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RESUMEN
Mediante un análisis histórico de perspectiva contextual, enfoque que permite la recons-
sa
trucción de las principales características sociales, políticas, culturales y económicas de una
época; este artículo centra su atención en los elementos que posibilitaron el surgimiento del
Frente Nacional como pacto bipartidista, además de considerar las acciones que propició el
surgimiento de nuevos obstáculos al desarrollo de la democracia en Colombia. Mientras que
la violencia de los años cincuenta y la dictadura del General Gustavo Rojas Pinilla, fueron
identificadas como causas del surgimiento de la nueva estructura política del país, la exclu-
sión política de actores sociales inéditos como el movimiento campesino, o recientes como el
en
movimiento obrero y el movimiento estudiantil, fue percibida como su principal consecuencia.
Como resultado del análisis, este estudio permitió configurar una nueva hipótesis en torno
al significado histórico del Frente Nacional, al concluir que, si bien es cierto que el frente
nacionalista ayudó a fortalecer las instituciones políticas y económicas del país, al legalizar
la discriminación de cualquier otra fuerza social que pretendiera representar los intereses
ciudadanos, el pacto propiciaba la aparición de un nuevo problema histórico para la democra-
cia colombiana: la exclusión de los actores políticos de oposición, un aspecto aún vigente en
esta democracia.
pr
Palabras Clave:
Frente Nacional, Dictadura, Plebiscito.
JEL: D74, D78, F52
En
1
El presente artículo es producto de la investigación: “La experiencia histórica del “cogobierno” en la Universidad
Industrial de Santander: concepciones y divergencias en disputa por la autonomía universitaria, 1971-1976”, financiado
por la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Industrial de Santander
2
Doctor en Historia de la Universidad de Huelva. Docente Titular de la Universidad Industrial de Santander,
Bucaramanga., Director del Grupo de Investigación “Políticas, Sociabilidades y Representaciones Histórico-Educativas
(PSORHE)”, acetara@uis.edu.co
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sa
ca de mediados del siglo XX, así como a oficial había desplazado para recuperar
la dictadura del General Gustavo Rojas la democracia.
Pinilla. Si bien se reconoce que el FN fue
una estrategia que permitió fortalecer
las instituciones políticas y económicas DESARROLLO
del país, no hay que perder de vista que
en
su modus operandi –caracterizado por
el reconocimiento legal de las dos fuer-
Las condiciones de posibilidad del Frente Nacional
En efecto, tal como se describe a lo lar- Para analizar este tipo de hechos y para
go del texto, el FN permitió contener la comprender el caso colombiano Hartlyn
violencia y reencausar al país por la sen- (1993), utilizó el concepto politológico de
da de la democracia, pero dejó por fuera consociacionalismo3 , entendiendo por tal
de su alcance una serie de aspectos que al fenómeno político por el cual las clases
también merecían su atención, como la dirigentes tradicionales conforman coali-
apertura de nuevos caminos de partici- ciones que facilitan la transición hacia un
pación política para los sectores socia- gobierno democrático, pero restringiendo
les que el desarrollo económico “sacaba de cierto modo la misma democracia.
a flote”. El texto intenta argumentar, en
consecuencia, que si bien el FN marcó la
vida política del país, no sólo lo hizo por-
que redujera ostensiblemente la violencia
política que “desangraba” al país, sino 3
Consociacionalismo se refiere por lo general a una
forma de gobierno recomendada para el manejo de
porque logró excluir y vencer a las fuer- conflictos en sociedades profundamente divididas. A
zas políticas que quisieron erigirse en menudo se considera sinónimo de compartir el poder.
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EL FRENTE NACIONAL: LEGITIMIDAD INSTITUCIONAL Y CONTINUISMO BIPARTIDISTA EN COLOMBIA (1958-1974)
Con todo, no debe creerse que dicho fe- Estos hechos eran el preludio de una
nómeno sea el mismo en todos los países. guerra civil que después de 1949 solo
Por el contrario, debe reconocerse que en conocería breves e inexplicables lap-
cada país, dadas sus peculiaridades po- sos de paz bipartidista, pues el pano-
líticas, el consociacionalismo se desarro- rama general estaría dominado por la
lló de manera distinta. intransigencia y la mutua enemistad,
hasta desembocar nada menos que en
Por consiguiente, la primera pregun- la suspensión del gobierno democráti-
ta que debemos intentar resolver para co. Hacia junio de 1949 los liberales se
poder entender esta etapa de nuestra presentaron a las elecciones legislati-
historia reciente es ¿cuáles fueron los vas con la plena seguridad de que se-
hechos que llevaron a que tal pacto fren- rían mayoría en el congreso, y de que
tenacionalista fuera planteado como una lograrían hacerle una fuerte oposición
medida de transición hacia la democra-
sa
al gobierno conservador del Dr. Maria-
cia en Colombia? no Ospina Pérez, a quien culpaban de la
Sin duda, un juego de complejas cir- Violencia, porque lo consideraban débil
cunstancias históricas hizo del pacto del y carente del liderazgo necesario para
Frente Nacional una necesidad. En efec- evitar que el pueblo se desangrara. No
to, la violencia y la dictadura del Gene- obstante, y pese a que constituyeron
en
ral Rojas Pinilla habían hundido al país
en un profundo “pozo” de ilegitimidad.
mayoría en el legislativo, la estrategia
no resultó, pues la constitución política
Pactar un nuevo orden político se hizo facultaba al poder ejecutivo para disol-
en consecuencia inevitable. Fue por esta ver el Congreso en caso de que el orden
razón que se propuso poner a considera- público se hallara perturbado. Fue esto
precisamente lo que Ospina hizo el 9 de
pr
ción de la sociedad un proyecto político
conciliador, pues sólo a través de un ple- noviembre de 1949: declarar el estado
biscito, tal como lo ha expresado Calle de sitio y suspender el Congreso. Ante
(2012), podría la nación “recuperar el tamaña acción, los liberales considera-
hilo constitucional” que tras la violencia ron que solo les quedaba un camino: ar-
y la dictadura había perdido. mar sus guerrillas para conseguir por
la fuerza lo que no habían logrado por
En
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contrincantes y constriñendo la voluntad principalmente los de las Fuerzas Arma-
popular durante los periodos electora- das, así que no vio venir el cuartelazo
les (Henderson, 1984). Pero además de que acabó con su gobierno. Y en efecto,
estos hechos, a todas luces verídicos, el “en la noche del 13 de junio de 1953, y
país empezó a experimentar también el con el respaldo del mismo Dr. Ospina y
mito de la Violencia. En efecto, dice Pa- la plana mayor de la oposición conserva-
en
lacios (1998), que los episodios de violen-
cia ocurridos entre 1945 y 1964 fueron
dora, el General Rojas Pinilla anunció la
consumación de un golpe de estado. La
convertidos por la tradición oral en una iglesia, los gremios empresariales y to-
“colección de testimonios más o menos dos los grupos políticos, con la excepción
verídicos, transformados en leyendas de un puñado de laureanistas y del par-
fragmentarias por la incontable sucesión tido comunista, lo avalaron”. (Palacios,
pr
de narradores. Los años 50 y 60 dieron 1998, p. 211)
aliento a una ola de ensayos, novelas,
representaciones teatrales, producciones El golpe militar fue recibido con bene-
cinematográficas y creaciones de las ar- plácito por varios sectores políticos; al-
tes visuales” que difundieron la ‘leyenda gunos incluso recibieron a Rojas como el
negra’ de la Violencia en Colombia. salvador de la nación (Tirado, 1981). Para
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siendo estos últimos los más numerosos; poco dudaron en hacer eco de las deman-
solucionó el conflicto llanero, reduciendo das que una buena parte de la sociedad
el número de muertes por la violencia de venía realizando por lo menos desde
22.000 en 1952-1953 a 1.900 en 1954- 1954, con respecto a las libertades de ex-
1955, y atacó la corrupción judicial me- presión y de movilización. No obstante,
diante el despido de funcionarios afectos la gota que derramó la copa fue la osten-
al laureanismo. (Henderson, 2006) sible manifestación de fuerza que el ge-
neral Rojas Pinilla llevó a cabo el 13 de
En abril de 1954, Gustavo Rojas Pi- junio de 1956, en el estadio de fútbol de
nilla convocó nuevamente la Asamblea la capital, cuando presentó ante la mul-
Nacional Constituyente, la cual había titud el partido político que había funda-
sido disuelta en junio de 1953, después do y al que denominó la Tercera Fuerza.
de legalizar el acenso de Rojas al poder. El evento fue todo un ritual, pues “miles
El objetivo de la nueva convocatoria era
sa
de asistentes” desfilaron “ante el «Jefe
anunciar que el país aún no contaba con Supremo»”, quien se hallaba ataviado
las condiciones de orden público adecua- con “todas sus galas y condecoraciones”,
das para realizar las elecciones presi- mientras juraban por Dios que le serían
denciales, así como manifestar que se leales al pueblo y a las fuerzas armadas
comprometía a dejar el poder tan pronto (Palacios, 1998, p.215-216). Si a un he-
en
el orden retornara. Entre tanto, Rojas
instituyó el sufragio femenino; proscri-
bió constitucionalmente al partido comu-
cho como este se le sumaban –como per-
las– el asesinato de un estudiante de la
Universidad Nacional ocurrido el 8 de ju-
nista y reemplazó las Asambleas Depar- nio de 1954 a manos del batallón Colom-
tamentales y los Consejos Municipales bia, o la imposición de un gravamen a
por sendos cuerpos administrativos. En los beneficios de los industriales, hechos
pr
agosto de 1954 la Asamblea Nacional que tanto repudiaron los estudiantes y
Constituyente prorrogó el mandato de los gremios, no había duda que la clase
Rojas hasta 1958. Para los liberales esta dominante necesitaba una nueva salida.
había sido la jugada política más atrevi- Así pues, como nos dice Tirado (1981),
da de Rojas y desde sus plataformas de los dirigentes de los dos partidos tradi-
combate, los diarios El Tiempo y El Es- cionales, no tuvieron otra opción que po-
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a las urnas. Hacia el final de la jornada 7. Señalaba que en ningún caso la filia-
el ex presidente Alberto Lleras Camargo ción política de los ciudadanos podría
confirmaba que el documento del acuer- determinar su nombramiento para
do entre los partidos había sido refrenda- un empleo o cargo público, ni para su
do por el 94,8% de los votantes, es decir, destitución o promoción.
por 4.169.294 votos. Solo el 4,7% de los
8. Indicaba que los miembros del Con-
ciudadanos votó en contra. Si se tiene en greso y de las Asambleas Departa-
cuenta, además, que en el evento partici- mentales no tendrían sueldo per-
pó el 81,95% del censo electoral, no cabe manente, sino asignaciones diarias
duda que el Frente Nacional, en efecto, durante el término de las sesiones; y
obtuvo la legitimidad democrática que
los partidos esperaban. (Calle, 2012) 9. Establecía que el gobierno invertiría
el 10% de su presupuesto general de
¿Qué votaron favorablemente los
sa
gastos en la educación pública. Orde-
colombianos? El documento del acuerdo naba que las reformas constituciona-
señalaba lo siguiente (Plazas, 2011): les solo las podría hacer el Congreso.
1. Le otorgaba a las mujeres los mismos Tras resultar vencedor en las eleccio-
derechos políticos que ya tenían los nes del 4 de mayo de 1958, el Dr. Alberto
varones.
en
2. Establecía la paridad de cargos, tan-
to de elección popular como de nom-
Lleras Camargo recibía un país que aún
era azotado por la violencia. Si bien las
tasas de homicidios no llegaban a los pi-
bramiento administrativo, entre los cos presentados durante su primera fase
partidos conservador y liberal. (1947-1953), el conflicto todavía sacrifi-
caba a miles de colombianos (Henderson
3. Señalaba que, para dirimir impases
pr
2006, Anexo 2). Así pues, para acelerar
en cualquier corporación, se conside-
el proceso de pacificación del país, el nue-
raba que la mayoría estaría confor-
vo presidente decidió, por un lado, man-
mada por las dos terceras partes.
tener el programa de amnistía e indultos
4. Le reconocía al Presidente de la Re- que la Junta Militar había instaurado;
pública el derecho a nombrar y remo- y por otro, poner en marcha un comité
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rra. Con respecto al crecimiento demo- mica de todo el periodo, obligando a los
gráfico, puede señalarse lo siguiente. Se gobiernos del Frente Nacional no sólo a
trataba de un fenómeno global que afec- concentrar sus esfuerzos administrati-
taba tanto al campo como a la ciudad, y vos en la gestión de los créditos externos,
que alarmaba no solo a las élites locales sino a organizar sus propios presupues-
sino a los técnicos extranjeros que aseso- tos en consonancia con los intereses de
raban a los nuevos gobiernos. El mismo las agencias bancarias que accedían a
Dr. Lleras Camargo consideraba que el inyectar las divisas que el país necesita-
país no estaba preparado para diseñar ba. (Kalmanovitz, 1995)
políticas dirigidas a contener el rápido
crecimiento demográfico. En consecuen- Pero no todo era negativo, el pacto bi-
cia, como la iglesia y el partido conser- partidista, en medio de un ambiente en
vador ejercían una fuerte presión para el que campeaban en América Latina las
amenazas del totalitarismo de izquier-
sa
evitar que el estado implementara y di-
rigiera programas modernos para el con- da, le permitió a Colombia granjearse
trol de la natalidad, los gobiernos frente el favor de los EE.UU. Ciertamente, en
nacionalistas debieron dejar en manos el periodo del Frente Nacional la ayuda
de entidades privadas la aplicación de extranjera fluyó constantemente hacia
tecnologías modernas de control natal. Colombia, sobre todo a partir del gobier-
en
La medida, se quiera o no reconocer, re-
sultó buena, pues, en última instancia,
no del presidente Kennedy, quien, con
“la intención de repetir el éxito del Plan
Marshall4 en Europa”, creó para Améri-
evitó que el programa se politizara, con
lo cual llegó a la gran mayoría de la po- ca Latina la Alianza para el Progreso.
blación. (Urrutia, 2012) La ayuda externa se convirtió, por consi-
guiente, en un elemento central de la po-
pr
La crisis cambiaria, por su parte, ini- lítica económica y social de los gobiernos
ciada en 1957, apenas pudo ser conteni- del Frente Nacional, en principio, porque
da hacia 1960, pues el fenómeno adquirió era la única manera de acceder a crédi-
rápidamente un talante estructural y de tos blandos y de largo plazo, y en última
mayor duración. Como la política de in- instancia, porque no se concebían más
dustrialización necesitaba de la importa- maneras de impulsar el desarrollo y for-
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la economía, como los alimentos impor- problemas de desigualdad social debido
tados, la gasolina y el transporte. De ahí a la concentración de la tierra. De ahí
que, en gran medida –como lo han de- entonces que, desde la apertura del fren-
mostrado los estudios de Archila (2003), te, nuevamente en la historia colombia-
sobre la protesta en Colombia– no fueron
en na las élites políticas, empresariales y
pocas las manifestaciones protagoniza- agrarias aceptaran hablar seriamente
das por la sociedad civil, con el objeto de de la reforma agraria –ya en la república
exigir el desmonte de aquellas regulacio- liberal se había tratado el tema–. Hacia
nes gubernamentales estrictamente eco- los años 60, para la mayoría de los po-
nómicas que terminaban perjudicando a líticos –entre los que sobresaldrían los
los ciudadanos de a pie. liberales– era una verdad incontestable
pr
que para acelerar el desarrollo económi-
El tercer problema que debieron afron-
co el país requería de una reforma agra-
tar los gobiernos del Frente Nacional fue
ria. Ya en 1951 el Banco Mundial “había
el constante déficit fiscal. Efectivamente,
sostenido que la tierra de los latifundios
durante todo el periodo el país experi-
mentó una profunda restricción fiscal. estaba mal utilizada” y que “una reforma
Hacia 1969, el Informe Musgrave señala- agraria no sólo mejoraría la distribución
En
ba que las arcas del país apenas acumu- del ingreso, sino que también aceleraría
laban un 8% del producto interno bruto, el crecimiento de la producción agrícola”
pese a que los gobiernos del Dr. Lleras (Urrutia, 2012, p.249). Colombia, como
Camargo y el Dr. Guillermo León Valen- muchos otros países del mundo, se ca-
cia habían adelantado y fortalecido una racterizaba –y se caracteriza aún– por
reforma tributaria (Musgrave, 1969). La una alta concentración de la tierra, con
dificultad social que esto acarreaba se lo cual padecía de altísimos niveles de
relacionaba con la imposibilidad del esta- desigualdad. Así pues, aunque se trata
do para hacerse cargo de la provisión de de una opción pocas veces empleada –por
bienes y servicios públicos, de la misma obvias razones, ya que era los gobernan-
manera que de los subsidios requeridos tes quienes concentraban la tierra–, la
por el sector productivo (Junguito & Rin- reforma agraria fue consideraba una he-
cón, 2007). La falta de recursos tributa- rramienta adecuada para subsanar tales
rios aumentaba la dependencia del crédi- desigualdades. No obstante, como bien lo
to externo, y como este solo apoyaba las ha demostrado Berry (2012, p.296) “los
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objetivos planteados durante [el Frente Sin embargo, con el retorno de los con-
Nacional] no pudieron cumplirse”. servadores al poder en 1970, la norma, y
con ella la anhelada ilusión de los cam-
En resumen, dicen los expertos, el pesinos colombianos de alcanzar una
Frente Nacional tuvo en la reforma mayor igualdad e inclusión social, en-
agraria la solución “al conjunto de pro- contraba su fin. En efecto, pese que para
blemas que sufría el país durante el siglo esta época el proceso de modernización
XX”, no obstante, su inadecuada y débil agrícola había empezado a andar, antes
aplicación constituyó su mayor fracaso de terminar el periodo del Dr. Misael
(Berry, 2012, p.296). La iniciativa pre- Pastrana, el gobierno y los grandes pro-
tendía tanto redistribuir la tierra como pietarios acordaron abandonar defini-
propiciar la industrialización del sector tivamente la reforma (Berry, 2012). En
agrario. Para impulsar esta iniciativa, conclusión, a lo largo de todo el periodo
sa
el Dr. Lleras Camargo firmó la Ley 135 del Frente Nacional el “proceso refor-
de 1961, con la cual se creaba el Insti- mista se vio obstaculizado por factores
tuto Colombiano de la Reforma Agraria políticos, económicos y jurídicos, y otros
(Incora), un organismo que tendría a de carácter operativo y técnico” que lo hi-
su cargo el proceso de titulación de tie- cieron inviable. (Machado, 2011)
rras baldías y la búsqueda de mecanis-
en
mos adecuados para hacer más producti-
vo al agro colombiano. Puntualmente, la
Cabría describir, los principales hechos
que a lo largo del periodo protagonizaron
ley obligaba a los terratenientes, so pena los nuevos actores sociales: el estudian-
de extinción de dominio, a modernizar tado y las agrupaciones políticas que el
los medios de explotación del suelo, así FN dejaba por fuera del juego político
como a efectuar sobre él un uso más ade- al desconocer la oposición Ayala (1999).
pr
cuado (Machado, 1998). Con todo, ni lo Luego de la caída de Gustavo Rojas Pini-
uno ni lo otro dio resultados duraderos, lla y de la transición hacia el “régimen”
pues la implementación de la ley siem- bipartidista, la sociedad colombiana vio
pre fue obstaculizada por los grandes emerger con una fuerza considerable a
hacendados. Durante el gobierno del Dr. los jóvenes universitarios. Como se ha
señalado, el FN y su estructura buro-
Valencia, por ejemplo, si bien la reforma
En
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lítica de mano fuerte hacia los sectores quierda reconocidas, sino por sacerdotes
opuestos al sistema político. Muestra de cercanos a la teología de la liberación.
ello fue la ilegalización de la Fundación (Restrepo, 1995)
Universitaria Nacional (FUN) y la re-
presión a la que fueron sometidas todas Todas estas tensiones, impulsadas sin
las expresiones de reivindicación social y duda por las acciones reformistas del Dr.
política (Leal, 1984). Recuérdese que el Lleras, pusieron de presente una situa-
24 de octubre de 1966 el presidente Lle- ción de crisis social general. La prime-
ras decidió acudir a la Universidad Na- ra en manifestar las crisis fue la Igle-
cional en compañía de John Rockefeller sia Católica. En efecto, la Iglesia era un
a la inauguración de un edificio que se actor que venía experimentado cambios
había construido con el apoyo del mag- considerables en su dinámica interna, no
nate estadunidense. La protesta obligó sólo en cuanto a la lucha por mantener
sus privilegios como institución secular
sa
a la fuerza pública a invadir la ciudad
universitaria y a detener a varias dece- respecto al poder civil se refería, sino
nas de estudiantes. Para el mes de no- por los vientos de renovación que sopla-
viembre la FUN se hallaba desmantela- ban en su interior (Arías, 2009), Lo que
da para luego ser declarada ilegal. Este se puede llamar renovación de la Iglesia
tipo de acontecimientos arraigó más el para este periodo ha sido estudiado bajo
en
escepticismo de los estudiantes hacia el
Frente Nacional, madurando las condi-
la óptica del impacto del Concilio Vati-
cano II (1962-1965) y la II Conferencia
Episcopal Latinoamericana celebrada en
ciones para una oposición cada vez más
evidente en las calles y en las urnas. Medellín en 1968. La importancia de es-
tos dos eventos para posicionar al inte-
Por su parte, las relaciones con los ac- rior de la Iglesia Católica una opción por
pr
tores sociales no fueron menos compli- los pobres, es reconocida en el marco de
cadas y azarosas. Si bien inicialmente los cambios que experimentó el país y el
las centrales obreras (Unión de Traba- continente en aquellos años. Las figuras
jadores de Colombia, UTC y Central de de Camilo Torres en Colombia, el grupo
Trabajadores de Colombia, CTC) no rea- Golconda o los Sacerdotes por América
lizaron considerables manifestaciones, Latina (SAL) son las más reconocidas
En
ciertas medidas económicas lesivas a los para el caso colombiano. La lectura del
intereses de los trabajadores estimula- evangelio en clave popular y la propuesta
ron el enfrentamiento contra el gobier- de una Teología de la Liberación hacen
no. La propuesta de capitalizar el Fondo parte de las rupturas que se fueron ges-
Nacional del Ahorro con los aportes a tando en aquellos años y que tendría un
cesantías de los obreros generó una agu- interesante eco en la organización de la
da desconfianza y distanciamiento de los protesta popular y en la configuración de
sindicatos y empleadores. Todo se des- un campo de izquierda en el país. Tam-
bordó en 1969 cuando se convocó a ma- bién el sector educativo manifestó algu-
nifestaciones contra el alza de los precios nos síntomas de crisis. De hecho, desde
del transporte, acciones que si bien ini- 1966 los conflictos con los estudiantes se
ciaron en Cali, terminaron por afectar hicieron cada vez más comunes, llegando
a todo el país. Cabe destacar que varias en ocasionas a asumir ribetes violentos
de estas acciones no eran lideradas por y fuertemente contestatarios. (Pecaut,
políticos o estructuras partidistas de iz- 2006)
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EL FRENTE NACIONAL: LEGITIMIDAD INSTITUCIONAL Y CONTINUISMO BIPARTIDISTA EN COLOMBIA (1958-1974)
El Frente Nacional fue entonces un pe- con el cual el Frente Nacional lograba
riodo en el que la movilización estudian- salir ileso, la contienda demostró que el
til, pero no solo ella, como se ha visto, país, o por lo menos la mayoría de la ciu-
experimentó un súbito auge. Aunque el dadanía, ya no confiaba en el régimen.
estudiantado nunca pudo organizarse Los datos de las elecciones y la contro-
como una sola fuerza nacional, ello no vertida elección de Pastrana sustentan
fue obstáculo para ahondar en su radica- esta idea. Como se sabe, el General Ro-
lización ideológica vinculada a las múlti- jas Pinilla denunció que en la elección de
ples líneas de la ideología de izquierda. Pastrana se había cometido fraude, ya
Desde finales de 1969 los conflictos esta- que según sus estimativos él había ga-
llaron en universidades como la Tecnoló- nado con amplia mayoría. No obstante,
gica de Pereira e Industrial de Santan- los datos oficiales señalaron que Rojas
der, a las que se sumaron la Universidad Pinilla había obtenido 1.561.468 votos,
sa
Nacional, la Universidad del Valle y la mientras que el representante del FN,
de Antioquia e incluso algunas privadas había ganado el favor de 1.625.025 su-
como la Gran Colombia y la Pontificia fragantes (Mayorga, 2013). Poco más de
Bolivariana en Medellín. Tal situación 60.000 votos habían hecho la diferencia,
se complicó durante el primer trimestre un dato sin duda significativo, si se tenía
de 1970, debido al cierre al que fue some- en cuenta que la Alianza Nacional Po-
en
tida la Universidad Nacional desde el 24
de febrero hasta el 13 de abril, hecho que
pular (ANAPO) de Rojas era la antítesis
del Frente Nacional.
generó la solidaridad de las universida-
des privadas más importantes de la capi- Fraude o diferencia casi insignificante,
tal. Este panorama se obscurecería aún los resultados electorales de 1970 deja-
más para el gobierno de turno debido a ron en claro que el nivel de agotamien-
pr
la convocatoria de huelga general de la to de un amplio del electorado era alto.
central de educadores, que ya desde en- Es más, como la ANAPO había podido
tonces luchaba por mejores condiciones aglutinar en sus bases tanto a liberales
laborales. como a conservadoras –sin contar a los
diferentes grupos de izquierda que sen-
El último periodo presidencial del tían afecto por el giro socialista que a ve-
En
Frente Nacional da muestras del agota- ces tomaba el discurso del ex dictador–,
miento del sistema. Como resultado de era evidente que el Dr. Pastrana recibía
la reforma constitucional de 1968, las la presidencia en condiciones poco favo-
elecciones de 1970 para asambleas de- rables. Y si bien la animadversión del
partamentales y concejos municipales no pueblo podía ser irrelevante para el pre-
siguieron la regla de la paridad, lo que sidente, de la resistencia anapista que
permitió la competencia política en to- encontraría en el Congreso no podría opi-
dos los niveles político-administrativos. nar igual, razón por la cual los últimos
Este mecanismo de desmonte gradual cuatro años del Frente Nacional requi-
de la nueva estructura política sirvió de rieron del estado de sitio para garantizar
ensayo para la contienda presidencial de su normal desarrollo. Así pues, como lo
1970, una lucha en la que se enfrentaron ha señalado Ayala (2006), el repunte de
liberales, conservadores, anapistas y co- Rojas Pinilla evidenció la existencia de
munistas. Aunque el vencedor fue el Dr. un ambiente social y político cada vez
Misael Pastrana Borrero, un candidato menos proclive al régimen bipartidista.
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Con todo, no hay que olvidar que Mi- vas, pero no para ceder a las demandas
sael Pastrana Borrero encabezó un equi- sino para contenerlas.
po de gobierno que se propuso no solo
identificar las demandas sociales de Con unas organizaciones campesinas
gran parte de la población, sino de im- cada vez más alejadas de la órbita gu-
plementar soluciones plausibles. Mues- bernamental, una aguda situación de
tra de ello fueron los intentos de reforma movilización universitaria y una fuerte
en varios aspectos de la vida social, eco- tensión con los maestros y otros gremios
nómica y política, tales como la exten- nacionales, el Frente Nacional parecía
sión de la seguridad social a las áreas derrumbarse. Por ello, apenas parecía
rurales, la continuación de la interven- lógico que el gobierno de Pastrana inten-
ción del gobierno en la economía, el mejo- tara combatir la resistencia social seña-
ramiento del empleo y una reforma edu- lando nexos entre los manifestantes y los
sa
cativa dirigida a todo el sistema. A ello grupos subversivos. La agitación social
se sumaba la intención de profundizar la que se vivió en los primeros años de la
reforma agraria de su antecesor, aunque década del setenta fue de hecho asociada
mejorando las relaciones con el sector a la presencia de guerrilleros en las or-
privado de la economía. No obstante, y
en ganizaciones sociales.
debido principalmente a que la situación
en el campo se tornaba difícil, pues los METODOLOGÍA
programas oficiales no daban abasto, la
reacción de los campesinos consistió en Para llevar a cabo esta investigación
radicalizar su lucha. Estimulados por la se acudió a la metodología del análisis
idea de la expropiación se lanzaron en histórico de perspectiva contextual, es
pr
masa a la invasión de tierras durante decir, un análisis de fuentes de infor-
el primer semestre de 1971. La Asocia- mación primaria y secundaria que per-
ción Nacional de Usuarios Campesinos mitiera identificar los aspectos y las
(ANUC), creada por Alberto Lleras con circunstancias que definieron la época
el objeto de organizar el acceso de los objeto de estudio en relación con el FN.
campesinos a los servicios del estado, Hay que tener presente que esta metodo-
logía permite ubicar los sucesos políticos
En
38
EL FRENTE NACIONAL: LEGITIMIDAD INSTITUCIONAL Y CONTINUISMO BIPARTIDISTA EN COLOMBIA (1958-1974)
sa
maniobra adecuado para que terminara
le sumó la atomización partidista y la
su periodo presidencial. En las filas libe-
emergencia de una fuerza política cuya
rales se planteó un duro enfrentamiento
principal pretensión era la de erigirse en
entre el ala de los turbayistas (seguido-
el tercer partido de la nación –la Tercera
res de Julio C. Turbay) y el ala de los lo-
Fuerza de Rojas Pinilla–. Este desplaza-
pistas (seguidores de Alfonso López). En
en
miento político se fundó en cierta pola-
rización social expresada en la votación
presidencial, cuando los sectores popula-
las toldas conservadoras, por su parte, la
lucha enfrentó a los ospinistas (seguido-
res de Mariano Ospina), contra los alva-
res se inclinaron por Rojas Pinilla, mien-
ristas (seguidores de Álvaro Gómez). La
tras que los sectores medios depositaron
izquierda saltaba al ruedo con el Movi-
su voto por Pastrana. Esta realidad po-
miento Obrero Independiente Revolucio-
pr
nía en riesgo el carácter poli-clasista del
sistema de partidos en el país y con ello nario (MOIR). El gran derrotado era el
al mismo Frente Nacional. Por otro lado, movimiento del General Rojas Pinilla.
a nivel social, no cabe duda que las movi- Tal como había ocurrido en 1957, quince
lizaciones del estudiantado, los campesi- años después –ahora al comando de un
nos, los obreros, los ciudadanos de a pie o nuevo partido, y tal vez debido a que la
dirigencia anapista no se pudo sintonizar
En
39
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sa
otra si grupos como el Movimiento Revo- de las elecciones de 1970. Medellín:
lucionario Liberal, la Alianza Nacional La Carreta/Universidad Nacional de
Popular, el Movimiento Democrático Na- Colombia.
cional, la Democracia Cristiana, el Fren-
Báez, A. (2006). La Alianza Nacional
te Unido, el Partido Comunista y las dos
Popular (Anapo) en Santander, 1962-
organizaciones guerrilleras nacidas en
en
esta época –el Ejército de Liberación
Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas
1976. Bucaramanga: Universidad In-
dustrial de Santander.
Revolucionarias de Colombia (FARC) – Berry, A. (2012). La tragediade la refor-
hubieran tenido abiertas las puertas de ma agraria del Frente Nacional. En
la participación política. Sin duda, el C. Caballero, M. Pachón Buitrago,
pr
Movimiento 19 de Abril (M-19) hubiera & E. Posada Carbó, Cincuenta años
carecido de una justificación histórica si de regreso a la democracia: nuevas
los defensores del Frente Nacional no le miradas a la relevancia histórica
hubiesen cerrado las puertas de la par- del Frente Nacional (págs. 295-323).
ticipación política a su principal grupo Bogotá: Uniandes/Escuela de gobier-
opositor, la Alianza Nacional Popular. no Alberto Lleras Camargo.
(Báez, 2006)
En
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EL FRENTE NACIONAL: LEGITIMIDAD INSTITUCIONAL Y CONTINUISMO BIPARTIDISTA EN COLOMBIA (1958-1974)
sa
ción en Colombia: los años de Lau- teca Banco Popular.
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Palacios, M. (2012). Violencia pública
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siglo XX: un análisis cuantitativo
(págs. 239-308). Bogotá: Fondo de
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como expresión de clase. En M. educación primaria y secundaria
En
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sa
en
pr
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