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INTRODUCCIÓN

El Dios Wiraqocha y Raqchi es el título de la investigación que nos hemos


propuesto en esta oportunidad, la misma que ha cumplido estrictamente todos
los aspectos programados y ha seguido en forma coherente las propuestas
establecidas, así como los procedimientos, los métodos de investigación y el
desarrollo de todas las actividades programadas.

Nuestras hipótesis han sido confirmadas, señalando la continuidad del desarrollo


cultural del interesante asentamiento humano de Raqchi. La vigencia de la
misión protectora de sus deidades locales y regionales paralelamente con las
imágenes sagradas del catolicismo y otros aspectos del mundo de las creencias
de los habitantes de este pueblo legendario, misterioso y mágico.

Durante la investigación hemos observado y constatado in situ, a través de


diferentes actividades, la supervivencia milenaria de este conglomerado andino
y conforme la investigación avanzaba, vimos por conveniente revisar los aportes
históricos de la zona y así coadyuvar de mejor manera los tópicos propuestos,
los que con mucha satisfacción presentamos en este informe final.

El Parque Arqueológico de Raqchi es actualmente el asiento de la comunidad


indígena de Raqchi, pertenece al distrito de San Pedro de Kacha de la provincia
de Canchis del departamento de Cusco. Está ubicado a 122 km hacia el sur de la
ciudad de Cusco a una altura de 3,350 msnm, en la margen derecha del río
Vilcanota. Antiguo asentamiento pre-hispánico, en él destacan rezagos
culturales monumentales como el conocido “Templo de Wiraqocha”, alrededor
del cual se encuentran restos de antiguos santuarios, viviendas, trojes o
graneros, cercos, andenes, canales de regadío y otros. Existe también una
muralla que recorre toda la extensión de la parte alta del conglomerado, paralela
al camino real llamado Qhapaq Ñan.

En la actualidad viven en Raqchi aproximadamente 30(1 familias, las mismas


que están reutilizando el material lítico (piedras pómez de origen volcánico), en
la construcción de sus viviendas y locales comunales como la escuela, una

1
original iglesia católica y últimamente han levantado ambientes que servirán
para fines turísticos.

Etnológicamente, tenemos la presencia de los hombres de Raqchi, quienes


desde tiempos pretéritos se dedicaron principalmente a la agricultura y
complementariamente a la ganadería y la alfarería, actividad que últimamente
está siendo tomada en cuenta porque algunos han comenzado a hacer objetos
con nuevos motivos decorativos que son muy aceptados por los turistas que
llegan al pueblo existiendo ya 10 puestos de venta en la plaza de Raqchi.

A partir de la década del 70 del siglo pasado, las autoridades de la provincia de


Canchis han utilizado la explanada de Raqchi para levantar un estrado donde se
lleva a cabo, cada 15 de Junio, el gran festival de Raqchi Raymi como dando
inicio a la semana jubilar de los festejos de Cusco. En este escenario se
presentan danzas típicas de las provincias altas y el ganador tiene el derecho de
estar presente en el Inti Raymi de Cusco.

Los primeros datos etnohistóricos de esta zona se encuentran en los informes de


los cronistas de los siglos XVI y XVII, quienes los recogieron de la literatura oral
tradicional de los indígenas. Ya en ese entonces, indicaban que el sitio de
Raqchi era un santuario religioso dedicado al dios Wiraqocha, sugiriendo al
mismo tiempo que este complejo arqueológico pudo haber sido un centro
administrativo, económico, político y religioso vinculado estrechamente con la
gran región del Qolla Suyu.

Últimos estudios de historiadores y antropólogos nos sugieren cómo los Incas


vivían en un mundo sacralizado, dado que la religión ocupó un lugar fundamental
en su cosmovisión. Los informes que hemos acumulado entre los años
2000-2003 ratifican la calidad sagrada del sitio de Raqchi, porque sigue vigente
la relación divina con los hombres en una franca armonía
hábitat-hombre-deidades.

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EL DIOS WIRAQOCHA Y RAQCHI

1. El Mito Inka de la Creación


Las investigaciones más sistematizadas del mito inca de la creación,
fueron captadas y analizadas por el arqueólogo norteamericano John
Rowe, quien después de haber consultado minuciosamente las crónicas
de Sarmiento de Gamboa, Cieza de León, Juan de Betanzos, Garcilaso
de la Vega, Guarnan Poma de Ayala, Cristóbal de Molina, Bernabé Cobo
y muchos más, pudo llegar a una explicación coherente de estos
interesantes eventos y fábulas míticas de los Incas. Hemos visto por
conveniente remitirnos a esta fuente principal, ya que la consideramos
uno de los mejores aportes al respecto:

“El mito Inca de la creación, en su forma final, se desarrolla más o menos


de la siguiente manera: Teqzi Wiraqochan, el Creador, hizo un mundo en
la oscuridad, sin sol, luna o estrellas. Luego decidió hacer hombres que la
habitaran y comenzó tallando en piedras algunos gigantes, para ver cómo
parecerían. Después de concluirlos, el Creador decidió' que los gigantes
eran demasiado grandes y por lo tanto los dejó de piedra e hizo hombres
de su propia talla. Después de un tiempo, los hombres se disgustaron, por
lo que convirtió a algunos en piedras y envió un gran diluvio para que
destruyera a los demás. Salvó del diluvio a tres ayudantes: T'oqapu
Wiraqocha, Imaymana Wiraqocha y Tawapaka Wiraqocha. Luego decidió
renovar su creación y comenzó por dotar al mundo con luz. Creó el Sol, la
Luna y las estrellas, e hizo que emergieran de la isla de Titicaca y
subieran al cielo. La luna fue creada más brillante que el sol, pero éste se
puso celoso y arrojó un puñado de ceniza en la cara de la luna al tiempo
que iban a subir al cielo.

El Creador se estableció en Tiahuanaco y allí creó las aves y los


animales, las serpientes, los insectos y los hombres. A los hombres los
hizo de arcilla, modelándolos y pintándolos con el estilo de peinado que
debían usar y los vestidos que debían llevar. Les dio vida y les dijo que
deberían ir por debajo de la tierra y emerger en los lugares donde él había

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decidido que deberían morar.

Durante la creación, Tawapaka Wiraqocha demostró ser desobediente,


haciendo todo lo contrario a las instrucciones dadas por el Creador en
lugar de ayudarle. El Creador, indignado, mandó a sus otros dos
ayudantes que tomasen a Tawapaka Wiraqocha, y atado de pies y manos
lo echaron en una bolsa en el lago Titicaca. Los vientos y las corrientes
llevaron las balsas a Chakamarka, con tal fuerza que rompió la tierra y
abrió el río Desaguadero. Tawapaka Wiraqocha fue arrastrado río abajo,
maldiciendo. Posteriormente regresó y fingió ser el Creador, pero fue
descubierto y se fue nuevamente.

Después de que la creación estuvo terminada. Teqzi Wira-qochan envió a


dos ayudantes que le quedaban para que llamaran salir de la tierra y a la
gente recién creada le enseñara-, cómo deberían vivir. Envió a Imaymana
Wiraqocha al norte, por el borde de la montaña y a T'oqapu Wiraqocha por
la sierra vecina, a la costa. El mismo Creador salió por una ruta central,
siguiendo la línea que llegó a ser la del principal camino inca.

En Pukará, Teqzi Wiraqochan halló que la gente había sido desobediente,


por lo que convirtió a muchos de ellos en piedras. Más allá, en Kacha, en
el territorio de los Canas, la gente salió a apedrearlo cuando comenzó a
darles órdenes. Entonces, hizo bajar fuego del cielo sobre los hombres y
el fuego consumió la colina en la que estaban parados, haciendo las
piedras ligeras como la pómez. De Kacha fue hasta Urcos, donde se
sentó en un cerro alto y convocó a la gente para que saliera de la tierra.
Luego caminó por el Cuzco y Jauja hasta que llegó a las orillas de la costa
del Pacífico, cerca de Manta, donde fue alcanzado por sus dos
ayudantes. Allí se despidió de la gente y partió caminando sobre el
océano”.1

1
Rowe, John. Art. “Origenes del culto al creador entre los Incas” 1971 – Pag 74,75

4
2. Leyenda De Wiraqocha
Muchos historiadores han tratado sobre la leyenda de Wiraqocha
captando los episodios míticos a través de las fábulas tradicionales
alcanzadas por los cronistas. Luis E. Valcárcel, con sus conocimientos
etnohistóricos ha contribuido esclareciendo los informes de los cronistas,
como es el caso de Juan de Betanzos, en su Suma y Narración de los
Incas, que es considerada por los historiadores como la probable
traducción de un poema histórico quechua. Por ser completa y fidedigna,
la versión de Luis E. Válcárcel, nos remitimos a ella:

“La leyenda dice a grandes rasgos: En el principio del mundo aparece en


las orillas del lago Titicaca, en el sitio de Tiahuanaco, un dios que crea
primero al hombre y lo hace de piedra. A medida que van saliendo de las
manos del creador figuras escultóricas de hombres y mujeres, va
colocándolas en los sitios de salida del Uju Pacha, es decir, en las
Pacarinas, a manera de estatuas. Pero, cuando poniéndoles un nombre,
las llamas, las esculturas se van animando, convirtiéndose en verdaderos
hombres y mujeres. No existía aún el sol, la luna ni las estrellas; es una
creación en la oscuridad, porque la leyenda dice que una vez terminada la
creación de la especie humana, Wiraqocha procede a hacer el sol y las
demás luminarias que va colocando en lo alto para que den luz a la tierra.
¿Qué luz pudo haber antes de la creación de los astros? Aunque la
leyenda nos lo dice, tenemos otra leyenda que se relaciona con ésta y es
la del Titi, un felino lacustre que por las descripciones que se hacen de él,
como un ser que vive en el agua y en la tierra, se trata seguramente de
una nutria. Es un felino de fuego que aparece en lo alto de la roca que
desde entonces toma el nombre de Titi-Kaka, es decir, “peña de felino”.
Es un adoratorio muy antiguo de la isla llamada hoy del Sol y que
primitivamente se llamó isla Titi-Kaka, nombre que después ha pasado al
lago. Este felino fue la única luminaria antes de la creación del sol, la luna
y las estrellas (probablemente la constelación del Choque Chinchay).

Cuando el dios Wiraqocha hubo concluido estos dos actos de creación del
hombre y de los astros, abandona el lugar de Tiahuanaco y aparecen

5
entonces, de pronto, otros dos personajes que se presentan en la leyenda
como ayudantes: uno se llama Tocapu Wiraqocha y el otro Imaymana
Wiraqocha. Los tres se ponen en movimiento, y mientras que Wiraqocha
toma la dirección norte, rumbo hacia Cusco, Tocapu toma la dirección de
los Andes orientales o región amazónica, incluso toda la parte de la sierra
que está a la derecha de la línea que va a seguir el dios. Imaymana

En su recorrido, Wiraqocha llega a un lugar que figura con el nombre de


Kacha, nombre que actualmente se conserva (San Pedro de Kacha),
ubicado aproximadamente a 100 km de Cusco. Una vez en ese lugar, las
criaturas que él mismo ha creado, lo desconocen y se rebelan, por lo que
el dios, indignado e iracundo, castiga a estos seres ingratos e irreverentes
haciendo llover fuego del cielo, el cual destruye hombres, animales y
plantas, quema la tierra misma causando pavor entre los sobrevivientes
que se postran en tierra y ruegan a Wiraqocha los perdone. El dios los
escucha y hace cesar el fuego. Este episodio tiene una base real puesto
que en el sitio de Kacha existe un volcán con tres cráteres (llamado por
esa razón Kinsach'ata) que en tiempos remotos hizo violenta erupción y
aún ahora se pueden ver los campos vecinos cubiertos en parte por rocas
calcinadas, o piedra pómez, muchas de las cuales han sido recogidas
para delimitar los campos de sembrío. Es pues, el recuerdo de este
fenómeno volcánico el que fue agregado al episodio mítico de la leyenda
de Wiraqocha. Así, prosiguiendo su camino, Wiraqocha llega a Cusco,
establece allí un gobierno y designa como jefe a Allca Huisa. Hasta los
tiempos incaicos existía en Cusco un grupo conocido como los
Alcahuisas. Mientras tanto, los ayudantes han seguido avanzando en su
camino para finalmente reunirse los tres en la costa norte, en el sitio que
hoy se llama Puerto Viejo y que se encuentra ya en el Ecuador. Desde allí,
se dirigen hacia el mar, y caminando por encima de las aguas, se pierden
en el horizonte.

Otra revelación del dios, según Garcilaso, se aparece al príncipe Ripac


que estaba confinado en el sitio llamado Chita, no lejos de Cusco. Se le
presenta en la figura de un hombre vestido con hábito talar que llevaba

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atado un animal que son solo versiones, la aparición representa el peligro
de los vecinos Chancas que están armándose para invadir Cusco y la
advertencia de que es preciso actuar rápidamente contra ellos pues el
dios protegerá Cusco y proporcionará soldados en el momento oportuno.
En virtud a esta revelación divina es que, sea Ripac o Inca Yupanqui,
asume la defensa de Cusco como nuevo Inca y hace frente al ejército
Chanca. Se libra entonces una sangrienta batalla y cuando los defensores
de Cusco se van viendo diezmados, de pronto las piedras se convierten
en soldados, son los Purun Awka, Wiraqocha había transformado las
piedras en hombres para lograr la victoria sobre los Chancas.

En agradecimiento, Pachacutec proclama a Wiraqocha como el


verdadero dios supremo y coloca un símbolo del dios en la figura de una
elipse de oro, en un lugar más alto que el sol y la luna, y además, manda
construir un templo especial para Wiraqocha en la plaza de Cusco, en el
sitio promi-nente de Quishuarkancha donde se coloca la imagen de
Wiraqocha en la misma forma en que fue visto en la aparición. Más tarde,
este mismo Inca o su sucesor, construye otro templo en el sitio de
Racha. El templo de Wiraqocha tenía un solo altar y en él, la estatua del
dios de “piedra mármol” según Guarnan Poma- en la forma como
apareció: barbado, con hábito talar y portando un báculo”.2

3. Wiraqocha
Éste es un término quechua compuesto de dos vocablos que quieren
decir wira “sebo” y qocha “mar” o “lago”. Nombre que identifica a ese ser
supremo que se fue caminando por encima del agua, cual si fuera sebo o
espuma del mar y se perdió en el horizonte como cuando se pierde el sol.
Mucho tiempo después, por esa misma ruta, aparecieron hombres
semejantes a este dios, barbados y de tez blanca. Eran los, españoles
que llegaron en 1532. Los nativos andinos encontraron tal semejanza que
los llamaron Wiraqochas y actualmente continúa la tradición porque
siguen nombrando como Wiraqocha a toda persona blanca o mestiza.

2
Valcárcel, Luis E. “Etnohistoria del Perú –Antigua Historia del Perú”. – Perú.

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Este ser supremo fue reconocido con una gran variedad de nombres, tal
como puede comprobarse en las oraciones dirigidas a él recopiladas por
muchos cronistas. Por razones didácticas sólo señalaremos los términos
más comunes con los que honraban a su dios. Cabe mencionar que en la
actualidad, los cristianos nativos de los Andes le anteponen el nombre de
Jesús o bien lo señalan anteponiéndole términos propios de sus deidades
como en el caso de Apu (dios supremo) Jesucristo. A continuación
detallamos algunos nombres:

 Wiraqochan Respetado Wiraqocha


 Teqzi Wiraqocha Wiraqocha fundamental
 Pacha Yachachi Creador del mundo
 Kay pacha kamaq Creador de este mundo
 Illa Wiraqocha Wiraqocha resplandeciente
 Qori IIlapa Resplandeciente de oro

Luis E. Valcárcel analiza el nombre genérico de Wiraqocha


desarrollándolo de la siguiente manera:

APU KON TITI WIRA QOCHA


supremo fuego todo tierra agua
señor

Conjunto (lo sólido y lo líquido)


Señor supremo del fuego, de la tierra y del agua (de todo lo creado).

 APU: Una cosa que es eminente, que está por encima de todo lo
supremo.
 KON: Significa conjunto, todo
 WIRA: La tierra en el sentido de lo sólido
 QOCHA: (Ko: agua) la idea de lo líquido

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Para nosotros, el análisis del nombre se desarrollaría de la siguiente
manera:
APU KON TITI TIQSI WIRA QOCHA
Dios Viene de Felino Fundamento Sebo Agua
Poderoso Qona por Gato Cimiento Grasa Laguna
Espíritu decir Lacustre Base, Mama Qocha
Hoguera fuego. mundo
tutelar

El nombre de este dios, en su conjunto, puede traducirse como “Señor de


todo lo creado”. Es espiritual porque es invisible. La figura humana con
que se le representa es de una encarnación temporal.3

4. El Poder que Tuvieron los Primeros Hombres de Raqchi


La tradición popular sigue siendo comunicada con admiración y temor de
generación en generación. Así, cuentan que los primeros habitantes de
esta zona eran gentiles hombres, conocidos en quechua como Gentil
machu o ñaupa machus. Los dioses dotaron a estos hombres de mucho
poder y por eso no tuvieron dificultades ni sufrimientos. Tuvieron potestad
sobre fas piedras, a las que ordenaban trasladarse de un lugar a otro con
sólo un latigazo. Asimismo, orientaban la ruta que debían seguir las aguas
y supieron controlar los fenómenos climáticos y beneficiarse de ellos.

Llegaron a ostentar tanto poder que quisieron compartir decisiones con


sus dioses, se tornaron soberbios y pretendieron llegar al lugar donde
estaban sus creadores, el Hanaq Pacha (mundo de arriba), para así gozar
de las mismas gracias que ellos. Entonces, determinaron construir una
gran escalinata para llegar a ese mundo de arriba. Para esta edificación
eligieron tres montañas que estaban unidas en sus bases a manera de
cimientos. Estos cerros se llamaron Kinsach'ata (tres porciones) y en su
cima harían un gran asedio circular desde donde se elevarían las
escalinatas. Como se requería de muchos obreros obligaron a todos los
pobladores de la zona a participar en la construcción, haciéndoles creer
que era una obra divina y que serían premiados por sus dioses cuando la

3
Luis E. Valcárcel . “Antigua Historia del Perú” – Pag. 144

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obra hubiese sido concluida.

Así, el trabajo se inició con mucha alegría, pero poco a poco, los hombres
comenzaron a sentirse fatigados y sus fuerzas disminuyeron
notablemente; peor aún, las piedras se volvieron desobedientes y las
aguas ya no quisieron ascender a pesar que faltaba poco para dar por
concluida la obra.

De pronto, el día se oscureció súbitamente y en el cielo surgieron


destellos de rayos y relámpagos que enceguecieron a los constructores.
Se abrió una gran puerta en el Hanaq Pacto y a través de ella se hizo
presente su dios, un anciano de alta estatura y de finos rasgos vestido con
una larga túnica de color blanco y empuñando un bastón casi
imperceptible. Este personaje les extendió los brazos benévolamente,
como dándoles la bienvenida, pero como todo fue tan repentino, la pareja
de gentiles, el gentil machu y su esposa, se olvidaron de quitarse sus
monteras como signo de respeto y sumisión. Esta actitud disgustó al ser
superior, quien después de censurarlos por su conducta, entró en cólera,
les quitó la barreta de oro y la comba de plata, principales herramientas
con las que estaban trabajando, las levantó en alto y las arrojó con fuerza
sobre la incauta pareja. Las herramientas también hicieron impacto sobre
las gradas de roca y este choque produjo un fuego tan fuerte que los tres
cerros Kinsach'ata se despertaron convirtiéndose en volcanes. Las
viviendas y los campos fueron invadidos por el fuego y la lava que
manaba sin cesar y los hombres fueron enterrados y convertidos en
cenizas. Las piedras calcinadas se hicieron esponjosas y, al enfriarse,
perdieron peso, se volvieron Ch'usaq sonqo (de corazón vacío) fí ya no
eran esas piedras obedientes que se desplazaban de as lado a otro, se
volvieron sordas.

Cuánta no sería la furia del creador, que sus castigos también influyeron
en el Uju Pacha (mundo del subsuelo), las rocas se trastornaron y salieron
del interior de la tierra; así surgieron, en el pueblo de Tinta, piedras
blancas y en el camino a Cuzco, pasando el pueblo de Urcos, aparecieron

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hermosas piedras de color plomizo, apiladas y organizadas como si
fueran trojes, por eso el sitio se conoce como Rumi Qolqa (troje de
piedras). Fueron éstas las rocas utilizadas por los incas para edificar la
ciudad de Cuzco y otros pueblos aledaños.

Pasada esta calamidad, al cabo de un tiempo surgieron otros hombres,


los hombres actuales o qhepa wiñay (última generación), que somos
nosotros, pero no tenemos los mismos pode-í res y nos costará mucho
poder sobrevivir.

Los pobladores afirman que-después de nuestra generación los dioses


crearán nuevos hombres con otros dones, porque los dioses serán
magnánimos con ellos. Vivirán en armonía con los seres superiores y
serán alados, para así trasladarse con facilidad de un lugar a otro. Ellos sí
tendrán la potestad para poder llegar al llanaq Pacha y lo harán sin
ninguna dificultad, serán venturosos y gozarán de tiempos mejores.4

5. El Agua en Raqchi
Se dice que los primeros pobladores de esta zona tuvieron mucho poder
sobre todo cuanto existía en su entorno. Estaban bajo sus órdenes, las
plantas, animales, piedras y ríos. Pero en un comienzo no contaban con el
líquido elemento para alimentarse o calmar su sed. En vista de esta
ausencia, se vieron obligados a acudir a su dios regional Apu Awsanqati,
porque de él dependía la presencia de las aguas.

Así, toda la gente se congregó para realizar una gran peregrinación hacia
el santuario de su dios protector Awsanqati, para pedirle que el agua
llegue a Raqchi, ya que los pobladores se encontraban desesperados y
en conflicto. Al ver tanta congoja, d dios tuvo conmiseración y de
inmediato dio la orden para que sin brazo de agua se dirigiera a Raqchi
saliendo de la laguna Siwina qocha (lago circular), ubicada en la parte
posterior del Apu. Los pobladores también suplicaron al dios para que el
no fuera por el interior de la tierra, para que no sea desviado m ensuciado
4
Valencia Espinoza, Abrahan “Cusco Religioso” – 2003 – Cusco – Pag. 483 - 485

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y llegue a Raqchi limpio y puro, pero esta recomendación no fue acatada
por el agua, ya que antes de llegar a Raqchi faltando un pequeño trecho
para llegar a su destino, el agua salió por su cuenta por un lugar del cerro
Qanchinisun, deidad principal del pueblo de Tinta. Los tíntenos, al ver
este surgimiento voluntario del agua, se alegraron mucho por considerarlo
una obra divina que no solicitaron. Sin embargo, esta acta duró poco
tiempo ya que el agua se secó. Al ver esto, los poto-dores de Tinta
tuvieron que ir a la laguna de Pampamarka, es Canas, para pedir que
desde allí descendiera un brazo de agio por el cerro Wanunturpay y desde
allí se distribuya por toda SÍ ciudad, tal como sucede hasta ahora.

El otro río, al darse cuenta de su error, tuvo que volver a internarse en el


subsuelo para llegar al lugar que le había sido designado. Para este fin, la
gente de Raqchi había construido con mucha anticipación, unos
reservorios en un lugar sagrado llamado Mesapata. Esta era una
construcción de forma rectangular rodeada de piedras finamente labradas
desde donde se distribuiría el agua por cinco canales conocidos como
paqchas (chorreras), a través de los cuales se repartiría por otros canales
secundarios y así llegue a todos los hogares. Se cometa que
antiguamente Raqchi tenía cinco ayllus y cada chorrera o paqcha le
pertenecía a una familia. Posteriormente, los pobladores se agruparon en
tres barrios conocidos como Hanansaya, Chaupichunka y Urinsaya.

Cuánto júbilo y satisfacción habría causado la presencia) del agua que


llegó limpia y pura como lo sigue haciendo hasta ahora, por eso es
conocida como misk'i unu (agua dulce). Y como desde un principio fue
considerada deidad, Mama Unu, le rindieron tributo con ofrendas
especiales en el lugar donde se había concentrado formando una laguna
conocida como Sumaq Qocha (laguna hermosa). Los nativos comenzaros
a hacer hermosos ceramios en miniatura, ollitas y cántaros que llenaban
con algunos recados mágicos y los arrojan en medio del arroyo como una
ofrenda ritual. Fueron y siguen siendo los ancianos quienes efectúan
estos cultos con mucho esmero a manera de reciprocidad por los dones
recibidos. En la actualidad, los pobladores siguen rindiendo culto a las

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paqchas o a la lagunita formada por ellas. Ellos siempre le ofrecen
ritualmente fe hojas de coca y unas gotas de bebida antes de iniciar sus
oreas cotidianas y durante el mes de agosto, son veneradas junto con la
Pachamama (madre diosa tierra).

Como el agua de las paqchas fue considerada pura, limpia ¡sagrada, los
nativos del lugar optaron por “purificarse” lavándose o bañándose en ella
muy de madrugada, antes de ser vistos por los rayos solares. Al poco
tiempo, personas foráneas se enteraron de estas bondades y también
comenzaron a acudir para limpiarse física y psíquicamente, pero a la vez,
acudía mucha gente enferma con la esperanza de sanar sus males. Por
esta razón, y para evitar contagios, se prohibió la visita de personas
extrañas. Al existir esta restricción, la gente acude ahora en forma muy
discreta, coge el agua en botellas y se la lleva a su hogar para purificarse,
tanto bebiéndola como mojándose el cuerpo.

La gente le pide a la diosa del agua que nunca deje de manar, que siga
brotando por toda la eternidad y sirva a las nuevas generaciones.
También le piden perdón por no cumplir con los cultos ofrecidos y le
ruegan nunca sufrir como sufrieron los primeros pobladores de Raqchi.

Hace algunos años, un concejal del distrito de San Pedro, don Pedro José
Uría, intentó hacer limpiar la represa, porque creía que estaba descuidada
y sucia. Ordenó a varios peones del municipio que limpiaran el arroyo y al
hacerlo, sacaran las piedras y fragmentos de cerámica y arrancaran la
maleza. Al comenzar la labor el cielo se oscureció, el sol se ocultó detrás
[de grises nubes y cayó una fuerte granizada.

Los trabajadores, sorprendidos por este raro fenómeno se atemorizaron y


abandonaron sus herramientas para ir a cobijarse al pie de unos andenes
hasta que cese el mal tiempo. Se culparon entre ellos de Saberse
convertido en aciagos por estar profanando a la mama qocha (madre
laguna) y se negaron a seguir limpiando por miedo a sufrir mayores
castigos. Este incidente les hizo reflexionar y les sirvió de control para

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nunca más perturbar la tranquilad de su diosa agua, para dejar en su sitio
las dádivas entregadas como ofrenda, es la diosa quien las mantiene si
así lo desea y las elimina cuando la ofrenda ha sido mal servida.

En otra oportunidad, obreros del Instituto Nacional de Cultura de Cusco,


desconocedores de estos acontecimientos y de estas creencias, se
encargaron de limpiar la lagunita formada por las aguas de las chorreras y
comenzaron a arrancar las plantas acuáticas creyendo que era simple
maleza, pero la gente del lugar vio esta acción con desagrado y les
informaron que estaban cometiendo sacrilegio al profanar las plantas
alimenticias, medicinales y mágicas.

Ante esta situación, no pudieron continuar con su tarea de limpieza, sólo


habían avanzado con un pequeño sector en el cual constataron que la
base de la laguna había sido finamente enlosada con piedras. Por el
trabajo primoroso se dedujo que era de factura muy antigua, del período
mea. Esta limpieza sirvió para verificar el piso y para constatar la maravilla
de la ingeniería hidráulica de los incas. Asimismo, se constató la
presencia de una variedad de aves como patos, gansos y wallatas que
acudían eventualmente a esta laguna.

Los nativos cuentan que esta pequeña laguna también tiene otra clase de
encantos, pues a cierta hora del día, en un instante silencioso, surgen de
las aguas hermosas ninfas que son capaces de encantar a los hombres,
quienes extasiados son atraídos y trasladados en cuerpo y alma al interior
de la diosa agua.

Afirman también que cuando muere el día, salen de la lagunita y de las


paqchas minúsculos geniecillos que saltando, brincando y haciendo
rondas cantan lindas canciones con las que son capaces de convencer a
los hombres para llevárselos a lugares que guardan riquezas. Todas
estas historias sirven como control para que algunos incautos no cometan

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imprudencias y respeten los lugares sagrados de Raqchi.5

6. Historia de Raqchi
Raqchi es una comunidad campesina e histórica reconocida a nivel
nacional e internacional por su hermoso trabajo de artesanía en
cerámica manual , capital arqueológica y turística del valle del
Vilcanota.

Cuenta con 80 familias aproximadamente de los cuales 70% se


dedican a elaborar toda clase de cerámica de donde se deriva el nombre
de Raqchi y el 30% a la agricultura , ganadería.

Ubicada a una altura de 3480 m.s.n.m. a la margen derecha del río


Vilcanota y en las faldas del volcán Quinsachata al pie de la carretera
Cusco- Puno en medio de los distritos de Tinta y San pedro de la
Provincia de Canchis a unos 110 km al sureste de la ciudad de Cusco y a
unos 20 km al nor este de la ciudad de Sicuani.
En cuanto a la agricultura los terrenos de cultivo en su mayoria es
temporal y produce la mayorparte de productos como papa, maíz,
quinua, tarwi, etc. para el auto consumo familiar y el territorio de la
comunidad en la mayor parte es afectado por las lavas del volcán
Quinsachata convertido en una pequeña montaña de pedegral.

Mucha gente tanto nacionales como extranjeros conocen al pueblo de


Raqchi como el lugar donde se realizan las mejores danzas típicas de la
región cada tercer domingo de junio con el nombre de Raqchi Raymi.

En la actualidad la comunidad esta dividida en tres barrios (Huasalado,


Urinsaya) (Uqhulado Hanansaya) ( Misk’iuno).

5
Valencia Espinoza, Abrahan “Cusco Religioso” – 2003 – Cusco - Informante: Dionisio Mamani; 100 de
edad

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6.1. Epoca Pre-Incaica
Los antiguos habitantes de la zona, formaban parte de los grupos
étnicos denominados K’anas k’anchis, que presumiblemente
fueron procedentes de flujos migratorios de origen aymará.
El control territorial de estos grupos étnicos, adquirió importancia
estratégica, por ser punto de paso obligado entre las etnias
quechuas y las etnias collas, entre los pobladores del valle del
Vilcanota y los pobladores de la Meseta del Altiplano.
De ser recolectores, pescadores y cazadores, los K’anas k’anchis
evolucionaron a practicar la ganadería (crianza de alpacas y
llamas), la agricultura (cultivos de la papa y el maíz), en cuanto a la
artesanía es destacable la evolución de una alfarería simple a la
cerámica en el caso de los pobladores de Cacha.

6.2. Epoca Incaica


En la época del incanato, uno de los cuatro caminos reales o
principales, partía de la puerta del Ccoricancha en la ciudad del
Cusco, con dirección al Qollasuyo; y conviene recalcar que estos
caminos no eran únicos hasta el final del destino, eran únicos en
los puntos iniciales, en el corazón de la capital Tahuantinsuyana.

El camino real al Qollasuyo, partiendo del Cusco se orientaba al


sur-este y al dejar la ciudad se triplicaba, un sendero discurría por
el valle del Watanay siguiendo la corriente fluvial, otro iba por las
lomas y laderas de la vertiente izquierda, uniendo poblados
importantes que hoy son conjuntos arqueológicos, como los Rumi
Wasi, Inkilltampu, Pumamarka en el actual distrito de San
Sebastián, Waqoto y otros conjuntos menores, en lo que hoy es
San Jerónimo; Tipón, entre Saylla y Oropesa; más al sur, parte del
conjunto de Pikillaqta. Por la banda derecha del valle principal, el
sendero unía Araway Qhata, Wanakauri y la zona de Lucre. El
sendero central trasponía el pequeño abra llamado hoy
Rumiqollqa e ingresaba en el valle del Vilcanota, esta vez aguas
arriba, en el sentido que avanzamos apartándonos del Cusco,

16
continuaba hasta el lago Titicaca, pasaba por Charcas y concluía
en Tucumán (norte argentino).

La Raya significa así mucho más que un hito


político-administrativo, es el punto estratégico donde se separan
dos razas, dos culturas, dos paisajes y dos historias diferentes.
Una vez incorporados al Tawantinsuyo, los K’anas K’anchis
conformaron un Huamani, la segunda provincia del Collasuyo.

6.3. Epoca Colonial


Desde las primeras visitas que hicieron los españoles al conquistar
a Raqchi, existen datos históricos escritos al respecto como
Bernabé Cobo en su “Historia del Nuevo Mundo”; Pedro de
Sarmiento en su “ Historia del Origen de los Incas”; Pedro Cieza de
León en su obra “El Señorío de los Incas y Genealogía Real de los
Incas”.
Con la conquista española y la instauración del régimen colonial, el
imperio Incaico sufre una fractura institucional, socio-económica y
étnica, que determina en adelante una nueva estructura social
peruana.
El peso de la opresión y la dominación colonial acabaron con
muchos pueblos y las actividades agropecuarias languidecieron
por priorizar la explotación de las minas de Potosí. Las reducciones
impuestas por el Virrey Toledo dieron origen a nuevos pueblos
indios, que se convirtieron en centros de explotación, donde se
concentraban los indígenas, abandonando sus cultivos y crianzas,
para ser conducidos a la Villa Imperial de Potosí (Alto Perú) y ser
sometidos al abuso de la mita.

La población del corregimiento de Tinta disminuyó de 34,713


habitantes en 1628 a 12,785 en 1754, debido a que los pobladores
k’anas k’anchis que iban morían de chocco, especie de asma que
se producía por el polvo sutil que respiraban.
Es justamente la bárbara explotación de los indios en la mita, los

17
excesivos tributos y los trabajos forzados en las haciendas, obrajes
y molinos, lo que provoca que en 1780 estalle la gran Rebelión de
Túpac Amaru. El corregimiento de Tinta fue el escenario principal
del movimiento liderado por José Gabriel Condorcanqui, sin
embargo los objetivos planteados excedían el ámbito local. El
enjuiciamiento y posterior ejecución del Corregidor Arriaga, el 4 de
noviembre de 1780, marca el inicio de la sublevación apoyada por
indígenas, mestizos y algunos negros esclavos, advertida la
Corona, envía un ejército que es derrotado en la batalla de
Sangarará. Las poblaciones de Cacha, Sicuani, Combapata,
Surimana, Pitumarca, Marangani y otras, se unieron al ejército de
Túpac Amaru, quién avanza hacia el sur, pero luego de no recibir el
apoyo de los criollos del Cusco, se repliega y es traicionado en
Langui, capturado y posteriormente ejecutado con toda su familia
en Cusco. Apagada la revolución, se implanta en reemplazo de los
corregimientos las intendencias y partidos, en el ámbito de nuestro
estudio se crea el Partido de Tinta, y en su jurisdicción San Pedro
de Cacha es uno de los principales poblados.

6.4. Epoca Republicana


Luego de proclamada la Independencia, el Partido de Tinta se
convirtió en Provincia y el centro poblado de Cacha se convirtió en
distrito de San Pedro. En 1833 la provincia de Tinta se subdivide en
las provincias de Canchis y Canas. En 1834, Sicuani se convierte
en la capital de Canchis. En 1887, Sicuani se reafirma en su
liderazgo provincial alcanzando la categoría de Ciudad, llegando a
ser sede del Estado Sud-Peruano, en la época de la Confederación
Perú-Boliviana liderada por el Mariscal Andrés de Santa Cruz.
Se encuentran menciones al poblado de San Pedro de Cacha y el
centro arqueológico de Raqchi, según versiones de los viajeros del
Siglo XIX, tales como: E. George Squier, en su libro “Un Viaje por
Tierras Incaicas”, Graziano Gasparini en el libro “Arquitectura
Inca”, y en los informes de los trabajos de remoción de suelos y
acarreo de tierras por la misión española y los trabajos e informes

18
de acciones de conservación del Dr. Oscar Núñez del Prado.

6.5. Raqchi en la Actualidad


Desde entonces, el distrito de San Pedro de Cacha, mantiene una
actitud expectante en el desarrollo de la provincia de Canchis,
supeditada a la cercana capital provincial: Sicuani. En los últimos
tiempos ha venido siendo beneficiado por la puesta en valor del
Complejo Arqueológico de Raqch’i y la difusión de sus
características particulares, propiciando el adecuado desarrollo de
los flujos turísticos internos y externos, desarrollando la artesanía
en madera, perfeccionando la cerámica é industrializando las
aguas termo-medicinales de Marcani, con la Planta Embotelladora
de Inka Kola, que se convierte actualmente en la sede de Reyna
Kola.

7. La Cerámica de Raqchi
Una de las actividades productivas más antiguas de los pobladores de
Raqchi es la alfarería. Gracias a la elaboración de sus vasijas de barro
pudieron paliar las dificultades económicas que se les presentaban. Ellos
son conocedores de antiguos secretos tradicionales del manipuleo del
barro hasta convertirlo en objetos útiles que sirven para acarreo del agua
o como depósitos de la misma. Sirven también para la elaboración de la
chicha (bebida de maíz). Por esta razón, desde tiempos pretéritos estas
vasijas se han conocido con el nombre de raqchis.

Los nativos de Raqchi se dedican a preparar estos ceramios después de


haber cosechado sus productos agrícolas. Durante los meses de mayo a
julio, las viviendas se convierten en talleres de alfarería, para después, en
agosto y setiembre comercializar sus productos en las ferias anuales de
los diferentes pueblos del departamento de Cusco. Estos ceramios son
muy cotizados en los pueblos del Valle Sagrado de los Incas, donde
suelen intercambiarlos realizando trueque de .cerámica por maíz.

La arcilla, materia prima primordial, es extraída del lugar de Puka Q'asa,

19
que es una loma cercana al centro de Raqchi. Como mordiente, utilizan la
arenilla de la piedra pómez que recogen del cráter del volcán Kinsach'ata.
La mezcla es calculada una por medida, es decir, supongamos el
contenido de una carretilla de arcilla por media carretilla de arena; Una
vez mezcladas, se remoja y se muele en batanes hasta un punto que ellos
vean conveniente y la arcilla esté lista para ser manipulada y moldeada a
la forma del objeto deseado. Esta Suerte de masa se guarda cubierta con
trapos mojados para conservarla húmeda, de tal modo que, al preparar la
cerámica, ésta no se resquebraje ni explosione al ser quemada.

Para modelar utilizan unos platos planos de cerámica que tienen un eje
corto al centro de la base y que gira en una piedra plana con un orificio en
el que encaja perfectamente dicho eje. Así, el barro, para ser trabajado,
se coloca sobre este plato que se hace girar con los dedos. Actualmente
ya se ha comenzado a utilizar tornos mecánicos y eléctricos. Como
herramientas auxiliares tienen una variedad de piedras que les sirven de
lijadores, pulidores y bruñidores. Una vez que han acumulado un buen
número de objetos que previamente han secado por más de una semana,
los queman en hornos artesanales que se arman en medio del patio de la
casa. Estos hornos son muy simples, colocan una cantidad de piedras
pómez en círculo para contener el material combustible compuesto por
ramas de eucalipto y bosta. Los objetos a quemarse son cubiertos con
ramas de eucalipto y paja. Cuando encienden el fuego, tratan de dirigir
bien las lenguas para que los objetos estén bien cocidos, después, dejan
de atizar y permiten que enfríe el tiempo conveniente.

Para la decoración de los objetos todavía utilizan tierras de colores y


óxidos naturales. Así, traen arcilla negra de Pampamarka (Canas), piedra
roja conocida como taco, del departamento de Apurímac, la arcilla blanca
es el ch'aqo, que se encuentra era el mismo Raqchi, el color verde se
encuentra en la comunidad de Aukisa, también en Raqchi. Los objetos se
decoran con estas pinturas antes de ser quemados, de tal modo que, con
el calor, éstos se funden y se impregnan profundamente en la arcilla. Sin
embargo, en los últimos años, los ceramistas de Raqchi han aprendido a

20
decorar con esmaltes y acrílicos de fábrica, imitando a los artesanos de
Pisaq y Cusco, aunque también continúan suministrándoles ceramios sin
decorar.

Pero los artesanos de Raqchi, ahora venden sus objetes, decorados al


estilo de Pisaq y Cusco, los ofrecen a los visitantes que pasean por
Raqchi y actualmente, en la plaza del pueblo, existen diez puestos de
venta de cerámica, naciendo así una nueva actividad económica puesto
que la presencia de turistas en Raqchi, está creciendo cada vez más.

8. El Templo del Dios Wiraqocha - Raqchi


El Templo de Wiracocha es único en todo el ámbito que correspondió al
Tahuantinsuyo, ningún otro monumento prehispánico se le parece, sus
caracteres arquitectónicos son peculiares, se trata del único edificio que
presenta columnas cilíndricas, es el único templo con cuatro naves. Nada
parecido existe en Saqsaywaman, Machupicchu, Písaq ni Ollantaytambo.

Sólo algunos cronistas se han ocupado de Cacha, ellos están acordes en


apuntar que mucho tiempo atrás había llovido fuego en la zona, erupcionó
el volcán Kimsa ch'ata y que el impresionante edificio estuvo dedicado al
culto al dios Illa Teqsi Wiraqocha. Martín de Murúa al tratar de la Coya
Chimpu Ocllo llamada también Mama Cahua, esposa de Cápac Yupanqui
dice que en el tiempo de dicha señora había caído fuego del cielo que
azotó la comarca.

Cieza de León en su "Crónica del Perú” cuenta que vio grandes


aposentos; en Cacha, se ha mandado construir por Túpac Inca Yupanqui
"en conmemoraciónn y remembranza de su dios Teqsi Wiracocha a quien
llaman “Hacedor” y que en el lugar existía un templo, y puesto en él, un
ídolo de piedra, y que los naturales contaban del fuego caído del cielo
“que convirtió en ceniza muchas piedras”; el mismo autor, dedicado al
monumento comentando el origen de la palabra "Wiraqocha",
describiendo el ídolo de piedra que vio en el sitio, desmintiendo a los
españoles que afirmaban corresponder el ídolo a San Bartolomé,

21
informando que captó la versión sobre la lluvia de fuego, etc.

Lo que más destaca en todo el enorme conjunto prehispánico, es el


Templo de Huiracocha o Wiraqocha; la apreciación de todo el complejo
nos conduce al convencimiento de que lo que hoy vemos, es un pálido
reflejo de lo que fuera antiguamente, son restos de un enorme centro
poblado, uno de los mayores de la zona, que fue ciudad y fue tambo y
contenía lo que necesariamente tiene toda ciudad: agrupamiento de
viviendas, templos, palacios, observatorios astronómicos, acueductos,
depósitos, silos de alimentos, calles, plazas, campos de cultivo y murallas
periféricas. Algo queda de lo que fue, después de la continua depredación
durante cuatro y medio siglos, y de la acción del intemperismo; recién en
los últimos quinquenios se presta atención al monumento, apuntalando
muros para evitar su colapsamiento.

Garcilaso de la Vega, se ocupa largamente del monumento, lo describe


con detalle, pero los datos no coinciden en dimensiones ni en disposición
con lo que hoy se observa, dando lugar a que algunos autores
contemporáneos lleguen a afirmar que el cronista no conoció Cacha. Aquí
algunos párrafos de aquel Capítulo:

"Para mayor estima de su sueño y para perpetuar en la memoria de las


gentes, mandó el inca Viracocha hacer, en un pueblo llamado Cacha, que
está a dieciséis leguas al Sur de la ciudad del Cuzco, un templo en honor
y reverencia de su tío, el fantasma que se le apareció. Mandó que la
hechura del templo imitase, todo lo que fuera posible, al lugar donde se le
apareció".

"Qué motivo tuvo el inca Viracocha y con qué propósito ha mandado


hacer aquel templo en Cacha y no en Chita donde el fantasma se le
apareció, o en Yahuarpampa, donde hubo la victoria de los Chancas,
siendo cualquiera de aquellos dos puestos más a propósito que el de
Cacha, no lo saben decir los indios, más de que fue voluntad del inca; y no
es de creer sino que tuvo alguna causa oculta".

22
"El templo tenía 120 pies de hueco en largo y 80 en ancho. Era de
cantería pulida. Tenía 4 puertas a las 4 principales partes del cielo; las 3
estaban cerradas, que no eran sino portadas para ornamento de las
paredes. La puerta que miraba al oriente servía de entrada y salida del
templo; estaba en medio del hastial, y porque no supieron aquellos indios
hacer bóveda para hacer soberado encima de ella, hicieron paredes de la
misma cantería, que sirviesen de vigas, porque durasen más que si fuera
de madera. Eran doce los callejones que estas paredes hacían.
Cerráronlos por lo alto, en lugar de tablas, con losas de a 10 pies de largo
y media vara de alto, labradas a todas seis haces".

Los incas fueron arquitectos ingeniosos, han dejado a la posteridad


extraordinarias obras, algunas de estos portentos causan asombro por su
magnitud y calidad, no explicándose a plenitud su fábrica, teniendo en
cuenta las herramientas incipientes usadas en esa época, pues, no
conocieron la rueda ni el hierro, por consiguiente ignoraron las poleas,
carretas, palas, picos, barrenos, combos, martillos y palancas de acero;
no hubo en la América india bovinos ni equinos que brindaran su fuerza.
Algunos de los conjuntos discutidos en cuanto a su construcción y textura,
son Saqsaywaman (que algunos llegan a afirmar que no puede
corresponder a obra humana achacando su fábrica a extraterrestres), el
Templo del Sol en Ollantaytambo, y el Templo de Wiraqocha.6

9. San Pedro de Kacha


Se conoce con este nombre a la capital del distrito y como allí se
encuentra la comunidad de Raqchi, se ha visto por conveniente señalar
importantes aportes de la doctora Alfonsina Barrionuevo, quien durante la
década del 70 del siglo pasado estuvo haciendo investigaciones en el
lugar. En esa ocasión, tuvimos la oportunidad de intercambiar ideas y le
informamos que el arqueólogo Manuel Chávez Bailón tenía acumulado
material arqueológico así como datos culturales que los alumnos de
Antropología y Arqueología de la Universidad San Antonio Abad del
6
Tesis: “Complejo Arqueológico de Raqchi” 2005 – UNSAAC.

23
Cusco solían presentar como informes de investigación.

También tuvimos la oportunidad de ver cómo Chavez Ballón había


preparado una maqueta del llamado Templo de Wiraqocha, con una
proyección virtual de lo que pudo haber sido este santuario andino. Él fue
admirador de los pobladores de Raqchi por su laboriosidad y por
conservar la técnica y los secretos de la elaboración de cerámica. Fue
tanto su interés en este tema que siempre incentivó a sus alumnos para
que hicieran proyectos de investigación en la zona. Pudimos constatar
cómo, en su taller inca de la ciudad de Cusco, tenía acumulados
fragmentos de cerámica, dibujos, fotografías y muchas otras referencias
de Raqchi, material que quizás por falta de tiempo, no pudo plasmar en un
informe final. Fue él quien le proporcionó datos a Alfonsina Barrionuevo
para que publicara un artículo periodístico con interesantes y elocuentes
apreciaciones. Nos remitimos a ella puesto que su juicio viene a ser una
síntesis de lo que son los hombres de San Pedro de Kacha:

“Una trinchera de cráteres clavados en el paisaje gris de San Pedro de


Kacha como hongos de humo petrificado, protege el templo de Wiraqocha
en el Cusco. Sus guardianes son los “hombres de lava” de Raqchi. Una
extraña aldea de alfareros cuyo ciclo vital se apaga y se enciende entre
cenizas del volcán Kinsach'ata.

Hace muchísimos años, una lluvia de fuego castigó el orgullo de los


kanas, sus antiguos pobladores. El rebelde pueblo había apedreado a
Wiraqocha cuando bajó a la tierra para hablar a sus hijos y el dios decretó
su muerte por el fuego. La planicie quemada por la ira del “Creador del
Universo” abarca un cuarto de legua.

En este hermoso lugar, los señores del Tawantinsuyu construyeron la


más audaz de sus obras de ingeniería. Un templo de veintiséis ventanas y
dos pisos colgantes que se erigió en homenaje al dios blanco que salvó
de la destrucción a la ciudad puma.

24
Los cronistas dicen que este “Partenón Inca” fue una copia del templo
abierto que vio en sueños el príncipe Inca Ripaq en Ch'itapampa, cuando
el dios le anunció la rebelión de los Ch'ankas. Su ayuda permitió a los
quechuas subyugar a las indómitas provincias del Chinchaysuyu. En
Yawarpampa, según la leyenda, hasta las piedras se convirtieron en
guerreros, los purun awka, multiplicando las huestes imperiales.

La técnica y el ingenio de los incas transformaron el desierto de lava en un


oasis alrededor del templo, cuya esbelta arquitectura se refleja en una
laguna artificial que aún existe. Sus aguas que afloran de manantes
ocultos han saciado la sed de la aldea de Raqchi durante siglos.

Doscientas qolqas o graneros, que hoy parecen hormigueros de


gigantescos vientres vacíos, suministraban las vituallas necesarias.
Había dos barrios con una calleja de altos muros y cuarenta y dos
aposentos destinados a los sacerdotes y a las vírgenes del sol. Y la
ceniza reverdeció en maravillosos jardines por obra de una red
complicada de canales. Raqchi, Kacha o Kachi, la ciudadela del volcán de
los trillizos fue desde entonces tambo real con los privilegios de su
especial categoría. Una graciosa columna circular, sus pedestales y un
poderoso muro, que han desafiado la furia de las tempestades, son los
vestigios que quedan del antiguo templo. La obra fue colosal por sus
dimensiones, el uso de las columnas y su altura. “Tenía noventa y dos de
ancho y quince de altura, siendo más grande que cualquiera de los
templos coloniales cuzqueños”, indica Manuel Chávez Bailón. El muro
central dividido en varios segmentos, colocados a un trecho de dos
metros cada uno, oficiaba de viga, formando varios callejones. El templo
tenía cuatro puertas que se abrían a los cuatro puntos del cielo. Pero sólo
se usaba la que mira al oriente. Allí comenzaba un corredor ancho que
seguía en zigzag, pasando una y otra vez por los callejones del muro,
hasta llegar al fondo donde había una escalera para subir al segundo
piso. Piedra negra volcánica, hermosamente labrada, formaba la primera
parte del muro hasta tres metros de altura. El resto era de adobe, pero el
barro tenía una mezcla de cantos rodados, paja y pelambre de gran

25
consistencia. Los dinteles eran de saúco y qarqa, espinos. Las ventanas
trapezoidales tenían a cada lado figuras escalonadas. Primorosamente
pulida, la columna de “estilo dórico”, tiene la forma de un cono truncado
“hasta hace poco, indica Manuel Chávez Bailón, se le atribuyó un
significado fálico”. El hallazgo de las huellas de las demás columnas, a
uno y otro lado del muro, ha permitido descubrir su uso. Los es-pañoles
las derribaron buscando ocultos tesoros.

El segundo piso, dice el Inca Garcilaso, estaba enlosado con unas piedras
negras muy lustrosas que parecían de azabache, traídas de muy lejanas
tierras. En lugar de altar había una capilla de doce pies de hueco, en
cuadro, cubierta de las mismas losas negras, encajadas unas a otras,
levantadas en forma de capitel de cuatro aguas, que era lo más admirable
de toda la obra. Dentro de un tabernáculo, tenían puesta la imagen del
fantasma Wiraqocha. Era un hombre, agrega, de buena estatura, con una
barba larga de más de un palmo, los vestidos largos y anchos como túnica
y sotana, llegaban hasta los pies. Tenía un extraño animal, de figura no
conocida, con garras de león, atado por el pescuezo a una cadena.

Hoy, mimetizadas con la lava, entre los escombros del templo y las
qolqas, viven las trescientas familias de Raqchi guardianas inmemoriales
del santuario. Su árbol genealógico que se inicia 1200 años a.C. se
entronca con los amaras, príncipes del incario y con aventureros del
virreinato.7

Dueños de la región volcánica del Kinsach'ata, los sampedrinos se han


adaptado a sus propios recursos, su medio de vida es la alfarería que
explotan escasamente. Los hombres de Kacha o Kachi, muelen los
roquedales negros y los mezclan con arcilla para fabricar los
extraordinarios cántaros. Las famosas chombas de San Pedro para
guardar la chicha miden de dos a tres metros de altura.

El espíritu alegre de los habitantes de Raqchi equilibra el color gris y


7
Valencia Espinoza, Abrahan “Cusco Religioso” – 2003 – Cusco – Pag. 475

26
mustio de la aldea que tiene su contraste en una iglesia blanca de cal y
canto. Músicos por excelencia, ellos mismos fabrican sus instrumentos^
Sus danzas son risueñas y picarescas. San Pedro es el único lugar del
país donde las mujeres se disfrazan de limeñas en carnaval, con enormes
moños, trajes de nylon, zapatos de tacones altos y relucientes carteras de
charol. Allí están también los famosos cristos brujos, cristos de misa
negra, tallados hace cientos de años por los indios de Raqchi. Imágenes
que nunca fueron bendecidas porque servían para llamar a los espíritus
del mal y dañar a los blancos. Hasta hoy se usan para atraer a la muerte y
sus figuras de españoles crucificados, escalofrían por su terrible y
pavoroso significado.”8

10. Wiraqocha, San Bartolomé, El Maíz Y El Ñak'aq


Los informes de los cronistas de los siglos XVI y XVII, así como las
fuentes etnohistóricas y las tradiciones subsistentes, vinculan a ciertas
divinidades andinas y occidentales. Así, el maíz, considerado la diosa
Mama Sara y el legendario y fabuloso personaje conocido como Ñak 'aqs,
están presentes en los mitos locales estableciendo una relación
razonable de acuerdo al mundo de sus creencias.

Se sabe que Wiraqocha fue el máximo ser supremo de los Incas, llamado
también Teqzi Wiraqocha, que significa “dios fundamental, soberano
creador del mundo”. Se dice que creó a todos los seres vivientes,
incluyendo la humanidad y que surgió' del lago Titicaca, y que después de
haber creado al hombre, sigue la ruta del norte, llega al lugar de Kacha
donde los hombres lo desconocen, se rebelan y le ofrecen resistencia. El
dios, indignado, castiga a estos ingratos y hace llover fuego, quemando y
destruyendo todo. Los que quedan le imploran perdón y le ofrecen
construir su templo al lado del río sagrado de Vilcanota, como una
reparación ante el tremendo desliz cometido contra su creador.

El inca Pachakuti proclama a Wiraqocha como verdadero dios supremo


de los incas y coloca en su nombre un símbolo de oro, con figura elíptica
8
Valencia Espinoza, Abrahan “Cusco Religioso” – 2003 – Cusco – Pag. 490 - 494

27
en el altar principal del Qorikanclia, en el lugar más alto y al medio de la
imagen del sol y la luna. Así lo dibujó el cronista indio Juan Santa Cruz
Pachakuti Yanki Salqamaywa.

Al respecto dice Cieza de León: “Mucho lo miré no pude ver tal ni más de
que tenía puestas las manos encima de los cuadriles, enroscado los
brazos y por la cintura señales que deberían significar como la ropa que
tenía se prendía con botones. Si este o el otro fue alguno de los gloriosos
Apóstoles que| en el tiempo de su predicación pasaron a estas partes.
Dios todopoderoso.9

Y así fue que los españoles, por el fanatismo de la cristia-| nización, les
hicieron consentir a los nativos, cómo los dioses incas se fueron
transformando en imágenes cristianas y con |; tal fin crearon mitos,
leyendas, apariciones y milagros. Los humildes conquistados,
sumisamente, tuvieron que aceptar por temor a los castigos de la
inquisición, el adoctrinamiento. A fines del siglo XVI y comienzos del siglo
XVII se identifica con el apóstol San Bartolomé a la imagen de Wiraqocha.
Hubo por lo menos durante cincuenta años, la creencia de que cuanto se
refería a Wiraqocha debería atribuirse a este Apóstol.

En los siglos siguientes, se acrecentó el cristianismo, y la presencia de


San Bartolomé toma más importancia desde el momento en que es
vinculado con la economía y como pacificador de tormentas y catástrofes.

Durante la colonia, el poder supremo lo tuvieron los españoles. Los


pueblos subyugados tenían que aceptar calladamente la potestad y tutela
de los señores encomenderos quienes tuvieron la misión de hacer cumplir
las ordenanzas exigidas por la Corona Real, principalmente, en lo que se
refería a los aportes económicos y en la difusión de la fe cristiana,
implicando esto último, en la imposición de las divinidades católicas sobre
las deidades andinas.

9
Valencia Espinoza, Abrahan “Cusco Religioso” – 2003 – Cusco – Pag. 495 - 499

28
La historia reconoce como primer encomendero del antiguo Wamani
K'anaqanchi (provincia de Canas y Canchis), al capitán español Don
Bartolomé Terrazas (1548-1550), que se estableció, junto con las
autoridades políticas y religiosas, en leí pueblo de Tinta, por ser capital de
la provincia. Este encomendero pudo haber influido en las autoridades
religiosas para cambiar a Wiraqocha por San Bartolomé, santo de su
particular devoción. Sin embargo, se hizo creer que la advocación fue un
hecho milagroso del taytacha Wiraqocha para el templo de Tinta, donde
apareció voluntariamente en uno de los altares del muro derecho del
templo.

El 24 de agosto del 2003, se nos comunicó un mito existente en el pueblo


de Tinta, el cual explica la llegada de este santo al pueblo:

Cuando Wiraqocha venía del lado wichay, de arriba, de la zona de Puno,


se había detenido por breves minutos en el pueblo de Sicuani para
descansar y dar algunos mensajes a los sicuaneños, pero su principal
intención era estar en la fiesta de los albazos de Tinta, por lo que buscó a
alguien que le facilitara un caballo, pero no lo encontró. Entonces se
presentó un guapo español montado sobre un hermoso y enjaezado
corcel siguiendo la ruta hacia Tinta quien se ofreció llevar al delicado
anciano. Este aceptó y el caballo, I en veloz carrera, siguió el camino a la
vera del río Vilcanota. Cuando llegaron a Chikno, que está frente a Tinta,
el anciano se bajó, no sin antes agradecer al español por su gentileza e
indicándole que cuando pasara por Tinta lo buscara en el centro de la
ciudad puesto que él vivía en el corazón del pueblo.10

Y así fue, ese mismo día, el guapo jinete fue a Tinta a buscar a su anciano
amigo, pero antes se dirigió al templo. Allí se encontró con una gran
sorpresa porque vio al anciano en su anda, listo para salir en procesión. El
español quedó muy contento por haber llevado al Wiraqocha San
Bartolomé a Tinta.
Según los informes de algunos cronistas, fue el capitán Bartolomé
10
Valencia Espinoza, Abrahan “Cusco Religioso” – 2003 – Cusco – Pag. 500

29
Terrazas quien hizo todas las gestiones ante las autoridades eclesiásticas
para mandar traer de España la imagen de San Bartolomé, señalado
como uno de los doce apóstoles que murió desollado en Armenia y cuya
fiesta es el 24 de agosto.

En la actualidad, los pobladores de la zona de Raqchi y Tinta siguen


contando hermosas tradiciones que vinculan a Wiraqocha, San
Bartolomé, el maíz y el Ñak'aq, y al hacerlo, manifiestan cierta prudencia y
temor porque en un tiempo fue¬ron castigados por no cumplir las normas
de sus creadores.

Un 24 de agosto de 1976, estuvimos presentes en el histórico pueblo de


Tinta, ocasión en que festejaban a San Bartolomé, su patrón espiritual. En
esta oportunidad se efectúa una antigua feria comercial de carácter
interregional, ya que congrega a comerciantes del altiplano puneño y
feriantes del Valle Sagrado de los incas. El escenario es la plaza de
Armas, allí se efectúan las transacciones comerciales. Los qollas
(puneños) están presentes en los pobladores del pueblo de Pukará,
quienes destacan desde tiempos inmemoriales por aprovisionar de
cerámica utilitaria a los cuzqueños. Principalmente traen ollas y cántaros
para cocinar alimentos, objetos que son adquiridos mediante un sistema
de trueque. Así, cambian una olla por la cantidad de granos de maíz que
pueda contener la misma. Los actos que realizan tienen casi un carácter
ritual porque sus relaciones son imperecederas y los vinculan
estableciendo un parentesco espiritual, así, el intercambio se desarrolla
armoniosamente, sin engaños ni trampas.

Durante esta feria, los ceramistas puneños traen desde siempre objetos
en miniatura que son utilizados para hacer ofrendas a los dioses. También
son utilizados por las niñas como juguetes, en los que aprenden la
utilización de los mismos para posteriores tareas culinarias.

Los sacerdotes andinos depositan en estas ollitas, chicha o vino, las


adornan con flores de clavel y hojas de coca para efectuar su rito de

30
ofrenda a la Pachamama (madre diosa tierra) en el momento en que han
abierto los surcos para los cimientos de una vivienda, por ejemplo. Ubican
estas ofrendas en las cuatro esquinas y después de unas plegarias son
acondicionadas para que sobre ellas prosiga la construcción. Para ellos
es obligatorio cumplir con este rito, pues de no ser así, la vivienda se
desplomaría. Cuando finalmente concluyen la edificación y el techado de
la casa, en la cumbrera colocan un par de toritos de Pukará, que son
ceramios escultóricos representando a sus deidades protectoras.
Antiguamente se llamaban qonopas, y en sus espaldas huecas se
preparan sahumerios, siempre pidiendo protección para que no ingresen
maleficios al hogar.

Retomando el tema del trueque, los nativos del área de Raqchi, tienen la
obligación de cumplir con sus parientes espirituales haciéndoles esperar
los mejores granos de maíz de la última cosecha, pues si no lo hicieran
serían juzgados por sus dioses. Afirman que el maíz que crece en la zona
es de buena calidad, dulce y agradable. Dicen que gracias a estas
semillas, Wiraqocha se había detenido en Raqchi después de haber
emergido del lago Titicaca y haber sido ayudado en su viaje por los
vientos. Los nativos, sorprendidos, le asignaron como vivienda el edificio
más grande y de paredes más altas. Durante su estadía en Raqchi, los
hombres gozaron de buenas cosechas y hubo mucha ventura, pero esa
dicha no fue duradera, por la conducta llena de soberbia de los hombres,
por su angurria porque no quisieron dar en caridad su maíz a los
menesterosos qollas. Ese mismo dios bondadoso se convirtió en perverso
y castigó la arrogancia de los quechuas. Despertó al Kinsach'ata y
enfurecido lo transformó en un volcán que comenzó a vomitar lenguas de
fuego y lava, invadiendo las chacras de maíz, arrasando las viviendas y
matando a la gente en una gran catástrofe. Lo único que pudieron hacer
los sobrevivientes fue pedirle perdón a Wiraqocha, prometiéndole que
nunca más cometerían esos errores. Sólo así su dios detuvo la furia del
Kinsach'ata. En esas difíciles circunstancias Wiraqocha les comunicó su
decisión de trasladarse al pueblo de Tinta, porque allí le estabas pidiendo
vivir con él. Tal decisión no agradó a los de Raqchi porque ya no tendrían

31
quien los proteja y le dijeron que mejor sería que retornara a su lugar de
origen, de lo contrario se producirían enfrentamientos entre los dos
pueblos y se verían envueltos en una eterna lucha fraticida.

En esos momentos, los habitantes de Tinta construían su templo cristiano


con mucho entusiasmo y con la participación de, todos los fieles la
edificación se hizo rápidamente. El párroco se encargó de distribuir los
altares y las efigies que los ocuparían pero el altar mayor y su imagen
correspondiente todavía no habían sido designados. Con tal motivo se
formó un comité para que viajara a Cusco a solicitar a las autoridades.
Eclesiásticas las imágenes que debían ocupar los altares. Fue en estas
circunstancias que Wiraqocha se traslada a Tinta ayudado por su propio
viento del mes de agosto. Cuando llegó se oyó el estampido de los
truenos y los rayos, al estallar, abrieron de par en par la puerta principal
del templo. Fue tan fuerte que hasta la tierra tembló. Los vecinos fueron
de inmediato a verificar lo ocurrido con su templo, que pensaron encontrar
en escombros, pero se llevaron una grata sorpresa puesto que nada se
había destrozado y en uno de los altares estaba Wiraqocha. Al ver esto,
los cristianos de inmediato quisieron hacer ver que se había llevado a
cabo un hecho milagroso, pues San Bartolomé se había ubicado en el
templo voluntariamente. La noticia se extendió rápidamente y
comenzaron a llegar creyentes a rendirle tributo, muchos cargaban
consigo ofrendas valiosas, como mazorcas de maíz de oro y plata.

Recién al cabo de unos meses, llegaron las imágenes solicitadas y los


tíntenos inauguraron su templo con gran celebración. También llegaron
los altiplánicos puneños, quienes muy felices, aparecieron con sus
músicos y danzarines, porque ellos siguen creyendo que San Bartolomé
no es sino su antiguo dios Wiraqocha y hasta ahora les recomiendan a los
tíntenos cumplir con las exigencias, como por ejemplo, el cuidado de las
plantas de maíz, porque de lo contrario, con su viento del mes de agosto,
que ahora se llama “San Bartolomé Wayra”, se iría a otro lugar y los
abandonaría. No hay que permitir que entre en cólera, porque podría
llamar a Mariano Inkilli, que es el viento más drástico y éste, con un solo

32
paso, arrasaría los cultivos de maíz y podría trasladar las semillas a los
pueblos, del Collao.11

Así como el anterior, se han podido captar interesantes relatos, que


aunque un tanto velados, creemos tienen importancia por la relación que
tienen Wiraqocha, San Bartolomé y el Ñak'aq, personaje mítico
considerado nefasto, negativo y perverso. Sin embargo, otros afirman que
no es así, que sólo hipnotiza a personas escogidas por su vida
desordenada para sacarle el sebo del sector del estómago. Antiguamente
el unto extraído era entregado a los sacerdotes del templo del sol,
Qorikancha, quienes conocían los secretos de la preparación de
medicamentos utilizando el sebo humano. A pesar del tiempo
transcurrido, hay gente que afirma que este degollador sigue activo, no ha
desaparecido y que como el Qorikancha es ahora el Convento de Santo
Domingo, los sacerdotes cristianos continúan con esta antigua misión
recibiendo el sebo humano, con la única diferencia que el degollador, al
entregar el sebo, no lo hace de frente sino de espaldas, para no ser
reconocido. Afirman también que este sebo es vendido a laboratorios de
Lima o del extranjero para ser procesado y convertido en costosas
medicinas.

Se dice que estos nefastos seres míticos son casi siempre mestizos y se
caracterizan por su alta estatura, se cubren el cuerpo con un poncho de
color nogal, envuelven su cuello con una chalina de color blanco y usan
un sombrero negro y cuando se levanta el poncho se puede ver que
empuña un filudo cuchillo.

Actualmente, se puede observar que la imagen de San Bartolomé


empuña un gran cuchillo de plata en la mano derecha, y en la izquierda
lleva un libro donde está el registro de quienes serán degollados “kunkata
qhoron runakunata”. Les corta la cabeza a los que no cumplieron sus
compromisos, a los que se portaron mal con su familia o cometieron algún
error, éstos no vivirán ni un año más, serán decapitados. Como nosotros
11
Valencia Espinoza, Abrahan “Cusco Religioso” – 2003 – Cusco – Pag. 503 – Informantes.

33
somos sus ovejas, el tiene el derecho de juzgarnos y en el recorrido de su
procesión, el día de la bendición, escoge a los que morirán. Quizás por
eso ha sido relacionado con los carniceros y los ganaderos, porque ellos
también degüellan a su ganado.

11. Las Deidades de Raqchi.


Sabemos que los Apus son espíritus tutelares de los pueblos andinos que
habitan en las cimas de las montañas más altas, en los nevados y en
otros lugares sagrados, conformando una jerarquía y un parentesco.

Los nativos de Raqchi creen tener el privilegio de habitar en un lugar


sagrado, por estar en el medio de una legión de divinidades que se
encargan de protegerlos de toda adversidad. El Apu de mayor jerarquía
en la región es el Apu Awsanqati, admirado y temido. Considerado como
un anciano con muchas virtudes, es el máximo benefactor de los
quechuas de Cusco, a quien imploran a diario, antes de las tareas
cotidianas.

Son los ancianos del pueblo los que todavía conocen a sus dioses
protectores y al mencionarlos lo hacen con mucha reverencia, siguiendo
un orden imaginario, en forma circular, de derecha a izquierda, de la
siguiente manera:

 Chichura Apu
 Qamaya Apu
 Awkisa Apu
 Kinch'ata Apu (que es el actual volcán de Raqchi)
 Qanchinisun Apu (que pertenece al pueblo de Tinta)
 Q'empu Apu
 Kuntur senqa Apu
 Pubiña Apu
 Aqhala Apu
 Hatun Kirma Apu (que pertenece al pueblo de San Pablo)
 Hururu Apu (que pertenece al pueblo de Sicuani)

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 Awsanqati Apu. Deidad principal de la región quechua.

Las ceremonias que le tributan están vinculadas a la diosa tierra


Pachamama. En el mes de agosto es cuando creen que está viva y
dispuesta a recibir las ofrendas que le brindan los hombres en
reciprocidad por las bondades recibidas durante todo el año. Ellos
conocen este culto con el nombre de K'intusqa y en su desarrollo
seleccionan las tres mejores hojas de coca y se las ofrecen con mucha
reverencia. Pueden hacer muchos grupos de k'intos de acuerdo al
requerimiento de cada persona. Otros realizan este culto en el mes de
enero.

Últimamente, los obreros del Instituto Nacional de Cultura destacados en


Raqchi, han visto por conveniente rendirle tributo el mes de junio porque,
según se cuenta, fueron cogidos por espíritus nefastos, aunque otros
afirman que son las ánimas de los incas que moran en el lugar para
protegerlo y evitar cualquier profanación. La persona que ha sido cogida
tiene lo que llama Qhayqa y los síntomas comienzan con desmayos y
vértigos, si la persona no es auxiliada oportunamente puede ser
trasladada en cuerpo y alma a lugares extraños. Por todo ello, los
trabajadores del INC convinieron en rendir su tributo en el mes de junio,
un poco antes del día 15, que es cuando se celebra el Raqchi Raymi
(fiesta de Raqchí), oportunidad en que efectúa la exhibición de'danzas
folklóricas de las provincias altas de Cusco.

Habíamos mencionado que el Apu Awsanqati es el más admirado y


temido, porque él es quien juzga a los hombres después de muertos. El
alma tendrá que dar cuentas de su vida al anciano Awsanqati a los ocho
días del fallecimiento del cuerpo. En ese tiempo el alma es solicitada para
ser sentenciada y para llegar ante el Apu deberá atravesar un camino
llamado Yana Ñan (vía negra) en el que tendrá que sufrir algunas
dificultades, como atravesar el puente de arena Hallpn Chaka, paso que si
no es hecho con mucho cuidado puede causar que el puente se
desmorone y entierre el alma sin haber llegado a la gracia de dios. El río

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que corre debajo de este puente es el Salqa mayo (río salvaje), que baja
bramando desde el Awsanqati, arrasando todo cuanto encuentra en su
recorrido. Este río también se encarga de afligir a las ánimas y puede
llevarlas a lugares aciagos y desconocidos para no permitir que se
entrevisten con el Apu Awsanqati.

Las almas que logran superar todas las penalidades deberán pasar
todavía por una última prueba que consiste en alcanzar la cumbre del
nevado Awsanqati para poder recibir su sentencia final. Pero si en vida,
estas almas cometieron muchas faltas nunca podrán ascender a la
cumbre porque cuando estén a punto de lograrlo serán arrastradas a las
profundidades junio con la nieve que se ha desprendido y padecerán
eternamente. Las almas que rio cometieron muchos pecados serán
perdonadas y aceptadas por el poderoso Apu Awsanqati y como premio a
sus virtudes estarán junto a él y esperaran juntos la llegada del nuevo
mundo que será de dicha y felicidad.12

12
Valencia Espinoza, Abrahan “Cusco Religioso” – 2003 – Cusco – Pag. 504 - 506

36
BIBLIOGRAFÌA

 Valencia Espinoza, Abrahan “Cusco Religioso” – 2003 – Cusco.

 Tesis: “Complejo Arqueológico de Raqchi” 2005 – UNSAAC.

 Luis E. Valcárcel . “Antigua Historia del Perú”.

 Rowe, John. Art. “Origenes del culto al creador entre los Incas”.

37
ANEXOS

TEMPLO DE WIRAQOCHA EN RAQCHI

TEMPLO DE SAN BARTOLOME EN TINTA

38
REZAGOS DEL COMPLEJO RELIGIOS DE RAQCHI

LAS PAQCHAS SAGRADAS EN RAQCHI

39
TEMPLO CATOLICO EN RAQCHI

MONTAÑA DE K’INSACHATA EN RAQCHI

40
INDICE GENERAL

EL DIOS WIRAQOCHA Y RAQCHI

INTRODUCCIÓN 01

1. El Mito Inka de la Creación 03

2. Leyenda De Wiraqocha 05

3. Wiraqocha 07

4. El Poder que Tuvieron los Primeros Hombres de Raqchi 09

5. El Agua en Raqchi 11

6. Historia de Raqchi 15

6.1. Epoca Pre-Incaica 16

6.2. Epoca Incaica 16

6.3. Epoca Colonial 17

6.4. Epoca Republicana 18

6.5. Raqchi en la Actualidad 19

7. La Cerámica de Raqchi 19

8. El Templo del Dios Wiraqocha – Raqchi 21

9. San Pedro de Kacha 23

10. Wiraqocha, San Bartolomé, El Maíz Y El Ñak'aq 27

11. Las Deidades de Raqchi. 34

BIBLIOGRAFIA 37

ANEXOS 38

41

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