Erick Abarca Herrera(B40010)

Comentario
Exposición de Stephanie Williams: El olvido que somos

El objeto de la exposición como del artículo, versa sobre la recurrente imagen de la impresión sobre
una superficie denominada vestigo. Esta impresión efectivamente se asocia, a la imaginación como
a la memoria. Partiendo de este tríptico se evidencia el papel del olvido, así como el de la ficción.
Tal como se expone en el artículo, la exposición se sitúa no en la reconstrucción adecuada en orden
a vislumbrar la realidad del Palacio, sino que se concentra en la construcción imaginativa como
ficcional. No obstante, el planteamiento posee un abordaje crítico, bajo el cual problematiza la visión
de modernidad en conjunto con las implicaciones políticas que supone la edificación de una
república. El carácter crítico implementado por Williams deja entrever una sugerente propuesta, para
entender la noción de vestigio (en relación con las ideas y la imaginación) tal y como sostiene Chaves
Espinach “No tienen importancia cualidades arquitectónicas del inmueble, sino cómo este representa
una idea de centralización, de consolidación del Estado”. En este sentido, el vestigio tiene un doble
registro, pues el vestigio en orden temporal es una ausencia de aquello que ya no está (el Palacio) y
es la presencia de aquello que ya no está pero que continúa determinado la realidad (el Estado, la I
y II segunda República, “el ser costarricense” etc.). Esta breve explicación de los vestigios concuerda
la propuesta de Williams “lo demolido no muere”.