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Editor
Carlos Cosme Mellarez
Impresión
Punto & Gratia S.A.C.
AII. Del Rlo W 11 3 Pueblo libre, Lima Perú
Telt.. (51-1) 332-2328
.
Jorge Burga Bartra
INTRODUCCiÓN ....... ... ..... .. .. ........ .. ... .. .... ...... .. .. ... ........... ..... .... .... ... ..... .. ... .. .. ... .. .. .. ..... ... ........................................... ... 10
BIBLIOGRAFíA ....................................................................... .......... ....................................... ....... ... ...... ... ... ... ... ........ .. 170
AUTORíA DE DIBUJOS ................................ .... ... ....... .. .. ..... .. .... ..... ..... ... .. .................................................................... . 172
Prólogo
Punta Sal
Una mirada amplia en la arquitectura construida en el Peru, nos pennite observar en ella periodos claramente diteren·
ca:Jos, llamemos básicos para no ingresar en el territorio oomplicado y erudito de la historiografia· Tal simplificación
!lOS pennite poner un orden elemental en nuestro stock edilicio acumulado durante miles de ar'los: (a) Arquitectura
Pl'ehtspánica, (b) Arquitectura Virreinal o Colonial, (c) ArqUitectura Republicana ,
'-cudimos a esta seriación elemental para señalar que, si bien en cada etapa as! conceptuada históricamente, se
IIgI'Upa a formas, tipologlas y procesos constructivos diferenciados y propios, alojo analítico no se le escapa escudriñar
, ver en los objetos arquitect6nioos todavía existentes, derta continuidad que traspasa los períodos y que da cuenta,
en última instancia, que no existe proceso cultural químicamente puro y que en la vida real los procesos culturales se
lJ'aSlapan y superponen; de tal suerte que, podríamos decir que existe una genética del I(locus» geográfico y cultural
peruano que da continuidad al proceso edificatorio entre nosotros.
Esta es precisamente la mirada aguda de analista y dibujante (el dibujo es el lenguaje de la renexión arquitectónica) de
Jorge Burga que, con el titulo de la Arquitectura Vernácula Peruana, nos muestra y ensena cómo es que en la
arquitectura producida por diseñadores y constructores no formalizados del Perú, los arquitectos y no arquitectos
podemos, seguir la huella de un largo proceso histórico arquitectónico a través de valiosos ejemplos de arquitectura
vernácula elevados por Jorge a categorías tipológicas, y como este proceso sigue pujante, aunque seriamente
amenazado por la incultura y el desarraigo de autoridades ediles que viven sumergidos en un deseo de modernidad
IIIlOOnsistente, cursi y agreSivO.
la arquitectura moderna , aquella que la Escuela de Ingenieros, hoy UNI , introdujo formalmente entre nosotros en 1910,
produjo un sismo cultural que hasta ahora nos sacude.
Cuando la enseñanza formal de la arquitectura en el siglo pasado generaliza en nuestro espacio cultural, que el
diseño moderno abre la posibilidad casi infinita de formas arquitectónicas ahora nos damos cuenta· borra a su vez la
conciencia edilicia hasta ese entonces imperante, que prescribía tácitamente, que los edificios especificas son-deben
ser· ejemplos de una tipologia oonocida y comprobada y no Intentos, generalmente fallidos, de especies singulares.
la anterior observación no es banal , para decirlo de otra manera ¿ Acaso nuestros centros históricos, no son lo más
valioso que poseen nuestras ciudades y resaltan cada vez mejor frente al feo lel6n de edificios modemos diversos,
cuya propuesta formal apenas dura unos cuantos años y decae inexorablemente en edificios fallidos?
Tal vez esa arquitectura vernácula no se contaminó con estilos pasajeros, incluido el que se autodenominó «internacio·
naht, y manluvo su esencia con pocas modificaciones a lo largo de los tiempos. Esencia que recoge el autor en distintos
tipos arquitectónicos, surgidos de cada lugar y cultura.
Pues bien, invito a ver y leer este importante trabajo, estos dibujos y textos de Jorge Burga, que nos convocan finamen·
te a observar nuestro proceso histórico de producción arquitectónica sin la veladura de una modernidad mal entendida
que envuelve nuestras ciudades.
Javier Sota Nadal
,. JORGE BURGA BAATRA
Introducción
AftouITECTURA VERNACULA PERUANA 11
Este libro tiene su origen en un interés personal por las ricas expresiones de arquitectura vernácula que se desplie-
gan sobre nuestro territorio. Dicho interés surgió de la oportunidad de viajar por diversas razones, a través de los
hennosos parajes del Perú; por un lado, debido a la ejecución de proyectos de arquitectura o al dictado de cursos o
conferencias y, por otro lado, por ser parte de una familia provinciana que vivió en varios lugares antes de asentar-
se en lima . Mi interés inicial fue la interpretación del lugar y el paisaje en mis proyectos de arquitectura, más tarde
ese interés se amplió hasta convertirse en una pasión por esa arquitectura en si misma, desligándose de lo utilitario
y valorando su ligazón al lugar y a sus materiales; planteando soluciones simples de control del clima, brindando
confort dentro de lineamientos sostenibles.
Una libreta de notas y dibujos, algunos planos y mapas, además de una cámara; fueron el equipaje básico con el
que se inició la aventura de descubrir a pie, los rincones de cada pueblo y ciudad. Luego, en el hotel o la casa,
escribia lo que no queria olvidar dibujaba lo que mis retinas aun retenian o pasaba en limpio los esquemas hechos
en el lugar. Después, como tratando de entender mis trofeos, los comparaba con estudios sobre el sitio, buscando
documentación sobre el lugar y su cultura; asl quedaba ese conjunto de papeles. esperando una decisión sobre
qué hacer con ellos; pero esa decisión debía también tener su oportunidad. Recuerdo que redondeé un libro
pequel'io sobre la vivienda en Cajamarca durante un tiempo que estuve enfermo. En otra oportunidad, avancé la
publicación de un libro durante un tiempo sin trabajo estable. Hace algunos ai'ios organicé algunos de estos dibujos
en un libro sobre escritos y paisajes, el cual nunca vio la luz; pero otros libros fueron exitosos como el que publiqué
con Miguel Alvaril'io -apoyado por nuestros dibujos a los que al'iadimos los de sus hijos-, me refiero a Arquitectura
Popular en la Costa Peruana . (Alvaril'io; Burga. 2001
Pero lo más importante de este quehacer -que se fue convirtiendo poco a poco en un hábito- fue tomar la decisión
de cuáles ejemplares vernáculos escoger estudiar y dibujar. Esto me llevó a visitar y volver a los mismos lugares
para buscar y encontrar lo típico . Significó determinar las constantes, pero también las variantes; es decir' encon-
trar la norma y la forma en que se expresa la arquitectura vernácula de cada lugar las Que, a la larga , van configu-
rando el estilo. ASi, estilo, norma '1 tipo no son sino definiciones de la forma en distintos niveles. Mientras el tipo se
relaciona con el nivel mas elemental, el estilo lo hace en el más complejo.
En sus origenes, los tipos vernáculos surgieron del uso directo de los materiales del lugar en el empeño de edificar
un cobijo que protegiera a sus ocupantes de las condiciones climaticas imperantes, seleccionando los materiales
adecuados y aplicando un sistema constructivo simple y lógico. Luego, por un proceso de decantación a lo largo de
los al'ios, fue quedando lo mas valioso, aquello que convierte al tipo en arquetipo, integrándose al acervo cultural
del lugar. Entonces, buscar las constantes, encontrar las diferencias, rescatar lo trascendente de esta arquitectura
en proceso de desaparición es uno de los objetivos básicos de esta recopilación.
Se buscó lo auténtico , lo representativo , lo surgido del lugar y adecuado a él; entendiendo como lugar no s610 el
paisaje, el clima y los materiales. sino también la gente Que lo habita y su cultura ; es decir, aquello que expresa una
identidad y le otorga coherencia expresiva a la arquitectura. Este punto de partida deja fuera del estudio la arquitec-
tura fastuosa ligada, en cada época , al poder. Así , descartamos los templos y las casonas señoriales, no por el
hecho de ser ricas, sino porque han sido las más estudiadas, existiendo una información relativamente amplia
sobre ellas. Serán tomadas en cuenta sólo cuando ayuden a explicar algún estilo o norma dominante en la arqui-
tectura vernácula. Es cierto que lo vernáculo se liga a lo propio y a lo artesanal por limitaciones económicas; en
cuyo extremo estarían las viviendas putucos' que surgen del uso del suelo mismo, así como las de las islas de los
uros, edificadas con las mismas fibras de totora de las que están hechas las islas sobre las que se asientan; pero
también se hace por razones culturales, las que no siempre se reducen a lo más simple ni a lo más barato.
También trataremos tangencialmente el caso de una arquitectura que --construida con material «noble,. so pretexto
de ser moderna y universal- viene arrasando con la arquitectura vernácula de todos nuestros pueblos. Este estilo
que se consume masivamente en los alrededores de fas ciudades es el que, habiendo surgido en Lima como
producto de la masiva migración , dificilmente se puede considerar limena. Es más bien un hfbrido serrano-costeño,
urbano-rural, tradicional-moderno que se ha generalizado en los ámbitos urbanos mayores y menores de nuestro
país. Este estilo chicha2 está diluyendo toda la riqueza y la expresividad de la arquitectura vernácula tradicional
popular sin lograr aun plasmar una nueva identidad.
Con relación a los tipos que presentamos, estos no han sido organizados atendiendo a sus lugares específicos de
origen, pues sucede qua varios lugares pueden compartír un mismo tipo. Se ha preferido tener como eje la caracte-
rización del tipo, aunque en algunos casos éste coincide con el lugar. Por otro lado, no se ha pretendido abarcar
toda la multifacética realidad de nuestra arquitectura vernácula, aunque sí se ha intentado cubrir los tipos más
característicos. Después de todo, este es un primer esfuerzo por abarcar la totalidad de nuestro territorio. Sabemos
que, por una parte, hay estudios específicos como los de Ferruccio Marussi sobre las malocas y los putucos, el de
Rosana Correa acerca de los horcones y la muesca en Amazonas, el de Leopoldo Villacorta sobre la calle Urna y el
de Eliseo Guzmán respecto a los tallanes, ambos en Piura, el de Luis Monlenegro acerca de los mojinetes trunca-
dos en Tacna, el de Miguel Alvariño , sobre la quinta en Uma y el mro del retablo en Cajamarca. Es posible encon-
Irar también esfuerzos integradores como el que emprendiéramos -con el mismo Miguel- sobre la costa peruana.
Este libro pretende ser un trabajo más ambicioso, pero se basa en lodos los mencionados y en olros más, sobre
lodo a nivel de tesis universitarias . Mención aparte merece nueslra participación conjunta, con algunos escritos y
dibujos, en la Encyc/opedia o( Vemacular Architecture of the World que editara Paul Oliver. J
tOUfTECTURA VERNÁCULA P ERUANA 13
Es claro que la pretensión de abarcar mas reduce y concentra necesariamente la extensión que se le podla dar a
cada tipo. Por ello se ha tocado en cada caso sólo tres aspectos: primero el origen y el paisaja, buscando
oontextualizar el tipo an su lugar y su historia. En segundo lugar, se desarrolla las caracterlsticas especificas de los
tipos y sus variantes para terminar con una descripción de los materiales y sistemas constructivos. Eso ha permitido
abarcar un conjunto de tipos representativos de nuestra arquitectura sin arquitectos, que no pretende cubrir la
lOtalldad de los existentes pero si hacer un primer intento globalizante. Esta no es pues una publicación cerrada
SInO, por el contrario, abierta a otros estudios que deberan sumarse en el futuro.
En al capitulo I se argumenta al enfoque del trabajo para luego pasar al meollo del asunto y analizar los ejemplos
identIficados en el pals. Finalizamos esbozando el tema de lo vernáculo moderno y las conclusiones. Especialmen-
te los tex\os relacionados con los tipos van acompanados de dibujos que ayudan a la compresión del argumento.
Para terminar es\a introducción, sólo queda agradecer a quienes han apoyado la publicación de este libro. En
pomer lugar a Javier Sota Nadal, Decano del CAP que apreció la importancia de mi propuesta , relacionada con el
mpulso a la Investigación desarrollado en su gestión, reflejado también en la creación de un Centro de Investiga-
ción del CAP Seguidamente, vaya mi testimonio de aprecio a la empresa CElIMA que ha colaborado para hacer
-eahdad este esfuerzo, que es el inicio de un camino por recorrer en la valoración de nuestra arquitectura
..;emácula. No seria justo dejar fuera de este agradecimiento a Resana Correa Álamo. quien aportó textos importan-
tes; también a Ferruccio Marussi Castellán, quien aportó algunos conceptos y dibujos que aparecieron en su
1tJro sobra los putucos, lo mismo que a Miguel AlvariJ"io Guzmán, Marcedes y Gabriel A1varifio Florián quienes
nlCKlron lo propio con dibujos aparecidos en ArqUitectura Popular en la Costa Peruana.
F."alrnente. as bueno advertir. que en este trabajo se presentan dibujos y no fotografias. por lo que hay que
nacer un acto de fe y creer que corresponden a la realidad y no a lo imaginario. Consecuentemente se debe
aceptar que el eslllo de estos dibujos debía ser descriptivo y realista. Este es un libro que se ha hecho
artesanalmente en todas sus etapas a lo largo de años de trabajo, que rinden culto a quienes construyeron esta
arquitectura durante siiglos.
"'
I
':TURA VERNÁCULA PERUANA 15
~s de los diferentes tipos arquitectónicos vernáculos en sus distintas dimensiones y no sólo en base a las ca·
¡z I'I.JeStro pals han sido reconocidos aunque no susten· racterrsticas formales que las distinguen.
QOOS ni explicados. Partimos de la hipótesis que dichos
100S surgen en territorios especificos por razones claves, LAS REGIONES, SU HISTORIA Y SU CULTURA VIVA
,., sólo dependientes de los materiales disponibles y los Plura , Tumbes y Lambayeque : En Tumbes se tiene re·
~s. sino coincidentes además con otras manifesta· gislro de la presencia temprana de los lumpis, excelentes
aooes culturales, con sus prácticas sociales vivas e his· navegantes, expertos en el trabajo con el spondyllus, con-
J:nCas. Creemos que asi como se puede identificar la de· cha marina de importancia reconocida en todo el territorio
Del"ldencia de los estilos culinarios, tanto de una tradición como alimento de los dioses, altamente valorada en la
, una cultura, como de la disponibilidad de insumos de un confección de objetos ceremoniales y de culto. Luego, el
ugar, deberiamos poder identificar los estilos vernáculos territorio fue ocupado por los señores del reino Chimú que
c:orno expresiones de territorios, materiales y costumbres lo dom inaron hasta la llegada de los incas y, luego de
específicas. 1532, la de los españoles.
Oara ubicar estos territorios, aplicamos una estrategia con· Piura tiene en sus origenes a los tallanes, también bue·
SlStente en proponer distintas entradas de modo de ir dilu· nos navegantes, quienes fueron precedidos por los vicús
adando poco a poco la relación entre los tipos y los luga· con una antigüedad mayor a los 2,000 años. Estos elabo·
"eS donde eslos se posicionan. Primero exploramos bre· raron una cerámica de gran calidad, la que ha influido en
l'E!f1lente las culturas vivas y sus regiones , para definir la que se produce hasta nuestros días en Chulucanas.
lOs ámbitos en este campo y poder reconocer los elemen- En Lambayeque floreció la cultura Sican, cuyo fundador
k:IS de identidad que puedan justificar esos lipos. Debe· mítico: Naylamp, llegó acompañado de un gran séquito ,
"'lOS señalar que asumimos cada cultura viva como el re· en una lujosa embarcación. Esta cultura tuvo gran influen-
sultado de un devenir determinado de los acontecimientos cia en el desarrollo de la posterior cultura Chimú
Ce una sociedad y, en tanto tales, definitivamente históri· Lambayeque comparte con Piura y Tumbes el bosque seco
caso En segundo lugar exploramos los climas y pisos formado básicamente por algarrobos -notables árboles
ecológicos, dado que ellos son claves respecto a las va· muy usados en la construcción vernácula-, que crecen
naciones del medio ambiente y el paisaje. Finalmente, se naturalmente en épocas del fenómeno der Niño y no re-
auscultan los materiales y sistemas constructivos ulili· quieren de riego alguno. En la arquitectura prehispánica
zados en dichos pisos ecológicos. cuestión clave en esta de la región predominó la tipolog ia de piramides escalona-
búsqueda . Como conclusión, establecemos los estilos das de adobe, a las que se ascendla mediante rampas,
vernáculos y sus territorios sobre los que trabajamos
en esta publicación. Creemos que una entrada como esta
Pág. opuesta: Algunos tipos de la arquitectura vemácula
garantiza la identificación plena de cada tipo, sustentada de la costa peruana.
16 JORGE BURGA BAJURA
en cuyo nivel superior se edificaba recintos de adobe o remoniales y religiosos fueron construidos en piedra, irradián-
quincha, destacando igualmente el uso, hasta nuestros dose la influencia de las zonas serranas hacia la costa.
dias , de horcones de algarrobo para sostener las techum- En el folclore liberteño destacan la marinera, el tondero y
bres. las pirámides de lúcume y las del bosque de Pornae los valses criollos, mientras en Ancash predominan las
son las más representativas de esta arquitectura. danzas de la sierra como la chuscada ancashina , el
En cuanto al folclore, en loda la zona se cultiva la cu- pasacalle y la marinera, lo mismo que danzas de
manaos y el tondero. Su gastronomia tiene fama interna- indumentarias elaboradas e incluso con uso de máscaras
cional, predominandO los productos del mar con los que como la huaquilla y los negritos. La gastronomía liberteña
se prepara el cebiche, el chilcano, el sudado. la parihuela, presenta platos similares a los de Lambayeque: entre
la malarrabia y el majarisco, asimismo son platos popula- otros: cebiche, cabrito, shambar, sopa teóloga, pepian de
res el seco de cabrito, el de chabela y la tortilla de raya, pavita, mientras en Ancash predomina el charqui, la
acompañados siempre por chicha y complementados con pachamanca, las humitas y el cebiche de pato.
dulces. Lima e lea: En el departamento de Lima durante el perio-
La Li bertad y Ancash : A las culturas Cupisnlque y Virú, do preinca floreció la cultura denominada con el mismo
en La Libertad, le suceden los Mochicas (siglos I al VII) y nombre: Lima, cuyos ejemplOS arquitectónicos principa-
los Chimú en el siglo XII. Los primeros construyeron las les son, entre otros, el complejo Maranga y la huaca
huacas de Magdalena de Cao, asl como las del Sol y de Pucllana. Con la conquista de los Wari, estos impusieron
la Luna, los segundos Chan Chan, la más extensa ciudad sus patrones urbanos en asentamientos como
de barro de su época, Cajamarquilla y Pachacamac; su posterior decaimiento
En Ancash la cultura originaria fue Chavin, cuyas cons- permitiÓ el desarrollo de culturas como Chancay, localiza-
trucciones en piedra se localizaron en el Callejón de da en el valle del mismo nombre, cuyos asentamientos
Conchucos. Luego de Chavin se estableció en la zona la principales fueron Pisquillo chico y Lumbra.
cultura Recuay, hacia el siglo 11. En el siglo XV fueron con- Pizarra fundÓ Lima en 1535 con el nombre de Ciudad de
quistados por los incas y luego por los españoles. los Reyes y con el rango de capital del Virreinato, esta
La arquitectura del pasado prehispánico es singular en ciudad mantuvo su primacla durante la república pues fue
cada una de las zonas. En La Libertad predomina, como nombrada capital del Perú.
en las anteriores zonas del norte, el barro con el que se En lca florecieron , en la época preinca, las culturas Paracas
construye pirámides escalonadas con rampas laterales y Nasca con extraordinarios trabajos en textilería la pri-
para conectar sus distintos niveles. El algarrobo se usa mera y con un manejo profundo de la ingeniería hidráulica
aunque no crece en esta zona con la misma fuerza que en y la cerámica la segunda. La cultura Nasca tuvo su centro
el cálido norte. en Cahuachi habiéndonos dejado también, como regis-
En Ancash encontramos patrones distintos, los edificios ce- tros de su grandeza, las ¡¡neas de Nasca y el uso de tec--
AAouITECTURA VE RNÁCULA P ERUANA 17
meas para el uso agrícola de las aguas subterráneas. Pos- fueron las de los Collaguas y Cabanas, especrficamente
teriormente floreció, un poco hacia el norte, la cultura en el CaMn del Colea, con posterioridad a la ocupación
Chincha , destacando sus centros ceremoniales de La del territorio por los Wari. Estos últimos desarrollaron la
Centinela y Tambo de Mora. agricultura incorporando la andenerla y mejorando estos
En Lima se baila la marinera limeña y el festejo. Se coci- sistemas de riego _ Esas poblaciones edificaron en piedra
na el cebiche, la causa y el anticucho como expresión de la muralla La Trinchera. En 1450 fueron integrados al im-
una cultura que es resultado de la presencia de distintas perio incaico y en 1535 al dominio espal'lol.
razas: la blanca, la indígena y también la negra, a las que En cuanto al folclore y la gastronomia, Arequipa destaca
se integraron elementos culturales aportados por las dis- en la región. AUi se cultiva, entre otras formas musicales,
bntas inmigraciones: la china, la japonesa y la europea, el yaravr, la marinera -algo más lenta y senarial que la
comunidades que se instalaron en la capital lo mismo limeña-, la pampeña y el carnaval arequipei"io. La gastro-
que en otros lugares del interior. nomia se disfruta en picanterias tradicionales donde,
En Ica se ubica uno de los más importantes centros de entre otros platos, se sirve rocoto relleno, chupe de ca-
cultura negra: el distrito del Carmen en la provincia de marones, ocopa arequipei"ia, adobo y chayro; se como
Chincha, donde se baila el festejo, el landó y el panalivio, parte en toda la zona el cuy chactado o frito, el choclo con
siendo notables los contrapuntos de zapateo de las com- queso, el queso frito y los camarones preparados de dis-
parsas de navidad. tintas formas , asi como los dulces. Pero mientras en
La arquitectura prehispánica utiliza, como en las anterio- Arequipa se consume la chicha y el anis, en Moquegua y
res zonas del norte, el barro para construir monumentos Tacna se consume el pisco y el vino.
piramidales y rampas para conectar los distintos niveles. Respecto a sus técnicas constructivas, cabe sei"ialar que
En el sur, el huarango se utiliza en vez del algarrobo, acom- las culturas de costa utilizaron la quincha, mientras que
pai"iado por la quincha desde esas épocas hasta nuestros en las zonas más altas se empleó piedra con argamasa,
dlas. lo que trajo como resultado edificios simples desprovistos
Arequipa, Moquegua y Tacna : En esta extensa zona de monumentalidad. Es posteriormente, con la llegada de
destacó la cultura de los Chiribayas que tuvo su centro en los españoles y el empleo de bóvedas y cúpulas, que los
las orillas del rio Osmorne desde el S. IX hasta la anexión picapedreros del CaMn del Calca adquieren fama, por la
de esta zona al imperio incaico durante el S. XIV. Esta construcción de iglesias monumentales en la zona, lo que
cultura, aparte de la agricultura y la ganaderfa integró a su motivó que fueran llamados de Arequipa cada vez que, por
economía la pesca y el comercio. Su arquitectura se cons- la ocurrencia de algún terremoto, habia que reconstruir
truyó con quincha, por lo que sólo se puede encontrar en obras importantes .
la actualidad rastros rudimentarios de cañas enterradas. Cajamarca y Huánuco: Los vestigios más antiguos de
Otras culturas que se desarrollaron al norte de Arequipa esta región son: el Piruro precerámico y Kotosh, ambos
18 JOftGE BURGA BAATAA
en el departamento de Huánuco, con una antigüedad apro)(j.. Jun l n , Ayacucho , Huancavellca y Apurlmac ' En
meda de hasta 5,000 ai"los. En Cajamarca se desarrolló la Ayacucho habitaron los Huarpas entre los siglos 111 Y VI
cultura del mismo nombre; toda la región fue, más tarde, de nuestra era. cuya tradición cultural se fusionó con ele-
dominada sucesivamente por los Wari, los incas y poste- mentos de las c ulturas Nasca y Tiwanaku para configurar
riormente los espaf'iolas. Este fue el escenario de la eje- la cultura Wari, la que expandió su influencia hasta Caja-
cución de Atahualpa y del inicio de la conquista española. marca por el norte, mientras que por el sur hasta Arequipa
Del periodo prehispánico han quedado un conjunto de im- y Cusco entre los siglos VIII Y XIII. Esta cultura asumió las
portantes monumentos en esta zona: Kunturwasi, Layzón , características de un imperio, pues dominó militarmente
Huacaloma, Cumbemayo, Bal'los del Inca y Ventanillas amplios territorios de los Andes Centrales habiendo esta-
de Otuzco. En Huánuco -aparte de Kotosh- destacan las blecido su capital en el complejo del mismo nombre. muy
edificaciones preincas de Tantamayo. con varios pisos, cerca de la actual ciudad de Ayacucho. En Junln las edifi-
en los que se usa la falsa cúpula . También destaca caciones pre hispánicas importantes no son numerosas.
Huánuco Pampa, importante centro administrativo Inca . aunque los Wari dejaron su huella en Wariwillca. poblado
Durante la colonia la piedra fue el material fundamental de construido con piedra canteada. La zona del departamen-
toda esta zona , destacando el uso de arcos, bóvedas y to de Huancavelica fue poblada por los Cajas, también
cúpulas en la construcció n de sus iglesias. dominados por los Wart. Tras la ca lda de estos ultimos. la
En el foldore, son diversas las expresiones que podemos zona fue dominada por los Huancas y los Chancas hasta
encontrar en cada zona . En Cajamarca domina el car- la llegada de los incas en el siglo XV. El más importante
naval en Huánuco, los negritos y los chunchos . En la poblado inca en la zona fue la ciudad de Vilcashuamán.
gastronomia encontramos algunas costumbres comunes en el actual departamento de Ayacucho, sobre una de
con muchos otros lugares de la sierra, como la pacha- cuyas plataformas edificaron los españoles una iglesia .
manca -más cultivada en Huánuco que en Cajamarca-, el En la región del actual departamento de Apurimac encon-
cuy en picante o el chactado -que se cocina sobre pie- tramos Saywite y Choquequ lrao; mientras que en el sur
dras calientes-, las humitas, el chicharrón, con particula- de Huancavelica el centro poblado de Huaytará , donde es
ridades de cada lugar Asimismo mencionaremos el cal- posible además encontrar múltiples e interesantes vesti-
do verde de Cajamarca. gios prehispánicos como el complejo Inca Wasi .
El manejo de la piedra pulida y la piedra con argamasa fue- El predominio de la edificación en piedra , fue continuado
ron comunes en esta zona antes de la llegada de los espa- por los españoles quienes cons truyeron en Ayacucho ca-
rIoIes, destacándose las finas edificaciones incas de Huá- sonas de patio y un conjunto de iglesias de gran factura
nuco Pampa y las rusticas de Tantamayo. A su llegada, los en ese material. La plaza principal de esta ciudad, rodea-
espal'lOles continuaron construyendo con pl8dra. aunque lO- da de galerfas de arquerla en piedra . es un hito importan-
c:oqxnron los sistemas basados en el principio del arco. te entre los espacios urbanos del pals.
TURA VERNÁCULA PERUANA 19
~ foiclore de la zona destaca la danza de las tijeras en yó los valles interandinos al norte del Cusco, región a la
de un conjunto de manifestaciones muy ricas, rela· que se denominó Kuntisuyo. los territorios altiplánicos al
:=D"Iadas fundamentalmente con las celebraciones de fies· sur, Que fueron llamados Qollasuyo. los ubicados hacia
_ patronales y algunas efemérides. Tan rica como Aya- la costa: Chinchaysuyo y hacia la amazonía: Antisuyo.
es Junln , pródiga en expresiones de música y dan· los cuatro territorios conformaban el Tawantinsuyo. Nu·
.:a ..i se celebra la Herranza Junina, El Kiulla, los Arrie· merosos centros urbanos fueron establecidos en este pe·
los Huacones y los Abelinos, pero los más difundidos riada: Ollantaytambo, Sacsayhuamán, Tambomachay y
Sffi lugar a dudas, el Huaylars y la Muliza. Su gastro-- Machu Picchu en Cusco. En Puno encontramos eviden·
a uene un común denominador en el mondongo, el cias de ocupación desde el horizonte temprano como
;u::hero y la pachamanca, degustándose el cuy en distin· Pucará, hasta el Intermedio tardio y el Horizonte inca en·
__ formas, pero el plato destacado en Ayacucho es el Ire las cuales destacan las Chullpas de Sillustani.
¡:t..ca ptCante mientras en Junln: la pachamanca. As! como Cusco hegemoniza en la gastronomía, con pla·
~ .as arquitecturas pre inca e inca destaca el fino trabajo tos más elaborados como el lechón al horno o los chicha·
... PIedra de sus monumentos los que, en algunos casos, rrones; Puno es considerada la capital del folclore. Ambas
'\.I!ron alterados por los espal"ioles durante el proceso de regiones comparten platos en base a carnes, en especial
~--'PéIción de idolatrlas. el cuy, papas y chodo, mientras en danzas comparten
C4asco y Puno: El desarrollo de la cultura y la organiza· distintas formas de carnaval, otras relacionadas con la co·
xr social en esta región fue influenciado por los rema· sacha, la construcción, las lluvias y también en conme·
~ de la cultura Tiwanacu del Altiplano peruano boli· moración a los santos patronos de cada lugar
:a'IO. Esta última zona tiene vestigios de ocupación que El desarrollo urbano de la zona presenta patrones muy
xx:::rian tener una antigüedad de 14,000 al"ios. En Cusco elaborados: Pikillacta, Ollantaytambo y la propia ciudad
. . evidencias son posteriores, aunque no hay mayores inca del Cusca, destacando también Machu Picchu. En
~'IOencias de desarrollo hasta la llegadas de los Wari (ori· arqUitectura predomina el uso de la piedra muy bien labra·
~s de Ayacucho), que ocuparon la región en su in· da o la aparejada con barro y luego tarrajeada utilizada
1!f'*> de crear un imperio, sobre cuyos avances se asen· para la construcción de templos, fortalezas y palacios.
;ron también los incas. los Wari construyeron en esta Amazonas, loreto, San Martín y Madre de Olas: En
~a la ciudad de Pikillacta, un monumento urbanistico esta extensa zona de nuestra selva los principales vesti·
a gran factura a 30 km de la actual ciudad del Cusco. gios de culturas importantes están vinculados a los
::sta fue la región más importante en el desarrollo del ta. Chachapoyas Que tuvieron una presencia entre los al"ios
"'I'1lDrio de los Andes Centrales, pues fue la cuna de la 800 y 1500 dC. En Amazonas edificaron la majestuosa
~ del imperio incaico, fundado por Pachacutec Inka fortaleza de Kuelap, con sus murallas ondulantes y sus
"'4l8nqui, que en su momento de mayor expansión ¡nclu· edificios circulares en piedra y en San Martín construye·
20 JORGE BURGA BAR1llA
ron El Gran Pajatén, con similares caracteristicas de edi- diversas poblaciones Que llegaron al territorio. Ser Crisol
ficios circulares en piedra. Estos centros urbanos fueron de culturas y evidencia de todas las sangres es la carac-
construidos en zonas altas, entre los 2,000 y 3,000 msnm. terlstica de nu estros procesos culturales hist6ricos, as!
Los Chachapoyas se resistieron a la dominación inca hasta como la de nuestra cultura viva. Al parecer incluso la de-
que fueron conquistados por ellos. pero luego se aliaron a IImltacl6n pollt ica de las regiones. no sólo se fue dando
los espai'loles en su contra . sobre demarcaciones económicas , sino también cultura-
En la gastronomia se puede encontrar un común denomi· les, con diferencias que permanecen hasta nuestros dias.
nadar en los insumos: la yuca , el plátano, carnes de tierra El único proceso de homogenización que se viene dando
y peces de rio, con los que se prepara platos como los es el de la modernidad Que ha hecho estragos en algunos
¡uanes de yuca o de arroz , el tacacho , la patasca , el campos de la cultura, especialmente en la arquitectura,
timbuche, la cecina, las humitas y los tamales. Mientras rlO asl en otros. como la gastronomla . en la que lo moder-
en el folclore predomina el uso de instrumentos de viento no parece haberse integrado a lo tradicional sin sobresal-
y percusión, cuya música acompai'ia a un extenso y varia- tos. El problema es que en la música o en la danza, asl
do número de danzas. Es destacable el caso de Lamas, como en la gastronomla , la modernidad convive más fácil-
en San Martín; reconocida como la capital del folclore de mente con una tradición que queda grabada en un disco.
la Amazonia. concretada en un club provincial o en un restaurante al
Su arquitectura evidencia un patrón consistente en conjun- Que se va regularmente: mientras que la gente piensa que
tos de edificios simples con muros circulares de piedra , fri.. para alcanzar la modernidad en la arquitectura debe pri-
sos geométricos zoomorfos y antropomorfos, comisas de mero destruir su vivienda vernácula, para reemplazarla
piedra en voladizo sobre las Quese camInaba y techos cónI- después por una de concreto. plástico y vidrio.
cos de palo y paja sostenidos por muros perimétricos ondu-
lantes. En las zonas más bajas los materiales más delezna- LAS REGIONES, SUS CLIMAS Y PISOS ECOLÓGICOS
bles. como la madera, no resistieron el paso de los aí'los, En esta sección delimitaremos los pisos ecológicos ba-
pero mantuvieron a través de la historia foonas constructivas sándonos en los planteados por Javier Pulgar Vldal (Pul-
tradicionales como las malocas. gar Vidal , 1969 ), por constituir una propuesta más integral
Que la basada solamente en el clima. A esa propuesta
Variedad af\adiremos como variable la ubicación de los principales
Desde la época anterior al surgimiento de los incas la gran asentamientos de cada región. Ya desde 1955, Cole~ se-
variedad cultural es el signo caracterlstico de nuestro te-
rritorio. En muchos casos es una pluralidad Que no se ha 4 Cola John P. fue un estudioso de la es!adlstica de la población
perdido, por el contrario a ella se agreg6 la cultura inca, peruana quien, a partir del censo de 1940. dedujo interesantes
coodusiones sobre la pobladón y sus tendencias de ublcadOn
as/ como posteriormente la espa~la y las culturas de las en el terntorio.
AltaUrTECTURA VERNÁCULA PERUANA 21
JANCA
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Pisos altitudinalas (segun Pulgar Vidal) y población con ciudades importantas.
Vemos que se concentran en tres ámbitos: Chala, Quechua y Omagua.
/\alaba la concentración de la pobladón mayoritaria en asentamientos, mientras sI se los encuentra en esa mis-
"'UeStro pais sobre la vertiente del Pacifico (75%), contra ma altitud en la Yu nga fluvial , que se ubica , sobre todo, en
SOlo el 25% asentada en la vertiente del Atlántico. De nues- la vertiente del Atlántico pues como sabemos nuestros
tras 56 principales ciudades en la actualidad 25 se asien- ríos más importantes son afluentes de los que desembo-
:an sobre ta costa o Chala (entre O y 500 msnm.), alber- can en ese océano. Más arriba de esa franja poco poblada
~do a la mayorla de nuestra población , s610 2 lo hacen se encuentra la zona Quec hua con 10 ciudades impor-
en la zona Yunga marítima (500 a 1500 msnm), mien- tantes sobre valles interandinos entre los 2,500 y 3,500
'ras 3 se ubican en la Yunga flu v ial 1,500 a 2 ,300 msnm. A mayor altitud los asentamientos humanos dis-
'TISIlm.). l uego se encuentra una zona del lado del Pacifi- minuyen . En la zona Sunl , entre los 3,500 y 4,000 msnm.,
~. entre los 1,500 Y 2,500 msnm, de características ma- se localizan 5610 5 ciudades importantes, mientras en la
~ente desérticas, por lo que se localizan all! pocos zona Puna (entre los 3,800 y 5,200 msnm) s610 2, no
22 J ORGE BURGA BARTRA
ubicándose ninguna en la zona Janca (sobre los 4,800 do de vez en cuando por dos y valles de pequena enverga-
msnm.). Finalmente, en la zona Rupa rupa o selva alta dura , con excepción de los del norte que son de mayor
(entre 400 y 1,000 msnm.) se puede identificar 3 ciudades caudal. Pampas y dunas predominan , aunque se puede
importantes, mientras en la zona Omagua o de selva baja observar una agresiva transformación de arenales cultiva-
(entre 50 y 400 msnm.) hay hasta 6 ciudades de nivel (Ver dos en Trujillo al norte, lea y Tacna al sur En cuanto a la
dibujo de altitudes y población en pago 21). flora y su producción de materiales constructivos, desta-
Como vemos, los asentamientos humanos se establecen ca el algarrobo en el norte y el huarango en el sur, famo-
donde existe mejores condiciones de habitabilidad. Hay sos por su nobleza y dureza para la construcción . Los
territorios inhóspitos debido a que ofrecen pocas posibili- humedales o wachaquesS cerca al mar posibilitan el reco-
dades productivas y dificultan el desarrollo humano. El buen jo de totora para los petates: la cana en las márgenes de
clima así como las condiciones para la producción y el los rios es el material con el que se arman la quincha y la
sostenimiento parecen ser los dos faclores naturales -3 estera .
los que se sumarla una buena conectividad vial-, que es- De igual modo , la región Quechua; templada y seca , con
tablecen las cualidades necesarias para el desarrollo de temperaturas entre 11 y 17 grados (Cajamarca , Huaraz,
las ciudades y la arquitectura. De las altitudes analizadas Tarma ) baja y se liga a los valles cálidos de la Yunga
es claro que la más poblada es la Chala o Costa , luego la (Arequipa , Moquegua) y sube, relacionándose con la zona
consistente zona Quechua, seguida de asentamientos en Suni, más húmeda y fria (Jauja, Puno lo que abarca un
la Selva y ceja de selva (Omagua y Rupa rupa), pero muy ámbito que va desde los 1,500, hasta los 4,000 rnsnm. El
distantes y distribuidos en la enorme extensión selvática . paisaje es cambiante, mientras en los valles yungas se
Si analizamos los climas de la costa , por ejemplo, encon- puede ver huarangos, maguey, carrizo y cabuya; en la zona
tramos uno semi tropical en el norte (Piura , Chiclayo) y Quechua vemos eucaliptos, alisos, molle y - últimamente
otro sub tropical en el centro (Lima, Huacho, Chancay) y, debido a la reforestación- se encuentra laderas con pi-
en el sur (Pisco, 110), condicionados por la presencia de la nos. También a esta altitud y más arriba se puede encon-
corriente de Humboldt. Las más altas temperaturas se trar piedra de diverso tipo. En el nivel Suni o Jalea el clima
registran en el norte. Sin embargo eso también ocurre en se toma más frío, húmedo y nublado, con mayor precipita-
lea y en Tacna, curiosamente ambas son zonas retiradas ción pluvial y con heladas. Los árboles desaparecen y sólo
del mar y de cierta altitud -alrededor de 500 msnm.-, cer- se encuentra arbustos como el quenual y la quinua; mien-
canas a la Yunga marítima, con cielos más despejados tras la siembra de subsistencia se reduce a cañihua, oca
que en las zonas de costa cercanas al mar por lo que. asl y olluco.
como llegan a altas temperaturas durante el día, durante
5 El wachaque es un sistema de cultivo de origen prehispánico que
la noche suelen bajar significativamente.
consiste en hu ndir zonas del terreno para aprovechar la hume-
El paisaje costeno está marcado por el desierto, atravesa- dad del subsuelo. ( N: del E.)
ARaUITECTURA VERNÁCULA P ERUANA 23
En la Puna (Juliaca, Huancavelica) especialmente en el neral, vegetal y animal. Entre los primeros tenemos el agua,
centro y el sur del territorio, por su clima fria y seco, sólo la tierra, la arena y la piedra. Entre los de origen vegetal
crecen el ichu y otras herbáceas, allí también se puede tenemos la madera, las palmas , fibras y hierbas. Final-
encontrar diferentes tipos de piedra. En las zonas de me- mente entre los materiales extraídos de los animales, en-
nor altitud de selvas montai'iosas, el dima es más templa- contramos tientos para las amarras, pieles para recubrir o
do, más lluvioso y se encuentra árboles útiles para la cons- armar puertas y tambores , cuernos y pezuñas usados,
trucción. Las difíciles condiciones de la Puna se agravan por su dureza, como útiles y herramientas. Los materia-
en la Jalca , ha ciendo dificil su ocupación por asen- les van marcando los sistemas constructivos que muchas
tamientos humanos. veces combinan materiales diversos.
Tanto en el nivel Rupa rupa (Tarapoto, Jaén, Leimebamba,
Chachapoyas), como en el Omagua (Iquitos, Pucalpa , Puer- Minerales
lo Maldonado) el dima se vuelve más caluroso, cuanto La tierra y la arena : Se usan en forma de barro, para
más bajo es el nivel, con presencia de lluvias. Por otro asentar piedra y adobe, también en el tarrajeo o embarra-
Iéldo, contrariamente a lo que sucede en los niveles altos do de muros, columnas y techos, asl como en la elabora-
y frias, se dispone de abundante madera, mientras la pie- ción de quincha adobe y tapial. Este es un malerial dispo-
dra resulta muy escasa. nible en todos los pisos ecológicos, sin embargo no es
Algunas caracterlsticas no se explican por el clima ni por usado en todos ellos; por ejemplo, en el nivel Omagua o
el piso ecológico, obedeciendo más bien al intercambio de selva baja por razones climáticas. AIII se prefiere usar
histórico de modelos y materiales, se manifiesta en luga- muros diáfanos por donde pueda pasar el aire para venti-
res como Lamas , en la selva, donde se observa una arqui- lar El tapial es más utilizado en las zonas Quechua, Suni
:ectura serrana, basada en el uso de tapial y el techo de y Rupa rupa o de selva alta, exceptuando la selva baja. En
:eJa. De modo contrario, en lugares de sierra como La la Costa o Chala se le usa mayormente en cercos. El
Jalea y San Bartola, cerca a Revash, se utiliza el sistema asentado de piedra con barro también es de uso generali.
:e muesca, con uso intensivo de madera , más propio de zado desde épocas prehispán icas en distintos pisos
.:a selva. Asimismo, en Piura, Chiclayo y Trujillo, encon- altitudinales. Todas las argamasas se combinan con agua,
tramos ejemplos de arquitectura cercanos a los de que debe ser dulce pues la marina es muy salitrosa; para
Cajamarea con muros de adobe y balcones. evitar que se raje se le agrega paja o cascara de arroz.
La piedra : Es usada en distintas formas que van desde
LAS REGIONES, SUS MATERIALES Y el canto rodado hasta la roea en trozos; empleada tal como
SISTEMAS CONSTRUCTIVOS es encontrada o tallada para darle forma. El canto rodado
S, sistematizara mas la disponibilidad de materiales en está disponible alli donde haya ríos que crucen zonas ro-
"lUestro territorio podríamos diferenciar los de origen mi- cosas, de las que se van desprendiendo y rodando hasta
24 JORGe BURGA 6ARTRA
adquirir su forma final. Esto.deja fuera, nuevamente, a los La madera : En la zona Chala encontramos un magnifico
nos de la selva baja (Omagua) que atraviesan zonas sin espécimen que en el norte asume el nombre de algarrobo
montar'las rocosas. Ese material se usa en muros y pircas y en el sur el de huarango. De este árbol se corta el hor-
en todos los niveles donde se encuentra. Otro tanto suce- cOn o columna horquillada para recibir vigas, para las que
de con los muros elaborados con piedras sin lallar que se también se usa ese material. Para colocar este tronco se
acoplan con o sin mortero. Eventualmente , las piedras lar- le saca la corteza. No se lo azue/a& para buscar una sec-
gas son usadas como dinteles o como piezas de techo en ción cuadrada, p ues ello no ayuda a nivelarlo, dado que es
el sistema de falsa cupula o bóveda . As! se usa inten- un material muy ondulante. que se nivela algo sólo al tarra-
sivamente en Tantamayo. asentamiento pre inca en Hus- jearlo con barro . También se usa el maguey para vigas,
nuco ubicado en el nivel Quechua , donde se edificó cons- mas en las zonas Yunga. Quechua y Suni. Ambas espe-
trucciones de hasta 5 pisos. Finalmente, la piedra tallada cies son también de uso alimenticio y medicinal.
es muy usada en los niveles Quechua. Suni y Puna . en En las zonas Yunga , Quechua y Suni, predomina el euca-
lugares como Ayacucho , Cusca y Puno, así como en lipto, cuyo uso rollizo , azuelado e incluso aserrado permi-
Arequipa (Yunga) donde el sillar se usa hasta nuestros dlas te distintos usos en la arquitectura ; desde los estructura-
para construir [as cúpulas y bóvedas que trajeron los espa- les , en columnas, vigas y tijerales, hasta de carpintería.
r.oIes como sistema constructivo. También en estas zonas se ha impulsado, en las últimas
décadas, la siembra del pino que tiene sobre todo usos en
Vegetales carpinteria.
Entre los materiales de origen vegetal tenemos una gran Pero all! donde abunda la madera útil para la construcción
variedad. Desde troncos para columnas y vigas, pasando es en los niveles Rupa rupa y Omagua, correspondientes
por hojas y follaje como la palma , utilizada para techum- a la selva alta y baja respectivamente. Si bien existe una
bres especialmente en la selva alta y baja. Toda la varie- variedad aparentemente infinita de especies madereras ,
dad de cañas: el bambú, el carrizo, usados Bfl la fabrica - que pueden ser usadas rollizas, azueladas o aserradas.
ción de quincha. estera y también como columnas y vi- también se produce algunas de modo preferente. como la
gas, hasta llegar a las hierbas como el ichu, usado en las llamada aceite kaspl, perfectamente c illndrica y recta u
zonas Suni y Puna , la herbácea acuática totora, que cre- otras como la shungo, muy útil y resistente para colum-
ce tanto en las cercanias del mar como al borde de lagos nas empotradas en el suelo. En los techos se usa made-
como el Titicaca en la zona Su ni. Los árboles comienzan ras rollizas como la yanavara.
a escasear en las zonas altas de Puna y Janca , donde
sOlo crecen los quet'luales y otras especies arbustivas, 6. Azuelar es el término usado para referirse a la acción de cortar
madera con azuela: herramienta para desbastar. compuesta de
cuyos troncos no son útiles en la construcción por lo que
una plancha de hierro acerada y conante y un mango corto de
se emplea sistemas constructivos que no usan madera. madera que fonna recodo .
.
ARQlKTECTURA VERNÁCULA PERUANA 25
los sistemas constructivos desarrollados con madera son LOS SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
""'IUltiples, comenzando por los más simples de columna Surgen de la aplicación de los materiales, directamente o
~ viga, hasta los tijerales complejos de la selva, los de combinados. Hemos visto como hay una regular disponi-
'1'IUesca, que utiliza maderas apiladas horizontalmente, bilidad de materiales diversos en las distintas altitudes,
donde abunda este material, los de par y nudillo en la con excepción de l a madera, que no se prOduce en la
zona Quechua o de mojinete y mojinete truncado en las Puna ni a mayor altura. Asimismo, es escasa la piedra en
Z'Of'IaS Yunga y Chata. todas sus formas en la selva baja (Omagua). Aunque el
las cañas : El bambú, la caña brava, el carrizo y otras hecho de disponer de los mismos materiales no significa
especies crecen en las zonas bajas Chala y Yunga ha- plantear el mismo sistema constructivo. Las tipologlas
ca el Pacifico, también en las de Rupa rupa y Omagua constructivas parecen seguir otros caminos ligados al cli-
'"laCia la vertiente del Atlántico. Las más gruesas como ma , la tradición y la cultura.
e bambú, son útiles en columnas, vigas y tijerales, mien- Un breve resumen de los sistemas constructivos nos per-
"r.IS las cañas más delgadas son usadas en la elabora- mite establecer las siguientes particularidades:
'"JOIl de la quincha, para asentar tejas, para la elabora- Muros como cerramientos y estructura, en adobe o quin-
oón de la estera y otros artefactos como canastas, lam- cha, con techos básicamente planos de vigas a veces con
~ras, etc. ramadas exteriores sostenidas por columnas, sea de ma-
Las palmas, fibras y herbáceas: Las palmas son usa- dera o de pilares en adobe, ladrillo o piedra. Este sistema
:as en los niveles Rupa rupa y Omagua, para cubrir los se desarrolla en la región Chala al norte y centro, mien-
leChos y proteger las construcciones de la lluvia . Con el tras en el sur el techo varía hacia el empleo de mojinetes
-smo fin se usa el ichu en las áreas Quechua , Sun; y truncados. Otra variante en esta región se observa en el
;...fla, mientras la paja de arroz y cebada , que crece en la extremo norte, alrededor de Tumbes. donde la vivienda se
:>.ala, Yunga y Quechua respectivamente, se usa en las suspende sobre pilotes y los techos son inclinados y cu-
zonas lluviosas de estos niveles. biertos de paja, dadas las torrenciales lluvias eventuales y
....a totora es otro material que crece en los humedales de el fuerte calor
• Chala, así como en los bordes de lagos como el Titicaca En los niveles Yunga, Quechua y Suni se impone el adobe
Suni), utilizándose en la construcción, así como en la o el tapial como estructura y cierre pero aqui los techos
e&aboración de embarcaciones (Uros en el Titicaca) y ca- son inclinados a dos aguas, usándose tijerales de par y
os de totora (Huanchaco en Chala norte). nudillo como estructura y teja o calamina como cobertura.
E!"I la antigüedad se usó algas marinas en la argamasa El terrado resultante es usado para guardar granos y como
-;ara unir las piedras de los muros , este sistema ha sido depósito en general. También aparece, en las zonas más
dentificado en construcciones pre incas en la costa o cálidas, el corredor exterior soportado sobre columnas de
=:hala. madera, con balcón oorrido y balaustre en caso se trate de
26 JORGE BURGA BAATRA
l.A'\a edificad6n de dos pisos. Pero este espacio está cante- Slntes ls por oposición
"'Ido por los muros laterales que sobresalen, generándose el El mejor ejemplo es el sistema de localización de las ciu-
1IpO retablo. dades 'J pueblos prehispanicos, que se asentaban en las
En las zonas Suni y Puna , el fria extremo hace que la laderas. sobre la cabecera mas alla 'J menos rica de los
casa se cierre en si misma , con muros de adobe o valles, deslinando las áreas más bajas y productivas para
a.ampa , puertas y ventanas mlnimas y techo de made- la agricultura, es el caso del Cusco y Cajamarca ; mien-
"iI o falsa cúpula de champa o piedra (dada la escasez tras las ciudades de funda ción espatlola tomaron el cen-
de la madera). La cobertura es de paja o del mismo tro de los valles, con el gran inconveniente que el creci-
-naterial del muro. Las islas de los Uros, son una ex- miento ha consumido más rápidamente sus áreas más
cepcIón pues all1 se cierra la vivienda con algunos ele- ricas como el caso de Urna 'J Trujillo.
-nenias rfgldos y lotora . Con el tiempo estas distinciones, entre construir en el va-
~"a l mente en la selva alta (Rupa rupa) tenemos muros de lle o sobre laderas. se van limando o integrando absorbi-
Pl8dra y barro (tapial) o de troncos trabados en muesca, das por el crecimiento urbano. PoSlerionnente los centros
oon techos de estructura de fuerte pendiente en troncos y urbanos recibirán diversas influencias como la francesa,
oobertura de palma y paja. En la selva baja (Omagua), se la inglesa y la italiana, así como la china o africana.
conslruye elementos flotantes o sobre pilotes enteramen- Sintesis por semejanza
le en madera , con estructuras de fuerte pendiente y co- También hubo semejanzas que pennitieron procesos de
bertura de palma. En estas estructuras se diferencia una integración: la plaza formal espanola , con sus calles que
parte baja muy ligera y abierta , apoyada sobre columnas la rodean y penniten el ingreso a ella, tiene un parangón
verticales y otra alta con estructura de tijerales particula- con la explanada prehispánica . Estos patrones de espa-
res, diferenles del par y nudillo. Sobre esta base de siste- cio publico confluyeron en Cusco y Cajamarca . Otro caso
I'I'\aS constructivos, se produce variaciones que explicare- es el del patio y la cancha . soluciones concéntricas se·
i""IOS al tocar los tipos especlficos. mejantes alrededor de las cuales se ubicaba las habila·
ciones. También fue una semejanza la presencia del alar
LA ARQUITECTURA VERNÁCULA o galerla española , de tanta similitud con la masma o
uestros antepasados, poseedores de una larga tradición huayrona, usada en la arquitectura inca. Uno de los casos
aquitectónica y urbanística, enfrentaron la dominación es- emblemáticos de esta slntesis se hace evidente en Ollan·
:l8oola eslableciendo patrones nuevos como expresión de taytambo. en el Cusco , donde las casas cancha se inte-
.Jna relación de slntesis entre su tradición y los modelos gran o transfonnan con pocos cambios en casas patio .
aportados por los conquistadores. Estas síntesis se esta- Sintesl s por apropiación
blecen a partir de tres procesos: Por oposición, por seme- En este aspecto se puede mendonar la estructura reticular
-anza 'J por apropiación. ortogonal que los españoles impusieron 'J que luego se
28 J ORGE B URGA e ARTRA
Machu Picchu. en ZonB yunga , rica en piedra, con la que se modeló la topograffa 8/ravés de 18 andenerfa,
aplicarla en todos nuestros pueblos y ciudades. adoptada existencia de modelos y códigos no signifICÓ en absoluto
y adaptada a cada caso. El modelo fue definido en una una tipología homogénea ni monocorde de espacios urba-
ordenanza que Felipe 11 diera en 1573, que establecía el nos o arquitectónicos. Muy por el contrario, la arquitec-
esquema de cuatro calles principales que sallan de la pla- tura y el urbanismo evidenciarian variantes y estilos en-
za mayO(, la que se construiría en el centro urbano como lazados con la gran diversidad de climas y culturas Que
símbolo de la presencia y dominación española . En el de- atraviesan nuestro pafs. Si bien originalmente S8 produ-
talle, la construcción con adobe madera y lejas en la defi- jo una fusión solo entre las culturas locales y la aspa-
nición de portadas y balcones, así como el uso del arco, ~ola , se irl a enriqueciendo luego con la llegada de otros
fueron también lomados de los españoles, combinándose grupos étnicos , con sus productos y estilos , desde
con la piedra y otros usos oriundos. Pero el hecho de la Europa , Asia y África.
Ql.II1"ECTURA VERNÁCULA PERUANA 29
es techos. como la teatina y la linterna, caracterizan tam- ma de muesca , pero también el de tapial y teja, de in-
:.en esta arquitectura. fluencia serrana , como en Lamas.
Zona Quechua : Ligada a sus áreas inmediatas: la más
aa,a: yunga y la de mayor altitud : suni. Esta es una zona
andina, que se extiende sobre los valles cordillera nos.
Cuenta con áreas agropecuarias ricas, con riego de rlos o 7 Bloque de lieJTa superficial que contiene hierbas, cortada con
uVIa y ciudades comerciales. Sin embargo son de dificil lampa. que se usa como adobe rustico,
3. JORGE BURGA BARTIlA
Piura variedad
ARQUITECTURA VERNÁCULA P ERUANA 37
,. ... ··-1
(1 5" la
también aparecen parcialmente portales de circulación pú·
blica, tanlo en la plaza principal como en algunas calles
comerciales . Este tipo no se encuentra en Piura pero s i
Arriba: Vivienda rural en quincha.
Abajo: Vivi9rlda uman8 tipo cajamarquino. en Tumbes , donde fue característico . En el caso de la
CUfTECTURA V ERNÁCULA P ERUANA 39
2
1 Casa tipo cajamarquino en Piura.
2 Sistema de ventilación sobre vallOS.
J Tipos piuranos: De campo. cerrado (cajemerquino),
con galeria privada y balcón, Y combinado abierfo.cerrado.
1
ARQUrTECTURA VERNÁCULA P ERUANA 41
sobre las vigas o tijerales, usandose como cobertura la ingreso del viento al espacio entre la cobertura y el cielo
calamina, mientras los cielo rasos del segundo piso tam- raso. creando un colchón aislante entre los espacios inte-
bién se trabajan en quincha y yeso. riores y el exterior
Es importante remarcar que, aparte de las puertas y ven- En los acabados de la carpintería de puertas, ventanas y
tanas convencionales, se emplea pequeñas fenestraciones balcones, se usa intensamente madera aserrada, as1 como
sobre los vanos, a manera de ventanas altas con el fin de el hierro forjado o fundido en balaustres y rejas de venta-
II"Icrementar la ventilación, dejando salir el aire caliente. nas, sin embargo no se llega al nivel de elaboración alcan-
También los techos suelen tener ranuras que permiten el zado en Tumbes.
•I
LI
42 JORGE BURGA BARTRA
"'- ,
Arriba: Tipo uroano en adobe y cairones. ral de la Sierra también aparece este espacio con el
Abajo: Tipo rural en horcones y ramada. nombre de masma y cumple la misma funci ón.
Aa:aorrecTURA VERNÁCULA PERUANA 45
Casa rural en quincha, con ramada, horcones, patio cerrado, noria y puentecito sobre acequia,
la Sala : Se ubica a continuación de la ramada. Es un algarrobo tallado en forma de batea sobre el cual se
gran ambiente que tiene, en una de sus paredes, una hor- mece una piedra para moler alimentos como ajíes o mafz
nacina para adorar a un santo o a la Cruz de Chalpón. AII1 para la chicha. Al lado del fogón se encuentra un peque-
se come de cotidiano y también se celebra las fiestas, ño corral para cuyes y aves menores.
tanto las de cumpleaños como las de mayordomía. Los dormitorios . Se les ubica detrés de la sala , son
la Cocina: Es una zona de techo más bajo. Su mobilia- llamados cuarlos , se conectan entre ellos a través de
rio culinario está constituido por el fog6n con varias hor- puertas continuas. Cerca al corral de animales mayores
nillas para colocar ollas de barro ; los tabancos, que se encuentra el dormitorio del jefe de familia o hermano
son mesas de caña con amarres de junco para el pre- mayor quien hace guardia toda la noche, escopeta en
parado de los alimentos; el batán que es un tron co de mano .
46 JORGE BURGA BARTIlA
Una letrina ubicada en el patio posterior o corral de la lantero de uno o dos pisos y un zaguán, dejando un patio
vivienda , cumple la función de servicio higiénico. más estrecho y alargado.
El tipo patio en Lambayeque. Muy cerca a Túcume, en
la ciudad de l ambayeque, podemos encontrar un tipo ca- Materiales y s i stemas constructivos
racterlstico de vivienda de un piso con patio delantero. con El algarrobo, especie nativa de la zona, fue utilizado como
una galería a partir de la cual se organiza las habitaciones elemento estructural en la construcción de las platafor-
sucesivas y con un corredor laleral que llega hasta un mas y los muros; habiéndose escogido, al parecer pof su
patio o huerto posterior l a fachada está constituida por gran resistencia a la humedad y a los factores climáticos.
un muro alto con un portón que conecta al palio sin za- De ese árbol se obtiene los horcones que se incrustan en
guán. Este tipo puede variar al crecer con un volumen de- el subsuelo y, con sus horquetas en forma de Y sostie-
Cesa patio en Lambaysqus sin zaguán yeon un solo frente de galsris en psUo.
'-ovrrEcTVRA VERNÁCULA PERUANA
47
nen las varas o vigas. Dos horcones y la vara que los une brava crecen con facilidad y en forma natural. En las ca-
forman un caballete, sobre el cual se apoyan las varas se- sas más antiguas se puede ver todavla muros con doble
cundarias. Quincha y barro de relleno al centro, lo cual es doblemen-
Es también muy difundido el uso de la quincha, Que es un te resistente y térmico. Al igual Que en las capillas y en
tejido de caña a manera de cesta con recubrimiento de las pirámides prehispánicas. esta estructura de algarrobo
barro trabajado. Es fácil de tejer para el poblador Quien la es cubierta con cana y barro trabajado. Los techos tienen
fabrica con caria brava, cortada en marianas de luna men- muy poca pendiente y no tienen ningún material Que los
guante , entretejida con amarres de junco. Coinciden- impermeabilice.
lemente esta forma de construir también era conocida por En cuanto a las construcciones de adobe, debe decirse
los espanoles a Iravés de su contacto con los árabes, que adolecen de notables falencias. Sus muros son muy
pero con estructura de madera. Esto facilitó su permanen- delgados, no tienen cimientos ni mochetas, tampoco VI-
cia y continuidad como sistema constructivo tradicional gas coltarln. Se construye sobre zonas inunda bies. $Ul
en zonas de valle costero, donde la cana bambú y la cana drenajes para aguas de lluvia.
48 JORGE BURGA BARTfIA
De Trujillo a Chancay
C11JRA V ERNACULA P ERUANA ~9
.. ..
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,.
:~ 'J .:: ... r: eran en realidad los primeros edificios multJfamilsares
modelo que no parte de ninguno exislente con artlI!rO'>-
,¡ ) dad es el que aún se puede ver en la cuadra 7 de la cale
.., .. .....
~
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· - f;-
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H-
¡;
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Independencia. Se Irata de un edificio que se organIZa a
partir de un eje principal de circulaciÓn perpendicular a la
"':'
'" "". calle, a la manera de un zaguan alargado, desde el que se
accede a las viviendas dispuestas a ambos lados. Este
·, .. ..- , !; .. .. -. ..
"
espacio cenlral esta cubierto por un lecho más elevado
que permite iluminar las viviendas a través de una sobre
....., ,o
Multifamiliar en Trujillo, tomado del modelo de casa pafio.
constructivo del techo Interior o pueden ser caladas en
caña o bambú, sobre las que crecen parras o buganvilias,
popularmente llamadas papelillo, produciendo la sombra
necesaria para mantener fresco ese espacio de recepción.
Este sistema de ramada es comun a toda la costa del
cios de recepción o ramadas Que se multiplican alrededor país, tanto en la zona de playa (pescadores), cuanto en la
del espacio público. A esos espacios les sigue una o dos zona agrícola (campesinos).
habitaciones más, interconectadas directamente o por un
pasaje lateral, culminando en un patio corral (pág. 54). 9 Véase fina l del titulo Rancho de pueblos y balnearios, pág. 75.
-'OóCTURA V ERNÁCULA P ERUANA 53
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Río Lurfn en su valle medio. Uno de /os tres rios que bajan 8 Ume.
IQUTTeCTURA VERNÁCULA P eRUANA 59
La casa patio
Haremos referencia a la versión vernácula de la casa patio
la que por un proceso de empequeñecimiento del frente
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OUlTECTURA VERNACULA PERUANA 61
LOS callejones
Con los terremotos y los procesos de subdivisión, los frentes
\.Ieron objeto de importante demanda, dejándose los fon-
::os y los antiguos huertos en desuso. Una manera de
.;Jenerar la ocupación de estos espacios fueron los callejo-
nes, consistentes en conjuntos de unidades habitacionales
distribuidas en uno o dos pisos, alineadas a lo largo de
c rculaciones, a modo de callejuelas que dan acceso a
viviendas que poseen de una a tres habitaciones y -usual-
mente- un pequeño patio. La similitud con los ranchos de
hacienda ocurre sólo en las unidades habitacionales, no
en los accesos, que en las haciendas eran calles o pla-
zas. También se puede encontrar una semejanza entre
los callejones y las quintas . Más holgadas las últimas
poselan mejores viviendas a las que se accedla a través
de espacios de mayores dimensiones que se conectaban
con las calles existentes. Lo interesante de estas opcio- Arriba: Quinta.
nes es que se integraron a barrios donde las viviendas de Abajo: Multifamiliar con balcón como acceso a
viviendas del2do. piso.
mayor nivel económico eran dominantes, adaptándose sin
generar sobresaltos ni conflictos.
La casa de puerta americana
Asl se denominó a la casa cerrada de un piso con frentes
muy estrechos, que no llegaban a los 5 metros. Este tipo
se iniciaba con una puerta a plomo de vereda que conec-
taba con la recepción . El vano se repetia conectando una
sucesión de habitaciones que culminaban en un patio pos-
terior Para iluminar y ventilar las habitaciones interme-
dias sin ventanas se utilizaban teatinas y linternas.
Las casas blfamlllar y multifamiliar
La forma mas elemental de llegar al bifamiliar era abriendo
una puerta lateral , que por una escalera llevaba a un se-
gundo piso independiente. En otros casos se configuraba
62 J ORGE BURGA B AAlRA
estructuras más complejas. como la que mostramos, don- balcones como circulaciones para el acceso a las peque·
de un ingreso central conduela, por una escalera, a dos "as viviendas. El mismo Bryce lo reconoce, al describir
viviendas en el segundo piso, una a cada lado de la circu- estos conjuntos: «.. . estas construcciones asumieron la
lación . Estas viviendas fueron construidas sobre otras dos, forma de edificios de dos y hasta tres pisos cuyas fÓrmu·
eon un corredor externo, techado y enrejado. sumando un las de distribución no se desligaron del todo del principio
lotal de cuatro unidades habitacionales (pág. 60). del callejón. Lo caracterlstico de estos antiguos 'mul·
Los multifamiliares, descritos por Garcfa Bryce como edi- tifamj/jares' son los corredores elevados, que asumen la
ficios colectivos surgieron. según él . de los callejones y forma de balcones corridos o de gafer/as continuas de
las rancherfas. Pero si las analizamos más profundamen- madera con techos sostenidos por delgadas columnas del
te encontraremos que son formas también emparentadas mismo material, gafer/as comparables a los corredores
con las casas patio senariales. Como se observó en Trujillo. volados de fos patios tradicionales y que atraviesan de
estos nuevos complejos fueron construidos a imagen y lado a lado las largas fachadas . .AI (Garcla Bryce, 1986;
semejanza de las casas patio , usando los patios y los p. 90 Y 91).
---
Multifamiliar tres pisos, en ac:Jobe y quincha. Balcón alto sirve de cjrculación . El Rlmac.
N
'TECTURA VERNÁCULA PERUANA 63
Origenes y paisaje can los rlos que alimentan estos valles y, hacia el este,
...as grandes haciendas azucareras en el norte y las algo- por las estribaciones cordillera nas.
:IOneras en el centro y sur tuvieron un periodo de auge en
.as primeras décadas del siglo XX, época en que la propie- Característícas
:ad agrícola en la costa se caracterizaba por la presencia Estas unidades productivas constan de ciertos elementos
:-e latifundios. En ellos se construye ingenios -específi- claves que se repiten en todos los casos. Se llega a ellas
camente en el caso de las haciendas azucareras- ade- invariablemente por un eje vial que entrega a un espacio
mas de la infraestructura necesaria para su funcionamien- central, ambos arborizados, alrededor del último se dispo-
to: la casa hacienda, los alojamientos para sus trabajado- ne la casa hacienda o casa grande, la capilla, los galpones
res y los galpones o depósitos. Aunque se dice mucho y las viviendas organizadas en rancherias, estas últimas
sobre la opresión del trabajador en esas épocas, no es adoptan la forma de pabellones alargados localizados en
sabido que las actuales empresas agroexportadoras ten- paralelo. Si bien ese espacio central es semejante al de
gan siquiera el mismo interés en dotar a sus trabajadores la plaza, llegando a contar incluso con la pérgola que ca-
de las condiciones de vida que estos hacendados dieran a racteriza a esos espacios, no tiene necesariamente las
sus obreros y campesinos. Luego, con la reforma agraria proporciones ní la formalidad de la plaza de un pueblo o
de Velasco en 1969, estas empresas pasaron a manos de ciudad.
sus trabajadores, con control del estado y con una maqui- De este esquema de conjunto nos concentraremos en la
naria obsoleta. Fónnula que no contribuyó a impulsar esta ranchería organizada en pabellones longitudinales, cuyas
industria, sino que, por el contrario, motivó que cayera en unidades consisten en pequeF"ias viviendas, angostas y
un paulatino proceso de crisis, de la que se viene recupe- alargadas, de un piso, conformadas por dos o tres habita-
rando en esta primera década del siglo XXI renovando su ciones sucesivas por las que se transita hasta un patio
maquinaria y aplicando una gerencia moderna que ha lo- posterior Sobre el mismo esquema básico las variacio-
grado nuevamente un ascenso en la producción. nes se definen por la presencia de un corredor lateral o,
Estas haciendas estaban ligadas a puertos desde donde en su lugar, de una doble crujía de habitaciones. Hacia el
embarcaban su mercadería, lo mismo que a ferrocarriles, exterior las variantes son: en un caso, la presencia de un
que fueron utilizados para transportarla. En el ámbito ca- espacio previo con una ramada de recepción que da som-
racterístico de los principales valles bajos del norte, don- bra, sobresaliendo como un elemento adosado '1, en otro
de perduran hasta hoy enormes plantaciones de caF"ia de caso, la incorporación de ese espacio, haciéndolo formar
azúcar han desaparecido los ferrocarriles y muchos de parte de la volumetrla de la calle, con lo cual se convierte
[os puertos. Estos valles Irrumpen en medio del paisaje en una concavidad que retrocede del plano de fachada. En
dominantemente desértico que marca toda nuestra costa,
Pág. opuesta: Rancherla en hacienda Montalván con featinas y
delimitado , hacia el oeste, por el océano donde desembo- linternas. Calle te, al sur de Lima.
•• JORGE BURGA BARlRA
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Am'bB: Casa Hacienda PBsamayo con galerfa y arcos en madera.
Abajo: Hacienda La Encalada, con plaZB. con Brt:OS y sembnJda de palmeras.
tQUITECTURA Ve NÁCULA PeRUANA 67
¡Q
Sobre un cimiento de piedra y barro se levanta muros
medianeros y trasversales de adobe, dejando libres los
vanos. sobre los que se coloca dinteles de madera. El
techo es plano y está armado con vigas de madera ase-
rrada y cal'\a, acabados con barro. las habitaciones Que
dan al exterior o al patio interior tienen ventanas mientras
las que quedan en el sector intenor cuentan con linternas
Arriba: Rencherla en Hacienda Laredo. La casa tiene
de iluminaci6n y ventilaci6n . El alar o ramada suele cons- une crujla con patio detrtJs. Usa teatinas y linternas.
Abajo: Plano de la rancherfa en Montelv/m. La casa tiene doble
truirse apoyándose en mochetas de adobe con balaustres
crujla con patio detrás y también usa teatinas y linternas.
de madera de celosía en adobe o ladrillo, también de muro
bajo cerrado a modo de alfeizar Su techo es similar al de
las habitaciones cuando es cerrado pero, cuando es cala-
do consiste en una sucesión de canas apoyadas en vigas
de madera o bambú, sobre las Que sube una enredadera
Que da sombra y de donde proviene el nombre de ramada. ---1
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los acabados y la carpinteria son simples, consisten en "--
muros embarrados y pintados sobre los que resalta una
carpinterla de puertas, ventanas y farolas en madera, con •
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detalles elementales hechos en serie. Hoy estos ranchos ,
han sufrido cambios para dar cabida a más habitantes,
alterándose ta trama urbana y convirtiéndose en un pueblo
casi siempre cercano a una dudad mayor
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68 JOfiGE BURGA BARTRA
Antiguo muelle en Pimente. sobre el que coma el ferrocarril para cargar y d9scargar barcos.
ARQUITECTURA VERNÁCULA PERUANA 71
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Arriba: Cebich9r/a en playa HU8nchaco.
Trujillo.
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Abajo: Casa de playa en Huanchaoo con
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espacio delantero 8nrr&j<Jdo y teatinas en
habitaciones intormedias. . ,
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CORTE
A RQUITECTURA VERNA.CULA P ERUANA
73
Bajada de baflos en Barranco, con ranchos provistos de galerías a las que llegan escaleras.
74
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Izquierda: Multifamiliar con balcones en Moliendo, Arequipa.
Derecha: Sistemas de iluminación y ventilación de techos de costa. Abertura directa , regulado. linterna y !eatina.
76 JORGE BURGA BARTRA
Arriba: Conjunto de
viviendas en 110.
Abajo: Cal/e fHI T9CfI9.
A RQUITECTURA V ERNÁCULA P ERUANA 79
Características y variantes
En la ciudad: Este sistema constructivo responde a un
clima de lluvias limitadas, resuelve el problema oonstruc-
Uva y estnJctural al usar materiales disponibles en el lugar
y soluciona satisfactoriamente el aislamiento térmico y la
eliminaciÓn del aire caliente del interior de la casa. gene-
rando corrientes de aire en el verano hacia aberturas ubi- Arriba: Tipo de dos pisos con balcón y techo de
mojinete truncado. MoquegU8.
cadas en los vanos alias de tos dos hastiales opuestos de
Abajo: Tipo de dos pisos con balcón y lecho de
la habitaciÓn. El esquema de distribuciÓn interno de las mojinete truncado. Tecne.
unidades más simples o cuartos ,l(1 es elemental y consta
de un cuerpo edificado dividido en dos por una pared de
quincha que separa la zona social de la Intima, a lo cual
se agrega un patio posterior Los muros anchos de adobe
con sobrecimientos de piedra logran aislar el interior de
las temperaturas extremas del verano y el invierno, asr
como del dla y de la noche, manteniendo las habitaciones
a lemperatura agradable.
En el caso de viviendas de dos pisos, el entrepiso esta
armado por vigas de madera aserrada y un entablado
machihembrado del mismo material. Los muros del se-
gundo piso son de quinCha o entablados. coronandose la
construcción con el lecho de mojinete truncado, armado
con una estructura de madera aserrada, cielo raso de Materiales y s istema constructi vo
madera machihembrada y cobertura de caña o petate cu- Ya se dijo cómo este sistema evoluciona tanto del moji ne-
bierto con barro. Este modelo está invariablemente acom- te de par y nudillo recortado. cuanto de la bóveda de cai'ión.
pañado de balcones abiertos con balaustres de reja y de ambos de origen arequipeí'to. La falta de madera para poder
madera. 11 construir el mojinete fue suplida por cuartones de pequeña
La rica expresión de los lechos de mojinete truncado fue sección llegados en los barcos a los puertos de Matarani e
sin embargo reprimida por un alcalde chileno de Tacna en 110. generándose una fusión interesante entre estas bases
épocas de la ocupación, quien ordenó levantar las facha - vernáculas locales y el ba/con trame. sistema conslructi-
das con paneles planos para que estos lechos no se vie-
ran. Otro tanto hicieron las remodelaciones republicanas
neoclásicas y barrocas que sin embargo mantuvieron la
vistosa percepción de estos techos desde el interior. Tal
parece que si bien se aceptaba el rico espacio generado
interiormente, se rechazó el exterior por considerarlo pro-
vinciano o poco urbano.
En el campo ; En esta zona también se encuentra este
tipo de arqu itectura , con modificaciones consistentes en
el agregado de un alar sobre uno de sus frentes, lo que
ocurre con frecuencia en las construcciones de playa y
campo a todo lo largo de la costa . Este elemento se es-
tructura con columnas. vigas y balaustres de madera. con
una cobertura de quincha que genera una zona sombreada
como protección frente al calor.
La distribución de estos módulos espaciales construidos
genera corredores laterales y patios de variada disposi-
ción. Los muros de adobe se alternan con otros de quincha,
incluso en el primer piso. configurando estructuras poco
estables. Los techos de mojinete se combinan con partes
de techo plano sobre los que su rgen algunas farofas. _
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También en la zona rurol se producen estos techos.
11 Véase el caso con balcón y dos pisos en pág. anlerior. agregándose /os alares tlpicos de las casas de campo.
A RQUITECTURA VERHAcULA P ERUAHA 81
'JO norteamericano Upico, que usa formas similares en la sor el que llega a superar los ochenta centlmetros,
edificación de graneros en las granjas de ese país. asentados sobre cimientos y sobre cimientos de piedra
Ante las condicionantes climáticas y telúricas, se crea con barro Sobre las viguetas se coloca tablas
esta especie de bóveda quebrada en tres planos, que machihembradas o canas y luego totoras que se cu-
es el techo de mojinete truncado. La sucesión de vigas bren finalmente con barro. Los muros son generalmen-
muy numerosass a manera de costillar recuerdan a es- te de adobe en el primer piso y de qu incha en el segun-
tructuras de barcos solo que colocadas boca abajo. El do. En el caso del puerto de 110, los muros pueden ser
plano más alto, aparentemente horizontal, es ligeramen- de bastidores de madera aserrada y entablado horizon-
te quebrado para evitar el estancamiento de las even- tal sobrepuesto. En el campo puede usarse alternativa-
tuales lluvias . De allí bajan los dos planos oblicuos has- mente mu ros de quin cha o adobe . La carpinterla es
la encontrarse con los gruesos muros de adobe. Estos mayoritariamente de madera , con algunos elementos
no tienen mochetas y resisten en base a su gran espe- metálicos .
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ARQuITECTURA VERNÁCULA PERUANA 83
Gasas patio urbanas, con sus balcones y fachadas coloridas. Querocoto, Chota, Cajamarca.
ARQUITECTURA VERNÁCULA PERUANA 85
...
tipo doméstico. El frlo y el viento, reinantes en estos para-
jes, explican la necesidad de tener espacios pequeños,
más fáciles de calentar asl como ventanas y puertas mí-
nimas que no dejen escapar el calor generado por el fuego
y por los mismos ocupantes de la vivienda. Entre el cielo "-1
raso y la cobertura se ubica el terrado donde se guarda
granos y diversos objetos. Cuando la casa crece se cons-
truye otra de estas unidades rodeando un espacio central.
U
También se agrega corrales y depósitos , constituyendo
-con el tiempo- un grupo.
La casa retablo : Este prototipo es propio del campo y
del caserlo, mas no de la ciudad donde , como ya se
dijo, predomina el tipo patio. Este tipo es propio de zo-
nas más cálidas como la Quechua y la Yunga. En este Casa patio urbana: Aspecto exterior con balcones
caso estamos frente a una edificación compacta, rectan- y esquema de distribución.
86 JORGE BURGA BARTRA
Campanario con vista posterior de casitas sobre la colina. El retablo puede ser una de las unidades de un grupo o
Cotabambas, Apurimac. caserlo, aunque también puede ser parte de una casa pa-
lio de campo, que va adosando, alrededor de un espacio
central los volúmenes edificados. En realidad, una de las
maneras de entender este tipo es como una parte o sec-
A RQUITECTURA V ERNACULA P ERUANA
87
Casas patio con balcones caracterlsticos de Chumbivi/ces, Cusco. Santo Tomás y su hermosa iglesía
enclavada 1M espacio urbano Que articula dos plazas.
ss J OME B URGA B ARTRA
Casa retablo con voltimenes laterales que encierran y resaltan la parte central, ubicada en las afueras de Cajaman::a,
La jardinera del segundo nivel evita el balaustra.
ARQUITECTURA VERNÁcULA PERUAHA 89
ción de un patio, con un corredor en el primer nivel y en el encierran un corredor y un segundo piso en balcón de
segundo: la galeda. Pero ambos se cortan a los lados con madera que apoya sobre la arquerla . ' 2 Otra variante se
muros salientes, como ya se dijo. As! el corredor del pri· puede ver en las orillas del do Uctubamba. que presenta
mer piso se convierte en alar y la galeda del segundo se una galerla alta sin salientes laterales y con una escalera
toma en balcón. Una eXPfesi6n similar puede ser observa· exterior directa al terrado (pág. 90).
da en edificios representativos comunales. Consiste en
un primer nivel de arcos y gruesos muros de adobe que 12 Véase en pág. 142.
90 J ORGE B URGA B ARlllA
Casa retablo sin muros laterales y sin balcón por lo que pórticos alcanzan dos pisos. Alto Ucfubamba , Chachapoyas.
ARQUITECTURA VERttACULA PERUANA
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Casa con doble patio, uno forms/ y otro de servicio, con homo y crianza de animales. Camino a Chachapoyas.
92 JORGe B URGA BARTRA
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Características y variantes
La arquitectura doméstica arequipeña evolucionó, a partir
de la vivienda con lecho de mojinete al uso del sillar y la
bóveda por un proceso de densificación que motivó que
las construcciones derivaran de uno a dos pisos e incor-
poraran balcones en el segundo nivel.
Tipo mojinete: Esta vivienda casi ha desaparecido en
la ciudad aunque todavía se puede encontrar en el cam-
po. Se caracteriza por tener una forma muy compacta
de habitaciones interconectadas . El patio se ubica en
la parte posterior del bloque, construido con una es-
tructura de madera y caña embarrada o quincha. Este
sistema resuelve tanto el lecho como las paredes, en
una continuidad de superficies encaladas, definiendo una
geometría euclidíana, puesta en valor por el sol, que
sólo se rompe por la presencia de puertas y ventanas.
En la ciudad, este esquema se repite manteniendo el
patio, pero con muros de sillar y reduciendo su frente,
adosándose a otras viviendas para configurar la calle.
Tipo bóveda de sillar' Esta es una edificación urbana
que va definiendo calles en cuyas esquinas no se deja
ochavos . Tiene una altura de un piso y dos o tres crujías,
con patio y sin galerías, estructurándose sobre anchos
muros de sillar. Las habitaciones están interconectadas y
la fachada se ubica a plomo de vereda. En la parte supe-
rior la cornisa puede ser horizontal o seguir la forma de la
bóveda, puede ser sencilla o elaborada, sobresaliendo
hasta unos sesenta centimetros del plomo de la fachada.
La carpinterla no va al ras de la misma sino algo más
atrás, creando una distancia entre la ventana de madera y
Arriba: Vivienda rural en quincha, Camaná.
la reja de fierro. Otros elementos que usualmente acom-
Abajo: Calle Mercaderes con catedra/al fondo y
balcones corridos en madero. pañan a los vanos son las pilastras y los zócalos, así
ARQUITECTURA VERHÁCULA PERUANA 97
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Vivienda de uno y dos pisos, con balcones techados en madera y balcones ablelfOS de siffaf.
98 JORGE B URGA B ARTRA
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A. Casa con bóvedas de un piso en San Lázaro. By D: Balcones sobresalientes en madera en segundos pisos.
e : Uno de los pocos techos de mojnete que se pueden encontraren Al9quipa.
AAOum:CTURA. VERNÁCULA PERUANA. 99
como las gárgolas en forma de ca~ones , cilindricos o de calle o desde el patio interior Este tipo. caracterizado
sección rectangular los mismos elementos , pero más por sus balcones, no es otra cosa que el anterior al que
simples, se reproducen en el patio. Cuando las ventanas se le adicion6 un segundo piso. En algunos casos. el
no bastan para iluminar se instalan linlernas en lo allo de primer piso se mantiene abovedado , rellenándose la
las bóvedas . las superficies pueden ir pintadas de colo- parte superior de la b6veda para usarla como piso del
res ocres o azul pastel, dejando en blanco las pilastras segundo nivel. En otros casos. las bóvedas del primer
verticales y los frisos horizontales. piso son destruidas y se construye un entrepiso sobre
Tipo balcón . Con el crecimiento de la población au- el que se levantan muros más ligeros y un balcón corri-
mentó la densidad y empezó a construirse segundos do de madera hacia el exterior En todos estos casos la
pisos independientes con ingresos directos desde la fachada se retira en el segundo nivel , dando espacio al
JORGE BURGA BARTRA
balc6n . También encontramos balcones de sillar sin te- ponden a las construcciones abovedadas de dos písos.
cho, con balaustres y pasamanos de fierro que corres- Estos balcones se inician a partir de cornisas o de una
ponden a los pocos casos de construcciones aboveda- serie de ménsulas sobre las que se apoya una losa del
das de dos pisos que aún quedan . mismo sillar no tienen techo y cuentan con balaustres y
pasamanos de hierro forjado. los balcones del perlado
Materiales y sistemas constructivos republicano fueron construidos en segundos pisos agre-
El sistema constructivo del mojinete es simple, su techum- gados sobre primeros pisos abovedados, rellenando los
bre se apoya en una estructura de par y nudillo en madera puntos más bajos y nivelando el entrepiso. En airas ca-
rolliza y cubertura de quincha o paja , mientras sus muros sos, se destruyó las bóvedas y se construyó un entrepiso
pueden también ser de quincha o de sillar Como ya se con viguetas de rieles de ferrocarril que soportaban blo-
dijo, este sistema es reemplazado en las ciudades por el ques de sillar los muros del segundo piso se haclan de
de bóveda de sillar. Estas se inician con una cimentación slllar pero más delgados o de quincha , armada con made-
de piedra, muros gruesos de sillar desde los que arrancan ra aserrada. los balcones corridos se armaban con co-
las bóvedas. Si este arranque es paralelo a la fachada lumnas de madera y se techaban ornamentándolos en cier-
identificamos dos soluciones: En la primera el muro se tos casos con lambrequines. los tramos de balaustre con
retira en gradas, mientras delante se ubica la gárgola y pasamanos de madera y ornamentos verticales de fierro
detrás una canaleta que recoge el agua de lluvia; en la también se apoyan en las columnas . De este modo el
segunda solución el muro termina en una comisa que so- plano de cierre del balcón retrocede del plano de fachada ,
bresale hacia la calle. Cuando las bóvedas terminan per- pero no siempre el balcón se apoya en las cornisas que
pendicularmente a la fachada, la cornisa puede ser hori- sobresalen, también puede apoyarse sobre una losa volada
zontal o seguir la forma curva de la bóveda, mientras la con viguetas de rieles de ferrocarril y sillar intermedio o
gárgola sobresale por debajo de ella correspondiendo al sobre triángulos expuestos de fierro. En una minoría de
punto más bajo del encuentro entre las bOvedas. Las puer- casos, el balcón puede apoyarse sobre el muro mismo, a
tas y ventanas de madera se retrasan del plomo de facha- plomo, retrocediendo el muro de respaldo del balcón.
da , mientras las rejas de las ventanas sobresalen de este, los techos en estos casos tienen una pequel'ia indina-
siendo cubiertas por una visera o sobrepasando hacia los clón , una estructura de madera aserrada y una cobertura
lados y hacia arriba del vano. las pilastras no siempre ligera de zinc, bordeada por una canaleta que conduce las
siguen un esquema estructural reflejando la presencia de aguas de lluvia , ya no por gárgolas , sino por tubos obli-
encuentros de muros, sino que siguen y acompañan la cuos vistos y luego pegados a la fachada que terminan en
presencia de los vanos. la calle. los interiores de las habitaciones del segu ndo
las casas de dos pisos presentan invariablemente balco- piso tienen falsos cielo rasos que ocullan la estructura y
nes de características varias. los más antiguos corres- la cobertura de los techos,
ARQUrTECTURA VERNÁCULA PERUANA 101
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I I
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Cancha convertids 9fI C8sa patio con ingreso de doble jamba: Ol/antaytambo, Cusco.
Corrales en esquina se convierten en habifaciones o patios.
A RQUITECTURA V ERNÁCULA P ERUANA 105
Velle del ColCa visto desde techos de una de sus iglesias. Cailloma, Arequipa.
ARQuITECTURA VERNÁCULA PERUANA 107
Casa tipica del valle del Colca. Obsérvese que disposición interna es semejante a la de la cancha,
con construcciones en Jos lados y corra/as en las esquinas.
ARQUITECTURA VERNÁCULA P ERUANA 109
El grupo en la puna
ARQUrrECTURA V ERNÁCULA P ERUANA 111
Tlpioo grupo con sus corra/es cercados y sus habit8ciones rodeando un espacio central.
ARQUITeCTURA VeRNÁcuLA PeRUANA 113
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Los orígenes y el pa isaj e techo a dos aguas. En el conjunto, estos grupos definen
En el lago Titicaca existe un caso que vale la pena resal- gruesamente los espacios urbanos y los lugares de abor-
tar en tanto refleja cómo la arquitectura surge del lugar y daje de los botes. Las islas pueden tener ubicaciones tan-
se debe exclusivamente a él. Una arquitectura donde los gentes. El material utilizado es la talara, abundante en el
suelos y lo que crece en ellos o sobre el agua, se convier- entorno o paisaje circundante, que permite resolver tanto
te en la materia prima con que se edifica los elementales el problema del aprovisionamiento de espacios de refugio,
refugios de los pobladores. Tal parece que las condiciones como la protección frente a la lluvia y el frfo. El sistema
extremas de habitabilidad del lugar han aguzado el inge- conslructivo se define por el material disponible. la totora
nio del poblador llevándolo a plantear soluciones muy in- se despliega como cobertura o se usa como elemento
geniosas , pero a la vez tremendamente simples. rígido envolviéndola sobre si misma. La forma final de la
El caso extremo es definitivamente el de las islas llama- edificación refleja la manera en que se elaboró la vivienda,
das de los uros, pero en realidad ocupadas actualmente integrada definitivamente al paisaje pues es parte de él.
por aymaras. AIIi casi todo es totora, desde la plataforma lo notable es la respuesta arquitectónica a condiciones
que sirve de suelo -que no es una isla flotante a la deriva, criticas, ante la ausencia de materiales convencionales.
sino que está fija en base a un sistema de anclaje- hasta
las viviendas y las embarcaciones con que se movilizan. Material y sistema constructivo
La arquitectura es sencilla y se reduce al uso de petates En realidad este acápite sólo puede describir las mil y
tejidos con totora, que definen habitaciones rectangulares una maneras de utilizar un solo material: la totora, que
sencillas y techos a dos aguas, sobre los que -en los cubre las paredes y los techos de habitaciones muy ba-
últimos años- han incorporado superficies de plástico para jas. Esta , una vez extraída de la propia isla se deja secar
garantizar la impermeabilidad . Las mismas puertas usan y se teje hasta configurar superficies. Puede también
estos petates a modo de cortinas que se desplazan late- amarrase en haces logrando una rigidez inusitada. la mis-
ralmente para permitir el ingreso. la totora, fibra gruesa ma amarra es de este material. Para las puertas se usa
llena de alvéolos interiores, tiene un buen desempeño, per- como cortina que se levanta para ingresar y se suelta para
mitiendo la flotación de la isla y las embarcaciones, así cerrar. La construcción de barcas -aunque no correspon-
como el aislamiento térmico necesario para combatir el de a la arquitectura- es toda una experiencia que los po-
inlenso frío en las viviendas. bladores acometen con gran maestrla. Otro tanto puede
decirse de la plataforma flotante , mal llamada isla, que
Características tiene que renovarse, pues su base se va pudriendo y sirve
la vivienda consiste en una habitación única o en la suma de nutriente a las nuevas hojas.
de dos o tres unidades, adosadas o cercanas, pero no
Pág. opuesta: La isla es de totora. Las embarcaciones y las
interconectadas. Este refugio es de planta rectangular con casas también . Islas de los Uros . Titicaca.
116 JORGE BURGA BARTRA
14 Este texto esta basado fundamentalmente en el libro Arquitectura vemacular, Los Putucos de Puno , de Ferruccio Marussl Castellán
ARQUrTECTURA VERNÁCULA PERUANA 117
Arriba. purucos en base 8 foto de Amold He/m. 1946. El repertorio del mobiliario es elemental. Aparte de los Iron·
Abajo: Dibujo de putuco. F Mst1Jssi. cos para colgar se cava hornacinas en los muros para
ARQUITECTURA VERNÁCULA P ERUANA 119
colocar objetos, poyos para sentarse y plataformas sobre aislamiento térmico, como en su duración. Mientras en
elevadas para dormir o pe¡a ser usadas como mesas, se el exterior hay cero grados de temperatura, en el inte-
clava piedras filudas en el suelo para ser usadas como rior puede haber 11 grados. Por otro lado, una construc-
estacas. Hasta los animales se protegen del frío en ción de champa dura 50 años la de adobe sólo llega a
putucos pequeños. Todo con el mismo material De 15. A veces se combina el adobe con la champa, pero
acuerdo con los pobladores la champa es mejor mate- siempre garantizando que tas primeras hiladas sean de
rial que el adobe, tanto por su buen rendimiento para este ültimo malerial.
A o
B
E
e
F
los orígenes y el paisaje en ciertas épocas del al\o, los asentamientos se ubican al
El extenso territorio de la Amazonia se caracteriza por borde de rios como el Amazonas , Napa , Ucayati, Mara·
una exuberante vegetación banada por rlos que discurren Mn y Nanay. En un paisaje como este , los ríos son los
lentamente sobre un suelo casi plano con una alta hume· únicos medios para el transporte. Esta región se caracte·
dad. Este paisaje tiene dos estaciones marcadas: El pe. riza por la presencia de tres modalidades de arquitectura
rlodo de mayo a agosto en que se produce la vaciante , vernácula rural: los palafitos que constituyen casas sobre
durante la cual los ríos disminuyen su caudal y la esta· elevadas para evadir la inundación durante la creciente de
ción de creciente en los meses restantes. los ríos y las estructuras flotantes, que suben y bajan con
Entre estos periodos , el nivel del agua puede variar hasta el nivel del rlo. En zonas más elevadas, donde no llega la
en seis metros, lo que implica la existencia de especies creciente del rio, igualmente se construye elevando la casa
vegetales que sobreviven sumergidas buena parte del ano, sobre pilotes de menor altura para evitar las consecuen·
mientras las especies animales de aire y tierra se replie· d as de las torrenciales lluvias que empantanan el suelo y
gan a las zonas altas y a los árboles. para protegerse de los animales . Pero en los asenta·
Al bajar las aguas, hacen surgir playas ron sedimentos que mientas levantados en zonas más elevadas y seguras se
permiten cierto tipo de agricultura estacional. En este ámbi· construye directamente sobre el suelo.
to se asentaron tribus muy diversas que, sin embargo, tuvie- Es curioso comprobar que, en el ámbito rural, las tribus
ron un común denominador en la expresión constructiva on. han seguido construyendo de la misma manera a lo largo
ginaria de la maloca, común a otras regiones de selva en de su historia , basadas en la eficiencia de sus prácticas
todo el continente. La maloca es el gran refugio de las fami· constructivas ante un clima adverso. Sin embargo, con el
lias de la tribu, all1 se protegla el producto de la caza y la advenimiento de una ciudad moderna como Iquitos -Que
pesca, allí también se cocinaba, se comla y tenlan lugar las es una especie de isla sobre elevada- las construcciones
reuniones comunales. Para los indígenas selváticos, la malo-- tradicionales de madera han empezado a ser reemplaza·
ca es la representación de la totalidad y del universo. Este das por viviendas sólidas, construidas en Jotes a ambos
gran techo adopta diversas formas, básicamente octogonales, lados de calles y plazas, proliferando un tipo de construc--
estructuradas sobre cuatro columnas. Hoy en día, las malocas ción asentada en el suelo, de ladrillo y concreto que liene
de nuestra selva han variado sus usos, manteniéndose como sus inicios en el auge de la producción del caucho, aIre·
casa comunal, pero incorporando actividades turfsticas, fun-- dedor de 1880. Se genera asl un nuevo tipo formal disella·
cionando a modo de auditorios o de centros de exposición y do por arquitectos, pero que dará lugar a uno vernáculo
venta de artesanlas. Sobre la maloca existe un libro del Arq. influenciado por el primero.
Ferruccio Marussi que vale la pena consultar (Marussi, 2004).
Dada la naturaleza de la selva baja, con crecientes que
Pág. opuesta: Zona de puerto de Iquitos con sus viviendas en
convierten gran parte de su territorio en casi una laguna palafito, con calles internas flotantas.
'22 JORGé BURGA BAATRA
Bosque notanta, paisaje tlpico en epocss de lluvia en que rlos S8 cotMerten en lagos.
A RQUITECTURA V ERNÁCULA P ERUANA 123
Caracteristicas y variantes
El tipo palafito: Son construcciones de planta general-
mente rectangular edificadas sobre postes rollizos de
madera empotrados en el suelo --el que mantiene su pen-
diente nalural-, cuyo cuerpo bajo está definido por una
plataforma horizontal de tablas sobre vigas apoyadas en
los postes. De esta plataforma descienden escalones que,
en su forma más elemental , están excavados en troncos
gruesos e inclinados. Esta escalera queda bajo el agua
cuando hay creciente y aparece poco a poco cuando el
nivel del agua desciende, permitiendo siempre acceder a
la plataforma desde las canoas que sirven para el trans-
porte. En el cuerpo alto se ubica el techo de fuerte pen-
diente y de madera rolliza , a una distancia de unos tres
metros sobre la plataforma. La cobertura final es de palma
tejida .
Sobre la plataforma transcurre la vida de la familia en un
espacio único en que se articula, de modo abierto, los
rincones de la vivienda. En la plataforma base se ubica las
mesas , las hamacas y algunos paneles que cierran par-
cialmente el espacio, sin llegar a delimitarlo con paramen-
tos verticales. Estos si aparecen en la ciudad, ante la aglo-
meración de viviendas, debido más a razones de seguri-
dad que de intimidad. En estos conjuntos urbanos unas
plataformas flotantes de madera hacen las veces de ca-
lles, ante la imposibilidad de que las canoas puedan lle-
gar al borde de cada casa. En estas aglomeraciones se
vive en condiciones de insalubridad y de precariedad de
servicios: No hay desagües y el ([o recibe directamente
los desechos orgánicos, siendo el abastecimiento de agua
y la dotación de electricidad problemas tampoco resuel-
tos adecuadamente . TIPOS: Palafito, flotante y rijo.
.24 J ORGE B URGA B ARTRA
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en los segundos pisos y enchapes ceramicos en la fa-
chada. En realidad este es un sub tipo de fuerte influen-
cia brasilere. completamente alejado de los tipos rurales
palafito y flotante, pero que, por su intensa difusi6n en
esta ciudad, ha pasado a caracterizarla.
La muesca en Amazonas"
Orígen es y paisaje piejos como Kuelap , Olán, Ollape, Yalape o Macro en los
En la vertiente oriental de la cordillera estrecha del norte cuales el común denominador era acomodarse sobre es-
peruano, la geograffa está definida por cañones profundos trechas cumbres y laderas serpenteantes, debiendo recu-
que sobrepasan los 3,000 metros de desnivel, con fondos rrir a elaboradas soluciones de contención y relleno para
de valle por debajo de los 2,000 rn. alternados con pisos diseñar y construir sobre plataformas, edificios con una
medios de cordillera de alta productividad agrícola con evi- fonna circular característica aunque podía ser ortogonal en
dencias de andenería , bosques ricos en masa forestal otros casos.
nativa -como los de Jaén y San Ignacio- y valles cálidos Conjuntamente con estos Importantes complejos arquitec·
por donde discurren ríos y riachuelos por el fondo, con tónicos, el territorio fue poblado por curacazgos como La
un clima que permite la producción de café, cai"ia de azú- Xalca, un curacazgo privilegiado que tuvo acceso, por su
car y cltricos. ubicación y gran extensión agdcola, a seis pisos ecológicos
El hombre de este medio geográfico ha ocupado un área además del control de bienes de las montañas orientales;
privilegiada , con montañas que llegan a los 3,800 msnm, luego, durante el dominio inca, tuvieron que convivir dos
las cuales -aunque frias- no llegan a congelarse, caracte- curacazgos: el autóctono con su líder 2uta y los Mitmaq/
rizándose por su constante humedad. Más interesante aún Yana con su líder Guaman. Más tarde, durante el dominio
es ver cómo, debajo y muy cerca de esta jalea, discurren espai'lol. Alonso de A1varado fundó la Ciudad de la Frontera
quebradas boscosas denominadas «bosques muy húme- de los Chachapoyas en el mismo centro poblacional de la
dos montano subtrepica/es. con presencia de orquídeas y Jalea , pero por razones de desadaptación climática se
helechos arbóreos. reubicó la ciudad capital en Levanto.
Se ha encontrado evidencias de ocupación ancestral en Hoy, los pueblos del Alto Utcubamba siguen escribiendo su
Bagua , Utcubamba; con una antigOedad de 6,000 años. Ex- historia, manteniendo la tradición constructiva y el uso del
presiones humanas a través de dibujas geométricos con espacio. Su arquitectura combina los patrones amazónicos
representaciones antropomorfas y zoomorfas hechas en la con los andinos de manera natural y coherente. Estos pue-
roca con pintura roja a base de tierras. luego, la vertiente blos, que en estos últimos diez ai'los han sufrido múltiples
oriental andina y las regiones monlaftosas adyacentes del cambios, aún conservan casas hechas totalmente con ma-
Amazonas, al este de Leimebamba y al noreste de Bolivar deros, quincha, tapial , adobe o piedra. De estas variantes
(la Libertad) fue ocupada por los Chachapoyas, quienes mostraremos aqui aquella que utiliza madera y barro en su
parecen haber tenido una importante relación de intercam- construcción con empalmes de muesca. En primer lugar la
bio con culturas vecinas de la vertiente occidental, lo cual de tipo muesca de un piso con techo de paja que aún se
fortaleció su desarrollo cultural y tecnológico. puede ver en la Jalca a más de 3,000 msnm. Asimismo
A una altitud entre 2,800 y 3,400 msnm. los Chachapoyas Pág. opuesta: Iglesia de La Jalea Grande, desde tOmJ campa-
tuvieron una importante producción arquitectónica en com- nario. Chachapoyas.
134 J ORGE B URGA B ARTRA
Vivienda con muesca de un piso, con 9816r/8 de/antera y lecho de palma. Jalea Grande.
mostraremos la de poblados como San Bartola cerca a che tiene una fuerte pendiente y esta cubierto con paja, en
Revash, que consiste en construcciones también de mues- la segunda, tiene una pendiente del techo menor y está
ca pero de dos pisos a una altura menor a los 2,000 melros cubierta con leja .
de altitud, con techos de teja. La muesca de un piso en La Jalea : Esta tipologla puede
ser apreciada en las laderas, en los caminos y al llegar a
Características y variantes los pueblos. Muchas veces constituye una segunda vivien-
Si bien los dos tipos se asemejan en el uso intensivo de la da ligada a la labor productiva; esta casa se construye en
madera rolliza embarrada, tienen también algunas diferen- forma rápida con maderas como el ishpingo o el alfara;
cias. En La Jalea , la casa es compacta y tiene un alar o entrecruzando los maderos de manera alterna y continua
corredor definido por columnas apoyadas en piedras hasta llegar a la altura prevista. se coloca luego la estructu-
semienterradas, mientras en San Bartola la casa se desa- ra de madera para el techo. dejando un terrado dentro de La
rrolla alrededor de un patio interior También las techum- pendiente para guardar la cosecha y una galería externa
bres y sus ooberturas varian, mientras en la primera el te- que también se cubre con este gran techo en pendiente
A RQUITECTURA V ERNÁCULA P ERUANA 135
Malecones y puentes
AROUITECTURA VERNÁCULA PERUAHA, 141
Orígenes y características
Los malecones fueron traldos a nuestras ciudades por los
españoles como una forma de resolver el encuentro entre
la trama urbana y el rlo o el mar Los puentes si existieron
desde épocas previas. Son conocidos los puentes colgan-
tes hechos con soga trenzada que ha sido renovada cada
cierto tiempo, permitiendo que perduren hasta nuestros
días. Aunque no han sido hallados vestigios de otros ti-
pos de puentes, es probable que también fueran cons-
truidos de madera y piedra , tanto para el tránsito de per-
sonas y productos, como para resolver el recorrido de
Arriba: R6mat6 de malecón en mIrador. 110.
los acueductos teniendo en consideración la alta lecno-
Ab6jo: Puente de los Suspiros, Barranco.
logia empleada para el manejo del agua y de la piedra.
Dicen que las ciudades se fundaron alll donde se encon-
traban un (lo con un camino. Podrlamos añadir que ese
encuentro se resolvió con un puente . Otros tipos de puen-
tes fueron los flotantes (como el que se hizo sobre el río
desaguadero cerca al Titicaca) y las oroyas todavía utili-
zadas para cruzar rlos .
los lugares donde son ubicados estos elementos urbanos
son variados y están ligados a todo tipo de paisajes, aun-
que -dada la topograffa- es en la sierra donde el tejido de
caminos es más dependiente de los puentes. Si bien es
cierto los puentes tienen la función doble de dejar pasar
vehlculos y peatones, en las ciudades mayores, al tener
grandes secciones. se convierten también en malecones.
En estos casos las caracteristicas del malecón, que combi·
na eltránsilo con el descanso y la protección -bajo la for-
ma de balaustre o asiento-, se presentan también en el
puente. El complemento de estas características es el ver-
de, tanto de árboles, como de arbustos y otras superficies Pagoopuesta: Iglesia San Lazaro con plaza, malec6n y
que acompanan el camino. pU6nte sobre tomm/6f8. Arsqu!pa.
142 JORGE BURGA BAATRA
En la costa, los malecones -aparte de sus funciones prác- nes quieren contempla r el mar o el rio suelen ser de made-
ticas y recreativas- se ligan a los muelles, que son una ra , complemen tadas con bancas del mismo material o de
suerte de continuación del circuito peatonal que siguen los piedra.
transeúntes al recorrer la playa, siendo la vista al mar el En cuanto a los puentes, son fabricados de todo lipo y
acicale permanente de sus experiencias. malerial, desde los antiguos, hechos de piedra con es-
tructuras de arcos y bóvedas, hasta los de madera , fierro
Sistemas constructivos y materiales y concreto que vemos en la actualidad. En las ciudades
En el caso de los malecones, lo más común es el uso de la modernas predominan los de concreto y fierro, que per-
piedra, aunque para los balaustres se suele usar materia- miten cubrir luces mayores , mientras los de madera se
les como la madera, celosías de ladrillo o elementos prefa- emplean para fines peatonales, sobre luces de menor
bricados de concreto. Las pérgolas que dan sombra a quíe- dimensión .
Orlgenes y paisaje dos poi' caminos y bordes de chacras marcados por pan..
Es evidente que los orígenes de este tipo de local comunal, cas, eucaliptos y muretes de piedra en pirca, que se pier-
frecuentes en pueblos de ra zona Quechua, provienen de den en la distancia, encerrados por las laderas de los ce-
la influencia española y de los portales más elaborados pre- rros que los delimitan.
sentes en las ciudades mayores. La única influencia pre-
hispánica en este tipo de portales estarfa en la mashma o Caracter(stlcas
huayrona, que era también un espacio abierto al exterior Estas fueron construcciones para uso colectivo de carácter
pero techado. Estos tipos son comunes en las plazas de clvico , ubicadas en las plazas de pueblos. Si observamos
estos pueblos inscritos en el paisaje de los valles subdivicli- el primer nivel, consistente en unos portales construidos
144 JORGE BURGA BARTRA
con arquería de adobe de soportes muy gruesos, es evi- Materiales y s Istema constructivo
dente que tiene corT)o modelo las galerías de las plazas Sobre una cimentación de piedra y barro se elevan los mu-
importantes. Los segundos pisos con grandes balcones ros de adobe, reforzándose los que servirán de arranque a
corridos y techos de madera cubiertos con teja tuvieron los arcos exteriores, mientras en los interiores se usa dinte-
la finalidad de dar tribuna a los líderes comunales y poli- les de madera y vanos rectangulares. Los arcos son de poca
ticos para dirigirse a los pObladores o comuneros . Los altura, en ellos predomina el lleno sobre el vacío. El entre-
muros de distribución de los espacios interiores de estas piso es de madera aserrada y entablado del mismo mate-
construcciones son de adobe y definen un conjunto com- rial. El segundo piso también es de adobe pero de un espe-
pacto que se ilumina y ventila por el frente y por el fondo. sar menor el conjunto se techa con tejas colocadas sobre
Los dos ejemplos mostrados corresponden: uno a las mu- una cobertura de caña y barro soportada por una estructu-
nicipalidades de distritos cajamarquinos como Jesús, ra de madera de par y nudillo. El balcón del segundo piso
Asunción y Magdalena. El otro es un local comunal en se cierra con balaustres y columnas de madera , que pue-
Hatun Cajas en Huancayo. A pesar de la distancia entre den reemplazarse por mochetas de adobe o ladrillo (como
unos y otros , la similitud es ad mirable y se extiende a en el caso de Cajas), configurándose un primer piso denso,
otras localidades y pueblos de las zonas Quechua y sobre el que se instala un balcón de carácter más bien lige-
Yunga. ro, característico de plazas mayores como la de Ayacucho.
Orígenes y características
Entre las construcciones vemáculas de carécter religioso des-
tacan en todas las regiones las capillas, como un patrón que,
en menor dimensión, sirve de modelo a la arquitectura funera-
ria individual o familiar, Otro elemento de presencia obligada
es la cruz del camino que puede estar ubfcada en el perlmetro
de la Iglesia o sobre la prominencia de algún cerro pero cuya
ubicación principal es a la entrada del pueblo, Los orígenes
de las capillas se remontan a la acción evangelizadora de la
oonquista, para la que se debla garantizar Que todo poblado
contara con un recinto en Que pudiera realizarse el oficio reli-
gioso y la instrucción de la fe. las capillas eran los elementos
más destacados de la arquitectura de los pueblos y fueron
ubicadas en lugares preferentes de plazas y plazuelas, siste-
ma que luego se replicarla en las casonas.
la prédica religiosa era obligatoria por lo Que también en-
con tramos capinas en caserlos y caminos, en donde el pa-
trón llega a su mínima expresión , consistiendo en una habi-
tación abierta , que permite que el caffiÍnanle se detenga a
rezar Este modelo se engalana para las celebraciones, en
cuyo caso se amplia delante del ingreso con arcos exterio-
res cubiertos de hojas, frutas, imágenes, platos brillosos y
espejos. l as tumbas de los cementerios pueblerinos son
reiteraciones, más pequel'las aún, de estas capinas o de
las cruces de caminos. Si observamos atentamente un ce-
menterio veremos la réplica de un pueblo cuyas viviendas
serIan las tumbas donde el difunto pasará el resto de su
vida eterna , de modo semejante a la concepción
prehlspánica de la muerte, que ha sobrevivido al cristianis-
mo lraldo por tos espanoles.
Las cruces en la entrada de las capillas permitlan el arre-
Arriba: Capilla en Túcume, Chic/ayo.
pentimiento de los fieles antes del ingreso al templo, las Abajo: Cspilla sobre Ushnu en Jauja.
146 JORGE BURGA BARTRA
Glorietas en plazas
Orígenes y caracterlsticas
La costumbre de construir glorietas en el centro o al iado riores y parecen haber estado reservadas a los poblados
de las plazas tiene que ser bastante posterior a la llega- menores. En Cajamarca, por ejemplo, existió una glorie-
da de los espar"ioles quienes fundaron esos espacios ta lateral aparte de la pileta , que fu e destruida por
públicos en las ciudades y pueblos. Las ciudades de fun- considerá rsele muy pueblerina . Estos elementos , que
daci6n espanola colocaban picotas y fuentes de agua en engalanan las plazas populares , están presentes aún en
el centro de sus p lazas, eso puede verse en Lima , muchos lugares de la costa , sierra y selva de nuestro
Caja marca, Arequipa o Cusca. Las glorietas son poste- pars . Tienen fechas de inauguración muy distintas, asr
ARQUITECTURA VERNACULA PERUANA '47
Plazuelas
Orlgenes y caracterrsticas
Tal vez hablar de las plazas sea demasiado evidente, mien-
Iras Que hacerlo sobre las plazuelas -menos nolorias pero
más cercanas al barrio, a la gente y a sus viviendas- puede A
ser más interesanle. Unas y olras fueron usadas por los
espa~oles en su ya conocida propuesla de damero, en la
Que la plaza principal cubrla una manzana céntrica y las
plazuelas recortaban la manzana en una de sus esquinas,
anunciando la presencia de una iglesia y de un barrio alre-
dedor Asl, la población era reconocida e Identificada cele-
brando en ese espacio sus fiestas y actividades
coslumbristas particulares.
Las ciudades de fundación espai'lola en todo el Perú tienen
esas mismas caracterlsticas con una Que otra variante. Mien- B
Iras en Lima o Cajamarca la secuencia de plaza mayor y
plazuelas oorresponde al patrón descrito, en Arequipa a la
plaza mayor le suceden las plazas menores de los pobla-
dos que fueron anteriormente independientes y hoy son parte
de un oontinuo urbano. Los espacios en esquina delanle de
las iglesias son, en esta ciudad, atrios cercados. Algo pare-
cido ocurre en Trujillo donde hay plazuelas pero atrios solo
en algunas esquinas.
Obras de apoyo
Origenes y caracterlstlcas
Existe una serie de edificios, mobiliario urbano y equi-
pamiento que son complementarios a la arquitectura
vernácula : hornos de material cerámico, molinos, lagares
donde se prensa la uva para elaborar el vino, prensas de
cai'la para elaborar aguardiente, hornos caseros, carretas,
batanes, hornacinas, manguarés, etc., el universo es muy
grande. Aqui mostraremos sólo algunos ejemplos como tes-
timonio de su importancia fundamental, dado que sin ellos
esa arquitectura no existlrla. Muchos de estos objetos co-
rresponden a la época pre industrial en que cada elemento
era elaborado artesanalmente de modo rudimentario pero
efectivo para el uso que se le requerla .
Si bien es cierto la modernidad, orientada hacia el consu-
mo, viene reemplazando estos objetos por otros de plásti-
co, aluminio y otros materiales todavia se les puede encon-
trar en el recodo de un camino o en el interior de las casas.
l as razones de su permanencia pueden ser diversas: Su
bajo costo, aunque mandar1as a hacer contemporánea mente
puede costa r más que comprarlas en el mercado; su
durabilidad y eficiencia puede ser otra razón, pues los pro-
ductos industriales suelen durar poco y requieren rápida-
mente de reemplazo, incentivando el consumo y la ganan-
cia. Resulta claro que estos productos artesanales termi-
narán por desaparecer por lo que habrla que pensar en un
museo para su preservaci6n .
como un barril hermético, un torniquete con rosca o una trabajo o cocinas. Asimismo, cuando se convierte en cerá-
rueda; cómo la piedra se talla para producir discos que tri- mica, puede producir todo tipo de recipientes o , finalmente,
turan en un molino los granos o una rueda dentada que gira podemos apreciar cómo con las fibras más diversas se pue-
y se engrana a otras piezas; cómo el barro se moldea para de elaborar sogas, hamacas, cestas, canastas, telas y todo
configurar poyos, hornacinas, hornos, tabancos, mesas de un mundo de objetos útiles.
B
ARQUITECruRA VERNÁClA..A PERUANA 155
A. Molienda de cat'Ja para fabricar ca"azo, B: Horcones usados en muablerla fija, Lambayeque.
c: Pilón o morlero de uso en la selva D: Taladro manual, E: CaneffHa en madera usada en la sierra. F' Lagar para prensar la uva.
..
, JORGE BURGA BARTItA
Autoconstrucclón y material cnoble_ ral opta por los modelos urbanos dominantes de la casa
La práctica de la autoconstrucci6n es una costumbre popu- chalet. abandonando los prototipos regionales vernáculos.
lar fuertemente arraigada en nuestro medio, no es dificil Procura una construcci6n de material cnoble_. es decir de
deducir que su origen se remite a las dinámicas sociales concreto armado y ladrillo. bautizado asl en alusión lanto a su
del campesinado. Es una tradición arraigada en la zona resistencia y durabilidad -en 0JX>Si66n a los materiales de la
andina que, para la construcción de viviendas, tanto la ob- arquitectura rural vemáOJla--. CJ~mto a una supuesta mayor
tención de materiales como la labor constructiva sean rea- alcumia y prosapia, que endose al poblador aceptación social
lizadas por la familia propietaria de la casa conjuntamente sobre la base de su reconocimiento económico; esta rela-
con los demás miembros de la comunidad. Este sistema ción reflejarla su incorporación definitiva a la modernidad.
fue heredado de una de las tradiciones de reciprocidad Vemos pues que el estatus que se busca con el material
andina: el ayni, que aún se practica siguiendo dinémicas y «noble», si bien recorra los ámbitos de la estabilidad física,
ritos anceslrales . también se relaciona con los del nivel social, en una bús-
Con la proliferaci6n de los procesos migratorios a las gran- queda de Integración a la ciudad y a la modernidad. Sin
des ciudades, especialmente a la capital, estas costumbres embargo el material reconocido como «noble» , es decir
fueron cediendo paso a las relaciones propias del merea- muros de ladrillo, columnas y vigas de concreto y techo ali-
do, el trabajo se especializ6, identificándose este proceso gerado, corresponde a una tecnologla que fue moderna en
con la f¡gura del maestro de obra. Para algunos, la auto- al siglo pasado pero que hoy ha sido superada largamente
construcción es un sistema de reciprocidad andina traslada- por diversas técnicas de mayor eficiencia y economía. los
do a la ciudad, aunque oon la presencia importante de relacio- pobladores de las zonas barriales son poco permeables a
nes contractuales. Para otros, en cambio, es una rémora y reconocer esos nuevos materiales y técnicas constructivas,
una excusa para apañar la informalidad en la construcción. aferrándose de manara retrógrada a lo que ellos siguen lla-
Tal vez seria más apropiado hablar de micro empresas de la mando «material noble • . En estos procesos. siempre cam-
ronstrucci6n, que deberlan formalizarse poco a poco sin biantes, los maestros de obra -quienes tienan la mayor
dejar de lado su importancia pues producen más viviendas aceptación de la población migrante por su participación
que los programas Mi Vivienda y Techo Propio juntos. directa y proactiva an el proceso productivo- ojuegan un
la práctica de la auto construcción es consustancial al mo- papellmportantfsimo. Si ellos llegan a conocer y aceptar
delo que la acompaña, que tiene un origen diferente al de los nuevos materiales y métodos constructivos, larde o
la vivienda vernácula campesina que el poblador abando- temprano la población también los aceptará.
nó en su marcha a la capital. Me refiero a la casa chalet,
copiada de los sectores urbanos medios y altos, trasladada
a una casa de barriada propia. autoconstrulda sobre un lote
Pág. opuesta: TIpic8s viviendas barriales, siempre cambiando
casi siampre invadido. Al llegar a la ciudad , el poblador fU- 9 inacabadss. Alr&dédof'&s de Uma.
oS J(W:IGE B URGA BARTI
Arquitectura chicha y arquitectura vernácu la rural por intervenir en este proceso y no dejarlo en manos de los
Una buena manera de aproximarse a un diagnóstico de la maestros de obra solamente, participé en un proyecto de
arquitectura popular en el Perú, es analizar la confrontación densiflCación en Villa El Salvador dise¡'ando una vivienda
que viene ocurriendo entre la arquitectura vemácula rural para una pobladora, obra que resultó ganadora de un pre-
de barro, piedra y madera, con su rico y variado lenguaje mio en la categoria vivienda en una bienal de fines del siglo
por un lado y esa aira que emerge puJanle en las barriadas xx. AI1í se planteaba una expresión integrada de estos ex-
de las grandes ciudades con expresiones homogéneas chl- tremos que resultó aceptada por la familia.
cha de material «noble». Si musicalmente el término chicha designa la combinación
Es evidente que esa pugna la viene ganando largamente la o mezda de los patrones musicales andinos con la cumbia,
tendencia chicha y no la regional que más bien se bate en por extensión, la chicha se ubica en el término medio entre
retirada. Los aclores no son distintos, es el mismo poblador el recién llegado y el acharado. entre lo rural y lo urbano,
rural el que abandona su vivienda vernácula rural, llega a la entre lo vernáculo rural y lo moderno, enlre lo ornamental y
ciudad y construye su nueva vivienda adoptando el modelo lo práctico. entre lo provinciano y lo metropolitano, entre lo
dominante de la casa chalet, abandonando los modelos tra- artesanal y lo industrial. En términos arquitectónicos, lo chi-
dicionales en que vivió anteriormente. Las comunicaciones cha estaría representado por la presencia de elementos
rápidas entre ciudades dinamizan estos procesos, al punto modemizantes como voladizos, spot lights, vidrios azules o
que este nuevo modelo se expande también a centros po- verdes, enchapes cerámicos combinados con otros ver-
blados medianos y menores, homogeneizando la escena naculos como tejas, farolitos, arcos, carpinteria tallada en
urbana popular nacional. Mientras tanto, la arquitectura re- madera, azulejos y alféizares ornamentados con rombos,
gional, a pesar de su riqueza y excelente adecuación al circulas o rectángulos recortados en las esquinas.
medio natural y cultural, se extingue paulatinamente. Pero los patrones no sólo varían en los elementos exle-
La ciudad popular se va configurando a manos de quienes; riores, también los interiores adquieren dinamismo y
pretendiendo ser citadinos arrastran concepciones y mo- ambivalencia. Los ga rajes se convierten en talleres y tien-
das de vida rurales; pretendiendo ser modemos, sazonan das, las salas y comedores aumentan sus dimensiones
sus viviendas con tallas y arquerías coloniales; preteodien- para las fiestas. las escaleras interiores dan paso a las
do hacer una arquitectura tecnológica e industrial, la llevan exteriores para permitir el acceso a segundos pisos de
a cabo con medios completamente artesanales. Es decir modo independiente, se construye cuartos de uso multi-
una arquitectura chicha, «donde los valores tradicionales pie que pueden albergar desde una persona hasta una
se cuestionan, pero ala vez se persiguen».1BEn un intento familia recién formada con cocina y refrigeradora inclui-
das. las habitaciones se multiplican sin cesar qUedando
muchas de ellas sin luz ni ventilación. Es decir· el suei'io
16. Roberto Miró Quesada, estudIOSO de la cultura popular perua-
na. en conferencia. de la casa propia unifamiliar convertido a la larga en la
ARQUITECTURA VERNÁCULA PERUAHA 159
Evolución de la vivienda barriBl. Desde sus inICIOS CQfflO unífamiliar, hasta su estado avanzado de 5 o 6 pisos, como multifamiliar.
pesadilla del tugurio multifamiliar compartido con la fa- como una forma de definir un lenguaje vernáculo urbano
milia extendida, como se muestra en el dibujo adjunto. alternativo. Después de todo, la arquitectura barrial no
Nuestras ciudades crecieron por oleadas. Inicialmente pasa por las manos de los arquitectos , al igual que las
cubrieron horizontalmente los arenales y las laderas que viviendas campesinas. Entonces, el enfrentamiento en-
las rodeaban, para luego consolidarse y convertirse en Ire las tradiciones rurales y las propuestas chicha, no
multitud de edificios que empezaron a transformarse y sería otra cosa que la expresión del reemplazo de una
deteriorarse mucho antes de culminarse. cultura rural y variada, por una urbana y homogénea.
Aunque esta arquitectura, como dijo Paul Oliver al ver- ¿Cuándo se dará la consolidación de la arquitectura
la: II.Podr/a llegar a ser una nueva expresión vernácula chicha y su pase a constituir una forma vernácula mo-
modema».1T Dando a entender que habría que captarla derna? Creemos que ya hay casos aislados de cierta
madurez, que van superando la copia de la vivienda
17 Paul Olivar astuvo por Lima antes da publicar su Enciclopedia chalet y que , por el contrario, están evidenciando su
01 Vemaculer Architecture of fhe world. influencia en los barrios medios y alIas.
160 JORGE B URGA BARTRA
Barri ada y t ugurio, unifamiliar y mu lt ifamiliar pietarios opta por la opción unifamiliar. Respecto a la pri-
Se ha difundido dos ideas erradas respecto al desarrollo mera Idea , podernos comprobar Que las barriadas conso-
de la arquitectura popular de nuestras ciudades: la prime- ¡idadas de la periferia urbana también se tugurizan, del
ra: Que la vivienda de la barriada suburbana es diferente a mismo modo los solares céntricos -ante la posibilidad de
la Que se construye en los solares tugurizados de la zona construir algo definitivo- optan por un modelo similar al de
céntrica de la ciudad. la segunda: Que la mayorfa de pro- la barriada, consistente en un edifICio multifamiliar de va-
.' "
ti.
-.. . -..
•
Etapas barriada: 1 Invasión, 2: Acumulación de matariales, 3: Uagan los servicios, 4: Se techa, 5: Se continua con 2" piso.
ARQUITECTURA VERNÁCULA PERUANA 161
rios pisos, con posibilidades de albergar a varias genera- por un lado, rompiendO esquemas en su proceso de auto
ciones de la familia original o a sus allegados. Tuvimos la urbanizar y auto construir mientras que, por otro lado, ha
oportunidad de dise~ar un conjunto multifamiliar para un ido legalizándose y adaptándose a las condiciones del
solar en Santa Cruz, una zona popular de Miraflores, en espacio hostil de las ciudades. Después del paso de algu-
ese caso, los residentes terminaron por elegir -entre dis- nas generaciones, los pobladores jóvenes están más dis-
tintas alternativas- la más parecida a la utilizada en la puestos aceptar las reglas de la urbanización, entendien-
barriada: un modelo que propon la una vivienda sobre otra , do que no se puede seguir dilapidando el recurso suelo
ambas pertenecientes a la misma familia, la que en su con esquemas de lotización que empiezan siendo
mayoría constaba de cuatro generaciones incompletas y unifamiliares para luego tornarse en multifamiliares , en
raquerla por lo tanto de un desdoblamiento en dos unida- procesos que también tienen visos de especulación. Se
des de vivienda independientes. debe reformular la barriada y el solar céntrico e ir hacia
Respecto a la segunda idea , hemos visto cómo la original una ciudad renovada y compacta.
casita chalet unifamiliar del poblador barrial. se ha ido con-
virtiendo paulatinamente en el multifamiliar de la familia am- Posibilidades y alternativas de la chicha
pliada. Sin embargo, a mediados del siglo pasado. la ma- Como conclusión, se podría plantear que esta arquitectura
yoria de pobladores de bajos recursos rechazaron las uni- popular urbana, cumple solo con algunas de las condicio-
dades vecinales multifamiliares que les fueron ofrecidas y nes de lo vernáculo: es producida y dise~ada por maestros
se volcaron masivamente a la barriada. Finalmente, des- de obra , no por arquitectos; es una producción domi-
pués de varias décadas. estos pobladores terminaron cons- nantemente artesanal aunque use productos industriales.
truyendo multifamiliares , con posibilidades también de po- Sin embargo no se adapta al clima, ni a los materiales, ni a
nerse a disposición del arrendamiento. Es decir, aceptaron la cultura locales. Tampoco ha llegado a consolidar mode-
el unifamiliar porque brindaba la posibilidad de crecer y con- los y tipos caracterlslicos en cada lugar como lo ha hecho
vertirse en un multifamiliar de su propiedad , más que un la arquitectura vernácula, llegando más bien a una expre-
departamento sin posibilidades de crecimiento. Esto moti- sión homogénea que se repite en la costa sierra y selva
vó que la tipologla del departamento haya sido más bien la por igual.
elegida por los sectores medios que permanecieron esta- Esa es una situación transitoria que puede ser superada,
bles en su desarrollo económico, mientras el poblador barrial pud iendO llegar asi a configura rse una arquitectura
fue -en muchos casos-- más exitoso, habiendo sido casi vernácula moderna , adaptada a su tiempo y a su luga r. Para
invariablemente el comercio -sobre todo el ambulante- su ello habrá que esperar un proceso de consolidación y de-
principal mecanismo de desarrollo. cantación que todavla no se produce.
Vemos pues que, en la compleja estructura de modelos y
posibilidades, necesidades y deseos, el poblador ha ido,
162 JORGE BURGA BARTRA
hacer dinteles, combinándola con techos de madera y paja. ra vernácula --como en el caso de la selva o del Titjcaca-,
La posibilidad de disponer de árboles y sus hojas pennitió 51 modificó definitivamente la arquitectura urbana de la
el desarrollo de sistemas de columnas, vigas y tijerales de costa y la sierra, imponiendo como patrones: el patio, el
diverso tipo, de la misma manera que, anle la necesidad de arco y la bóveda y como materiales: la madera aserrada
trasladarse de un lugar a otro, este habitante nómade edifi- y la teja. Posteriormente. las diferentes etnias que llega-
có tiendas de tela o de pieles con tensores, varas y esta- ron al pals aportaron elementos que enriquecieron los
cas, de modo de llevar siempre consigo un equipamiento prototipos básicos, As l, se fue forjando un conjunto de
que le diera sombra y lo abrigara en las noches frias del tipos vernáculos condi cionados además por el clima , los
desierto, es decir' su casa -como podemos apreciar el grá-
fico de estructuras básicas-. En nuestro medio, con tantos
ecosistemas y disponibilidad de materiales, tuvimos expre- 18 Broadbent habla de tres niveles en la consolidación de un tipo;
siones de casi todos los sistemas constructivos se~alados Pragmálic:o, analógico, y el canónico, pero él arguye que el
intercambio se produce en el ultimo nivel solamente, sin em-
anteriormente, con variantes distintas e interesantes. batgo estas inftuencias pueden ocurrir en cualquier nivel.
164
plea mayoritariamente la madera en columnas rollizas y palio, asr como algunas carecen de zaguán, teniendo solo
celosías asociadas a los muros, también la muesca, pre- un muto que separa la calle del patio. Si bien estas ca-
sente en los niveles mas altos de la selva, aunque el tapial sas tienen esle espacio de patio central , son vohjmenes
también se emplea en esas zonas. Para los entrepisos cerrados hacia el exterior. En cambio hay otro grupo de
parece haberse llegado a un solo sistema: vigas de madera tipos abiertos como el rancho y el retablo, que se pro-
y enlabiado. Mientras en los techos es donde se da la ma- yectan hacia el exterior a través de concavidades techa-
yor variedad: tenemos los de paja en el ambito rural de cos- das pero abiertas a modo de alares, ramadas o galerras.
ta , sierra y selva apoyados sobre estructuras de madera El rancho es caracterlstico de la cosla, mientras el reta-
con variada pendiente. En la costa también se usa la blo lo es de la sierra más cálida, pues no es propio de
quincha como techo, con cierta Inclinación y con la va- zonas frias. las galerlas de Tumbes y los palafitos de la
riante de usar tablas en vez de caña en las ciudades, selva también estarlan asociados a esta categoría de ti-
incorporando una serie de elementos cenitales de ilumi- pos abiertos Finalmente se puede asu m ir como
nación y ventilación. En la sierra , el par y nudillo rollizo mu ltifamiliares los Intentos de aumentar la densidad en
está muy difundido, llamado moji nete en el sur del que las grandes ciudades co mo Lima , Trujillo y Arequipa , don-
se desprendió el mojinete truncado que baja a la costa de se edificaron callejones, qu intas , bifamili ares y
en Tacna 110 y Moquegua , pero usando madera aserra- multifa miliares, siguiendo inicialmente los modelos de la
da . Finalmente encontramos la bóved a de sillar y pied ra , casa patio y sus balcones, pero derivando después a ti-
tralda por los espa,",oles y afincada sobre lodo en la sie- pos nuevos (Alvari"'o, 1990).
rra sur además de la falsa bóveda presente en esa zona En la arquitectura urbana y rural los tipos descritos se com-
desde anles de su llegada . plementan con una serie de elementos que los enriquecen,
Respecto a sus caracteristicas: Tenemos el lipo cerra- dándoles un valor particular. Por un lado están las portadas
do, caracterizado por una o varias habitaciones adyacen- que marcan los ingresos, las ventanas y sus rejas, así como
tes que forman un solo volumen compacto; hacia el frente los balcones de gran variedad: corridos, puntuales, salidos,
tiene una fach ada sencilla y hacia atrás un espacio libre. a ras o embutidos, con balaustres tomeados, de tabla o de
También son comunes la casa patio y la cancha. La prime-- fierro. En la oosta proliferaron teatinas y linternas para ilu-
ra, presente en loda la costa y la sierra, manifiesta una fuerte minar y ventilar las habitaciones mediterráneas. Pero no
influencia española , aunque tuvo su antecesora en la casa todos son elementos sofisticados, pues en el caso de los
cancha prehispánica. Una muestra de ese proceso de trans- putucos y de otros lipos, los muebles son del mismo mate--
formación es Ollantaytambo donde algunas viviendas can- rial que los muros y los lechos, mientras los horcones en
cha se han transformado en casas patio con muy pocos Tucume no solo sirven como columnas sino que se usan
cambios . POt un proceso de reducción algunas casas como palas de mesas y bancas, asl como de soportes
vernáculas poseen tres, dos y hasta una sola galería de para las tinajas de chicha.
166 JORGE BURGA BARTAA
Anfiteatro y malecón frente al puerto en 110. Los ¡lOrtieos son el negativo de los techos de mojinete truncado.
Moquagua. Obra de Edgardo Ram{rez Ch.
AROUITECTURA VERNÁ.CULA PERUAHA 169
gunos proyectos se utiliza intensivamente la piedra, la ma- Chabuca Granda en el Rímac, donde recrea un balcón comdo
dera, el barro, la cana y el bambú, sin dejar por ello de ser de un multifamiliar de la Uma tradicional. Pero ninguno de
contemporáneos. Otros adoptan sistemas de climatización estos esfuerzos alcanzará si dejamos morir esta arquitectura
caracterlsticos de esta arquitectura, asl como su gran adap- vemácula y sus distintos registros en nueslro pars. Es labor
tación al lugar. Aunque en algunos casos el acercamiento es del INC conceder el carácter de monumento a estas obras
más sutil y se apela a una concordancia con la arquitectura que vienen desapareciendo inexorablemente. Hubiéramos
tradicional . querido concluir con un mapa donde se fije la ubicación de
Oemasiado larga seria la lista de ejemplos que podrlamos los distintos tipos y su cubertura, pero creemos que es pre-
enumera r baste se"alar como referen cias el caso de maturo y no quisiéramos cometer errores al generalizar. En
Edgardo Ramirez Chirinos, en su propuesta del malecón realidad, este gran mapa se irá construyendo con otros apor-
de 110, donde plantea unos pórticos que son el negativo del tes que esperamos este libro pueda convocar En esa orien-
techo caracterlstico de los mojinetes truncados del lugar tación, este esfuerzo es un reto, a la vez que una propuesta
también el de José Garcia Bryce con su conjunto de vivienda abierta a otras intervenciones que la complementen.
I~
Tipos de balcones. AITiba: Urna, CajamafC8, Huancayo, Apurimac. Abajo: Tumbes, retabJo, Arequips, Embutido siarra.
170 JORGE B URGA BARTltA
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