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UNA MIRADA CRÍTICA AL GÉNERO DEL ENSAYO

Inés Emilia Rodríguez Grajales *

“La palabra escrita me enseñó a escuchar la voz humana…”1

SÍNTESIS ABSTRACT
El ensayo es uno de los géneros más complejos y exi- The essay is one of the most challenging and complex
gentes a la hora de escribir un texto. Esa misma genders, when it comes to write a text. That way, it
complejidad se ha prestado para que muchos autores has turned out for many authors the assumption,
asuman que no hay reglas ni convenciones que rijan su that there isn’t any an instruction or conventions
escritura. Lo que muestra este documento es que, a that rule their writings. However, what this
pesar de lo dicho anteriormente, hay unas formalida- document shows is that in spite of what has been
des dentro del género que permiten diferenciarlo de said before; there are some rulings into the gender
otros, como su estructura, y características tan im- that allow make a difference among them, such as
portantes como la utilización de citas bibliográficas structure and characterizations, which are as
como requisito para apoyar las ideas expuestas y de- important as the using of bibliographical notes as a
batir con las de otros autores, cuidando del abuso de requirement for supporting presented ideas, and
las mismas; y en tercer lugar, la subjetividad como la debating those ones from other authors, emphasizing
mayor parte constitutiva del texto, en donde el autor on no-abusing their own ones, and for an ending,
crea su propia visión de mundo. the subjectivity as major constitutive part of the
text, where the author creates his own world vision.
DESCRIPTORES: Ensayo, Estructura de
Textos Argumentativos, Argumentar, Fuentes Bi- DESCRIPTORS: Essay, Argumentative Text
bliográficas, Subjetividad. Structure, State, Bibliographical Sources, Subjectivity.

Muchas ideas se han expresado bargo, tampoco se puede decir que


acerca de un género tan complejo cualquier texto, publicado bajo este
desde que, en 1598, Michel de la título, sea un ensayo puesto que,
Montaigne llamó por primera vez aunque resulte tan difícil precisar su
Essais a este tipo de texto. Muchas forma, sí hay una estructura y unas
de esas ideas, especialmente a la hora características en las que concuer-
de definirlo, resultan contradictorias, dan la mayoría de quienes no sólo
lo que equivale a decir que no hay han escrito excelentes ensayos, sino
una teoría “verdadera” sobre el gé- que además han reflexionado en
nero que permita encasillarlo, en es- torno al género, partiendo de lo que
pecial desde la academia, bajo con- Montaigne y muchos otros grandes
ceptos y normas rígidas. Sin em- ensayistas, mostraron en las obras
* Licenciada en Educación Español y Comunicación Audiovisual. Profesora Universidad Católica Popular del Risaralda.
Dirección Autora: agnesrodri@hotmail.com
Recepción del Artículo: 15 de Agosto de 2006. Aceptación del Artículo por el Comité Editorial: 30 de Agosto de 2006.
1 YOURCENAR, Marguerite. Memorias de Adriano. Bogotá: Círculo de lectores, 1984 p 21

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en las que hoy se basa la concep- textos que son sólo comentarios
ción de ensayo como tal, y que re- personales, puntos de vista, reflexio-
sumiendo sería: El ensayo es un tex- nes, opiniones sin ningún tipo de
to a través del cual el autor hace una argumentación, a los que se les lla-
disertación sobre un tema cualquie- ma “ensayos”, pervirtiendo así el
ra, expone sus ideas argumentando género y llevando a que se generali-
una determinada hipótesis, apoya- ce la idea de que cualquier texto en
do en lo que ya se conoce sobre el que “yo opine”, es un ensayo. O
dicho tema. peor aún, y parafraseando a
Malebranche, un escrito en el que,
Ahora bien, el ensayo considerado por citar más autores de los que al-
como “un cajón de sastre donde guien pudiera leerse en la vida, ya
entra todo lo que no tiene clasifica- puede llamarse ensayo (Citado por
ción en otra parte” (Gómez de Zaid, 2003: p 20).
Baquero, citado por Peña Dix, 1999,
p 119), es la tendencia que se obser- También es cierto que escribir en
va hoy al abrir publicaciones acadé- general, pero especialmente ensayos,
micas, científicas, de todo tipo, en es una tarea difícil, ardua, porque no
donde quienes escriben pretenden sólo es un ejercicio intelectual, sino
etiquetar cualquier escrito bajo este además porque implica colocar so-
género, olvidando que la escritura del bre el papel la relación que hay en-
mismo exige rigurosidad, conoci- tre la visión de mundo del autor, su
miento, sensatez, disciplina, un ma- yo, y la visión de otros para apoyar-
nejo adecuado del lenguaje y, sobre la o refutarla. Así mismo, porque
todo, un estilo sencillo, agudo pero enfrentarse a la hoja en blanco (a la
ameno, que lo acerque al lector. pantalla en blanco) asusta hasta al
más experto de los escritores, pero
La complejidad de este tipo de tex- especialmente porque la fragilidad
to ha dado pie para que, en mu- misma del género impulsa a correr
chos casos, se tergiverse la idea de el riesgo de ser, o demasiado obje-
ensayo y su uso se convierta en una tivos, o demasiado subjetivos, olvi-
herramienta de la que se “echa dando el equilibrio que debe existir
mano” cuando se pretende que al- entre estas dos dimensiones.
guien escriba y muestre en esa es-
critura que sabe sobre el tema; o Como se enunció anteriormente, el
cuando alguien escribe y pretende primer acercamiento al tema gira en
demostrar que sabe mucho sobre torno a la estructura del ensayo
el tema. De ahí que se encuentren como texto argumentativo, el más

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utilizado en la academia para invi- jetividad científica. Como plantea


tar a los profesores y estudiantes a Jairo Morales Henao, al reseñar el li-
reflexionar sobre el conocimiento bro “El ensayo”, de uno de los en-
establecido, sobre la realidad circun- sayistas colombianos más lúcidos
dante, o sobre problemas y situa- del momento, Jaime Alberto Vélez:
ciones del contexto. “Las cualidades del ensayo se
enfatizan por la oposición que
Las partes de un ensayo están cla- presentan con las aspiraciones de
ramente definidas y no difieren objetividad, exhaustividad y verdad
mucho de las de otros tipos de tex- de otros géneros.” (1997: p 97).
to: introducción, contenido, conclu-
siones. ¿Qué las diferencia? El tra- La introducción, cuya extensión
tamiento del tema. No es lo mis- puede variar desde un párrafo has-
mo hacer una introducción para un ta varias páginas, dependiendo de
informe de lectura que para un en- la extensión del ensayo, es el “gan-
sayo. En la de éste último se pide cho” que utiliza el autor para llamar
que además de plantear la idea ge- la atención sobre el tema. Si es
neral del tema, expresada a través atractiva, sugestiva, interesante, se
de ejemplos, anécdotas, conceptos, garantiza la lectura completa del tex-
citas, etc., se incluya la hipótesis (que to, pero si por el contrario se pre-
al desarrollarse se convierte en te- senta compleja, pesada a los ojos
sis) o planteamiento central del tex- del lector, seguramente no pasará
to, la cual da paso a los argumentos de las primeras líneas. Con relación
seleccionados por el autor para de- a este aspecto, queda claro que no
finir su posición al respecto. Es pre- hay una, sino muchas maneras de
ciso aclarar que de la claridad de la empezar un ensayo, lo que se apren-
hipótesis depende la claridad de los de leyendo buenos autores, en cual-
argumentos expuestos. Cuando se quier campo del conocimiento.
logra concretar ésta, puede decirse
que el ensayista ha ganado el cin- La segunda parte de la estructura
cuenta por ciento del difícil terreno del ensayo es el contenido o diser-
de la escritura, porque lo que sigue tación, donde el autor desarrolla la
es sustentar cada una de las partes, hipótesis enunciada, organizando
variables, de esa hipótesis. Y se ha- en orden jerárquico, según su peso,
bla de sustentar porque, a diferen- los argumentos necesarios para sus-
cia de la de un proyecto de investi- tentar su posición. Aquí es donde
gación, la hipótesis de un ensayo no se encuentra su aporte, su visión de
se demuestra desde el rigor y la ob- mundo, la expresión de su yo parti-

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cular, situado frente a una realidad establecido para dialogar con los
constituida por lo que ya se ha di- autores y los textos, y son ellos quie-
cho sobre el tema, acudiendo para nes finalmente lo llevan a asumir la
ello a las citas, a las fuentes elegidas posición que defiende en el ensayo,
para apoyar las razones de su elec- quienes le dan argumentos para de-
ción. Como diría Eduardo Grumer, batir las ideas y plantear su propia
“eso transformará al ensayo en una verdad: “La libertad para discurrir,
especie de autobiografía de lecturas: la flexibilidad para conversar sobre
no tanto en el sentido de los libros de cualquier asunto y convertirlo en
mi vida, sino más bien en el de los algo agradable e interesante para el
libros que han apartado al ensayista lector; el nivel de tratamiento del
de su vida: que lo han hecho escribir, tema, que lo mantiene distante de
derramar sus lecturas sobre el mundo la trivialidad y las concesiones a la
en lugar de atesorarlas en no sé qué ignorancia”, son recursos del ensa-
interioridad incomunicable.” (Gruner, yo utilizados por aquellos para quie-
1966, citado por Percia, 2001: p 11). nes éste se convierte en uno de los
más exigentes ejercicios intelectua-
La expresión de Gruner sirve ade- les. (Morales Henao, 1997: p 97)
más para deducir que del conoci-
miento que se tenga sobre el tema En esta parte estructural del ensayo
depende en gran medida la calidad es necesario tener en cuenta que
del texto. No se puede pretender todo lo que se afirme se debe sus-
escribir un ensayo medianamente tentar, no se pueden lanzar ideas al
bueno, cuando la lectura no ha he- aire sin justificación alguna, ni tam-
cho parte del proceso de su escritu- poco recurrir a citas que, en lugar
ra, porque si bien es cierto que mu- de aclarar o apoyar una idea, lo que
chas de las ideas que se expresan allí hagan es restarle coherencia a la ex-
surgen de la realidad del autor, tam- posición que venía haciendo el au-
bién es cierto que si esas ideas no tor, alejándolo de la sustentación de
están apoyadas con una argumen- la posición que asumió, perdiendo
tación validada como conocimien- así mismo la oportunidad de adhe-
to, se pierde la intención misma de rir al lector a sus planteamientos.
lo que debe ser un buen ensayo.
Otro aspecto en el que es necesario
La aproximación conceptual es, por hacer énfasis es en el empleo del len-
lo tanto, evidente en el ensayo cuan- guaje, clave a la hora de elaborar un
do quien escribe recurre a las citas, ensayo. La ramplonería es tan cho-
a la información o al conocimiento cante como la exhibición de tecni-

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cismos y expresiones pedantes. Sin que lo que hizo fue un acercamien-


importar la disciplina, el medio por to, sin pretender dejar por sentado
el cual se publique o la trascenden- que la suya es la última palabra so-
cia del tema, la sencillez en el len- bre el tema, por el contrario, dejan-
guaje debe caracterizar un buen en- do abierta la discusión para otras
sayo: ni tan complejo que opaque la posibles miradas.
lucidez de los argumentos, ni tan
simple que le reste peso a los mis- Lo expuesto hasta aquí indica que
mos. El lenguaje es el que le da for- uno de los principales objetivos del
ma al estilo del autor, a través de él ensayo es convencer al lector de que
se expresa la forma de pensar y de lo que se dijo es válido, pero tam-
sentir, la forma de asumir el cono- bién, en caso contrario, busca pro-
cimiento, de dialogar con él y con vocar al lector, invitarlo a reflexio-
los autores, de interpretar la reali- nar, “moverle el piso” para que re-
dad, la condición y la historia hu- fute lo dicho o produzca nuevas
mana, y el entendimiento del mun- miradas, nuevas formas de pensar
do. En él se debe encontrar a otro y asumir la realidad, con lo cual se
ser humano dispuesto a desnudar estaría estableciendo el diálogo en-
su pensamiento frente a otros que, tre el autor, el texto y el lector.
si no lo entienden, por lo menos lo
escuchan y están dispuestos a con- Desde otra perspectiva, el segundo
versar con el texto. He ahí la im- aspecto de este texto hace referen-
portancia del uso de un lenguaje cia a las características específicas que
adecuado en el ensayo, en donde debe conservar un buen ensayo, acla-
radica su construcción como un rando que, debido a la confusión que
ejercicio intelectual, pero también ello ha generado, en este caso se cen-
como un placer estético. tran en dos muy importantes: las re-
ferencias bibliográficas expresadas a
La estructura plantea terminar con través de las citas, y la subjetividad
uno o varios párrafos conclusivos, como aporte personal del autor en
para lo cual se debe acudir a la hi- la cual se encuentra la posibilidad de
pótesis planteada, como recomen- crear, de decir algo nuevo.
dación para no concluir una idea
diferente a la propuesta. El autor Dentro de las consideraciones ini-
cierra su argumentación resumien- ciales de lo que es un ensayo, jue-
do las ideas expuestas sobre el tema gan un papel importante las fuen-
en cuestión, confirmando la validez tes utilizadas para su elaboración y
de su hipótesis, teniendo en cuenta la forma de citarlas. Nunca antes

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como ahora viene a ser tan necesa-


rio llamar la atención sobre este
asunto, cuando lo que se observa
en la mayoría de los textos, publica-
dos como “ensayos”, es un afán
desmedido por mostrar que se sabe
mucho sobre el tema, que se cono-
cen grandes autores y, paradójica-
mente, que los que saben sobre el
asunto son esos otros, no el autor
del texto. “Séneca se lo escribe al
discípulo que le pide máximas de fi-
lósofos, para memorizarlas: No te
hacen falta. Ya es hora de que tú
mismo digas cosas memorables.”
(Séneca, citado por Zaid, 2003: p 19).

Dosificar las citas es característica tarse a lo inexplorado y así llegar,


de un gran ensayista, de aquel que con suerte, a lo nunca visto” (2003:
sabe tanto sobre el tema, que ha 20). Con ello se diría entonces que
sido capaz de hacer un ejercicio in- la calidad del ensayo no se mide por
telectual tan intenso, que se siente el número de citas que contenga,
capaz de, a partir de lo que ya sabe, sino más bien por la calidad y la per-
decir lo suyo, enfrentar su posición tinencia de ellas dentro del texto.
con el lector para invitarlo a debatir
junto con él, el universo del conoci- La Ley 1032 aprobada en junio del
miento o de la simple realidad que año en curso, es clara sobre la im-
lo rodea. Porque el ensayo no se portancia de referenciar las fuentes
concibió con la idea de repetir lo citadas en un trabajo o publicación,
mismo, de resumir el pensamiento como una forma de proteger la pro-
de uno o varios autores, o de apo- piedad intelectual. También lo es
yar lo que ellos dicen con comenta- cuando habla del exceso de citas en
rios o puntos de vista. Citar es evi- un texto, considerando este hecho
denciar en el ensayo el diálogo que como plagio puesto que el texto, con
el autor ha realizado con la cultura: la abundancia de citas, ya no sería
“Citar es asumir una tradición, to- de quien lo publica, sino de quienes
mar en cuenta los trabajos previos, escribieron dichas citas. Un plan-
estudiar lo explorado para enfren- teamiento interesante llevándolo al

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caso del ensayo, teniendo en cuen- tados en esas lecturas. Pretender


ta que dentro de él lo más impor- crear un ensayo en dos horas, de
tante es el aporte que se haga al un día para otro, así se tengan los
tema, lo nuevo que pueda decir conocimientos previos, es un acto
quien lo escribe, cosa que no se lo- de irresponsabilidad en el que se le
gra cuando lo que predomina son conceden todos los créditos a la
las ideas de otros. mediocridad. Allí sólo cabría la po-
sibilidad de hacer lecturas apresura-
Ernesto Sábato, citado por Jaime Al- das y rebuscar citas que se adecúen
berto Vélez, dice que “una dosis amis- medianamente a los comentarios
tosa de citas” es pertinente en el en- superficiales que, en estas circuns-
sayo para no caer tampoco en la va- tancias, podrían hacerse.
nidad de quienes parecen tener sólo
el interés de aparecer como eruditos” Un ensayo sin técnicas ni exigen-
(2000: p 40). No es pues el afán de cias, tomado como punto de parti-
hacer evidente el compendio de lec- da de la labor académica, sólo pue-
turas posibles hechas para acercarse de producir como resultado la re-
a la escritura del texto, es saber em- petición de errores. La razón es que
plear con prudencia la información y su escritura consiste más en un efec-
adecuarla a la disertación para hacer to que en una causa. A él se llega
de ella un diálogo entre quien escribe como consecuencia de un desarro-
y quienes escribieron antes sobre las llo conciente de adquisición de co-
mismas ideas. nocimientos, de exposición y de
debate del pensamiento; pero, so-
En la academia este aspecto adquie- bre todo, de formación de un crite-
re especial importancia, si se tiene rio propio (Vélez, 2000: p 69).
en cuenta que dentro de ella la rigu-
rosidad, al escribir o al pedir que se Consecuencia de lo anterior es la
escriba un ensayo, parte del com- acumulación de citas, puesto que no
promiso que los actores de esta co- hay oportunidad de producir ideas
munidad han adquirido con el co- nuevas a partir de la reflexión pro-
nocimiento. Es decir, tanto profe- funda, y el afán en este caso es en-
sores como estudiantes deben te- tonces mostrar que sí se leyó, que sí
ner claridad acerca de que la pro- se sabe del tema, para obtener un
ducción de ensayos no es un acto reconocimiento académico o una
fortuito, sino un proceso que impli- nota. Desconfianza debe producir
ca esfuerzo, tiempo, primero para un texto construido así, si se tiene
leer y luego para escribir fundamen- claro que el ensayo nació como tex-

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to basado en la pasión por el cono- lecturas que hacen las personas, las
cimiento y, consecuentemente, en transforman interiormente, transfor-
la pasión por la lectura. mación es la que se muestra en el
ensayo cuando quien escribe es ca-
Y es en este último aspecto donde paz de decir desde su propia voz.
realmente radica la calidad del ensa- Al respecto, Héctor Abad Faciolince
yo, ya que no es posible escribirlo si dice:
antes no se conoce con profundi-
dad el tema (aunque la intención no El delicioso (pero al principio difícil)
es agotarlo). Si lo que se pretende arte de la lectura, nos hace sentir y
es asumir posiciones, es importan- nos hace pensar, porque es capaz de
te buscar información suficiente, sacarnos de nosotros mismos. Un
contrastar con ella la visión perso- individuo, una persona sola es casi
nal y a partir de allí definir cuál es la siempre muy poca cosa. Gracias a
argumentación que se va a emplear los libros ponemos a prueba nuestra
para sustentar las ideas. Aunque un escasa experiencia del mundo y la
ensayo puede elaborarse a partir de confrontamos con la múltiple expe-
la lectura de un solo texto, es preferi- riencia de grandes hombres y muje-
ble tener varias alternativas que con- res del pasado y del presente. De
tribuyan a la claridad en la exposi- ahí esa gran capacidad
ción de las ideas y a apoyarlas con transformadora que tiene la lectura.
referencias bibliográficas pertinentes. (2003: p 19).

Por eso, no importa la disciplina o el Otra consideración en este sentido


campo del conocimiento en el que tiene que ver con la cita como prue-
se esté, la pasión por la lectura con- ba científica, como instrumento para
duce a la búsqueda de esa informa- corroborar la validez de los argumen-
ción porque se quiere expresar algo tos. Lejos de esta pretensión está su
al respecto, una visión de mundo, un uso dentro de un ensayo, porque si
modo de sentir y de pensar frente a éste es un intento, una forma de
esa realidad que preocupa y motiva acercarse al conocimiento, no nece-
la confrontación consigo mismo, con sita pruebas que validen lo que se dice
el conocimiento y con el otro, con el como si fuera una verdad absoluta.
destinatario del texto. Esto no es Nació como tanteo, como búsque-
posible si se hace a partir de citas da para develar el conocimiento y la
innumerables porque, como se ha complejidad humana. “El ensayo, en
dicho, se vería a otro dentro del es- su parentesco con el río, se refiere al
crito, no al autor. Generalmente, las curso de las ideas antes que al puer-

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to de llegada, <…> Los grandes en- entre muchos escritores se tiene la


sayistas convencen, casi siempre, por creencia de que existe una sola his-
virtudes inapreciables que se relacio- toria, y que lo que cada uno de ellos
nan más con el estilo o con el tono, hace es variaciones en torno a la
que con la ortodoxia del raciocinio.” misma. De ahí las similitudes entre
(2000: pp 39 – 40). novelas, cuentos, películas…, don-
de lo que varía es la forma de con-
En otras palabras, el ensayo tiene que tar. Pero en el ensayo el caso es
ver más con la subjetividad del autor otro, porque, como se ha venido
que con la razón, entendida ésta des- diciendo, lo más importante de él
de el concepto de la modernidad en es el aporte personal que se haga al
donde, para que algo tenga validez, tema. La intertextualidad no pue-
necesita de la prueba científica que de ser una excusa para citar sin con-
lo haga real y creíble. Aquí ningún trol, pero sí son necesarias las citas
buen ensayista debe pretender que como apoyo dentro del texto, sí es
su pensamiento se convierta en ley, necesario relacionar la forma de
que las posibilidades de discusión se pensar el mundo, desde cualquier
agoten, la suya es una de tantas po- disciplina, con los planteamientos
sibles miradas sobre la realidad, a personales en un ensayo.
partir de la cual se construye el inte-
lecto, se aprende a argumentar posi- Pasando a otro aspecto, la atención
ciones y a ser tolerante con el otro se centra ahora en la subjetividad
que piensa diferente, que asume la como característica esencial del en-
vida de forma distinta. sayo. Igualmente importante resulta
dentro él lo que mostró desde sus
Para finalizar esta reflexión en tor- inicios: la subjetividad del autor como
no a la utilización de referentes bi- una forma de explorar el conoci-
bliográficos dentro de un ensayo, miento, de crear desde su perspecti-
vale la pena señalar que el “vicio” va una nueva visión de éste y del
de las citas corresponde a una acti- mundo, cuando es producto de una
tud posmoderna, donde se habla del reflexión inteligente sobre la cultura,
concepto de intertextualidad, defi- la sociedad, la realidad lejana o pre-
nida como la relación que se esta- sente, para decir que la razón de ser
blece entre los diferentes textos para del ensayo es ella, porque a partir de
complementarse. En el campo de la subjetividad es que el autor deba-
la ficción (literatura, cine, etc.), co- te, transforma, crea. “El buen ensa-
piar ideas directa o indirectamente yista buscará una interpretación per-
es válido en algunos casos, porque sonal de las cosas, rehuyendo hacer-

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lo, naturalmente, desde la rigidez de textos, con la cultura. En este punto


todo marco teórico o doctrinario. Lo se encuentra el aporte de este tipo
cual no postula, por supuesto, la ig- de texto a la discusión académica,
norancia como la perspectiva ideal.” puesto que se parte del conocimien-
(Morales Henao, 1998: p 96). to del mundo y del hombre para plan-
tear nuevas formas de asumirlo. Y
La importancia de la subjetividad, por esta razón también se dice que
cuando el positivismo domina la la intención de todo ensayo es crear,
ciencia y descalifica la visión de mun- sin la pretensión de agotar el cono-
do como otra forma de conocimien- cimiento, sino de renovarlo.
to, es rescatada por el ensayo desde
la postura de Montaigne, Voltaire, Ba- Cabría preguntarse aquí, ¿cuáles son
con, De Quincey y tantos otros au- los elementos que permiten identifi-
tores que hoy ven en ella la posibili- car la subjetividad en el ensayo? Des-
dad de crear. La subjetividad vista, de el momento mismo en que el au-
no como conjunto de ideas sueltas, tor dice “voy a escribir”, a crear un
de pensamientos superficiales, des- texto, se está hablando de ella, por-
ordenados, pasionales, sino como que implica entonces la escogencia
una acumulación de experiencias in- del tema, y cuando éste es asignado,
dividuales que transforman al indivi- es el que escribe quien escoge lo que
duo porque lo llevan a pensar sobre va a decir sobre él. En este orden,
su posición en el universo, su razón después de seleccionar el tema se
de ser y de sentir, al lado de la razón plantea la idea (mi idea) que se va a
de ser y de sentir de otros. sustentar, y para hacerlo, es el autor
quien identifica la información que
Vista así, la subjetividad en el ensayo le sirve como apoyo a esa idea.
se valora como ejercicio de la inteli- Todo lo anterior implica subjetividad,
gencia que busca aprehender el co- un acto intencionado de acuerdo con
nocimiento establecido para revalo- unos intereses particulares que con-
rarlo y aportar miradas nuevas sobre ducen a la búsqueda personal de la
él, considerando que nada es abso- información con la cual se identifica
luto, que tanto vale su visión como el tema, pero también el autor.
la del otro. No significa esto que en
el ensayo pierda validez la ciencia, por El contenido del ensayo se caracte-
el contrario, la adquiere desde el mo- riza por la reflexión permanente del
mento en que incita al individuo a autor, como acto de libertad indivi-
contribuir en su construcción a par- dual para expresar su yo interior fren-
tir del diálogo con los autores y los te a una realidad que le inquieta y lo

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obliga a tomar posición con argumen- presión, capaz, como ninguna de apre-
tos que no salen de la nada, sino de su sar la respiración, el pulso del pensador
forma de asumir el conocimiento, el y las vicisitudes de su manera de pen-
ser humano y el mundo. “No hay sar” (Vélez, 2000: p 27).
“consumación” o “acabamiento” de
ninguna figura del yo en esta forma En consecuencia, el ensayo, en su acep-
de hacerlo visible que es el ensayismo: ción más amplia, tiene la propiedad de
posibilidad de observar el mundo des- presentar ideas, conceptos, visiones de
de diversos puntos de vista que nunca mundo no comprobadas, sin la pre-
llegan a una esencia última…” tensión de objetividad y exhaustividad
(Cragnolini, 2001: p 91). Pero no es la que caracteriza al método científico. Lo
opinión suelta, el comentario superfluo que vale allí es el aporte personal al tema,
o el punto de vista sin fundamento. y por ello la acumulación de citas aten-
Lo que va dentro de un ensayo es pro- ta contra su esencia misma, pues se
ducto de un debate interior con las estaría dando mayor importancia a lo
ideas, en el que se confronta el autor objetivo que a la subjetividad de quien
consigo mismo y con los otros, para escribe el texto.
después plasmar su verdad en la pala-
bra escrita, como conocimiento inaca- Para concluir esta exposición y resu-
bado, contingente, susceptible de ser miendo los planteamientos anteriores,
reinventado por otro desde su subje- vale decir que la complejidad del ensa-
tividad particular. yo se ha prestado para muchas inter-
pretaciones erradas de lo que él es
En la palabra del hombre que se escri- como género. “El ensayo ha sobrevi-
be sobre la página en blanco está la vido a las modas artísticas e intelectua-
fuerza de su interioridad como ser hu- les, porque en todas las épocas ha man-
mano, ella crea el lenguaje con el cual tenido un solo propósito: expresar el
“me digo” y con el cual se imprime el flujo natural del pensamiento. A pesar
estilo al texto, de suerte que el estilo no de los cambios, este género ha perma-
se enseña, es inherente a cada autor, necido intacto, y permanecerá igual, sin
siendo otro elemento de expresión de duda, mientras la inteligencia conser-
la subjetividad en el ensayo. “El gran ve su nombre y la capacidad de razo-
ensayo de todas las épocas posee la nar siga vigente” (2000: p 27).
virtud de mostrar al hombre en un
doble aspecto: en primer lugar, desde Aún sin someterse a normas rígidas, el
los distintos saberes a los cuales se hace ensayo, por lógica, lleva implícita una
referencia en este género; pero, sobre estructura y dentro de ella, hay elemen-
todo, desde su misma forma de ex- tos que lo caracterizan y lo diferen-

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cian de otro tipo de textos, más cer- damentales que orientan la construc-
canos al análisis, al resumen o al tra- ción del texto, si lo que se pretende
tado. Como se expresó en esta di- es escribir un ensayo desde la con-
sertación, el lenguaje, el estilo, las re- cepción traída desde el Renacimiento
ferencias bibliográficas y la subjetivi- hasta nuestros días, con Montaigne
dad, entre otros, son aspectos fun- a la cabeza.

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