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Determinantes Sociales, Económicos y

Determinantes Sociales, Económicos y

Estos determinantes se refieren a variables


como aspectos culturales, estilos de vida,
violencia social, discriminación por diversos
motivos, estigma, ingresos económicos, nivel
educativo, abuso de drogas, sedentarismo,
alimentación, estrés, conducción peligrosa,
empleo, prácticas de sexualidad, prácticas
religiosas, la organización social, entre otras

Las presiones socioeconómicas persistentes constituyen un riesgo conocido para


la salud mental de las personas y las comunidades. Las pruebas más evidentes
están relacionadas con los indicadores de la pobreza, y en particular con el bajo
nivel educativo. La mala salud mental se asocia asimismo a los cambios sociales
rápidos, a las condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a
la exclusión social, a los modos de vida poco saludables, a los riesgos de violencia
y mala salud física y a las violaciones de los derechos humanos.

También hay factores de la personalidad y psicológicos específicos que hacen que


una persona sea más vulnerable a los trastornos mentales. Por último, los
trastornos mentales también tienen causas de carácter biológico, dependientes,
por ejemplo, de factores genéticos o de desequilibrios bioquímicos cerebrales.”

Es decir, la salud mental, como los problemas mentales, están determinados por
factores personales, sociales y ambientales. Estos factores que determinan la
salud mental se pueden agrupar en tres temas principales:

el desarrollo y mantenimiento de comunidades saludables: proporcionar un


ambiente de protección y seguridad, buenas condiciones habitacionales,
experiencias educativas positivas, empleo con buenas condiciones de trabajo y
una infraestructura política de apoyo permite la autodeterminación y el control de
la propia vida y proporciona apoyo social, modelos de roles positivos y las
necesidades básicas de alimentación, afecto y albergue.

la capacidad de cada persona para afrontar el mundo social a través de


destrezas de participación, tolerancia a la diversidad y responsabilidad mutua.
Esto se relaciona con experiencias positivas de lazos afectivos tempranos, apego,
relaciones, comunicación y sentimientos de aceptación.

la capacidad de cada persona para afrontar los sentimientos y


pensamientos, el manejo de la propia vida y la resiliencia “o un fenómeno por el
que los individuos alcanzan relativamente buenos resultados a pesar de estar
expuestos a experiencas adversas” (Rutter, 2007). Esta capacidad se relaciona
con la salud física, la autoestima, la habilidad para manejar los conflictos y hacer
frente a las adversidades de la vida y la capacidad para aprender.

Favorecer el desarrollo de estas cualidades individuales, sociales y ambientales y


evitar lo opuesto son los objetivos de la promoción de la salud mental y el enfoque
será diferente según el tipo de factor o factores que queramos abordar. Es
necesario tener en cuenta que, al ser tan numerosos y variados los factores que
condicionan la salud mental de las personas -determinantes sociales y personales-
las actividades de promoción de la salud mental (que actúa sobre los
determinantes) y de prevención de la enfermedad mental (que se ocupa de las
causas de la enfermedad) estarán relacionadas y, en muchos casos,
superpuestas.

Depresión en la vejez-Van Gogh

En relación con los determinantes socioeconómicos de la salud mental, las


actividades para la promoción de la salud mental son mayoritariamente
sociopolíticas y han de ir encaminadas a reducir el desempleo, mejorar la
escolarización y la vivienda, trabajar para disminuir el estigma y la discriminación,
etc. Pero, para que los responsables de la toma de decisiones y los profesionales
actúen en este sentido, es necesario que exista evidencia de dicha relación.

En este sentido, se ha publicado recientemente en la revista Gaceta Sanitaria,


como parte del Informe SESPAS 2014, el artículo Crisis económica y salud mental
en el que los autores presentan algunos de los datos obtenidos en el estudio
IMPACT, que compara la prevalencia de los trastornos mentales más frecuentes
diagnosticados en Atención Primaria antes y durante la actual crisis económica en
todas las CCAA y analiza el impacto del aumento del desempleo sobre el trastorno
mental (2006-2010): los trastornos del estado de ánimo (depresión y ánimo
decaído), los trastornos de ansiedad y somatomorfos (cuando la persona presenta
síntomas de una enfermedad que no se demuestra en pruebas médicas) y el
abuso de alcohol, aumentaron de manera significativa durante la crisis económica.

Incremento (%) de los transtornos mentales entre 2006 y 2010 en España (estudio
IMPACT). Fuente: Crisis económica y salud mental. Informe SESPAS 2014.
Margalida Gili, Javier García Campayo, Miquel Roca. Gac. Sanit. 2014;
28(Supl.1):104-8

El estudio IMPACT aporta datos relevantes sobre el aumento de la prevalencia de


los transtornos mentales más frecuentes y recomienda la necesidad de fortalecer
los factores de protección del impacto de la crisis en los grupos más vulnerables
como los niños, los jóvenes, los ancianos y las personas en desempleo. Para ello
propone medidas activas de política asistencial, preventiva y social, ensayadas en
otros países con éxito, para reducir el impacto de la crisis en la salud mental:

incrementar los servicios comunitarios, manteniendo la cobertura sanitaria


de manera universal

desarrollar políticas activas de empleo para reducir las tasas de paro, de


manera especial en la población joven

poner en marcha programas especiales de apoyo a personas con dificultades


económicas básicas, como la vivienda

favorecer la reducción del consumo de alcohol, que podría incluir un aumento de


los impuestos

prevenir las conductas suicidas, en especial entre la gente joven, con políticas
adecuadas evitando conductas miméticas.

Es el nombre colectivo asignado a los factores múltiples que, según se


piensa, contribuyen a la salud de las poblaciones. Incluyen elementos
como la dotación genética de las personas y las respuestas individuales,
el entorno social y físico en el que viven, las condiciones económicas
(ejemplo, productividad y riqueza) de la sociedad, la accesibilidad y es
calidad del sistema de atención de salud.
Aunque no hay acuerdo sobre el conjunto de factores determinantes de
la salud o su importancia relativa, la siguiente lista de factores son un
punto de partida para guiar en el futuro nuestra política e investigaciones
en materia de salud de la población:
- Ingresos y nivel social
- Redes de apoyo social (familiares, vecinos, organizaciones sociales
de la población, etc.)
- Educación
- Empleo y condiciones de trabajo
- Entornos sociales
- Entornos físicos
- Aspectos biológicos y dotación genética
- Practicas de salud personales y aptitudes de adaptación
- Desarrollo sano del niño
- Servicios de salud
- Género
- Cultura
La lista incluye determinantes a nivel individual (por ejemplo, prácticas de salud
personales, características biológicas y dotación genética) y a nivel de la población (por
ejemplo, educación, empleo y disparidad en los ingresos). El enfoque de salud de la
población sugiere que losfactores determinantes presentes en la población pueden
directamente
infl uenciar en los factores determinantes a nivel individual.
En efecto, el entorno social y económico inmediato de una persona y la
manera en que este ambiente interactúa con sus recursos psicológicos y
aptitudes de adaptación, pueden infl uir en la determinación de la situación
de salud mucho más de lo que se reconoció en estudios epidemiológicos
anteriores acerca de la etiología de las enfermedades crónicas (ver el
cuadro en esta misma página).
El enfoque de salud de la población aborda todo el rango de factores
y condiciones de riesgo que determinan la salud de la población o de

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