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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

Antecedentes de la investigación

El estudio de la investigación tiene como propósito, evaluar el


rendimiento en producción de leche en vacas doble propósito suplementada
con ensilaje de mango (Mangifera indica), en la unidad de producción ¨Los
Samanes¨ Ubicada en el Municipio Muñoz, Parroquia Quintero, Sector “El
Manguito”, del Estado Apure. Razón por la cual se realizó una revisión de
antecedentes pertinentes a la investigación.
Suarez (2011), El trabajo de investigación de este autor consistió en
ensilaje de banano como suplemento alimenticio para ganado bovino en el
segundo tercio de lactancia. Evaluó tres niveles de silo de banano en vacas
sahiwall mestizas de 5 a 7 años de edad el segundo tercio de lactancia (8, 12
y 16 kg / animal / día), comparándose con un tratamiento control
(alimentación con forrajes) mediante un diseño de bloque completamente al
azar (DBCA), evaluándose diferentes características productivas durante 120
días de investigación.
Estableciéndose diferencias estadísticas (P < 0,05) entre los diferentes
tratamientos evaluados y determinados que el mejor nivel utilizado de
ensilaje de rechazo de banano fue de 16 kg, obteniéndose mayor ganancia
de peso y producción de leche en los animales suplementados con este nivel
con 18,5 kg de peso y una producción de 13,54 litros/vaca/día.
En cambio la menor respuesta productiva se obtuvo en el grupo
control con una ganancia de peso de 14,75 kg y una producción de 8,28
litros/vaca/ día. Por otro lado, el índice de beneficio costo fue superior al
utilizar 16 kg de ensilaje de rechazo de banano alcanzando un índice 1,12
USD mientras que el grupo control se determino un índice de apenas 1,10
USD, por lo que se recomienda utilizar 16 kg/animal/día de ensilaje de
rechazo de banano, ya que ha demostrado eficiencia en la producción
mejorando en forma considerable los rendimientos económicos.
Botero (2011), Según su trabajo de investigación “Consumo
suplementario de ensilaje salino de fruto maduro de totumo (Crescentia
cujete) en ganado vacuno doble propósito”. Evaluó los resultados obtenidos
de la suplementación con ensilaje salino de totumo en el peso corporal y la
producción de leche de un grupo de vacas paridas doble propósito.
El ensilaje fue preparado utilizando fruto maduro de totumo y sal
común (NaCl) almacenado en un recipiente sellado durante 30 días. No se
evidenciaron diferencias significativas (P > 0,05) en el peso corporal entre los
dos lotes de vacas ni para los terneros experimentales. Se encuentra una
diferencia significativa (P < 0,05) ingreso neto calculado por la venta de la
leche demostró que el grupo suplementado produjo 8,57% más que el grupo
no suplementado. La suplementación con ensilaje salino fue bien aceptada
por los vacunos, el ensayo permitió producir más leche y lógicamente un
incremento de ingreso económicos netos.
En este mismo orden de ideas los autores señalan la posibilidad de
ofrecer diferentes líneas de suplementación en vacas lecheras en producción
con la finalidad de descubrir los requerimientos nutricionales para elevar la
producción láctea utilizando residuos de cosecha de frutos y los mismos en
su totalidad y con la ventaja de disponibilidad en la zona donde se
encuentran las unidades de producción.
Milera (2012), en su trabajo de investigación titulado Producción de
leche en sistemas de pastoreo bio – sostenibles y/o bio – diversos, cuyo
objetivo fue cuantificar resultados de diferentes sistemas de producción en
los cuales se emplean plantas perenes leñosas como una vía de desarrollar
reforestación y contribuir a recuperar la fertilidad del suelo, el habitad de la
fauna y la producción animal.
Para determinar el valor nutritivo el follaje fue cosechado en áreas
establecidas sin riego ni fertilización, se evaluaron 10 especies: Albizia,
Amapola, Aralia, Bauhinia, Eryhrina, Erythrina, Gliricidia, Leucaena, Morera,
Marpacífico, Los contenidos de proteína bruta (PB) del follaje fluctuaron
entre 11.6 % (Bauhinia) y 24.9 % (Erythrina), con excepción de la primera
todas estuvieron por encima del 20 %.
La digestibilidad de la materia orgánica (DMO), por su parte, estuvo en
el rango 50.5 – 77.1 % con el mejor resultado en la Morera y el peor para la
Erythrina. Es válido tener en cuenta este importante indicador en el momento
de seleccionar la especie para un determinado proceso productivo, debido a
su significado desde el punto de vista nutricional, ya que los altos niveles de
DMO, por lo general, representan un mejor uso de los constituyentes del
forraje en cuestión.
En el caso de la digestibilidad de la proteína bruta (DPB), Gliricidia fue
la de menor valor (54.4 %) y Albizia la de mayor valor (77.9 %); sin embargo,
en la proteína bruta digestible (PBD) se observaron, en sentido general,
variaciones importantes (65.2 – 188.9 g/kg de MS). El peor resultado fue el
registrado en Bauhinia, pues en el resto de las especies superaron los 134
g/kg de MS.
Aunque existieron diferencias apreciables en el valor nutritivo de las
especies estudiadas, éstas pueden constituir una importante fuente
alternativa para la alimentación de los rumiantes por su alto contenido de PB
y nunca deben utilizarse como único alimento, sino como suplemento en
dietas cuyos alimentos base posean un mayor contenido energético para
evitar un desbalance.
Esquivel – Mimenza (2013), en su trabajo denominado: Disponibilidad
de biomasa forrajera bajo diferentes especies arbóreas dispersas en potreros
de fincas ganaderas. Con el objetivo de medir el efecto del tipo de copa
sobre la disponibilidad de biomasa forrajera del pasto brizanta (Brachiaria
brizantha) y su calidad nutricional, creciendo bajo la copa de árboles aislados
comparado con aquel establecido a pleno sol, la investigación se llevó a cabo
en un ecosistema tropical seco en Cañas, Guanacaste, Costa Rica, se midió
la disponibilidad de biomasa (SHB) y la radiación fotosintéticamente activa
(PAR) durante tres periodos diferentes (transición, seco y lluvioso) mediante
un esquema pareado se estudiaron las siguientes especies: Acrocomia
aculeate, Cordia alliodora, Guazuma ulmifolia, Tabebuia rosea, Enterolobium
cyclocarpum y Samanea saman dispersos en 60 potreros de Brachiaria
Brizantha en 16 granjas de ganado bovino.
De las seis especies estudiadas E. cyclocarpum tuvo la mayor
cobertura de copa mientras que A. aculeate tuvo la menor, la biomasa
disponible cosechada bajo los árboles fue significativamente menor al
compararla con la disponible a pleno sol para todas las especies excepto A.
aculeate, pero la proteína cruda (PC) de la biomasa del forraje fue mayor
bajo la copa de todos los arboles comparada con la de pleno sol, se concluye
que la reducción solar causada por la copa de los arboles disminuye la
producción de biomasa forrajera y aumenta la calidad disponible bajo su
copa cuya variación depende del tipo y tamaño de copa así como de la
época.

Bases teóricas

Desarrollo Sostenible

Definir desarrollo sostenible conlleva a debatir innumerables


conceptos que combinan diferentes disciplinas, en donde la complejidad y la
profundidad parecen no tener límite. Masera et al (2008) y Astier et al (2008)
indicaron que la discusión sobre desarrollo sustentable era muy amplia y
compleja, igualmente Gallopin (2003) revelo que se encontraba entre los
conceptos más ambiguos y controvertidos de la literatura principalmente
porque se había convertido en un cliché y tiende a ser usado y definido de
manera inconsistente, en donde la diversidad de interés, problemas,
perspectivas y escalas en juego simplemente es demasiada amplia para
llegar a un consenso.
Sin embargo tratando de comprender el concepto desde su forma más
simple y básica se puede decir que: sostenibilidad es la capacidad de lograr
continuidad en el tiempo (Arseno 1999 citado por Nasca 2009). Una de las
especificaciones más conocidas lo indica como el desarrollo que satisface las
necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras
generaciones para satisfacer sus propias necesidades (WCDE 1987,
Castaldo 2003).
Para comprender la derivación de esta terminología Arnes (2011)
resume como se inició esta conceptualización indicando que fue a lo largo de
la segunda mitad del siglo XX, cuando las inquietudes sobre el medio
ambiente y las teorías de desarrollo empezaron a correlacionarse, dando
lugar al concepto de ecodesarrollo; Definido como algo socialmente
deseable, económicamente viable y ambientalmente prudente, este concepto
promulgaba criterios de racionalidad social diferentes de la lógica
mercantilista, fundados sobre postulados éticos complementarios de
solidaridad.
Según el autor, el ecodesarrollo surgió como remedio para afrontar
dos problemáticas enfrentadas, la del crecimiento ilimitado como solución a
todos los males acaecidos en los países por entonces denominados
subdesarrollados propia de la economía del desarrollo, y la postura que
apoyaba la tasa de crecimiento cero, cuya visión extremadamente ecológica
implicaba, en muchos casos, la pérdida del bienestar humano.
El mismo autor continuando en su disertación aseguró que fue
entonces, el concepto de ecodesarrollo, (basándose a su vez en el de
conservación o en algunas doctrinas como la de los fisiócratas del siglo
XVIII), el que sentó las bases teóricas que desencadenaron de forma
contemporánea el surgimiento del concepto de desarrollo sostenible.
El concepto de desarrollo sostenible se acuñó en la Conferencia de
Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano celebrada en Estocolmo en
1972, donde se perfilaron algunas directrices generales sobre su
implementación, pero no fue hasta 1987 cuando el concepto fue definido e
incorporado de forma operativa en el Informe de la Comisión Mundial sobre
Medio Ambiente y Desarrollo (WCDE 1987) .
Por primera vez se puso en tela de juicio abiertamente la idea de
crecimiento ilimitado y no agotamiento de los recurso naturales. El informe
alarmaba tanto de los niveles de pobreza existentes, como del trato abusivo
mostrado por parte de los países más desarrollados con los recursos del
planeta y aludía a un control del consumo desmesurado a través de nuevas
estructuras institucionales.
Con objeto de formalizar estos planteamientos, en 1992 se celebró en
Río de Janeiro la segunda Cumbre de la Tierra donde se aprobaron tres
grandes acuerdos; Un plan de acción a nivel mundial que promoviera el
desarrollo sostenible llamado “Programa 21”, la Declaración de Río que
consistía en un conjunto de principios en los que se fundamentaban los
derechos civiles y obligaciones de los Estados y una Declaración autorizada,
sin fuerza jurídica obligatoria, de principios para un consenso mundial
respecto de la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de los
bosques. De la Cumbre del Milenio celebrada en el año 2000 surgió la
Declaración del Milenio ratificada por 189 países y auspiciada por Naciones
Unidas.
En ella se fijaron ocho objetivos prioritarios que sirven de guía para
aunar esfuerzos y acabar con la pobreza existente y las causas que la
provocan. Tanto el objetivo 1: “Erradicar la pobreza extrema y el hambre”
como el objetivo 7: “Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente”, son
desafíos que han de afrontarse desde el presente documento ya que,
aunque los objetivos deberían de haberse cumplido en el año 2015, los
avances han sido escasos y en algunos aspectos ha habido incluso
retrocesos.
De la misma forma, en la Cumbre de Johanesburgo, celebrada en
2002, se revisaron todas las ideas propuestas diez años antes en la Cumbre
de Río ya que los resultados obtenidos estaban siendo desalentadores y se
propuso emprender acciones reales y dejar a un lado los debates filosóficos.
La cumbre para el Cambio Climático celebrada el 2009 en
Copenhague es una muestra de lo poco que se ha avanzado por el
momento en materia medioambiental. Calificada como “gran fracaso” por la
mayoría de la opinión pública y cierto sector político como el Ministro sueco
de Medio Ambiente, Andreas Calgren, no se alcanzó ningún acuerdo en
materia de emisiones ni se logró proponer un protocolo que suplante al de
Kyoto, que expiró en 2012.

Sistemas de producción con bovinos doble propósito

Las primeras introducciones en América de ganado bovino de origen


europeo se realizaron por las Antillas y las costas del mar Caribe, de donde
se distribuyeron a diferentes regiones (Urdaneta y Materan 2008) y cuyas
particularidades edafoclimáticas junto con los cruzamientos no controlados,
promovieron el desarrollo de rebaños con características diferentes para
poder adaptarse a las condiciones tropicales.
Las características desarrolladas por estos tipos de rebaño no
respondían a una orientación productiva específica como sucede en los
países de clima templado y aun cuando, se han desarrollado programas
genéticos para mejorar su respuesta productiva, básicamente han
prevalecido dos condiciones para su reproducción como sistemas altamente
popularizados.
Por un lado, se puede mencionar la capacidad de adaptación de estos
rebaños a las condiciones tropicales y por otro cabe mencionar las ventajas
que aprovecha el productor agropecuario de poder obtener beneficios de
ambos precios de los productos (leche y carne).
De esta manera se han establecido sistemas de producción de leche y
carne bovina con una amplia gama de combinaciones entre ambos
productos, aquellos con alto porcentaje de razas cebuínas que son utilizados
para la producción de carne y los que utilizan ganado mestizo con razas
europeas para la producción de leche y carne.
Estos han dado origen a los sistemas de doble propósito o “no
especializados”, ya que los sistemas de producción especializados hacia la
producción intensiva de leche, presentaron problemas reproductivos y
pérdidas económicas (Vaccaro 1989) En Brasil se estima que el 35 % de la
leche es producida por estos sistemas, mientras que en Colombia la cifra
alcanza un 51 % y en Venezuela el aporte se calcula en la actualidad que
sea superior al 90 % debido a la casi total desaparición de las ganaderías
lecheras especializadas (Soto - Belloso 2004).
Sobre la base de la teoría sistémica, diversos autores han tratado de
aproximarse a una definición más completa, ya que en principio se reducía
esta concepción al hecho de criar animales mestizos confundiendo el rebaño
doble propósito con el sistema doble propósito mucho más complejo.
Estos sistemas de producción bovina son propios de las zonas
tropicales y se caracterizan por presentar niveles de tecnología variables,
utilizar el pastoreo como base fundamental de la alimentación y un ordeño
manual con la presencia y amamantamiento de las crías.
Generalmente el balance entre las razas está orientado de acuerdo a
las metas de la producción según sea la leche o la carne, dependiendo del
rubro que genere más ingresos al negocio agropecuario (Soto-Belloso,
2004). Como se puede observar, en estos sistemas productivos se dan una
variedad de posibilidades tecnológicas en cada uno de los subprocesos de la
producción: manejo de pastizales, suplementación alimenticia animal,
sanidad, genética y reproducción, sin embargo, es el hombre con su
capacidad gerencial y en interacción con las demandas del entorno, las
condiciones de mercado y sus preferencias, quien determina la
intencionalidad u objetivo principal de la producción.
Esta situación, da origen a los intentos de clasificación de sistemas de
producción de doble propósito. El más común (Capriles 1986) clasifica a
estos sistemas por la proporción de ingresos producto de la venta de leche y
de carne denominados Carne- Leche, Intermedios y Leche-Carne.
También puede referirse el criterio de clasificación que depende de la
edad a la que se venden los machos: Vaca becerro, Vaca-maute y Vaca-
novillo, donde las condiciones agroclimáticas determinan la decisión de
venderlos (Salamanca 2004).
En síntesis, estos sistemas de producción son negocios que crían
ganado mestizo sobre la base del pastoreo como fuente principal de
alimentación animal, dentro de una gran diversidad de manejos tecnológicos,
generando productos diversos (leche, carne o queso realizado en la misma
unidad de producción) cuya proporción de venta depende de los precios
relativos de la leche y de la carne.

Perspectivas de desarrollo sostenible de la ganadería bovina


doble propósito

Aparentemente la ganadería doble propósito no tiene alternativas de


desarrollo sostenible, ya que por una parte al intentar aumentar la producción
de leche con cruces de ganado cebú - criollo con ganado de sangre europea,
se castiga la rusticidad necesaria para la adaptación al medio ambiente
adverso de los trópicos, así como disminución de la fertilidad y pesos al
destete de los becerros, por otra parte si se quiere aumentar su productividad
a través de ciertas alternativas tecnológicas como la intensificación del uso
de la tierra mediante fertilización e incorporación de caña integral, los costos
generados no son cubiertos por la producción.
Pero entonces como se explica lo reportado por Seré (1989) que más
del 50 % de la leche consumida en Colombia es producida por sistemas
doble propósito, en Brasil aportan el 35 % y en Venezuela más del 90 %,
estos resultados nos hacen reflexionar en el sentido de la importancia del
doble propósito en la América tropical y de su papel fundamental en el
desarrollo de las ganaderías. Afortunadamente existen valores intrínsecos en
el sistema doble propósito que permitirían disminuir notoriamente sus
desventajas y utilizarlas como verdaderas oportunidades, para convertirlo en
un modelo apropiado al paso del tiempo, sin menoscabo de su productividad
ni la de la conservación de la calidad ambiental (Murgueitio 1992).
El mismo autor, propuso el replanteo del papel del animal doble
propósito y convertirlo en una pieza clave de la finca, a través de su función
múltiple que integre no sólo la producción de leche y crías, sino la estrecha
asociación con otras actividades de uso de la tierra. Entre estas actividades
se incluyen la agricultura agroforestería, el reciclaje de materiales fibrosos a
través de su tracto digestivo para proveer compuestos revitalizadores de los
suelos y utilizar la fuerza animal en diversas operaciones de tracción.
La clave para incrementar la productividad según Holmann y Lascano
(1998) está en desarrollar estrategias de producción que permitan combinar
los forrajes mejorados con los existentes en las fincas para optimizar de esta
forma, su uso y superar las deficiencias nutricionales; además de una
estrategia que tenga en cuenta las opciones genotipo animal, uso de la tierra
y la capacidad del agricultor para implementar las nuevas tecnologías.
Para lograr esto se requiere integrar alternativas de utilización de
forrajes, desarrollo de modelos de sistemas, diagnósticos y caracterización, e
investigación aplicada a nivel de finca con métodos participativos. Preston
(1989) recomendó tomar en cuenta el papel de la proteína como activador
del sistema doble propósito recomendando buscar fuentes de proteína,
tratando de encontrarlas en nuestro medio ya que la proteína es clave para
mejorar la productividad.
En este sentido, Holmann y Lascano (1998) condujeron
investigaciones en las cuales suplementaron con leguminosa (Cratylia
argentea) en la época seca, resultando un incremento del 25 % en la
producción de leche, cuando la disponibilidad de forraje en la pastura fue
limitante, en otro experimento pudieron determinar que con vacas mestizas
Cebú no tuvieron respuestas, pero con vacas mestizas Holstein hubo una
respuesta lineal a la suplementación.
Estos resultados sugieren que el potencial genético de las vacas para
producir leche podría ser un factor determinante para la adopción de
leguminosas semi arbustivas en sistemas de producción animal de doble
propósito en América Latina. Madalena (1989) dijo que se debe pensar en la
utilización de los recursos genéticos del trópico como una de las formas
válidas para una producción eficiente.
Las razas bovinas tropicales, aunque en parte son el resultado de la
selección artificial, son también producto de la selección natural en el habitad
ecológico y socioeconómico en el que se han desarrollado debiéndose tener
en cuenta como el importante recurso natural que es, por lo cual se deben
diseñar metodologías para utilizarlo adecuadamente y garantizar su
conservación y mejoramiento.
Si bien es cierto que el doble propósito es una ganadería que hace
aportes importantes a la producción de carne y leche en América tropical, en
su mayoría se encuentra en manos de pequeños y medianos productores
con poca capacidad económica es por ello que Murgueitio (1992), realiza una
seria de recomendaciones importantes para superar la limitante económica
enfocando a este tipo de producción hacia el desarrollo sostenible,
exhortando a: la optimización de la utilización de la biomasa y diversidad del
trópico, en donde se destaca a los árboles fijadores de nitrógeno, los árboles
y arbustos forrajeros, la caña de azúcar, el plátano y cambur; pastoreo bajo
árboles, semiestabulando a los animales para liberar áreas para fines
agrícolas o forestales.
El reciclaje es otra alternativa que facilita la potenciación del estiércol y
orina los cuales pueden generar biofertilizantes; diversificación de la
actividad productiva; suplementación estratégica sobre todo en la época
seca con nitrógeno no proteico a través de bloques multinutricionales,
proteína sobrepasante y con precursores glucogénicos; y por ultimo
recomienda la creación de cooperativas asociaciones ganaderas que
permitan una mejor organización de los pequeños productores.
Preston (1989) llamó la atención de la importancia del doble propósito
no solamente desde el punto de vista técnico y económico sino también
desde el punto de vista social y el rol del doble propósito como componente
en sistemas de producción integrados, Murgueitio e Ibrahim (2008)
aseguraron que la ganadería puede incrementar significativamente sus
contribuciones económicas y sociales y los sistemas silvopastoriles (SSP)
son fundamentales para el proceso de cambio.
Estos pueden tener, además de la actividad pecuaria, otros usos
complementarios como son la producción de madera y frutos; la contribución
a un microclima más benigno, la oferta de hábitat para la fauna silvestre, la
regulación hídrica en cuencas hidrográficas y una mayor belleza del paisaje.
Pese a su ineficiencia y sus múltiples efectos ambientales negativos, la
actividad ganadera está muy lejos de disminuir en América Latina.
En primer lugar, porque está profundamente arraigada en las
costumbres luso-hispánicas que perviven en la región. En segundo lugar,
porque todos los productos cárnicos tienen una demanda alta y en aumento.
En tercer lugar, porque la ganadería se ha practicado a menudo por
reacción al fracaso, causado por limitaciones biofísicas, de las actividades
agrícolas (Murgueitio 2010).
Por último, la ganadería extensiva ha ido desempeñando con el
tiempo un papel fundamental en la consolidación del control de la tierra
(Murgueitio e Ibrahim 2008). No obstante, la ganadería tropical puede ser
potenciada y no necesita ser una actividad de efectos destructivos. El
ganado tiene el potencial de funcionar como un “convertidor catalítico móvil
de energía solar” y de transformar la celulosa de la biomasa vegetal en
hidratos de carbono simples que entran en la composición de las redes
tróficas complejas del suelo y contribuyen a restaurar la fertilidad de las
tierras degradadas (Patriquin y Moncayo 1999).
Es necesario promover iniciativas que ayuden a la prevención y
mitigación de los efectos ambientales indeseables de la actividad, se
requiere desarrollar una ganadería sostenible, promoviendo la generación y
adopción de tecnologías productivas ganaderas ecoamigables.

Estrategias de alimentación sostenible de la ganadería doble


propósito.

En el Trópico latinoamericano, la alimentación de la ganadería bovina


está basada en el pastoreo de monocultivos de gramíneas; la producción de
la pastura durante el año es irregular en cantidad y calidad debido a los
factores climáticos, edáficos, manejo y las características de cada especie.
Se presentan limitaciones nutricionales, a consecuencia de la baja
digestibilidad y las deficiencias de nutrimentos que tienen los pastos
tropicales, lo cual impide elevar la productividad animal.
Delgado y Ramírez (2008) indicaron que en los sistemas de ganadería
bovina se ha tratado de mejorar el bajo valor nutritivo de los pastos y forrajes,
mediante el mejoramiento genético de las especies forrajeras y uso de
insumos externos de la finca, como fertilizantes en las pasturas mejoradas y
suplementación en la dieta de los animales con fuente de energía y nitrógeno
proteico y no proteico, muchas de estas tecnologías no son económicas en
los sistemas ganaderos.
Adicionalmente, en Latinoamérica es evidente la fragmentación del
paisaje, al observar un gran porcentaje de diversidad biológica y bosques
tropicales complejos en los que han sido transformados sus patrones de uso
de la tierra en pasturas mejoradas para desarrollar sistemas intensivos de
ganadería de leche y carne; áreas son destinadas a la explotación de
cultivos.
La deforestación aumenta a ritmo acelerado, con serias
consecuencias ambientales, incrementando la desertificación de las tierras
agrícolas que implica un proceso gradual de pérdida de la productividad del
suelo y reducción de la cobertura vegetal por efecto de las actividades
humanas y condiciones climáticas adversas que aumenta el calentamiento
global.
Entre las principales causas del problema se encuentran el mal
manejo de los pastizales, con utilización de alta carga animal en condiciones
de sobrepastoreo, períodos de descanso de la pastura inadecuados que
compromete la persistencia del pastizal, sobreexplotación de los cultivos
agrícolas y prácticas de riego nulas y deficientes; en conjunto con
variaciones climáticas, como sequías prolongadas, inundaciones e incendios
con importantes implicaciones en la economía, sociedad y medio ambiente.
La importancia de los forrajes en la alimentación de los bovinos es
fácil de destacar por el simple hecho de estar refiriéndonos a un animal
herbívoro con un sistema digestivo bastante especializado para el
aprovechamiento de tejidos vegetales. Tenemos la oportunidad de
aprovechar todos los atributos del sistema digestivo de un animal rumiante
para la utilización de la fuente de energía más abundante en la tierra, como
es la celulosa y hemicelulosa presente en los forrajes.
Nos corresponde definir cuán importante son los forrajes en el
programa de alimentación dándole o no la atención que se merecen en
términos de manejo agronómico y zootécnico y definiendo adecuadamente la
genética del animal. El hecho de que exista cada día una mayor demanda de
granos energéticos y proteicos por la población humana y por los sistemas
de alimentación de especies no rumiantes debe motivarnos y obligarnos a
considerar el recurso forrajero como el ingrediente alimenticio principal en la
dieta del bovino.
Además, si analizamos los costos totales del programa de
alimentación (producción de forrajes, suplementos alimenticios,
infraestructura, maquinaria, equipos, mano de obra, etc.), encontramos que
estos superan fácilmente al costo del resto de los programas técnicos. Por
otro lado, se ha reportado que en muchos rebaños de ganadería lechera
alrededor del 75% de la variación se debe a efectos ambientales, siendo el
factor nutricional el de mayor participación.
Soto – Belloso (2004) refirió que la alimentación a base de pastos,
utilizados bajo la modalidad de pastoreo controlado, ha sido la alternativa de
más bajo costo en los sistemas de doble propósito tropicales. De esta
manera el manejo de los pastizales se convierte en un pilar tecnológico
fundamental para la producción ganadera rentable.
Los pastos tropicales presentan una menor estructura alrededor del
75% (proporción hoja-tallo) que los pastos de climas templados, también una
menor densidad y valor bajos de proteína cruda (3 – 20 %) dependiendo de
la especie y edad. Igualmente la digestibilidad de la materia orgánica está
entre 50 y 60 % lo cual provoca un bajo consumo energético.
Las especies que predominan son en el bosque seco tropical, el
Panicum maximun, Digitaria, Cynodon, Brachiaria y Andropogon. En el
bosque húmedo tropical se cultivan principalmente la Echinocloa
polystachya, Brachiaria mutica y el Penisetum purpureum. Otras especies de
gramíneas y leguminosas también se han incorporado a la oferta forrajera.
De acuerdo a la estacionalidad de los pastos es muy importante
diseñar los programas de alimentación, conservando los excedentes
mediante técnicas como el ensilaje o la henificación para suministrarlos
durante la época critica. La suplementación estratégica debe ir muy
vinculada con los requerimientos del animal, el manejo del pastizal y con la
carga animal utilizada en el sistema.
De acuerdo con los objetivos de la investigación en estudio se
caracterizo por el comportamiento productivo en vacas doble propósito
suplementadas con ensilaje de mango durante del experimento, con el fin de
aumentar la producción de leche en la unidad de producción así mismo la
relación Beneficio-Costo.
Los altos costos que se han venido presentando al transcurrir el
tiempo en alimento concentrado comerciales, para las explotaciones
ganaderas, se plantea la posibilidad que los pequeños y medianos
productores, realicen un mayor y eficiente uso de los recursos que tienen
dentro de sus unidades de producción, mejorando el manejo y el uso de los
mismo, al igual de otras especies como los frutos.
El mango es un fruto de árbol que se puede encontrar en todas las
regiones del país, dispersados en potreros de las diferentes unidades de
producción teniendo una cosecha por año, haciendo un manejo adecuado y
almacenamiento en forma de ensilaje, en un periodo muy corto complementa
la alimentación de los bovinos aprovechándose para desarrollar un potencial
a nivel de producción de leche, ya que en los ensilajes se pueden encontrar
ciertas partes de los requerimientos nutricionales indispensables para el
crecimiento, desarrollo y producción de los bovinos de la unidad de
producción.
Tomando en consideración la inestabilidad en los precios de los
alimentos concentrados y sus elevados costos en relación al beneficio
obtenido de la venta de la leche, se plantea la necesidad de realizar un
estudio, que tienda a buscar líneas que permitan maximizar la producción de
leche en rendimiento económico, considerándose una alternativa con el uso
del mango para la realización de ensilaje y de esta manera suministrar una
ración al ganado lechero de la unidad de producción “ Los Samanes” como
complemento con la alimentación bajo pastoreo en condiciones naturales.

Métodos de conservación de forrajes

Existen diferentes métodos de conservación de pasto y forrajes, entre


estos se encuentran: henificación, que consiste en un proceso de
conservación de forraje basado en la disminución del contenido natural de
humedad, garantizando una reserva segura de forraje para el ganado;
permitiendo mantener altas dotaciones de forraje, esto permite que se
manejen más eficientemente los potrero, lo que representa un factor de éxito
en el negocio pecuario (Guzmán 1996).
Otro método de conservación de forrajes es la amonificación, la cual
consiste en el tratamiento de pastos y forrajes en el período de floración y
post floración, con soluciones de urea de 3-6%, es una tecnología de bajos
insumos que mejora la digestibilidad de fibra, el consumo y la respuesta
animal (Ledesma y Ojeda 1994).
El ensilaje es otra de las tecnologías de conservación de pastos y
forrajes más utilizados en las últimas dos décadas, este método consiste en
un proceso de fermentación parcial, o acidificación lograda a través de la
actividad metabólica (fermentativa), de las bacterias que llegan al silo en el
forraje. Este proceso se logra almacenando forraje verde cortado y repicado
en pequeñas partículas, que luego es compactado con la finalidad de extraer
el aire y de esta manera conseguir una elevada presencia de carbohidratos
(Guzmán 1996).
Por otro parte Gómez (2007), señala que para lograr los procesos
fermentativos se debe usar preservante, de bajos costos y disponibles en las
unidades de producción, por tal razones se recomienda con mayor
frecuencia el uso de la melaza, debido a su bajo costo y su alto contenido de
carbohidratos aprovechables; el alto contenido de carbohidratos presentes
en la melaza, mejora la calidad del proceso de ensilaje, ya que los mismos
permiten la multiplicación de las bacterias aeróbicas hasta consumir todo el
oxígeno presente en el material ensilado.}

El ensilaje

El ensilaje se obtiene ya sea de forraje, residuos de cosechas o


subproductos agrícolas e industriales premezclados con ácidos, sean otros
agregados o producidos en un proceso de fermentación natural, el forraje
fresco es cosechado, o se recolectan los residuos y subproductos; esta
materia prima puede ser triturada o sometida un acostumbramiento previo; a
veces se agregan ciertos aditivos.
Luego este material se almacena en un ambiente hermético sin aire, lo
que favorece el desarrollo de bacterias anaeróbicas facultativas, presentes
en el forraje o agrada como inoculantes convertirán rápidamente los
carbohidratos soluble en ácidos, la calidad del producto ensilado depende del
valor nutritivo de la materia prima usada y de los productos presentes en el
procesos de fermentación como los tipos de ácidos y los cantidad de
amoniaco. Al finalizar el proceso, el pH de un buen ensilaje es tan bajo q
impide todo tipo de vida y es así como el alimento podrá ser preservado
mientras no se altere el ambiente hermético.

Tipos de silos

Según Gómez (2007), los tipos de silos se clasifican de la siguiente


manera: silo bunquer, silo trinchera, silo press y silo montón. El uso del tipo
de silo en las unidades de producción, dependerá entre otros factores, del
número de animales a suplementar, cantidad de forraje a ensilar y el lapso
de tiempo que durará la suplementación.
El tipo de silo utilizado en la unidad de producción “Caimital” para la
conservación de forraje de maíz, con la finalidad de ser utilizado en el
programa de suplementación estratégica de vacas doble propósito a
pastoreo en el período de sequía, fue el silo de montón por ser muy
económico y sencillo de elaborar.

Silos de montón

Son aquellos que no tienen paredes, también se denominan silo de


pila, los cuales deben ser construidos en un sitio de piso firme donde el
forraje picado se amontona, se compacta y se tapa de manera uniforme con
un plástico para evitar la entrada de aire, por ultimo para que el viento no
levante la cubierta de plástico se colocan objetos pesados (arena, madera,
piedras, tierra, entre otros), garantizando un silaje de excelente calidad
(Gómez 2007).

Forrajes a ensilar

En las regiones tropicales entre las especies más utilizadas para


ensilar, se encuentran las leguminosas tales como: Alfalfa (Medicago sativa
L.), Soya (Glycine max L Merr), cosechadas cuando las plantas aún están
verdes con las semillas llenas. (Villalobos y Camacho 2003, citado por
Tobías et al. 2007).
En cuanto a las gramíneas Gómez (2007), considera que entre las
más utilizadas para ensilar se encuentran especies forrajeras tales como:
Elefante (Pennisetum purpureum Schumach.), Guatemala (Tripsacum laxum
Nash.), Sorgo (Sorghum vulgare Pers.) y el Maíz (Zea mayz L.), este último
considerado como el forraje ideal para ensilaje, si se aprovechan variedades
e híbridos de gran rendimiento existentes en el mercado, cuya producción
de granos son elevados.
La producción de forraje (hoja, tallo y granos), puede alcanzar en
suelos fértiles, garantizado la demanda hídrica del cultivo de 35 a 40 Tm/ha;
un buen ensilaje de maíz no difiere fundamentalmente de la cosecha original.
El éxito en la obtención de un buen silaje de maíz, consiste en cosecharlo en
su debido tiempo, entre 70-80 días de su ciclo, cuando el grano se encuentre
en estado lechoso; tal como se muestra en el cuadro 2; donde se indica la
edad promedio que deben tener los forrajes al momento de ser cortados para
ensilar (Nutrición Rico & asesores 2008).
Cuadro 1.
Condición y/o edad promedio de corte de pasto a ensilar

% % %
PASTO CONDICIÓN HUMEDAD PROTEÍNA
DIGESTIBILIDAD

Grano
MAÍZ 65-70 6-8 65-75
Lechoso
70-80 días
Panoja en
SORGO capullo de 65-70 6-8 60-70
consistencia
pastosa
Prefloración
ELEFANTE corte a los 65-75 8-11 65
50 días
Prefloración
corte a los 65-80 7-10 60
KING GRASS
45 días
Prefloración
GUATEMALA o corte a los 60-70 8-12 65
50 días
Fuente: Nutrición Rico & Asesores (2008).

Guzmán (1996), considera que el silaje de maíz es un producto de la


fermentación natural controlada de la planta de maíz, cosechada de manera
integral (tallos, hojas y mazorcas). En la fermentación las enzimas de las
plantas transforman los azucares en ácidos acéticos, butílicos y lácticos.
Posteriormente, los microorganismos continúan la transformación hasta que
todo el aire haya sido empleado.
La acción de las bacterias anaeróbicas, producen ácido láctico,
reduciendo rápidamente el pH de la masa forrajera hasta que sea
suficientemente bajo, se estima que el lapso de tiempo para que ocurra este
proceso debe estar entre 20 y 30 días después del ensilado del material
forrajero.
Suplementación estratégica

La suplementación estratégica es una técnica que utiliza un


componente o conjunto de componentes en un grupo de animales para
cumplir un objetivo muy específico en su nutrición, siendo utilizada en los
momentos en que se requiera y en cantidades limitadas que permita cumplir
el objetivo propuesto.
A través de la eficiente utilización de los recursos disponibles, tanto de
la dieta base como del suplemento, se contribuye sustancialmente al
mejoramiento de las características productivas de los rebaños (Parra et al.
1985, Escobar 1989, Garmendia 1994, citados por Herrera et al. 1995).
La calidad de los forrajes, el estado productivo y la condición corporal
de la vaca son indicadores de las necesidades de suplementar los animales.
Lamentablemente es mucho más fácil comprar concentrado comercial que
producir un buen pasto. Los rumiantes tienen la gran capacidad de
transformar el pasto en carne y leche, por tal razón los productores deben
estar consientes que cuando se mejora la calidad de los pastos se requiere
menos alimento concentrado para producir carne y leche. Si un rumiante
cubre sus requerimientos proteicos, energéticos, y minerales a través de los
pastos, el animal será capaz de producir a expensas del forraje, por lo tanto
los niveles de suplementación serán requeridos en menor cantidad
(Garmendia 2005).
Las restricciones a las que están sometidos los rumiantes bajo
condiciones de pastoreo durante la mayor parte del año, son generalmente
obvias y es posible identificar claramente los principios que deben
considerarse en la implementación de programas de suplementación. Entre
las principales limitantes se encuentran: insuficiencia de nitrógeno
fermentable para promover una eficiente fermentación ruminal, baja tasa de
salida del rumen creando distensión del órgano limitando el consumo de
alimento, deficiencia general de proteínas y energía, debido al bajo consumo
y deficiencia mineral que afecta a los microorganismo del rumen y del propio
animal (Garmendia 2005).
Muchos de estos factores están interrelacionados. Así, por ejemplo un
bajo nivel de nitrógeno fermentable disminuye la digestibilidad del forraje al
mismo tiempo que resulta en una baja relación de aminoácidos y energía en
los productos absorbidos. Consecuentemente, el suministro de nitrógeno, al
corregir los efectos negativos indicados, aumenta la eficiencia de la
fermentación ruminal, lo que conduce a un aumento del consumo de forraje
disponible, reduciendo el déficit energético. Muchos investigadores han
presentado el efecto de la suplementación proteica y energética en vacas en
el último tercio de su gestación, mejorando los índices productivos y
reproductivos de las mismas (Garmendia 2005).
Garmendia (2005), considera que algunas veces los forrajes no están
en capacidad de suministrar los nutrientes para lograr índices productivos y
reproductivos satisfactoriamente. El primer suplemento disponible debe ser
utilizado en los animales con fuertes demanda nutricionales y, por lo tanto,
más sensibles a una deficiencia nutricional. Sin embargo una gestión
empresarial de inversión en suplementos debe considerar el alto valor de un
rebaño bovino y, para ser exitosa se tendrá que aplicar a todos los animales.
Debido a que los insumos para suplementación, en su mayoría, son costosos
entonces se justificaría para los animales de mayor requerimiento nutricional.
Ventura (1991b), reportó producciones de leche de 7,5 a 9,12 kg. de
leche/día en vacas Mosaico Perijanero (entre el tercer y quinto mes de
lactancia), sin deterioro de su condición corporal, pastoreando en potreros de
Guinea (Panicum maximum Jacq) durante el período lluvioso. Sin embargo lo
anteriormente planteado no es suficiente para afirmar que nuestros
pastizales bien manejados, puedan perfectamente proveer los
requerimientos de un animal con niveles de producción de 8 a 11 kg de
leche/día. La curva normal de producción de leche debe ser mayor durante
el primer tercio de lactancia, debido a que en ese período el animal tiene el
potencial fisiológico para producir 50% del total de la lactancia, tal como se
observa en la Figura 2 (Ruiz 1982).

Fig. 1.
Curva normal de la lactancia Ruiz (1982).

Kg/día

1/3 = 50% 2/3 = 50%

90 días 120 días


Parto
210 días

Ruiz (1982), efectuó un estudio en lactancia de 210 a 240 días en


vacas con una producción promedio de 8 a 10 kg de leche, donde se
observó, que la producción durante el primer tercio de lactancia tuvo
fluctuaciones entre 12 y 15 kg/día, debido a que en este período el animal
tiene el potencial fisiológico para alcanzar el pico o máximo nivel de
producción; por esa razón en este caso sería necesario garantizar al animal
los nutrientes requeridos para lograr niveles aproximados de producción de
15 a 18 kg de leche respectivamente.
En este sentido surge la siguiente interrogante: ¿Tienen los forrajes
de la zona el potencial de proveer los requerimientos energéticos y proteicos
para estos niveles de producción? En el primer caso, es posible siempre que
el animal llegue al parto con buenas condiciones corporales (3,5 a 4 puntos)
y/o se disponga de una leguminosa forrajera. Para el segundo caso se
requiere de una suplementación estratégica durante ese período crítico de
transición en términos de producción de leche y ocurrencia de eventos
reproductivos.
Es permisible que una vaca recién parida en buenas condiciones
corporales pierda de 10 a 15% de su peso durante el primer tercio de
lactancia sin perjuicio de su comportamiento reproductivo (Ventura 1991a).
Esta pérdida de peso implica movilización de nutrientes de su reserva
corporal para la síntesis de leche.
Usando datos reportados por la National Research Council (NRC)
(1978), citado por Ventura (2008), donde se estima que se pueden producir
3,5 kg de leche, por concepto de movilización de proteína y unos 6 kg por
concepto de movilización de energía disponible, resultando en pérdida de un
kilogramo de peso vivo por animal.
El uso de suplementación energética-proteica se justifica cuando el
potencial genético de los animales es superior al potencial nutritivo de los
forrajes. La respuesta a la suplementación es muy variada en cuanto a la
producción de leche como consecuencia de varios factores, como la
cantidad y calidad del suplemento, habilidad genética y fisiológica de animal
y a la cantidad de la oferta forrajera; la respuesta promedio a la
suplementación después del pico de lactancia es muy baja, reportándose un
incremento de 0,34 kg de leche por kg de alimento concentrado consumido.
Es posible que en estos casos el potencial genético del animal para
producción de leche haya estado muy cerca al potencial nutritivo del forraje
(Ventura 2008).

Alternativas de Suplementación.

La Suplementación estratégica es una herramienta tecnológica


apropiada para mejorar las condiciones que enfrentan los rumiantes en el
trópico. La eficiencia en la fermentación ruminal de dieta basa de forraje
fibroso se logra al aportar adecuado nutrientes suplementarios: nitrógeno
fermentable, aminoácidos, mineras y proteína sobrepasante.
Las alternativas de suplementación mas utilizadas en los diferentes
tipos de producción son los bloques multinutricionales; compuestos
normalmente por urea, sal, minerales, melaza, cal, gramíneas y leguminosas,
ensilajes es un proceso de fermentación de frutos, residuos de cosecha entre
otros, el heno consiste en almacenar el forraje verde para emplearlos en las
época de sequía y en henolaje considerado un ensilaje presecado ya que
consiste en la deshidratación de elementos a utilizar.

Alimentación en bovinos

Como todo rumiante, los bovinos son animales forrajeros por


naturaleza, esto quiere decir que las pasturas o forrajes son los alimentos
con los que cubren todas sus necesidades, mantenimiento, crecimiento,
preñes y desarrollo corporal. Los avances tecnológicos en materia de
nutrición han generado nuevas formas de alimentación para bovinos tanto de
tipo carne como para el lechero, con el fin de satisfacer la creciente demanda
de carne y leche. Las nuevas formas de alimentación se basan en el uso
masivo de alimentos concentrados que se integran a la dieta en diferentes
etapas del ciclo productivo y con diferentes propósitos.

Suplementación animal.

Las prácticas de suplementación son un medio para optimizar la


utilización del forraje, bajo este punto de vista cualitativo como cuantitativo.
Para elegir correctamente el suplemento a utilizar debemos tener en cuenta
la composición nutritiva y disponibilidad del forraje y los requerimientos de los
animales que deseamos suplementar según la meta de producción fijada.
El uso de suplementos tiene como objetivo más usual, adicionar algo
que le falte al forraje, ya que sea en cantidad o calidad con el objeto que la
producción animal obtenida a pastoreo se mantenga o aumente a través de
una mayor carga y/o mejora la ganancia de peso.

Características de las vacas mestizas lecheras

Las constituyentes la anchura y profundidad del pecho, medida que va


desde la cruz hasta la punta del pecho, las costillas deben ser largas, bien
arqueadas, más anchas y profundas en la parte posterior. El anca debe ser
nivelada: esta apreciación se hace desde la punta de la cadera a la punta del
anca, un anca bien nivelada tiene relación con un buen drenaje con aparato
reproductivo. El lomo debe ser, ancho fuerte y nivelado, un lomo desnivelado
tiene problemas reproductivos. La pezuña vista de frente debe estar bien
unida para evitar infecciones y lecciones en el interior de la misma.
El hueso de las patas debe ser fuerte, plano. Una buena postura de
patas o buen su porción anterior. El sistema mamario es la principal
observación que se la debe efectuar al seleccionar una vaca lechera, pues la
observación del ubre de frente, lateral y en posterior, la posición de los
pezones en forma, tamaño y equilibrio, constituye los principales puntos para
notar una vaca de leche.
Se debe buscar una ubre fuerte, de tamaño moderado, bien adherida
al cuerpo, equilibrada y armónica, la ubre trasera debe ser ancha, vista
desde atrás, lo cual es un buen indicativo de buen potenciadle la producción
lechera, la ubre en su porción delantera debe estar unida con fuerza al
cuerpo, esto evita q a medida de los partos se descuelgue lo que expondrá a
golpes y en consecuencia a problemas de mastitis.
El soporte de la ubre debe ser fuerte, que se note en forma clara la
división de los cuartos. De esta forma, los pezones quedan bien colocados y
la ubre se mantiene elevada para evitar golpes y daños de la misma. El
tamaño de los pezones está relacionado con la finalidad que preste para su
ordeño. Se debe buscar un tamaño medio.
Alimentación en vacas mestizas lecheras

El sistema de alimentación dependerá del tipo de producción, ya sea


intensivo, semi-intensivo, o extensivo o pastoreo. Sin embargo, para obtener
una máxima producción de leche es necesario mantener un balance de
nutrientes, maximizar la digestión de los alimentos y permite un flujo
constante de nutrientes a la gandula mamaria.
Los forrajes secos, Heno (leguminosas o no leguminosas), y otros
alimentos ricos en fibra tales como (cáscara), pastos, forraje verdes y ensilaje
fomenta la producción de leche. De igual manera la alimentación en vacas
lecheras deben ser ricas en carbohidratos, proteínas, vitaminas A y D,
minerales y agua. La finalidad de suministrar todos los requerimientos es
cubrir la necesidad de crecimiento, mantenimiento, reproducción y lactancia
de una vaca lechera.

Cuadro 2.
Requerimientos Nutricionales de las Vacas Mestizas Lecheras

Animales de 250 a 600kg de masa corporal


Peso
250 kg 300 kg 350 kg 400 kg 450 kg 500 kg 600 kg
corporal
Proteína
570 g 640 g 715 g 800 g 885 g 935 g 810 g
total
Proteína
365 g 395 g 430 g 465 g 495 g 505 g 405 g
digestibles
Nutrientes
digestibles 4 kg 4.5 kg 4.9 kg 5.2 kg 5,3 kg 3.3 kg 4.3 kg
totales
Calcio 21 g 24 g 25 g 26 g 27 g 27 g 24 g
Fósforo 16 g 18 g 19 g 20 g 21 g - -
Fuente: Hidalgo y Plaza
Uso de la materia primas locales como alternativas de
suplementación

SILO DE MANGO
Descripción
Mango, nombre común de un árbol y del fruto que produce. Pertenece
a la familia de las Anacardiáceas (Anacardiaceae), especie (Mangifera
indica). Se cultiva mucho en África y en América tropical por su fruto
suculento, carnoso de forma oval, de 5 a 15 centímetros de longitud, de
hasta 1 Kg. de peso, de 5 a 15 cm de longitud y color verdoso, amarillento o
rojizo según la variedad. Su piel es delgada y correosa. La pulpa es de color
amarilla, muy dulce, y aromático. Encierra un hueso grande aplanado,
rodeado de una cubierta leñosa.
Procedencia
Su cultivo comenzó hace unos seis mil años y constituía uno de los
alimentos principales de las tribus tropicales
El mango es una fruta originaria de la India, cuyo pueblo lleva
consumiéndolo desde hace mas de 4000 años. Hoy en día su cultivo se ha
extendido a áreas tan dispares como el Mediterráneo, Sudamérica, China o
Estados Unidos.
Inforación nutricional
El mango maduro es rico en vitamina A y si no lo está, en vitamina C.
Es rico en minerales como el calcio, hierro, potasio, cobre y magnesio.
TABLA 6. Valor energético y nutritivo de 100 gramos de Mango:

Kilojulios 239 Vitamina B2 50 μgr


Kcalorías 56 Vitamina B3 700 μgr
Proteínas 0,6 gr Vitamina C 40 mgr
Grasas 0,3 gr Calcio (Ca) 10 μgr
H. de Carbono 12,5 gr Hierro (Fe) 0,5 μgr
Fibra mineral 0,5 gr Sodio (Na) 7 μgr
Agua 82 gr Potasio (K) 90 μgr
Caroteno 3 mgr Fósforo (P) 13 μgr
Vitamina B1 45 μgr Minerales Cu, Mg

Cosecha.

Índice de Madurez: depende de la variedad, pero en general se mira


por el color, forma de la nariz, los hombros y tamaño.
Formas de Recolección: el mago debe ser cosechado en las horas del
día con menor temperatura ambiental. Se realiza manual, con operarios
perfectamente entrenados en diferenciar el punto de madurez fisiológica del
fruto.

El mango en la nutrición del ganado.

Cáscara y fruto completo del mango (fuente proteica y energética): Se


destaca la presencias de altos contenidos de carbohidratos, en especial en la
cascara y dentro del total de carbohidratos los altos porcentajes de
carbohidratos no estructurales y menor cantidad de lignina, estos últimos
constituidos principalmente por: azucares, peptinas, almidones, betaglucanos
y ácidos grasos volátiles, los cuales son de más rápida degradación en el
rumen y mayor aporte de energía para la fermentación ruminal y aporte de
energía metabolizable para la producción de leche o carne.
Se destaca el bajo contenido de la fracción C de los carbohidratos
estructurales, aquella que no se degrada en el rumen ni se digiere en el
tracto digestivo del rumiante. Por lo que, del total de carbohidratos que
constituyen la cascara y la semilla, la mayoría son de alta disponibilidad para
los microorganismos y el animal y solo una pequeña porción no es digerible.
La fracción B2 en la semilla alcanza valores de 43% de carbohidratos.

TABLA 7: Carbohidratos de los residuos del mango


Fracción Cascara Fruto
Total carbohidratos (%) 91.5 86.4
CNE (%CHO) 80.4 55.9
CS (%CHO) 19.6 44.1
Lignina (%MS) 2.4 4.4
Fracción C (%CHO) 0.2 1.0
Fracción B2 (%CHO) 19.4 43.1

El ensilaje de los residuos de la agroindustria de frutas se está


convirtiendo en una alternativa a los cultivos tradicionales, aprovechando
como un bajo costo de adquisición del material a ensilar. La utilización de
residuos como ensilaje, además de ser una forma de explotación de un
material que se desperdiciaría, contribuye a minimizar el impacto causado
por la acumulación de residuos en el medio ambiente.
El residuo de la transformación de mango, sin embargo, tiene un alto
contenido de humedad, una característica que afecta negativamente el
proceso de fermentación, permitiendo la aparición de fermentaciones
indeseables secundaria, dando lugar a una disminución en el ensilaje de
calidad y las pérdidas de drenaje.
Hay, sin embargo, características que influyen de manera decisiva la
naturaleza de la fermentación y el almacenamiento de ensilado, que puede
ser resaltado y el contenido de humedad de los carbohidratos solubles y la
capacidad de amortiguamiento del material ensilado.
Entre las alternativas que se pueden utilizar para obtener una mejor
calidad de ensilaje se puede mencionar el uso de aditivos que absorbe la
humedad.
El ensilaje salino:
Es una técnica para conservar, durante varios meses, fuentes de
energía (azúcares y grasas) de diferentes frutas que tienen alto contenido de
agua y azúcares, por lo cual se fermentan rápidamente y no se aprovechan
para consumo humano.
Proceso:
En un recipiente plástico o forrado por dentro con plástico, se va
picando la fruta y se colocan capas delgadas de sal.
Por cada 50 kilos de fruta se utiliza ½ kilo de sal común.
Al llenar el recipiente se tapa con un plástico para que quede bien
sellado y se deja a la sombra por 20 días. Después de este tiempo se puede
ofrecer al animal. El ensilaje salino se puede conservar por varios meses,
siempre y cuando esté bien sellado y a la sombra. Debe restringirse el
consumo alto (mayor a tres kilogramos por día) en hembras en preñez
avanzada.
Ventajas del ensilaje
Se puede aprovechar el desperdicio de la cosecha que se produce en
el cultivo de mango presente en la finca, este tiene una extensión de 34 ha
sembradas en variedad tomy, vanday y kent, donde hay una cosecha al año,
donde se da un desecho en la colecta y alguna parte que se madura muy
rápido y cae al piso, esta es consumida por el ganado, y otro desecho que se
hace al momento de la clasificación, este es el que ensila para ofrecerlo al
ganado en época de escasez o períodos secos, esta es una práctica sencilla
en la que se puede aprovechar los recursos de la finca, y así evitar que se
pierdan en el campo, brindándole grandes beneficios nutricionales al ganado.
El ensilaje es un gran aporte a los requerimientos nutritivos de los
rumiantes, sobre todo para las vacas lecheras de alta producción al
comienzo de su lactancia. El ensilaje aventaja al secado de la pulpa ya que
requiere menos energía, tiene un costo menor y mejora la palatabilidad del
producto final.
Urea

La urea es un compuesto nitrogenado no proteico, cristalino y sin


color, identificado con la formula N2H4CO, representa un valioso y económico
recurso alimenticio para los rebaño donde la única fuente alimenticia son los
forrajes, normalmente deficientes en proteína. Este elemento provee el
nitrógeno requerido para la fermentación ruminal y la formación de proteínas
y puede ser suministra de maneras diversas: en el concentrado, en el
ensilaje, en bloques multinutricionales y en virios tipos de mezclas.
Actualmente se representa en el mercado en forma granuladas y perlada,
siendo esta ultima la más recomendada para el uso animal por su soltura y
facilidad para mezclar con otros ingredientes.

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