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TEXTOS ACADÉMICOS

Los textos académicos son elaboraciones intelectuales que abordan un tema particular o
profundizan en él, y lo hacen de una manera formal. El ámbito donde se emplean los
textos académicos es la academia, es decir, aquellos espacios donde se adquiere y
difunde conocimiento formal sobre determinada disciplina. Es durante los procesos de
enseñanza y aprendizaje que se elaboran los textos académicos. Ello se hace con el
objetivo de comunicar, difundir e intercambiar conocimiento, así como discutir acerca
de este. Los autores de este tipo de textos suelen ser estudiantes, profesores e
investigadores.

Características

Si hay algo que caracteriza a un texto académico es que este es el resultado de la


realización de un trabajo intelectual llevado a cabo sistemáticamente. Para su creación,
no bastará con las ideas que nosotros podamos tener acerca del tema sobre el cual
queremos escribir, sino que necesariamente tendremos que consultar diversas fuentes.
Producto de la consulta de dichas fuentes, las cuales deben ser confiables y académicas,
es muy probable que tengamos que presentar opiniones de los distintos autores a los que
hayamos leído. Ahora bien, nuestro trabajo no consistirá únicamente en la presentación
de dichas opiniones, sino que tendremos que sustentarlas de la manera más razonable y
rigurosa posible.

Es así que para la creación de este tipo de textos necesitaremos, además de contar con
información para el desarrollo de nuestro tema, poner en prácticas ciertas habilidades
discursivas tales como la síntesis, el análisis, la evaluación y, especialmente, la
argumentación.

Ya que hemos señalado que un texto académico debe ser argumentativo, vamos a
detenernos en esta parte del curso a estudiar los argumentos.

¿En qué consiste la argumentación? La argumentación consiste en defender una idea,


tesis o conclusión basándonos en ciertas razones o también llamadas premisas.

Es importante destacar que, dependiendo del tipo de texto académico que estemos
elaborando, haremos uso en nuestra redacción de citas textuales, citas directas y citas
indirectas, así como de notas a pie de página. Y una parte importante que en muchas
ocasiones tendremos que incluir es una bibliografía en la cual registraremos todas las
fuentes empleadas en la redacción de nuestro texto.

Para referir fuentes, existen varios sistemas de referencia. ¿Cuál debemos emplear?
Empleemos el que nos indiquen y, en caso de que no se nos solicitara expresamente el
uso de un sistema de referencias en especial, optemos por uno y seamos consistentes en
su uso a lo largo de nuestro trabajo. Es decir, no mezclemos un sistema con otro.

Estructura

En líneas generales, los textos académicos suelen compartir la misma estructura, con
algunas diferencias según la tipología a la que correspondan y sobre la cual trataremos
en el siguiente acápite. A continuación, presentamos las partes que conforman la
estructura de un texto académico y el orden en el cual se presentan.

Introducción

En la introducción, el autor presenta el tema sobre el cual va a tratar, hace su


declaración de intenciones, etcétera. Es a partir de esta primera parte del documento que
el lector se forma una idea del texto que tiene en las manos y puede decidir si le interesa
o no, si debe leerlo o no, si debe leerlo completo o no. Por lo general, esta parte es la
última que se redacta, pues en ella decimos sobre qué vamos a hablar. Por tanto, para
hacerlo correctamente, será necesario que tengamos nuestro texto terminado.

Cuerpo

En el cuerpo, el autor desarrolla propiamente el tema; para este desarrollo, se vale de la


información que ha obtenido de las distintas fuentes que ha consultado. No solo expone
lo hallado en las fuentes, sino que trabaja esa información, ya sea comparando posturas
de distintos autores, mostrando sus propias opiniones, etcétera. Es aquí donde el lector
podrá encontrar el desarrollo del núcleo argumental de la exposición.

Cierre

En el cierre, el autor presenta las conclusiones a las que ha arribado en su trabajo.


Asimismo, puede presentar recomendaciones, sugerencias, etcétera. En esta parte, se
dejan sentados los resultados de los análisis que se hayan hecho y es donde se consignan
los conocimientos nuevos a los que se haya podido llegar en la investigación realizada.
Ya que esta parte representa, en alguna medida, un balance de la investigación, podrían
también dejarse abiertos nuevos temas que desarrollar en un futuro.

Tipología

Los textos académicos pueden tener objetivos diferentes, pueden presentar


características particulares, así como pueden necesitar extensiones diferentes para
exponer y desarrollar las ideas que se quieren transmitir. Es en vista de esto que existen
diferentes tipos de textos académicos y cada uno cumple funciones también distintas. Se
consideran textos académicos a los siguientes documentos:

‒ El resumen

‒ El informe

‒ La reseña

‒ El ensayo

‒ La monografía

‒ La tesis
‒ El libro

En nuestro curso, solo abordaremos los cuatro primeros, es decir, el resumen, el


informe, la reseña y el ensayo, ya que el tratamiento de los otros tres corresponde
hacerlo propiamente en un curso de Metodología o Seminario de Investigación.

El resumen

El resumen es un documento en el que se trata de reducir el tamaño de una redacción


más extensa. Para elaborar un buen resumen, será necesario que hayamos comprendido
plenamente el texto que vamos a resumir, así como que expresemos su contenido con
nuestras propias palabras, a la vez que ordenamos la información según nuestro propio
criterio. Es decir, no tenemos por qué seguir al pie de la letra la estructura que el autor
del texto leído maneja. Nosotros podemos y debemos recrear esa estructura mediante la
agrupación de los conceptos que el texto presenta. No perdamos de vista que aun
cuando para redactar el resumen lo hagamos empleando nuestras propias palabras,
debemos cuidar de hacer uso del lenguaje formal, tal como lo exige la redacción de todo
texto académico.

Las siguientes pautas nos permitirán escribir un buen resumen:

‒ Consignemos los datos bibliográficos del documento que resumamos.

‒ Descubramos la idea principal de cada párrafo.

‒ Eliminemos el material secundario: los ejemplos, las aclaraciones, las digresiones,


las citas textuales, etcétera. El objetivo del resumen es precisar la idea del texto, no
generalizarla.

‒ Prescindamos de la información redundante.

‒ Agrupemos aquello que tenga características comunes y que pueda identificarse con
un mismo término.

‒ Expongamos las ideas por orden de importancia, desde la troncal a las secundarias,
aunque el autor haya seguido otro orden.

‒ Respetemos la terminología empleada por el autor del texto, sobre todo si el resumen
es para que lo lea otra persona.

‒ No incluyamos ningún dato o información que no esté en el original. Tampoco


añadamos opiniones personales.

El informe
El informe es un documento que pertenece a los textos de tipo expositivo o informativo.
En él, se expone algún aspecto de la realidad de la manera más objetiva y veraz posible.
Podemos elaborar un informe sobre algún evento o sobre algún proceso que hayamos
observado, así como sobre alguna lectura que hayamos realizado.

El informe suele presentar la siguiente estructura: introducción, cuerpo y cierre. En la


introducción, se consigna el tema sobre el cual versa el informe, así como el objetivo u
objetivos que este tiene. La introducción puede estar compuesta por un único párrafo.
En el cuerpo, se hace un análisis objetivo de los hechos, procesos, datos o ideas
importantes que hayamos recogido de nuestra observación de algún hecho o de la
lectura que hayamos realizado. Y, finalmente, en el cierre, quien elabora el informe,
presenta comentarios, críticas, sugerencias, recomendaciones o alternativas de solución,
partes que si bien son de carácter personal deben estar debidamente justificadas. Es
decir, el cierre del informe no debe reducirse a hacer únicamente una síntesis de lo
expuesto.

Las siguientes pautas nos permitirán escribir un buen informe:

‒ Contemos con un registro de datos de lo observado, ya que la redacción del informe


se basará en dichos datos. Este registro puede hacerse mediante fichas.

‒ Los datos que registremos deberán considerar aspectos particulares de lo observado;


no hagamos anotaciones generales sobre este.

‒ Elaboremos un esquema de redacción antes de redactar el informe.

‒ Indiquemos en el esquema de redacción, de la manera más precisa posible, cuál es el


objetivo del informe y qué idea o ideas centrales expondremos en él.

La reseña

La reseña es un documento crítico; en ella evaluamos y juzgamos la información que


recogemos de otras fuentes tales como libros, artículos de revistas, enciclopedias,
entrevistas, películas, videos, conferencias, etcétera.

Existen diferentes tipos de críticas. Por ejemplo, podemos hacer una crítica de una obra
literaria o un docente puede hacer una crítica del trabajo que un alumno le presenta. Los
criterios para realizar cada una de estas críticas serán, definitivamente, distintos. En el
primer caso, seguramente nos centraremos en el argumento de la obra, en su
originalidad, en el estilo y la forma literaria que presenta, etcétera. En cambio, en el
segundo caso, seguramente nos centraremos en qué tanto dominio del tema tiene el
alumno, si expone sus ideas con claridad y precisión, si realiza un adecuado trabajo de
argumentación, etcétera.

¿Qué caracteriza a una reseña? Al ser la reseña un texto crítico que implica evaluación,
incluirá partes informativas así como partes argumentativas. Las partes informativas
presentarán la información sobre la cual se emitirá la crítica; las partes argumentativas
presentarán los argumentos con los que sustentarán y justificarán los comentarios,
opiniones y críticas que expresemos en la reseña.

Existen diversos tipos de reseñas. Tenemos, por ejemplo, que se hacen reseñas de
películas, reseñas de libros, mediante las cuales cuestionamos la información depositada
en estos materiales; este tipo de reseñas sirven para recomendar o no su consulta. En
nuestro curso, nos centraremos en la reseña académica.

Mediante la reseña académica criticamos otro texto; y el objetivo de esta crítica es


cuestionar la validez de dicha fuente de información. La elaboración de una reseña de
este tipo nos permite aproximarnos a la fuente de información como lectores activos y
críticos que cuestionan la validez y el valor que puedan tener las fuentes de información
que se consulten.

Toda reseña académica debe incluir los siguientes datos:

‒ Referencia bibliográfica: la reseña debe incluir la referencia bibliográfica


completa de la obra reseñada.

‒ Presentación del autor del texto que se reseña: quién es, de qué especialidad
proviene, a qué se dedica en la actualidad. Esta información puede resultarnos útil
para determinar el valor de autoridad de la obra.

‒ Presentación del contexto de la obra: en esta parte, se informa a qué género


pertenece la obra o dentro de qué disciplina se encuentra, si la obra fue escrita en el
marco de un proyecto de investigación, con qué finalidad se hizo.

‒ Objetivo e hipótesis de la obra reseñada: si bien los textos no siempre presentan


una hipótesis, sí que presentan algún objetivo. Si la obra reseñada presenta hipótesis
y objetivos, en la reseña, se deben señalar ambos.

‒ Resumen de los contenidos: la reseña debe presentar una síntesis de las ideas más
importantes que desarrolla la obra reseñada; es decir, las ideas vienen a ser las
afirmaciones, los datos, las opiniones y los argumentos que aparecen en la obra. La
presentación de estos contenidos pueden hacerse solo informando sobre ellos o,
además de su presentación, se pueden hacer críticas, comentarios y evaluaciones de
ellos.

‒ Comentarios críticos: mediante la crítica, la reseña evalúa qué puntos positivos o


negativos tiene la fuente reseñada; asimismo, evalúa la utilidad que esta puede tener,
la validez de sus argumentos, la pertinencia de las fuentes que se han empleado, la
claridad de sus contenidos, la verdad de sus afirmaciones, la objetividad o
subjetividad con que se abordan los temas, etcétera. La crítica consiste, entonces, en
una opinión debidamente fundamentada.
El orden en el que deben aparecer estos datos puede variar, el que proponemos es el que
se suele seguir. Si decidimos variar el orden de aparición de estos datos, hagámoslo
pero vigilemos que la información guarde un orden interno.

El ensayo

El ensayo es un texto en el que su autor presenta un comentario personal o libre. En este


tipo de texto, se defiende una tesis personal, y la defensa de esta tesis personal se hace
mediante un trabajo de argumentación.
En el ensayo, se encuentran presentes las siguientes características:

‒ Suele ser de poca extensión, aunque esto es relativo. Hay ensayos de una página o
menos, de cinco o de veinte páginas a más.

‒ Su estructura es libre, en el sentido de que no tiene contenidos predefinidos, como


los de una monografía o una tesis, por ejemplo. Pero sí es cierto que, como todo texto
bien estructurado, un ensayo debe tener una parte introductoria, un cuerpo y un
cierre.

‒ Los temas que se pueden abordar en un ensayo son diversos. Así, hay ensayos
sobre literatura, sobre temas periodísticos, científicos, políticos, etcétera.

‒ El estilo con que se escribe un ensayo es formal. Esto significa que la expresión
debe ser cuidadosa.

‒ El tono puede ser irónico, satírico, poético, didáctico, etcétera. Ello dependerá de
los propósitos con los cuales se escribe un ensayo y de la intención comunicativa del
autor.

‒ Lo usual es que el tema o la problemática no se agote en el ensayo, pues su


pretensión no es el rigor científico demostrativo. Por ello, suele haber ensayos que
terminan con interrogantes nuevas que surgieron a partir de los argumentos
expuestos.

‒ Al ser el ensayo un medio de expresión con una estructura libre, la exposición


debe ser, en lo posible, amena, y esta amenidad debe prevalecer sobre el rigor
sistemático que podría caracterizar a una tesis o una monografía.

https://sites.google.com/site/redaccionavanzada2013/22

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