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3) Actividad: Resumen y Síntesis

Lee atentamente las instrucciones y responde las preguntas.

Además de los organizadores gráficos, otro desempeño que podemos instalar en el aula para
que nuestros estudiantes integren y organicen lo que leen - logrando, así, profundizar en la
comprensión textual - corresponde a la construcción de resúmenes o síntesis. Sabemos que
resumir y sintetizar implican la selección de información relevante en un texto, descartando lo
secundario o accesorio. ¿Cuál es la diferencia entre resumir y sintetizar?
Veamos un ejemplo que le permitirá diferenciar entre ambos conceptos:

Texto original:
Leer consiste en la comprensión de un mensaje codificado mediante símbolos; dichos
símbolos generalmente están representados por letras o cifras. Esta definición nos puede
resultar abstracta e incompleta, en cierto modo, cuando abordamos el tema del analfabetismo
total frente al analfabetismo funcional. El primero consiste en la carencia de preparación
(sistemática o asistemática) y el conocimiento necesario para descifrar un texto escrito. El
segundo se refiere a la pérdida de la destreza de lectura previamente adquirida. Este
fenómeno puede ser producto de un entorno cultural muy limitado y del consecuente desuso.
El analfabetismo funcional hace inútil el dominio de las destrezas básicas y presenta el riesgo
de contribuir al empobrecimiento personal del individuo, debido a que éste se aleja cada vez
más de la información disponible en los textos escritos. Esto nos conduce a enfatizar la
importancia de cultivar los hábitos y el gusto por la lectura. Aprender a leer es la primera etapa
del proceso, le sigue a esta una labor constante de desarrollo y ejercitación de la capacidad
lectora.
La sensibilización hacia la lectura debe insertarse en la realidad circundante. Dado que las
nuevas técnicas de enseñanza - aprendizaje contribuyen a que este proceso resulte menos
agotador para los estudiantes que en los métodos tradicionales, se pueden combinar las
actividades de lectura con la realización de otras tareas de tipo cultural, que permitan un mejor
aprovechamiento intelectual.
La comprensión del lenguaje oral depende de la percepción de los sonidos y del conocimiento
del idioma que se habla, según Perelló y Peres (1977). El oyente reconoce las combinaciones
posibles de los fonemas y morfemas de su idioma, por lo cual puede suplir el resto de los no
percibidos y formar las diferentes frases; este es el llamado principio de integración. Este
principio también puede aplicarse a la lectura, en el sentido de que un lector avanzado, con un
gran cúmulo de términos en su sistema lexical, puede desarrollar aún más tanto la rapidez en
la lectura como la comprensión de lo leído, ya que no tendrá necesidad de detenerse a
deletrear, sino que un vistazo breve a la página escrita le resultaría suficiente.
Si tomamos en consideración que la comprensión depende de dos factores fundamentales,
como lo son la cantidad de información contenida en un mensaje y el nivel de conocimientos y
destrezas que posee un individuo, inferimos que las deficiencias evidenciadas por los sujetos
en cuanto a la lectura y a las dificultades en la redacción tienen su base en un desfase entre
los conocimientos que trae el estudiante de Educación Media y Diversificada, y el grado de
exigencia propio del nivel de Educación Superior. No corresponde al sistema de Educación
Superior la tarea de enseñar a los estudiantes a leer y a escribir; sería lógico presumir que
ellos dominan estas destrezas lingüísticas, pero los datos obtenidos en esta investigación nos
demuestran lo contrario.

Beatriz Arrieta de Meza y Rafael Meza Cepeda,


La comprensión lectora y la redacción en estudiantes universitarios (fragmento)

Estrategias para resumir información:


El resumen de textos requiere por parte del lector tres procesos interrelacionados:

1 Captar la información leída.


2 Seleccionar sus elementos más relevantes.
3 Expresarlos de modo sucinto.

La estrategia de trabajo para desarrollar estas habilidades en el estudiante se asienta sobre una
estrategia previa, la de hallar la idea principal. Para llevarla a cabo, es necesario que los
estudiantes ejerciten la distinción de datos relevantes e irrelevantes, así como la expresión de
una sola idea. Es, por tanto, fundamental no abordar el resumen hasta no haberse asegurado
de que los estudiantes son capaces de distinguir en un texto la idea principal.
La vía más fácil para trabajar la identificación de la idea principal es mediante dos preguntas:

1 ¿De qué habla el texto / fragmento? (Comprensión global) ¿De qué habla el párrafo x?
(Comprensión local) Esta pregunta nos conduce al TEMA, primer elemento que necesitamos
identificar para llegar a la idea principal.
2 ¿Qué se dice sobre el tema? La respuesta a esta pregunta será la idea principal.

Por ejemplo, en el texto recién leído, la aplicación de estas preguntas operaría del siguiente
modo:

1 ¿De qué habla el fragmento? Del analfabetismo funcional de los estudiantes de Educación
Superior.
2 ¿Qué se dice sobre el analfabetismo funcional de los estudiantes de Educación Superior? Que se
origina en el desfase entre los conocimientos que trae el estudiante de Educación Media y
Diversificada, y el grado de exigencia propio del nivel de Educación Superior.

Idea Principal del Fragmento: El analfabetismo funcional de los estudiantes de Educación


Superior se origina en el desfase entre los conocimientos que trae el estudiante de
Educación Media y Diversificada, y el grado de exigencia propio del nivel de Educación
Superior.

Es de gran importancia que a lo largo de todo este proceso los estudiantes tomen conciencia
de que el resumen les proporciona un medio de destacar en todo texto las nociones más
relevantes, facilitando tanto la comprensión como el recuerdo de la información.
Estrategias para sintetizar información textual:
1 Realizar una lectura comprensiva de la fuente de información dada, utilizando, al menos, una
técnica de comprensión: subrayar, hacer comentarios al margen, etc.
2 Hacer un punteo de las ideas centrales.
3 Identificar las relaciones claves entre las ideas identificadas.
4 Responder mentalmente o por escrito, las siguientes preguntas:
A ¿Cuál es la idea y la relación más importante que se ha identificado en el texto?
B ¿Qué ideas secundarias ayudan a la comprensión más completa de la idea y relación central?
C ¿Qué ideas se pueden dejar de lado, ya que no son relevantes para la elaboración de la idea
central?

¿Cómo escribir una buena síntesis?


1 Comenzar anotando la idea más relevante seleccionada.
2 Desarrollar la explicación agregando la relación más importante identificada.
3 Completar la explicación agregando, secuencialmente, las ideas secundarias que ayudan a
completar la comprensión de la idea central.

Una buena síntesis presenta los siguientes indicadores de acierto:

Se reorganizan las ideas de un modo distinto al texto original.

Se aplican indicadores lingüísticos propios de una explicación, tales como: ya que, porque, debido
a, en razón de, en consecuencia, etc.

Al leer la síntesis, cualquier persona debe ser capaz, sin haber leído la fuente original, de entender
las ideas centrales del texto.
Pregunta

¿Cuál de los siguientes textos es un resumen y cuál


una síntesis y por qué?
Guíese por las siguientes pistas:

Un resumen no altera la organización original de la información, conservando el mismo


orden e, incluso, utilizando las mismas palabras que el texto original.

Una síntesis reestructura la organización original de la información de acuerdo con el modo


en que el lector comprenda lo que haya leído.

Un resumen conserva la enunciación original, por lo que quien resume debe escribir
asumiendo la voz del texto original.

Al hacer una síntesis se debe escribir desde la propia voz, agregando incluso, si se considera
necesario, expresiones que denoten el modo en que el lector conecta las ideas del texto
original.
Texto A:
El analfabetismo total consiste en la carencia de preparación y el conocimiento necesario para
descifrar un texto escrito. El analfabetismo funcional es a la pérdida de la destreza de lectura
previamente adquirida, producto de un entorno cultural muy limitado y del consecuente
desuso; hace inútil el dominio de las destrezas básicas y presenta el riesgo de contribuir al
empobrecimiento personal del individuo. Por ello es importante cultivar los hábitos y el gusto
por la lectura. Aprender a leer es la primera etapa, seguida por una labor constante de
desarrollo y ejercitación de la capacidad lectora.
El principio de integración establece que el oyente reconoce las combinaciones posibles de los
fonemas y morfemas, por lo cual puede suplir el resto de los no percibidos y formar las
diferentes frases. Este principio también puede aplicarse a la lectura: un lector avanzado
puede desarrollar aún más la rapidez en la lectura y la comprensión de lo leído, ya que un
vistazo breve a la página será suficiente.
Las deficiencias evidenciadas por los sujetos en cuanto a la lectura y a las dificultades en la
redacción se basan en un desfase entre los conocimientos que trae el estudiante de
Educación Media y Diversificada, y el grado de exigencia propio del nivel de Educación
Superior. Aunque sería lógico presumir que los estudiantes de este nivel dominan las
destrezas de leer y escribir, los datos obtenidos en esta investigación demuestran lo contrario.

Texto B:
Los autores sostienen, a partir de los datos obtenidos en su investigación, que los estudiantes
de Educación Superior no dominan las destrezas de leer y escribir al nivel requerido. Las
deficiencias evidenciadas por los sujetos en estas habilidades lingüísticas se basan en un
desfase entre los conocimientos que trae el estudiante de Educación Media y Diversificada, y
el grado de exigencia propio del nivel de Educación Superior.
Esta deficiencia no correspondería a analfabetismo total (carencia de preparación y el
conocimiento necesario para descifrar un texto escrito), sino funcional, es decir, la pérdida de
la destreza de lectura previamente adquirida, producto de un entorno cultural muy limitado y
del consecuente desuso. El analfabetismo funcional hace inútil el dominio de las destrezas
básicas y presenta el riesgo de contribuir al empobrecimiento personal del individuo, por lo
que es importante cultivar los hábitos y el gusto por la lectura. Primero hay que aprender a leer
y, luego, llevar a cabo un trabajo constante de desarrollo y ejercitación de la capacidad lectora.
Los autores proponen que un lector avanzado puede desarrollar aún más la rapidez en la
lectura y la comprensión de lo leído, aplicando el principio de integración a la actividad lectora.
Este principio establece que el oyente reconoce las combinaciones posibles de los fonemas y
morfemas, por lo cual puede suplir el resto de los no percibidos y formar las diferentes frases.
A partir de lo planteado, se infiere que los estudiantes de Educación Superior que presentan
analfabetismo funcional, podrían llegar a aplicar el principio de integración si, previamente,
desarrollasen su capacidad lectora, mediante la ejercitación constante.
4) Actividad: Elaborando una síntesis o un
resumen

Lee atentamente las instrucciones y responde las preguntas.

Hasta ahora hemos revisado dos estrategias para verificar la comprensión de un texto, una vez
finalizada su lectura. A continuación, usted diseñará una breve actividad en la que podrá aplicar
estas estrategias dentro de su contexto de práctica docente.

1 Planifique una clase en la que los estudiantes deban leer un texto. Procure:
A que la elección del texto guarde relación con un Objetivo de Aprendizaje planificado para la
clase.
B que la extensión del texto sea adecuada: susceptible de ser resumido, y cuya lectura no tome
demasiado tiempo (que necesitarán para desarrollar las tareas post lectura).

2 Pida a sus estudiantes que realicen un resumen o síntesis del texto leído y que confeccionen un
organizador gráfico a partir del mismo. Registre cómo trabajan los estudiantes y los resultados de
la actividad.

3 Prepare su propio resumen o síntesis y un organizador gráfico del texto leído.


Pregunta
Incluya el texto utilizado y su propio resumen o síntesis, señalando qué tipo de organizador
gráfico utilizó y por qué. Exponga también cómo resultó esta actividad en el aula con los
alumnos. Si no pudo realizarla (porque no concordaba con su planificación, por falta de tiempo,
o por cualquier otra eventualidad), explique también esta situación. No deje de comentar las
experiencias de otros participantes.
El Trabajo debiera incluir:

Objetivo de aprendizaje de la clase.

Nivel de la clase.

El texto escogido.
El resumen o síntesis del texto y el tipo de organizador que utilizó.

5) Actividad: Autoevaluando el organizador


gráfico

Lee atentamente las instrucciones y responde las preguntas.

Ahora que ya hemos revisado diferentes tipos de organizadores gráficos y cómo utilizarlos en
función del tipo de texto que queremos sintetizar, podemos evaluar nuestro desempeño en el
acercamiento inicial a esta técnica. Mediante la pauta que se presenta a continuación, realice
un ejercicio de autoevaluación del organizador gráfico que construyó como parte de la actividad
2.
Revise su organizador gráfico de acuerdo con los criterios propuestos en la siguiente pauta (las
respuestas pueden ser “sí”, “no” o “parcialmente”).

¿Presenta una adecuada relación con el tipo de texto o información que busca sintetizar (por
ejemplo, es Causal si el texto presenta relaciones de causa-efecto)?

¿Muestra una selección adecuada de la información (evidencia una síntesis de lo más relevante del
texto)?

¿Se expresa de manera clara y simple (se concentra en conceptos y datos relevantes, y evita la
inclusión de enunciados extensos)?

¿Establece una relación clara y coherente entre conceptos?


Pregunta

A ¿Qué dificultades representó para usted esta actividad (desde el diseño del organizador
gráfico hasta su evaluación)?
B ¿Cuáles son las ventajas de utilizar organizadores gráficos?

Comente las intervenciones de otros participantes para compartir las experiencias y debatir en
torno a ellas.

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