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La Región Moquegua está ubicada al sur del Perú en la parte más amplia del valle, es una
región volcánica en la cual se destacan el Huaynaputina, Ticsani y Ubinas; tiene una
superficie territorial de 16,147 Km2. que representa el 1.26 % del territorio nacional. La
Capital es la Ciudad de Moquegua ubicada a 1,412 m.s.n.m., la ciudad de Ilo es la Capital de
la Provincia del mismo nombre, está ubicada a 5 m.s.n.m. y la ciudad de Omate Capital de la
Provincia General Sánchez Cerro ubicada a una altitud de 2,180 m.s.n.m.
Políticamente esta dividida en tres provincias y veinte distritos: Mariscal Nieto (Moquegua,
Carumas, Cuchumbaya, Samegua, San Cristóbal, Torata), General Sánchez Cerro (Omate,
Chojata, Coalaque, Ichuña, La Capilla, Lloque, Matalaque, Puquina, Quinistaquillas, Ubinas,
Yunga) e Ilo (Ilo, El Algarrobal, Pacocha).
Moquegua ciudad capital, antigua Villa de Santa Catalina de Alejandría, fue fundada por los españoles en el año de
1, 541. Cada 25 de noviembre celebra su Aniversario. Caracterizada por su clima muy seco, soleado y frígido en las
alturas, la temperatura promedio anual es de 22 a 25°C.
UBICACIÓN
Superficie:16,147km2.
División Política: La región Moquegua está conformada por 03 provincias y 20 distritos.
ORIGEN ETIMOLOGICO El nombre Moquegua tiene un origen desconocido, aunque las investigaciones
las vinculan a dos posibles orígenes antes de la llegada de los Incas: 4 Idioma: Quechua Palabra:
Moquegua Origen: Muki ,húmedo o mojadoy Hua.
ECONOMÍA: Las plantaciones de olivos de Ilo son el principal negocio de su agricultura, que es ocupación
de la mayor parte de los moqueguanos. También resaltan los sembríos de palta de Samegua. Omate es el
centro de producción de frutales, sobre todo de limón, lima y damascos.
EDUCACIÓN COLEGIOS PÚBLICOS Y PRIVADOS: Total: 376. Educación inicial: 120. Educación primaria:
191. Educación secundaria: 65.
CEREMONIAS CON CERVEZA EN EL ANTIGUO PERÚ Poco a poco los arqueólogos han empezando a
desvelar las costumbres de los habitantes de hace cientos de años de Cerro Baúl en Perú. Entre ellas se
encuentra la elaboración de cerveza de maíz por parte de mujeres de clase alta.
CALENDARIO TURISTICO
Torata celebra el 2 de febrero la Fiesta de la Virgen de la Candelaria. ·
El 19 de febrero se da inicio a la Semana Turística de Ilo.
El 3 de abril se festeja el Aniversario de Omate.
La Fiesta de las Cruces se festeja en todos los pueblos durante la primera semana de mayo.
La fiesta de Santa Fortunata se conmemora el 12 de octubre.
La Semana Turística de Moquegua comienza el 20 de noviembre, programándose variadas actividades
Folklóricas, deportivas y sociales.
El Festival de la Virgen de la Inmaculada Concepción se lleva a cabo el 08 de diciembre.
Gastronomia
Moquegua
PLATOS TÍPICOS
CUY FRITO: Exquisito plato típico de Moquegua, preparado en base a cuy cubierto de maiz
molido y frito.
PATASCA MOQUEGUANA: Delicia moqueguana preparada en base a trozos de chancho, mote, papas y exquisito
aderezo
LA CACHARRADA: Plato tradicional de moquegua elaborado en base a diversas carnes y papas cocidas bajo tierra
unica en el mundo.
CHICHARRÓN DE CHANCHO: Único en el Perú por sabor especial gracias a la excelente crianza de estos animales y
a la especial alimentación que reciben. Su sabor es incomparable.
MOQUEGUANO DE CAMARÓN: Plato especialidad de Moquegua preparado en base a Camarones que se extraen
de la riberas del río Moquegua o en su defecto de los exquisitos y gigantes Camarones del Valle de Omate.
PICANTE DE CUY: Plato muy difundido a nivel de la región, preparado en base a cuy y papas
ARROZ CON PATO: Otra delicia peculiar en su preparación en relación a las demás regiones del
Perú. Su sabor es sin igual.
OTROS: Asado a la Piedra, Sango, Puchero
POSTRES Y DULCES
Alfajor de Penco Besito de Amor
Guargüeros Suspiros Turrones
Torta de maiz
Roscas Manjar Bebidas, Licores y Dulces:
Blanco Hojaldrilla Pisco
Alfajorillo Pisco puro no aromático
Pisco puro aromático Damasco
Pisco acholado Ciruela
Pisco mosto verde Cuaresmillo
Vino Mora, fresas, Uvas y otras
Vino tinto seco Otros
Vino tinto semi seco Chicha Baya
Vino tinto tipo Oporto Leche de Monja
Macerados Chimbango
CULTURA
Mención especial merece José Carlos Mariátegui, uno de los pensadores más
grandes y universales que Moquegua dió al Perú y al mundo. Sus obras reflejan un
análisis social, cultural y económico de nuestro país que pocos hombres
consiguieron describir y plasmar en su real magnitud, sobre todo en su estrecha
relación e influencia en el contexto internacional.
Su filosofía hasta hoy sigue vigente debido a la naturaleza genérica de su análisis
en cuanto a los grandes problemas nacionales.
Mariátegui nació pobre, gran parte de su vida vivió convaleciente y discapacitado,
pero todo esto no fue excusa para dejarse aminalar y derrotar por los obstáculos
que la vida le puso, todo lo contrario, se dedicó a erradicar el gran problema
nacional, la ignorancia, en base a ferrea voluntad autodidacta y deseos de convertir al perú en un país
justo para todos, es por eso que se le conoce como el gran "Amauta" de América.
Precursora de la novela femenil peruana en la segunda mitad del siglo pasado, su fama llegó
mas allá de los linderos del país. Es un verdadero orgullo para las letras peruanas y para su
tierra, Moquegua. Alguien señaló, el 7 de febrero de 1849 y la mayoría de los biógrafos,
incluyendo al mismo Tamayo el año 1845, las fechas de natalicio de la novelista moqueguana.
MITOS Y LEYENDAS
Se cuenta que hace mucho tiempo, en el puerto de Ilo, ubicado al sur del
Perú en el departamento de Moquegua, vivía Alberto, un pescador.
Un día Alberto salió de faena al mar con su lancha, junto con su mejor amigo
de nombre Pío.
Estando ya en altamar, Alberto sintió cansancio por las largas horas que
navegaba. Al llegar la noche y preocupado porque no habían pescado nada,
decidieron regresar al muelle Fiscal y desviando la proa, enrumbaron a sus
casas. Pasada media hora, ambos amigos escucharon una melódica canción
en medio de la noche y el brillo del mar que provenía de un conjunto de rocas.
Ellos pensaron que era el viento con el vaivén de las olas y no le dieron importancia al sonido.
Pio, remando más despacio, decidió ver que animal provocaba tan bello sonido y divisando a una sirena
hermosa con cabellos cristalinos, ojos brillantes y con una silueta de mujer inigualable, ella llevaba entre
sus manos una varita que daba buena suerte.
Pío se puso a pensar en ese momento en los rumores de vertían otros pescadores de la suerte y la
fortuna que traía la varita de la sirena.
Entonces decidió arrebatarle la varita a la sirena. Antes de hacer ello, la sirena se zambulló al mar. Pío
dio un salto, tomó la varita y de otro brinco volvió a la lancha y remó como nunca antes lo había hecho,
y se alejó de ese lugar.
Alberto le preguntó el porqué de aquella acción tan peligrosa a su amigo y este le respondió y solo
estaba ejercitando los músculos y así en medio de la conversación se dirigieron hacia el muelle.
Estando en el muelle Fiscal se bajaron los dos apresurados para tomar café en la casa de Pío.
Cerca de las dos de la mañana, Pío no podía dormir tranquilo por la acción que había realizado en el mar
y mientras pensaba , nuevamente escuchó la melodía. Él se levanto asustado y miró por la ventana, era
la sirena que lo llamaba entre las olas del mar y el oscuro ocaso.
Pío salió a pasear para borrar el miedo que llevaba dentro. Se encontró con Alberto y decidió contarle lo
que venía ocurriendo todas las noches.
Alberto, le dijo que la última vez que fueron al mar, saltó de la lancha y vio que había cogido algo
brillante ¿Qué era?-preguntó- no era nada –dijo Pío.
Sin haberle creído Alberto le respondió: “Esa es la varita de una sirena y mientras tú la tengas te traerá
mala suerte; es mejor que la devuelvas antes que pase más tiempo, porque cuando la llegues a tocar, en
el Mar te va a pasar algo muy malo”.
Después de la conversación, Pío regresó corriendo a su casa, cogió la varita y se fue a tirarla al mar en un
lugar muy alejado para que nadie lo viera. Pero en su mala suerte pisó un pozo de agua. De inmediato,
Pío se convirtió en una inmensa peña.
El poder de la varita hizo que desde ese día, ese lugar se convirtiera en una piscina natural de aguas
quietas y cristalinas conocida actualmente como Puerto Inglés.
LA HORMA
Al norte de la ciudad de Ilo, hay un manantial copioso que desemboca en la playa
El Platanal, llamada así porque en su lecho se levantan palmeras a la cual debe su
nombre, además de higueras y otras plantas.
Aquí habitaba un pequeño pero aguerrido pueblo perteneciente a la Cultura
Chinchorro. Su vida cotidiana se desarrollaba entre la paz de sus quehaceres
domésticos, los hombres se dedicaban a la pesca, al cultivo y a la orfebrería, y las
mujeres al tejido y cerámica.
Cuando Viracocha vino a Ilo a sumar territorios para incorporarlos a su Imperio, tuvo conocimiento de
las ricas minas de oro que existían al norte enviando un pequeño grupo de guerreros . Debido a la
dificultad de acceso a la quebrada El Platanal, no pudieron doblegar a los dueños de casa.
Irritado, el Apu Viracocha, cuenta la leyenda, voló hacia el lugar y aterrizo cerca al manantial dejando
estupefactos a los del Chinchorro y sometiéndolos de este mo
Testigo de esto, es que hoy en día se puede apreciar en una roca la horma del pie que el inca Viracocha
dejo al llegar.
Narran los pescadores con más experiencia del varadero artesanal de Ilo, que Puerto Inglés , playa
ubicada al sur de la ciudad, fue como una especie de fuerte y desembarcadero pirata.
Los piratas desembarcaban aquellos tesoros que sustraían de los navíos de la corona española en una
fortaleza peñosa construida por la propia naturaleza, la cual hallamos en el cerro de peñas que se
encuentra ubicado frente a la playa.
Como era costumbre, después de haber atacado un navío real, la tripulación pirata quedaba maravillada
de tanta riqueza, todos los objetos eran de oro y decorados con rubíes.
Al día siguiente de cada robo, el capitán de la embarcación declaraba los tesoros y a la vez los demás
daban fe de protegerlo de cualquier amenaza inclusive sacrificando sus vidas.
Una noche Gulibert uno de los piratas, presionado por la codicia de la mujer que amaba, sustrajo un
cofre. Al ser descubierto por sus compañeros, huyó despavoridamente rumbo al cerro de peñas con la
finalidad de esconderlo, y así lo hizo.
No había pasado mucho tiempo y Gulibert fue detenido por el capitán, quien ordenó castigarlo por la
traición, lo cual era castigado con la muerte, y así lo hicieron. Degollaron a Gulibert y condenaron su
espíritu a la protección infinita de los tesoros.
Transcurridos los años, nadie se atrevía a buscar el baúl. Gulibert recorre las inmediaciones del cerro de
peñas, decapitado, debido al castigo que le dieron.
Se dice que su espíritu seguirá penando hasta reunir la cantidad de vidas que tenía la tripulación pirata a
la que pertenecía. También dicen que aquel que encuentre o trate de encontrar el baúl del tesoro será
maldecido como Gulibert.
LA POZA DE LA SIRENA
Los que viven cerca del ahora museo del Algarrobal, cuentan
que hace mucho tiempo, en la provincia de Ilo en el distrito
del Algarrobal se construyó una vivienda que tenía como
finalidad convertirse en museo.
Al término de esa edificación, empezaron a implementar el
interior de la vivienda con algunos restos que dejaron los
hombres antiguos que vivían en ese lugar.
A pesar del tiempo transcurrido, se dice que al promediar la media noche, se oían voces y sonidos como
si estuvieran trabajando en una chacra , cuidando el ganado, y lo más misterioso es que se escuchaba el
ladrido de un perro. Es por esa razón, que ninguno de los que cuidaban el lugar se atrevía a entrar a la
casa.
Cierto día uno de los vigilantes junto a un arqueólogo, se atrevieron a entrar al lugar. Esperaron hasta
media noche y al toque del reloj que marcaba las doce empezó nuevamente el bullicio, entonces vieron
que de pronto se le apareció un perro que ladraba; mientras ellos caminaban por el museo, pasados
unos minutos, desaparecieron las voces y aquel ladrido, los hombres se tropezaron y con mucho miedo
se levantaron, lo único que ellos deseaban en ese instante era salir de aquel lugar.
Al día siguiente, los hombres se pusieron a cavar, y encontraron que dentro de aquella excavación los
restos óseos de una persona con sus bienes, acompañado del esqueleto de un perro.
Consultando a los pobladores del lugar, los hombres se enteraron que en ese lugar hace muchos años
vivieron hombres llenos de bienes y que tenían como guardián un perro. Esos hombres son conocidos
como los Chiribaya.
Desde entonces, es común para aquellos pobladores escuchar los ladridos del perro y aquellas voces
misteriosas. Muchos dicen que el perro sale del museo y va a tomar agua del río los días martes y
viernes al promediar la media noche.
LA INDIA MARÍA
No había pasado mucho tiempo y Gulibert fue detenido por el capitán, quien ordenó castigarlo por la
traición, lo cual era castigado con la muerte, y así lo hicieron. Degollaron a Gulibert y condenaron su
espíritu a la protección infinita de los tesoros.
Transcurridos los años, nadie se atrevía a buscar el baúl. Gulibert recorre las inmediaciones del cerro de
peñas, decapitado, debido al castigo que le dieron.
Se dice que su espíritu seguirá penando hasta reunir la cantidad de vidas que tenía la tripulación pirata a
la que pertenecía. También dicen que aquel que encuentre o trate de encontrar el baúl del tesoro será
maldecido como Gulibert.
LA DAMA ENCANTADA
Cuenta la leyenda que cierta vez en el valle Chiribaya de la provincia de Ilo se hallaba un chombo, el cual
fue encontrado por un explorador, percatándose que emanaba un olor fétido del mismo.
Al darse cuenta de dicho olor, el explorador decidió abrir el chombo. Al destaparlo, no pudo soportar la
fetidez, perdiendo la conciencia por algunos segundos.
Al despertar, se topo con una bellísima dama, ella había salido del chombo.
Al cruzar miradas la dama le dirigió la palabra para pedirle que no dijera nada sobre su existencia y a
cambio de su silencio le concedería cualquier deseo.
Soy indio puro, legítimo. El vino a Moquegua Los de mi pueblo, también. Ustedes no son peruanos, son
españoles o cruzados. Son familia de Pizarro. Yo soy Reyes, familia de Inkarrey. Inkarrí es hijo de la
Madre Luna y el Padre Sol.
Inkarrí amarró al Sol para que el tiempo durara. También amarró el toro. Gran hombre mandaba todo,
hacia caminar las piedras. España lo llamó. Por eso construía un puente de oro sobre el mar, para llegar
a España. Antes de terminarlo, Pizarro lo mató con armas, balas. Inkarrí sólo tenía waraka. Le cortó la
cabeza y la mandó a España. Su cuerpo se quedó aquí. Dicen que en España su cabeza está viva, la barba
le está creciendo, todos los meses la afeitan. Ahora no hay Inkarrí. Cuando murió, llegó Jesucristo,
poderoso del Cielo. El no tiene que ver nada con Inkarrí que está en la tierra. Cristo está aparte, no se
mete con nosotros. Tiene el mundo en la mano como una naranja.
Cuando el mundo se voltee, va a regresar Inkarrí y va a andar, como en las épocas antiguas. Entonces
todos los hombres, cristianos y gentiles, vamos a encontrarnos.
Todo eso lo saben los cerros y punas. Inkarrí ha hablado con Sara-Sara, Solimana, Achatayhua. Esas
montañas lo han visto. Son las más altas, por eso ven más lejos y saben todo.
Tras larga caminata, los obreros se pusieron a descansar en las faldas de este último cerro, pero un
curioso trabajador quería explorar aquel cerro de extrañas formas; en el momento del descanso se fue a
la cima y todos lo avistaron atónitos por tal osadía.
Todos esperaban el regreso de su compañero de trabajo pero este no llegaba, pasó el tiempo y la
preocupación comenzó a inquietar a los demás obreros. Se decidieron en ir a buscarlo, ingresaron a la
abertura del cerro de extrañas formas y no encontraron nada, sólo uno de ellos pudo ver a un sapo
muerto que no le tomó mucha importancia. Los hombres seguían con la búsqueda, pero los resultados
eran desalentadores.
Al atardecer regresaron al Campamento donde reportaron la desaparición de su compañero al jefe de la
expedición. La búsqueda fue intensa durante varios días sin resultados positivos. Nunca apareció este
muchacho, decía la gente, por esos tiempos, que la boca se había tragado al hombre que había venido a
inspeccionar la ruta que tendría el “Kalamaso”. Hoy a ese cerro lo llaman “La boca del sapo”, ubicado
más allá de Miramar, en la provincia de Ilo.
al suelo, pidió ayuda, entre balbuceos y frases incoherentes y nadie había, solo
Francisco, quien lo llevó a su casa para tratarlo.
Este hombre de aspecto sorprendente se quedó a dormir en casa de Francisco, después salió por la
mañana sigilosamente llevándose unos zapatos de color marrón que tenía Francisco, quien al despertar
se dio cuenta que le faltaban los zapatos de color marrón y no dudó en echarle la culpa al hombre que
había auxiliado el día anterior, salió preocupado y furioso a buscarlo.
Este hombre de cabeza extraña se escondió en una playa cercana a Montecarlo, cuando creyó que nadie
lo perseguía subió a la punta de una peña para mostrar al horizonte los zapatos de color marrón que
había robado. En ese momento el zapatero Francisco llega observando lo que hacía el hombre cabeza de
gorila, cuando se escuchó una voz ruidosa que le decía “ estos zapatos son viejos, no los quiero, te voy a
castigar por este atrevimiento, convertiré tu cabeza en una peña grande por el resto de los siglos”. Era el
Dios del Mar que esperaba entrar a su reino con vestimenta nueva. Francisco asustado se fue corriendo
a contar a sus amigos de lo que había visto y nadie le creyó, entonces, el zapatero volvió a la playa
Montecarlo y vio desde lejos una cabeza de gorila esculpida en una peña, después murió sin volver a
contar a nadie de lo que había visto.
Ahora nosotros podemos ver al hombre cabeza de gorila cada vez que vayamos a Ciudad Nueva y
pasemos por la playa Montecarlo, allí está esperando al Dios del Mar para que lo desencante y vuelva a
ser el mismo de antes.
LORENA Y SU HATO
Desde que nació Lorena, algunos decían que se parecía a su tía, tenía la misma mirada y hasta la forma
de comportarse era parecida.
Después que su madre murió de una enfermedad que nadie conocía, Lorena se quedó al cuidado de su
padre y una tía, que hacía las veces de su madre. Poco a poco aprendió a cuidar el hato que le había
dejado su madre antes de morir; y su padre, para que su vida no transcurra en soledad, se casó con
Sofía, su nueva compañera. Viendo la tía que su presencia para el cuidado de Lorena estaba ya
remplazada, se alejó de la sobrina para rehacer su vida en otro lugar.
Lorena y la madrastra no se entendían, siempre se ponían ha discutir. Pedro, el padre de Lorena,
cansado de renegar por el comportamiento de ambas, terminó enfermo. A Lorena no le importaba
Sofía, ella se preocupaba de su hato y con ellos se entendía mejor que con la madrastra, el encuentro
diario era en las horas de las comidas y también el momento de los problemas, por eso, antes que
comiencen a discutir Lorena siempre se iba a ver su hato que lo esperaba ansioso para su pastoreo.
Un día su padre se acordó que antes decían que su hija se parecía mucho a su tía, su cuñada; más
todavía, se acordó del tiempo que la tía vivía con ellos y todo lo que le había enseñado. Estaba muy feliz,
pero no comprendía porque su hija se comportaba de ésa manera si todo se le había dado. Ambas,
hijastra y madrastra, vivían de cuidar sus hatos, ellos les daban la subsistencia, si algo faltaba vendían
uno o dos corderos y todo estaba solucionado, pero cada una de ellas siempre vivían por su lado y a su
manera.
Los días pasaban y el padre, viejo y cansado, no sabía qué hacer para que su hija y su esposa se
reconciliaran, una vez le dijo a su hija “¿qué pasa hija, por qué tratas así a Sofía?” Y ella sin inmutarse le
respondió “ ella no es mi madre, a mi madre nunca le diste lo que le das a ella. Lo que te pide ella tú se
lo das”. El padre estaba acongojado, no se había dado cuenta que su hija, ya mayor, se daba cuenta de
todo. Sin embargo tras esta conversación el comportamiento de Lorena no cambió, al contrario le dio
oportunidad para responder y enfrentar cualquier situación con su madrastra, una vez le dijo “Oye,
cuídate, sólo por que mi padre está con nosotros no te trato de otra manera, porque sino sería peor”.
No pasó mucho de esto, el padre murió, estaba cansado del enfrentamiento de Lorena con su
madrastra, todo para ellas era discusión y peleas. La muerte de Pedro, también fue otro motivo de
discusión, Lorena echaba la culpa a Sofía y ésta a la otra. El día del entierro no faltaron los amigos del
deudo que se dieron cuenta de estas rencillas, las peleas eran cotidianas, los motivos no faltaban.
Después de la muerte del padre, cada una de las mujeres se dedicó a trabajar y cuidar su hato, ninguna
de ellas quería perder ni uno de sus animales y en el pastoreo había muchas veces que coincidían en los
lugares que acostumbraban pastar, pero quien ganaba de irreverente era siempre Lorena, que en último
de sus recursos le increpaba la edad mayor de Sofía, “vieja”, le decía.
Los años no pasan en vano, y Sofía ya bordeaba los setenta años, no podía hacer lo que, otrora, en su
juventud hacía, ya se le estaban acabando los animales. Un día al cruzarse con Lorena le dijo que le
vendiera unos cuantos corderos y ovejas que ella ya no tenía, pero esta le dijo tajantemente ¡No!. Sofía
se quedó muy triste y entre si se dijo: “Ni un año va a pasar, ni un mes va a pasar, que tendrás que pagar
todo lo malo que hiciste, y quizá ninguna semana pasará o en el momento que tú no te imaginas, te
quedarás sin moverte, sin hablar, serás como las piedras que están regadas en el sendero de los
caminos” y se puso a llorar amargamente de su vida.
Los días transcurrían y las mujeres no se reconciliaban, cierta vez, ambas salieron muy temprano a
realizar sus faenas diarias, era ya muy tarde y ninguna de las dos regresaba. La tía, muy viejita ella, la
que decían que se parecía a Lorena, al enterarse se fue en busca de su sobrina, no la encontró, solo halló
a Sofía muerta sentada junto a su perrito que aullaba muy adolorido, llanto de queja que no entendía el
porqué de la muerte de su ama.
Volvió la tía al pueblo llorando y trayendo el cuerpo de la madrastra para darle sepultura, pasaron días y
la sobrina no regresaba,” se habrá ido con algún muchacho” pensó la tía muy preocupada, se resignaba
a que algo le haya ocurrido, sin embargo, su corazón no estaba conforme con lo que sucedía, quería
volver a ver a Lorena. En su caminar diario en busca de la joven, aquella vez, se sentó a descansar en
unos terrenos de poco sembrío, cuando acariciando una piedra suponiendo que era una oveja, se puso a
llorar y desde lejos, con sus ojos llorosos divisó a una mujer que caminaba, pero ella al llamarla no la
escuchaba, al contrario pensó que se iba y al querer alcanzarla tropezó con una de las piedras regadas
en el camino y nadie la pudo auxiliar.
Esa noche la gente muy preocupada por la demora en volver la tía, comenzó a buscarla, con lámparas y
candiles, formando grupos, se fueron por los diversos caminos que nacen del pueblo. Al amanecer del
día siguiente, un grupo de ellos encontró a la tía muerta entre unos peñascos y al revisar muy bien el
lugar se sorprendieron al ver que una de las peñas tenía la forma de una joven mujer rodeada de piedras
que parecían ser sus ovejitas y corderos. Nadie sospechó nada, pero la gente piensa que ella es Lorena y
su hato, que Dios la castigó por su perversidad y maldad; si alguien quiere constatar de lo que se cuenta,
vaya al valle de Ilo, en el distrito del Algarrobal, y verá cerca de la hacienda Chiribaya a la pastora y su
rebaño convertida en piedra
Esto se cuenta desde hace tiempo, cuando en las lomas de Ilo los pastores de las zonas vecinas venían a
pastar sus animales en las majadas, y en las laderas formaban sus pequeñas chozas para su refugio.
Mario Poma Curi
Cuenta la gente, desde hace ya mucho tiempo atrás, que tres hombres venidos de lugares extraños
visitaron las tierras andinas situadas entre Moquegua y Puno. Uno de ellos llamado Francisco no quiso
caminar más y se quedó en el pueblo de Tiquillaca, voy a ser ganadero en estas pampas se dijo y no
pensándolo más, se estableció con la gente del lugar. Todos estaban contentos con él. Era un ganadero
amable y bondadoso, curaba a los enfermos y ayudaba a los más necesitados, se hizo querer tanto, que
todos lo creyeron santo, es por ello que en honor a este gran hombre el pueblo tomó su nombre para
después llamarse San Francisco de Tiquillaca y es como se conoce hasta hoy.
De los otros dos hombres uno llamado Antonio se quedó en un lugar llamado Esquilache, zona rica en
oro y minerales, voy hacer minero dijo para sí y no queriendo dar un paso atrás se adelantó para
ingresar a la ciudad, mientras el otro hombre lo miraba perderse por los peñascos. Antonio conocía el
oficio del minero por eso no le fue difícil adaptarse al trabajo diario. Con la gente también se portó bien
enseñando las bondades de los hombres como hijos de Dios. Ayudaba a todos, no miraba distingos en
nadie, era un hombre sabio y bueno. La gente pensaba que Dios le había mandado a Antonio a enseñar
a los hombres a no ser tan codiciosos con el oro de aquel lugar. Por ello, cuando murió Antonio le
hicieron una iglesia para recordarlo siempre. Por eso que en aquella iglesia la gente piensa que esta
enterrado Antonio, que a los favores de Dios, el lugar fue llamado para la posteridad como San Antonio
de Esquilache.
El último de los viajeros se llamaba Ignacio, este hombre era fuerte, en su juventud había sido militar,
tenía gran resistencia en el viaje, buscaba un buen lugar donde quedarse, quiero un lugar donde
sembrar y cosechar pensaba, y mirando a un lugar y otro, avistó el cerro Chucapaca y se quedó a
descansar, no, este sitio es frío, no es bueno para la agricultura, murmuraba para sus adentros. Voy a ir
más abajo concluyó. Caminó más adentro y observó una pampa más allá del cerro Cruzani. Allí hay
tierras favorables sonrió alegremente. Ignacio había llegado al lugar que deseaba, pero al llegar a la
ciudad, la gente no se encontraba en sus casas, solo observó a un niño que pastaba muy cerca sus
llamitas y alpacas, con él entabló una a amistad entrañable en esa tarde, pero Ignacio tenía que volver al
cerro Chucapaca donde había pernoctado el día anterior, pues se hacía de noche y la oscuridad
comenzaba a reinar en la ciudad. Al día siguiente volvió al pueblo y la gente ya se había ido a trabajar,
sólo encontró al niño que el día anterior se encontraba con sus llamitas y alpacas. Lo saludó y preguntó
por sus padres, el niño no le respondió. Le dio un pan y el niño le dijo gracias. Ignacio le pidió que no
contara a nadie del pueblo que se encontró con él, sin embargo el niño, le dijo a su madre que todos los
días un hombre blanco con un terno negro baja del cerro Chucapaca y le da regalos y pan. La gente se
asustó un poco y subió a la altura del cerro Chucapaca y no encontró nadie. Sin embargo el niño lo
miraba sentado mirando la pampa por el cerro Cruzani pero nadie más lo miraba. Entonces Ignacio le
dijo al oído, si la gente quiere verme que me construya una casa y yo bajaré a encontrame con ellos. Es
así como la gente comprendió el milagro con el niño y muy obedientes construyeron una casa donde por
primera vez la gente conoció a Ignacio quedándose a vivir con ellos por un tiempo hasta que murió. En
la actualidad esa casa es el templo de San Ignacio en el distrito de Ichuña, allí se venera al santo que es
el patrón del pueblo y que la gente quiso honrar su memoria nombrando el pueblo como San Ignacio de
Ichuña, en la provincia de Sánchez Cerro, departamento y región de Moquegua.
Mario Poma Curi
MUJER DE ARENA
En el juicio por daños y perjuicios, la Ballena Blanca fue quien defendió a los carpinteros y la Orca, otra
ballena, defendió al tiburón. Se alegaron muchas disculpas, por un lado se dijo que los carpinteros no
hicieron nada al susodicho, por otro, se manifestó que tendríamos que entender al tiburón por haber
tenido una vida desordenada y que había aprendido todo lo que sabe de sus padres. Sin embargo el
pueblo, ante tan difícil, situación, opinó que el tiburón tenía que abandonar la ciudad. Y dejar a todos los
del pueblo del Coral trabajando pacíficamente. Que en pueblo de Coral solo se vive para cantar y amar.