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La paciencia del creyente.

Por Gerson Moreno Predicado en la iglesia IUMEC Buga 18 de noviembre del 2018

Introducción

La paciencia es una de las virtudes que sin duda hacen parte del carácter mismo de Dios, es uno de sus atributos
indefectiblemente. No es posible que alguien pueda ejemplificar más la paciencia que Dios mismo, en relación con
los seres humanos pecadores que de manera reiterada y multiplicada por millones ofenden su nombre diariamente.
En lugar de preguntarnos ¿Por qué Dios no ha acabado con nosotros a pesar de todo? Las preguntas giran en torno
a: ¿por qué Dios no resuelve la situación que estoy pasando? Algo muy antropocéntrico como es la costumbre en el
corazón del hombre. La paciencia es un fruto del Espíritu Santo, de tal manera que solo es posible tenerla en la
forma que Dios quiere cuando se ha nacido de nuevo, solo por la fe.

En una sociedad que está acostumbrada a todo instantáneo, la espera es algo absurdo, algo incluso podríamos decir
anticuado y aburrido. Mientras espero, miramos a ver cómo lo podemos resolver más rápido, tomando los atajos y
caminos más cortos posibles, pero es claro que esto no funciona con Dios; siempre se trata de su manera.

Generalmente nuestras expectativas no están alineadas con lo que Dios quiere hacer, es por esto que la frustración,
en ocasiones hace parte de nuestra vida cada vez que vemos contestada una oración, no como lo esperábamos sino
como Dios lo quiso. A pesar de nuestras expectativas, comprender que Dios es el artista por excelencia de demostrar
cómo se gana con la apariencia de ir perdiendo, hay muy buenos ejemplos sobre esto:

 La caída del hombre


 La multiplicación del pecado y el diluvio
 Un pueblo esclavizado en Egipto
 Un pueblo contumaz y rebelde en el desierto
 Jesús mismo en la cruz del calvario
 Los apóstoles decapitados y encarcelados

Definición: Según las 49 cualidades del carácter cristiano, publicadas por Character First

Paciencia vs. Desasosiego

Aceptar una situación difícil sin fijar un plazo para que se resuelva. Es el fruto del Espíritu Santo. Gálatas 5: 22. Mas
el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe…

Según el diccionario Barclay dos palabras griegas que se han traducido como paciencia:

Hebreo

Arak, que significa largura, prolongar algo. Esto tiene todo que ver con la paciencia los ánimos siempre deben
permanecer, alargar…

Romanos 5:5

“HUPOMONE5281

LA VIRTUD VARONIL

Hupomone es una de las palabras más nobles del NT. Normalmente, se traduce "paciencia" o "resistencia", pero,
como veremos, es casi imposible encontrar un vocablo que exprese toda la plenitud del significado de hupomone.
Esta palabra no es muy común en el griego clásico, donde se usa respecto de la duración de un trabajo fatigoso que
un hombre está realizando porque le obligan. También se usa respecto del sufrimiento que ocasiona la punzada del
dolor moral, del shock de guerra y de la venida de la muerte”

Gálatas 5: 22

MAKROTHUMIA3115

LA DIVINA PACIENCIA

El sustantivo makrothumia y el verbo makrothumein son, característicamente, palabras bíblicas. No se encuentran


en absoluto en el griego clásico y, sólo muy raramente, en el griego posterior. Son, en verdad, palabras típicamente
cristianas, pues, como veremos, describen una virtud cristiana que para los griegos no era tal virtud. En el NT,
makrothumia se encuentra catorce veces y, makrothumein, diez. La traducción de la Versión Reina Valera Antigua
oscila entre "resignación" y "paciencia". Estas palabras tienen dos usos.

(I) Makrothumia y makrothumein describen el "espíritu constante que nunca cederá". Es esa "paciencia" y
fe que, finalmente, heredará la promesa. Abraham recibió la promesa porque había "esperado con
paciencia" (He. 6:15). "Paciencia" es una virtud que el cristiano debe tener mientras espera el
advenimiento del Día del Señor; y puede aprender de la "paciencia" del labrador, que espera la cosecha,
y de la "paciencia" de los profetas, que nunca perdieron su esperanza en Dios (Stg. 5:7-10).
(II) Describen la "actitud que un hombre debe tener para con su prójimo". Este es el uso típicamente
neotestamentario de la palabra. Crisóstomo definió makrothumia como el espíritu que podría vengarse
si quisiera, pero que finalmente rehúsa hacerlo.

Idea principal: Todas las cosas se resuelven en la voluntad de Dios que involucra su tiempo, su forma, sus métodos y
sus propósitos que son más altos que los nuestros, en medio de esto el creyente, por la gracia de Dios, aprende a
esperar sin importar la circunstancia.

Implicación teológica

En la palabra de Dios no se exalta la capacidad de espera de los héroes o personas de virtud, sino la esperanza de
Israel y de toda la humanidad que es Dios. La forma en la que él es nuestra esperanza es la forma en la que tenemos
paciencia así no se resuelva la situación como lo esperamos.

Nehemías 9:16-19 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

16 Mas ellos y nuestros padres fueron soberbios, y endurecieron su cerviz, y no escucharon tus mandamientos.

17 No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en
su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y
piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste.

18 Además, cuando hicieron para sí becerro de fundición y dijeron: Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto; y
cometieron grandes abominaciones,

19 tú, con todo, por tus muchas misericordias no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apartó
de ellos de día, para guiarlos por el camino, ni de noche la columna de fuego, para alumbrarles el camino por el cual
habían de ir.

Estos versículos demuestran de manera permanente la paciencia de Dios con los seres humanos, y más con el pueblo
de Israel de manera continua a pesar de toda su soberbia y maldad, Dios le mostró su misericordia y paciencia, en
lugar de mostrarles de su juicio.

Todo el capítulo 9 de Nehemías, muestra todos los pecados que Israel cometió en contra de Dios y a pesar de eso les
mostró su paciencia, no sin darles una corrección como un padre que corrige a sus hijos, pero siempre con la
paciencia necesaria expresada en el tiempo; aunque en ocasiones esta línea de la paciencia fue quebrada y el juicio
de Dios no se hizo esperar más tiempo, como en la rebelión de los hijos de Coré (Números 16).

En el presente estudio se analizará:

1 Reyes 18:41-46

“Esta historia revela que el rey queda totalmente impotente ante la situación. Algunos ven este matiz en la historia
como una forma de subvertir todo lo que representa el rey. Nuevamente, quien está en control es Dios por medio
de su profeta, no el rey.” Comentario bíblico Mundo Hispano

Alrededor de tres puntos importantes relacionados con la paciencia y la espera de una respuesta.

1. La oración como respuesta de la paciencia del creyente versículos 41 y 42


2. La expectación y espera de la respuesta. La transición versos 43 y 44
3. La respuesta final de Dios frente a la sequía de la prueba. Verso 45

1 Reyes 18:41-45 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Elías ora por lluvia

1. La oración como respuesta de la paciencia del creyente versículos 41 y 42

41 Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.

 “Entonces Elías dijo a Acab” En toda la historia de los profetas de Baal donde son avergonzados
públicamente y murtos posteriormente, no se menciona en ningún momento al rey, para el mismo escritor
tiene más relevancia el reto de la sequía y su resolución porque tenía un impacto sobre el pueblo y,
significativamente, también sobre el monarca.
 “porque una lluvia grande se oye” la razón por la cual la lluvia venía era porque había habido una sequía que
había azotado la tierra por cerca de 3 años y medio según nos informa Santiago en epístola en St 5: 17. Estas
sequías eran muy fuertes, tanto que el alimento escaseaba en la tierra. Esta sequía fue el producto de la
corrección de Dios al pueblo de Israel y el instrumento que el Señor usó para hacerle ver al hombre que no
hay Dios fuera de ÉL, en este capítulo se muestran dos situaciones que hacen ver a Dios como Dios, la
muerte de los profetas falsos y la lluvia después de años de sequía.
En 1 reyes 17 muestra cómo se inició el proceso de la sequía en Israel.
No era literal que vinera la lluvia inmediatamente o que necesariamente él la oyera, se trataba de aquella
confianza que el profeta puso en Dios y su palabra como aquel que pondría devolver la lluvía.

Aplicación: A lo largo de todo el relato bíblico Dios ha usado la sequía para varios propósitos relacionados
con la manifestación de su poder:
a. Para probar el corazón del pueblo y que supieran qué tenían por dentro, y así hacerles volver de su mal
camino.
b. Para que en medio de la tentación se obtenga la victoria que solo se tiene apoyado en él, como Cristo.
c. Para revelar el poder de Dios en medio de la dificultad. Cómo el pueblo de Israel que vio el agua salir de
la peña.
d. Nuestra impotencia frente a la resolución de ciertas cosas.
e. Como una consecuencia del pecado.

Así es probada nuestra paciencia, con aquellas cosas que no podemos resolver en nuestros medios y en el
momento, como una sequía, cualquiera sea la razón de ella, el único que puede sacarnos de allí es el mismo
Dios. No es a nuestra manera, como el mismo Acab intentó hacer con sus falsos dioses sidonios, ni tratando
de buscar en los pozos como mandó a su siervo Abdias, sin nigún resultado que volverse a encontrar a Elías
para recordarle que él era quien había sido autorizado por Dios para quitar esta prueba.

¿En quién pones tu confianza en medio de las más duras pruebas y necesidades?

42 Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre
las rodillas.

 “Acab subió a comer y a beber” interesante contraste con la situación que llevaba el pueblo de Israel, la
viuda de Sarepta incluso en unos capítulos antes que mostraban la miseria más impresionante, mientras que
el rey solo le bastaba llegar a su lugar, a sus aposentos para sencillamente comer y beber. La comodidad por
lo general hace que con el tiempo se desconozca quién es Dios, la viuda entre tanto concluyó acerca de
quién era Elías y cuál era el poder de la palabra de verdad del Señor, 1 reyes 17: 24. No pudo enfrentar más
calamidades en el tiempo que el profeta estuvo con ella, pero al mismo tiempo vio la mano del Señor a lo
largo de sus sequias.
Aplicación: la bienaventuranza en medio de las circunstancias que se muestran en nuestras vidas con una
manifestación de la misericordia y grandeza de Dios en nuestra vida. La comodidad para los impíos en
ocasiones termina siendo una de las causas de su perdición, ya que no se sumergen en la desesperanza que
requiere de la intervención de Dios. En esto consiste la paciencia del creyente en la confianza que pone en
un Dios que no defrauda la esperanza en esta vida o en la otra.

 “Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas.”
La actitud del profeta es de humillación de postración total ante Dios, en la cual, nos aclara Santiago “oró
fervientemente…” no solamente por la sequía sino también por la lluvia cuando había de regresar, esta
oración demuestra la dependencia que demuestra la paciencia mientras se espera. La paciencia requiere de
la oración continua, cuando esto no se encuentra en medio de las situaciones que vives en casa, en el
trabajo, con las personas que te rodean, entonces estarás a punto de tomar la situación por tus propias
manos para intentar darle la solución, que a tu propio juicio, es la más conveniente.

Aplicación. Las medidas desesperadas del hombre en ocasiones no se encuentran alineadas con la oración
con el mejor recurso, nuestro entendimiento se nubla y nuestras emociones empiezan a tomar la delantera
en lugar de lo que es razonablemente correcto para un creyente. Orar, esta disciplina espiritual no se
encuentra en los planes de un incrédulo, porque todo deben intentar resolverlo.
El salmista lo pone en perspectiva lo que realmente se hace en la paciencia de esperar la respuesta de Dios
a la situación y el resultado de su oración y clamor a Dios todopoderoso.
Al músico principal. Salmo de David.
Salmo 40:1-5
40 Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;


Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Lo interesante de este versículo no es que el salmista dijo: “y respondió mi clamor conforme a todo lo que le
pedí” sino hace una declaración diferente, sobre la calma y la afirmación sobre lo verdadero, sobre Cristo
mismo, el resultado de esta oración paciente es el enderezar los pasos y dirigirlos hacia Dios nuevamente.
La impaciencia, la irritabilidad y la desesperanza son parientes todas que actúan en nosotros como el pozo
de la desesperación, del lodo cenagoso que hace que por más que nos movamos para salir nos hundimos
más y más. El pozo un lugar de encierro profundo del cual nadie nos oye, pero Dios “se inclinó a nosotros” y
nos afirmó.
3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.

4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,


Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;


Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.

La oración como medio de esperar como Dios resuelve la situación tiene solo dos desenlaces posibles.

a. Cuando la oración no es contestada como esperamos:


La oración de Jesús en Getsemaní. Este es un episodio en el que Jesús ora a su padre, allí en el secreto tal
como les enseñó a sus discípulos diciendo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como
yo quiero, sino como tú”. Mateo 26:39 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Esta negativa de la oración de Jesús fue asumida inmediatamente por el hijo, diciendo no se haga mi
voluntad. Esta es la máxima de la paciencia, estar dispuesto a aceptar su voluntad, cuando esta no está
alineada con la nuestra que es lo que generalmente pasa.

“Tenemos la tendencia de pensar que, como hijos de Dios, El nos tiene que bendecir
constantemente y nunca debe castigarnos… Esta es nuestra manera de pensar, pero basada en una
falacia. La mente de Dios es eterna, y sus caminos son tan infinitamente superiores a los nuestros,
que tenemos que comenzar por pensar que no siempre entendemos inmediatamente lo que El
hace.”
Martyn Lloyd Jones en “La fe a prueba”
En este comentario puede verse reflejada la paciencia como algo aún que hace parte de la oración y la
espera en la que nos sumergimos.

b. Cuando la oración es respondida


La muerte de lázaro. El Señor Jesús no fue inmediatamente cuando Lázaro murió, tanto que Marta le dijo a
Jesús: “si hubieras estado aquí no hubiera pasado nada de esto” perdiendo toda la esperanza ya de que algo
podía suceder, Cristo ora a su padre y dice: “Padre, gracias te doy por haberme oído.” En el siguiente
versículo Jesús aclara “yo sé que siempre me oyes”. No hay una oración sin ser oída, sino respondidas de
manera diferente en ocasiones a lo que se ha pedido.

2. La expectación y espera de la respuesta. La transición.

43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir:
Vuelve siete veces.

 “Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar” Desde el lugar donde ellos estaban, era claro que no
podía evidenciarse las nubes que posiblemente venían del mar mediterraneo, entonces Elias envía a su
criado para que él pudiese verlas de forma clara. Con la claridad que ofrecían los días calurosos era
imposible no observar la aparición de la más pequeña nube.
 “Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada”
Cuando parece que no hay nada, que todo se ha terminado, que no hay forma en la que haya una respuesta
para aquello que se pide o se ruega, para aquello que se espera en el silencio y oración. Cuánta
desesperación puede haber en un: “no hay nada”. No se ve naturalmente nada en el horizonte, en esta
etapa de la sequía muchos se quedan, ganando la desesperanza y la impaciencia.

“La impaciencia es el producto de las mentiras del diablo en tu mente, con preguntas que hacen
cuestionar el accionar de Dios en lo que pasas.
"Parecería que estás pasando tu tiempo en renunciación y oración. Realmente algo está mal en tu
enfoque. ¡Crees en el evangelio, pero mira lo que te está pasando! ¿Por qué estás pasando por estas
pruebas tan duras? ¿Por qué un Dios de amor te trata así? ¿Es ésta la vida que tú estás defendiendo?
Amigo" Martyn Lloyd Jones, La fe a prueba.

En esto es tan necesario poder hablar del mismo Cristo que es en todo sentido nuestro héroe, no como loe
héroes de marvel, que siempre ganan de la manera que las personas esperan. Sino aquel que murió en una
cruz con dos malhechores al lado y solo porque sus discípulos se dispersaron. No fue el Mesías que
esperaban los israelitas, no fue el final esperado por los discípulos, no fue el final que llena las expectativas
de nadie, cómo haces para mantener tu paciencia y fe en la esperanza de lo que en lo que se ha dicho.

“creyendo en esperanza contra esperanza”

La muerte de Jesús parecía una derrota aplastante, sin embargo fue la ganancia más espectacular jamás
realizada en la que la salvación de aquellos imposibilitados de estar con un Dios justo y santo, se materializó
en la obediencia de nuestro mesías, figura misma de la paciencia y la espera. Al tercer día resucitó con poder
e impidió que nuestra fe fuera vana, está sentado en gloria donde nosotros también estaremos. Le quitó el
poder a la muerte, avergonzó a las huestes espirituales y los exhibió públicamente liberándonos del pecado y
de la muerte.

Es decir así no sea posible ver la mínima respuesta a lo que está sucediendo, las victorias de Dios en medio
de la espera y la paciencia siempre van más allá de lo que podemos tan siquiera pensar o creer.

Hebreos 6:10-12 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su
nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.

11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de
la esperanza,

12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las
promesas.

Mostrar la misma solicitud de permanecer hasta el fin es aquello que demuestra nuestra paciencia que tiene
como finalidad el cumplimiento de aquello que ha sido dicho por Dios, no poniendo un plazo para que
suceda: Abraham tuvo que esperar por 25 años para que su hijo llegara. Cuánto dura nuestra espera
depende de la imagen de fidelidad que tenemos de nuestro Dios fiel, que no miente.

 “Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.” Que impresionante en este relato, que una vez no fue
necesaria para ir y ver si ya era la hora. Esta no fue una muestra de impaciencia para saber si ya se
había resuelto el problema o al menos había un indicio de su solución, es lo que involucra insistir en
la oración ferviente y en la espera hasta que por fin es posible observar una respuesta por
aparentemente pequeña que sea.
El escritor dio un énfasis muy especial en que apareciera este detalle en el relato, como una forma
de comunicar la importancia del tiempo de Dios y su aceptación en nuestra espera.

44 A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él
dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.

 “A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre” Esto
parece un chiste en ocasiones. Solo había una pequeña nube en el cielo mayormente despejado con
un sol inclemente, cómo podía vencer una pequeña nube toda una sequía de 3 años y medio.

Aplicación: Esta frase demuestra completamente que para Dios no es un problema solucionar las cosas
desde lo más sencillo hasta lo más complejo. Siempre lo hace con lo aparentemente más débil para
demostrar su poder y supremacía en todas las cosas, así como nuestras imposibilidades. Una nube como
una palma de un hombre, tal como Cristo en su humanidad venció al diablo, a este mundo, al pecado y la
muerte, el nacido en una familia humilde y en un pesebre, interrumpió la sequía del pecado que nos
tenía moribundos.

Este es el Dios en el que esperamos, no podemos tener mayor confianza en nadie más para esperar
con fe.

 “Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.” La respuesta de
la oración al inicio fue una pequeña nube aparentemente insignificante, pero aquello que vendría a
partir de esta sencilla nube hizo correr al rey para que por una inundación no fuera estorbado su
paso, la inundación del rio Cisón que quedaba cerca de ese lugar o incluso que la lluvia recia hiciera
un lodazal tan fuerte que no permitiera el avance del carro. Esta promesa cumplida solo es posible
de ser anticipada cuando se ve todo con los ojos de la fe. Aún no había una tormenta, pero con la
confianza puesta en la palabra de Dios Elías se atrevió a preferir estas palabras.

Romanos 5:3-6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)


3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación
produce paciencia;
4 y la paciencia (jupomoné), prueba; y la prueba, esperanza;
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que nos fue dado.
6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.

Acerca de este pasaje el comentario diario vivir dice:


“Esto significa que experimentaremos dificultades que nos ayudarán a crecer. Nos regocijamos en las
tribulaciones, no porque nos guste el dolor que nos causan, sino porque sabemos que Dios usa las
dificultades de la vida y los ataques de Satanás para edificar nuestro carácter. Los problemas que
encontramos acrecientan nuestra paciencia, la que a su vez fortalece nuestro carácter, profundiza
nuestra confianza en Dios y nos da gran seguridad acerca del futuro”

3. La respuesta final de Dios frente a la sequía de la prueba.

45 Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y
subiendo Acab, vino a Jezreel.

 “Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran
lluvia”
Este fue el final de una sequía que atormentó a Israel por tres largos años y medio. Con una
tormenta enorme que calmó la sed de la tierra y todos los que en ella vivían. Dios sorprendió a todos
con una lluvia que era imposible que viniera de alguien diferente de él, como el relato quiere dejar
en claro para todos.
La resolución de aquellas situaciones difíciles que tienen que ver con el creyente residen
completamente en la persona de Dios mismo, en su fidelidad y en la espera de su actuación
cualquiera sea el resultado, que al final siempre le glorifica, mientras nosotros solo seamos la
manifestación de la alabanza hacia su nombre, así al inicio no hayamos tenido necesariamente un
corazón agradecido, así lo único que embargara nuestras mentes fueran una avalancha de preguntas
sin respuesta.

Conclusión: Querido amigo y hermano que te encuentras aquí, Dios ha sido paciente con nosotros,
a pesar de nuestra falta de fe y carácter, esa ha sido la manifestación de su misericordia. Si él, no
teniendo que esperar para su juicio lo ha hecho, quiénes somos nosotros para no repetir sus
acciones.
2 Pedro 3:14-16 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por
él sin mancha e irreprensibles, en paz.

15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro
amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
Con la misma paciencia deberemos ver a las otras personas considerándonos a nosotros mismos tan
falibles como ellos en diferentes pecados y situaciones.

Aun cuando se vean las más grande sequías, es necesario recordar que cualquier sea la respuesta
final, Dios espera que podamos estar en una completa y absoluta dependencia de él, en esto
radica nuestra esperanza que es engendrada por la paciencia. Esperar es el fruto del espíritu que
Dios desarrolla en nosotros a través de permanecer unido a la vid verdadera.

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