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Antes de referirnos al fideicomiso stricto sensu es preciso hacer referencia a las sustituciones
hereditarias y a la sustitución fideicomisaria, por cuanto sin tales presupuestos no es posible
determinar aquél.
I. SUSTITUCIONES HEREDITARIAS
1. Concepto y fundamento
La doctrina define la sustitución hereditaria, en general, como una disposición testamentaria por
la cual un tercero es llamado a recibir una herencia o legado en defecto de otra persona o
después de ella.
2. Clases
Como hemos señalado, del concepto de sustitución se han de derivar las dos especies
principales:
Con un mero carácter histórico cabe señalar las llamadas sustitución compendiosa o brevilocua
que reunía en una sola fórmula la sustitución vulgar, pupilar y la ejemplar; y la sustitución
recíproca o mutua, en la que los instituidos se sustituyen recíprocamente.
El Código Civil regula las sustituciones en los artículos 774 a 789 del Código
Civil distinguiendo cuatro tipos de sustituciones: vulgar, pupilar, ejemplar y fideicomisaria. A
su vez, el artículo 789 dispone que “todo lo dispuesto en este capítulo respecto a los herederos
se entenderá también aplicable a los legatarios”.
1. Concepto
Esta definición se deriva del artículo 781 del Código Civil al disponer que “las sustituciones
fideicomisarias en cuya virtud se encarga al heredero que conserve y transmita a un tercero el
todo o parte de la herencia, serán válidas y surtirán efecto siempre que no pasen del segundo
grado, o que se hagan en favor de personas que vivan al tiempo del fallecimiento del testador”.
2. Requisitos
Los requisitos esenciales de la sustitución fideicomisaria se derivan del artículo 781, que se
complementa, principalmente, por los artículos 783, 785, 787 y 788, todos ellos del Código
Civil.
Hay una doble o múltiple vocación hereditaria, que ha de ser consignada de manera
expresa e inequívoca en el testamento, como se corrobora por el artículo 783 párrafo
primero, al disponer que "para que sean válidos los llamamientos a la sustitución
fideicomisaria, deberán ser expresos", aunque no es imprescindible que se designe de
forma nominal al fideicomisario, sino que será suficiente que se pueda identificar por
las circunstancias que respecto del mismo se indique.
El doble llamamiento ha de recaer sobre los mismos bienes y el mismo objeto; por lo
que no habrá sustitución fideicomisaria en el supuesto de ser llamada una persona al
usufructo y otra a la nuda propiedad.
Las normas establecidas en los artículos 781 y 785 tienen carácter imperativo.
3. Límites
Tal y como dispone el artículo 781 las sustituciones fideicomisarias, para ser válidas y surtir
efectos no han de pasar “del segundo grado, o que se hagan en favor de personas que vivan al
tiempo del fallecimiento del testador”.
Esta limitación viene dada por la norma imperativa del artículo 782 del Código Civil al disponer
que “las sustituciones fideicomisarias nunca podrán gravar la legítima, salvo que graven la
legítima estricta en beneficio de un hijo o descendiente judicialmente incapacitado en los
términos establecidos en el artículo 808. Si recayeren sobre el tercio destinado a la mejora,
sólo podrán hacerse en favor de los descendientes”.
Este precepto concuerda con el artículo 813 del Código Civil, sobre intangibilidad de la
legítima.
El artículo 788 del Código Civil se refiere a supuestos que, en puridad, no implican
sustituciones fideicomisarias sino como modos o cargas que pesan sobre el heredero.
El artículo 788 dispone que “será válida la disposición que imponga al heredero la obligación
de invertir ciertas cantidades periódicamente en obras benéficas, como dotes para doncellas
pobres, pensiones para estudiantes o en favor de los pobres o de cualquier establecimiento de
beneficencia o de instrucción pública, bajo las condiciones siguientes:
Si la carga fuere perpetua, el heredero podrá capitalizarla e imponer el capital a interés con
primera y suficiente hipoteca.
a) En relación al fiduciario
A su vez, el fiduciario responde ilimitadamente de todas las deudas del causante, salvo que haya
aceptado la herencia a beneficio de inventario; pero deberá de conservar la herencia, para la
entrega al fideicomisario “sin otras deducciones que las que correspondan por gastos legítimos,
créditos y mejoras, salvo el caso en que el testador haya dispuesto otra cosa”(artículo 783 del
Código Civil).
Por lo tanto, se deberá de distinguir la posición del fideicomisario según que el plazo señalado
no haya transcurrido o la condición no se haya cumplido, y los supuestos en que el plazo o la
condición ya se han cumplido.
El Código Civil sólo se refiere como causa específica de extinción la nulidad de la sustitución
fideicomisaria (artículo 786), aunque tal nulidad no perjudicará a la validez de la institución ni a
los herederos del primer llamamiento; sólo se tendrá por no escrita la cláusula fideicomisaria.
A su vez, la doctrina (Santos Briz) señala como causas de extinción, las siguientes:
La obligación de conservar los bienes, y por lo tanto, su indisponibilidad por parte del heredero
fiduciario, que son las notas esenciales en la sustitución fideicomisaria, pueden ser dispensadas
por el testador en beneficio primer llamado, por lo que aparece la figura del fideicomiso o
legado de residuo.
A esta figura se alude en el artículo 783 párrafo segundo del Código Civil al disponer
que “salvo el caso en que el testador haya dispuesto otra cosa”por lo que se ha de entender que
se permite que el testador autorice al fiduciario para no hacer entrega de la herencia al
fideicomisario.
1. Fideicomiso “si quid supererit” (si queda algo) que confiere al fiduciario un amplio
poder de disposición sobre los bienes, por lo que el fideicomisario sólo recibirá en su
día lo que quede o resta, si algo efectivamente queda de la herencia.
2. Fideicomiso “de eo quod supererit” (de aquello que deba quedar), en el cual el
fiduciario no podrá disponer de algo de la herencia, viniendo obligado a restituir este
algo, más aquello que, pudiendo, no hubiera dispuesto. Por lo tanto, en esta variedad los
fideicomisarios han de recibir siempre un mínimo del caudal hereditario que
necesariamente ha de recaer sobre aquellos que de manera expresa estableció el
testador.
Las facultades del fiduciario en el fideicomiso de residuo serán las que de manera expresa le
establezca el testador, y las mismas se deberán de interpretar de manera restrictiva.