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Napszállta

OCASO
(La importancia de los pequeños detalles)

Azotadas con consentimiento,


La rueda vuelve a girar, otro círculo. Las manecillas marcando el inició del último siglo, del segundo
milenio cristiano.
Si algo realmente aprecio son los pequeños detalles, detalles mínimos, quizás para la mayoría
nimiedades, esos detalles uno aprende a apreciarlos, -como el divorcio entre Bertha (Leni)
Riefenstahl y Béla Balázs-militante activo del KPD.
Un nuevo cine:
Es en los pequeños detalles en donde se encuentra la belleza: en el sonido: Como ya lo había
demostrado en su Ópera prima, el directos László Nemes vuelve a sorprendernos con una obra
magistral:
La Caída, el atardecer, el Ocaso, el Crepúsculo

Todo lo que nos está permitido ver…


Esta es otra de esas películas del género Cine de época, pero, aporta un elemento clave: una
exquisita sutileza narrativa. Que yuxtapone con el uso de los elementos del cine primigenio alemán.
Específicamente, del Cine Simbolista, se atreve a contar historias del pasado, de los tiempos de la
PRANA FILMS. Pero, como no podría ser de otra manera, a la altura de los avances tecnológicos
actuales. Una impecable fotografía que es deleite a los sentidos. Esta obra es todo un derroche
estético: prenses, hebillas de mujer, sombreros, plumas, lencería bordada de flores que se delatan
sobre las batas de seda de las modelos. Uniformes almidonados de los torpes oficiales fornidos y
bigotones. botas de cuero y tacones que resuenan al caminar por los viejos tablados; Caballos
sudorosos arriados por cocheros misteriosos. carreras, pícnics de la nueva burguesía, etcétera.

La Conspiración del silencio:

Irisz Leiter regresa a su ciudad, y se dirige directamente al viejo negocio familiar La Sombrerería
Leiter. Ella es atendida por una empleada de Oszkar Vril, quién la confunde con una clienta.
mientras le recomienda un ridículo sombrero de hebilla de plata. Pero Ella(nuestra Justine) no viene
de peregrinaje sino por el empleo que se anuncia.

Oszkar personalmente se encarga de encargar que acomoden a Irisz en la vieja casona que se cae a
pedazos y en manos.
-“Esto era de tu abuela, lo encontraron tras el incendio.” Le dice el comerciante de un solo ojo.

El truco está en el movimiento de la cámara, que meciéndose como canoa rio abajo, nos empuja a
las intimidades de la decadencia, entre lo grotesco y lo profano.
La influencia es Inmoral (Nietzsche)

Irisz Pregunta, nadie responde. Solamente un homeless que ahora es sirviente de la familia y un
loco, que la asalta de noche, en su alcoba, la agarra con violencia, la tumba al suelo, le tapa la boca
con sus engrasadas manos, y la mira a los ojos, con una mirada horrenda:
-“NO eres como me habían dicho.”
La escena es interrumpida por el casero, contra quién el demente lanza la lámpara de aceite, que al
quebrarse por poco provoca un incendio. Y mientras huye como un animal nocturno entre las
oscuras calles. El posadero le dispara desde la ventana, y aunque lo hiere de un disparo en la pierna
consigue escapar.
El negocio se mantiene, ella quiere trabajar, pregunta nadie responde.
Cómplices de un silencio conspirativo, ella no quiere cerrar los ojos, sino que se mantiene
empecinada en verlo por sus propios ojos, a pesar de las advertencias de todos los que se le acercan.
La exclusiva sombrerería Leiter vende algo más que bonitos sombreros Las hermosas vendedoras
son ofrecidas para llevar -a domicilio- el encargo a su caprichosa clientela.
Reminiscencia fatal a las vírgenes vestales.

-“Huye,” (le dicen todos, escapa.) pero Ella quiere asistir al gran baile, organizado para la
aristocracia y los empresarios.

el sonido de la película es impecable, y al igual que en su Ópera prima “El Hijo de Saúl”:
Todo lo que se dice, contradice la realidad que presenta enfrente, brutal, violenta. la cámara la sigue,
con maestría, con ese movimiento sensual.

Si me preguntan: -¿en dónde se encuentra la Poesía, sin dudar diría: En el Cine. Si, soy un
anticuado, lo confieso: creo que una sala de Cine es un refugio ideal, un lugar preciso a donde llevar
a tu pareja en la primera cita, el mejor sitio en donde tomarla de la mano, en la oscuridad. El Cine,
para mí, sigue siendo el mejor lugar en donde ver la violencia de los superhéroes y el mejor lugar en
donde ejercer un recreo estético.
SHEHEREZADA:
No creo en la poesía estática, en la letra muerta. Y estoy harto de que sean ellOs quienes cuenten la
historia, es por eso que hay que siento que hay que tener tacto para saber distinguir cuándo el
Guion ha sido escrito por una poetisa.
Irisz hace las veces de la Divina Justine, quien se sumerge en la decadencia europea de la época:
Orgias, sacrificios humanos, conspiraciones.
Danza sacrificial: Fanni, Zelma, Simone Schultz, Mandee, Весна священная…

En fin: si Murnau hubiera vivido para escucharlo, el Cine se encuentra en su Renacimiento.


Susanne Wuest interpreta a una melancólica princesa neurótica, vestida de negro victoriano. sumida
en un profundo duelo causado por el asesinato de su esposo,.
- Oszkár Brill: “tu hermano lo descuartizó”,

Yo me pregunto: ¿Cómo consigue esa Teatralidad sonora?


Los pequeños detalles, un Larguetto de viola, la cadencia que une el interior roñoso de la casa, -que
algún día fue todo un palacio-, une el sonido de los tacones en el suelo de madera, los susurros tras
las cortinas con el reflejo del sol sobre el rio entre la frondosidad del bosque,
Fetichismo del Imperio Astro-Húngaro Los pliegues de las telas de los elegantes vestidos…
Justine se traviste de hombre para colarse en la fiesta.

La Orgía ha terminado, la fiesta del fuego La pólvora, los rebeldes armados se toman la mansión,
disparan a la Princesa,

Todo por mantener el Status Quo. unos amos perversos que se han apoderado de su negocio
familiar y del poder, conspirando. Todo se puede oler en el aire.y la revuelta es animada por la
Pistola: ese invento moderno, perfecto para matar, portable fácil de esconder, sea entre una media
velada o entre una chaqueta.
La Guerra, el gran negocio. Guerra mundial.

Todo el alistamiento previo para el gran baile: los músicos, el banquete, la pólvora.
La cámara flota como una hoja seca del gran árbol, mecida por la brisa fresca del bosque de verano.
Siguiendo a la protagonista: Juli Jakab, a través de las ruinas del Imperio Astro-Hungaro.

El Cine por el cine.


Nuevamente esa manera de juntar las escenas de forma magistral: de la oscuridad y el ruido de la
ciudad la cámara nos trasporta a la Trinchera, y asistimos como voyeur a la desnudes de la crueldad
de la Gran Guerra. A la mejor manera Kubrickiana.
Una película a la altura de las necesidades de nuestro tiempo, con cierto toque de reminiscencias, lo
justo para conseguir la acción.
Aún no escampa

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