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ALOCUCION AL RECORDAR EL PRIMER MES DEL FALLECIMIENTO DE MI MADRE

Los malos se quedan los buenos se van, dice un refrán popular que se cumple
una vez mas al pie de la letra.
A nombre de la familia TAIPE VIÑAN, quiero hacer llegar el sentimiento de
profunda gratitud a los familiares amigos y allegados que han tenido la gentileza
de acompañarnos en esta ceremonia póstuma, al recordarse el primer mes de
fallecimiento de nuestra madre querida la señora: María Evangelina Viñan Chávez,
mama Evita.
Hoy que han pasado los días de tan infausto acontecimiento, que cubrió de dolor y
luto a nuestras almas, conmemoramos llenos de nostalgia la partida corporal de
nuestra abnegada madre, aquella singular mujer sacrificada, trabajadora y buena
que ofrendo su vida en la búsqueda incansable de mejores días para los suyos.
Hablar de la señora Evita, es hablar de La mujer, de la esposa, de la madre, de la
abuelita de la bisabuelita, abnegada con un espíritu lleno de bondad y ternura que
se a reflejado en su alma como luces infinitas que nos han llenado de alegría y
amor, es decir es nuestro ángel de la guarda en la tierra.
Pues en ella se reflejaron con trasparente lucidez los dones celestiales de la
ternura, el amor, la gratitud y el perdón, así como las humanas virtudes del trabajo,
la persistencia, el ahorro y la perseverancia como los medios mas seguros para
alcanzar la prosperidad.
Esto es lo que nos inculco desde niños con su ejemplo, hoy más que nunca, se
convierte en la mejor herencia.
Gracias mama por su infinito amor, por sus sabios consejos, por su ternura, por
sus bendiciones y sus cuidados.
Gracias por habernos enseñado que el trabajo honrado en la mejor oración que
podemos elevar al criador.
De ella aprendimos La fortaleza, la resignación y la grandeza del alma, con que
los justos hacen frente a todas las tempestades y sacudimientos de la vida.
Ella nos enseñó que ningún ser humano es mas que otro, que la soberbia y el
orgullo son graves pecados.
De mama aprendimos con el ejemplo, la necesidad de trabajar para el pan nuestro
de cada día, de luchar para vencer y de resistir para sobrevivir.
Por ello a pesar de que nuestro hogar quedo desierto, madre querida usted no ha
muerto, se a elevado al cielo cual estrella resplandeciente, para iluminar nuestros
pasos y disipar las tinieblas del camino que nos falta por recorrer.
Hoy viene a mi mente el hogar risueño de nuestra infancia, donde usted era la luz
y la bondad. A si vendrá nuevamente cariñosa y buena, a consolarnos en el
sufrimiento y a compartir las penas desde arriba.
Mamacita usted no a muerto, por que su recuerdo esta en nuestra mente, por que
la muerte verdadera es el olvido, que mejor homenaje a su memoria, que seguir
sus pasos en este mundo, las sabias enseñanzas que nos dejo su sacrificado
ejemplo son la luz que nos guiara siempre.
Finalmente, queridos hermanos, estoy seguro que cuando La suerte adversa nos
envuelva nuestra madre estará lista para ayudarnos y consolarnos desde arriba.
Descanse en paz mamacita querida.

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