Sunteți pe pagina 1din 21

reinta lecciones sobre el liderazgo tomado de Nehemías

Tomado del estudio presentado por Dr. Woodrow Kroll de la Biblia Dice (Back to the
Bible)

1. Los líderes efectivos tienen manos limpios y corazones puros – Neh. 1:4-7.
2. Los líderes efectivos están convencidos de tener un llamado de Dios – Neh. 2:12.
3. Los líderes efectivos esperan pacientemente el tiempo de Dios. Neh. 1:1 y 2:1.
4. Los líderes efectivos fijan metas razonables y alcanzables. Neh. 20:3.
5. Los líderes efectivos hacen la oración una prioridad en sus vidas. Neh. 2:4.
6. Los líderes efectivos arreglan de nuevo sus prioridades para poder lograr sus
metas. Neh. 2:5.
7. Los líderes efectivos actúan decisivamente cuando es el tiempo apropiado. Neh.
2:5-8.
8. Los líderes efectivos separan tiempo para descansar, planificar, orar y
pensar. Neh. 2:11.
9. Los líderes efectivos están personalmente identificados con su tarea. Neh. 2:13.
10. Los líderes efectivos son sabios en el uso de su tiempo. Neh. 2:12-13.
11. Los líderes efectivos buscan ser rodeados de aliados confiables. Neh. 2:12-16.
12. Los líderes efectivos proveen una visión a seguir para su gente. Neh. 2:17.
13. Los líderes efectivos involucran a un gran equipo en el trabajo. Neh. 2:17.
14. Los líderes efectivos no se vacilan o desmayan ante la oposición. Neh. 2:19-20.
15. Los líderes efectivos ejecutan su plan para poder cumplir sus metas. Neh. 3:1-28.
16. Los líderes efectivos actúan con urgencia cuando sea necesario. Neh. 4:8-9, 22
17. Los líderes efectivos son muy visibles, disponibles y accesibles. Neh. 4:12.
18. Los líderes efectivos animan y motivan la gente. Neh. 4:14.
19. Los líderes efectivos administran bien sus recursos. Neh. 4:16-18.
20. Los líderes efectivos expresan su dependencia en la ayuda de Dios. Neh. 4:20.
21. Los líderes efectivos no temen ensuciar las manos. Neh. 4:22-23.
22. Los líderes efectivos velan por el cuidado financiero de su gente. Neh. 5:1-11.
23. Los líderes efectivos se sacrifican personalmente para poder lograr sus metas.
Neh. 5:17.
24. Los líderes efectivos rehúsan vivir en un nivel más alto que su gente. Neh. 5:14-
16.
25. Los líderes efectivos no se titubean-vacilan en aplicar la disciplina en casos de un
comportamiento inapropiado. Neh. 5:6-8.
26. Los líderes efectivos valoran altamente su propia labor. Neh. 6:1-3.
27. Los líderes efectivos demuestran integridad ante todo el mundo. Neh. 6:5-8.
28. Los líderes efectivos demuestran discernimiento en su trato con otras personas.
Neh. 6:12-13.
29. Los líderes efectivos atribuyen sus éxitos a Dios. Neh. 6:15-16.
30. Los líderes efectivos cumplen sus promesas y compromisos. Neh. 2:6 y 13:6.

___________________-
Esta es la primera lección de liderazgo de
Nehemías: reconocer que había un problema que
requería una solución. Nehemías se enteró de que
había un problema en Jerusalén. Sí, él estaba muy
cómodo y tranquilo trabajando en el castillo real
donde vivía Artajerjes, en Susa. Pero se conectó de
inmediato con la situación. Él estaba lejos, y,
aparentemente, él no podía hacer nada, o no era
obligación suya hacer algo respecto del problema.
Nehemías no es un hombre rico, ni tiene una
posición de mando dentro del Imperio Persa. ¿Qué
hacer, nada? Aquí vemos la segunda lección de
liderazgo de Nehemías: el poder de la fe y de la
intención. Nehemías no tiene dinero, o recursos,
pero es un hombre de fe y tiene la intención de
actuar para solventar el problema. Sus armas son:
el ayuno, la oración y el reflexionar en las promesas
de Dios. Nehemías pone a funcionar el poder de la
fe, y el poder de la intención. Él tiene la fe en Dios,
pero también tiene la firme intención. ¿Hacer qué,
o cómo, y cuándo? Él no lo sabe, eso lo sabe Dios,
pero cuando la oportunidad llegue, él debe estar
preparado para hacer lo que tenga que hacer.
________________________--
Barber señala la “integridad, convicción, lealtad, fidelidad, firmeza, generosidad,
discreción, tacto, motivación, vida ejemplar, y metas definidas”.2 Por otro lado
Comiskey añade que “tenía pasión por la gloria de Dios (Neh. 1:4). Una vida de oración
dinámica (1:5-11). Disponibilidad de cumplir su propia oración (1:11; 4:8, 9). Vida de
sacrificio (2:1-7). Planes sabios (2:4-7). Visión contagiosa (2:17, 18; 4:1-14). Vida justa
(5:1- 13). Ministerio de la enseñanza (8:9, 18). Odiaba el pecado (13:25)”.3 Por otro
lado Perkins confirma que “inspiró en el pueblo un espíritu de cooperación”.4 Sanders
agrega que “Nehemías era un hombre de oración, de profunda prudencia, podía tomar
decisiones claras, mostraba empatía extraordinaria para con los demás, era realista,
aceptaba responsabilidades, era un administrador vigoroso, líder perseverante, se ganó y
mantuvo la confianza de sus seguidores y pudo organizar proyectos y personas”.5 White
certifica que era “un hombre de oración, de fe, aferrado a la certeza de las promesas
divina, era un hombre de valor”.1 Tenía claro en su vida que debía hacer una gran obra
para Dios y a favor de su pueblo. 1Elena de White, Lessons from the life of Nehemiah (
A fin de resumir las características de liderazgo basadas en el libro de Nehemías, estas
se han agrupado en cinco áreas: (a) liderazgo espiritual, (b) liderazgo con una visión, (c)
liderazgo capacitador, (d) liderazgo servidor, y (e) liderazgo motivador
Liderazgo espiritual El liderazgo espiritual es básico para un desempeño óptimo en el
trabajo pastoral. Sanders lo define como “el empleo de la autoridad espiritual para
influenciar un individuo o grupo de personas para moverse en la dirección dada por
Dios”.1 Es preciso dependencia constante y cercana con Dios. Existen diferencias entre
los líderes espirituales y los seculares Lee propone: “Los líderes espirituales se enfocan
primariamente en construir y nutrir a las personas, mientras que los seculares se enfocan
en la construcción de la organización; los líderes espirituales se enfocan en ayudar a
crecer a la gente, los seculares se enfocan en organizar a las personas para lograr que el
trabajo se realice; los líderes espirituales están preocupados con motivar hacia el
discipulado, los seculares están preocupados en controlar la conducta”. 2 El líder
espiritual está enfocado en el bien de las personas y edificar en el reino de Dios. Por
otro lado, Barna comenta: “Un líder espiritual debe vivir de manera ejemplar, no debe
ser reprobado, debe ser moralmente puro, manteniendo las normas de Dios de justicia.
El líder espiritual debe caminar por fe, demostrando esperanza y manifestando amor
bíblico erdadero en todas sus relaciones”. 3 Pearson añade: “Nosotros debemos hacer el
trabajo con habilidades profesionales, pero primero somos líderes espirituales a quienes
Dios ha confiado una tarea sagrada demandando una profunda experiencia espiritual
que compartimos con quienes entramos en contacto”.1 El liderazgo espiritual tiene
algunos componentes que son importantes estudiarlos en esta sección, tales como la
oración y la humildad. Componentes del liderazgo espiritual: Oración y humildad El
líder espiritual es un hombre de oración y practica la humildad. El ministerio de los
grandes líderes del pueblo de Dios a través de todas las edades ha estado saturado por la
oración y por un espíritu de humildad. En el liderazgo de Nehemías se pueden
identificar ambos componentes. Una de las oraciones más conmovedoras aparece
registrada en el capítulo 1 de Nehemías, aunque bien es cierto que esta actitud de
oración está entretejida en todo el libro. Aparte de la oración del capítulo 1, se ve a
Nehemías en una actitud de oración en los siguientes versículos: 2:4; 4:4, 9; 5:19; 6:9,
14; 9:5; 12:24, 27, 31, 40, 4613:14, 22, 29, 31. Brown afirma que Nehemías “comienza
con una oración en Persia (1: 4) y concluye con una oración en Jerusalén (13: 31)”.2
Ingram comenta la oración de Nehemías en el capítulo 1: “Se refirió a Dios por nombre,
pronombre personal, o por adjetivo descriptivo cuarenta y cuatro veces en el espacio de
los siete versículos (Neh 1: 5-11). Él estaba completamente enfocado en Dios”.3
Maxwell comenta: “Nehemías nos dice en su libro que oró mucho, al parecer siempre
que afrontaba un problema, no importa de qué tipo fuese acostumbraba a orar. Este
puede ser el secreto más significativo de su notable éxito […] dejó una estela de
gloria”.1 Tenía una dependencia total de Dios, dio muestra de ser llamado por Dios a su
obra, y puede ser un buen ejemplo para los pastores de hoy. Barber comenta que
“Nehemías encontró que la oración era una fuente de gran poder”.2 White estipula: “Si
sentimos nuestro peligro, sentiremos nuestra necesidad de orar, como la sintió
Nehemías, y como él obtendremos esa sólida defensa que nos dará seguridad en el
peligro”.3 La oración es un aliado en el ministerio del pastor y lo mantiene alerta ante
los engaños satánicos. White añade: “Nadie quien venga al Señor con corazón sincero
será chasqueado”.4 La vida constante de oración de Nehemías muestra que no era un
extraño en la corte celestial. Lo mismo se espera de los líderes de hoy. De igual modo,
Doria afirma: “Hoy como en los días de Nehemías la iglesia necesita líderes que estén
conectados con el cielo y se mantengan vigilantes para evitar que el enemigo destruya lo
que Dios más quiere: su iglesia. Líderes que dependan de la oración y que así enseñen al
pueblo para que este se mantenga alerta, atento a todos los movimientos astutos del
enemigo en contra del pueblo de Dios”.5 White confirma: “El sonido de la oración
ferviente pone furioso a Satanás porque sabe que experimentará pérdidas”. 1 Parece que
Nehemías sabía que el líder de Dios debía poseer esta característica, y se espera que
cada líder espiritual la posea y la practique para cumplir con la misión. Sin embargo el
líder espiritual no solo es un hombre de oración, además practica la humildad, se puede
asegurar que un líder espiritual es humilde. Es casi imposible tener marcado éxito si la
humildad no está en el currículo pastoral. Agustín expresó: “Si tú me preguntas cuál es
el primer precepto de la religión cristiana, yo contestaría primero, segundo y tercero,
humildad”2 . De igual manera Crisóstomo exalta la humildad al decir que “es el jardín
de todas las virtudes”.3 Jesús es el mayor ejemplo de humildad en la Biblia. Él dijo de sí
mismo: “soy manso y humilde de corazón (Mat. 11:29)”. Pablo lo describe como el
mayor ejemplo de humildad (Fil. 2:7-8). De igual modo Wilkes confirma: “Jesús enseñó
humildad porque eso era el centro de quien él era”.4 Esa conducta de humildad debería
ser imitada por pastores, dirigentes y miembros de iglesias. La Biblia presenta varios
versículos que instan a vivir en humildad, y que pueden impactar en la vida espiritual y
el cumplimiento de la misión (Sant. 4:10; 1 Ped. 5:6; Prov. 15:33; Mat. 18:4; 23:12;
Luc. 14:12; 18:14). Elmer expresa: “La palabra bíblica para humildad s
tapeinophrosuné, que describe la humildad que Dios posee y que deben tener sus
seguidores”.1 Por otro lado Dierendonck y Nuijten definen la humildad como “la
capacidad de poner sus propios logros y talentos en una perspectiva adecuada”. 2 Es
tener la disposición de dejar usarse por Dios. Morris y otros confirman que “la humildad
en el liderazgo se centra en atreverse a admitir que uno no es infalible y se equivoca”.3
La humildad lo lleva a reconocer sus errores. De acuerdo con Sandage y Wiens la
humildad “es la capacidad de conservar los logros y talentos en perspectiva, que incluye
la auto-aceptación, que no está centrado en sí mismo, sino más bien enfocado en los
demás”. 4 Desde el punto bíblico Wilkes comenta que la palabra humilde en Lucas 7:14
significa “hacerse pequeño o humillado por asignación a un lugar más bajo […] el
primer principio del liderazgo servidor es ser un siervo humilde y esperar que Dios lo
exalte”.5 Se trata de reconocer cuál es la posición del individuo y cuál es la posición de
Dios. El reavivamiento, la reforma y el éxito en la obra de Dios, están ligados a la
humildad que manifiesten los líderes de Dios.6 Todo líder pastoral debe ser un siervo de
Dios, eso implica sumisión y humildad constante. Pablo dijo: “Serví al Señor con toda
humildad” (Hech. 20:19).

Wiersbe expresa: “Junto con la Palabra de Dios y la oración, el ejemplo de sumisión del
pastor y el servicio es quizá la más valiosa arma espiritual que él tiene para desarmar al
enemigo, calmar el conflicto, y eventualmente vaciar las trincheras”.1 Por esta razón la
humildad juega un papel importante en el éxito pastoral. Wiersbe añade: “El pastor debe
saber que el primer paso hacia la victoria es someterse a Dios y a su pueblo”.2 Es una
humildad vertical, hacia Dios, y horizontal, hacia su pueblo, para que sea efectiva.
Young expresa: “En lugar de dominar aquellos que son débiles, el líder siervo trabaja de
una manera humilde”.3 Todo el mérito se lo da a Cristo y al equipo con quien trabaja.
Acto seguido Swindoll indica: “La humildad muestra que el siervo no puede ser
equiparado con una baja autoestima, sino que la humildad está en línea con un ego sano.
Los dirigentes no se centran en sí mismos para ser glorificados, sino en Dios. Una
prueba de que un líder es humilde es un auténtico deseo de ayudar a otros”. 4 El líder
humilde tiene una autoestima saludable. En el contexto de la humildad y el líder, Crom
expresa: “Los líderes eficaces son aquellos que mantienen su humildad mostrando
respeto por sus empleados, y el reconocimiento de sus contribuciones al equipo. El líder
de servicio está centrado en otros y no busca la auto-glorificación”. 5 Al mismo tiempo
Lawrence confirma que la “humildad es una virtud pacífica que rechaza la auto-
glorificación”.1 Acto seguido Bagger añade que “si uno es verdaderamente humilde,
entonces uno no puede estimarse a sí mismo” 2 . Esto es congruente con Fairholm y
Fairholm cuando dicen que “la humildad contrarresta el interés propio”. 3 La humildad
en el liderazgo no es debilidad o inferioridad. Dennis expresa: “La humildad no
significa tener una visión de uno mismo, significa verse a sí mismo no como mejor o
peor que los demás”. 4 Por eso Tangney propone “la evaluación precisa de sus
capacidades y logros, no baja autoestima ni autoengaño”. 5 Hare observa “la humildad
como un concepto paradójico, en el que la humildad es a menudo vista como una baja
consideración, mansedumbre, o permisividad; sin embargo, la humildad debe ser
considerada de manera apropiada para que los líderes, dentro de su organización, no
tengan la tentación de creerse más grandes y superiores que los demás”. 6 La humildad
no es debilidad, es una virtud. Ayuda a no tener una sobrevaloración de sí mismo, sino
valorizar a las personas. La humildad es una virtud dada por Dios para realizar un
trabajo más eficiente en el ministerio. En consonancia Bower reafirma: “Un buen líder
no es arrogante, altanero, egoísta, pero más bien humilde y sin pretensiones. Se cree que
esta humildad es una necesidad de altos ejecutivos o líderes”.

Beneficios de la humildad en el liderazgo Varios autores presentan los beneficios que


reporta a un líder el tener la cualidad de la humildad. Harrison dice: “La virtud de la
humildad hace que uno considere la moderación para escuchar el consejo de otros, y
tener la comprensión de que el uso correcto del poder significa el rechazo de la
dictadura”.2 Blanchard añade que “es un oyente dispuesto, se siente responsable de los
beneficiados, recibe críticas y consejos abiertamente, ve estas cosas como un regalo o
una oportunidad para servir mejor”.3 Por otra parte Patterson revela que “la humildad se
caracteriza por una modestia convincente, por evitar la adulación pública y de no ser
jactancioso, mediante la demostración de la calma, basados en las normas inspiradas, la
creación de sucesores de grandes éxito, y mirando a la gente de la empresa para
apropiarse de ese éxito. El comportamiento humilde de este tipo crea un consenso con
seguidores”. 4 El pastor que es humilde en su liderazgo no está interesado en su imagen
o en ser exaltado. El pastor que sirve y que es un líder espiritual está más interesado en
tener que rendir cuentas. Por lo tanto, servir viene de un deseo auténtico de ayudar y
estar en contacto con los demás. Es sentir el gozo y la satisfacción que los dirigidos
están creciendo en Cristo y su servicio.
Nehemías era un líder humilde Nehemías fue un líder humilde. En la Biblia se
encuentran abundantes referencias a esa cualidad tan importante dentro de su liderazgo.
Algunos ejemplos son: Nehemías se identificó con los pecados de su pueblo (Neh. 1:7).
Quería el bienestar de los demás, no estaba buscando lo suyo (Neh. 2:17-18). En la
primera reforma religiosa de Esdras y Nehemías el pueblo se humilló (Neh. 8:6). En el
día nacional de ayuno el pueblo confesó sus pecados lo cual es un acto de humillación,
y firmaron un pacto con Dios, siendo Nehemías el primero (Neh. 9:3, 38; 10:1). El
liderazgo espiritual es una característica básica para motivar a los dirigentes a participar
en el cumplimiento de la misión, debido a que la obra pastoral es espiritual en primer
lugar. Barna comentando acerca del liderazgo espiritual del pastor afirma: “Debe ser
sabio y experimentado; la clase de cristiano que refleja humildad y es disciplinado por
la gracia de Dios para vivir una vida santa y de oración”. 1 Pierson resume el
compromiso del liderazgo espiritual cuando reafirma que: No se llega a ser un dirigente
espiritual por nacimiento, por figuración social ni por educación. La espiritualidad no es
derramada sobre una persona por una comisión administrativa o por una junta de
iglesia. La dirección espiritual se recibe mediante el poder del Espíritu Santo, a través
de la oración, de las lágrimas y de la confesión del pecado. Requiere una gran dosis de
sacrificio y un esfuerzo por investigar la propia vida. Pero únicamente en la medida en
que nos convirtamos en obreros espirituales puede nuestro liderazgo producir el impacto
espiritual que es tan importante para el éxito.2 Este es el compromiso que todo pastor
debe procurar para ver a la iglesia cumpliendo la misión.

FACTORES ESENCIALES DEL LIDERAZGO ESPIRITUAL


1. Pasión por el pueblo: Es una de las principales características del líder. Es necesario
que ame a las personas y se mezcle con ellas, ministrando a las necesidades de sus
liderados. Nehemías amó a su pueblo, y tuvo compasión por la situación en la que se
encontraba (ver Neh. 1:8-10).
2. Sacrificio: Un liderazgo espiritual eficiente exige, muchas veces, un costo elevado. Si
alguien no está dispuesto a pagar ese precio, no estará preparado para ejercer el
liderazgo en la obra de Dios. Nehemías decidió voluntariamente dejar su función en
Persia para cuidar de su pueblo (ver Neh. 2:5). También, en los días actuales, el
liderazgo cristiano está marcado por el sacrificio. Como dirigente en la obra de Dios, tú
también eres llamado a sacrificar algunas cosas, a fin de conducir a tus liderados a la
comunión con Dios.
3. Visión abarcadora: Un autor anónimo afirmó: “La diferencia entre un líder con visión
y un líder sin visión es que, a pesar de que los dos estén en el mismo lugar, teniendo la
misma perspectiva óptica de alguna cosa, uno ve solamente lo obvio y el otro ve un
horizonte que va más allá de lo físico”. Nehemías realizó una investigación, y eso lo llevó
a conocer profundamente la realidad de su pueblo. “Vosotros veis el mal en que
estamos” (2:17). Reunió a las autoridades, a los sacerdotes, a los nobles y a los
magistrados (ver 2:16-18), y llamó la atención del pueblo hacia lo que estaba
sucediendo. Recuerda que liderar personas implica tener una visión amplia, y Dios te la
puede proporcionar.
4. Disposición: El pueblo escucha y sigue la voz del líder, y responde afirmativamente a
los desafíos que él plantea. Cuando Nehemías presentó su proyecto con objetivos, el
pueblo le respondió positivamente. Él dijo: “Venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén”
(2:17), y el pueblo entendió que la obra era de ellos; por eso respondieron:
“Levantémonos y edifiquemos” (2:18). Él se transformó en un sujeto de acción, al
reconstruir la ciudad.
5. Confianza en Dios: “El Dios de los cielos, él nos prosperará” (2:20). El líder cristiano
debe dirigir la mirada de sus liderados hacia Dios, como fuente de éxito y de eficiencia.
Les recuerda la manera en que Dios dirigió sus vidas en el pasado, y exhorta a las
personas que lo rodean a que tengan la seguridad de que Dios nunca va a desamparar a
sus hijos. El líder reconoce que la obra es de Dios, y sin duda alguna la victoria ocurrirá.
Nehemías hizo que el pueblo viera que el éxito no residía en las habilidades humanas,
sino en el poder de Dios. Esa característica del liderazgo de Nehemías debe ser imitada
por los dirigentes de los tiempos modernos.
6. Espíritu de equipo: “Nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos” (Neh.
2:20). En esta línea de acción, encontramos una lista con muchas personas que
cooperaron con él: el sumo sacerdote, un perfumista, un gobernador de la región de
Jerusalén, otro gobernador y sus hijas, los levitas, los sacerdotes (ver 3:1-28). En
Nehemías 2:20, el pronombre “nosotros” es muy significativo. El líder siempre va con el
grupo. Además de esto, está atento y es participativo; por eso Nehemías trabajó con todo
el equipo, orientando y coordinando cada tarea.
7. Madurez: Uno de los desafíos del ejercicio del liderazgo es enfrentar las críticas. Eso
es inevitable. Con Nehemías no fue diferente. En el capítulo 4 de su libro, vemos las
amenazas que sufrió por su conducción. La crítica es un elemento que nos impacta
emocionalmente; pero, por otro lado, mide el nivel de madurez del líder delante del
grupo. Sin embargo, cuando el grupo está unido, el dirigente queda más fuerte en medio
delas críticas.
8. Entusiasmo: La predisposición para realizar las tareas y el deseo de alcanzar los
objetivos son frutos del entusiasmo. “Porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar” (4:6).
El contexto presupone que había motivación por parte del líder. Además de esto, el
pueblo contaba con la dirección de Dios.
9. Comunión con Dios: El hábito de la oración aparece con frecuencia en el contexto del
liderazgo de Nehemías (ver 4:9). Repetidas veces en su libro, Nehemías oró en favor del
trabajo que estaba siendo desempeñado. El líder cristiano debe motivar a sus liderados
a cultivar diariamente hábitos de oración. Sobre los guías espirituales de la Biblia,
Sanders afirma: “No fueron líderes debido al brillo de sus pensamientos ni debido a
contar con recursos inagotables, ni debido a una cultura magnífica o a sus dones
naturales; sino por causa del poder de la oración”.
10. Vigilancia: “Ni yo, ni mis hermanos […] nos quitamos nuestro vestido” (4:23). Es
curioso que, acostados o trabajando, ellos mantenían las armas al lado de ellos.
Nosotros, conductores Rev. Anciano / Ministerio Joven‹ espirituales, también
necesitamos estar alertas. Hoy, la iglesia necesita líderes que estén listos para defender
los principios y las metas cristianos con la Palabra de Dios. Somos guardianes de la
verdad para el tiempo del fin.
11. Foco: “Yo hago una gran obra” (Neh. 6:3). Nehemías priorizó la obra en la que estaba
empeñado. Una concentración en las prioridades, es decir, mantener el foco, es una de
las características fundamentales de un liderazgo eficaz. El líder necesita mantener bien
clara la dirección que debe seguir. De esa manera, su grupo también se mantendrá
concentrado en las actividades y los proyectos que deben ser realizados.
12. Reconocimiento: “Y (re)conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta
obra” (6:16). Nehemías parece recordar las palabras relatadas en Deuteronomio 8:17 y
18; de hecho, atribuir a Dios las victorias y los éxitos es una cualidad que debe
caracterizar al líder cristiano. “El éxito que acompañó los esfuerzos de Nehemías
muestra lo que pueden lograr la oración, la fe, y la acción sabia y enérgica. La fe viva
promoverá la acción enérgica. El espíritu que manifieste el director será en gran parte
reflejado por el pueblo” (Servicio cristiano, p. 221).
Podemos, entonces, concluir que los líderes espirituales y orientados en el propósito de
Dios alcanzan grandes victorias junto con sus liderados.
Querido anciano joven, debes ser tú también un líder con esas características. La iglesia
de estos últimos días necesita tus talentos para la terminación de la obra.
El Dios de los cielos te dará un gran éxito.

Cada uno un nehemias


Greg Bratcher
Greg Bratcher es el director de la Agencia Adventista de Desarrollo y Ayuda para Yemen.

" Y ourpeople reconstruirá las ruinas antiguas y levantará los cimientos


de generaciones pasadas, se le llamará Reparador de paredes rotas" ( Isa
58:12. ) *.
"La obra de restauración y reforma llevada a cabo por los exiliados
retornados, bajo el liderazgo de Zorobabel, Ezra y Nehemías, presenta
una imagen de una obra de restauración espiritual que se realizará en los
últimos días de la historia de esta tierra". 1
T res graves problemas espirituales enfrentaron a Israel como regresaron
de la cautividad babilónica. Primero, el pecado del materialismo hizo que
los israelitas se relajaran con respecto a la causa de Dios, lo que los llevó a
descuidar la reconstrucción del Templo, a retener sus diezmos y ofrendas,
e incluso a romper el sábado (véase Nehemías 10: 31-39 ; 13 : 15-22 ).
Segundo, los israelitas perdieron el sentido de la visión por su misión más
grande. "Con una miopía fatal, se apartaron una y otra vez de su glorioso
destino y se apropiaron egoístamente de lo que habría traído la vida
espiritual y de sanación a innumerables multitudes". 2 "El pueblo elegido
no se convirtió en la luz del mundo, sino que se apartó del mundo como
una guardia segura contra la seducción a la idolatría. Las restricciones
que Dios había dado ... eran tan pervertidas que construyeron un muro de
partición ..., y así, apartando de los demás las bendiciones que Dios le
había encargado a Israel que diera al mundo ". 3
Un tercer obstáculo que enfrentó Israel fue la falta de liderazgo
espiritual. El mismo Nehemías habló de líderes que tenían problemas con
la mayordomía y que dirigían a la gente hacia una religión centrada en sí
misma y egoísta (ver Neh.
13: 1-11). Sin el liderazgo de Nehemías, la reconstrucción de Jerusalén
habría languidecido. ¿Qué fue tan notable acerca del estilo de liderazgo de
Nehemías?

Un liderazgo de visión.
Nehemías tuvo una visión para su pueblo. Era una visión dada por Dios,
no la suya propia. Para hacer que esta visión funcionara, tuvo que lidiar
con los problemas principales de Israel, y Nehemías los enfrentó de
frente. No se complació con el materialismo (véase Nehemías 5: 10-
14 ; 10: 31-39 ). Luchó contra la religión egoísta (ver Nehemías 4: 6 ; 11:
1 , 2 ). Trabajó por respeto al liderazgo espiritual (ver Neh.
12:44 , 45 ). Nehemías le dio a Israel un objetivo claro, colocando ante
ellos un objetivo medible dado por Dios. Como resultado, Israel "trabajó
con todo su corazón" ( Neh. 4: 6). Ellos respondieron celosamente hacia
un propósito común. "Si los líderes en la causa de la verdad no muestran
celo, si son indiferentes y carecen de propósito, la iglesia será descuidada,
indolente y amante del placer; pero si están llenos del propósito santo de
servir a Dios y solo a Él, La gente estará unida, esperanzada, ansiosa ". 4
Un liderazgo de oración.
Nehemías era una persona de oración. La oración fue en gran medida la
fuente de su fuerza y el poder detrás de sus planes. A veces, durante días,
"lloraba y ayunaba y oraba ante el Dios del cielo" ( Neh. 1: 4 ). "Mientras
oraba un santo propósito se formó en su mente". 5

Un liderazgo abnegado.
Nehemías dejó de lado una carrera segura en la corte del rey para servir a
Dios y a su pueblo. Incluso como gobernador de Judea, voluntariamente
trabajó en la pared junto con trabajadores comunes (véase Nehemías
4:23 ). Eligió no tomar muchos de los beneficios financieros que le
correspondían a su oficina (vea Neh. 5: 14-18 ). Le prestó su propio
dinero a los pobres israelitas sin interés (véase el versículo 10). Incluso
arriesgó su vida para ver el muro completado (ver Neh. 6:11 ).

Un liderazgo audaz
Nehemías estaba tan seguro de que su plan estaba inspirado por Dios que
trabajó con gran audacia y confianza. Se aventuró a pedirle recursos al
rey. Se enfrentó a la posición operativa externa y se enfrentó a Sanballat y
Tobiah. Pero aún más valerosamente, enfrentó cada oposición interna a la
causa de Dios.
En su primer discurso, exhortó a los israelitas a reconstruir el muro que
"ya no estaremos en desgracia" ( Neh. 2:17 ). Esas son palabras
fuertes. Cuando los nobles y los funcionarios exigían la usura de los
pobres israelitas, Nehemías los reprendió a pesar de que necesitaba su
apoyo para construir el muro (véase Nehemías 5: 1-12 ). 6

Un liderazgo delegante.
Nehemías tenía suficiente confianza en la gente para otorgarle
responsabilidad real y la autoridad necesaria para llevar a cabo el trabajo
asignado. Cuando las personas de base recibieron esta tarea práctica,
trabajaron diligentemente (véase Nehemías 3: 5 , 20 ).
Las doctrinas del sacerdocio de los creyentes y los dones espirituales han
estado entre nosotros durante mucho tiempo, pero ¿dónde está el
verdadero poder y control? En manos del clero. Ellen White aboga
firmemente por el uso de laicos para llevar a cabo las tareas de Dios:
"Dios puede y usará a aquellos que no han tenido una educación completa
en las escuelas de hombres. La duda de su poder para hacer esto es una
incredulidad manifiesta; está limitando el poder omnipotente de Aquel
con quien nada es imposible. ¡Oh, por menos de esta desconfiada y
desconfiada precaución! Deja tantas fuerzas de la iglesia sin usar; cierra el
camino para que el Espíritu Santo no pueda usar a los hombres; se
mantiene ocioso. aquellos que están dispuestos y ansiosos por trabajar en
las líneas de Cristo ". 7
Un programa que ha ayudado a delegar y, por lo tanto, a motivar a las
personas en relación con el trabajo misionero fronterizo es el programa
Adopte un Pueblo. Los cristianos evangélicos han facultado a las iglesias
locales para "adoptar" grupos de personas no alcanzadas con el objetivo
específico de plantar iglesias indígenas. Esto implica reclutar, capacitar,
financiar, enviar, apoyar, orar y supervisar su propio equipo misionero de
frontera hasta que se logre la meta.
Aquellos que dudarían de la efectividad de un programa así podrían
considerar los resultados. Ya se ha adoptado la mitad de los 12,000
grupos de personas no alcanzadas, con alguien responsable de llegar a
ellos.
¿No es hora de involucrar a las iglesias locales en la tarea de llegar a los
segmentos de población no alcanzados alentando, coordinando,
capacitando y capacitando a los laicos para tales responsabilidades? El
trabajo se terminará de la manera en que comenzó cuando las iglesias
locales tomaron la iniciativa (ver Hechos 13: 1-3 ).

Un liderazgo de mente abierta.


Considera cómo Nehemías se ocupó del problema de Sanbalat y
Tobías. Una vez que el muro alcanzó la mitad de su altura tendida,
Sanballat, Tobiah y el resto de los enemigos de Israel amenazaron con un
ataque directo a la ciudad para detener el edificio. Cuando Nehemías se
enteró de esto, decidió hacer algunos ajustes importantes. La mitad de los
hombres se mantendrían como guardias armados mientras que la otra
mitad trabajaría en la pared (ver Neh. 4: 6-8 , 16 ). Nehemías estaba
abierto a hacer los ajustes necesarios cuando se enfrentaba a nuevas
circunstancias.
Nuestra misión global requiere una actitud abierta. Con el 40 por ciento
de la población mundial aún no alcanzada por el evangelio, necesitamos
líderes valientes y de mente abierta que estén dispuestos a hacer ajustes
y probar métodos innovadores para cumplir la misión. Tal paso puede
significar la racionalización de la organización o el sacrificio de algunas
teorías de mascotas o el traslado de más personas y recursos a áreas
fronterizas, pero la iniciativa debe provenir del liderazgo.
Un liderazgo que mantiene la disciplina Después de que el trabajo
comenzó en la pared, Nehemías necesitaba evaluarlo. Encontró que los
nobles de Tekoa "no se esforzarían" ( Neh.3: 5 ). También encontró a
Baruc "con celo" reparando una sección (véase Nehemías 3:20 ).
A su regreso de Persia, Nehemías descubrió que el sacerdote Eliasib le
había proporcionado a Tobiah una habitación en el Templo. "No solo se
había profanado el templo, sino que las ofrendas habían sido mal
aplicadas. Esto había tendido a desalentar las liberalidades de la gente.
Habían perdido su celo y fervor, y se mostraban reacios a pagar sus
diezmos". 8
Nehemías rápidamente reprendió a los líderes errantes y los reemplazó
con hombres confiables. Luego, "todo Judá trajo los diezmos ... a los
almacenes" ( Neh. 13:12 ). Un liderazgo que cree en la disciplina y la
administra sin temor o favor puede hacer mucho para fomentar la
confianza en la misión de la iglesia.

Comunicando liderazgo
"Nehemías tenía una comisión real que requería que los habitantes
cooperaran con él para reconstruir los muros de la ciudad, pero no
dependía del ejercicio de la autoridad. Buscaba más bien obtener la
confianza y la simpatía de la gente". 9
Después de su llegada a Jerusalén, Nehemías primero evaluó la situación
por sí mismo al examinarla. Debido a esta minuciosa preparación, "pudo
hablar del estado de la ciudad con una precisión y una minuciosidad que
asombraron a sus oyentes". 10 También se comunicó con la gente "sobre la
gentil mano de ... Dios sobre" él y "lo que el rey le había dicho" ( Neh.
2:18 ).
La comunicación y un vínculo constante con Dios ayudaron a establecer
su autoridad y liderazgo con su pueblo. "El alma entera de Nehemías
estaba en la empresa que había emprendido. Su esperanza, su energía, su
entusiasmo, su determinación, fueron contagiosos, inspirando a otros con
el mismo valor y noble propósito. Cada uno de ellos fue un Nehemías a su
vez y ayudó a Fortalece el corazón y la mano de su prójimo ". 11
El liderazgo de Nehemías resultó contagioso. Con su compromiso con la
administración y la misión de la causa de Dios, con su estilo de liderazgo,
muchos a su vez se convirtieron en los mismos Nehemías.
Que de hoy Con el potencial de casi ocho millones de Nehemías en
nuestro medio, con la promesa del Espíritu Santo siempre presente, ¿hay
algo demasiado difícil de lograr para la Iglesia Adventista del Séptimo
Día? "El Dios del cielo está suplicando a sus hijos errados que regresen a
Él, para que puedan cooperar nuevamente con Él para llevar adelante su
obra en la tierra. Deben revelar un interés desinteresado en la edificación
de su obra en todas partes del mundo. el mundo." 12

______________________-

Fuerza espiritual: ¿Qué sucede


cuando los líderes espirituales y
las personas espirituales
trabajan juntos?
Aleksandar S. Santrac
Aleksandar S. Santrac, DPhil, es profesor asociado de religión, ética y
filosofía en la Universidad del Caribe Sur, Trinidad y Tobago.

Es fácil encontrar un ejército de mil, pero, ah, qué difícil es encontrar un


general ”. Eso dice un proverbio chino. Encontrar un verdadero líder
espiritual en la iglesia cristiana, alguien con una visión e integridad, no
siempre es fácil. Los líderes con valores y actitudes semejantes a los de
Cristo son el tesoro más valioso de la iglesia, y Dios mismo está
involucrado en el proceso de su educación y desarrollo. Sin embargo,
incluso los líderes poderosos, sin la gente que guían, son como generales
sin un ejército, y esto podría llevar a consecuencias desafortunadas. Sin
relaciones auténticas entre los líderes y las personas que lideran, no
puede haber desarrollo espiritual de la iglesia.
La vida y el ministerio de Nehemías nos brindan algunas ideas profundas
sobre este auténtico liderazgo tan vitalmente necesario para cada
generación de comunidad cristiana. ¿Qué hizo a Nehemías un gran
líder? ¿Qué le ayudó a superar todas las distracciones y desafíos y se
concentró en llevar a su gente a lograr los objetivos que Dios había
establecido antes de ellos? ¿Qué tipo de conexión existía entre él y el
pueblo de Israel? ¿Cómo podría inspirarnos este vínculo hoy? Veamos su
carácter distintivo como un líder espiritual.
Lecciones del liderazgo de Nehemías
Nehemías tuvo una visión ( Neh. 1: 3-11 ). Como copero del rey de la
nación más poderosa del mundo de su tiempo, Nehemías tenía una
posición segura y protegida. No necesitaba ninguna conmoción en su
vida. Él podría haber orado por el éxito de Jerusalén y el remanente sin su
participación y contribución personal. Sin embargo, fue un hombre de
visión y acción. Se atrevió a venir al rey y pedir permiso para reconstruir
el templo. Quería persuadir al resto de la exigencia y necesidad de esta
noble y gloriosa tarea. Hoy necesitamos ministros atrevidos lo
suficientemente audaces para avanzar con visión y convencer al pueblo
de Dios de lo inevitable del cambio espiritual.
Él no era fanfarrón . "No le había dicho a nadie lo que mi Dios había
puesto en mi corazón para que hiciera por Jerusalén" 1 ( Neh.
2:12 ). Como el israelita más influyente en aquellos tiempos, podría
haberse jactado de su posición o de su visión original, pero no lo
hizo. Dejó hablar sus obras. Los pastores de hoy deben elevar a Cristo y
ocultar su visión hasta el momento apropiado. No debemos jactarnos de
nuestras visiones para la iglesia y provocar la animosidad de aquellos que
no aprecian ni comprenden los caminos de Dios. Deja que los actos
hablen. Que la visión sea confirmada por la aprobación de Dios, no solo
por argumentos convincentes.
Tenía motivación para la tarea . La gente trabajó "con todo su corazón"
( Nehemías 4: 6 ) porque Nehemías era una fuerza motivadora. Tuvo un
sueño y logró transmitir su entusiasmo por la reconstrucción. Sin
motivación, los pastores, maestros o administradores no podrán conferir
su visión y transformarla en realidad. La fuerza motivadora para
completar un objetivo establecido ayudará a superar los obstáculos en el
camino.
Nehemías exhibió una fe extraordinaria . "Nuestro Dios luchará por
nosotros" ( Neh. 4:20 ) fue la motivación de Nehemías en la situación más
difícil cuando sus enemigos amenazaron con destruir la obra de
reconstrucción. Esta es una fe extraordinaria a pesar de la oposición y las
serias dificultades. Los pastores necesitan fe para lograr la visión. La fe
dice: "Dios siempre está con nosotros", incluso cuando las circunstancias
hablan de manera diferente.
Nehemías fue persistente y nunca abandonó . Cuando los enemigos
amenazaron, cuando su vida estaba en peligro, Nehemías no renunció; él
sólo oró ( Neh. 6: 9 ). La victoria espiritual en tiempos de ataque del
enemigo solo es posible cuando somos un pueblo de oración y fe. Los
pastores en sus luchas ministeriales necesitan obtener la mentalidad de
Nehemías: persistir, orar, ¡y nunca renunciar!
Nehemías amaba al pueblo de Dios , por lo que nunca los explotó
financieramente o de otra manera ( Neh. 5:14 , 15 ). Incluso sacrificó sus
derechos para ser un ejemplo para el rebaño. Él nunca tomó nada de la
gente; Solo compartió sus recursos y tiempo. No podemos explotar a la
iglesia con nuestras necesidades como si la iglesia estuviera obligada a
hacer esto. Si queremos más experiencias superiores resultantes de
nuestra fe, no debemos pedir nada. Dios proveerá nuestras necesidades si
somos siervos de Cristo.
Nehemías delegó responsabilidades . Nehemías identificó personas con
dedicación e integridad y compartió sus tareas con ellos (Nehemías 7:
1 , 2 ). Tal liderazgo con delegación realmente mejoró la tarea porque
todos estaban involucrados. Pensar que solo nosotros podemos realizar la
tarea es, en el mejor de los casos, arriesgado y, en el peor, imposible. Tal
camino puede parecer más fácil, pero devalúa y degradó a la iglesia. Al
compartir, hay fuerza; En la delegación, hay unidad y cumplimiento.
Nehemías valoró la Palabra de Dios mucho más allá de su comprensión o
las expectativas de la gente ( Nehemías 8: 8 , 18 ). La creencia en la
Palabra escrita le trajo muchos problemas y oposición, pero él insistió en
que la reforma debía basarse en la revelación de Dios (Neh. 13). En el
último capítulo de Nehemías, la reforma del templo, el matrimonio, el
diezmo y la adoración se basaron exclusivamente en la Palabra de Dios. El
verdadero avivamiento espiritual no puede tener lugar cuando confiamos
en la fuerza humana; solo la Palabra tiene el poder y la autoridad para
transformar y fortalecer a la comunidad del pueblo de Dios y guiarlos a
cumplir su voluntad y propósitos.
Nehemías continuó seriamente en oración . Nehemías oró por el perdón
de Dios, por su glorioso poder y gracia, para sí mismo, y el valor que
necesitaba. También oró por su pueblo: la oración de intercesión tiene el
poder de transformar y fortalecer la comunidad de Dios (Nehemías 9). La
oración agita la obra del Señor. Los pastores deben orar no solo por ellos
mismos y sus familias, sino también por el pueblo de Dios y la visión de
Cristo. "La oración no nos sirve para el trabajo más grande, la
oración es el trabajo más grande", dice Oswald Chambers. 2
Nehemías mostró un celo extraordinario . El celo de Nehemías no solo
produjo su dedicación por el trabajo que se propuso, sino que también
tuvo propósitos específicos: mantener la prioridad de la casa de Dios
(10:39; 13:10, 11), para guardar el sábado (13). : 17, 18), y por mantener
la pureza del pueblo de Dios (13:25). Todos estos aspectos fueron
valorados como requisitos indispensables para una adecuada
adoración. No hay adoración fuera de la verdad de Dios. Los pastores de
hoy deben enseñar que el celo por la santidad en Cristo (como resultado
de la aceptación genuina de la justicia de Cristo por la fe) es una
condición necesaria para la adoración apropiada. La casa de Dios, el día
de Dios y el pueblo de Dios son santos, y no podemos permitirnos
descuidar su santidad en nuestra adoración y testimonio.
Nehemías trabajó con los forasteros . Como reformador, Nehemías
trabajó con los que están dentro y los que no. El "forastero" tenía una
importancia en su liderazgo y ministerio, y como resultado, los
"forasteros" se dieron cuenta de que este trabajo se había realizado con la
ayuda de nuestro Dios "(6:16). Este testimonio es asombroso. Por
reverencia y temor, los gentiles aprendieron que Israel era un pueblo del
poderoso Dios. La misión de hoy no se puede realizar de forma
aislada. Nuestro trabajo y nuestro testimonio deben tener fervor y un celo
que todos notarán.
Nehemías era el hombre de Dios en un sentido holístico. Completamente
dedicado a Dios y con un compromiso absoluto con la misión de Dios,
Nehemías retrató el perfil del líder espiritual perfecto. Transformado por
la gracia de Dios, pudo guiar a otros a experimentar una transformación
similar. Donde se encuentra un líder transformado, la respuesta de la
gente no se quedará atrás.

Lecciones de la respuesta de la gente.


El pueblo de Dios tuvo la voluntad y la motivación para construir el
templo de Dios (2:17, 18; 4: 6). En todas partes, el clamor y el
compromiso fueron singulares: “Reconstruyamos”. La respuesta de la
iglesia depende de la motivación del pastor. El resultado es asombroso. La
gente confiaba en Nehemías y escucharon lo que dijo (5:12, 13). A pesar
de que era un líder juvenil, no fue despreciado. "Haremos lo que usted
dice" se basó en la seguridad de que Dios, no el hombre, estaba liderando
el trabajo. Las personas que no pueden confiar en sus líderes tienden a
ser un rebaño disperso sin pastor, y esto lleva al desastre espiritual. Israel
amó la ley de Dios (8: 1) y obedeció la Palabra de Dios. No hay avance sin
obediencia a Dios.
La gente de Dios fue generosa en sus diezmos y ofrendas . "No
descuidaremos la casa de nuestro Dios" (10:39) fue la respuesta de la
gente al llamado de su líder espiritual. Si los líderes viven de acuerdo con
los estándares de la Palabra, la gente seguirá su ejemplo. El resultado será
el crecimiento espiritual, la fidelidad en la administración, la
participación activa en el testimonio y la adoración, y el apoyo total a la
iglesia. Un liderazgo firme producirá una respuesta fiel en nuestra
membresía.
Israel entendió que su reconstrucción del muro de Jerusalén era una
misión para los gentiles(6:16). El impacto de su obra sagrada tuvo
consecuencias de largo alcance que solo la eternidad
revelará. Inconscientes de su influencia espiritual y con humildad y
pureza de corazón, avanzaron para glorificar a su Dios. La única manera
de glorificar a Dios hoy, y de mostrarle al mundo que somos diferentes, es
encontrar una manera para el exitoso trabajo en equipo de pastores,
maestros, administradores y el pueblo de Dios. "El trabajo en equipo es la
contradicción por excelencia de una sociedad basada en logros
individuales", dice Marvin R. Weisbord, 3 y ningún líder puede darse el
lujo de descuidar el verdadero trabajo en equipo.

Fuerza espiritual en sinergia.


El éxito espiritual depende no solo de la poderosa visión y el poder
espiritual del líder, sino también de la relación entre los líderes y el
pueblo de Dios. Este trabajo en equipo sinérgico siempre es crucial para
el progreso espiritual. El trabajo en equipo exige, por un lado, que los
pastores, maestros, evangelistas y administradores se vacíen por
completo del interés propio, la jactancia y la búsqueda de ganancias
financieras; por otro lado, el trabajo en equipo espera que los líderes
estén motivados por la visión, el sacrificio, la fe, la creencia, la oración por
el poder de Dios y la perseverancia y la resolución. Solo entonces el
liderazgo de la iglesia inspirará y estimulará al pueblo de Dios al
entusiasmo y la confianza, la obediencia a la Palabra, la generosidad, la
pureza y la humildad. Este vínculo sagrado será un testimonio poderoso
de la influencia viva de Cristo sobre los líderes. Pero este enlace sagrado
es imposible sin la comprensión adecuada del ejercicio de la
autoridad. Ellen G. White dijo: “Aunque Nehemías tenía una comisión real
que requería que los habitantes cooperaran con él para reconstruir los
muros de la ciudad, optó por no depender del mero ejercicio de la
autoridad. Buscó, más bien, obtener la confianza y la simpatía de la gente,
sabiendo que una unión de corazones y manos era esencial para tener
éxito en el gran trabajo que había emprendido ".4 La esencia del servicio
pastoral exitoso y una iglesia floreciente incluye la confianza del pastor
en Dios y su disposición a cooperar y motivar al pueblo de Dios hasta que
alcancemos la unión de corazones. Cuando los líderes espirituales y las
personas espirituales trabajan juntos, el resultado es la fortaleza
espiritual y el impacto para el reino de Dios. Esta unión espiritual, que
trasciende los esfuerzos organizativos en programas y misión, se
convierte hoy en testimonio influyente y en una calificación esencial para
la vida eterna.

Liderazgo de aprendizaje
GO Martinborough
GO Martinborough, un secretario ministerial asociado de la División
Interamericana de la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo
Día, escribe desde Puerto España, Trinidad.

El año fue 444 aC, y Dios estaba buscando otro líder. Trece años antes, en
457 a. C., había encontrado a Ezra, que había viajado a Jerusalén con
1,700 hombres y se había comprometido en la ardua tarea de reconstruir
la ciudad devastada. Ezra era un buen predicador y un líder espiritual
comprometido, pero como cada uno de nosotros, tenía sus
limitaciones. Más de una década había pasado, pero la tarea aún estaba
pendiente. Y Dios, en su búsqueda de un segundo líder, encontró a
Nehemías.
Dios siempre está buscando líderes. Tanto como cualquier otra cosa hoy,
su iglesia necesita un liderazgo efectivo. Cuando examinamos el
ministerio de Nehemías, 10 cualidades de un líder exitoso se hacen
evidentes.
La primera es la preocupación . Cuando Nehemías escuchó el informe de
la "aflicción y reproche" de Israel, de muros rotos y puertas quemadas,
"se sentó y lloró, lloró ... y ayunó" ( Neh. 1: 3 , 4 ).
¡Aquí había un hombre de profunda preocupación! Él podría haber
razonado: "No tengo ni el llamado de un profeta ni la ordenación de un
sacerdote ni la sangre de un rey. Soy solo un hombre común, el copero del
rey. No es mi asunto". En cambio, se sintió abrumado con una profunda
preocupación por la causa de su Dios.
¿Usted y yo tenemos esa cualidad de preocupación? ¿O estamos
infectados por el virus que nos lleva a decir "No es de mi incumbencia" o
"¿Qué puede hacer un hombre, de todos modos?" o "¿Por qué
preocuparse?" ¿Nos molesta la condición de la iglesia, su "aflicción y
reproche"? Por torpe que parezca, se nos paga por preocuparnos. Si el
laico Nehemías estaba preocupado, ¿qué hay de usted y de mí, llamados al
ministerio?
El segundo principio del liderazgo de Nehemías fue su espíritu de
intercesión. Su preocupación lo llevó a arrodillarse en sincera oración. Él
agonizó "día y noche, para los hijos de Israel" (versículo 6). Y cuando
llegó el momento dorado de la oportunidad, antes de que hiciera su
búsqueda del rey, "oró al Dios del cielo" ( Neh. 2: 4 ).
Todos rezamos por nosotros mismos, por nuestras familias. Pero,
¿cuántas horas pasamos rezando por "Israel"? Mientras Nehemías oraba,
Dios le dio una visión de cómo podría ser la respuesta a su propia
oración. Y cuanto más tiempo pasemos de rodillas, más respuestas
llegaremos a los problemas aparentemente insuperables que nos desafían
hoy.
El tercer hito del liderazgo de Nehemías fue que tenía un plan de
acción . Mucho antes de su partida de Persia, había realizado una
evaluación de las necesidades; Obtuvo cartas reales a los gobernadores y
"una carta a Asaph, el guardián del bosque del rey" para obtener madera
para puertas, muros y una casa (versículos 7,8). A su llegada a Jerusalén,
"se levantó en la noche" y salió a hacer una encuesta secreta
exhaustiva. Fue una noche de inspección, y de inspiración. "Tampoco le
dije a ningún hombre lo que mi Dios había puesto en mi corazón para
hacer" (versículos 11-16). ¡En esa noche finalizó su plan de acción!
Demasiados líderes entran en acción sin un plan. Como una puerta sobre
sus goznes, nos movemos de un lado a otro, sin llegar a ninguna parte. Si
solo invirtiéramos más tiempo en la planificación, no solo anualmente
sino también diariamente, la inversión pagaría grandes dividendos.
El arte de vender ! Esa fue la cuarta dimensión del liderazgo de
Nehemías. Vendiendo el plan. Moviendo a las personas desanimadas a la
acción. Muchos líderes fallan aquí. Cuando un porcentaje significativo de
personas no responde, ¿es un problema de discipulado, o es un problema
de líderes?
Note la estrategia de Nehemías (versículos 17, 18). No comenzó diciendo
"yo soy el gobernador". En su lugar, comenzó: "Ves la angustia en la que
estamos". Y alentó: "Ven, y deja que MS construya" y termina nuestro
reproche. Luego señaló a su pueblo los movimientos de la divina
providencia: su gobernación, el favor del rey. Y los descorazonados
ganaron coraje para ponerse de pie y decir: "Levantémonos y
edifiquemos". ¡Qué exitoso vendedor de nave!
El capítulo 3 del libro de Nehemías bien podría llevar el título "Siguiente a
Él" o "Después de Él". Nehemías le asignó a cada uno su tarea: una
porción del muro para construir. Y este líder eficaz se encargó de que
cada uno hiciera su parte. Ellen White habla de un propietario que
despidió a su capataz por hacer el trabajo mientras su equipo observaba
sin hacer nada. *
Pero no es suficiente hacer que la gente trabaje para nosotros; Deberían
amar trabajar connosotros. Nehemias forjó un equipo. Su quinta fortaleza
fue que fomentó el espíritu de equipo: "La gente tenía una mente para
trabajar" ( Neh. 4: 6 ). ¿Es su liderazgo divisivo o cohesivo?
El sexto atributo del liderazgo de Nehemías fue que él mantuvo una
filosofía de cuidado total . Los versículos 16-23 pintan un cuadro
gráfico. En una mano el hombre de trabajo tenía una herramienta para
construir; En la otra mano un arma para defender! ¿No representa esto el
doble deber de cada ministro? Con una mano estamos construyendo el
muro. Este es el reto del evangelismo. Pero tenemos el segundo deber de
proteger el muro, no sea que mientras estemos construyendo aquí,
Satanás se esté rompiendo allí. Este es el reto de la conservación.
La nuestra es la delicada tarea de preservar un equilibrio saludable entre
el alcance evangelístico exitoso y el cuidado pastoral efectivo. Y cuando
enfrentamos nuestras limitaciones personales y los objetivos de emplear
organizaciones, ¡necesitamos la sabiduría de Nehemiah para permanecer
en el medio del camino!
La gente tiene problemas. Y mientras más personas lideramos, más
problemas debemos esperar. Algunos líderes generan problemas; otros
líderes ignoran los problemas; Líderes efectivos resuelven problemas! El
séptimo ingrediente del liderazgo de Nehemías fue su capacidad
para resolver problemas .
El capítulo 5 habla del "gran clamor de la gente" (versículo 1). Algunos
estaban sin comida; La tierra de otros fue hipotecada. Algunos estaban
endeudados con los prestamistas; otros más tuvieron que vender a sus
hijos a la esclavitud. ¡Y los opresores eran ricos israelitas en posiciones de
liderazgo!
Nehemías no barrió estos problemas debajo de la alfombra para esperar
la llegada de su sucesor. (¡Mientras los problemas esperan, crecen!) Se
enfrentó a los problemas de manera inmediata y audaz. Es valioso tener
en cuenta que podría actuar con autoridad, ya que había dado un
ejemplo. Durante su gobierno, prestó gratuitamente a los necesitados, y
se negó a exigir los ingresos del gobernador que le correspondían
legalmente. Cuando los opresores vieron su seriedad, dijeron: "Lo
restauraremos" (versículo 12).
Este líder no solo tenía el coraje de resolver problemas desde
dentro; ¡También tuvo la audacia de enfrentar problemas desde fuera! Se
enfrentó a Sanballat, Tobiah y Geshem con esa declaración inmortal:
"Estoy haciendo una gran obra para que no pueda bajar" ( Neh. 6: 3). Él
no se desanimaría por su repetición (versículo 4) o su variación
(versículo 10); no sería desviado por una carta de intimidación (versículo
5) o por una exclamación profética falsa (versículo 14).
La octava dimensión del liderazgo de Nehemías fue su capacidad
para completar su tarea . "Así se terminó el muro" (versículo
15). Demasiados líderes pueden comenzar mejor de lo que pueden
terminar. ¡No Nehemías! Él completó su proyecto, y eso en el asombroso
tiempo de 52 días. ¡Lo que había eludido a la nación durante una docena
de años se realizó en 52 días!
Cuando algunos líderes logran sus sueños, se retiran. Pero Nehemías dio
al menos dos pasos más. En su filosofía, toda construcción, ya sea física,
financiera u organizativa, era una parábola de reconstrucción
espiritual. Así que la elevación del muro fue una llamada de la trompeta a
la renovación y el renacimiento .
¡Ojalá la experiencia de los capítulos 8 y 9 se convierta en nuestra
experiencia hoy! Antes de la convocación y el pacto, había una lectura de
la ley, a petición del pueblo. Allí estaban, hombres, mujeres y niños, toda
la familia de Dios, escuchando atentamente durante unas seis horas. Y
cuando el sacerdote bendijo al pueblo, se unieron en júbilo aclamación:
"Amén, amén". "Alzando sus manos", inclinaron sus cabezas y adoraron al
Señor. ¡Oh, que nuestros líderes lleven a nuestro pueblo a un avivamiento
tal hoy!
Un avivamiento como este no se logrará al hablar de filosofía, o al ensayar
"fábulas astutamente inventadas" o al compartir extractos de teólogos
famosos. Vendrá cuando leemos "en el libro de la ley claramente, y
[demos] el sentido, y [hagamos] que comprendan la lectura" ( Neh. 8:
8 ). Tal avivamiento hará que las personas lloren lágrimas de tristeza y de
alegría (versículo 9), "porque la alegría del Señor es tu fortaleza"
(versículo 10).
Ahora para el acto final, el acto de adoración ( Neh. 12: 27-47 ). ¡He aquí
la escena de celebración y dedicación! Escuche los gritos de alegría "con
acción de gracias, y con cantos, con platillos, salterios y arpas" (versículo
27). Escuche a los coros cantar sus himnos antifonales de alabanza,
haciendo que la nación se "regocije con gran alegría ... para que la alegría
de Jerusalén se escuche incluso desde lejos" (versículo 43). ¿Podría ser
que no recibamos más bendiciones porque damos tan pocos
elogios? ¿Podría ser que nuestro refrán favorito sea "Glory for me"?
He aquí el pináculo de la alabanza: "Ofrecieron grandes sacrificios y se
regocijaron ... con gran alegría" (versículo 43). Sí, la cumbre de su
celebración fue su sacrificio. He aquí el cordero. He aquí su sangre. Todo
acto de adoración debe ser bañado en sangre, ¡la sangre del
Cordero! Cada tributo de acción de gracias debe estar centrado en la cruz
del Calvario, porque todo lo que hemos logrado lo hemos hecho a través
del Crucificado. Este debe ser nuestro himno para el tiempo, porque será
nuestro himno para la eternidad.
Así que hoy, como en el pasado, Dios está buscando líderes. Busca
hombres y mujeres que no se avergüenzan de la autoevaluación y que no
teman reconstruir su liderazgo; Él está buscando líderes que estén
dispuestos a guiar a su pueblo a completar su misión, a guiarlos al acto
escatológico de la aclamación eterna.
Sí, Dios está buscando; te ha encontrado?

S-ar putea să vă placă și