Sunteți pe pagina 1din 14

Divers.: Perspect. Psicol. / ISSN: 1794-9998 / Vol. 5 / No 2 / 2009 / pp.

255-268

La sabiduría y la psicología del desarrollo moral*

Wisdom and the psychology of moral development

Jaime Yáñez Canal** Resumen


Javier Corredor
A partir del análisis de algunas concepciones éticas
Laura Pacheco y del desarrollo psicológico se busca presentar la
evolución de la teoría de Lawrence Kohlberg y de la
psicología del desarrollo moral. Las posiciones deon-
Universidad Nacional de Colombia tológicas y formalistas de la filosofía moral determi-
naron las primeras conceptualizaciones en el estudio
de la moral en psicología. Posteriormente, y de ma-
nera paralela al debate en la ética, la psicología y el
mismo Kohlberg fueron más receptivos a posiciones
Recibido: 2 de diciembre de 2008
que proponían contemplar las significaciones sociales
Revisado: 15 de febrero de 2009
y los juicios de una forma más contextual y flexible.
Aceptado: 19 de mayo de 2009 El comunitarismo y algunas reflexiones no-cognitivas
ejercieron alguna influencia en el estudio psicológico
de la moral, campo que reconsideró igualmente nue-
vas edades para estudiar el desarrollo moral, al igual
que incorporó las teorías del ciclo vital y las nociones
de sabiduría.

Palabras clave: ética, desarrollo, cognición, deonto-


logía, comunitarismo, ciclo vital, sabiduría.

*
Artículo de investigación documental.
**
Correspondencia: Jaime Yáñez Canal, profesor asociado, Departamento de Psicología, Universidad Nacional de Colombia. Grupo Estudios en desarrollo
socio-moral. Correo electrónico: jyanezc@unal.edu.co. Dirección Postal: Departamento de Psicología. Universidad Nacional de Colombia. Javier Corredor,
profesor asistente, Universidad Nacional del Colombia. Laura Pacheco, estudiante de noveno semestre de Psicología, Universidad Naiconal de Colombia.

255
Jaime Yáñez, Javier Corredor, Laura Pacheco

Abstract

Starting from the analysis of some ethical conceptions and the psychological development we in-
troduce the evolution of Lawrence Kohlberg’s theory and the psychology of moral development.
The deontological and formalist positions rooted in the moral philosophy shaped the first concep-
tualizations in the study of morals in psychology. Thereafter, and parallel to the debate in ethics,
Psychology and Kohlberg himself became more receptive to those positions which proposed to
contemplate social significations and judgments in a more contextual and flexible manner. Com-
munitarianism and some non-cognitive reflections had some influence on the psychological study
of morals; a field that also reconsidered new ages for the study of moral development, as well as
it incorporated the life-cycle theories and the notions of wisdom.

Keywords: ethics, development, cognition, deontology, communitarianism, life-cycle, wisdom.

La psicología del desarrollo moral • Lo moral debería evaluarse en términos de


formas de razonamiento según principios mo-
y el problema de la justicia rales universales.
• El desarrollo debería proponerse según un
Con la obra de Lawrence Kohlberg se constituyó
modelo de progresión, en el que los estadios
un campo de investigación y se establecieron los
más avanzados podrían caracterizarse de
cimientos sobre los que habría de desarrollarse
acuerdo con el manejo de formas abstractas
la investigación psicológica sobre la moral desde
y principios morales universales. Veamos con
finales de los cincuenta (Kohlberg, 1958) hasta fi-
más detalle estos dos aspectos.
nales de los ochenta (Kohlberg, 1969/1992, 1976,
1978, 1981a, 1981b, 1986, 1992, 2000; Kohlberg &
-Lo moral como formas de razonamiento. Para
Armon, 1984; Kohlberg, Higgins & Howard, 2000;
caracterizar el juicio moral, Kohlberg (1969/1992,
Kohlberg, Levine & Heder, 1983a, 1983b; Kohl-
1978, 1981a, 1981b) se remite a dos propuestas
berg, Snarey & Reimer, 1983; Kohlberg, Shulik &
conceptuales diferentes y complementarias.
Higgins, 2000). Estos cimientos están siendo cue-
Por un lado retoma la tradición cognitivista de
stionados al igual que se están posibilitando dife-
las posturas deontológicas de Kant (1785/1959),
rentes abordajes para los problemas clásicos que
Rawls (1971) y Hare (1963, 1996); y por el otro las
han caracterizado el campo de la investigación
ideas cognitivo-evolutivas de Piaget (1932/1987,
psicológica de lo moral. Intentaremos mostrar
1945/1961), G.H. Mead (1934), Baldwin (1897) y
algunas de estas discusiones y algunas preguntas
Dewey (1911, 1916).
que nos conducen a buscar otras fuentes teóricas
para dar cuenta del desarrollo moral de los se-
Kant y toda la tradición deontológica de la ética
res humanos. La obra de Kohlberg nos permitirá
conducen a establecer como preocupación cen-
establecer los supuestos tradicionales de la inve-
tral de lo ético la imposición de formas de ra-
stigación en psicología moral, como identificar las
zonamiento y el manejo explícito de intenciones
nuevas preocupaciones y las nuevas vías hacia
y principios generales. Remitiéndonos a algunos
dónde se dirige la investigación actual.
ejemplos de Kant (1785/1959) o de Hare (1963,
1996) podremos entender con más claridad nues-
En su tesis doctoral y en sus primeros años de
tra anterior afirmación. Si analizamos el compor-
investigación, Kohlberg (1958, 1969, Heidbrink,
tamiento de un tendero que de manera voluntaria
1991, 1992, Peltzer, 1986) estableció dos aspectos
decide mantener los mismos precios para todos
centrales que deberían tenerse en cuenta para la
sus clientes, podríamos pensar algunas cosas: si el
investigación en desarrollo moral:
tendero realiza esta acción por intereses egoístas

256 REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009


La sabiduría y la psicología del desarrollo moral

o mezquinos, porque de esta manera podrá man- El supuesto de la autonomía. Lo moral, como
tener su clientela o generar una imagen positiva problema de “deber” sólo puede plantearse
que puede conducir al aseguramiento de ésta, en seres libres que, determinando las reglas
pensaríamos que su conducta no puede calificar- que habrían de regular sus relaciones socia-
se de correcta en términos morales. Si en cambio, les, se autoimponen su cumplimiento como
las razones que mueven a este comportamiento una obligación.
se deben a que el tendero cree que él debe tra-
tar a todos sus clientes actuales o futuros de la El supuesto de la justicia. Los juicios morales
misma manera y que él está obligado a no utilizar deben considerar, sin excepción, a todos los
a nadie para su propio beneficio, nuestro juicio seres humanos como seres iguales y libres. De
sobre este mismo personaje sería muy positivo. la misma manera se debe garantizar a todos
De la misma manera, no podríamos calificar a una el libre desarrollo de sus procesos de realiza-
persona con limitaciones cognitivas como correc- ción personal y se deben establecer procedi-
ta moralmente, en la medida que esta persona no mientos imparciales para juzgar ante conflic-
tiene otra opción que la de presentar un compor- tos particulares.
tamiento automático o motivado por el miedo al
castigo. Todas estas características le permiten a Kohlberg
establecer las diferentes formas de razonamiento
En estos ejemplos de la tradición cognitiva y for- de los seres humanos en su desarrollo. De acuerdo
malista de la ética (para entender el compor- con esto, Kohlberg presenta a los sujetos dilemas
tamiento moral de las personas) tenemos que que permiten inferir el manejo de los principios
atender a las razones e intenciones que estas y los supuestos que tienen los seres humanos de
personas esgrimen para justificar su acción. Sólo acuerdo con su nivel de desarrollo psicológico.
al entender las razones que una persona pueda
tener para realizar una acción logramos evaluar El último momento del desarrollo estaría repre-
su nivel de desarrollo moral. Sin embargo, estas sentado por la justicia como equidad, donde se
razones tienen que caracterizarse de alguna ma- cumplirían los supuestos de universabilidad, pres-
nera para poder calificar o valorar la conducta de criptividad y de autonomía, además de presen-
los sujetos según una escala de mayor o menor tarse la reversibilidad operatoria (en el sentido
adecuabilidad moral. piagetiano). Este último estadio se propone como
referencia ideal a partir del cual se establecen los
Los principios son las maneras que desde algunas niveles más elementales de desarrollo.
perspectivas cognitivas se proponen para evaluar
si ciertos juicios son correctos moralmente. Sean La sabiduría y el desarrollo moral
los principios del imperativo categórico kantiano,
los principios de la justicia de Rawls, u otro cual-
como un proceso de expertización
quiera que se proponga, éstos deben cumplir los
siguientes supuestos (Kohlberg, 1976, 1994; Kohl- A pesar de dominar durante varias décadas las
berg et al., 1983): preocupaciones investigativas en la psicología del
desarrollo moral, el paradigma kohlbergiano fue
El supuesto del universalismo. Emitir un juicio objeto de innumerables cuestionamientos. Pre-
moral implica hacer una declaración válida sentaremos aquellas críticas que consideramos
para todo tiempo y espacio. más esenciales y que nos permitirán contextua-
lizar algunas ideas que orientan el desarrollo de
El supuesto del prescriptivismo. Las prescrip- este artículo. Su presentación se hará teniendo
ciones morales son imperativos que obligan a en cuenta los dos pilares que se esbozaron ante-
actuar de determinada manera y que se con- riormente para caracterizar la perspectiva kohl-
vierten en un deber interno. bergiana.

REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009 257


Jaime Yáñez, Javier Corredor, Laura Pacheco

El juicio como un proceso de valoración de su- humana, y de manera derivada, cuándo este ser
puestos de una tradición es merecedor de todo el tratamiento y conside-
ración que debemos a nuestros semejantes. Las
En la filosofía y en la psicología moral existen una posiciones que condenan el aborto establecen
serie de conceptualizaciones que cuestionan la que desde el mismo momento de la fecundación
idea formalista y cognitiva de la teoría de Kohl- tenemos que hablar de persona humana; por su
berg y de toda la tradición deontológica kantia- parte, los defensores del aborto pueden propo-
na. El comunitarismo de MacIntyre (1987), Sandel ner edades posteriores para la asignación de es-
(2000), Taylor (1997) y Walzer (1993), al igual que tos derechos al embrión. Estas dos posiciones son
el neopragmatismo de Rorty (1994), o algunas completamente inconmensurables y es imposible
ideas del postmodernismo de Vattimo (1993), o establecer un criterio externo –de universal acep-
la fenomenología de Dreyfus (1972/1989, 1993) tación–, que pueda determinar en qué momento
en filosofía, además de algunas teorías psicológi- un embrión debe ser considerado una persona
cas (Shweder, 1982; Gergen, 1996; Killen & Hart, digna de igual consideración. Ni la iglesia, ni la
1999; Erikson, 1964/1966, 1959/1968, 1969/1971, ciencia, ni ningún otro tipo de autoridad civil o
1977, 1980; Fowler. 1976, 1981; Broughton, 1978; política pueden establecer de manera concluyen-
Loevinger, 1977; Loevinger, Wessler, & Redmo- te una perspectiva que sea aceptada por todas
re, 1970; Sullivan, 1977; Puka, 1982, 1990, 1991; las posiciones que participan en este debate. Los
Medrano, 1999) cuestionan que los juicios de los principios simplemente se aplican después de
sujetos operen según ciertos procedimientos for- que se ha definido en qué momento o cómo debe
males o según ciertas indicaciones establecidas caracterizarse a una persona humana. Con este
por principios universales. Veamos la argumenta- ejemplo, MacIntyre argumenta que los principios
ción de MacIntyre y Sandel en contra de ciertas morales son completamente inoperantes, o com-
ideas deontológicas en la filosofía para ilustrar de pletamente anti-intuitivos.
manera rápida este tipo de cuestionamiento. Los
dos aspectos que se van a analizar son: el estable- De la misma manera, MacIntyre (1987) y Sandel
cimiento de criterios o principios racionales que (2000) muestran que las ideas liberales y el con-
garanticen la decisión ética y el análisis de las cepto de justicia de Rawls no conllevan necesa-
implicaciones de una teoría sobre la justicia tal riamente a una aceptación universal, además de
como la plantea Rawls (autor que fue fundamen- partir de una serie de supuestos polémicos. Al
tal para el desarrollo de la concepción ética en igual que en el aborto, cualquier concepción polí-
Kohlberg). tica parte de unos supuestos que determinan sus
formas de argumentación. Estos supuestos expre-
En su proceso de argumentación en contra de las san tradiciones políticas particulares que resaltan
ideas que afirmaban que el proceso de decisión la idea de la libertad o los derechos o resaltan al
moral depende de principios morales y de pro- contrario la satisfacción de las necesidades. Vea-
cesos de deducción racional, MacIntyre (1987) mos con algo de detalle la argumentación de Ma-
presenta los casos del aborto, el suicidio y de la cIntyre y Sandel para poder entender cómo en la
justicia. Veamos algunos de ellos: filosofía y en la psicología se han cuestionado las
ideas liberales y deontológicas que fueron de tan-
Si pensamos en el aborto encontramos diferentes ta importancia para las primeras décadas de in-
posiciones claramente irreconciliables, que se di- vestigación en la psicología del desarrollo moral.
ferencian no por el respeto de ciertos principios
o procedimientos morales, sino por una serie de MacIntyre (1987) inicia su análisis sobre la justi-
supuestos no necesariamente racionales. Los ele- cia, presentando dos casos particulares que re-
mentos que generan las posiciones irreconcilia- flejan sendas concepciones opuestas a este con-
bles se establecen de acuerdo con el supuesto del cepto. El primer caso, llamado caso “A” es de un
que partan para afirmar en qué momento del de- trabajador (puede ser el dueño de una tienda,
sarrollo embrionario podemos hablar de persona ser policía, o trabajar en la construcción) que con

258 REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009


La sabiduría y la psicología del desarrollo moral

mucho esfuerzo ha logrado comprar una casa, económicas donde se exija algún tipo de sacrifi-
enviar a sus hijos a estudiar y pagar un seguro cio para cualquiera de los casos presentados. Por
médico para sus padres. Este trabajador consi- ejemplo “A” podría sostener que bajo el principio
dera que el cobro de los impuestos es excesivo de propiedad lícita y derecho adquirido podrían
e injusto, además de ser un obstáculo para el establecerse límites a las políticas de redistribu-
desarrollo de sus proyectos y planes personales. ción del ingreso social; si el garantizar el derecho
Esta indisposición se acompaña con el reclamo de a la propiedad y al usufructo de bienes lícitamen-
que él tiene derecho a lo que ha obtenido con te adquiridos produce una grave desigualdad sería
enorme esfuerzo y que nadie podría llevarse lo una consecuencia soportable de la aplicación de
que ha ganado legítimamente. El segundo caso la justicia. “B”, al contrario, reclamaría como acto
(llamado “B”) puede ser el de una persona que de justicia una mayor redistribución de las rique-
ha heredado cierto bienestar, o alguien que tie- zas e incluso aceptaría la injerencia del Estado
ne una profesión liberal. Esta persona considera (a través de expropiaciones o del establecimiento
que las riquezas, las oportunidades y los ingresos de un monto alto en los impuestos) en lo que “A”
no se distribuyen de manera igualitaria y justa. consideraría eran sus derechos de usufructuar los
La molestia en esta persona incluso se hace más resultados de su trabajo. Lo que Rawls o Nozick
notoria cuando piensa en las desigualdades en la presentan como producto de un procedimiento
distribución del poder y en las dificultades que racional, que se pretende imparcial, se evidencia
tienen los marginados y pobres para cambiar su a través de los ejemplos de MacIntyre como un
situación o para mejorar sus condiciones sociales. conflicto de intereses y concepciones difícilmente
Considera toda la situación injusta y reclama que conmensurables.
el Estado asuma como obligación el mejoramiento
de la condición de los pobres y marginados. Por Los conceptos o supuestos que sostienen la ar-
esta obligación, considera este personaje, el Es- gumentación de cada autor son tan opuestos
tado debe aumentar sus ingresos aumentando los que es difícil, dice MacIntyre, identificar dónde
impuestos a los ciudadanos. Solo de esta manera y cómo puede establecerse un debate racional.
se garantizaría una distribución equitativa de las “A”, o mejor Nozick, supone como fundamento
riquezas sociales. de la justicia el partir de la propiedad privada
y del derecho “legítimo” que tiene cada perso-
Los dos casos, que representarían tanto la posi- na a disponer de sus bienes y de los productos
ción de Nozick (1990)1 (el caso “A”) como la de de su trabajo. Rawls, o nuestro personaje ficti-
Rawls (el caso “B”), no se pueden sopesar de cio “B” –al contrario– parte de aquel fundamento
manera neutral según un procedimiento impar- que establece que todos los seres humanos so-
cial. MacIntyre, a través de estos ejemplos, in- mos iguales y que todos tenemos derecho a sa-
tenta criticar que pueda proponerse algún tipo tisfacer nuestras necesidades básicas y a exigir
de principio racional para solucionar el conflicto los medios o condiciones que nos garanticen el
entre las partes. Obviamente la argumentación se restablecimiento de esa igualdad. La discusión so-
hace evidente si pensamos en ciertas condiciones bre los principios es tan sólo un debate derivado
después de que se hubiera establecido cuál de
1 Nozick, al igual que Hayek son reconocidos como los ideólogos del los fundamentos ofrecidos debe tener más peso.
neoliberalismo económico. Independientemente de la carga emotiva Obviamente no habría ningún criterio claro que
del término, en filosofía política sus propuestas tienen un especial
reconocimiento. Nos referiremos a Nozick ya que es el autor sobre conduzca a un acuerdo universal sobre cuál de
el que se desarrolla la argumentación de MacIntyre, y quien aboga los dos derechos debe tener más fuerza, o cuál
por el establecimiento de un estado mínimo. Un Estado que se ocupe
de evitar las intromisiones en la vida personal y en los intercam- de ellos debe ser el fundamento de una teoría
bios libres entre las personas. Las políticas de redistribución deben de la justicia universalmente aceptada2. Con toda
ser tarea de organismos particulares o civiles, ya que, de manera
semejante a la caridad, estas acciones no pueden establecerse como
obligatorias moralmente. Al igual que Rawls, Nozick intenta retomar 2 Obviamente la argumentación de MacIntyre hasta este momento se
las ideas de las teorías del contrato social. Pero a diferencia de Rawls ha dirigido hacia los supuestos que identifican dos posiciones centrales
su preocupación principal es establecer como función central del es- en las perspectivas liberales. Las consecuencias, las contradicciones,
tado el garantizar la libertad y el ejercicio libre de la acción produc- o las incoherencias en las que caen estas posiciones necesariamente,
tiva de los individuos. son otros problemas en la argumentación que no vamos a presentar,
porque no son cruciales para nuestros propósitos.

REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009 259


Jaime Yáñez, Javier Corredor, Laura Pacheco

seguridad cada supuesto dirige su argumentación conciliables, otras concepciones sobre la noción
hacia ciertos problemas que generan una acepta- de justicia reclaman la consideración de otros su-
ción más fácil, pero el convencimiento no se debe puestos diferentes a los formulados por Rawls. El
a un procedimiento racional, sino a un ejercicio papel del Estado y los compromisos de éste para
de constitución de un horizonte de sentido, o de garantizar la igualdad y la libertad (Nozick, 1990)
narraciones constituyentes. son puntos polémicos, al igual que los relaciona-
dos con el concepto de libertad, la concepción de
Con estos argumentos MacIntyre muestra que los igualdad (Dworkin, 1984, 2000), la consideración
conceptos de igualdad, libertad y reciprocidad es- de las necesidades humanas y los procesos de sig-
tán lejos de ser conceptos unificados y que propi- nificación y valoración personal de aquellos bie-
cien acuerdos fáciles3. Pero además de que estos nes dignos de reconocimiento (Van Parijs, 1995;
debates de la filosofía moral y política nos llevan Elster, 1988, 2001; Taylor, 1997; Kymlicka, 1996).
a dudar de un procedimiento universal que garan- Este debate en la filosofía política entre las con-
tice las decisiones imparciales y justas; este movi- cepciones liberales, el comunitarismo, el liber-
miento comunitarista posibilitó cuestionar a su vez tarianismo y las posturas del marxismo analítico
una serie de supuestos propios de toda la tradición tienen que conducir a ampliar la idea del juicio
cognitivo-deontológica sobre la que se erige todo y la concepción de justicia que se ha trabajado
el edificio conceptual de Lawrence Kohlberg. en la psicología. El juicio de justicia no depende,
como creía Kohlberg, de procesos formales y uni-
Los procesos de evaluación o decisión moral, ade- versales, sino de supuestos que se encierran en
más de no proponerse en términos universales, se las diferentes concepciones morales y políticas y
establecen de manera opuesta a las tradicionales que deben expresarse según sean las significacio-
dicotomías entre forma y contenido, individual- nes o el nivel de pertenencia de los sujetos a una
colectivo, interesado-desinteresado, universal- determinada tradición.
relativístico, imparcial-comprometido, etc.
El juicio debe operar como las diferentes concep-
Estas discusiones tuvieron una influencia directa ciones éticas y políticas. Es decir, el juicio opera
en la psicología del desarrollo moral. Al contrario según una serie de presuposiciones que determi-
de las primeras formulaciones de Kohlberg, algu- nan qué, o cómo entender un particular problema
nos teóricos de la psicología (Shweder, 1982; Me- y qué tipo de insumos o elementos deben reto-
drano, 1999) proponen incorporar en las discusio- marse para analizar una particular situación. Las
nes morales otras concepciones sobre la justicia. diferentes concepciones existentes en los deba-
El ideal del desarrollo no habría de establecerse tes sobre la justicia deben presentarse a través
a partir de la concepción de justicia de Rawls, de una confrontación que cada sujeto habrá de
sino que puede verse que el máximo nivel de de- evaluar. El juicio moral debe ser estudiado de
sarrollo se establece por el reconocimiento de las acuerdo con los conflictos que pueden presentar-
múltiples demandas. se entre valores o entre diferentes intereses que
reclaman igual consideración.
Así como el análisis de MacIntyre sobre la discu-
sión entre Rawls y Nozick nos mostró cómo las di- Si los juicios morales dependen de una serie de
ferencias en el juicio dependen de supuestos irre- supuestos no universalizables ni formalizables, es
claro que en esta posición los acuerdos son pro-
3 Obviamente esto sólo se está ejemplificando sobre el concepto de cesos de negociación que se logran en la comu-
justicia. Este concepto ha generado tal cantidad de posiciones en la
filosofía y la ciencia política que nos exigirían mayor prudencia al in- nicación permanente, sin que ninguna posición se
tentar proponer una perspectiva como universal. Sean las posiciones proponga como externa a este proceso y sin que
neo-utilitaristas de Hart (1983), las ideas “libertarianas” de Nozick
(1990) y Hayek (1985), las ideas igualitaristas de Dworkin (1984, se plantee un procedimiento que pueda arbitrar
2000), Van Parijs (1995), Elster (1988, 2001), Amartya Sen (2000a;
2000b), o algunos otros autores del marxismo analítico, los conceptos
ante intereses en conflicto. Lo universalizable son
de igualdad, libertad y justicia están lejos de tener un único sig- acuerdos sobre ciertas situaciones específicas
nificado y están lejos de conducir acuerdos de cómo garantizar la
legitimidad de ciertas formas de funcionamiento social.
que los participantes aceptan como de obligatorio

260 REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009


La sabiduría y la psicología del desarrollo moral

cumplimiento. De la misma manera, todo juicio El desarrollo como un camino de


debe buscar el acuerdo sin negar la perspectiva
propia y sin ofrecerse como carente de perspecti-
múltiples vías
va para lograr su aceptación.
En los debates sobre la idea del desarrollo pro-
puesta por Kohlberg es necesario focalizar sobre
Además de lo expuesto, es necesario resaltar que
algunos aspectos centrales que son fundamen-
el comunitarismo propuso entender al ser huma-
tales para nuestra exposición. El primero es el
no como un ser social y por tanto movido en sus
planteado por el proceso de diferenciación entre
acciones para mantener los lazos de apoyo y so-
lo social y lo moral, y sobre las diferencias en el
lidaridad con sus semejantes. Si el ser humano
desarrollo dadas según sea el manejo de princi-
se entiende como un ser social, es claro que el
pios universales.
actuar moral se hace posible porque el individuo
está preocupado por mantener sus relaciones so-
Kohlberg planteaba en los anteriores aspectos
ciales y garantizar el bienestar de sus semejan-
una idea del desarrollo que consistía en un pro-
tes. Al contrario de la justicia (como es entendida
ceso progresivo de diferenciación y separación
por Kohlberg), las concepciones no deontológicas
entre los juicios basados en intereses personales
proponen rescatar los proyectos de “vida buena”,
y los juicios imparciales de justicia. En el últi-
y los sentimientos de comunidad y de pertenencia
mo estadio del desarrollo, el sujeto sería capaz
a un horizonte de significación particular (Sandel,
de emitir juicios postconvencionales, significan-
2000; Taylor, 1997).
do con esto que el sujeto es capaz de juzgar de
acuerdo con sus principios e independientemente
En otras palabras, la referencia a la comunidad en
de las costumbres o reglas sociales, al igual que
estas posturas éticas tiene el propósito de resca-
independientemente de sus relaciones afectivas o
tar los proyectos de vida personales y colectivos,
sus intereses personales.
ya que sólo al hacer parte de una colectividad
es posible el intercambio razonable y el enten-
Este primer punto es debatido por varios autores
dimiento en todo proceso de negociación. Si el
(Turiel, 1966, 1974, 1978, 1983; Nucci, 1981, 1982)
intercambio es parte de un horizonte de signifi-
quienes muestran que desde edades tempranas
caciones no delimitable, ni organizable por pro-
(edad preconvencional) los niños son capaces de
cedimientos que pretendan operar independien-
separar las demandas de tipo moral de aquellas
temente de cualquier tipo de determinación, lo
que se refieren a las normas sociales y a los intere-
razonable debe depender del uso adecuado y
ses personales. Los niños en edad preescolar son
contextual de una determinada cadena de senti-
capaces de calificar como incorrectas conductas
dos y valoraciones particulares.
como golpear o herir al otro, independientemen-
te de la existencia de reglas que lo estipulen o no.
Son precisamente estas ideas las que han condu-
De la misma manera, estos mismos niños pueden
cido en psicología a otras conceptualizaciones del
reconocer que existen ciertas reglas (como comer
juicio moral. Y como lo habíamos planteado al ini-
con las manos, saludar de cierta manera a sus
cio de esta exposición de la psicología del desa-
maestros) que pueden presentarse dependiendo
rrollo moral, el mismo Kohlberg (2000) al final de
de si es parte de la costumbre o la reglamenta-
su vida consideró estas nuevas posibilidades con-
ción de comunidades particulares.
ceptuales. Pero antes de ver cómo fueron retoma-
dos estos planteamientos en su teoría pasemos a
La temprana diferenciación entre juicios de tipo
analizar los debates realizados sobre su concepto
moral y social, pone en cuestión (además de la
de desarrollo.
consideración de los niños pequeños como infe-
riores en cuanto a capacidades morales) el mode-
lo de desarrollo de Kohlberg. El desarrollo, con los
estudios anteriores, no puede proponerse según

REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009 261


Jaime Yáñez, Javier Corredor, Laura Pacheco

una vía ascendente de diferenciación entre lo so- El juicio moral debe expresarse teniendo en
cial y lo moral. Esto que sugiere que los juicios de cuenta las significaciones culturales, el horizonte
los sujetos parecen operar de acuerdo con domi- de significación de los sujetos y las concepciones
nios independientes y que el desarrollo no sigue de “vida buena”, al igual que las valoraciones re-
una y única vía de progreso. Lo moral se puede ligiosas y políticas que determinan que los sujetos
diferenciar, desde muy temprano en el desarro- establezcan un determinado compromiso con una
llo, de lo social y de los juicios que tienen que ver causa social o de justicia. En esta reflexión, Ko-
con las opciones y decisiones personales. hlberg retomó algunas ideas sobre el concepto de
sabiduría (que es entendido en la psicología como
Si se establecen los juicios de acuerdo con domi- la experticia del mundo social) y la psicología del
nios diferentes, no podría establecerse un único ciclo vital.
criterio de evaluación del desarrollo, sino debe-
rían especificarse parámetros diferenciales para De acuerdo con estas ideas el autor citado for-
determinar el nivel de avance del juicio socio- muló, en contra de lo que había defendido du-
moral. De manera relacionada, si el juicio depen- rante tres décadas, que el estadio seis, o nivel
de de campos particulares de conocimiento o de más elaborado de juicio moral, sólo era posible
demandas diferenciadas en dominios, necesaria- después de los 40 años de vida y era más probable
mente el juicio debe calificarse de acuerdo con en sujetos que habían abordado sistemáticamente
el nivel de experiencia, conocimiento, suficien- reflexiones de tipo ético, o habían hecho de su
cia o experticia que tenga cada sujeto en cada vida un instrumento por la restauración de la jus-
uno de estos campos. Estas ideas sugieren que ticia social5. Esta idea, que es planteada desde la
el desarrollo humano deba entenderse como un psicología del ciclo vital (especialmente en Erik-
proceso de expertización que recorre diferentes son, 1959/1968) se acompaña de una noción del
y variadas vías. desarrollo totalmente diferente de la tradicional
visión cognitivo-evolutiva.
Obviamente son muchas las preguntas y las líneas
de investigación en la psicología del desarrollo Al Retomar la psicología del ciclo vital Kohlberg
moral, pero consideramos que el problema del propone vías diferentes, paralelas y complemen-
juicio y su desarrollo son dos de los problemas tarias en el desarrollo humano. El juicio moral
más fundamentales hacia donde deben y habrán correría paralelo al pensamiento religioso, al de-
de dirigirse muchos esfuerzos investigativos. La sarrollo del self y otras posibilidades relacionadas
importancia de estas vías investigativas fue reco- con las reglas e interacciones humanas. Igualmen-
nocida por el mismo Lawrence Kohlberg, quien al te, con esta nueva visión del desarrollo, el juicio
final de su vida intentó ofrecer nuevas posibilida- no dependería de estructuras formales sino de
des heurísticas para su investigación. organizaciones de sentido y de particulares valo-
raciones que podrían organizarse de una manera
Kohlberg, la sabiduría y el particular.

desarrollo del ciclo vital


Kohlberg intentó recoger muchas de las ideas ex- 5 El estadio seis en la obra de Kohlberg fue eliminado y reintroducido
puestas en el apartado anterior en sus últimos en su descripción del desarrollo varias veces. Al final de la década
de los setenta lo eliminó por algunas dificultades metodológicas en
textos, y especialmente en el último (2000)4 don- su evaluación. Igualmente, en esos años en su reflexión educativa y
de formuló lo siguiente. en sus preocupaciones políticas consideró que dicho estadio no de-
bería ser un objetivo de la educación, debido a que era suficiente
que las personas aprendieran a respetar la ley y el orden, o que al-
canzaran como objetivo de la educación el estadio cuatro. En sus
4 Este texto se editó después de la muerte de Kohlberg (en 1987) y fue últimos textos, como ya lo dijimos volvió a introducir el estadio seis,
editado en alemán. Dos investigadores alemanes, que habían par- pero como logro de aquellas pocas personas dedicadas toda una vida
ticipado de muchas de sus enseñanzas (Garz y Althof) recogieron una (sólo después de los 40 años se alcanzaba) a actividades de justicia
serie de manuscritos que Kohlberg había escrito en el año 1986 y los social, o que mostraban un compromiso político o religioso. En poco
organizaron. La selección y edición de esos manuscritos fue realizada tiempo habremos de presentar un texto sobre la historia intelectual
por los editores, que sacaron el texto en el año 2000. de Lawrence Kohlberg.

262 REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009


La sabiduría y la psicología del desarrollo moral

Al igual que lo exponíamos más arriba, al ha- Lamentablemente, estas formulaciones de Ko-
blar del comunitarismo, los conflictos morales y hlberg se dieron de manera bastante desorgani-
políticos no pueden dirimirse recurriendo a un zada, ya que establecía paralelos entre muchas
procedimiento imparcial y formal que opere por teorías, sin asumir de manera clara una propia y
encima de las demandas particulares expresadas particular posición integradora, o al menos dis-
en cada concepción. La idea de juicio a partir de tante con afanes eclécticos. Posiblemente, estos
las concepciones comunitarias se entiende como errores en su última obra se hayan debido al poco
un proceder flexible y lleno de significaciones y tiempo que tuvo para organizar sus últimas ideas,
presupuestos que una tradición valida o estable- o talvez esta presentación ecléctica de su últi-
ce como sensatos, sin pretender imponer reglas o mo trabajo haya podido deberse a los editores.
maneras precisas de proceder cuando de evaluar En estos momentos no es importante entender
una situación se trata. el porqué de algunas de las dificultades que ge-
neran su último texto, ni tampoco intentar hacer
Asimismo, en contra de la psicología del desarro- una exégesis de las verdaderas intenciones de su
llo, que ubicaba el final de la progresión humana autor. Actualmente, lo importante es recoger sus
(en términos de la adquisición de las estructuras indicaciones y su visión de pionero para orientar
básicas) al término de la educación formal (17 ó la investigación en la psicología moral, hacia nue-
25 años de vida), Kohlberg sugiere, al final de su vos derroteros que nos ofrezcan una gran riqueza
trabajo investigativo, estudiar el desarrollo huma- heurística.
no hasta la vejez y los últimos momentos de vida.
La vejez, caracterizada por el momento en que un La psicología del desarrollo moral, bajo la idea
sujeto se enfrenta a la muerte y se plantea la eva- de la sabiduría y el ciclo vital podrá encaminarse
luación de su vida, puede generar reflexiones sa- a indagar por diferentes vías de interpretación,
bias o completamente desesperadas y sin sentido. cómo las variadas posturas en la filosofía política
Estas características del final de la vida, que son han sido asumidas por la población en general.
retomadas de Erikson, establecen un final del de- Igualmente, el modelo de la sabiduría permitirá
sarrollo incierto y abierto a muchas posibilidades. ver en los debates y decisiones éticas un conflicto
de intereses y de supuestos que demandan una
La sabiduría, o la experticia social6, refiere a una mayor flexibilidad y sensibilidad de aquellos que
vida que ha estado caracterizada por un compro- se establezcan como poseedores del mayor desa-
miso permanente por la justicia o el bienestar de rrollo del juicio. El complejo debate actual de la
los otros y que se ha visto enfrentada a analizar ética y la filosofía política debe impactar las con-
múltiples conflictos y múltiples posibilidades in- cepciones psicológicas que intentan estudiar las
terpretativas en una enorme variedad de dilemas maneras en cómo se toman aquellas decisiones
morales. Posibilidades que hacen del sabio una morales que tienen que ver con el establecimien-
persona flexible, sin rigideces en la resolución de to de la justicia y la igualdad de todos los seres
sus conflictos, sin principios universales y con una humanos.
gran sensibilidad para la consideración de infini-
dad de elementos contingentes. Al igual que Kohlberg cuando establece en los años
setenta el estadio final del desarrollo moral según
las indicaciones de la justicia como equidad, los
psicólogos actuales deben considerar este estadio
6 El concepto de sabiduría tiene una larga historia en la filosofía y re- final del desarrollo teniendo en cuenta los intensos
ligión oriental y occidental. Pero en la psicología este término se re-
introdujo en dos vertientes de pensamiento diferentes. Por un lado, y nuevos debates dados en la filosofía moral y políti-
en la obra de Erikson y sus primeras formulaciones del ciclo vital, y ca. El comunitarismo, los debates sobre la justicia,
por otro, como un campo particular de la experticia estudiada en
la ciencia cognitiva. Pasando por encima las diferencias entre estas sobre la libertad, la igualdad u otros conceptos mo-
posiciones, lo fundamental de este concepto fue el establecer una
distancia con los análisis formalistas de la psicología cognitiva y del
rales y políticos deben tener un efecto directo en
desarrollo. El hombre sabio simplemente es aquel que ha logrado la manera como los psicólogos entendemos el de-
una flexibilidad para analizar las situaciones y es aquel que tolera la
incertidumbre en todo proceso de decisión.
sarrollo. De la misma forma los nuevos modelos de

REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009 263


Jaime Yáñez, Javier Corredor, Laura Pacheco

la cognición humana tienen que armonizarse con Press, Cambridge, Mass./London, (pp. 285-
todo lo expuesto para hacer del estudio del desa- 303, 489-491).
rrollo moral algo más que el simple señalamiento
de los logros de un adolescente sobre conflictos Elster, J. (1988). Uvas amargas: sobre la subversión
de carácter general. La búsqueda constante e in- de la racionalidad. Barcelona: Ediciones 62.
terminable por las maneras en que se debe cons-
tituir una sociedad justa, o por determinar las Elster, J. (2001). Sobre las pasiones: Emoción,
condiciones irrenunciables de la obligación moral adicción y conducta humana. Buenos Aires:
deben conducir a la psicología al establecimiento Paidós.
de aquellos niveles que sólo logran aquellos que
se han convertido en actores activos de la consti- Erikson, E. (1959/1968). Identidad, juventud y cri-
tución de una sociedad moderna y civilizada. Es sis. Buenos Aires: Paidós.
ese el camino que está recorriendo la psicología
del desarrollo moral, el camino que nos permitirá Erikson, E. (1964/1966). Einsicht und Verantwor-
entender el juicio sabio e incierto de todo conflic- tung. Stuttgart.
to que se presente cuando se trata de garantizar
la dignidad y libertad humanas. Erikson, E. (1969/1971). Gandhis Wahrtheit.
Frankfurt am Main.
Referencias
Erikson, E. (1977). Toys and Reasons: Stages in the
Baldwin, J. (1897). Social and ethical interpreta- Ritualization of Experience. New York: W. W.
tions in mental development. New York: Mac Norton.
millan.
Erikson, E. (1980). On the generational cycle.
Broughton, J. (1978). The cognitive-developmental Journal of Psychoanalsis, 61, 213-224.
approach to morality: a reply to Kurtines and
Greif. En: Puka, B. (Ed.). Moral development. Fowler, J. (1976). Stages in faith: The structural
A compendium. New York & London: Garland development approach. En: Hennessey, ed.,
Publishing, Inc., (pp. 231-268), (1994). Values and moral development. New York:
Paulist Press.
Dewey, J. (1911). Moral principles in education.
Boston: Houghton Mifflin. Fowler, J. (1981). Stages of faith: The psycholo-
gy of human development and the quest for
Dewey, J. (1916/1944). Democracy and education. meaning. New York: Harper & Row.
New York: Macmillan.
Gergen, K. (1996). Realidades y relaciones aproxi-
Dreyfus, H. L. (1972/1989). Was computer nicht maciones a la construcción social. Madrid:
kônnen. Frankfurt am Main: Athenâum Verlag. Paidós.

Dreyfus, H. L. (1993). Was ist moralische Reife? Hare, R. (1963). Freedom and Reason. New York:
Eine phänomenologische. En: Deutsche Zeit- Oxford University Press.
schrift für Philosophie, 41, 435-458. Berlin:
Akademie Verlag. Hare, R. (1996) Autorretrato filosófico (trad. Pablo
Stafforini). En: The Penguin Dictionary of Phi-
Dworkin, R. (1984). Los derechos en serio. Barce- losophy, Londres.
lona: Ariel.
Heidbrink, H. (1991). Stufen der Moral. Zur Gûl-
Dworkin, R. (2000). Sovereign Virtue. The Theory tigkeit der Kognitiven Entwicklungstheorie
and Practice of Equality. Harvard University

264 REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009


La sabiduría y la psicología del desarrollo moral

Lawrence Kohlbergs. Munchen: Qintessenz título: Essays in moral development. Volume


Verlag. II. The psychology of moral development:
Moral stages and the life cycle. San Francis-
Heidbrink, H. (1992). Gerechtigkeit. Eine Einfûh- co: Harper and Row).
rung in die Moralpsychologie. Munchen: Qin-
tessenz Verlag:. Kohlberg, L. (1978). Justice as reversibility: the
claim to moral adequacy of a highest stage
Kant, I. (1785/1959). Foundations of the metaphy- of moral judgment. En: Kohlberg, L. (1981)
sics of morals. Traducido al inglés por Beck, Essays in moral development. Volume I. The
L. Indianapolis: Bobbs-Merrill. philosophy of moral development. Moral
stages and the idea of justice. San Francisco:
Killen, M. & Hart, D. (1999). Morality in Everyday Harper and Row.
Life: Developmental Perspectives. Cambridge
University Press. Kohlberg, L. (1981a). El significado y la medida del
juicio moral. En: Kohlberg, L. (1992) Psico-
Kohlberg, L. Shulik, R. & Higgins, A. (2000). De- logía del desarrollo moral. Bilbao: Editorial
raltere Mensch als Philosoph. En: Die Psi- Desclée de Brouwer. (Publicado originalmen-
chologie der Lebenspanne. Obra póstuma te en inglés en 1984 con el título: Essays in
editada y corregida por W. Althof & D. Garz. moral development. Volume II. The psycholo-
Frankfurt/main: Suhrkamp. pp. 259. 331. gy of moral development: Moral stages and
the life cycle. San Francisco: Harper and
Kohlberg, L. & Armon, C. (1984). Three types of Row).
stage models used in the study of adult de-
velopment. En: Commons, M., Richards, F., & Kohlberg, L. (1981b). Essays in moral develop-
Cheryl, A. (Eds.). Beyond formal operations. ment. Volume I. The philosophy of moral
Late adolescent and adult cognitive develop- development. Moral stages and the idea of
ment. New York: Praeger. justice. San Francisco: Harper and Row.

Kohlberg, L. (1958/1994). Kohlberg’s original study Kohlberg, L. (1986). A Current statement on Some
of moral development (“The development of Theoretical Issues, En: Modgil & Modgil (Ed.)
modes of thinking and choices in years 10 to Lawrence Kohlberg. Consensus and Contro-
16”). New York: Garland Publishing. versy, (pp. 485-546). Philadelphia.

Kohlberg, L. (1969/1992). Estadio y secuencia. En: Kohlberg, L. (1992). Psicología del desarrollo mo-
Kohlberg, L. (1992) Psicología del desarrollo ral. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer.
moral. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer. (Publicado originalmente en inglés en 1984
(Publicado originalmente en inglés en 1984 con el título: Essays in moral development.
con el título: Essays in moral development. Volume II. The psychology of moral develop-
Volume II. The psychology of moral develo- ment: Moral stages and the life cycle. San
pment: Moral stages and the life cycle. San Francisco: Harper and Row).
Francisco: Harper and Row). (Este texto es
una compilación de artículos publicados en Kohlberg, L. (2000). Die Psichologie der Lebens-
diferentes fechas). panne. Obra póstuma editada y corregida
por W. Althof & D. Garz. Frankfurt/main: Su-
Kohlberg, L. (1976). Estadios morales y moraliza- hrkamp.
ción: la vía cognitivo-evolutiva. En: Kohlberg,
L. (1992). Psicología del desarrollo moral. Kohlberg, L., Higgins, A. & Howard, R. (2000). Der
Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer. (Publi- Erwachsene als Philosoph. En: Die Psichologie
cado originalmente en inglés en 1984 con el der Lebenspanne. Obra póstuma editada y

REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009 265


Jaime Yáñez, Javier Corredor, Laura Pacheco

corregida por W. Althof & D. Garz. Frankfurt/ Medrano, C. (1999). Panorámica general de la crí-
main: Suhrkamp. tica al modelo estructural de Kohlberg. En:
Pérez-Delgado y Mestre Escrivá [Coord.]. Psi-
Kohlberg, L., Levine, Ch. & Heder, A. (1983a). cología moral y crecimiento personal. Barce-
La formulación actual de la teoría. En: Ko- lona: Editorial Ariel.
hlberg, L. (1992). Psicología del desarrollo
moral. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer. Nozick, R. (1990). Anarquía, Estado y Utopía.
(Publicado originalmente en inglés en 1984 México: Fondo de Cultura Económica,
con el título: Essays in moral development.
Volume II. The psychology of moral develop- Nucci, L. (1981). Conceptions of Personal Issues: A
ment: Moral stages and the life cycle. San Domain Distinct from Moral or Societal Con-
Francisco: Harper and Row). cepts. Child Development, 52, 114-121.

Kohlberg, L., Levine, Ch. & Heder, A. (1983b). Si- Nucci, L. (1982). Conceptual Development in the
nopsis y respuestas detalladas a los críticos. Moral and Conventional Domains: Implica-
En: Kohlberg, L. (1992). Psicología del de- tions for Values Education. Review of Educa-
sarrollo moral. Bilbao: Editorial Desclée de tional Research, 49, 93-122.
Brouwer. (Publicado originalmente en inglés
en 1984 con el título: Essays in moral deve- Peltzer, U. (1986). Lawrence Kohlbergs Theorie
lopment. Volume II. The psychology of moral des moralischen Urteilens. Westdeutscher
development: Moral stages and the life cycle. Verlag: Opladen.
San Francisco: Harper and Row).
Piaget, J. (1945/1961). La formación del símbolo
Kohlberg, L., Snarey, J. & Reimer, J. (1983). Uni- en el niño. México: Fondo de Cultura Econó-
versalidad cultural de los estadios de juicio mica.
moral: Un estudio longitudinal en Israel. En:
Kohlberg, L. (1992). Psicología del desarrollo Piaget, J. (1932/1987). El criterio moral en el
moral. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer. niño. Barcelona: Martínez Roca.
(Publicado originalmente en inglés en 1984
con el título: Essays in moral development. Puka, B. (1982). An interdisciplinary treatment of
Volume II. The psychology of moral develop- Kohlberg. Ethics, 92, 470-490.
ment: Moral stages and the life cycle. San
Francisco: Harper and Row). Puka, B. (1990). The majesty and mystery of Kohl-
berg’s stage 6. En: Puka, B. (Ed.) Moral deve-
Kymlicka (1996). La ciudadanía multicultural. Bar- lopment. A compendium. New York & Lon-
celona: Editorial Paidós. don: Garland Publishing, Inc. (pp. 118-159).

Loevinger, J. (1977). Ego Development. San Fran- Puka, B. (1991). Toward the redevelopment of
cisco: Jossey-Bass. Kohlberg’s theory: Preserving Essential
structure, removing controversial content.
Loevinger, J.; Wessler, R. & Redmore, C. (1970). En: Puka, B. (Ed.) Moral development. A
Measuring ego development. San Francisco: compendium. New York & London: Garland
Jossey-Bass. Publishing, Inc. (pp. 247-267), (1994).

MacIntyre, A. (1987). Tras la virtud. Barcelona: Rawls, J. (1971). A theory of justice. Cambridge,
Crítica. MA: Harvard University Press.

Mead, G. (1934). Mind, self and society. Chicago: Rorty, R. (1994). Hoffnung statt Erkenntnis. Eine
University of Chicago Press. Einführung in die pragmatische Philosophie.
Wien: Passagen Verlag.

266 REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009


La sabiduría y la psicología del desarrollo moral

Sandel, M. (2000). El Liberalismo y los límites de Turiel, E. (1974). Conflict and transition in adoles-
la justicia. Ed. Buenos Aires: Gedisa. cent moral development. Child development,
45.
Shweder, R. (1982). Liberalism as Destiny. Review
of Lawrence Kohlberg’s. Essays on Moral De- Turiel, E. (1983). The Development Of Social
velopment. Volume1. The Philosophy of Mo- Knowledge. Morality and Convention. Cam-
ral Development: Moral Stages and the Idea bridge: Cambridge University Press.
of Justice”. Contemporary Psychology, 27 (6),
421- 424. Turiel, E.; Edwards, C. & Kohlberg, L. (1978). A
cross-cultural study of moral development
Sullivan, E. (1977). A study of Kohlberg’s structu- in Turkey and the United States. Journal of
ral theory of moral development: a critique cross-cultural psychology, 9, 75-87.
of liberal social science ideology. En: Puka,
B. (Ed.) (1994). Moral Development. A com- Van Parijs (1995). Libertad real para todos. Bar-
pendium. New York & London: Garland Pu- celona: Paidós.
blishing, Inc. (pp. 46-70).
Vattimo, G. (1993). El pensamiento débil. Madrid:
Taylor, Ch. (1997). Argumentos filosóficos: ensa- Paidós.
yos sobre el conocimiento, el lenguaje y la
modernidad. Barcelona: Paidós Ibérica. Walzer, M. (1993). Las esferas de la justicia. Méxi-
co: Fondo de Cultura Económica.
Turiel, E. (1966). An experimental test of the
sequentially of development stages in the
child’s moral judgments. Journal of Persona-
lity and social psychology, 3, 611-618.

REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 5, No 2, 2009 267

S-ar putea să vă placă și