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Flavio Suárez Muñoz 1

DERECHOS Y DEBERES DE LOS PERIODISTAS EN EL EJERCICIO DEL


DERECHO A LA INFORMACIÓN EN MÉXICO

SUÁREZ MUÑOZ Flavio


Instituto Nacional para el
Desarrollo de la Ciberseguridad

Introducción
Desde el reconocimiento del derecho de la libertad de imprenta, la labor
periodística ha sido fundamental para el reconocimiento de nuevos derechos, entre
ellos, el más importante para la democracia, es el derecho a la información, que le
da al periodista las facultades para investigar, recibir y difundir información a través
de cualquier medio de comunicación.
Sin embargo, en su labor de informadores, no solo cuentan con este derecho,
pues también gozan del derecho del secreto profesional del periodista, el cual es de
suma importancia para la protección de la labor periodística, ya que es un derecho
que les da la facultad para negarse a revelar sus fuentes de información ante sus
superiores, ante terceros e incluso ante las autoridades públicas y judiciales.
También existe la clausula de conciencia, la cual garantiza que el periodista,
desempeñe sus funciones de informador, siguiendo sus principios éticos y morales
pudiendo incluso rescindir de su contrato laboral por voluntad unilateral, sin perder
su derecho a ser indemnizado por la empresa para la que trabaja, bajo el principio
de despido injustificado.
Estos derechos a su vez, generan deberes para los periodistas, deberes que
garantizan que la ciudadanía obtenga de los periodistas, información veraz, clara y
oportuna, para la libre toma de decisiones y la libertad de opinión pública que
supone toda sociedad democrática.
También garantizan el respeto de los derechos fundamentales de terceros, sea
de quienes cooperan con los periodistas para que se difunda la información, como
de aquellos de los que se ha de informar, y a quienes se les debe respetar el
derecho a la vida privada, a la intimidad y a la honra.
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Así entonces, estos deberes garantizan, por una parte, la privacidad de las
fuentes de información, asegurando la continua cooperación con los periodistas
para que se siga informado a la sociedad sobre los hechos de interés social, por
otra parte, el respeto a los derechos de quienes se informa, evitará que se vean
envueltos en juicios derivados de la información difundida.

La labor del periodista como profesional de la información


Antes de comenzar a hablar sobre la labor del periodista, es necesario tener en
claro, a quien se le considera como periodista, pues jurídicamente no gozan de la
misma garantía de libertad de expresión quienes, por actividad secundaria
investigan y difundir información a través de cualquier medio de comunicación, que
aquellos que hacen de esta labor su actividad principal y la llevan a cabo siguiendo
los procedimientos que los reconoce como un profesional de la información.
El concepto de periodista ha sido difícil de definir, pues para algunos países basta
con que la persona haga del periodismo su labor principal para que se le considere
como tal; mientras que, para otros países, es necesario ostentar un título profesional
de una carrera de comunicación; las credenciales que le avalen como integrante de
una agencia periodística, además de cumplir ciertos requisitos, como la
permanencia por más de dos años en funciones de informador.
Estos requisitos varían dependiendo del país de que se trate, en el caso de
México, en el Artículo I de la Ley del Secretor Profesional del Periodista en el Distrito
Federal; ahora Ciudad de México (LSPPDF), se define al periodista como:

Las personas físicas, así como medios de comunicación y difusión públicos,


comunitarios, privados, independientes, universitarios, experimentales o de
cualquier otra índole cuyo trabajo consiste en recabar, generar, procesar, editar,
comentar, opinar, difundir, publicar o proveer información a través de cualquier
medio de difusión y comunicación que puede ser impreso, radioeléctrico, digital
o imagen, de manera permanente, con o sin remuneración y sin que se requiera
título profesional o registro gremial que acredite su ejercicio. (LSPPDF.
Reformada 2014, Art. 2)
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Este concepto resulta muy amplio, pues en su definición comprende, no solo a


los periodistas, sino, también a los medios de comunicación y difusión, los cuales,
salen del contexto del profesional de la información. No olvidemos que el sujeto
cualificado de la información, es la persona física, que, en su labor de periodista,
ejerce las facultades que el derecho a la información nos garantiza
constitucionalmente para poder, investigar, recibir y difundir información a través de
cualquier medio.
Debido a la complejidad y discrepancia entre los conceptos que podemos
encontrar respecto a la definición de periodista; para el caso de México, nos
quedamos con la definición de Ernesto Villanueva, quien define al periodista como,
“toda persona física que hace del ejercicio de las libertades de expresión y de
información su actividad principal, de manera permanente y remunerada”
(Villanueva, 2003, p. 447).

El secreto profesional del periodista


El periodista en su labor de informador, ejerce las facultades del derecho a la
información; el secreto profesional del periodista le dota de facultades para que no
se le requiera dar a conocer sus fuentes de información, lo que garantiza la continua
cooperación de las fuentes para que la información de interés social se siga
difundiendo.
De acuerdo a Marc Carrillo (2005), el secreto profesional de los periodistas, es
un término adoptado en la Unión Europea desde el año 1974, en el Consejo de
Europa, el cual tiene como objetivo empoderar al periodista legalmente para
negarse a revelar sus fuentes de información a su empresa, a terceros ni a las
autoridades públicas y judiciales, esto como medida de protección a la labor
periodística bajo el supuesto de que, si las fuentes de información fuesen reveladas,
sería más difícil que en el futuro quieran proporcionar información al periodista.
Por su parte, Enrique Gómez-Reyno y Cortina, menciona la diferencia entre el
secreto profesional y el secreto profesional del periodista, diciendo que, “el secreto
que se protege opera sobre la naturaleza confidencial de los hechos que se confían
y de la persona o fuente que los transmite” (Gómez-Reyno y Cortina, 1983, p. 612),
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y la revelación de estos secretos supone siempre una protección penal y que, con
la concepción de la privacidad, ahora se exige de los profesionales un deber
profesional de secreto para la protección de la privacidad de las personas.
En relación al secreto profesional del periodista, comenta que éste, “se articula
desde, el punto de vista técnico-jurídico, por una parte, como un derecho a no
revelar las fuentes de conocimiento y, por otra, como un deber de no hacerlo cuando
el informador así se lo ha impuesto al profesional en el ejercicio de su actividad”, (p.
613)
En sí, el secreto profesional del periodista se diferencia del secreto de otras
profesiones debido a que, mientras que otros secretos no permiten divulgar la
información ni la fuente, el secreto profesional del periodista, tiene como finalidad
dotar de facultades a los periodistas para descubrir hechos y darlos a conocer a
través de los medios de comunicación, pero manteniendo en todo momento la
secrecía de las fuentes de donde su obtuvo la información, evitando perjuicios en
contra de quien haya cooperado con el periodista para difundir cierta información.
Por tal motivo, el secreto profesional del periodista se sustenta en el principio de
libertad de los sistemas democráticos, pues se encuentra envuelto el interés de los
periodistas por informar y el interés social de recibir la información lo más completa
y amplia posible.
Como es de pensar, el secreto profesional del periodista no siempre será
absoluto, pues existen excepciones, cuando de ello depende la seguridad de un
bien jurídico mayor o similar, al igual cuando se trata de la seguridad nacional o para
prevenir una catástrofe sanitaria, en las que el periodista tiene la información que
puede ayudar a contener un daño mayor que el daña que pueda ocasionar la
revelación de su fuente.
Como ya hemos visto, la labor de los periodistas deberá ir siempre acompañada
de la ética profesional y del deber moral, con la finalidad de proteger los derechos
fundamentales, tanto de las fuentes de información, como de la sociedad para la
cual se difunde la información y de aquellos de los que se está informando.
En ese sentido, el periodista también puede recurrir a la cláusula de conciencia,
la cual se traduce en el derecho que el periodista tiene para poder ejercer su labor
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de periodista libremente sin que se le obligue a faltar a sus principios éticos y


morales, ya que, de hacerlo, éste podrá rescindir del contrato laboral sin perder el
derecho a ser indemnizado por la empresa, en los términos que la ley establece
para el despido injustificado.
Para ejercer este derecho, el periodista deberá comprobar que la empresa ha
cambiado su orientación o que se le han asignado nuevas funciones que van en
contra de sus principios, impidiendo el correcto desempeño de informador.

El deber del periodista


Es importante recordar que, todo derecho trae consigo un deber, así, el periodista
como sujeto cualificado de la información, para poder investigar, recibir y difundir
información en cualquier medio, ejerce su derecho a la información y cuanta con
otros derechos que protegen su labor como periodista. Sin embargo, tiene también
el deber de seguir los principios y procedimientos que doten de veracidad a esa
información.
Para ello, el periodista, debe recurrir a distintos medios y fuentes de información,
para recolectar y contrastar información, para que, al informar a la sociedad de los
hechos relevantes y de interés social, exista un cierto grado de certidumbre de que
la información que se difunde en los medios, es verdadera. Esta es una cualidad
que se exige a la información que las empresas informativas y el gobierno, ponen a
disposición del público en general.
Una vez que el periodista haya obtenido la información suficiente y considere que
ésta, es de interés social, tiene el deber de dar a conocer el resultado de su
investigación realizada; a su vez, tiene el deber de rectificar información que se haya
dado erróneamente con anterioridad.
En ese entendido, el periodista desempeña su labor en dos sentidos;
obedeciendo en primer lugar al interés social, poniendo la información a disposición
del público y en segundo, como deber, entendiendo el deber como la obligación que
el periodista tiene de proporcionar al público información verificada, relevante y de
interés social, así como el deber de respetar los derechos de terceros involucrados
en la información que se difunde.
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Sin embargo, el periodista no está exento de ser engañado o de recolectar la


verdad de alguna de sus fuentes, que puede discrepar de la versión de verdad de
otra persona, por ese motivo, es importante recordar lo que menciona la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica
(2004), “Jurídicamente no es posible exigir que todo lo que se publique sea
verdadero” (p. 19), y recuerda también lo que ha señalado el Tribunal Constitucional
Español, “de imponerse la verdad como la condición para el reconocimiento del
derecho, la única garantía de la seguridad jurídica sería el silencio” (p. 19).

Conclusiones
En México como en la mayoría de los países democráticos, se tiene garantizado
constitucionalmente, el derecho a la información. La labor del periodista, en su deber
de informar sobre los acontecimientos de interés social, se presume que debe
mantener informada a la sociedad para que ésta sea capaz de tomar decisiones
acertadas respecto al futuro de la sociedad o de las regiones donde se difunda dicha
información.
Si bien, hemos visto que la labor del periodista está dotada de derechos y
obligaciones, que de cierta manera garantizan el desarrollo de una sociedad
democrática, en la que fluye la información y a la que todo mundo puede tener
acceso en el ejercicio de su derecho a la información.
Sin embargo, en los últimos tiempos, hemos sido testigos de la monopolización
de los grandes medios de comunicación, los cuales, se han puesto al servicio de la
clase política, antes que al servicio de la sociedad.
Esto obedece en gran medida al avance de las tecnologías, que han permitido
que la información circule por voces de personas que no son considerados como
profesionales de la información, es decir, personas que ejercen las facultades de
investigar, recibir y difundir información en medios digitales, permitiendo que la
sociedad este enterada de acontecimientos no solo favorables, sino también
desfavorables, que desprestigian a los gobiernos por sus actos de corrupción.
Esto por un lado ha disminuido el consumo de los medios informativos,
disminuyendo en gran medida los ingresos de las empresas que se dedican a esta
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labor, dejando como única opción para mantenerse en el mercado, la venta de


publicidad política, sirviendo así, a los intereses políticos y no a los intereses
sociales que son el fundamento de la labor del periodista.
Por ello, aún y cuando los derechos que tienen los periodistas, les doten de
facultades para ejercer el periodismo con ética, profesionalismo y los deberes que
se derivan de su labor les obligue a informar de manera veraz y oportuna, su labor
se ha visto manchada por el interés de las empresas informativas, así como del
interés político por mantener el poder.
Así entonces, las empresas informativas siguen vendiendo la publicidad al mejor
postor para mantenerse en el mercado de la información y los gobiernos siguen
pagando para hacer que se difunda la información que a sus intereses convenga,
haciendo sentir a la sociedad que se les está informando sobre acontecimiento
relevantes y de interés social.

Fuentes de investigación

Carrillo, M. (2005). El secreto profesional a la cárcel. El País. Recuperado el 03 de


Agosto de 2018, de https://elpais.com/diario/2005/07/14/opinion/
1121292010_850215.html

Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica (2004). Recuperado el 02 de Agosto de 2018,
de http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_107_esp.pdf

Gómez Reyno y Cortina, E. (Enero - Diciembre de 1983). El Secreto Profesional


de los Periodistas. Revista de Administración Pública(100 - 102).
Recuperado el 01 de Agosto de 2018, de https://dialnet.unirioja.es/
descarga/articulo/2117549.pdf

Ley del Secreto Profesional del Periodista en el Distrito Federal (GODF 07 de junio
de 2006, Reformada en septiembre de 2014).

Villanueva, E. (2003). El Derecho de la Inormación. Quito, Ecuador: CIESPAL.


Recuperado el 02 de Agosto de 2018, de http://www.flacsoandes.edu.ec/
libros/digital/46954.pdf

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