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Trastornos de la personalidad del Grupo A

Trastorno de personalidad paranoide

Estos pacientes presentan una desconfianza persistente de todo lo que les rodea: Incluyendo
pareja, familia, amigos… Pueden sentirse vigilados y, muchas veces, creen en las teorías
conspiratorias.

Las personas que padecen un trastorno de personalidad paranoide, poseen un habla cerrada y
realizan preguntas constantemente. Suelen encontrarse muy retraídos, debido a que padecen una
preocupación constante. Son personas extremadamente sensibles y se enfadan fácilmente
mostrando rencor. Tienden a atacar si se sienten señalados.

Cabe destacar una diferencia significativa entre el trastorno de personalidad paranoide y la


esquizofrenia (cómo ayudar a una persona esquizofrénica). El trastorno de personalidad
paranoide tiene una base real donde no existen delirios. Si existieran delirios no se clasificaría
como trastorno de personalidad paranoide.

El Tratamiento que se suele emplear con los trastornos paranoides, es mediante la


reestructuración cognitiva, entrenamiento en habilidades sociales, talleres de terapia ocupacional,
aproximaciones sucesivas a las personas o lugares que les generan desconfianza y entrenamiento
en el control de estrés.

En terapia es muy importante saber medir las palabra que utilizamos con las personas que sufren
personalidad paranoide, y no hacerles ver que dudamos de lo que dicen, o que sospechamos de
algo sobre ellos, ya que les creará desconfianza y hará que no quieran acudir a consulta. Suelen
tener una tasa alta de abandonos y cambiar regularmente de terapeutas.

Un ejemplo del trastorno de personalidad paranoide lo encontramos en La película


protagonizada por Mel Gibson “Conspiración”.

Trastorno de personalidad esquizoide

Las personas que sufren el trastorno de tipo esquizoide, se caracterizan por aislarse y evitar las
interacciones personales y actividades sociales.

El trastorno de tipo esquizoide es muy parecido a tener una psicosis o una esquizofrenia. Es raro
que estos pacientes soliciten tratamiento terapéutico debido a que no son conscientes de la
gravedad de su problema, ya que no les supone dificultades importantes en su vida.

Sin embargo, los rasgos esquizoides muestran un completo aislamiento del entorno social que
resulta patológico. Los pacientes con este tipo de trastorno de personalidad no presentan ningún
tipo de paranoia, de distorsiones cognitivas y de distorsiones perceptuales.

El tratamiento en el trastorno de personalidad de tipo esquizoide es complicado ya que la


psicoterapia no resulta del todo efectiva. Un método bastante utilizado, consiste en poner menos
exigencias para la intimidad emocional del paciente. Es importante reforzar relaciones que se
enfoquen al trabajo, las actividades intelectuales o las expectativas, ya que no suponen de mucha
afección emocional.
Un ejemplo de este tipo de trastorno de personalidad es Charly García, uno de los más
reconocidos músicos, compositores y productores latinoamericanos de rock.

Trastorno de personalidad esquizotípico

Las personas que padecen un trastorno de tipo esquizotípico se caracterizan por presentar rarezas
tanto en la apariencia, comportamiento, forma de pensar, etc… Son personas muy excéntricas,
que poseen un pensamiento mágico e ideas de referencia.

Su habla es muy extraña, y en muchas ocasiones no se consigue entender lo que quieren


trasmitir. Solo en algunos casos las alucinaciones llegan a ser de tipo paranoide pero no es lo
normal.

No presentan dificultades para relacionarse socialmente. Normalmente, cuando acuden a terapia


es debido a que terceras personas les han animado a ello. Las personas con personalidad
esquizotípica, no consideran tener problema alguno ni con su forma de vida, ni con sus
alucinaciones, viven con ellas de forma tranquila.

El tratamiento adecuado para este de trastorno se basa en diversas técnicas. Por un lado, para
tratar las alucinaciones se utiliza la técnica de diátesis-estrés. Por otro lado, el tratamiento en
habilidades sociales aporta gran ayuda en estos casos. Es necesaria la administración de
antipsicóticos para que el paciente se encuentre más estable a la hora de realizar una psicoterapia
y poder llevar a cabo el tratamiento de forma mas eficiente.

Para ejemplificar este trastornos mencionaremos a Carlos Jesús, un personaje mediático que se
encargaba de realizar una terapia televisiva sobre los años 90 en un programa denominado “al
ataque”.

Trastorno de personalidad narcisista

Las personas que presentan un trastorno de personalidad de tipo narcisista, poseen un sentido
grandioso de autoimportancia, no son autocríticos, se sienten únicos en el mundo, tienden a
presumir de su atractivo y éxitos. Sus preocupaciones están abocadas al éxitoque es su primera
meta en la vida.

Presentan una necesidad excesiva de admiración lo que les lleva a tener muchos problemas de
relaciones interpersonales. Otra de sus características es la poca ética que presentan al ser
capaces de explotar las cualidades de los demás en beneficio propio, esto va anclado a su falta de
empatía con el resto de personas.

El tratamiento de este trastorno de personalidad se centra en el tratamiento de su autoimagen


grandiosa, exposiciones a situaciones que el ve como grandiosas en si mismo, empatía y
asertividad. En ocasiones, es recomendable tratar con la familia para dar pautas de psicoeducacion
de la enfermedad y explicarles como pueden ayudar al paciente y de que forma le están o pueden
perjudicarlo.

Un ejemplo del trastorno de la personalidad narcisista es el de la famosa novela y película “El


retrato de Dorian Gray”.
Trastornos de la personalidad del Grupo B

Trastorno de personalidad antisocial

Este trastorno de personalidad tiene muchos componentes ya que de este trastorno se derivan
otro tipo de patologías que se señalarán brevemente más adelante.

Las personas con trastorno de personalidad antisocial violan los derechos de los demás,
imponiéndose al orden judicial y a las fuerzas de seguridad del estado. No tienen en cuenta las
obligaciones ni normas sociales.

Realizan diversas actividades antisociales como pueden ser la agresión a otros o a elementos
públicos. Tienen grandes dificultades para mostrar empatía, son arrogantes, explotadores y
agresivos, sobretodo si en su historia de aprendizaje han presentado trastornos de conducta
anteriores.

Existen dos subtipos de este trastornos.

 Trastorno de personalidad antisocial tipo I: Caracterizado por un BIS muy alto. Estos
pacientes son fríos y calculadores, presentan una alteración orgánica, ausencia de
emociones y puede ser que no presenten comportamientos agresivos. Sus conductas
están orientadas al poder sin tener ninguna consideración sobre que hacer para llegar a lo
más alto.

 Trastorno de personalidad antisocial tipo II: A diferencia del anterior, aquí se muestra un
BAS alto donde buscan conductas peligrosas para ellos y para los demás. Reaccionan de
manera agresiva mediante impulsos, sin pensar en las consecuencias de sus acciones. No
poseen una alteración orgánica pero si presentan emociones aunque con alta reactividad.
Es muy complicado en consulta tratar con estos pacientes ya que no tienen ningún
problema en ser agresivos también con los terapeutas, y no miden el grado de
consecuencias de sus actos. No suelen acudir a terapia por voluntad propia suelen venir
obligados, lo que dificulta aun más el poder trabajar con ellos.

En este trastorno de personalidad el tratamiento necesario es: explicarle la formación de su


problema, los esquemas que están en la base y como se desarrollan y reestructuración cognitiva.

Un ejemplo del trastorno de personalidad antisocial podemos encontrarlo en Alex, personaje de


la película “La Naranja Mecánica”.

Trastorno de Personalidad Límite

Se incluyen en este trastorno de personalidad aquellas personas que tratan de buscar


sensaciones placenteras que les aporten felicidad sin contabilizar los riesgos que corren.

Son personas con relaciones sociales muy inestables, que presentan una alteración de la
identidad, con una alta impulsividad que les lleva a tener intentos autolíticos o ha realizar
amenazas. Pueden abusar de las drogas, tener conductas sexuales desconcertantes, agredir a
otras personas si piensan que se incumplen sus valores y provocarse daño físico a ellos mismos
como forma de reducir el malestar.
Se deben realizar unos esfuerzos frenéticos en la terapia para evitar el abandono de estas
personas ya que en cuanto dejan de sentirse mal desaparecen, abandonando la terapia a medias y
volviendo cuando sus vidas han vuelto a hundirse. En algunos terapeutas puede producir rechazo
o frustración ya que no son nada colaboradores, por ello es de gran importancia empatizar y darse
cuenta de la gravedad de la situación y de cómo se encuentra el paciente realmente. Para que
estos pacientes mejoren deben estar motivados.

En los trastornos de personalidad Límite, la terapia que más éxito ha tenido es la dialéctica
conductual de Lineham. Siempre debe tratarse mediante la aceptación y la valoración.

Un ejemplo del trastorno de personalidad límite es el de la cantante recientemente fallecida Amy


Winehouse.

Trastorno de personalidad histriónico

La principal característica que presentan los pacientes con un trastorno de personalidad


histriónico, es el querer ser el centro de atención a toda costa.

Son personas seductoras, llamativas a la hora de vestir, teatrales y que intentan agradar por
encima de todas las cosas. Consideran las relaciones con cualquier persona como muy íntimas, y
se sienten decepcionados y defraudados con facilidad.

Parecen poco sinceros y son directivos en la terapia. Viven las cosas con mucha intensidad y se
sienten lastimados por cosas muy simples. Por tanto, es bueno con ellos en sesión seguirles el
juego siempre que se desvalúen comportamientos inadecuados.

El tratamiento recomendado con estas personas se basa en técnicas de asertividad, habilidades


sociales, realización de registros para cotejarlos en terapia, reestructuración cognitiva y
entrenamiento en resolución de problemas.

Un ejemplo de trastorno de personalidad histriónico es el del papel que interpreta la actriz


Rachel McAdams en la película “Chicas Malas”.

Trastornos de la personalidad del Grupo C

Trastorno de personalidad por evitación

Las personas que sufren un trastorno de personalidad por evitación no pueden dejar de pensar en
sus limitaciones. Son tímidas y muy sensibles al rechazo, por lo que tratan de entablar relaciones
interpersonales únicamente con aquellas personas con las que creen que no serán rechazadas. Se
sienten profundamente heridas cuando otros las critica o desaprueba. La pérdida y el rechazo
son tan dolorosos que las personas que sufren un trastorno por evitación, prefieren estar solas
antes que arriesgarse a tratar de conectarse con otros.

En ocasiones, el trastorno de personalidad por evitación, tiende a confundirse con una fobia
social generalizada, pero se diferencia en que la persona con personalidad evitativa no sólo evita
las áreas sociales, evita todo tipo de situaciones en las que se pueda sentir que hace el
ridículo. Presenta sentimientos de inferioridad y es esquivo a relacionarse con gente nueva.
Este trastorno, junto con el resto de trastornos que forman el cluster C, son los casos de trastornos
de personalidad que más acuden a terapia. En la clínica se debe controlar las tareas que se les
ordenan ya que tienden a no hacerlas. En ocasiones, ocultan información sobre su problema por
miedo a las críticas y a sentirse juzgados. Es importante manejar bien con este tipo de pacientes
las conductas de huida y no ser exigentes ni rápidos con las terapias.

El tratamiento por excelencia que más efecto causa en los pacientes con personalidad evitativa, es
el tratamiento de la ansiedad, la exposición, la reestructuración cognitiva y las habilidades
sociales.

Un ejemplo de un personaje de trastorno de personalidad por evitación es el de la actriz Kim


Basinger.

Trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo

Las personas que presentan un trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo tienen tres


necesidades básicas que son: el control, la seguridad y la aprobación.

Para conseguir el control necesitan planificar y revisar todo lo que hacen. Para sentir seguridad
realizan comprobaciones de tipo social y presentan dificultades para tomar decisiones. Para
sentirse aprobados por el entorno tienen que agradar a los demás.

Otra de sus principales características es la búsqueda del perfeccionismo. Son personas


rumiadoras, controladoras, rígidas y exigentes. Continuamente sienten un rechazo de las
emociones negativas, debaten todo lo que hay a su alrededor, presentan reaseguraciones y
tienden a justificar todo lo que hacen.

En terapia nos encontramos con unos pacientes muy resistentes al cambio que buscan
impacientes resultados positivos en un corto periodo de tiempo. Una de las preguntas que suelen
hacer es acerca de los conocimientos del terapeuta ya que dudan de su competencia.

Con los pacientes que presentan este trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo


el tratamiento debe estar fijado en la estructuración de las tareas y del proceso terapéutico,
utilizar la técnica de resolución de problemas, actividades agradables, técnicas de relajación y
respiración, control de rumiaciones y pensamientos obsesivos y tareas con gradualidad.

Para ejemplificar el trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo mencionaremos a la


actriz Charlize Theron.

Trastorno de personalidad por dependencia

En las personas que sufren trastorno de personalidad dependiente aparece una minusvaloración
del sujeto hacia cosas que realiza de forma adecuada, y aparecen sentimientos derrotistas en
donde la persona siente incapacitado para realizar sola muchas actividades.

Siempre que realiza un logro se lo adjudica a terceros como si él no hubiera tenido nada que
ver, a pesar, de que el logro sea suyo.

Con estos pacientes en muy importante reforzar las cosas que valla logrando. Se deben evitar
tomar decisiones por ellos y poner fecha de terapia con sesiones muy distantes en el tiempo para
que no genere dependencia al terapeuta. Es importante que exista un contacto telefónico tras el
alta ya que si recae no lo sabremos. Los pacientes que presentan este trastorno de personalidad
funcionan muy bien en grupos.

El tratamiento por excelencia para pacientes con trastorno de personalidad por dependencia
es entrenamiento en técnicas de asertividad, aumentar autoeficacia y autoconfianza, establecer
metas claras y específicas, toma de decisiones, habilidades sociales y resolución de problemas.

Un ejemplo de este trastorno de personalidad es el Señor Smee acompañante y fiel súbdito del
dibujo animado del capitán garfio.

a Toma de Decisiones, Habilidades Sociales y Resolución de Problemas.

Un ejemplo de este trastorno de personalidad es el Señor Smee acompañante y fiel súbdito del
dibujo animado del capitán garfio.

Empecemos por las bases: qué es la personalidad

Juan Carlos Ofarrill 2017-08-25

Los trastornos de personalidad abarcan un amplio abanico de alteraciones que se manifiestan en


todas las áreas de actuación de la persona. Buscando un símil, diríamos que vendrían a ser
nuestra mutación psicológica.
La personalidad está constituida por un conjunto de rasgos que nos definen y nos diferencian de
los demás.

Con personalidad nos referimos a esa realidad invisible que nos lleva a comportarnos a todos de
manera diferente y hace que mientras a mi gusta el baloncesto, lo huevos con jamón y la
literatura, haya quienes prefieren el futbol, los tacos y esquiar.

Una de las definiciones más clásicas y usadas aún en la actualidad afirma que la personalidad
debemos entenderla como patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar
acerca del entorno y de uno mismo.

Esta realidad invisible tiene como materia prima todas las experiencias que acumulamos desde el
útero materno. Su momento de inicio ha sido señalado alrededor de los tres años cuando
aparece la auto-conciencia, o lo que es lo mismo, cuando descubrimos que existimos como una
realidad independiente del resto del mundo.

Pero esa personalidad que somos puede tomar caminos imprevistos e indeseables. Entonces se
gestan los trastornos de la personalidad, lo cual vendría siendo una alteración que se instaura en
nuestra propia esencia, en nuestra propia identidad.

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TRASTORNOS DE PERSONALIDAD. DEFINICIÓN

La definición de trastornos de personalidad más reciente afirma que es:


un patrón perdurable de comportamiento y experiencia interior que se desvía notablemente de
las expectativas de la cultura del individuo, es penetrante e inflexible, tiene sus comienzo en la
adolescencia o la adultez tempranas, es estable con el paso del tiempo e induce al distress o el
deterioro.

Histrión es el nombre que se le daba a los actores en la antigua Grecia. Por ello a esas personas
con facilidad teatral, que gustan de ser el centro de las fiestas y que siempre nos hacen divertirnos
les llamamos histriónicas.

Si tu histrionismo te hace feliz y hace feliz a quienes te rodean, simplemente posees un


rasgo que te hará tener muchos amigos o ser bueno para determinadas profesiones.

Pero si tu necesidad de ser centro de la atención de todos es tan fuerte que llega a hacer que te
molestes cuando esto no sucede, e incluso te hace sentir mal o que intentes dañar a quien te roba
el protagonismo, entonces estamos probablemente en presencia de un rasgo patológico de
personalidad, es decir, de uno de los trastornos de personalidad.

Los rasgos de personalidad se vuelven patológicos cuando son inflexibles y desajustados, no


permitiendo que funcionemos de manera adecuada en los diferentes contextos significativos de
nuestra vida (familia, trabajo, escuela, etc).

También te puede interesar leer: ¿Tristeza o depresión? Estas son las diferencias.

TIPOS DE TRASTORNOS DE PERSONALIDAD, SEGÚN EL DSM 5


DSM, es la sigla en inglés para nombrar los manuales diagnósticos y estadísticos de los trastornos
mentales, de la Asociación de Psiquiatría de los Estados Unidos.

Estos manuales contienen clasificaciones y descripciones de las enfermedades mentales y son,


junto a los CIE (Código Internacional de clasificación de las Enfermedades), uno de los
instrumentos diagnóstico más importantes para psicólogos y psiquiatras.

Tanto los DSM como los CIE se revisan cada cierta cantidad de años y se modifican las
clasificaciones.

No hace mucho tiempo se publicó la Quinta revisión de los DSM, en el cual se le dio una profunda
transformación a la forma de concebir los trastornos de personalidad, pues el modo de
entenderlos de la anterior revisión (DSM-4), había dejado de ser funcional en muchos casos.

De esta manera, en este último manual, nombrado como ya es usual DSM-5, desaparecen muchos
de los trastornos de personalidad definidos anteriormente.

A continuación, mostraremos brevemente en qué consisten algunos de los principales tipos de


trastornos de personalidad contenidos en esta edición.

Trastorno antisocial de la personalidad


Se trata de un patrón de comportamiento basado en la hostilidad, la agresión y la manipulación.
Suelen ser mentirosos, impulsivos y por lo general no se puede confiar en ellos.

Trastorno evitativo de la personalidad

Son personas con una visión negativa de sí mismos que se alimenta de la insuficiencia e inhibición
en el establecimiento de relaciones de intimidad con el resto de las personas.

Presentan un gran nivel de ansiedad y siempre se sienten inferiores, poco atractivos y suelen
avergonzarse de sí mismos. El trastorno evitativo es a grandes rasgos una forma patológica de la
timidez.

Trastorno límite de la personalidad

En este caso está ampliamente afectado el auto-concepto. Este se caracteriza por su fragilidad y
por lo fácil que se altera. Tales anomalías se manifiestan en una identidad pobremente
estructurada y en sentimientos crónicos de vacío.

Son inestables emocionalmente y les es muy difícil mantener relaciones íntimas duraderas.

Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad

Este tipo de personas tienen una gran necesidad de que todos se encuentre en orden, sea preciso
y perfecto. Todo debe realizarse vigilado por un estricto método y no hay lugar para la
espontaneidad. Son personas muy rígidas.

Trastorno esquizotípico de la personalidad

Presentan déficits sociales marcados y no logran sentirse cómodos en sus relaciones


interpersonales. Suelen, además, poseer características excéntricas en la forma de vestir o en sus
hábitos y creencias extrañas como que poseen poderes o pueden predecir el futuro.

En casos de descompensación pueden llegar a presentar pseudo-alucionaciones e ilusiones


sensoriales entre otros síntomas que los colocan al borde de un nivel psicótico.
TIPOS DE TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

www,trastornosdelapersonalidad.es

Autor: Jorge Castelló Blasco (www.jorgecastello.org)

Se han descrito diversos trastornos de la personalidad que, en definitiva, configuran diferentes "formas de ser"
que ocasionan sufrimiento, muy arraigadas en el individuo y nada normales para el entorno. Como ya hemos
dicho, estas diferentes formas de ser o, mejor dicho, los distintos trastornos de la personalidad, no son
problemas independientes sino que, en muchas ocasiones, se solapan unos con otros. Por ejemplo, alguien
puede tener trastorno límite de la personalidad y, además, presentar rasgos histriónicos, antisociales o
paranoides. Con esto venimos a decir que un mismo sujeto puede verse reflejado en más de uno de estos
problemas.

Vamos a exponer brevemente en qué consisten los trastornos de la personalidad más conocidos y que constan
en las clasificaciones actuales que manejamos los profesionales. Para la persona que sólo desee profundizar
en algún trastorno, recomendamos visitar la sección "¿Padezco un trastorno de la personalidad?", en la que
figuran breves descripciones de los tipos que vamos a revisar seguidamente:

TRASTORNO PARANOIDE DE LA PERSONALIDAD

TRASTORNO ESQUIZOIDE DE LA PERSONALIDAD

TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO DE LA PERSONALIDAD

TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD

TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD

TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD

TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR EVITACIÓN

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA

TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR NECESIDADES EMOCIONALES

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