OLOGI C
GE A
la serena
Registro paleosismológico en turbiditas de la zona
proximal de la subcuenca NW del Lago Riñihue
Cristian Araya1, Jasper Moernaut2 y Marco Cisternas1
1Escuela de Ciencias del Mar, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Avenida Altamirano 1480, Valparaíso, Chile
2 Facultad de Ciencias, Universidad Austral de Chile, Avenida Eduardo Morales Miranda, Campus isla Teja, Valdivia, Chile
* email: c.arayacornejo@gmail.com
Resumen. Las turbiditas de una de las subcuencas del lago
Riñihue muestran que una zona proximal puede ser tan
sensitiva a registrar evidencia de terremotos como la zona
distal. Se extrajeron cinco testigos en una zona proximal y
se correlacionaron cronoestratigráficamente con otros tres
obtenidos anteriormente en la zona distal. Se observaron
dos tipos de turbiditas: i) las generadas exclusivamente por
terremotos (cosísmicas) (LT1); y ii) las generadas tanto por
terremotos como también por procesos aluviales y/o
coluviales (LT2). La composición de las LT1 está
ampliamente dominada por diatomeas silíceas, mientras
que en las LT2 abundan los materiales detríticos. La
totalidad de las LT1 y algunas de las LT2 se relacionaron a
seis terremotos que afectaron al centro-sur de Chile desde
AD 1466. El espesor acumulativo de las turbiditas revela que
los terremotos de mayor intensidad en este lago ocurrieron
en 1960 y 1575. Paradójicamente, el evento ocurrido en
1737 dejó un registro de mayor intensidad que el de 1837.
Sólo en dos testigos se pueden observar turbiditas
asociadas al terremoto de 2010. En conclusión, nuestros
resultados indican que las zonas proximales y someras son
tan viables cómo las distales para los estudios
paleosismológicos en lagos de Chile centro-sur.
Palabras Claves: Terremotos, paleosismología, turbiditas,
zonas proximales, Lago Riñihue.
1 Introducción
Los registros de turbiditas son proxys que han resultado ser
confiables para el estudio de terremotos holocenos. Las
turbiditas son generadas por corrientes de turbidez, que a su
vez son producidas por procesos como fallas de vertientes
submarinas, procesos oceanográficos, limnológicos, y
descarga de ríos hiperpicnales (Talling, 2014). Los
terremotos son otros de los factores gatillantes de corrientes
de turbidez. Así, las turbiditas han sido utilizadas para
estudiar terremotos pasados en zonas sismológicamente
activas (Goldfinger, 2011).
En Chile se ha trabajado sobre este tipo de depósitos,
principalmente en turbiditas lacustres en la zona centro-sur
de Chile (Bertrand et al., 2008; Moernaut et al., 2014; Van
Daele et al., 2015). Estos registros se han vinculado con
terremotos históricos y han ayudado a completar el registro
de terremotos prehistóricos, pudiéndose incluso reconstruir
sus intensidades. Esto gracias a que el volumen de turbiditas
se puede correlacionar con la intensidad sísmica local de un
terremoto (principalmente tipo megathrust), utilizándose en
paleosismología cuantitativa. Sin embargo para realizar esta
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correlación se debe distinguir el origen de estas y sus
tipologías. Autores como Moernaut et al. (2014) y Van
Daele et al. (2015) han diferenciado entre los tipos de
turbiditas existentes en los lagos de la zona centro-sur del
país (ej. lagos Villarrica, Calafquén y Riñihue). Así, han
ayudado al entendimiento de los mecanismos generadores
de turbiditas lacustres, facilitando su descripción. Estos
autores diferenciaron entre dos grandes tipos: las turbiditas
generadas por fallas en vertientes subacuáticas (LT1); y las
formadas por procesos como colapsos del delta,
inundaciones fluviales, movimientos en masa propagados
dentro del lago, entre otros (LT2). Las primeras están
compuestas casi exclusivamente por sedimentos
hemipelágicos, con abundancia de diatomeas, mientras que
las segundas se componen principalmente de material
detrítico con escasas diatomeas. Debido a su origen más
restringido, las LT1 son el tipo de depósito más fiable para
la paleosismología cuantitativa, producto de que son
gatilladas exclusivamente por terremotos (cosísmicas). Si
bien las LT2 no pueden ser utilizadas de manera directa para
estudios paleosismológicos, proveen información relevante
sobre otros procesos asociados a actividad sísmica (ej.
movimientos en masa cosísmicos), y pueden ayudar a
reconstruir la historia ambiental de los lagos y sus cuencas
aportantes (ej. inundaciones fluviales). Se destaca que
dentro de cada lago existen una o más subcuencas y/o áreas
deposicionales. Cada subcuenca y/o área deposicional (un
área deposicional es usualmente más pequeña que una
subcuenca) registra terremotos de manera diferente,
dependiendo de factores como la ubicación en el lago. Por
lo tanto es necesario distinguir entre zonas proximales y
distales en una misma subcuenca, requiriéndose de una
subdivisión entre áreas deposicionales (Van Daele, 2015).
Se entiende por zona proximal de una subcuenca a las áreas
en pendiente, someras y cercanas a procesos subaéreos;
mientras que las zonas distales se definen como áreas de
mayor profundidad y de baja pendiente, alejadas de zonas
aportantes de sedimentos subaéreos. También, al reconocer
las áreas fuentes de los sedimentos se puede determinar la
dirección de las corrientes de turbidez.
El lago Riñihue es el último de una red hidrográfica
compuesta por otros siete lagos, cinco nacionales y dos
trasandinos. Al igual que otros cuerpos lacustres de la zona
(ej. lagos Laja, Villarrica, Calafquén, Panguipulii), se
caracteriza por poseer varias subcuencas, y dentro de estas,
varias áreas deposicionales. Moernaut et al. (2014)
correlacionaron turbiditas con terremotos históricos y

prehistóricos en dos subcuencas del borde occidental del
lago Riñihue. Sin embargo estos autores enfocan su análisis
en las zonas distales y someras de tales subcuencas. En chile
no se han realizado correlaciones entre turbiditas
depositadas en zonas distales y proximales en una misma
subcuenca. Tampoco se han evaluado las consecuencias
metodológicas (ej. logística) de la utilización de las zonas
proximales en paleosismología, en comparación con las
zonas distales.
El presente estudio analiza las turbiditas presentes en el
registro sedimentario de la sección proximal de la
subcuenca NW del lago Riñihue, y las correlaciona con
cinco terremotos históricos y uno prehistórico. Además,
explora el potencial paleosismológico de las zonas
proximales, para su uso futuro en investigaciones sobre
terremotos holocenos.
2 Materiales y métodos
2.1 Batimetría, muestreo de testigos y del lago (Van Daele et al., 2014). Los depósitos lacustres de
sedimentología
La batimetría se obtuvo mediante interpolación entre líneas
sísmicas y puntos unitarios de ecosonda. Se tomaron cinco
núcleos de sedimento con un corer de gravedad, entre los
50 y 120 m de profundidad. Todos los núcleos de sedimento
se extrajeron en la zona proximal de la subcuenca NW del
lago. Posteriormente fueron transportados en posición
vertical a un laboratorio para ser descritos, fotografiados y
muestreados. La secuencia estratigráfica obtenida se
correlacionó cronoestratigráficamente con la secuencia
descrita por Moernaut et al. (2014; Fig. 1d). El espesor
acumulativo de las turbiditas ayudó a diferenciar entre
intensidades de terremotos, y en conjunto a su localización
dentro del lago, a inferir la dirección de las corrientes de
turbidez.
2.2 Área de estudio, geología y tectónica
El lago Riñihue se encuentra en la Región de los Ríos, al
mismo nivel latitudinal de Valdivia, y localizado a pocos
kilómetros del complejo volcánico Mocho-Choshuenco. El
lago se formó producto de la erosión glacial y el
represamiento por morrenas frontales (Laugenie, 1982). Se
compone de varias subcuencas. La subcuenca NW está
conectada con el río San Pedro, el cuál evacúa las aguas de
este y de los otros siete lagos interconectados en esta gran
cuenca hidrográfica.
La estratigrafía en la sección occidental del lago se
encuentra dominada por depósitos morrénicos compactados
y glaciofluviales pleistocenos (Rodríguez et al., 1999). La
ribera y las islas presentes en la subcuenca NW revelan en
su base los depósitos compactados de till meteorizados,
sobreyacidos por los sedimentos glaciofluviales. Depósitos
aluviales y coluviales holocenos se proyectan hacia el lago
provenientes de las laderas de cerros como el Tralcán (por
ST 2 NEOTECTÓNICA, PALEOSISMOLOGÍA Y SISMOLOGÍA
el sur), y el Quilahuentru (por el norte). En la composición
de estos cerros destacan la Formación Tralcán (superficie de
erosión del Triásico Superior), el Complejo Metamórfico
Tralfún (Paleozoico) y el Batolito Futrono-Riñihue
(Carbonífero-Pérmico).
En tectónica, el área de estudio está controlada por la
subducción ligeramente oblicua de la placa de Nazca debajo
de la Placa Sudamericana (Fig. 1a), a una tasa de
convergencia de 6.6 cm/año (Angermann et al., 1999).
Grandes terremotos tipo megathrust, como el terremoto
gigante de 1960 Valdivia (Mw 9.5) o el de 2010 de Maule
(Mw 8.8), han tenido un fuerte impacto en el paisaje,
dejando su huella en los sedimentos de los lagos (Moernaut
et al., 2014). Así, la facies sedimentaria del lago Riñihue
posee turbiditas para cada terremoto histórico importante de
la zona centro-sur de Chile (1575, 1737, 1837, 1960, 2010),
y para otros terremotos prehistóricos. Las erupciones
históricas también han dejado distintas capas de tefra,
criptotefra y depósitos de lahares en el registro sedimentario
eventos volcánicos han servido de marcadores
cronoestratigráficos, permitiendo correlaciones intra e inter-
lago (Moernaut et al., 2014; Van Daele et al., 2015).
3 Resultados y Discusiones
3.1 Descripción del registro sedimentario
Las LT1 presentan una abundancia de diatomeas silíceas, lo
que condiciona su color claro. En cambio las LT2 exhiben
pocas diatomeas, principalmente fragmentos, con
abundancia de sedimentos detríticos (granos líticos y vidrios
subredondeados).
Un solo testigo registra los cinco terremotos históricos (Fig.
1d, CRIN5). También, solo un núcleo muestra un terremoto
prehistórico (AD 1462-1470) (Fig. 1d, CRIN7). Los testigos
revelan que mientras a más profundidad se encuentren las
áreas deposicionales, exhiben menos eventos asociados a
terremotos (LT1 y LT2) y/o a actividad superficial (LT2).
Así, las zonas cercanas a las laderas con actividad aluvial y
coluvial son más sensibles que las zonas de mayor
profundidad y/o distales. Esto se puede observar
contrastando los núcleos CRIN2 y CRIN7 (Fig. 1d). Una
situación similar es descrita por Moernaut et al. (2014) en
testigos cercanos a vertientes de cerros (Fig. 1d, RI7). Todos
los testigos cercanos a laderas de cerros registraron LT2
para el terremoto de 2010. En algunos núcleos existe una
turbidita LT2 ubicada inmediatamente debajo de una LT1.
Esto sugiere un origen cosísmico.
Respecto al espesor acumulativo, nuestros núcleos exhiben
las mismas tendencias mostradas en el trabajo de Moernaut
et al. (2014), para cada evento descrito (Fig. 1c). 1575 y
1960 (áreas verdes en Fig. 1d) tienen un espesor
acumulativo mayor que 1737 y 1837 (áreas amarillas Fig.
1d). Esto puede interpretarse de la siguiente manera: los
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 AT 1 GeoloGía ReGional y Geodinámica andina

primeros terremotos (1960 y 1575) tuvieron una mayor
intensidad que los segundos (1737 y 1837). Se destaca que
el espesor acumulativo de LT1 asociadas a 1575 es
levemente superior que las relacionadas con 1960. En
cuanto a los otros terremotos históricos la diferencia es
mayor, ya que 1737 supera a 1837 por más de 2 cm en las
LT1 y LT2. Lo mismo observan Moernaut et al. (2014).
Paradójicamente, los registros históricos (Lomnitz, 1970)
indican que el evento de 1837 tuvo un mayor tamaño que
1737. Sin embargo nuestros resultados sugieren que el
terremoto de 1737 tuvo una mayor intensidad que 1837, al
menos en el Lago Riñihue.
3.2 Correlación entre áreas deposicionales
Nuestros resultados indican que la subcuenca NW del lago
Riñihue es sensitiva a los terremotos históricos de Chile
centro-sur. Es posible correlacionar la estratigrafía obtenida
en la zona proximal con el registro de turbiditas de la zona
distal. Las zonas con más pendiente y cercanas a las
vertientes del cerro Tralcán revelaron ser más sensitivas a
eventos que gatillan LT2. Similar situación se observa en la
vertiente sur del Cerro Quilahuentru (Fig. 1d, RI7). Con esta
información se reconstruyeron los flujos de corrientes de
turbidez (Fig. 1b).
3.3 Implicancias para la paleosismología de
turbiditas en el centro-sur de Chile
Los resultados de este trabajo sugieren que las zonas
proximales y someras del lago Riñihue pueden utilizarse en
paleosismología cuantitativa. Sin embargo, para validar los
resultados obtenidos en una zona proximal, se deben
realizar correlaciones con otras áreas deposicionales del
mismo lago, e idealmente con otros lagos. De esta manera
se pueden obtener conclusiones más fiables.
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Respecto de las implicancias metodológicas, realizar

estudios de paleosismología de turbiditas en zonas
proximales podría facilitar las faenas de obtención de
muestras. De este modo, los estudios exploratorios se
pueden iniciar en zonas proximales, ya que al ser poco
profundas se accede a más información en menor tiempo y
con un menor costo económico.

Agradecimientos

Investigación realizada en el marco de los proyectos

Fondecyt N° 1150321 y N° 1150346.

Referencias
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273
 ST 2 NEOTECTÓNICA, PALEOSISMOLOGÍA Y SISMOLOGÍA

Figura 1. Localización de los testigos al interior del lago y su contexto tectónico (a, b). Los cinco testigos obtenidos en este trabajo y el
grosor acumulativo de las turbiditas en ellos, se correlacionan con el estudio de Moernaut et al. (2014) (c, d). Las flechas indican la dirección
recurrente de las corrientes de turbidez, las que fueron deducidas gracias a la distribución de los testigos y su registro de eventos de LT1 y
LT2 (b, d).

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