Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
CICLO : IV
ESTUDIANTES:
- CALDERÓN MAZA, Yuri Wilfredo.
- MOLINA SOLIS, Benjamín
- MOLINA QUIÑONES, Enrique.
- ROJAS DIAZ, Luis.
- SANTILLAN HUMANTICA, José
HUARAZ -2018
HUARAZ-ANCASH-PERÚ
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................1
1. TEORÍA DEL DELITO. .......................................................................................................................2
2. CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS. ....................................................................................................4
3. LA CONDUCTA ................................................................................................................................7
3.1 El aspecto positivo de la conducta o acto. ................................................................................7
3.2 El aspecto negativo u omisión. .................................................................................................7
3.3 Lugar y tiempo de la conducta. ................................................................................................8
3.4 La ausencia de conducta. .........................................................................................................8
4. LA TIPICIDAD Y SU AUSENCIA .........................................................................................................9
4.1 DEFINICIÓN DE TIPICIDAD. .....................................................................................................10
4.2 FUNCIÓN DE LA TIPICIDAD. ....................................................................................................10
5. ANTIJURICIDAD.............................................................................................................................11
5.1 DEFINICIÓN.............................................................................................................................11
5.2 DETERMINACIÓN DE LA ANTIJURICIDAD: ...............................................................................11
6. CULPABILIDAD ..............................................................................................................................19
6.1 CONCEPTO..............................................................................................................................19
6.2 ELEMENTOS DE LA CULPABILIDAD .........................................................................................20
7. IMPUTABILIDAD ...........................................................................................................................24
7.1 CONCEPTO ..............................................................................................................................25
7.2 SURGIMIENTO DE LA IMPUTABILIDAD ...................................................................................25
7.3.1 Teoría clásica ...................................................................................................................27
7.3.2 Teoría positivista .............................................................................................................28
7.3.3 Teoría de la intimidabilidad .............................................................................................29
7.3.4 Teoría de Von Liszt ..........................................................................................................29
7.3.5 Teoría de Gabriel Tarde ...................................................................................................29
7.3.6 Teoría que funda la imputabilidad en la peligrosidad......................................................30
7.4 CONDICIONES PARA LA ATENUACIÓN O EXENCIÓN DE LA IMPUTABILIDAD. .........................30
7.5.1 CONCEPTO .......................................................................................................................31
7.5.2 ELEMENTOS DE LA INIMPUTABILIDAD ............................................................................32
7.5.3 CRITERIOS REGULADORES DE LA INIMPUTABILIDAD .......................................................33
7.5.4 INIMPUTABILIDAD EN LA LEGISLACIÓN PERUANA ..........................................................35
8. CONDICIÓN OBJETIVA DE PUNIBILIDAD .......................................................................................37
8.1 FUNDAMENTO........................................................................................................................41
8.2 PRESENCIA EN LA TEORÍA GENERAL DEL DELITO ....................................................................44
8.3 CRITERIO DE IDENTIFICACIÓN ................................................................................................46
8.4 EXCUSAS ABSOLUTORIAS Y CONDICIONES OBJETIVAS DE PUNIBILIDAD ................................47
9. JURISPRUDENCIA. .........................................................................................................................48
10. OTROS ........................................................................................................................................53
CONCLUSIONES ................................................................................................................................60
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................................................61
AGRADECIMIENTO
habernos aceptado ser parte de ella y abrirnos las puertas de su seno científico para poder
avernos tenido mucha paciencia para guiarnos durante todo el desarrollo de la monografía
INTRODUCCIÓN
Muchas son las cosas que en materia del tema tanto la justicia como la sociedad han tenido
no solo que estudiar, analizar y someter a distintos niveles de enjuiciamiento, esto debido a
que por nuestras calles y diferentes ciudades del mundo deambulan personas que tienen en
comportarse en forma inaceptable ante la sociedad, como podrían ser el ausentismo de amor,
seguimiento paterno y materno durante los primeros años de vida, otros podrían ser,
delitos psicología criminal, diagnostico psicológico, son solo algunos de los temas que hemos
en materia de psicología jurídica como parte de nuestra carrera de derecho. Cada desviación
social viola normas ya establecidas, estas reciben nombre como: delitos, crimen, entre otros,
por esta razón cada sociedad procura reducir las desviaciones a la condición de infracción
que conllevan penas, multa o condena moral. Se puede afirmar que la conducta delincuente
P á g i n a 1 | 65
1. TEORÍA DEL DELITO.
Es de suma importancia para poder entender a la teoría del delito, el concepto que se tiene de
este el cual se deriva del significado de la palabra del verbo latino “delinquere” cuyo
significado se interpreta como la separación del buen camino, es decir es apartarse del
sendero de la ley.
El delito según Francesco carrara (1926) explica “como la infracción de la ley del
externo del hombre positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso”. Esta
definición fue elaborada dentro de la escuela clásica donde el principal exponente de tal
escuela clásica fue Franceso carrara el cual entendía por delito como un ente jurídico el cual
bienestar, si queda impune destruiría a la sociedad. Para que no ocurra tal cosa, la sociedad
El delito según Karl Binding, Ernst von Beling, Max Ernest Mayer, Edmundo Mezger
(1993) es “la acción u omisión voluntaria ticamente antijurídica y culpable”. Esta concepción
El delito según Raffaél Garófalo (1885) explica “Es la lesión de los sentimientos
altruistas fundamentales de piedad y probidad en la medida media en que son poseídos por
P á g i n a 2 | 65
El delito según el Art. 11° del código penal son las acciones u omisiones dolosas o culposas
delito, por sus elementos constitutivos sin olvidar que el delito constituye una unidad.
o Para Mezger y Cuello Colon: Explican que los elementos del delito son la
recogiendo las ideas de VON LISZT y BELING, los elementos del delito es
Entonces tomando en cuenta las definiciones dadas del delito se define a la teoría del delito
Como el instrumento conceptual el cual permite aclarar todas las cuestiones referentes al
hecho punible, como también sirve de garantía al momento de definir los presupuestos que
Como también se puede decir que la teoría del delito o también llamada teoría de la
imputación penal se encarga de establecer las características generales que debe tener una
P á g i n a 3 | 65
conducta para ser imputada como hecho punible, la cual nace de la ley, tiene como función
ser una garantía debido a que permite finalmente aplicar la pena y tiene como objeto de
estudio a todo aquello que da lugar a la aplicación de una pena o medida de seguridad.
La teoría del delito según Muños conde (2002) explica que “es un sistema de hipótesis que
exponen, a partir de una determinada tendencia dogmática, cuales son los elementos que
hacen posible o no la aplicación de una consecuencia jurídico penal a una acción humana.
Según la legislación peruana son trece las clasificaciones del delito, las cuales son las
siguientes:
1. POR SU GRAVEDAD.
Se dividen en dos:
contravenciones.
2. POR LA ACCIÓN.
Se dividen en tres:
P á g i n a 4 | 65
3. POR LA EJECUCIÓN.
• Formal: se sanciona cuando se haya cumplido con los hechos que conducen a
particulares.
ministerio público.
P á g i n a 5 | 65
• Culposo Se da en aquellas actividades riesgosas que sobrepasan el marco de
• Concurso real: Es con varias acciones u omisiones que vulneran los bienes
jurídicos tutelados.
• Común: Son aquellos que vulneran los bienes jurídicos tutelados de cualquier
persona.
• Político: Son aquellos que afectan las organizaciones políticas y sociales del
estado.
3. LA CONDUCTA
Según HOSPERS John (1963) la conducta es el proceder volitivo descrito en el tipo, por lo
éste se constituye por voluntad y un hacer algo, o una voluntad y un dejar de hacer algo, aquél
Para que exista un delito es forzoso que se promueva una conducta; por lo que ésta es el
elemento primordial del delito. Es el elemento primario de donde se deducen los demás. La
conducta puede ser de acción (es decir que se realiza) u omisión (dejar de hacer lo que se está
obligado a observar).
humano.
teniendo el deber de observar lo que se debe mirar, ya que si no se hace se está faltando a un
deber que objetivamente se debe tener, ya que todo individuo que está en pleno uso de sus
P á g i n a 7 | 65
3.3 Lugar y tiempo de la conducta.
ya vimos la conducta puede ser de acción o de omisión, éstas son llevadas a cabo dentro de
los límites de un territorio y en el cual se encuentra vigente una ley; hablando dentro del
Distrito Federal se deberá de tomar en cuenta el tipo de conducta y el ilícito que se está
cometiendo, así de acuerdo al lugar por lo cual se deberá de tomar en cuenta el Código Penal,
que no es más que el catálogo de conductas que le son atribuibles a una persona que se
tipos de ausencia de conducta: Vis absoluta: sucede cuando un hombre emplea su fuerza
utilizarlo como medio o instrumento para lesionar un bien jurídico (fuerza física irresistible).
Por ejemplo, quien empuja a otro para romper el vidrio del aparador donde se exhiben relojes
costosos y apoderarse de ellos. Vis mayor: sucede cuando el movimiento del hombre está
terremoto, una tormenta, un aluvión). Por ejemplo, quien camina llevando un cuadro valioso
P á g i n a 8 | 65
sujeto responde ante un estímulo externo sin que pueda controlar su reacción; como sucede
de los nervios motrices sin que haya existido influencia psíquica alguna (voluntad). El
hipnotismo como causa de exclusión del resultado a la conducta: en los supuestos de hipnosis
el sujeto no está consciente de sus actos. Por ende, la conducta de quien está bajo la hipnosis
4. LA TIPICIDAD Y SU AUSENCIA
Hemos insistido en que para la existencia del delito se requiere una conducta o hecho
humanos; mas no toda conducta o hecho son delictuosos; precisa, además, que sean típicos,
antijurídicos y culpables. La tipicidad es uno de los elementos esenciales del delito cuya
artículo 14, establece en forma expresa: "En los juicios del orden criminal queda prohibido
imponer, por simple analogía y aun por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada
por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata"1, lo cual significa que no existe
delito sin tipicidad. No debe confundirse el tipo con la tipicidad. El tipo es la creación
legislativa, la descripción que el Estado hace de una conducta en los preceptos penales. La
abstracto. Basta que el legislador suprima de la Ley Penal un para que el delito quede
excluido. Hay tipos muy completos, en los cuales se contienen todos elementos del delito,
dé un delito. Sin embargo, en ocasiones la ley limita sea formular la conducta prohibida (u
ordenada, en los delitos omisivos); entonces no puede hablarse de descripción del delito, sino
que opere un factor de exclusión del injusto como la legítima defensa). Con razón el profesor
Mariano Jiménez Huerta, en su obra La Tipicidad, define el tipo como el injusto recogido y
descrito en la Ley Penal. En concreto: El tipo a veces es la descripción legal del delito y en
homicidio, pues según el Código, lo comete ^ que priva de la vida a otro". Celestino Porte-
Petit (1969).
coincidencia del comportamiento con el descrito por el legislador. Es, en suma, la acuñación
Para Celestino Porte Petit (1969) la tipicidad "Esla adecuación de la conducta al tipo,
que se resume en la fórmula nullum crimen sine tipo2. El tipo es, para muchos, la descripción
legal de la conducta y del resultado y, por ende, acción y resultado quedan comprendidos en
él.
delimitador y de trascendental importancia en el Derecho liberal, por no haber delito sin tipo
P á g i n a 10 | 65
legal (nullum crimen sine lege, equivalente a nullum crimen sine tipo). La tipicidad
concierto de las características del delito y se relaciona con la anti juridicidad por concretarla
en el ámbito penal. La tipicidad no sólo es pieza técnica. Es, como secuela del principio
5. ANTIJURICIDAD
5.1 DEFINICIÓN
injusto penal la cual contiene una conducta de carácter de injusto penal no basta con que sea
típicamente relevante y que resulta necesario que cuente con un nivel de desvalor que permita
típica.
tipo penal, la antijuricidad requerida que sea conducta no contase con una norma permisiva
Las limitaciones de la concepción formal dieron pie a que esta se complemente con una
antijuricidad material siendo el propio VON LISZT el que abrió camino a esta distinción sólo
P á g i n a 11 | 65
debe constituir una infracción no permitida de la norma penal, desde el punto de vista de este
conducta descansa en su sentido comunicativo de perturbación social y esta asú ves genera
también una perturbación social fundamentalmente genera el desvalor la acción aunque deba
I. Causas de justificación:
1) Concepto
Fundamento que hace mención del ordenamiento jurídico con la ayuda de la razón
justificación ha resultado sin embargo, poco adecuado para englobar las distintas
al sentido
La solución que se desprende de los criterios utilitaristas resulta, pero sin embargo
P á g i n a 12 | 65
ejemplo, una persona entra en una vivienda ajena para guarecerse de unos
mayor relevancia
cuenta tanto la faceta objetiva como subjetiva de la situación y bien cada causa
justificación finalmente para termina esta parte cabe mencionar que los casos de
objetivo que estén presentes solamente los requisitos o indicios para poder ser
P á g i n a 13 | 65
en la simple lesión de algo valioso sino en la expresión de sentido ciudadano
frente a la norma
opinión el error sobre el carácter permitido o prohibido del hecho debe ubicarse
artículo 14 del CP parecería optar por tratar esto errores como errores de la
constituye también una imputación aunque con la pena prevista para el delito
se sabe hay que señalar que la existencia de una causa de justificación tiene
una agresión justificada sobre el afectado por una causa de justificación recae en
consecuencias jurídicas del delito que una medida de seguridad sólo podrá
típica y antijurídica ya que esta afirmación sin embargo no es del todo correcta
1) La legítima defensa.
quien obra en defensa de bienes jurídicos propias o de terceros ante una agresión
ilegítima en la medida que la defensa se lleva a cabo para contrastar una agresión
P á g i n a 15 | 65
fundamento del efecto justificante de la legítima defensa reposa en el derecho del
último acto de organización constituye a su vez una en la medida que pueda verse
como una afectación al agresor pero también tiene el acto de defensa que es de
como ciudadano pues la agresión ilegítima de este último implicó una negación
exige que este sea ilegítimo y que no exista una provocación previa suficiente y
en cuanto al acto de defensa del agredido se requiere que los medios empleados
mediante una omisión siempre que ésta sea penalmente relevante por
en el mundo objetivo.
ser la posibilidad. Desde la perspectiva del agredido que es el que acepta esta
exigencia de huir o aceptar una renuncia a su libertad por pura voluntad, pero en
ya se ha señalado que es una condición para que tenga lugar una situación de
legítima defensa
P á g i n a 17 | 65
Prosiguiendo con esta restricción si la agresión fue provocada previamente por
tanto está obligado a una solidaridad mínima con el agresor conocido como la
defensa se modula en estos casos por el deber positivo de protección que existe
o los padres con respecto a los hijos menores de edad. Pero en este mismo orden
que los bienes susceptibles de estado de necesidad incluso como indica Roxin
P á g i n a 18 | 65
también podrían ser susceptibles de un estado de necesidad de los bienes de los
6. CULPABILIDAD
6.1 CONCEPTO
que pudiendo haberse conducido de una manera no lo hizo, por lo cual el juez le declara
negligencia. Ambas tienen por fundamento la voluntad del sujeto activo. Sin intención o sin
negligencia no hay culpabilidad, y sin ésta, no hay delito, por ser la culpabilidad elemento
En el primer caso se actúa con conocimiento y voluntad, esto es, con: intención, la conducta
causa escapa al control del autor, la conducta se debe a un caso fortuito. Por eso la
culpabilidad es una situación. Aunque una persona mato a otro, no se puede considerar sus
P á g i n a 19 | 65
6.2 ELEMENTOS DE LA CULPABILIDAD
Para que haya culpabilidad tiene que presentarse los siguientes presupuestos o elementos de
la culpabilidad:
a. Imputabilidad
norma.
a) IMPUTABILIDAD
Pero algunas veces un sujeto deja de ser imputable por las llamadas Causas De
hacen que no sea posible atribuir el acto realizado al sujeto por no concurrir en
el conjunto de las condiciones necesarias para que el hecho punible pueda y deba
P á g i n a 20 | 65
La responsabilidad descansa en el libre albedrío que es la facultad humana de
modo "libre" sin que esté determinado por causas externas? Si el hombre es un
determinado por factores externos que provienen del ambiente físico y social que
Las acciones del hombre dependen de un motivo (móvil), bajo este concepto el
subjetivo).
alcanzar o realizar uno de los motivos del conjunto que se presenta ante el
P á g i n a 21 | 65
3. La Responsabilidad Moral Y El Indeterminismo: Los indeterministas fundan
un acto tenemos conciencia de que no hemos sido obligados por fuerza gravitante
anterior para que sea imperativo categórico. Sin libre albedrío no habría
inteligente y libre debe soportar las consecuencias establecidas por ley, puesto
no lo evitó.
P á g i n a 22 | 65
4. El Libre Albedrio: Conciencia Y Ley Moral: El libre albedrío es la facultad
alcohólicos".
P á g i n a 23 | 65
7. Base De La Responsabilidad: La imputabilidad es base de la responsabilidad.
Para que haya ésta, debe existir primero aquella, porque la imputabilidad se
lleva a responder por él, ante el poder social. La imputabilidad ya debe existir
7. IMPUTABILIDAD
Al vivir en un Estado de Derecho, el juez y legislador debe de tener en cuenta los derechos
en una sociedad, las normas de convivencia se hacen cada vez mayores debido a la
inviolabilidad de algunos derechos, siendo producto de ello la creación de las penas como
medios de prevención de delitos para que los hombres de una sociedad no violen ningún
derecho fundamental como a su vez cumple una función resocializadora con las personas
que delinquieron en algún momento de su vida para que estas, luego de permanecer en la
emite en una sentencia penal, tres juicios importantes: En un primer momento debe
infracción penal cometida. Cabe resaltar, que para la imputación de un hecho a un sujeto
P á g i n a 24 | 65
determinado, se debe tener en cuenta su estado de conciencia y voluntad al momento de
cometer el acto; pues las causas por las que se le investigue serán diferente a cuando esté
7.1 CONCEPTO
La imputabilidad es uno de los elementos constitutivos del delito. Está conformada por un
conjunto de condiciones necesarias que el sujeto debe reunir en el momento de ejecutar una
acción antijurídica, para ser capaz de responder ante el orden jurídico por la acción que ha
conciencia, algunos autores la llaman “el carácter delictuoso de las acciones u omisiones y
la obligación penal de responder por esta conducta que puede provocar una falta o un delito”.
presupuesto necesario de la misma, por el sencillo raciocinio de que ahí donde no hay sujeto
un hecho delictuoso.
El delito nace con el hombre, ello se puede apreciar cuando en todas las leyendas de los
ver que se consideran tantos y tantos delitos y se escogen tantos y tantos castigos, mientras
P á g i n a 25 | 65
encontramos un grande desenvolvimiento de grandes instituciones jurídicas cuando ni
siquiera se habían planteado los verdaderos problemas “El problema del derecho de castigar
y el de la imputabilidad”.
no podía quedar indefenso, porque así lo querían los dioses, entre otros». Platón construyó la
no solo fuera del libre albedrío, sino también sobre el supuesto de que el malvado sea tal
cuerpo; así como en el ambiente que nos rodea. Por otro lado, Aristóteles, la construyó
fundándola sobre la necesidad de la defensa social y sobre la libre voluntad, más diciendo
esto, se refería a la voluntad como hecho interior. Aristóteles dice inesperadamente que la
adquieren.
La doctrina del libre albedrío viene ser la dominante en la Edad Media a través de las disputas
presciencia, respecto a la gracia y a la cooperación. Por este camino el libre albedrío viene a
ser el único sostén de la justicia penal y esto no tanto por la fe en el mismo, sino porque se
temía que sin el libre albedrio, llegaría a faltar a la pena toda justificación. El hombre ya se
había puesto fuera, por encima de la naturaleza. Más con la irrupción de las ciencias naturales
en el campo hasta entonces cercado de las ciencias morales, de las ciencias jurídicas, y de las
P á g i n a 26 | 65
Respecto a la imputabilidad, existen diversas opiniones, pero bien debemos estar agradecidos
a la necesidad política y al buen sentido común por los que el delito ha sido siempre castigado
amenazador. La ciencia nos dice que el delito es un fenómeno como todos los demás, que el
delito no se sustrae a las leyes universales de la causalidad, que el delito es el efecto de causas
determinadas. La conciencia, por el contrario, nos dice que el delito es el efecto de nuestra
voluntad, y que nos sentimos responsables precisamente porque nos sentimos libres. Al
parecer la verdad se encuentra entre ambos. El delito es más frecuente, cuando las ideas
Por aplicación rigurosa de los principios de la escuela clásica del Derecho Penal, el autor de
condiciones que lo autoricen a considerarlo moralmente imputable. Carrera expresa que “el
juicio mediante el cual el magistrado imputa civilmente a un ciudadano una acción, declarada
ya antes por la ley como políticamente imputable, es el resultado de tres Juicios distintos:
b) Imputación Moral: Encuentra que aquel individuo ejecutó el acto con voluntad
P á g i n a 27 | 65
c) Imputación Legal: Encuentra que el hecho está prohibido por la ley del estado y le
Es sólo como resultado de estas tres proposiciones que el magistrado puede decir al
moral, es el libre albedrío. Para ser culpable según Marxwell, será necesario, no solamente
cometer una acción penada por la ley sino también haber querido conscientemente cometerla.
legal o social. Ferri comienza por expresar que el postulado de la escuela clásica, está
peligroso en la práctica. La libertad de querer una cosa, más bien que otra, es a juicio suyo
una pura ilusión derivada del desconocimiento de los precedentes inmediatos, fisiológicos y
natural. A su vez establece que el análisis de proceso psicofisiológico de toda acción humana
pone de manifiesto que no existe una voluntad por sí estante y, por consiguiente, no se puede
concebir una libertad de arbitrio. Ferri expresa que tampoco puede negársele que, por el sólo
hecho de vivir en sociedad, el hombre es jurídicamente imputable por sus propias acciones,
A la afirmación del clasicismo penal de que el hombre es responsable de sus delitos porque,
P á g i n a 28 | 65
7.3.3 Teoría de la intimidabilidad
Son imputables los sujetos capaces de intimidarse ante la amenaza de un mal, que la pena
debe representar. Esa teoría ha sido definida por el médico francés Dubuison, en una
monografía titulada “Theorié de la responsabilité”; para él, todos los hombres, siendo
Dicho autor explica que sólo en cuanto a la capacidad de conducirse socialmente existe o se
supone, puede ser imputada, como culpable, la conducta social y que allí donde falta la
facultad de adaptación social, no tiene ningún sentido querer encontrar móviles de conducta
imputabilidad es definida por Liszt como la capacidad de realizar actos que lleven consigo
imputabilidad ha de tener doble fundamento: en primer lugar, en identidad, que es una fuerza
patente y no en la libertad que es una fuerza latente. El acto de una persona le es imputable
porque le pertenece, porque es propio de su yo normal, porque hay perfecta identidad entre
este yo y el que fue causa del acto; el otro fundamento de la imputabilidad, se encuentra en
la similitud social, es decir el medio en que se desenvuelve. En otros términos: para que un
acto sea imputable debe existir la identidad personal del autor consigo mismo, antes y
después del delito y la similitud social con aquellos entre los cuales vive y obra y por los
Grispigni afirma que uno de los postulados del Derecho Penal debe concretarse así: ninguna
sanción sin peligrosidad del delincuente. Según Florián, la peligrosidad debe transportarse
del momento de la imputabilidad, que está bien para todos los autores o partícipes del delito,
debe y puede aplicarse solamente al delincuente que se manifieste inclinado a hacer otros
delitos, esto es, al delincuente en estado de peligrosidad. El hecho del delito no es suficiente,
Casi siempre se descubre una incongruencia entre el hecho cometido y el modo habitual del
sujeto, es decir que el hecho contrasta con el carácter bondadoso honorable, benévolo y hasta
pulcro del sujeto. Que haya ausencia total de móviles que puedan explicar racionalmente el
porqué de la comisión del delito y es que los sujetos que padecen de voluntad defectuosa, de
verdaderos estados patológicos que obran conociendo el mal que realizan, proceden sin una
finalidad práctica, sin buscar un provecho personal o una satisfacción de pasiones, y fines
que son comunes en los espíritus normales , es así que se comportan en forma absurda
convirtiendo en víctima de sus atentados a sus personas más queridas, tal es el caso de los
En cuanto a los antecedentes familiares de estos sujetos, siempre se descubre que se trata de
verdaderos enfermos con definidos caracteres y cuyos síntomas se manifiestan tanto antes
como después de la comisión del hecho delictivo. Los síntomas característicos anteriores al
hecho son: angustia, sentimiento de contrición, palpitaciones aceleradas del corazón y sudor
frío, todo lo cual acusa en la esfera subjetiva del sujeto, que hay una lucha entre la voluntad
que se resiste y la obsesión que lo impulsa, hasta que finalmente vence la obsesión y la
voluntad del sujeto se descarga en el crimen. Los síntomas posteriores al hecho son: la
que aumenta en intensidad y lo apresura a dar aviso a alguien sobre lo cometido, es así que
considerar a estos sujetos como sujetos exentos a esta responsabilidad según el inciso 1 del
artículo 20 del Código Penal o con responsabilidad restringida conforme el artículo 21 del
mismo cuerpo legal. La rareza de estos casos recomienda mucha cautela en el análisis y en
7.5 INIMPUTABILIDAD
7.5.1 CONCEPTO
La inimputabilidad es uno de los temas más difíciles y exquisitos en el ámbito de las ciencias
penales. La mayor parte de las legislaciones consideran que existen cierto número de
individuos que por su especial situación (trastorno mental, sordomudez), deben recibir un
P á g i n a 31 | 65
trato diferente por parte de la ley al cometer un hecho legalmente descrito. A estos individuos
comprensión por inmadurez sicológica o trastorno mental. Por lo tanto, podemos decir que
la inimputabilidad es " la incapacidad del sujeto para ser culpable; así son aspectos
determinantes del fenómeno que nos ocupa la falta del conocimiento de la ilicitud y la
viciaran la imputabilidad por principio. En estos casos se toman "medidas de seguridad", que
inimputabilidad, puede ocurrir que una persona se quite la vida, pero tal vez, no comprenda
su significación, tal es el caso del paranoico que mata a cualquiera que pasa por su lado
Por eso es capital diferenciar entre conocer y comprender. El primero es "darse cuenta"
P á g i n a 32 | 65
capacidad de comprender la ilicitud del acto y de obrar de acuerdo a esa comprensión. No es
suficiente conocer y comprender la ilicitud del acto para poder predicar la inimputabilidad.
El elemento volitivo, radica en que es probable que se presente una deficiencia en la voluntad
que hace que el sujeto para conocer y comprender la ilicitud del acto y no logre regular su
conducta.
Los sistemas penales suelen utilizar diferentes criterios para regular el problema de la
inimputabilidad atendiendo a la causa y los efectos. Los criterios más importantes son los
siguientes:
a. CRITERIO PSICOLÓGICO
Este es uno de los criterios que se refieren solo al efecto que la causa produce con respecto a
ejemplo: El caso de los menores de edad, entendida como “edad” en sentido psicológico y
no cronológico".
Cuando en una legislación establece que para que exista la inimputabilidad es necesario que
haya tenido el efecto de impedir que el agente comprenda y dirija su acto, se puede estimar
que esta legislación ha adoptado el criterio psicológico. Resumiendo, lo que interesa en este
P á g i n a 33 | 65
b. CRITERIO BIOLÓGICO
Este criterio se refiere a la causa por la cual el sujeto es inimputable, sin tomar en cuenta su
afecto. Se toma en cuenta el carácter orgánico físico del individuo. Este sistema es utilizado
por los códigos que consideran inimputables a quienes padecen intoxicación crónica siendo
este un fenómeno fisiológico. Nuestro Código Penal recoge este criterio en el artículo 20,
inciso 2.
c. CRITERIO PSIQUIÁTRICO
clínicamente, es necesario que el sujeto sufra una enfermedad mental comprobada por un
examen médico legal. Ejemplo de este criterio es el Código Penal Napoleónico de 1810 que
dice en el artículo 64: "no hay crimen ni delito, cuando el sujeto se encuentra en estado de
demencia al tiempo de la acción, o cuando ha estado obligado por una fuerza a la cual no
d. CRITERIO SOCIOLÓGICO
Es un criterio que toma en cuenta la personalidad del individuo en relación con el contexto
social y cultural en que transcurre su vida, de este modo se considera inimputable a quien no
ambiente distinto. Generalmente en los estatutos penales que se fundamentan en este criterio,
P á g i n a 34 | 65
e. CRITERIO MIXTO
Todos los criterios hasta el momento son deficientes por sí solos por lo que para regular un
fenómeno tan complejo como esté las legislaciones modernas utilizan el criterio mixto, que
consideran como inimputable a una persona que sufre una intoxicación crónica,
• Bio – Psicológica: Además de tener en cuenta las bases biológicas de las personas,
frente a este fenómeno, un criterio eléctrico; utilizan formulas en las que se recogen
2. El menor de 18 años.
3. El que obra en defensa de bienes jurídicos propios o de terceros, siempre que concurran
a) Agresión ilegítima;
4. El que, ante un peligro actual e insuperable de otro modo, que amenace la vida, la
integridad corporal, la libertad u otro bien jurídico, realiza un hecho destinado a conjurar
intensidad del peligro que amenaza, el bien protegido resulta predominante sobre el
interés dañado; y
5. El que, ante un peligro actual y no evitable de otro modo, que signifique una amenaza para
la vida, la integridad corporal o la libertad, realiza un hecho antijurídico para alejar el peligro
P á g i n a 36 | 65
No procede esta exención si al agente pudo exigírsele que aceptase o soportase el peligro en
atención a las circunstancias; especialmente, si causó el peligro o estuviese obligado por una
6. El que obra por una fuerza física irresistible proveniente de un tercero o de la naturaleza.
9. El que obra por orden obligatoria de autoridad competente, expedida en ejercicio de sus
funciones.
10. El que actúa con el consentimiento válido del titular de un bien jurídico de libre
disposición.
Es una de las cuestiones, por no decir categorías, más controvertidas de la teoría del delito,
punibilidad, son hechos externos desvinculados de la acción típica, pero necesarios para que
principio de estricta legalidad que exige no sólo la simple conformidad del hecho con el tipo
penal sino la efectiva lesión de los intereses tutelados. La condición objetiva de punibilidad
P á g i n a 37 | 65
representa, en un plano objetivo, un límite del ámbito de lo punible de una conducta perfecta
condición, el hecho no constituye delito antes de verificarse aquella. Para el caso peruano,
uno de los delitos aduaneros, como es el contrabando, no será considerado como tal, aun
cuando se tenga demostrado que el hecho de ingresar del extranjero o extraer del territorio
aquéllas no es superior a las cinco unidades impositivas tributarias. Las condiciones entonces,
son aquellas que, siendo irrelevantes para el principio de culpabilidad, están verdaderamente
Para Mapelli Caffarena, las condiciones intrínsecas, como se las entiende en Italia, califican
y actualizan las lesiones de los intereses tutelados por el delito; opinión que también es
compartida por Bricola, para quien, actualizan la ofensa de aquellos intereses que ya son
aceptaría con beneplácito en los grupos de infracciones que protegen intereses difusos y sobre
enormemente la determinación de los vínculos causales y psicológico, toda vez que ésta,
como se verá más adelante, tiene como elemento característico, desconocer la conexión
teoría del delito, son diversas como los fundamentos que las sustentan. Así, se dice que, en
cuanto a los delitos de peligro al ser combinados con una condición objetiva de punibilidad,
del resultado dañoso. Que el intento de colocar las condiciones objetivas de punibilidad fuera
del delito y dentro de la punibilidad muestra un esfuerzo artificioso por mantener una visión
totalizadora del delito. También se argumenta en contra que existen dificultades de adaptar
las condiciones objetivas de punibilidad al esquema dogmático del Derecho Penal moderno
que parte del Injusto y la Culpabilidad como fundamento de la responsabilidad penal. Las
conocimiento del sujeto agente o, dicho en otras palabras, no es abarcada por la actuación
culpable de este. Con ello no se hace otra cosa que aceptar, respecto a la condición objetiva
los propios fundamentos del contenido del injusto y la culpabilidad hasta el extremo que se
ha extendido un doble juicio en paralelo sin convergencia, el uno para el injusto culpable y
la estructura tripartita del delito. Una cuarta categoría, al decir de sus detractores, heterogénea
y difusa, la punibilidad. En ese orden de ideas, se hace imposible determinar cuáles son sus
contenidos positivos y sólo pueden apuntarse negativamente aquello que las individualiza,
como es su desconexión del dolo y la culpa. De ello se llega a la conclusión que existe, en
P á g i n a 39 | 65
ella, una contradicción pues se pretende que un mismo elemento, que es ajeno a la
el delito el único requisito para que opere la penalidad (...), se llegó a afirmar que hay
del tipo objetivo que entendían que no debían ser alcanzados por el dolo y, según otros, ni
siquiera causados por el autor o por la conducta (...), cuya naturaleza pretenden que es
objetiva. (...) Tal como se las ha concebido, las llamadas, condiciones objetivas de
principio de que no hay delito si por lo menos no tienen la forma típica culposa. Ello obedece
a que se pretende que hay elementos objetivos de los que depende la punibilidad y que no
problema hay en admitirlos cuando son meros requisitos de perseguibilidad del delito, porque
es algo que no hace al Derecho penal, sino al procesal penal, y que para nada ponen en juego
al principio de culpabilidad, pero en tanto se les otorgue carácter de Derecho penal de fondo,
se corre el riesgo, - en que caen los autores que les asignan este carácter- de extraer ciertos
elementos de los tipos objetivos y trasladarlos a este nivel, con lo cual burlan con una
o por la posibilidad de conocimiento en la culpa. Suele sostenerse que hay tal violación del
P á g i n a 40 | 65
las use con ese objetivo no se les puede formular objeciones. El argumento a este nivel no es
sostenible, porque si la falta de las mismas da lugar a impunidad, eso significa que su
presencia también fundamenta la punición”. Posiciones más moderadas afirman que negarla
con los requisitos de imputación subjetiva, más bien manteniendo una diferenciación
8.1 FUNDAMENTO
Como en casi todas las cuestiones puntuales relativas a las condiciones, en relación con su
mediante un acuerdo en los fundamentos últimos por los que el legislador acudió a esta
Son varios los fundamentos que se utilizan para justificar la existencia de las condiciones
objetivas de punibilidad más allá del injusto y la culpabilidad. Se tiene que la condición
ésta, la pena, sólo se encontrará justificada cuando se trate de una reacción inevitable para
garantizar la paz jurídica; reacción inevitable que se producirá luego que, evaluada la
embargo, como bien dice Roxin "merecida es la pena que corresponde a la culpabilidad, y
por lo tanto, si la punibilidad depende del merecimiento, será la culpabilidad lo único que
bien con este principio, descartándose con ello que su fundamento se encuentre en el
Por otro lado, la necesidad de pena, por la cual ésta sólo será justificada si está destinada a
dicho por Jakobs: "allí donde falta el merecimiento de pena falta también su necesidad", no
encontraría sustento.
¿Cuál es, entonces, el fundamento de las condiciones objetivas de punibilidad? ¿Es acaso un
criterio político criminal? Según Bustos Ramírez: "las condiciones objetivas de punibilidad
al caracterizarse por extender (y no sólo restringir) los ámbitos punitivos de forma objetiva
no se identifican con los criterios político criminales por los cuales se tiende a convertir el
sistema penal en un sistema abierto y conectado a la realidad social para evitar soluciones
contra categoría que mantiene vigentes aspectos residuales del versari in re illicita. Por tanto,
Aunque resulta dudosa su naturaleza jurídica, es evidente que, al establecerse como límite de
punibilidad una determinada cantidad en los delitos de defraudación tributaria, como sucede
en el caso argentino, de forma que el dolo no tenga que abarcar esta circunstancia, el
legislador ha buscado la forma más eficaz y, a su vez, más represiva de las que ofrece el
Derecho penal y no por necesidades político criminales, sino político fiscales. Como bien
P á g i n a 42 | 65
exigencias de conveniencia y oportunidad política del legislador. En relación con esta última
de aclaración, ya que sólo la propia naturaleza del elemento o la formulación legal pueden
justificar que no sea necesario que el dolo abarque los elementos condicionantes o que sea
Para corroborar ello se tiene que, ante la pregunta de Volk: cuando es inadecuado perseguir
fines penales: ¿se está adoptando una decisión político jurídica, dado que el castigo sería
razones, o se trata más bien de una decisión político criminal, dado que la renuncia a la pena
necesariamente tiene que ver con los fines de esa institución en la estructura del
el hecho de reconocer prioridad a otros fines del Estado frente a los del Derecho penal,
aunque es cierto que tiene algo que ver con la estructura de funcionamiento de la sociedad,
reconoce que son finalidades extrapenales las que constituyen el principio de las condiciones
determinados criterios, que muchos encuadran en la cuarta categoría del delito, la verdad es
que los mismos pertenecen realmente al tipo, la antijuridicidad o la culpabilidad, y por tanto
P á g i n a 43 | 65
8.2 PRESENCIA EN LA TEORÍA GENERAL DEL DELITO
Las condiciones objetivas de punibilidad han sido criticadas a partir del principio de
Dos circunstancias que convierten los elementos condicionantes en una categoría ajena al
injusto y a la culpabilidad.
Por su parte Bemman y Zaffaronni coinciden en que las condiciones objetivas de punibilidad
tratan como elementos del injusto. No sería así en el pensamiento de Stratenwerth, para quien,
realización culpable del delito. Visto así, las condiciones objetivas de punibilidad, impiden
sólo que toda acción típica, antijurídica y culpable sea punible y lo único que existe en ellas
culpabilidad es, por tanto, perfectamente compatible con ellas. Pero lo que sucede, en
realidad, es que la condición objetiva de punibilidad no sólo a veces implica una renuncia a
P á g i n a 44 | 65
En este punto, es necesario averiguar si las condiciones provocan la determinación de la
responsabilidad penal en base a criterios absolutamente objetivos. Ante ello, es sabido que
en Derecho penal siempre se exige una cierta relación causal y una imputación a título de
imprudencia, suficiente para afirmar una imputación objetiva; en las condiciones objetivas
de punibilidad, está ausente esa mínima causalidad. De manera que cuando un elemento
determinar la responsabilidad penal, está lesionando algo más que el principio de presunción
de inocencia.
es decir, que sólo pueden imputarse aquellos resultados realizados por el propio riesgo o
peligro implícito de la acción. Por más que la conducta sea objetivamente peligrosa y entrañe
un riesgo de lesión para un bien jurídico, dicha lesión sólo puede imputarse culpablemente
incremento del riesgo en relación con un resultado que se encuentra dentro de la esfera de
conexión causal ni mucho menos el consentimiento del autor. La ausencia de una conexión
subjetiva con el elemento condicionante no puede ser sustituida por la teoría de la aceptación
del riesgo (el autor asume el riesgo de la concurrencia del elemento condicionante). Luego,
culpabilidad al no estar abarcados por ésta. Por otro lado, las condiciones objetivas de
punibilidad son, en relación con la parte subjetiva del tipo de injusto, tipos incongruentes en
los que el plano objetivo sobrepasa el subjetivo. A la inversa de lo que sucede con los
P á g i n a 45 | 65
8.3 CRITERIO DE IDENTIFICACIÓN
En este punto cabe preguntarnos ¿cuál es ese instrumento eficaz para caracterizar, o
identificar, un elemento como condición objetiva de punibilidad? Sin duda que el criterio
figuras legales, ya que, en la redacción del texto legal, el legislador se mueve con una
diferenciar las condiciones del resto de elementos del delito, implica renunciar a una
articulación sintáctica y la voluntad del legislador, voluntad ésta que, al fin y al cabo, está
revestida ya sea de una simpatía o antipatía nuestra. La valoración textual debe lógicamente
Queda por saber qué se busca a través de la condición objetiva de punibilidad, o dicho, en
otros términos, cual de todas las posibles características es esencial y común a los elementos
condicionantes. Esta característica no puede ser el simple hecho de que el legislador haga
cuestión con la voluntad del autor, deberemos excluirla de las condiciones objetivas por más
que la construcción literal del tipo sitúe aparentemente este elemento en una relación de
ajenidad respecto al hecho. Entonces, si luego de una correcta interpretación del delito, se
tiene que se ha excluido la relevancia de la relación volitiva entre el autor y una determinada
P á g i n a 46 | 65
conducta, una circunstancia o un resultado; estaremos ante una condición objetiva de
punibilidad. Y si, por el contrario, esa relación es exigida por el legislador, el elemento típico
en cuestión no puede incluirse en esa figura. Los criterios de pertenencia de las condiciones
la voluntad del autor, o mejor dicho, sólo existe una referencia cierta para saber si nos
imputación subjetiva.
Para Silvela, estas no se apoyan en que el acto sea en sí mismo legítimo, como sucede en las
para responder como acontece en las causas de no imputabilidad; sino más bien, aparece
útil tolerar el delito que castigarle aún conociendo que existe delito y que hay personas que
la aplicación efectiva de la pena frente a un hecho típico antijurídico y culpable por razones
Su diferencia radica en la naturaleza del factor condicionante, que en las excusas son siempre
motivos de índole personal como el parentesco. El carácter personal de estas aparece como
constituyen un núcleo relativamente reducido que surgen en relación a la materia misma del
injusto, en consideraciones ligadas a los desvalores del acto y del resultado. Mientras las
P á g i n a 47 | 65
condicionan. La presencia de las condiciones objetivas de punibilidad posibilita la
OBJETIVAS DE PUNIBILIDAD
procedibilidad no tiene más efecto, con relación al delito, que impedir el procedimiento, pero
Delitala manifiesta que la condición de procedibilidad está constituida por actos jurídicos
las condiciones jurídicas son hechos jurídicos. Gómez Orbaneja, compartiendo la opinión de
cuando el derecho hace depender la admisibilidad del proceso de una circunstancia de hecho
o del cumplimiento de un acto que no incide en la órbita de la acción delictiva, de algo que
ni condiciona ni corta fuera del proceso la relación causal entre la acción y su efecto jurídico,
la relación delito-pena”.
9. JURISPRUDENCIA.
EXP. Nº 08646-2005-PHC/TC
AREQUIPA
JHONNY FERNANDO
NARREA RAMOS
P á g i n a 48 | 65
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 24 días del mes de noviembre de 2005, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Bardelli Lartirigoyen, Gonzales Ojeda y
Vergara Gotelli, pronuncia la siguiente sentencia.
ASUNTO
ANTECEDENTES
Con fecha 20 de julio de 2005 don Félix Palacios Aquize, abogado de don Jhonny
Fernando Narrea Ramos, interpone demanda de hábeas corpus contra los Vocales de la
Tercera Sala Penal de Corte Superior de Justicia de Arequipa, señores Fernández Ceballos,
Barrera Benavides y Zeballos Zeballos alegando la afectación de sus derechos
constitucionales a la presunción de inocencia, al debido proceso, a la tutela procesal efectiva
y a no ser procesado por hechos que no se encuentren previstos como delito. Expone que con
fecha 31 de mayo de 2005, el beneficiado fue intervenido en el inmueble de su propiedad por
la Policía Fiscal, incautándosele pertenencias de su colección privada de objetos
arqueológicos, incursión que no se encontraba dentro de los supuestos previstos en el artículo
2.9. de la Constitución dado que no había mandato judicial ni flagrante delito; que, sin
embargo, el Fiscal Provincial formuló denuncia penal por la supuesta comisión del delito
contra el patrimonio cultural de la Nación, por lo que se abrió en su contra un proceso penal
en el que se dictó mandato de detención, el mismo que, al ser apelado, fue confirmado por la
Sala emplazada, sin que ésta tuviera en cuenta el artículo 21º de la Constitución ni el artículo
7º de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, que permite propiedad privada de
los bienes culturales, así como su comercialización dentro del territorio nacional, a condición
de que se registren ante el Instituto Nacional de Cultura. Por estas razones, considera que el
proceso seguido contra el favorecido atenta contra sus derechos fundamentales.
Admitida a trámite la demanda se recibe la declaración del beneficiado (f. 9), así
como la declaración de los magistrados emplazados (fs. 67, 68 y 69); del mismo modo, se
incorporan al proceso fotocopias de los actuados correspondientes al proceso penal seguido
contra el demandante (fs. 14 a 63).
P á g i n a 49 | 65
vía constitucional la idónea para enjuiciar las potestades coercitivas del Juez en materia
penal.
FUNDAMENTOS
1. El principio de legalidad penal ha sido consagrado en el artículo 2º, inciso 24, literal "d"
de la Constitución Política del Perú, según el cual "Nadie será procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley,
de manera expresa e inequívoca, como infracción punible, ni sancionado con pena no
prevista en la ley”.
2. Este Tribunal considera que el principio de legalidad penal se configura también como
un derecho subjetivo constitucional de todos los ciudadanos. Como principio
constitucional, informa y limita los márgenes de actuación de los que dispone el Poder
Legislativo al momento de determinar cuáles son las conductas prohibidas, así como sus
respectivas sanciones. En tanto que en su dimensión de derecho subjetivo constitucional
garantiza a toda persona sometida a un proceso o procedimiento sancionatorio que lo
prohibido se encuentre previsto en una norma previa, estricta y escrita, y también que la
sanción se encuentre contemplada previamente en una norma jurídica.
3. Por tanto resulta igualmente claro que la dimensión subjetiva del derecho a la legalidad
penal no puede estar al margen del ámbito de los derechos protegidos por la justicia
constitucional frente a supuestos como la creación judicial de delitos o faltas y sus
correspondientes supuestos de agravación o, incluso, la aplicación de determinados tipos
penales a supuestos no contemplados en ellos. El derecho a la legalidad penal vincula
también a los jueces penales y su eventual violación posibilita obviamente su reparación
mediante este tipo de procesos de tutela de las libertades fundamentales.
4. Si bien el principio de legalidad penal, que protege el derecho a no ser sancionado por
supuestos no previstos en una norma jurídica, en tanto derecho subjetivo constitucional
debe ser pasible de protección en esta vía, el análisis que debe practicar la justicia
constitucional no es equiparable al que realiza un Juez penal. En efecto, como este
Tribunal lo ha señalado en diversas oportunidades, “[...] no puede acudirse al hábeas
corpus ni en él discutirse o ventilarse asuntos resueltos, como [lo] es la determinación de
P á g i n a 50 | 65
la responsabilidad criminal, que son de incumbencia exclusiva de la justicia penal. El
hábeas corpus es un proceso constitucional destinado a la protección de los derechos
reconocidos en la Constitución y no a revisar si el modo como se han resuelto las
controversias de orden penal es el más adecuado conforme a la legislación ordinaria. En
cambio, no puede decirse que el hábeas corpus sea improcedente para ventilar infracciones
a los derechos constitucionales procesales derivadas de una sentencia expedida en proceso
penal, cuando ella se haya dictado con desprecio o inobservancia de las garantías
judiciales mínimas que deben guardarse en toda actuación judicial, pues una interpretación
semejante terminaría, por un lado, por vaciar de contenido el derecho a la protección
jurisdiccional de los derechos y libertades fundamentales y, por otro, por promover que la
cláusula del derecho a la tutela jurisdiccional (efectiva) y el debido proceso no tengan
valor normativo” [cf. STC 1230-2002-HC/TC].
6. Es cierto que, como regla general, la tipificación penal y la subsunción de las conductas
ilícitas no son ni deberían ser objeto de revisión en estos procesos. Al fin y al cabo, ni la
justicia constitucional puede considerarse en forma análoga a la justicia penal, ni aquélla
resulta una tarea que entre en el ámbito de competencia de los jueces constitucionales.
Como nuevamente lo ha expresado su par español, mediante estos procesos se ha
“encomendado proteger los derechos fundamentales (...), conociendo de toda calificación
jurídica realizada por los tribunales ordinarios que viole o desconozca (...) derechos, pero
carece de aquel carácter en relación con procesos comunes que resuelvan derechos
intersubjetivos ajenos a los derechos fundamentales y que se pronuncien sobre cuestiones
de mera legalidad, al ser competencia exclusiva de los jueces y tribunales su interpretación
y decisión, fijación de los hechos y subsunción, así como la precisión de las consecuencias
jurídicas (...), aunque se apoyen en errores, equivocaciones o incorrecciones jurídicas o,
en definitiva, en la injusticia de las resoluciones, porque ello le convertiría [al Juez
constitucional] en órgano de control de la mera legalidad, ejerciendo funciones que no le
atribuye la Constitución” [cf. STC 104/1985].
P á g i n a 51 | 65
7. De ahí que solo excepcionalmente quepa efectuar un control constitucional sobre una
resolución judicial por afectación del principio de legalidad penal y, en concreto, en
aquellos casos en los que, al aplicar un tipo penal o imponer una sanción, el Juez penal se
aparte del tenor literal del precepto o cuando la aplicación de un determinado precepto
obedezca a pautas interpretativas manifiestamente extravagantes o irrazonables,
incompatibles con el ordenamiento constitucional y su sistema material de valores. En
consecuencia, en la justicia ordinaria se establece la culpabilidad o inocencia del
imputado, determinando en el caso si se da el supuesto de hecho previsto en la norma y
sobre la base de consideraciones de orden penal, de acuerdo con la alternativa que ofrezca
la dogmática penal que se estime la más adecuada. En la justicia constitucional, en cambio,
se determina si la resolución judicial cuestionada afecta los derechos constitucionales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confiere
la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Publíquese y notifíquese.
SS.
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GONZALES OJEDA
VERGARA GOTELLI
P á g i n a 52 | 65
10. OTROS
P á g i n a 56 | 65
¿PERSONAS ≠ NO PERSONAS = VIOLACIÓN DE DIGNIDAD HUMANA?
El primer límite infranqueable y reconocido por el Derecho Penal lo constituye la dignidad
de la persona humana. Como ya se señaló, es en un Estado de derecho, dónde la dignidad
de la persona humana constituye uno de los derechos fundamentales. Ello, viene avalado
por instrumentos jurídicos internacionales que no pueden ser soslayados dentro del
entendimiento del Derecho penal (Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano
de 1789; Convención Americana de Derechos Humanos; Pacto Internacional sobre
Derechos Civiles y Políticos). Es decir, existe un compromiso que reconoce una línea
inexpugnable que no permite la lesión del contenido de la dignidad humana.
Asimismo, gracias a la dignidad, el Estado de Derecho se dirige a proteger al ciudadano y
sus derechos innatos y adquiridos frente a eventuales abusos del poder político. Por ello, se
ha dicho que la dignidad humana, constituye no sólo la garantía negativa de que la persona
no va ser objeto de ofensas o humillaciones, sino que entraña también la afirmación
positiva del pleno desarrollo de la personalidad. En dicho sentido entonces, el Derecho
penal del enemigo, con sus postulados y repercusiones en la vida de los seres humanos, no
resulta coherente con el modelo descrito. El intento de declarar un estatuto para el
“enemigo” a través del Derecho penal (que no se sabe si realmente es Derecho penal u otra
cosa), en virtud que uno mantiene la vigencia de la norma y el otro “combate peligros” no
puede superar la valla de justificación del porqué del trato diferenciado o marginal contra
este.
PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y OTRAS GARANTÍAS PERSONALES
Si el ciudadano es destinatario natural de la norma, si el ciudadano realiza conductas y
responde por ellas, es porque existe un marco legal previo. El marco legal le asegura al
ciudadano la existencia de un orden jurídico preestablecido “un mundo sin sorpresas”. En
tal sentido, existe un aseguramiento cognitivo del proceder del sistema legal, en concreto,
del sistema punitivo. Sin embargo, respecto del enemigo –pese a que se establece el mismo
presupuesto-, se aniquilan los mecanismos de protección básicos, dejando una zona de
posible arbitrariedad estatal; por ejemplo: restricción de derechos procesales de los
imputados, cuestionamiento de la presunción de inocencia. En realidad, es muy difícil
sostener que se les juzga, dado que la culpabilidad queda “adelantada” y deja la impresión
que se les ajusticia; y esto es así porque sólo se ve una imagen, y esta es la de
“ENEMIGO”. Este no presenta lados buenos, es lo negativo, por lo cual despliega temor,
terror. Es más, el concepto de enemigo puede surgir en relación a poblaciones, con lo cual
desaparece el sujeto y con él, la responsabilidad por el hecho. Se es culpable porque se es
miembro de determinada población; por tanto, el “enemigo”, siempre es culpable.
Ahora bien, el discurso del Derecho penal del enemigo, no excluye de forma expresa ni
niega el principio de legalidad; en realidad lo necesita, le es útil para mostrar la apariencia
que estamos en un mundo jurídico sin conmociones y que el Derecho Penal del Enemigo es
una de sus partes. Pero lo cierto es que no ocurre así. El principio de legalidad no se
compatibiliza con el modelo del Derecho penal del enemigo pues el primero se caracteriza
P á g i n a 57 | 65
por afianzar el modelo garantista y el segundo por vaciarlo de contenido. De otro lado, la
pena no persigue la reinserción, sino la “neutralización” total del sujeto en cuanto sea
peligroso, es decir, reinserción y neutralización son términos que se niegan y que no pueden
subsistir bajo el mismo sistema. Esto significa, que la pena en los casos de los enemigos no
tiene ninguna función motivadora, ni siquiera estabilizadora, sólo cumple una función
formal; pero su contenido material y real, es la total desaparición del sujeto del entramado
social.
En síntesis, debe considerarse que, tanto la persona como la no-persona desarrollan
conductas en relación igualitaria frente a los tipos penales, pero el problema es, que unas
pasan a la bolsa del Derecho penal clásico o liberal y otros al Derecho penal del enemigo;
esto en virtud de la dicotomía “Persona = Ciudadano vs No Persona = Enemigo”. Así, es
este, uno de los motivos por el cual no resulta coherente ni clara la posición de un enemigo
respecto del ciudadano en la esfera del Derecho penal. Esta situación se explica en la
existencia de dos Derechos penales, donde uno de ellos pierde su silueta en cuanto su
estructura se encuentra ligada más a las reglas de la guerra y el otro en aquel que
conocemos como Derecho penal liberal.
CONCLUSIÓN
Como hemos podido observar, existe una preocupación real por revisar el modelo de
Derecho penal existente. Cabe pensar que, si el modelo liberal ha cumplido su ciclo o ha
sido rebasado o, en su defecto, ha sido traicionado por el legislador o la práctica judicial o
la doctrina. Es necesaria reconstruirla, sobre la base de una profundización de sus
postulados y la integración de nuevos componentes. Esto significaría un Derecho penal más
acorde con el mundo en que vivimos. Si se piensa que el mundo complejo requiere de
fórmulas nuevas, que es imposible seguir atado al “viejo” modelo, es necesario deslindar
posiciones, incluso la posición del penalista.
Coincido con la inclinación hacia el Derecho penal liberal, coherente, eficiente y útil,
dentro de un Estado de Derecho, pero, no aquél que por el transcurrir del tiempo y por su
repetición parece haber perdido su contenido; es necesario reconceptualizarlo y para ello
volver a sus raíces, no para endiosarlo, sino para redescubrirlo y darle nueva forma y
sentido. Creo, que orientarse a través del Derecho penal del enemigo no constituye una
salida propia del Derecho penal, sino una que no le corresponde, porque, por mucho que se
quiera, la estructura de dicha “argumentación” tanto por sus linderos filosóficos como por
las consecuencias parece ser que se guía más por una estructura normativa propia de la
guerra y ese no es el ámbito del Derecho penal. No es propiamente una decisión de política
criminal, sino sólo de política, donde en todo caso impera la razón de Estado por encima de
la razón jurídica.
P á g i n a 58 | 65
ANALISIS DE CASACION 436-2016 SAN MARTIN
(Por el alumno: Benjamín, MOLINA SOLIS)
El recurso de casación interpuesta por Viler Puerta Satalaya contra la sentencia de vista del
diecinueve de abril de dos mil dieciséis -fojas 02 Jet cuadernillo de asación-. Interviene
como ponente el señor Juez Supremo Pariona PASTRANA.
En las cueles se puede que tras la pena impuesta por violación sexual contra el señor Viler
Puerta satalaya joven de 19 años las cuales había participado supuesta mente del delito de
violación sexual por a ver inducido a la menor de iniciales A.M.S.M a fugarse de su hogar
con las finalidades de llevarla a su establecimiento.
Pues cuales declaraciones fueron rechazadas por el imputado, ya que el sostiene que fue
con el consentimiento de la menor, en las cuales ellos mantenían una relación sentimental
ya de mucho tempo, tales como da en las declaraciones la menor diciendo que él, la había
propuesto fugarse con el saliendo del colegio y la llevo a su domicilio en las cuales
mantenían relaciones sexuales constantemente y recalcando que si tenían una relación
sentimental. Es por eso que el imputado realiza el recurso de casación interpuesta ante la
corte suprema con el fin de que se evalué su pena y se reduzca ya que se dio un error de
tipo en su pena privativa de libertad las cuales se le niega una disminución de pena.
Teniendo en cuenta de las tantas clasificaciones que se realizan en torno a los delitos, a
efectos del caso a resolver, es importante distinguir a los delitos tipificados en nuestro
código Penal en dos grandes grupos: dolosos y culposos.
(Artículo1 del Código Penal). Los primeros son aquellos que para su comisión se requiere
conocimiento y voluntad de la acción; son la mayoría en nuestro Código Penal. En cambio,
los segundos son aquellas acciones peligrosas emprendidas sin ánimo de lesionar el bien
jurídico, pero que por falta che cuidado o diligencia debida causa una lesión efectiva. Es
necesario recalcar que conforme nuestro ordenamiento jurídico la acción del infractor
culposo es unible solo en los casos expresamente establecidos por la ley; era decir, se sigue
un sistema números clausus (artículo 12 del Código Penal). Considerando lo señalado se
debe indicar que los delitos cometidos contra la libertad sexual conforme con nuestra
regulación son de carácter doloso: es decir, son cometidos con conocimiento y voluntad de
cada elemento objetivo del tipo penal. Si se carece de conocimiento de alguno de estos
elementos se estaría frente a uno infracción penal de carácter culposa, la cual conforme a
nuestro Código en esta clase de delitos violación sexual no es típica, pues se reitera que
solo es típico en tanto exista dolo.
En conclusión, después de evaluar el caso se declaró fundada el recurso de casación
interpuesta por Viller, en las cuales se dio la razón que hubo un error de tipo ya que no
reunía las características necesarias para ser declarada delito de violación sexual tal y como
había sido interpuesta por las instancias inferiores a esta. Se declaro fundada y se archivó
sus cargos y se ordenó su inmediata libertad y que anulen sus antecedentes policiales y
judiciales interpuestas por dicha denuncia.
P á g i n a 59 | 65
CONCLUSIONES
• El delito es toda acción u omisión punible, cuyo incumplimiento trae una sanción y que
teórica, sino que el índole practico que tienen las clasificaciones de los delitos es
importante ya que con ellos es posible ubicar a los delitos dentro de los parámetros que
ordenan la persecución de los mismos, como la gravedad que la ley asigna, en cuanto a
• Como pudimos ver, la conducta del ser humano puede ser de dos formas (acción u
omisión) y éstas pueden ser reprochables para la sociedad, también vimos cómo se toman
en cuenta respecto del tiempo, modo y lugar de los hechos, que de igual manera esto nos
ayudará a valorar en el ejercicio de nuestra carrera como métodos de inducción para llegar
a una verdad absoluta, ya que como peritos en la materia es coadyuvante para allegarse a
P á g i n a 60 | 65
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
➢ Muñoz Conde, Francisco. Derecho Penal. Parte general. Tirant lo Blanch. Valencia
- España. 2000.
➢ Roxin Claus. Derecho Penal. Parte general. Tomo I. Ed. Civitas. S.A. 2ª. ed. España.
2000. p. 970.
➢ Bramont Arias Torres, Luis Miguel. Lecciones de la parte general y el Código Penal.
➢ Tiedemann. citado por Borja Mapelli Caffarena. Estudio Jurídico dogmático de las
➢ Muñoz Conde, Francisco y García Arán, Mercedes, Derecho Penal. Parte General,
➢ Muñoz Conde, Francisco, Teoría general del delito, 4ª ed., Tirant lo blanch, Valencia,
2007.
Editorial Tecnos.
➢ Villa Stein Javier (2001), Derecho Penal Parte General, Lima, Editorial san marcos.
P á g i n a 61 | 65