Todo docente responsable de su rol preparará conscientemente cada módulo de
aprendizaje. Recordemos que la mínima unidad de aprendizaje es la clase. Por lo tanto cada una de ellas es objeto de preparación. La clase es un proceso que comienza antes de su puesta en acto con el grupo de aprendizaje (etapa pre - activa). Es un eslabón de una cadena que se apoya en lo anterior como base de lo que vendrá. A las propuestas de aprendizaje tentativas d e u n a c l a s e p a r a u n g r u p o d e a l u m n o s c o n c a r a c t e r í s t i c a s peculiares propias, vamos a designarlas como AGENDA DIARIA. U n a a g e n d a e s u n ordenador de un trabajo, de una secuencia de acciones a realizar y un recordatorio de las m i s m a s . H a b i t u a l m e n t e c u a n d o c o m e n z a m o s a r e a l i z a r l o p r e v i s t o e n l a a g e n d a , e s probable que las circunstancias nos lleven a cambiar tal vez el orden o a sustituir una actividad por otra. Es por ello que la Agenda es una orientación y previsión de recursos y actividades a realizar.
Si un buen docente con experiencia planif ica su tarea de enseñar para
que la misma resulte óptima para los alumnos, un alumno –maestro (practicante) con más razón deberá estudiar, reflexionar, seleccionar, prever lo que será su propuesta didáctica ya que irá adquiriendo recursos y experiencias a través del tiempo. No nos olvidemos que enseñar i m p l i c a l a p r e s e n c i a d e o t r o s q u e a t r a v é s d e n o s o t r o s d e b e n c r e c e r e n a u t o n o m í a . ¡Tremenda responsabilidad que no puede quedar al azar!
Una buena programación nos permitirá reflexionar sobre la mejor secuenciación y
selección de las acciones a realizar en el aula a fin de evitar la improvisación y el esfuerzo en vano tratando de que el tiempo sea aprovechado de la manera más valiosa para los niños. Planificar no significa dejar de lado la incorporación de lo nuevo que aparezca en el transcurso de la clase sino que es elaborar un ordenador flexible capaz de adaptarse al acto social de la misma. Se tomarán en cuenta los emergentes, producto del entrecruzamiento de los diferentes factores que ínter juegan en el aula, se evaluarán si son pertinentes al contenido eje de la clase, si hacen un aporte significativo y no distractor. En este caso, se da lugar a los mismos y se modifica la agenda prevista.
Si por el contrario, se los evalúa como no pertinente y no
c o n v e n i e n t e s u tratamiento inmediato, se lo puede tomar, anotar en el mapa conceptual o red elaborada como organizador previo del campo conceptual al que pertenece la clase y se acuerda con los alumnos postergar su desarrollo. El compromiso debe quedar escrito o registrado de la forma que estiman conveniente docente y alumnos.
Sabemos que cada aula es un sistema abierto y complejo, caracterizado
por la multidimensionalidad, la simultaneidad, la imprevisibilidad. Es más, diríamos que es una red viva de intercambios en constante evolución. Frente a esa dinamicidad de la clase podemos pensar “posibles” propuestas para trabajar en ella pero nunca “modelos” o “recetas” a implementar a raja tabla ya que los imponderables son la vida misma del aula. La práctica docente implica tres momentos: pre -activo (planificación), interactivo (puesta en práctica) y post activo (evaluación después de la ejecución). La evaluación, en realidad está presente desde la primera toma de decisiones sobre la programación de la propuesta didáctica.