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REDVET - Revista electrónica de Veterinaria - ISSN 1695-7504

Efectividad de la gonadotropina coriónica humana (hCG)

como agente terapéutico en un perro con criptorquidia
unilateral: reporte de un caso - Effectivity of human chorionic
gonadotropin (HCG) as a therapeutic agent in a dog with unilateral
cryptorchidism: a case report

Sanchez Rojas, Ivan Camilo1*., Mamian Sanchez, Heider

Alexander2., Molina Galindez, Javier Andres2., Romero
Ramirez, Stiguar Andres2., Vivas Nuñez, Luisa Fernanda2.

1Médico Veterinario Zootecnista, Universidad de la Amazonia.

Caquetá, Colombia.
2 Estudiantes, Programa Medicina Veterinaria y Zootecnia,
Universidad de la Amazonia. Caquetá, Colombia.

*camilo.sanchez23@hotmail.com

Resumen

La criptorquidia es una enfermedad hereditaria en la cual ocurre un descenso

testicular incompleto siendo el más afectado en la mayoría de los casos el
derecho. Los tratamientos indicados incluyen la orquiopexia,
criptorquidectomia, orquiectomia bilateral y aplicaciones seriadas de
gonadotropina corionica humana (hCG) con la que se obtiene resultados
variables. Se presenta el caso de un paciente canino de un año de edad que
llega a consulta con ausencia del testículo derecho en la bolsa escrotal. En la
ultrasonografía se evidencia una estructura con ecogenicidad homogénea
entre el espacio anatómico del canal inguinal y el escroto de 20.9 mm x 12.8
mm compatible con testículo derecho. Se inicia un tratamiento con 800 UI de
hCG vía IM dos veces por semana hasta completar 10 aplicaciones. Un mes
después de la última aplicación se observa que el descenso del testículo
derecho fue notorio mas no completo ya que logro desplazarse hasta cerca del
escroto. Previo al tratamiento, el testículo ectópico no era palpable, luego de
éste se lograba exteriorizar y ubicar en el escroto mediante presión digital.

Palabras clave: Criptorquidia | Canino | Gonadotropina corionica humana.

Abstract

Cryptorchidism is an inherited disease in which an incomplete testicular

descent being the most affected in most cases the right occurs. The
treatments indicated include orchiopexy, criptorquidectomia, bilateral

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orchiectomy and serial applications of human chorionic gonadotropin (hCG)

with which variable results obtained. The case of a canine patient year old
reaching consultation with absence of the right testis in the scrotal sac occurs.
Ultrasonography in a structure with homogenous echogenicity is evident
between the anatomical space of the inguinal canal and scrotum of 20.9 mm x
12.8 mm compatible with right testicle. treatment with 800 IU of hCG IM
twice weekly It starts to complete 10 applications. One month after the last
application shows that the decline of the right testicle was noticeable but not
complete since achieving scroll to near the scrotum. Prior to treatment,
ectopic testis was not palpable, after this was achieved externalize and placed
in the scrotum by digital pressure.

Keywords: Cryptorchidism | Canine | Human chorionic gonadotropin.

Introducción

El testículo es un órgano de localización bilateral que al igual que el ovario se

desarrolla a ambos lados en la región lumbar medial al riñón embrionario, a
partir de la cresta gonadal (Cerveny, et al 2008). Climent, et al (2013)
manifiesta que luego de la formación en la cavidad abdominal comienzan
emigración y es ahí cuando se forman la envoltura serosa, albugínea y
mediastino testicular donde finalmente quedan resguardados los testículos.

En los grandes rumiantes y los equinos, ambas estructuras pueden alcanzar

300 gramos de peso y en los carnívoros como el perro llegan a pesar 8
gramos en un animal de talla media (Climent, et al 2013). Aspinall & O´Reilly
(2007) mencionan que en el interior del testículo se llevan a cabo funciones
de espermatogénesis y secreción de estrógenos y testosterona desarrolladas
por las células espermatogénicas, células de Sertoli y células de Leydig o
intersticiales, respectivamente.

Domínguez, et al (1995) menciona que para que se lleve a término el

descenso (emigración) testicular se cumplen dos fases: en la primera los
testículos pasan del polo caudal de los riñones al canal inguinal mediante el
engrosamiento de la porción abdominal del gubernaculo y en la segunda los
testículos son capaces de atravesar el canal inguinal hasta ubicarse en el
escroto gracias a una contracción final del gubernaculo. Si en el perro los
testículos no son fácilmente palpables en el escroto hacia las doce semanas de
vida entonces se considera criptorquídicos (Aspinall & O´Reilly, 2007).

Otra teoría relacionada con el descenso testicular es la de Blanco, et al (2015)

quien menciona que los andrógenos y el Factor Insulino-simil 3 (INSL3),
producidos en las células de Leydig, están estrechamente relacionados con el
proceso y especifica que en la primera fase el INSL3 se une a otros factores
denominados LGR8 o RFXP2, presentes en el gubernaculo, ocasionándole un
aumento de tamaño y en la segunda fase de descenso testicular los

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andrógenos, factor CGPR y HOXA10 ocasionan la contracción del gubernaculo

desde el saco escrotal.

La criptorquidia se define como una anomalía en la migración del (los)

testículo en un punto cualquiera de su trayecto normal (Delgado, 1996). En
los perros, la incidencia es del 10% y de las especies domésticas es la más
afectada (Dominguez, et al 1995); suele ser unilateral y el testículo con
mayor índice de ectopia es el derecho quizá por su posición anatómica. La
presentación en la especie felina es poco común siendo la incidencia del 2%
(White, 2012).

Dominguez, et al (1995) y White (2012) mencionan que el fallo en el

descenso de los testículos puede deberse a un crecimiento ausente o
aberrante del gubernaculo e incluso del musculo cremaster, debido a un
defecto primario o una anomalía hormonal. El criptorquidismo se hereda como
característica autosómica recesiva (White, 2012).

Los testículos ectópicos (criptorquidicos) son un factor de riesgo que están

asociados a la aparición de neoplasias testiculares (4,6% de las neoplasias de
los perros) debido a la modificación del ambiente testicular en el espacio
inguinal o abdominal (Eslava & Torres, 2008).

La ausencia palpable de un testículo en el escroto es más que suficiente para

emitir un diagnostico (Laing, 2001). Otros métodos de diagnóstico incluyen la
observación e identificación del testículo ectópico en la cavidad abdominal
mediante ultrasonografía y la medición de andrógenos séricos en perros
sospechosos (Eslava & Torres, 2008).

Las opciones terapéuticas planteadas por Laing (2001) y Pipman (2009)

incluyen la orquiopexia, criptorquidectomía y tratamiento con hCG. La
gonadotropina corionica humana, gonadotrofina coriónica humana o
coriogonadotropina es una proteína sintetizada principalmente por los tejidos
embrionarios, pulmón, estómago, hígado, corazón y testículos y ovarios
normales (Velázquez, 2014).

Según Dominguez, et al (1995) el éxito que en algunos animales se obtiene

con el tratamiento a base de hCG puede ser debido a que éstas estimulan la
liberación de un factor no androgénico testicular implicado en el descenso de
las gónadas; los protocolos en perros pueden ser variados, se puede emplear
35 UI de hCG vía SC cada 2 días hasta completar seis inyecciones o 100 UI
vía SC cada dos semanas. Para el criptorquidismo en humanos Pipman (2009)
plantea la utilización de 2.500 o 5.000 UI según la edad del paciente,
repartidas en 5 semanas consecutivas.

Las alternativas terapéuticas de la criptorquidia o ectopia testicular pueden

ser quirúrgicas o farmacológicas. En el presente trabajo se expone la
efectividad de la hCG como agente terapéutico en un perro con criptorquidia
unilateral.
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Materiales y Métodos

Se trata del caso de un paciente canino, Husky Siberian, macho, entero de un

año de edad con plan sanitario al día quien llega a consulta a una clínica
veterinaria privada por la ausencia del testículo derecho en el escroto como
motivo de consulta.

En la exploración clínica se toman constantes fisiológicas, que estuvieron

normales, se inspecciona y palpa un testículo izquierdo normal y se realiza
palpación de la región inguinal sin lograr manipular el testículo derecho. Se
realiza ultrasonografía de dicha región (Figura 1) en la que se observa una
estructura con ecogenicidad homogénea entre el espacio anatómico del canal
inguinal y el escroto de 20.9 mm x 12.8 mm compatible con el testículo
derecho.

Figura 1. Testículo ectópico Figura 2. Exposición del testículo

derecho visto mediante USG. derecho mediante presión digital al
final del tratamiento con hCG.

El propietario se opone inicialmente a la corrección quirúrgica por cuanto

acepta el tratamiento con gonadotropina corionica humana. Al paciente se le
aplicaron 800 UI de hCG por vía IM dos veces semanales por cinco semanas.

Un mes después de la última aplicación de hCG se inspecciona al paciente y se

encuentra que el testículo ectópico que inicialmente no se palpaba ya había
logrado un descenso notorio mas no completo. El testículo no logro llegar
hasta el escroto pero cuando se le ejercía presión digital se podía llevar hasta
el saco escrotal (Figura 2). Finalmente se realiza orquiectomia mediante
incisión escrotal.

Resultados y Discusión

El desarrollo de la criptorquidia está dado por alteraciones del gubernaculo en

la vida fetal (Dominguez, et al 1995). Chaffaux (1990) y Romagnoli (1991)
mencionan causas más específicas como la disminución del riego sanguíneo

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testicular durante una distocia, onfalitis y aplicación de estrógenos a la madre

en el periodo de gestación.

Los resultados de Romagnoli (1991) muestran una alta predisposición en

razas pequeñas como caniche, Pomerania, yorkshire, daschshound,
chihuahua, pequines y schnauzer debido a la desproporción entre el tamaño
de los testículos y el del canal inguinal.

Etimológicamente el término criptorquidia proviene del griego kriptos: oculto y

orquis: testículo. La criptorquidia se define como una anomalía posicional de
uno o ambos testículos ubicándose espontánea y permanentemente fuera del
escroto (López, et al 2007). Dominguez, et al (1995) afirma que es errada la
utilización del término monorquido en machos con un testículo retenido
porque etimológicamente ésta palabra significa sin testículo, en cambio
sugiere denominar criptorquidia unilateral o incluso ectopia testicular
unilateral.

La mayor prevalencia de la criptorquidia se observa en la especie canina

donde ocurre en un 10% en comparación con los humanos que, a pesar de
ser la alteración genital más frecuente en los varones, solo alcanza tasas de
prevalencia del 5.7% en nacidos a término (Abaci, et al 2013).

Al hablar de prevalencia de criptorquidismo es animales domésticos se genera

una frustración en cuanto a la falta de estudios referentes en algunas de las
especies sin embargo, además de los reportes caninos se han descrito
suficiente casuística en suinos y equinos que dejan al descubierto una alta
tasa también en estas especies (Mazzoni, et al 2008). La alta prevalencia de
la enfermedad en comparación a las demás especies domesticas se
fundamenta quizá en el hecho de que en el perro la terminación del descenso
testicular tiene lugar luego del parto a diferencia del cerdo, gato, vacuno,
caprino y ovino (Domínguez, et al 1995).

Para el presente caso, la criptorquidia fue del lado derecho coincidiendo con
las casuísticas reportadas por Eslava & Torres (2008). La criptorquidia se
presenta generalmente unilateral y en el mayor de los casos derecha. Los
reportes que se tienen de criptorquidismo bilateral en perros son escasos, sin
embargo se resaltan los reportes de Aguilar (2008) quien describe un caso
relativamente atípico de criptorquidismo bilateral en un macho Schnauzer. Las
cifras reportadas por Blanco, et al (2015) indican que el 70% de casos
reportados de ectopia testicular en humanos son unilaterales.

Las teorías de embriología y anatomía de Climent, et al (2013) y Cerveny, et

al (2008) afirman que en condiciones normales el testículo izquierdo siempre
desciende mucho más en relación a su homologo. Es por esto que quizá haya
una mayor predisposición en presentarse la criptorquidia unilateral derecha
sobre la izquierda el riñón derecho se encuentra ubicado más craneal en
relación a su homologo entonces, los testículos correspondientes estarán
dispuestos de igual forma.
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Como la criptorquidia es una condición hereditaria debe contemplarse la

orquiectomia bilateral, además que el (los) testículos ectópicos pueden llegar
a producir células espermáticas pero con un porcentaje de viabilidad dudoso a
causa de que la temperatura en la cavidad abdominal o el canal inguinal llega
a aumentar hasta en 1° modificando totalmente la espermatogénesis (Gómez,
2004). Estudios realizados en humanos demostraron que los porcentajes de
infertilidad en pacientes con criptorquidia unilateral y bilateral eran de 18% y
25%, respectivamente (Pipman, 2009).

La criptorquidia genera un daño testicular que se traduce en infertilidad pese

a que las gónadas ectópicas son disgenéticas, no producen gonadotropinas y
además soportan temperaturas anormales (Gómez, 2004).

Existen diversas postulaciones de indicaciones sobre la utilización de hCG tal

que Romagnoli (1991) menciona que la hCG exógena induce la liberación de
un factor no androgénico testicular implicado en el descenso y Delgado (1996)
manifiesta que en los testículos ectópicos las células de Leydig se encuentran
inactivas, sin producir testosterona, pero conservan la capacidad de respuesta
ante estímulos con hCG.

La implementación terapéutica de hCG en la criptorquidia tiene lugar en

pacientes cuyo propietario no accede a la orquiectomia/criptorquidectomia o
en perros cuyo testículo no esta tan retraído y es palpable. Soderberg (1996)
menciona el tratamiento suele ser efectivo en perros menores de 16 semanas
y considera como no ético la colocación ya sea hormonal o mediante
orquiopexia del testículo en el escroto argumentando condiciones de
heredabilidad.

En humanos, la efectividad de la hCG en la critptorquidia está bien

documentada. Gottlieb & Bergadá (2002) encontraron que de 2100 pacientes
840 lograron un descenso testicular con hCG y Pipman (2009) manifiesta que
la efectividad está en un 55%. En veterinaria, son limitados los reportes con
significancia que expongan la efectividad de hCG.

En el presente caso, al paciente se le inicio un tratamiento con hCG con el

cual, al cabo de un mes, ocurrió un descenso alentador pero no completo ya
que el testículo no alcanzo el escroto. Se resalta la efectividad, aunque no
total, de la hCG puesto que previamente el testículo derecho se observaba en
la USG oculto en el canal inguinal y al ejercer presión digitalmente no se
lograba exteriorizar. El efecto logrado con la gonadotropina favoreció la
orquiectomia bilateral puesto que el testículo ya se palpaba, por tanto la
extracción bilateral logró hacerse mediante incisión escrotal.

Como posibles efectos colaterales de la hCG se menciona apoptosis de células

germinales, cambios inflamatorios en biopsias testiculares, disminución del
volumen testicular, marcados efectos androgénicos como erecciones, cambios
de conducta y crecimiento peneano que revierten finalizado el tratamiento
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(Pipman, 2009). Resaltamos que ninguno de los anteriores se evidenció en el

paciente.

Independientemente del manejo empleado, los testículos ectópicos deben

regresarse a su ubicación anatómica normal (escroto) ya que representan un
factor de riesgo para la aparición de neoplasias (Eslava & Torres, 2008)
además de torsiones de los conductos ocasionando cuadros de cólico.

Conclusiones

La criptorquidia, también llamada ectopia testicular, es una enfermedad

hereditaria y representa un factor de riesgo de apariciones de neoplasias en el
testículo. Los animales con éste padecimiento deben ser descartados para
reproducción ya que la situación anatómica normal del testículo induce una
degeneración del mismo. Sea cual sea el método de corrección, el testículo
debe colocarse en el escroto para prevenir aparición de neoplasias y de
abdomen agudo. En humanos la efectividad de la hCG es del 55% y es bien
aceptada la orquiopexia. En perros, se sugiere realizar los tratamientos con
hCG en animales menores de 16 semanas para alcanzar una alta tasa de
efectividad.

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