El Portero del Prostíbulo

Comenzó su carrera como portero de un prostíbulo porque ese fue el único empleo que pudo
conseguir hasta que llegó un nuevo gerente que lo despidió porque no sabía leer ni escribir.

Con el dinero de la indemnización, compró algunas herramientas para hacer pequeñas

reparaciones en las casas de su pueblo. Descubrió que vendiendo las herramientas ganaba
mucho más dinero que haciendo pequeñas reparaciones.

Entonces comenzó a comprar y vender herramientas hasta que pasó a fabricarlas. Así empezó a
montar su imperio y se hizo millonario. Llegó un día en que tuvo que ir a una sesión de autógrafos
y uno de sus admiradores le pidió que le autografiara un libro. Él dijo que no sabía firmar, que no
sabía escribir ni leer. Entonces, la persona que le pidió que le firmara el libro le dijo: “Usted, sin
saber leer, se hizo millonario. ¿Se imagina si usted supiera leer y escribir?”. El millonario
contestó: “Si supiera leer y escribir hubiera seguido siendo portero en un prostíbulo.”

Esa historia es ficticia. No es la historia de Valentín Tramontina.

“El Portero del Prostíbulo” es una adaptación escrita por Jorge Bucay. Él ha hecho una versión del
cuento "El Sacristán" de William Somerset Maugham.
"El Sacristán” se utilizó como el argumento de un episodio de la película “Trío” (otros títulos: “Las
Tres Novelas de la Vida”, “El Torbellino de la Vida”). Es una película británica del año 1950 basada
en tres cuentos de W. Somerset Maugham: "El Sacristán”, “El Sr. Sabelotodo” y "Sanatorio".

Historias semejantes existen por montones en Internet.

Una de ellas dice que un conserje había sido despedido porque no tenía e-mail y acabó haciéndose
rico. Alguien le preguntó: “¿Cómo fue que usted se hizo millonario?” Y él respondió: “Si hubiese
tenido e-mail no habría llegado a millonario.”