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TÉCNICAS DE MOVILIZACIÓN, TRASLADO Y DEAMBULACIÓN

Esta unidad de trabajo se corresponde con el resultado de aprendizaje 2 (RA2): Aplica


técnicas de movimiento, traslado y deambulación analizando las características de la
persona en situación de dependencia (criterios de evaluación a, b, c, d, e)

1. Introducción.

Muchas de las actividades cotidianas y laborales, especialmente en los TAPSD,


conllevan realizar continuos movimientos repetitivos, permanencia en posturas
incorrectas, movilizaciones y traslados de usuarios, etc., y debido a un uso inapropiado
de los músculos y a la tensión a la que son sometidos, pueden ocasionar problemas
osteomusculares, especialmente dorsolumbares, uno de los principales motivos de
absentismo laboral y origen de patologías crónicas. Por ello, es importante conocer y
aplicar los principios de la mecánica corporal, incorporándolos en todas las actividades
a desarrollar tanto en la vida profesional como la personal.

2. Movilidad y actividad física.

La movilidad depende de la integridad del aparato locomotor y de la coordinación por


parte del sistema nervioso, constituyendo una necesidad básica de la vida diaria y de la
autonomía personal, mejorando las funciones de todo el organismo.

Son muchos los beneficios que conlleva la actividad física para el organismo, ya que
disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, favorece la mecánica
ventilatoria aumentando la oxigenación de los tejidos, ayuda a mantener la coordinación
sensoriomotriz, favorece los movimientos peristálticos que actúan en la digestión y el
ritmo intestinal, previene la obesidad y mejora la glucemia (importante en personas con
diabetes mellitus), y aumenta la sensación de bienestar. En relación con el sistema
osteomuscular, aumenta el tono y la masa muscular y la densidad ósea, e incrementa la
capacidad funcional a la hora de realizar actividades de la vida diaria.

Es importante que los usuarios se mantengan activos, ya que la inmovilidad supondrá


una serie de patologías osteomusculares que derivarán en una disminución de la capaci-
dad para desempeñar las actividades de la vida diaria, lo cual generará la dependencia
de estos usuarios.

3. Valoración y plan de cuidados.

En personas con limitaciones en la movilidad será necesaria una valoración, estable-


ciendo un plan de cuidados para minimizar las consecuencias de esas limitaciones, a
través de una entrevista previa complementada con el uso de escalas de valoración de la
capacidad funcional para AVD (Kartz, Barthel) y escalas como la de Tinetti, que evalúa
la marcha y el equilibrio estático y dinámico.

El TAPSD deberá realizar actividades relacionadas con la necesidad de moverse y


mantener la postura a través de la promoción de la salud, el mantenimiento de una
alineación corporal adecuada, la prevención de las complicaciones de la inmovilidad y
utilizando los principios de la mecánica corporal en todas las actividades.

4. Mecánica corporal.

La mecánica corporal forma parte del principio de ergonomía, una serie de directrices
que permiten hacer el trabajo con seguridad, tanto para el usuario como para el técnico.
De esta forma podemos mantener el equilibrio y realizar movimientos coordinados con
el mínimo esfuerzo, evitando la fatiga innecesaria y así prevenir lesiones osteomuscu-
lares a corto y largo plazo.

En posición erecta (de reposo o de equilibrio), el centro de gravedad se sitúa general-


mente a nivel de la segunda vértebra sacra, habrá que evitar desplazar ese centro de
gravedad en lo posible para no provocar un desgaste en los sistemas osteomusculares.

El equilibrio se consigue cuando todas las fuerzas que actúan sobre un cuerpo están
compensadas, aportando estabilidad. Cuanto mayor es la base de sustentación habrá
mayor estabilidad, ya que el centro de gravedad se situará más cercano al suelo. Al
realizar cualquier movimiento será necesaria la coordinación del sistema nervioso y del
aparato locomotor para conseguir ese equilibrio, teniendo en cuenta todos los principios
de la mecánica corporal.

Directrices de la mecánica corporal


Adaptar el área de la actividad a realizar, sin objetos que entorpezcan.
Mantener la espalda recta. Contracción de músculos abdominales y glúteos.
Separar los pies para aumentar la base de sustentación. Dirigir una de las puntas del pie
en la dirección del movimiento y la otra ligeramente flexionada.
Flexionar las caderas, rodillas y tobillos para acercar el centro de gravedad a la base de
sustentación.
Disminuir resistencia a la hora de movilizar usuarios, disminuyendo la superficie de
fricción.
Realizar traslados pegados a nuestro cuerpo acercándolos a nuestro centro de gravedad.
Levantar objetos flexionando rodillas con la espalda recta, utilizando la fuerza de las
piernas.
Deslizar preferiblemente antes que levantar.
Utilizar nuestro propio peso para aumentar la potencia y disminuir la fuerza,
contrarrestando el peso.
No rotar el tronco en transferencias. Usar las piernas para el giro con el pie en
dirección al desplazamiento.
5. Tipos de ejercicios.
En función de la mayor o menor participación del usuario y si precisa ayuda a la resis-
tencia, los ejercicios se clasifican en activos, asistidos o pasivos. Los objetivos de estos
ejercicios son mantener o recuperar el tono muscular, aumentar la potencia y la resisten-
cia, amplitud de la movilidad articular y aumentar la coordinación y velocidad de los
movimientos. Los ejercicios activos son los realizados por el propio usuario utilizando
su propia fuerza. Si estos no pueden ser realizados en su totalidad por el usuario,
hablamos de ejercicios asistidos, con la colaboración del TAPSD. En los ejercicios
pasivos el usuario no realiza ningún movimiento voluntario, no presta ayuda ni
resistencia al movimiento; en este caso los movimientos serán realizados por una fuerza
externa, bien ejercida por el técnico o mecánicamente.

6. Técnicas de movilización.

El término movilización hace referencia a los movimientos en una misma superficie


para realizar cambios de posición o de situación. En este tipo de técnicas aplicaremos
las normas generales para la movilización que variarán en función de si el usuario
colabora o no.

Normas generales de movilización.


Disponer previamente de los materiales necesarios y asegurarse de que la cama está
frenada y en posición horizontal.
Asegurar la intimidad del usuario durante la ejecución de la técnica.
Informar a la persona usuaria del procedimiento a realizar y del objetivo a conseguir,
pidiendo su colaboración en función de su capacidad de movimiento.
Tener en cuenta posibles sondajes, sueros y otros dispositivos que pudieran estar
conectados al usuario.
Realizar la presa del usuario de forma adecuada y segura, transmitiéndole confianza.
Movilizar de forma suave aplicando los principios de la mecánica corporal.
Una vez realizada la maniobra, asegurarse que la persona usuaria mantiene una
adecuada alineación corporal y se encuentra cómoda.
Finalizado el procedimiento, quitarse los guantes, lavarse las manos y registrar
cualquier incidencia que haya tenido lugar o cualquier otro dato observado.

6.1. Hacia un lateral de la cama.


Es una maniobra previa a otro tipo de movilizaciones, como pasar al usuario en decú-
bito supino a decúbito lateral o a decúbito prono si lo tolera, o para incorporarlo.

MOVILIZACIÓN HACIA UN LATERAL DE LA CAMA


Material: guantes, hoja de registro y bolígrafo.
Observaciones:
- Seguir las normas generales de movilización.
- Puede ser realizado por una persona (si el paciente colabora) o más de una (si
no colabora)
Procedimiento a. Paciente que colabora:
1. Situarse en el lado de la cama hacia el cual se va a movilizar.
2. Colocar el antebrazo bajo su cuello sujetando con la mano el hombro del usuario y
haciendo descansar la base de su cabeza en la flexura del codo y retirar la cabecera;
colocar la otra mano bajo la zona lumbar.
3. Adelantar una pierna hacia la cama y flexionarla, manteniendo la otra pierna
estirada.
4. Pedir al usuario que colabore y desplace su cuerpo hacia nosotros a la vez que
nosotros acercamos hacia el borde de la cama.
5. Alinear el cuerpo del usuario desplazando sus piernas hacia nosotros.
Procedimiento b. Paciente que no colabora:
1. Situarse en el lado de la cama hacia el cual se va a movilizar.
2. Colocar el antebrazo bajo su cuello sujetando con la mano el hombro del usuario y
haciendo descansar la base de su cabeza en la flexura del codo y retirar la cabecera;
colocar la otra mano bajo la zona lumbar. Otro de los técnicos colocará una de sus
manos bajo la zona lumbar y la otra bajo las rodillas.
3. Adelantar una pierna hacia la cama y flexionarla, manteniendo la otra pierna
estirada.
4. Desplazar al usuario hacia el borde de la cama, dejando caer el peso en el pie
posterior.
6.2. Movilización de decúbito supino a decúbito lateral.

Debe formar parte del plan de cuidados con cambios posturales, aunque también es una
movilización previa a sentar al usuario en el borde de la cama.

MOVILIZACIÓN DE DECÚBITO SUPINO A DECÚBITO LATERAL


Materiales: guantes, hoja de registro, almohadas y toallas.
Observaciones:
- Seguir las normas generales de movilización.
- Puede ser realizado por una persona (si el paciente colabora) o por dos (si no
colabora)
Procedimiento. Paciente que no colabora:
1. Movilizar a un lateral de la cama (procedimiento 6.1).
2. Colocar el brazo más alejado a nosotros flexionado hacia arriba y cercano sobre el
abdomen, y flexionar la pierna más cercana a nosotros.
3. Frenar desde el otro lado de la cama al paciente con las manos en hombro y cadera.
4. Levantar desde hombro y cadera, y colocar sobre el lateral.
5. Colocar almohadas en cabeza, espalda y abdomen, y toallas dobladas procurando
que ninguna parte de su cuerpo quede suspendida, de forma que quede lo más
cómodo posible.

6.3. Movilización de decúbito supino a decúbito prono o Sims.

Esta posición debe usarse si el paciente la tolera, aunque es común en personas que
presenten UPP en la zona sacra.

MOVILIZACIÓN DE DECÚBITO SUPINO A DECÚBITO PRONO O SIMS


Material: guantes, hoja de registro y bolígrafo, toalla pequeña.
Observaciones:
- Seguir las normas generales de movilización.
- Esta movilización puede ser realizada por una persona (paciente que colabora)
o por dos (paciente que no colabora)
Procedimiento. Paciente que no colabora:
1. Movilizar a un lateral de la cama (procedimiento 6.1).
2. Colocar el brazo más alejado a nosotros en extensión pegado al cuerpo, y flexionar
la pierna más cercana a nosotros.
3. Frenar desde el otro lado de la cama al paciente con las manos en hombro y cadera;
levantar desde hombro y cadera e ir girando su cuerpo hasta colocar en decúbito
prono.
4. Colocar la cabeza de lado y los brazos de la forma más cómoda posible; colocar
una toalla pequeña doblada en el hueco de los empeines del pie.
6.4. Incorporar al usuario hacia arriba.

La permanencia en la cama puede ocasionar que el usuario se deslice hacia abajo, lo


cual requiere su movilización hacia el cabecero de la cama.

INCORPORACIÓN HACIA ARRIBA


Material: guantes, hoja de registro y bolígrafo.
Observaciones:
- Seguir las normas generales de movilización.
- Colocar la almohada en el cabecero para evitar que en la movilización se pueda
golpear la cabeza.
Procedimiento a. Paciente que colabora:
1. Situarse en el lateral de la cama.
2. Pedir al usuario que flexione las rodillas y apoye los pies en la cama, a la vez que
se agarra al cabecero de la cama.
3. Colocar un brazo bajo la zona lumbar y el otro bajo el cuello, sujetando del hombro
más alejado a nosotros.
4. A la señal, deslizar hacia arriba mientras el usuario hace fuerza con talones y
manos.
Procedimiento b. Paciente que no colabora:
1. Situarse cada uno de los técnicos a cada lado de la cama.
2. Colocar un brazo por debajo del cuello, sujetando cada técnico el hombro más
alejado; el otro brazo bajo la zona lumbar.
3. A la señal, deslizar al usuario hacia arriba.
7. Técnicas de traslado.

Las transferencias o traslados son movimientos de una superficie a otra, generalmente


nos referimos desde la cama a la silla de ruedas o a un sillón. Antes de iniciar cualquier
tipo de traslado nos aseguraremos de si el paciente colabora o no, además es necesaria
una adecuada coordinación y comunicación entre quien realiza el traslado y el usuario.

7.1. Sentar al borde de la cama.

Para realizar el traslado de la cama a una posición en pedestación es necesario partir de


esta posición.

SENTAR A LA PERSONA EN EL BORDE DE LA CAMA


Material: guantes, hoja de registro, bolígrafo, bata y zapatillas.
Observaciones:
- Seguir las normas generales de movilización.
- Esta técnica se aplicará previamente a pasar al usuario a bipedestación o a un
sillón o silla de ruedas.
Procedimiento a. Paciente que colabora:
1. Desplazar al borde de la cama (procedimiento 6.1).
2. Elevar parte superior de la cama (posición de Fowler) para que la persona quede
semisentada; preguntar si se marea durante la elevación.
3. Sujetar desde atrás por el hombro e incorporarla, para que saque las piernas fuera
de la cama; comprobar que no se marea.
4. Poner la bata sobre los hombros y las zapatillas en el suelo para que apoye los pies
en ellas.
Procedimiento b. Paciente que no colabora:
1. Desplazar al borde de la cama (procedimiento 6.1).
2. Elevar parte superior de la cama (posición de Fowler) para que la persona quede
semisentada; preguntar si se marea durante la elevación.
3. Sujetar desde atrás por el hombro e incorporarla.
7.2. Traslado de cama a silla.

TRASLADO DE CAMA A SILLA DE RUEDAS O SILLÓN


Material: guantes, hoja de registro, bolígrafo, bata, zapatillas, sillas de ruedas o sillón
con entremetida.
Observaciones:
- Seguir las normas generales de movilización y traslado.
- Asegurarse que la silla está frenada y quitar los reposapiés.
- Partir de la posición sentada al borde de la cama (procedimiento 7.1)
Procedimiento a. Paciente que colabora:
1. Colocar la silla en paralelo a los pies de la cama.
2. Con nuestro pie entre los pies del usuario, sujetar por cintura o axilas (buscando la
posición más ergonómica para nosotros) y pedir que se sujete de nuestros hombros
o nuestro cuello.
3. A la señal, levantar al usuario con su ayuda, y asegurarse unos momentos que no se
marea.
4. Caminar a la vez tres pasos hacia atrás y girar, quedando el usuario de espaldas a la
silla.
5. Caminar hasta la silla; una vez que está delante de la silla, pedir que se sujete en los
reposabrazos e inclinarnos hasta que quede sentado.
6. Colocar los reposapiés.
Procedimiento b. Paciente que no colabora:
1. Incorporar al usuario (procedimiento 7.1b).
2. Colocar la silla en paralelo a la cama, a la altura de la cintura, y quitar el
reposabrazos más cercano al borde de la cama.
3. Sujetar desde atrás de los antebrazos, mientras el segundo técnico sujeta por las
rodillas.
4. A la señal, levantar a la vez y colocar en la silla; colocar reposabrazos y reposapiés.
7.3. Traslado con grúa.

En ocasiones, cuando el paciente no colabora y es de gran corpulencia, es necesario el


uso de grúas para llevar a cabo el traslado. Existe una gran variedad de grúas (eléctricas,
hidráulicas, manuales), generalmente móviles, con distintos tamaños que favorecen su
uso tanto a nivel institucional como en el domicilio.

Los arneses pueden ser de distintos tipos y tamaños, con una característica común:
tienden a repartir el peso para evitar los puntos de presión.

TARSLADO DE USUARIO CON GRÚA


Material: guantes, grúa, arnés y silla con entremetida.
Observaciones:
- Aplicar las normas generales de movilización y traslado.
Procedimiento:
1. Girar al usuario a decúbito lateral, colocar el arnés doblado hacia la mitad sobre la
cama, girar al usuario hacia el otro lateral para estirar el arnés; con el usuario en
decúbito supino, pasar las bandas de las piernas por debajo de estas
entrecruzándolas.
2. Acercar la grúa a la cama con las patas debajo de la cama, abrirlas para aumentar la
base de sustentación de la grúa y frenarla; bajar el brazo.
3. Enganchar las bandas del arnés, las de los hombros en los ganchos centrales, y las
de las piernas entrecruzadas en los ganchos de los extremos.
4. Elevar suavemente al usuario, sujetando el gancho de la parte posterior del arnés,
para girarlo.
5. Quitar el freno y cenar las patas de la grúa; desplazar hasta la silla, vigilando el
balanceo y controlando que no se golpee.
6. Situar las patas de la grúa a los lados de la silla y frenar; abrirlas y frenar la grúa.
7. Bajar el brazo de la grúa suavemente hasta que quede sentado; colocar los
reposapiés.
7.4. Traslado de cama a camilla.

En ocasiones se requiere transferir a los usuarios de la cama a una camilla, general-


mente para exploraciones en el ámbito hospitalario, o para otro tipo de actividades en
centros asistenciales.

TRASLADO DE CAMA A CAMILLA


Material: guantes, hoja de registro, bolígrafo, camilla, entremetida para cubrir camilla.
Observaciones:
- Aplicar normas generales de movilización y traslado.
- El procedimiento se realizará en bloque (con tres personas, la de mayor altura
en la parte superior, la de menor en la parte inferior).
- Los tres técnicos deben coordinarse a la hora de realizar los movimientos para
mayor seguridad del usuario.
- La camilla debe estar perpendicular a la cama.
Procedimiento:
1. Colocar al usuario al borde de la cama (procedimiento 6.1).
2. A la señal, cargar al usuario y ponerlo en alto.
3. Dar tres pasos largos hacia atrás la persona que sujeta la parte inferior del usuario
(la de la parte superior gira sobre su propio eje, la de la parte media da también tres
pasos más cortos) para colocarse frente a la camilla.
4. Contar tres pasos hasta la camilla y colocar al usuario en decúbito supino.
8. Técnicas de deambulación.

El termino deambulación hace referencia a la forma de caminar de manera activa, con


coordinación, alineado con el centro de gravedad acompañado de movimientos con los
brazos. Esta puede verse afectada por problemas articulares debilidad muscular y falta
de control de movimiento.

Es un paso previo para que al persona usuaria retome la autonomía de los movimientos.
Debe realizarse siempre bajo asistencia y supervisión.

AYUDA A LA DEAMBULACIÓN
Material: guantes, bata, zapatos adecuados (cerrados y antideslizantes), hoja de
registro, bolígrafo, material de apoyo propuesto en el plan de cuidados (andadores,
bastón, muletas), cinturón de sujeción.
Observaciones:
- No forzar la marcha de la persona usuaria.
Procedimiento:
1. Colocar al paciente sentado al borde de la cama (procedimiento 7.1).
2. Poner al usuario el calzado y la bata para que esté cómodo.
3. Ofrecer al usuario el apoyo prescrito en el plan de cuidados.

8.1. Productos de apoyo para la deambulación.

Estos productos permiten aumentar la seguridad en el individuo con alguna limitación


funcional en las extremidades inferiores o con marcha inestable.

Los bastones son elementos de apoyo que permiten descargar la extremidad débil, pro-
porcionando seguridad al usuario que lo utiliza. Debe colocarse en la mano del lado no
afectado para proporcionar el apoyo. Si se necesita mayor estabilidad se puede utilizar
un segundo bastón, y puede presentar una o varias patas. Además son de altura regu-
lable.

Las muletas son bastones con apoyo para el antebrazo o a nivel axilar. También son de
altura regulable. Están indicadas para personas que precisan una ayuda moderada para
caminar, proporcionando mayor estabilidad que los bastones.

Por último, los andadores aumentan la base de sustentación y proporcionan una mayor
estabilidad. Al igual que bastones y muletas, son regulables en altura, y presentan varie-
dad de modelos: con cuatro patas, con patas y ruedas, con asiento.
9. Arcos de movimiento.

Se denomina arco de movimiento al máximo desplazamiento que es posible realizar en


una articulación a través de ejercicios activos, resistidos o pasivos, explicados anterior-
mente.

Los movimientos de las articulaciones pueden verse afectados por una flexibilidad baja
o nula por posturas inadecuadas, inmovilidad o falta de ejercicio físico. Por ello, es ne-
cesaria la realización de estos ejercicios para aumentar la amplitud en los arcos de
movimiento.

ARCOS DE MOVIMIENTO
Material: guantes, hoja de registro y bolígrafo.
Observaciones:
- Seguir las indicaciones del fisioterapeuta.
- Si los ejercicios abarcan todas las articulaciones, comenzar desde la cabeza e ir
avanzando hacia los pies; en las extremidades comenzar por la parte proximal
hacia la parte distal.
Procedimiento:
1. Explicar al usuario el procedimiento y descubrirlo.
2. Según la zona corporal, realizar los diferentes movimientos:

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