Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Por: Esperanza Hernandez | Fuente: Tiempos de Fe, Anio 5, No. 26, Marzo - Abril
2003
Principios
En la toma de decisiones, el buen catequista no debe dejarse guiar por
emociones, impulsos o por gustos, sino por principios que son leyes que van a
conducir sus actividades.
Hábitos
Los hábitos facilitan y realzan la labor del catequista. Buenos hábitos de orden,
de aseo tanto personales como en los materiales que usa y el espacio que
ocupa; no se diga el hábito de la puntualidad y de la responsabilidad. Estos
hábitos que saltan a la vista estimulan de manera sensible al educando por
imitación.
Trato Social
El trato social en el catequista es básico. Deberá atender a quienes lo rodean,
con gentileza, con educación, con una cordialidad solícita. Su trato debe ser a
la vez que agradable y respetuoso, edificante y abierto. ¿Qué dirían los alumnos
que oyen hablar a su catequista de la dulzura de Jesús, si el educador se muestra,
agrio, cortante, sombrío? ¿Cómo entender el amor de Dios, si el catequista que lo
está promulgando se muestra, impaciente, irónico y pierde el control a cada
paso? El catequista debe reflejar la alegría de saberse amado de Dios y
hacérselo sentir a sus educandos.