véase Carrasco 1969). Ya hemos visto la información
extensa dada por Philippe Quaze, habitante de la ciudad de Mechuacan (Pátzcuaro
en el aquel entonces) y de edad de 80 años. Según este testigo los habitantes de
Tetlama vinieron de la región de Veracruz y poblaron la Tierra Caliente de
Michoacán (Carrasco 1969:218). Los testigos Ambrosio Quezpal, Francisco
Chicauque, Francisco Xuna y Pablo Zomal, todos de la misma ciudad de Pátzcuaro
y más o menos de la misma edad (80 años), dieron la misma información.462 La
fundación de Tetlama data de muchos años antes de la incorporación del área por las
élites de Tzintzuntzan. Según Francisco Xuna:

459 No necesariamente hay que pensar en poblaciones con únicamente náhuatl hablantes sino más bien
en los llamados "pueblos compuestos" (véase el capítulo I para datos sobre su existencia en Michoacán).
4W1 También el sitio de Pantzinco - cerca del actual San Juan Nuevo Parangaricutiro y Angahuan -
puede haber sido un sitio de náhuatl hablantes, grupos toltequizados.
461 Es interesante observar que la RG de Tancítaro (1580) - escrita tres años después del inicio del
pleito - se refiere a la gente (náhuatl hablante) de Tetlama como "(...) grandes pleitistas y bulliciosos,
q[ue] desasosiegan la cabecera con pleitos, q[ue] no se osa tomar con ellos porque les temen grande­
mente" (Acuña 1987:297).
462 Tres de los testigos (Quezpal, Chicauque, Zomal) tienen apellido náhuatl.
182 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

"(los habitantes de Tetlama estaban poblados) mucho tiempo sin conoscer


ninguna subjeción de nadie porque en aquella comarca no avía otros indios sino
ellos y de ay a cierto tiempo vido este testigo que los dichos indios vinieron a
esta ciudad de Mechuacán y se subjetaron al gobernador y Cazonci que a la
sazón hera de esta tierra y él los recibió en amor y boluntad y los dexó en su
libertad en el dicho pueblo y les encargó la frontera de esta tierra por aquella
parte y asi les administrava justicia en todo lo que se les ofrecía y no tenía
ningún pueblo jurisdicción contra ellos, sino antes ellos estavan por cabezera
como lo an estado hasta el día de oy" (ibíd.220).
Phillipe Quaze y Francisco Xuna fecharon los eventos descritos en tiempos del
cazonci (ibíd.219, 220) o sea Tzintzicha Tangaxoan. Según Francisco Chizauque era
el padre del cazonci - Zuangua - quien recibió de paz a los Tetlamanenses (ibíd. 22­
1). El hecho de que el testigo Francisco Xuna - en 1577 tenía 80 años de edad - dijo
haber visto que la gente de Tetlama vino a Tzintzuntzan para ofrecerse como
vasallos del "cazonci", confirma que actualmente debe tratarse de Zuangua o
Tzintzicha Tangaxoan. Significaría que Tetlama ha sido "autónomo" (por lo menos
independiente de Tzintzuntzan) hasta principios del siglo XVI.
Parece que - como Xiuhquilan - Tetlama estaba relacionado con actividades
metalúrgicas ya que se encuentra en la región generalmente conocida como Motines
del Oro.463 Zuangua mandó su gente al pueblo, recién incorporado como vasallo
de Tzintzuntzan, para extraer minerales de oro, posiblemente de los muchos ríos que
hay en el área. El testigo Phillipe Quaze era capitán de una de esas expediciones:
"(...) este testigo fue al dicho pueblo de Tetlaman con esclavos a rescatar por
oro y los dichos indios de Tletlaman le dixeron cómo se avían concertado con
el gobernador y subjetádose a él, porque lo querían tener por señor y quando
en el dicho pueblo succedía alguna cosa, el Cazonci embiava un juez para que
los pusiese en paz y hiziese justicia como a sus subjetos (...)" (ibíd.219).
La existencia de minas de cobre en el distrito de Tepalcatepeque es mencionada en
la información sobre la minería recopilada por Vasco de Quiroga (Warren 1989b:-
39), aunque no se mencionan sitios específicos.
Carrasco fue el primero en notar que tanto el lienzo como el documento de
Tetlama hablan sobre una migración de Veracruz a Michoacán y además señaló que
el topónimo Tetlama no aparece en el lienzo (ibíd.215). Por el análisis del lienzo y
una comparación más profunda con el documento descubierto por Carrasco,
podemos decir que ambos documentos proceden de una misma tradición
historiográfica. La probanza de Tetlama se refiere a una migración similar a la

463 Además Tepalcatepec y sus sujetos eran producentes y comerciantes de jicaras (RG de ) que
tributaban al cazonci uacúsecha antes de la conquista (RG de Tlapalcatepeque, Acuña 1987:299).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 183

pintada en los primeros cuadros del Lienzo de Jucutácato (lienzo de


Xiuhquilan/Jicalan) aunque ese último documento contiene información más
detallada. Posiblemente existió también un lienzo de Tetlama aunque hasta ahora no
ha sido encontrado. Tanto del lienzo como de la probanza de Tetlama se deriva que
grupos toltecaizados de la región de Veracruz-Puebla fundaron pueblos en la Tierra
Caliente de Michoacán: Xiuhquilan, Tetlama, y Atipaqui ("Taquazcaro").464 No
necesariamente ambos documentos se refieren a la misma migración, no hay que
excluir la posibilidad de que hubo más migraciones de linajes pequeños hacia
Michoacán en el posclásico. Aunque el Lienzo de Jucutácato parece referirse
únicamente a la fundación de Xiuhquilan, otros lugares mencionados en el lienzo y
ubicados en el actual Michoacán pueden haber sido fundados por grupos relacionados
a los xiuhquilteca, aticpacteca y tetlamanteca.465 Uno de estos lugares pudo haber
sido Amatlan, donde también vivían náhuatl hablantes que se dedicaban a la
metalurgia (como consta del proceso contra Pedro de Arrellano, AGI, Justicia,
Leg. 187, Número 1, Ramo 2, publicado en Boehm de Lameiras 1994:386).
Tanto el lienzo como la Probanza de Tetlama parecen coincidir en el hecho de
que respectivamente los tetlamanteca y xiuhquilteca no fueron conquistados por la
élite uacúsecha del Lago de Pátzcuaro sino que voluntariamente ofrecieron ser sus
aliados, poco tiempo antes de la conquista española. Mientras que los primeros
llegaron a ser aliados - o vasallos - de la élite de Tzintzuntzan (de Zuangua o de
Tzintzicha Tangaxoan), los xiuhquilteca se relacionaron con Tucuruan, señor de
Ihuatzio-Coyoacan, probablemente en las últimas decadas del siglo XV o a principios

464 El topónimo Atipaqui parece estar derivado del náhuatl Aticpac que significa "sobre el agua” o
"encima del agua". Muy probablemente se trata del nombre dado y usado por la población náhuatl
hablante. La gente de habla p’urhépecha usaba el topónimo "Taquazcaro" o más bien Tacáscuaro (debe
haberse tratado de un pueblo compuesto). La probanza de Tetlama (mediados del siglo XVI) es la única
fuente (y es la más antigua) que nos indica la antigüedad de una población náhuatl hablante en esta región
de Periban y Tingüindin (al noroeste de Uruapan). A fines del siglo XVI - en las Relaciones Geográficas
(1579-1581) - (ya) no se menciona a la población de Aticpac o Atipaqui sino solamente se habla sobre
Tacáscuaro. Según esta fuente en toda la región se hablaba el p’urhépecha (obviamente el náhuatl ya había
desaparecido). Hay indicaciones que la región fue colonizada por grupos de p’urhépecha hablantes -
aliados del cazonci uacúsecha - a fines del siglo XV y principios del siglo XVI (Acuña 1987:425, 430)
para controlar a la población ya presente (de náhua y probablemente también p’urhépecha hablantes). La
población de Tingüindin (también llamado Chocandiran), Tacáscuaro (Aticpac) fue uno de sus sujetos,
tributaba al cazonci "(...) oro y plata y cobre, y, los mercaderes que había, le tributaban piedras de
mucho valor y precio" (ibíd.324). Resulta que por lo menos una parte de la población se dedicaba
precisamente a la extracción y comercio de varios tipos de metales preciosos. Las zonas de Tamazula
(plata), Balsas (cobre y plata) y Motines (oro) quedan relativamente cercas. De esta información consta
la relación entre los atipacteca y la metalurgia. Concuerda esta información con los datos del Lienzo de
Jucutácato donde claramente vemos esta relación entre un grupo de náhuatl hablantes toltequizados y este
tipo de actividades.
4f’5 Tomando en cuenta que hubo una tradición historiográfica especial (toltequizada) entre los grupos
de náhuatl hablantes en el sur de Michoacán, es probable que hubo más documentos parecidos al Lienzo
de Jucutácato.
184 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

del siglo XVI.466 En ambos casos significa el principio de una relación tributera.
Muestra que tanto Tzintzuntzan como Ihuatzio tuvieron acceso directo a los
productos metalúrgicos de la Tierra Caliente. Además, es otra indicación que la
imagen de la élite tzintzuntzeña como gobernadores únicos todopoderosos en el
actual estado de Michoacán, parece haber sido basado sobre todo en la RM y otros
documentos elaborados por el dicho grupo de nobles uacúsecha.
En el primer- capítulo del presente trabajo se ha visto como la política
expansionista de la élite uacúsecha del centro de Michoacán hacia la tierra caliente
tuvo que ver con la gran riqueza natural de esa región. Era importante controlar la
zona de producción y protegerla contra otros cacicazgos que igualmente tenían
interés en incorporarla (véase por ejemplo los mexica). El Lienzo de Jucutácato, la
Probanza de Tetlama y las Relaciones Geográficas del siglo XVI indican que ese
control fue obtenido relativamente tarde, a fines del siglo XV. Se sabe que un siglo
antes de la conquista aumentó considerablemente la cantidad de metales traídos a la
región del lago de Pátzcuaro (Perlstein Pollard 1994b: 195467). Antes del siglo XV
el centro de Michoacán probablemente recibía los metales a través de comercio o
expediciones militares (ocasionales). Cuando lograron controlar las regiones de
producción, las élites del centro podían obtener los productos más fácilmente y en
mayor cantidad. Dependían de las actividades metalúrgicas de los habitantes de la
región - quienes les pagaban tributo (en forma de los metales) - pero además
instalaron minas directamente controladas por el cacique de Tzintzuntzan, como las
de La Huacana, Churumuco y Cutzio (AGI, Ramo Indiferente General, legajo 1204).
Muy probablemente no se trataba de minas nuevas sino de algunas ya existentes y
trabajadas por habitantes locales, tanto La Huacana y Churumuco como Cutzio
aparecen en las rutas mineras de los xiuhquilteca (véase arriba el análisis del lienzo).
Otros metales fueron traídos al centro de Michoacán por medio del comercio
(Perlstein Pollard 1994b: 191). A pesar del pago de tributo, los mineros de la Tierra
Caliente deben haber continuado su red de comercio con otras regiones mexicanas.
En el último siglo antes de la llegada de los españoles, las élites del Lago de
Pátzcuaro obtuvieron acceso directo a los metales en la región del Balsas (y otras
regiones como sobre todo Motines y Tamazula). Ya existía una tradición metalúrgica
durante siglos, según el Lienzo de Jucutácato dominada por gente toltequizada y
náhuatl hablante. Aunque la metalurgia debe haber permanecido sobre todo asunto
de los especialistas de la Tierra Caliente, las élites de Tzintzuntzan y centros

4fifi Como hemos visto lo anterior está basado en la identificación de Tucuruan como señor de
Ihuatzio.
4fi7 La primera parte de ese trabajo, "La economía política en la metalurgia tarasca prehispánica" es
la traducción de un artículo anteriormente publicado en inglés (1987).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 185

relacionados no solamente la adoptaron sino además incluyeron elementos de su


propia cultura:
"(...) la metalurgia tarasca resultó tanto de una tradición regional establecida,
como de la pericia de artesanos de otras nacionalidades puesta al servicio del
Estado. También es evidente que la dinastía central, en el proceso de definir
una cultura de élite propia, hubiese brindado incentivos para la creación de
productos que se distinguieran como tarascos" (Perlstein Pollard 1994b:-
189).468
Llama la atención que muchos de los especialistas en metalurgia que a principios del
siglo XVI ayudaron a Pedro de Arrellano (clandestinamente) fundir varios objetos de
metales preciosos (en los años ’20 del siglo XVI), son gente de apellido náhuatl que
vienen del sur de Michoacán; Tomas Tengo, Juan Chalchemungu, Francisco
Uyzyhile, Francisco Quezpal y Pedro Tlatlo (AGI, Justicia, Leg. 187, Número 1,
Ramo 2, véase Boehm de Lameiras 1994:337-441). Del proceso contra el
mencionado español consta también que los especialistas se dedicaban a la metalurgia
en general y trabajaban tanto cobre y plata como oro. Debemos tomar en cuenta que
las técnicas para trabajar estos metales eran básicamente las mismas y además los
diferentes minerales muchas veces fueron hallados juntos en un determinado sitio
(por ejemplo oro y cobre en Coyuca).
La mayor información sobre la función de los metales en el Michoacán prehisp­
ánico viene de la RM y se refiere a Tzintzuntzan. Los objetos de cobre, oro, plata
y de diferentes aleaciones sobre todo beneficiaron a las élites. Son los caciques y los
sacerdotes supremos quienes usan joyas de metales preciosos: rodelas, brazaletes,
pinzas, cascabeles, pectorales, orejeras, bezotes, guirnaldas, etcétera (véase la RM
y los estudios de Hosier 1986, 1988a y b, Perlstein Pollard 1994b). Las joyas de los
caciques sujetos al señor de Tzintzuntzan por ejemplo, servían como insignias del
poder (otorgado por el cacique supremo). Cuando uno de los caciques sujetos murió,
sus familiares traían las joyas a Tzintzuntzan. El cazonci eligía el sucesor:
"Y mandábale dar entonces el cazonci otro bezote nuevo de oro y orejeras y
brazaletes y decíale: Toma esto por insinia de honra que traigas contigo" (RM
1956:203).469

4611 Sin embargo, de nuevo hay que poner énfasis en el hecho de que eso fue un desarrollo
relativamente tardío, de poco antes de la conquista.
469 Tenía el cazonci un diputado especial Oefe de otras personas) para guardar y sacar la cuenta de
su "tesoro" de metales (ibíd. 176) y funcionarios especiales para guardar todas sus joyas personales
(ibíd. 178).
186 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

Es importante señalar la estrecha relación entre los dioses y los metales preciosos
como consta de la RM, por ejemplo de la descripción del "tesoro" del cazonci:
"Tenia pues el cazonci, de sus antepasados, mucho oro e plata en joyas de
rodelas y brazaletes, y medias lunas, y bezotes y orejeras, que tenía para sus
fiestas y areitos. E inquirióse de los que lo guardaban, qué tanta cantidad sería,
y dellos dijeron, y otros aun no han dicho, tenía en su casa cuarenta arcas,
veinte de oro y veinte de plata, que llamaban chuperi, dedicado para las fiestas
de sus dioses. Mucha cosa debía de ser. Tenía ansi mismo joyas suyas en su
casa, en otra parte, llamada Ychechenirenba, en gran cantidad; tenía ansi
mismo, en una isla de la laguna llamada Apupato, diez arcas de plata fina en
rodelas; en cada arca docientas rodelas y mitras para los cativos que
sacrificaban, y mil e seiscientos plumajes verdes Curicaueri, otros tantos la
diosa Xarátanga, y otro su hijo Manouapa, y cuarenta jubones de pluma rica,
y cuarenta de pluma de papagayos. Estos habían puesto allí sus bisagüelos del
cazonci. Tenía ansi mismo en otra casa, otras diez arcas de rodelas; en cada
arca doscientas rodelas, que no era muy fina la plata, y habíala puesto allí su
padre del cazonci muerto llamado Zuangua; y cuatro mil e setecientos plumajes
verdes, y cinco jubones de aquella pluma rica llamada chatani, y cinco de
papagayos. En otra isla llamada Xanecho tenía ocho arcas de rodelas de plata,
y mitras llamadas angáruti, plata fina: cada docientas rodelas en cada arca y
mitras de plata, y unas como tortas redondas llamadas curinda cuatrocientas, y
esta plata había puesto allí su padre llamado Zuangua, dedicadas a la luna. Ansi
mismo tenía otra isla llamada Pacandan, cuatro arcas de rodelas de plata fina,
cada cien rodelas en cada arca, y veinte rodelas de oro fino que estaban
repartidas en aquellas arcas: en cada arca, cinco. Estaban allí sus guardas y de
padres a hijos venía por su subcesion guardar este tesoro. Y hacían sementeras
y ofrescíanlas a aquella plata y había un tesorero mayor sobre todo. Así mismo
tenía en otra isla llamada Urandeni otro tesoro de oro en joyas. No me han
dicho el número que era. En la misma isla de Apúpato tenía otro tesoro de
plata" (RM 1956:257).470
El color del oro representaba al sol - o sea el dios Curicaueri - mientras que el color
de la plata representaba a la luna - es decir la diosa Xaratanga:
"Y venieron todos los que andaban huyendo con las joyas, y plumajes, y oro,
y plata y presentaronselo todo, y pusiéronlo todo en orden, y viendo aquel oro
amarillo y la plata blanca, dijo Hiripan: "Mira, hermanos, que esto amarillo
debe ser estiércol del sol que echa de si; y aquel metal blanco estiércol de la
luna, que echa de si, y todos estos plumajes que están aqui verdes y penachos
blancos, y plumajes colorados ¿como conoscemos esto? Como quien dice, no

470 Al dios del lucero Urendecuauecara llamaban "manaña de oro" (RM p.187).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 187

lo conoscemos, ni sabemos que es esto. Es lo que la gente llevaba huyendo y


hanlo traído a Curicaueri. Esto es lo que le dijeron sus padres en el cielo, que
el quitase a todos, todas las joyas, y que las tuviese el solo. La piedra recia,
que es la padra, y las piedras preciosas y mantas, que todo esto el solo lo ha de
tener; llevadlo todo. Helo aqui donde os lo he puesto. More todo esto con
Curicaueri y Xaratanga" (RM p.152, véase también p. 198).471
Visto lo anterior, podríamos decir que las joyas de los caciques no solamente eran
expresión del poder político sino al mismo tiempo del poder religioso (ambos
estrechamente relacionados, véase también la parte III del presente estudio).
Aparte de las joyas tenían otros objetos no decorativos de metal. Aunque
generalmente usaban como armas a porras de madera con piedra, flechas y navajas
de obsidiana, también tenían macanas con puntas de cobre (ibíd. 192).472 Lo más
conocido son las hachas. Aunque esas fueron usadas para cortar leña - actividad
importante en el Michoacán prehispánico473 - otras parecen haber servido como
materia prima para la elaboración de otros productos. La hacha tenía una forma que
facilitaba su transporte, además era fácil de refundirla para la fabricación de otros
objetos. Según la RM, Tariacuri ordenó a algunos súbditos:
"Tomad una carga de hachas de cobre bañado muy amarillo, y llevadlo a
Urendequabecara, dios de Curinguaro, para que destas hachas le haga
cascabeles para sus atavíos (...)" (ibíd.83).
Probablemente esas hachas son las que según la misma fuente fueron entregadas a
los caciques de Tzintzuntzan como regalos y tributo (ibíd.228). Probablemente no se
trataba solamente de las llamadas hachuelas o hachas-monedas, encontradas en el
occidente de México, Guerrero y Oaxaca, las cuales servían como moneda
indígena.474 Hachas comunes pueden haber sido re-usadas para la elaboración de
otros objetos después de haber perdido sus calidades como utensilios.

471 Además de mostrar la función religiosa de los metales, esa cita también indica que la expansión
de la élite uacúsecha tuvo mucho que ver con la obtención de metales preciosos. De las observaciones de
Hiripan se deriva que los metales fueron considerados como productos exóticos.
472 Una macana con punto de cobre fue encontrada a principios del siglo XIX (1804) en terreno de
Bellas Fuentes y era parte de la colección de Benito María de Moxó: "Es una macana de cobre muy fino
y terso, que suspendida de una hebra da un sonido delicioso al choque de algún cuerpo duro" (Moxó
1837:286).
473 Traer leña para los templos de los dioses (para los fogones) - usando la hacha - era una obligación
de los caciques (véase por ejemplo la RM:156). Es posible que la hacha haya sido un objeto de cobre (o
aleaciones de metales) que indicaba el poder y estatus. Véase, por ejemplo, los caciques indígenas con sus
hachas de cobre como indicadores de su poder en el códice de Veinte Mazorcas (Guerrero).
474 Para un excelente estudio de las hachuelas véase Hosier (1986) y Hosier, Lechtman y Holm
(1990).
188 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

Aunque generalmente se menciona a los metales como productos usados por las
élites y sobre todo de valor ritual, hemos podido ver como el lienzo muestra que
existieron utensilios de metales (en ese caso de cobre o de aleaciones) usados en la
agricultura: la coa (tarequa en p’urhépecha) y la azada (tecatzequa en p’urhé­
pecha).475 En 1533 Antonio de Oliver observa sobre el cobre que:
"los naturales labran con ello y lo tienen por metal para hacer sus herramientas
muy provechoso para cortar y labrar sus sementeras" (Warren 1989b:36).
Es posible que en la Tierra Caliente esos utensilios han sido usados más comúnmente
que en la zona del Lago de Pátzcuaro. Aunque las fuentes étnohistóricas
generalmente hablan sobre el pago de tributo al cazonci en forma de hachas, el
lienzo muestra que el tributo fue pagado además en otros objetos de metales. Parece
probable que también en el centro de Michoacán han sido usados en la agricultura y
como materia prima para la elaboración de otros productos.476
Los minerales también servían como pintura natural. El lienzo y el documento
de 1565 (pleito entre Jicalan, Urecho y Uruapan) muestran que los xiuhquilteca - ya
en la época prehispánica - se dedicaban a la elaboración de jicaras que pintaban con
pinturas naturales hechas de minerales.477 Los cronistas de la época virreinal
elogian la calidad de esa pintura indígena:
"La pintura de Periban, hasta hoy no imitada se inventó en esta Provincia; y
fuera de ser tan vistosa, el barniz es tan valiente que á porfía se deja vencer del
tiempo, con la misma pieza en que esta pegado, porque siendo natural en todos
los colores marchitarse con el uso, perderse y despegarse con las aguas
calientes, con los golpes y trasiegos, este de Michoacan no se rinde ni marchita
con el tiempo, sino que se hace tan de una pasta con la madera ó vaso que dura
lo mismo que él" (Rea [1643] 1882:40, véase también Escobar [1729] 1970:50
y Beaumont [ca. 1778-1780] 1985 Tomo 11:56).
Además lo comparaban con la pintura conocida de España:
"No necesitaron de maestros para aprender a tintoreros, que hasta hoy no
igualan los tintes de España que con granas se dan, a los que ellos hacen con
yerbas y tierras; el color negro con que dan los maques, hasta ahora no han
podido imitarlo los españoles, y no es más que una poca de tierra en polvo que

475 No se han pintado hachas en el Lienzo de Jucutácato.


476 Tampoco podemos descartar la posibilidad que los xiuhquilteca - como toltecas o sea maestros de
artes - quisieron mostrar que fueron los inventores de utensilios de metales para la agricultura y que
introdujeron los mismos en la región del Lago de Pátzcuaro.
477 Se sabe por ejemplo que los carbonates de cobre malachite y azurito producen un color respecti­
vamente verde y azul (véase Hodges 1989:156-161).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 189

sobre un aceite que ellos hacen espolvorean, tan fino, que dejan atrás al ébano,
y no le iguala el más primo azabache de la Europa; es tan terso, que siendo
sumamente negro, vuelve como si fuera espejo cristalino el objeto que se le
propone. Por la mayor parte de la pintura no igualan a los Europeos, empero
los que han aprendido en México, pueden tomar paleta en los obradores de
Apeles. No se esmeran en las obras; porque saben no se las han de pagar, y así
obran como que no han de tener la paga que merecen; ellos por sí tienen sus
pinturas y aceites con que manchan sus bateas, jicaras primorosas, llamadas de
Peribán; las cuales no contentas con ser de toda la Nueva España solicitadas
por lo curioso, pasan a ser celebradas a España (...)" (Escobar 1970:109-110).
En el transcurso del tiempo se ha perdido ese arte en muchos pueblos de la región
de Uruapan pero ha sobrevivido en la ciudad de Uruapan.478 Parece que en Jicalan,
Periban y Urecho por ejemplo, ya dejaron de pintar jicaras antes del año de 1822
(véase Martínez de Lejarza [1822] 1974:141).479
Según León (1984:22-24), quien a principios del presente siglo recibió
información tanto de varios maestros pintores de Uruapan como de sus propias
observaciones, la elaboración de la pintura consistía en mezclar algunos ingredientes
básicos; aje, aceite de chía y la tepútzuta. Del aje, un gusano, se obtuvo un tipo de
grasa (llamada tzipiatz), después de hervirlo en agua. El aceite era de las semillas de
varias plantas como labiadas (salvia chian) o chicalotes (argemona mexicana),
también se usa linaza. La tepútzuta es el mineral conocido como dolomía, lo
pulverizaban hasta obtener un polvo muy fino.480 La mezcla de los tres se llamaba
sisa. Enseguida se aplicaba la sisa al objeto (jicara o madera) y después se ponía
encima un polvo fino que le da el color deseado. Se volvía a repetir lo anterior (sisa
y polvo de color) las veces necesarias y se terminaba esa parte del proceso con una
pequeña cantidad de aceite con gotas de tzipiatz. Secado el objeto, era pulido con un
lienzo. Después de la primera parte del proceso - el maquear - se hacía la
incrustación de los colores:

478 Por ejemplo, hay varias familias trabajando el maque en el barrio de San Pedro.
479 En 1822, los habitantes de Urecho se dedicaron (entre otras actividades) al comercio de añil
(ibíd.96). Señala Martínez de Lejarza que, en el mismo año, la industria de las pinturas de Uruapan estaba
casi muerta pero que comenzaba a alentarse (ibíd. 140). Posteriormente hubo varias crisis debidos a un
gran número de factores políticos, sociales y económicos (véase por ejemplo "Los Esmaltes de Uruapan"
de Francisco de P. León [1922] 1984). Hoy en día el arte principalmente depende del turismo, tanto
nacional como extranjero, lo que ha influenciado considerablemente el diseño de los objetos, el uso de
colores (pinturas químicas) y motivos.
48U En el diccionario del p’urhépecha moderno (siglo XX) encontramos la palabra "tepúshuta" como
"tierra blanca" (Velásquez Gallardo 1988:198). En los diccionarios del siglo XVI sin embargo, no aparece
esta palabra pero sí aparecen "hapupata, viras, tzacapu vrapeti" como "tierra blanca" (DG 1991 Tomo
1:673). Llama la atención que el término "tzacapu urapeti" significa "piedra blanca" (y no "tierra
blanca"). ¿Existe una relación entre la palabra "tepútzuta" o "tepúshuta" y el náhuatl "tepoztli" ("cobre")?
190 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

"Para ello se rayan las figuras con un punzón de punta fina y acerada; después,
con un instrumento bien afilado se raspa el maque, hasta descubrir la madera.
En el hueco que queda, se vuelve a poner sisa mezclada con el color y así se
procede en todo lo demás. Cada color requiere esta operación y no se pueden
aplicar a la vez dos colores distintos, siendo necesario también dejar que cada
uno de ellos se seque antes de aplicar otro. Para este fin se deja por varios días
el objeto pintado a la sombra y al aire libre. Terminada la ornamentación y
bien secos los colores se frota todo el objeto con algodones y, de vez en
cuando, se le unta una pequeña cantidad de la mezcla de la grasa de axe con
aceite. Toda la operación para esta pintura exige, cuando menos, unos 20 días,
sin tener en cuenta la ejecución de los dibujos" (ibíd.24).
El resultado del proceso es "(...) una pintura tersa, brillante y que con el tiempo se
petrifica y endurece como el hierro; el acero con trabajo la raya" (ibíd.28). Todos
los materiales necesarios para esa forma de pintura, fueron encontrados en los
alrededores de Uruapan. El aje vino de los montes de Parácuaro, el aceite de
chicalote de Tingambato. Para los colores disponían, por ejemplo, de la igüetacua,
tierra de color amarillento, y de tierra negra sacada del fondo de una laguna
(ibíd.25). El mineral tepútzuta - además de ser ingrediente de la sisa - servía para
obtener un color blanco. A fines del siglo pasado los uruapenses lo obtenían de
Charapendo y Jicalan Viejo (el Xiuhquilan del Lienzo de Jucutácato) donde lo hubo
en grandes cantidades (ibíd.22-23). Probablemente los jicaleños o xiuhquilteca
quienes - como hemos podido ver - en 1565 trataban de defender sus "minas de
matiz" (para pintar jicaras) contra invasiones de otros pueblos de jicareros, se
refieren específicamente a minas de la tepútzuta (y posiblemente de tierras
colorantes).481
Cuando los españoles llegaron a Michoacán, rápidamente se dieron cuenta de
la enorme riqueza de objetos de metales que tenían las élites de la región (véase
sobre todo Warren 1989a).482 Mostraron su interés especialmente en los de oro y
plata ya que eran de mayor valor para los europeos. Según la RM (p.258), el
conquistador Cristóbal de Olid supo del "tesoro" en la casa del cazonci y lo confiscó
para mandarlo a Cortés en Coyoacan:
"Sabiendo Cristóbal de Oli de aquellas arcas, hízolas sacar fuera, y lleváronlas
a las casas de los papas, donde ellos posaban, y abriéronlas y empezaron a
escoger las rodelas más finas; y las que no eran tanto, poníanlas en otra parte,

4M La palabra "matiz" usada en el pleito de 1565 se refiere a una combinación de colores mezclados
agradablemente en las pinturas y no a un color o material específico (véase el diccionario etimológico de
Corominas y Pascual 1980 y el diccionario medieval de Alonso 1986).
4X2 Los primeros españoles en la región recibieron joyas de oro ya que - al principio - el cazonci
pensaba que eran "dioses del cielo" y por lo tanto merecían ser vestidos como tales (RM p.246).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 191

y partíanlas por medio con las espadas, y pusiéronlas en unas mantas y hicieron
doscientas cargas dellas, y mandó el capitán Cristóbal de Oli a don Pedro, que
llevase todo aquel oro y plata a México al gobernador, el señor Marqués del
Valle" (RM p.258).
Continuamente los españoles presionaban a la élite indígena - sobre todo al cazonci -
para juntar más metales valiosos (ibíd. 260).483 Supieron de la existencia de cobre
en la región. En la lámina XLIV de la RM (1956:251) por ejemplo, se ve como
Tzintzicha manda algunos tamemes, cargadas con una gran variedad de productos,
a Hernán Cortés. Entre estos "regalos" se encuentran dos cargas de hachas de cobre
(con mango de madera).484 Además, los españoles - como usaron aliados indígenas
en su conquista de otras partes del actual México - pidieron al cazonci de darles
"muchas flechas y rodelas y veinte arcos con sus casquillas de cobre (...)" (RM
p.268). Para la conquista de Jalisco el cazonci mandó hacer:
"(...) cuatrocientos arcos, y doscientas flechas de casquillos de metal, hachas
y mucho número de las otras de cobre" (ibíd. p.272).
Además, los españoles necesitaban cobre para la fabricación de cañones (Barrett
1981a: 1, Horcasitas de Barros 1981:76), el metal era bastante importante para la
campaña militar española. Después del robo, el botín de guerra, sobre todo el
sistema tributario aseguraba la cantidad de cobre que los españoles necesitaban.
Hasta fines del siglo XVI la metalurgia de cobre en Michoacán estaba
principalmente en manos de los indígenas (Barrett 1981a:8, 1987:103). Del informe
sobre las minas de cobre en Michoacán, realizado en 1533 por Vasco de Quiroga,
oidor de la Segunda Audiencia (en Warren 1989b),485 consta que los indígenas se
quedaron en posesión de ciertas minas de cobre y que, además de pagar cierta
cantidad de cobre como tributo a los españoles,486 hacían utensilios para la

‘N'-1 Don Pedro Cuiniharangari dijo al compilador de la RM que en tiempo de la venida de Ñuño de
Guzmán como presidente de la Audiencia, Cortés todavía mandó trasladar otra cantidad de metales
valiosos de Michoacán a Coyoacán (ibíd.268). En varias ocasiones Ñuño de Guzmán - como Olid y
Cortés habían hecho antes - pidió al cazonci más oro y plata (ibíd. 269, 270, 271, 273, 274, 275). Según
la RM (p. 151) los españoles hasta excavaron las cenizas del cacique Tariacuri para robar el mucho oro
que había sido sepultado en el mismo sitio. Para un análisis muy detallado del robo de los "tesoros" véase
Warren (1989a, sobre todo pp. 187-212).
484 Los típicos tamemes o cargadores con su cacaxtli (escalerillas de tablas para llevar algo a cuestas)
han sobrevivido en la región hasta mediados del siglo pasado.
485 Esa fuente es de gran importancia para el entendimiento de la metalurgia prehispánica y temprano
colonial aunque debemos realizamos que tanto los testigos españoles (encomenderos en la zona minera)
como indígenas (caciques fundidores) probablemente no dieron toda la información que tenían ya que la
investigación de Quiroga pudo afectar sus intereses (véase también Barrett 1981a:3).
486 Para el sistema tributario y la estrecha relación entre las encomiendas y la minería en Michoacán
véase Warren (1989a:213-321) y Paredes Martínez (1984).
192 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

agricultura, para su propio uso y para el comercio. Posiblemente fue una de las
fuentes de ingreso de los caciques en las zonas mineras.487 Según Hosier (1996) el
cobre del occidente de México fue llevado a muchas regiones en el centro, sur y este
del país (Veracruz, Oaxaca, Yucatan, etcétera).
Aunque sabemos que a principios del siglo hubo competencia entre
encomenderos sobre el acceso al tributo minero (Warren 1989b), no logramos
encontrar la razón directa que causó el pleito entre Urecho, Uruapan y Jicalan en
1565. No se han encontrado antecedentes de este pleito cuyo resultado tampoco
queda claro por haberse perdido la documentación, aunque parece muy probable que
duró por lo menos algunos años. Aunque, a primera vista, parece haber sido una
lucha entre varios nobles indígenas para obtener o mantener el acceso a yacimientos
de cal y minas de matiz y cobre, los mineros españoles también eran una amenaza
muy seria. En los mismos años sesenta del siglo XVI, algunos mineros reclamaron
minas en sitios que según el Lienzo de Jucutácato habían sido descubiertos por los
xiuhquilteca. En 1566 por ejemplo, Francisco Alemán registró, en nombre de Pedro
Vazquez, algunas minas en Contenbaro, el Condembaro (cuadro 27) reclamado por
los xiuhquilteca.488 Además de indicar claramente al alcalde que eran despobladas
(justificación para poder reclamarlas), Alemán indicó su posición frente a minas de
otros españoles como Joan Fernandez, Mateo Gutierrez y Juan Pantoja (AMP, Caja
131.3, 2 ff., año 1566). En 1568 Mateo Gutierrez - en nombre de Juan Fernandez
Madaleno y el licenciado Pedro de Villafranca - registró minas en Huisto, lugar
también indicado por los xiuhquilteca en su lienzo (cuadro 32). Tal vez en los años
sesenta del siglo XVI hubo un aumento en las actividades mineras en el sur de
Michoacán, lo que causó una fuerte competencia entre los mineros (indígenas y
españoles).489 El Lienzo de Jucutácato no solamente ha servido para demostrar la
antigüedad de Jicalan-Xiuhquilan como centro minero sino, además, era un mapa
indicando los lugares que antes pertenecieron al mencionado pueblo - así
constituyendo al mismo tiempo un "título de minas".
Llama la atención que en las investigaciones sobre la minería de cobre en la
época colonial (Barrett 1981a, 1981b, 1987, Horcasitas de Barro 1981), Jicalan
Viejo (Xiuhquilan) no aparece como centro minero significativo. Aunque - como

487 Véase por ejemplo las hachas de cobre (hachas-monedas) que en la época colonial fueron vendidas
en mercados oaxaqueños.
4(18 Indica la abundancia de minerales en los alrededores de Condembaro. Posteriormente hubo otros
registros de minas en el mismo lugar (véase por ejemplo AMP, 131.96, 1 f., año 1602).
489 En 1526 (confirmado en 1568) la Corona decretó una ley permitiendo a tanto españoles como
indígenas descubrir y beneficiar las minas (de oro, plata y otros metales). Las minas debían ser registradas
ante las autoridades (Recopilación de Leyes de los Reinos de las Indias, 1841, Tomo 1:138). Posiblemente
hubo problemas, ya que en 1551 (confirmado en 1563 y 1575) se decretó otra ley agregando que los
indígenas podían poseer y trabajar las minas para su propio aprovechamiento y pago de tributos, sin
intervención de españoles ni caciques indígenas (ibíd. 140).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 193

vimos arriba - el Lienzo de Jucutácato y el pleito de 1565 ya indican que Jicalan


estaba estrechamente relacionado con la metalurgia (ya desde la época prehispánica),
hay otras indicaciones que muestran su importante papel en la producción de cobre.
En 1590 ya hubo una fundición real (de la Corona) en el pueblo (aparte de
fundiciones reales en otros pueblos, véase los estudios de Barrett). En el mismo año
Roque de Olivera fue nombrado como funcionario especial para supervisar la
fundición de Jicalan (AMP, Caja 132, Legajo 1, Exp. 101, Años 1599-1600,
f.s/n).490 Es importante señalar que los habitantes de Jicalan, después de haberse
mudado a su nuevo sitio, a poca distancia de Uruapan, continuaban con la
metalurgia.491
Los indígenas de Jicalan tenían sus propias minas al lado de otras de la Corona
y de mineros españoles. Antes de 1617 por ejemplo, el español Francisco Franco ya
tenía minas en Jicalan, al lado de las minas de los habitantes indígenas del lugar.
Pudo libremente sacar y fundir el cobre y comerciar con los lugareños indígenas
(comprando y vendiendo su cobre) quienes activamente participaban en la economía
minera. Además pudo emplear a indígenas si les trataba y pagaba bien (AMP, Caja
132, Exp.78, 8 ff., Año 1617).492
La situación cambió a fines del siglo XVI y principios del siglo XVII, cuando
la Corona decidió controlar directamente todas las actividades mineras en la región
para tratar de aumentar la producción del cobre - durante todo el siglo XVI había
quedado a un nivel muy bajo. Con la expropiación de las minas de Inguaran de los
indígenas a principios del siglo XVII y el establecimiento de una nueva fundición en
Santa Clara del Cobre, ambos lugares llegaron a ser los principales centros de la
metalurgia de cobre en Michoacán (véase Barrett 1981a, 1981b, 1987).493
Durante la época virreinal y republicana en muchas poblaciones desapareció la
metalurgia, proceso que aún queda por investigar. Hoy en día Santa Clara (también
llamado Villa Escalante) - al sur de Pátzcuaro - es el único pueblo michoacano donde
aún hay fundición de cobre (véase ilustración 31 y 52).494 Hasta principios del
presente siglo se trabajaba con cobre nativo (de minas michoacanas) pero ahora se

490 En 1599 el mismo Roque fue acusado de haber robado cobre de la Corona y haberlo fundido para
su propio uso en la fundición real de Jicalan (ibíd.).
491 También en el pueblo de Jicalan Nuevo hay restos de la antigua fundición de cobre.
492 En 1617 Franco recibió otro permiso de la Corona para continuar su negocio por un período de
4 años (ibíd.). Trabajar las minas era posible con permiso de la Corona y pago de una determinada cuota.
493 Según Barrett (198la: 16) no hubo quejas por parte de los indígenas de Inguaran ya que no les
importaba mucho. Parece ser una conclusión prematura, sobre todo tomando en cuenta la fuerte defensa
de las minas por los xiuhquilteca en 1565.
494 En 1718 todavía los indígenas de Jicalan eran propietarios de unas minas en el cerro de Apupato
(Barrett 1981a:25).
194 EL LIENZO DE JUCUTACATO: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

usa cobre viejo (de alambre, generadores, transformadores, etcétera).495 Hasta los
años ’40 sobre todo fabricaban objetos para uso industrial (tinacos, alambiques) y
doméstico (cazos), posteriormente (como en el caso de las pinturas de Uruapan)
empezaron a dedicarse también a artesanías especialmente para los turistas. Aunque
se han introducido técnicas y diseños nuevos (véase sobre todo Pellicer 1995),
también se usa la técnica antigua.496 Llama la atención que los cobreros de Santa
Clara - mestizos que ya no hablan una lengua indígena - todavía usan algunos
términos técnicos en lengua p’urhépecha (aunque españolizados)(Horcasitas de
Barros 1981:102-105).497
Resumiendo, hemos visto que, en el sur del actual estado de Michoacán hubo
una gran abundancia de minerales, sobre todo cobre. Los indígenas que vivían en la
región empezaron a trabajar estos materiales, probablemente en la época clásica, hay
evidencia que grupos toltequizados y náhuatl hablantes se establecieron y dominaron
la producción hasta el posclásico cuando las élites uacúsechas del centro de
Michoacán, que antes dependían de comercio y campañas bélicas para obtener los
metales preciosos, lograron invadir la región de la Tierra Caliente y controlar una
buena parte de las actividades metalúrgicas. En la misma época la triple alianza del
centro de México también quiso expander su poder en el área del Balsas, política
que causó varios enfrentamientos con grupos uacúsechas y sus aliados.
A través de los siglos los especialistas en la metalurgia lograron ampliar y
perfeccionar sus técnicas, este conocimiento fue aprovechado por los españoles en la
época virreinal, la producción de cobre se quedó en manos indígenas por lo menos
hasta fines del siglo XVI. Sin embargo, el creciente número de españoles tratando
de sacar provecho económico de la explotación de las minas, y posteriormente la
política centralizadora de las autoridades virreinales, causaron conflictos por el
control de la metalurgia. Asimismo originaron pleitos entre los mismos caciques para
poder mantener o hasta expander sus derechos sobre ciertas minas de cobre y matiz
para hacer jicaras, como en el caso de Jicalan y Urecho, pueblos en la región de
Uruapan, en el norte de la Tierra Caliente. Ambas partes trataban de justificar su
reclamo por la posesión de ciertas minas haciendo referencias a la antigüedad de sus
derechos. Los jicaleños o xiuhquilteca presentaron un lienzo, posteriormente llamado
"Lienzo de Jucutacáto", en que pintaron su origen y su identidad tolteca y náhuatl,

495 Según cobreros actuales ocasionalmente se ha usado cobre de algunos objetos prehispánicos (sobre
todo hachas) que habían sido encontrados en los alrededores del pueblo.
496 El pueblo de Santa Clara cuenta con una escuela para cobreros (Cecati No. 166) en la que también
hay un museo del cobre (que contiene entre otras cosas una selección de objetos de cobre apremiados en
ferias nacionales e internacionales).
497 Por ejemplo el verbo "yorchar" significa doblar, el martillo se llama "yorcho"; subir la pared de
un cazo es "hacer guanástacua"; leña es "shkári"; el atizador para atizar la lumbre se llama "churúpicua”
(ibíd.).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 195

diferente de la de los uacúsecha p’urhépecha hablantes (como, probablemente, los de


Urecho). Indicaron su llegada a Michoacán y el descubrimiento de una gran cantidad
de minas, guiados por su dios Tezcatlipoca, mismas que empezaron a explotar
mucho tiempo antes de la conquista española. Según su propia historiografía era
precisamente Tezcatlipoca quien fundó el pueblo de Xiuhquilan (Jicalan Viejo) y les
dió los derechos a la explotación metalúrgica y la producción de jicaras. Estos
derechos divinos fueron reconfirmados en la época virreinal por Don Antonio
Huitzimengari, cacique uacúsecha e hijo del cazonci Tzintzicha Tangaxoan II.
Aún no sabemos si los xiuhquilteca tuvieron éxito en su pleito con Urecho.
Aunque parece que sí lograron continuar en posesión de algunas minas, cerca de
Jicalan Nuevo, hasta por lo menos principios del siglo XVIII, no hay datos sobre su
acceso a las minas en términos del Río Balsas, que están pintadas en el lienzo. El
lienzo y la Probanza de Tetlama son, hasta ahora, los únicos documentos
procedentes de la historiografía náhuatl de Michoacán. Mientras que el llamado
Lienzo de Jucutácato, en realidad Lienzo de Jicalan, servía para mostrar los derechos
que creían tener los xiuhquilteca a la explotación de varias minas en el primer siglo
de la época virreinal, la mayoría de los documentos pictográficos que hasta ahora
fueron encontrados, servían para legitimar derechos de tierras en los siglos XVII y
XVIII. Entre ellos destacan, por su complejidad, los títulos de tierras de Carapan,
los cuales se analizan en la parte III del presente estudio.
PARTE III
LOS TITULOS DE CARAPAN
CAPITULO VI
HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO
Los códices y lienzos de Carapan - aparte del grupo Huapeán (de Zinapecuaro) el
corpus más grande de documentos pictográficos de un pueblo michoacano - consisten
del Códice de Carapan, el Códice Planearte, la Genealogía de los Caciques de
Carapan, el Lienzo de Carapan y el Lienzo de Pátzcuaro. Los carapenses usaron este
grupo de documentos, elaborados en el siglo XVII, para legitimar sus reclamaciones
de tierras. Aunque el Lienzo de Jucutacáto, cuyo análisis vimos en los capítulos III-
V, pertenece a la tradición historiográfica de los náhuas, el corpus de Carapan
procede de la historiografía uacúsecha del centro de Michoacán e incluye una gran
cantidad de datos procedentes de documentos del siglo XVI y de la tradición oral
local.
Códice de Carapan (ilustración 33)
El documento original - bien conservado - actualmente se encuentra en el Museo
Regional Michoacano (MRM). Mide aproximadamente 31.6 x 44.4 cm. y parece ser
hecho de papel europeo aunque varios autores (Mateos Higuera 1948:173,498 Glass
y Robertson 1975:102, Rubí y Altamirano 1989:11499) declaran que es de papel
indígena (amate ó maguey).500 Los colores usados para pintar el códice son el
negro y el azul/verde. El códice representa nueve personas sentadas (glosas en
lengua p’urhépecha indican sus nombres) y dos pedazos de tierras. Un texto breve -
igualmente en p’urhépecha - indica que está relacionado con tierras de la nobleza de
Carapan.
Por la pérdida de gran parte del archivo del MRM (véase capítulo II), no hay
datos sobre la entrega del documento al museo. Tomando en cuenta que el Lienzo
de Carapan fue adquirido por el MRM alrededor del año 1922, existe la posibilidad
de que iba acompañado por el Códice de Carapan.501 Hasta ahora no se han
encontrado copias del códice.
La primera descripción breve del códice fue publicada por Mateos Higuera
(1948:172-174) quien incluyó una traducción del texto más extenso (en lengua
p’urhépecha) que contiene el documento. Posteriormente sus primeras observaciones
fueron copiadas por Glass y Robertson (1975:102) y Rubí y Altamirano (1989:11­
12), sin agregar datos nuevos.

49K Mateos Higuera (1948:172) le da el nombre de "Genealogía de los Caciques de Carapan"


identificando - erróneamente - el códice en el MRM como el fragmento de la genealogía que poseía
Nicolás León.
499 Rubí y Altamirano lo llaman - equivocadamente - el "Lienzo de Carapan número 2".
300 El documento se encuentra enmarcado haciéndo imposible un estudio profundo del papel.
301 Seguramente el códice ya estaba en el MRM cuando Mateos Higuera publicó su artículo sobre la
"pictografía tarasca" en 1948.
200 LOS TITULOS DE CARAPAN: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

C ó d ic e P l a n c a r t e
La mayor parte del códice, ya publicada por León en 1888 (véase facsimile 1990b),
se ha perdido. Hemos encontrado dos páginas desconocidas (papel europeo,
aproximadamente tamaño carta) que seguramente formaban parte del Códice
Plancarte (CP) en el Archivo Parroquial de Chilchota, Michoacán (APC, Caja 38,
Licencias, Providencias, Visitas de Carapan 1635-1922).502
A pesar de que la mayor parte del códice no está a nuestra disposición, existen
datos sobre el tamaño del manuscrito completo. Por un pleito sobre tierras entre los
pueblos de Ichan y Carapan (1713), en que los últimos usaron el CP (completo),
sabemos que tenía 16 fojas escritas (AGN, Tierras, Vol.283, Exp.5, f.43v., Año
1713) y una en blanco (ibíd. f.96r., Año 1716). De los mismos autos consta que el
CP es una traducción del original escrito en la lengua p’urhépecha (ibíd.).
Aunque el contenido de las dos páginas encontradas en Chilchota (véase el
apéndice VIII) ya muestra que debe tratarse de la última parte del manuscrito
original, hay otro elemento importante para confirmar esa conclusión. De las dos
páginas en el APC una está en blanco, lo que concuerda con la descripción del
códice original (completo), dada en la documentación sobre el pleito entre Carapan
e Ichan a principios del siglo XVIII.
El Códice Plancarte es una compilación de varios documentos o textos
relacionados con el pueblo de Carapan. Consiste de (a) una relación de los linderos
de Carapan (corresponde con León 1888:43-45, véase facsimile 1990b), (b) una
historia de la conquista y fundación de Carapan por la nobleza p’urhépecha (ibíd.46-
56), (c) anales breves referiéndose a algunos eventos que sucedieron entre 1519 y
1589 (ibíd.56), (d) una visita al pueblo de Carapan por Don Antonio Huitzimengari
en 1545 (ibíd.56-59) y (e) una relación de la elección de Pablo Cuiru como
gobernador de Carapan en 1589 (ibíd.59-61). Ahora podemos completar las partes
publicadas del CP con dos páginas (f) que tratan del otorgamiento oficial de tierras
a Carapan por el mismo Don Pablo Cuiru en 1597. El CP es una compilación de
diferentes textos - escritos después de 1597 (última fecha mencionada en el
documento) - que tratan de varios episodios de la historia carapense.
El documento fue descubierto por Don Francisco Plancarte y Navarrete (por lo
tanto se le dió el nombre "Códice Plancarte") quien probablemente lo obtuvo - antes
de 1888 - en el pueblo de Carapan, donde fue guardado en el aquel entonces.

502 Las fojas se encuentran en un folder de cuero que lleva el título "Carapan” y - agregado en lápiz -
"Visitas - Hospital Carapan - 1635-1681" (Caja 38 Licencias, Providencias, Visitas de Carapan 1635­
1922). Se trata de un cuaderno en que quedaron registrados todos los nombres de los oficiales del hospital
de San Juan Carapan (los priostes y los mayordomos o quengues), los estados de cuenta (presentados por
los ex-oficiales) y los autos de las visitas hechas por los obispos de Michoacán (todo entre 1635 y 1681).
Después del cuaderno de las visitas siguen varias fojas sueltas entre las cuales se encuentran las dos fojas
originalmente parte del manuscrito conocido como el CP.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 201

Planearte - obispo y arqueólogo - nació en Zamora (región de la Cañada de los Once


Pueblos y cerca de Carapan) y hizo excavaciones en la región (Jacona). Además tuvo
su propia colección de documentos históricos (véase capítulo II).503
En 1888 una transcripción (sin estudio introductorio) del Códice Plancarte fue
publicada por Nicolás León - amigo de Plancarte - en los "Anales del Museo
Michoacano". Probablemente Plancarte solamente le prestó el documento para poder
realizar la publicación.504 Por lo tanto parece algo prematura la opinión de Corona
Núñez (1986a:42), quien dice que León quizá "lo vendió a alguna institución
americana, como lo hizo con otros muchos documentos".505 No hay que descartar
la posibilidad de que se quedó en la colección del obispo Plancarte que se sabe fue
destruida, saqueada y vendida durante el movimiento anticatólico después de la
revolución mexicana (véase capítulo II).
La única transcripción del CP - hecha por León en 1888 - ha sido reeditada por
Corona Núñez (1959, 1978, 1986a). Aunque estas ediciones carecen de estudios
profundos del documento, Corona Núñez fue el primero en sugerir que el CP y la
Genealogía de los Caciques de Carapan formaban un solo documento, el Códice de
Carapan.506 Posteriormente Romero Flores (1932:XXXVI-XXXVII) y Rubí y
Altamirano (1989) notaron que mucha información del CP también se encuentra
representada en los dos lienzos de Carapan (los llamados Lienzo de Carapan y
Lienzo de Pátzcuaro).507
Genealogía de los Caciques de (ilustración 34)
Carapan
No se dispone de información sobre las dimensiones y el material del códice ya que
el documento original se encuentra perdido. Solamente sabemos que en 1903 formó
parte de la colección de Nicolás León (véase León 1979:142-143).508

51.3 Eduard Seler (1908:64, nota 1) dice al respecto que el documento "perteneció al archivo de
Carapan"; "Dalí [Codex Plancarte] ist eine von dem P.Francisco Plancarte, dem um die Michuacan
Forschung hochverdienten gegenwártigen Bischofe von Cuernavaca, aufgefundene Schrift, die dem
Gemeindearchiv des Ones Carapan im Distrikte Zamora angehórte, in der das auf Geschichte und
Tradition begründete Anrecht der umliegenden Weiler zu sein, von den indianischen Gouvemeuren der
ersten spanischen Zeit gesetzlich anerkannt wird".
51.4 Eduardo Ruiz (1984:316, nota 4) dice que Plancarte es el poseedor del documento.
305 Como veremos, Corona Núñez pensaba que la Genealogía de los señores de Carapan - que sí
estaba en la colección de León - formaba parte del Códice Plancarte.
306 Es preferible usar los nombres Códice Plancarte y Genealogía de los Caciques de Carapan. El
nombre Códice de Carapan causaría confusión ya que el mismo se usa para denominar al códice de
Carapan que se encuentra en el MRM.
307 Romero Flores únicamente supo de la existencia del Lienzo de Carapan.
308 Probablemente no lo recibió de Plancarte y Navarrete, ya que si eso fuera el caso, León
probablemente lo hubiera mencionado (tomando en cuenta que en el caso del CP explícitamente dice que
era de Plancarte).
202 LOS TITULOS DE CARAPAN: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

En la genealogía se representa un águila con dos cabezas coronadas, 8 personas


(algunas de ellas identificables como caciques p’urhépechas del linaje de las
"águilas" o uacúsecha) y otros detalles. Los dibujos son acompañados por glosas
explicativas en p’urhépecha y español.
León publicó un dibujo de la genealogía (en blanco y negro) en su obra "Los
Tarascos" de 1903-1904 (León 1979:142-143, lámina 40) y - sin dedicarse a un
estudio profundo - solamente dice que:
"En la < < Genealogía de los caciques de Carápan > > documento que en
estado de fragmento conservo en mi poder y manifiesta haberse hecho en el
siglo XVI, se miran cuatro de los reyes tarascos, cuyos nombres están escritos
de este modo: Yrecha nacustihcame; Y Rei tsitsis pantaquare; Y Rei tsinanq;
Y Rei dn. fravt. tsintsicha dag; esto es, Hireticatame, Tzitzispandácuare,
Zuangua, y D.Francisco Tzintzicha Tangaxoan II ó Caltzontzin. Se da el
primero como fundador de la dinastía, puesto que en la parte superior está
escrito: Irecha Vacus. Trongo Real".
No dice nada sobre posibles relaciones entre la genealogía y el CP, documento que
el había publicado 15 años antes. Parece haber considerado a ambos como
documentos sueltos.509 Fue Corona Núñez (entre sus numerosas publicaciones
véase 1959, 1978, 1986a, 1986b) quien posteriormente sugirió que la genealogía
originalmente formaba parte del Códice Planearte.510
Datos adicionales confirman que la hoja conocida como Genealogía de los
Caciques de Carapan formaba parte de un manuscrito más extenso. La copia de una
hoja desconocida con glosas en lengua p’urhépecha que acompañaba la "genealogía",
se encuentra en la LAL-TU (Colección Nicolás León, Box 10, Folder 19) y no ha
sido publicada por León (desconocemos sus motivos). El investigador michoacano
tuvo en su posesión una fotografía y una copia (dibujo, blanco y negro) de ambas
fojas.511
Lienzo de Carapan (ilustración 35)
El lienzo contiene varios episodios de la historia de Carapan y representa los
linderos del pueblo. Glosas, tanto en español como p’urhépecha, sirven para indicar
nombres de personas y de puntos geográficos. El documento original se encuentra en

509 Podría indicar que León recibió la genealogía mucho tiempo después de haber publicado el CP.
5,0 Alvarez Constantino (1991:53) dice - muy probablemente basándose en Corona Núñez - que la
genealogía es la lámina preliminar del CP.
511 Aunque León dijo tener en su posesión el documento en estado fragmentado, puede haberse
referido a las fotografías y dibujos actualmente en la LAL-TU. Posiblemente los originales (que no han
sido hallados en la colección León y siguen perdidos) se quedaron en manos de alguién quien los prestó
a León (¿Plancarte y Navarrete?).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 203

el Museo Regional Michoacano (MRM), Morelia, Michoacán. La tela, hecha en


telar de cintura, mide 243 x 119 cm. y es de algodón. Consiste de dos tiras
horizontales las cuales fueron unidas antes de pintar el documento (Rubí y
Altamirano 1989:76).512 Para pintar el lienzo se han usado los colores azul claro
y oscuro, verde, rojo, rosado, blanco, café y negro. El negro (ahora se ve como
café) - muy probablemente se trata de negro de humo513 - y el azul claro son los
colores más afectados del documento. El lienzo ha perdido colores, principalmente
por haber sido guardado doblado y por la iluminación (ibíd:81).514 Aparte de los
colores también han desparecido (o solamente han sido afectadas) muchas de las
glosas, por causa de una capa de óxido (reacción química en los lugares que
contienen las glosas).515
Del análisis técnico del lienzo se deriva que la tela ya fue restaurada en el siglo
XIX o XX con algodón mercerizado. Esto ha causado tensiones en otras partes de
la tela y ha provocado mayor deterioro. También se observa que se ha aplicado una
capa blanca (carbonato de calcio) para cambiar dibujos y glosas en el lienzo
(ibíd:82). Probablemente estas modificaciones fueron hechas al momento de la
elaboración del documento.516
Según Jesús Romero Flores (1932:XXXVII) el Lienzo de Carapan "apareció
[en el Museo Michoacano] hace apenas diez años", entonces más o menos por el año
1922.517 Se desconoce el nombre de la persona quien lo entregó.518 El hecho de

512 El hilo de la costura, para juntar las dos partes de la tela, también es de algodón (ibíd.).
5,3 Sabemos que la tinta de humo fue usada en la época virreinal. Se llamaba "tarahueta sirunda" (DG
1991 Tomo 1:673).
514 Para todos los detalles técnicos véase Rosa Rubí y Altamirano (1989:75-88).
515 La mala condición del documento dificulta mucho el estudio, tanto de los dibujos como de las
glosas. Además del mal estado de conservación, también la manera de como está exhibido causa muchos
problemas en el intento de su lectura. El marco está en una posición medio horizontal lo que hace
imposible la lectura de varios textos que se encuentran en la parte superior del lienzo. Agregando el vidrio
reflejante y la mala iluminación, podemos concluir que las condiciones en que se tuvo que tomar los datos
fueron difíciles. La transcripción de las pocas glosas en la parte superior del lienzo solamente será posible
cuando el lienzo esté liberado de su marco y vidrio.
51fi Entre los dibujos originales había por lo menos dibujos de personas y caminos porque todavía se
pueden observar sus restos. Es probable que en muchas ocasiones el pintor hizo una versión preliminar -
un croquis - para determinar la composición y para ver si todos los elementos cabían en el lienzo (véase
también el análisis del Lienzo de Pátzcuaro), lo que ha sido y sigue siendo una técnica común usada por
los pintores. Solamente por medio de un estudio especializado - utilisando fotografías rayos infrarojo - se
podría reconstruir algo de la composición original. Hasta ahora falta un estudio profundo de los pintores
de documentos pictográficos, sobre todo las técnicas y materiales empleados merecen ser investigados.
517 El MRM debe haber recibido el lienzo después de 1920 ya que no aparece en el índice de
materiales del museo publicado por Ortiz Rubio (1920). Llama la atención que la caja 38 del APC - en
que se encuentran (entre otros documentos) dos páginas del CP - también menciona el año 1922 (APC,
Caja 38, Licencias, Providencias, Visitas de Carapan 1635-1922).
204 LOS TITULOS DE CARAPAN: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

que hay pocos datos sobre la entrega del documento al MRM, probablemente se
debe - como en el caso del "Códice de Carapan" - sobre todo a la pérdida de una
gran parte del archivo del museo (véase el capítulo II).
Una copia muy deteriorada del Lienzo de Carapan (mide más o menos 235 x
120 cm.) se encuentra en poder de las autoridades (representante de bienes
comunales) del pueblo de Carapan.518519 La copia parece ser del siglo XIX tomando
en cuenta al tipo de tela y pintura usada.520 Algunos habitantes de Carapan dicen
que la copia ya estaba en el pueblo en los años treinta del presente siglo, sin
embargo, ninguna persona se acuerda de haber oído hablar sobre su manufactura.
Debe haber sido hecha antes de 1922, el año en que el lienzo original (según
Romero Flores 1932:XXXVII) apareció en el MRM. La copia parece ser elaborada
por un pintor quien ya no comprendió el contenido del documento original. No copió
bien todas las escenas que contiene el original (a veces aplicó otros colores) y
tampoco pudo leer (la mayoria de) las glosas. Simplemente trató de imitarlas ya que
no pudo (o no tuvo necesidad de) reconstruir todos los textos del original. En los
años ’50 la copia fue presentada ante las autoridades mexicanas para defender el
territorio de Carapan.521
Según Mateos Higuera (1948:170) otra copia moderna del lienzo - aunque sin
las glosas - estaba en el Hotel Virrey de Mendoza en Morelia (a un lado de la
catedral).522 Actualmente esta copia - en buen estado de conservación - todavía se
encuentra en el mismo hotel. Aunque ignoramos la fecha exacta de su elaboración,
la copia (tela fina de 117 x 237 cm.) debe haber sido pintada después de 1922 pero
antes de los años cuarenta del presente siglo, tomando en cuenta que el original entró

518 Según Romero Flores (ibid. XXXVI), tanto el Lienzo de Carapan como el de Nahuatzen
aparecieron en el MRM después del estudio "Los Tarascos" de León (1903-04), equivocándose porque
León sí incluyó un comentario sobre el Lienzo de Nahuatzen en su obra. Sabemos que el Lienzo de
Nahuatzen ya estaba en el Museo Michoacano en 1886 (véase capítulo II). Sugiere Alvarez Constantino
(1991:41) que en los años ’20 el lienzo de Carapan fue entregado por las autoridades de Carapan a las
autoridades agrarias (para la restitución de sus tierras) y que estas, considerándolos tener más valor
histórico que legal, lo entregaron al MRM. No tenemos ningún dato que ayudaría a comprobar esta
sugerencia por parte de Alvarez Constantino (en la documentación sobre Carapan en la SRA-DAU no se
menciona el lienzo).
519 Usaremos la abreviación PC (Pueblo de Carapan) referiéndonos a esa copia. Los habitantes de
Carapan la llaman el "plan de fundación".
520 La tela es muy fina y dura (no se deja doblar fácilmente, parece cuero) y seguramente es del siglo
pasado. Los extremos de la tela fueron doblados y cocidos a maquina. La pintura parece haber penetrado
el lienzo porque al reverso de la tela se notan los dibujos. Por haberse doblado mucho tiempo (a partir de
1995 es guardado en un tubo), la copia se encuentra en mal estado de conservación. Solamente por medio
del análisis hecho por especialistas en la restauración de códices y lienzos podríamos obtener información
más detallada sobre el material usado (tela y pintura).
321 En estos años las autoridades de Carapan se fueron a Morelia para sacar copias de sus títulos y
documentos y también llegaron a conocer la otra copia del lienzo en el Hotel Virrey de Mendoza (véase
abajo) y el original en el Museo Michoacano (véase también SRA-DAU, Exp. Carapan).
322 Se usará la abreviación HVM para refererir a esta copia en el Hotel Virrey de Mendoza.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 205

en el MRM en 1922 y que Mateos Higuera menciona la copia en su obra en


1948.523 No hay información sobre su posible autor.524
El primero en mencionar el Lienzo de Carapan es Jesús Romero Flores
(1932: XXXVI-XXXVII) quien - aparte de damos la fecha de su entrega al Museo
Michoacano - sugiere que el lienzo es la explicación gráfica o el complemento del
Códice Plancarte, ya publicado por León en 1888.525
En los años ’40 el investigador estadounidense Robert Barlow tenía mucho
interés en los códices y lienzos de Michoacán. En la biblioteca de la Universidad de
las Américas (UDLA), en Cholula (Puebla), encontramos sus apuntes sobre el
Lienzo de Carapan (Colección Barlow, mapa número 39). Entre estas notas se
encuentran varias fotografías (en blanco y negro) y un esbozo que hizo del Lienzo
de Carapan, transcribiendo también una pequeña parte de las glosas. Barlow fue el
único que pudo estudiar el lienzo cuando este se encontraba en mejores condiciones
y aún no era protegido por el vidrio reflejante que dificulta su lectura.526 Además
transcribió algunos documentos (títulos de tierras) que encontró en el Archivo
General de Notarías en Morelia (AGNM-TTA).527
Mateos Higuera (1948:169-172) describe el documento y nos da algunos datos
breves acerca de su contenido y características físicas.528 Además transcribe
algunas de las glosas y las traduce al español, basándose tanto en sus propias
observaciones como en los apuntes de Barlow (ambos se conocieron bien). Glass y
Robertson (1975:101-102) mencionan muy brevemente el contenido - sin dar las
glosas y su traducción - y repiten lo que dice Mateos Higuera. Su observación que
el Lienzo de Pátzcuaro es una copia tardía del Lienzo de Carapan - aunque (como
veremos) incorrecta - sí muestra que ambos autores estadounidenses se dieron cuenta
que los dos lienzos se refieren a la misma temática.529

523 Es muy probable que esta copia fue hecha después de que el documento original entró al MRM
y no antes.
524 No hemos podido encontrar personas que trabajaron en el hotel en los años ’20-’30.
525 Después de haber dado la descripción del corpus de Carapan, se analizará la relación entre los
diversos documentos.
526 La comparación de las glosas del lienzo original con varias transcripciones de Barlow muestra que
el estadounidense cometió algunos errores.
527 Por la muerte prematura de Barlow, no llegó a completar y profundizar su análisis del lienzo. Sus
pocos apuntes no han sido publicados.
52!l Tanto Mateos Higuera (1948:169) como Glass y Robertson (1975:101) lo llaman Códice de
Carapan número 1.
529 No se han podido localizar los documentos no pictográficos relacionados con Carapan que según
Glass y Robertson (1975:101) se encuentran en el MRM. Parece posible que ambos autores pensaban que
los títulos de tierras y aguas que menciona Barlow en sus apuntes, se encontraban en el museo (aunque
forman parte del Archivo General de Notarías).
206 LOS TITULOS DE CARAPAN: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

Posteriormente la relación directa entre el CP y los lienzos ha sido mostrada por


Rubí y Altamirano (1989) quienes restauraron el Lienzo de Carapan (entre 1977­
1983) y hicieron un estudio muy superficial de su contenido.530
Lienzo de Pátzcuaro (¡ilustración 36)
En el lienzo se han pintado (en color) los linderos del pueblo de Carapan y varios
eventos importantes en su historia. Las glosas en español y p’urhépecha contienen
los nombres de las personas y elementos geográficos. El documento original se
encuentra en una colección privada en Guadalajara.531 Consiste de tres telas de
algodón juntadas para formar un solo lienzo grande de (aproximadamente) 86 x 150
cm.532 Su condición de conservación es excelente.533 En general las glosas son
bien legibles aunque algunas han parcialmente desaparecido debido a la reacción
química de la pintura con la tela (se nota pequeñas manchas de oxidación en algunos
textos).534 El documento ha conservado bien sus colores originales que son el azul,
verde, rojo/anaranjado, blanco, distintos tonos de café y negro. La tela muestra que
el lienzo ha sido doblado y guardado así durante mucho tiempo.
Analizando la parte inferior derecha del documento, se nota que fue retocada
ya que se ven restos de otros dibujos no coloreados. Se trata de una composición
anterior. Probablemente el pintor hizo un croquis antes de empezar a pintar el lienzo
definitivo. Algunos dibujos no coloreados (en la esquina derecha del lienzo) hacen

530 Se debe tomar en cuenta que el primer objetivo de Rubí y Altamirano fue de tratar conservar el
lienzo para el futuro. Aunque Alvarez Constantino (1991:46) sugiere que la restauración hecha por el
INAH, en lugar de dar una mejor conservación, ha causado que los textos en el lienzo se hayan
deteriorado más, es más probable que esto ha sido provocado por los rayos del sol los cuales durante
cierta época pegaron directamente al documento (información obtenida de la dirección del MRM en 1994).
Alvarez Constantino (1991), en su monografía del municipio de Chilchota, también trata de analizar el
lienzo de Carapan, pero lo hace sin conocer todos los documentos relacionados y sin haber revisado toda
la documentación publicada.
531 Aunque desde los años ’20 del siglo XX ha sido reportado como "perdido", hemos podido
encontrarlo en 1995. Agradecemos al poseedor (quien prefiere quedarse anónimo) habernos permitido
fotografiar y estudiar el documento. Brand (1952:147, por primera vez publicado en inglés, en 1943)
supuestamente "localizó" el Lienzo de Pátzcuaro en el Museo Nacional de Antropología (MNA) en la
ciudad de México mientras que según Rubí y Altamirano (1989:21) el original se encuentra en el Museo
Peabody en Harvard, E.U (donde, como veremos, solamente se encuentra una reproducción fotográfica).
532 Hay que tomar en cuenta que el documento está enmarcado y que el marco quita por lo mucho 1
cm. de sus márgenes. La mitad superior del documento fue formada por juntar una tela larga y una chica
(esta última más o menos teniendo forma cuadrada), mientras que la parte inferior del lienzo es una sola
tela.
533 Su poseedor lo mandó enmarcar y ponerle un vidrio antireflejante. Está protegido contra humedad,
sol y cambios rigorosos de temperatura. De la comparación de las fotos del Museo Peabody (de los años
’30, véase adelante) con el original, se concluye que el documento no sufrió deterioro visible en los
últimos 60 años. Las pocas destrucciones de la tela y de algunos textos ya son visibles en las dichas fotos.
534 Otras glosas son parcialmente legibles debido al hecho de que el marco de madera cubre parte del
documento.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 207

pensar que el documento no ha sido terminado.535 En otras partes del documento


hemos podido identificar dibujos de una composición anterior.536
Mariano Cuevas es el primero que menciona la existencia del lienzo y publica
una foto en su obra "Historia de la Iglesia en México" (publicada en 1921-1928,
aquí se ha usado la reimpresión de 1946) con el texto:
"Diversos episodios entre los neófitos de Michoacán. En la parte superior, a la
derecha del espectador, Fray Martín de Jesús y Fray Angel de Valencia.
Lienzo de Pátzcuaro. Propiedad del limo. Sr. Dr. Francisco Orozco y Jiménez,
Arzobispo de Guadalajara" (Cuevas 1946, Tomo I, p. 191).
Muestra que a principios del siglo el documento, ya llamado Lienzo de Pátzcuaro,
estaba en manos de Don Francisco Orozco y Jiménez, el arzobispo de Guadalajara
(Cuevas 1946, Tomo I, p. 191).537 En la segunda mitad del siglo XX formó parte
de la colección de José Salazar López, obispo de Zamora (Michoacán) y después
cardenal arzobispo de Guadalajara, quien alrededor de 1985 lo regaló al actual
poseedor.538
Una foto en blanco y negro fue publicada por Cuevas (1921-28, vol.l, foto al
lado del p.176, véase también 1946, Tomo, p. 191). En el año de 1936 - desde
Chicago, E.U. - una reproducción fotográfica (blanco y negro, escala 1:1) y una
descripción del lienzo original fueron enviadas al Museo Peabody de la Universidad
de Harvard (TL-PMHU), Estados Unidos.
De una nota guardada en el Museo Peabody sabemos que la fotografía y la
descripción fueron mandadas el 12 de septiembre de 1936 al Dr. Tozzer del
Departamento de Antropología de la Universidad de Harvard, Cambridge. El
remitente fue Benjamin Franklin Meyer de Chicago. Dice la carta:
"Estimado Dr. Tozzer, Por sugerencia del Sr. A. Wetmore, Instituto
Smithsoniano, Washington, D.C. le mando una fotografía y una descripción de
un Códice para informarle y para que pueda ser estudiado. El original mide 59
inches [medida estadounidense] por 34 inches. El poseedor es un amigo mió.
Confio en que usted encuentra algo interesante en su estudio del documento. Es

535 Un análisis técnico por parte de especialistas en la restauración de este tipo de documentos podría
damos más datos acerca de la técnica de pintar y sobre las pinturas usadas (véase arriba el Lienzo de
Carapan, restaurada por el INAH).
536 Parecen ser restos de un croquis, probablemente hecho por el pintor para obtener una idea de la
composición total del documento (véase también las observaciones sobre el Lienzo de Carapan).
537 Cuevas y Orozco y Jiménez se conocieron ya en 1915 cuando ambos estaban trabajando en el
Archivo de Indias en Sevilla (véase capítulo II).
53x No se sabe como Salazar López obtuvo el lienzo. Tanto Orozco y Jiménez como Salazar López
están relacionados con la ciudad de Zamora. Además ambos fueron arzobispo en Guadalajara (para la
biografía de Orozco y Jiménez véase capítulo II).
208 LOS TITULOS DE CARAPAN: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

mi opinión personal que el documento finalmente se quedará en un instituto


como el suyo. Estaré muy contento saber si usted está interesado. Con mucho
gusto le pondré en contacto con el propietario si usted así lo desea.
Atentamente, Ben Franklin Meyer" (TL-PMHU, 977-37).539
La descripción e interpretación (en inglés) que acompañaba la fotografía del lienzo
(2 fojas mecanoescritas) no fue escrita por Meyer. El escritor dominaba
suficientemente el inglés pero su lengua materna parece haber sido el español.540
También llama la atención que en el texto abundan las referencias extensas a la
evangelización y a la fé católica, lo que podría indicar que el escritor fue un
sacerdote o por lo menos tuvo gran interés en el tema.541 Conoce la primera
referencia al lienzo original en la obra "Historia de la Iglesia en México" de
Mariano Cuevas (con mucho respeto lo llama "R.F. Don Mariano Cuevas S.J.") y
parece haber visitado personalmente (o vivido en) el estado de Michoacán.542
Finalmente, el autor de la descripción tenía a su disposición el lienzo original ya que
indica que había sido "pintado a la acuarela usando las tierras colorantes" y habla
sobre "la paleta [escala de colores] deficiente del autor de ese códice".
Todo lo anterior parece indicar que el autor de la descripción del Lienzo de
Pátzcuaro fue su propio poseedor, el arzobispo Don Francisco Orozco y Jiménez. El
arzobispo vivió en Chicago durante sus varios destierros a principios del presente
siglo (la última vez hasta fines de 1935) y llegó a ser miembro respetado de la
sociedad chicagense. Conoció a Benjamin Franklin Meyer (1891-1949), presidente

539 Traducción nuestra. Texto original: "Dear Dr. Tozzer, At the suggestion of Mr. A. Wetmore,
Smithsonian Institute, Washington, D.C., I am sending you a photograph and a description of a Codice
for your general information and study. The original is 59 inches wide and 34 inches deep. It is the
property of a friend of mine. I trust that you may find something of deep interest in your study of it. It
is my personal opinion that it should ultimately repose in some institution such as yours. I shall be pleased
to receive information as to your interest in it, if any. I shall be happy to put you in touch with the owner
should you desire it. Sincerely yours, Ben Franklin Meyer". El 11 de octubre Tozzer responde
agradeciendo Meyer por haberle mandado la fotografía de esa "pieza muy importante" y dice esperar que
el lienzo original sea bien guardado en alguna institución (TL-PMHU, 977-37). Por razones desconocidas
Tozzer no tuvo interés en ponerse en contacto con el propietario del documento.
54(1 Aparte de errores en el inglés el texto contiene muchas palabras españolas (como por ejemplo
"gentiles", "códice", "casique").
541 Habla por ejemplo sobre "los Evangelizadores de la Paz del Reino de Cristo", "guiando los
infieles hacia la Fé de Cristo", "luz del evangelio", "el espíritu del mal representado por una serpiente
enfurecida es destruido a la base de la Cruz", "Misterio de la Sagrada Trinidad" y "Sagrado Calvario"
(véase el apéndice IX). Parece estar interesado sobre todo en la conquista religiosa de Michoacán.
542 Describe el paisaje "fértil y bonito" de Michoacán con sus "tierras bajando de los montes".
Conoce la obra importante de Beaumont (La Crónica de Michoacán) y hace un comentario muy breve
sobre la lengua p’urhépecha.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 209

de la empresa Meyer, Connor & Company, Inc.543 y miembro de la dirección de


varias otras empresas y sociedades como, por ejemplo, el comité ejecutivo de
generosidad católica (Catholic Charity), los Caballeros de Colón (Knights of
Columbus) y la sociedad internacional "Benjamin Franklin" de medievalistas
("Who’s Who in Chicago and vicinity", 1936:695).544 Cuando Meyer mandó la
reproducción fotográfica y la descripción del lienzo al Dr. Tozzer en septiembre de
1936, el autor y el propietario del documento original - su amigo Orozco y Jiménez
- ya había fallecido.545
No hay datos sobre dónde y cómo Orozco y Jiménez obtuvo el lienzo original.
Al igual que su buen amigo el arzobispo Don Francisco Plancarte y Navarrete, nació
y vivió buen tiempo en Zamora, Michoacán (cerca de la Cañada de los Once
Pueblos). Posiblemente lo recibió directamente en el pueblo de Carapan.546
Mientras que Mateos Higuera (1948) parece haber desconocido el Lienzo de
Pátzcuaro, Glass y Robertson (1975:180) mencionan la fotografía y descripción del
documento en el Museo Peabody y - además de publicar la foto - dicen que se trata
de una versión tardía del Lienzo de Carapan.
Posteriormente Rubí y Altamirano (1989) publican la misma fotografía de Glass
y Robertson (aunque no mencionan la fuente). Malinterpretan las observaciones de
ambos autores y dicen que el original del Lienzo de Pátzcuaro se encuentra en el
Museo Peabody, "en buen estado de conservación" (Rubí y Altamirano 1989:21).

543 Esta empresa fue registrada en la Lista Certificada de Empresas (Certified List of Domestic and
Foreign Corporations) de la Secretaría de Gobernación del estado de Illinois (Illinois Secretary of State)
en 1936. La oficina se encontraba en 208 South La Salle Street. No aparece en la lista de 1937 (¿había
dejado de existir?). En 1936, Benjamin Franklin Meyer vivía en la calle 5211 University Avenue
(información procedente de la Biblioteca Pública de Chicago).
544 Orozco y Jiménez también fue miembro de los Caballeros de Colón (véase arriba). Esta sociedad,
fundada en 1882 en New Haven (Connecticut, E.U.), consiste de puros hombres católicos que tienen
como objetivo principal la defensa de valores católicos y la generosidad (católica) - ayudar a los
necesitados. Actualmente tienen más de 1.5 millones de miembros en los E.U., Canadá, México y las
Filipinas. Están organizados en consejos locales (Knights of Columbus, Chicago Council, comunicación
personal; véase también Kaufmann 1982).
545 El hecho de que en la carta Meyer ofrece a Tozzer ponerle en contacto con Orozco y Jiménez
indica que todavía no se había enterrado de la muerte de su amigo (que había ocurrido en febrero de
1936). Probablemente Meyer obtuvo la fotografía y la descripción del Lienzo de Pátzcuaro directamente
de Orozco y Jiménez antes de fines de 1935. En los años ’70 John Glass mandó una carta al hijo de
Benjamin Franklin Meyer preguntándole si sabía quien era el "amigo” de su padre mencionado en la
correspondencia con Tozzer. Glass recibió como respuesta que podría haber sido Monseigneur Thomas
V. Shannon (TL-PMHU, 977-37). Es probable que solamente fue una de las amistades de Meyer. Aunque
Shannon (véase capítulo II) conoció a Orozco y Jiménez, no parece ser muy probable que el lienzo
original se haya quedado en Chicago (también tomando en cuenta el paradero actual del documento).
546 Llama la atención que tanto Plancarte y Navarrete como Orozco y Jiménez, ambos nacidos en
Zamora e interesados en la historia, lograron obtener documentos del pueblo de Carapan. Como ministros
de la fé católica tenían más acceso a las comunidades (por ejemplo en forma de visitas pastorales). Ambos
lograron obtener grandes colecciones de objetos arqueológicos y documentos históricos.
210 LOS TITULOS DE CARAPAN: HISTORIA DE SU DESCUBRIMIENTO

Aunque los autores - como ya vimos - son los primeros en comparar más
detalladamente el CP con los dos lienzos de Carapan, su estudio es muy superficial.
Han logrado transcribir solamente algunas glosas del Lienzo de Pátzcuaro a partir de
la (pequeña) fotografía publicada por Glass y Robertson, sin consultar los archivos
de la biblioteca Tozzer del Museo Peabody donde se encuentra la reproducción
fotográfica del lienzo (tamaño real).
Aunque inicialmente hicimos un estudio del Lienzo de Pátzcuaro a partir de la
reproducción fotográfica en el Museo Peabody,547 posteriormente pudimos ampliar
y completar el análisis trabajando con el documento original que encontramos en una
colección privada.
E s t u d io s a n t e r io r e s
Los estudios anteriores únicamente muestran que los dos lienzos (el Carapan y el
Pátzcuaro) representan los sucesos importantes mencionados por el Códice Plancarte
aunque las relaciones entre los documentos del corpus de Carapan han sido
analizadas muy superficialmente. Por las fechas que contienen los documentos, éstos
han sido y siguen siendo considerados y usados como manuscritos del siglo XVI.
Las investigaciones anteriores ya establecieron que varios de los mencionados
documentos están relacionados. Corona Núñez es el primero en sugerir que el
Códice Plancarte y la Genealogía de los Caciques de Carapan originalmente
formaban un solo documento, lo que el llama el Códice de Carapan.548
Posteriormente Romero Flores (1932:XXXVI-XXXVII) y Rubí y Altamirano (1989)
notan que mucha información del CP también se encuentra representada en los dos
lienzos de Carapan (los llamados Lienzo de Carapan y Lienzo de Pátzcuaro).549
Glass y Robertson (1975:180) sugieren que el Lienzo de Carapan tiene más
antigüedad que el Lienzo de Pátzcuaro.550 El análisis — véase abajo — muestra
que el LC es más reciente y que no solamente es una copia del LP sino una
reinterpretación de su contenido. Posiblemente el LP es, en gran parte, la
representación pictográfica de los títulos de tierras escritas en lengua p’urhépecha,
mientras que el LC pertenece a la traducción de los mismos títulos al español (es

547 Aunque la reproducción fotográfica del lienzo en el Museo Peabody es de tamaño real, carece de
foco en la parte superior lo que impide transcribir una buena parte de las glosas.
548 Es preferible seguir usando los nombres Códice Plancarte y Genealogía de los Caciques de
Carapan. El nombre Códice de Carapan causaría confusión ya que el mismo se usa para denominar al
códice de Carapan que se encuentra en el MRM.
549 Romero Flores únicamente supo de la existencia del Lienzo de Carapan.
550 Probablemente su idea se basa en el hecho de que el LP (por lo menos en las fotografías de que
disponían, el original todavía no había sido localizado) se encontraba en mejor estado de conservación que
el LC (muy deteriorado).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 211

decir el Códice Plancarte y la Genealogía de los Caciques de Carapan, incluyendo


las dos páginas desconocidas del APC).551
Llama la atención que el corpus de Carapan - sobre todo el Códice Plancarte -
ha sido y aún sigue siendo usado como fuente etnohistórica del siglo XVI a pesar de
que hasta ahora no se ha intentado investigar su contenido completo y las
circunstancias que causaron su elaboración. El estudio de Rubí y Altamirano (1989) -
aunque debe tomarse en cuenta que su objetivo principal fue la restauración del
Lienzo de Carapan - es muy superficial y se limita al nivel descriptivo.552 En el
análisis iconológico basado en la obra del historiador del arte Erwin Panofsky -
método que aquí se usa - el objetivo final es precisamente investigar el mensaje que
querían expresar los escribanos indígenas (y sus clientes) en los documentos (usando
los elementos iconográficos).

551 Véase las observaciones sobre la relación entre LC y LP en el análisis abajo.


552 No han estudiado el Lienzo de Pátzcuaro, solamente parecen haber usado la fotografía publicada
por Glass y Robertson (1975) en el "Handbook for Middle American Indians" (Volúmen 14, ilustración
número 49). Además, han basado su lectura de las glosas del Lienzo de Carapan en la obra inédita de
Barlow, sin compararlo con el original (consta del hecho de que han copiado todos los errores que
cometió Barlow).
CAPITULO VII
DESCRIPCION Y ANALISIS
Para elaborar el corpus de títulos primordiales de Carapan se ha usado un gran
número de elementos para legitimar los derechos de la comunidad a la posesión de
ciertas tierras y una posición privilegiada en la Cañada de los Once Pueblos.
Mientras que las partes (a) y (b) del CP, la Genealogía de los Caciques de Carapan
y el Códice de Carapan tratan de la fundación prehispánica del pueblo y del
otorgamiento inicial de sus tierras, las partes (d), (e) y (f) hablan sobre los sucesos -
sobre todo las reconfirmaciones de las posesiones territoriales de Carapan -
ocurridos en el primer siglo de la época virreinal. Los dos lienzos (Carapan y Pátzc­
uaro) contienen tanto la información precortesiana como los datos del siglo XVI.
L a f u n d a c ió n p r e h is p á n ic a
La primera parte (a) del CP contiene una lista de todos los linderos, ríos y ojos de
agua reclamados por el pueblo de Carapan. Según esta fuente fue el "rey Harame"
quien fundó el pueblo de Carapan (y los de Xanduban y Agaua) y quien registró
todos los ojos de agua y fuentes en esta población para continuar con los linderos:
"En tres lugares poblados registró el Rey Harame que es lugar que se llama
Xanduban y otro que se llama Agaua, otro llamado Carapan donde hallo un
cerro que llaman el lengua de Michoacan yacata ey lugar donde llaman
Taranducuaro y Mayantzicuaro. Y luego paso á registrar el ojo de agua y todos
los demas ojos de agua y fuentes reconosiendo lugares según tienen
nombrados" (CP:43).
Esta detallada información geográfica (con descripciones de barrancas, ríos, ojos de
agua, cerros, montículos, llanos y yácatas) es presentada como una "vista de ojos"
hecha por el "rey" y también se encuentra en los dos lienzos (LP y LC). Como
consta de la cita del CP, Harame primeramente ha registrado los ojos de agua, todos
están pintados en los dos lienzos:
"Primeramente á la fuente de Tzintzunantziquaro [Zintzunantsiqualo ytsiueratiro
en el LP] donde esta el camino que viene del pueblo de Tatziuararo. Al pie de
la cuesta nacen tres ojos de agua y enmedio esta un saus grande. Pasa delante
encima de lo alto donde hallo tres manantiales, uno hacia la parte del norte y
otros á sus lados, en medio está un álamo grande con otros dos á sus lados y
una higuera juntamente con ellos [todo representado en los dos lienzos]. El ojo
de agua que está en medio es grande que es agualonca y se llama Xumio [según
el LP los otros dos se llaman Licusira y Hatacurin]. A un lado del pueblo de
Carapan por donde sale el camino que viene al pueblo Vantzita al pié de un
altillo están dos ojos de agua y está un álamo, llamase el ojo de agua Chuquao
y el otro ayaloyo [este último Ayacuyo según el LP]. Mas arriba nacen otros
214 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

dos ojos de agua, están dos álamos grandes y otro pequeño. Y arrimado al
monte grande que se llama Varaguequaro está una barranca honda y dentro de
ella en unas peñas grandes nace un ojo de agua que llaman Echugarechao"
(CP:43-44).553
Analizando los datos del CP, los ojos de agua de Xumio, Licusira y Hatacurin
pueden ser identificados como fuentes en el sitio de Ostaquaro (también llamado
Tzintzunánsquaro o El Parque) en la parte noreste del pueblo (cerca del crucero de
las carreteras Uruapan-Carapan y Zamora-Zacapu). Antes de la reconstrucción del
lugar como parque y la canalización del agua, hubo muchas fuentes grandes y
pequeñas y la presión con que el agua salía y brotaba de la tierra causaba una
neblina que en p’urhépecha se llama shúmo. Por lo tanto el sitio también tenía el
nombre de Shúmio (Xúmio). Los habitantes de Carapan ya no se acuerdan de otros
nombres para los diferentes ojos de agua que aún existen en El Parque.554 Según
el CP Chuquao, Ayacuyo/Ay aloyo, Echugarechao (Echongaricho) y los otros dos
ojos de agua sin nombre estaban ubicados al lado oeste de Carapan. En este lugar
actualmente encontramos (de sur a norte) los siguientes nombres para los ojos de
agua que aún quedan; Cuínio Sapichu, Cuínio K’éri, Echongaricho, La Margarita y
Queréndaro. Posiblemente los nombres antiguos Chuquao y Ayacuyo/Ay aloyo han
desaparecido y han sido reemplazados por nuevos (¿respectivamente Cuínio Sapichu
y Cuínio K’éri?).555
En los lienzos los ojos de agua de Chuquao, Ayacuyo/Ay aloyo, Echugarechao,
Xumio, Licusira y Hatacurin están pintados todos juntos como si estuvieran en un
solo sitio, sin embargo, el CP (pp.43-44) claramente indica que no se encuentran al
mismo lado del pueblo. Aunque esta representación no corresponde a la situación
geográfica en la realidad, no se trata de un error por parte del carari ya que este más
bien ha tratado de poner énfasis en el hecho que todos los ojos de agua han sido
registrados por el rey Harame cuando se fundó la comunidad.556 A la izquierda de

553 Debido a la destrucción del LC ya no es posible leer completamente las glosas que indican los
nombres de los ojos de agua. Sin embargo, las pocas letras que aún quedan - junto con la composición
iconográfica idéntica al LP - nos indican que se trata exactamente de los mismos lugares ( v é a s e i l u s t r a c i ó n
3 8 y 3 9 ).

554 En el parque Óstacuaro también había piedras labradas (con diferentes figuras) pero en el trans­
curso del tiempo estas han desaparecido. Óstacuaro quiere decir "donde tapan al agua para desviarlo" (se
refiere a las obras para canalizar el agua).
555 En los lienzos el ojo de agua de Ayacuyo ha sido pintado en tamaño muy grande lo que indica la
gran cantidad de agua en este sitio: parece haber una pequeña laguna. Por lo tanto puede tratarse del sitio
actual de Cuínio K’éri donde también existe una muy pequeña laguna.
556 Si el carari hubiera querido expresar este hecho pero al mismo tiempo indicar la posición ge­
ográfica exacta de cada ojo de agua, le hubiera causado algunos problemas en cuanto a la composición
general del documento. El elemento de la legitimación de la posesión de los ojos de agua probablemente
fue considerado ser de mucho más importancia.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 215

los ojos de agua (en los lienzos) se encuentra el "irecha halame" (el rey Harame), el
que según el CP registró todos los linderos.557 Mientras que en el CP el registro
de los ojos de agua está relacionado con Harame, en los dos lienzos vemos también
cabezas y glosas personales puestas sobre tres ojos de agua. Es uno de los casos
donde ambos documentos pictográficos dan información adicional. Aparte de
Harame, se relacionan otros tres caciques uacúsechas con los ojos de agua, estos son
(según el LP); "irecha u/acusticatame", "irecha/ pauacupe" y "ircha [sic]/
calapu".558
Después de la "vista de ojos" de todos los ojos de agua que pertenecen a
Carapan, el CP continua con los linderos de la comunidad, partiendo desde el cerro
de Ninicuaran (al norte del actual pueblo). Primeramente se mencionan todos los
puntos límites al noreste, este y sur(este) de Carapan. Enseguida de nuevo se toma
a Ninicuaran como punto de salida para dar la otra parte de los linderos al noroeste,
oeste y sur(oeste) del pueblo. Los límites orientales y occidentales se juntan en un
punto en el sur. Pudimos reconstruir la "vista de ojos" del CP (aunque no se ha
podido localizar todos los topónimos por el hecho que hoy en día no son conocidos
como linderos o han cambiado de nombre) gracias a la ayuda de los habitantes del
pueblo de Carapan (en especial Don Vidal Alejo) y basándonos en un mapa moderno
elaborado por el ingeniero Fairfax Percy en 1894.559 Este mapa fue usado por las
autoridades de Carapan en los pleitos de tierras en el presente siglo y aún se
conserva una copia (hecha en 1942) en el archivo del actual representante de bienes
comunales.560

557 En los lienzos Harame y otros caciques cargan una flecha en sus manos. En la tradición pictográfi­
ca mesoamericana flechas tienen el significado de conquistar y tomar en posesión cierto territorio. Son
símbolos de dominio y poder. Encontramos esta función de la flecha no solamente en varias partes del
CP, Genealogía de los Caciques de Carapan, Códice de Carapan, LP y LC (véase abajo) sino además en
otros documentos michoacanos como p.e. los Títulos de Tócuaro y el Códice de Jarácuaro. Véase también
la RM (lámina XLIII), donde el cazonci Zuangua, sentado en su casa, tiene una flecha en su mano como
símbolo de poder. Recibe embajadores/mensajeros de los aztecas quienes le piden apoyo para defenderse
contra los españoles (RM:237). Para un estudio sobre símbolos del poder en el México antiguo véase
Jansen (1997).
558 En el LC solamente alcanzamos leer dos de las glosas; "Rei paua/cune" y "Rei ca/rapa". En la
copia PC (copia en el pueblo de Carapan) se puede descifrar únicamente "(....... )/cume" y "Rei ca/rapa".
Ya que (véase descripción arriba) el LC y su copia PC están sumamente deteriorados, en el análisis del
contenido del corpus pictográfico de Carapan nos referiremos primeramente al LP y en una nota daremos
datos adicionales sobre LC y PC.
559 Ya que el CP describe la "vista de ojos" en gran detalle, los habitantes de Carapan pueden
identificar lugares (y dar nombres concretos en lengua p’urhépecha) que únicamente son descritos en el
CP (donde esta fuente no se refiere a un término en lengua p’urhépecha).
560 Cuando Isidro Alejo Martínez mandó hacer la copia, el original aún se encontraba en el archivo
de Carapan (ATC). Ahora está perdido. El mapa no contiene todos los nombres de los linderos
mencionados en los títulos, sino únicamente los más importantes. Las extensiones del territorio carapense
en el CP (y los lienzos) y el mapa de Percy parecen ser idénticas (¡es posible seguir casi todo el recorrido
indicado por el CP en el mapa de Percy!). Son los linderos al este del pueblo que en el mapa de Percy
216 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

En el LP los linderos están representados por una glosa toponímica con una flecha
clavada encima. Aunque estas flechas no están presentes en los topónimos del LC,
este sí contiene unas cruces como linderos.561 En una tabla (véase ilustración 59)
hemos representado todos los topónimos que se encuentran en el CP, LP y LC. Se
observa que una buena parte de los nombres de lugar del CP también se encuentran
en los dos lienzos. En el caso del LC la identificación de muchos nombres es
problemática por el- mal estado de conservación del documento (muchas glosas han
desaparecido totalmente), así a primera vista la tabla parece indicar que entre el CP
y el LC hay menos correspondencia que entre el CP y el LP. Llama la atención que
los dos lienzos también mencionan algunos nombres nuevos que no están en el CP.
Muy probablemente se trata de adiciones y precisiones de los datos en el CP hechas
por los autores.562
Concluye la vista de ojos del territorio carapense - según el CP - con la
observación que todos los ojos de agua, cerros, barrancas y otros puntos geográficos
indicados en el CP (registrados por Harame), pertenecen al rey Carapu: "(•••) yo el
Rey Carapu soy dueño de todos estos lugares (...)" (CP:45). Aunque Carapu es el
presunto autor de esta primera parte del CP, fuera de este corpus no hay evidencia
que realmente haya existido un rey con tal nombre. Probablemente ha sido postulado
como el fundador original de la comunidad y a el debe su nombre, Carapan (en el
sentido de "fundación de Carapu"). Otras partes del CP (p.57, parte APC, f.lr) se
refieren a Carapu como el fundador de la comunidad y el que registró todos sus
linderos. En los lienzos (véase los ojos de aguas) y sobre todo en la Genealogía de
los Caciques de Carapan, se encuentra como miembro del linaje de los uacúsecha de
Tzintzuntzan. Los autores de los títulos primordiales han incluido a Carapu como
miembro de este linaje de caciques poderosos, sabemos que su nombre no aparece
en las genealogías oficiales de esta nobleza de Tzintzuntzan (véase la genealogía de
los uacúsecha en la lámina XXVII de la RM, p. 169: "Genealogía de los señores de
pazquaro y cuyacan y michuacan").
Esta relación entre Carapu y el linaje de los uacúsecha no solamente está
indicada en el texto del CP, sino también en la Genealogía de los Caciques de

tienen nombres que (casi todos) no corresponden con los del corpus de títulos de Carapan. Podría tratarse
de otros puntos significantes en los límites orientales del pueblo aunque también debemos tomar en cuenta
que los nombres originales pueden haber cambiado. Se trata de los siguientes puntos geográficos;
Guerrilla, Madroño, Tepusa, Coral de los Puercos, Tepetate Letrada, Cruz, San Miguel [es el cerro de
San Miguel], Sombreretas y Llacata al este de Carapan y Piedras Sueltas, Ojo del Agua del Obispo, y
Tierra Sumida al suroeste del pueblo.
561 La Hecha claramente es un concepto más antiguo que el uso de la cruz, lo que es una indicación
que el LC fue hecho posteriormente al LP.
562 Como ejemplo podemos dar hatacuriri (LC) y hatacurin (LP). Consta que el CP y los lienzos
forman un corpus coherente y que un documento da ciertos detalles geográficos que en el otro documento
no están especificados (veremos lo mismo en el análisis de las escenas históricas).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 217

Carapan. En este documento pictográfico se representa a los "Iraecha uacus", el


"trongo real" de los caciques águilas (las palabras encomilladas se encuentran en el
documento), descendientes del dios sol Curicaueri (véase abajo el análisis del escudo
de Tzintzuntzan). Al lado derecho superior del documento se encuentra una yácata
(como indica la glosa "yyacata") con un árbol. El árbol podría ser una referencia a
un lugar topográfico o referirse al linaje de los caciques descendientes de Carapu; en
este caso sería un árbol genealógico de los caciques de Carapan, podría tener la
misma función que los árboles que encontramos en el Lienzo de Jucutácato y la RM
(véase las observaciones en nuestra discusión del cuadro de Xiuhquilan en la parte
II de la presente obra). Arriba del árbol hay una glosa que dice "xucudepe", que
podría ser derivada del náhuatl "xoco(tl)" y "tepe(tl)", que significa "cerro del
jocote".
La pirámide debe ser una referencia a una de las zonas de yácatas que se
encuentran cerca del pueblo actual. Frecuentemente las pirámides o yácatas
representan a las cuevas de origen de donde salen los linajes de principales.563
Tomando en cuenta que posiblemente también está pintado el árbol genealógico, la
escena parece referirse al hecho de que Carapu nace de la yácata-cueva como el
primer cacique uacúsecha, fundador del "trongo real" de los "Iraecha uacus".
Además, Carapu está representado como el fundador de la comunidad ya que dentro
o en frente de la yácata lo vemos clavando una flecha encima de una plataforma (con
motivos de un tablero de ajedrez) que significa que el cacique lo tomó en
posesión.564 Resumiendo, podemos interpretar la escena total como la
representación del cacique Carapu, rey del linaje de las águilas y descendiente del
sol, quien toma en posesión (funda) el sitio de Carapan, en el lugar donde está la
yácata. Este es el lugar donde se fundó e inició la comunidad. El acto de la
fundación también está presente en el centro de la genealogía, donde Carapu está
pintado al lado de unos arcos con flechas encima (fundación, tomar en
posesión).565 Luego siguen pinturas de 5 caciques y una serie de seis glosas que
indican nombres de varios miembros del linaje uacúsecha de Tzintzuntzan. Consta
que en la Genealogía de los Caciques de Carapan el cacique Carapu está postulado
como el primer miembro, y el más importante, del linaje de los uacúsecha. Así

563 Aún hoy en día mucha gente indígena piensa que abajo de los yácatas se encuentran cuevas o
túneles.
564 Al lado de la plataforma se encuentra la glosa "quereta" lo que significa "lugar del juego de
pelota" en lengua p’urhépecha. La plataforma sin embargo no tiene la forma característica de la cancha
para hacer el juego ulama, aunque podría ser usado para jugar los juegos p’urhépechas tzacapu akuni y
la huárhukua. Estos últimos juegos fueron comunmente jugados en el centro de Michoacán (lago, sierra)
hasta mediados de este siglo y aún hoy en día hay varios pueblos donde en ocasiones especiales (como
fiestas) los practican (véase Roskamp 1994).
565 Véase abajo también las referencias al acto de "clavar flechas" en la segunda parte del CP.
218 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

Carapan - sede y origen de Carapu - llega a ser el lugar de donde procedió el linaje
de estos caciques águilas.
La relación entre Carapan y el linaje de los caciques uacúsecha está indicada
sobre todo en la segunda parte (b) del CP, una historia de la fundación y refundación
de Carapan por los uacúsecha en la época precolonial. A primera vista esta parte del
CP es la más caótica y causa mucha confusión al lector, probablemente debido a la
superposición y mezcla de datos procedentes de varias fuentes escritas y de la
tradición oral local y regional.566 Aunque contiene un gran número de topónimos
y nombres personales, carece de fechas que nos podrían dar una cronología exacta
de los diferentes sucesos.567 Se mencionan varios miembros del linaje uacúsecha
de la región del Lago de Pátzcuaro: Harame, Uacus Thicatame, Tzitzispandaquare,
Zuangua, Tariacuri, Sicuirancha y Francisco Tzintzicha Tangaxoan.568 El escribano
quien compuso el CP no siguió el orden cronológico de la genealogía de los caciques
uacúsecha que se encuentra en la RM. En unas ocasiones se refiere a varios de estos
caciques uacúsechas gobernando al mismo tiempo (p.e. CP:46, 51) mientras que en
otras ocasiones menciona una sucesión de los caciques que difiere completamente de
los datos que contiene la RM (la fuente más confiable si se trata de la genealogía
uacúsecha).
Es importante mencionar la diferencia más grande entre la parte (a) y (b) del
CP: mientras que en el primer caso se trata de la fundación primordial del pueblo
por el rey Carapu (el que probablemente dió su nombre a la comunidad), en el caso
de la parte (b) se trata de eventos posteriores pero igualmente de mucha importancia
(en esta parte llama la atención que no se menciona al cacique Carapu). En esta
segunda parte se habla ya sobre el tiempo de la llegada de los españoles a la Nueva

SM> Además, debemos tomar en cuenta que se trata de una traducción de un original en lengua
p’urhépecha y de una transcripción de esta traducción por Nicolás León (tanto el original en p’urhépecha
como la versión en español están perdidos). En ambos procesos pueden haber ocurrido errores que aún
aumentan nuestras dificultades de interpretar el texto.
367 Llama la atención que otros documentos michoacanos, como la RM y varios documentos
pictográficos (p.e. los lienzos de Jucutácato y Nahuátzen), también carecen de fechas si se trata de la
época prehispánica.
3M En el CP estos nombres han sido apuntados de diferentes maneras (posiblemente hecho a
propósito). Zuangua, por ejemplo, aparece como Tzivanqua, Tziuanque, Tziuanqua, Tziunqua, Siuanqua
y Ciuanqua. De los nombres indicados en el CP, Harame y Tariacuri no son mencionados en la
Genealogía de los Señores de Carapan. Tanto el CP como la genealogía mencionan el nombre Carapu,
cacique que no aparece en la genealogía uacúsecha de la RM. De los caciques prehispánicos mencionados
en el CP y la Genealogía de Carapan, solamente Harame, Uacus Thicatame, Carapu y Tzintzicha
Tangaxoan están pintados también en el Lienzo de Pátzcuaro y el Lienzo de Carapan. En los lienzos se
da el nombre adicional Pauacupe (Pauacume I or II).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 219

España. Enseguida se da la reconstrucción de la historia prehispánica de Carapan tal


como aparece en la segunda parte del CP:569
"Garaaqui y el Rey Hasame y Rey Vacusticatame y Rey Tzitzispandequare y
Rey Punquaihancha. Habiendo visto el Rey Vacusticatame que ya eran muchos
reyes los cuales le han de dar guerra al diablo de Vandaro, guiados por una
aguila llegaron al lugar que llaman Siuimendo donde hallaron interprete el cual
los llevó al monte de Vanchan donde esta un cerrito á cumbre de aquel monte
donde hallaron al que llamaban Conondyrayzuno-yaxuchida este los guió hasta
el puesto que llaman Antzitaquaro donde cogieron arcos preciosos y se armaron
y se pusieron cahtles de oro (...)" (CP:46).
Sugiere esta parte del CP que los seis caciques han gobernado en la misma época y
que todos juntos tenían que luchar contra el diablo de Uandaro, es decir contra el
dios - y su gente - del "lugar del cielo". Los señores se fueron - guiados por un
águila (abajo veremos que este animal era una manifestación del dios del sol,
Curicaueri, y del linaje de los uacúsecha) - a Antzitaquaro, pasando por Siuimendo
y el cerro de Uanchan. El sitio de Antzitaquaro - según el CP lugar muy importante
en la época prehispánica (lugar donde los caciques se pusieron insignias de rey) -
muy probablemente puede ser identificado como el San Pedro Antzitaquaro de la RG
de Chilchota, pueblo posteriormente congregado en la cabecera Chilchota.570
Antzitacuaro es el lugar donde estaba el templo para el dios de Uandaro (entonces
este topónimo parece ser una referencia a un templo). Otros templos con dioses
importantes estaban en Cuyricua, Charucu y Patzuemtan, todos lugares que aún no
han sido identificados:
"(...) en aquel lugar [Antzitaquaro] estaba el valiente hahchu el cual les avisó
que ya en la Nueva España estaban los españoles conquistadores, que le revele
el diablo de uandaro que allí estaba en aquel lugar y el diablo de Cuyricua y
Charucu y el de Patzuemtan y la sierpe (...)" (CP:46).
La sierpe podría referirse a un dios cuya manifestación era una serpiente. En la
religión mesoamericana era muy común que los dioses se manifestaban en forma de
ciertos animales como águilas, coyotes, serpientes, colibries, etcétera. Nos faltan los

569 Tomando en cuenta el contenido confuso de esta segunda parte del CP, daremos el texto completo
en forma de varias citas con nuestros propios comentarios. Respetamos la ortografía de Nicolás León.
Véase Alvarez Constantino (1991:165-179) para una versión "corregida" (ortografía moderna y signos de
puntuación).
57,1 Los otros topónimos, Vanchan y Siuimendo, no han sido identificados pero podrían ser sitios al
sur de la Cañada de los Once Pueblos, hacia la Sierra o Meseta P’urhépecha (sobre todo tomando en
cuenta la ubicación de Antzitacuaro y de otros topónimos mencionados en esta parte del CP). No hay
datos sobre el personaje llamado Conondyrayzuno-yaxuchida en otras fuentes etnohistóricas.
220 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

datos sobre la religión de los michoacanos prehispánicos para identificar "la sierpe"
como un dios específico.
Después de la revelación del dios del "lugar del cielo", los señores se fueron
a Cutzunduquaro (sitio al sureste del actual Carapan) y luego pasaron a Caurio
(Cahurio, San Pedro, en el siglo XVI barrio de Zacapu). Fue en este lugar que
escucharon otra vez la noticia sobre la venida de los españoles a tierras indígenas:
"(...) pasaron al puesto que llaman Cuzundarquaro donde se limpiaron cahthles
preciosos que eso quiere decir Cutzundarquaro, pasaron á Caurio [San Pedro
Caurio] donde hallaron al valiente Valuxan el qual les dijo y les nombró
lugares donde habia guerra. Dieronle parte al Rey Tzitzispandaquare,
preguntóles el Rey que donde salian tales nuevas, respondieron ellos que fueron
revelados por tres diablos que allí estaban en aquel lugar y que eran tan
valientes los diablos que en contorno andaban tres veces al dia que no les
quedaba rincón del mundo por chico que fuera (...)" (CP:46).
Mientras que Antzitaquaro parece ser el lugar donde los reyes se pusieron las
insignias de la élite, en Cutzunduquaro limpiaron sus huaraches preciosos (como
veremos únicamente los nobles uacúsechas usaban este calzado).571 Probablemente
ambos sitios - ahora desaparecidos - eran lugares muy importantes en la región. Es
interesante ver que el CP da algunos datos generales sobre el poder de los dioses.
Estos podían adivinar sucesos y ver todo lo que pasaba en el mundo. Son los nobles
quienes recibieron las noticias sobre la llegada de los españoles:
"(...) que en toda esta tierra se han de llenar pueblos y lugares de hombres con
sombreros de fierro y que andavan encima de unos tuytzes que son los caballos
y que estos hombres han de andar por todos los pueblos y lugares asolando los
dichos lugares y pueblos matando las personas que en ellos aliaren sin recerbar
persona ni chica ni grande, que unos morieran á cuchillo y otros les sacaran los
ojos y otros á azotes" (CP:46).
Mientras que muchos títulos primordiales no se refieren al carácter violento de la
conquista, en el CP se habla sobre una época de inestabilidad y gran temor. De
mucho interés es la referencia a los caballos, animales desconocidos antes de la
época colonial. Encontramos el término tuytzes únicamente en el CP y la Relación
de Michoacán. En esta última fuente se dice que los caballos se:
"(...) llamaban venados y otros tuygen, que eran unos como caballos quellos
hacían, en una su fiesta de Cuingo, de pan de bledos, y que las crines, que
eran cabellos postizos que les ponian a los caballos" (RM:265).

571
Hoy en dia el nombre de Cutzunduquaro es traducido como "lugar donde se limpian los pies".
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 221
Pensamos que tuytzes o tuytzen es un término usado para cualquier animal que
puede llevar a cuestas a personas o carga (véase el DG 1991 Tomo II:626).572
Estamos de acuerdo con Seler (1908:132) quien - interpretando estos datos de la RM
- pensaba que los caballos eran vistos como animales divinos y por lo tanto
relacionados con los tuytzes de la fiesta religiosa de Cuingo.573 Es sumamente
interesante ver estas pocas referencias a la formación de una imagen de los
extranjeros conquistadores por parte de los indígenas (ya que en las fuentes
generalmente es al revés). En la misma RM (pp.264-265) por ejemplo, también se
da información importante sobre la visión indígena, lo que claramente nos muestra
que los conquistadores y las armas, animales y religión que ellos introdujeron en la
región, causaron tanto admiración como miedo y antipatía. Sobre todo nos llama la
atención la imagen que los indígenas tenían de la nueva religión y sus protagonistas,
los frailes europeos.
En el CP se pone énfasis en el valor mostrado por los nobles para enfrentar la
amenaza desconocida. Fue Harame quien en este momento fue instalado como rey
de Carapan y tenía su palacio en Tzintzunantziquaro. El mostró su grandeza y fuerza
y señaló todas las posesiones territoriales que pertenecían a Carapan, así indicando
que la región ya era una unidad territorial antes de la llegada de los españoles
(tratando de señalar la continuidad territorial a través del tiempo). Según el CP los
reyes o caciques no solamente mostraron su poder y valentía sino además no estaban
muy sorprendidos por las malas noticias:
"Todas estas noticias les dió estos tres diablos y la sierpe á estos reyes que
estaban juntos no les dió cuidado ni hicieron caso de lo que les avisaron porque
ellos ya sabian lo que habia de pasar y suceder, pero otros naturales estaban
ignorantes de todo esto y cuando estas noticias anduvieron en todos los lugares
y cerritos donde vivian los mas naturales causóles grande tristeza y llanto por
el trabajo grande en que se vieron que entró en gobierno el Rey Harame el cual
Rey en Calapan donde llaman tzintzununantzíquaro tenia su vivienda y palacio
que su venida se asustaron todos los naturales del pueblo de Calapan y

572 En esta fuente encontramos los términos thiui-pani ("llevarlo a cuestas"), thiui-poni ("traerlo a
cuestas"), etcétera. Thiui-rani aún en la actualidad significa "cargar" (Velásquez Gallardo 1988:28). Thiui-
sini (sini significa costumbre en pasado y presente, Lecron Foster 1969:63) sería "siempre cargar".
573 Seler (1908:132-133) ya se dió cuenta de la posible relación entre la fiesta de Cuingo y la historia
del dios Achuri-hirepe. Nos cuenta la RM que los dioses Cupanzieeri y Achuri-hirepe jugaron a la pelota.
El último perdió y fue sacrificado. Su hijo Siratatapezi quiso vengar la muerte de su padre y mató a
Cupanzieeri. Excavó el cuerpo de su padre que enseguida se transformó en un venado y "tenia crinces en
la cerviz, como dicen que tienen esos que traen esas gentes, y su cola larga, y fuese hacia la mano
derecha, quiza con los que vienen a estas tierras [los españoles]" (RM 1956:241). Posiblemente el venado
hecho en la fiesta de Cuingo era el dios Achuri-hirepe. Los caballos de los españoles fueron vistos como
seres divinos, quizás como el dios Achuri-hirepe quien se había ido, precisamente, hacia la región de
donde venían los conquistadores.
222 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

Tzintzuntziquaro. Entonces el Rey Harame les mostró á los naturales su


grandeza y teponaztle de oro y la estatua del ídolo de oro se lo mostró también
al valiente Thiuime y desde allí señaló montes, cerritos, barrancos, lugares,
ojos de agua por suyos lugares buenos y mandó que todos los lugares, puestos,
montes, cerritos, ojos de agua, llanos buenos señalados sean recerbados y por
solamente suyos, y decian los naturales quien se ha de atrever á contradecir al
rey Halame su mandato, y luego nombró á cada uno de los montes por sus
nobles ansi cerritos como ojos de agua, fuentes barrancas llanos penas por
mojoneras También habia grandes imaginaciones causándoles grande llanto
decian los naturales quien se ha de atrever ni aun mirarles la cara á estos reyes,
y que será de nosotros cuando lleguen los hombres que dicen que vendrán con
sombreros de fierro en cima de uno tvytzes que son las bestias los cuales
tuytzes nos han de matar con los pies y nos morderán con la boca. Son
diferentes tuytzes unos tienen cuernos otros orejas muy largas estos nos
causaran grande temor y maltratamiento" (CP:46-47).
La cita anterior claramente se refiere a la indiferencia de la élite indígena en cuanto
a las amenazas europeas. Es el rey Harame quien mostró la estatua del dios al
pueblo, posiblemente para dar fuerza a la gente y para expresar que los dioses les
iban a defender. Después de que el CP describe la muestra de poder por Harame,
dice que enseguida este se fue de la cabecera de Tzintzunantziquaro para conquistar
un territorio grande, una politica seguida por sus sucesores:
"(...) y toma por medio de ausentarse del lugar largar sus tierras y patria de
tzintzunantziquaro donde era primero cabecera y ciudad de ellos y ganaron para
sinoloa [¿Sinaloa?] por ser tierra larga. Algunos andaban de cerro en cerro los
que no quisieron pasar a sinoloa. En aquel tiempo escondieron y taparon los
naturales del pueblo de tzintzuntzan [Tzintzuntzan, Lago de Pátzcuaro] un ojo
de agua que llamaban Hucumuo [no identificado] y otros muchos ojos de agua
daban todos fuertemente con flechas y se fueron y volvieron los valientes
guerreros algunos flojos se quedaron. Entonces vinieron los valientes guerreros
con el Rey Tzitzispandequare y empezó á dar guerra por todos los lugares para
que le dieran tributo á él en Zibulan y Paquilpan y Titelan Chapatouvato y
sichoo y camadalani [lugares no identificados] esto duró mucho tiempo hasta
que por ultimo ya por la vejez no pudo guerrear mas. Entonces entró en
gobierno el Rey tzivanqua procuró también dar muchas guerras hasta que por
ultimo y su vejez no pudo guerrear mas" (CP:47-48).
Llama la atención que en el CP esta política expansionista - que hace pensar en el
mensaje general de la RM (véase capítulo I) - está mencionada como si fuera una
consecuencia directa de la amenaza española, sin embargo, todo ha sido postulado
como sucesos en una época anterior a la conquista. La venida de los europeos
claramente forma la división entre la época primordial (época prehispánica) y la
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 223

época colonial. Esto también explicaría la falta de un orden cronológico (estilo


europeo) en esta segunda parte del CP. Era importante indicar la antigüedad y la
grandeza de Carapan y de la élite uacúsecha. Probablemente no era muy relevante
atribuir todos los sucesos a un noble uacúsecha en particular, sino más bien, al linaje
completo (explicaría los cambios repentinos de protagonistas en varios eventos
descritos por el CP). Por lo tanto no sorprende que según el CP, Tariacuri fue el
sucesor de Zuangua. Es en este tiempo que Carapan y Tzintzunantziquaro se habían
despoblado574 y pidieron a Tariacuri que poblara, otra vez, en este lugar tan
importante - la antigua cabecera uacúsecha:
"Entonces entró el Rey Tariacuri en gobierno y prosiguió también él con las
guerras que siempre tuvieron. Este Rey procuro por la gente que vivia en
Calapan y tzintzuntzanantzicuaro diciendo que como se despobló aquello y que
se habian hecho los naturales de tzintzuntzanantzicuaro los que habian poblado
en Calapan. Respondió el valiente Panducam y otros guerreros que allí estaban
dijeron ansí al Rey Tariacuri. Señor tú que eres Rey Tariacuri fuerte guerrero
manda que todos los naturales que están en los cerritos y ojos de agua en este
gobierno se junten todos que esos daran razón de toda la gente y porqué se
despobló este lugar de Calapan y puedes mandar que algunos se agreguen vivan
en este lugar de Calapan, no es lastima Señor que este despoblado un lugar tan
bueno como este y que no tengas aqui Señor quien te acuda y sirva en este
lugar donde fue primero cabecera y ciudad" (CP:48).
Resulta que los habitantes del importante sitio de Tzintzunantzicuaro se habían
trasladado a Carapan, pero que después se despobló o por lo menos quedó muy poca
gente en este lugar, lo que hizo conveniente otra congregación. Fueron guerreros
locales (entre ellos Panducam) quienes pidieron la repoblación y refundación del
asentamiento. Continua el CP:
"Llegaron al puerto [puesto] que llaman huaquacabo [no identificado] donde
hallaron señales de Reyes [palacios y templos] y los que estaban alli por
guardas que uno de ellos se llamaba Andatze y otro xuchida y otro del pueblo
de Arantza llamado Conoderayzuno y de Siuina Curumincu y pamdum y
Siuimepara. De estos tomaron parecer que á cuales podian agregar allí en el
pueblo de Calapan estas siete personas respondieron dando ellos su parecer y
voto que los que están en el puesto de Piritan [sitio ubicado al sur de Carapan]
pueden llevarlos porque en el puesto de Piritan estaban contra un ojo sin agua
y aquellos podian poblar en el pueblo viejo de Calapan donde estaba
despoblado. Vuelven con la respuesta" (CP:48-49).

574 Posiblemente a partir del gobierno de Harame quien salió del lugar para conquistar otras regiones
(llevando a buena parte de su gente).
224 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

Aconsejados por algunas personas locales muy importantes, entre ellas guerreros de
Aranza y Sevina (poblaciones cercanas en la Meseta P’urhépecha), se decidió que la
gente de Piritan - que carecía de agua - debería ser congregada en Carapan:
"Al Rey de Pacapetaro [lugar no identificado] grande valiente guerrero le dijo
el Rey Tariacuri contóle el [al] Rey de Pacapetaro Tzuonqua diciendole que en
toda su vida y mocedad supo en guerras contra los naturales rebeldes que no le
querian tributar y que tenia registrado todos aquellos lugares y puestos y
cuando volvió de guerras volviendo por despoblado de Calapan mandó que
poblasen otra vez en aquel despoblado. Diole razón de todo y luego salió á
guerras el Rey Tariaquri desde Tzintzuntzan y en el monte de Huuata agatzicuo
antecogió Vepexan para que fueran en su compañia y en siuina á siuinepara y
en arantzan á aguno" (CP:49).
Aunque no podemos identificar el lugar de Pacapetaro, debe referirse a un sitio cerca
del actual Carapan. Llama la atención que Sevina y Aranza deben haber tenido un
papel significativo en la geografía política en el posclásico: de nuevo son guerreros
de estos lugares que acompañaron a Tariacuri en sus campañas militares (después de
haber servido - como vimos arriba - como consejeros durante la repoblación de
Carapan). Es importante señalar que ahora el CP se refiere a Tzintzuntzan como
punto de partida del señor uacúsecha, Tariacuri.
Continua el CP hablando sobre la grandeza de Carapan, referiéndose a su
estatus como "otro Tzintzuntzan". Carapan fue visto (en el corpus de documentos)
como la cabecera primordial, antes que Tzintzuntzan llegó a ser capital uacúsecha de
la región:
"Y este rey Halame y el Rey Uacusticatame estando mucho tiempo en Calapan
empezaron los naturales del lugar que ya pueden llamar al pueblo de Calapan
otro Tzintzontzan porque impuso nueva ley el Rey Uacus thicatame y mostró
toda su grandeza y potestad y riqueza que era el teponastle de oro y el valiente
Oalame entonces lo mataron lo embriagaron para matarlo diciendoles que para
que se habia de adelantar á recibir al que tanto trabajo nos daba y ha de dar"
(CP:49).
Veremos que la cita anterior está directamente relacionada con una escena en los dos
lienzos de Carapan, donde los dos caciques están pintados a los lados de un escudo
de armas (véase análisis abajo).
"Después el Rey Vacusticatame pasó al monte de nulucho [lugar no
identificado] de alli paso al monte de Ceri [no identificado] dió vuelta otra vez
al monte de nuhecho [¿Uricho?] donde hizo noche otro dia paso al pueblo que
esta á la orilla de la laguna de Patzcuaro estando en el pueblo se descalzó los
cahtles preciosos de oro y los tiró e cima de la laguna que iba a Tzintzontza y
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 225

estado en la cumbre del monte de ucumo clavó cinco flechas y alli mostro
también toda su grandeza y trono potestad-tiara de oro precioso cahtles ceñi­
dores ......de nos limpiadientes, corona real sitial, teponastle cetro todo de oro
preciosa y también mostro como se volvia sol luna estrella aguila halcón pajaro
aire fuentes de agua árbol pescado todo esto mostro y después de todo esto
mostró la estatua de thiuime" (CP:49-50).575
Claramente Uacus Thicatame es el cacique supremo y, como consta de la cita
anterior, es considerado como el ser supremo quien muestra la gente toda su
grandeza y todos los elementos imprescendibles para la vida (como veremos
claramente se trata de una interpretación del escudo de armas de Tzintzuntzan).
Continua el CP, indicando el poder de este cacique:
"Y [Uacus Thicatame] mandó que ya llegó el gobierno de esta ley y mando
juntasen todos los naturales varones de todos los lugares. Juntáronse todos los
naturales de su gobierno notificóles que habia registrado todos los puestos y
lugares de su gobierno señalando tierras buenas ojos de agua para si y en todos
los montes y cerritos puso una flecha para que le reconozcan por rey y le den
vasallage volvióse á Tzintzuntzan otra vez puso una flecha delante de todos sus
vasallos clavada en el suelo la que se convirtió en agua. Visto esta maravilla el
Rey Vacusticatame dijo estas palabras anexo paso por unos rincones y volvió
otra vez á tzintzuntzan sube al monte y en la cumbre de ella clavo una flecha
diciendo estas palabras. Adexo esta flecha también se convirtió en agua el Rey
vistió esta maravilla dijo hoy en este dia yo soy el Rey y mañana no lo será al
que le cupiere la suerte y les avisó como presto habia de haber nueva ley (...)"
(CP:50).
Consta que Uacus Thicatame es el creador quien pone su flecha en todas las tierras
para tomarlas en posesión y para crear ojos de aguas. Es él quien pone orden en el
caos y decreta una nueva ley. Aunque Harame supuestamente fue matado (véase
arriba), de nuevo aparece y es mencionado junto con Uacus Thicatame (esto
claramente indica que ambos personajes están intimamente relacionados):
"(...) y en aquella ley no consentieran flojos ni adúlteros ni embusteros ni
mentirosos ni hechiseros. Si veren algún hechisero luego mandaran que le
saquen los ojos y al flojo lo mataran á golpes y al embustero le cortaran la
lengua y al adultero le metiera una estaca gruesa por la boca esto les dió á
entender y saber el Rey Uacusticatame. Y este Rey Halame y el Rey
Uácusticatame después de haber registrado todos los lugares montes puestos
llanos ojos de agua y entrando en posecion en ello y también después de haber

575 Aquí Thiuime parece ser un dios pero hemos visto que en otra parte del CP parece tratarse de un
personaje local.
226 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

nombrado cada uno de por si montes cerritos ojos de agua barrancas llanos
puestos. Mandó á los carga carcajes haciéndoles jueses de todos los
terrasgueros para que ninguno de ellos se alse en decir estas tierras son mias ni
cultivar tierras que no son suyas señaladas si alguno adelantamiento de cultivar
tierras que no son suyas tenga pena de la vida y le quiten la cabeza y sea puesta
encima de una mojonera de las dichas tierras que cultivaba no siendo suyas y
el cuerpo sea llevado á Tzintzuntzan ofrendar á los Ídolos y esta facultad les dió
á los carga flechas" (CP:50-51).
Llama la atención que la misma información - pero con más detalles - se encuentra
en la RM (siglo XVI). En la fiesta de Equata consquaro se hizo la justicia general
castigando a todos los delincuentes (véase ilustración 40). Varios miembros de la
élite asistieron a las ejecuciones de la gente condenada a la muerte: el petamuti (el
gran sacerdote), el capitán de los ejércitos, el cazonci y muchos caciques de varias
partes de Michoacán (RM: 11 y la ilustración II en la misma página). El mismo tema
se encuentra en el Códice de Tzintzuntzan (siglo XVI) - copiado e incluido en su
crónica por Fray Pablo Beaumont (véase Roskamp \991){ilustración 41). Beaumont
halló el documento en Tzintzuntzan (en el siglo XVIII), perteneció a un noble
llamado Cuini quien dijo ser descendiente de los caciques prehispánicos de esta
población (Beaumont 1985, Volúmen 11:30). Aparte de la información sobre los
castigos para los delincuentes, llama la atención que el CP menciona la existencia de
funcionarios especiales (el CP las llama "cargacarcajes")576 que se dedicaban a
resolver problemas de tierras y protegerlas contra invasiones de personas de afuera.
Gente apropiándose de tierras que no eran suyas fueron decapitadas: su cuerpo fue
llevado a Tzintzuntzan como ofrenda para los dioses mientras que la cabeza fue
expuesta sobre un palo en las tierras que habían invadido (CP:50). La RM también
menciona la existencia de oficiales especiales quienes arreglaban pleitos sobre tierras
(RM:185). El tareta uaxatati era la persona encargada de cuidar las tierras del
cazonci, recibió ayuda de otros oficiales quienes eran los administradores de las
diferentes tierras (RM:174). Al mencionar los castigos, los autores del CP no
solamente se refieren al orden en la sociedad prehispánica sino además amenazan a
futuros invasores de sus tierras: se castigará a todos los que se metan en nuestras
tierras, de acuerdo a las leyes antiguas (prehispánicas).
Después de haber explicado las nuevas leyes, el CP de nuevo se refiere a las
campañas militares realizadas por los caciques uacúsechas, acompañados por
guerreros-nobles de la Sierra P’urhépecha y de la Cañada, es decir de Sevina y
Antzitaquaro:

576 Es interesante ver que los jueces cargaban flechas. Las flechas no solamente eran símbolos de
poder sino además marcadores de linderos.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 227
"Y este Rey Halame y el Rey Vacusticatame y el Rey Sicurihancha y el Rey
Tzitzispandaquare y el Rey tziuanque habiendo visto todas estos hermanos
suyos dijo que ya hay muchos Reyes en este Reino y que en adelante han de
ser monarcas y mando el rey Custicatame [Uacus Thicatame] y que habia
mucha gente qe se tratase de dar guerra á los que no se sugetaban á este Reino.
Luego se puso á ello con todos sus valientes. Salieron de Tzintzontzan y
llevaron en su compañia á chuincha y a pari y a quaniuata y a uepeiran llegaron
a siuinan [Sevina] alli antecogieron a curumicu y a Cuincacatzi pasaron a
huquacato [¿Huecato?] antecogieron allí a andatze y á xuchida pasaron a
antzitaquaro [San Pedro Antzitaquaro] donde se pusieron ricos cahtles de oro
preciosos y arcos de oro también preciosos se armaron todos ellos muy bien y
pasaron. Llegaron a cutzinducuaro [Cutzunduquaro] y se limpiaron los cahtles
preciosos muy bien pasaron a caurio [San Pedro Caurio] donde hallaron a
Vacuxen el cual les dió noticias de todas las guerras que habia en toda la tierra
y también les dijo que tenia tres diablos [dioses] muy valientes y diligentes que
todos los dias andaban en contorno en todo el mundo tres veces al dia sin que
les quedara ningún rincón por chico que fuese y que ese le revele todas las
cosas del mundo y que estos eran sierpes lobos agudas a uno de ellos era al que
idolotran y otro en uandaro y otro en curiquaycharo y otro de patzuendo
[lugares no identificados]. Oido esto los guerreros desde luego empezaron a dar
guerras que eran munchos guerreros y muncha gente todos los que seguian a
estos tres Ídolos por eso eran encantadores bailadores jugadores de manos"
(CP:51).
Todos estos sucesos - según el CP - tienen lugar poco tiempo antes de la llegada de
los españoles (como hemos indicado anteriormente, en la segunda parte de esta
fuente):
"En aquel tiempo salió el lucero que pasó sobre todas las gentes de todo el
mundo en general y al instante desmayó y endudeció el tal Ídolo [dios] de
Uandaro" (CP:51).
En la RM (1956:230-237) también se mencionan varios augurios que indican la
llegada de los conquistadores europeos: véase, por ejemplo, la aparición de dos
cometas en el cielo (RM:231). Véase también la ilustración XLII de la misma fuente
(p.230) donde están representados (como adivinación) los efectos desastrosos de la
conquista; destrucción de templos y pueblos, enfermedades, destrucción de los
dioses, etcétera. Referencias a presagios similares se encuentran además en Sahagún
(1989, Libro XII, Capítulo I). Es interesante ver que, según el CP, los dioses se
desmayaron y dejaron ellos mismos su "oficio" de dioses supremos, admitiendo que
el nuevo dios (católico) era el verdadero:
228 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

"Empezaron sus ministros que sacaron los corazones para que con ellos se
curara el Ídolo [el sacrificio como manera de mantener a los dioses] y a juntar
todas las criaturas de pecho causándoles muncha tristeza por haber desmayado
el Ídolo y dios de ellos, anda grandes opiniones entre ellos y al cabo de siete
dias volvio á hablar el Ídolo preguntáronle que que era la causa de su mal
responder que aquella estrella aquel lucero que paso por encima de todas las
gentes de todo el mundo en general y que le causo tanto miedo en tanta manera
que se desmayó y que en adelante no habia de ser él el Dios de ellos y que lo
llevan á unos desiertos altos donde hallasen despeñadores y cuevas que alli lo
escondan y que rogaba muncho le hagan la merced que les pide y que ya habia
otro dios verdadero. Cojenlo y llevando á un monte donde hallaron grandes
peñascos y cuevas con grande llanto y tristeza y todos cogieron por otros
lugares desperdiciados y los naturales de Calapan Tzintzunantziquaro se
recogieron todos en el serrito de Phatamban porque es cabecera primera
Patamban [el cerro de Patamban al este del pueblo] y después en uicoyote (?)
y tzacapendo [lugares no identificados] (...)" (CP:51-52).
Enterraron a su dios en una cueva y se fueron por muchos lugares, lo que expresa
la inestabilidad e inseguridad en la época de la conquista. El CP sigue con las
guerras y la expansión uacúsecha bajo diversos caciques:
"(...) entonces el Rey Vacusticatame ya no podia dar mas guerra á los que no
le ofrecían vasallages por su vejez no podia ya reynar. Salió electo por Rey
Tzitzispandaquare salió de Tzintzuntzan para paquílpan [no identificado] a dar
guerras hasta llegar á su vejez. Y después salió electo por Rey teiuanqua
hombre recto y cruel salió de Tzintzuntzan para tequalpanteze [lugar no
identificado] a guerras donde anduvo muncho tiempo hasta llegar á su vejez.
Luego salió electo por Rey tariacuri dispuso luego y salió para sipulan [no
identificado] a dar guerras hizo gente muncho mas de los que eran guerreros
fuertes y valientes salió de tzintzuntzan con toda su armada y entre ellos fué el
valiente tirimarantzicu y el valiente Tzapiustame y el valiente paquincada y el
valiente thangutzicuaro y el valiente Chupiqua y el valiente pharame (...)"
(CP:52).
Nos dice el CP que de nuevo se mandó poblar en Carapan. No queda claro si se
trata de otra refundación (la fuente no dice nada al respecto). Aunque podría
significar que Carapan efectivamente fue poblado y despoblado varias veces antes de
la conquista, también se debe tomar en cuenta que el carari pudo haber tratado de
demostrar que Carapan siempre ha existido, desde tiempos del primer uacúsecha
Uacus Thicatame hasta la época del penúltimo cazonci Zuangua. Según el CP, la
(¿última?) fundación (repoblación) del pueblo ocurrió bajo mandato de Zuangua,
quien ordenó uno de sus guerreros - Sirundame - juntar gente de los alrededores (la
Cañada, Meseta) y poblar Carapan:
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 229

"(••■ ) allego aqui arriba de Calapan donde les dijo á sus gentes y compañeros.
Yo tomo parecer de vosotros por la potestad que tengo es mi parecer que en
este lugar se poblara porque es lastima este rio nadie se sirva de ella mirad que
linda agua lugar siempre bueno y sano y ansi os mando que cada uno de
vosotros traigáis una persona para que pueblen en este lugar con eso cuando se
nos haga otra vez camino para aqui tendremos quiero nos acuda y socorra en
estos viajes y ellos respondieron Señor muy lindo parecer es lo que manda su
Magestad, nosotros os empeñamos palabra de poner aqui gente que pueblen
aqui en este lugar. Pasaron á Sipulon a sus diligencias y quando volvieron
dieronle noticias de esta parecer al Rey Tziuanqua y diolo por bien hecho
diciendo que era muy justo que aquel lugar sea poblado y viva gente alli para
que no se pierda aquella agua sin que nadie se sirva de ella. Llamó uno de sus
soldados diciendole ven acá vos valiente sirundame a quien os parece enviemos
a poblar alli respondió sirundame. Señor tu me has heeho [hecho] merced de
honrarme pues me disteis tu poder para tu gobierno voy al lugar donde mandas
que se pueble y desde alli recodere la gente que á los rededores del lugar viven
esos me daran personas que pueblen en Calapan" (CP:52-53).
Es el guerrero Sirundame quien se encargaba de poblar (o repoblar) a Carapan,
obedeciendo las órdenes de Zuangua:
"Luego salió de tzintzuntzan el valiente sirundame llegó á siuína [Sevina] alli
antecogió al valiente sincalapa y apanducum y axancha. Paso á ratzaalti [no
identificado] antecogió al valiente conodira y azuno y les notifico y aviso a lo
que iba estos dos los del pueblo de Arantza [Aranza] el dicho sirundame
obedeceieron como era mandato de su Tziuanqua. A esto respondió el valiente
Zuño vecino del pueblo de Artantzan (?) [Aranza] y ansi esto es mandato de mi
Rey Tziunqua luego al instante entriego a mi nieto Thuruqugar que vaya á
poblar al pueblo de Calapan y al otro nieto suyo hermano menor de este dicho
thurucuazen que se llama Siuemaquare y otro hermano de este llamado cuenetze
estos estaban en Piritan [al sur de Carapan] y los llevaran á que poblasen en
calapan que los llevo el dicho sirundame" (CP:53).
Sirundame les llevó a la región y oficialmente les otorgó, en nombre de su jefe
Zuangua, las tierras tal como vienen mencionadas en la lista en la parte (a) del CP.
Llama la atención que especialmente se pone énfasis en la toma de ciertas parcelas
de tierras que se encuentran al lado oeste del actual Carapan, en la dirección de
Ichan; los de Cohtiro, Urapondiro y Charaperao. Primeramente se van a Cohtiro y
Urapondiro:
"Llegaron a cohtiro alli se dió posecion haciéndolos dueños de aquel lugar en
nombre del Rey Tziuanqua y diceles mirad vosotros que os adelantéis en venir
á poblaren [poblar en] este lugar de Calapan poned señales y viendo esto estos
que llevaron alli para que poblasen en aquel puesto de Calapan pasaron á la
230 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

otra banda donde llaman urapondiro alli pusieron señales amarraron las puntas
de unas pajas señalando hasta adonde han de cultivar las dichas tierras cada uno
de si aparte después de haber puesto señales volvieron al puesto de cohtiro alli
hicieron noche (...)" (CP:54).
Al dia siguiente Sirundame les mostró cuatro parcelas, cerca del ojo de agua de
Charaperao y como lo habían de trabajar:
"otro dia por la mañana llevólos el valiente Sirundame al ojo de agua que
llaman charaperao alli les dijo que en aquel lugar que está alli como á modo de
cuatro solares alli les dijo mirad en estos cuatro solares que no hay mas campo
alli habéis de sembrar chile dándoles traza como habian de hacer los almasigos
y como los habian de tapar con ramos de sauses que all hay en la orilla del Rio
y como lo habian de trasponerlo" (CP:54).
Pasados varios dias, otras personas fueron congregadas en Carapan:
"Después de unos dias se agregaron veinte personas con sus mugeres allí en
aquel lugar súpolo el valiente zuño como el truquazcu agrego veinte personas
en aquel lugar de Calapan envióle a decir a turuquazcu que como consintió que
en aquel lugar de Calapan consintió viviesen aquellas veinte personas ya que los
consintió que les haga hacer una sementera en nombre de su Rey, tziquangua
para esquite " (CP:54-55).
Hacer una sementera para el rey era una forma de pagar el tributo. Pero Turuquazcu
se opuso diciendo que las tierras no eran tierras realengas y que desde tiempo
inmemorial habían pertenecido al pueblo:
"Respondió turuquazcu que les habia de hacer que no tenia corazón para con
ellos que ellos se sujetaban al pueblo y que ya hadan sementera en nombre del
Rey Ziuanqua para esquite y que sus antepasados abuelos y abuelas en aquel
lugar vivían y cultivaban aquellas tierras y que el tenia derecho en ellas y no
eran Realengas que sus antepasados fueron los fundadores de aquel pueblo de
Calapan y que tienen noticias de los fundadores del pueblo de chucario
(chucandiro) que llevaron los de capula [actual Capula] para que allí poblasen
y en tiripetio [actual Tiripetio] y paseo y cuicomes (?) [no identificados] y
agora está poblado también en este lugar de la Calapan que los fundadores de
ella fueron electos por los porteros de los lugares que son primeramente el
valiente sincalapa y el valiente ponducuen y el valiente zuño" (CP:55).
Después de despedirse, Sirundame, de los pobladores de Carapan, estos se mudaron
a otro sitio más conveniente, al sur de Cohtiro y Urapondiro, siguiendo al río hacia
donde se encuentra el actual Carapan:
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 231

"(...) y después de haberles enseñado y ellos puestos señales como pusieron el


dia antecedente en el puesto de urapondi ansi pusieron alli en aquel lugar de
charaperao y se volvieron á hacer noche a cohtiro. Otro dia por la mañana se
despidió de ellos el dicho valiente sirundame diciendoles que se quedaran alli
y vivieran en paz como hermanos que eran y que eran dueños de todo aquello
que entraran en posecion y que el los iria a ver y visitarlos y que iba á ver y á
darle razón á su Rey Siuanqua como ya aquellos habian poblado alli y vivian
con gusto. Después de despedido de ellos el dicho valiente sirundame estas tres
personas con sus mugeres les pareció mal aquel puesto cohtiro unos con otros
tomaron parecer ellas y bajaron por el Rio abajo allí hicieron pueblo porque allí
les pareció mejor puesto para poblar" (CP:55).
El CP resume la última fundación por Sirundame como:
"(...) el valiente sirundame este fué el que nos trajo a este lugar de Calapan por
mandato del Rey ciuanqua y nos dió posecion haciéndonos dueños absolutos de
todos los lugares de Calapan ojos de agua barrancas montes cerritos llanos y
puso mojoneras en coetomo y después fué a avisar a su Rey a darle cuenta de
todo lo que obró en su nombre empeñándolos su palabra de venir a visitarlos
otra vez (...)" (CP:55, véase también CP parte d).
La historia de la fundación de Carapan, por Sirundame, también está pintada en los
lienzos LP y LC {véase ilustración 42 y 43). En ambos documentos pictográficos
vemos el guerrero - armado con arco y acompañado por los "carapenses" - siguiendo
el río para tomar en posesión las tierras indicadas en el CP (Urapondiro,
Charaperao, Cohtiro, todas se encuentran al lado del río). Mientras que en el LC (y
la copia que se encuentra en el pueblo de Carapan) los nombres de los fundadores
son ilegibles, por la destrucción del documento, en el LP claramente se pueden ver
las glosas "siruntame", "tuluquazcu", "zunemaquale", "cuenetze" y "pulepecha" que
indican los nombres de 5 personas pintadas al lado de las tierras de Urapondiro
(Urapontiro en el LP). Las "pajas amarradas" de Urapondiro - mencionadas en el
CP - también se encuentran representadas en ambos lienzos.577 Cuatro de las cinco
personas pueden ser identificadas como los fundadores mencionados en la versión del
CP: "siruntame" (Sirundame en el CP), "tuluquazcu" (Thuruqugar/thurucuazen),
"cuenetze" y "zunemaquale" (Siuemaquare en el CP).578 Llama la atención que el
LP menciona el nombre "Pulepecha" como quinto fundador. Probablemente
"Pulepecha", que significa "macehual", se refiere a los pobladores carapenses en

577 Una mancha de oxidación en ei LC indica el lugar donde debe haber estado la glosa "urapondiro"
(ya totalmente desaparecida).
57K Nuevamente se nota que hay gran variedad en la manera de escribir los nombres de las personas.
232 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

general.579 En los lienzos Sirundame y Thuruqugar/thurucuazen están pintados en


tamaño más grande que los otros tres pobladores de Carapan (así el autor de los
lienzos pudo indicar su importancia en la historia de la fundación de Carapan).
Ambas personas parecen estar conversando, precisamente como lo indica el CP.
Aunque en los dos lienzos "siruntame" está señalando las tierras de Urapondiro, dos
huellas de pie y pajas amarradas pintadas en las cuatro parcelas de Chalaperaueo
(Charaperao) indican que este lugar también ha sido visitado y registrado por
Sirundame. Mientras que en el LP estas cuatro parcelas se ubican al lado de
Urapondiro (otra manera de relacionarlas directamente con la fundación por
Sirundame), en el LC están representadas en la parte izquierda del documento,
separadas de Urapondiro.580 Sin embargo, en el LC también se encuentran las
huellas de pies y las pajas amarradas que indican que el lugar ha sido visitado por
Sirundame. El elemento iconográfico de la "paja amarrada" indica que son tierras de
cultivo; constituye un acto de toma de posesión.
Mientras que en el CP y en la Genealogía de los Caciques de Carapan fue
posible mencionar una gran cantidad de nobles uacúsecha, en los lienzos solamente
aparecen algunos nombres; Harame, Uacus Thicatame, Pauacupe (Pauacume I o II)
y Carapu. Para el carari o los carariecha (escribanos) quienes elaboraron los lienzos,
no fue posible incluir todos los caciques uacúsecha por disponer de poco espacio.
Además, no era necesario dar una lista completa de estos nobles, algunos nombres
importantes son suficientes para indicar que fueron los uacúsecha quienes antes de
la conquista fundaron Carapan. Esto también explica porqué pauacume - pintado en
los lienzos - no aparece en el CP ni en la Genealogía de los Caciques de
Carapan.581*
En los lienzos son Harame y Uacus Thicatame quienes reciben mayor atención,
ya que aparecen en combinación con un gran escudo de armas que está cargado por
un águila coronada, quien recibe rayos del sol en su pico {véase ilustración 44 y
45).m Harame se encuentra al lado izquierda del escudo, Uacus Thicatame al lado
derecha. Ambos son coronados y tienen arco y flecha en sus manos.583 De la RM

379 El CP menciona el grupo de gente que acompaña a los cuatro fundadores. El carari pudo repre­
sentarlo fácilmente, agregando una sola persona con una glosa que significa "gente común" o sea
"macehuales".
580 Como en el LP, sí se encuentran todavía al lado del río que - como veremos - tiene una función
muy importante en el documento.
381 También veremos que los lienzos contienen referencias a otros miembros de la élite
(Cuiniharangari, Timas, Tzintzicha Tangaxoan y sus esposas), aunque estos no están involucrados
directamente en la fundación de Carapan.
382 En el LP se encuentra en la parte inferior derecha, en el LC en la parte inferior izquierda.
383 Como en el CP son llamados "reyes" (en el LP se encuentra la glosa p’urhépecha "irecha" que
tiene el mismo significado). El arco y las flechas indican que se trata de caciques poderosos. Aunque en
el LP los nombres de los dos caciques son bien legibles, en el LC (y la copia en el pueblo de Carapan)
solamente es posible leer una glosa: "Rei hara/[m]e". Una mancha de oxidación ha destruido la glosa
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 233

sabemos que ambos pertenecen a la élite uacúsecha, las águilas. Thicatame es el


fundador del linaje, por lo tanto recibe el nombre de Uacus Thicatame, es decir el
águila Thicatame. Con su dios Curicaueri llegó a la región de Zacapu,
probablemente a principios del posclásico tardío (RM: 14-15). Después de su muerte
violenta, su hijo Sicuirancha migró hacia el centro de Michoacán, es decir a la
región del Lago de Pátzcuaro (ibid.23). En la genealogía uacúsecha de la RM,
Thicatame está acostado y el árbol genealógico - con sus descendientes - nace de su
pecho. Según la misma fuente Harame (o Aramen) y Zetaco eran hermanos de
Uapeani II y sobrinos de Tariacuri (hijo de Pauacume II, hermano de Uapeani).
Zetaco (el mayor de los dos hermanos) tuvo un hijo, Hiripan. El hijo de
Aramen/Harame se llamaba Tangaxoan I. Cuando el cacique Tariacuri dividió su
cacicazgo en tres partes para darlas a sus sobrinos, Hiripan y Tangaxoan, y a su hijo
Hiquingare, Tangaxoan I recibió Mechuacan (Tzintzuntzan). Hiripan llegó a ser
cacique de Coyoacan/Ihuatzio mientras que Hiquingare recibió Pátzcuaro)(ibid.l48).
Al principio Curicaueri - el dios supremo uacúsecha - tema su templo principal en
Pátzcuaro pero posteriormente fue trasladado a Coyoacan que por eso llegó a ser la
ciudad más importante de la región. Tzitzispandaquare (hijo de Tangaxoan I) sin
embargo, trasladó el templo principal a Tzintzuntzan, población que llegó a ser la
capital del cacicazgo uacúsecha. Zuangua y Tzintzicha Tangaxoan II,
respectivamente hijo y nieto de Tzitzispandaquare, fueron los últimos caciques irecha
uacúsecha quienes gobernaron en Tzintzuntzan y vivieron en tiempos de la conquista
española. Es importante señalar que, aunque Harame/Aramen probablemente nunca
fue cacique supremo (por lo menos no aparece como tal en la RM), sí fue el padre
fundador del linaje de los grandes caciques que gobernaron en Tzintzuntzan, la
capital uacúsecha en tiempos de la llegada de los españoles.584

personal de la otra persona. En el LP hay restos de una composición anterior atrás de Harame y Uacus
Thicatame. Claramente se distinguen los restos (se ve las lineas) de otras dos personas más grandes con
una flecha en su mano y su cabeza coronada. Estas dos tienen su espalda dirigida hacía el águila con el
escudo y miran en dirección contraria. Probablemente se trata de un primer intento del carari para
representar a Harame y Uacus Thicatame. Debe haberse dado cuenta de que las dimensiones eran
demasiado grandes y las corregió sobreponiendo figuras más pequeñas. Es importante ver que en el
mismo LP - abajo del escudo y a la derecha de las cuatro parcelas - están dos aves que parecen ser
águilas. Ambos animales llevan las glosas "mascoo" y "acatian" y parecen estar en un cuadro formado por
una linea doble en que además se encuentran un árbol y plantas (el cuadro está muy borrado y no tiene
color). Además podemos ver una línea doble borrada que conecta el escudo con un camino. No contiene
huellas de pie pero parece que si fue un camino. Los mencionados elementos pueden haber pertenecido
a una composición anterior, aunque tampoco podemos excluir la posibilidad de que el lienzo no ha sido
terminado completamente por el carari.
584 El mismo Harame, cargando un objeto que parece ser una lanza, está representado en el Lienzo
de Nahuatzen. Junto con Cuincacahtsi - quien carga una macana - ataca a una tercera persona en frente
de ellas (Harame le pica con su lanza). Esta batalla tuvo lugar cerca de Cheran ("cheran yretaro"). De
otra escena del mismo lienzo sabemos que Harame fue señor de Cheran, "cheran yreti". Aunque no
podemos descartar la posibilidad de que haya sido un cacique local de Cheran, parece más probable -
234 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

Habiendo mostrado la importancia de Harame y Uacus Thicatame, tenemos que


examinar ahora el significado del águila representada en el escudo de armas. El dios
principal de los uacúsecha (águilas) fue Curicaueri y - como hemos visto - fue
"introducido" en la región por Uacus Thicatame. Aunque inicialmente Curicaueri
solamente fue uno de los muchos dioses de la región michoacana, con el poder
creciente de los uacúsecha - quienes expandieron y lograron dominar políticamente
a muchos otros cacicazgos - llegó a ser el dios principal de todos los pueblos bajo el
dominio uacúsecha. Los informantes de Fray Jerónimo de Alcalá, autor-compilador
de la RM, proyectaron la importancia de su dios hacia el pasado y explicaron el
origen y establecimiento del supercacicazgo uacúsecha como resultado de los
esfuerzos de su dios. Obviamente se trata de una legitimación a posteriori.
Ya que la primera parte de la RM - que trata de los dioses y sus origenes - se
encuentra perdida, solamente tenemos información muy limitada sobre el carácter y
la función de Curicaueri y otras deidades.585 Se sabe que los señores uacúsecha
siempre se juntaban en "la casa del águila", un templo dedicado a Curicaueri
(RM:229). El término "águila" no sólo se refiere al linaje de los gobernantes, sino
también está relacionado con el dios principal. Según la RM Curicaueri a veces se
presenta en forma de un águila blanca con una verruga en su frente (RM:232). En
la misma fuente se menciona la existencia de "águilas reales" como las deidades
supremas y otras águilas pequeñas como dioses de menor importancia.586 Seler
(1908:142) traduce el nombre Curicaueri como "el gran quemador" (curi = quemar,
caheri = el grande). Curicaueri es el dios del sol quien además fue asociado con la
guerra (véase también ibid. 139-143). En las expediciones de guerra, Curicaueri fue
cargado por sacerdotes especiales llamados "thiuimencha" (RM:148) y todas las

sobre todo tomando en cuenta que el Lienzo de Nahuatzen también es un título primordial - que es el
cacique uacúsecha Harame, quien ha sido proyectado hacia la región de Cheran. Como en el caso de
Carapan, Harame tuvo un papel importante en la fundación prehispánica de Nahuatzen (según el lienzo).
Cuincacahtsi también aparece en el CP como un guerrero quien vivía en o cerca de Sevina (comunidad
a una distancia de 2 km. de Nahuatzen). Según el CP (parte b) participó en las guerras mandadas por los
caciques uacúsecha, cosa también representada en el Lienzo de Nahuatzen. De la breve descripción por
Mena del Lienzo de Aranza (Mena 1913:341-343) sabemos que este documento también contenía
referencias a Cuincacahtsi como guerrero en la misma región (aunque Mena identifica el nombre como
una población, el contexto muestra que debe haber sido el guerrero que también se menciona en los títulos
de Carapan y Nahuatzen). Aranza es una comunidad a poca distancia de Nahuatzen.
385 Algunos autores relacionan los pocos datos con el panteón azteca y sacan muchas conclusiones
prematuras. Desafortunadamente estos autores han sido y siguen siendo usados como fuentes confiables
sobre la "religión p’urhépecha". Otros, como el alemán Eduard Seler (1908), quienes basaron su análisis
principalmente en el estudio profundo de las fuentes primarias (como la RM), han sido y siguen siendo
ignorados.
386 El águila era un animal muy estimado por los uacúsecha. El cazonci tenía un funcionario especial
quien cuidaba a sus más de 80 águilas (RM:178). Fueron considerados como animales sumamente
poderosos. Espías enterraron plumas de águilas en los pueblos que querían conquistar para hechizar a sus
habitantes y así fácilmente obtener una victoria (RM:189).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 235

actividades militares fueron mandadas y supervisadas por este dios (véase por
ejemplo RM:15, 16, 29, 109, 149, etcétera). Los nobles uacúsecha fueron los
representantes de Curicaueri sobre la tierra y los que controlaban el culto de los
dioses - los intermediarios entre el pueblo y el mundo divino:
"Dicho se ha en la primera parte [la parte perdida de la RM sobre el origen de
los dioses] como los dioses del cielo le dijeron como habia de ser rey, y que
habia de conquistar toda la tierra, y que habia de haber uno que estuviese en su
lugar, que entendiese en mandar traer leña para los cues. A esto pues, decia
esta gente que el que era cazonci, estaba en lugar de Curicaueri" (RM:173, -
véase también p.227).
Claramente la RM indica el carácter de Hireti Thicatame como el fundador del linaje
de los uacúsecha, referiéndose a él como "(...) quien era aguila uacusecha"
(RM:19). Los caciques muertos fueron enterrados en frente del templo dedicado al
dios supremo (ibid.218-223). El cazonci era el sacerdote más importante, el jefe del
culto religioso (RM: 181).587
Volviendo a nuestros documentos carapenses (LP y LC) vemos que el sol - que
representa al dios principal Curicaueri - alimenta al águila con sus rayos. Así el
linaje de las águilas o uacúsecha está representado como un grupo de descendientes
del dios del sol quien legitima su poder. El sol - como el que da luz - puede ser
considerado como el verdadero fundador del linaje uacúsecha y de su
supercacicazgo.588 Dos importantes nobles uacúsecha se encuentran a ambos lados
del águila: (a) Uacús Thicatame, primogénito del linaje real y fundador del culto a
Curicaueri y (b) Harame, fundador del linaje uacúsecha que gobernó en Tzintzuntzan
hasta principios de la época virreinal. Las glosas "trongo real" (LP) e "iraecha uacus
trongo real" (Genealogía de los Caciques de Carapan) indican que el águila y los dos
caciques representan todo el linaje uacúsecha. Aunque la Genealogía de Carapan
carece de un escudo de armas, sí contiene un sol que manda sus rayos a un águila
bicéfala y coronada. En vez de pintar solamente dos miembros importantes del linaje
(como en el caso de los dos lienzos), el carari quien compuso esta Genealogía de
Carapan, decidió representar varios caciques uacúsecha como Uacus tihcatame
(Thicatame), sicuirhancha, tsitsispantaquare (Tzitzispandaquare), tsiuanque
(Zuangua), y tsintsicha dag (Tzintzicha Tangaxoan). Parece ser una selección de la
genealogía uacúsecha como la encontramos en la RM.

587 Véase también el estudio de López Austin (1976) sobre el fundamento religioso del poder.
588 La aparición del sol en los tiempos primordiales significa el principio de la vida (véase por
ejemplo el Popol Vuh). Además en los dos lienzos procedentes de Carapan es el indicador del oriente
(donde sale cada mañana).
236 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

Un escudo de armas casi idéntico al ejemplar del LP y LC es el de la ciudad de


Tzintzuntzan (véase ilustración 46), elaborado en el siglo XVI (AGI, Escudos y
Arboles Genealógicos de México, Número 168, fotografía en color publicada por
Escobar Olmedo 1989, portada del volúmen 1, y González García 1995:122).589
Aunque los elementos principales son exactamente los mismos que los encontrados
en los títulos de Carapan (los dos lienzos), el análisis muestra que tiene más detalles
que el escudo en los lienzos.590 El escudo en el LP parece ser una copia (parcial)
del escudo de armas de Tzintzuntzan mientras que el escudo en el LC ha sido
copiado del LP. Aunque la pérdida de detalles ya es visible en el escudo del LP, aún
faltan más detalles en el LC.591
La composición general del escudo del AGI es la misma como en los dos
lienzos de Carapan. Un sol que manda rayos al pico de un águila que carga un
escudo, a sus lados están pintados los dos señores uacúsechas Harame y Uacus
Ticatame. Sin embargo, difiere en los detalles pictográficos que se encuentran en el
escudo cargado por el ave y en los elementos que se encuentran en los extremos del
documento. Enseguida analizaremos estas características especiales del escudo del
AGI.
El escudo cargado por el águila contiene varias escenas, todas se refieren a
sucesos y lugares importantes en la historia de Tzintzuntzan y su élite (uacúsecha).
Unas rocas de donde sale un camino que conduce a un río (parte superior izquierda)
hace pensar en las representaciones de los lugares míticos de origen que se
encuentran en varios documentos procedentes de la historiografía indígena. Llama la
atención que la cueva en el escudo consiste de siete rocas que corresponde con la
representación de Chicomoztoc ("lugar de las siete cuevas") en muchas fuentes
mesoamericanas como por ejemplo la Historia Tolteca Chichimeca y el Lienzo de
Tlapiltepec. En muchas versiones de esta historia de origen, los migrantes salen de
la cueva y enseguida tienen que atravesar un río caudaloso, lago o mar (véase por
ejemplo la primera escena del Lienzo de Jucutácato). Un mismo río aparece en el
escudo de Tzintzuntzan, pintado en frente de la cueva. Es bien posible que en este
caso se trate de un lugar de origen uacúsecha.592

589 Francisco Miranda (1981:39) es el primero en mencionar la existencia de este documento. El


escudo, en colores, mide 28.7x20.7 cm. (González García 1995:122).
590 El águila en los documentos carga un escudo pequeño. Mientras que en el caso del Escudo de
Tzintzuntzan este escudo contiene muchos detalles, estos no han sido pintados en el LP y el LC (véase
análisis del escudo del AGI abajo).
591 Estas observaciones fortalecen la conclusión que el Lienzo de Carapan ha sido elaborado
posteriormente al Lienzo de Pátzcuaro (véase arriba).
592 Se debe tomar en cuenta que la RM no menciona el origen primordial de los uacúsecha,
únicamente dice que en un momento dado Uacús Thicatame llegó a la región de Zacapu. No podemos
descartar la posibilidad que los uacúsecha también conocieron el tema de la cueva de origen, muy común
en la historiografía indígena mesoamericana. Sí se sabe que estos lugares tenían un papel especial en la
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 237

Otra escena en el escudo contiene el Lago de Pátzcuaro (con dos pescados grandes)
y una isla en que están pintadas dos casas y una pirámide con templo de donde sale
humo (de las fogatas para los dioses). Probablemente representa la importancia de
la región del lago como centro religioso en la época prehispánica. Indirectamente el
templo con la fogata podría referirse a la obligación y la tarea principal de la élite
indígena, intermediarios entre la comunidad y el mundo divino, de traer leña a los
templos como ofrenda. Sin embargo, tampoco hay que descartar la posibilidad que
esta escena trata de las conquistas de los primeros uacúsecha en las islas del lago, es
decir el dominio de Tzintzuntzan sobre la cuenca de Pátzcuaro.
En otra esquina (parte inferior derecha) del escudo hay una escena que está
dividida en cuatro partes con sus propios elementos pictográficos, todos se refieren
a la élite uacúsecha. Los dos huaraches (sandalias, cactles o alpargatas) son atributos
que pertenecen exclusivamente a la élite. Tanto Harame como Uacus Thicatame -
que están pintados al los lados del escudo - tienen el mismo calzado.593 Lo mismo
se puede decir de la cinta de piel de jaguar que también forma parte de la
indumentaria de los caciques uacúsecha. Esto consta del hecho de que Harame y
Thicatame lo tienen puestos como un tocado especial, además hemos visto un tocado
parecido - donde igualmente pertenece a un señor uacúsecha - en la escena central
del Lienzo de Jucutácato.
El puma puede haber sido pintado como emblema que representa el poder de
la élite (teniendo un mismo significado que el águila o el león en muchos escudos
procedentes de la tradición medieval europea). En las culturas mesoamericanas estos
animales cazadores tenían mucha importancia y fueron admirados por su fuerza.594

vida de la élite. La RM menciona una cueva, la de Patuquen, como lugar de penitencia de los caciques
uacúsecha Curatame, Hiripan y Tangaxoan (RM:121, 124). La cueva - la entrada al inframundo -
frecuentemente es un lugar donde se celebran ceremonias religiosas.
593 Hemos visto que también en el Códice Plancarte se pone énfasis en el calzado (se refiere a cactles
preciosos y cactles de oro) como elemento típico de la indumentaria de los caciques (CP:46). Es
interesante ver que según la RM los caciques súbditos tenían que quitarse el calzado cuando querían
hablar con el cazonci: "Cuando algún señor habia de hablar con el cazonci, quitábase el calzado, y
poníase unas mantas viejas, y apartados del le hablaban" (RM: 185). Probablemente basándose en esta cos­
tumbre, en algunas fuentes posteriores se traduce el nombre cazonci como "cactle viejo", "alpargate
viejo" (RG de Pátzcuaro, Acuña 1987:199 y Beaumont 1985 Tomo 11:51) y "el calzado con cacle" (Rea
1882:44). Estas etimologías son derivadas de la reconstrucción de la palabra cazonci como cac(tli)tzontli
y no están basadas en una traducción correcta del náhuad (véase el capítulo I para interpretaciones más
probables de la palabra cazonci). A pesar de que las interpretaciones mencionadas de la palabra cazonci
son muy dudosas, sí consta que el calzado era un elemento que pertenecía principalmente a las élites.
594 En muchos documentos pictográficos de la historiografía mixteca y zapoteca, encontramos
gobernantes sentados sobre tronos con piel (incluyendo la cola) de pumas y jaguares. También se debe
tomar en cuenta que elementos de ciertos animales (coyotes, jaguares, pumas, águilas, etcétera) en el
vestuario de caciques pueden ser referencias a la fuerza naualista de estos gobernantes. El naual es el alter
ego o animal compañero de una persona. Transformándose en nahual, el individuo puede entrar al mundo
mágico y divino, y establecer contactos con los dioses (véase Jansen 1997).
238 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

También los dos patos - pintados en el escudo - están relacionados directamente con
la élite uacúsecha. Sabemos que en la época prehispánica las plumas de los patos
fueron usadas para hacer mantas para la élite (RM:101, 133). Además el pato fue
usado en los sacrificios a la diosa Xaratanga:
"Habia otro diputado sobre toda la caza de patos y codornices, llamado curu-
hapindi, este recogia todas estas dichas aves para los sacrificios de la diosa
Xaratanga [diosa de la luna], que se sacrificaban en sus fiestas, y después toda
esta caza comia el cazonci con los señores" (RM:175).
Consta que el pato fue considerado como animal divino destinado para los dioses y
sus representantes, la élite del lago.
En la parte inferior izquierda del escudo cargado por el águila, están pintados
un coyote entre un árbol y una planta, aunque el color azul también hace pensar en
agua que brota de la tierra. Tres aves andan volando, aunque a primera vista parecen
ser grullas, garzas o cigüeñas, tampoco podemos excluir la posibilidad - tomando en
cuenta su pico largo - que se trata de colibríes. El significado de esta escena no está
claro. Aunque el coyote (en náhuatl) o ihuatzi (en p’urhépecha) podría referirse al
poder de Tzintzuntzan y su élite (teniendo la misma función que el puma en otra
parte del escudo), también hay que tomar en cuenta que podría tratarse de un glifo
toponímico de Coyoacan-Ihuatzio, lugar importante en la época prehispánica cuya
élite tuvo estrecha relación con la de Tzintzuntzan.595 El cazonci tenía un
funcionario especial quien cuidaba a sus animales; águilas, jaguares, pumas (la RM
dice leones y tigres) y coyotes (lobos)(RM:178). Posiblemente estos animales
cazadores representaban el poder y la fuerza de la élite gobernante - el cazonci como
señor de estos predadores - y no se trata de un simple zoológico prehispánico.596
Al lado derecha del coyote se encuentra una representación de la luna y de
diversas estrellas. Podría tratarse de una referencia a la madre luna, la diosa
Xaratanga, deidad de la fertilidad. Fue Xaratanga quien trajo al mundo el maíz y
controlaba la pesca; era la diosa más importante de los agricultores-pescadores de la
región del Lago de Pátzcuaro. Su templo principal se encontraba en Tzintzuntzan, ya

595 Parece probable que no se trata de una referencia a la familia Huitzimengari, descendientes del
último cazonci uacúsecha. Aunque el nombre Huitzimengari ha sido traducido como "el del semblante de
perro" o "semblante de perro alegre", y a pesar de que hay representaciones de perros en algunas puertas
del antiguo palacio de esta familia (López Sarrelangue 1965:172-173), el apellido parece más bien ser
derivado de la raíz uitsi, "dar con vara" (Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, 1991, Tomo
11:731).
59í’ En muchos escudos de nobles españoles encontramos leones, lobos, caballos, perros, osos que con
sus garras tocan el tronco de un árbol; véase por ejemplo los escudos de las familias Ruiz, Bringas,
Haedo, Ayala, Aramburu, etcétera (respectivamente Piferrer 1855 Tomo 1:65, 77, 78, 124, 143). Parece
probable que han sido copiados y usados en el escudo de Tzintzuntzan (el lobo del escudo original
llegando a ser el coyote en el escudo indígena).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 239

antes de que este asentamiento llegó a ser la capital uacúsecha (RM:23-25). Mientras
que el dios principal de los agricultores fue Xaratanga, los chichimecas uacúsecha
tenían al dios del sol Curicaueri. Posteriormente - bajo la política expansionista de
los caciques uacúsechas y los isleños - tanto Xaratanga como Curicaueri llegaron a
ser los dioses más importantes en el panteón de los habitantes de la región (aparte de
que hubo un gran número de otros dioses locales). Ya hemos visto como en la RM
y en el escudo de Tzintzuntzan se pone énfasis en la estrecha relación entre el linaje
principal y ambos dioses.597
Finalmente, en el centro del escudo, se encuentra un edificio que parece ser un
castillo que tiene tres banderas rojas sobre un mismo número de almenas. En su
frente se encuentra un círculo azul y algunas chuparosas o tzintzuniecha.598 Aunque
el castillo es una representación europea (véase el escudo del Reino de Castilla y
León), en este caso la escena se refiere a la poderosa ciudad de Tzintzuntzan, situada
en la orilla del Lago de Pátzcuaro. Los colibríes forman su glifo toponímico: Tzint­
zuntzan significa "lugar de chuparosas". Una cruz grande está pintada arriba de la
escena central y probablemente indica que la ciudad es un asentamiento católico y
protegido por el dios supremo (como consecuencia de la conquista española y la
dominación de la región por autoridades españolas civiles y religiosas). La cruz se
refiere al papel de Tzintzuntzan como primer centro de la religión católica en el
centro de Michoacán. Tzintzuntzan ocupa una posición central en el escudo cargado
por el águila, los otros elementos pictográficos se refieren a varios episodios en su
historia (y la de su élite) y, aún más, indican su importancia como centro político y
religioso en la época prehispánica.
En los márgenes del documento se encuentra un gran número de elementos
como arcos y flechas, macanas, hachas, pipas, brazos cargando escudos pequeños y
escudos de armas con varios dibujos encima (árbol, planta, abeja, casa, cerro,
collar, templo, etcétera). Todos son conectados por medio de una cuerda. Aunque
a primera vista parece tratarse de pura ornamentación, en realidad se trata de una
representación del territorio conquistado por y perteneciente a la ciudad de
Tzintzuntzan. Las armas y brazos con escudos indican el hecho que Tzintzuntzan
adquirió su dominio por medio de guerras y muestra su fuerza como centro de la
expansión y sede de los caciques gobernantes (las pipas se refieren directamente a la
clase gobernante). La cuerda conecta estos elementos pictográficos con diez escudos
que parecen referirse a lugares geográficos - son glifos toponímicos. Se encuentran
precisamente en los puntos cardinales del documento y podrían ser los linderos más

597 Aún hoy en día en la región p’urhépecha el sol (antes Curicaueri - actualmente llamado Tata
Huriata) y la luna (antes Xaratanga - ahora llamada Nana Cutsi o Nana Cucu) son considerados como una
pareja.
59l< Aunque el pico podría indicar que se trata de colibríes, el físico de las aves (sus alas grandes) más
bien hace pensar en garzas.
240 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

importantes del cacicazgo uacúsecha prehispánico o de la ciudad de Tzintzuntzan en


la época colonial. La cuerda los conecta con los elementos que representan la
conquista (armas, escudos) y la élite (pipas), otra vez poniendo énfasis en el hecho
que los protagonistas de la expansión geográfica fueron los nobles. La cuerda, o más
bien el cordel, se llama tzitaqua en lengua p’urhépecha y es una medida para indicar
la extensión de tierras, como consta por ejemplo de los títulos de tierras de
Zurumútaro:
"(...) fui reconociendo las tierras derecho como va el sol por la orilla de la
laguna y en llegando a ocho sogas o cordeles sitaquas aqui confinamos con
(...)" (García Alcaraz 1970b:23, véase también 24).
Llama la atención que el concepto de la tzitaqua es parecido al concepto náhua del
mecate que - como ya hemos visto en el caso del Lienzo de Jucutácato - también
significa medir tierras, tomar en posesión cierto territorio. Además, indica un cierto
orden en la lectura y por lo tanto también en la cronología de las conquistas.
Empieza en la esquina izquierda de la parte inferior, se va hacia la derecha y sigue
los márgenes del documento para terminar en un topónimo en la misma esquina
donde empieza (aunque el punto de salida y el topónimo no están conectados por la
cuerda). Una glosa "anexo a texo" [sic] indica que originalmente el escudo estaba
incluido en un texto. Otra glosa dice "ciudad.de.cintzuntzan".
El estilo del escudo de Tzintzuntzan está directamente relacionado con la larga
lucha por el poder entre Tzintzuntzan y Pátzcuaro en el siglo XVI.599 Desde que
Tzitzispandaquare llegó a ser cacique supremo de Tzintzuntzan, esta ciudad había
sido la capital uacúsecha, el centro más importante en la región (véase la RM). Las
autoridades españolas reconocieron el estatus de Tzintzuntzan y le otorgaron el título
de "ciudad de Michoacán" en 1534 (Beaumont 1985, Volúmen 11:401-402) con todos
los privilegios correspondientes como el derecho a cobrar tributos de sus barrios, el
derecho de elegir un gobernador y otros oficiales del cabildo indígena, etcétera.
Probablemente en este mismo periodo Tzintzuntzan recibió su primer escudo de
armas. Aunque desafortunadamente no disponemos de la real cédula que confirma la
otorgación de tal escudo, debe tratarse del ejemplar copiado e incluido por Beaumont
en su Crónica de Michoacán (1987, Volúmen III:304-305)(vms£ ilustración 47).
En 1538 ya hubo un cambio muy drástico en el status quo político cuando
Vasco de Quiroga tomó posesión del Obispado de Michoacán, teniendo su sede
episcopal en Tzintzuntzan. Inmediatamente Quiroga decidió trasladar su sede a la
ciudad de Pátzcuaro, hasta el aquel entonces un barrio de Tzintzuntzan. Aunque los

5W Para este conflicto véase Beaumont (1985 Volúmen II, Capítulo VI y Vol.III, Capítulo XXV) y
Herrejón Peredo (1991).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 241

hijos del último cazonci (Tzintzicha Tangaxoan), otros nobles uacúsecha y


encomenderos españoles se opusieron a los planes, el título de ciudad y todos los
privilegios de Tzintzuntzan fueron trasladados a Pátzcuaro que llegó a ser la nueva
"ciudad de Michoacán" (Beaumont 1985, Volúmen 2:404-405).600 Beaumont
observa que los miembros de la élite indígena que se trasladaron a Pátzcuaro con
Quiroga, se llevaron todos los títulos y documentación perteneciente a Tzintzuntzan
(ibíd.). En 1553 Pátzcuaro recibió su propio escudo de armas (Beaumont 1987,
Volúmen 111:308-309). El traslado tuvo graves consecuencias para Tzintzuntzan que
fue degradado - se podría decir humillado - al estatus de barrio de Pátzcuaro y
perdió todos sus derechos (cobro de tributos, elección de gobernador). La antigua
capital uacúsecha (es decir su élite) no se rendió sino luchó intensivamente para
recuperar sus derechos. En 1593 finalmente lograron recuperar algo de su antigua
dignidad y estatus y se independizaron de Pátzcuaro cuando nuevamente recibieron
su título de ciudad mediante cédula real de Felipe II (Beaumont 1985 Volúmen
11:409-411). En 1595 los autos de posesión del título de ciudad y su escudo de armas
fueron confirmados por el virrey ("Autos de posesión del título de la ciudad de
Zintzontzan Uitzitzilan", LAL-TU, Viceregal Ecclesiastical Mexican Collection,
Number 1, Box 141, Leg.72, Exp.37). El escudo, visto y aprobado por el virrey, no
es el ejemplar copiado por Beaumont601 sino el que actualmente se encuentra en la
colección del AGI (Escudos y Arboles Genealógicos de México, Número 168).602
En este escudo del AGI, Tzintzuntzan se presenta como la capital prehispánica de la
región del Lago de Pátzcuaro, el centro del poder, fundado por los caciques uacús­
echa (los "águilas") quienes son los representantes y aún descendientes de
Curicaueri, el sol. En el escudo copiado por Beaumont, el énfasis en la importancia
de la antigua capital es menos fuerte ya que en el aquel entonces no hubo dudas

Wl° Según Beaumont (1985, Volúmen 11:405) los Tzintzuntzeños se levantaron en armas para defender
sus derechos antiguos.
601 Pablo Beaumont (cronista del siglo XVIII) no conoció el escudo del AGI sino únicamente el
escudo que halló en Tzintzuntzan y que copió e incluyó en su crónica. Supo del otorgamiento del título
de ciudad a Tzintzuntzan en 1593 (ya que vió y copió las cédulas reales en el mismo pueblo) y por lo
tanto concluyó - aunque el documento le pareció más antiguo (de la época de Carlos V) que el escudo
había sido otorgado a Tzintzuntzan en el mismo período (Beaumont 1987 Volúmen 111:310).
6112 Los autos originales de la posesión del título de ciudad se encuentran en la colección de la LAL
en Tulane, E.U. Pertenecieron a Nicolás León quien los publicó en los "Anales del Museo Michoacano"
en 1889 (véase facsímile de 1991:182-185). En su transcripción de la primera página sin embargo,
cometió un error y apuntó 1590 en lugar de 1595. De suma importancia son las copias de los autos que
se encuentran en el AGI (Audiencia de México, Legajo 94, ff.9r-10r.). Estos autos de posesión incluyen
el escudo de armas de Tzintzuntzan (actualmente el escudo de armas ha sido separado de los autos y se
encuentra en AGI, Escudos y Arboles Genealógicos de México, Número 168). Ya hemos visto que el
escudo contiene las glosas "anexo a texo", claramente indicando que pertenecen a los autos.
242 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

sobre el estatus de Tzintzuntzan.603 En el escudo de 1595, el gran pasado


precolonial de Tzintzuntzan y sus caciques tuvo que ser probado de nuevo ya que
había sido violado a fines de los años ’30 por la elevación del estatus de Pátzcuaro.
El escudo no tiene una función emblemática sino constituye un verdadero códice
histórico-geográfico, pintado en la tradición pictográfica indígena, con un mensaje
muy claro e inteligible: desde tiempos inmemoriales Tzintzuntzan ha sido la única
capital política y religiosa de la región, sede de la élite de los uacúsecha quienes
lograron expander su cacicazgo por medio de una serie de acciones militares. Este
territorio está indicado en un mapa esquemático. Así el documento contiene la
historia de Tzintzuntzan hasta principios de la época colonial. Claramente pone
énfasis en el periodo prehispánico.
El carari o los carariecha quienes pintaron los títulos de Carapan,
probablemente tenían acceso al escudo de Tzintzuntzan (el del AGI) y lo copiaron
para incluirlo en el LP, posteriormente el escudo de este lienzo fue copiado en el
LC. Sin embargo, los pintores-escribanos del LP excluyeron la parte geográfica ya
que perteneció exclusivamente a Tzintzuntzan. Además, debemos tomar en cuenta
que el escudo de Tzintzuntzan es un solo documento, de tamaño reducido, en que
fue necesario incluir tanto datos históricos como geográficos. En los lienzos de
Carapan sin embargo, el escudo forma parte de una composición más extensa, un
mapa de mayores dimensiones con una mayor cantidad de escenas históricas. Ya
hemos observado que hay diferencias en cuanto al contenido del escudo cargado por
el águila. Mientras que en el caso del documento del AGI contiene muchos
elementos pictográficos que se refieren directamente a la grandeza de Tzintzuntzan
y su élite uacúsecha, el contenido del ejemplar en los dos lienzos de Carapan es más
sencillo. En ambos lienzos el edificio pintado en el escudo de Tzintzuntzan (AGI)
tiene una posición central y es de dimensión grande. No se trata de una copia exacta
del edificio sino de una reinterpretación: vemos las almenas con banderas y la base
que también se encuentran en el escudo del AGI, aunque en los escudos de los
lienzos se ha añadido una cuarta almeda, sin bandera pero con un elemento que
parece ser una hierba. Además, el círculo azul (el lago) y los colibríes, que en el
escudo de Tzintzuntzan se encuentran en frente del edificio, en los dos lienzos están
pintados dentro del edificio. La cruz también se encuentra dentro del edificio, en la
versión original del AGI está representada arriba de la escena central. Es en esta
parte que claramente se nota que el LC es una copia del LP. Mientras que la cruz en
el LP tiene una base y el lago (circulo azul) se localiza en frente, en el LC la cruz

603 Sugerimos que este escudo ha sido otorgado a Tzintzuntzan en 1534, cuando recibió su primer
título de ciudad. El contenido y estilo del documento sin duda muestra que es del siglo XVI.
Iconográficamente parece estar muy relacionado con el Códice de Tzintzuntzan, documento del mismo
siglo que fue usado en la lucha de Tzintzuntzan para nuevamente obtener su título de ciudad (véase
Roskamp 1997).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 243

carece de esta base y está unida con el círculo que no tiene color azul. Así da la
impresión de ser un solo objeto y se parece mucho al símbolo de poder (el globo con
la cruz que significa el poder católico en el mundo) que es un atributo de los reyes
católicos europeos. Probablemente los copistas y reinterpretadores del LP no han
entendido bien el significado del escudo y lo han cambiado, aunque tampoco
podemos descartar la posibilidad de que lo hayan modificado a propósito.
Aparte de las mencionadas diferencias entre el escudo en el LP y el LC hay
otras. Así consta que la base del edificio central en el LC es más grande y alta que
en el LP. Finalmente podemos mencionar el río que sale de un ojo de agua (todo
color azul), elemento que encontramos en el escudo del LP a un lado del edificio
central. No se ha pintado este elemento pictográfico en el escudo del LC. A los
lados del edificio central en los escudos de los lienzos de Carapan podemos ver un
árbol, chuparosas volando y dos animales que a primera vista parecen ser felinos. El
animal a la derecha, en el caso del LP, es un puma como lo encontramos también en
el escudo de Tzintzuntzan (AGI). En el LC sin embargo, este animal - aunque su
posición es exactamente la misma como en el LP - tiene la cara de un coyote o
perro. El otro animal (al lado izquierda del edificio central) es el mismo en ambos
lienzos pero no puede ser identificado como un coyote o puma (los animales que
hemos visto en el escudo del AGI). Tiene las características físicas de un tlacuache
(ujkúri en p’urhépecha), animal común en la región de Carapan (donde abundan las
fuentes de agua y los ríos). El escudo original de Tzintzuntzan parece haber sido
copiado parcialmente pero también adaptado a la situación local de Carapan: consta
de la presencia del ojo de agua y el río (característica muy importante de la situación
geográfica de Carapan) y además de la representación del tlacuache, animal común
en la región (y probablemente en siglos anteriores parte de la dieta de los
habitantes).
El escudo original no solamente ha sido incorporado en los lienzos sino también
ha sido interpretado por el autor o los autores del CP. Son Harame y Uacus
Thicatame (presentes en el escudo de Tzintzuntzan) los protagonistas más
importantes en la segunda parte de esta fuente (véase citas arriba). La "lectura"
directa del escudo original consta sobre todo de la parte donde se habla sobre Uacus
Thicatame quien mostró - en un monte cerca de Tzintzuntzan - toda su grandeza:
"(...) en la cumbre del monte de ucumo clavó cinco flechas y alli mostro
también toda su grandeza y trono potestad-tiara de oro precioso cahtles ceñi­
dores ..... de nos limpiadientes, corona real sitial, teponastle cetro todo de oro
preciosa y también mostro como se vol via sol luna estrella aguila halcón pajaro
aire fuentes de agua árbol pescado todo esto mostro (...)" (CP:49-50).
Parece que para elaborar la lista de cosas mostradas por el cacique uacúsecha, el
carari ha leído e interpretado todos los elementos iconográficos importantes de varias
244 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

partes del escudo: el sol, la luna, la estrella, los pájaros, la fuente de agua, los
cactles, el árbol, el pescado (en el lago) y el águila. El hecho de que Uacus
Thicatame está presente en el escudo, ha sido interpretado como si fuera él quien
mostró todos estos elementos para indicar su poder. Los cactles (huaraches) han sido
interpretados como sandalias preciosas que forman un signo de calidad noble (véase
también nuestra propia interpretación del escudo). En la segunda parte del CP hemos
visto varias referencias a lugares donde los nobles se pusieron sus cactles preciosos
(Antzitacuaro) y donde este calzado precioso fue limpiado (Cutzunducuaro).
El uso del escudo de Tzintzuntzan en los títulos primordiales de Carapan es
simplemente legitimado en el Códice Plancarte donde - como ya vimos - se puede
leer que Carapan era otro Tzintzuntzan (CP:49). Debemos interpretarlo como una
manera de expresar que Carapan tenía igual importancia y fue un centro urbano
poderoso en la región de la Cañada y Meseta.604
El escudo de armas de Tzintzuntzan está totalmente integrado en el discurso
indígena de legitimación: la grandeza prehispánica de la antigua capital y su linaje
uacúsecha está representada preciosa y efectivamente. Esta visión prehispánica
sobrevivió la conquista española y no solamente fue usada en el siglo XVI (escudo
de Tzintzuntzan) sino aparece también en los títulos carapenses del siglo XVIII
(aunque con varias alteraciones en ciertos detalles). El contenido del escudo de
armas no es exclusivamente indígena, al mismo tiempo contiene elementos conocidos
en la tradición europea. Así el águila coronada se encuentra también en el escudo de
armas de los Habsburgos, conocido sobre todo por la presencia de un águila bicéfala
coronada.605 La relación entre los escudos usados en los documentos de Carapan
y el escudo habsburgo consta claramente del contenido de la Genealogía de los
Caciques de Carapan, donde encontramos la típica águila bicéfala del linaje
habsburgo. El sol brillante en el escudo de Tzintzuntzan y los lienzos de Carapan
tampoco tiene un significado solo dentro de la comsovisión indígena sino además es
un elemento importante en la iconografía católica. Mientras que en la sociedad
indígena prehispánica se refiere al dios supremo Curicaueri (dios del sol), en la
iconografía católica también es el símbolo del dios supremo que ilumina el mundo
desde el cielo. En muchas iglesias antiguas en los pueblos indígenas encontramos
tales representaciones de dios atrás de los altares (véase también las custodias). Así
como la élite uacúsecha se creía descendiente y representante del dios Curicaueri, los

604 Además, Tzintzuntzan y Carapan tienen una característica geográfica en común: la gran cantidad
de agua. Los colibríes del parque de Carapan - llamado Tzintzunánsquaro "donde se comen los colibríes"
- hacen pensar en los de Tzintzuntzan, "lugar de los colibríes". Tanto el agua como los colibríes en el
escudo de Tzintzuntzan podrían ser aplicados a Tzintzunánsquaro en Carapan.
605 Véase también el Códice García Granados, Lienzo de Tlaxcala, Genealogía de Cuauhquechollan
y el Lienzo de Cuauhquechollan. En los últimos dos el águila podría tener la función adicional de glifo
toponímico. Para el águila en la heráldica europea véase Leonhard (1976).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 245

reyes católicos eran los representantes del dios católico en la tierra. La función y la
legitimación de ambas élites es la misma: son descendientes de un dios supremo (en
ambos casos este dios representado como el sol o la luz iluminante) y se encargan de
mantener y difundir el culto religioso.606 Además el sol puede referirse a la
extensión del reino español (donde el sol siempre alumbraba alguna parte)(Piferrer
1855, Tomo 1:8). Tanto las conquistas y la expansión uacúsecha como las de los
reyes católicos españoles son legitimadas como actividades llevadas a cabo en
nombre del dios supremo - respectivamente Curicaueri y Dios.
Comparando el escudo de Tzintzuntzan con el escudo de España (en Piferrer
1855, Tomo I, primera ilustración), llama la atención que en el caso del escudo
indígena, los dos caciques águilas Harame y Uacus Thicatame ocupan el mismo
lugar en la composición total que los dos ángeles en el escudo europeo (es decir en
ambos escudos se encuentran al lado de la escena central). Mientras que en el último
caso los ángeles con banderas representan el carácter divino de los reyes católicos
(los ángeles como representantes de Dios), en el caso del escudo de Tzintzuntzan son
los reyes águilas que representan al dios supremo Curicaueri.607
Debemos tomar en cuenta que el carari o los carariecha quienes elaboraron el
escudo, cuidadosamente y bien pensado hicieron una selección de los elementos más
efectivos que podían usar para expresar cierto mensaje (hemos visto que se trata de
un documento histórico cartográfico). En el caso del escudo de armas de
Tzintzuntzan del AGI, ingeniosa y asertadamente mezclaron dos tradiciones; la espa­
ñola y la indígena.608 El efecto deseado era que el escudo pudiera ser reconocido
tanto por los indígenas mismos como por las autoridades españolas. Es bien posible

«)f> YéaSe por ejemplo la ilustración de los Habsburgos sobre "la escalera del sol" ("die Sonnenlei-
ter"): sobre la escalera se van hacia el sol donde son coronados por dos ángeles (en Wandruskza 1989).
6117 En el caso de los escudos de armas españoles vemos que los tenantes puedan ser animales (leones,
etcétera), ángeles pero también guerreros armados - como en el caso del escudo de la Casa de Arroyo y
alianzas en Ugijar (véase por ejemplo Piferrer 1861, Apéndice 1:231).
f,l“ Sin duda el escudo de Tzintzuntzan que se encuentra en el AGI ha sido basado en la tradición de
los escudos medievales europeos (en cuanto a su composición general). La gran diversidad de escudos
usados por los nobles españoles consta, por ejemplo, de la obra magna de Piferrer (1855-1866). Aunque
los indígenas claramente usaban y copiaban (parcialmente) los escudos de la nobleza española, la
elaboración de escudos no era desconocida en la sociedad prehispánica. Un gran número de elementos en
la ropa y otros atributos ayudaban y facilitaban la identificación de ciertas familias nobles, sacerdotes,
guerreros y grupos étnicos. Origen geográfico, afiliación étnica y otra información importante eran
fácilmente expresados. Podemos mencionar por ejemplo los escudos de plumas y los diferentes tocados
hechos y usados por los indígenas michoacanos o la gran cantidad de atributos relacionados a distintos
clases de nobles y sacerdotes en los códices mixtéeos. Parece que los indígenas rápidamente adoptaron los
escudos de armas de la tradición europea y los adaptaron a su propia situación y necesidad. Fue
importante para la nobleza indígena el ser reconocido en la clase alta de la sociedad colonial (véase
también los estudios de Haskett 1996 y Ridder 1994). No debe extrañar que además de otros atributos
originalmente pertenecientes a nobles españoles (ropa, uso de caballo y espada, etcétera), la nobleza
indígena llegó a usar y modificar los escudos de armas de la tradición europea.
246 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

que la élite uacúsecha haya puesto énfasis precisamente en estos aspectos de su


poder, principalmente para asegurar sus derechos y su poder bajo el nuevo gobierno
virreinal. Esta legitimación está presente no solamente en el escudo de Tzintzuntzan
sino también en otros documentos procedentes de la historiografía uacúsecha como
la RM y el Códice de Tzintzuntzan. En los dos últimos documentos se habla sobre
el buen gobierno de la élite en la época prehispánica (se explica el sistema jurídico),
la expansión divina en nombre de un dios supremo y la ayuda que la élite uacúsecha
dió a los españoles para introducir la fe católica (Roskamp 1997). Para la
continuidad del poder de la élite indígena era importante mostrar su buen gobierno
y voluntad de ayudar a la administración española en cuanto a asuntos políticos,
religiosos y económicos.
Aunque todos los documentos carapenses enfatizan la fundación del pueblo por
la élite uacúsecha, el CP y la Genealogía de los Caciques de Carapan son los únicos
que mencionan un gran número de estos caciques. En los dos lienzos - por el espacio
reducido - solamente se pintan los más importantes, aunque por medio del águila del
escudo sí se refieren a la élite uacúsecha en general.
Un elemento importante en la legitimación de las tierras de Carapan únicamente
se encuentra en el LC, lo que muestra que este lienzo no es solamente una copia y
reinterpretación del LP. En la parte inferior de este documento se ve una persona
indígena coronada - cargador de flechas en la espalda - quien en sus manos carga un
arco y un objeto rectangular de madera que está dividido en ocho cuadros pequeños
(véase ilustración 48). Aunque parece tratarse de un noble uacúsecha prehispánico,
según la glosa se llama "Rei marque[s]", nombre generalmente usado para referirse
al conquistador Hernán Cortés. El objeto de madera es difícilmente identificable.
Hace pensar en un instrumento para medir distancias, usado por ejemplo en la
construcción de edificios coloniales. En este caso podría ser una referencia a la con­
strucción de iglesias, elementos frecuentemente presentes en los títulos primordiales
para enfatizar que los indígenas eran buenos cristianos y por lo tanto recibieron
tierras de las autoridades españolas. Sin embargo, tomando en cuenta que hay otras
maneras para referirse a la evangelización y la construcción de iglesias (véase por
ejemplo las dos personas sobre el techo de un edificio en el Lienzo de Jucutácato),
parece ser más probable que se trata de una referencia directa a las tierras mismas
(como un tipo de modelo). En este caso constituye un elemento adicional para
mostrar la antigüedad de los derechos territoriales de Carapan, otorgados por la élite
uacúsecha (aquí indicados como "Rei marqués").609 Tampoco podemos descartar

609 La corona del "Rei marques" se parece mucho a la que lleva el dios Xipe en muchos documentos
pictográficos (como por ejemplo en el Lienzo de Guevea, un documento zapoteco) y difiere de las otras
pintadas en el mismo Lienzo de Carapan. Sabemos que en muchas culturas mesoamericanas se hizo un
ritual del flechamiento (Tlacaxipehualiztli) al dios Xipe que a veces estaba asociado con la fundación de
nuevos cacicazgos/la toma del poder (véase por ejemplo el Códice Fernandez Leal y el Códice Porfirio
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 247

la posibilidad que "Rei marqués" se refiere a Cortés como el conquistador español


y primera autoridad española en la llamada Nueva España. También en los títulos del
pueblo de Zurumutaro se encuentra una referencia a Cortés como el "Sr Rey Mar­
quez" (García Alcaraz 1970b:25). Quizás en el caso de Carapan se ha querido
indicar que íué Cortés quien - poco tiempo después de la conquista - aprobó la
extensión del territorio de Carapan. No debe extrañar el hecho de que Cortés en el
LC esté representado como cacique indígena, tomando en cuenta que (como
veremos) en el LP y LC el rey y la reina de España también aparecen con atributos
indígenas.610
Habiendo analizado las primeras partes de los títulos primordiales, las cuales
tratan de sucesos prehispánicos (la escena del LC antes mencionada podría ser una
excepción), es difícil determinar con toda seguridad las fuentes para estos datos. La
información detallada sobre la geografía local (ojos de agua, cerros, ríos, sitios
arqueológicos) debe haber venido de la tradición oral local. Lo mismo se puede decir
de las referencias a las personas locales y regionales que según los títulos estaban
involucradas en las fundaciones del pueblo: el hecho de que Cuincacahtsi aparece en
los documentos de Carapan, Aranza y Nahuatzen, podría indicar que se trata de una
persona importante en la historia precortesiana del norte de la actual Meseta P’urhé­
pecha.
Tomando en cuenta que el carari quien elaboró los títulos de Carapan, ha usado
y copiado el escudo de armas de Tzintzuntzan (documento del siglo XVI), parece
probable que pudo haber tenido acceso a otros documentos parecidos como las
crónicas de la época virreinal. No podemos decir con seguridad que usaron una
fuente como la Relación de Michoacán (sería una conclusión precipitada) pero sin
duda el carari dispuso de documentos basados en información derivada de esta
fuente, como el Códice de Tzintzuntzan que aún se encontraba en Tzintzuntzan a
fines del siglo XVIII. Podemos concluir que hay bastante evidencia para decir que
el carari tuvo acceso a documentación originalmente procedente de la antigua capital
uacúsecha. No podemos descartar la posibilidad que algunos de los documentos que
consultaron han desaparecido. El carari debe haber tenido contactos en Tzintzuntzan
y/o Pátzcuaro y debe haber conocido los propietarios de estos documentos - las élites
de estas poblaciones. Posiblemente el carari mismo vino de Tzintzuntzan o Pátzcuaro

Díaz). Taube (1988:340) nos muestra que también entre los maya el dicho ritual tenía tal función. El
objeto que lleva en sus manos el "Rei Marques" en el Lienzo de Carapan, se parece vagamente a una
estructura a que ataviaron las víctimas para el sacrificio - Taube (1988) muestra diveros tipos. Sin embar­
go, estas estructuras siempre están colocadas en el suelo y no son llevadas en la mano. El arco y las
flechas que tiene la figura en nuestro lienzo tampoco son muy sugestivos para el acto del flechamiento
ritual porque parecen ser una característica típica del indumentario de todos los caciques uacúsechas.
610 Rubí y Altamirano (1989:13) no tratan esta última escena como aislada, sino la consideran parte
del escudo, lo que nos parece incorrecto tomando en cuenta que la escena del "Rei marques" tiene su
propia función y además en el Lienzo de Pátzcuaro no aparece.
248 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

ya que parece estar enterrado de la lucha entre los descendientes de la élite


uacúsecha a fines del siglo XVI, lo que consta de los últimos renglones de la parte
(b) del CP donde dice:
"Este D. Antonio Vitzimengare tiene tierras en huuata agantecua (?) y en
cuijniqui y chatamtiro y tareta parangueo y en cutuupancheo y en inchan-
churepaquaro y en chapichan y en canitzeo y en ucasangangueo y en
cauhaquihuuato y en mautaanganguetiro y en urecho en estos lugares tiene
tierras D. Francisco Tzintzicha thangajuan. Todo lo sabia muy bien el valiente
sirundame porque era del Rey tziuanqua y Don Costantino es de otras personas
no son deudos" (CP:55-56).
El CP se refiere al hecho que Don Constantino Huitzimengari (quien nació a
mediados del siglo XVI y murió a principios del XVII) no era hijo legítimo de Don
Antonio Huitzimengari, descendiente de los caciques uacúsecha. Sin embargo, a
pesar de múltiples problemas, Constantino logró ser reconocido como cacique con
todos los privilegios correspondientes (véase López Sarrelangue 1965:210-215).
Parece que el carari quien compuso los títulos primordiales de Carapan ha
proyectado la historia del linaje uacúsecha hacia el ambiente local de Carapan,
tratando así de indicar la importancia del pueblo: Carapan representado como el
Tzintzuntzan de la Cañada. Excepción sin embargo es el Códice de Carapan aunque
está directamente relacionado con los demás documentos. Estudiando el contenido
del documento Don Vidal Alejo de Carapan hizo la observación que algunos de los
nombres de caciques corresponden a lugares importantes en el territorio carapense
y además aparecen en el CP y en los dos lienzos. Sugiere Don Vidal que
posiblemente se trata de los fundadores/caciques de varios asentamientos que
posteriormente se congregaron en Carapan.611 Hemos visto que efectivamente hay
datos sobre congregaciones en el CP: la gente de Piritan que carecía de agua fue
congregada en Carapan (CP:48-49, véase también p.53).
También otros nombres del Códice de Carapan están relacionados con sitios de
yácatas - y por lo tanto asentamientos antiguos: Thatziuararo (CP:43, 45), Patamban
(CP:44), Cutzunduquaro (CP:44), Culian (Curian o Curianhuata) y Cereztaran (o
Terestaran)(CP:45). Posiblemente la referencia a los fundadores de Carapan que
"fueron electos por los porteros de los lugares" (CP:55) se refiere a los otros
asentamientos no especificados por el CP pero sí en el Códice de Carapan. Aparte
de esta referencia el CP claramente indica que topónimos recibieron los nombres de

611 "(C)upata" (1er hombre) se puede referir a Cupatanhuata, "Tzirimoro" (segundo) al lugar con el
mismo nombre, "cutzundu/qua" (tercero) a Cutzunduquaro, "patamba” (cuarto) al lugar con el mismo
nombre, "Vararo" (quinto) a Thatziuararo, "pirita" (sexto) a Piritan, "teresta" (octavo) a Terestaran y
"curiya" (noveno) a Curianhuata (véase ilustración 59). Solamente "aracuti" (séptimo) queda sin
identificación (y por lo tanto no ha sido incluido en la tabla). No podemos explicar la glosa "heha".
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 249

sus fundadores: "[Halame] nombró á cada uno de los montes por sus nobles ansi
cerritos como ojos de agua, fuentes barrancas llanos penas [peñas]" (CP:47).
Los sitios indicados por los caciques en el documento son básicamente los
linderos en las cuatro direcciones del territorio carapense. Algunas glosas en el
Códice de Carapan parecen confirmar la reconstrucción e interpretación aqui
propuesta. Leemos "huchaeca quangaricha hamequa patzacha irecha carapun himbo"
lo que significa;
"nosotros valientes, muchos linderos guardamos, señores (reyes) de carapan".
Los caciques en el Códice de Carapan son los que - según el documento - represen­
tan las diferentes poblaciones que antes de la conquista se congregaron en Carapan
y al mismo tiempo representan algunos de los linderos de esta población. Aunque lo
anterior claramente muestra que el Códice de Carapan está directamente relacionado
con los otros documentos ya mencionados y forma parte del corpus de títulos pri­
mordiales, hay otro dato que nos permite sacar esta conclusión. En la parte inferior
del códice hay una glosa que dice "1597", que corresponde con la fecha mencionada
en la última parte (f) del CP (la reconfirmación de las tierras de Carapan por Don
Pablo Cuiru). Llama la atención que dos de los caciques en el Códice de Carapan
están vestidos como españoles mientras que los otros - con arco y flecha - son de la
élite prehispánica. Quizás el documento originalmente representaba una genealogía
de una familia (¿de Carapan?) que quiso demostrar sus derechos sobre dos parcelas
de tierras (también representadas en el documento). Este manuscrito original puede
haber sido copiado y alterado para formar un documento para legitimar los linderos
de la comunidad de Carapan; probablemente las dos parcelas indicadas en el
documento son las por que Carapan tuvo pleitos con Ichan a principios del siglo
XVIII; las tierras de Cohtiro y Charaperao (véase abajo). En una de las parcelas se
encuentran personas cultivando la tierra: una de ellas carga una coa en su mano.
Este instrumento se usa para plantar el maíz y podría representar el acto de tomar en
posesión las tierras, hacer sementeras y empezar el cultivo del maíz.
Aunque la identificación de las diferentes capas de información en los títulos
primordiales de Carapan es solamente hipotética, podemos concluir que la reclama­
ción del territorio por Carapan está profunda y ampliamente legitimada por el uso de
referencias a la fundación de la comunidad y otorgamiento de tierras tanto por nobles
locales como nobles uacúsecha de la región del Lago de Pátzcuaro. Aparte de estos
elementos los documentos también contienen información sobre el otorgamiento y
reconfirmación del territorio carapense por autoridades indígenas y españolas en la
época virreinal.
En tres partes del CP (d, e y f) y en los dos lienzos de Carapan se encuentran
datos sobre la reconfirmación de las tierras comunales por dos caciques indígenas en
250 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

el primer siglo de la época virreinal: Don Antonio Huitzimengari y Don Pablo


Cuiru.
D o n A n t o n io H u it z im e n g a r i
Parte (d) del CP trata de una visita de Don Antonio Huitzimengari, gobernador de
Pátzcuaro, a Carapan en el año de 1545. Según el CP el pueblo le presentó todos sus
documentos:
"En este año de 1545 años fué gobernador D. Antonio guitzemegare vino á este
pueblo de S. Juan Carapan a visitar este pueblo y en la primer visita que hizo
presentáronle los naturales del dicho pueblo de S. Juan Carapan una provision
Real que tienen los naturales de dicho pueblo de S. Juan Carapan con sus
titulos y pintura y patron Real Corona real mapa" (CP:56).
El carari quiso indicar que Huitzimengari vió las primeras dos partes del CP (con la
Genealogía de los Caciques de Carapan). Es probable que en el caso del "Real
Corona real mapa" se trata de los dos lienzos ya que la misma visita del cacique
colonial en 1545 también aparece en estos documentos pictográficos. Además,
veremos que el rey y la reina de España también están presentes en los lienzos
(explicaría el uso de los términos "real corona" y "real mapa"). Enseguida los de
Carapan dan un resumen de la información en las primeras dos partes del CP y los
títulos pictográficos:
"(...) yo turuquazui y ieuemamaquare y cuentze como fundadores de este
pueblo de S. Juan carapa visto todos los instrumentos arriba dichos poblamos
en este lugar de S. Juan Carapan por mandado y merced del Rey Carapu os
doy posesión que sereis dueños de todos estos lugares ojos de agua cerritos
montes y ya os tengo puestos todos los mojoneras rayas según tengo ya
entregados. Ansi nos dijo el Rey sirundame haced vuestras cementeras adonde
os pareciere que sois el dueño de toda esta tierra sin que intervengan los natu­
rales del pueblo de tzitzantbasiro que ellos tienen también tierras propias apar­
te, pero en los que estáis son vuestros que os ha hecho ya dueños absolutos
todos los Reyes primeramente el Rey Halame y el Rey Vacusticatame y el Rey
Tziuanqua y el Rey Sicuirancha y el Rey tzitzipamdaquare Cayrecha y el
Rey612 Carapu y el Rey Thagajoan tzintzicha que dicen, mirá vos turucuazen
y vos ceuemaquare y vos cuentze, hacé vuestras sementeras hasta adonde
quisieres que ya os tengo dado posesión, lugares montes ojos de agua serritos
hasta donde os tengo puestas rayas mojoneras yo soy el Rey sirundame que yo
tengo dado posesión en todo el Reyno dichas tierras. Señor juez que veniste a

612 Cayrecha significa "y el rey" (ca irecha), aquí claramente se observa que el Códice Plancarte
originalmente fue escrito en lengua p’urhépecha y después traducido al español.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 251
visitar este lugar, desta manera fundamos este pueblo de Carapan y vivimos
con estos inscrumento y recaudos titulo y pintura" (CP:56-57).
Especialmente llama la atención que se menciona al pueblo de Tzitzanbosiro (no ha
sido identificado) que probablemente fue una gran amenaza para la integridad
territorial del pueblo de Carapan en la época en que se hizo el documento (o
posiblemente anterior). Según el título los de Tzitzanbosiro jamás podrán meterse en
tierras de Carapan.
Después de haber estudiado los títulos de Carapan, Don Antonio Huitzimengari
dijo lo siguiente (según el CP):
Digo yo gobernador D. Antonio guitzmegare juez receptor que vine á este
pueblo de S. Juan Carapan y vistos todos los instrumentos recudos papeles
donde consta que este pueblo se fundo por orden del Rey Carapu puestos
mojoneras rayas nombrados los ojos de agua montes barrancas cerritos llanos
y visto por los Reyes el Rey Halame y el Rey Vacusticatame y el Rey
Tzitzisphandaquare y el Rey Phunquarhancha y el Rey Tziuanqua y el Rey
Tzintzicha Thagajuan y el Rey Carapu.
Digo yo gobernador D. Antonio Guizmegare gobernador de la ciudad de
Patzcuaro que visto todos los instrumentos recudos de este pueblo de S. Juan
Carapan como juez de esta visita ansi que halle á este pueblo de S. Juan
Carapan notifique la comisión y mandamiento que traia para esta visita llame
a parte son este a los naturales de otros pueblos y los hijos de Thurucazcu y
ieuemaquare y cuenetze fueron los que me recibieron D. Francisco Tzintzan y
D. Antonio tzurequi y D, Juan Cuini (...)" (CP:57-58).
Fueron Francisco Tzintzan, Antonio Tzurequi y Juan Cuini, los descendientes de los
fundadores de Carapan, quienes pidieron a Don Antonio de Huitzimengari mandar
presentarse las autoridades de las comunidadas vecinas de Carapan:
"(...) dijeron Señor Juez manda que primeramente vengan los naturales de
Etuquaro porque aquellos son espias de S. Juan Carapan que es D. Diego
Tzacari y D. Miguel Cuyni y del pueblo de Tzitzanbasiro. D. Francisco
Sipiruqua y D. Pedro Sacarías del pueblo de Cuispatzario D. Mateo Gregorio
y del pueblo de uecato D. Domingo Charandu y D. Andres Cuini y del pueblo
de Antzitaquaroó D. Nicolas quira y del pueblo de Acachuen D. Miguel
Gerónimo y D. Marcos Tzira y del pueblo de Uren Don Gregorio valiente y D.
Pedro Cuiyas y del Pueblo de Tzopoco D. Marcos Yrepun y Juan Baustista y
del pueblo de thatzicuararo D. Alonzo tzurequi y D. Juan Miguel del pueblo de
Tucuro D. Francisco Sipiruqua y D. Juan Cuyris y del pueblo de Ychan D.
Pedro Cacari y D. Pedro Lazaro" (CP:58).
254 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

arcos y lumiminarios y cumplir con su obligación de ellos esto me consta-el


uno-" (CP:59-60).
Según el CP los descendientes de los fundadores de Carapan - Tzintzun, Tzurequi y
Cuini - todavía estaban vivos y otra vez tenían un papel crucial en la reconfirmación
de los derechos de Carapan. Consta que Huáncito y probablemente los otros sujetos
de Carapan - aún teniendo su propias iglesias y santos - tenían que acudir al culto de
la virgen en la cabecera.
Aunque en esta segunda reconfirmación en la época virreinal hay sobre todo
referencias a los linderos generales de Carapan, llama mucho la atención que
especialmente se habla sobre las tierras de Cohtiro y que estas pertenecieron a la
iglesia de San Juan Carapan:
"Y otro me consta como abrieron la sanja en cohtiro que lo abrieron por
personas que nombro aqui. Gaspar apatzi y Gerónimo uacui y Nicolas Cutziqui
y Esteban phixe hiceles esta pregunta yo el juez hijos mios que es vuestra
intención habéis de vender esta sanja respondiéronme Señor nuestro juez no lo
hacemos para vender porque es del señor S. Juan el que se sirviese de la sanja
dara un tanto en su dia el que se sirviere del agua de esta sanja dara una
limosna en su dia del glorioso S. Juan para candelas y insensarios y aunque sea
el del pueblo pharangueo [no localizado] si sirviere del agua de la sanja ha de
dar también su limosna esta es nuestra intención señor nuestro juez por eso tra­
bajamos en hacer esta sanja" (CP:60/61).
Confirman las tres personas de Carapan que aparecieron ante el gobernador Don
Cuiru (en su calidad de juez) que las tierras de Cohtiro fueron trabajadas para
atender al culto religioso de San Juan, santo patrón del pueblo. A él pertenecen todas
las tierras y aguas del mencionado sitio.
"En este dicho año salió electo por teniente del pueblo de S. Sebastian don Ge­
rónimo tzintzun y le di la vara de teniente en este pueblo de S. Juan Carapan
lo saco que se la di yo el gobernador D. Pablo Cuiru y estos pueblos venian á
tener tianguis en el pueblo de S. Juan Carapan de etucuaro de Santo Tomas de
cuisiro [no identificado] de tzapoco [Zopoco] de cuecato de acachuen de uren
de tinanchan [¿sitio cerca de Tinanchanjuata?] de apundaro [actualmente en
tierras de Zacapu, sitio a la vista del cerro de la Alberca] de tucuro de ichan de
thatzicuararo de uantzizlin de paragueco [no identificado] nunca quizo venir
pero estos trece pueblos siempre vinieron con muncho amor, esto he visto y
consta a mi el gobernador D. Pablo Cuiri como es cabecera en este pueblo de
S. Juan Carapan mando que ninguna persona de perjuicio en esto so pena de
que sera castigo un mes de cárcel y condenado en ciento y sesenta azotes por
las calles el que no obedeciere lo que mandan y contienen los titulos y pinturas"
(CP:61).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 255

Según el CP Cuiru se dió cuenta que muchos pueblos libremente y con gran voluntad
venían a Carapan y asistían en su cabecera. Aparentemente Chilchota no fue uno de
los pueblos que - según el título de Carapan - obedecieron los mandamientos y
aceptaron los privilegios de Carapan. Por lo tanto Cuiru mandó llamar especialmente
a los de Chilchota, para ordenarles aceptar a Carapan como su cabecera:
"Yo el gobernador D. Pablo Cuiru Llame a los naturales del pueblo de
Chilchota hiceles notorio de todos los enstrumentos commo consta por los
naturales del pueblo de S. Juan Carapan norifiquele al alcalde de dicho pueblo
de Santiago de Chilchota D. Domingo tzintziqui dicho alcalde y D. Francisco
Vacuru regidor y ambroio tzintziqui escribano y a todos los demas oficiales de
república y mandones hiceles saber como tenian los dichos naturales de S. Juan
Carapan instrumentos de papeles pinturas pinturas titulos y que reconozcan al
dicho pueblo de S. Juan Carapan por tal cabecera y tiene también recaudo para
ser juez de todo aquel gobierno y todo lo obedecieron todos por eso firmaron
todos siendo ellos los testigos de todo esto D. Pablo Cuiru gobernador juez"
(CP:61).
Como en el caso de la visita de Huitzimengari, según el CP Cuiru declara que todos
tienen que obedecer los títulos y derechos de Carapan amenazando a los posibles
pleitosos con castigos.
En la parte (f) del CP (véase su transcripción en el apéndice VIII) Cuiru
aparece de nuevo como juez-gobernador de Carapan, esta vez en el año de 1597. De
nuevo reconfirma los derechos de Carapan (su estatus de capital y la extensión de su
territorio). Como en la parte anterior se pone énfasis en las tierras de Cohtiro. Quien
usaba el agua en este lugar tenía que pagarlo, asistiendo a las actividades religosas
en Carapan:
"(...) porque desde lo pasado lo mandaron asi todos los Reyes y se confirmo
por lo que mira a estas tierras, y aguas y asi lo ajuste yo Don Pablo Cuiru
Gouemador y preguntando/ por dichas sanjas, y aguas quien osare de ellas,
todos los/ que osaren de ella an de dar una libra de candelas, conque/ se
alumbre el señor san joan baptista, quien es el guardian, o/ Patron de dhas
aguas, y tierras. Y lo mesmo sera, aunque/ los de parangueo usen de el agua
han de dar lo mesmo/ que yo dho jues determine; y todos asimesmo han de//
venir a traer por la Asumpsion leña porq asi es/ costumbre y si alguno lo
rehusare le cogerán, y le/ quitaran gien pesos y no tendrá todauia alguna rason/
porque asi lo mandaron en donde todos los Reies estaban/ desde la antigüedad"
(APC, Caja 38, f.lr/v).
Según el documento estuvieron presentes Don Pablo Cuiru (gobernador), Don Pedro
tzitziqui (alcalde), Don Marcos S[i]loecha (alcalde), Don Domingo tzitziqui (regi­
dor), Don Alonso tzurequi (regidor), francisco Guaruco, Ambrosio tzitziqui, Pedro
256 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

Cuirapendo, Bemabe (de tzopoco), Gaspar Apatzi (Carapan), Gerónimo Guaqui,


Nicolas Quitziqui, Juan tzurequi y Esteban Puruxe. Termina el documento con "Ante
mi el Escribano Real Don franco Cuiru en el año de nouenta, y siete, en/ tres dias de
el mes de nobiembre".
Las reconfirmaciones de los derechos de Carapan por Antonio Huitzimengari
y Pablo Cuiru también están representadas en los dos lienzos (véase ilustración 49
y 50). En ambos documentos los caciques - vestidos como españoles - están sentados
sobre una silla mientras que un grupo de indígenas se dirigen hacia ellos (la gente
indígena mencionada en el CP, partes d, e y f).
En el Lienzo de Pátzcuaro (ilustración 49) está representado un edificio (estilo
colonial, probablemente la capilla del hospital). Las glosas "San Juan Calapan"
indican que se trata del pueblo de Carapan. A su lado se encuentran las glosas "1598
años" y "1589 años". Abajo del edificio hay tres personas indígenas con sus glosas
personales "Hualicha", "Sicuiriangape" y "Zintzun". Se dirigen hacia dos personas
vestidas como españoles con sus sombreros negros y sus bastones de mando, ambas
pintadas en grandes dimensiones. La persona a la izquierda lleva el texto "don bablo
Cuiru gor 1588 años" y a la derecha "don anton guizmengari 15(...)ños". A la
derecha de ambos caciques se encuentra otro indígena con las glosas "garonimo
uacui 1588 años". Los indígenas "Hualicha", "Sicuiriangape" y "Zintzun"
posiblemente son los tres descendientes de los fundadores de Carapan que son
mencionados también en el CP.615
La misma escena en el Lienzo de Carapan (ilustración 50) es más extensa y
contiene más glosas (aunque en gran parte ilegibles). La escena central del LC nos
muestra un edificio grande con una cruz puesta sobre un talud en frente (debe
tratarse de una capilla del hospital o iglesia), con el texto "pueblo de Carapa". Entre
el edificio y la cruz se pueden ver los restos de un dibujo que parece haber sido una
persona. Posiblemente su nombre estaba pintado sobre su cabeza (a la izquierda de
las glosas "pueblo de Carapa") lo que consta de una mancha de oxidación en el lugar
indicado. A la izquierda de la cruz está una persona vestida a la manera española
(con un sombrero negro, una manta negra, zapatos, pantalón) quien señala el texto
"pueblo de Carapa". Su nombre parece ser "don juan (..........])i", Barlow (CB-
UDLA) todavía ha podido leer (¿o reconstruir?) "don juan uitzimengari".
A la derecha del edificio religioso de Carapan hay otra persona igual como la
mencionada pero desafortunadamente casi no es visible (parece haber sido borrada)
en el original pero sí aparece claramente en la copia PC. No conocemos su nombre,

615 Debemos tomar en cuenta que solamente uno de los tres nombres, el de Francisco Tzintzun,
corresponde con las glosas en el LP. Antonio tzurequi y Juan Cuini no son mencionados en el LP pero
podrían ser las personas llamadas "Hualicha" y "Sicuiriangape" en el lienzo. Tampoco podemos excluir
la posibilidad que el carari del lienzo haya tratado de corregir dos de los tres nombres escritos en el CP.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 257

en la copia PC del Lienzo de Carapan solamente hay un texto ilegible. A la derecha


de la persona se notan restos de un dibujo de una casa, todavía se alcanza a ver los
restos de un techo (faltan en la copia PC).
En el LC, Don Pablo Cuiru y Don Antonio Huitzimengari están sentados en
frente de la capilla (ambos teniendo sus bastones de mando). Aunque sus glosas
personales están muy dañadas, todavía se alcanza leer "don(..../158....)" y "don
anton guitsman/gari/ gr 1589/ años".616 Al lado izquierdo de estos dos caciques se
encuentra un indígena cuyo nombre es ilegible aunque - comparando la escena con
el LP - probablemente se trata de Gerónimo Uacui.
Al lado derecho de los dos caciques sentados hay un grupo de 18 personas las
cuales están divididas en un grupo de 3 y otro de 15 (la línea divisoria es un camino
con huellas de pies). Del primer grupo resulta imposible identificar los nombres de
las personas ya que las glosas son ilegibles. Sin embargo, tomando en cuenta la
información del LP y CP, parece muy probable que se trata de los tres descendientes
de los fundadores de Carapan; Don Francisco Tzintzun, Don Antonio Tzurequi y
Don Juan Cuyni.
Del otro grupo de personas solamente una pequeña parte lleva glosas que son
difícilmente legibles. Es posible hacer la siguiente lectura: (1) "don anton/(.)[tz-
]ur(.)qui"617, (2) "don dieg(.)/ tzaca(..)"618, (3) "don mateo/ gregorio", (4) ilegi­
ble, (5) y (6) no tienen glosas, (7) "don ma(.)cu(.)/ yrepan", (8) y (9) son ilegibles,
(10) no tiene glosas, (11-14) son ilegibles619 y finalmente (15) no tiene glosas.
Cuatro de ellos pueden ser fácilmente identificados como personas que menciona el
CP; Diego Tzacari (LC #2), Mateo Gregorio (# 3), Marcos Yrepun (# 7) y Alonzo
tzurequi (#1).
En los lienzos las fechas son la única indicación que Huitzimengari y Cuiru no
estaban en Carapan al mismo momento. En muchos documentos pictográficos indíge­
nas diferentes sucesos - que corresponden a varios momentos en la historia - están
pintados en una sola escena.620

í,ir’ La fecha 1589 tendría que corresponder a la elección de Pablo Cuiru como gobernador (véase los
datos del CP).
617 Barlow (CB-UDLA) se equivocó y apuntó "don anton tzacapu".
6111 Barlow (CB-UDLA) ha leido "don antonio" equivocándose en la lectura.
f’lí' En el caso de la persona número (14) Barlow (CB-UDLA) ha leido "(......)cui".
620 La misma temática se encuentra en el Lienzo de Nahuatzen donde Don Antonio Huitzimengari
("ton anton") visita el pueblo de Nahuatzen (no hay una fecha), probablemente para revisar los linderos
del pueblo y oficialmente otogarlos a sus habitantes. El "ton pedro" podría ser Don Pedro Cuiniarangari
o Pedro Panza, hermano del último cazonci Tzintzicha Tangaxoan (murió en 1530). Después de la muerte
de Tzintzicha Tangaxoan, Don Pedro fue nombrado gobernador de Michoacán en la capital Tzintzuntzan
(López Sarrelangue 1965:56), ocupó el oficio hasta su muerte en 1543. Fue sucedido por el primer hijo
de Tzintzicha, Francisco Tariacuri (murió en 1545) y posteriormente por su otro hijo Antonio
Huitzimengari (ibid. 171). Mientras que en el caso de Carapan la reconfirmación de la extensión de las
tierras comunales se debe a Antonio Huitzimengari y Pablo Cuiru, en el Lienzo de Nahuatzen está hecha
258 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

No es posible decir con seguridad de donde los carariecha han sacado la información
sobre los gobernadores Huitzimengari y Cuiru para incluirla en los títulos
primordiales de Carapan. Antonio Huitzimengari gobernó en los años indicados por
el CP y los lienzos (como consta de otros documentos coloniales) pero no hemos
podido encontrar más evidencia de una visita del gobernador a Carapan en 1545. Las
fuentes consultadas no dan ninguna información para comprobar la existencia del
juez-gobernador Don Pablo Cuiru.621
Después de la llegada de los españoles en el siglo XVI, la élite gobernante de
Tzintzuntzan (y posteriormente Pátzcuaro) mantuvo ciertos privilegios y poder (véase
López Sarrelangue 1965). Continuamente los nobles tenían que defender estos
derechos y proteger sus propios intereses y fuentes económicas (su cacicazgo).
Aparte de privilegios también tenían varias obligaciones, López Sarrelangue (1965:­
146-147) menciona; ayudar en la evangelización de los indígenas, prohibir idolatría,
recolección de tributo, la regulación de mercados y tenencia de la tierra. Según la
autora, los caciques podían resolver pleitos de tierras y oficialmente otorgar tierras
a ciertos pueblos. Sin embargo, usa el CP como su fuente principal. En Michoacán
no se han encontrado datos concretos que muestren que caciques tenían tales dere­
chos. Más bien eran actores en las transacciones de tierras y trataban de defender
sus propios derechos y privilegios. Solamente las autoridades españolas tenían el
derecho de otorgar tierras. No hemos podido hallar referencias a la élite de Tzint­
zuntzan y Pátzcuaro como directamente involucrada en la reconfirmación de títulos
de tierras. Al contrario, encontramos más documentación sobre conflictos entre
gobernadores-caciques y macehuales sobre la posesión de ciertas tierras. En otras
ocasiones fueron los caciques quienes vendieron sus propias tierras a diversas
comunidades.
Podemos concluir que las visitas a Carapan por Huitzimengari en 1545 y tam­
bién las reconfirmaciónes del territorio carapense por Cuiru en 1589 y 1597, han
sido incluidas en los títulos (CP y los dos lienzos) como documentos supuestamente
legales y oficiales, escritos y/o firmados por las mencionadas autoridades indígenas.
La estructura interna y el estilo sin embargo, sugieren que han sido escritos por el
autor quien compuso las otras partes del CP. La otorgación de las tierras a Carapan
- y especialmente las tierras de Cohtiro! - por las autoridades indígenas en el siglo
XVI, constituye un elemento adicional para legitimar la extensión del territorio de
Carapan. Aparte de estos nobles indígenas también hay referencias a autoridades
españolas usadas para fines de legitimación.

por el mismo Antonio Huitzimengari y su tio Pedro Cuiniarangarí.


621 Se debe tomar en cuenta que los datos sobre cabildos indígenas son limitados. Además en muchos
casos no se mencionan sus nombres completos lo que complica aún más su identificación (véase también
Martínez Baracs y Espinosa Morales 1994, Volúmen 11:291, nota 1).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 259

A u t o r id a d e s e s p a ñ o l a s
Los títulos primordiales de Carapan parecen poner mayor énfasis en la fundación por
caciques indígenas prehispánicos y la reconfirmacón por nobles indígenas en la época
virreinal. Las autoridades españolas sin embargo, también están presentes en estos
documentos, encontramos referencias a Cortés, los misioneros y al rey y la reina de
España.
El encuentro entre Cortés y la nobleza indígena está representado en los lienzos
(,ilustración 51 y 52) pero no se menciona en el Códice Plancarte. Puede ser conside­
rado como un punto zero, el principio de una nueva época, tema que aparece en
muchos documentos indígenas de México (véase también los lienzos michoacanos de
Nahuatzen, Aranza, el Códice de Tzintzuntzan y otros títulos primordiales
michoacanos). Los indígenas que ofrecen diversos regalos a los españoles, consti­
tuyen el principio de las relaciones tributarias aunque al mismo tiempo también
puede ser una referencia al carácter pacífico del encuentro entre indígenas y
españoles. Aunque el Lienzo de Pátzcuaro y el Lienzo de Carapan no mencionan una
fecha para el encuentro, la copia del LC en el pueblo de Carapan menciona 1521,
año de la caida de la capital azteca Tenochtitlan por Cortés. El tlacuilo quien hizo la
copia en el siglo pasado lo debe haber añadido por saber que era la fecha
generalmente usada para indicar la conquista de México. Los títulos primordiales de
Michoacán sin embargo, generalmente mencionan el año 1522. En el Lienzo de
Nahuatzen por ejemplo, encontramos la glosa "1521 años julio 20" mientras que los
Títulos de Zurumútaro (García Alcaraz 1970b:24) dicen que julio 21 de 1522 fue la
fecha exacta de la entrada de los primeros religiosos y conquistadores en
Tzintzuntzan (la capital uacúsecha). En el CP (p.56) encontramos el mismo 1522
(sin embargo sin mencionar dia y mes) como año de la entrada española. A pesar de
que las fuentes parecen coincidir en el mes y año del evento, hay inconformidad en
cuanto al dia exacto. Mientras que el Lienzo de Náhuatzen y los Títulos de
Zurumútaro dan respectivamente las fechas 20 y 21 de julio, Pedro Vargas -
miembro de la expedición española - informa que fue en la fiesta de Santiago de
Compostela, es decir el 25 de julio de 1522 (AGI, Patronato, Leg.63, Ramo 18, año
1544, mencionado por Warren 1989a:59).622 No fue Cortés quien entró a la capital
uacúsecha sino Cristobal de Olid. Este fue mandado a Michoacán por Cortés para
fundar una colonia española en esta región (Warren 1989a:49-81),623 suceso que
está representado en 3 escenas del Códice de Tzintzuntzan donde Olid encuentra los
nobles de Tzintzuntzan - entre ellos el cazonci (Roskamp 1997:221-224). Aunque

622 El Códice de Xarácuaro (García Alcaraz 1970a) y el Título de Cheran Hatzicurin (Velásquez
Gallardo 1952) tampoco mencionan dia y mes exacto sino solamente el año 1522.
623 Véase también la lámina 44 de la RM (p.251) donde se encuentran tres españoles visitando a
Michoacán (antes de la expedición de Olid).
260 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

Olid fue el actual conquistador o pacificador de Michoacán, Cortés le dió las órdenes '
como jefe supremo de las fuerzas españolas en la "Nueva España". Esto explica el
hecho de que es Cortés quien está pintado en muchos títulos primordiales de
Michoacán (por ser el conquistador supremo).
Aunque el encuentro entre Cortés y los indígenas no está mencionado en el CP,
la parte (c) de ese documento si da la fecha 1522 como año de la entrada de los
españoles en Tzintzuntzan (CP:56).
Dos frailes en los lienzos — Fray Angel de Valencia y Fray Martin de Jesús — i
representan la evangelización de un grupo de caciques indígenas {véase ilustración \
53 y 54).624 Junto con la cruz en el escudo de armas no solamente se refiere a la
conquista española sino además indica que los caciques indígenas fueron buenos
cristianos. Una escena parecida se encuentra en el Códice de Tzintzuntzan donde los
mismos dos frailes están bautizando a algunos nobles indígenas. Fray Martin de
Jesús (Martin de la Coruña) llegó a Michoacán en 1525, no se sabe si Fray Angel de
Valencia (Angel de Saliceto) le acompaño o si arrivó posteriormente (véase el
estudio profundo de Warren 1989a: 110-114). Junto con otros frailes son los primeros
que llegaron a Michoacán para evangelizar a los naturales, los habitantes indígenas
del actual Michoacán.
Como la conquista militar el CP tampoco menciona explícitamente la
evangelización. Según esta fuente los indígenas notaron una gran luz en el cielo -
probablemente un cometa - que causó el desmayo del dios de Uandaro. Los
sacerdotes trataron de curarlo con el sacrificio de mucha gente y le ofrecieron
corazones. Después de siete dias el dios se levantó y dijo a la gente que ya no quería
ser dios principal porque ya había un nuevo dios (el dios católico). Les dijo de
enterrarlo en una cueva. San Juan y San Sebastian, mencionados como santos
patrones de Carapan y Huancito en las tres últimas partes del CP, se refieren a la
situación posterior al inicio de la evangelización. j

624 "Don fran" cuinhalangali" fue bautisado por fray Angel. Francisco Cuinhalangali (Cuiniharangari)
posiblemente se refiere a Pedro Cuiniharangari, también llamado Pedro Pantze, noble importante en
tiempos del último cazonci Tzintzicha Tangaxoan (quien en los lienzos está representado con el nombre
"yrecha tsintsicha"). Fray Martin de Jesús - teniendo un crucifijo en sus manos - se dirige hacia otro
grupo de caciques indígenas lo que podría indicar que les va a bauptisar. Sin embargo, hay evidencia para
considerar este grupo como una escena adicional. Pintados son los nobles "timage", "manume", "yrecha
tsintsicha", "chiuinchequapa(..)" y cinco mujeres - posiblemente las esposas de Tzintzicha (parte de las
glosas dice "cucha", lo que significa "cacica, reina, emperatriz"). Sin duda "manume" es "Nanuma", el
capitán del ejército del cazonci que aparece en el Códice de Tzintzuntzan (véase Roskamp 1997:225).
"Timage" debe ser el noble Timas quien fue el responsable de la muerte de los hermanos de Tzintzicha
Tangaxoan (RM:246) y posteriormente recomendó a Tzintzicha de suicidarse (RM:253, parece haber
existido una lucha por el poder poco tiempo antes y durante la conquista española); esta traición fue la
causa de la ejecución de Timas (RM:262-263). En los lienzos de Carapan, Timas (Timaje) amenaza a
Tzintzicha Tangaxoan con una porra { v é a s e i l u s t r a c i ó n 5 5 y 5 6 ) .
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 261

Una tercera referencia directa, ahora a las autoridades españolas civiles, se encuentra
tanto en el CP como en los dos lienzos. En la parte (f) del CP dice Don Pablo Cuiru
— después de haber visto todos los documentos de Carapan - que el pueblo fue la
primera capital de la región y que esto también fue sabido y reconocido por el rey
Don Felipe de España:
"Primeramente vi sus pinturas, y todo lo/ demas en virtud de que viue Carapan
en donde es cabesera/ primeramente que después lo fue patzquaro, como lo
saben todos los/ de dicho lugar, y asimesmo en la corte de mexico, y
asimesmo/ el señor Virey, como también los señores oydores de dha corte, y/
también en donde esta nuestro Rei Don Phelippe, en castilla (...)" (CP, parte
en el APC, f.lr).
Aunque este elemento, usado para fines de legitimación, solamente está brevemente
mencionado en el CP, está más explícitamente presente en los dos lienzos (véase
ilustración 57y 58). En la esquina derecha superior del LC por ejemplo (ilustración
58), se encuentran dos personas coronadas - vestidos como españoles - sentados
sobre un tipo de arco con plumas. La mujer a la izquierda tiene algunas flechas en
su mano y según la glosa se llama "dona margarita". Las glosas que indican el
nombre de la otra persona son ilegibles. Los elementos pictográficos entre ambas
figuras están muy dañados y solamente pueden ser parcialmente identificados.
Los mismos elementos pueden encontrarse en el LP (esquina izquierda
svLpeüoT)(ilustración 57): dos personas coronadas sentadas sobre algunas columnas
o arcos emplumados. Las glosas son perfectamente legibles y consta que la mujer -
que lleva las flechas en sus manos - se llama "donna marcarita austria" y el hombre
"don pheliphe". Entre ellos un arco con una cruz cargado por dos leones coronados,
un ángel trata de tocar la cruz. Arriba de las cabezas de las dos personas se ven
crucifijos con rayas (de luz). Una pared de piedras con ventanas o puertas y otra
construcción de piedra - parece ser un palacio - completa la escena.
Tomando en cuenta la información en los lienzos, las dos personas coronadas
pueden ser identificadas como el rey Felipe III y su esposa Margareta de Austria.
Felipe III, hijo de Felipe II y su cuarta esposa Anna de Austria, nació en Madrid el
14 de abril de 1578 y murió en la misma ciudad el 31 de marzo de 1621. El 13 de
septiembre de 1598 fue proclamado rey de España. En 1599 se casó con Margareta
de Austria, la hija del arzoduque Carlos de Austria. Ella nació en Graz en 1584 y
murió en el Escorial el 3 de octubre de 1611 (véase Pérez Bustamante 1979). Las
escenas con la pareja en ambos lienzos sobre todo destacan por los elementos
derivados de la iconografía europea. La pareja está representada en su palacio en Es­
paña, no sentadas en un trono sino en dos columnas que posiblemente son las
columnas de Hércules que (desde 1547) forman parte del escudo de Carlos V. Estas
frecuentemente aparecen con las glosas "plus ultra", con alusión al descubrimiento
262 LOS TITULOS DE CARAPAN: DESCRIPCION Y ANALISIS

y la conquista del Nuevo Mundo (Piferrer 1855, Tomo 1:7-8).625 Los crucifijos
brillantes indican que los reyes son católicos y tal vez además podrían ser una
referencia a la labor evangelizador de la corona española (véase el mismo crucifijo
en manos de un fraile en ambos lienzos). Los dos leones que cargan el arco con una
cruz (que podría ser un pequeño escudo) y el ángel quien se acerca, parecen ser
derivados del escudo del reino de España (véase Pifferer 1855, Tomo I, ilustración
primera): normalmente los dos leones son los soportes de este escudo aunque a veces
aparecen ángeles como representantes de dios indicando la divinidad de los reyes
(como representantes del dios supremo). Es interesante ver que a estos elementos
iconográficos europeos se ha agregado un elemento completamente indígena: el de
las flechas que indica que los reyes son los dueños absolutos de todas las tierras.
Resumiendo, podemos decir que Felipe III y Margareta están representados como los
señores supremos, representantes de Dios.626
Cuando vemos los datos sobre los españoles en los títulos primordiales de
Carapan, se observa que los documentos contienen referencias a la conquista de
México por Cortés y no a la conquista de Michoacán por Cristóbal de Olid (como en
el caso de la RM y el Códice de Tzintzuntzan). La caida de Tenochtitlan en 1521
marca la división entre el período precortesiano y colonial. Sirvió como un marcador
del tiempo que indica el principio de un período en que los españoles son el poder
dominante y los indígenas sus súbditos que les pagan tributo. Los autores de los
títulos carapenses pintaron el encuentro de los españoles con los caciques indígenas
de la región del lago, de Tzintzuntzan. No hubo necesidad de indicar la conquista
real de Carapan ya que con la indicación de la conquista de Tzintzuntzan - centro de
poder - automáticamente se indicaba la conquista de toda la región dominada por la
élite de esta capital uacúsecha. Lo mismo se puede decir de la presencia de los dos
frailes en los títulos. Ellos bautisaron a la nobleza de Tzintzuntzan lo que es suficien­
te para indicar la evangelización de toda la región (incluyendo a Carapan). La
presencia de la pareja real Felipe III y Margareta de Austria fue usada para indicar
la aprobación de las reclamaciones de Carapan por las autoridades supremas. Son
muy completos los elementos que los carapenses usaron para legitimar sus tierras y
otros derechos; autoridades uacúsecha prehispánicas, autoridades indígenas bajo
dominio español y autoridades españolas supuestamente aprobaron las reclamaciones
de Carapan y otorgaron las tierras a esta comunidad.

625 El blasón de las (ex)posesiones españolas de las indias orientales (América), contiene las columnas
de Hércules sentadas en las aguas del estrecho de Gibraltar y una nave pasando entre las dos unidas con
una cinta en la cual resplandece el lema "plus ultra". Además está presente el escudete de Castilla y León
(Piferrer 1860, Tomo VL225).
6 2 6 La comparación de diversos elementos en el LP y LC otra vez muestra que el Lienzo de Carapan

ha sido basado en el Lienzo de Pátzcuaro. Las columnas del LP han sido interpretadas como arcos con
plumas en el LC. Además en el LC faltan el palacio y los crucifijos.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 263

Para los datos sobre sucesos en el primer siglo de la época virreinal el carari o los
carariecha quienes elaboraron los títulos de Carapan, disponían de varias fuentes. La
información sobre Huitzimengari y Cuiru puede ser derivada de documentos del
siglo XVI hallados en archivos en Tzintzuntzan o Pátzcuaro (tanto manuscritos
indígenas como documentación procedente de la corte española). Aunque los datos
sobre la conquista de México por Cortés pueden haber sido tomados de la historia
oral, parece probable que viene de otras fuentes indígenas escritas como, por
ejemplo, el Códice de Tzintzuntzan (perteneciente a la familia Cuini de Tzintzuntzan)
o los papeles pertenecientes a la familia Cuara de Pátzcuaro. La identificación
precisa de los nobles indígenas quienes fueron los primeros en encontrar los conqui­
stadores, indica que se debe haber usado otro documento que se refiere detallada­
mente a este suceso. Lo mismo se puede decir de los datos sobre la evangelización
que igualmente hace pensar en documentos como el Códice de Tzintzuntzan. La
representación pictográfica de la pareja real de España parece haber sido basada en
pinturas existentes en Tzintzuntzan o Pátzcuaro (en colecciones de nobles españoles
o indígenas). Sin embargo, el carari incluyó elementos de estas pinturas en los
lienzos y agregó elementos enteramente indígenas que indican poder y fuerza al
pintar unas flechas en las manos de la reina Margareta de Austria.
CAPITULO VIII
EL ORIGEN SOCIO-HISTORICO DE LOS TITULOS DE CARAPAN
C h il c h o t a y s u s su je t o s
Por la falta de fuentes etnohistóricas e investigaciones arqueológicas, no se conoce
el papel de Carapan en la geografía política prehispánica.627 En el caso de la
investigación arqueológica de Cabrero Castro (1995) se trata básicamente de un
proyecto incidental y de rescate de un sitio pequeño cerca del fuente de Cuinio
Sapichu (llevado a cabo en 1977). La gran cantidad de sitios arqueológicos en y
cerca de Carapan y otros pueblos vecinos, merecen y necesitan ser investigados para
obtener datos sobre la situación geopolítica prehispánica y su desarollo (hasta
principios del siglo XVI). Sobre todo llama la atención la zona conocida como
Sharasharátsicutiro que contiene varias plataformas y plazas hundidas relativamente
bien conservadas ya que se encuentran en un bosque. Otros sitios han sido en gran
parte destruidos por encontrarse en zonas dedicadas a actividades agrícolas.
El estatus de Chilchota como cabecera a principios de la época virreinal
probablemente refleja su importancia en tiempos precolombinos. En la Relación
Geográfica (RG) de Chilchota (1579, en Acuña 1987:97-120), San Juan Carapan
aparece como uno de los 14 sujetos de Chilchota (también llamado Tzirapu).628 La
información de la RG representa la situación después de las congregaciones
religiosas de mediados del siglo XVI. Desafortunadamente no disponemos de datos
concretos sobre el impacto que tuvieron estos procesos de migración y reubicación
de la población indígena. De nuestra "vista de ojos" de la región (se ha podido
elaborar un mapa con la ubicación aproximada de las zonas arqueológicas) consta
que la población vivía en un gran número de asentamientos pequeños. En y cerca del

627 Carapan aparece como sitio importante en un cuento sobre el origen de los p’urhépecha publicado
por Maurice Boyd en los años ’60 del siglo XX. Los p’urhépecha habían salido del sur y llegaron a una
región donde los dos mares eran visibles. Pasaron por las ciudades de los mayas (Copan, Quirigua) y
Mictlan, después cruzando las aguas peligrosas (con muchos cocodrilos) de Tzacatollan sobre balsas, y
finalmente llegaron a las orillas del lago de Pátzcuaro, en tierra fértil. Eligieron a Tarerio como sitio para
vivir. Un día Guaricaten, señor de la isla de Jaracuaro, avisaba al señor de los p’urhépecha, Cuiniurin,
que ya no podían estar en el sitio de Tarerio. Cuiniurin consultó al sacerdote mayor quien dijo que iban
a seguir las golondrinas que se fueron a los cuatro puntos cardinales. Al día siguiente Cuiniurin repartió
toda su gente en cuatro tribus. Uno de estos fundó Tzintzuntzan. Otro tribu se fué hacía la sierra, estable­
ciéndose en Tingambato. El tercer grupo viajó en dirección del norte, estableciéndose encima del monte
rocoso de Zacapu. Los otros buscaron refugio en el poniente cerca de un río y llamaron el sitio Carapan
(Boyd 1969:6-9). Boyd no menciona el lugar donde registró esta historia, tampoco da los nombres de las
personas que posiblemente entrevistó. Por lo tanto resulta imposible averiguar la autenticidad y
representatividad de su versión que se parece mucho a la de Eduardo Ruiz de fines del siglo pasado; en
ambas versiones los p’urhépecha vinieron de América del sur.
628 Los otros sujetos son San Miguel Tenaco (Tanaquillo), San Pedro Anzitacuaro, San Francisco
Acarhuen (Acachuen), San Bartolomé Oren (Uren), San Pedro Sopoco, Los Reyes Tasiguararo, La
Circuncisión Tocuro (Tacuro), San Francisco Ichan, San Bartolomé Cuzunducuaro, San Sebastian
Guanstao (Huancito), Mascuaro, La Asunción Etucuaro y San Mateo Charaquiro.
266 LOS TITULOS DE CARAPAN: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

lugar donde actualmente se encuentra el pueblo de Carapan ya vivía gente antes de


la conquista española lo que consta no solamente de la excavación de emergencia de
Cabrero Castro sino también de la existencia de los sitios arqueológicos de Uaquero
(o Jarámicuaro) - al este de la antigua subestación eléctrica de Carapan - y Yácata
(poco al norte del actual pueblo).629 En el primer siglo de la época virreinal la
población disminuyó por epidemias y además fue congregada (a mediados del siglo
XVI y a principios del siglo XVII, véase AGN, Congregaciones, Exp.25, ff.l7v-18r
y f.20) en algunos asentamientos al lado del río Duero - donde ya existían algunos
asentamientos en tiempos precolombinos. El mencionado río nace en Carapan (donde
hay un gran número de fuentes de agua) y cruza la llamada Cañada de los Once
Pueblos.
No se han encontrado documentos sobre problemas entre Chilchota y sus
sujetos en el primer siglo después de la conquista. Sin embargo, poco tiempo
después de las congregaciones civiles de principios del siglo XVII, surgieron varios
pleitos que finalmente ocasionaron la separación de algunos sujetos, entre ellos San
Juan Carapan, de su cabecera.
En los años ’30 del mencionado siglo, los sujetos de Chilchota dejaron de
participar en las fiestas religiosas celebradas en la cabecera, donde residían las
autoridades civiles y religiosas. Según el gobernador y los demás oficiales del
cabildo indígena de Chilchota, era obligación de los sujetos llevar gallinas, pan y
dinero para poder realizar las fiestas (santo patrón, navidad, pascua, "dia del toro",
etcétera) en la cabecera. Acusaron a algunos macehuales de Uren de haber
organizado esta "rebelión" y los metieron a la cárcel. En 1639 el virrey ordenó que
dejaran de molestar a los sujetos y prohibió que éstos tenían que asistir a todas las
fiestas en la cabecera con dinero, productos y servicios como cercar la plaza el dia
de toros (AGN, Ramo de Indios, V ol.ll, Exp.267, ff.219v-220r.; íbid. Exp.268,
ff.220r-v.). En el mismo año se mandó que los sujetos tenían que asistir solamente
a la fiesta titular en Chilchota y no a las demás fiestas (íbid. Exp.386, ff.312v-313r).
Sin embargo, el cabildo de Chilchota desobedeció los mandamientos y siguió
exigiendo la asistencia de los sujetos en la navidad y pascua, además castigó
severamente a los indígenas de Uren que supuestamente habían provocado los
problemas. Por lo tanto, en 1640, el virrey mandó otra vez que dejaran de molestar
a los indígenas de los sujetos (íbid. Exp.492, ff.386r-387r.; Exp.493, ff.387r-v.). El
cabildo de Chilchota tampoco respetó estos nuevos mandamientos ya que el mismo
año los sujetos se quejaron de que tenían que ayudar en las reparaciones de la iglesia
en su cabecera (íbid., Vol. 12, Exp.63, f.l97r-v.; Vol. 13, Exp. 140, f.l22r-v). En

fi29 Yácata es la palabra comunmente usada para nombrar ruinas prehispánicas. Gracias a la población
de Carapan - en especial quisiéramos agradecer a Don Vidal Alejo y Don Raúl Santos Madrigal - hemos
podido identificar 15 sitios arqueológicos dentro de las actuales tierras comunales del pueblo.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 267

1641 el gobernador y los demás oficiales otra vez trataron de demostrar que desde
tiempo inmemorial había sido costumbre que sus sujetos acudieran a la cabecera para
reparar la iglesia, las casas reales y el mesón, y que participaran en la navidad,
pascua y otras festividades. Además, se quejaron que los sujetos trataban de
sustraerse de su cabecera. Sus quejas no tuvieron el resultado deseado ya que el
virrey solamente permitió a Chilchota exigir a sus sujetos asistir el dia de la fiesta
titular de la cabecera (íbid., Vol. 13, Exp. 157, ff.l47v-148).
La tensión entre Chilchota y sus sujetos, sobre todo Uren, debe haber crecido
en las siguientes décadas. En 1671 los sujetos no asistieron a la fiesta del santo
patrón de su cabecera y se fueron todos a una misa celebrada en Uren por el cura
del partido de Chilchota. El cura, Juan Rodriguez Calvo de Mendoza, y su vicario
ya no vivían en la cabecera y residían en Uren, uno de los sujetos (ACM, Fondo
Diocesano, Justicia, Procesos Contenciosos, Bienes Materiales, Siglo XVII, Caja #
63, Exp. 18, 47 fs.). El cabildo de Chilchota se opuso fuertemente a perder su poder
y estatus y tomó varias medidas. Cuando los dos sacristanes de Uren llevaron una
lampara, pagada por todos los sujetos y por lo tanto para uso común, para poder
usarla en la misa en la fiesta de su Santo Patrón, las autoridades de Chilchota se
quejaron ante el corregidor quien mandó encarcelar a los dos sacristanes,
acusándolos de robo (íbid; AGN, Ramo de Indios, Vol.24, Exp.427, ff.29 8v-
299v.). Cuando habitantes de Uren quisieron trasladar un cuerpo a Uren, para darle
sepultura en su propia iglesia, fueron detenidos por los de Chilchota quienes
argumentaron que tenía que ser enterrado en la cabecera (ACM, Fondo Diocesano,
Justicia, Procesos Contenciosos, Bienes Materiales, Siglo XVII, Caja# 63, Exp. 18,
f. 18v).
Aparte de intimidar a Uren, presentaron sus quejas ante las autoridades civiles.
Acusaron al cura de vivir en Uren y ser la causa de que pretendía ser cabecera por
sí, aunque era un "pueblecillo" fundado con el apoyo de la gente de Chilchota
quienes los trajeron cerca de la cabecera para darles tierras.630 Agregaron que el
señor cura había maltratado a los vecinos de la cabecera; por ejemplo, les quitó
cierta cantidad de pesos y gallinas, dándolos a los de Uren para que éstos pudieran
hacer sus pleitos, no dió misas ni los santos sacramentos, etcétera. Además dijeron
que el pueblo de Chilchota le había dado más de 400 pesos al año, ganancias sacadas
de las fiestas del pueblo, mientras que el cura se quejaba que el hospital de Chilchota
no le daba ningún provecho (AGN, Ramo de Indios, Vol. 24, Exp.431, ff.301v-
303r; ACM, Fondo Diocesano, Justicia, Procesos Contenciosos, Bienes Materiales,
Siglo XVII, Caja # 63, Exp. 18). Las denuncias en contra del cura también fueron
presentadas ante las autoridades eclesiásticas de Michoacán (AGN, Ramo de Indios,
Vol. 25, Exp.292, f.218r-v., año 1678).

63(1 Se trata de una clara referencia a las congregaciones.


268 LOS TITULOS DE CARAPAN: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

En 1672 el obispo de Michoacán mandó que el cura del partido de Chilchota


asistiera parte del año en la cabecera Chilchota, San Juan Carapan, Santa María
Tucuro, San Miguel Tanaco y San Bartolomé Uren, ya que estos últimos tres sujetos
tenían buenas iglesias y un gran número de habitantes. El cabildo de Chilchota, sin
embargo, quiso que los indígenas de los sujetos siguieran asistiendo en su cabecera
y trató de impedir los cambios políticos-religiosos en el partido. No dejaron de
molestar a sus sujetos, exigiéndolos gran cantidad de servicios; (entre otros)
asistencia a las fiestas y reparaciones de la iglesia. En 1681 todos los sujetos
presentaron nuevamente sus quejas ante las autoridades civiles y declararon que el
cabildo de Chilchota continuaba agraviándolos con servicios bajo el pretexto de los
reparos de la iglesia en la cabecera. Además, dijeron que el cura actual del partido
no estaba cumpliendo con el mandamiento de 1672 y no asistía parte del año en los
cuatro pueblos de la jurisdicción (íbid., Vol.27, Exp. 190, ff.95v-98r.). Por lo tanto
el virrey mandó:
"Y por mi visto conformándome con d[ich]o parezer por el precente mando al
alcalde mayor del partido de Chilchota no obligue a los alcaldes y off[iciale]s
de repp[ubli]ca de los pueblos de San Juan Carapan Santa Maria tucuro San
fran[cis]co San seuastian San Pedro San Bartolomé San Miguel tanaco San
Bartolomé churen [acachuen] y San fran[cis]co suxetos a la cauezera de
chilchota y su doctrina a seruizios personales en conformi[da]d de los capítulos
de la R[ea]l cédula del año de seiscientos y nueue y deuaxo de sus penas y
guarde el autto acordado de quatro de mayo de mili y s[ei]s[cient]os y
cinquenta y seis yncerta y aprouado en la R[ea]l cédula de veynte y dos de
diz[iembr]e del año de seiscientos y secenta y nueue: y luego y encargo al
ministro de doctrina del d[ic]ho partido de chilchota g[uar]de y cumpla el
capitulo quatro de d[ic]ha R[ea]l cédula questa yncerto en este despacho y
assimismo el mandam[ien]to del ex[elentisi[mo] s[eñ]or Marq[ue]s de Manzera
despachado a los diez y siete de febrero de mili y s[ei]s[cient]os y setenta y dos
mandado guardar por los ill[u strisi]mos señores obispos de aquel obispado
compartiendo el tiempo del año en los quatro pueblos que parezen que tienen
yglesias y homamentos competentes (...)" (íbid.).
Se ordenó no pagar al cura del partido sin que éste comprobara que asistió parte del
año en los cuatro pueblos, éstos fueron nombrados cabeceras y podían elegir sus
propios gobernadores:
"(•••) y separo de la d[ic]ha cauezera de chilchota los quatro pueblos que son
Juan Carapan, S[an]ta Maria tucuro San Miguel tanaco y San Bartolomé uren
con sus barrios y mas suxetos por lo que toca a g[obier]no de yndios y les
concedo facultad p[ar]a que en d[ic]hos pueblos nombren g[obemad]or y
alcaldes altematiuam[en]te en cada un año los quales acuden al superior g[o-
bier]no para que se confirmen las elecsiones en la forma que se acostumbra
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 269

pues con esto sesaren las opreciones y agrauios con que los molestan los
mandones de la cauesera de chilchota no teniendo dependenzia alg[un]a con
ellos" (íbid. f.98r).
Sin embargo, el cabildo de Chilchota y el cura negaron el mandamiento, lo que llevó
a los sujetos a presentar otras quejas. En octubre de 1682 el virrey ordenó que el
cura del partido asistiera seis meses en Chilchota y otros seis en Huancito, población
que había adquirido el estatus de cabecera (íbid., Exp.265, ff.l55r-158v.).
Obviamente no se había logrado establecer cabeceras en los pueblos de Carapan,
Tucuro, Tanaco y Uren. Los problemas continuaron ya que el cabildo de Chilchota
de ninguna manera quiso perder su estatus como centro político y religioso en el
partido (íbid., Exp.270, ff.l65v-167v., año 1682; Exp.391, ff.274r-275v., año
1683; íbid., Vol.28, Exp.22, ff.l8v-20r., año 1684). Al mismo tiempo los de
Chilchota vieron afectada su posición económica. A principios de los años ’80
Carapan quiso fundar su propio molino de trigo. En 1683 se mandó que el alcalde
mayor de Chilchota haga una vista de ojos para determinar si la fundación no iba a
molestar a los pueblos vecinos (íbid., Vol.27, Exp.302, ff.l93v-194v.). Los de
Chilchota se opusieron, temiendo que el nuevo molino les iba a quitar sus ingresos,
ya que antes todos los sujetos tenían que ir a su molino. El alcalde mayor sin
embargo, determinó otorgar a Carapan el permiso para moler trigo procedente de su
propio pueblo y otras comunidades (íbid., Vol.28, Exp.23, ff.20v-23r., año 1684).
El molino, llamado San Andres, empezó a funcionar el dia 2 de mayo de 1684
(APC, Caja 38, "Licencias, Providencias, Visitas de Carapan 1635-1922", f.s/n.).
Hemos visto como Chilchota tuvo grandes problemas con sus sujetos que
intentaron independizarse de su cabecera en el siglo XVII. Los sujetos lograron crear
una buena infraestructura religiosa, todos tenían sus hospitales y algunos hasta
iglesias bien edificadas, y disponían de una economía bastante fuerte. A fines del
siglo XVII, San Juan Carapan ya tenía su propio molino, obteniendo una posición
económica muy fuerte en la Cañada. En la misma época Huancito obtuvo el título de
cabecera. Chilchota perdió mucho de su estatus político, religioso y económico,
aunque siguió siendo la cabecera principal del partido.
E l p l e it o c o n I c h a n
Los sujetos no dejaron su lucha para obtener más independencia. A fines del siglo
XVII y principios del siglo XVIII, muchas poblaciones indígenas pidieron - a las
autoridades españolas - sus "títulos de confirmación", la confirmación de las posesio­
nes territoriales en las llamadas "composiciones de tierras".631 En 1710 los

631 Para las composiciones de tierras véase, por ejemplo, Ouweneel (1990:8-9) y otros artículos
publicados en Ouweneel y Miller (1990). La abundante documentación acerca de las composiciones en
Michoacán se encuentra en el Archivo General de Notarías de Michoacán (Títulos de Tierras y Aguas).
270 LOS TITULOS DE CARAPAN: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

gobernadores de Chilchota y Huancito pidieron los títulos de confirmación de su


territorio (es decir de la cabecera con sus sujetos), presentándose como la
"congregación de Chilchota" (AGNM, TTA, Legajo 5, Tomo 2, Exp.86). Solamente
Etucuaro (ya parte de la jurisdicción de Tangancicuaro) y San Juan Carapan no
fueron incluidos en la petición de Chilchota. Según los gobernadores, Carapan se
había separado de la congregación y pretendió pedir confirmación de sus propias
tierras.
La petición de Carapan para obtener la confirmación de sus tierras fue
presentada en el mismo año por el alcalde Don Francisco Antonio Cañete ante el
juez subdelegado en Chilchota. Presentaron sus títulos de tierras (2 quademos con 24
fojas y 29 fojas en blanco). Enseguida la documentación fue pasada al juez privativo
para ventas y composiciones de tierras, Don Francisco de Balensuela Benegas. La
reclamación de Carapan probablemente causó los problemas con la población vecina
de Ichan. El pleito sobre tierras entre ambas poblaciones surgió exactamente en el
mismo año 1710.
Tanto Ichan como Carapan pretendían tener derecho sobre todo a los ojos de
agua llamados Echungaricha (en la actualidad Echongaricho) y Haiaquioo (y tierras
colindantes). Sabemos con toda seguridad que en este conflicto las autoridades de
Carapan presentaron y usaron el Códice Plancarte, ya que la documentación se
refiere a algunos documentos carapenses como "titulos que están bien y legalmente
sacados y a su continuación un tanto simple firmado de Don Pablo Quilo Gouemador
en 16 foxas" (AGN, Ramo de Tierras, Vol.283, Exp.5, f.43v). Según los habitantes
de Ichan:
"(...) son nulos reducidos a una minuta memoria o papel simple sin authoridad
jurídica con que se halle firmado ni testigos, redusese a razón de citios, o
paraxes, como se expresa nombres de casiques, reyes y principales del pueblo
de Carapan, y sus Gouemadores manuescriptas por los (...) parte de ella,
traducida de su idioma tarasco a el Castellano sin judicial fee, en el trasumpto,
y assi notoria, y expresa ser ynutil ninguno dho, recaudo, la acsion que por el
se yntenta ynapresiable, no hauiendo otro de calidad que bastante sea no
aprouechaua a la contraria en el presente juicio por no verificarse del el dro
que pretenden e ynventan (...)" (AGN, Ramo de Tierras, Vol.283, Exp.5,
f.23v).632
Las tierras reclamadas por ambas poblaciones se encuentran al lado de un río que
nace de varios ojos de agua los cuales se localizan precisamente entre los pueblos
actuales de Ichan y Carapan. Según Ichan:

M2 Las dos descripciones del documento presentado por los de Carapan concuerdan con el contenido
del Códice Plancarte (incluyendo las dos páginas del APC).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 271
"Todo el fundamento de este juicio se esforso en quererse los de Carapan se les
amparase y diese possession en virtud del despacho de Vro Oidor Juez
privativo de tierras en unos pedazos que mis partes les tenian prestados para q
sembrasen destinados los fructos, para san juan y la virgen q pretendiendo en
ellos possession se contradijo por las mias expresando el dro que les hasestia y
porque la contradesian que dhas tierras las tenian prestadas a los de Carapan
quienes en fe de reconocimiento les tenian hecho papel en su idioma tarasco
expresando el préstamo y el dominio que asi consta [...]" (ibíd., f.24r).
El acceso a los ojos de agua y los ríos era de suma importancia para ambas
comunidades. Las tierras en esta zona son muy fértiles y el agua, presente en gran
cantidad, ha sido y sigue siendo usado para regar. Declaró Ichán que:
"Por lo que mira a las aguas es tan siniestro el dro que pretenden como el
ynforme, por que ademas de ser el usso que mis partes tienen fuera del pueblo
de Carapan posteriores a un molino de cuios remanientes usan son de un rio
común que se diuide en dos brasos cuio curso no se puede ympedir, y siendo
asi comunes sin titulo o mrd. espesial han yntentado la demanda que han puesto
(...)" (ibíd., f.24v).
Las tierras, ojos de agua y ríos mencionados en el pleito - podríamos imaginarlo
como una linea divisoria entre Ichan y Carapan - se encuentran claramente
representadas en los Lienzos de Carapan y Pátzcuaro donde ocupan la parte inferior
del documento. Según el lienzo estos puntos geográficos se encuentran al occidente
de Carapan lo que concuerda con la realidad geográfica.633 Esta información la
confirma el CP:
"A un lado del pueblo de Carapan por donde sale el camino que viene al
pueblo Vantzita [Huáncito, al oeste de Carapan, dirección de Ichán] al pié de
un altillo están dos ojos de agua y está un álamo, llamase el ojo de agua
Chuquao y el otro ayaloyo. Mas arriba nacen otros dos ojos de agua, están dos
álamos grandes y otro pequeño. Y arrimado al monte grande que se llama
Varaguequaro está una barranca honda y dentro de ella en unas peñas grandes
nace un ojo de agua que llaman Echugarechao" (CP p.44).

633 Ambos lienzos proceden de la tradición cartográfica indígena en que el oriente se encuentra en la
parte superior del documento y es punto de referencia (y no el norte como en la tradición europea). El sol
pintado en esta parte (superior) de los lienzos indica que se trata del oriente (donde siempre sale el sol).
Llama la atención que el sol tiene doble función: por un lado es representación del dios Curicaueri y del
linaje de los uacúsecha y al mismo tiempo es una indicación geográfica (el oriente). Además, el pueblo
ocupa una posición central en las mapas, los linderos y otras características geográficas han sido colocadas
alrededor del centro sin tomar en cuenta distancias reales. Muestra que aunque son documentos tardíos
(siglo XVIII), han sido pintados en la antigua tradición cartográfica de los indígenas.
272 LOS TITULOS DE CARAPAN: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

La descripción dada en el CP concuerda con la realidad geográfica. Al lado poniente


de Carapan pasa un río que baja - en una barranca (el uaraguecuaro del CP)634 -
de las montañas al norte del pueblo, siendo alimentado por varios ojos de agua;
Cuínio Sapichu, Cuínio K’éri, Echongaricho, La Margarita y Queréndaro (de sur al
norte).635 En Cuínio K’éri se encuentran los restos de un molino de trigo que
pertenecía a Don Maclovio Cerda, un hacendado de Purépero durante la época del
Porfiriato quien se había apropiado de la parte más fértil de las tierras carapenses.
Posiblemente el molino, como hemos visto fundado en 1684, a que se refieren los de
Ichán, estaba precisamente en este mismo lugar.
Aunque el CP y los dos lienzos procedentes de Carapan mencionan todos los
linderos reclamados por el pueblo, los linderos, características geográficas y tierras
colindantes (parte a), se refieren especialmente (en gran detalle) a la región entre
Ichán y Carapan. Aparte de la presencia de los ojos de agua en la documentación
(que ya mencionamos), hemos visto que los documentos ampliamente mencionan el
otorgamiento a Carapan de las tierras de Cohtiro, Urapondiro y Charaperao por el
fundador Sirundame (véase también la parte e del CP). A principios del siglo XVIII
los de Ichan dijeron que habían prestado estas tierras a Carapan para el culto a San
Juan (Santo Patrón de Carapan) y la Virgen María (AGN, Tierras, Vol.283, Exp.5,
f.24r). Los carapenses sin embargo, trataron de demostrar - en el CP - que las
tierras y las aguas pertenecieron a San Juan, eran enajenables, y que para el uso (por
ejemplo para riego) se tenía que pagar (para mantener el culto religioso).
Aunque solamente hay evidencia directa de que los carapenses usaron el Códice
Plancarte en el pleito con Ichán, es muy probable que también presentaron sus
lienzos (por lo menos uno de los dos), la Genealogía de los Caciques de Carapan y
el Códice de Carapan. Todos estos documentos forman un grupo coherente, los
títulos primordiales de Carapan. Llama la atención que en marzo de 1713 (tres años
después del principio del pleito) el apoderado de Carapan encontró en el archivo del
pueblo los "títulos radicales" (ibíd. f.27), posiblemente referiéndose a (¿uno de?) los
lienzos.636

634 Don Vidal Alejo sugiere la siguiente lectura de la palabra Varaguecuaro: barranca escalonada (del
español barranca y el término p’urhépecha kékua-ro (lugar de la escalera). También existe la posibilidad
que León se haya equivocado en su transcripción del códice leyendo uaraguequaro en vez de uataguequaro
que significaría montaña escalonada. El visitante de la región puede observar que tanto la barranca al
oeste de Carapan como el monte al noroeste tienen forma escalonada.
ft35 Según los habitantes de Carapan hubo más ojos de agua que ahora han desaparecido.
f,3fi Los icheños también presentaron su título primordial que aparentemente era mucho menos
complicado y extenso que el de Carapan, lo que consta de la descripción del documento por las
autoridades españolas: "Un escrito en papel simple que comiensa Jesus Maria y Joseph, titulo original y
congregación en este pueblo de San Francisco Inchan, con diferentes firmas escritas unas en castellano y
otras en mexicano" (ibíd. f.95v).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 273

En 1760-61 (AGNM, TTA, Legajo 3, Tomo 2, Exp.89) Carapan finalmente recibió


los títulos de confirmación de sus bienes territoriales (por parte de Don Joseph
Antonio de Jasso, alcalde mayor de Tlazazalca (y Chilchota), juez comisario
subdelegado para la venta y composiciones de tierras y aguas. De los autos de 1760­
1761 consta que los problemas con Ichán y Purépero habían continuado en los años
anteriores. El pleito con Ichán surgió de nuevo a principios del presente siglo
(después de la revolución) cuando Carapan (como muchas otras comunidades
indígenas) pidió la restitución de sus bienes comunales. Aunque la petición original
fue entregada en 1918, hasta el día de hoy Carapan carece de una resolución
presidencial debido a los problemas continuos con pueblos vecinos como Ichán.
Resumiendo, sabemos que los títulos de Carapan han sido usados en el conflicto
sobre tierras con Ichán. En 1710 ya se tenía una traducción (ahora conocida como
Códice Plancarte) de títulos escritos (alfabeto latino) en p’urhépecha. Parece
probable que por lo menos el Lienzo de Pátzcuaro ya había sido elaborado en la
misma época y presentado en el pleito con Ichán.
Sugerimos que los documentos han sido elaborados a fines del siglo XVII o
principios del siglo XVIII, aunque no podemos descartar la posibilidad de que hayan
sido basados en originales más antiguos (ahora perdidos).637 El hecho de que
contiene linderos (tierras y ojos de agua) sobre los cuales hubo pleitos con Ichán,
indica que los documentos por lo menos fueron modificados para ser usados en ese
pleito en 1710. Hasta ahora no se han encontrado referencias a conflictos anteriores
entre Carapan e Ichán pero sí con la cabecera Chilchota.
Otros autores ya han señalado la relación entre la elaboración de títulos
primordiales y la creciente nececisidad de tierras causada por el crecimiento de la
población indígena (después de las epidemias destructivas) y la invasión de tierras
indígenas por españoles. Esta situación tuvo como consecuencia la falta de recursos
naturales y por lo tanto originaron varios conflictos entre indígenas y españoles. Los
títulos primordiales fueron elaborados y usados sobre todo para defender los bienes
comunales (véase por ejemplo Lockhart 1992:411; Wood 1991:186, Ms.l).
En la región de Carapan (Chilchota y Tlazazalca) vemos el mismo aumento de
la población indígena: el número de tributarios fluctúa de 800 (1561), 593 (1570),
547 (1600), 350 (1649), 292 (1657), 498 (1698), 875 (1743) hasta 2040 (1802)
(Gerhard p.337). En 1822 el número ya había aumentado hasta 2145 (Martínez de
Lejarza 1974:167). La población en 1743 equivale el nivel de 1561 y desde
principios del siglo XVIII crece rápidamente. En el caso de la cañada el problema
es el crecimiento de la población en combinación con la ubicación de los

637 En la época colonial y aún republicana era común copiar documentos originales - muchas veces
agregando nuevos elementos. Véase, por ejemplo, la gran cantidad de copias del Lienzo de Guevea
(Oudijk y Jansen 1998).
274 LOS TITULOS DE CARAPAN: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

asentamientos. En las congregaciones del siglo XVI-XVII un número extenso de


asentamientos dispersos fue reducido a l l poblaciones al lado del río Duero, todos
localizados dentro de una distancia de muy pocos kilómetros (de Chilchota a
Carapan). Con el aumento de la población causó grandes problemas debido a la falta
de tierras cultivables.
La necesidad de obtener títulos de confirmación de sus tierras y la defensa de
estas contra indígenas y españoles no parecen haber sido las únicas razones para la
elaboración de los títulos primordiales. A fines del siglo XVII y principios del siglo
XVIII se observa que muchos sujetos tratan de independizarse de sus cabeceras.
Según Wood (1991:179) y Lockhart (1992:416) los títulos expresan la fuerza y
coherencia de los asentamientos y de sus derechos territoriales. Sintetiza Lockhart el
mensaje de los títulos:
"El altepetl es un pueblo organizado, diferente de cualquier otro, que existe de
tiempos remotos hasta el presente día como una unidad independiente que tiene
todo el control de su propio territorio. Si los habitantes mantuvieran las
tradiciones y defendieran sus derechos contra extranjeros [gente que no es de
la misma comunidad] esta situación seguirá existiendo en el futuro" (Lockhart
1992:417).638
Así los títulos primordiales son instrumentos que no solamente muestran la fuerza y
poder de las poblaciones en la época en que fueron elaborados sino también dan
protección en el futuro. Enfatizan la importancia de la población y de sus bienes
territoriales y la necesidad de defenderlas - en el futuro - contra cualquiera amenaza
de afuera. Así en el Códice de Jarácuaro leemos:
"Todas estas son las tierras que D. Francisco Tzintzicha separó para sí,
haciendo este escrito para que ninguno se pepene estas tierras y para que todos
los naturales de Xarácuaro las siembren y disfruten mis parientes. Así digo y
también para que podáis defender estas tierras, mostrareis estos títulos. Ojalá
pudiera yo veros después, si os conserváis en paz, llevándoos bien todos
cuantos sois y habéis de ser y así digo (...)" (García Alcaraz 1970a:32).
La importancia de los títulos primordiales también consta del hecho de que
frecuentemente fueron guardados en las cajas de comunidad donde se puso toda la
documentación importante del pueblo. En Michoacán hay muchos ejemplos de
pueblos que tenían sus títulos primordiales guardados en las cajas. Quisiéramos

fi3li Traducción nuestra del texto original en inglés: "The Altepetl is an organized people different
from any other, existing from a remote time until today as an independent entity in sovereign control of
its territory and destined to remain so, assuming its citizens hold to their time-honored traditions and stand
firm against outsiders."
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 275

mencionar, como ejemplo, el caso de Capula donde en la caja de comunidad se


encontraba:
"un papel simple, con 3 fojas, que expressa ser titulo original de el pueblo de
Santiago Capula, de el año de 1522 y en el aparecen 4 firmas de naturales con
apellidos en idioma tarasca y 3 de religiosos" (AHMM, Gobierno, I 3.3., Caja
17, Exp.9, 1776, 25 Fojas s/n).
Las cajas de comunidad pueden ser consideradas como una continuación o forma
colonial del culto prehispánico del envoltorio sagrado, o sea el corazón del pueblo,
conocido del Mesoamérica prehispánico.639 Aunque los títulos primordiales (sobre
todo los pictográficos) fueron generalmente negados en las cortes españolas, las
comunidades indígenas los consideraban y todavía consideran ser títulos antiguos y
legales. Cuando en 1825 los habitantes de Jarácuaro mandaron hacer una copia de
sus títulos primordiales, pusieron énfasis en la importancia de estos documentos,
diciendo:
"Los naturales de Xarácuaro descendientes de nuestro Rey y Señor natural que
fué, y nos dejó esta memoria tierna de sus amorosos conatos, guardamos este
precioso depósito que va pasando a nuestra memoria y cuando el tiempo lo va
consumiendo lo hacemos copiar y reformar de modo que se entienda y
encargamos a nuestros subcesores lo hagan así y los guarden con el acatamiento
debido a la respetable memoria de nuestro amantísimo Rey sin permitir que
ningún papal de los originales ni esta copia se pierdan y haciendo que cada año,
el día del Santo Patrón, el Señor San Pedro, se lean en el común con presencia
de los viejos y se vuelvan a guardar con la mayor seguridad" (García Alcaraz
1970a:33).
En Jarácuaro el título en escritura alfabética y el mapa (título pictográfico) fueron
sacados cada año y leídos públicamente. Este acto era importante para destacar la

639 Podríamos comparar el envoltorio sagrado con las actuales cajas de mayordomía (Anders, Jansen
y Reyes 1992b:87/88, nota 5). En Michoacán las capillas de los hospitales también tuvieron sus cajas. En
1932 Moisés Saenz fundó una "Estación Experimental de Incorporación del Indio" en Carapan y llevó a
cabo una restauración de la capilla del hospital. Comenta Saenz sobre la capilla: "Se sacaron los trebejos
y se quitó el tapanco. Se encontró arriba un antiguo arcón con muchos oficios viejos impresos. Son
circulares del gobierno del Estado, de los años 1828-1832. Están bien doblados y enfajinados, como si
no se hubieran abierto. No tiene mucha importancia el hallazgo pero los indios veían aquello con una
especie de veneración. La caja contiene también pedazos de telas de lana, unos trapos y algún pedazo de
encaje. Se trata de restos de ornamentos eclesiásticos. Yo explico que limpiaremos todo aquello y que
guardaremos el baúl con su contenido en la misma biblioteca que vamos a establecer" (Saenz 1992:79).
Posiblemente el hecho que la última parte desconocida del CP ha sido encontrada entre documentos
pertenecientes al hospital de Carapan (véase arriba la descripción del CP), indica que los títulos de tierras
de Carapan originalmente fueron guardados en la caja del hospital.
276 LOS TITULOS DE CARAPAN: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

importancia de las tierras comunales del pueblo como patrimonio inajenable desde la
mera fundación en tiempos prehispánicos. Cada año se dió a conocer como el pueblo
fue fundado y como recibió sus tierras, que nunca podrían ser vendidas a personas
ajenas a la comunidad y que la tarea principal de todos los comuneros era de
protegerlas y cuidarlas para generaciones posteriores. Claramente consta que los
títulos primordiales son la historia oficial de las comunidades.
Es muy probable que los títulos primordiales de otros pueblos han sido usados
en la misma manera. La lectura e interpretación pública de un corpus como el de
Carapan debe haber costado más tiempo que en el caso de documentos "más
sencillos". Un anciano, conocedor de los linderos, puede haber leído el CP mientras
que el mismo u otras personas señalaban los diversos sucesos y puntos geográficos
en los lienzos (LC y/o LP) que posiblemente estaban colgados en una pared.
Tomando en cuenta que los lienzos contienen elementos adicionales (que no se
encuentran en el CP), puedan - al mismo tiempo - haber servido como base para
narraciones y explicaciones más extensas sobre el origen de la comunidad, sus
fundadores y sus posesiones territoriales.640 Igualmente importante es tomar en
cuenta la función cartográfica de los lienzos. Aunque en muchos casos han sido
perdidos, una gran cantidad de títulos primordiales en escritura alfabética fue
acompañada por documentos cartográficos. Estos mapas han sido elaborados tanto
en el estilo principalmente europeo o pueden representar muchos elementos de la
tradición indígena. Los documentos cartográficos (frecuentemente con escenas
históricas) fueron llevados al campo cuando se hizo una vista de ojos del territorio
comunal. Mientras pasaban por los puntos geográficos importantes, estos podían ser
señalados en el mapa. Podemos mencionar el ejemplo del Mapa de Santa Fé -
documento de 1552 (estilo europeo) - que en 1678 fue llevado al campo para
identificar todos los linderos del pueblo (AGN, Reforma Agraria, Caja 4, Exp.4).
Podemos concluir que los títulos son el corazón de la comunidad indígena y han sido
elaborados para asegurar su supervivencia en el futuro. Por lo tanto generalmente
fueron y aún son guardados secretamente y bien cuidados. Muchos documentos
todavía se encuentran en archivos de los pueblos indígenas como instrumentos para

640 En la época prehispánica el gran sacerdote petamuti explicaba la historia de los uacúsecha - su
llegada a la región, sus conquistas guiadas por sus dioses, etcétera - a toda la gente presente en la fiesta
de equata consquaro. En esta fiesta fueron ejecutados los malhechores que habían sido condenados a la
muerte. Ya que no era posible que todos los caciques súbditos del cazonci de Tzintzuntzan podían
presenciar las ejecuciones, otros sacerdotes fueron mandados a diversos pueblos para explicar allá la
historia del linaje de los uacúsecha (RM:12). Este evento anual de revivir la historia sirvió para legitimar
el poder de los caciques gobernantes y la existencia de las relaciones tributarias. Probablemente en la
historia se enfatizaba el hecho de que los caciques uacúsecha fueron descendientes de los dioses y
gobernaron en su nombre, como sus representantes. Eran guardianes del culto religioso y solamente por
medio de ellos se podía obtener acceso al mundo y poder espiritual/religioso.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 277

indicar las pertenencias territoriales y mostrar la antigüedad de la comunidad. Otros


títulos se han perdido.
Factor clave de la pérdida de muchos títulos primordiales y otros documentos
indígenas parece haber sido la política liberal del gobierno a partir de mediados del
siglo XIX (la desamortización de corporaciones civiles y eclesiásticas, Ley Lerdo de
1856). La unidad territorial - la base de las comunidades - fue severamente afectada.
Fue dividida y llegó a tener propietarios privados. Además sufrió la introducción de
capital ajeno, ,es decir, de no indígenas quienes se apropiaron de (compraron) las
mejores tierras en la región (véase por ejemplo Vázquez León 1992:239-259).
Algunos títulos indígenas pasaron - junto con las tierras - a manos de los nuevos
propietarios. Otros documentos perdieron su valor como instrumento para defender
las tierras y unidad del pueblo (afectado por la capitalización del campo indígena) y
por lo tanto fácilmente se extraviaron.
En la misma época, la segunda mitad del siglo XIX, hubo un aumento
considerable de los estudios del pasado indígena que fueron usados para la creación
de una identidad nacional (proceso que ya empieza con la independencia a principios
del mencionado siglo). Muchos objetos arqueológicos y documentos históricos
llegaron a parar en manos de coleccionistas, historiadores nacionales (León, García
Abarca) y extranjeros (Seler), diversos museos y otros institutos científicos (Museo
Regional Michoacano).641
Las circunstancias antes mencionadas también estaban presentes en el caso de
la Cañada de los Once Pueblos. Sabemos que en esta región hubo - a fines del siglo
pasado - una fuerte presencia de hacendados quienes se apropiaron de tierras
indígenas aunque no hubo las mismas haciendas extensas que en el valle de Zamora.
Entre ellos figuran (entre otros) Ramón Alvarez Cuesta (tierras en Urén), Vicente
Bravo (Urén), Esteban García (Urén), Francisco Valdez (Zopoco), Juan Equihua y
Agapito Silva (Tanaquillo)(Ramírez 1986:70-76). A fines del siglo XIX, Maclovio
Cerda y Felipe Madrigal tuvieron un molino de trigo en la comunidad de Carapan
(entre los actuales pueblos de Carapan y Ichán), ocupando así las tierras más fértiles
de la comunidad. Al mismo tiempo historiadores como Plancarte y Navarrete y
Orozco y Jiménez (ambos amigos, nacidos en Zamora) tenían interés en su región
natal y lograron obtener una cantidad de documentos históricos. Además Plancarte
hizo excavaciones arqueológicas en Jacona. Como conocedores de la región de

641 Se podría decir que la política liberal y el aumento de los estudios históricos son procesos
relacionados. La capitalización y privatización de las tierras indígenas facilitó el estudio tanto de los
documentos históricos indígenas (sobre todo los títulos de tierras) como de los restos arqueológicos. Se
debe tomar en cuenta que las circunstancias que causaron la pérdida de documentos indígenas, no son
iguales en todos los casos ya que el impacto de la política liberal en la segunda mitad del siglo XIX varia
en cada subregión michoacana. No todos los documentos indígenas se extraviaron, muchos aún son
guardados en comunidades michoacanas.
278 LOS TITULOS DE CARAPAN: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

Zamora y de la Cañada de los Once Pueblos y como funcionarios católicos, tuvieron


acceso a muchas comunidades.
En el caso de Carapan no es posible reconstruir detalladamente la pérdida de
los títulos primordiales del pueblo. Sabemos que el CP (la parte encontrada por
Plancarte y publicada por León) fue hallado antes del año de 1888, probablemente
en el pueblo de Carapan. Plancarte no obtuvo el documento completo ya que las
últimas dos páginas del manuscrito aún se encuentran en el APC, entre papeles del
hospital de Carapan. Antes de 1903-04 Nicolás León logró obtener una hoja
conocida como la Genealogía de los Caciques de Carapan. Antes de los años ’20 del
presente siglo el Lienzo de Pátzcuaro - parte del mismo corpus de títulos - apareció
en la colección de Orozco y Jiménez. Y finalmente - en 1922 - el Lienzo de Carapan
y el Códice de Carapan fueron adquiridos por el MRM en Morelia. Esto muestra
que a fines del siglo pasado y principios del presente siglo, la colección de títulos
primordiales ya no estaba completa y que fue dividida, llegando a manos de diversos
historiadores y del MRM.
Llama la atención que una copia - malhecha - del lienzo de Carapan
(probablemente elaborada en el siglo XIX) permaneció en el pueblo. Parece que la
extensión de Carapan como está indicada en los títulos de Carapan (CP y los
lienzos), está pintada en un mapa moderno elaborado por el ingeniero Fairfax Percy
en 1894. Este mapa, podríamos verlo como una versión moderna de los títulos
antiguos, fue usado por las autoridades de Carapan en los pleitos de tierras en el
siglo XX y aún se conserva una copia (hecha en 1942) en el archivo del actual
representante de bienes comunales.642
Los autores de los títulos de tierras de Carapan son desconocidos pero muy
probablemente han sido las autoridades locales (alcalde, regidores) quienes tomaron
la iniciativa para su elaboración. Otras autoridades como el prioste o el quengue
(mayordomo) del hospital posiblemente también tuvieron un papel importante. Era
el gobierno indígena local que representaba a la comunidad y defendía su territorio.
Hemos visto que ya a mediados del siglo XVII Carapan tuvo un conflicto con su
cabecera Chilchota tratando de obtener independencia política. Otro intento carapense
de obtener más poder y influencia en la región fue hecho a fines del mismo siglo.
Finalmente, a principios del siglo XVIII, Carapan se separó de la congregación de
Chilchota y trató de obtener la confirmación de sus bienes comunales, lo que se
logró a mediados del dicho siglo. Los documentos que constituyen los títulos
primordiales de Carapan claramente fueron usados como instrumentos para reclamar
y asegurar (en el futuro) las necesidades territoriales de Carapan y sus aspiraciones
políticas. En los documentos Carapan está representado como cabecera de toda la

642 Cuando Isidro Alejo Martínez mandó hacer la copia, el original aún se encontraba en el archivo
de Carapan (ATC). Ahora está perdido.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 279

región (en tiempos prehispánicos y en el siglo XVI), Chilchota y Huancito (las


verdaderas cabeceras) son solamente sujetos.
No necesariamente todos los documentos fueron elaborados en el pueblo de
Carapan por un carari local. Es posible que los autores de algunos de ellos vinieron
de otras comunidades y que las autoridades de Carapan solamente han sido los
clientes. Carrillo Cázares (1991) por ejemplo, menciona un p’urhépecha llamado
Chiquisnaquis — escribano - quien trabajaba en la región de Tlazazalca-La Piedad
(al norte de Carapan) haciendo títulos de tierras (en este caso documentos en
escritura alfabética) para cualquier pueblo que lo solicitaba.643 Sin embargo, estos
carariecha, especializados en la elaboración de títulos, dependían de los habitantes de
los pueblos quienes dieron toda la información sobre la geografía local y la historia
oral. Del análisis estilístico del corpus de Carapan consta que no fue un solo autor
quien hizo los documentos. Claramente se notan las diferencias entre la Genealogía
de los Caciques de Carapan, el Códice de Carapan y los dos lienzos.
Los lienzos han sido basados en los títulos alfabéticos. Sin embargo, no son
reseñas pictográficas sino contienen elementos adicionales con un fuerte significado
o mensaje que era fácil de reconocer y comprender. Las diferencias en estilo entre
los dos lienzos se explica por el hecho de que el Lienzo de Carapan ha sido basado
en el Lienzo de Pátzcuaro (véase arriba). En el LP la información geográfica ha sido
pintada en un espacio reducido de la tela (en la parte inferior), las diferentes escenas
históricas (para fines de legitimación) fueron agregadas. La composición del
documento da la idea (correcta) que el documento ha sido elaborado al juntar varias
escenas pequeñas. Los autores del LC - quienes usaron el LP como base - cambiaron
la composición y lograron crear un documento que parece ser más coherente y claro.
Este resultado fue genialmente obtenido trás ubicar la información geográfica en los
cuatro extremos de la tela - creando un mapa - y pintar las escenas históricas en
medio. Aunque no es posible dar una fecha exacta para la elaboración de los dos
lienzos, parece probable que el LC fue pintado - por otro carari - algunos decenios
después del LP. Tomando en cuenta que el LP parece haber sido pintado y usado a
fines del siglo XVII o principios del siglo XVIII, el LC posiblemente data de
mediados del mismo siglo XVIII.644
Hemos visto que los diferentes elementos usados en los documentos carapenses,
corresponden a diferentes capas y fuentes de información. Aparte de la historia oral
local, los autores han usado un escudo de armas del siglo XVI procedente de

643 Otros ejemplos de especialistas en la elaboración de títulos son Diego García de Mendoza
Moctezuma (Wood 1986) y la pareja Pedro Villafranca y Juana Gertrudis Navarrete (Wood 1987) quienes
operaron en el centro de México.
644 La necesidad constante de legitimar las posesiones territoriales de la comunidad - véase los
continuos pleitos de tierras entre los pueblos, empezando en el siglo XVIII y continuando hasta nuestros
días - fue la causa de que los documentos tenían que ser copiados y adaptados (mejorados).
280 LOS TITULOS DE CARAPAN: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

Tzintzuntzan y probablemente también tenían disponible información de crónicas de


los siglos XVI y XVII y otras fuentes españolas e indígenas. Los carariecha deben
haber tenido acceso a esta documentación extensa que posiblemente fue guardada en
los archivos de Tzintzuntzan y/o Pátzcuaro o estaba en manos de familias nobles en
estas ciudades (como la familia Cuini de Tzintzuntzan).
Con el corpus de títulos, Carapan tenía instrumentos muy detallados y fuertes
para defender sus derechos como población y unidad territorial. Sirvieron para
expresar la fuerte identidad comunitaria y destacar la importancia de Carapan en
comparación con los asentamientos vecinos, considerados como simples sujetos. La
belleza y la complejidad de los títulos carapenses - véase la detallada información
geográfica y histórica - muestra el gran esfuerzo de Carapan para lograr obtener y
conservar sus derechos.645
Resumiendo, llama la atención que los documentos de Carapan siempre han
sido usados como fuentes del siglo XVI que dan información sobre la época prehis­
pánica y el primer siglo de la época virreinal. Esto se debe principalmente a la falta
de un estudio profundo del corpus carapense ya que a primera vista los documentos
(véase las fechas del siglo XVI) dan la impresión de haber sido pintados/escritos en
el primer siglo de la época virreinal. En el presente estudio sin embargo, hemos
podido ver que fueron hechos a fines del siglo XVII o principios del siglo XVIII y
solamente se refieren a sucesos que pasaron más de un siglo antes de su elaboración
(véase las fechas del siglo XVI en los diversos documentos).
Por dar la idea de haber sido hecho en el siglo XVI, los títulos primordiales
generalmente son considerados como falsificaciones o manipulaciones exageradas del
pasado y por lo tanto han sido negados. No se puede negar que en el caso de los
documentos de Carapan fue la intención de los carariecha hacer creer que los
documentos habían sido pintados y escritos en el siglo XVI: mencionan únicamente
fechas y personajes de ese siglo. Además, consta que los nombres en lengua
p’urhépecha fueron - muy probablemente a propósito - escritos de muchas maneras
diferentes tratando de imitar a documentos antiguos.646 El principal objetivo de los
autores de los títulos fue la legitimación de las tierras del pueblo, usando las medidas
consideradas necesarias para lograrlo. Estamos de acuerdo con otros autores (véase
p.e. Gruzinski 1993:105, Wood 1998:204) que en vez de discutir la legalidad de
estos documentos, es más importante estudiar su contenido, significado, su uso por

645 Posiblemente Carapan ha gastado una cierta cantidad de dinero para su elaboración, sobre todo en
el caso de que hayan sido pintados por carariecha especializados en este tipo de documentos.
646 Esto se ve claramente en el Códice Plancarte (incluyendo la genealogía de los caciques de
Carapan). Probablemente el carari quiso dar la idea que este documento consiste de 5 documentos
diferentes, todos elaborados en diferentes momentos en el siglo XVI. Por lo tanto los mismos nombres de
personajes y lugares han sido escritos de muchas maneras diferentes. También se notan estas diferencias
cuando se compara el CP con los dos lienzos.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 281

y función para los pueblos en la época virreinal y aún en la actualidad. Como


observa Gruzinski:
"(...) aún cuando en apariencia la elaboración de los títulos obedezca al
bricolage y al patchwork [cursivas de Gruzinski] sería un error inferir de su
composición desconcertante y a menudo "caótica" cualquier incapacidad para
dominar el relato y la información. Por el contrario, debe reconocerse en ellos
un notable esfuerzo de conformación y creación vinculado al envite vital que
era el suyo, la defensa de la tierra" (Gruzinski 1993:119).
Fue Carapan — representado por sus líderes indígenas - que quiso proteger (y tal vez
también engrandecer) sus tierras comunales por medio de la elaboración de un grupo
de instrumentos fuertes y detallados, es decir el corpus de títulos de tierras. De la
tradición oral y un gran número de documentos indígenas y españoles (algunos de
ellos manuscritos pictográficos), escogieron elementos de la historia local y regional
para crear sus propios documentos que sirvieron como un escudo usado para la
defensa de los derechos del pueblo. Aparte de tener un papel protectivo, también
servieron como legitimación de las aspiraciones políticas de Carapan, ya que este
pueblo quiso sustraerse/independizarse de su cabecera Chilchota. Estos documentos
no fueron hechos para uso interno - es decir en la misma comunidad - sino sirvieron
principalmente para defender los derechos contra gente de afuera, tanto indígenas
como españoles.
Aunque la composición interna de los títulos de Carapan parece algo caótica,
los carariecha cuidadosamente y bien pensado eligieron la información que ellos
consideraron conveniente y necesaria para legitimar la extensión de las posesiones
territoriales del pueblo. Los títulos carapenses destacan por los muchos detalles
usados para lograr este objetivo, aunque hemos podido ver tres capas principales de
datos: (1) la fundación inicial de Carapan - en la época prehispánica - por la élite
local y nobles gobernantes de Tzintzuntzan, (2) la reconfirmación oficial de las
tierras carapenses por dos gobernadores indígenas a mediados y a fines del siglo
XVI, y (3) el reconocimiento de la legitimidad de las reclamaciones carapenses por
los reyes de España, Phelipe III y Margareta de Austria. Así quisieron mostrar que
Carapan recibió sus privilegios de los tres poderes políticos que actuaron en la
región: los caciques indígenas prehispánicos, los caciques indígenas bajo dominio
español y las propias autoridades supremas de España. Es importante observar que
estos elementos usados para fines de legitimación, podían ser reconocidos y
comprendidos tanto por los indígenas como por las autoridades españolas.
Se puede decir que la aparición de los títulos primordiales constituye una nueva
etapa en la historiografía indígena de Michoacán. A mediados del siglo XVII y
principios del siglo XVIII la importancia de los pueblos como unidad fuerte con su
propio territorio y otros derechos crece rápidamente. Los diferentes pueblos
282 LOS TITULOS DE CARAPAN: SU ORIGEN SOCIO-HISTORICO

(representados por sus autoridades) se manifiestan - por medio de sus documentos -


como los protagonistas de la historiografía indígena local y regional (sus documentos
destacan por su énfasis en el territorio). Hemos visto como en el caso de Carapan el
pueblo del siglo XVIII es proyectado hacia el pasado prehispánico sugiriendo que
siempre ha existido en esta forma (sin mayores cambios). En los documentos
indígenas de los siglos XVI y XVII son más bien los linajes de caciques
prehispánicos que dominan la historiografía indígena (véase por ejemplo la RM,
Códice Cuara, Códice de Chilchota).647
Aunque en el México central los títulos primordiales recientemente reciben
atención científica gracias a los trabajos pioneros sobre todo de Gruzinski, Lockhart,
Haskett y Wood, los documentos semejantes de Michoacán han sido casi
completamente negados, aún en investigaciones sobre la tenencia de la tierra. Como
hemos podido ver en el caso de Carapan, los títulos primordiales son documentos
usados por las autoridades indígenas (en nombre del pueblo) para la defensa de la
comunidad. Estos instrumentos del gobierno indígena no solamente pertenecen al
pasado sino también al presente. Hoy en día los conflictos sobre tierras - muchas
veces muy sangrientos - entre comunidades michoacanas continúan y tienen un
impacto tremendo en la sociedad indígena. A pesar de que muchos documentos
desaparecieron de las comunidades, muchos pueblos michoacanos aún guardan -
generalmente en los archivos de sus representantes de bienes comunales -
cuidadosamente sus títulos (originales o copias) como los "planes de fundación" de
la comunidad, memoria colectiva de su historia y como escudo para proteger sus
posesiones territoriales.

647 Aquí se habla sobre tendencias generales. De ninguna manera significa que los caciques ya no
elaboraron sus propios documentos en los siglos XVII y XVIII.
EPILOGO
En la época virreinal muchas élites indígenas presentaron documentos ante las
autoridades españolas para conservar u obtener ciertos privilegios y derechos.
Aunque cronistas como Fray Jerónimo de Alcalá (siglo XVI), Fray Pablo Beaumont
(siglo XVIII) y Fray Alonso de la Rea (siglo XVII) incluyeron varios de estos
documentos en sus obras, a veces con descripciones y hasta breves interpretaciones,
no se trata de estudios profundos de la historiografía indígena. En algunas ocasiones
por ejemplo, los documentos pictográficos han sido usados como meras ilustraciones
(véase por ejemplo la RM y la Crónica de Michoacán).
A partir de la independencia, a principios del siglo XIX, se instalaron varios
museos y se organizaron expediciones para estudiar los restos arqueológicos, la
población indígena y la flora y fauna en el territorio michoacano. Fue en esta época
que Juan José Pastor Morales, hacendado criollo, hizo excavaciones en sus
haciendas, adquirió un lienzo (Bellas Fuentes) de una comunidad en la región de
Zacapu y un catecismo pictográfico otomí en Xilotepeque, además financió una
segunda edición del "Arte de la Lengua Tarasca" de Basalenque. Un estudio del
Lienzo de Bellas Fuentes por Benito María de Moxó fue publicado en 1837. El
interés en la historia prehispánica de Michoacán y otras regiones mexicanas aumentó
considerablemente en la segunda mitad del siglo XIX, sobre todo durante el gobierno
liberal del general Porfirio Díaz. Muchos documentos indígenas desaparecieron de
las comunidades y llegaron a manos de investigadores/coleccionistas y museos (tanto
nacionales como extranjeros), proceso en gran parte facilitado por la capitalización
del campo mexicano. Entre los historiadores quienes a fines del siglo XIX y
principios del siglo XX estudiaban la historiografía indígena de Michoacán, destacan
sobre todo el quiroguense Nicolás León y el alemán Eduard Seler. Los principales
institutos que en esta época formaron colecciones de documentos pictográficos
procedentes de Michoacán, son el Museo Regional Michoacano y la Sociedad
Mexicana de Geografía y Estadística. Posteriormente aparecieron otros documentos,
algunos de ellos fueron incluidos en los índices de documentos pictográficos
michoacanos de Mateos Higuera (años ’40) y Glass (años ’70). La lista que
presentamos en la presente obra no está completa, debido al hecho que siguen
apareciendo documentos, muchos de ellos celosamente guardados en las
comunidades. Además, la documentación jurídica hallada en los diversos archivos
nos indica que existía una gran cantidad de códices y lienzos en los siglos XVI-
XVIII, hasta ahora solamente se ha encontrado una pequeña parte.
La mayoría de los documentos pictográficos hallados hasta ahora, procede de
la tradición historiográfica uacúsecha. Aunque el llamado Códice de Tzintzuntzan,
los dos escudos de armas de Tzintzuntzan y la Relación de Michoacán, son del
primer siglo de la época virreinal, los demás fueron elaborados en los siglos XVII
y XVIII. El Códice de Tzintzuntzan lo conocemos solamente a través de una copia
hecha por Fray Pablo Beaumont, cronista del siglo XVIII. Además, la mayor parte
284 EPILOGO

proviene de la región del Lago de Pátzcuaro, la Meseta P’urhepecha y la Cañada de


los Once Pueblos. Llama la atención que los documentos del siglo XVI y XVII
(Códice de Tzintzuntzan, escudos de armas, Códice Cuara) se refieren a la élite
uacúsecha del centro de Michoacán y a sus méritos, fueron elaborados por y para la
clase noble, con el fin de conservar y obtener ciertos privilegios en la sociedad
virreinal. Encontramos muchos elementos iconográficos parecidos en documentos
posteriores de fines del siglo XVII y principios del siglo XVIII, en los llamados
títulos primordiales (corpus de Carapan, títulos de Tocuaro, títulos de Jaracuaro,
Lienzo de Aranza), aunque en algunas ocasiones menos estilizados (Lienzo de
Nahuatzen). Generalmente se trata de la historiografía de los propios pueblos
(representados por sus autoridades) - y ya no de linajes nobles - que intentaban
mostrar la antigüedad del asentamiento y de sus tierras comunales, frecuentemente
tratando de obtener el estatus de pueblo cabecera. Usaban referencias a la élite
uacúsecha del centro de Michoacán para dar más legitimidad a sus reclamaciones de
poder político, económico y religioso. Excepciones son el llamado Códice de
Chilchota y el corpus de Zinapécuaro (Códices Huapean). El primero,
probablemente elaborado en el siglo XVII, es una genealogía de una familia noble,
dibujada al lado de un mapa de sus posesiones territoriales. El documento carece de
referencias a los uacúsecha aunque en cuanto a su estilo pictográfico se parece
mucho a la documentación del centro de Michoacán. El segundo es un grupo de
códices que contienen quejas en contra de don Alonso Huapean, gobernador de
Zinapécuaro y sus sujetos, a fines del siglo XVI. Tampoco contiene referencias a la
nobleza del Lago de Pátzcuaro, el estilo de la mayoría de los documentos que
forman el corpus, difiere de los demás documentos michoacanos.
Hasta ahora solamente se ha encontrado un documento pictográfico de fines del
siglo XVI que procede de la tradición náhua de Michoacán; el Lienzo de Jucutácato.
En cuanto a su estilo y temática, el lienzo se parece mucho a la documentación
pictográfica del centro de México. Lo mismo podemos decir de los Códices de
Cutzio, de la región del Balsas, aunque en este caso se trata de listas de tributos
elaboradas por p’urhépecha y otomí hablantes, a mediados del mencionado siglo.
Estos documentos no uacúsechas muestran la antigüedad de la escritura pictográfica
en el territorio michoacano. Posiblemente fueron grupos de náhua y otomí hablantes
del centro de México quienes, a principios del posclásico, introdujeron la escritura
pictográfica en estas regiones. Posteriormente, con la expansión uacúsecha, el arte
de escribir se difundió también entre los otros grupos étnicos de la región. Según
esta reconstrucción hipotética la tradición pictográfica uacúsecha es relativamente
joven, lo que podría explicar el hecho de que sus productos pictográficos (códices y
lienzos) son menos estilizados que la documentación procedente de la tradición
centromexicana. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que no disponemos de
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 285

documentos prehispánicos y que hasta ahora se han hallado solamente muy pocas
fuentes pictográficas hechas en el siglo XVI.
En el presente estudio hemos analizado el Lienzo de Jucutácato y los títulos de
Carapan, documentos pictográficos procedentes respectivamente de la historiografía
náhua y uacúsecha de Michoacán. El Lienzo de Jucutácato tiene su origen en la
comunidad de Jicalan Viejo o Xiuhquilan, al sur de Uruapan. En los años ’60 del
siglo XVI, los xiuhquilteca, quienes se dedicaban a la metalurgia (cobre) y la
elaboración de jicaras, tuvieron pleitos con pueblos vecinos sobre los derechos a
ciertas minas de cobre y de matiz en la Tierra Caliente de Michoacán. Ante las
autoridades españolas presentaron sus testigos y un documento pictográfico de
algodón, de grandes dimensiones, en que pintaron la fundación de Xiuhquilan y de
la industria del cobre y de las jicaras. Como en la Probanza de Tetlama, pusieron
énfasis en que no eran uacúsecha sino gente de origen tolteca que hablaba la lengua
náhuatl. En tiempos primordiales nacieron del gran apaztli e iniciaron, guiados por
su dios Tezcatlipoca, su migración hacia tierras michoacanas, en búsqueda de minas
de cobre y matiz y un buen lugar para poder trabajar estos materiales. Finalmente se
establecieron en Xiuhquilan, lugar que pronto se desarrolló como un centro de la
metalurgia y fabricación de jicaras, los minerales fueron encontrados en un buen
número de sitios, más hacia el sur del actual Michoacán. Los derechos a las minas
eran percibidos como divinos ya que fue el dios Tezcatlipoca quien les ayudó fundar
Xiuhquilan y quien les guió en su búsqueda de la materia prima. Posteriormente, en
el siglo XVI, los derechos antiguos fueron reconfirmados por Don Antonio
Huitzimengari, descendiente del cazonci Tzintzicha Tangaxoan II.
El corpus de Carapan, comunidad en la Cañada de los Once Pueblos, fue
elaborado a fines del siglo XVII o principios del siglo XVIII. Fue la intención de los
carariecha hacer creer que los documentos habían sido pintados y escritos en el siglo
XVI. Tuvieron a su disposición documentación pictográfica de este período,
procedente de Tzintzuntzan, la antigua cabecera del cacicazgo uacúsecha. Usando
(copiando e interpretando) estas fuentes del centro de Michoacán y la tradición
historiográfica local (Cañada de los Once Pueblos, Meseta/Sierra P’urhépecha),
elaboraron una gran cantidad de documentos carapenses con la intención de legitimar
la extensión de las posesiones territoriales del pueblo y posiblemente también para
poder independizarse de su cabecera Chilchota.
Hemos visto que en general los estudios sobre la época prehispánica en Michoa­
cán se caracterizan por el uso poco crítico de la Relación de Michoacán, lo que ha
causado que la "historia de oro" de los uacúsecha se convirtió en la - y no una -
historia de los indígenas de esta región. Datos sobre áreas periféricas como el norte
de Michoacán, la Meseta/Sierra P’urhépecha, la Cañada de los Once Pueblos, la
Tierra Caliente y la Costa, han sido y generalmente siguen siendo interpretados en
286 EPILOGO

términos de la incorporación de estas regiones al cacicazgo uacúsecha de


Tzintzuntzan.
Durante mucho tiempo la RM ha sido una biblia para la arqueología
michoacana, por lo que esta disciplina también ha contribuido a la "tarasquización"
o "p’urhépechización" de Michoacán. El estudio de fuentes procedentes de la
historiografía no uacúsecha sin embargo, indica que a principios del posclásico
tardío, hubo otros cacicazgos poderosos en diversas partes del actual estado. Hemos
visto que el Lienzo de Jucutácato y la Probanza de Tetlama, documentos del siglo
XVI y procedentes de la historiografía náhua, mencionan el origen náhua-tolteca de
los tetlamantlaca, xiuhquilteca y otros grupos en la Tierra Caliente, fue hasta el
posclásico tardío que fueron incorporados por los uacúsecha. Investigaciones
arqueológicas en los sitios de Tetlama y Xiuhquilan (Jicalan Viejo) pueden aportar
más datos sobre la identidad de estos grupos no uacúsechas y sobre los procesos
políticos y económicos en la región. En el survey de Jicalan Viejo fueron hallados
restos de la producción de cobre, lo que concuerda con la información dada en el
Lienzo de Jucutácato, documento que indica a Xiuhquilan (Jicalan Viejo) como
centro de metalurgia. Es necesario confrontar datos procedentes de las fuentes
etnohistóricas con información aportada por la arqueología. Además, se requiere de
más proyectos regionales y multidisciplinarios como el del CEMCA en la región de
Zacapu, en que no solamente se pone énfasis en la llamada "fase uacúsecha" (posclá­
sico tardío) sino también en épocas anteriores (sobre todo el clásico y posclásico
temprano).
Aunque algunas fuentes etnohistóricas de Michoacán, como por ejemplo la RM
y las relaciones geográficas del siglo XVI, han sido publicadas, llama la atención
que varias fuentes frecuentemente citadas, carecen de un análisis profundo (tanto de
su contenido como de la vida y obra de su autor). Como ejemplo quisiéramos
mencionar la Crónica de Michoacán, escrita en el siglo XVIII por Fray Pablo
Beaumont y frecuentemente citada en estudios sobre el Michoacán prehispánico y
virreinal. A pesar de que parte del manuscrito original existe en la biblioteca John
Carter Brown (Providence, Estados Unidos), se sigue usando la copia del AGN. En
un estudio reciente (Roskamp 1997) hemos demostrado que muchas de las
ilustraciones usadas en la crónica, pertenecen a un corpus de documentos
pictográficos de Tzintzuntzan (el Códice de Tzintzuntzan y dos escudos de armas),
usados por la élite indígena en su lucha para conservar sus privilegios. Aún falta una
nueva edición de la obra de Beaumont que incluya un estudio comparativo del
original y las copias.
El problema es todavía más grande en el caso de fuentes procedentes de la
historiografía indígena, como por ejemplo los documentos pictográficos. A pesar de
que no existen estudios profundos ni publicaciones de la mayoría de estos
documentos, son usados - generalmente sin ninguna crítica - en investigaciones sobre
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 287

la cultura indígena de Michoacán. Por lo tanto muchos han sido "identificados"


como fuentes primarias del siglo XVI, mientras que actualmente sabemos que se
trata de documentos de siglos posteriores, véase sobre todo el caso del corpus de
Carapan. Sin duda se requiere de más estudios profundos de las diversas fuentes
procedentes de la historiografía indígena de Michoacán. Son documentos únicos que
representan la visión indígena del mundo prehispánico y virreinal y aún en la
actualidad tienen gran valor para muchas comunidades michoacanas.
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APENDICES
Apéndice I
Benito María de Moxó, "Cartas Mexicanas" [1805], Génova, Tipografía Pellas,
1837. Parte llamada "Desertacion sobe una antigua pintura de los indios tarascos",
pp.282-290.
Don Juan Josef Pastor domiciliário en esta corte, eclesiástico muy recomendable por
sus bellas calidades y muy aficionado á las antigüedades de su pátria Mechoacan, me
presentó pocos días há una pintura original trabajada en otro tiempo por aquellos
indios, la que sirve de título para poseer una rica y grande hacienda en dicha
provincia.
Aunque la fecha de la referida pintura es algo incierta; consta no obstante, que
no precedió mucho á la llegada de Hernán Cortés á esta América; pues el
Emperador Tsintsicha, ó Calzontzi, como le llaman equivocadamente la mayor parte
de los historiadores, fué el último que gobernó en Mechoacan, antes que el famoso
Cristóbal de Olid se apoderase de aquellos opulentísimos países; y este mismo
Tsintsicha se vé claramente espresado en la mencionada pintura, como se dirá luego.
El lienzo tiene dos palmos de largo y tres de ancho, componiéndose todo su
tegido de pita finísima de maguey. Esta espécie de papel era entonces muy común
en toda la América septentrional y servía á los indios para escribir, ó mejor diré,
para pintar todos los hechos, ó incidentes, cuya memoria les parecía digna de ser
conservada yá en los anales públicos ó reservados del Estado, yá en los archivos
particulares de cada familia.
Los españoles mismos lo usaron no pocas veces en los primeros años después
de la conquista, hechando mano en lugar de tinta del precioso zumo de añil, como
lo he visto en algunos documentos originales que ecsisten en el archivo que tienen
en esta Metrópoli los descendientes de Cortés ó Marqueses del valle.
El papel de maguey tanto por su solidéz y consisténcia, como por no estar tan
espuesto á apolillarse, lleva muchísima ventaja sobre el célebre papyrus de los
egipcios de que se conservan algunos manuscritos en vários archivos y museos de
Europa, especialmente en la sala de la biblioteca vaticana, que por esto se llama de
los papyros, adornada por nuestro insigne Mengs con ecselentes pinturas alusivas á
aquellas raras preciosidades.
El objeto que espresa nuestro lienzo se reduce en sustáncia á lo siguiente. A un
lado se vé al indio Tzecanda conquistador de la provincia de los Tecos en ademan de
dar cuenta de este distinguido y útil triunfo á Tsintsicha, que era su amo y
emperador. El general indio está en pié apoyándose en un desmesurado arco, que
tiene en la mano izquierda, mientras por lo alto de la espalda derecha deja asomar
el carcax cargado de flechas. Su cuerpo está desnudo, cubriendo solo la cintura hasta
médio muzlo un lienzo pintado de azul y rojo. Su calzado se reduce á una especie de
calígas, no desemejantes á las que usaban los primitivos romanos, según es de ver
322 APENDICES

en diferentes monumentes de la antigüedad, esplicada por Montfaucon. Tzecanda


tiene delante de sí un pájaro, que es símbolo de la provincia recien conquistada; y
ademas presenta al emperador un cautivo atado de manos y casi postrado. No deja
de reconocerse en esto mucha analogía con los estilos militares así de los romanos
como de los griegos: solo que estas dos naciones acostumbraban representar sus
cautivos no puestos de rodillas, como en nuestro lienzo, sino en pie, aunque iguálen­
te maniatados, y dejando ver en el semblante aquella profunda tristeza y abatimiento
que era propio de su infeliz situación.
El emperador Tsintsicha está enfrente de Tzecanda, sentado en una silla, que
es con corta diferéncia, como la que usaban los griegos del tiempo heroico. Lleva el
cuerpo cubierto de una túnica de color de púrpura algo oscuro, de cuyo color son
también sus calígas. Carga con un arco y carcax de las mismas dimenciones y
hechura, que el de Tzecanda y adorna su cabeza con un diadéma verde, de cuyo
centro se levantan tres vistosas plumas la de en médio encamada, y las otras dos
azules. El emperador oye á Tzecanda con apacible y benigna gravedad, y estiende
el dedo índice de la mano derecha ácia ocho pueblos ó ranchos de que le hace
donación.
Al otro estremo del lienzo se reconoce de nuevo al general indio. Su trage es
el mismo que acabamos de describir, solo con la diferéncia de que en esta segunda
esena no comparece apoyado sobre su terrible arco; ántes bien lo lleva en la mano
con una grande flecha, adelantado estas armas en señal de posesión y dominio sobre
ocho cabezas de hombres, que tienen delante de sus pies; y que significan los otros
tantos pueblos con que le ha premiado su soberano, y los vasallos y tributários que
le ha señalado. El entierro de Tzecanda se pinta muy al vivo en el centro del
mencionado lienzo al pie de un cerro, cuyas faldas baña un rio bastante caudaloso.
Por en médio de dicho cerro están esparcidas á trechos siete casas: las seis del todo
iguales, y la otra al doble mayor que las demas. A lo lejos descuella otro edificio
muy grande con sus torres y chapiteles á manera de los viejos castillos de nuestros
barones: no cabiendo duda, en que estas ocho casas dan igualmente á entender los
ocho pueblos de que era dueño este general, conforme se ha dicho.
Su cadáver está tendido de largo á largo en la parte baja del referido cerro, y
casi junto á la orilla del rio. A una corta distáncia de las plantas del difunto hay una
figurita de hombre sentado, que representa su yerno, y á su derecha otra figurita que
espresa su hija ó su muger, y está así mismo sentada; pero no en el suelo como la
primera, sino encima de una piedra.
Hay ademas repartidas por el lienzo algunas otras imágenes, que no esplico,
por que me parece que son de fecha mucho mas reciente, y que después de la
conquista de Cortés las añadieron los indios á este precioso documento en
continuación de la historia que en él se espresa.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 323

Muéveme á creerlo, ver en lo alto de nuestra escritúra ó pintura una india que está
en pie delante de un magistrado á quién comunica al parecer algún asunto de
importáncia. El vestido talar de este personage; la figura y altura de la silla en que
esta sentado; su larga barba; el sombrero; y sobre todo los buelos de los brazos no
permiten dudar de que es español y no indio.
Muéveme también el reparar igualmente en dicho lienzo otra muger vestida de
todo en todo á la antigua española y acompañada de un indio, que con la mano le
señala aquella casa grande ó castillo del general Tzecanda, de que ya hemos hablado.
Esta muger se llama Doña Catalina. Fue europea, ó como dicen aquí gachopina. Los
sucesores de Tzecanda le vendieron aquellos ocho pueblos ó ranchos que poseían por
donación del emperador Tsintsicha; los cuales al presente están demolidos,
habiéndose formado en su territorio una opulente hacienda, á la que con razan
(razón) se ha dado el nombre de bellas fuentes, pues brotan de diferentes puntos de
ella hasta treinta y seis manantiales, todos abundantes y perennes, y algunos de ellos
de raras y esquisitas propiedades. Es también aquí lugar de advertir, que se
conservan aun al presente várias memorias de la nombrada provincia de los Tecos,
y que sobre las ruinas de su antigua capital está edificada la villa de Zamora, una de
las mejores de todo el obispado de Mechoacan.
En una escavacion que se hizo en el mes de Enero del año prócsimo pasado de
1804 en el mismo cerro, y en el propio lugar en que había sido enterrado Tzecanda
se encontraron várias armas, de que usaban en otro tiempo los indios tarascos: las
que probablemente habían metido allí junto con el cadaver de aquel ilustre guerrero;
conforme al estilo inmemorial no solo de los indios de nueva España y del Perú,
sino también de casi todas las naciones del antiguo y nuevo continente, como lo
vemos verificado todos los dias en los sepulcros que se van abriendo de los griegos,
de los romano, de los árabes, de los españoles, de los galos, germanos, tártaros y
otros.
De las espresadas armas poseo yo una, que miro, según se merece, como un
monumento sumamente apreciable. Es una macana de cobre muy fino y terso, que
suspendida de una hebra dá un sonido delicioso al choque de algún cuerpo duro.
Parece á primera vista cobre virgen y así lo creía yo, hasta que el apartador general
de este reino, después de haberla detenidamente reconocido, me aseguró, que el
metal había sido fundido; aunque no dejaba de admirarse mucho, y apenas
alcanzaba, como unos hombres tan faltos de instrucción y de conocimientos en el
arte de la mineralogía, hubiesen podido ejecutar con tanto primor y acierto una
operación tan en estremo delicada.
No puedo omitir aquí una reflecsion que me parece muy oportuna. El
eruditísimo P. Pichardo individuo de la respetable Congregación del Oratorio de esta
ciudad, y uno de los sugetos mas beneméritos de las antigüedades mejicanas, era de
dictámen, que estos indios habían llegado á descubrir el arte de dar al cobre un
324 APENDICES

temple y punto semejante al del acero. La inspección y prolijo ecsámen que los dos
hemos hecho de la mencionada macana en compañía del sábio botánico y naturalista
Don Vicente Cervantes, puede haberle desengañado. Su cobre es dúctil y no tiene la
fineza, no digo de nuestras armas cortantes, pero ni aun la de las que se hallan
diariamente en el Perú en las principales huacas de los Incas. Sin embargo, esta
macana pertenecía á un gran general, quiero decir, á Tzecanda, y es en sumo grado
verisimil, que le servía privativamente en los duros lances de las batallas. ¿Pregunto
pues, si los indios tarascos hubiesen sabido, como suponía el P. Pichardo, templar
debidamente los metales hubieran dejado de usar de este precioso conocimiento en
la fábrica de las armas, en las que era tan necesário para darles mayor dureza, y
mejor filo y corte? ¿Sobre todo, su famoso e intrépido general, eso es, Tzecanda,
héroe nacido para la guerra y animado del noble fuego y entusiasmo de las
conquistas, en una palabra, el Aquiles de los indios tarascos, hubiera omitido
servirse de una ventaja tan apreciable, y que por sí sola bastaba decidir á su favor
la suerte dudosa de los combates? Cosa es esta, que no parece en manera alguna
creíble.
Añadiendo ahora dos cláusulas en general sobre al (el) mencionado lienzo,
digo:
Primero. Que el modo con que aquellos indios procuraban conservar la
memoria de los hechos y acontecimientos notables, me ha parecido digno de la
mayor atención. Nada hay tan sencillo, como sus imágenes. No son estas, hablando
con propiedad, geroglíficas, como lo son las de los obeliscos, pirámides y otros
monumentos egipcíacos. Lo pintan todo casi al natural; pero con tal orden y
ecsactitud que poco tiempo, y una ligera reflecsion bastan para enterarse en su
sentido. No es menester ciertamente ser un Kirker para interpretar estas alegorías tan
ovias y tan poco misteriosas.
Segundo. Es admirable sobre todo el laconismo de esta espécie de escritura.
Ocho, ó diez figuras sembradas por la limitada superficie del lienzo son suficientes
para damos una idea muy clara de todos los hechos siguientes. La conquista de la
provincia de los Tecos por Tzecanda: la merced que el Emperador Tsintsicha hizo
á dicho general de ocho pueblos, á cuya cabecera estaba Huecaro: la muerte y
entierro del propio Tzecanda: la continuación de sus decendientes en la pacífica y no
interrumpida posesión de la referida grácia imperial: la enagenación de dichos bienes
á favor de la mencionada Doña Catalina; y por último la topografía ecsácta de todo
el espresado territorio.
Tercero. Debe advertirse también como aquellos indios, muchos, ántes de la
conquista, habían hecho considerables progresos en la pintura. Sus imágenes no se
ciñen únicamente á las lineas, ó al claro oscuro de que se usó tanto tiempo en
Europa, cuando las bellas artes estaban, digámoslo así, en su cuna. Representan al
contrário todo el sugeto, unas veces de lado; otras de frente; ya en pie, ya de
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 325

rodillas, ya sentado, según lo ecsige el caso; haciendo uso al intento de vários


colores, como el rojo, el verde, pagiso, negro, etc. El diseño aunque tropieza á
menudo en grandes descuidos, no deja de guardar de cuando en cuando bastante
corrección. En nuestro lienzo está bien representado así el cerro del entierro, como
el rio que le baña por el pie: no es despreciable ni la figura, ni el ademan del
emperador Tsintsicha; pero sobresale y campea con particularidad el retrato del
general Tzecanda, que es el verdadero héroe de toda la pintura, y se representa por
dos veces de cuerpo entero. Digo ingénuamente, que he hallado en dicha imágen,
bien que tosca y grosera como lo son todas las de aquellos indios, mucha mas
inteligéncia y tino de lo que á primera vista había sospechado.
Cuarto. Puede igualmente inferirse de todo lo que llevamos espuesto, que la
nación Tarasca, cuando pisaron por la primera vez sus tierras los soldados de Olid,
formaba ya una sociedad médio civilisada y no de la rudeza que algunos se dan á
imaginar, ó por ligereza ó por no haber ecsaminado como correspondía, ninguno de
sus antiguos monumentos. Un pueblo enteramente salvage ningunas ó muy cortas
nociones tiene del derecho de propiedad territorial. Cultiva muy poco y no se fija en
ninguna parte. Ya se mete en el fondo de los bosques mas ásperos; ya se estiende
por las desiertas llamuras (llanuras); ya finalmente sigue por muchas centenares de
leguas las frondosas orillas de los rios y lagunas, á fin de que las frutas de los
árboles, la caza y la pesca le sirvan de alimento, que unas veces logra muy
abundante y otras sumamente escaso. (...)
Volviendo pues ó (á) nuestro intento, repito de nuevo, que el documento que
hemos espuesto, basta por sí solo para deponer á favor de la antigua y temprana
civilisacion de la nación Tarasca. En efecto nuestro lienzo manifiesta con toda
evidéncia, que aquellos indios no solo eran agricultores, sino que habían establecido
en su república una espécie de dominio feudal: manifiesta que las habitaciones de la
gente distinguida no eran unas chozas ó barracas informes, con las que halló Cook
en la parte llana del estrecho de Magallanes; y la Peyrousse en el puerto de los
franceses; sino unas casas construidas con mas regularidad, que las que se ven en las
aldeas de algunas provincias de España: manifiesta finalmente que en aquella remota
época habian admitido ya algunas artes de ostentación y de lujo. En cuanto á la
metalurgia y mineralogía, aunque nada dice con claridad nuestro lienzo, sin embargo
las armas, que como hemos referido se sacaron el año prócsimo pasado del cerro del
entierro de Tzecanda, singularmente la hermosa macana de cobre que yo poseo
demuestran lo mucho que habían adelantado también en este punto.
No tenía pues motivo el Señor Ulloa para representamos en general á los indios
de una y otra América, aún á los súbditos de los Incas y Motezumas, como unos
salvages del todo estúpidos y poco diferentes de las béstias: dando á entender que las
historias que se estienden en alabanzas del valor é indústria de los vasallos de
aquellos dos ilustres impérios, hablan en esta parte en sentido metafórico ó figurado.
326 APENDICES

En cuanto á mi, soy de tan contrário dictamen, que reservo para matéria de otro
escrito el volver por el honor de aquellos naturales, y disipar con la solidéz que
conviene, esta tan infundada é inverisimil sospecha."
Apéndice II
García Abarca, Pablo, 1876, "Cerro de Perivan", México D.F.: Fondo Reservado
de la SMGE, sin número de classificación, manuscrito no publicado.648
"De una ’Ojeada sobre el Estado de Michoacán de Ocampo’ que escribo desde el
año de 1870, saco al cerro de los Perivanes, para ofrecerlo con temor á el Sor.
Leopoldo Rio de la Lora en prueba de gratitud, y afecto, sin más intención que
ponerle á la vista una de las preciosidades, que contiene objetos botánicos utiles
particularmente á la humanidad doliente, y si alguna ves le sirve de dato en sus
labores científicas, sabrá que en medio de la sociedad obscura, é inútil está el
primero de sus servidores" con firma de Pablo García Abarca. Después se encuentra
un mapa coloreado titulado "Mapa del Cerro de Perivanes, ó antiguo Cucha-xuato".
Después del mapa empieza el manuscrito con la foja numerada 1;
"F.l/ Antiguo Cucha-Xuato, ó sea Cerro de los Perivanes; moderno
Al 2o entre 37’ y 53’15” de longitud y 19° de latitud, á una altura de 11000 pies
sobre el nivel del mar según se ha podido averiguar con el auxilio de esta formula
Z = 16000x((H+h:H-h)x(2T+t):1000)) está la inmenza mole representada por el
indio Purepe desde mas atras del siglo XVI por una elevación que contiene la figura
de un cerdo hechado, y en su cima un árbol seco, con otros revestidos de su ropage
en la parte baja, según consta de un geroglifico divujado en tela de algodón que
casualmente encontré en una pequeña congregación de su contorno y me esplico asi;
el cerdo en el idioma del indigena de Michoacan es Cuche, y Xuato significa cerro,
claro es que su nombre esta muy bien representado que fue cerro del puerco. El
árbol seco manifiesta la nevada cima de esta altura, y los otros arboles con hojas,
/F.2/ que a pesar de la nieve es feras. Después se nombró Cerro de Perivan tal vez
porque esta palabra se deriva de Pirian que significa Beluciente, y no vatea pintada
como dice el Sor. Doctor Romero, atribuyéndolo á el oficio que tienen los indios de
San Juan Periban que es ficticio y solo se lo ejercen los de Uraú-apan, adquirido por
el Obispo Español D. Vasco de Quiroga, ó al menos en su tiempo. Perivan fue tal
vez porque desde cualquiera elevación del cerro se ve á larga distancia el horizonte
sencible que es la linea curva que parece unir el reflejo azul que forma la vobeda
(bóveda) impropiamente nombrada cielo con el planeta tierra, en cuya distancia el
pavimento de esmeralda presenta variadas perspectivas, por el sur-oeste se persibe

648 En el caso de los manuscritos de García Abarca se respeta la ortografía original (con todas sus
deficiencias).
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 327

una parte del lago de Chapada en cuyo centro estuvo la Peregrinación que el destino
empujaba para establecerla en islas, como se ve en los dos geroglificos que
acompaño, e primero indica que abancando /Dibujo 1 dibujado por García Abarca,
directamente copiado del original; representa cuadro central del lienzo "De
Mechuacan"/ F.3/ dirigidos por donde les saludaba el sol encontraron agua
representada en la canoa, ó pequeña varea, esos hombres sentados y la especie de
iglesia, que supongo fue sencilla casa reformada en tiempo de que doblaron la cervis
para ser uncidos (vencidos) por el yugo español, dicen con claridad que hicieron
alto. Las tres cabezas son sacrificios humanos, una pertenece a Mechuaca, cuya
sangre salpicó las manos del sacerdote Aacatl, ó tal vez la iglesia indica que las
victimas fueron ofrecidas á Huixilopochtli. Los que están en actitud de marcha detras
de los que han tomado posecion de Mechuamacan indican disgusto y siguen al
sacerdote que también está en pie para seguir á donde representa el segundo ge-
roglífico que fueron detenidos por una ave sentada en un nopal, donde se
establecieron con una ceremonia religiosa para fundar á Tenuchtitlan que reconoció
como primer autoridad á Tenuch que algunos nombran Tenoh. /Dibujo 2 por García
Abarca, copia del original, representando el cuadro de Tenuchtitlan/ F.4/ Desde el
cerro por el mismo rumbo se ven las lagunas de Tacascuaro y la Magdalena; mas
hacia el sur los cerros nevado (nevados) de Ciudad Guzman ó Zapotlan el grande,
y volcan que está entre esta población, Tonila, y Colima, y hace esplociones en
periodos indeterminados, al sur se observa el rico plan de tierra caliente que da
objetos de utilidad al Estado, á Mexico, y al Estrangero; que ha sufrido en estos
últimos dias los azares de una guerra anti-social, mas alia una linea obscura indica
que Michoacan es limitado por el mar del sur y por todos rumbos se alhaga la vista
por multitud de alturas, praderas, y pueblos que cada uno tiene su Historia
tradicional al lado de la Favula, porque así la modificaron, los que pretendieron
embolver en la superticion (superstición) á los indígenas porque asi obtenían mayores
ventajas.
El Sor. Perez Hemandes asegura que el cerro de los Perivanes nombrado en
plural, porque tiene / F.5/ en su vace á San Juan y á San Francisco Perivanes; es
volcan pero no hay quien é noticia de esto, ni en parte alguna de él, se encuentra
lava, ó crater.
Se dice que el pico de Tancitaro es lo mas elevado pero el obserbador colocado
en la peana de la Peña del homo domina toda eminencia. Esta roca formada de lajas
perpendiculares tiene de altura 425 varas del Pais, esta sentada sobre una vace
escalonada que al fin forma un plano donde están tres asientos de piedra toscanos y
formados por la mano del hombre. A alguna distancia hay otra elevación cónica
nombrada la Bufa por unos, por otros La Chiminea, se apoya por el sur en la loma
de Fusfuta que significa Puerto, desciendo por el Norte hasta el fondo de una
profundicima barranca, donde he dejado cuerpos de gran peso, buscar su centro de
328 APENDICES

gravedad porque me agrada la repetición de los choques sobre las rocas que
encuentra al paso, forman/F.6/do Eco. En mucha estencion de esta barranca, el
termómetro siempre esta bajo de cero. Cerca de la Bufa hay un manantial de agua
potable que es el primero que se congela cuando los picos se cubren de hielo. Al
oriente de Tancitaro hay otros rocas tuortuosas que terminan en punta, se conocen
con el nombre de picos de Tancitaro, mas al oriente esta la Zafra de ese pueblo tal
ves porque alli recogen hielo para todo el año, llevándole á distintos puntos, entre
esta y la Chiminea que también se nombra la Torrecilla esta la Zafra de Perivan,
después de la peña del homo tenemos la Caja, y entre esta y el cerro del cebo á
cuyo pie esta San Salvador Paricuti que significa al otro lado, y San Juan
Parangaricutiro ó de las colchas, tenemos el ojo de agua de San Juan Andachura,
después de Tancitaro al oeste esta la Mesa del Borrego ó Gariche, y sigue en un
puerto el pueblo de Apo que significa cenicero, y esta en terrenos del Pilón la Luna,
y San Juan Perivan, entre el /F.7/ camino de este pueblo y Tancitaro que significa
Fiebre, tal vez porque con el cambio repentino de temperatura aqui se desarroyan á
los que bienen de tierra caliente, con las cauzas esencial, y predisponente las
calenturas intermitentes larvadas encontrando en ese agente que entorpece la acción
vital, la causa exitante; esta una fabrica de aguardiente ó chingüere nombrado
Choritiro. Cerca de Apo hay hay una loma nombrada Huanimban que marcaba el
limite á la jurisdicción de Xiquilpan en tiempo del gobierno Español, por el sur del
pico de Tancitaro hay otra elevación perpendicular nombrada Frente de la iglesia
quizá porque en su vace esta una capilla dedicada á la virgen de Acahuato donde
desde tiempo inmemorial vegetan unos arboles de flores polipétalas de la clase
pentandria de Lineo blancas frescas, cafés secas, son muy aromáticas, y el aceite
esencial que contienen es anti-espasmodico poderoso. En el pueblo de Chapala en
una casa que es de mi propie/F.8/dad hay otro árbol semejante, el único por alia que
nombran Esquizuchitl les ha llamado la atención á algunos vecinos de Guadalajara
y la Barca, linda con el curato el terreno. Esta protuverancia es la primera que ven
del cerro los que navegan por el mar del sur, al pie tiene una hoguedad, y mas
después una profundisima barranca nombrada por sus ondulaciones, de la Culebra,
al norte hay un rancho nombrado El Potrero grande, la barranca sigue al sur este
pasando por un lado de Xiuquilan viejo. Hay en el cerro otras protuverancias
petrozas notables nombradas las Torrecillas, y los tres muñecos, y muchas
hoguedades, habitadas algunas menos en invierno porque aqui no hay Rusos; tres de
estas se nombran de Jua-itzis-pecuarú, que significa Agua, y Murciélagos en la cima
de los tres muñecos hay una pequeña laguna que no se congela su agua en totalidad,
porque contiene peces, y su margen tule; en la barranca hay varios ranchos que
llevan su nombre, es decir de /F.9/ la barranca. A un lado de la Peña del Homo hay
un estenso llano nombrado Rincon de Petzú que significa detras. Al oriente está la
Mesa Grande, los Ranchos principales de este cerro son el ojo de agua de la Muía,
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 329

itzi-parangaricuri que significa Agua en la loma, el Tepetate, Aguanito, que tiene


relación con los conejos según el antiguo idioma del Estado, las Amapolas, los
Lobos, El Rosario, La Alverca, Patzingo que significa mucho pelo, Tzintzungo que
es colibri, esta palabra demuestra lo vicioso del idioma Purepe, hoy Tarasco porque
Tzuntzuntzan quiere decir, donde hacen ollas, Tzuntzun olla fina, y Tzintzuntzan es
uno de los pueblos primitivos, fundado en el margen del Lago de Patzcuaro, que
figuró en el imperio de Mechuacan. Siguen los ranchos de Angahuan, La Joya, las
Canoas, los Granados, Chuanito, La Fabrica, Tzuntzumitzimicuaro ó de la
Chuparrosa, la olla dejo por Tzuntzuntzan su nombre que es Purechi, Tangantzicato
que significa Resbalarse deteniéndose, Tzin/F. 10/tzimitzimicuaro (Encinos nudosos),
Parástaco, que es un troge grande perteneció á D. Jose Maria Arregui, que fue
asecinado en Apupataro que significa Apupas, ó tierras blancas. En Parastaco han
guardado la semilla, ovulo, ó huevecillo del gusano de seda, en 1844, y en 1868
cuando tubo la empreza Los Reyes Salgado, y después por exitativa del Gobernador
Lie. D. Justo Mendoza(.) tenemos á mas hoyo cazuela, los Jazmines, Tzirimondiro
que quiere decir Hay Tzirimos ó tilia de Michoacan semejante á la Europea q1como
antiespasmodica la usa el Codex. El Espinal, la Soledad, Tzirostipacua, donde se
dice estubo el pueblo de Tzirosto, hay unos escombros que dicen fue pueblo antiguo
y se nombró de los Mecos, por supuesto en el idioma indigena. Otros muchos
ranchos llevan el apellido de sus dueños.
Partiendo de los Reyes Salgado las poblaciones que circundan al cerro son esta
villa, cuyo comercio es el dulce, San Francisco Perivan, Tzirosto, que /F. 11/
significa mais, antes esta la Fabrica de Tzipicha, ya hable de San Salvador Paricuti,
y de Parangaricutiro donde hay Colchas, Tzacan que son labradores los indígenas
que le habitan, el 18 de octubre tienen una feria. Corupo en donde labran tablas para
cajones del dulce, charapa hacen molinillos cucharas y otras cosas de madera, San
Felipe de los herreros, su nombre indica el oficio, Tzicüicho, y Pamatacuaro cuyos
indígenas proven de combustible á los Reyes, Atapa es un pueblito retirado del cerro
y está inmediato al monte de Sta Clara, aqui hay pulque y una Huerta de café
formado por D. Librado Zamudio vecino de Tingüindin. Al pie del cerro por el
norte hay un pintoresco valle donde está la villa de los Reyes Salgado, cuna del
Arzobispo D. Clemente de Jesus Munguia, y donde los Suavos en tiempo de la
intervención Francesa fueron rechazados por D. Carlos Zalazar. Adornan al valle
muchas haciendas cuyo cultivo principal es la caña, azúcar, y elavoracion del dulce,
tale(..roto..) /F. 12/ (..roto..) Santa Clara que comprende al puente de Tocumbo que
esta en el camino de Tingüindin á los Reyes, Los Señores Agui(..roto..)agas
propietarios de esta Hacienda, son también dueños de un terreno que linda con los
Limones, y tiene la hermosa cascada del Estado conocida por Chorros del Baral pero
es una Rauda nace á muchos metros mas bajo que la superficie del terreno corriendo
la agua á unirse con el rio grande de Petacala ques es formado por los R íos de
330 APENDICES

Tarecuato, Chucandiran desagüe de las lagunas de la Magdalena y Tacascuaro del


Salitre, rio que tiene la Hacienda de este nombre que está al poniente de la de Sta
Clara, los rios de itzicuaro que significa Agua y Fiesta, ó contento, y el de Tzitzio
con otras aguas que bienen de Jalisco forman al rio que después de Tepalcatepec,
cerca de Capirio, inmediato á la Hacienda del Reparo recibe al azulejo, por
feruginoso rio de Cupatitzio, que nace en la población de Uruuapan en un punto
nombrado la Rodilla del Diablo por una deprecion prolongada que tiene una enorme
piedra, debajo de /F. 13/ la que se escapa la agua, y antes de salir de Uruuapan
recibe la de muchos manantiales, y forma un pequeño salto, en donde han hecho la
saca de agua que sirva de motora para la fabrica de Hilados que está muy
adelantada, y aguarda una pieza sumamente interezante nombrada Turbina. Como a
tres leguas, parte de la agua de este rio se pierde para filtrarse mas bajo que la
superficie de la tierra formando raudales laterales en una roca elevada que limita á
una profunda barranca, á una columna formada por el liquido que no desapareció
sino que se precipita á una taza de piedra natural que la recibe manifestándola como
de mercurio que se subdivide hasta presentar multitud de pequeñisimos atomos á mas
de las gotas diafanas que por su movimiento continuo bajo ciertas circunstancias
Fisicas refracta los rayos del sol enceñando que la luz es compuesta de varios
colores, cuya sintecis se hace en el espetro solar, que es un circulo giratorio con
/F.14 equivocadamente nombrada 13/ siete tintes distintivos, que se convierten en
blanco dando al aparato un movimiento fuerte de rotación. Al presipitarse la agua de
la taza, y los raudales que se escapan en distintos puntos de la peña forman un
graciosicimo fenómeno que los Poetas admiran, Juan Valle le cantó después que los
Frailes Españoles, El varón de Humbold, y otro personage de Prucia inscribieron sus
nombres en un peñasco de los que parece fueron negligentemente abandonados en la
vace de esta cazcada que por su analogia con el cedazo le nombran en idioma
Purepe, Tzaráracua que significa filtro, criva ó cedazo, inútil es encomiar la
hermosura de ella cuando hombres inteligentes, los Jesuitas se han ocupado de
admirarla. A su vista me senti inspirado me pareció que se ostentava vella
desafiando á todos los Caprichos Naturales pero que perdidas después las perlas
brillanticimas, de buen oriente en la corriente que vusca la inmen/F.15/zidad del
océano para confundirse entre la multitud como el hombre que la fortuna eleva
puede fácilmente desquiciarse, y si antes se la admiró, después para desapercibido.
Las otras Haciendas del valle son San Pedro, San Antonio La Calera, La Joya,
Los Limones, San Sebastian y la Cofradia San Juan, San Marcos, San Rafael, y el
Salitre que dista poco del pueblo de Atapa. Al Sur Este de San Juan Parangaricutiro
tenemos á Uruuapan Xihuquilan Cucutacato, y mas al sur Paracuaro pueblo donde
se cultiva mucho arroz, y donde los pobres que bienen de tierras frías á trabajar en
la Zafra de este grano farináceo contraen intermitentes que descomponiendo la
sangre trae consigo las Leucoflegmacias, después esta Apatzingan una de las
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 331

principales poblaciones del tierra caliente, notable por haberse instalado en él, el
primer congreso Mexicano, en tiempo del /F. 16/ Cura Morelos, ha sido últimamente
saqueado y reducido á cenizas por los nombrados pronunciados que llevan la guerra
á los pacificos destruyendo cuanto encuentran al paso como el fuego que han tomado
por emblema, y estandarte, un gran numero de gusanos de seda trabajando, y
muchos capullos fueron pavulos de este agente el 4 de Marzo de 1875, en los Reyes
Salgado, obserbacion que hago para manifestar que el terreno se presta muy bien
para esta oruga. Por el sur esta Buenavista Santa Ana Amatlan donde fueron
capturados Arteaga y Zalazar por el manco Espinoza que se los entrega á D. Ramon
Mendez, Espinoza murió en Tancitaro, en el mismo plan de tierra caliente está San
Juan de los Plátanos desde donde comienza á vegetar palos de Hule que dan caut-
chout ó goma elásticas. También se ve desde el cerro la gran cordillera que forma
la sierra de Coalcoman, y adelante de Tancitaro /F. 17/ tenemos la Hacienda del
Pilón que pertenece á D. Antonio Alvarez pero con terrenos adjudicables. Tancitaro
como punto céntrico es erigido en colegio electoral, á donde ocurren de tierra
caliente y de algunos pueblos del norte desde Tingüindin.
En este cerro se encuentran diseminados muchos indigenas cortando y labrando
madera, otros ocurren con muías á trasportar hielo, aun hay un punto nombrado el
Paso de la nieve. Hay en el cerro vestigios de fortificación que da idea de que aqui
se acamparon los subditos de Caltzontzin, cuando jadeante la sangre de su rey se
ponian en guardia al mas ligero ruido causado por las hojas secas movidas por el
aire, como el timido corcel da un paso atras cuando olfatea los restos de un
individuo de su especie. Mientras en Mexico creian perdido á Michoacan que desde
lejos les aumentaba la ambición por su riqueza. Los tres asientos indican que hubo
juntas sirviendo estos para altos personages que las presidian, tal vez aqui se
ventilaba el medio de dar muerte á los que les habian /F. 18/ despojado de su libertad
y hacienda, confirma esta idea la vegetación expontanea de un pequeño frijol
nombrado Tatzin. Fray Juan de San Miguel acometiendo una ardua empreza
acompañado de interpretes, porque todo el mundo sabe que Vitzitzila hermano del
emperador, y el mismo monarca fueron bautisados en Mexico, de suerte que no fue
difícil hacerse acompañar de algunos indigenas Purepes que habian sentado plaza
bajo las banderas del Catolicismo, que ignoraban el asesinato cometido por Ñuño
Beltran de Guzman. Este fraile con el cayado en la mano vagaba por el histórico
cucha-xuato, mandando comiciones para atraerse á los descontentes, lo que consiguió
y dio parte á su prelado Fray Juan de Zumarraga quien eligió de la Audiencia á D.
Vasco de Quiroga Lie. capaz de llevar a cabo la empreza comenzada por San Miguel
y otros, al efecto fue consagrado obispo, y paso á recibir la Diócesis de Mechuacan,
que hasta entonces estubo vacante por temores, y se escusaban los nombrado con
algún pretesto. Quiroga traia /F. 19/ la idea de fundar hospitales simulando que eran
para atender á las necesidades de los atacados de una epidemia de sarroyada entonces
332 APENDICES

nombrada Chahuixtle porque la fortuna se propuso entonces ser adverza á el indio


quitándole lo que ella misma le habia regalado. Cuando D. vasco propuso á San
Miguel su intento manifestándole que ya en Santa Fé de la Laguna, en Mexico habia
fundado el primero, encontró que al catequista de los indios de Perivan pensaba lo
mismo, dieron cuenta á España y se accedió á la solicitud, porque asi les combino,
desde entonces se puso en practica tal pretencion, y hasta ahora se encuentran estos
edificios Tozcanos ó sus ruinas en muchos pueblos del Estado. Fray Juan, en Cucha-
cuato se presentaba como los peregrinos que volbian de las cruzadas que llevaron la
guerra á las poblaciones grandes de Egipto, desde Gaza hasta Lydda que en otro
tiempo fue Canaan, después tierra prometida, mas tarde propiedad de israel, y al fin
Judea, ó Palestina de /F.20/ donde es originario el Tabaco. Aunque en la República
se cultiva desde tiempo inmemorial tal vez trageron la semilla algunas tribus ó
expontaneamente se dio aqui.
Fray Juan de San Miguel y otros religiosos fueron los primeros Españoles que
pusieron la planta en el cerro de que me ocupo, porque anteriores que intentaron
internarse, sin precauciones fueron sacrificados.
En 1525 murió Caltzontzin, en 1527 vino Fray Juan de San Miguel, en 1530,
el virey Mendoza concedia terrenos á los indigenas de Perivan limitados en el cerro
de Huanimban y cerca de la Peña del homo con una cruz de ocote por mohonera que
es sustituida cuando el tiempo la destruye. Algunos indios de los que hizo inmigrar
a sus pueblos San Miguel, eran cristianos de suerte que en todo el rigor de la palabra
este laborioso Fraile no los catequiso, sino que por convicción sofocó la revelion.
En este cerro se han encontra/F.21/do piedras que contienen plomo.
La cria de caballos, ovejas, y ganado vacuno hay en este cerro. Se ha
obserbado que la came que sirve de alimento al hombre de los animales que agostan
aqui varia dando al gusto mayor ó menor sensación agradable según el punto donde
toman los pastos, los que lo hacen en laderas son mas recomendables. Hay aves de
caza entre estas pavos silvestres, también venados, liebres, y conejos, sorras,
coyotes, y lobos, los últimos escacean por el uso continuo que se hace de la
estricnina. También hay variedades de vivoras.
De lo que es rico el cerro es de vegetales utiles á la humanidad doliente. En el
tenemos coniferas como son el Pinus balsamea; Laricea, y Pisea de Lineo cuyo jugo
recinoso es estimulante de la vexiga urinaria, y antielmintico, y contiene espiritu de
trementina que por destilación con tequezquite ó sosa impura se combierte en gaz,
para el alumbrado. Hay encinos Hayas, Madroños que también alimentan al gusano
de seda, y dan grandes capullos los propios, que se emplean en la preparación de las
flores artificiales. También /F.22/ hay Tzirimos, Peral, Tejocote, Membrillo,
Manzano, y abunda el paracito Cuscuta, Tzapale, ó Tiripo, que los antiguos
Mexicanos nombraron Zacatlascatl ó tortilla de Zacate porque esa figura le dan para
llevarle al mercado porque se usa en la tintorería por su falzo color amarillo.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 333

También hay Charahuezcacuyo raiz se empleo en 1833 para el colera morbus,


cebollin que da muerte á varios paracitos, yerva del puerco porque da muerte á los
cerdos que se comen sus raices esta abunda mas en Apupataro. Algunas valerianas,
y ocuares, zarzamora que por aca nombran Tzitum que quiere decir el pelo
conbertido en cana. Mano de León cuya raiz es caustica, jaboncillo, cedro,
tziquimbarax árbol de vella madera para muebles, es amarilla. Smillax China ó
cocolmeca. Morera blanca, y Moral, la señorita Antonia Vidales de Cortez ha
cultivado aqui el Alpiste, y los propietarios de terrenos, mais trigo, y cebada. Se dan
muy bien los feculentos y Ami/F.23/laceos, como son papas, ó manzanas de tierra,
camote del cerro, Yuca, Oca del Peru, que es distinta de la coca del Peru
(Erytroxilum Coca), que es estimulante y la otra también tiene esa propiedad como
Analéptica, y chayóte cuyas hojas se eren pectorales, y la raiz contiene mucha y
buena fécula, de suerte que no necesitamos aqui la Fapioka, también se da el camote
común que tiene fecular. La granada de china se cultiva, y espontáneamente vegeta
una planta aromática de que se prepara un esquisito licor, se nombra Nurite y se usa
como condimento es carminativa, y cenecilla q usan en varias diarreas, desde tiempo
inmemorial, como el chururé en enfermedades del sistema hepático. También hay
timbe, y Rubia de los tintoreros que se usa como coadyubante de los depurativos de
la sangre, contiene Alizarino, y da color rojo firme al algodón preparándole con
aceite.
También tenemos aqui la tercer especie de mandragora, nombrada insana, ó
manzana de amor, que algunos /F.24/ le dicen verengena. No hay las especies
hembra, ni macho, Atropa Mandragora, Tridatias la primera Mandrake ó Mandrage
de los ingleses la ultima, labórese ó Jabroka de los Araves, Alraum ó Mennlin de
los Alemanes, Mallus canina ó terrestrys de los Romanos, Mandracola, ó
Mandegloire de los Franceses Mandragores Kruid de los Barbaros, ó Antropomorfon
de Pitagoras Circea ó Antimalo de los Astrólogos q le atribulan virtudes
preternaturales , ocupándola en sus engaños ó hechizos. Pero si hay una planta
hervecea, de aspecto triste que representa en la lamina adjunta, los indigenas de este
Estado le nombran toma, Lineo Atropa belladona, Los ingleses The deadly
nightshade, y los Barbaros como los Españoles Belladona. Es de tallo erguido, de
hojas verdes, irregularmente ovaladas, mas bien parecen lanceoladas porque
terminan en punta, son casi sentadas, su raiz es perpendicular y ramosa blanca por
el interior, sucia por fuera de un olor fastidioso, sus flores son pecioladas, axilares,
campanuladas de consiguiente monopetalas, siendo el /F.25/ petalo de un purpura
amoratado, de cáliz monocepalo, de cinco diviciones que no llegan á la vace, es
persistente hasta que se seca el fruto que entonces es negro, y maduro rojo.
Pertenece á el genero pentandria monoginia, y á la Familia de las Solaneas, se
encuentra en parages sombrios. Ha habido quien haya ofrecido una medalla de oro
al que descubra la Belladona en la República Mexicana, y como me agrada que
334 APENDICES

nuestro suelo tenga pocas cosas de Ayende los mares con que satisfacer sus
exigencias, la manifiesto advirtiendo que un indio fue quien me la dio á conocer
nombrándole toma turipite que significa tomate prieto.
En este cerro cerca del pico de Tancitaro no escasea la Zarzaparrilla aspera que
es la mas usada, es espinosa, su fruto en racimo como los de la uva, de un rojo
obscuro, un poco acre, las raices largas y estriadas cuando se disecan, que entonces
tienen mucha perdida porque abunda en jugos fresca contiene mucho aceite
aromático volátil, y otro fijo, y una sal nombrada zabraparina, /F.26/ ó Smilacina,
es acre, y amarga, blanca, poco soluble en agua, y mas en alcohol, y en Ehter
hirviendo el primero algunos nombran á esta sal acido parillinico. Se compone de
oxigeno 5 proporciones Hidrogeno 15, y Carbono 18.
La zarzaparrilla aspera de los Españoles, se nombre por los Latinos Smilla
Zarzaparrilla, Hederá Spinoza, Sarmentum indicum, Hederá Cilicia, Rubus
Cervinus, Millax volubillis pungens, volubillis aculiata. Por los franceses
Salsepareille, Lifiet picant, y piquent. Por los ingleses Sarsaparrilla, En Alemania
Sarsaparrill, Stechvvinder, y Stechenbuindt. En italia Hederá Spinosa, y Rovo
Cervino.
No fue desconocida de los antiguos, se da espontáneamente en Honduras, en el
Bracil, y en la República Mexicana particularmente en el Estado de Michoacan,
sobre todo en el Distrito de Coalcoman, donde la esplotan sin procurar su
concerbacion porque al cortar la raiz destruyen todo el individuo, razón porque,
juntamente con el mucho consumo que de ella hace D. Carlos Morril en Colima, y
de /F.27/ las remiciones que se hacen para los Estados Unidos ha subido de precio.
Testualmente copio lo que dijo el Doctor D. Andres Lagunas en tiempo del Papa
Julio III de quien fue medico de Cabecera "La zarzaparrilla nace copiosamente por
los Setos, y por las Zarzas, y asi no cumple ir por ella á los indias." Pero el hecho
es que hasta ahora surca los mares.
Cuando se comenzó á usar la zarzaparrilla se creyó que era antidoto de todo
veneno, y empleaban las hojas y frutos, mas tarde obserbaron que la raiz poceia
propiedades de purativas y diuréticas, y sentaron que era el único auxilio para
convatir con buen éxito el humor venereo, pero al fin se tiene como coadyubante en
el tratamiento del sifilis, que demanda un especifico apropiado, y en todos los casos
en que sea necesario activar la traspiración cutanea debe usarse.
La Zarzaparrilla lisa es menos intensa en su acción, los Latinos le nombran
Smillax levis, ó convolbulus major. Los Castellanos Jedra campanulada, Los
Fran/F.28/ces Cicer grand, en griego Smillax leia, en italiano Viluenio maggiore, en
Bárbaro Volubilis major, es sarmentosa de petalos blancos campanulada, frutos
negros, y pequeños algunos la confunden con la smillax hortense.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 335

Hay otro vegetal que impropiamente se ha nombrado Zarzaparrilla Alemana es el


Carex Arenaria de Linneo, nombrado por los mismos Alemanes Riedgras, pertenece
á las Ciperáceas, y es diaforética.
Dioscorides confundió entre las zarzaparrillas al texo que Ypsilon nombró
Smillacem, ó Taxus Smilas los Romanos, los Griegos Smillax, los italianos Nasco,
Nasso, ó Tasso, Los Tudezcos Eibembaum, los Catalanes Taxo, los Franceses, é
ingleses ef, ó if, los Alemanes isembaum ó eibembaum, los Barbaros Iben-boom y
los Castellanos texo, ó teixo. Este árbol, dio el nombre á los venenos, que se
denominan tóxicos, antes taxicos, porque es deletereo; el fruto ingerido da por
resultado diarrea pútrida, y la muerte, sus hojas envenenan al hombre, á los caballos
y á otros animales menos á los Rumiantes; cuando se queman, con el humo ó gaces
de él resultan mueren /F.29/ los ratones, y las moscas. El taxo Narbonense ó Smilax
taxo que se encuentra entre España y Francia es mas activo, su aurea basta para dar
muerte los que se acojen á su sombra, ó al menos les causa males graves. Plinio,
filosofo que vivió en tiempo del Emperador Trajano dice que el cobre introducido en
el tronco de este árbol, le quita la propiedad nociva, la triaca ó emplasto polifarmaco
disuelta en carbon le hace inerte, y tiene por antídotos á los de la cicuta, otra especie
de que hacen mérito los antiguos entre las zarzaparrillas es la Dolichos, Silicua, ú
Hortense, á otras dos les nombraron Smilaces, y Galeno, Milaces, entre estas está
comprendida la zarzaparrilla aspera, que como he dicho es la que debemos preferir,
y la tenemos en el Estado de Michoacan.
Uruapan, Marzo 12 de 75. (Firma) Pablo Garcia Abarca.
Apéndice III
García Abarca, Pablo, [ca. 1877-1882?] "Geografía y Estadística de Michoacán", IV
Tomos, manuscrito inédito, México D.F.: Fondo Reservado de la SMGE, AH G28
V.l - V.4. Sigue la transcripción de la parte del manuscrito que trata de los lienzos
y códices de Michoacán.
Tomo I
(1) Introducción
7f.2v/ Los indios de Mechuacan desconocieron nuestro alfabeto, para conmemorar,
y hacer pasar á la posteridad, usaron una pintura gráfica mal formada porque este
ramo de las vellas artes estaba muy atrazado. De esta escritura simbólica poceo
alguna modificada por los religiosos españoles en el siglo XVI, en vista de la
original. En un solo lienzo exhibí en la primera exposición de este Estado,
geroglíficos de esa época, y en la memoria de dicha exposición se dice ser acredor
á mención honorífica mi hermano, por conducto del que se presento. La
interpretación de esa pintura sera mi objeto principal cuando se presente el caso."
336 APENDICES

(2) ff.7r-15v Los monumentos son propiedad de la nación


7f.7r/ Los monumentos son propiedad de la Nación. El lago de Patzcuaro es un
libro que contiene en resumen la historia de los primitivos pueblos de Michoacan,
sus paginas están rotas, pero con atención se desifran los caractéres; en Tzintzuntzan
hay unas ruinas que ocupan para la insolación de utiles domésticos de loza, y que
en otro tiempo fueron alcázares donde recidieron los reyes, y los emperadores, y
donde se despacharon los negocios del ministerio, que en aquel tiempo fue una
especie de asamblea, en que siempre decidia el monarca.
Los indiferentes que surcan en canoas este precioso lago, y vicitan sus islas,
todo es para ellos desapercibido. Los poetas cantan y yo en Tzintzuntzan la
imprecion que esperimente no me la esplico, pero hubiera querido que el tiempo
diera un paso atras para contemplar de cerca, lo que mis geroglificos me enceñan en
bosquejo. Aqui me pierdo ideal, Homero, y otros vates de la antigüedad se
trasportarían á Pirro, y á Helicona en Tzintzuntzan, donde veo un testigo ocular que
habla con la elocuencia del silencio, y con fidelidad traza la historia de los que
moraron en el lago de Cuincacatzi, enceñando á las generaciones que se suceden
unos escombros, que después de referirles acontecimientos de ocho siglos,
manifiesten ser obra del licenciado obispo D. Vasco de Quiroga la destrucción de la
grandeza de Tzintzuntzan porque hizo de sus palacios ruinas al /f.7v/ trasladar el
obispado de Mechuacan á Patzcuaro. /sigue dibujo "geroglifico numero 1" [cuadro
Teohuacan en el lienzo de Jucutácato]/
/f.8r/ Interpretación del geroglifico numero 1. La metafica de los primitivos
moradores del lago de Patzcuaro, les enceño á reconocer una razón sublime
desconocida en su físico, o una entidad suprema á la que nunca pudieron convertirla
en mito, o darle forma como á sus Ídolos que nombraron tarex, para denominar á la
primera decian avandaca, á un lugar donde se goza y que en donde vivía Avandaca,
le nombraban Avandaro, esta denominación después de la conquista degenero en
tacupacha que es lo mismo que decir Dios, y los religiosos españoles les enseñaron
á decir Diosacha, o Diosceni.
Bien: El hombre con alas representa á Avandaca; la finia que desciende de él,
y termina en un circulo radiado que figura al oráculo en las manos de un sacerdote
es que la voz de Avandaca o de esa sabia razón se trasmite al oráculo, para hacer
saber su voluntad á el sacerdote, quien se la comunica al pueblo y el pueblo atento
escucha y obedece porque para él, todo precepto divino es ley suprema, y se dispone
á ejecutarse.
El sacerdote está dando la espalda al pueblo para hacer comprender esta
escritura alegórica que el pueblo recibe su voz como si fuera la voz de Dios, por eso
el símbolo con que le representan está al frente del pueblo.
En el presente caso á mas de hacerse esta aclaración, está también escrito que
una peregrinación debe caminar en vusca de una ave, y donde la encuentren bajo
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 337

ciertas condiciones, es el termino del viage, que es lo que dice el utencilio domestico
e incensario pero que á su /f.8v/ paso podian edificar pueblos que es lo que
representa el que está sentado detras del sacerdote, que el que tiene la misma actitud
detras de la ave integra entre las figuras que indican la fundación del ultimo pueblo.
La cabeza demuestre un sacrificio que tendrá lugar siempre que se funde población
[agregado con otra pluma: "es que está en pie, que la peregrimacion se
La mitologia de los de Mechuacan nos da idea de que sus mitos tomaban origen
de hombres que por alguna circunstancia particular se distinguían de los demas,
como á Hicucaxe rey de Patzcuaro lo divinisaron porque sacrifico á sus propios hijos
en honor de la justicia.
La creación se la explicaban diciendo: que Avandaca formo un hombre y una
muger, de barro sin ponderles al fuego, y que estando mucho tiempo en la agua se
disolvieron, que formados por segunda vez de ceniza, se disolvieron y por tercera
vez hechos de metal se reprodugeron. Que todos en vareas navegaban en un grande
océano, que hubo una borrasca que trajo consigo un naufragio general, y todo acabo
menos una familia, que contenia en su varea muchos animales, y que el varquero se
nombro Tzepi, quien después de la borrasca mando á los vientos algunas aves para
saber si habia quedado tierra porque esta toda se habia inundado, pero que solo
volvieron á la varea unas muy pequeñas avecitas que eran de color pardo pero que
al volver simulaban sus plumas dos o mas hermosos colores /f.9r/ que
imprecionando á la vez reproducen entreambos uno solo que nombran tornasol, y
que en concepto de los indios significaba el arco iris divujado en el espacio por la
humedad atmosférica que recibe un rayo de luz y lo retracta para descomponerlo, y
que como el arco iris causo placer á Tzepi, no olvidaron á la chuparrosas, y tal vez
tenga esta teoria relación con el nombre que dieron á Tzintzuntzan.
La idea del Avandaro o cielo para después de la muerte, era que se disfrutaba
por alia los goces solo de aqui, esto es sin sufrimiento alguno, y por eso á los Reyes
se los proveia de un individuo de cada destino de los que aqui desempeñaban; los
que se sacrificaban, Ínterin se estinguia el combustible que hacia pavulo del fuego al
cadaver del rey.
/f.9v/ sigue "Geroglifico número 2" [que es la primera escena del lienzo de
Jucutacáto: Chalchiuihtlahpazco]
/f. 10r/ interpretación del geroglifico numero 2. La esfera hueca indica la Asia de
donde sale una peregrinación figurada en los hombres que de la esfera se escapan.
El circulo radiado es el oráculo, el que lo tiene en las manos el gran sacerdote el que
esta detras representa á uno de los grandes sacrificadores.
El sacerdote dice á la peregrinación que han de caminar lentamente eso
singifican los hombres incrustados en las tortugas, y que han de ser firmes en su
viage eso indica el que cabalga en el perro, símbolo de fidelidad. Que en el camino
sufrirán alternándose los goces y padecimientos asi lo manifiesta la cuerda en forma
338 APENDICES

de nudo. Que se establescan donde haya una ave bajo ciertas condiciones esto dice
la ave, los hombres sentados que tocan o hacen uso de sus instrumentos
filarmónicos, lo mismo que el incensario y útil domestico. El que está parado detras
del ave representa á toda la peregrinación que llego á su fin.
Los que están sentados junto á las cabezas nos dicen que en su viage han de
formar pueblos, usándose como ceremonia para tomar posecion los sacrificios en
honor de algún mito, eso representan las cabezas.
Los que están parados junto á estas, es el resto de la peregrinación, que
después de fundar un pueblo sigue su camino.
El que tiene un medio circulo en la cabeza es el sacerdote caudillo /f. 10v/ el
que está parado á su espalda es el gran sacrificador.
La peregrinación se congetura que emprendió el viage en el siglo XI de nuestra
era.
/f. 11v/ sigue el "Geroglifico numero 3", cuadro central "De Mechuacan" del lienzo.
García Abarca apuntó las siguientes glosas y comentarios en su dibujo: "Nunan
Vquiutcac tacuran yxpan oceloti mahpan. Traducción libre. No pudiendo remendar
la loza después de hecha, remiéndese antes, y puesta asi al fuego se pega una pieza
con otra. Según un indigena de Paracho, ilustrado en su idioma." y "oceloti fue
nombre de un soldado de Axayacatl, emperador de Mexico, posterior á la fundación
de Mechuacan".
/f.l2r/ interpretación del geroglifico numero 3. La varea representa el Lago que
ahora es de Patzcuaro, y en aquellos tiempos le nombraron de Cuincacahtzi que
significa Chachalaca. Los que están dentro de ella, á la peregrinación, que en sus
islas hizo alto, inclusibe el sacerdote, el que está en pie detras de este, es el gran
sacrificador, y la casa o iglesia, y el gran personage de inferior categoría porque
tiene la cabeza descubierta indica que un grupo se quedó, y asi muchos se ocupan en
ejercicios domésticos y el que se entretiene en hacer uso de su instrumento
filarmónico da idea de que al fundar un pueblo hacían fiesta.
El personage de mayor entidad con el distintivo en la cabeza, y una varilla en
la mano, representa á toda la peregrinación que por un tiempo indeterminado residió
aqui, el que está en pie es el gran sacrificador que integra al grupo, o resto de la
peregrinación que sigue su camino como se interpreta bien en los tres que están en
pie formados, en actitud de marcha, los que están sentados y las tres cabezas nos
dicen que al dejar establecidos en el lago á los que se quedaron, hubo tres sacrificios
humanos.
La iglesia religioso, y escritura moderna es una modificación que los Españoles
hicieron, en vista de la simbólica escritura que los indios les presentaron. La iglesia
/f. 12v/ en el original mas antiguo está representada asi [sigue dibujo de un edificio].
Lo escrito en el idioma Purepe de aquel tiempo demuestra que en Mechuacan
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 339

trataron de hacer ladrillos. La historia sagrada nos dice que para la torre de Babel
hacian ladrillo, y Betún.
/f. 13v/ sigue "Geroglifico numero 4" que es un dibujo de la escena central del
Lienzo de Nahuatzen por G.A. Contiene las glosas: "Seuina", "Ne piringa ni pirinda
Yrecha Tzintzicha Caho Vitzimangari Yrecha", "1521 años Julio 20", "Ton Pedro",
"Marques", "Cuincacatzi" y "Quahrame".
/f. 14r/ interpretación del geroglifico numero 4. La mancha azul mayor, representa
á Mexico, o Tenuchtitlan, con la ave. El personage que esta al frente mas inmediato,
es como se denota con claridad, Hernán Cortez o Marquez del Valle, el séquito que
está á su espalda son sus soldados los que tienen caretas que simulan animales son
indios de los que cooperaron á España para destruir el imperio de Motecuhzoma
segundo, incorporados en la fuerza de Cortez.
El charco azul pequeño, y la ave que está encima, es el imperio de Mechuacan,
el indio que está á su espalda, con plumas en la cabeza demuestra al emperador de
Mechuacan, su séquito, á sus subditos y el ultimo que lleva un vulto en forma de
carga, es el presente que el emperador lleva á Cortez como se usó en aquel tiempo.
Asi todo lo anterior espuesto se interpreta que es la fecha, y acto de someter todo el
imperio de Mechuacan á España, en su representante en Mexico que es Cortez.
Los que están con arco en las manos, y zaetas en el carxcahx, al frente de igual
numero que son dos, por cada parte, pero estos desarmados y detras una casa, nos
enseñan que los pueblos unos á otros se convocan para la guerra al saber que su
emperador ha entregado el imperio /f.l4v/ á gente extraña, dan á los pueblos una
idea de esa gente, y les refieren que su irecha o rey ya no es ni Piringa, o
Matlatzinca, ni Pirinda, o Purepe que equivale á decir No es ya de Mechuacan, y
que han nombrado ya otra autoridad los estrangeros, á la que nombran Ton Pedro.
La ave que está en el Lago de Mechuacan la denominan Cuincacatzi que
significa Chachalaca, de suerte que hasta esa época asi se reconocia por los de
Mechuacan, esto es por lago de las Chachalacas. La casa grande demuestra el punto
céntrico del poder en Mechuacan. La casa chica es el pueblo de Seuina nombrado
ahora Sebina, y representa á todos los pueblos que fueron convocados.
Ya de acuerdo se disponen todos para la guerra que es lo que indican los
hombres armados y formados, y la palabra Quahrame que significa ocote, y este
conbustible lo usaron siempre los de Mechuacan como simbolo de invitación para la
guerra.
La sumicion de Tzintzicha á España tubo lugar el dia 20 de Julio de 1521.
/f.l5r/ iniciativa. Es el conocimiento de los cuatro geroglificos que anteceden, para
entrar en materia, y el acopio que he hecho de estas antigüedades empolvadas, en el
buzón del olvido por mas de trescientos años las daré á conocer, al ocuparme del
Estado en particular, serán la portada en cada uno de los pueblos á que sean
alud vos.
340 APENDICES

La geología, la historia, la historia natural, la biografía, la industria, la explotación


agraria, el comercio y todo lo que tenga relación en el incremento de los pueblos,
sin olvidar su administración en lo que incumbe al gobierno, y á los intereses
particulares será el objeto de este trabajo meditado en el espacio de once años,
estimulado constantemente por las invitaciones que me hizo el licenciado D. Justo
Mendoza siendo gobernador en este Estado.
Solo escribia para mis hijos, revestido de cierto egoismo emanado de la
pusilanimidad, nunca abri que las mas leve idea de que el publico tubiera
conocimiento de lo que me hará poner rojas las megillas cuando solo piense que
llegue á las manos de hombres sensatos, pero el numero 444 del "Progresista" o
Periódico oficial del Estado de Michoacan, de oficio ofreció reproducir unos
articulos mios que publicó el "Cultivador" en Mexico y me revestio de valor y con
las facultades que me dio el lie. D. Rafael Carrillo siendo gobernador en dicho
Estado me resolvi á no dejar perder todo con el fin de mis dias, cuando recorro el
ultimo tercio de la vida, y al efecto se lo manifesté asi al Sor. Aristeo Mercado,
quien me honró en poner este conocimiento en el de personas que son amantes de
que los datos que haya de esta naturaleza no corran la suerte que hasta aqui han
sufrido multitud de monumentos esclusivos de Michoacan, y útiles á la literatura del
pais, y estrangera. [firma Abarca]
(3) ff. 16r-100v Geografía y Estadistica de Michoacan - Historia primitiva; una
teofania funda á Michoacan y á Mexico, [una historia de Mich. desde la época
prehispanica hasta fines del XIX con datos antropológicos sobre los pueblos
indigenas michoacanos]
/f.57r/ sigue "geroglifico numero 5" que se parece a la escena de los frailes del
Lienzo de Aranza [5 frailes en pie, uno en el suelo] y los indigenas armados y
españoles en caballo. En el dibujo G.A. ha señalado las siguientes glosas: "aacha
yrecha tzintzicha" y "Equanguri taracú hiex acha tizchas ni xechxingan mellan
pitzich himan hiinangui xex tzacocatziaguea tanantzi xuche xapo ka margu xatziaxtzi
xuchetz tarichaxingon ka ehtajuchixeh juachichan". Dice Abarca que "su
interpretación se verá en la pagina 74 de este libro" [de hecho no aparece en esta
página].
/f.58r/ traducción de las glosas: "(...) cuya traducción es esta, según una autoridad
en el idioma tarasco o que lo supo bien, y fue D. Luis Alvares, suegro del Lie. D.
Carlos Ehiquihua. Ecungari, yerno mió. Estos hombres mal pagan, al que bien les
hace; recoge mis cenizas, y ponías en el sepulcro de mis padres y cuida de mis
hijos", [hace pensar en la quema de Tzintzicha Tangaxoan - G.A. lo ha incluido en
su historia de la conquista, de Ñuño de Guzman]
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 341

Tomo II
ff. 87-88 [entre estas dos] Dibujo sin color de parte del Lienzo de Aranza, con fecha
junio 24 de 1880. Contiene las glosas en el cuadro central: "Tataas
Huchanhtsinihymbo". Sobre el contenido del documento comenta Garda Abarca:
7f.87/ La llegada de los Jesuítas á Mechuacan, no la dejaron olvidar los indios; en
Arantza (significa comer) pueblo de la sierra hay archivado un lienzo antiquísimo
con una pintura simbolico-fonetica que demuestra esta escena, y la reprodusco al
frente, interpretándola de este modo.
El religioso que está semihorizontal con cerquillo, o corona como lo usaron la
mayor parte de los frailes demuestra á los Franciscanos, y de otras ordenes que se
habian pocecionado de Mechuacan por eso esta hechado, o como dice el vulgo,
acostado, actitud que indica mas que sentado, esto es: que son como dueños. Los
que están en pie y con vonete representa á los que vinieron estando los otros ya
aqui.
La iglesia figura á la ciudad o población céntrica, y como á esta la contiene
enlezadas varias /f.88/ casas, estas demuestran á los pueblos, manifestando con otras
dos figuras, que no abraza la area otros pueblos que no se han sometido á el dominio
de España, confirmando esta opinion igual numero de indios armados de arco, y
zaeta como signo que siempre usaron en sus pinturas para demostrar que estaban por
la defensiva, y ofensiva.
La figura humana sobre una esfera que es lo que representa el circulo; y en mi
concepto indica que lamentaron la perdida de su pais.
Las especies de puertas o ventanas enverjadas son el símbolo de que los
pueblos sometidos á los Españoles estaban en la abyección.
Otra figura analoga á /f.89/ las que están en relación con los indios armados
puede interpretarse que algunos pueblos lejanos no estaban sometidos á los
Españoles, ni de guerra porque no habian sido convocados por otros pueblos.
Tataa significa padre, y se la aplicaron á los religiosos o frailes, y á las
personas de respeto. Huchanhtsini se traduce con la preposición hymbo, para
salvarnos; hymbo debía anteponerse al verbo salvar, pero el idioma permite que
varié en su colocación. De suerte que este geroglifico nos dice con bastante claridad
que los Jesuítas que son los que tienen vonete, vinieron á Mechuacan cuando ya los
otros religiosos estaban casi en totalidad pocecionados del pais."
342 APENDICES

Apéndice IV
García Abarca, Pablo, 1886, "Biografía de Fray Juan de San Miguel", New Orleans:
Latin American Library, Tulane University, Nicolás León Collection, Box 6, Folder
52, 6 fojas, manuscrito no publicado.
7F.1/ Fray Juan de San Miguel (título).
Pobre, humilde, y religioso,
A Fray Juan de San Miguel
Te divuja aqui el pincel
Por ser pastor tan celoso
Y mas porque prodigioso
La tierra que trancitaba
Pareciendo que volaba
Decia misa en San Gregorio,
Y en este pueblo es notorio
Que la mayor la cantaba.
Verdadero retrato del venerable padre Fray Juan de San Miguel. Uno de los
primeros obreros que binieron á la convercion de este reyno; quien en la
administración de este pueblo de Jicalan el viejo, de Cucutacato, Santa Catarina, y
San Gregorio, habiéndoles instruido en la fé católica dejando en testimonio fiel de
sus virtudes, el agua del Copatito en tierra cortada la que inagotable, é incorruta se
preserva en una piedra viva sin estiladero ni manantial alguno.
Quien habiendo á su solicitud fabricado este Real Hospital falleció en el cuarto
de la convalescencia que se haya cercano á la capilla del Santo Sepulcro, de donde
se le dio sepultura Eclesiástica en la Parroquia de este pueblo, que concerva la
memoria del Santo Religioso por tradición.
En la iglesia el Hospital aqui ameritado se concerbó un retrato antiguo de Fray
Juan de San Miguel, en cuyo cuadro se da lectura á lo que antecede, hubo otro
retrato del ilustrisimo Señor Dn vasco de Quiroga, por el que se sabe que murió en
los altos de la convalesencia de este Real Hospital, en el cuarto inmediato á la
entrada del patio de la Huatapera, y cocina. De aqui lo llevaron á Patzcuaro. Estos
retratos están en la sacristía de la parroquia de esta población.
(....)

San Gregorio fue un pueblo cituado en el margen del rio Grande de Michoacan que
antiguamente se nombró Arimao, del pueblo solo queda el campo santo, cuidan de
él los que viven alli, porque aseguran que en él está sepultado el padre Fray
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 343

Gregorio, confundiéndole con Fray Juan, porque S.Gregorio fue el nombre del
pueblo al otro lado del rio está un cerro alto, con bufas, se denomina de /F.2/ San
Gregorio, es mineral, los antiguos explotaron sus metales esto está comprobado por
figuras que son escritura, en estas se vé un cerro, y bajando dos hombres con tercio
en la espalda. El cuadro en que está escrito - pintura está, tiene este rotulo:
Apundaro que fue una hacienda inmediata a San Gregorio. Esta cuadro está en la
Sociedad de Geografía y Estadistica en Mexico.
Tal es la fé que en la santidad de este campo santo tienen que en una
inundación por salirse de cauce el rio, en él, se refugiaron, dando por resultado lo
que sucedió con el vellón de que habla la historia sagrada cuando el caudillo Gedeon
dudaba obtener triunfo en Jerico, que toda la tierra se mojó exceptuando el vellón,
porque el agua del rio invadió al pueblo de San Gregorio, y al campo santo, no. Este
pueblo está distante de Uruapan, y mal camino tiene para llegar á él. Dos dias á
caballo emplean los que allá van.
Las comunidades indigenas en su archivo guardaron unos lienzos que
nombraron mapas, son escrito pintura, modificadas algunas por Religiosos
Españoles.
Toda persona instruida sabe que hicieron uso de esta escritura los de la mayor
antigüedad. Eneas al describir la destrucción de Troya, presentó algunas figuras
alegóricas. Los scitas por tradición concervaron su historia. Las pirámides de Egipto
son paginas que dan cuenta de la civilisacion Ptolomea, y de la muy lejana de esa
época.
Los primitivos moradores de este continente ejecutaron con perfección pinturas
con que escribian los acontecientos (sic.), lo que en camina á vuscar su origen, no
sin fundamento entre los Egipcios, comprobándose mas en la analogia de sus obras,
materiales.
El padre La Rea cronista de Michoacan manifestó en Mexico que en un pueblo
de este Estado, nombrado Cucutacato, habia un lienzo que daba cuenta del camino
que siguieron nueve tribus formando un solo grupo que se denominó Nahuatlaca.
Efectivamente encontré este lienzo, lo obtuve de una señora o Guari como á estas se
dice en tarasco, descendiente de Casiques, como dice en una nota el Lie. D.
Eduardo Ruiz, que puede verse en su obra "Tradiciones y Leyendas de Michoacán.
Este lienzo lo exhibi en la Exposición de Michoacan donde unos ingleses le
copiaron; al fin con D. Anastasio Toribio Sanches que fue cura aquí le mandé a la
Sociedad de Geografía y Estadística de Mexico. Porque allí debe de estar, 300 años
permaneció entre el oscuro polvo del olvido, en archivo de indígenas, de donde le
saque para ponerlo á toda luz en el foco de la civilisacion Mexicana, si; alli es su
lugar, si lo hubiera yo conservado, después de mi vida, terminaría para siempre, y
lo que contiene /F.3./ nadie lo sabria, por esta razón lo puse donde ahora está el
Secretario que le recibió fue el Lie. D. Miguel Ignacio Altamirano.
344 APENDICES

En este lienzo el primer cuadro es el principio de una peregrinación india por orden
de su theofania. Hay en él, una especia de olla, con nueve hombres que de ella
salen, esta quiere decir que salen del Asia. Hay nueve hombres incrustados en
tortugas que con claridad dicen que la peregrinación fue lenta, y un hombre montado
en un perro, es que la peregrinación se hizo con la fidelidad del perro, ó sea sin
separarse los tribus, hasta tocar el Norte, ó California.
En resumen en este lienzo puede verse los pueblos que en la peregrinación
fundaron desde Theotihuacan (pueblo de Dios) hasta Tzintzuntzan, y Tenuhtitlan, ó
Mexico.
En Nahuatzen pueblo de la sierra de Michoacan copie de otro lienzo un hombre
vestido de distinto modo que los indios de entonces, estos solo traían plumas en la
cabeza, y casi desnudos(,) detras del primero que es D. Hernando Cortez, sigue un
grupo de Españoles. No cabe duda que es Cortez, tiene bastón, sombrero, y con
rotulo encima que dice "Marquez del val le". Con este titulo le conocieron en
Michoacan donde se concerva, en una parte del rio que nace en Uruapan, antes de
incorporarse al rio grande le nombran Rio del Marquez. Frente á Cortez hay una
laguna que representa á Mexico, y junto á esta otra mas chica que es representación
de Michoacan ambas tienen una ave, que es el oseen de todos los indios antiguos, ó
pajaro que augura. Detras del lago de Michoacan hay una hilera de indios con
plumas en la cabeza, el primero es el rey de Michoacan, el ultimo lleva en la
espalda un tercio. Esto quiere decir que el rey de Michoacan paso á Mexico, y puso
á su disposición el imperio de Michoacan conforme se lo indicó la divinidad, esto
significa la ave. La carga significa que en casos análogos, ó cuando se hacia simple
visita de un poderío á otro era costumbre hacer un presente ú obsequio. Esto fue el
que llevaron á Cortez.
En el lago hay este rotulo Cuincacatzi (Chachalaca) lo que indica que al lago
le digeron en sus principios Cuincacatzi. después fue de Patzcuaro. hay estos letreros
No irecha Tzintzicha Yrecha Vitzimangari. Ton Pedro, y junto á este, está una efigie
en una especie de nicho. Todo se decifra asi. El del nicho es un indio que se nombró
Vitimangari, que los Españoles le bautisaron y le pusieron Pedro, que lo hicieron
gobernador, por esto esta en nicho. Que los indios por esto se disgustaron, y
avisaron á /F.4/ los pueblos lo ocurrido, como se manifiesta en unas casitas que hay
en el lienzo con un hombre á la puerta parado, y otro frente á él. En algunas de
estas casas el que figura al que llega tiene arco y zaeta en las manos el otro nada. Lo
que significa que los pueblos mutuamente se convocaron para la guerra.
La interpretación de este lienzo que D. Abraham Molina dio al prefecto de Uruapan,
quien lo remitió al gobernador de Michoacan, la di, hé aquí el comprobante.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 345

"Morelia Febro 12 de 1886.


Estimado amigo. Sr. Dr. Pablo G. Abarca.
Refiriéndome á su atenta de 1 del corriente, manifiesto á usted, que recibi con gusto
la interpretación que usted hace de la escritura simbólica contenida en el lienzo que
recibi del Señor Prefecto.
Estos antiguos objetos los estamos dedicando á la formación de un Museo, y mucho
gana teniendo explicaciones exactas de ellos dadas por personas ilustradas como
usted.
Dándole las gracias por su fina atención, tengo la oportunidad de suscribirme suyo
afectisimo S.S.
Mariano Jimenez".
No Irecha Tzintzicha. irecha Vitzimengari del lienzo, claro dice: No es rey
Tzintzicha. Es rey Vitzimangari. Tzintzicha fue el ultimo rey de Michoacan. Entre
los primeros reyes se cuentan á Huahutzitzicatzin, y á Tziriacuri.
Obran en mi poder figuras, ó escritura simbólica fonética que da cuenta de
disgusto general, abandono de hogares y ascenso á las montañas poniéndose en
guardia.
Esta escritura es verdadera apologia ó defensa para la historia, porque historia
son los hechos.
He aqui lo que nos refieren estas pinturas, mudos testigos de acontecimientos
en remotas edades.
Cuando el irecha ó rey de Michoacan volvio de Mexico con nombre de
Francisco con los Religiosos que le dio Fray Martin de Valencia, ó de Jesus los
subalternos se disgustaron, no obstante se concerbaron quietos sorprendidos de que
á Vitzimangari lo hubieran revestido con carácter de gobernador, los Españoles.
Ñuño Beltran de Guzman oidor entonces, en vista del presente que dio Tzintzicha á
Cortez, se puso á la cabeza de una armada para conquistar á Sonora, directamente
vino á Tzintzuntzan y llevando prezo al rey á inmediación de Puruandiro lo sacrifico
siguiendo su marcha por el extremo oriental del Lago de Chapala, entretenido en
pasar su fuerza el rio de Lerma en una sola /F.5/ canoa dio nombre de la Barca á
una población que alli habia y siguió su marcha hasta encontrar un hermoso y
extenso valle, donde fundó después á Guadalajara, sus primeros casas se lebantaron
al oriente del margen del rio que atraviesa la ciudad, frente al puente Medrano hubo
un palacio, que se abandonó porque Medrano autoridad de Nueva Galicia perdió un
hijo sacerdote que se ahogó en la preza de ese rio, y mas por haberse ahorcado en
palacio una hija. De aqui se cambiaron las oficinas del gobierno á donde después fue
esquina oriente de la acera donde está el Meson de Nuestra Señora de Guadalupe, ó
sea inmediato al puente de San Juan de Dios, aqui hubo una plazuela que nombraron
de la ahorca.
346 APENDICES

Ñuño de Guzman siguió al occidente con su fuerza armada, al fin lo residenciaron


en España, esto es lo procesaron.
Muerto el rey de Michoacan los indios convocándose reciprocamente
abandonaron sus pueblos remontándose á los cerros sobre todo al de Tancitaro, que
antiguamente se nombro Cuchexuato (cerro del puerco) porque tiene una
protuverancia que simula un cerdo hechado, se denomina Peña del homo, á poca
distancia de ella hay gradas deterioradas por el tiempo y en ellas tres asientos de
piedra, indicio de que aqui hubo mucha gente después de vivir Tzintzicha, sujeta á
la intemperie y cazi desnuda. Este cerro por evoluciones atmosféricas se cubre de
lampos de nieve, en el hay un punto que se nombra Rincon de Petzu, y junto á el
una roca perpendicular que descanza en una profunda barranca se le dice: Frente de
la iglesia hay vestigio de haberse habitado el Rincon mencionado.
Torquemada, cronista Agustino dice que con el rey de Michoacan vinieron dos
ó tres franciscanos, Gonzaga, general de la Religion Franciscana asentó que seis, me
parece que fueron Gerónimo Alcolocato, Juan Padilla, Miguel de Bolonia, Martin de
la Coruña ó de Jesus, Juan Badillo, y Francisco de Soto. Todo dispuesto por Fray
Martin de Valencia, que murió en Tlalmanalco.
En el retrato de Fray Juan de San Miguel se dice que fue uno de los primeros
obreros que vinieron al continente. El caso es que arribó el año de 1527,
precisamente en esta fecha bino Fray Juan de Zumarraga, primer obispo, y
arzobispo de Mexico.
A Alfonso Davila, y á Antonio Quiñones los mando Cortez á España
comicionados para que se mandara Obispos luego que tomó á Mexico.
En guardia los naturales de Michoacan, los religiosos que estaban en
Tzintzuntzan, prodigaban veneficios á los indios impulsados por el instinto de
concervacion, temerosos /F.6/ de ser asecinados, puesto que no tubieron mas egida
que á D. Pedro Vitzimangari, y su pequeño circulo.
Al fin vinieron otros religiosos, escogidos entre los mas doctos de España á
estos integró Fray Juan de San Miguel quien según opinion de algunos antes de estar
en Tzintzuntzan habia fundado á San Miguel el Grande donde hubo una forteleza
para resistir á los Chichimecas que eran semi barbaros, en esta fortaleza quedaron
en esa época algunos religiosos.
Fray Juan de San Miguel en Tzintzuntzan por su carácter afable se hizo á
simpatía indigena y acompañado de indios estubo en Erongaricuaro, de donde pazo
por Pichataro, Seuina, Cheran Anapo, Cheranaxticurin, Ahuira, y Capacuaro á
Uruapan, cuya etimologia biene de dos idiomas distintos Uru, en Tarasco quiere
decir gramaticalmente Moler, quien lo dude pregunte ahora á un Tarasco como dice
moler, seguro de que le contesta Uru. Apan es del idioma que hablaron los indios de
Mexico, según el sapientísimo Doctor Rivera en su obra de texto para enceñar
historia asentó que Apan quiere decir junto á la agua. Efectivamente Uruapan está
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 347

junto á un torrente que sale del centro de la tierra, y forma el rio Cupatitzio. Quien
dude que Uruapan no fue fundado mucho tiempo antes de venir á aqui los Españoles,
ocurra á la sala de acuerdos de esta Municipio, y verá un cuadro que cedi al
Ayuntamiento, cuyo recibo obra en mi poder suscrito por Aristeo Mercado que
funcionó entonces como presidente de esa corporación, y si no á la sociedad de
geografía y estadistica de Mexico, alli esta análogo cuadro.
Uruapan está donde comienza á ascender la mole de Tancitaro que tiene 11,000
pies ingleses sobre el nivel del mar. Está Uruapan al oriente del cerro, donde
terminan sus casas por ese viento se estiende un llano feros. En la población vegetan
arboles de la familia de las aurantaceas sobre todo que con sus frutos color de oro
traen á la imaginación la gruta de Calipso descrita por el Obispo Fenelon, en su
Telemaco.
Este punto fue el Eden del padre Fray Juan de San Miguel. Aqui hizo alto para
bajar á los indios nómadas que sufrían física, y moralmente. Poco al paso de /F.7/
tiempo se aumentó la población, concurriendo á ella aun los mas reveldes porque
quedaban enterados por sus compañeros que de Uruapan iban al cerro, del buen trato
que les daba este santo, y sabio sacerdote, que reasumió el poder de Cristoval de
Olid que con fuerza armada fue el primero que se interno á Michoacan, reasumió el
poder de las armas con la persuacion y buen trato. Como hubo muchos enfermos en
Uruapan lebantó con ayuda expontanea de los indios una galera de adove con
techambre de zacate, y fue el primer hospital que tubo Micoacan, en Uruapan, de
suerte que Fray Juan no solo tiene la primada en este estado de haber erigido esa
obra que alhaga á la humanidad doliente, sino que consumó lo que denominaron
conquista de Michoacan, é hizo mas, convirtió al cristianismo á multitud de indios
idolatras que por su voluntad abandonaron sus mitos, asi les dio el camino para
llegar á la felicidad en ultra tumba. El nombre de Fray Juan de San Miguel no debe
perderse, brilla por si como reluciente estrella en la pleyada de sus compañeros, en
las paginas de la historia de Mexico.
El presidente de la segunda Audiencia de Mexico D. Sebastian Ramirez de
Fuen Leal fundó un hospital en Mexico, otro D. Vasco de Quiroga en Santa Fé de
esa capital. Después vino acompañado del Lie. Leynos, á Michoacan, como
visitador, en donde Fray Juan habia fundado su hospital de Uruapan tanto agrado al
visitador, que se propuso proteger á Fray Juan, al efecto coopero para su
sostenamiento con poco recurso pecuniario, consagrado obispo por Fray Juan de
Zumarraga, al funcionar, fundó el hospital de Santa Fé de la Laguna de Patzcuaro,
inmediato á un pueblo que se nombraba Cocupao (Joroba) por tener un cerro que
semeja al dromedario. Por aquella circunstancia el pueblo perdió su nombre,
tomando el de Quiroga, quien obtuvo cecion de tierra para su hospital, por D. Pedro
Vitzimangari, y Da Inez su esposa, y mas por haber triunfado en un litigio que se
348 APENDICES

ventiló por haberse internado en terrenos D. Juan Infante, hasta barrios de


Tzintzuntzan.
Por orden del rey se establecieron hospitales, en tiempo del ilustrisimo Señor
D. Vasco de Quiroga, en la mayor /F.8/ parte de los pueblos. Entonces que cuando
bajo la dirección de Fray Juan de San Miguel se construyó el hospital que en parte
hay en Uruapan, que fue donde murió, lo mismo que el obispo Quiroga, poco á
poco se va perdiendo, la mayor parte la ocupa el gobierno, otra una iglesia que por
disposición del ilustrisimo señor Dr Jose Maria Cazeres obispo de Zamora se está
edificando.
En el frontispicio de la capilla del santo sepulcro hay una estatua de piedra del
tamaño de un hombre, por tradición los indios viejos dicen que supieron es retrato
de Fray Juan. Esta estatua no debe perderse demanda lugar en donde las
generaciones venideras pueden tener conocimiento de ella para que se impongan de
que forma párrafo, en pagina de historia.
Los principales hospitales fueron en Tzirosto que está en el cerro de Perivan,
Parangaricutiro, Charapa, Paracho y Uruapan. En el lago de Chapala, el del pueblo
de ese nombre, mucho tiempo se le vio en ruinas, fue de Franciscanos punto
céntrico de Ajijie, San Juan Cósala, el Chante, Jocotepec San Pedrito, San Luis
Zollatlan, tuscuece y hasta de Tizapan, Mexcala, Poncitlan y Tamain, pueblos estos
del margen del lago. Todos los hospitales tuvieron instituciones establecidas por Fray
Juan, no solo en Michoacan, sino á la vez en Jalisco.
Tello cronista de Jalisco, y La Rea de Michoacan aseguraron por supuesto con
fundamento, que Fray Juan de San Miguel fue el fundador de hospital en
Michoacan. Basalenque, Torquemada, y otros, dan la primada á su primer obispo.
La escritura simbólica - fonética justifica lo que dicen los primeros.
En los hospitales se enceñaba la doctrina cristiana, para sus necesidades,
hombres y mugeres trabajaban en común, recibiendo del hospital lo que para el
efecto necesitaban. Todos los hospitales tubieron por patrona á la Purísima
concepción, no obstante haberse fundado bajo otra advocación como el de Santa
Marta de Patzcuaro. Hasta ahora los indios de Uruapan tienen costumbre de hacer
una de sus fiestas principales en el Hospital indígena, ó antiguo, el dia 8 de
Diciembre. El principal es un individuo que /F.9/todo el año vive......"
(continua la vida de San Miguel hasta su muerte y un epilogo de la llegada de
Cortés. Firma Abarca)
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 349

Apéndice V
García Abarca, Pablo, 1913, "Apuntes de Geografía, y algunos episodios de
Michoacán", México D.F.: Fondo Reservado de la SMGE, Caja 4, Folder 154,
manuscrito no publicado.
"He remitido un escrito que contiene una parte del Lago de Chapala. Segunda vez
otro que sigue del primero y contiene un monolito relativo al que se encontró en
Hihuatzio. Por tercera vez va este, que sigue del segundo. Seguiré haciendo
remiciones hasta terminar con la descripción de todo el estado, omitiendo la
estadística, porque erto ó sea averiguar el número de habitantes de cada localidad,
nunca es exacto, menos ahora que con mas facilidad muere la gente".
Después, en la siguiente foja (numerada foja 10) empieza el manuscrito mismo con
un discurso sobre el veneno de la víbora y como hay que tratar a la gente enferma
por el mismo veneno;
"No obstante, el veneno de la vivora es peligroso, para que la ciencia de esculapeo
la admita se hace indispensable riguoroso análisis química.
En inyecion no hay diferencia es igual ponerle en contacto con la sangre por la
geringa de pravas que por el fistuoloso colmillo del reptil, lo mismo obra. El acido
crónico está indicado para combatir con éxito bueno el resultado de la ingestion del
deletéreo.
En resumen: este asunto debe estudiarse en la clínica, y terapéutica con mucha
penetración tomando quizá en consideración el cambio de acción que hay cuando se
reúnen dos, ó mas venenos porque esta neutralisacion se somete extrictamente á las
leyes químicas, sin perder de vista la nomenclatura de Guyton de Morveau.
Para combatir las enfermedades se ha de atender á la edad, acción topografía
de los lugares en que haya residido el enfermo, á la idiosincrasia constitución, y
temperamento, sin olvidar el sexo.
Que es el temperamento? Los antiguos con claridad lo manifestaron, y
asentaron: que es lo que reúne las primeras y segundas cualidades regularisadas de
tal modo que quedan en grados componsibles, y proporcionados al sujeto.
Calor, frió, humedad, y sequedad les tubieron como primeros cualidades,
gravedad, rariedad, levidad, y densidad en los cuerpos constituyen las segundas
cualidades según esos estudiosos antiguos, sin dejar de supercibidos lo natural, y lo
esencial del ser vivo, fijaron su atención en las partes /F.lOv/, humores, facultades,
y acciones, incluso los espirituos.
Humor: Digeron es fluido, y húmedo, alimenta al vivo. El primero es la
sangre.
Parte es lo que particularmente constituye un todo individual.
350 APENDICES

Facultades atributo que dirige la voluntad; por la facultad reconocieron la acción que
tienen las partes, asi asentaron que las partes principales del hombre son: higado,
corazón, y cerebro, á esta viscera la consideraron principio de espirituos animales
que son los que hacen sentir, y como hilos eléctricos comunicados entre los Organos
del viviente los ponen en relación directa con el cerebro.
La sensibilidad, y la contractilidad son inherentes á la vida, que es el resultado
de acción de un agente, que se oculta como cuerpo imponderable y se denomina
principio vital encargado de poner en actividad al organismo.
El sentido común tiene tres potencias estimativa, imaginativa, y memoria por
medio de estas se discurre, y de la discusión no se aparta la memoria, es el cofre
donde el entendimiento deposita lo que el entendimiento discurre.
El higado digeron labrada la sangre, desconociendo tal vez que este con el
pankreas, y vesicula viliar elaboren un liquido alcalino, amargo que se nombra vilis,
y es reactivo quimico que desempeña un papel importante coadyuvando al aparato
digestivo, porque este liquido hace la separación del alimento en dos partes para ser
absorbida la nutritiva, y convertida en sangre, sostenga la vida.
La antigua opinion relativa al corazón que fue por los espitiruos que elabora
fertilisa al ser vivo, haciéndole presidente en la moral del hombre, mas esta moral
es presidida por el corazón previo estimulo del cerebro como centro de toda
sensibilidad, sea como función de relación, en que el /[Foja parte recta donde
también empieza el discurso histórico]/ cerebro se constituye centro de acción en lo
que corresponde á los sentidos que sonitacto, vista, oido, gusto y facultad de perzibir
las emanaciones de los cuerpos.
Cuerpo es lo que afecta á nuestros sentidos sea en general, ó en particular.
La teoría moderna debe considerar al aparato digestivo como la turbina del
objeto zologico. Es la principal diferencia que hay entre animales, y vegetales.
Todo ser que pertenece á esta parte de Historia Natural (Zologia), á cuya
cabeza esta el hombre, es una serie de aparatos orgánicos que forman una maquina,
ó mas bien un lavoratorio quimico. El alimento es el que da los materiales para
vivir, este entra al estomago y reacciona sobre si mismo como analisando para
separar sus componentes, uniendo, y desuniendo cuerpos para formar nuevos
compuestos que dan por resultado agua, albúmina, materia crasa, sosa fosforo,
fierro, y otros metales, y metaloideos que contiene el hombre. Estos cuerpos
resultantes no dejan de encontrarse en la sangre que sostiene la vida constituyendo
asi al corazón parte principal, despues del aparato digestivo que tiene anexos, como
son el hepático. El cerebro ocupa el tercer grado porque hay animales acéfalos, esto
es: sin cerebro.
Otra foja no numerada contiene (parte vuelta) un dibujo en colores sencillos del
mapa de Beaumont mostrando el lago de Pátzcuaro. En la siguiente foja no-
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 351

numerada empieza el discurso histórico - después de la información médica (que


continua hasta la mitad de la página):
"Mal he hecho con haberme separado de Michoacan, parece que mi mano
obedece sin fijarse en lo que el cerebro le ordena, aqui se trató del achoque, se
observó su propiedad medicinal, y hoy me tienen sumergido en un lago que contiene
a las enfermedades, sin poder salir de el, hasta que por esfuerzo de voluntad digo
ocupándome del Lago de Pátzcuaro.
Patzcuaro no fue su nombre primitivo, comprobación que no tiene replica; es
que la población de Patzcuaro fue bien posterior al tiempo en que se cimentaron en
este lago los primeros moradores de Michoacán. Según algunos Patzcuaro trae su
etimología de cimiento, y según otros de alegria.
/vuelta/ La escritura simbólica fonética que archivaron los indios de Nahuatzen
esta patentizando que es Lago Cuincacatzi, nombre del idioma de los Purepes, y
Tarascos, hay en Nahuatzen viejos que le dicen Laguna de las Chachalacas. Cuin,
significa pájaro, itzi, agua. Luego su nombre nos hace conjeturas que al fundar sus
primitivas chosas, á este lago le denominaron asi como diciendo aqui hay pájaros en
el agua. Cuincacatzi quiere decir pajaro del agua. Según Gilberti cronista antiguo,
fue religioso, Patzcuaro quiere decir donde está en guarda algún objeto. Lo mas
aproximado á su etimología es que el nombre de Patzcuaro indica que hay piedras
y no lejos hay agua, según D.Cesario Posa, vecino de Paracho que comprendió bien
el idioma del indio de Michoacan (era persona indigena, no pobre y no carecia de
ilustración). La generalidad entre cronistas sostienen que Patzcuaro se traduce lugar
de alegria. Muchos lugares que hicieron agua notablemente, se terminan en aro
como Tacascuaro, Tantzitaro, Paracuaro.
La altura barométrica sobre nivel del mar es 2,000 metros según el celebre
Baron de Humboldt. Estoy seguro que para tomar esta medida, no se tomó en
consideración una formula algebraica, que ayuda para marcar con presicion que
altura hay desde la costa del mar hasta el lugar donde se solicita la medida. La
formula es: Z = 16000x(H +h:H-h)x(2T+t: 1000) cuya lectura es: zeta, igual á 16000,
multiplicado por H mas h, dividido por H menos h, multiplicado por 2T mas t,
divido por mil, por supuesto se trata de estación superior, é inferior, y de tiempo.
/F .llr/ El lago de Patzcuaro es germen de historia. Mas de 3 siglos los indios
de Cucutacato archivaron un lienzo que demuestra con claridad que de 7 cuevas en
Asia, salieron 9 grupos para radicarse á poca distancia del mar Cariba, ó sea en lo
que los poetas nombran la joya, ó perla que constituye al continente americano. A
este grupo le integraron Acolhuas, Xicalancas, Xochimilcas, Tlahuicas, Tepanecas,
Chalcas, Tlascaltecas, Aztecas y Mechoques que son los que denominamos Tarascos.
Algunos aseguran que en este grupo venian los Toltecas. Mas se sabe que estos
vinieron después, apoyándose los que asi lo creen en que los Toltecas como fueron
352 APENDICES

los mas civilisados habían de haber elegido este paraíso separado de Europa por los
mares.
Cholchiuhlla-tzin fue primer rey Tolteca. Chalchiutla-pazco es la mas notable
frace escrita en el lienzo de Cucutacato. De este rey Tolteca siguieron otros cuatro,
y al fin una muger nombrada xiuh-tzin, su sucesor inmediato fue Tolpil.
Muchas razas indigenas se habian diseminado en el territorio mexicano, entre
otros, hubo habitantes en las islas de Patzcuaro, bosquejado esto, ó descomponiendo
la historia las han dado á conocer como tradiciones ó leyendas.
Tariyaran, jefe de los Huaritechas (Huari quiere decir Muger y Acha,
Hombre). Asi es que Huaritechas equivale decir Hermafroditas. Quiza asi los
nombraron por la pusilamidad de este sacerdote supremo que dominaba á su grupo,
temía que los Vanaceos, que solo aspiraban á ensanchar sus poseciones, le
invadieran las suyas era cobarde sus mismos subditos asi lo consideraban porque por
medio de ellos, les mandaba á los vanaceos regalos, leña copal y flores para su dios
que consigo tenian al que nombraron Curicaveri, /F .llv/ ó Cueraperi invitándoles
para que vinieran al Lago de Patzcuaro (entonces de Cuincacatzi) á rendir culto á la
diosa Karatanga de cuyo templo era sumo sacerdote tariyaran.
Cuenta el cuento que habiendo Tariyaran mandado emisarios estos comieron
culebras (abundan en el lago) y se pusieron ebrios, trasformandose en serpientes
entraron á el agua hasta avordar en la opuesta orilla, que á su vuelta habiendo dejado
su metamorfosis digeron á los del lago que habian hablado con divinidades, y que las
mandaban que salieran á establecerse por los 4 vientos que la prosa náutica señala
asi lo hicieron y fue como poblaron, quedando solo el descendiente de Sicuire Acha
(Sicuir es cuero, acha hombre). Por supuesto este hombre de cuero sería el íre, esto
es el gefe. Tare-Acha el hombre mas viejo, salió a poblar por el rumbo donde está
Uruu-Apan. Su ídolo era como entre Romanos, Griegos, y Atheniencienses la diosa
de la sabiduría (Minerva y entre tarascos á la que enceñaba le denominaron
Hurendaca).
Cuaratame fue el descendiente de Sicuracha. Se estableció inmediato á el lago,
se enlaso con una joven de las del lago y asi se hizo alianza entre los que gobernaba
Curatame; y los de la isla de Xaracuaro les decian Purepes esto es: son de nosotros,
son nuestros amigos, y por esto a los indios de Michoacan les dicen Purepes
confundiendo esta frase con la de Tarascos.
La historia de Michoacan está en este Lago de Patzcuaro desde su principio
hasta después de la muerte de su ultimo rey que fue Tzintzicha. Con el velo del
tiempo la cubre, sin dejar por esto luz opaca para con atenta observación, se tenga
conocimiento de lo que verdaderamente es historia, hechas, que ahuyentan
congeturas.
/F.12r/ Por esto que hasta cierto punto es un cuento se biene en conocimiento
de ser cierto que los Apaches, Opatas, Juaicuras, Cochimis, Coras, Huaxtecas,
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 353

Latlaxincas ó Pirindas que al fin se establecieron en jurisdicción de Toluca, y otros


tribus ó familias que reconocian á un jefe vivían diseminados en todo el territorio
mexicano. Entre estos habia establecidos unos al Sur de Uruapan en una altura que
tiene al norte una barranca, y un rio en el fondo de esta. Hay hasta ahora ruinas de
habitaciones antiquísimas y de un theocalli, ó templo pagano, es un fragmento de
circulo de piedra formado por la mano del hombre. No hay duda, aqui vivieron los
que ahora se dicen Tarascos, es decir sus lejanos antecesores.
El lienzo que se archivó en Cucutacato y después en Xicalan, que dista a menos
de una legua de Uruapan, contiene en uno de sus cuadros con figuras el apunte de
haber estado aqui tarascos y mexicas. Donde están las ruinas, desde tiempo
inmemorial se denomina Xicalan, y ahora se añada viejo.
La palabra Xicalan nos lleva á un tiempo retirado, buscando á los primeros que
pisaron este continente, se discute si es cierto que desde antes de la inundación
universal (el diluvio) unos seres hubo aqui de grande estatura; se les nombro
ficantes, ó guinametzines (?). Se supone que perecieron los mas ahogados como todo
ser viviente, después no faltaron en algunos lugares, se asegura que los Ulmecas, y
sobre todo los Xicalancas los exterminaron.
Que hubo seres vivos gicantescos en Michoacan no cabe duda, en el cemo de
los limones hacienda inmediata á los Reyes /F.12v/ Salgado, Benito Baustista,
arando encontró un diente molar que peso mas de dos libras, D.Ignacio Garcia
administrador de esa hacienda, se lo regaló á el dueño de la finca que fue D.jose
Maria Celso Davalos, vecino de Morelia.
El prior del Carmen Fray Crisostomo Nagera, que tubo fama de sabio, y
residió en el convento del Carmen en Guadalajara, tuvo incrustados en el trayecto
escalonado para pasar á piesas de segundo, unos huesos de extraordinaria dimencion.
Los Xicalancas lucharon con gigantes luego eran valorosos, y por su valor
respetado los que estubieron en Xicalan viejo alguna relación tubieron para dar este
nombre á uno de sus primeros, y principales puntos que habitaron. Que estubieran
los Tarascos, y Mexicanos en ese lugar, la escrito pintura en que aqui se vé, y es
copia de la del lienzo citado, con claridad nos dice: una familia aquí residía los
hombres que están sentados a la izquierda y el que está á la derecha con un circulo
radiado que representa al oráculo, y al sacerdote el que lo tiene en la mano es el
modo de expresar que estaba una familia en posecion de esta localidad. Los que
llegan con un objeto en la mano indican que intentan alianza, y establecimiento en
Xicalan. La casa, los que están sentados, el bracerillo, incensario, y el cono
converso en su vértice, confirman que esos lugares son su domicilio, que aquí
erigieron altar á su ídolo para rendirle culto. (En el texto hay dos rayas y en la parte
inferior de la foja dice "las rayas no valen crei que nada habia dicho de las casas
esta trabajando haciendo").
354 APENDICES

/Foja siguiente sin número, parte recta/. Xihuquilan unanycanymuhtenena quix,


ynix, huaynix. Según un señor Cano, indígena, ilustrado originario de Paracho, que
desenpeña la Secretaria Municipal en Cheran Anapo traduce lo escrito en estos
términos; reunidos aquí en Jicalan rendiremos culto - á una divinidad. (después sigue
un dibujo del cuadro Xiuhquilan del lienzo de Jucutacáto, dibujado por Pablo Garda
Abarca). Cano es apellido (abajo del dibujo).
/Ultima foja parte recta/ Ese árbol seco, es una parota (árbol corpulente que no
escacea en tierra caliente). Le dan hasta cierto punto atribución divina, representada
esta por las chispas de fuego que salen de los estremos de sus ramos secos, y mas
la situación en que está el oseen, ó pajaro que augura, y preside la peregrinación. La
casa y el hombre sobre el tejado siginifica que los que estaban posecionados
recibieron bien á los huespedes, preparándoles alojamiento.
El padre La Rea hace mérito de una escena habida en este lugar, dice: que
estando en buena paz tomando alimento oyeron un ruido subterráneo, la tierra se
movio fuertemente, y el árbol seco crujió hiriéndose en el tronco es decir se abrieron
grietas en el, que los moradores se aterronisaron y supieron por medio del oráculo,
y el canto melancólico de un pájaro que su mito disponía que abandonaran ese lugar,
asi lo hicieron salieron por un punto que se nombra Camati, significa atole, ó sea
crema de mais aquí poco se entretuvieron y pasaron á Matanguaran que ahora es
hacienda de Don Dante Cussi.
Esta escena ha dado lugar á falsas suposiciones. De aqui siguieron á la falda del
cerro de Tancitaro, se fijaron en un punto que ahora es Rancho de Santa Catarina,
y definitivamente se establecieron en un pueblo denominado Cucutacato, según la
vulgaridad entre los indigenas Cucu es pájaro, y Cucutacato conforme /última foja
parte vuelta/ á gente mestiza se eré que el pajaro dijo con su canto, aqui, aqui, que
alli se estableciera. Lo cierto es: que hubo habitantes primitivos en Xicalan viejo que
los de Xicalan en materia de historia conmemoraron á los Xicalancas que estubieron
en Cucutacato, de aqui siguieron algunos de sus descendientes fundando pueblos,
hasta acercarse al Lago de Patzcuaro.
La longitud de la población de este nombre según antiguos geógrafos de 2
grados, 14 minutos y 30 segundos, y la latitud, 19 grados, 29 minutos.
Los pueblos que rodean á el Lago de Patzcuaro son Tzentzenguaro, Pareo,
Nocutzepo, Surumutaro, Uecorio, Cocupao, ahora es Quiroga, Hihuatzio,
Purenchecuaro, Tzirondaro, Purenchecuaro, Uricho, Arucutin, Puacuaro,
Erongaricuaro, que fue como Eleopolis entre Egipcios, y Santa Fe de la Laguna,
nombrado asi por el Lie. Quiroga, que fue Oidor en Mexico, y al fin Obispo de
Michoacan, el primero nombrado, este fue recien salida, que renuncio. Aqui fundó
un hospital, que fue el segundo en Michoacan. El primero fue establecido por el
Religioso Franciscano Fray Juan de San Miguel, quién estimuló con empeño
haciéndoles regalos, y tratando con comodidades á los indios que habian abandonado
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 355

sus hogares, y en el cerro elado de Tancitaro llevaban una vida nómada, sujetos á
los rigores del frió, con poca ropa y falta de alimentos, este padre tuvo la
satisfacción de reunirlos en Uruu-Apan, comenzando por los enfermos que se
asistian en un gran jacalón, que fue el primer hospital fundado por Fray Juan, el
segundo por Quiroga".
Apéndice VI
Fragmento de periódico, artículo de Pablo García Abarca, 1878. LAL-TU, Nicolás
León Collection, Box 9, Folder 12 "Miscellaneous fragments or pages of books,
newspapers, magazines, etc., on variety of topics. 1878-1921".
"La sociedad es la palanca moral, la influencia mana de ella, esta última eleva al
hombre y le hace violar la ley.
Influencia me ha faltado para dar á conocer artículos que pertenecen al Estado de
Michoacan, y que conservo desde el año de 70. El canónigo D. Ignacio Aguilar me
pidió datos sobre la Huanita, se los di y los publicó la Revista Universal. Artículos
sobre el plátano, el café y la caña de azúcar á solicitud de D. Antenor Lescano,
mandé á México, y vieron la luz en el Cultivador, el Gobierno del Estado, de oficio,
ofreció reproducirle en el Progresista, como puede verse en el número 444 y otros.
El Nurite es un vegetal hervaceo, de los Myrológicos, pertenece á la familia de los
Pyrogenéticos de Trouseau, y al orden cuarto Hyperpanageiopoíetico, porque
ingerido al estómago, trasmite su acción al 5 o par, ó ner... (...faltan algunas frases
en el fragmento...) ...ceo, cuando se diseca es irregularmente cuadrilátero, su
médula es fofa, rami, y sub-ramificado alternativamente. De hojas verdes, alternas,
lanceoladas pecioladas, otras pequeñas, axilares y agrupadas. Todas tienen un nervio
ó costilla central, estendido desde el extremo superior del peciolo ó base del limbo
hasta su vértice. Sus nervios secundarios tienen la forma que los botánicos nombran
Pinnata, de suerte que las hojas son Peninervadas. De cálices verdes, monocépalos,
sostenidos por peciolos alargados, axilares, vifurcados, los del estremos libre de las
rami- y subramificaciones. De corola monopétala, con seis divisiones pero que no
llegan a la base, de un hermoso carmesí y pequeña, que encierra un pistilo y seis
estambres, correspondiente cada uno á una división de la corola, por su situación
alrededor del Stigma son según Jussieu, Perigineos, y por su número pertenecen á
la sexta clase del sistema sexual de Linneo. ... (...faltan algunas frases en el
fragmento...) ...rico el Nurite, es de aceite esencial de un aroma agradable, de
suerte que es carminativo, y como anti-espasmódico exede á la Tilia ó Tzirimo de
los indígenas de Michoacan, quienes conocen esta planta desde Tziriacuri. (Rey de
Mechuacan, su nombre es del Purepe, y significa, el que se come el maíz). En la
Exposición del Estado se exhibió un lienzo ó pintura indígena ejecutada hace mas de
trescientos años, y es copia modificada por los Religiosos contemporáneos de D.
356 APENDICES

Vazco de Quiroga; de otra pintura mas aproximada á la fundación de Mechuacan,


puesto que allí figura ésta y la de Tenuchtitlán. En este lienzo con bastante claridad
se vé al Purepe, ó indígena cimentado en Xiuquilan (hoy Xicalan viejo), porque en
este geroglifico figuran una comitiva presidida por un gran personage sentado junto
á una casa, que quiere decir que allí se establecían, confirmándose mas con los
utencilios domésticos de que hacen uso, ... (...faltan algunas frases en el
fragmento...) ... Uruapan, Enero 19 de 1878. Pablo G. Abarca."
Apéndice Vil
Transcripción de las glosas del Lienzo de Jucutácato: original y copias
(a) = original
(b) = copia SMGE
(c) = copia MNA 2
(d) = copia MNA 1
(e) = copia MRM 1
(.) = letras ilegibles
/ = donde glosas continúan en otro renglón
Cuadro 1
(a) Original
Cnalcniuihtlahpazco.649
vquizque ynextlapictli.yuantlacuchcali yuan tultecatl ynix/ quich. nauatlacatl,
yuanynquetz(.)lua. yuan tlachali(...)uh/ que. yuan tzuntla/quilchiuhque
ynixqui(.)h nauatlacatl yuan yn (.)hin(.)me(..)/ ynaxcan yatlatiuiznequi (..)tiui yan./
yancuictlalpá.vquimulvili yn/ tezcatlipuca.nim(..)/ yanquey panayupechcatl(.)650 ya
(b) Copia SMGE
Chalchiuihtlahpazco.
Vquizque ynextlapictli yuantla cuchcali yuan tultecatl ynix/ quich
navatlacatl.yuanynquetzalua yuantlachali, uh/ que yuantzuntla/ quilchiuhque
ynixquich. nauatlacatl yuan yn chinameca/ ynaxcan yatlatiuiznequi matiuiyan/
yancuictlalpá, vquimulvili yn/ tezcatlipuca, niman/ yahquey panayupechcatl, ya

649 Las dos letras -n deben ser -h conforme a las copias. Por la destrucción del lienzo original ahorita
parecen ser -n.
650 Este último punto (.) podría ser parte de una letra.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 357

(c) Copia MNA 2


Chalchiuihtlahpazco.
vquizque ynextlapictli yuantlacuchcatl, yuan tultecatl ynix/ quich nauatlacatl,
yuanynquetzalua yuantlachali uh/ que, yuan tguntla/ quilchiuhque
ynixquich. nauatlacatl yuanyn chinamehca/ ynaxcan yatlatiuiznequi matiuiyan/
yancuictlalpá, vquimulvili yn/ tezcatlipuca. niman/ yahqueypan ayupechcatl. ya
(d) Copia MNA 1
Cnalchiuihtlahpazco.651
Vquizque ynextlapictli, yuantlacuchcali yuantultecatl, yuix/ quieh, nauatlacatl, yuany
quetzalua, yuantlachaliuh/ que, yuantzuntla/ quil chiuhque
(e) Copia MRM 1
Cnalchiuihtlahpazco.
Vquizque ynextlapictli, yuantlacuchcalli yuantultecatl, yuix/quieh, nauatlacatl, yuany
quetzalua, yuantlach(.)652 uh/que, yuantzuntla/quil chiuhque
Cuadro 2
(a) original
Chal(.. .)cueyehcan.
V(.........../............)
(b) copia SMGE
Chalchicueyehcan.
Vquigace/ yxquich nauatlacatl
(c) copia MNA 2
Chalchicueyehcan ; i n
Vquigaco/ yxquich nauatlacatl
(d) copia MNA 1
Chalchicueyehcan.
Vquica/ ich atlac

Ml Probablemente León ya tuvo problemas para transcribir la primera -h en esta palabra del lienzo
original y puso una -n conforme a lo que vió. La -n debe ser -h.
652 En este caso el signo en el lugar indicado como (.) parece ser una letra -s escrita en sentido
invertido.
358 APENDICES
(e) copia MRM 1
Chalchicueyehcan.
Vquica/ich atlac
Cuadro 3
(a) original ,
Nunuual(.)o.
(................................. )
(b) copia SMGE
Nunuualco
Vnacico nauatlacatl tlatenchicall
(c) copia MNA 2
Nunuualco.
Vnacico nauatlacatl tlatenchical
(d) copia MNA 1
Nuimualco. ,
Vnacico aauatl catli neuacatli
(e) copia MRM 1
Nuimualco.
vnacico aauatl catli neuacatli
Cuadro 4
(a) original
Teyouahcan.
Vn(.. .)o(.)auatlacatl/ tlatenchical
n i m a n q u i m ( ............... ) t l a t e n c h i / c a l i ( . . ) p i l ( .......... ) t e c ( . ) i ( . ) l i /
(... )pan(... )lqu(.....)tlachi/altiyn(............)h(.)hpa(.)/co(...)
(b) copia SMGE
Teyouahcan.
Vnacico nauatlacatl
niman quimotitlanill tlatenchi/ catl nipiltzin nautzintecuitli/ ympanevalque timotlachi/
alti ynchan chalchiuhcahpaz/ coat
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 359

(c) copia MNA 2


Teyouahcan.
Vnacico nauatlacatl/ tlatenchical
niman quimotitlanili tlatenchi/ cali nipiltzin nautzin tecuitli vmpanevalque (podría ser
vvnpanevalque) limotlachi/ alti ynchan chalchiuhahpaz/ coat
(d) copia MNA 1
Teyeuahcan.
Vnacico nam tlacatl/ tlatenchical
nim nquimetitlatlatenchi/ calimpil x inna tee tli/ mipauayal metlach/ altiynchan
hiuhahpaz/ coauhniuia emi
(e) copia MRM 1
Teyeuahcan.'
Vnacico nam tlacatl/ tlatenchicatl
nim nquimetltla/tlatenchi/calimpilx inna tee tli/ mipauayal metlach/ altiynchan
hiuhahpaz/ coauhniuia emi
Cuadro 5
(a) original
Cuyuu(.)hcan.
V n (...................)

(b) copia SMGE


Cuyuuahcan.
Vnacico nauatlacatl tlatenchical
(c) copia MNA 2 ;■
Cuyuuahcan.
Vnacico nauatlacatl tlatenchical
(d) copia MNA 1
Cuyuuahcan.
Vnacico auatlican chicatl
360 APENDICES
(e) copia MRM 1
Cuyuuahcan
Vnacico auatlican chicatl
Cuadro 6
(a) original
Tenuchtitla(.)
(........ )nauatlacatl tlatenchicatl
(b) copia SMGE
Tenuchtitlan
vnacico navatl catl tlatenchical
(c) copia MNA 2
Tenuchtitlan
Vnacico navatlacatl tlatenchical
(d) copia MNA 1
Tenuchtitlan
(e) copia MRM 1
Tenuchtitlan
Cuadro 7
(a) original
Xiquipilco.
(.............)/ ñaua tlacatl
(b) copia SMGE
Xiquipilco.
nican vnacico tlatenchical ynixqui/ ch ñaua tlacatl
(c) copia MNA 2
Xiquipilco.
nican vnacicotla tenchical ynixqui/ ch ñaua tlacatl
(d) copia MNA 2
Xiquipilco. -
nic tlatenchica qui/ ñaua tlacatl
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 361

(e) copia MRM 1


Xiquipilco.
nic tlatenchica qui/ ñaua tlacatl
Cuadro 8
Ayutzinco. (tanto en el original como en todas las copias)
Cuadro 9
(a) original
Tzacapo.
(....)nvmucau(..... )atla/ catl nimanvq(....... )em/puualanyncuzamalotl /t(......)
nimanaxcávtlapachuaynantzin/ tecuihtl
nican vmihquiynimtlaten/ chical tza capo
(b) copia SMGE
Tzacapo.
nicanvmucauhque nauatla/ catl nimanvquit cem/ puualanyn cuzamalotl
nimanax cávtlapachuaynantzin/ te cuihtl
nicanvmihquiynimtlaten/ chical tza capo
(c) copia MNA 2
Tzacapo.
nicanvmucauhque nauatla/ catl nimanvquit cem/ puualanyn cuzamalotl
nimanaxcávtlapachuaynantzin/ tecuihtl
nicanvmihquiynimtlaten/ chical tza capo
(d) copia MNA 1
Tzacapo.
a vmucauh atla/ c ti nimanvquiu em/ puuaia, yn cuzamalotl
nimanaxc ~ vtlapachuaynantzin/ tecuihtl (bajo el signo ~ hay un punto (.))
nicanv mih quiynimtlate/ chical tza capo
362 APENDICES

(e) copia MRM 1


Tzacapo
a vmncauh atla/c ti nimanvquiu em/puuaia yncuzamalotl
nimanaxc'vtlapachuaynantzln/ tecuihtl (bajo el signo " hay un punto (•))
nicanv mih quiynimtlate/ chical tza capo
Cuadro 10
Phátsingo. (tanto en el original como en todas las copias)
Cuadro 11
(a) original: Cupaqu(..)o. Copias (b)-(e): Cupaquaro.
Cuadro 12
(a) original
Xiuhquilan.
Vnacico.nicanymuhteneuaxiuhqui lan.ynix/ quich.nauatlacatl mucemtemaco.nican.
(...)qui(..)uili tezcatlipuca y(....)/ pil tie yni(....)que yn(.......)/ (...................)/
tezcatlipuca (...) nupil/vqui(...)qu (......)
ni(...)cico(....)/ c(....).
(b) copia SMGE
Xiuhquilan.
Vnacico.nicany muhteneuaxiuhqui lan .ynix/quich.nauatlacatl mucemtemaco.nican.
niman quimul uili tezcatlipuca ynicnu/ pil tleyni<?a hizzque yn nauatlaca/ ti.
nimananajcumuuica que yuan/ tezcatlipuca ynic nupil/ vquitemaque tlepuztlali
niman vnanico maitzin/ tecuihtl
(c) copia MNA 2
Xiuhquilan.
Vnacico. nicanymuhteneuaxiuhqui lan.ynix/ quich nauatlacatl mucemte maco.nican.
nimanquimuluili tezcatlipuca ynicnu/ pil tleyniga hizzque ynnauatlaca/ ti.
nimanajcunuuica que yuan/ tezcatlipuca ynic nupil/ vquitemahque tlepuztlali
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 363

nimanvnacico nautzin/ tecuihtl


(d) copia MNA 1
Xiuhquilan.
Vnacico.nicanymuhtenenaxiuhqui lan.ynix/ quich.nauatlacatl mucemte macomican
n( )anqui luili izcatlipuca y lenu/ pil tleynico que yanauatla/ tezcatlipuca y nupil/
vquite que tie
anta vnacico/ ca ti
(e) copia MRM 1
Xiuhquilan.
Vnacico.nicanymuhtenenaxiuhqui.lan.ynix/quich, nauatlacatl, mucemtemacomican.
anqui luili izcatlipuca y lenu/pil tleynico que yanauatla/ tezcatlipuca y nupil/ vquite
que tie
anta, vnacico/ ca ti
Cuadro 13
(a) original: Tamaqu(.) Copias (b)-(e): Tamaqua.
Cuadro 14
Xucupan en el original y todas las copias.
Cuadro 15
(a) original: (....)aan. Copias (b)-(e): aan.
Cuadro 16
Uacanan. en tanto el original como las copias.
Cuadro 17
(a) original
Tepulan.
niman quimo pilitu/ y minas vmentintlato/ que. atonal (.. .)n/ xupil veu(.) / (.. .)entin/
ynpaenquar(...)pá/ (...)
364 APENDICES

(b) copia SMGE


Tepulan.
nimanquima pilitu/ y minas y mentintlato/ que atonal yuan/ xupil veue/ mentin/
ynpaenquarantupán/ tara
(c) copia MNA 2
Tepulan.
nimanquimo pilitu/ y minas vmentintlato/ que, atonal yuan/ xipil veue/ vmentin/
vnpaenquarantupá/ tara
(d) copia MNA 1
Tepulan.
niman quimo pilitu/ y minas vmentintlato/ que, atonal an/, xapilveue/ vmentiz/
vnpaenquara pil/ ro
(e) copia MRM 1
Tepulan.
niman/ quimo pilitu/ y minas vmentintlato/ que atonal an/ xapilveue/ vmentiz/
vnpaenquara pil/ ro
Cuadro 18
Churumucuo. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 19
Metztlan en el original y copias MNA 1 (d) y MRM 1 (e). Las copias SMGE y
MNA 2 (b y c) mencionan la glosa como Metztlan.
Cuadro 20
Xantsiquiyo. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 21
Tecumatla(.) en el original. Tecumatlan en las copias SMGE y MNA 2. Tecumatla.
en copias MNA 1 y MRM 1.
Cuadro 22
Puruuatio. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 23
Minas./Xicalvahcá. Tanto en el original como en todas las copias.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 365

Cuadro 24
Veu(...)a en el original. Veuetla en las copias SMGE y MNA 2. Veue en las copias
MNA 1 y MRM 1.
Cuadro 25
Temexio. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 26
Xucutlá. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 27
Cundeml(.)ro.653 Cundembaro. en las copias SMGE y MNA 2. Cundeml en las
copias MNA 1 y MRM 1.
Cuadro 28
Tsichahpeto. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 29
Chunenco. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 30
Apahtsingan. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 31
Cuindo. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 32
Vist(...)654 en el original y en las copias MNA 1 y MRM 1. Visto, en las copias
SMGE y MNA 2.
Cuadro 33
Matáguaran. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 34
Cu (.)uhtacato. en el original. Cucuhtacato. en todas las copias.

653 La letra -1 podría ser parte de una -b porque aqui el documento está muy dañado.
654 No se puede ver la última parte de la glosa ya que la tela está totalmente destruido en esta parte
del lienzo. Por lo tanto resulta imposible adivinar cuantas letras de la glosa faltan.
366 APENDICES
Cuadro 35
Uruua pan. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 36
Tezcatlan. Tanto en el original como en todas las copias.
Cuadro 37
(a) original
De Mechuacan.
Niman vquiuicac tucuruan.yxpan/ oceloti mahpan
Niman yxquich/ vquizqu(..)/ tlaca(..)/ xi(..) / (n.) / / pintu(..)/ yntul gra.
(b) copia SMGE
De Mechuacan.
Niman vquiuicac tucuruan.yxpan/ oceloti mahpan
Nimanyxquich/ vquizque ñaua/ tlacatl/ xi/ pintura/ yntul gra.
(c) copia MNA 2
De Mechuacan.
Niman vquiuicac tucuruan yxpan/ oceloti mahpan.
Niman yxquich/ vquizque ñaua/ tlacatl/ xi/ pintura/ yntul gra.
(d) copia MNA 1
De Mechuacan.
Niman Vquiu cae tucuruan, yxpan/ oceloti mahpan
Nimanyxquich/ vquizqu/ tlaca/ xi / pintu/ yntul gra.
(e) copia MRM 1
De Mechuacan.
Niman vquiu cae tucuruan, yxpan/ oceloti mahpan
Nimanyxquich/ Vquizqu/ tlaca/ xi/ pintu/ yntul gra.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 367

Cuadro 38
(a) original
Pazquaro
nimanvmuet(..) / antonio.
(b) copia SMGE -
Pazquaro
nimanvmuel/ antonio
(c) copia MNA 2 ■
Pazquaro /
nimanvmuet/ antonio
(d) copia MNA 1
Pazquaro.
nimanvmuet/ antonio
(e) copia MRM 1
Pazquaro.
nimanvmuet/ antonio
Apéndice VIH
Parte (F) del Códice Plancarte — Transcripción
Archivo parroquial de Chilchota (Caja 38 Licencias, Providencias, Visitas de
Carapan 1635-1922, 2 F.).
"[la Foja recta]/ Yo Don Pablo Cuiru Gouemador por los hindios que tengo a mi
cargo/ y según la ynformasion que tengo vista, por el cargo que obtengo/ y alcanse
de patzquaro, y que Dios, y el Rei mandan, que aia/ Juez, o Gouemador en este
pueblo de Carapan, y por esta rason/ valido, o authoriso en las tierras que se señalo
el valiente/ Carapu, con todos su términos, aguas, y milpas, y sanjas que/ hisieron
los de San Joan. Primeramente vi sus pinturas, y todo lo/ demas en virtud de que
viue Carapan en donde es cabesera/ primeramente que después lo fue patzquaro,
como lo saben todos los/ de dicho lugar, y asimesmo en la corte de mexico, y
asimesmo/ el señor Virey, como también los señores oydores de dicha corte, y/
también en donde esta nuestro Rei Don Phelippe, en castilla y/ por esta rason yo
Don Pablo Cuim Gouemador lo authoriso, y valido/ en presencia de los officiales de
República el Alcalde Ordinario/ Don Pedro tzitziqui, Don Domingo Quitziqui
Regidor, Don Alonso/ tzurequi Regidor mayor por lo que mira a todas tierras, y
aguas, porque/ nunca aia alguno, que diga que son suias, puede ser que los de/
368 APENDICES

parangueo, pero no tiene rason. Y por esto llegue con los testigos/ francisco
Guaroco, Ambrosio tzitziqui, Pedro Cuirapendo, y/ Bernabé fiscal de Tzapoco. Yo
Don Pablo Cuiru como juez/ y con facultad, y mando hise justicia, y vi en el lugar/
de Coctiro las sanjas, que abrieron los de Carapan estando/ en dho puesto, Gaspar
Apatzi, Gerónimo Guaqui, Nicolas/ Quitziqui, y Esteban Puruxe, y por los quatro
se firmaron/ estando presente yo el Gouemador Don Pablo Cuiru; y porque/ ai otra
real prouision que dio el señor Virey en la Corte/ de Mexico porque se les conceden
las tierras de Coctiro/ a los de Carapan, para que alli las aren. Y si alguno/ dixere
alguna cosa de ningún modo lo alcansara, o ajus/tara; porque desde lo pasado lo
mandaron asi todos los Reyes y se confirmo por lo que mira a estas tierras, y aguas
y asi lo ajuste yo Don Pablo Cuiru Gouemador y preguntando/ por dichas sanjas, y
aguas quien osare de ellas, todos los/ que osaren de ella an de dar una libra de
candelas, con que/ se alumbre el señor san joan baptista, quien es el guardian, o/
Patron de dhas aguas, y tierras. Y lo mesmo sera, aunque/ los de parangueo usen de
el agua han de dar lo mesmo/ que yo dho jues determine; y todos asimesmo han
de/[la foja vuelta]/ venir a traer por la Asumpsion leña porque asi es/ costumbre y
si alguno lo rehusare le cogerán, y le/ quitaran gien pesos y no tendrá todauia alguna
rason/ porque asi lo mandaron en donde todos los Reies estaban/ desde la
antigüedad. Y por esto mismo asi lo valide yo Don/ Pablo Cuiru Gouemador el
Alcalde Don Pedro tzitziqui, y el/ otro Alcalde Don Marcos S[i]loecha, Don
Domingo tzitziqui/ Regidor, y el otro Regidor Don Alonso tzurequi, y francisco/
Guamco, Ambrosio tzitziqui, y Pedro Cuirapendo/ y Bemabe de tzapoco, y Gaspar
Apatzi de Carapan/ Gerónimo Guaqui, Nicolas Quitziqui y Juan tzurequi,/ y Esteban
Puruxe. Ante mi el Escribano Real Don/ francisco Cuiru en el año de nouenta, y
siete, en/ tres dias de el mes de nobiembre./[Segunda foja en blanco]/".
Apéndice IX
Descripción del Lienzo de Pátzcuaro. Tozzer Library, Peabody Museum, 977-37,
título "English translation of the codice or manuscript" ("Traducción al inglés del
códice o manuscrito") y "Codex of the year 1588" ("Códice del año 1588").
"Subject: The spiritual conquest of Michoacan, whose then Capital was Tzintzuntzan
(place with abundance of pheasants.) The Codice represents, in the upper part, at the
right, the Missionaries Fray Angel and Fray Martin de Jesús, catechising the
michoacan gentiles; amongst the prominent figures who listen from the lips of the
Evangelists of Peace of Christ Kingdon, are those of Don Francisco Cuinalangali,
Pantseique and Benguan, who in inverse attitude are rendering homage to Don
Heman Cortes and his party, composed of a Flute Player, a Benner Herald, a
Secretary of the Conqueror and other notables mounted on fine horses. It is supposed
these were the great nobles which Don Emando sent to Michoacan guided by a
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 369

Spanish soldier by the name of Parrilla, who officiated also as provider for the
company, and who is seen offering cortes some gold and' silver gewls, first tribute
which the people of Michoacan paid to the noble Spanish conqueror.
It is understood that this Codice, same as those referred to in the manuscripts
of the R.P. Fray Pablo de la Purisima Conception Baumont, was formed by the
legends given by the natives of the City of Patzcuaro (meaning the place of the
heron), to the above mentioned historian. In said manuscripts one sees various maps
of a secondary value to that, as in those of Baumont, the central figure is Cristobal
de Olid, conqueror of Michoacan (meaning country of the fisherman), who made his
appearance in those lands many years after the evangelisation of the indians by Fray
Angel and Fray Martin de Jesus.
Underneath the groups, painted with water colors using the coloring earths,
there is traced a road in which are seen the plants of the apostles running from East
to West of the extensive country, which according to the rudimentary methods of
measuring of those times, had a length of 75 leagues from Coaguayana to
Pungarabato and a with of 55 leagues from Parataro to Tumparataro, conducting the
faithless not only to the Faith of Christ, but to the dominion of the Spanish monarchs
Don Felipe y Dona Margarita, as can be seen in curtained fields, to the left in the
superior part of the Codice.
Dominating the first delineated series of the Codice, shines the Eastern Sun in
all its splendour as a herald of Cortes, announcing the presence of white people,
predicted by Nezahualcoyotle, and enlightening the heathen. In the central part,
spread along the before mentioned road and another parallel, are inscribed names
which we suppose are geographical of the towns which received the evangelic light.
The feeble palette of the author of this Codice made every effort to vivify in rustic
linen made of woven maguey fiber the fertile and beautiful lands in many parts of
the landscapes of Michoacan, which lands descend of the range of mountains;
everywhere in these extensive zones were sculptured the apostolic plants of the
"Tatas" (fathers) Fray Angel y Fray Martin de Jesus.
/p.2/ Towards the centre, and a little below, is the Heraldic Coat of Arms of
Michoacan, and on each side of it the Tarascan Kings who governed Irechahalapu
and his consort Irechabacusthicalame, wrapped in their royal garments, the Monarch
holding the quiver of the mortiferous arrows, the Queen in watch, holding one arrow
ready to support her field are the bastions, symbol of power, the crowned lion,
symbol of royalty, the dog representing fidelity adoring the Cross of the Redeemer
who dominates the world, kneels at the foot of the Holy Calvary sustained by
chastity and simplicity represented by two winged doves. The spirit of evil in the
figure of a serpent in contortions of rage is defeated at the foot of the Cross.
Occupaying the centre of the Codice, is a tree of the Tarascan Dynasty
crowned by three heads which terminate its branches: Irachau, Acuxtixame and
370 APENDICES

Irechapaucupe. At the left of the tree the Casique (ruler) Irecharalame. We suppose
that the tree belongs to the family of the Ayacuyo (the plant of Ayacuyo was the
metaphorical indian representation of the August Mystery of the Holy Trinity). In the
inferior part, to the left is portrayed the Michoacan civilization by means of the
Religion of Christ: in the middle of this pictorical motive is the first church
dedicated to San Juan Calapan and the rulers Don Pablo Gureux and Don
Antonguizamenagary dressed in European fashion. There are other secondary figures
which complete the invaluable importance of the Codice.
All the explanatory names of this document, already mentioned by the historian
R.F. Don Mariano Cuevas S.J. seem to be Tarascan, because in this language words
of ten and twelve syllables are frequently composed of an aglutination of many roots
which preserve each one its own independent meaning.
The interpretation of the painting of this Codice by us, although in a very
concise form, indicates the high degree of civilization which existed in the XVI
century amongst the natives, and if it is true that the Codice is dated in 1588 it
nevertheles has the merit of never having been studied by the chroniclers of the
calibre of the R.P. Fray Pablo de la Purísima Concepcion Baumont, who gave to
knowledge with minute details the evangelization of a people who surprised in those
days the Spanish conquerors for their advanced culture and civilization."

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LISTA DE ILUSTRACIONES
II. 1. Mapa de Michoacán con algunos de los lugares importantes mencionados en
el presente estudio.
11.2. Genealogía de los caciques uacúsecha en la Relación de Michoacán (RM
1956, lámina XXVII).
11.3. El Lienzo de Jucutácato.
11.4. El Cristo en la iglesia de Jucutácato.
11.5. El cuadro Chalchiuihtlahpazco en el Lienzo de Jucutácato.
11.6. La salida de la gente de la cueva en la Historia Tolteca Chichimeca
(Kirchhoff, Odena Güemes y Reyes García 1989:28).
11.7. Escenas (páginas 13 y 14) del Códice Vindobonensis (Jansen 1982).
11.8. Escenas (páginas 1 y 2) del Códice Nuttal (Jansen 1982).
11.9. Los cuadros Chalchicueyehcan y Nunualco del Lienzo de Jucutácato.
II. 10. Los cuadros Teyouahcan y Cuyuahcan del Lienzo de Jucutácato.
11.11. Los cuadros Tenuchtitlan y Xiquipilco del Lienzo de Jucutácato.
11.12. Los cuadros Ayutzinco y Tzacapo del Lienzo de Jucutácato.
11.13. Los cuadros Phantsingo y Cupaquaro del Lienzo de Jucutácato.
11.14. El cuadro Xiuhquilan del Lienzo de Jucutácato.
11.15. Los cobreros según la Relación de Michoacán (RM 1956, lámina XXIX).
11.16. La Yácata de Jicalan Viejo.
11.17. El árbol grande en el sitio arqueológico de Jicalan Viejo.
11.18. Los cuadros Puruatio y Minas del Lienzo de Jucutácato.
11.19. Los cuadros Vue(...)a y Temexio del Lienzo de Jucutácato.
11.20. Los cuadros Xucutlan y Cundembaro del Lienzo de Jucutácato.
11.21. Los cuadros Tsichahpeto y Chunenco del Lienzo de Jucutácato.
11.22. Los cuadros Apahtsingan, Cuindo y Visto del Lienzo de Jucutácato.
11.23. Los cuadros Tamaqua y Xucupan del Lienzo de Jucutácato.
11.24. Los cuadros "..aan" y Vacanan del Lienzo de Jucutácato.
11.25. Los cuadros Tepulan y Churumucuo del Lienzo de Jucutácato.
11.26. Los cuadros Metztlan, Xantsiquio y Tecumatlan del Lienzo de Jucutácato.
11.27. Los cuadros Matanguaran, Cucuhtacato y Uruapan del Lienzo de Jucutácato.
11.28. Los cuadros Tezcatlan y "De Mechuacan" del Lienzo de Jucutácato.
11.29. El cuadro Pazquaro del Lienzo de Jucutácato.
11.30. Mapa de Michoacán con los lugares del Lienzo de Jucutácato.
11.31. Cobrero del actual Santa Clara del Cobre.
11.32. Fuelle colonial en el actual Santa Clara del Cobre.
11.33. El Códice de Carapan (foto de Reinaldo Izquierdo y Francisco García).
11.34. Genealogía de los Caciques de Carapan (León 1979, lámina XLI).
11.35. El Lienzo de Carapan (foto de Reinaldo Izquierdo y Francisco García).
11.36. El Lienzo de Pátzcuaro.
11.37. El antiguo hospital de Carapan.
11.38. Las fuentes de agua y sus fundadores uacúsecha según el Lienzo de
Pátzcuaro.
11.39. Las fuentes de agua y sus fundadores uacúsecha según el Lienzo de Carapan.
11.40. Equata consquaro y la justicia general (RM 1956, lámina II).
11.41. El castigo de los criminales según el Códice de Tzintzuntzan (Beaumont
1985, Tomo II).
11.42. La fundación de Carapan por Sirundame según el Lienzo de Pátzcuaro.
11.43. La fundación de Carapan por Sirundame según el Lienzo de Carapan.
11.44. El escudo de armas en el Lienzo de Pátzcuaro.
11.45. El escudo de armas en el Lienzo de Carapan.
11.46. El escudo de armas de Tzintzuntzan (AGI, Escudos y Arboles Genealógicos
de México, número 168).
11.47. El escudo de armas de Tzintzuntzan (versión copiada por Beaumont 1985,
Tomo III).
11.48. El "rey marques" con arco y flecha en el Lienzo de Carapan.
11.49. Don Antonio Huitzimengari y Don Pablo Cuiru en Carapan, escena del
Lienzo de Pátzcuaro.
11.50. Don Antonio Huitzimengari y Don Pablo Cuiru en Carapan, detalle del
Lienzo de Carapan.
11.51. El encuentro entre los nobles indígenas y Cortés según el Lienzo de
Pátzcuaro.
11.52. El encuentro entre indígenas y Cortés según el Lienzo de Carapan.
11.53. La evangelización según el Lienzo de Pátzcuaro.
11.54. La evangelización según el Lienzo de Carapan.
11.55. Los nobles Timage, Manume, Chiuinchequapa(..), Yrecha Tsintsicha y sus
cinco mujeres en el Lienzo de Pátzcuaro.
11.56. Los nobles Timage, Manume, Chiuinchequapa(..), Yrecha Tsintsicha y sus
cinco mujeres en el Lienzo de Carapan.
11.57. El rey Felipe III y Margareta de Austria en el Lienzo de Pátzcuaro.
11.58. El rey Felipe III y Margareta de Austria en el Lienzo de Carapan.
11.59. Tabla con los topónimos presentes en el corpus de Carapan.
Las ilustraciones que no tienen indicación de fuentes, proceden de la colección del
autor.
I l l . Mapa de Michoacán con algunos de los lugares importantes mencionados en el
presente estudio (véase también la ilustración 30).
( l)Acachuen ( 2) Amatlan ( 3) Aquila ( 4)Aranza
( 5) Atipaqui/Tacascuaro ( 6) Carapan ( 7) Cheran ( 8) Chilchota
( 9) Comachuen (10) Huancito (11) Ichan (12) Ihuatzio
(1 3 )Jacona (14) Jiquilpan (15) Nahuatzen (16) Paracho
(17) Patzcuaro (18) Periban (19) Pomacuaran (20) Puacuaro
(21) Sta Clara del Cobre (22) Sta Fe de la Laguna (23) Sto Tomas (24) Sevina
(25) Tacuro (véase Ichan) (26) Tanaquillo (27) Tepalcatepec (28) Tetlama
(29) Tingambato (30) Tingüindin (3 1 )Tocuaro (32) Tzintzuntzan
(33) Tzopoco (34) Uren (35) Zamora (36) Zinapecuaro
II.2. Genealogía de los caciques uacúsecha en la Relación de Michoacán (RM 1956,
lámina XXVII).
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II.3. El Lienzo de Jueutácato.


11.4. El Cristo en la iglesia de Jucutácato.
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II.5. El cuadro Chalchiuihtlahpazco en el Lienzo de Jucutácato


11.6. La salida de la gente de la cueva en la Historia Tolteca Chichimeca (Kirchhoff,
Odena Giiemes y Reyes García 1989:28).
11.7. Escenas (páginas 13 y 14) del Códice Vindobonensis (Jansen 1982).
II.8. Escenas (páginas 1 y 2) del Códice Nuttal (Jansen 1982).
11.9. Los cuadros Chalchicueyehcan y Nunualco del Lienzo de Jucutácato.

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II. JO. Los cuadros Teyouahcan y Cuyuahcan del Lienzo de Jucutácato.


Il.l 1. Los cuadros Tenuchtitlan y Xiquipilco del Lienzo de Jucutácato.
II. 12. Los cuadros Ayutzinco y Tzacapo del Lienzo de Jucutácato.
11.13. Los cuadros Phantsingo y Cupaquaro del Lienzo de Jucutácato.

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11.14. El cuadro Xiuhquilan del Lienzo de Jucutácato.


11.15. Los cobreros según la Relación de Michoacán (RM 1956, lámina XXIX).
11.16. La Yácata de Jicalan Viejo.

11.17. El árbol grande en el sitio arqueológico de Jicalan Viejo.


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11.20. Los cuadros Xucutlan y Cundeinbaro del Lienzo de Jucutácato.


11.21. Los cuadros Tsichahpeto y Chunenco del Lienzo de Jucutácato.
11.23. Los cuadros Tamaqua y Xucupan del Lienzo de Jucutácato.
11.25. Los cuadros Tepulan y Churumucuo del Lienzo de Jucutácato.

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11.26. Los cuadros Metztlan, Xantsiquio y Tecumatlan del Lienzo de Jucutácato.


11.27. Los cuadros Matanguaran, Cucuhtacato y Uruapan del Lienzo de Jucutácato.
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//.2S. Los cuadros Tezcatlan y “De Mechuacan" del Lienzo de Jucutácato.
11.29. El cuadro Pazquaro del Lienzo de Jucutácato.
11.30. Mapa de Michoacán con los lugares del Lienzo de Jucutácato que han sido
identificados.
Ruta (a) (1) Zacapu (2) Pantzinco (3) Cupaquaro
Ruta (b) (4) Tamaqua [n.l. ] (5) Xucupan |n .I.| (6) ...aan [n.l.]
( 7 ) Vacanan (8) Tepuian [n.l.] (9) Churum ucuo
(10) M etztlan [n.l.] (11) X an tsiquiyo (12) T ecum atla(.)
Ruta (c) (13) Puruuatio [n.l.] (14) X icalvahcan/M in as [n.l.] (15) V eu(...)a [n.l.]
(16) T em exio [n.l.] (17) X ucutlan [n.l.] (18) C undem l(.)ro
Ruta (d) (19) T sichahpeto [n.l.] ( 2 0 ) C hunenco (21) A pahtsingan
(22) C uindo (23 ) V ist(..)
Ruta (e) (24) M atanguaran (25) C u(.)uhtacato (26) Vruuapan
(27) Tezcatlan (28) D e M echuacan (29) Pazquaro
11.31. Cobrero del actual Santa Clara del Cobre.
11.32. Fuelle colonial en el actual Santa Clara del Cobre.
11.33. El Códice de Carapan (fotografía original de Reinaldo Izquierdo y Francisco
García).
11.34. Genealogía de los Caciques de Carapan (León 1979, lámina XLI).
11.35. El Lienzo de Carapan (fotografía original de Reinaldo Izquierdo y Francisco
García).

11.36. El Lienzo de Pátzcuaro.


11.37. El antiguo hospital de Carapan.
11.38. Las fuentes de agua y sus fundadores uacúsecha según el Lienzo de Pátzcuaio.
11.39. Las fuentes de agua y sus fundadores uacúsecha según el Lienzo de Carapan
11.40. La fiesta de Equata consquaro en que se hizo la justicia general (Relación de
Michoacán 1956, lámina II).
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S í iJfétnÍJ'tro, de (Ljtoj Ccutiyos-

hetÁizeror

lo s /lemícidcLS

H-41. El castigo de los criminales según el Códice de Tzintzuntzan (Beaumont 1985,


Tomo II).
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BÁÚ.iWl

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11.42. La fundación de Carapan por Sirundame según el Lienzo de Pátzcuaro.


11.43. La fundación de Carapan por Sirundame según el Lienzo de Carapan.

11.44. El escudo de armas en el Lienzo de Pátzcuaro.


11.45. El escudo de armas en el Lienzo de Carapan.
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HARA M R >JjS'3y '

CiVüAD.Dlí. CÍNTZVNtZAN

11.46. El escudo de armas de Tzintzuntzan (AGI, Escudos y Arboles Genealógicos de


México, número 168).
Sin si cha UanauajuaTvj
oJ/lrmas del

11.47. El escudo de armas de Tzintzuntzan (versión copiada por Beaumont 1985


Tomo III).
11.48. El “rey marques” con arco y flecha en el Lienzo de Carapan.
11.49. Don Antonio Huitzimengari y Don Pablo Cuiru en Carapan, escena del Lienzo
de Pátzcuaro.

11.50. Don Antonio Huitzimengari y Don Pablo Cuiru en Carapan, detalle del Lienzo
de Carapan.
11.51. El encuentro entre los nobles indígenas y Cortés según el Lienzo de Pátzcuaro.

11.52 . El encuentro entre indígenas y Cortés según el Lienzo de Carapan.


11.53 . La evangelización según el Lienzo de Pátzcuaro.
11.54 . La evangelización según el Lienzo de Carapan.
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11.55. Los nobles Timage, Manume, Chiuinchequapa(..), Yrecha Tsintsicha y sus cin­
co mujeres en el Lienzo de Pátzcuaro.
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11.56. Los nobles Timage, Manume, Chiuinchequapa(..), Yrecha Tsintsicha y sus cin­
co mujeres en el Lienzo de Carapan.
11.57 . El rey Felipe III y Margareta de Austria en el Lienzo de Pátzcuaro.
Códex Planearte Lienzo de Carapan Lienzo de Pátzcuaro
O jos de agu a - ríos
Tzintzunantziquaro zintzunantsiqualo/
ytsiueratiro
Xumio (— )o Xumio
Chuquao chu(..) chuquao
Ayaloyo ayacuyo
Echugarechao (....)galichao
Jupacataro ojo de aua/ se llaman
(c)upacatu/(..)
Tzirimoro [CC] (,)qui se lla/man tziri/muro (..)irimalo/lo
aqui se ll(.)ma/ hatacuriri hatacurin
licusira
M on tes/cerros
Varaguequaro
Guaranguequaro [P] ualanzequalo
Niniquaran
Ninicuaran [P] este serró se lla/ma ni(..../...) niniqualanhuuata/ta
Patamban [CC] patamban
Arenal [P] arenal chalantalo1
Cupatan [CC] cupantan/huuta
Cufian
Curianhuata [P] [CC] culiyanhuuata
Cereztaran [P] [CC] terestalan
Vatzantzini [P] uatzatsinhu/uata
Capeuamo [P] este serró se lla/man peuame pheuamohuuata

Charandaro que significa “lugar de la tierra roja”. Muy probablemente corresponde al térmi­
no español “arenal”. Este lugar, al sur de Carapan, es conocido porque antiguamente sacaban
arena/tierra allí, para usarla en el pueblo (para construcciones, etcétera).
C ódex P lanearte L ienzo de C arapan L ienzo de P átzcuaro
(..)te serró se/ (..[aman
(...)/h(...)
Cerro Desboronado [P]2
Piritan [P] [CC] este cerro se llaman piritani piritan
Pueblos
Xanduban
Agaua
Carapan San/ Juan/ Calapan
Tatziuararo
Thatziuararo [P] [CC] tahtziuararo
Vantzita uantsitao
Paraxo
Hapundaro
Zanzan
Cutzunduquaro [CC] (.)qui se lla/man cut- cutzunduqualo
zun/duquaru
Tzintzunantziquaro pueblo de zintzunantziqu(au)- zintzunantsiqualo/yretalo
ro/(....)ta(..) yiacatalo
Tzitzanbosiro puebl(..)tzi(..../.)
P uestos
Taranducuaro
Mayantzicuaro
Tintinasquaro
Tzintzinasquaro [P] tintinasqualo
Cuhhao
Paraxo [P] loma paxaxo loma /(.)a(...)axo
y/(...)cumo

2 Según el mapa de Percy, el Cerro Boronado se llama Pirechanhuata.


C ódex P lanearte L ienzo de C arapan L ienzo de P átzcuaro
Cutantzicataro t(.)a(....) cutan/(....)lo
Hapundaro
Ziapo [P]
Vanicampleo (..)nicam/bleo ....... anbleoo tzacapuato
Charaperao [P] aqui se llaman charapa Chalaperaueo
Cuentzundirao [P] aqui se llama/ cuentzundi/rao cuentzun/diran
Vantzitina uantzi(.)ini
Cutupataro [P] tupat(..)o tupatalo
Tzicataumbague [P] (.................)tz(..)un(.)gue”3 tzicataumpa/ngao
Thatziuararo [P] [CC] tahtziuararo
Tzintzunanziquaro [P]
Urapondiro4 urapontiro
aqui(.../...../....) ro yiacatalo
S(..)/paua Sa(..)npan
Uitziuz(.....)ni
(...)pol(...)
(.)uéhédi/rao
curupataro
(....)atzizu(.)/ro
(,...)/se llama/guaqua(....)
acallan/mar(.)
//. 59. Tabla con los topónimos presentes en el corpus de Carapan (Códice Planearte,
Lienzo de Carapan y Lienzo de Pátzcuaro). Se trata de los ojos de agua y los
linderos y tierras más importantes del pueblo que - con exepción de Urapondiro
- están en la parte (A) del CP. En la primera columna una letra P indica que
también están presentes en el mapa de Percy (1894) mientras que las letras CC
se refieren a su presencia en el Códice de Carapan (MRM).
3 Según Barlow (CB-UDLA) “(......)ti(..)onlgue.
4 Este importante topónimo no se encuentra en la parte (A) del CP sino aparece por primera vez
en la parte (B).
NEDERLANDSE SAMENVATTING (resumen en holandés)
"De inheemse pictografische geschiedschrijving van Michoacán: de Lienzo van
Jucutácato en de landstitels van Carapan"
Voor de Spaanse verovering (1521 AD), in het laat postklassiek (1200-1521 AD),
was het huidige Michoacán (land van de vissers), west Mexico, verdeeld in meerdere
cacicazgos {señoríos of stadstaten) en werd deze deelstaat voomamelijk bewoond
door P’urhépecha (of Taraskisch), Náhuatl, Otomi en Matlatzinca sprekers. In het
postklassiek vestigden zich andere P’urhépecha sprekende groepen in de regio van
het meer van Pátzcuaro. De bekendste onder hen, de Uacúsecha (adelaars), slaagden
erin om middels huwelijksallianties en oorlogvoering een sterk cacicazgo op te
bouwen dat zijn onafhankelijkheid wist te behouden ten opzichte van de centraal
Mexicaanse Triple Alliance.
Informatie over de inheemse culturen in prespaans en koloniaal Michoacán is
voomamelijk gebaseerd op archeologisch materiaal en geschreven documenten. Naast
de Relación de Michoacán en andere kronieken die werden geschreven of
samengesteld door Europese monniken (vaak geholpen door de inheemse elite),
beschikken we tevens over documenten die voortkomen uit de inheemse
pictografische traditie (zogenaamde codices en lienzos). Deze pictografische
documenten bevatten informatie over staatsvorming en sociale organisatie van de
inheemse bevolking in prespaanse en vroegkoloniale tijd. Zij zijn het product van de
inheemse historiografie en belichten de sociale en historische processen vanuit een
eigen inheemse invalshoek. Alhoewel de iconografische elementen van dit oude
schriftsysteem reeds door verschillende onderzoekers zijn bestudeerd, ontbreekt het
nog aan grondige studies van de pictografische documenten uit Michoacán.
Het hier gepresenteerde werk is geen studie van alie pictografische bronnen uit
de regio maar is een iconografische analyse van enkele documenten die als het meest
belangrijk kunnen worden beschouwd: de lienzo van Jucutácato en de landtitels van
Carapan. De selectie van deze documenten is gebaseerd op het feit dat ze, ondanks
het ontbreken van een goede analyse, de meest geciteerde pictografische documenten
zijn in de literatuur over het oude Michoacán. Bovendien vallen ze op door hun
iconografische compositie en complexe thematiek. In de hier gepresenteerde studie
ligt de nadruk op het gebruik van deze documenten door de inheemse elite en
gemeenschappen - in de 16e, 17e en 18e eeuw - ter legitimatie van het bezit van land
en mijnen en het behouden en/of verkrijgen van politieke, religieuze en economische
macht.
Voor de iconografische analyse van de pictografische documenten is gebruik
gemaakt van de etno-iconologische methode (gebaseerd op het werk van Erwin
Panofsky) die bestaat uit drie basisniveaus’s van interpretatie:
426 RESUMEN EN HOLANDES

(a) de beschrijving van de documenten.


(b) de identificatie van scenes, thema’s en gerelateerde elementen.
(c) de identificatie van de achterliggende boodschap van de makers en het gebruik
van de documenten door de inheemse adel en/of gemeenschappen.
Teneinde de pictografische documenten in hun regionale context te kunnen
bestuderen, zijn de volgende bronnen geraadpleegd: secundaire literatuur over
archeologie, etnohistorie, antropologie en lingui'stiek, gepubliceerde en
ongepubliceerde etnohistorische documenten en andere pictografische manuscripten.
Van groot belang was verder de hulp die werd verkregen van de gemeenschappen uit
de regio die ooit de hier bestudeerde documentatie genereerden.
Deel I Michoacán en de inheemse historiografie
Het eerste gedeelte van deze studie bestaat uit een reconstructie van de geopolitieke
situatie in laat postklassiek Michoacán (1200 - 1521 AD), een korte presentatie van
enkele van de veranderingen die werden veroorzaakt door de Europese aanwezigheid
en een overzicht van de inheemse pictografische historiografie in de regio. Ais
zodanig vormt het een introductie tot de delen II en III.
Hoofdstuk I Cacicazgos en etnische groepen in Michoacán
De reconstructie van de geopolitieke situatie in prespaans Michoacán is voomamelijk
gebaseerd op de Relación de Michoacán, een 16de eeuwse etnohistorische bron die
waarschijnlijk is samengesteld door de monnik Jerónimo de Alcalá. Echter, de
kroniek bevat hoofdzakelijk het succesverhaal van de snelle expansie van het
Uacúsecha cacicazgo en geeft dus een Uacúsecha-centüscht visie weer. In deze bron
wordt de nadruk gelegd op de pogingen van de Uacúsecha elite om in relatief korte
tijd een groot territorium te veroveren en dit te veranderen in een in hoge mate
gecentraliseerde staat. Andere bronnen tonen echter aan dat het Uacúsecha cacicazgo
gebaseerd was en voortbouwde op eerdere politieke en economische structuren in de
regio waar bovendien ook reeds voor de expansie van de Uacúsecha andere
belangrijke etnische groepen woonden.
In verschillende documenten wordt er gesproken over de aanwezigheid van deze
etnische groepen die veelal samenleefden in zogenaamde pueblos compuestos
(gemengde gemeenschappen), zoals bijvoorbeeld in het geval van Cutzio. De
kroniekschrijver Tello beweert zelfs dat Tzintzuntzan, centrum van het laat
postklassieke Uacúsecha cacicazgo, gesticht werd door Náhuatl sprekers. Het grote
belang van deze groepen in postklassiek Michoacán wordt nog beter aangegeven in
de lienzo van Jucutácato en de probanza (juridisch bewijsstuk) van Tetlama,
documenten uit het zuidelijke gedeelte van de regio die gemaakt zijn in het midden
van de 16de eeuw. Het multi-etnische aspect van Michoacán wordt ook aangetoond
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 427

door linguistische gegevens alhoewel verder onderzoek vereist is om tot een goed
overzicht te komen van de talen die werden gesproken in de regio. Archeologisch
bewijs toont aan dat enkele belangrijke cacicazgos reeds bestonden in het vroege
postklassiek, vóór de Uacúsecha expansie zoals die wordt beschreven in de Relación
de Michoacán.
Na de Spaanse verovering verloren vele inheemse edelen hun macht terwijl
anderen juist erin slaagden hun privileges te behouden of zelfs uit te breiden. De
directe nazaten van de Uacúsecha bijvoorbeeld, bekleedden belangrijke posities in de
koloniale maatschappij. Zij presenteerden pictografische documenten om hun
adellijke afstamming te bewijzen en om hun rol in de pacificatie en evangelisatie aan
te tonen, belangrijke elementen die gebruikt werden om hun claims op een speciale
behandeling door de Spanjaarden te legitimeren.
De aanvankelijke nadruk op de relatie tussen de heerser en zijn tribuutplichtigen
in de prespaanse en vroegkoloniale tijd veranderde in een nadruk op goed
gedefinieerde territoria in later koloniale tijd, een verandering die tevens terug te
vinden is in de ontwikkeling van de inheemse historiografie, in het bijzonder die van
de pictografische documenten.
Hoofdstuk II De pictografische bronnen en hun onderzoeksgeschiedenis
De informatie die gegeven wordt door de koloniale kroniekschrijvers en de bekende
pictografische documenten zelf toont aan dat het pictografische schriftsysteem in
Michoacán reeds in gebruik was in de prespaanse tijd. De Europese monniken zagen
deze documenten en gebruikten ze in hun geschriften over de geschiedenis en in het
bijzonder over de evangelisatie van de regio. De bekendste onder hen is Pablo de la
Purísima Concepción Beaumont die erin slaagde om enkele belangrijke documenten,
zoals bijvoorbeeld de códice en de wapenschilden van Tzintzuntzan, te bestuderen en
te kopieren. Bovendien maakte Beaumont een kopie van een van de codices van
Cutzio. Naast de Europese monniken raakten ook de criollos steeds meer
geínteresseerd in het inheemse verleden van Michoacán. Juan José Pastor Morales
bijvoorbeeld bezat een lienzo uit de omgeving van Zacapu, was erg begaan met de
archeologie en financierde een editie van Basalenque’s Taraskische grammatica.
Na de onafhankelijkheid in de vroege 19e eeuw werden er een aantal
wetenschappelijke instituten opgericht die onder andere het inheemse verleden van
de regio onderzochten. De aandacht voor de fascinerende pictografische documenten
groeide. De belangrijkste verzamelaars van codices en lienzos uit Michoacán waren
Francisco Planearte y Navarrete, Francisco Orozco y Jiménez, Pablo García Abarca,
Eduard Seler en Nicolás León. De twee laatstgenoemden zijn niet alleen van grote
waarde voor de historiografie over het oude Michoacán maar ook voor de studies
van andere Mexicaanse subregio’s, in het bijzonder voor Oaxaca.
428 RESUMEN EN HOLANDES

Het was León die in 1886 met de hulp van zijn vriend Mariano Jiménez het
volkenkundig museum in Morelia (Museo Regional Michoacano) stichtte. Hij slaagde
erin om een kleine verzameling pictografische documenten samen te stellen die later
na de sluiting van het museum in dejaren 1890 uiteen viel. De vroege verzameling
in Morelia kan echter gezien worden ais de basis voor de latere collectie van het
Nationaal Museum (Museo Nacional de Antropología e Historia) in Mexico-stad.
Een ander belangrijk instituut was het Mexicaanse Instituut voor Geografie en
Statistiek (Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística) in Mexico-stad. Vele
nationale en intemationale wetenschappers waren lid van de sociedad die belangrijke
artikelen publiceerde over tal van aspecten van het Mexicaanse territorium. Men
slaagde erin om een uitstekende bibliotheek op te bouwen met zeer belangrijke
werken op het gebied van inheemse talen en verwierf bovendien enkele
pictografische documenten zoals de lienzo van Jucutácato.
De pictografische documenten uit Michoacán in de voomoemde instituten en
enkele andere musea en bibliotheken in Mexico, Europa en de Verenigde Staten, zijn
nog steeds relatief onbekend en nauwelijks bestudeerd. In aanmerking nemende dat
vele documenten nog bewaard worden in archieven van diverse gemeenschappen,
dient de lijst van bekende documenten die in deze studie wordt gepresenteerd, ais
onvolledig te worden gezien daar de komende jaren waarschijnlijk nog vele
documenten zullen opduiken.
Deel II De Lienzo van Jucutácato
De lienzo van Jucutácato is een pictografisch document uit Xiuhquilan of Jicalan en
werd in de 16e eeuw door de Xiuhquilteca gebruikt om hun rechten op mijnen met
kopererts en natuurlijke verfstoffen aan te tonen. Het is het meest gebruikte
pictografische document in de historiografie over het prespaanse Michoacán alhoewel
het nimmer onderwerp is geweest van een uitgebreide en grondige studie.
Hoofdstuk III Geschiedenis van de ontdekking
Nadat Alonso de la Rea het document in 1643 in Jucutácato had gezien, werd het in
de 19e eeuw herontdekt door Pablo García Abarca die het ontving - ais betaling -
van Luisa Magaña, afstammeling van caciques uit Jicalan, een dorp dichtbij
Jucutácato. Volgens de órale historie had Magaña het document gestolen uit de kerk
van Jucutácato waar het dienst deed ais ceremonieel gewaad.
In 1877 werd het document gepresenteerd op de eerste officiéle expositie van
Michoacaanse cultuur in Morelia en in 1882 doneerde García Abarca het aan de
Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (SMGE) in Mexico-stad waar het
heden ten dage nog steeds wordt bewaard. De lienzo is vele malen gekopieerd, de
kopieén van de SMGE en het exemplaar dat gemaakt werd door Jiménez Moreno
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 429

(Museo Nacional de Antropología, Mexico-stad) zijn essentieel voor de studie van


het document omdat het origineel zwaar beschadigd is.
Alhoewel de lienzo van Jucutácato het meest bestudeerde pictografische
document van Michoacán genoemd kan worden, is er sinds de initiéle studie van
Seler niet veel inhoudelijke vooruitgang geboekt. De ontdekking van de probanza
van Tetlama en de identificatie van het oude Jicalan (de céntrale plaats in de lienzo)
ais een centrum waar metallurgie werd bedreven, zijn de belangrijkste recente
bijdragen.
Hoofdstuk IV Beschrijving en analyse
Het document toont de oorsprong van een groep Náhuatl sprekers uit Xiuhquilan, het
oude Jicalan, hun migratie naar het zuiden van Michoacán en de stichting van hun
gemeenschap dichtbij het huidige Charapendo. Volgens hun eigen historiografische
traditie kwamen ze van de Mexicaanse oostkust (Veracruz) en werden ze geleid door
hun god Tezcatlipoca. Na Xiuhquilan te hebben gesticht, werden er verschillende
expedities ondemomen om in meerdere delen van de zuidelijke Tierra Caliente
(subtropisch gebied) kopermijnen en deposito’s van natuurlijke kleurstoffen te
exploreren. We kunnen drie verschillende routes onderscheiden:
(a) route naar de Tepalcatepec rivier (zuidwesten)
(b) route die de Balsas rivier naar Huetamo volgt (zuidoost)
(c) route naar Condembaro (westen)
Op meerdere plaatsen vonden de Xiuhquilteca mijnen en dolven zij kopererts en
natuurlijke verfstoffen die verder verwerkt werden in het oude Jicalan. De
eindproducten - beschilderde kalebassen (jicaras) en koperen artefacten die werden
gebruikt in de landbouw - werden meegenomen naar het meer van Pátzcuaro en daar
ais tribuutbetaling aangeboden aan de Uacúsecha elite.
Hoofdstuk V De sociaal-historische oorsprong van de Lienzo van Jucutácato
De lienzo werd rond het jaar 1565 gebruikt in een conflict tussen de caciques van
Jicalan en Urecho. Deze trachtten hun claims op toegang tot verschillende mijnen in
de zuidelijke Tierra Caliente te legitimeren. Alhoewel er geen gegevens zijn
gevonden over de oplossing van het conflict, weten we dat de Xiuhquilteca
hoogstwaarschijnlijk hun lienzo gebruikten waarin hun oude rechten op de mijnen
aangetoond werden. Net ais de Tetlameca argumenteerden zij dat ze Náhuatl
sprekers uit Veracruz waren die ver voor de Uacúsecha expansie hun
gemeenschappen stichtten in de zuidelijke gebieden van Michoacán en pas relatief
korte tijd voor de Spaanse verovering gei'ncorporeerd werden in het Uacúsecha
cacicazgo (en dus ook tribuut moesten betalen aan de Uacúsecha). Volgens de
430 RESUMEN EN HOLANDES

Xiuhquilteca was het hun god Tezcatlipoca die hen naar hun nieuwe vestigingsplaats
geleid had, de mijnbouwactiviteiten hadden dus een goddelijke oorsprong. In de
koloniale tijd werden hun rechten herbevestigd door de familie Huitziméngari,
directe nazaten van de laatste Uacúsecha leider (Tzintzicha Tangaxoán).
De lienzo van Jucutácato toont aan dat, waarschijnlijk in het vroege
postklassiek, Náhuatl sprekende groepen naar de zuidelijke delen van Michoacán
migreerden om naar waardevolle metalen en andere producten te zoeken. Ze lijken
de metallurgie te hebben gedomineerd tot aan het late postklassiek wanneer ook
andere groepen, zoals de Uacúsecha, meer invloed en zodoende meer controle over
de mijnbouwactiviteiten in de regio weten te verkrijgen. De koperproductie bleef in
inheemse handen tot aan het einde van de 16e eeuw toen deze in hoge mate
gecentraliseerd werd door de Spaanse autoriteiten. Vandaag de dag wordt er alleen
nog koper bewerkt in Santa Clara del Cobre. De traditionele productie van
beschilderde kalebassen kan nog gevonden worden in Uruapan.
Deel III De pictografische documenten van Carapan
Het corpus pictografische documenten uit Carapan (Cañada de los Once Pueblos,
noordoosten van Michoacán) bestaat uit de Códice van Carapan, de Lienzo van
Carapan, de Lienzo van Pátzcuaro, de Genealogie van de Caciques van Carapan en
de Codex Planearte. Vele auteurs gebruikten ze - zonder kritische studie van hun
inhoud - ais 16e eeuwse bronnen alhoewel we te maken hebben met zogenaamde
títulos primordiales oftewel land- en stichtingstitels uit de 17e en 18e eeuw.
Hoofdstuk VI De codices en lienzos van Carapan
Het corpus van Carapan werd tot het einde van de 19e eeuw bewaard in het archief
van Carapan, viel vervolgens uiteen en kwam in handen van verschillende privé
verzamelaars. Het is opvallend om te zien dat een belangrijk deel werd verkregen
door Francisco Planearte y Navarrete (Codex Planearte en mogelijk ook de
Genealogie van de Caciques van Carapan) en zijn vriend Francisco Orozco y
Jiménez (lienzo van Pátzcuaro), beiden uit de Cañada regio. Alhoewel er een
transcriptie van Plancarte’s documenten is gepubliceerd, zijn de originelen zoek. De
auteur van deze studie vond een ongepubliceerd laatste gedeelte van de Codex
Planearte in het parrochiearchief van Chilchota en de originele lienzo van Pátzcuaro
in een privé verzameling in Guadalajara. De lienzo en códice van Carapan werden
rond 1922 aan de collectie van het Museo Regional Michoacano (Morelia)
toegevoegd.
Hoofdstuk VII Beschrijving en analyse
Alie documenten handelen over de stichting en verdere prespaanse en vroegkoloniale
geschiedenis van de gemeenschap Carapan en zijn sterk aan elkaar gerelateerd. De
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 431

auteurs gebruikten een grote hoeveelheid pictografische elementen en glossen in het


Spaans en P’urhépecha om hun boodschap uit te drukken. In het algemeen zijn er
drie basisniveau’s in de informatie te onderscheiden:
(a) de prespaanse stichting van de gemeenschap
Volgens de documentatie werd Carapan gesticht door leden van de Uacúsecha elite
van Pátzcuaro die in de Cañada regio zou hebben gewoond en die een duidelijk
gedefinieerd territorium aan de gemeenschap zou hebben toegekend.
(b) de reconfirmatie van het territorium van Carapan in de vroegkoloniale tijd
In 1545 werd Carapan bezocht door Don Antonio Huitzimengari, gobernador (soort
burgemeester) van Pátzcuaro, die haar grondgebied en rechten ais de
hoofdgemeenschap (cabecera) van de Cañada regio herbevestigde, alie andere
nederzettingen werden ondergeschikt verklaard (sujetos). Ais zodanig had Carapan
het recht om een eigen gobernador en andere leden van de gemeenschapsraad
(cabildo) te kiezen. Volgens de historiografie van Carapan werd in 1589 Don Pablo
Cuiru benoemd tot gobernador. Ook Cuiru herbevestigde de rechten van Carapan op
de status van cabecera en op het legaal behouden van hun grondgebied, hetgeen
volgens de documentatie herhaald werd in 1597.
(c) de Spaanse autoriteiten
Het corpus van Carapan toont de vreedzame ontmoeting tussen de Uacúsecha adel
en Hernán Cortés en besteedt tevens aandacht aan het dopen van de inheemse
caciques door twee Spaanse monniken. Volgens de titels werden de rechten van
Carapan ook nog erkend door de Spaanse koning Phillips III.
Hoofdstuk VIII De oorsprong van de titels van Carapan
Het corpus primordiale landtitels werd rond 1710 gebruikt in een uitgebreid
landconflict tussen Carapan en het aangrenzende Ichan. De problemen tussen de twee
ontstonden nadat Carapan bij de Spaanse autoriteiten de herbevestiging van haar
territoriale bezittingen had aangevraagd en zichzelf wilde afscheiden van Chilchota
en andere ondergeschikte gemeenschappen. Vanwege de lange duur van het conflict
verkreeg Carapan de herbevestigingstitels pas in 1760-1761.
Alhoewel er enkel direct bewijs is dat de primordiale landtitels van Carapan
gebruikt werden in het conflict met Ichan, is het mogelijk dat ze reeds werden
gemaakt in de tweede helft van de 17e eeuw, toen de spanning tussen de cabecera
Chilchota en de ondergeschikte nederzettingen snel opliep en enkele van hen
streefden naar autonomie.
De landtitels van Carapan werden gemaakt in een tijd van een toenemende druk
op inheems land en waarin vele eerder ondergeschikte gemeenschappen (sujetos) aan
432 RESUMEN EN HOLANDES

politieke en economische macht wonnen en zich trachtten af te scheiden van hun


cabeceras. In de titels van Carapan wordt uitgedrukt dat het vanaf het begin der
tijden altijd al een belangrijke en sterke coherente gemeenschap is geweest met een
goed gedefinieerd territorium. Om dit te benadrukken gebruikten de auteurs een
grote hoeveelheid andere locale en regionale Spaanse en inheemse bronnen zoals
bijvoorbeeld documenten uit de regio van Pátzcuaro (wapenschild van Tzintzuntzan).
Alie elementen werden gei'ncorporeerd in de documenten van Carapan ais een sterke
legitimatie van hun claims.
Het merendeel van de tot nu toe gevonden pictografische documenten uit Michoacán
komt uit de historiografische traditie van de Uacúsecha. Alhoewel de zogenaamde
códice van Tzintzuntzan, de twee wapenschilden van Tzintzuntzan en de Relación de
Michoacán uit de eerste eeuw van de koloniale tijd stammen, werden de andere
documenten in de 17e en 18e eeuw gemaakt. Bovendien, het merendeel van de
documenten komt uit de regio van het meer van Pátzcuaro, de Meseta P’urhépecha
en de Cañada de los Once Pueblos. De documenten uit de 16e en 17e eeuw (códice
van Tzintzuntzan, wapenschilden, códice Cuara) refereren naar de Uacúsecha elite
van het centrum van Michoacán en al haar verdiensten, ze waren gemaakt door en
voor de adel, met ais doel het behouden en verkrijgen van bepaalde privileges in de
koloniale maatschappij. Vele identieke iconografische elementen vinden we tevens in
latere documenten uit de 17e en begin 18e eeuw, in de títulos primordiales oftewel
land- en stichtingsdocumenten (corpus van Carapan, titels van Tocuaro en Jaracuaro,
lienzo van Aranza), alhoewel in sommige gevallen minder gestileerd weergegeven
(lienzo van Nahuatzen). In het algemeen gaat het om de historiografie van de
gemeenschappen - en niet die van de adellijke families - die de ouderdom van hun
stichting en grondgebied probeerden aan te tonen. Ze gebruikten referenties naar de
Uacúsecha elite uit het centrum van Michoacán om de legitimiteit van hun claims op
religieuze, politieke en economische macht te vergroten. Uitzonderingen zijn de
códice van Chilchota en het corpus van Zinapécuaro (Huapean serie).
Tot nu toe hebben we slechts één pictografisch document gevonden, de lienzo
van Jucutácato, dat toebehoort aan de historiografische traditie van de Náhuas uit
Michoacán. Ais we kijken naar stijl en thema valt de gelijkenis op met de
pictografische documentatie uit het centrum van Mexico. Hetzelfde geldt voor de
codices van Cutzio, in de Balsas regio van Michoacán, alhoewel we in dit geval te
maken hebben met 16e eeuwse tribuutlijsten die vervaardigd werden voor
P’urhépecha en Otomí sprekers. Deze documenten, die niet voortkomen uit de
Uacúsecha traditie, tonen de ouderdom aan van het pictografisch schrift in
Michoacán. Mogelijkerwijs waren het groepen Náhuatl en Otomí sprekers uit het
centrum van Mexico die, aan het begin van het postklassiek, het pictografisch schrift
introduceerden in de regio. Later, door de expansie van de Uacúsecha, werd deze
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 433

schriftvorm ook verbreid in andere gebieden, onder andere etnische groepen.


Volgens deze hypothetische reconstructie is het pictografisch schrift van de
Uacúsecha relatief jong, hetgeen een verklaring zou kunnen zijn voor het feit dat
haar pictografische producten (lienzos en codices) minder gestileerd zijn dan de
documentatie die voortkomt uit de centraal Mexicaanse traditie. Echter, we moeten
in aanmerking nemen dat tot nu toe nog geen prespaans document is ontdekt en dat
er ook slechts weinig 16e eeuwse documenten zijn gevonden.
Alhoewel er nog geen grondige studies zijn van het merendeel van de
pictografische documenten uit Michoacán, worden deze gebruikt - in het algemeen
kritiekloos - in onderzoek naar de inheemse cultuur in de regio. Daarom zijn vele
documenten "gei'dentificeerd" ais primaire bronnen uit de 16e eeuw terwijl we op dit
moment weten dat ze gemaakt werden in de 17e en 18e eeuw, zie bijvoorbeeld de
Carapan documenten. Zonder enige twijfel verdienen de bronnen die voortkomen uit
de inheemse historiografische traditie grondigere studies. Zij zijn unieke documenten
waarin de inheemse visie op de prespaanse en vroegkoloniale maatschappij wordt
gepresenteerd. Tot op de dag van vandaag zijn ze van groot belang voor vele
gemeenschappen in Michoacán.
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ENGLISH SUMMARY (resumen en inglés)
"Indigenous pictorial historiography from Michoacán: the Lienzo of Jucutácato and
the land titles of Carapan"
Before the Spanish conquest (1521 AD), during the late postclassic period (1200­
1521 AD), present day Michoacán (land of the fishermen), in western Mexico, was
divided into several cacicazgos (señoríos or city states) and was mainly inhabited by
P’urhépecha (or Tarascan), Náhuatl, Otomí, and Matlatzinca speakers. During the
postclassic period other P’urhépecha speaking groups, most notorious among them
being the Uacúsecha (eagle lineage), settled in the Lake Pátzcuaro area and
managed, through marital alliances and warfare, establish a powerful cacicazgo
which was to remain independent from the central Mexican triple alliance.
Information about indigenous cultures in Michoacán in prehispanic and
viceregal times is mainly based on archaeological material and written documents.
Besides the Relación de Michoacán and other chronicles written or composed by
European friars (often with the help of the indigenous elite), documents which
belong to the indigenous pictorial writing tradition (so-called codices and lienzos)
also exist. These pictorial documents contain information about state formation and
social organisation of the indigenous population in prehispanic and early viceregal
times. They are the product of indigenous historiography and inform us about social
and historical processes from an indigenous point of view. Although the
iconographical elements of this old writing system have been studied by various
authors, indepth analysis of the pictorial documents from Michoacán are still lacking.
It is not the objective of the present work to present a study of all pictorial
sources from this region, but rather an iconographic analysis of several documents
which are considered to be of major importance: the lienzo of Jucutácato and the
land titles of Carapan. The selection of these documents is based on the fact that,
despite the lack of good analysis, they are the most frequently cited pictorial
manuscripts in the literature on ancient Michoacán. Furthermore, they are documents
which are conspicuous for their iconographic composition and complex theme. In the
present study emphasis is placed on the use of these documents by the indigenous
elite and communities - in the 16th, 17th, and 18th centuries - to legitimate the
possession of land and mines, and to obtain and maintain political, religious, and
economic power.
For the iconographic analysis of the pictorial documents the author used the
ethno-iconological method (based on the work of Erwin Panofsky) which consists of
three basic levels of interpretation:
436 RESUMEN EN INGLES

(a) the description of the documents.


(b) the identification of scenes, themes, and related elements.
(c) the identification of the message expressed by the painters and the use of the
document by indigenous nobles and/or communities.
To be able to interpret the pictorial documents in their regional historical context, the
following sources are used: secondary literature about archaeology, ethnohistory,
anthropology and linguistics, published and unpublished ethnohistorical documents
and other pictorial manuscripts. Furthermore, the help received from the inhabitants
of the region and communities which once generated the studied documentation, has
been of utmost importance.
Part I Michoacán and indigenous historiography
The first part of the study comprises of a reconstruction of the geopolitical situation
in late postclassic Michoacán (1200 - 1521 AD), a short presentation of some of the
changes caused by the European presence and an overview of indigenous pictorial
historiography in the region. As such it is an introduction to parts II and III.
Chapter I Cacicazgos and ethnic groups in Michoacán
The reconstruction of the geopolitical situation in prehispanic Michoacán is generally
based on the information from the Relación de Michoacán, a 16th century
ethnohistorical source which was probably composed by Father Jerónimo de Alcalá.
However, the chronicle contains the story of the rapid expansion of the Uacúsecha
cacicazgo and presents a very Uacúsecha-centric vision. It emphasizes the efforts
made by the Uacúsecha elite to conquer a vast territory in a relatively short time and
to convert it into a highly centralized state. Other sources, however, show that the
Uacúsecha cacicazgo was, in fact, based on earlier political and economic structures
in the region and that other important ethnic groups existed in the region before the
expansion of the Uacúsecha.
Various documents show the presence of these different ethnic groups which
often lived together in so-called pueblos compuestos (mixed communities), as was the
case in the town of Cutzio, for example. Tello argues that Tzintzuntzan, the capital
of the late postclassic Uacúsecha cacicazgo, was a foundation of Náhuatl speakers.
The importance of these different groups in postclassic Michoacán is very clearly
indicated in the lienzo of Jucutácato and the probanza (evidence used in court) of
Tetlama, both 16th century documents from the southern part of the region. The
multi-ethnic aspect of Michoacán is also demonstrated by linguistic data, although
further research is needed to produce an adequate map of the languages spoken in
the area. Archaeological evidence too shows that some important cacicazgos already
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 437

existed in the early postclassic period, some time before the Uacúsecha expansion as
indicated in the Relación de Michoacán.
After the Spanish conquest many members of the indigenous elite lost their power
while others managed to maintain or even expand their privileges. The direct
descendants of the Uacúsecha for example, occupied important positions in colonial
society. They presented pictorial documents to show their noble descent and their
participation in the conquest and evangelization of the indigenous people, which were
important elements in order to persuade Spanish authorities to recognize their claims
to special treatment, i.e. exemption from taxes, rights to land and tribute.
The initial emphasis on the relationship between the ruler and his tributaries in
the prehispanic and early colonial periods shifted to an emphasis on the deliniation
of territories in later colonial times, something which is also reflected in the
development of indigenous historiography, particularly in the pictorial documents.
Chapter II Pictorial sources and the history of their investigation
The information given by the chroniclers in viceregal times and colonial pictorial
documents suggest that the pictorial writing system was already existent in
Michoacán in precolonial times. The European friars saw these indigenous
documents and used them in their writings on the history and especially on the
evangelization of the region. The most famous is Pablo de la Purísima Concepción
Beaumont who managed to study and copy several important documents, among
them the codice and the coats of arms of Tzintzuntzan. Furthermore, Beaumont
made a copy of one of the codices of Cutzio. Besides the European friars, the
criollos also became increasingly interested in the indigenous past of Michoacán.
Juan José Pastor Morales for example, who owned a lienzo from the Zacapu area,
was interested in archaeology and financed an edition of Basalenque’s Tarascan
grammar.
After independence in the early 19th century a number of scientific institutes
were installed to investigate the indigenous past of the region and a growing number
of individuals became interested in indigenous cultural manifestations. Attention on
the fascinating pictorial documentation increased too. The most important collectors
of lienzos and codices from Michoacán were Francisco Planearte y Navarrete,
Francisco Orozco y Jiménez, Pablo García Abarca, Eduard Seler and Nicolás León.
The last two were not only of considerable importance to the historiography of
ancient Michoacán, but also to the studies of other Mexican regions, especially
Oaxaca.
It was León who in 1886 founded, with the help of his friend Mariano Jiménez,
the ethnology museum (Museo Regional Michoacano) in Morelia. He managed to put
together a small collection of pictorial documents which was dispersed after the
closure of the museum in the 1890s. The early collection in Morelia can be seen as
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the basis for the later collection of the National Museum (Museo Nacional de
Antropología e Historia) in Mexico-city.
Another important institution was the Mexican Society for Geography and
Statistics {Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística) in Mexico-city. Many
national and international scholars were members of the society which published very
important articles on all aspects of Mexico. It managed to obtain a splendid library
with extremely important works on indigenous languages and also received some
pictorial documents, such as the lienzo of Jucutácato.
The pictorial documents from Michoacán in the forementioned institutions and
several other musea and libraries in Mexico, Europe, and the United States are still
relatively unknown and nearly all unstudied. Taking into account that many
documents still exist in community archives, the list of known documents which is
presented in this study must be considered incomplete as more documents will
probably appear in the coming years.
Part II The Lienzo of Jucutácato
The lienzo of Jucutácato is a pictorial document from Xiuhquilan or Jicalan and was
used in the 16th century to demonstrate the rights of the Xiuhquilteca to mines of
copper and natural pigments. It is the pictorial document most often used for the
historiography on prehispanic Michoacán, even though it has never been the subject
of an indepth analysis.
Chapter III History of its discovery
After Alonso de la Rea saw the lienzo in Jucutácato, in 1643, it was rediscovered in
the 19th century by Pablo García Abarca who received it - as a payment - from
Luisa Magaña, the descendant of a cacique family of Jicalan, a village near
Jucutácato. According to oral history, Magaña stole the document from the church
in Jucutácato where it had served as a ceremonial blanket.
In 1877 the document was presented at the first formal exhibition of Michoacán
culture in Morelia and in 1882 García Abarca donated it to the Sociedad Mexicana
de Geografía y Estadística (SMGE) in Mexico-city where it is still kept today. The
lienzo was copied on several occasions. The copy of the SMGE and the Jiménez
Moreno copy {Museo Nacional de Antropología, Mexico-city) are essential for the
analysis of the document because of the partial destruction of the original.
Although the lienzo of Jucutácato is the most studied pictorial document from
Michoacán, since the study of Eduard Seler no substantial progress has been made.
The discovery of the so-called probanza of Tetlama and the identification of the old
Jicalan (the central place in the lienzo) as a site where metallurgy was practiced, are
the most important recent contributions.
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 439

Chapter IV Description and analysis


The document shows the origin of the Náhuatl speaking people of Xiuhquilan, the
old Jicalan, their migration to southern Michoacán, and the foundation of their
community near present-day Charapendo. According to their own historiographical
tradition, they came from the eastern Mexican coast in Veracruz and were guided by
their god Tezcatlipoca. After having founded Xiuhquilan, several expeditions were
undertaken to explore copper mines and deposits of natural pigments in various parts
of the southern Tierra Caliente (hot lands). Three routes can be distinguished:
(a) route to the Tepalcatepec river area (southwest)
(b) route following the Balsas river to Huetamo (southeast)
(c) route to Condembaro (west)
In several places the Xiuhquilteca found mines and extracted copper and natural
pigments which were further processed in old Jicalan. The products - copper artifacts
used in agriculture and painted gourds - were taken to the Lake Pátzcuaro area and
offered - as tribute payment - to the Uacúsecha elite.
Chapter V The socio-historical origin of the Lienzo of Jucutácato
The lienzo was used in a conflict between the authorities of Jicalan and Urecho
around the year 1565. Both claimed to have rights to several mines in the southern
hot lands. Although the resolution of the conflict remains unknown, the Xiuhquilteca
presented their lienzo in which their ancient rights to the mines are shown. Like the
Tetlameca, they argued that they were Náhuatl speakers from the Veracruz region
who founded their settlements in the southern parts of Michoacán long before the
Uacúsecha expansion and they only shortly before the Spanish conquest were
incorporated into the cacicazgo of the Lake Pátzcuaro elite (and had to pay tributes).
According to the Xiuhquilteca, it was their ancient god Tezcatlipoca who guided
them to their new settlement; therefore, their mining activities had a divine origin.
In colonial times their rights to the mines were reconfirmed by the Huitziméngari
family, descendants of the last Uacúsecha leader (Tzintzicha Tangaxoán).
The lienzo of Jucutácato shows that Náhuatl speaking groups migrated to the
southern parts of Michoacán, probably in the early postclassic period, to search for
precious metals and other products. They appear to have dominated metallurgy until
the late postclassic period, when other groups, like the Uacúsecha, also managed to
become more influential in the region and exert greater control over mining
activities. Copper production remained in indigenous hands until the end of the 16th
century, when it became highly centralized by the Spanish authorities. Today, only
one centre of copper production remains, Santa Clara del Cobre. The traditional
production of painted gourds can still be found in Uruapan.
440 RESUMEN EN INGLES

Part III Pictorial documents from Carapan


The corpus of pictorial documents from Carapan (Cañada de los Once Pueblos,
northeast Michoacán) consists of the Codex of Carapan, the Lienzo of Carapan, the
Lienzo of Pátzcuaro, the Genealogy of the Carapan Caciques, and the Codex
Planearte. Many scholars have used them - without a profound study of their
contents - as primary 16th century sources although they are in fact títulos
primordiales or land/foundation titles from later (17th and 18th) centuries.
Chapter VI The codices and lienzos from Carapan
The corpus of Carapan was kept in the local archive of Carapan until the end of the
19th century when the documents were dispersed and fell into the hands of several
private collectors. It is interesting to note that an important part of the documentation
was acquired by Francisco Planearte y Navarrete (Codex Planearte and maybe also
the Genealogy of the Carapan Caciques) and his friend Francisco Orozco y Jiménez
0lienzo of Pátzcuaro), both from the Cañada region. Although a transcription of
Plancarte’s documents was published, the originals were lost. The author of this
study located the unpublished last part of the Codex Planearte in the parish archive
of Chilchota and the original lienzo of Pátzcuaro in a private collection in
Guadalajara. The lienzo and codice of Carapan appeared in the Museo Regional
Michoacano (Morelia) around 1922.
Chapter VII Description and analysis
All documents deal with the foundation and history of the community of Carapan in
prehispanic and early viceregal times and are strongly related to each other. The
authors used a large number of pictorial elements and glosses written in Spanish and
P’urhépecha to express their message. In general we can distinguish three basic
levels of information in the Carapan corpus:
(a) the prehispanic foundation of the community
According to the documentation Carapan was founded by members of the Uacúsecha
elite from Pátzcuaro, who supposedly inhabited the Cañada area and granted the
community a well defined territory.
(b) the reconfirmation of the Carapan territory in the viceregal period
In 1545 Carapan was visited by Don Antonio Huitzimengari, gobernador of
Pátzcuaro, who reconfirmed their territory and their rights as the main community
0cabecera) in the Cañada region, and all other settlements were declared its subjects
{sujetos). As such Carapan had the right to elect its own gobernador and other
members of the indigenous council {cabildo). According to Carapan historiography
Don Pablo Cuiru was elected gobernador of the community in 1589. Cuiru once
LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA DE MICHOACAN 441
more reconfirmed the rights of Carapan to its territory and cabecera status,
something which according to the documentation was repeated in 1597.
(c) Spanish authorities
The Carapan corpus shows the peaceful encounter between the Uacúsecha noblemen
and Hernán Cortés and also the baptism of the indigenous caciques by two Spanish
fathers. According to the titles the Spanish king Phillips III also reconfirmed the
position of Carapan as the cabecera with a well defined territory.
Chapter VIII The origin of the Carapan titles
The corpus of primordial land titles was used in an extensive land dispute between
the communities of Carapan and neighbouring Ichan around 1710. The problems
between the two villages began when Carapan asked for the reconfirmation of its
territorial possessions in order to separate itself from Chilchota and the other sujetos
who asked for their titles as the congregation of Chilchota. Because of the continuing
fights Carapan did not receive its titles until 1760-1761.
Although there is only evidence that the primordial land titles of Carapan were
used during the conflict with Ichan and for the reconfirmation of their territory, it is
possible that some of these documents were already written in the second half of the
17th century when tension between the cabecera Chilchota and its sujetos rapidly
increased, and some of these sujetos tried to obtain autonomy.
The primordial land titles of Carapan were composed in a period when the
pressure on indigenous land increased and many former sujetos gained political and
economic power and tried to separate from their cabeceras. In its titles, Carapan
expresses that it has always been, since primordial times, an important and strong
coherent unit with a well defined territory. To emphasize this the authors used a
large quantity of other local and regional Spanish and indigenous sources, among
them documents from the Lake Pátzcuaro area like the coat of arms from
Tzintzuntzan. All were incorporated into the Carapan documents as a strong
legitimation to their claims.
The majority of the pictorial documents from Michoacán known today, originate in
the historiographic tradition of the Uacúsecha. Although the so-called codice of
Tzintzintzan, the two coats of arms from Tzintzuntzan, and the Relación de
Michoacán are from the first century of the colonial period, the other documents
were elaborated in the 17th and 18th centuries. Furthermore, most of the
documentation comes from the Lake Pátzcuaro region, the Meseta P’urhépecha, and
the Cañada de los Once Pueblos. The documents from the 16th and 17th century
0codice of Tzintzuntzan, coats of arms, codice Cuara) refer to the Uacúsecha elite
from the centre of Michoacán and all their merits. They were made for and by the
442 RESUMEN EN INGLES

nobility, with the purpose of conserving and obtaining certain privileges in viceregal
society. In the so-called títulos primordiales or land/foundation titles (corpus of
Carapan, titles of Tocuaro and Jaracuaro, lienzo of Aranza), documents from the end
of the 17th and beginning of the 18th century, we find many identical iconographic
elements, although in some cases less stylized (lienzo of Nahuatzen). In general we
are dealing with the historiography of the communities rather than nobility, that
intended to demonstrate the antiquity of the settlement and its territorial possessions.
The authors of the landtitles used references to the Uacúsecha elite from the centre
of Michoacán to improve the legitimacy of their claims to religious, political, and
economic power. Exceptions are the so-called codice of Chilchota and the corpus of
Zinapécuaro (Huapean series).
Until today we have found only one pictorial document dating to the end of the
16th century, the lienzo of Jucutácato, which stems from the historiographical
tradition of the Náhuas in Michoacán. Considering its style and theme it is very
similar to the pictorial documentation from central Mexico. The same can be said
about the codices of Cutzio from the Balsas region of Michoacán, although in this
case we are dealing with lists of tributes painted for P’urhépecha and Otomí speakers
in the mid 16th century. These non -Uacúsecha documents show the antiquity of the
pictorial writing system in Michoacán territory. Pictorial writing was possibly
introduced into the region by groups of Náhuatl and Otomí speakers from the center
of Mexico at the beginning of the postclassic period. Later, through the Uacúsecha
expansion, the art of writing diffused into other areas and other ethnic groups began
to use it. According to this hypothetical reconstruction the pictorial writing system
of the Uacúsecha is rather recent, which might explain the fact that its pictorial
products (codices and lienzos) are less stylized than the documentation coming from
the central Mexican tradition. However, we have to bear in mind that we do not
have any prehispanic documents and that we only have very few sources from the
16th century.
Although there are no thorough studies of the majority of the pictorial
documents from Michoacán, they are used - generally without criticism - in the
investigation of indigenous culture in the region. Thus many documents have been
"identified" as primary sources from the 16th century, whereas at the moment we
know that they were actually composed in the following two centuries, for example
the case of the Carapan documents. Surely the different sources which come from
the indigenous historiographical tradition of Michoacán require more indepth
analysis. They are unique documents which present the indigenous vision on the
prehispanic and viceregal world and even today are of utmost value to many
communities in Michoacán territory.
c n w s

Antes de la llegada de los españoles, los indígenas de Michoacán y


otras regiones en México tenían su propia forma de escritura basa­
da en elementos pictóricos con un determinado significado. En esta
tradición pictográfica fueron realizados varios documentos, entre
ellos matrículas de tributo, mapas, genealogías de casas señoriales
y de caciques, libros sobre dioses, rituales, inventarios de propieda­
des, tierras y descripciones históricas del asentamiento o territorio.
En la época colonial los indígenas siguieron usando esta forma de
escritura, incluyendo ya elementos europeos y empezando a usar el
alfabeto latino para escribir su propia lengua, incorporándolo en sus
pictografías.
El presente trabajo es un análisis iconográfico del Lienzo de Jucutá­
cato y los títulos de Carapan. documentos procedentes respectiva­
mente de la historiografía náhua y uacúsecha de Michoacán. Se pone
énfasis en el uso de estos documentos por ciertas élites y pobla­
ciones indígenas en la época virreinal, para legitimar derechos a tier­
ras y minas (de cobre, matiz y cal) y para obtener o mantener el
poder político, económico y religioso. Para interpretar estos docu­
mentos pictográficos dentro de su contexto histórico regional, se
ha usado un gran número de fuentes dentro de una perspectiva inter­
disciplinaria: la literatura sobre la arqueología, etnohistoria, antropo­
logía y lingüística de Michoacán, documentos etnohistóricos publica­
dos y inéditos (colecciones de archivos) y otras fuentes pictográfi­
cas. Además ha sido de suma importancia la ayuda brindada por las
poblaciones indígenas. Los documentos pictográficos proceden de la
historiografía indígena de Michoacán y representan la visión indíge­
na del mundo prehispánico y virreinal. Aún en la actualidad tienen
gran valor para muchas comunidades michoacanas.

ISBN: 90-5789-016-X

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