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A pesar de que la Biblia claramente nos enseña que la Palabra de Dios es una lámpara a

nuestros pies y una luz para nuestro camino, muchos toman la decisión de tropezar en la
oscuridad en lugar de dejar que la luz de la Palabra de Dios guíe su camino..
La Biblia no es para ser leída sólo una vez por semana o una vez al mes o una vez al año,
es nuestro sustento diario, es la forma en que somos nutridos a ser cristianos fuertes
para correr la carrera con perseverancia y proclamar y compartir el evangelio con poder.

Lo primero que salta a la vista, es que el escritor esta utilizando un lenguaje metafórico para
proponer su enseñanza.

Como sabemos el libro de los Salmos esta escrito en forma de poesía. Este género literario
utiliza la metáfora como medio de expresión de sentimientos, o para proponer una enseñanza.

La metáfora es un recurso literario que consiste en identificar dos términos entre los cuales
existe alguna semejanza. Uno de los términos es el literal y el otro se usa en sentido figurado.

La lectura del texto antes citado, nos permite determinar cinco palabras destacadas: lámpara,
pies, palabra, lumbrera, camino.

Cada una de ellas apunta a una idea:

 Lámpara, luz para iluminar el camino,

 Pies: caminante, el escritor, cada uno de nosotros,

 Palabra: Mensaje escrito en los libros dictados por Dios, o proclamado por sus siervos,

 Lumbrera: luz para orientar en el camino,

 Camino: La vida, el continuo humano.

De estas palabras se deducen, o se infieren otras, íntimamente relacionadas:

 Oscuridad: Como opuesto de luz. Precisamente la luz es necesaria para disipar las
tinieblas.

 Origen y destino: Implícitas en la palabra camino. Todo camino, o caminante, tiene un


origen, punto de partida; y un destino, punto de llegada.

El salmista esta proponiendo la figura de un caminante que partiendo de un determinado lugar,


se dirige a otro que es su destino; en su caminar por la noche oscura, utiliza una lámpara para
alumbrar el camino, así evitar obstáculos y peligros al acecho; así como lumbreras que le guíen
en forma segura hacia su destino.

Actualizando la aplicación, podemos afirmar que se trata de un cristiano que en su viaje hacia
su destino final, utiliza la Palabra, para evitar tropiezos, peligros, y desvíos en el camino, de
manera que pueda llegar felizmente al lugar previsto; el destino final, el Cielo, la presencia de
Dios.

La lámpara tiene importancia, mientras se viaja. Una vez llegado al destino, se guarda. No se
utiliza más, pues ya cumplió su cometido.

Es igual en nuestro caso. La Biblia es útil, mientras estemos en esta Tierra, una vez en el Cielo
no será necesaria. Más adelante, trataremos este asunto tan importante.
nos hemos acostumbrado a ver la Biblia como un Libro Sagrado, para venerarlo, para
memorizarlo, y no como un Libro para vivirlo.

Cuando Dios envió su Palabra a los judíos, fue para que la vivieran, no para que la conocieran
simplemente, o la memorizaran. Como se afirma en Deuteronomio 4:1:

2 Ped. 1:20, 21: “Ninguna profecía de la Escritura proviene de interpretación privada


alguna. Porque la profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre,
sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo.”

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