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1.

Arquitectura prehistórica

Arquitectura prehistórica se entiende como un medio de expresión y construcción


primitivo que empezó a generar pensamientos de creencias sobre las culturas primitivas. Se
denomina a los primeros hitos conservados de la incipiente arquitectura. Se pueden
distinguir dos tipos de grandes construcciones:

 las construcciones megalíticas, del griego megas, grande y lithos piedra; constan de
enormes losas pétreas sin tallar, o escasamente desbastadas, verticales y
horizontales, adinteladas, apoyadas, nunca unidas con mortero, ni siquiera trabadas
con algún tipo de aparejo,

 las construcciones ciclópeas. Así llamadas por haberlas atribuido los antiguos
griegos a unos gigantes fabulosos llamados cíclopes; se constituyeron con aparejo
sencillo de piedras, en parte escuadradas, o sin escuadrar, aunque desbastadas, y de
menor volumen que las megalíticas, utilizando algunas veces mortero arcilloso para
conformar muros y paramentos.

Las primeras surgieron en el neolítico, continuado en las primeras épocas de la edad del
cobre. Las segundas pertenecen a las edades del cobre, bronce o del hierro.

Pertenecientes a la primitiva arquitectura popular se conocen diversas construcciones que


sirvieron de casa, o morada temporal, a nuestros antepasados desde los tiempos más
remotos. Tales son:

 la cabaña o choza, formada por entramados de ramaje,

 la gruta o caverna, artificial o natural pero acomodada por la mano del hombre a
sus propios usos,

 los palafitos o habitaciones lacustres de madera levantados sobre pilotes clavados


en el fondo de un lago o zona pantanosa,

 los crannógs, propios de Irlanda, habitáculos lacustres a modo de islotes, sin dejar
pasar el agua por debajo de ellas,

 los terramaras, descubiertos en Italia, chozas de madera y arcilla en sitios


pantanosos. Con dichas construcciones se relacionan los paraderos o
kiokenmodingos (voz danesa que significa restos de hogar) que son montículos
conformados por depósitos de conchas, restos de ceniza, carbón, huesos, piedras y
fragmentos de cerámica tosca, muy abundantes en Dinamarca, también hallados en
otras regiones.
2.

La Edad de Piedra

Es el período de la Prehistoria durante el cual, los seres humanos crearon herramientas de


piedra debido a la carencia de una tecnología más avanzada. La madera, los huesos y otros
materiales también fueron utilizados (cuernas, cestos, cuerdas, cuero...), pero la piedra (y,
en particular, diversas rocas de rotura concoidea, como el sílex, el cuarzo, la cuarcita, la
obsidiana...) fue utilizada para fabricar herramientas y armas, de corte o percusión. Sin
embargo, ésta es una circunstancia necesaria, pero insuficiente para la definición de este
período, ya que en él tuvieron lugar fenómenos fundamentales para lo que sería nuestro
futuro: la evolución humana, las grandes adquisiciones tecnológicas (fuego, herramientas,
vivienda, ropa...), la evolución social, los cambios climáticos, la diáspora del ser humano
por todo el mundo habitable (ecúmene), desde su cuna africana, y la revolución económica
desde un sistema recolector-cazador, hasta un sistema parcialmente productor (entre otras
cosas). El rango de tiempo que abarca este período es ambiguo, disputado y variable según
la región en cuestión. Aunque es posible hablar de este período en concreto, para el
conjunto de la humanidad: no hay que olvidar que algunos grupos humanos nunca
desarrollaron la tecnología del metal fundido y por tanto quedaron sumidos en una edad de
piedra hasta que se encontraron con culturas tecnológicamente más desarrolladas. Sin
embargo, en general, se cree que este período comenzó en África hace 2,5 millones de años,
con la aparición de la primera herramienta humana (o pre-humana). A este período le siguió
el Calcolítico o Edad del Cobre y, sobre todo, la Edad de Bronce, durante la cual, las
herramientas de esta aleación llegaron a ser comunes; esta transición ocurrió entre
6000 a. C. y 2500 a. C.

3. El Paleolítico

Las culturas más antiguas pueden inscribirse en el Olduvayense, localizado en yacimientos


como Sidi Abderramán en Casablanca (Marruecos), estudiado por el profesor Pierre
Biberson y datado en cerca del millón de años, el cual ha podido establecer una transición
gradual desde una cultura en la que predominan los cantos tallados, hasta otra en la que el
bifaz es el fósil director. Las industrias de Sidi Abderramán podrían vincularse al tipo
humano hallado por Camille Arambourg en Ternifine (Argelia), el llamado Atlanthropus
mauritanicus (en realidad una variedad de Homo heidelbergensis).

 Hallazgos significativos del Olduvaiense y Achelense del norte de África


Mandíbula de Ternifine (Atlanthropus mauritanicus)

Canto tallado de algún yacimiento sahariano

Bifaz de del Achelense del Norte de África

Hendidor de Sidi Zin (Marruecos)

4. El Paleolítico medio
Norteafricano nace por la llegada de los neandertales, probablemente, procedentes de
Europa portando su cultura Musteriense. Actualmente se ha reavivado la controversia de la
ruta que siguieron los neandertales entre África y Europa, ya que, aunque se había llegado
al consenso de que fue a través del Próximo Oriente, recientes descubrimientos parecen
demostrar que cuando menos hubo comunicación a través del estrecho de Gibraltar,
probablemente en ambos sentidos.7 Sin embargo, el Paleolítico medio norteafricano, tan
similar al europeo hasta hace un poco más de 50 000 años, inicia un periodo ocupado por
una industria sin paralelo, llamada cultura Ateriense, que recibe el nombre del yacimiento
argelino de Bir el-Ater (Argelia). El Ateriense es muy similar al musteriense y, de hecho,
algunos sostienen que deriva de éste, pero se distingue de él porque la mayor parte de los
útiles son pedunculados (raspadores, puntas, raederas, etc.) y piezas foliáceas con retoque
cubriente. Se asocia al tipo humano de Jebel Irhoud (Marruecos). El Ateriense es muy
abundante durante unos 20 000 años (Bir el-Ater, Taforalt, Temara, Dar-es-Soltan...), pero
hace 30 000 años comienza su declive, aunque perdura marginalmente hasta el Holoceno,
hace 12 000 años. El Ateriense se asocia a condiciones climáticas secas, por lo que su
máxima expansión coincide con periodos de aridez. De hecho, se sospecha que sus raíces se
hunden hasta el año 70 000 a. C.; en cambio, su ocaso es producto de un clima más benigno
en el Sáhara, lo que provocó la venida de pueblos más avanzados, humanos modernos con
culturas laminares, fundamentalmente el Iberomaurisiense y otras que se citan a
continuación. De todos modos, durante varias decenas de miles de años las industrias
aterienses conviven con las industrias laminares, ocupando nichos ecológicos diferentes.

 Algunos ejemplos significativos de la Cultura Ateriense (Sáhara)

Cráneo de Jebel Ihroud (Marruecos)

Punta foliácea propia del Ateriense


Punta pedunculada típica del Ateriense

Raspador pedunculado característico del Ateriense

5. El Paleolítico superior

Tampoco es igual al europeo, pues el conjunto de culturas que se dan en el norte de África
es diferente. La más conocida es el Iberomaurisiense u Oraniense, una facies cultural
propia del Magreb que nace poco antes del 30 000 a. C. y mantiene extensa longevidad,
pues aún se encuentra presente al comenzar el Mesolítico, desapareciendo hace unos 8000
años. Su origen y características son aún tema de debate, de hecho ha sido objeto de todo
tipo de especulaciones sobre su raíz ateriense, para unos, traído por inmigrantes de la
península Ibérica, según los que le dieron su nombre, y de procedencia oriental (llegada de
primitivos modernos) según la mayoría. Es una cultura leptolítica, es decir, laminar: en la
que las hojas líticas ya son esenciales como soportes para todo tipo de utensilios, obtenidos
por medio de retoque abrupto, y que con el tiempo tiende a la microlitización,
documentándose, incluso la técnica del microburil, se asocia a restos humanos de aspecto
cromañoide europeo, como los de Mecha el-Arbi y Afalou Bou Rummel;8 pero también
tiene muchas similitudes con industrias de zonas ubicadas más al este, sin que haya podido
averigüarse cuál de ellas es la más antigua. Estamos hablando de culturas como el
Dabbaniense (Libia), Mochambiense, Qadense y otras culturas del valle del Nilo; con una
antigüedad mínima de 40 000 años, con numerosos raspadores, raederas, buriles y hojas de
borde abatido. El microlitismo aparece muy pronto, en torno a 14 000 años de antigüedad;
estas culturas variadas y, a la vez, semejantes, enlazan con el Capsiense epipaleolítico.
 Hallazgos significativos del Olduvayense y Achelense de Europa

Cráneo tipo Mechta el-Arbi, con avulsión de incisivos

Núcleos para extraer hojas de la cultura Iberomaurisiense

Hojas retocadas típicas del Iberomaurisiense

Microlitos microlaminares y geométicos iberomaurisienses

6. El Epipaleolítico

La cultura más importante de esta fase es, sin duda, la Capsiense, una cultura bastante
tardía, incluso para el Mesolítico, y, de hecho esta cultura sobrevive al Neolítico bajo la
denominación de Neolítico de tradición capsiense. De todos modos el Capsiense fue
definido por J. de Morgan en el yacimiento de El-Mekta, cerca de Gafsa (‫قفص ة‬, Túnez),
pero su influencia supera la región magrebí, alcanzado la Cirenaica, e incluso las riberas del
valle del Nilo. Los yacimientos capsienses suelen tener gran cantidad de conchas de origen
bromatológico («concheros») y una industria lítica laminar y microlítica (con trapecios y
triángulos) a la que se suman huevos de avestruz, usados como recipientes, muchas veces
decorados. El Capsiense se podría asociar a los restos humanos de Ain Dakkara, en Libia,
con las impresionantes manifestaciones rupestres del Tassili y otras zonas rocosas
saharianas.

Principales yacimientos del Iberomaurisiense y del Capsiense en el Magreb


7. Evolución humana

Temprana "Edad de Piedra"

Literalmente significa Edad de Piedra temprana, se refiere al periodo comprendido desde


la aparición del primer ser humano, hace más de dos millones y medio de años, hasta hace
unos 200 000 años. Incluye, prácticamente, todos los grandes pasos de la evolución humana
(pues los llamados humanos «Primitivos Modernos» debieron surgir al final del mismo), así
como importantes avances culturales, de los que apenas conocemos los referentes a unos
pocos vestigios conservados de piedra y hueso. Para entenderlos mejor suele dividirse en
dos grandes etapas:

Middle Stone Age (MSA)

Edad de Piedra intermedia, es el periodo comprendido entre el final de la Edad de piedra


Temprana o ESA (hace 200 000 años), hasta el inicio de la Edad de Piedra Tardía, o LSA
(hace 30 000 años); podría paralelizarse con el Paleolítico Medio Europeo, pero existen
sensibles diferencias culturales y antropológicas entre ambas. Para ciertos autores, toda la
zona tiene unas constantes comunes (técnicas de extracción Levallois o similares, presencia
de finas piezas foláceas bifaciales, evolución hacia técnicas de obtención de hojas y hojitas,
al final)15 y otros aprecian dos corrientes cuya separación se va haciendo más sutil a medida
que los decubrimientos avanzan y que ciertos autores atribuyen a imposiciones de la
materia prima o a la especialización de las herramientas para hábitats de bosque y de
sabana.16

Pieza foliácea
Late Stone Age (LSA)

La Edad de Piedra tardía es el último periodo del Paleolítico del África subsahariana.
Desde el primer momento (el llamado early Late Stone Age) en el Sur de África ya hay
culturas microlíticas y laminares —leptolíticas— en las que se ha podido documentar el
trueque (¿comercio?) de obsidiana a lo largo de rutas que van del valle del Rift hasta
Sudáfrica con 32 000 años.18 Parecen existir dos tradiciones, una microlítica, aparentemente
derivada de la tradición de Howieson's Poort, con culturas como Robberg o Wilton. Y otra
basada en utensilios sobre lascas vulgares (Tshitoliense, Nachikufiense, Hargeisiense..., en
África central y oriental) o incluso piezas macrolíticas como la cultura Albany o el
Magosiense.

8. Paleolítico Medio: Es muy similar al de Europa y toda la cuenca mediterránea,


ocupada en aquella época por los neandertales; su cultura material (con numerosas
variantes) se compone, básicamente, de utensilios musteroides de lascas: La más
antigua es la llamada «Tradición Wadi-Mughara», le sigue la conocida como
«Mustero-Levalloisiense&raquo, la cual parece adentrarse, al menos, hasta
Tayikistán. En todo caso, es raro que sobrepase los montes Zagros (así como en
África, los restos musteroides nunca bajaron del Sahel). De hecho, se habla de un
Paleolítico Medio Perimediterráneo.21 El Medio Oriente tiene cuevas tan
emblemáticas como Shanidar (Irak), con su célebre tumba del Hombre de las
Flores; Kebara, Amud y Mugharet et-Tabun (Israel), la última ofrece una
secuencia casi completa del Paleolítico Medio, y ambas están asociadas a
inhumaciones neandertales; Teshik-Tash (Uzbekistán), donde se ha identificando la
tumba de un niño neandertal, Amrit y Dederiyeh (Siria), Ras Beyruth (Líbano),
etc., éstos últimos sin restos humanos, sólo con abundante industria lítica.

Núcleo Levallois típico

Raedera lateral sobre lasca


Punta Levallois laminar

Buril sobre hoja de sílex

9. Neolítico en Oriente Medio

Hace algo más de 10000 años las innovaciones que se dieron llegaron a ser tan notables que
se habla de la Revolución del Neolítico en el Oriente Medio, es decir: los territorios de
Mesopotamia (actualmente, Irak) y Canaán (actualmente, Israel y Palestina);
accesoriamente podríamos incluir también el valle del Nilo (Egipto), Líbano, el norte de
Siria y el Sudeste de Anatolia (Turquía). Debido a la morfología de la región originaria,
ésta ha sido denominada Creciente Fértil.

Los habitantes de Oriente Medio fueron los primeros en domesticar animales (ganadería:
sobre todo, ovejas, cabras y vacas (la caza no se abandona del todo, pero ahora será algo
secundario), así como en cultivar plantas: (agricultura: sobre todo, centeno —Secale
cereale—, cebada —Hordeum hexastichum—, trigo —Triticum dicoccum— y otros
cereales). La evidencia más antigua de trabajos agrícolas se da en Tell Abu Hureyra
(Siria), hace 11 000 años; mientras que los primeros animales domésticos fueron los
ovicápridos en Zawi Chemi Shanidar (Irak), hace unos 10 500 años.
10. El Creciente Fértil

Desde el Creciente Fértil, el Neolítico se fue extendiendo por Asia (hacia la India y China),
África (sobre todo, en Egipto) y por Europa a través del Mediterráneo; las consecuencias
del Neolítico afectaron a toda las regiones habitadas:
 Se inventan nuevos utensilios: el arco y las flechas, hoces de piedra, azadas, hachas
pulimentadas, molinos, morteros, cucharas... Pero fundamentalmente, se originó la
cerámica y el tejido.

La cerámica aparece en una fase avanzada del Neolítico, de modo que hay un largo periodo
llamado «precerámico». Las primeras cerámicas conocidas son las de Kalat Jarmo
(Kurdistán), que datan del 6750 a. C., así como las de Tepe Guram y Tepe Serdam (Irak),
fechadas en el 6500 a. C. Previamente se utilizarían cestos impermeabilizados con barro o
zulaque («bitúmen»).

11. América edad de piedra

La Edad de Piedra es mucho más tardía y tiene su propia idiosincrasia. Su relación con Asia
viene dada por el hecho de que la teoría más aceptada es que el poblamiento humano de
América se produjo desde Siberia a través de Estrecho de Bering. La cuestión más discutida
es: ¿cuándo? La glaciación de Wisconsin (Würm) provocó un descenso del nivel marino
que, unido a la existencia de placas de hielo proporcionó un paso transitable sobre el
estrecho de Bering entre ambos continentes denominado puente de Beringia. No siempre
era posible atravesarlo, se ha estimado que al menos los humanos pudieron pasar en dos
ocasiones en las que había una ruta libre de hielo: la primera duró unos 4000 años y la
segunda unos 15 000 años; luego desapareció el puente con lo que la migración no tuvo
retorno. Este puente según los científicos se habría formado hace 50 000 años. A tenor de
estos datos, han surgido dos teorías sobre cuándo fue poblada América por primera vez por
el ser humano:

 Teoría del poblamiento temprano: sostiene que los seres humanos llegaron hace
unos 50 000 años.

 Teoría del poblamiento tardío: sostiene que los seres humanos llegaron hace unos
15 000 años o poco más; es la más clásica y la que tiene datos más contrastados,
pero no contradicen la anterior opción.

Los amerindios vivieron aislados del resto de la humanidad durante 40 000 años, estos
grupos humanos tuvieron que adaptarse a ocho tipos de clima distintos, se diversificaron en
más de 300 tribus, con más de 2000 lenguas diferentes y desarrollaron, al menos, una
docena de civilizaciones excepcionales. No es, pues, adecuado usar la misma terminología
ni la misma periodización en América que en el Viejo Mundo. No se trata de un capricho
chovinista, es la respuesta a una realidad arqueológica:

Norteamérica y Mesoamérica

Punta de lanza tipo Clovis en Nuevo México Estados Unidos

En 1958, los arqueólogos Gordon Willey y Philip Phillips propusieron las siguientes
etapas para Norteamérica y Mesoamérica:

 Periodo Lítico (equivalente al Paleolítico Superior de Viejo Mundo), comprende


desde la llegada de los primeros americanos hasta hace unos 10 000 ó 12 000 años
(según el paradigma teórico defendido). Dentro de este periodo hay dos fases:

o Una fase inicial de cazadores-recolectores indiferenciados, con restos muy


escasos, caracterizado por una industria lítica similar a la del Viejo
Continente (cantos tallados, lascas musteroides, bifaces...) y sin puntas de
lanza; los ejemplos más seguros de gran antigüedad son los yacimientos
estadounidenses de Topper, «Lewisville» y «American Falls», por un lado,
y en México «El Cedral» y «Tlapacoya», por otro.

o La segunda fase, de cazadores avanzados, es de hace unos 13 000 años;


cuando, surgen las culturas con raspadores, hojas de sílex, buriles..., y
elaboradísmas puntas de lanza: por ejemplo, en Norteamérica suele
destacarse la cultura Clovis, Folsom y El Plano (Nuevo México), aunque,
por supuesto, hay muchas más. Estas culturas con puntas foliáceas se
interpretan como pueblos eminentemente cazadores, al principio de grandes
presas; pero, la evolución a puntas cada vez más pequeñas indica que esta
paleofauna se va extinguiendo y que los grupos de cazadores se van
adaptando a una fauna cada vez más pequeña.

 Periodo Arcaico (equivalente, pero no exactamente igual al Mesolítico de Viejo


mundo), un complejo periodo en el que se produciría la transicíon a la agricultura
del maíz a partir de la recolección intensiva de vegetales. Esta fase abarca zonas
geográficas más amplias, casi toda Norteamérica y Mesoamérica (donde, a veces,
se usa el término pre-mexicano), como motor esencial de la evolución posterior. En
el norte, en zonas circumpolares, sobreviven pueblos cazadores recolectores
(forrajeadores) bajo la denominación Arctic tradition; mientras que las grandes
praderas del centro suelen incluirse en la denominación Cultura cochise (con sus
tres fases: Sulphur Springs, Chiricahua y San Pedro: 5000 a. C.-200 a. C.)). En
estos pueblos la caza sigue siendo fundamental y se documenta la invención del
arco, hacia el año 1000 a. C.

Mano recortada en mica Cultura Hopewell Estados Unidos


Cabeza olmeca gigante procedente de San Lorenzo de Tenochtitlán

12. Europa edad de piedra

La Edad de la piedra europea suele dividirse en tres etapas, siguiendo las propuestas de
John Lubbock en 1865:

 Paleolítico, la primera fase, o Edad Antigua de la Piedra: Es el periodo más antiguo


y largo de la historia europea; comenzaría hace aproximadamente un millón de años
con la llegada de los primeros humanos (bien Homo ergaster, bien Homo
antecessor). Durante el Paleolítico europeo se suceden después otros tipos: Homo
heidelbergensis, Homo neanderthalensis y Homo sapiens sapiens; éste último vino a
través de otra migración, provocando la extinción de los neandertales hace 50 000
años. Paralelamente a la evolución humana se produce una evolución cultural:
durante el Paleolítico Inferior la cultura dominante en Europa es el Achelense; en el
Paleolítico Medio tenemos el Musteriense (propia del hombre de Neandertal), quizá
el Châtelperroniense sea un epígono de este tipo humano. Con la llegada del hombre
moderno30 se suceden una serie de culturas como el Auriñaciense, Gravetiense,
Solutrense y Magdaleniense. Otros elementos importantes para comprender el
Paleolítico son las continuas oscilaciones climáticas, llamadas glaciaciones, el
predominio de la economía cazadora recolectora y la aparición del arte paleolítico
al mismo tiempo que llega el hombre moderno.

 Epipaleolítico/Mesolitítico, la fase intermedia o Edad Media de la Piedra: Se


refiere al periodo que transcurre desde la retirada del último glaciar, hace unos
12 000 años, hasta la llegada del Neolítico, unos 5000 años atrás. Actualmente se
discrimina entre culturas epipaleolíticas (aquellas que mantienen el modo de vida
propio del Paleolítico, sin cambios sustanciales, como ocurre con el Aziliense, por
ejemplo), de las denominadas culturas mesolíticas (aquéllas que muestran una
tendencia a evolucionar hacia la sedentarización y otros rasgos propios de lo que
luego será el Neolítico, tal es el caso del Tardenoisiense).

13. El Neolítico en Europa

 Neolítico, la última fase o Edad Moderna de la piedra: el Neolítico llega a Europa


desde el Próximo oriente a través de la cuenca Mediterránea en el sexto milenio.
Aunque se sospecha la existencia de un neolítico precerámico, fundamentalmente
ganadero, la primera gran civilización mediterránea plenamente neolítica es la de
Cerámicas impresas Cardiales (en el mapa: color verde intenso). Su fósil director
es una serie de cerámicas decoradas con impresiones de conchas de berberecho
(Cerastoderma echinatum) que aparecen tanto en la orilla africana como en la
europea, desde Dalmacia a la península Ibérica. En el quinto milenio esta
civilización es sustituida por otra originada en el Danubio llamada de Cerámica de
bandas (verde claro en el mapa), cuya influencia se extiende por el Rin hasta la
costa atlántica (amarillo en el mapa). Es entonces cuando se produce un cambio
fundamental en las culturas europeas. Cerca del año 4 000 a. C. aparece en el sur de
Portugal la civilización de los constructores de Megalitos. Esta civilización
sobrepasa los límites de la Edad de la Piedra, ya que perdura durante el Calcolítico
(en una fase que se ha denominado Neo-Eneolítico, por la dificultad de establecer
una división clara). Desde Portugal y otros puntos de la costa atlántica, el fenómeno
megalítico se extiende por toda Europa occidental, evolucionando hasta el
2500 a. C., ya que, como hemos dicho, perdura durante la edad de los metales). Los
constructores de megalitos vivían en poblados fortificados, situados en lugares de
fácil defensa (como colinas).

Menhir de
Saint-Macaire (Francia). El dolmen de Axeitos, en Galicia, España.

14. Un monumento megalítico

Es una construcción formada por piedras toscamente trabajadas y de tamaño gigantesco (de
varias toneladas), de ahí su nombre: megas: gigante y, lithos: piedra. Hay varias clases de
monumentos megalíticos:

 Menhir: es una gran piedra puesta de pie que marcaría un lugar simbólico,
posiblemente sagrado.

 Alineamiento: es un conjunto de menhires dispuestos en fila.

 Crómlech: es un conjunto de menhires puestos en círculo. Se supone que el


alineamiento y el crómlech eran templos al aire libre, con posibles
referencias astronómicas.

 Milladoiro: amontonamiento de piedras y bloques de diverso tamaño que


señalaría un lugar sagrado.

 Dolmen: Es el monumento más complejo. Se trata de un lugar para enterrar


a los muertos de la tribu; constaba de un corredor o pasillo de entrada y de
una cámara funeraria, ambos construidos con grandes lajas de piedra, todo
ello cubierto por un montículo de tierra y cascotes llamado túmulo. El
dolmen es como una pequeña montaña artificial, con una cueva en su
interior, también artificial. Todos los difuntos eran depositados en la misma
cámara funeraria, ya que se trataba de un lugar de enterramiento colectivo;
junto a los difuntos se depositaban ofrendas funerarias (armas, comida,
joyas...)

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