ELECTRIFICADOR DE

SANGRE DEL DR. BECK

NOÉ AGUILAR TINAJERO·LUNES, 28 DE NOVIEMBRE DE 2016

Nuestra Época Por Noé Aguilar Tinajero

“Hace miles de años, mucho antes de que los científicos occidentales

descubrieran las leyes del universo cuántico, los asiáticos ya honraban a la
energía como el factor principal de la salud y el bienestar” Dr. Bruce Lipton
(1944)

En artículo anterior, esta columna se refirió a un descubrimiento esperanzador

para la humanidad, sobre todo para aquellas personas que padecen enfermedades
causadas por “bichos infecciosos”, es decir, el cáncer en todas sus expresiones
comerciales, y otras no menos graves, también consideradas, muchas de ellas,
como “incurables”. Ahora he de referirme a la forma que el Doctor Beck (1990)
propone para erradicar los virus, hongos, bacterias y paracitos, de la sangre por
medio de electrificaciones de muy baja intensidad.

Como ya se mencionó en artículo anterior, el Dr. Robert Beck, físico nuclear,

recorrió el mundo estudiando diversas formas de sanar alternativamente, observó
a los sanadores y midió su frecuencia de oscilación de sus ondas cerebrales
mientras ellos efectuaban el proceso de sanación. A través de las observaciones a
varios de ello, se dio cuenta que tenían algo en común, su frecuencia de
oscilación cerebral estaba sincronizada con las ondas del campo magnético de la
madre Tierra, concretamente con las denominadas ondas Schumann, que oscilan
entre 7.8 y 8.0 Hz. (Hz, ciclos por segundo). Llegando a concluir que estos
sanadores utilizan la energía, cósmica y telúrica, del campo magnético del
planeta para dar equilibrio al flujo energético humano, y así dar inicio al proceso
de sanación de los pacientes. Los que saben de energía dicen que a través de
péndulos o varillas posicionadas en algunos puntos especiales del cuerpo
humano, es posible identificar la energía, misma que se puede deteriorar,
amplificar o neutralizar.
Considerando esta posibilidad, el Dr. Beck nos dice que al exponer a bacterias y
microbios presentes en el flujo sanguíneo a más de 50 microamperios de
corriente eléctrica, sin necesidad de extraerla y después volverla a inyectar, los
virus pueden exterminarse por la corriente eléctrica y después son expulsados por
el organismo humano. Para poder hacer realidad este mecanismo de sanación, el
Dr. Beck diseño un aparato capaz de realizar este propósito, al cual llamó:
Electrificador de Sangre. Se trata de un sistema muy sencillo que se utiliza para
la aplicación de micro-corrientes mediante la colocación de ciertos electrodos
sobre las arterias de las muñecas. A la vez también creo un protocolo, basado en
una serie de pasos que guían al usuario para obtener el mayor provecho al usar
este aparato. Este aparato, según él, puede curar desde un resfrío hasta el
mismísimo Sida o cáncer.

Ahora bien, hay algo mucho más interesante, el Dr. Beck nunca quiso lucrar con
este maravilloso invento y dejo disponible, de manera gratuita, los planos para
que cualquier persona, con la mínima ayuda de un técnico electrónico pueda
construirlo y usarlo en su propio beneficio. Desde luego que la crítica, hacia este
invento y su creador, ha sido muy agresiva, principalmente la proveniente de la
comunidad médica-científica tradicional que se niega a reconocer los beneficios
del invento, pero todos sabemos a qué razones obedecen estos ataques.

En Internet se pueden localizar los planos del Electrificador de Sangre, así como
el protocolo de uso, por lo tanto, las personas interesadas podrían acceder a esta
informacion y ayudarse a sí mismos o ayudar a otros que requieran sanación de
enfermedades causadas por bacteria o microbios en la sangre.

Nuevamente exhorto a los lectores a visitar la página de YouTube para ampliar

esta información en: https://www.youtube.com/watch?v=9dQVd0fAEjw Es
posible sanar desde un resfrío hasta enfermedades degenerativas como el cáncer,
la hepatitis, fatiga crónica y SIDA.

En próximos artículos ampliaré esta información, pero sus comentarios valen

más y siempre serán bienvenidos, porque nos ayudan para mejorar nuestras
condiciones humanas. Opine a través de noeaguilartinajero@hotmail.com y/o
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