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Grecia

GENERALMENTE se acepta que los orígenes del mundo occidental contemporáneo se


encuentran sobre todo en la cultura griega, que se desarrolló desde antes del siglo VII a.C.,
hasta la muerte de Alejandro, ocurrida en el año 323 a.C. En este breve lapso, de no más de
500 años, y en un grupo sorprendentemente poco numeroso de pequeñas comunidades
portuarias, repartidas sobre todo en las islas y costas de los mares Egeo y Adriático, se
enunciaron por primera vez casi todos los principios generales de la política, las leyes, la
literatura, la poesía, las artes, la filosofía y otras características más de la civilización que
actualmente predomina en Occidente. La otra cultura que también aportó un componente
crucial en los orígenes de la nuestra fue la judía, que nos dio los elementos básicos de la
religión cristiana. Naturalmente, para los pueblos del hemisferio occidental, surgidos a
principios del siglo XVI como consecuencia del encuentro entre la cultura española y las
civilizaciones precolombinas mesoamericanas y sudamericanas, la historia incluye otros
orígenes más, aparte del griego y del judío ya mencionados, me refiero a la inmensa riqueza
de las culturas indígenas del nuevo continente, que a pesar de su derrota frente a los
conquistadores y del intento brutal de su obliteración completa, desencadenado a partir de
la caída de Cuauhtémoc y de Manco Capac, siguió y ha seguido influyendo en la realidad
existencial cotidiana del hombre latinoamericano.

Desde el punto de vista de la evolución histórica del pensamiento científico, que representa
el interés central de estas páginas, la confluencia de los tres principales antecedentes de
nuestra cultura latinoamericana (griego, judío e indígena mesoamericano) ha resultado en
un producto sui generis,que en vez de declararse partidario de cualquiera de sus tres
orígenes, ha decidido intentar conciliarlos y vivir lo mejor que se pueda a la sombra de tres
paraguas. Si la reunión de dos culturas diferentes (la griega y la judía) tomó más de 1 500
años para generar un producto más o menos estable (me refiero a la cultura europea de los
siglos II al XVI de nuestra era), la síntesis de tres culturas distintas podría tomar 3 000
años. Pero precisamente a partir del siglo XVI se agregaron nuevos elementos a la cultura
europea que rompieron la unidad característica de la Edad Media y contribuyeron a la
mejor y más clara diferenciación de los distintos países de Europa; por supuesto, me refiero
al Renacimiento humanista, al protestantismo (que culminó con la reforma religiosa) y a la
revolución científica. Estos movimientos tuvieron más o menos éxito en distintas
comunidades europeas, pero en general puede decirse que fueron los países del hemisferio
norte los que los adoptaron con menos problemas. En cambio, España siguió otro camino.

El Renacimiento humanista proclamaba que debían rescatarse los textos originales de la


literatura clásica, el estilo arquitectónico, las artes, y en general toda la cultura helénica y
romana. Tal postura traducía no sólo un cambio de gustos, sino una transformación mucho
más profunda: los humanistas descartaban la idea medieval de que el mundo es un valle de
lágrimas y la vida un breve y amargo paréntesis entre la nada y la gloria o la condena
eterna, y en su lugar proponían que la tierra es un sitio maravilloso y que la vida debe estar
dedicada a disfrutarla, al margen de lo que ocurra después de la muerte (si es que ocurre
algo). El protestantismo surgió como una revuelta en contra de la corrupción en la Iglesia
católica, apostólica y romana, y en poco tiempo se transformó en un reto a la autoridad
absoluta de las Sagradas Escrituras, según la interpretación de los prelados en turno; la
reforma de la Iglesia se basó en la relación directa del hombre con Dios, sin la mediación
de otros hombres o de otras estructuras. La revolución científica empezó por eliminar a la
Tierra del centro del universo y al hombre del centro de la creación; además, cuestionó la
autoridad del dogma como la última corte de apelación de la verdad y en su lugar propuso a
la naturaleza. En términos cronológicos, los tres movimientos mencionados (humanismo,
reforma religiosa y revolución científica) se iniciaron en el brevísimo plazo de dos siglos
(XVI a XVIII) pero crearon un parteaguas definitivo en la cultura europea.
La civilización griega ocupaba un amplio territorio al Sur de la Península de los
Balcanes, la llamaban La Hélade y a sus habitantes helenos. Su cultura y costumbres son el
origen de nuestra forma de vida actual.

Los helenos se consideraban miembros de una comunidad porque hablaban la misma


lengua, adoraban a los mismos Dioses y tenían idénticas costumbres.

A partir del 800 a.C. se consolidaron las polis o ciudades-estado, gobernadas por un rey
ayudado por una minoría de nobles guerreros que poseían las tierras en las que trabajaban
esclavos. Este sistema político se llamó oligarquía o gobierno de unos pocos, por debajo
estaban campesinos, artesanos, comerciantes y esclavos.

Destacaron por colonizar el Mediterráneo buscando materias primas.

Durante el S. V a.C. las presiones populares dieron paso a un nuevo sistema político,
la Democracia o Gobierno del pueblo. En este siglo las polis se unieron para frenar al
Imperio Persa en Las Guerras Médicas (500-479 a.C.). Más tarde, acabaron luchando
entre ellas en dos bandos, uno dirigido por Atenas y el otro por Esparta, en las
guerras del Peloponeso (431-404 a.C.) con la victoria de Esparta. Tras las guerras la
polis quedaron arruinadas y entraron en una época de decadencia.

2. Historia

La cultura romana
Autor: Felipe Pigna
Roma fue incorporando nuevos elementos culturales al ritmo de sus conquistas, sobre todo
de la tradición helenística, y los romanos fueron imponiendo, a su vez, sus valores
culturales a lo largo de su imperio en el proceso que se conoce como romanización. Un
claro ejemplo de esto es la expansión de la lengua oficial romana, el latín, que comenzó a
hablarse en todo el imperio. De esta lengua derivarán gran parte de los idiomas modernos,
como el italiano, el español y el francés.

El florecimiento de la cultura romana se dio en la época de Augusto, en la que se desarrolló


un notable movimiento artístico y literario al que se llamó "la edad de oro" o "el siglo de
Augusto".

Literatura
El pasado, el porvenir, el hombre, su conducta y la gloria de su patria fueron los principales
temas de la literatura romana. Es notable la influencia griega en las formas y en los
contenidos.

Los historiadores romanos se esforzaban por recordar a sus contemporáneos su pasado


glorioso e incentivar su espíritu patriótico. El propio Julio César (100-43 a. C.) escribió
libros históricos como Comentarios de la guerra de las Galias y Comentarios de las
guerras civiles, donde narra episodios de los que fue protagonista. Tito Livio (59 a. C.) fue
junto con Tácito (55-120 a. C.) uno de los más grandes historiadores romanos. Escribió
Historia de Roma, que sigue siendo hoy una imprescindible fuente de consulta.

En teatro, se destacaron Plauto (254-184 a. C.), autor de comedias populares sobre la vida
cotidiana, y Terencio (185-159 a. C), que escribía para los sectores más ilustrados tomando
las enseñanzas y consejos de los autores griegos.

Los grandes poetas fueron Cátulo (87-54 a. C.), que usó la ironía para hablar de los
políticos romanos; Horacio (65 -8 a. C.), quien describió en su poesía el ambiente popular
de Roma, y Virgilio (70-19 a. C.), que fue llamado el gran poeta nacional. Éste último fue
un gran amigo de Augusto y a su pedido escribió Las Geórgicas donde exalta el
sentimiento nacional y el amor a la tierra. En la Eneida relata los orígenes de Roma,
tomando como ejemplo a la Ilíada.

El gran maestro de la oratoria (el arte de escribir y decir discursos) fue Cicerón (106-43
a.C.) Fueron célebres sus discursos como Las Catilinarias, en las que denuncia una
conspiración contra la república. También se destacó como pensador y filósofo.
El gran filosofo romano fue Séneca (4 a. C.-65 d. C.) autor de varias obras filosóficas y de
tragedias en verso. Dijo: "El dinero no cambia a los hombres, simplemente los
desenmascara".

El derecho romano
El conjunto de leyes e instituciones judiciales creadas por los romanos son la base de
nuestro sistema jurídico actual. El sujeto del derecho romano era el ciudadano, al que se le
aplicaban normas para regular la vida social: sus relaciones laborales, familiares,
comerciales y privadas. En el año 121 el emperador Adriano ordenó la recopilación de
todas las leyes vigentes en un código llamado Edicto Perpetuo. Con este documento se
eliminaban las diferencias de interpretación de los jueces.
La Cultura Romana

Marsella Cruz

La cultura romana es, en realidad, una fusión de muchas culturas,


particularmente de Grecia, y las culturas de Oriente (Mesopotamia y Egipto).

Como hemos visto, el latín fue un componente importante que unificó a todos los
pueblos conquistados por los romanos, de ahí que el idioma les facilitara la
asimilación de otras culturas y la universalización de la cultura romana.

En la construcción los romanos perfeccionaron la utilización del arco, con lo cual


construyeron enormes acueductos y puentes. Asimismo la tecnología para la
construcción de caminos, que fueron uno de los grandes orgullos de Roma, aún
se utiliza. Sus sistemas hidráulicos les permitieron regar grandes extensiones de
sembradíos, y la construcción de sus drenajes resultó de enorme utilidad para la
época. A diferencia de los griegos, los romanos no le dieron mayor importancia a
la física, las matemáticas o la astronomía. En ciencias naturales Plinio y Séneca
fueron meros recopiladores de los conocimientos que en la época ya existían.

Respecto de la medicina, Galeno descubrió que las arterias contenían sangre, y


no aire como lo creía Aristóteles. Sin embargo no pudo llegar al conocimiento de
la circulación de la sangre. Asimismo, descubrió que el corazón humano tenía
válvulas, pero no concluyó que éste trabajaba como una bomba, no obstante
describió bien el funcionamiento de los órganos del tórax y del abdomen.

Sin embargo, un dato curioso es que los romanos inventaron la cesárea para
atender un parto difícil de las mujeres que tenían una cadera estrecha. Se dice
que Julio César nació de esta manera, de ahí que a esta técnica se le llame
cesárea.

Roma imponía sus estructuras políticas y administrativas a los países que iba sometiendo,
pero esto no impedía que asimilara las riquezas culturales extranjeras con gran facilidad.

Los romanos fueron profundos admiradores de las ciudades de Grecia y de Oriente. Así por
ejemplo, de estas últimas, introdujeron y luego adaptaron el arco, la bóveda y la cúpula.
Esto dio a la arquitectura romana la monumentalidad que la caracteriza. En los templos se
copiaron algunos elementos griegos, aunque el Panteón de Roma resultó ser una revolución
artística, por ser de base circular y tener una cúpula, en comparación con los templos
griegos, que eran rectangulares.

Algunas obras arquitectónicas romanas destacadas fueron los arcos de triunfo, las columnas
conmemorativas y las basílicas.

En cuanto a las obras públicas, destacan la construcción de calzadas (carreteras rectas como
la Vía Appia), puentes, acueductos, los baños públicos y las termas.
En la escultura romana se distingue su inclinación por los retratos y el realismo. Así, son
conocidos sus bustos y sus estatuas cuestres. Además, os romanos se destacaron por tallar
bellos relieves históricos en sus arcos de triunfo y columnas.

También se vio difundida la decoración de las casas y algunos edificios (como los baños),
con bellos y magníficos frescos y mosaicos. Las pinturas mejor conservadas son los
murales de Pompeya, que muestran los distintos estilos que se sucedieron desde el siglo II
a. C. hasta la destrucción de la ciudad, en el 79 d.C.
Introducción a las "Cruzadas"

Marsella Cruz

Hacia Finales del siglo XI se inicia un movimiento de inspiración religiosa


denominado Las cruzadas. El motivo principal fue la necesidad de los cristianos
de recuperar las tierras santas ocupadas por los musulmanes.

Desde el año mil muchos cristianos acudían a las peregrinaciones que se


realizaban a Tierra Santa. En esa época aún no ponían obstáculos para que se
llevaran a cabo, sin embargo, después de la conquista de Asia Menor, Siria y
Palestina, realizada por los turcos, hicieron que la situación cambiara. Los
cristianos con el fin de protegerse de los turcos se organizaban en grupos
armados, y muy pronto las peregrinaciones se convirtieron en verdaderas
expediciones guerreras. Por otro lado, los cristianos veían las riquezas de
aquellas tierras y empezaron a pensar en su conquista.

A finales del siglo XI los turcos amenazaron a Bizancio, que entonces era nada
menos que la representación más importante de la cristiandad, entonces el papa
Urbano II solicitó la ayuda de franceses, alemanes, normandos flamencos y
provenzales para que se levantaran en armas y defender las tierras cristianas; de
esta manera se inició la Primera Cruzada.

Los cruzados, durante las ocho guerras que se llevaron a cabo fueron los
siguientes:

Primera cruzada
Introducción

Fueron expediciones militares realizadas por los cristianos de Europa occidental,


normalmente a petición del Papa, que comenzaron en 1095 y cuyo objetivo era recuperar
Jerusalén y otros lugares de peregrinación en Palestina, en el territorio conocido por los
cristianos como Tierra Santa, que estaban bajo control de los musulmanes. Los
historiadores no se ponen de acuerdo respecto a su finalización, y han propuesto fechas que
van desde 1270 hasta incluso 1798, cuando Napoleón I conquistó Malta a los Caballeros
Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, una orden militar establecida en esa isla durante las
Cruzadas. El vocablo cruzada (de ‘cruz’, el emblema de los cruzados) se aplicó también,
especialmente en el siglo XIII, a las guerras contra los pueblos paganos, contra los herejes
cristianos y contra los enemigos políticos del Papado. Por extensión, el término se emplea
para describir cualquier guerra religiosa o política y, en ocasiones, cualquier movimiento
político o moral. Así, en España, los alzados contra el gobierno republicano en 1936 pronto
denominaron a la guerra iniciada por ellos mismos (1936-1939) Cruzada, por considerar
que su objetivo era vencer el ateísmo.

2. Contexto Histórico

El origen de las Cruzadas está enraizado en el cataclismo político que resultó de la


expansión de los Selyúcidas en el Próximo Oriente a mediados del siglo XI. La conquista
de Siria y Palestina llevada a cabo por los Selyúcidas islámicos alarmó a los cristianos de
occidente. Otros invasores turcos también penetraron profundamente en el igualmente
cristiano Imperio bizantino y sometieron a griegos, sirios y armenios cristianos a su
soberanía. Las Cruzadas fueron, en parte, una reacción a todos estos sucesos. También
fueron el resultado de la ambición de unos papas que buscaron ampliar su poder político y
religioso. Los ejércitos cruzados fueron, en cierto sentido, el brazo armado de la política
papal.

En un esfuerzo por entender por qué los cruzados las llevaron a cabo, los historiadores han
apuntado como razones el dramático crecimiento de la población europea y la actividad
comercial entre los siglos XII y XIV. Las Cruzadas, por tanto, se explican como el medio
de encontrar un amplio espacio donde acomodar parte de esa población en crecimiento; y
como el medio de dar salida a las ambiciones de nobles y caballeros, ávidos de tierras. Las
expediciones ofrecían, como se ha señalado, ricas oportunidades comerciales a los
mercaderes de las pujantes ciudades de occidente, particularmente a las ciudades italianas
de Génova, Pisa y Venecia.

Aunque estas explicaciones acerca de las Cruzadas quizá tengan alguna validez, los
avances en la investigación sobre el tema indican que los cruzados no pensaron encontrarse
con los peligros de enfermedades, las largas marchas terrestres y la posibilidad de morir en
combate en tierras lejanas. Las familias que quedaron en Europa tuvieron que combatir en
muchas ocasiones durante largos periodos de tiempo para mantener sus granjas y sus
posesiones. La idea de que los cruzados obtuvieron grandes riquezas es cada vez más difícil
de justificar; la Cruzada fue un asunto extremadamente caro para un caballero que tuviera
el propósito de actuar en Oriente si se costeaba por sí mismo la expedición, ya que
probablemente le suponía un gasto equivalente a cuatro veces sus ingresos anuales.

Sin embargo, a pesar de ser una empresa peligrosa, cara y que no daba beneficios, las
Cruzadas tuvieron un amplio atractivo para la sociedad contemporánea. Su popularidad se
cimentó en la comprensión de la sociedad que apoyó este fenómeno. Era una sociedad de
creyentes, y muchos cruzados estaban convencidos de que su participación en la lucha
contra los infieles les garantizaría su salvación espiritual. También era una sociedad
militarista, en la que las esperanzas y las ambiciones estaban asociadas con hazañas
militares.

Introducción

Algunos economistas entienden que el capitalismo comenzó en la baja edad


media, hacia los siglos XIII o XIV. Otros identifican el feudalismo con la edad
media y consideran que el capitalismo es el sistema que vino después, es decir, a
partir del siglo XVI, ya que el final de la edad media suele fijarse en la caída de
Constantinopla (1453) o el descubrimiento de América (1492). Otros consideran
que una característica definitoria del capitalismo es la producción industrial en
grandes cantidades, por lo que solo consideran capitalista al sistema que surgió
en Inglaterra tras el invento de la máquina de vapor y la industrialización, en el
siglo XVIII.

Si se acepta el sentido más amplio, se pueden distinguir diversas fases. Se llama


capitalismo mercantil al surgido en la edad media y capitalismo industrial al
surgido tras la industrialización. Lenin utilizó la palabra imperialismo para referirse
a la “fase superior del capitalismo”. Otros prefieren hablar de capitalismo financiero
para referirse al sistema económico dominante en los países de occidente durante
la mayor parte del siglo XX.

Es una economía que mantienen las poderosas relaciones que reduce a los
trabajadores a ser menos autónomos a quien se les niega el valor y la dignidad de
su trabajo que busca por encima de todo el crecimiento de los mercados y de sus
ganancias. El capital es la propiedad que lo produce. Los mercados después de
todo brotan esporádicamente. Estas tendencias inexorables hacia una mayor
especialización y más complicadas formas de comercio, alimentación por nuestro
impulso universal de satisfacer nuestros deseos con el mínimo esfuerzo y
conducirán a un mercado, en que los trabajadores encontrarán que es mejor
cambiar su trabajo por un salario. Estos incluirán por supuesto elementos como
dirección y capital con ganancias.

El capitalismo permite a la gente poseer cualquier cosa que produzca ganancia


como el mercado libre y la competencia. Los capitalistas buscan ganancias
mientras que la competencia obtiene menos ganancia. La competencia siempre
tiene que rebajar los precios al mínimo que el vendedor pueda obtener producción.
Mientras que los propietarios elevan el mercado libre en general en sus propios
negocios buscan limitar la competencia como puedan.

La gente busca satisfacer sus deseos con el mínimo esfuerzo, también los
empresarios buscan ganar el máximo del mínimo trabajo y riesgo. Y el ingreso
proviene del trabajo (como renta de la tierra o ingreso de monopolio), Así los
empresarios buscan capturar la renta donde quiera que puedan.

El capitalismo fue desarrollándose paulatinamente en Europa Occidental, a raíz de


la crisis feudal, fundamentalmente a partir del siglo XVI. Uno de los aspectos que
marca los orígenes del capitalismo es la acumulación de recursos financieros y
técnicos, fenómenos éste que se desarrolla entre los siglos XVI y XVII.
Entre los
siglos XIV y XVII el humanismo jugó un papel primordial en el desarrollo de la cultura europea. En
sus inicios, el movimiento se caracterizó por la voluntad de recuperar, interpretar e imitar los
textos de la Antigüedad grecorromana, así como por el estudio de sus restos arqueológicos; poco
tardó, sin embargo, en activar un ambicioso programa cultural que influyó en casi todas las facetas
que componen la vida intelectual del Renacimiento. Los doce trabajos inéditos que integran este
volumen cubren todo ese espectro: desde la enseñanza de las artes del lenguaje hasta la
revolución de la ciencia moderna, desde la huella que dejó en los estudios bíblicos hasta su
impronta en al artes y en la literatura de su tiempo, desde sus orígenes en Italia hasta su efecto en
la España renacentista.

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El Humanismo - Introduccion
A pesar de que no soy un especialista ni un historiador, se que el humanismo siempre a
resurgido en algunos momentos de la historia. El humanismo se caracteriza por poner al ser
humano como valor central.
Normalmente, en el transcurso de la historia, las personas prefieren creer que hay algo mas
allá que es el responsable de su vida y su destino; es mas sencillo asumir que la culpa de
sus desgracias y fatalidades son responsabilidad de otros; que su destino no depende de él,
etc.
El humanismo vuelve a poner como centro al ser humano, esto tiene una enorme
connotacion puesto que implica hacerse cargo de la propia vida y del propio destino. Si
cada persona asumiera que es responsable ante si misma y ante los demás; el momento
histórico que nos toca vivir sería muy distinto.
En la actualidad, si no te has dado cuenta somos manejados: nos dicen como comportarnos;
nos dicen qué es lo bueno y qué lo malo; nos adiestran para que podamos orientar nuestra
vida en la búsqueda de objetos y cosas secundarias ( como romperte el lomo para acumular
cosas; o dedicar tu vida en la busqueda de prestigio y reconocimiento social ); pero a nadie
lo forman para abordar las relaciones afectivas y menos aun en hacerse cargo en lo que nos
corresponde como ser social.
El humanismo busca elevar al ser humano al nivel que le corresponde; con sus creencias y
sus valores. Pero el bienestar personal está ligado al bienestar de los demás ( por ejemplo:
los indices de robo seguramente bajarian notablemente si la distribucion de los ingresos no
fuera tan tremendamente desigual ). Asi las cosas, mi futuro esta ligado al futuro de los
otros y lo que cada uno hace tiene consecuencias que van mas alla de si mismo.
Esta visión esta bastante alejada de la creencia de la época en la cual se exalta el
individualismo y el pragmatismo ( en la actualidad el mejor ejecutivo es aquél, que logra
las mejores ventajas sin importar que las consecuencias de este acto dañe profundamente a
otros ); de este modo podemos observar como un gobierno "vende" al mejor postor recursos
no-renovables; sin importar que dentro de los proximos 10-20 años, esa zona termine
convertida en un desierto o la tierra dañada a tal punto que no sea explotable hasta dentro
de 100 años mas. Asi, los ejemplos lamentables abundan en todos los puntos del planeta.

Para comprender al humanismo se tomaron como referencia los escritos mas célebres de
Tomás Moro y Desiderio Erasmo de Rotherdam: "Utopía" y "Elogio de la Locura"
respectivamente como base de esta monografía.

Buscando la idea espiritual y humana de estos dos sabios que nos hacen conocer el
humanismo hoy, tanto desde sus comienzos, cuanto desde el fondo de sus almas de
hombres simples, y pertenecientes a una sociedad oprimida por la corona y el cetro papal,
nos adentramos en la letra de sus obras.

Al abordar las siguientes páginas conoceremos sus vidas, pensamiento y legado, que más
allá del tiempo, perduran como ejemplo para todos nosotros.

En cuanto a los autores, debemos tener en cuenta la época en que les tocó vivir, para
entender sus obras.
Se denomina Renacimiento al movimiento cultural que surge en Europa el siglo XIV, y que
se muestra como característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este
entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de un ideal de
perfección, se propone la limitación en todos los ordenes, lo que explica el calificativo de
Renacimiento, pues en verdad, se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales
que habían inspirado aquellos pueblos.

El Renacimiento, desde luego no fue una simple exhumación de las artes antiguas. El
interés por el arte grecorromano fue una consecuencia. En principio, se aspiro a una
renovación en todas las parcelas de la cultura humana, filosofía, ética, moral, ciencia, etc...
encaminada a la hechura de un hombre que fuera comprendido y resumen de todas las
perfecciones físicas e intelectuales. El hombre integral, el genio múltiple, en el que se
concilian todas las ramas del saber en una actitud fecunda, fue la gran creación del
Renacimiento que cristalizo en figuras que mantienen viva la admiración atravez de los
tiempos, como un Leonardo da Vinci, un Miguel Angel, un Rafael.

2. Renacimiento

En los últimos años del siglo XV y a lo largo de la totalidad del XVI se desencadenó un
conjunto de procesos de todo orden que ha recibido el nombre de Renacimiento. Desde la
perspectiva del hombre contemporáneo, este período se caracteriza por un cambio en la
visión del mundo y en los sentimientos que en muchos sentidos puede ser interpretado
como una anticipación inmediata de lo que hoy es el ser humano. Por primera vez se nos
presenta la posibilidad de conocer con una cierta profundidad el aspecto físico y el medio
de vida de los hombres de un tiempo pasado: las técnicas realistas en la pintura y en la
escritura nos han hecho llegar descripciones pormenorizadas de rostros, casas y ciudades.
Por lo demás la correspondencia personal, la costumbre de escribir autobiografías y la
invención de la imprenta han facilitado también la investigación posterior.

Esta época se caracteriza, en otro sentido, por una ampliación de los horizontes históricos y
geográficos. Renacimiento quiere decir ante todo, resurrección de las antiguas
civilizaciones de Grecia y de Roma. La lengua griega hacía tiempo que era enseñada en
Italia y parecía como si la curiosidad y el espíritu de libre investigación que había
caracterizado a la cultura ateniense resurgieran con el estudio del idioma.

El influjo de la cultura romana, por su parte, se hizo sentir también de una manera especial
en Italia, el núcleo geográfico en el que la revolución cultural renacentista se haría sentir
más fuerte. A este hecho no eran ajenos fenómenos como la preponderancia del derecho
romano, la utilización del latín por parte de alguno grupos sociales y la conservación de un
gran número de edificios antiguos.

Pero también el horizonte geográfico del hombre renacentista se había visto ensanchado:
aventureros, comerciantes y misioneros habían descubierto tierras hasta entonces
desconocidas, alcanzando al tiempo las costas orientales de Asia tras circunnavegar el
continente africano.
El desarrollo de los conocimientos científicos había puesto en duda verdades que antaño se
consideraban tan importantes como la forma de la Tierra o el lugar del hombre en el
universo. En este mismo contexto se produjeron importantes cambios en lo que a la vida se
refiere. El principal de ellos fue provocado por la reforma protestante.

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