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Capítulo I

EL CONTENIDO DEL DERECHO DE ACCIÓN

1. INTRODUCCIÓN protección de los derechos e intereses le-


gítimos. La noción de derecho público
La discusión sobre la acción procesal subjetivo se introdujo en el campo jurídi-
es un problema que ha demandado a la co como una obligada consecuencia de
doctrina abundantes esfuerzos. La preocu- que las relaciones entre el Estado y sus
pación por esta materia constituye uno súbditos sean concebidas o se conciban
de los temas no acabados del derecho como vínculos jurídicos. Los derechos
procesal. Incluso no han faltado las voces públicos subjetivos forman parte de la re-
que invitan al abandono de su estudio, lación que se genera en el ámbito del
argumentando que la acción es un con- derecho público, donde se conforman
cepto relativo (Calamandrei), o bien, de nexos entre las personas y el Estado, para
carácter extrajurídico o extraprocesal que este último realice una serie de pres-
(Guasp). taciones, entre las que se cuenta la tutela
En esta disputa todo está sujeto a cues- jurisdiccional.
tionamiento: la oportunidad en que nace La acción es el derecho más impor-
la acción (si antes e independientemente tante en el campo jurídico procesal. So-
de la vulneración de un derecho, o con bre él se articula todo el sistema de
ocasión de ella); el sujeto contra quien protección que se puede obtener del ór-
se dirige (el Estado, el adversario o con- gano jurisdiccional a través del proceso.
tra ambos); su naturaleza jurídica (facul-
tad, poder, derecho público subjetivo,
derecho cívico fundamental, derecho de 2. LA ACCIÓN COMO DERECHO
petición); cuál es su contenido (preten- PÚBLICO SUBJETIVO
sión de tutela jurídica, derecho al proce-
so, derecho a una sanción, derecho a la Antes que el problema de la natura-
jurisdicción, derecho a una sentencia de leza jurídica de la acción alcanzara la ca-
fondo, derecho a una sentencia de fon- tegoría de problema fundamental del
do favorable...). derecho, con la pandectística alemana1
Aunque la controversia se prolongue de fines del siglo XIX, predominaron las
en el tiempo, no debe perderse de vista doctrinas que identificaban la acción con
que, en su esencia, el debate gira en tor- el derecho subjetivo material. Se trataba
no a una cuestión fundamental, relativa de una corriente que seguía postulando
a la configuración del mecanismo de pro- la definición romana de actio, elaborada
tección de los derechos subjetivos e inte- varios siglos antes por Celso, y recogida
reses legítimos, que se realiza a través del
proceso jurisdiccional. 1
Participamos de la doctrina que ex- La Pandectística designa una metodología ju-
rídica de la romanística alemana del siglo XIX. Su
plica la naturaleza de la acción como un base normativa la constituía el Corpus Iuris Civilis de
derecho subjetivo público, dirigido a los Justiniano, especialmente los cincuenta libros de las
órganos jurisdiccionales para obtener la Pandectas.

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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I

en las Instituciones de Justiniano: “Actio reivindican que la protección jurídica, a


autem nihil aliud est, quam jus persequendi través de la acción, es una materia pro-
iudicio, quod sibi debetur” [la acción no es pia del derecho procesal.5 Este cambio
otra cosa que el derecho de perseguir en de orientación tiene como hito la polé-
juicio lo que a uno se le debe]2 (D. 44, 7, mica sobre la actio surgida entre los pan-
51; Inst. I, 4,6,1). dectistas alemanes Windscheid y Muther
La recepción de la definición de Cel- entre 1856 y 1857. A contar de esta dis-
so en nuestro medio se aprecia nítida- cusión se incorporará una metodología
mente en la jurisprudencia3 y en la distinta para abordar la materia, que con-
doctrina, unidas por la común idea que sistirá en dejar de lado la tradicional de-
la acción sería una proyección o parte finición romana de actio, proclamándo-
del derecho subjetivo. Esta realidad se ex- se, en consecuencia, la autonomía de la
plica por la influencia que tuvo en nues- acción respecto del derecho material.
tra codificación el Código Civil francés y Bernhard Windscheid adquiriría recono-
el derecho civil de Castilla, que son tri- cimiento mundial por su propuesta crí-
butarios del concepto celsiano de acción. tica sobre la actio del derecho romano,
En el Código de don Andrés Bello la la que propuso cambiar por el concepto
identificación entre acción y derecho sub- jurídico-material de pretensión (ans-
jetivo no puede ser más clara. Los arts. 577 pruch).6
y 578 sostienen que de los derechos rea- El nacimiento del derecho procesal
les nacen las acciones reales, y de los de- como una disciplina autónoma se debe a
rechos personales nacen las acciones
personales. Incluso atribuye a la acción una
naturaleza mueble o inmueble, según el 5
La polémica con los autores de derecho civil
derecho que se persiga (art. 580 CC). comenzó a zanjarse en Alemania con la obra de
Bajo la vigencia de la doctrina civilis- Hellwing titulada como Lehrbuch des Deutschen Civil-
ta de la acción, ésta era considerada como prozessrechts (Leipzig, 1903), donde se reivindicó re-
un apéndice del mismo derecho vulnera- sueltamente para el sistema del derecho procesal
la reglamentación de materias tratadas por los civi-
do. La doctrina expresaba esta idea a tra- listas bajo el título “Tutela de los Derechos”. Cfr.
vés de distintas metáforas: que la acción CHIOVENDA, José, “La acción en el sistema de los
era el derecho en pie de guerra (Puchta); derechos”, en Ensayos de Derecho Procesal Civil, tr. San-
que la acción es el derecho elevado a la tiago Sentís Melendo, Buenos Aires: Ediciones Ju-
segunda potencia (Mattirolo), o como rídicas Europa-América, 1949, t. I, p. 42, nota 4;
TARELLO, Giovanni, Doctrine del Processo Civile, Bo-
una “metamorfosis del derecho subjetivo lonia: Il Mulino, 1989, pp. 25-26.
privado”.4 6
“Windcheid nació el 26 de junio de 1817 y
La explicación civilista de la acción, murió el 26 de octubre de 1892. Fue uno de los re-
que venimos reseñando, ha sido supera- presentantes más destacados de la Pandectística y
da por otras propuestas doctrinales que un precursor del moderno ordenamiento jurídi-
co privado alemán. Se hizo famoso por su tratado
Lehrbuch des Pandektenrechts (Manual de Pandectas) y
su participación en la primera comisión para la ela-
2
Cuerpo del Derecho Civil Romano, por Ildelfon- boración del Código Civil alemán (BGB). Hizo una
so L. García del Corral, Barcelona: Molinas, 1889, aportación fundamental a la formación de la mo-
I, p. 135, Valladolid: Lex Nova, 1988, p. 135. derna dogmática jurídica, esto es, un sistema de
3
Entre otras, CS 10 de enero de 1917, RDJ, conceptos, principios e institutos jurídicos perfec-
t. XX, sec. 1ª, p. 9; CS 30 de octubre de 1928, RDJ, tamente diferenciados e internamente coordinados
t. XXVIII, sec. 1ª, p. 10; CS 4 de enero de 1933, RDJ, entre sí. Una fama especial alcanzó su doctrina de
t. XXX, sec. 1ª, p. 436; C. de Ap. de Talca, 7 de ju- la Actio (1856): en enérgico rechazo del derecho
lio de 1937, RDJ, t. XXXV, sec. 2ª, p. 459; C. de Ap. romano, fundó el concepto jurídico-material de la
de Santiago, 8 de julio de 1941, RDJ, t. XXXIX, pretensión (anspruch), que está en la base del dere-
sec. 2ª, p. 41. cho civil alemán hasta la actualidad” (FALK, Ulrico,
4
SAVIGNY, Friedrich Karl von, Sistema del Dere- “Bernhard Windscheid”), en Juristas Universales (DO-
cho Romano actual, tr. de Jacinto Mesías y Manuel MINGO , Rafael, editor), Marcial Pons, 2004, t. III,
Poley, Madrid: Góngora, 1924, t. IV, pp. 7-14. p. 292).

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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción

esta polémica sobre la acción. A partir de En cambio, las concepciones abstrac-


ella proliferaron una serie de doctrinas tas de la acción se limitan a reconocer
que, para diferenciar el derecho subjetivo como objeto del derecho de acción la
de la acción, han atribuido a ésta distintas actividad jurisdiccional, cualquiera sea el
naturalezas, entre otras: la de derecho resultado a que se arribe; el derecho de
público subjetivo, la de derecho potesta- acción sería sólo un derecho a la activi-
tivo, la de derecho constitucional de pe- dad jurisdiccional o, como también se
tición.7 dice, un derecho al proceso.
Es frecuente que los autores agru- Por su influencia posterior en la doc-
pen tradicionalmente las distintas opi- trina procesal, vale la pena recordar que
niones doctrinales en dos corrientes la idea de la acción como un derecho a
contrapuestas, a saber: las doctrinas de obtener una concreta tutela jurisdiccio-
la acción como derecho concreto, y las nal se atribuye al procesalista alemán
doctrinas de la acción como derecho abs- Adolf Wach10 (1843-1926), quien conci-
tracto. 8 bió la acción procesal como independien-
Los defensores de la tesis concreta de te del derecho material sustancial, bajo
la acción, sin desconocer la separación la forma de una pretensión de tutela jurídi-
que existe entre derecho material y ac- ca (Rechtsschutzanspruch). En palabras del
ción procesal, caracterizan a esta última autor, esto se explica de la siguiente for-
como un derecho subjetivo encaminado ma: “La pretensión de protección del de-
–entre otras formulaciones– a obtener una recho constituye el acto de amparo
resolución favorable o el pronunciamien- judicial que forma el objetivo del proce-
to de una sentencia justa, o una senten- so. Ella va dirigida al Estado, el cual debe
cia sobre el fondo.9 otorgar tal amparo; y se dirige contra la
parte contraria, frente a la cual debe ser
otorgada dicha protección. Es de natura-
7
leza de derecho público, y no es la ema-
En nuestro medio algunos intentos por ex- nación del derecho privado subjetivo.
plicar modernamente esta cuestión, cfr. SEVERÍN
S ÁENZ, Eugenio, La acción, Memoria de Prueba, Pero ella tampoco es aquella facultad, del
Univ. de Chile, Santiago: Imprenta Electra, 1929, derecho público de demandar, que com-
pp. 1-101; AIMONE GIBSON, Enrique, Evolución his- pete a cualquiera que, dentro de las for-
tórica del concepto de acción civil, Memoria de Prue- mas establecidas y con fundamento
ba, U. Católica de Valparaíso, 1956; HOYOS HEN - jurídico, sostenga una pretensión de pro-
RECHSON, Francisco, Temas fundamentales de derecho
procesal, Santiago: Editorial LexisNexis, 2001, pp. 97- tección del derecho. Frente al derecho
162. En el último tiempo, BORDALI, Andrés, “El de- civil esta pretensión es independiente en
recho de acción: un intento de configuración en cuanto a sus requisitos previos, sujeta a
el orden constitucional chileno”, en RDJ, t. XCVII, configuraciones concretas y extraproce-
pp. 81-105. En la jurisprudencia postulan que la ac- sales de hechos, independiente en su con-
ción está incluida dentro del derecho de petición,
entre otras, la sentencia de la CS 19 de enero de tenido y en su realización. Es el objeto
1982, RDJ, t. LXXXIX, sec. 5ª, p. 1. inmediato del proceso civil”.11
8
Naturalmente que éste no es el único crite-
rio de sistematización. Existen otras teorías que por
sus particularidades no son encuadrables dentro de
10
esta clasificación. Aunque para CHIOVENDA el concepto de ac-
9
Mayores antecedentes sobre esta tesis, DE LA ción en este sentido fue revelado primeramente por
OLIVA, Andrés, Derecho Procesal Civil (con DIEZ-PICA - MUTHER en su polémica con WINDSCHEID, y desa-
ZO GIMÉNEZ, Ignacio), Madrid: Ramón Areces, rrollando después ampliamente por W ACH. (Cfr.
2ª ed., 2003, pp. 39-57; GASCON INCHAUSTI, Fernan- CHIOVENDA, José, Instituciones de Derecho Procesal Ci-
do, La terminación anticipada del proceso por desapari- vil, t. I, tr. del italiano E. Gómez Orbaneja, Madrid:
ción sobrevenida del interés, Madrid: Civitas, 2003, Revista de Derecho Privado, 1954, p. 82).
11
pp. 21-27. Con anterioridad, DE LA OLIVA, Andrés, WACH, Adolf, La pretensión de declaración, tr.
Sobre el derecho a la tutela jurisdiccional, Barcelona: del alemán Juan. M. Semón, Buenos Aires: E.J.E.A,
Bosch, 1980. 1962, pp. 40-41.

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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I

3. ACCIÓN Y TUTELA Desde el punto de vista del conteni-


DEL DERECHO do, la respuesta jurisdiccional está deter-
minada por el tipo de derecho o interés
La protección de los derechos subje- legítimo respecto del que solicita la pro-
tivos o de los intereses legítimos en el tección.13
campo del proceso civil se realiza a través
del ejercicio del derecho de acción. En a) Derechos con contenido patrimonial
efecto, cuando ellos han sido desconoci-
En los derechos con contenido patri-
dos o amenazados, el justiciable puede
monial la protección jurídica que busca
solicitar al órgano jurisdiccional que pro-
el actor se puede traducir en alguna de
ceda a otorgarle resguardo, para que no
las siguientes manifestaciones:
pierdan eficacia.
– La reparación pecuniaria o patrimo-
Para que pueda concederse esta pe-
nial, encaminada a indemnizar los daños
tición, el órgano jurisdiccional verificará
que pueden provenir de un incumpli-
–normalmente en la sentencia definitiva–,
miento contractual (art. 1556 CC) o de
la existencia de las condiciones de la acción,
la infracción del principio general de no
oyendo previamente a la contraparte o a
dañar a otro (art. 2314 CC). Esta es la
lo menos dándole la posibilidad de ser
forma de protección jurídica más tradi-
oída en un proceso declarativo o en uno
cional, que actúa frente a lesiones del de-
ejecutivo.12
recho consumadas.
– La obtención del cumplimiento for-
12
Una clara descripción de las diferencias que zado de una determinada obligación, en
existen entre proceso de declaración y proceso de su contenido natural (art. 1553 CC).
ejecución se encuentra en la sentencia de la C. de – La restitución patrimonial. Los ca-
Ap. de Santiago, de 12 de julio de 1990, cuando sos más evidentes provienen del cum-
expone: “4º Que nuestro ordenamiento civil ha es-
tablecido dos grandes órdenes de procedimientos: plimiento de la condición resolutoria
los denominados cognoscitivos u ordinarios y los (art. 1487 CC), de la declaración de nuli-
ejecutivos; los primeros persiguen satisfacer una dad de un acto o contrato (arts. 1687,
pretensión que consiste en obtener el mero cono- 1689 CC), del ejercicio de la acción rei-
cimiento o la declaración de un derecho o facul- vindicatoria (arts. 889, 904 CC), o en las
tad, en una resolución jurisdiccional, que es la
sentencia definitiva, sentencia que normalmente hipótesis en que existe la prohibición de
tiene fuerza ejecutiva; los procedimientos denomi- un enriquecimiento sin causa.
nados ejecutivos están por esencia destinados pre- – La creación, modificación o extin-
cisamente a lograr la ejecución de ese derecho o ción de situaciones jurídicas, por la vía
facultad que ya consta fehacientemente e indiscu- de disolver, resolver o anular actos o con-
tidamente, sea en una sentencia definitiva o en un
instrumento al cual el legislador le ha otorgado tratos, o reconocer el estado civil de una
fuerza ejecutiva. En el sistema jurídico nacional el persona. A través de esta forma de pro-
principio es que en los procedimientos ejecutivos se tección jurídica, se instará por conseguir
pueda incorporar uno cognoscitivo, muy breve y li- la pérdida de eficacia de un determina-
mitado, con la característica de que esta posibilidad do acto jurídico o se intentará crear una
quede sujeta a la iniciativa del ejecutado, pues es una
parte accesoria y no fundamental a la naturaleza y situación que satisfaga alguna pretensión
finalidad del procedimiento ejecutivo, de modo que del actor.
en ningún caso altera o modifica la naturaleza com- – La imposición de abstenerse o cesar
pulsiva de éste. Dicho principio queda en evidencia en una determinada conducta (art. 1555
en el juicio ejecutivo por excelencia, el reglado en CC).
el art. 434 y siguientes del Código de Procedimien-
to Civil, donde el deudor requerido de pago judicial- – La inhibición o paralización de un
mente tiene la posibilidad de oponer excepciones, determinado acto (art. 1555 CC).
si lo hace, abre un corto período cognoscitivo; al con-
trario, si no hace uso de tal posibilidad, continúa el
13
apremio en plenitud”. (C. de Ap. de Santiago, 12 de Sobre el tema, en general, D I MAJO, Adolfo,
julio de 1990, RDJ, t. LXXXVII, sec. 2ª, p. 146). La Tutela Civile dei Diritti, Milán: Giuffrè, 2ª ed., 1993.

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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción

– La destrucción de lo construido Lo anterior es consecuencia de que


(art. 1555 CC). el derecho chileno ampara a todo el ci-
– La declaración de certeza del dere- clo vital que se constata en la vida del
cho, para conceder seguridad jurídica a embrión humano, que sabemos parte con
una determinada situación o relación. la concepción. Nuestro ordenamiento re-
conoce que el embrión, desde su estado
b) Derechos extrapatrimoniales de cigoto, emprende un proceso de ma-
duración bajo el cual tiene una progresi-
Aunque los derechos de esta clase
va actualización de sus potencialidades,
también pueden ser amparados a través
instando por preservar su derecho a la
de alguno de los mecanismos recién in-
vida a lo largo de toda esa etapa.
dicados, no debe extrañar que, por su
Esta forma de proteger al embrión
propia naturaleza, puedan utilizarse otras
humano no es una cuestión arbitraria ni
formas de protección jurídica.
caprichosa. Ella está en consonancia con
Dentro de estos derechos, el que cuen-
el principio zigótico, en cuya virtud ese in-
ta con un singular mecanismo de protec-
dividuo surgido desde la concepción, por
ción es el derecho a la vida del nasciturus.
gozar de un patrimonio genético único,
En este caso cualquier persona puede ac-
propio, irrepetible y diferenciado confor-
cionar en su beneficio, para tratar de im-
ma un sujeto de derechos en plenitud.
pedir que se consume cualquier amenaza
En la Constitución de 1980 se reco-
a su derecho a nacer. Incluso el juez pue-
noce lo anterior al garantizar “el dere-
de adoptar de oficio todas las providen-
cho a la vida y a la integridad física y
cias que le parezcan convenientes para
psíquica de la persona” (art. 19 Nº 1º).
proteger la existencia del nasciturus, siem-
Lo anterior no podía ser de otro modo,
pre que crea que de algún modo peligra
desde el minuto que la vida humana es
(arts. 75 CC y 19 Nº 1º CPE). 14
la base de los demás derechos y liberta-
des. El inciso 2º del art. 19 Nº 1º asegura
14
que “la ley protege la vida del que está
Sobre el tema, entre otros, ALVARADO MA-
RAMBIO, José Tomás, “El carácter individual del nas- por nacer”, esto es, la vida del nasciturus,
citurus. Análisis del período entre la concepción y embrión o del concebido y no nacido.
la implantación del embrión”, RCHDUC, 21 Nº 2, Sobre el alcance de la protección del
1994, 345; CORRAL TALCIANI, Hernán, “El embrión derecho a la vida, la Corte Suprema ha
humano: del estatuto antropológico al estatuto ju- declarado que, “el que está por nacer –cual-
rídico”, RDUCN, 4, 1997, 47; “Comienzo de la exis-
tencia y personalidad del que está por nacer”, quiera que sea la etapa de su desarrollo prena-
RDUCV, 13, 1989-1990, 33; “El concepto jurídico de tal, pues la norma no distingue– tiene derecho a
persona. Una propuesta de reconstrucción unita- la vida, es decir, tiene derecho a nacer y a consti-
ria”, RCHDUC, 17 Nº 2, 1990, 301; DOYHARCABAL tuirse en persona con todos los atributos que el
CASE, Solange, “El derecho a la vida del nasciturus ordenamiento jurídico le reconoce, sin que a su
en la legislación chilena y comparada”, RCHDUC,
21 Nº 2, 1994, 307; “El ser humano como sujeto de respecto opere ninguna discriminación”.15
derechos desde el momento de la concepción”, TD,
9 Nº 1, 1994, 23; FLORENCE KAUER , Cristián, “Pro-
tección de la vida del embrión. Derecho compara-
crear en el ordenamiento constitucional chileno”,
do”, TD, 9 Nº 1, 1994, 73; F UENZALIDA Z ÚÑIGA,
RCHDUC, 21 Nº 2, 1994, 283; S OTO KLOSS, Eduar-
Carmen, “Protección jurídica del embrión en la le-
do, “El derecho a la vida y la noción de persona en
gislación chilena”, RCHDUC, 25 Nº 4, 1998, 827;
la Constitución”, RDJ, tomo 88 Nº 3, 1991, 55; “De-
L ARRAÍN BARROS, Francisco Javier, “El embrión
recho a la vida y recurso de protección”, RDJ, tomo
¿quién es?”, TD, 9 Nº 1, 1994, 11; NOGUEIRA ALCA -
81 Nº 2, 1984, 55; TRABUCCHI, Alberto, “El hijo na-
LÁ, Humberto, “El derecho a la vida en el ordena-
cido o por nacer, inaestimabilis res, y no sólo res
miento jurídico chileno”, GJ, 207, 1997, 7; SERANI
extra commercium”, RDJ, tomo 90 Nº 1, 1993, 29.
MERLO, Alejandro, “El estatuto antropológico y éti-
co del embrión humano”, RDUCN, 4, 1997, 35; SIL-
15
VA MAC IVER, Jaime, “El nasciturus y el derecho a CS 30 de agosto de 2001, RDJ, t. XCVIII,
la vida”, RDP, 57/58, 1995, 177; “El derecho a pro- sec. 5ª, pp. 199-208, Cº 17º.

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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I

En materia de protección de la vida vierte desde las posibles denominaciones


privada y de la honra de las personas y hasta su propia existencia o autonomía.
de su familia, garantizada en el art. 19 Los autores no logran ponerse de acuer-
Nº 4º de la Constitución, el derecho de do si esta realidad constituye una catego-
acción ha dado lugar al desarrollo de in- ría autónoma o si se trata de una suma
teresantes formas de defensa, distintas de de derechos individuales; si es una reali-
la reparación pecuniaria. En tal sentido, dad que pertenece al derecho privado o
por ejemplo, se ha ordenado al infractor al derecho público; si conforman autén-
a realizar una publicación aclaratoria, ticos derechos subjetivos o solo una espe-
para desmentir una imputación que me- cial forma de interés jurídico.17 Por su
noscaba tales derechos; se ha ordenado especialidad algunos incluso se refieren
a un diario que se abstenga de seguir a estas figuras como derechos de tercera ge-
publicando una determinada fotografía, neración.
que aunque fue tomada en un lugar pú- Más allá de la profunda divergencia
blico, no permitía colegir que la retrata- doctrinal, para lo que aquí importa, se
da ha dado su autorización para su trata de una realidad jurídica que viene
divulgación. Para preservar el derecho a adquiriendo cada día más presencia en
la privacidad incluso se ha dispuesto ju- el campo legislativo, especialmente en el
dicialmente la destrucción de una filma- ámbito del derecho de los consumido-
ción de una intervención quirúrgica res, de la publicidad engañosa y del me-
realizada por una clínica sin el consenti- dio ambiente, aunque en cada una de
miento de la paciente. 16 esas áreas con notas singulares en cada
ordenamiento.
c) La protección de los intereses difusos y En nuestro medio la protección de
colectivos los intereses difusos y colectivos ha teni-
do un reconocimiento, por ejemplo, a
El esquema anterior, que solo consi-
propósito de la protección de los consu-
dera la clásica distinción entre derechos
midores. Con la promulgación de la Ley
subjetivos patrimoniales y extrapatrimo-
Nº 19.955 (Diario Oficial del 14 de julio
niales, se torna más complejo cuando en-
de 2004) se introdujo una sustancial re-
tran a jugar otras categorías jurídicas que
forma a la Ley Nº 19.496, sobre Protec-
configuran los denominados intereses di-
ción al Consumidor (LPC). El art. 50 de
fusos y colectivos.
El estudio de los intereses difusos y
colectivos nace en Italia, en la década del 17
setenta, siglo XX. Sobre el tema se ha Sobre este tema, P ROTO P ISANI , Andrea,
“Nouvi diritti e tecnica di tutela”, en Scritti in onore
producido una abundante literatura que, de Elio Fazzalari, Milán: Giuffre, 1993, vol. II, pp. 47-
con infatigable afán, busca precisar el con- 74; G UTIÉRREZ DE CABIEDES e HIDALGO DE CABIE-
tenido de estas figuras. DES, Pablo, La tutela jurisdiccional de los intereses
La delimitación de qué cosa constitu- supraindividuales, colectivos y difusos, Pamplona: Aran-
yan los intereses colectivos y difusos está zadi, 1999; BUJOSA VADELL, Lorenzo, La protección
jurisdiccional de los intereses de grupo, Barcelona: J. M.
lejos de llegar a una pacificación dogmá- Bosch, 1995; SILGUERO ESTAGNAN, Joaquín, La tu-
tica. En concreto, sobre ellas se contro- tela jurisdiccional de los intereses colectivos a través de la
legitimación de grupos, Madrid: Dykinson, 1995, espe-
cialmente pp. 187 y ss.; GUIDI , Antonio, FERRER
16
Un estudio de la casuística jurisprudencial, MAC-G REGOR, Eduardo (coordinadores), La tutela de
RODRÍGUEZ PINTO, María Sara, “Protección de la vida los derechos difusos, colectivos e individuales homogéneos,
privada: líneas jurisprudenciales,” en Revista Chilena México: Editoral Porrúa, 2003, p. 756; de los mis-
de Derecho, Nº 3, 1999, pp. 719-744. En su aspecto mos coordinadores, Procesos colectivos, México: Edi-
dogmático, entre otros, C ORRAL TALCIANI, Hernán, toral Porrúa, 2003; G IDI , Antonio, Las acciones
“Configuración jurídica del derecho a la privacidad: colectivas y la tutela de los derechos difusos, colectivos en
Concepto y delimitación”, en la misma publicación, Brasil, Universidad Nacional Autónoma de México,
Nº 27, 2000, Nos 1 y 2, pp. 51-79 y 331-355. 2004,

18
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción

la LPC reconoce como principio que el 4. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS


ejercicio de las acciones puede realizarse DEL DERECHO DE ACCIÓN
a título individual o en beneficio del interés
colectivo o difuso de los consumidores. En el proceso civil para conceder la
Sin entrar a definir estas categorías, tutela jurisdiccional impetrada a través del
la LPC señala que “son de interés indi- ejercicio del derecho de acción se deben
vidual las acciones que se promueven reunir tres exigencias:
exclusivamente en defensa de los dere- 1º) Que exista una causa de pedir;
chos del consumidor afectado”. Acto se- 2º) Que concurra la legitimación; y
guido, indica que “son de interés colec- 3º) Que exista la posibilidad de otor-
tivo las acciones que se promueven en gar el petitum de la acción deducida.
defensa de derechos comunes a un con- En concreto, para saber qué debe re-
junto determinado o determinable de solver un juez es necesario que el actor
consumidores, ligados con un provee- le formule una petición de protección ju-
dor por un vínculo contractual”. “Son rídica referida a una situación particular,
de interés difuso las acciones que se pro- que en el campo del proceso civil se pue-
mueven en defensa de un conjunto in- de escindir en estos tres elementos cons-
determinado de consumidores afectados titutivos del derecho de acción.
en sus derechos”. Dicho de otra forma, toda acción en
Los casos más evidentes de acciones el proceso civil se deduce en relación a
un supuesto de hecho concreto, que lle-
de interés colectivo surgen de los conflic-
va a un justiciable a solicitar su amparo
tos entre consumidores y empresas pres-
jurisdiccional, resultando imprescindible
tadoras de servicios. La exigencia de un
que su petición de protección jurídica se
vínculo contractual que hace nuestro legis-
analice siempre a la luz de estos elemen-
lador excluye la utilización de estas ac-
tos que conforman el concepto de acción.
ciones cuando se trate de obtener la
reparación de un daño cuya fuente sea
un ilícito extracontractual. La misma exi- 5. LA CAUSA DE PEDIR
gencia, a nuestro entender, determina que
para la LPC el interés colectivo sea una La causa de pedir se vincula con la
suma de los distintos derechos individua- determinación de la razón o del funda-
les del grupo de consumidores afectados mento de la acción, es decir, con el título
por una lesión común, que por razones justificador del derecho.
de economía procesal pueden ser ampa- La voz titulus es una expresión recibi-
rados a través de un instrumento proce- da, como tantas otras, por el derecho me-
sal ad hoc. dieval y moderno del derecho romano.
En cambio, como lo dispone la LPC, Según D’Ors, en el caso de titulus nos
las acciones de interés difuso se promue- encontramos con una palabra vulgar que
ven en defensa de un conjunto indeter- viene a adquirir en su evolución el signi-
minado de consumidores afectados en ficado técnico de causa petendi.18
sus derechos, sin necesidad que exista En la doctrina procesal contemporá-
entre ellos un vínculo contractual. Como nea la delimitación de la causa de pedir
se puede apreciar, en relación al “inte- se vincula con el problema del “título jus-
rés difuso” estamos frente a una fórmu- tificador” del derecho, o de la “causa efi-
la amplia, cuyo alcance deberá ser ciente” del derecho. Dentro de la variedad
decantado por la jurisprudencia y doc-
trina, teniendo en cuenta que en este
último campo precisar qué es un interés 18
Cfr. D’ORS, Álvaro, “Titulus”, en Anuario de
difuso ha llevado a las más variadas in- la Historia del Derecho Español. Estudios en homenaje a
terpretaciones. don Eduardo de Hinojosa, t. XXIII, 1953, pp. 497-498.

19
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I

de definiciones, la doctrina concibe a este vos surgidos en relación a alguna de las


elemento de la acción como una “causa” siguientes categorías: las obligaciones, el
jurídicamente relevante, que no es un he- status, el derecho subjetivo, el derecho
cho natural puro y simple, sino un hecho potestativo, el interés (individual, colecti-
o conjunto de hechos apto para poner vo, difuso, etc.), las garantías constitucio-
en movimiento una norma de ley; un he- nales, los derechos reales, los derechos
cho o conjunto de hechos idóneos para personales.
producir efectos jurídicos; 19 también, 2ª) La determinación de este compo-
como el hecho del que surge el derecho nente está inserta dentro de una cultura
que el actor pretende hacer valer, o la jurídica caracterizada por la idea que el
relación jurídica de la cual aquel dere- paradigma de la fuente del derecho es la
cho se hace derivar, con todas aquellas ley. Lo anterior es consecuencia del pre-
circunstancias e indicaciones necesarias dominio que ha tenido entre nosotros el
para individualizar exactamente la acción denominado positivismo legalista, metodo-
que se propone;20 la “razón” del que afir- logía que trata de explicar el fenómeno
ma una pretensión;21 o bien, como el pre- jurídico partiendo de la base que no hay
supuesto causal del poder de acción.22 más derecho que el promulgado por El
En nuestro derecho este elemento de Poder, correspondiéndoles a los jueces y
la acción está definido en el art. 177 inci- abogados tan solo interpretarlo con los
so final del Código de Procedimiento Ci- instrumentos exegéticos contenidos en el
vil, a propósito de la excepción de cosa título primero del Código Civil. En este
juzgada. Allí se establece que la causa de esquema, la función jurisdiccional se re-
pedir es el fundamento inmediato del derecho duciría a aplicar la solución legal al caso
deducido en juicio. Esta definición se debe concreto. A lo más, si el sentido de la ley
a don José Bernardo Lira, quien redactó no es claro en su tenor literal, se puede
los preceptos relativos a la cosa juzgada recurrir a la aplicación de una serie de
siguiendo al jurista francés Marcadé.23 reglas de interpretación subsidiarias de la
Para entender cómo funciona este literal, para dar con la solución del caso.
componente de la acción en el campo La descripción anterior, aunque se
del proceso civil hay que destacar dos presente como la explicación predomi-
ideas esenciales: nante, no es del todo exacta. En efecto,
1ª) La causa de pedir invocada por el el derecho es un fenómeno plural, don-
actor se vincula a conflictos intersubjeti- de la justificación de la causa de pedir no
siempre se identifica con la norma legal.
19
En esta línea cfr. CHIOVENDA , José, “Identifi- Dicho de otra forma, la determinación
cación de las acciones. Sobre la regla “ne eat iudex del derecho como lo justo (quod iustum est
ultra petita partium”, en Ensayos de Derecho Procesal o como la res iusta) no es en ningún caso
Civil, ob. cit., t. I, p. 280. una función exclusiva del legislador, que
20
Cfr. LIEBMAN, Enrico T., Manual de Derecho
Procesal Civil, Buenos Aires: E.J.E.A., 1980, p. 143. sólo puede actuar a través de normas ge-
21
Cfr. CARNELUTTI, Francisco, Derecho y Proceso, nerales y abstractas. También participan
tr. del italiano Santiago Sentís Melendo, Buenos Ai- en esta compleja operación otras fuentes
res: E.J.E.A., t. I, pp. 197-198. jurídicas, como la equidad, la doctrina cien-
22
Cfr. MICHELI, Gian Antonio, Curso de Derecho tífica, la costumbre, la jurisprudencia y los
Procesal Civil, tr. Santiago Sentís Melendo, Buenos
Aires: E.J.E.A., 1970, t. I, p. 41. principios generales del derecho.
23
En una nota al pie de página del Prontuario El positivismo legalista (como produc-
de los Juicios Lira puntualiza que “hemos seguido en to del iluminismo racionalista) impide
lo relativo a la escepción de cosa juzgada el comen- muchas veces considerar la pluralidad del
tario de Marcadé al art. 1351 del Código de Napo- derecho como fenómeno social, impri-
león...” (LIRA, José Bernardo, Prontuario de los Juicios
o Tratado de procedimientos judiciales i administrativos miendo a la ley un carácter autoritario y
con arreglo a la legislación chilena, Santiago: Mariano vertical, más encima con pretensiones ex-
Servat, t. I, p. 288). cluyentes para las otras fuentes jurídicas.

20
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción

Aunque en nuestro sistema predomi- La diferencia entre ambas posturas tie-


na la ley como fuente primordial, ella no ne una serie de consecuencias prácticas
es la única que sirve de base para que el muy relevantes.
actor fundamente la causa de la acción. Para los que postulan que la causa de
En el caso del juez, la posibilidad de pedir está conformada exclusivamente por
fundamentar su respuesta en una fuente el elemento fáctico, el juez tendría una
diversa de la ley proviene del contenido mayor amplitud a la hora de aplicar el
que se asigna al principio de la inexcusa- derecho, al punto de poder prescindir de
bilidad, que está sancionado en los siguien- la calificación jurídica que el actor asigne
tes términos: “Reclamada su intervención en a esos hechos (que sería la causa de pe-
forma legal y en negocios de su competencia, no dir). Como consecuencia de lo anterior,
podrán excusarse de ejercer su autoridad ni aun el juez a la hora de sentenciar estaría obli-
por falta de ley que resuelva la contienda some- gado a examinar y aplicar, soberanamen-
tida a su decisión” (arts. 76 de la CPR y 10 te, en relación a esa causa de pedir, la
inc. 2º COT). Si falta la ley, el juez civil normativa jurídica que corresponda, aun-
puede acudir a la equidad como fuente que no coincida con la calificación he-
del derecho (art. 170 Nº 5 CPC).24 cha por las partes.
En la jurisprudencia, la distinción en- En cambio, para los que sustentan que
tre causa de pedir y norma legal está re- junto a la cuestión de hecho la causa de
conocida nítidamente en la sentencia de pedir está también integrada por un com-
la Corte de Apelaciones de La Serena, de ponente jurídico, restringen la actividad
19 de octubre de 1953, al exponer “que la jurisdiccional en la aplicación del dere-
acción no la constituye la disposición legal cho. Bajo esta explicación el juez no pue-
que la reconoce como tal, sino que es una de- de alterar la causa de pedir bajo el pretexto
terminada situación de hecho, respecto a la de aplicar el derecho.
cual ha de existir la voluntad o determinación Como se puede apreciar, el problema
de la ley de darle protección jurídica, sin que de incluir o excluir al componente jurí-
sea necesario que tal determinación o protec- dico dentro de la causa de pedir está con-
ción jurídica esté expresamente manifestada, dicionado por la mayor o menor latitud
pues ella puede deducirse del contexto del siste- que asignan unos y otros al principio del
ma legal y aun de meros principios de equidad iura novit curia, esto es, “el tribunal cono-
(arts. 10 del Código Orgánico de Tribunales y ce el derecho”.26 En el fondo, la interro-
170 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil)”.25 gante que promueve este principio es
determinar cuál es el radio de acción que
tiene el órgano jurisdiccional en la apli-
6. ELEMENTOS QUE COMPONEN cación del derecho: si goza de plena au-
LA CAUSA DE PEDIR tonomía o tiene limitaciones en dicha
función.
En la doctrina no existe acuerdo para En nuestra jurisprudencia civil pre-
definir qué elementos configuran el com- domina la idea que la fundamentación
ponente causal de la acción: si sólo un jurídica propuesta por las partes no es
conjunto de hechos; o si junto a los he- vinculante para el juez. Coherente con lo
chos debe considerarse también al ele- anterior, se ha resuelto, por ejemplo, que
mento jurídico fundante de la acción.
24 26
Una exposición del tema, cfr. FIGUEROA, Ma- Según DOMINGO, el principio no es romano,
ría Angélica, “Algunos antecedentes históricos so- sino medieval, pero tiene su fundamento en Roma,
bre los principios de inexcusabilidad y legalidad”, cuando el juez desconocía el derecho –lo cual era
en Revista de Estudios Histórico-Jurídicos, Valparaíso, frecuente, por ser éste un particular–, acudía a los
1996, pp. 187-196. jurisprudentes o al propio emperador (DOMINGO,
25
C. de Ap. de La Serena, 19 de octubre de Rafael, Reglas jurídicas y aforismos, Pamplona: Aran-
1953, RDJ, t. LII, sec. 1ª, p. 85. zadi, 2000, p. 72).

21
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I

“no es preciso que en la demanda se citen las La obligación de precisar la causa de


disposiciones legales que le sirven de funda- pedir está regulada dentro de las exigen-
mento, sino tan sólo los principios, la razón cias formales de toda demanda. Sobre el
jurídica de la acción”.27 particular, el Código de Procedimiento
Para facilitar la determinación de la Civil dispone que la demanda debe con-
causa de pedir, y poder resolver los múl- tener: “La exposición clara de los hechos y de
tiples problemas donde este elemento es los fundamentos de derecho en que se apoya”
determinante, la doctrina procesal invita (art. 254 Nº 4 CPC).
a distinguir según el tipo de protección Como principio general, el juez no
jurídica que se busque. Conforme a esta puede controlar la existencia de este com-
pauta, la causa de pedir varía según las ponente del derecho de acción preventi-
diversas categorías de derechos y accio- vamente, aunque sea manifiesto que el
nes que pueden ser objeto del proceso, actor carece del título justificador del de-
debiendo distinguirse entre acciones de recho que reclama en su demanda (o sea,
condena, declarativas y constitutivas.28 no tiene acción). En efecto, el control de
este elemento ha quedado reservado al
pronunciamiento de la sentencia defini-
7. LA FIJACIÓN PROCESAL DE LA tiva. Para comprobar lo anterior basta de-
CAUSA DE PEDIR Y SU CONTROL tenerse en la definición que nuestra ley
da de esta resolución, como aquella que
La fijación procesal de la causa de pone fin a la instancia, resolviendo la cues-
pedir es un tema capital en la protección tión o asunto que ha sido objeto del juicio
jurisdiccional de los derechos e intereses (art. 158 inc. 1º CPC).
legítimos.29 En este punto se ha producido una
interesante evolución en nuestro sistema.
27
Por todas, CS 14 de enero de 1947, RDJ, A principios del siglo XX todavía era po-
t. XLIV, sec. 1ª, p. 450. sible apreciar en la práctica forense la
28
Así, entre otros, LIEBMAN , Enrico T., Manual utilización del artículo o incidente de in-
de Derecho Procesal Civil, ob. cit., p. 143; ROCCO, Ugo,
Tratado de Derecho Procesal Civil, t. I, tr. Santiago Sen- contestación de la demanda, mediante el cual
tís Melendo y Marino Ayerra, Buenos Aires: Depal- el demandado provocaba un control so-
ma, 1976, p. 375; ROSENBERG, Leo, Tratado de Derecho bre la causa de pedir de la acción.30 La
Procesal Civil, t. I, tr. de la 5ª ed. alemana: Ángela
Romera, Buenos Aires: E.J.E.A., 1955, pp. 5-6.
29 sa de la acción (causae actionis) en los glosadores se
Algunos estudios históricos han resaltado
entiende mejor si consideramos que no existía to-
que a los glosadores les interesó mucho la fijación
davía la noción de derecho subjetivo como un po-
de la causa de la acción. A estas indagaciones se les
der o facultad, situación que tenía su reflejo en la
asigna un rol relevante en la formación del concep-
forma de administrar justicia, esto es, lo que mo-
to y contenido del nada pacífico tema del derecho
dernamente podríamos llamar el ejercicio de la ju-
subjetivo. Tal búsqueda por cierto no la realizaban
risdicción. El ius dicere (el decir el derecho) se
por puro amor a la abstracción, sino que también
caracterizaba en esta etapa por una operación cuyo
movidos por un fin práctico: porque, según la ma-
objetivo final era “dar a cada uno lo suyo” (ius suum
yor parte de los autores, la causa actionis debía ser
cuique tribuendi), mediante la determinación del ius
mencionada en la editio actionis que abría el proce-
para el caso concreto. Dentro del ejercicio de esa
so. Debe considerarse, además, que para la unani-
actividad de ius dicere, el jurista para concretar “lo
midad de los glosadores la acción era un derecho
justo” o “lo debido”, debía indagar determinando
subjetivo, un jus, que en la clásica definición de Cel-
el “título” del derecho, esto es, aquello en lo que
so (recogida en las Instituciones de Justiniano), es
tenía su origen el derecho. De ahí la preocupación
el derecho de perseguir en juicio lo que a uno se le debe.
recurrente por precisar la causa de las acciones. En
(Cfr. VILLEY, Michel, “El ‘ius in re’ del derecho roma-
este contexto, para saber si existía el derecho (“lo
no clásico al derecho moderno”, en Estudios en torno
justo”) era necesario invocar el título, es decir, la
a la noción de derecho subjetivo, Valparaíso: Ediciones
fuente que originaba el derecho.
Universitarias de Valparaíso, 1976, pp. 139-141; “Los
orígenes de la noción de derecho subjetivo”, en Es-
30
tudios en torno a la noción de derecho subjetivo, ob. cit., En la literatura producida por los prácticos, se
pp. 23-57). La actividad de determinación de la cau- describe que la fijación de la causa o fundamento

22
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción

base legal de este incidente se encontra- derecho contenida en la demanda, pero


ba en el primitivo art. 252 del CPC, cuan- con el límite de no poder obtener un pro-
do establecía que el actor debía presentar nunciamiento sobre el fondo de la acción
con su demanda “los instrumentos en que deducida, que es una cuestión reservada
la funde”. Si no daba cumplimiento a esa exclusivamente para el pronunciamiento
disposición, exigiéndolo el demandado, de la sentencia definitiva.
“los instrumentos que se presentaren des- Sólo en casos muy concretos el legis-
pués sólo se tomarán en consideración si lador establece, en los procedimientos
el demandado los hiciere también valer declarativos, un control previo a la deci-
en apoyo de su defensa, o si se justifica o sión de fondo acerca de la existencia de
aparece de manifiesto que no pudieron la causa de pedir.31
ser presentados antes, o si se refieren a
hechos nuevos alegados en el juicio con
posterioridad a la demanda”. 8. LA LEGITIMACIÓN
Con la reforma de la Ley Nº 18.705,
de 24 de mayo de 1988, desapareció esa La legitimación es el segundo com-
carga procesal para el actor, suprimién- ponente del derecho de acción.
dose, en consecuencia, la posibilidad de Esta exigencia dice relación con un
trabar un control preventivo de la causa tema clásico del derecho, cuya presencia
de pedir, a lo menos como regla general. se percibe prácticamente en todos los
Actualmente sólo es admisible promo- ámbitos de la actividad jurisdiccional, ya
ver una depuración formal de la causa sea el proceso civil, penal, administrati-
de pedir, por la vía de la excepción dila- vo, laboral o constitucional.
toria de ineptitud del libelo por razón de En su simplificación más extrema, la
falta de algún requisito legal en el modo legitimación sirve para determinar los su-
de proponer la demanda (art. 303 Nº 3 jetos que pueden ser “justa parte” en un
CPC). Por ese camino se puede intentar determinado litigio, esto es, quienes tie-
que el juez ordene al demandante acla- nen la calidad de legítimos contradictores
rar las contradicciones o dudas que ha-
gan inteligibles la relación de hecho y de
31
Sin pretender agotar todas las situaciones, los
ejemplos más significativos son: 1º) En la acción de
del derecho era de tanta relevancia que generaba responsabilidad civil contra los jueces. Según el
un incidente de tratamiento preliminar, donde el art. 328 del COT, “Ninguna acusación o demanda
demandado pedía al actor que concretara esta exi- civil entablada contra un juez para hacer efectiva
gencia, como requisito previo para poder proceder su responsabilidad criminal o civil podrá tramitar-
a contestar la demanda. La idea anterior se refleja se sin que sea previamente calificada de admisible
muy bien en el Febrero Novísimo, cuando expone: por el juez que es llamado a conocer de ella”.
“El actor ha de mirar por qué derecho y razón pre- 2º) En la acción constitucional de protección, según
tende la cosa que pide y qué documentos tiene para el inciso 2º del Nº 2 del Auto Acordado de la CS
obtenerla en juicio, pues sino le compete ninguna de 27 de junio de 1992, al disponer que “presenta-
acción a ella, y el reo forma artículo de no contes- do el recurso el Tribunal examinará en cuenta si
tar, se declarará que no es parte para pedir; y aun- ha sido interpuesto en tiempo y si tiene fundamen-
que la tenga, sino la justifica, y el reo la niega, será tos suficientes para acogerlo a tramitación. Si en
reputado litigante de mala fe, como que no tuvo opinión unánime de sus integrantes su presenta-
causa justa para litigar, y se le condenará en costas”. ción ha sido extemporánea o adolece de manifies-
(FEBRERO, José, Librería de escribanos, abogados y jue- ta falta de fundamento, lo declarará inadmisible
ces, t. IV, Madrid: Imprenta de D. Fermín Villapa- desde luego por resolución someramente fundada,
los, 1825, p. 150). La base positiva de esta alegación la que no será susceptible de recurso alguno, salvo
se encontraba en las exigencias que Las Partidas el de reposición ante el mismo tribunal, el que de-
indicaban para confeccionar la demanda, indican- berá interponerse dentro de tercero día”. 3º) En las
do que el actor debía señalar “la cosa que se pide”, acciones de interés difuso y colectivo de la Ley de
y la “razón por la que se pide” (Partida III, título II, Protección a los Consumidores, conforme al art. 52
ley XL). de la LPC.

23
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I

para discutir sobre el objeto del proceso La falta de accionabilidad puede pro-
en una determinada relación procesal. venir, por ejemplo, de la naturaleza del
Como principio general la acción no derecho reclamado. Los casos más típi-
compete a cualquiera y ella tampoco pue- cos surgen con los denominados derechos
de deducirse en contra de cualquiera. La económico-sociales, que en nuestro sistema
mayor o menor extensión para el ejerci- jurídico son considerados sólo como an-
cio de este derecho vendrá determinada helos o aspiraciones, que no pueden ser
por el tipo de legitimación que allí se re- satisfechas, a lo menos ejerciendo el de-
conozca, atendiendo fundamentalmente a recho de acción.33 Su protección se debe
la distinción entre legitimación ordinaria buscar en instrumentos distintos de los
o extraordinaria, que son metafóricamen- que concede el derecho de acción.
te hablando la medida del derecho de acción. En otras hipótesis, la falta o carencia
Para la doctrina clásica, la legitima- de este elemento resulta de una opción
ción es un requisito de la acción, enten- técnica, como ocurre con los derechos sub-
dida esta última como un derecho a una jetivos que no tienen acción. El ejemplo más
sentencia favorable. Se trata de un presu- clásico es el de las obligaciones natura-
puesto de fondo, al punto que si ella no les, conforme lo dispone el art. 1470 del
concurre –activa y pasivamente–, faltará Código Civil. Aunque en la reclamación
un elemento básico para que se pueda jurisdiccional de una obligación natural
acceder a la tutela judicial. concurra la legitimación y la causa de pe-
En la segunda parte de este trabajo dir, si el demandado opone la respectiva
analizaremos con mayor detenimiento excepción material, la acción queda ener-
este componente del derecho de acción. vada por falta de accionabilidad.34
En relación a este elemento, es im-
portante insistir en la obligación que pesa
9. LA ACCIONABILIDAD sobre el actor, en orden a indicar de un
modo concreto la tutela que solicita. Lo
La accionabilidad dice relación con la anterior es consecuencia de que la res-
posibilidad que tienen los tribunales de puesta jurisdiccional debe darse siempre
conceder la protección jurídica que soli- a problemas reales, no hipotéticos o even-
cita el actor.32 tuales; constituye una grave anomalía del
Esta tercera exigencia del derecho de petitorio de la demanda que la protec-
acción se verifica en el proceso civil exa- ción jurídica sea formulada en términos
minando el petitum o parte petitoria de la ininteligibles o de un modo condicional.35
demanda. Allí el actor debe señalar cuál
es la concreta tutela jurisdiccional que
solicita, enunciando, en forma precisa y 33
clara, las peticiones que se someten al Sobre el tema, MARTÍNEZ ESTAY, José Ignacio,
Jurisprudencial Española sobre Derechos Sociales, Barce-
fallo del tribunal (art. 254 Nº 5 CPC). lona: Cedecs, 1997, especialmente pp. 67-91.
La accionabilidad se verifica a la luz del 34
Una explicación reciente en PEÑAILILLO A RÉ-
ordenamiento jurídico, esto es, conside- VALO , Daniel, Las Obligaciones, Santiago: Editorial
rando si el conflicto promovido merece o Jurídica de Chile, 2003, pp. 149-164.
35
puede ser objeto de protección jurisdic- Desde los canonistas en adelante ha sido pa-
cífico entender que un atributo esencial de toda
cional. sentencia es que ella debe ser cierta, no dudosa ni
Es una realidad que no todo conflic- condicionada. Atentaría contra la certeza que debe
to de la vida social puede ser materia del otorgar toda sentencia que ella sea dada bajo una
derecho de acción. condición, razón por la cual si ella es dada de esa
forma, se le estimaba nula (sobre este tema, mayo-
res antecedentes, LLOBELL TUSET, Joaquín, Historia
de la motivación de la sentencia canónica, Zaragoza,
32
DE LA OLIVA, Andrés, Sobre el derecho a la tute- 1985, pp. 58 ss., especialmente pp. 77-78. La prohi-
la jurisdiccional, ob. cit., p. 47. bición de la sentencia condicional fue recogida por

24
La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción

En el plano jurisprudencial se ha re- procesales, resultando útil considerar la


suelto que “es viciosa la resolución judicial distinción teórica entre excepciones proce-
sometida a condición y carece de toda efica- sales y materiales.
cia”.36 Y que “debe rechazarse la demanda en
que se ejercita una acción condicional,... o a) Las excepciones procesales
sea, se pide se reconozca un derecho, pero so-
Son aquellas que se fundan en la au-
metido a la eventualidad de que los descubri-
sencia de presupuestos de carácter pro-
dores quieran o puedan hacer declaraciones de
cesal, que estimados por el tribunal,
esta clase, que vendrían a depender, para su
impiden emitir un pronunciamiento so-
cumplimiento, de terceros ajenos al pleito en
bre el fondo. Con la oposición de estas
que se dictan. La resolución que diera lugar a
excepciones se pone de manifiesto que,
semejante demanda sería puramente teórica y
en un determinado proceso, no se están
quedaría en la imposibilidad de cumplirse, lo
dando las exigencias formales para que
que no es el rol de las sentencias judiciales”.37
el juez pueda emitir válidamente un pro-
nunciamiento sobre la acción objeto del
juicio.
10. LA EXCEPCIÓN COMO DERECHO
Las excepciones procesales compren-
DEL DEMANDADO
den cuestiones que van desde la forma
de los actos procesales (v. gr., la inepti-
El demandado, frente a la protección
tud del libelo) a la observancia de condi-
jurisdiccional que solicita el actor o de-
ciones de validez para que la relación
mandante, tiene derecho a defenderse,
procesal surta sus efectos, como ocurre
normalmente oponiendo excepciones o
con los presupuestos procesales de la ju-
formulando alegaciones o defensas.
risdicción y de la competencia. A través
La excepción es un concepto jurídi-
de las excepciones de esta clase lo que se
co que ha tenido una interesante evolu-
quiere evitar es el pronunciamiento de
ción.38 Aunque hay muchos aspectos
una sentencia que luego sea declarada
todavía controvertidos, la doctrina ha lo-
ineficaz por alguna causal de nulidad, por
grado cierto consenso en torno a que la
su imposibilidad de ejecución o por esti-
excepción no apunta siempre al mismo
marse como inexistente.
fin jurídico dentro de un proceso. No
Aunque la finalidad de las excepcio-
resulta exacto –por simplista– seguir sos-
nes de este tipo es común, sus efectos de-
teniendo que la excepción es una suerte
penden de la forma como ha permitido
de poder opuesto al derecho de acción.
alegarlas el legislador: a) Si se tramitan
El diverso contenido que se atribuye
como dilatorias y se acoge la excepción
a la excepción obliga a matizar en el aná-
el demandado se libera de contestar la
lisis de los diversos problemas jurídico-
demanda, mientras no se subsane el de-
fecto constatado (art. 308 CPC); b) Si la
las Partidas (III, Título XXII, ley XIV), en los si- ley obliga a oponer conjuntamente las ex-
guientes términos: “...non vale el juzio que es dada so cepciones procesales y materiales, y se aco-
condición...”. ge alguna de naturaleza procesal se debe
pronunciar una sentencia absolutoria de la
36
C. de Ap. de Santiago, 15 diciembre 1892. instancia. En nuestro ordenamiento sigue
G. 1892, t. II, Nº 2.577, p. 690 (C. 3º, p. 691). esta opción técnica, entre otros, el juicio
37
CS 6 de junio 1928, 1er sem., Nº 58, p. 303. sumario (art. 690 del CPC).
R., t. XXVI, sec. 1ª, p. 192.
38
Una síntesis del tema véase en C LARIÁ OL-
MEDO, Jorge, Derecho Procesal, t. I, Buenos Aires, De- b) Las excepciones materiales
palma, 1982, pp. 303-359; VÁSQUEZ SOTELO, José
Luis, “Instituciones saneadoras del proceso civil es- Son todas las que se sustentan en cues-
pañol: excepciones dilatorias y comparecencia pre- tiones de derecho sustantivo y su fin es
via”, en Justicia 87, 1987, especialmente pp. 19-32. enervar la acción. Al ser acogidas provo-

25
Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I

can la absolución del demandado en cepciones radica en lo siguiente: la ex-


cuanto al fondo de la controversia. Caen cepción material busca enervar la acción;
dentro de esta categoría, por ejemplo, las en cambio, la excepción procesal se en-
tipificadas dentro de los modos de extin- camina sólo a evitar un pronunciamiento
guir las obligaciones (art. 1567 CC) y que sobre el objeto del proceso, por la au-
dan vida a las excepciones de pago, com- sencia de un presupuesto procesal o la
pensación, remisión, nulidad, transacción, presencia de un óbice o impedimento
prescripción. procesal.40 Como lo precisa Clariá Ol-
La anterior enumeración no es taxa- medo, las excepciones procesales no se
tiva, ya que el contenido de las excepcio- oponen contra la acción, sino que indi-
nes materiales hay que analizarlo en cada rectamente resisten su ejercicio. El de-
caso a la luz del contenido del objeto del mandante puede intentar nuevamente su
proceso (de condena, declarativo o cons- acción, si el defecto que impidió entrar a
titutivo). Sobre el particular es pertinen- fallar el fondo es subsanable.41
te recordar la sentencia de la Corte Por último, en relación a alegaciones
Suprema de 18 de mayo de 1964, al ex- o defensas que puede formular el actor,
presar que “nuestra legislación no define lo se trata de figuras de difícil delimitación,
que es una excepción que se opone a la de- que en general apuntan a negar el dere-
manda, tampoco las ha señalado todas, y no cho reclamado por el actor.
ha podido hacerlo, dado su número y varie-
dad”.39
Constituye un principio elemental que 11. LOS PRESUPUESTOS
todo demandado tenga el derecho a opo- PROCESALES
ner excepciones. El tipo de excepciones
y el número de las que pueda oponer en El concepto de presupuestos procesa-
un determinado juicio depende de lo que les fue expuesto por primera vez por el
establezca el legislador para cada proce- jurista alemán Óscar von Bülow (1837-
dimiento, según se trate de procesos de- 1907), en su libro La teoría de las excepcio-
clarativos o de procesos ejecutivos. nes procesales y los presupuestos procesales,
Con la constitucionalización del dere- publicado en 1868. Dicha monografía tie-
cho procesal el derecho de defensa ha ne el mérito de haber propuesto una ex-
pasado a tener el rango de garantía cons- plicación del proceso como una relación
titucional. Sin embargo, esta realidad no jurídica.42 Esta aportación fue capital para
impide que por razones técnicas se pue- separar al derecho procesal del derecho
da restringir el derecho a oponer excep- civil. El avance que supuso esta teoría fue
ciones, como ocurre en el proceso ejecu- superlativo, porque de ella se derivaron
tivo, con mayor o menor intensidad. Las doctrinas importantísimas sobre el dere-
restricciones que pueden operar en el ré- cho procesal de acción, se perfilaron re-
gimen de excepciones en un determina- laciones entre derecho procesal y el
do procedimiento no constituyen por sí derecho material, se fijaron los poderes
mismas un agravio; la infracción al debi-
do proceso, en rigor, surge sólo cuando 40
no se establecen resguardos para garanti- Por ejemplo, la litispendencia. En este caso
la relación procesal podría estar correctamente con-
zar la igualdad procesal, reconociendo al figurada, pero la presencia de esta situación jurídi-
demandante un privilegio exhorbitado. ca impide que el segundo juicio siga adelante, por
Como se puede apreciar, la diferen- haber uno anterior donde está deducida la misma
cia sustancial entre ambos tipos de ex- acción.
41
Cfr. CLARIÁ OLMEDO, Jorge, Derecho Procesal,
ob. cit., p. 337.
42
VON BÜLOW, Óscar, La Teoría de las Excepcio-
39
CS 18 de agosto de 1964, Fallos del Mes, Nº 69, nes Procesales y de los Presupuestos Procesales, tr. Miguel
p. 179. Ángel Rosas, Buenos Aires, E.J.E.A., 1964.

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La protección de los derechos e intereses legítimos en el proceso a través de la acción

del juez y de las partes en el proceso y se actor tiene derecho a que el órgano ju-
establecieron las respectivas obligaciones risdiccional acceda a la tutela jurídica so-
de los protagonistas del mismo.43 licitada en el proceso. Por lo mismo, para
Como toda relación jurídica, la de na- que nazca la obligación del órgano juris-
turaleza procesal tiene unos requisitos de diccional de pronunciarse sobre el fondo
validez. Von Bülow definía a los presu- del asunto controvertido basta que la ac-
puestos procesales como “las condiciones ción sea afirmada mediante el acto de la
para la constitución de la relación jurídi- pretensión. El planteamiento anterior se
ca procesal” o como “los requisitos a que ve reforzado, cuando se puntualiza que
se sujeta el nacimiento de aquélla”, o bien, el examen de las condiciones de la ac-
“como las condiciones previas para la tra- ción se debe realizar en la sentencia y no
mitación de toda relación procesal”. Se en una etapa anterior.45
comprenden bajo esta denominación aque- Si se han cumplido los presupuestos
llos elementos formales que se precisan procesales, al juez no le está permitido
para que una relación procesal surja váli- excusarse de resolver el asunto, dictando
damente. En su explicación originaria los una sentencia absolutoria de la instancia fun-
llamados “presupuestos procesales” se re- dada en sus dudas personales o en una
ferían a todo el proceso y condicionaban carencia de prueba, atendido que en el
la existencia del mismo. proceso civil moderno está abolido el non
Pese al notable éxito que tuvo la teo- liquet.46
ría de Von Bülow, la doctrina procesal Dicho de otra forma, a la hora de
criticó su excesiva amplitud para definir pronunciarse sobre el fondo el juez pue-
a los presupuestos procesales. En lo me- de adoptar sólo dos posiciones frente a
dular, se objetó que los denominados la petición de tutela jurisdiccional: aco-
“presupuestos procesales” no serían del ger o rechazar la demanda de protección
proceso, ya que en muchas ocasiones jurídica, en ambos casos total o parcial-
existía proceso aunque este careciera de mente. Si no cumple con esta obligación,
algún determinado requisito, resultando se estará frente a una omisión de la cues-
por lo mismo exagerado negar su exis- tión controvertida, que permitirá anular
tencia. la sentencia por la causal de casación en
De acuerdo con la moderna orienta- la forma del art. 768 Nº 5 del CPC.
ción, se pueden definir los presupuestos El expediente técnico al que recurre
procesales como aquellas circunstancias el proceso civil para obligar al juez a fa-
formales, establecidas por la ley procesal, llar el fondo –cuando se cumplen los pre-
que deben concurrir en el proceso para supuestos procesales– proviene de una
que sea posible la resolución sobre el fon- conjugación entre el contenido del prin-
do del asunto sometido a la considera- cipio de la inexcusabilidad y la existencia
ción judicial, las cuales deben, además, de la carga de la prueba.
observarse de oficio (esto último no se Conforme al principio de la inexcu-
ha discutido de la tesis de Von Bülow).44 sabilidad, el juez tiene la obligación de
Para la existencia de una relación pro- pronunciarse siempre sobre el fondo de
cesal válida se exige sólo la observancia la cuestión controvertida, impidiendo que
de los presupuestos procesales y no es
necesario, en rigor, que exista la acción;
si la acción existe, sólo en ese evento el 45
En esta orientación cfr., MANDRIOLI, Crisan-
to, “Riflessioni in tema di ‘petitum’ e di ‘causa pe-
tendi’, en Rivista di Diritto Processuale, 1984,
43
Cfr. GÓMEZ COLOMER , Juan Luis, “Óscar t. XXXIX, pp. 464-480.
46
Bülow”, en Juristas Universales, Madrid: Marcial Pons, Sobre el tema en el derecho histórico, TO-
2004, t. III, pp. 452-454 PASIO F ERRETTI, Aldo, “Las facultades del juez en la
44
Cfr. LÓPEZ SIMÓ, Francisco, La jurisdicción por historia del derecho hispánico y chileno”, RCS,
razón de la materia, Madrid: Trivium, 1991, pp. 46 ss. Universidad de Valparaíso, Nº 24, 1984, pp. 211 ss.

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Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I

pueda esgrimir la falta de ley que resuel- 1º) Presupuestos procesales relativos al órgano
va el conflicto. jurisdiccional
Por su parte, la carga de la prueba auxi- a) La jurisdicción de los tribunales,
lia la tarea del juez al imponer a las par- también designada como “compe-
tes la obligación de probar los elementos tencia judicial internacional”
constitutivos, extintivos o modificatorios b) La competencia
que fundamentan de respectivas acciones c) La imparcialidad del juzgador
o excepciones. Si no cumplen con lo an-
2º) Presupuestos procesales relativos a las par-
terior, tendrán que soportar las conse-
tes
cuencias desfavorables de su omisión o
a) La capacidad procesal
insuficiente actividad probatoria, conside-
b) La postulación procesal (patroci-
rando que no probar un derecho es lo
nio y poder)
mismo que no tenerlo.
c) La representación
A esta altura debería quedar clara la
profunda diferencia que media entre ac- 3º) Presupuestos procesales relativos al proce-
ción y presupuestos procesales. Los pre- dimiento
supuestos procesales son las exigencias a) El emplazamiento legal del de-
formales imprescindibles para obtener un mandado
pronunciamiento sobre el fondo en una b) La aptitud formal de la demanda
determinada relación procesal. La acción, c) La adecuación del procedimien-
en cambio, es el derecho público subjeti- to a la acción objeto del proceso.
vo que permite obtener una sentencia so- Nuestra legislación no se refiere a los
bre el fondo. presupuestos procesales, pero no hay duda
La separación entre estos conceptos que tal categoría doctrinal se reconoce im-
se hace patente al considerar que en mu- plícitamente en las decenas de disposicio-
chos casos se constata el desarrollo de un nes legales que reglamentan las exigencias
proceso, aunque en definitiva el deman- de la relación procesal que aquí se pre-
dante no esté provisto de acción. Esta si- sentan de manera esquemática.
tuación se explica porque los supuestos En el siguiente volumen nos deten-
para incoar la actividad jurisdiccional dis- dremos a desarrollar el contenido de este
curren separadamente del derecho de ac- cuadro general.
ción, que en principio está reservado para
ser constatado en la sentencia definitiva.

radica en la sanción que se debe aplicar por su omi-


12. CLASIFICACIÓN DE LOS sión en la relación procesal; en los de validez la in-
eficacia es la nulidad procesal; en los de existencia,
PRESUPUESTOS PROCESALES como su nombre lo indica, si faltan, conllevan la
inexistencia de la relación procesal. (Cfr. MANDRIO-
Sin perjuicio de las legítimas diferen- LI, Crisanto, Corso di diritto processuale civile, Torino:
cias doctrinales que existen para delimitar Giapichelli, 2000, pp. 36-37).
los presupuestos procesales, un criterio co- El problema de su determinación se produce
por la dificultad que surge, en algunos casos, para
múnmente aceptado distingue tres grupos:47 distinguir entre presupuestos procesales y los óbi-
ces, impedimentos u obstáculos procesales. En ri-
gor, en la práctica se dan situaciones en las que el
47
Aunque la noción técnica de presupuestos juez queda impedido de pronunciar una sentencia
procesales es de aceptación común, no existe acuer- de fondo, no obstante que concurren todos los pre-
do en la doctrina para señalar cuáles son. Algunos supuestos procesales. Los ejemplos más típicos se
autores proponen distinguir entre presupuestos de dan cuando se acoge una excepción de litispenden-
existencia y presupuestos de validez o procesabili- cia, de cosa juzgada o el beneficio de excusión del
dad. La diferencia fundamental entre unos y otros fiador.

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