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-Hechos atómicos y el primer Wittgenstein-

Para el primer Wittgenstein, el mundo se compone de hechos, estos a su vez no


se pueden definir (que en este caso se cae en el costado de la existencia –
existencial-) pero sí se pueden explicar (esto mantiene una posición pragmática –
praxis-).

Wittgenstein utiliza la palabra Sachverhalt, para designar “hechos atómicos” pero


existen traductores que han utilizado la traducción de “estado de cosas”. Ninguna
de las traducciones está mal hecha, sin embargo permite pensar el Tractatus de
formas distintas.

A diferencia del mundo, el “hecho atómico” consta de partes y no de hechos. Al


ser hechos y caer en un plano existencial y no pragmática no puede explicarse;
valga decir que el pensamiento de Wittegenstein es de corte funcionalista-analítico
(el del primer Wittgenstein).

A la última (mínima) expresión de los Hechos atómicos, Wittgenstein los denomina


“simples” u “objetos”.

Hay una frase del Tractatus que, a pesar de que se escucha paradójica, arroja luz
a esta sentencia, y es que Wittgenstein hace referencia al Hecho atómico como
“[…] un hecho que no tenga partes que sean hechos”. Es decir, a aquella
“expresión” que llega a perder su sentido pragmático, en este sentido cabe la
frase: “de lo que no se puede hablar, es mejor callarse”. Es decir de este “estado
de cosas”1, ya que no caen en la praxis: “todo aquello que puede ser dicho” y que
“puede ser dicho con claridad”2.

Tienes que hacer hincapié en que son dos periodos diferentes en Wittgenstein y
que ambos implican dos formas distintas de concebir el lenguaje. Como puedes
ver, el primero de ellos hace mención a cuestiones de carácter lógico, en este
sentido, sus antecedentes son Frege y Russell. También es importante que veas
que en este periodo la explicación del mundo apunta hacia los hechos y no hacia
las cosas: es esto lo que le da un sentido práctico, simple –como él mismo lo
refiere en el Tractatus- pero de univocidad.

La praxis enunciada en el primer Wittgenstein, es diferente al que se puede


observar en el segundo. No deja de ser una praxis, pero una praxis que se dirige

1
Hechos atómicos.
2
Ojo, existe una conexión entre la diapositiva que tiene esta frase (la número 5) y la que hace alusión a los
“hechos atómicos” sin embargo a las dos se les puede dar su relevancia y su explicación por separado.

1
a distintos terrenos (el del UNO en el primero, en el del XENO –lo diferente- en el
segundo).

Las proposiciones en el lenguaje, como Wittgenstein lo describe, tiene que ver con
representaciones, que el determina a partir de la palabra picture of pact, esto es, a
“figuras” (representaciones) de la realidad, que tienen que ver con hechos que se
refieren al mundo.

-Segundo Wittgenstein-

Al segundo Wittgenstein, se le relaciona en gran medida con su obra


Investigaciones filosóficas, a pesar de que tiene otras que comprenden este
periodo como Zettel (apuntes), Observaciones filosóficas, Conversaciones
filosóficas, Ultimas conversaciones, Cuaderno azul y marrón, Estética, psicología y
creencias religiosas, etc.

Este periodo el autor enfatiza en que el lenguaje no cumple en cuestión de una


función, sino como una caja de herramienta en donde dependiendo de lo que se
quiera realizar, se utiliza la herramienta que sirva a determinadas funciones. Es
decir, el lenguaje sirve de acuerdo a las reglas (juegos del lenguaje) que se
requiera. El mismo Wittgenstein, menciona que ni aun los juegos del lenguaje
mantienen una univocidad única. Un ejemplo de esto, reside en que las reglas que
se suscitan para poder hacer uso del lenguaje en determinado contexto, no son
las mismas que pudieran llegar a tenerse en otro u otros contextos.

La situación en este sentido es más simple que en el Wittgenstein del Tractatus. El


lenguaje se aprende y utiliza a partir de sus juegos, es decir, de las reglas que se
utilizan en el mismo. Es importante hacer mención que Wittgenstein nunca deja en
su totalidad la concepción pragmática del lenguaje, sino que a partir de los juegos
del lenguaje, rompe con la visión inmutable que llego a tener en este primer
periodo. Se pasa de una visión de univocidad a la multiplicidad. Es así que existen
reglas del lenguaje (juegos del lenguaje), por ejemplo, para la convivencia con el
otro en lo común, y otro tipo de reglas del lenguaje para transmitir algo que sea del
orden de lo científico; por poner un ejemplo simple.

Al mencionar que el lenguaje no es un espejo de la realidad, Wittgenstein pasa al


terreno de la pragmática en tanto función. El lenguaje es un instrumento, no es la
realidad, sirve para representarla a partir de imágenes (pictures); se utiliza, como
si se utilizara unas pinzas o un desarmador. No se utiliza un desarmador para
sacar una tuerca; de la misma manera en que no se usa el francés (o sus reglas)
estando en alguna comunidad indígena.

2
Si se utiliza el lenguaje, por ende, se está utilizando una serie de reglas que lo
organizan y lo vuelven práctico. Hasta en las mismas rupturas del orden del
lenguaje (como lo realizaba Burroghs) se implantan una serie de nuevas reglas
que regulan a esta nueva forma de instrumentación del lenguaje.

Cuando Wittgenstein utiliza los “juegos del lenguaje”, rompe con la


correspondencia entre nombre y objeto, es decir, que a un nombre no
necesariamente corresponde un mismo objeto, sino que esto se determina en
función de la utilización que se le da a las palabras y a las oraciones. Esto mismo
sucede con el sentido que puede darse a estos mismos. Esta forma de concebir el
lenguaje pone fin a la idea de construir un lenguaje ideal, propuesto por
Wittgenstein en el Tractatus.

La univocidad de la que se habla en las reglas, implica una convergencia más o


menos convencional que permite utilizar un “juego de lenguaje” dentro de la
multiplicidad que llega a existir. Es importante mencionar que la multiplicidad atañe
a los “juegos del lenguaje”, así como a las reglas que se encuentran en uno y otro,
sin embargo la univocidad se encuentra dentro del “juego del lenguaje”.

Finalmente las clases lingüísticas se dividen en tres. La primera es la cotidiana e


implica el uso normal que todos utilizamos en la vida diaria, son las reglas que
utilizamos y que nos permite comprender y articular mi lenguaje con el del otro. La
segunda son las validas en donde implica que el lenguaje que se utiliza sirve
solamente para un determinado “juegos del lenguaje”, no para otros, un ejemplo
son las reglas que rigen los diferentes idiomas, como el español, el francés, el
inglés, el alemán, etc. o más sencillo, los juegos de los niños en donde hay cosas
que significan ciertas cosas y que no es común a todos (un ejemplo de esto es
hablar con la F). Finalmente el regulado en el cual el lenguaje se somete a
determinadas normas y reglas de determinado sector exclusivo de la población:
uno de los ejemplos más claro de esto es el lenguaje científico.

-Presentación-

Es importante que tengas en cuenta que a grandes rasgos esa presentación es


muy simplista. Se divide en dos partes en general: la parte del Tractatus, y la del
Segundo Wittgenstein. La primera tiene como base a Xirau, el primer libro de
Muñiz Rodríguez y el mismo Tractatus. La segunda parte esta basado en Muñiz
Rodríguez, su libro de la semántica y el de Investigaciones filosóficas, y de
complemento todos los demás textos que allí vienen.

3
Es necesario tener cuidado con las palabras que vienen en italikas (bastardillas –
las que están de lado), ya que en muchas veces algunas son mias y en otras del
autor, esto indica ideas importantes que hay que tener en cuenta o señalan
situaciones que es necesario poner énfasis.

Cada una de las diapositivas se puede explicar de manera separada, pero esto no
implica que no tengan relación unas con otras, lo que implica que pueda tener una
inter relación en donde se pueda ir y venir, de una diapositiva de una a otra, es
decir, está hecha la presentación de tal manera que pueda tener “juegos del
lenguaje”.

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