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Ciencia y ética

Actividad
Según su opinión y experiencia, ¿cómo se conceptualiza en la
actualidad la relación entre ciencia y ética desde la comunidad
académica? Y según su opinión, ¿cómo cree que debiera
conceptualizarse?
I. Introducción

La relación entre la ciencia y la ética ha sido de gran complejidad durante la


reciente historia de Occidente. De hecho, esta relación ha tenido diferentes
caracterizaciones dependiendo del momento histórico y de la corriente teórica
que la haya concebido.

En particular, en el marco del perspectiva canónica y dominante de la ciencia


moderna, cabe señalar que en términos generales ambos dominios fueron
considerados como campos diferentes y autónomos, con poca o nula
comunicación entre sí.

Aquí analizaremos algunos de los principales modos en el que la relación entre


ciencia y ética ha sido conceptualizada en las últimas décadas.
I. Introducción

En nuestro recorrido, atravesaremos diferentes instancias:

II. presentación de una serie de consideraciones y distinciones de los principales


términos que utilizaremos en nuestro análisis.

III. presentaremos y analizaremos cuatro grupos de conceptualizaciones que se han


dado respecto a la relación entre ciencia y ética, limitándonos a las perspectivas
contemporáneas.

IV. comprensión de una de las voces del caso del cultivo de organismos
genéticamente modificados (OGMs).
II. Clarificación conceptual y terminológica
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo de la ética

Diferenciando ética y moral:

Moral es “el conjunto de valores, normas, costumbres (escritos o transmitidos


oralmente) que tiene una comunidad”. Nos responde qué debo hacer frente a una
determinada situación. En cambio, la ética pregunta por qué se lo debe hacer
(Outomuro 2004).

“’Ética’ y ‘moral’ son dos términos que suelen diferenciarse. Desde una perspectiva,
la ‘moral’ se considera el conjunto de normas, valores, actitudes, creencias de un
grupo o sociedad; en cambio, la ‘ética’ alude a la reflexión sobre la moral y equivale
a la filosofía moral.“ (Heler 1998 )
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo de la ética

Moral Ética
De hecho De derecho
Lo que es Lo que debe ser
Enunciados descriptivos Enunciados prescriptivos
Reflexión normativa Reflexión normativa
(Extraído de Outomuro, 2004. )
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo de la ética

Características generales de la moral:

No hay una única moral, cambian dentro de una misma sociedad a través de la
historia .

No hay morales individuales, más allá de algunas situaciones particulares, la moral


está dada por los valores sociales que son reproducidos a través de diferentes
instancias y mecanismos.
II. Clarificación conceptual y terminológica

¿Qué es la ciencia?

Diferentes posiciones:

-conjunto de teorías que una determinada comunidad académica considera


verdadera en un determinado momento.

-foco en el aspecto metodológico y, por ejemplo, en el afamado método


científico.

-prácticas y creencias de los científicos.

-instituciones que se han generado en el marco del ámbito científico.

-relaciones de poder que están involucradas en el desarrollo de la actividad


científica.
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo científico

Evidentemente, a los fines de una cabal comprensión de qué es propiamente la


ciencia, todos los componentes que hemos nombrado (y aún otros que no han sido
señalados) deben ser reconocidos.

Con suma frecuencia se ha intentado reducir esta complejidad a sólo algunos de los
elementos mencionados (recordar el caso de la reducción en el empirismo lógico).

Sin embargo, no asumiremos aquí esta última estrategia, en la medida en que


consideramos que justamente esta complejidad y diversidad es la que dificulta el
análisis y comprensión de la relación con el campo ético.

El propio carácter social de la ciencia es la que obliga a un análisis cuidadoso en


cuanto a su vínculo con el campo ético.
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo científico

Por otro lado, es claro que el ámbito científico ha mostrado relaciones muy
estrechas con el campo tecnológico.

¿Qué entenderemos por tecnología? En una primera instancia, la tecnología debe


ser diferenciada con la técnica.

Mientras que la técnica es un tipo de conocimiento práctico basado en la


experiencia humana pero que no tiene el soporte científico, se considera a la
tecnología un tipo de actividad que transforma la realidad basándose en el
conocimiento científico. Por supuesto, nada de esto tiene que ser entendido en
desmedro del saber técnico, claramente anterior al tecnológico y con prácticas
que han redundado en beneficios (y aún lo hacen) de diferentes comunidades.
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo científico

Otro análisis pertinente dados nuestros objetivos, es la distinción entre los


denominados contextos de la investigación científica.

Dichos contextos han buscado dar cuenta de las diferentes “instancias” que forman
parte de la actividad científica y tecnológica.

Una de las primeras distinciones fue dada por Reichenbach entre el denominado
contexto de descubrimiento y el contexto de justificación.

En el caso del contexto de descubrimiento, son generadas, elaboradas y


presentadas las ideas científicas. Estas ideas posteriormente son objeto de análisis
por parte de la comunidad científica, dando lugar así al denominado contexto de
justificación. Este contexto de justificación se centra en los aspectos de validación
de las ideas científicas (Klimovsky 2001).
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo científico y tecnológico

Hay un tercer contexto, señalado por Klimovsky en “el que se discuten las
aplicaciones al conocimiento científico, su utilidad, su beneficio o perjuicio para
la comunidad o la especie humana” (Klimovsky 2001, p. 30); se trata en este
caso del contexto de aplicación.

Cada uno de los mencionados contextos presentan diferentes características.


A nuestros fines, una de las características que más nos interesan es aquella
relacionada con la idea de una racionalidad de la comunidad académica
(independientemente de qué se entienda exactamente por ella), la cual es la
que desde la posición hegemónica permitirá despojarse, tal como veremos, de
las valoraciones “subjetivas” (entre las que aparecerán las del campo ético
desde dicha perspectiva).

Así, resulta fundamental reconocer que la racionalidad desde esta perspectiva


sólo estaría garantizada en el ámbito del contexto de justificación pero no en
los otros contextos.
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo científico y tecnológico

Sin embargo, todas estas distinciones han sido sumamente cuestionadas desde
diferentes perspectivas.

Por ejemplo, fue señalado que estas categorías no parecen describir la verdadera
dinámica de la actividad científica, en particular a partir de la segunda guerra
mundial.

En esta línea, se reconocen por un lado los cuestionamientos generados por


autores tales como Kuhn, Lakatos, Hanson, entre otros.
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo científico y tecnológico

A su vez, surge la propuesta de la categoría Big Science, la que considera que a


partir de la década de 1960, las dinámicas de la ciencia y la tecnología parecían
haber tomado características muy diferentes a las de períodos anteriores.

Por ejemplo, desde esta perspectiva se puso acento en el origen y consolidación de


un tipo de investigación empresarial, fuertemente asociada a nociones como la de
eficiencia o rentabilidad. A su vez, se señaló una mayor escala de las
investigaciones en curso, con fuertes ingresos de capitales y obtenciones de
mercancías a escalas globales.
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo científico y tecnológico

Desde este mismo esquema de análisis surgió otra categoría: la tecnociencia.

Siguiendo a Suvi Tala (2007), el uso de la noción de tecnociencia, también en


ámbitos educativos, se justifica por la relación bidireccional que hay entre ciencia y
tecnología desde la segunda mitad del siglo XX.
II. Clarificación conceptual y terminológica

Del campo científico y tecnológico

Ciertamente, hubo diferentes visiones acerca de lo que es la tecnociencia:

Algunos autores la han señalado como un tercer campo, además del científico y
tecnológico.

Otros autores, en cambio, han señalado que la tecnociencia describe un estado


general de la práctica científica y tecnológica. En este texto asumiremos este último
enfoque.
III. Ciencia y ética: cuatro escenarios para una compleja relación
A. Separación total ética-ciencia y la analogía del martillo
A. Separación total ética-ciencia y la analogía del martillo

Sostiene una separación total entre el dominio del conocimiento y el de la ética.

Las raíces históricas de esta separación pueden rastrearse desde finales del
Renacimiento y comienzos de la Modernidad.

En los comienzos de la Modernidad en el siglo XVII se empieza a reconocer una clara


separación entre estas tres esferas.

Desde esta posición, hegemónica en cuanto a la imagen de la ciencia que llegó a


nuestros días, el científico fue presentado como un descriptor del mundo, un especie
de espejo que “refleja” el mundo tal como es.
A. Separación total ética-ciencia y la analogía del martillo

Por un lado, continuando con la tendencia dada desde inicios de la Modernidad, lo


verdadero es separado de lo bueno/malo.

Cualquier reflexión acerca de si los elementos teóricos o prácticas tecnocientíficas


producen algún tipo de daño individual, social o natural significaría confundir las
propias actividades de la tecnociencia: el rol del científico es describir a través de
enunciados sólo susceptibles de ser declarados verdaderos o falsos.

Más aún, desde esta posición, la ética funciona como un mero “límite externo” de
la práctica científica. En este sentido, la ética surgiría sólo “poniéndole límites” a la
práctica científica.

Un ejemplo claro de esto es el uso de animales para experimentación.


A. Separación total ética-ciencia y la analogía del martillo

Estos principios dan origen a la analogía entre teorías científicas y productos


tecnológicos con los martillos.

¿Qué es lo que señala esta analogía?

Se considera que al igual que dicho objeto, la tecnociencia (sus teorías, los objetos
tecnológicos, etc) no es ni buena ni mala, siendo que la dimensión ética no le cabe. De
este modo, desde dicha perspectiva, tal como hemos señalado previamente, el
científico sería una especie de espejo, que sólo refleja la realidad.

Desde esta visión, la ciencia opera (sólo) con hechos. En cambio, la ética se mueve en
un campo de valoraciones que permanecen internas a los sujetos.
A. Separación total ética-ciencia y la analogía del martillo

¿Y de quién es la responsabilidad en el caso que, cual martillo, se haga un bien o


un mal con teorías científicas o productos tecnológicos?

Desde esta perspectiva, la responsabilidad ética sólo le cabe a los denominados


“decididores” (Heler 1998).

Por ejemplo, tratemos de comprender esta posición en el marco de la elaboración


de una bomba atómica que, finalizando la Segunda Guerra Mundial, fue arrojada a
dos ciudades de Japón y en el preámbulo de lo que será la Guerra Fría.
B. Separación parcial: la asimetría entre lo bueno y lo malo
B. Separación parcial: la asimetría entre lo bueno y lo malo

Variante (significativa) de la concepción oficial.

Recordemos que la idea de una tecnociencia éticamente neutral, excluye tal como
vimos las asignaciones respecto al bien o al mal que pueden implicar tanto las
teorías como los productos tecnocientíficos, asignando sólo la responsabilidad
ética a aquellos que toman las decisiones (los denominados “decididores”).

Sin embargo, en el ámbito social y, desde gran parte de la comunidad académica,


a la ciencia sí se le suelen adjudicar aquellas consecuencias positivas en términos
sociales.

De este modo, esta variante sostiene que la tecnociencia sí debe hacerse


“responsable” de algunas consecuencias, aunque sólo de aquellas favorables.

Esta posición no ha sido sumamente defendida en términos académicos, sí


parece estar muy presente dentro de la comunidad de científicos naturales como
así también al seno de una parte importante de nuestras sociedades.
B. Separación parcial: la asimetría entre lo bueno y lo malo
B. Separación parcial: la asimetría entre lo bueno y lo malo

Más allá de la obvia consideración que dicha campaña está dada en un contexto
publicitario, estas palabras expresan claramente la idea principal de esta posición:
al igual que los superhéroes, la ciencia sólo puede producir bondades, “hacer el
bien”.

De este modo, se niega tanto la posibilidad de una ciencia que produzca daños
así como también la noción de una ciencia neutra éticamente.
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

La tercera posición que presentaremos y analizaremos, continúa gran parte de los


lineamientos de las dos posiciones anteriores, aunque con algunas diferencias.

Por cierto, esta posición presenta numerosas variantes. En particular, aquí nos
centraremos en la propuesta que realiza Evandro Agazzi en su libro “El bien, el mal
y la ciencia. Las dimensiones éticas de la empresa científico-tecnológica” (Agazzi
1996).

¿Cuáles son las líneas de continuidad que pueden encontrarse entre dicha obra y
las posiciones anteriores? En primer lugar, permanece la separación entre ciencia
y ética, cada una formando parte de un subsistema con características muy
diferentes.
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

Sistema Sistema
científico ético

Ambiente
social

Sistema
otros
religioso

Evandro Agazzi “El bien, el mal y la ciencia. Las dimensiones éticas de la empresa
científico-tecnológica”.
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

Agazzi caracteriza a la ciencia como “antiideología”.

Según sus palabras, la ideología “proporciona una visión de alguna manera


totalizante de la realidad” (p. 107).

A su vez entre otras características aparecen:

a)falta de conciencia de la deformación llevada a cabo respecto de la realidad,


b)dogmaticidad,
c)intolerancia,
d)la “no falsabilidad”.
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

En oposición, indica que la ciencia es antiideología en la medida en que:

a)es consciente de tener discursos limitados,


b)verifica sus propias afirmaciones,
c)no es intolerante,
d)conocimiento falsable.

“Si se desea llamar “ideología” a la perspectiva sobre la totalidad, podemos


decir que la ideología tiende a colorerar todos los hechos observados según
una cierta interpretación y, en eso, no cae fuera de sus rayos ni siquiera la
ciencia. Pero la ciencia, a diferencia de muchas otras formas de la actividad
humana posee en sí misma las posibilidades para justificar sus propias
afirmaciones…., y esto precisamente porque representa un lugar privilegiado
(….) del ejercicio del logos” (p. 86).
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

Sistema Sistema
científico ético

¿Cuál es la relación entre la ciencia y la ética? La ciencia está en otro


subsistema, conectado con el sistema político-moral, pero distinto del
mismo. La ciencia se regiría por la objetividad y verdad, al menos voluntad
de verdad. El territorio político-moral sería el de las ideología, que son
saberes menos objetivos.
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

Agazzi señala que es muy importante que el tipo de relación que se debe
establecer entre la ciencia y los otros subsistemas tales como la ética tenga
que darse más por responsabilidad que por obligación.

Así: “La responsabilidad puede “brotar de una voluntad libre, consciente y


reflexiva, y no puede ser la consecuencia de constricciones predeterminadas”
(p. 61).

De este modo, frente a la pregunta de cómo se relaciona la ciencia con los


ámbitos éticos y políticos, surge la necesidad de concretar “puentes”, tales
como el caso de los ‘principios de responsabilidad’ y de ‘precaución’.
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

La idea es convencer al científico de que las normas ético-políticas han de tener


vigencia también en la tecnociencia, y ello no por criterios morales, sino
científicos; es decir, la desatención a dichas normas nos conducirá a una peor
tecnociencia; los bioéticos dicen “mala ciencia, mala ética”; aquí lo que se afirma
es “mala ética, mala ciencia”.

Esto se refuerza en la medida en que el “precio” que tiene que “pagar” un


científico es justamente un efecto negativo sobre la propia investigación
científica (“de baja calidad”).
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

Uno de los puntos susceptibles de ser revisados es si el “control ético” debe


permanecer al interior de la comunidad científica.

Por ejemplo, Alfredo Marcos señala: “…lo ideal sería que el control ético
surgiese siempre de modo voluntario de la propia comunidad científica sin
imposiciones externas, pero no siempre puede ser así (…) en algunos casos
conviene el control por instancias externas.” (Marcos, p. 276)
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

Veamos un ejemplo.

Supongamos un médico que, aún buen profesional en el aspecto técnico, no trata


a sus pacientes con el cuidado que corresponde.

La práctica de este médico está generado algún tipo de daño y debe ser
modificada desde una consideración ética. ¿Cómo se debe obrar?

Justamente, es el bioético el que debe mediar con sus pacientes. ¿Y de qué


modo, mediante qué discurso?
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

“El especialista o el experto puede ofrecer respuestas relativamente


independientes, neutrales, equidistantes tanto de los discursos más
radicalizados como de los valores tradicionales. No debe reemplazar, sin
embargo, a los agentes que toman decisiones ni quienes tienen la
responsabilidad de legislar sobre una determinada práctica. La tarea del
experto en bioética consiste en mediar, “tender puentes”, creando espacios
para el acuerdo”
Lopez de la Vieja 2008, p. 73

“Sus propuestas indican que la Bioética era ya considerada como un ámbito


independiente…” (p. 36)

El bioético se presenta como un profesional independiente, imparcial, capaz de


entender y de hacerse entender por discursos diferentes. La tarea del experto
en bioética consiste en mediar, “tender puentes”, creando espacios para el
acuerdo.
C. Separación y mediación: la profesionalización de la relación

La caracterización de la Bioética:

Giro aplicado

Base liberal

Base pragmática

Método del caso

Empirismo sin teoría

Asociada al derecho

Como campo profesional

Bioético es un profesional independiente, imparcial, capaz de entender y de


hacerse entender por discursos diferentes.

La tarea del experto consiste en mediar, “tender puentes”, creando espacios para
el acuerdo
D. Unificación: restitución de la ética y crítica a la civilización técnica
D. Unificación: restitución de la ética y crítica a la civilización técnica

Esta última caracterización de la relación entre ciencia y ética se distancia


claramente del resto de los casos presentados.

No es considerado aquí una separación entre el campo del conocimiento y el


ético. Esto no está dado sólo porque tal separación no es deseable, sino también
porque no es posible.

“La cuantificación de la naturaleza, que llevó a su explicación en términos de


estructuras matemáticas, separó a la realidad de todos sus fines, inherentes, y
consecuentemente separó lo verdadero de lo bueno, la ciencia de la ética”
(Marcuse 1968, p. 163).
D. Unificación: restitución de la ética y crítica a la civilización técnica

La ciencia permanece en un campo de verdad, sólo bajo el dominio de lo racional. De


esta posición se deriva que:

“Fuera de esta racionalidad, se vive en un mundo de valores y los valores separados


de la realidad objetiva se hacen subjetivos. La única manera de rescatar alguna
validez abstracta e inofensiva para ellos parece ser una sanción metafísica (…). Pero
tal sanción no es verificable y por tanto no es realmente objetiva. Los valores pueden
tener una dignidad más alta (moral y espiritualmente) pero no son reales. La misma
pérdida de realidad afecta a todas las ideas que, por su misma naturaleza, no pueden
ser verificados mediante un método científico. Aún cuando sean reconocidas,
respetadas y santificadas, en su propio derecho, se resienten de no ser objetivas.”

Marcuse 1968, p. 164


D. Unificación: restitución de la ética y crítica a la civilización técnica

Numerosas voces se alzaron frente a la posición dominante, negando la separación


entre la tecnociencia y la reflexión ética.

En particular, en la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del siglo XXI se
hace explícito que el campo tecnocientífico no puede alejarse de lo ético, en la
medida en que cualquier actividad humana plantea cuestiones éticas (Heler 2004).

Desde esta posición, la ética nunca es externa, tampoco para el científico.

El científico no sólo está involucrado en el cómo, sino que también asume (sea de
manera explícita o no), una finalidad, un para qué, dado a partir de sus propios
objetivos.

Esto se reconoce claramente a partir de la propia consideración de la ciencia como


actividad útil, sea tanto en el plano teórico como en el práctico.

Más aún, esta utilidad incluye no sólo un para qué, sino también, un para quién.
D. Unificación: restitución de la ética y crítica a la civilización técnica

Tal como hemos mencionado, desde esta posición la separación entre la


esfera del conocimiento científico y la ética no sólo no es deseable, sino que
tampoco es posible.

Así, los tres grupos de posiciones anteriores han sido parte de una tradición
que ha intentado encubrir aspectos y, a la vez, impedir su revisión ética.

Según Herbert Marcuse: “Lo que está en juego es la difusión de una nueva
ideología que se propone describir lo que pasa (y es significado) eliminando
los conceptos capaces de entender lo que pasa (y es significado)” (Marcuse
1968, p. 195).
D. Unificación: restitución de la ética y crítica a la civilización técnica

En palabras de Jurgen Habermas en su libro “Ciencia y técnica como “ideología””:


“…el verdadero motivo, el mantenimiento del dominio objetivamente caduco, queda
oculto por la invocación de imperativos técnicos.” (Habermas 1999, p. 58).

Lo técnico, las búsquedas de causas próximas, la propuesta de un supuesta


objetividad, todos son aspectos que encubren las finalidades y los agentes que
pueden verse favorecidos desde diferentes prácticas tecnocientíficas.
D. Unificación: restitución de la ética y crítica a la civilización técnica

Más aún, este ocultamiento tiene alcances notables sobre nuestras vidas, en la
medida que la tecnociencia ha impactado sobre el mundo con gran intensidad y
escala. Se ha vuelto tecnocientífico al mundo y en ese movimiento, se ha perdido no
sólo la posibilidad de revisar críticamente nuestra práctica sino que incluso nos
hemos sometido a nuestras propias creaciones:

“Quizás hayamos de comprender todavía que nosotros, con la lógica de la civilización


técnica, nos hemos puesto en contacto con estructuras y fuerzas que están más allá
de nuestro poder de disposición, aún cuando se manifiesten a través de nuestra
actividad. Pero si son las estructuras y la lógica del sistema las que nos determinan,
entonces éstas se han convertido por ello mismo en una nueva especie de lo
sagrado, en un ámbito racional y misterioso a la vez. Actúan a través de nosotros,
pero nosotros ya no somos dueños de ellas”

Safranski 2005, pp, 278-279


D. Unificación: restitución de la ética y crítica a la civilización técnica

¿Cuál es el principal desafío desde esta posición? Justamente se trata de devolverle


a todos los sujetos en general y en particular a los científicos, la dimensión ética que
nos/los constituye, sean aquellos conscientes o no.

En este contexto caben recordar las palabras del filósofo argentino Mario Heler
cuando afirma que:

“Pero quizás, si la cuestión ética no pasa por endilgar culpas, establecer castigos o
eludir responsabilidades, ¿se trataría entonces de que en los procesos de decisión
de la actividad científica (procesos que son ineludibles en toda actividad humana) se
integre la reflexión ética de nuestras prácticas, con el objeto no sólo de lograr
adecuadamente los objetivos particulares de sus investigaciones e intervenciones,
sino también de respetar la igualdad y la libertad de todos los involucrados en la
decisión, reconociendo a los otros como personas con una identidad y una historia.”

Heler 2004, p. 31
Finalizando...finalizando?

Luego de este recorrido, surge una pregunta fundamental: ¿qué relación cabe
asumir entre tecnociencia y ética?

Aquí no tendremos (ni buscamos) evidentemente una respuesta definitiva a


este fundamental y complejo interrogante. Sin embargo, esta falta de certeza,
no tiene por qué derivar en silencio.

De hecho, las posiciones son asumidas, independientemente que se hagan o


no explícitos los motivos que las fundamentan o los supuestos involucrados.

Lo fundamental a nuestros objetivos es buscar entender mejor las posiciones


individuales nuestras y, principalmente, las posiciones de los grupos que
realizan las decisiones. A su vez, se trata de revisar la propia naturaleza del
conocimiento científico y su relación con el ámbito tecnológico.

Todo ello, nos dará un mejor conocimiento de nuestro entorno así como de
nuestro propio rol, en esta problemática de gran complejidad, importancia y
actualidad que es la relación entre ciencia y ética.
¡Muchas gracias!

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