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1.

ORACIÓN INTERROGATIVA
Una oración interrogativa es una oración empleada para pedir información y en
ocasiones para expresar mandatos o sugerencias, pragmáticamente suavizados. Las
interrogativas pueden clasificarse de acuerdo a varios criterios binarios:
parciales/totales, directas/indirectas.
Las interrogativas directas parciales son las más complejas de todas y en muchos
lenguajes no pueden ser divididas en dos partes disjuntas sujeto - gramática debido a
diversos movimientos sintácticos que hacen que frecuentemente haya inversión de
orden entre sujeto y verbo y otras modificaciones adicionales. La gramática generativa
analiza las interrogativas directas como sintagmas complementados dentro de los
cuales se han practicado algunos desplazamientos de constituyentes sintácticos.

Clasificación
Parciales y Totales
Respecto al tipo de información explícitamente requerida por una oración
interrogativa, existen dos tipos de interrogativas, las interrogativas parciales y las
interrogativas totales. Las primeras piden información sobre alguna pieza de
información (usualmente contenida en un sintagma) dentro de una situación de
hechos, mientras que las segundas requieren una respuesta sí/no. Un par de ejemplos
aclara esto:
¿Qué libro compró Juan? (interrogativa parcial)
¿Compró Juan algún libro? (interrogativa total)
Directas e indirectas
Una interrogativa directa es una oración en que la oración principal es una oración
interrogativa. En muchas lenguas, en una oración directa usualmente en primer lugar
aparecen los constituyentes que se refieren a aquello por lo que se está preguntando,
también en muchas lenguas el verbo suele aparecer adelantado al sujeto explícito
cuando lo hay.
Una interrogativa indirecta es una oración compuesta en la que una de las oraciones
subordinadas es interrogativa, sin serlo la oración principal.
Entonación
En muchas lenguas las oraciones interrogativas se marcan no sólo mediante
procedimientos de movimiento sintáctico, sino que tienen una entonación específica.
Marginalmente algunas preguntas sólo usan entonación para marcar el rasgo
interrogativo, especialmente si son breves:
¿Más leche? (frente a ¿Quiere usted más leche?)
2. ORACIONES EXCLAMATIVAS:
Se refieren a emociones
Expresan sorpresa, admiración, expectación. Para escribirlas se utilizan los signos de
admiración (¡ !). Ejemplos:
¡AAAAAAYYYYYY, me pisaste el rabo! maulló el gato
¡Mira, mira, un meteorito cae del cielo!
¡Corre, corre, que cierran la puerta!
¡Avanza escóndete, que nos van a cojer!
Las oraciones son el modo que tenemos de expresar expresiones lógicas o portadoras
de sentido. Tal y como hemos venido estudiando en esta página, La guía de lengua,
últimamente, existen oraciones de diferente tipología y también existen diversas
aproximaciones a la clasificación de las oraciones.
La forma clasificatoria que hemos estado siguiendo la mayoría de las veces es aquella
que distingue o divide las oraciones en función del modus, o, por decirlo de forma
comprensible, en función de la actitud que adopta el hablante cuando pronuncia su
contenido. Como complemento, y a modo únicamente informativo, nos gustaría decir
aquí que las oraciones también pueden clasificarse en función del dictum, o lo que es
lo mismo, en función de lo que se dice, dejando a un lado cómo se dice. En cualquier
caso, y continuando con nuestro discurso, según el modus podemos distinguir entre
oraciones enunciativas, que son las que meramente se dedican a informar; oraciones
interrogativas, que son las que inquieren una información desconocida; oraciones
dubitativas, que son las que expresan incerteza o probabilidad; y oraciones
exclamativas, que son las que expresan sentimientos o estados de ánimo.
Dependiendo, pues, de cómo decimos el contenido de una oración, o de cuál sea
nuestra opinión o nuestra actitud ante lo dicho, la oración adoptará una tipología u
otra.
En este artículo el que nos encontramos queremos a ocuparnos de las oraciones
exclamativas. Someramente, podemos decir que estas oraciones se caracterizan por
ser las que menor distancia interponen entre el hablante y el contenido de la oración.
En realidad, la actitud del hablante empapa en este caso el contenido mismo hasta
hacerlo inseparable de sí misma. El que hace uso de una oración exclamativa no trata
de informar ni de expresar duda o preguntar, sino de transmitir sus sentimientos u
emociones de la forma más clara posible. Aquí, pues, caben expresiones populares y
frases hechas, pero también cualquier oración que nazca de las emociones de aquél
que la pronuncia. Por ejemplo:
¡Pero qué haces aquí! ¡Deberías estar aun trabajando!
¡Este aparato es un desastre!
¡Oh, no! ¡Corre, corre!
¡Qué alegría verte!
Como se puede observar, estemos en un contexto o en otro, una oración exclamativa
se caracteriza por los sentimientos que el hablante le impregna. En el primer ejemplo,
el hablante se asombra negativamente de la presencia de una persona. En el último,
este asombro es positivo. En el segundo ejemplo, el hablante expresa su decepción, y
en el tercero, su miedo y apremio.

3. EXPRESIÓN VOLUNTATIVA
Toda entidad humana maneja una serie de energías, y una de ellas, la emocional, se
convierte en una fuerza importante para examinar, debido a que impulsa fuertemente
a los hombres a relacionarse bien o mal con sus semejantes. Cada vez que un individuo
recibe una impresión, ya sea interna o externa, en respuesta se produce un
movimiento emocional interno que toma una forma y un color característicos, los
cuales se observan en el Mundo de las Emociones. Lo anterior se conoce como
emoción o sentimiento. Sin embargo, el hombre tiene una gran necesidad de expresar
esas emociones, de derramarlas sobre cualquier cosa o persona; esto se conoce con el
nombre de afecto. Estos últimos se dividen en afectos de atracción o de repulsión.
Entre los primeros tenemos toda la gama del amor, la simpatía, la amistad, la
benevolencia, la devoción, la admiración, etc. y, en la categoría de los afectos por
repulsión, todas las variantes del odio, la antipatía, la enemistad, la malevolencia, el
antagonismo, etc.
Si buscamos la causa más profunda que impulsa al hombre a expresar sus afectos,
quizás podamos dar una respuesta que satisfaga nuestra inquieta mente. En nuestro
pasado evolutivo nos diferenciamos dentro del Creador, por la contracción de su
Voluntad, en entidades aparentemente individuales, en Chispas de la Llama Divina. Esa
individualización creó un gran vacío espiritual en el hombre, pues éste se sintió
separado de aquello que lo sostenía. No obstante, esa idea es únicamente una ilusión,
ya que nunca hemos salido de Dios y en él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro
ser. La idea de separatividad causa en el hombre una gran necesidad de expresar y de
recibir el afecto, con el fin de encontrar la parte perdida, la cual no es otra cosa que la
unión total con la Fuente Original.
Cada vez que nacemos recapitulamos etapas anteriores de evolución, bien sea en el
seno de nuestra madre física o en el de la madre tierra, en las cuales incubamos los
vehículos que nos conforman actualmente. Cuando estamos en el vientre de nuestra
madre, tenemos sentido de unidad, ya que recreamos esa etapa de la historia en la
cual la humanidad estaba inmersa en el seno de la Divinidad y no tenía ninguna
sensación de pérdida. En el momento en que nacemos y en los primeros meses de
vida, aún estamos en contacto muy cercano con nuestra madre; ella no se separa de
nosotros para nada. Durante ese tiempo seguimos con esa sensación de unidad y todas
las cosas parecen como una continuación de nosotros mismos. Para un bebé no hay
algo fuera ni dentro de él; por el contrario, ese algo que le rodea es parte de sí mismo.
Con el paso del tiempo el niño va estableciendo una consciencia de individualidad.
Cuando diariamente se le dice “¡no toques eso!, ¡cuidado con las cosas de la mesa! o
“no toques a fulano” etc., se va inculcando en su memoria que hay algo que está fuera
de él, y en la medida en que la madre le da mayor independencia, irá ahondando en la
creencia de separatividad con todo lo que le rodea. Es precisamente esa creencia lo
que ha originado en el inconsciente humano, a través de las edades, una herencia de
vacío afectivo o una sensación de ser criaturas carentes de amor. Y el remedio a esas
dos erróneas sensaciones se pretende encontrar en la expresión de los afectos.
Debido a lo anterior, el hombre interactúa con los demás, y el juego constante que
establece en el dar o recibir, le va mostrando las graduaciones de sus emociones y si es
el caso su nivel de evolución. Examina, por ejemplo, los sentimientos internos
generados en respuesta a impresiones de lo que está fuera de él; también percibe las
simpatías o antipatías que despierta en los demás, el grado de percepción de los
sentimientos de otros y su nivel de sensibilidad. Si balancea las simpatías o antipatías
que despierta en sus relaciones, quizá puede medir su grado de evolución; si es bajo,
las criaturas que lo rodean le producirán generalmente aversión. Si por el contrario está
en las filas de los pioneros de la humanidad, los demás seres despertarán
constantemente en él una gran simpatía. De igual forma ve que la expresión de sus
afectos no siempre es una comunicación honesta, sincera, clara y transparente; no es
fácil. En los primeros intentos de acercamiento, la fuerza que se expresa no es la del
Espíritu de cada hombre, sino la de sus energías constitutivas, las cuales están en
continua fricción. De hecho, cada individuo experimenta una división entre lo que es su
Espíritu y lo que son sus pensamientos, sus emociones y sus fuerzas vitales, de tal
forma que no siempre lo que el Espíritu siente es lo que se expresa. En el común de los
mortales, lo que se irradia es únicamente la fuerza emocional vivida y ésta es una
energía que apenas está aprendiendo a manejar el género humano. Unido a lo
anterior, la convicción de que estamos separados del resto del mundo altera aún más la
expresión del afecto, y esto influye notoriamente en nuestros contactos espirituales,
los cuales se limitan sólo a los obtenidos a través de las emociones, los pensamientos o
las fuerzas físicas.
Otro factor que impide una expresión correcta del afecto es la memoria. Nosotros
actuamos de manera automática motivados por el archivo de imágenes o de
emociones, y nuestras reacciones se modifican o colorean por ellas. En el momento en
que vivimos una situación determinada inmediatamente recurrimos al archivo del
inconsciente y, por asociación, tendemos a reaccionar con el mismo sentimiento con
que lo hicimos en una experiencia similar del pasado. Los afectos no escapan a ese
proceso automático e inconsciente, y es así que, cuando una persona ha tenido
experiencias desagradables muy fuertes con alguien en especial y éstas no han sido
procesadas convenientemente, ante el encuentro de la misma clase de individuos, se
despiertan quizás sentimientos de antipatía. Si la relación inicial fue de afinidad, la
cercanía de individuos parecidos hará que se actúe igualmente de manera simpática.
Nuestras expresiones de afecto pueden verse afectadas por exceso, por defecto o por
tergiversación o enmascaramiento. El exceso se da cuando el individuo, ante el gran
vacío afectivo o la imperiosa necesidad de ser amado, trata de buscar una manera de
comunicarse excesivamente con aquellos que él desea que le quieran, bien sea una
mascota, una familia, una persona del sexo opuesto, la naturaleza, su nación, su
gobierno, Dios o la vida misma. Esta clase de personas suelen extralimitarse en el
contacto físico y pueden recibir la aprobación o el rechazo de aquel con quien
interactúa. Si el otro individuo ha tenido experiencias benéficas en el contacto, será
muy bien recibido; si por el contrario sus acercamientos físicos han sido traumáticos, la
respuesta será de rechazo, especialmente cuando sienta que están invadiendo su
propio espacio.
Una persona con un gran vacío afectivo se apega muy fácilmente a los seres que le
rodean, siendo ésta otra señal que caracteriza los afectos por exceso. Generalmente el
individuo expresa contantemente su amor hacia los demás sólo con la intención de
llenar el vacío interior. Cuando los individuos están presentes y le proporcionan lo que
él necesita, se siente pleno y feliz; pero cuando ellos faltan, experimenta nuevamente
su vacío interior y esto lo lleva a buscar su cercanía nuevamente. Así continúa su vida;
contactos que van y vienen, los cuales lo conducen a un círculo vicioso que le ocasiona
dependencia, origen de mucho dolor y sufrimiento.
Podemos concluir entonces que el apego tiene como raíz final un vacío afectivo, que
hace que el individuo se acostumbre a una corriente de ir y venir de los afectos, la cual
se convierte en una necesidad. Lo anterior también conduce a los individuos a tener
predilecciones en la expresión de los afectos. Cuando sólo se ama a los que ofrecen
estabilidad, los demás pasan a ser individuos con los cuales no se debe interactuar,
pues de ellos no se recibe beneficio alguno. Así toman importancia extrema la familia,
los parientes, y aquellos que dan lo que se necesita: comida, sexo, dinero, amor,
expresiones afectivas, etc.

4. DEFECTOS DE PRONUNCIACIÓN
 Dislalia
Dificultad del hablar producto de un defecto físico.

 Seudislalia
Falsa dificultad del habla; se produce por mal aprendizaje del idioma, también llamadas
eudodislalias culturales

 SEUDISLALIA
 ADITIVAS

 Prótesis: consiste en la dicción fonética en posición inicial de palabra. Ejemplo:


enantes
 Epéntesis: se produce el aumento fonético en una palabra cuando se intercala una
vocal o una consonante en cualquier otra posición que no sea la inicial ni la final.
Ejemplo: Turupial

 Paragoge: Se produce por el incremento de letras o fonemas al final de la palabra. Su


uso es poco frecuente en el castellano de Venezuela. Ejemplos: nadien

 OMISIVAS

 Aféresis: la aféresis es un cambio fonético que se produce por la pérdida de un


fonema inicial o la supresión de la parte inicial de una palabra. Ejemplos: “tan
picando…”

 Síncope: cuando la pérdida de sonido o fonema ocurre en el interior de una palabra.


Este caso es muy usual en Venezuela. Ejemplos: toavía / pescao

 Apócope: pérdida de uno o varios fonemas al final de palabra, debido a un cambio


fonético o a una abreviación. Ejemplo: Profe por profesor / Dani por Daniel

 Elisión: Consiste en la supresión de una vocal con que acaba una palabra cuando la
que le sigue también empieza por vocal o h muda. Ejemplos: es tanto lo que te quiero
q’ este amor no tiene cura

 TRANSPOSICIÓN

 Metátesis: es la inversión de sonidos, en una palabra. No se pierden ni se añaden


sonidos, sino que los mismos cambian de lugar dentro de la palabra. Ejemplo: “…¡Ah
Grabiel, nos serviste poquito!”

 TRUEQUES
/r/ por /l/ Lambdacismo
Este cambio se registra en posición final de sílaba
- Amol - Cambul - Pelmiso
/l/ por /r/ Rotacismo
Se produce la confusión de /l/ por /r/ en posición final de sílaba
- Argunos - Partó - Sordado
/r/ por /s/
Se da en la posición final de sílaba
Caslo - Infiesno - Casne
/h/ por /g/
Cambio del fonema /h/ en /g/, cuando está en posición inicial de la sílaba
- Güerfano - Güeco – Güellas
OTROS TRASTORNOS DEL HABLA

 Tartamudeo o balbuceo: consiste en la interrupción brusca del flujo del habla junto
con una repetición de sonidos o sílabas.

 Bradilalia: se produce un enlentecimiento exagerado del habla, afecta sobre todo a


pacientes deprimidos, parkinsonismo e hipotiroidismo.

 Ecolalia: repetición de las palabras de otras personas a modo de eco. La ecolalia suele
ser repetitiva y persistente.

 Palilalia: en este trastorno, el individuo repite las últimas palabras de su propio


discurso.
5. LA ARGUMENTACIÓN
es el estudio interdisciplinario de la forma en que se obtienen conclusiones a través de
la lógica, es decir, mediante premisas. Incluye el arte y la ciencia del debate civil, el
diálogo, la conversación y la persuasión. Estudia las reglas de la inferencia, la lógica y
las reglas procedimentales, tanto en el mundo real como en sistemas artificiales.

La teoría de la argumentación incluye el debate y la negociación, los cuales están


dirigidos a alcanzar conclusiones de mutuo acuerdo aceptables. También incluye el
diálogo erístico, una rama del debate social en el cual la principal motivación es la
victoria sobre un oponente. Este arte y ciencia es con frecuencia el medio por el cual
algunas personas protegen sus creencias o propios intereses en un diálogo racional, en
simples coloquios o durante el proceso de argumentación o defensa de ideas.

La argumentación es usada en los juicios para probar y/o refutar la validez de ciertos
tipos de evidencias. Los estudiosos de la argumentación estudian las racionalizaciones
post hoc mediante las cuales un individuo puede justificar decisiones que
originalmente pudieron haber sido realizadas de forma irracional.
Componentes de la argumentación
Una tesis o conclusión principal a favor de la cual se quiere argumentar.
Un conjunto de premisas desde las cuales se pretende inferir la tesis.
Un argumento que muestre cómo de las premisas se sigue la tesis.
Identificar y entender la presentación de un argumento, explícito o implícito, las metas
o propósitos de los participantes en los diferentes tipos de diálogo.
Identificar la conclusión y sus premisas, es decir, la conclusión es derivada de éstas.
Establecer el Onus probandi o carga de la prueba para determinar quién hizo la
afirmación inicial y por consiguiente el responsable de proveer las evidencias por las
que su posición merece ser aceptada.
Se pone en orden las evidencias para su posición con objeto de convencer o forzar la
aceptación del oponente. El método por el cual esto es realizado es mediante válidos,
atinados y convincentes argumentos, faltos de flaqueza y no fácilmente atacables,
criticables o impugnables.
Identificar fallos en el argumento o razonamiento del oponente para poder atacar las
razones o premisas del mismo y proveer contraejemplos, si es posible, para identificar
falacias que muestren que una conclusión válida no puede ser derivada de las razones
o argumentos que el oponente ha mostrado.
Tipos de argumentación
Se reconocen tres tipos de discursos persuasivos: la demostración, la argumentación y
la descripción:

La demostración trata de llegar a una conclusión partiendo de premisas mediante


razonamientos deductivos. En la demostración no aparece ninguna marca del sujeto
que la enuncia. Aparentemente se habla de hechos y no de opiniones.
La argumentación trata de causas y consecuencias, se evalúa en relación a una
situación dada y se expresa con palabras comunes. En esta situación es donde se
comprueba si la argumentación ha logrado su objetivo primordial: convencer al
destinatario para que adopte un determinado punto de vista o realice cierta acción u
omisión.
La descripción se ubica en una línea intermedia entre ambos discursos. Se la acepta o
rechaza en relación a lo que ha sido explicado, por lo cual es necesario el debate donde
se expresan y defienden una opinión.
Universidad Nororiental Privada “Gran Mariscal de Ayacucho”
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Administración de Empresas
Núcleo- Maturín

Comunic
ación y
Lengua
Oral.

Profesor: Bachilleres:
Denys Zambrano
German Gil

Maturín, Octubre del 2018.

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