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CHINA

ECONOMÍA

China es la segunda potencia económica del mundo, el primer exportador y posee las
mayores reservas de cambio. La recesión mundial de 2009 interrumpió su ritmo de
crecimiento de dos cifras, y se manifestaron los límites de un crecimiento enfocado
esencialmente en las exportaciones. Según la oficina de estadística del país, la economía
china creció 6,9% en 2017, superando tanto el objetivo oficial como el crecimiento de
2016. La demanda externa resiliente y un firme consumo de los hogares fortalecieron este
crecimiento, a pesar de las preocupaciones crecientes sobre los riesgos financieros en
torno a una reestructuración económica llevada a cabo por el gobierno comunista. Nuevos
sectores, como el comercio electrónico y los servicios financieros, están cobrando fuerza
en una economía aún dominada por sectores orientados a la exportación.

POLÍTICA

Forma de gobierno:

La República Popular China es un Estado comunista. Deng Xiao Ping propuso la frase "socialismo de
mercado" para definir la evolución del país. China es un Estado centralizado unitario, totalmente
administrado por el Partido Comunista Chino, con una gran burocracia nacional que se ocupa de todo, y
autoritario tanto en su estructura como en su ideología.

El poder ejecutivo:

El poder ejecutivo chino está supervisado por un órgano colegial dotado de importantes poderes:
el Consejo de Asuntos del Estado (CAE), bajo el que se sitúan las comisiones gubernamentales, los
ministerios y ciertos organismos con rango ministerial.
Según la Constitución, el CAE es el "órgano administrativo supremo" del Estado chino, aunque la mayoría
de las decisiones importantes las toma el buró político del Partido Comunista Chino. El CAE juega una
papel importante en el campo económico. El Primer Ministro encabeza el CAE y controla la acción del
gobierno, asistido por cuatro viceprimer-ministros. El CAE incluye además cinco consejeros de Estado,
que, como los viceprimer-ministros, tienen competencias sobre un grupo de ministerios o comisiones de
rango ministerial. El Secretario General del gobierno también pertenece al CAE.

El poder legislativo:

El poder legislativo es unicameral y recae en la Asamblea Nacional Popular (ANP), el "órgano supremo de
poder del Estado". Está constituido por unos 3000 diputados que son elegidos cada cinco años por
sufragio indirecto por las instancias locales, se reúne en sesión plenaria una sola vez al año y se
convirtió, a partir de los años 80, en una simple "caja de resonancia" de los intereses locales o
sectoriales. En efecto, los diputados representan a las 23 provincias, las 5 regiones y los 4 municipios
autónomos.
La ANP incluye una delegación del Ejército Popular de Liberación. El Comité Permanente de la Asamblea
Nacional Popular (CPANP) es nombrado por el buró político del Comité Central del Partido Comunista.
Sustituye a la Asamblea entre sesiones y dispone del conjunto de sus poderes. Está formado por un
presidente, quince vicepresidentes y 176 miembros permanentes. El CPANP se reúne regularmente, pero
es el buró de la APN el que ejerce sus funciones diariamente.
La elegibilidad de sus miembros está controlada por el PCC, que tiene también derecho a supervisar el
nombramiento de los dirigentes y los altos funcionarios de las diferentes circunscripciones
administrativas.
GENOCIDIO DE RUANDA

Historia de Ruanda: los hutus y los tutsis


En 1994, más de 7 millones de personas vivían en Ruanda divididas en tres
grupos étnicos: hutus, que suponían la gran mayoría de la población, tutsis y
twa.
Antes de la era colonial, los tutsis ocupaban el más alto estrato en el sistema
social y los hutus el más bajo, pero eso llegó a invertirse en el s. XIX. Tras la I
Guerra Mundial, Ruanda pasó a pertenecer a Bélgica y, con la descolonización
de los años 50, las tensiones aumentaron y comenzaron los conflictos
étnicos entre hutus y tutsis.

El genocidio de Ruanda de 1994

El 6 de abril de 1994, la muerte del presidente de Ruanda, Juvénal


Habyarimana, da comienzo a semanas de intensas masacres. Se estima que 1
millón de personas fueron asesinadas en lo que se conoce como el genocidio
de Ruanda, y alrededor de 200.000 mujeres fueron violadas.
El 7 de abril, la primera ministra Agathe Uwilingiyimana y los soldados belgas
de las fuerzas de la ONU que la custodiaban fueron asesinados brutalmente por
los soldados del gobierno.
Después de la masacre de sus tropas, Bélgica retiró al resto de sus fuerzas,
seguida por otros países, lo que llevaría a que el 21 de abril la UNAMIR (Misión
de Asistencia de las Naciones Unidas para Ruanda) se viera obligada a reducir
sus efectivos.
La ausencia de una reconciliación entre los distintos partidos de Ruanda y la
falta de respuesta de la comunidad internacional hicieron que la tragedia se
volviera aún más compleja. La capacidad de la ONU de reducir el sufrimiento
humano en Ruanda se vio severamente constreñida por la negativa de los
Estados Miembros a responder con tropas adicionales.
El 22 de junio, el Consejo de Seguridad autorizó a las fuerzas francesas a
enviar una misión humanitaria, llamada la Operación Turquesa, que salvaría a
cientos de civiles en el suroeste de Ruanda. En otras áreas, los asesinatos
siguieron hasta el 4 de julio, cuando el FPR tomó el control militar de todo el
país.

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