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V. 2-7 La joven habla de un rey de quien ella esta enamorada, y expresa que el
amor de el es apasionante, que sus besos, su olor y todo en el es bueno, que lo
ama y que por el esta ilusionada, que muchas mujeres lo aman y lo alagan porque
el atrae con su forma de ser, alaga el nombre de el, dice que es como un
ungüento derramado, esparce aroma, es bien escuchado por todas, su nombre no
ofende, sino que es muy admirado, ella da a conocer que estar con su amado es
un gran deleite y que ella disfrutaría mucho con el.
Podríamos decir que este poema también muestra de cómo la iglesia debe estar
enamorada de Cristo y que no hay nombre admirable como el de el. Que Cristo da
seguridad, da confianza y que todo aquel que se enamora de el, desea siempre
estar con el, pues en el esta la vida y toda seguridad.
Las almas en gracia se complacen hasta lo sumo a amar a Cristo y ser amadas
por el. Que aunque el mundo ofrezca cosas que llaman la atención humana, el
amor de Cristo es mas valioso y deseable.
El ha redimido su iglesia y los que lo aman lo siguen a donde quiera que el vaya.
"A más del olor de tus suaves ungüentos". El Señor es el Ungido, Él ha recibido
toda clase de fragancia exquisita, por lo tanto, cuando estamos verdaderamente
en su presencia, como la doncella amada, percibimos el dulce aroma de su
persona. Nos embriagamos no solamente con sus caricias, sino que además, con
la dulce fragancia de su santidad que envuelve todo nuestro ser.
Era de piel morena la joven, pero era delicada y amada por el rey, era bella, a el le
atraía ella aunque tuviera la piel morena, ella era espacial para el. y aunque
descuido la joven su alma, el rey estaba interesado en ella.
Es de pensar entonces que aunque el ser humano se descuido de su vida y de su
alma, Jesucristo al morir en la cruz por los pecados de la humanidad muestra que
no importa cuan negros sean los pecados, el es capaz de limpiarlos y curar sus
heridas con su sangre preciosa, de tal manera que podemos llamarnos la novia de
Cristo, la amada de el, a quien el con tanto amor ha entregado su vida, pues su
cuerpo sacrificó por cada uno de nuestros pecados, y el ha llevabado nuestras
cargas.
Aunque el ser humano sufra, y sea maltratado por el pecado, cuan grande y
misericordioso es el amor de Dios que se manifiesta en nuestras vidas y nos
ayuda y nos ama con amor eterno.
V. 1-7 Ella dice: "Yo soy la rosa de Sarón, y el lirio de los valles", se muestra que
aunque fuese una rosa, y un lirio ella era especial, aunque hubiesen mas rosas y
aunque hubiesen muchos lirios, ella era hermosa, aunque sencilla a la vez, pero
resplandeciente, así como los lirios resplandecen bajo los rayos del sol.
Pues el rey le da respuesta a ella diciéndole "Como el lirio entre los espinos, así es
mi amiga entre las doncellas" el le dice a ella, que es única, que aunque el lirio
este rodeado de espinos, el resplandece y es admirado, que el tiene ojos solo para
ella. Y que su hermosura es incomparable.
Así mismo podríamos decir de nosotros como iglesia, que éramos gentiles y a
veces común ante la sociedad, pero que Cristo nos vio con amor eterno y no
importando cuantos pecados nos rodearan y amenazaran nuestra vida para
lastimarnos, el nos había visto con ojos de amor y de misericordia, un ejemplo en
Las Sagradas Escrituras se da en el capitulo 10 de Hechos, cuando Pedro visita a
Cornelio, Dios le dijo a Pedro que no llamara común a lo que el ya había limpiado.
Se nota entonces como Dios en medio de un mundo pecador nos ama tanto que
es perdonador con su iglesia.
El también dijo en el evangelio de Juan 1:11-12, a lo suyo vino; y los suyos no le
recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les
dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Que felicidad, somos especial tesoro para nuestro amado Salvador.
"Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los
jóvenes; bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi
paladar".
Ella responde con una comparación muy hermosa, impulsada por su amor
profundo hacia su amado. Para ella él es único, el mejor entre todos, que la atrae
no solo por su apostura, sino que también por el placer de su compañía.
El manzano es un árbol de gran follaje, su flor muy aromática y su fruto dulce y
agradable. Comparado con los árboles silvestres, destaca no solo por su sombra
que provee, cosa muy preciada en las cálidas tierras de Palestina, sino que
además con la bendición de su agradable fruto.
Así es para ella su amado entre todos los jóvenes, alguien muy preciado; no
guarda comparación con nada "silvestre".
Así es Cristo para cada uno de nosotros, el provee cosas buenas a nuestra vida y
en medio de tanto pecado el nos ayuda a ser fuertes, y nos acoge con el calor y la
frescura de su Espíritu Santo. El es único, no hay nadie como el, pues es
omnisciente, omnipresente, omnipotente, eterno, inmutable, Dios es todo en
nuestras vidas, como iglesia y amada de el, lo miramos con ojos de amor y
sabemos que aunque hayan ofertas del mundo, no hay nada ni nadie como el. el
es sustento a nuestras vidas y llena cada uno de nuestros vacios.
"Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor". Cuando
hemos logrado disfrutar del éxtasis de su presencia, en un gozo muy íntimo y
personal, el Señor nos trasladará a placeres nuevos: "a la casa del banquete", allí
él nos ofrece un festín de abundancia espiritual. Muestra una noche romántica
donde se refleja el verdadero amor, donde hay lazos matrimoniales fuertes unidos
con un amor que no tiene fin. Así tiene que ser la relación del creyente con Cristo,
una relación no fingida sino una relación donde haya compromiso de santificación
e intimidad con el, donde se disfrute de la compañía de el, y aun mas se pida de
su abundante gozo.
"Susténtame con pasas, confortadme con manzanas, porque estoy enferma
de amor". Aliméntame con algo dulce y fragante, con algo refrescante y delicioso,
que desfallezco de amor, estoy exhausta de felicidad. Esta ha sido la experiencia
de los cristianos que han llegado a percibir profundamente la presencia del Señor
que los rodea, no se conforman con un poco de Dios, aun quieren y piden mas
diariamente, porque su presencia lo es todo, y las caricias de su Espíritu fortalecen
el alma.
En la biografía de Moody leemos una alusión a esta presencia del Señor que le
sobrecogió de tal manera, que sintió que no podía contener el gozo que fluía a
través de él, que tuvo que rogar al Señor que se detuviera, porque su humanidad
no podía resistir su gloriosa divinidad.
Los goces de su presencia pueden sobrepasar todo nuestro entendimiento e ir
más allá de nuestras fuerzas. Lo mortal no puede rozar lo divino; solamente
demos liberar nuestro espíritu para que se remonte a las alturas, para disfrutar del
placer de su cercanía
"Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace". Nos habla
no solamente de su cercanía e intimidad que disfrutamos, sino de su gracia
sustentadora para que seamos capaces de soportar el amor con que él abraza.
"Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén". La doncella se dirige a las damas
de la corte, para que entiendan que el amor no puede ser despertado desde fuera,
tiene que nacer desde su interior. Pues cuando nazca del interior entonces será
bien atendido, no tiene que ser fingido sino brotar de lo mas profundo de todo
nuestro ser. Así mismo la iglesia debe amar a Cristo no fingidamente, sino con un
amor donde se sea capaz de dar el todo por el todo por amor de a Cristo.
V.1-5 Se observa como una joven desesperada por su amado sale en medio de la
oscuridad a buscarlo, aun sabiendo que la noche es peligrosa, el amor y la
desesperación por el hizo que esta joven se levantara y preguntara
desesperadamente por quien ella sufría. Se nota como ella buscaba de el y sentía
soledad al no estar el cerca de ella, pues dice: en las noches busque en mi
lecho y no lo halle. Ella se sentía sola sentía que le hacían falta las caricias de su
amado. La intimidad con el era una desesperación para ella, pues ella estaba tan
acostumbrada a el, que le era difícil no tenerlo cerca. Finalmente lo encuentra, y
se lo llevo a un dormitorio, en lo intimo de su habitación donde pudieran compartir
el uno al otro, ella no lo dejo al encontrarlo pues el era todo para su vida, el le
daba alegría y la hacia sentir amada.
"Lo busqué, y no lo hallé". Evidente, porque está buscando en el lugar equivocado,
pero reacciona: "Y dije: Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad, por las calles
y por las plazas, buscaré al que ama mi alma". Seguramente tubo que haber algún
descuido para que el se alejara, tubo que haber sucedido algo, pero ella reconoce
que no puede estar sin el.
Esta sulamita entiende que para recuperar el gozo de la presencia de su amado,
debe dejar sus lamentos insensatos, dejar su lecho de reposo y levantarse.
Muchas veces puede suceder esto a la iglesia de Cristo, se alejan del Señor y no
hayan sentido a nada, pero es tiempo de levantarse dejar el lecho y empezar a
buscar la dirección para hallar al Cristo amado. Debemos aprender a mantenernos
firmes en la fe y en el amor de nuestro Salvador, aún en esos momentos de
aparente soledad, cuando las aflicciones nos impiden ver el rostro del Señor.
Concluye este trozo de Cantares, cuando ella se coge con fuerza de su amado,
pero aún en un estado de inmadurez. Ella no discierne todavía lo que es del
espíritu y lo que es una emoción del alma, pero el Señor, amorosamente la abraza
y la sostiene. Cristo quiere lo mejor para su iglesia, por tal razón la iglesia debe
amarle siempre.
Este capitulo muestra como es el amor que el esposo siente por la esposa, pues la
elogia mucho, la enamora, declara su amor por ella, da a conocer como el la ve y
como es de encantadora su belleza, da a notar que ella le atrae mucho a el y que
ella tiene todo perfecto para el, justamente lo que el necesita para sentirse bien.
"Tus ojos entre tus guedejas como de paloma". La paloma tiene una visión que
le permite ver una sola cosa, y en ese sentido es figura del Espíritu Santo. La
joven tenia ojos solo para su amado y `para nadie mas, por eso a el le encantaba
ella, además el la llama hermosa, sin duda el estaba expresando la belleza de su
amada.
Los “ojos entre las guedejas” es una alusión a la mirada de la Sulamita tras el
velo con que cubre su rostro. Las “guedejas” son las melenas del león y, por
extensión Analógica, puede ser también la cabellera larga y rizada de la mujer. El
velo lo usaban principalmente las doncellas para no ser vistas por nadie que no
fuera un familiar muy cercano.
Así como ella tenia ojos solo para el, así también la iglesia debe estar solo para
Jesús que su mirada este fijamente en el, pues el no decepciona, el es perfecto
justo lo que cada persona necesita.
Poder ver es una inmensa bendición, pero cómo miramos será el resultado de
nuestra realidad interior. Podemos mirar pero estar ciegos, creernos ser libres
pero estar presos de una oscuridad que puede sumir en tinieblas a todo nuestro
ser.
es importante que nuestra mirada este dedicada a Jesús para poder cuidarnos y
guardarnos para el.
El mundo no puede ver lo que ella ve, ni cómo ve, porque esos hermosos ojos
están reservados solamente para el deleite de su amado. También la alusión a su
cabello, nos habla de su obediencia y sumisión a la voluntad divina, como nos
indica 1 Cor.11 : 15.
Este hombre enamorado describe a su esposa como lo mejor que le ha pasado. Al
igual nosotros somos muy especiales para Cristo.
"Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas, que suben del
lavadero". El cumplido hace referencia a la perfección y blancura de ellos. El veía
que en ella había perfección, había una delicadeza que la hacia muy importante
para el y hermosa a la vez.
Volvemos a toparnos en este versículo con otra serie de halagos para los que no
hay lugar en nuestra cultura. Comparar la dentadura de una joven a una manada
de ovejas trasquiladas nos costaría hoy un serio disgusto. Sin embargo, Salomón
compara los dientes de la doncella amada con las ovejas blancas, recién lavadas
antes de proceder a su esquile.
La belleza del rebaño trasquilado no es de naturaleza estética, sino antes bien una
referencia a la hermosura de la fertilidad del ganado, sin que haya una sola oveja
estéril.
Los dientes finos, blancos y ordenados de la Sulamita realzan su hermosura por
cuanto en el pensamiento bíblico de la época que estudiamos esta expresión sería
equivalente a afirmar que la sonrisa de la doncella era blanca, generosa y
hermosísima.
“Tus mejillas". Por rosadas, las compara a dos mitades de grada; una expresión
muy común en la poesía oriental. Las mejillas despliegan la belleza del rostro, y
son las que primeramente revelan las emociones.
Con cuanta propiedad se ha dicho que el rostro es el espejo del alma, un alma
reseca carente de amor y sensibilidad, es fácilmente detectada en el rostro de esa
persona. Pero al resaltar la hermosura de su rostro, lo hace porque Dios conoce
nuestra alma, lo profundo de nuestro ser.
"Tu cuello, como la torre de David". Un cuello alto y erguido, nos habla de
alguien distinguido. Su esposa no es encorvada, destaca su dignidad real, sugiere
la rectitud en su mirada, la hidalguía que confiere saberse hija de Dios y templo
del Espíritu Santo.
Al mencionar: "como la torre de David, edificada para armería, mil escudos están
colgados de ella, todos escudos de valientes". Resalta que aunque se ha visto
presionada en muchas batallas contra el mundo, ella sigue enhiesta, porque es
"más que vencedora".
Pero al mismo tiempo le recuerda por los escudos de los valientes, que su triunfo y
victoria no se debe a ella, sino a aquel por cuya victoria quedó vencido nuestro
enemigo.
"Tus dos pechos". El pecho es el asiento de nuestras emociones, allí descansa
nuestra fe y amor, que constituyen el único medio por el cual somos unidos al
Señor. Dios considera que para que haya belleza, la fe y amor han de ser
gemelos, es decir, deben crecer juntos a igual proporción.
En Gál.5: 6 nos resalta "la fe que obra por el amor". Y en 1 Tm. 1: 5 dice: "el amor
nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida". En el vr. 14
agrega: "La gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es
en Cristo Jesús".
Se describe la belleza de la sulamita, y como ella puede reflejar dulzura en su
postura y su forma de ser, es perfecta para el rey.
De tal manera lo mismo exige Cristo de su iglesia que sea perfecta en
conocimiento que le ame a el de verdad y que siempre muestre amor hacia el.
No hay duda que el esposo quiere posesionarse de su esposa y hacerla
solamente de el. pues esta es una declaración de amor.
Así cada uno de nosotros es hechura y semejanza de Dios, y sobre todo hijos de
Dios, el creo todo perfecto, y su admiración estaba en el hombre, sin embargo ha
sido el ser humano el que se ha alejado de el.
Luego de el expresar sus sentimientos a su amada y darle a conocer el cuanto la
ama y ve su belleza ella atiende a su vos y le invita a comer de su jardín.
La Iglesia ora por la influencia del Espíritu bendito, para que haga fértil este jardín.
Las gracias del alma son como especias de estos jardines, que en ellos esté lo
que es valioso y útil. El Espíritu bendito, en su obra sobre el alma, es como el
viento. Hay viento norte de convicción, y el viento sur de consuelo. Él incita los
buenos afectos y obra en nosotros tanto el querer como el hacer lo bueno. La
Iglesia invita a Cristo. Que Él tenga la honra de todos los productos del jardín y
nosotros, el consuelo de su aceptación. Podemos invitarlo a nada, salvo a lo que
ya es suyo. El creyente no puede gozar de los frutos a menos que de una u otra
forma redunden para la gloria de Cristo. Entonces, procuremos mantenernos
apartados del mundo, como jardín cerrado, y evitemos la conformidad con el
mundo.
Tenemos que honrar solamente a Jesús y vivir para el como la esposa de el. Así
como el nos ama y ve en nosotros algo especial, así también nosotros debemos
invitarlo y dejar que el este en nuestro corazón por siempre.
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Capítulo 07
Capítulo 08