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Tomado del estudio presentado por Dr. Woodrow Kroll de la Biblia Dice (Back to the
Bible)
1. Los líderes efectivos tienen manos limpios y corazones puros – Neh. 1:4-7.
2. Los líderes efectivos están convencidos de tener un llamado de Dios – Neh. 2:12.
3. Los líderes efectivos esperan pacientemente el tiempo de Dios. Neh. 1:1 y 2:1.
4. Los líderes efectivos fijan metas razonables y alcanzables. Neh. 20:3.
5. Los líderes efectivos hacen la oración una prioridad en sus vidas. Neh. 2:4.
6. Los líderes efectivos arreglan de nuevo sus prioridades para poder lograr sus
metas. Neh. 2:5.
7. Los líderes efectivos actúan decisivamente cuando es el tiempo apropiado. Neh.
2:5-8.
8. Los líderes efectivos separan tiempo para descansar, planificar, orar y
pensar. Neh. 2:11.
9. Los líderes efectivos están personalmente identificados con su tarea. Neh. 2:13.
10. Los líderes efectivos son sabios en el uso de su tiempo. Neh. 2:12-13.
11. Los líderes efectivos buscan ser rodeados de aliados confiables. Neh. 2:12-16.
12. Los líderes efectivos proveen una visión a seguir para su gente. Neh. 2:17.
13. Los líderes efectivos involucran a un gran equipo en el trabajo. Neh. 2:17.
14. Los líderes efectivos no se vacilan o desmayan ante la oposición. Neh. 2:19-20.
15. Los líderes efectivos ejecutan su plan para poder cumplir sus metas. Neh. 3:1-28.
16. Los líderes efectivos actúan con urgencia cuando sea necesario. Neh. 4:8-9, 22
17. Los líderes efectivos son muy visibles, disponibles y accesibles. Neh. 4:12.
18. Los líderes efectivos animan y motivan la gente. Neh. 4:14.
19. Los líderes efectivos administran bien sus recursos. Neh. 4:16-18.
20. Los líderes efectivos expresan su dependencia en la ayuda de Dios. Neh. 4:20.
21. Los líderes efectivos no temen ensuciar las manos. Neh. 4:22-23.
22. Los líderes efectivos velan por el cuidado financiero de su gente. Neh. 5:1-11.
23. Los líderes efectivos se sacrifican personalmente para poder lograr sus metas.
Neh. 5:17.
24. Los líderes efectivos rehúsan vivir en un nivel más alto que su gente. Neh. 5:14-
16.
25. Los líderes efectivos no se titubean-vacilan en aplicar la disciplina en casos de un
comportamiento inapropiado. Neh. 5:6-8.
26. Los líderes efectivos valoran altamente su propia labor. Neh. 6:1-3.
27. Los líderes efectivos demuestran integridad ante todo el mundo. Neh. 6:5-8.
28. Los líderes efectivos demuestran discernimiento en su trato con otras personas.
Neh. 6:12-13.
29. Los líderes efectivos atribuyen sus éxitos a Dios. Neh. 6:15-16.
30. Los líderes efectivos cumplen sus promesas y compromisos. Neh. 2:6 y 13:6.
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Esta es la primera lección de liderazgo de
Nehemías: reconocer que había un problema que
requería una solución. Nehemías se enteró de que
había un problema en Jerusalén. Sí, él estaba muy
cómodo y tranquilo trabajando en el castillo real
donde vivía Artajerjes, en Susa. Pero se conectó de
inmediato con la situación. Él estaba lejos, y,
aparentemente, él no podía hacer nada, o no era
obligación suya hacer algo respecto del problema.
Nehemías no es un hombre rico, ni tiene una
posición de mando dentro del Imperio Persa. ¿Qué
hacer, nada? Aquí vemos la segunda lección de
liderazgo de Nehemías: el poder de la fe y de la
intención. Nehemías no tiene dinero, o recursos,
pero es un hombre de fe y tiene la intención de
actuar para solventar el problema. Sus armas son:
el ayuno, la oración y el reflexionar en las promesas
de Dios. Nehemías pone a funcionar el poder de la
fe, y el poder de la intención. Él tiene la fe en Dios,
pero también tiene la firme intención. ¿Hacer qué,
o cómo, y cuándo? Él no lo sabe, eso lo sabe Dios,
pero cuando la oportunidad llegue, él debe estar
preparado para hacer lo que tenga que hacer.
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Barber señala la “integridad, convicción, lealtad, fidelidad, firmeza, generosidad,
discreción, tacto, motivación, vida ejemplar, y metas definidas”.2 Por otro lado
Comiskey añade que “tenía pasión por la gloria de Dios (Neh. 1:4). Una vida de oración
dinámica (1:5-11). Disponibilidad de cumplir su propia oración (1:11; 4:8, 9). Vida de
sacrificio (2:1-7). Planes sabios (2:4-7). Visión contagiosa (2:17, 18; 4:1-14). Vida justa
(5:1- 13). Ministerio de la enseñanza (8:9, 18). Odiaba el pecado (13:25)”.3 Por otro
lado Perkins confirma que “inspiró en el pueblo un espíritu de cooperación”.4 Sanders
agrega que “Nehemías era un hombre de oración, de profunda prudencia, podía tomar
decisiones claras, mostraba empatía extraordinaria para con los demás, era realista,
aceptaba responsabilidades, era un administrador vigoroso, líder perseverante, se ganó y
mantuvo la confianza de sus seguidores y pudo organizar proyectos y personas”.5 White
certifica que era “un hombre de oración, de fe, aferrado a la certeza de las promesas
divina, era un hombre de valor”.1 Tenía claro en su vida que debía hacer una gran obra
para Dios y a favor de su pueblo. 1Elena de White, Lessons from the life of Nehemiah (
A fin de resumir las características de liderazgo basadas en el libro de Nehemías, estas
se han agrupado en cinco áreas: (a) liderazgo espiritual, (b) liderazgo con una visión, (c)
liderazgo capacitador, (d) liderazgo servidor, y (e) liderazgo motivador
Liderazgo espiritual El liderazgo espiritual es básico para un desempeño óptimo en el
trabajo pastoral. Sanders lo define como “el empleo de la autoridad espiritual para
influenciar un individuo o grupo de personas para moverse en la dirección dada por
Dios”.1 Es preciso dependencia constante y cercana con Dios. Existen diferencias entre
los líderes espirituales y los seculares Lee propone: “Los líderes espirituales se enfocan
primariamente en construir y nutrir a las personas, mientras que los seculares se enfocan
en la construcción de la organización; los líderes espirituales se enfocan en ayudar a
crecer a la gente, los seculares se enfocan en organizar a las personas para lograr que el
trabajo se realice; los líderes espirituales están preocupados con motivar hacia el
discipulado, los seculares están preocupados en controlar la conducta”. 2 El líder
espiritual está enfocado en el bien de las personas y edificar en el reino de Dios. Por
otro lado, Barna comenta: “Un líder espiritual debe vivir de manera ejemplar, no debe
ser reprobado, debe ser moralmente puro, manteniendo las normas de Dios de justicia.
El líder espiritual debe caminar por fe, demostrando esperanza y manifestando amor
bíblico erdadero en todas sus relaciones”. 3 Pearson añade: “Nosotros debemos hacer el
trabajo con habilidades profesionales, pero primero somos líderes espirituales a quienes
Dios ha confiado una tarea sagrada demandando una profunda experiencia espiritual
que compartimos con quienes entramos en contacto”.1 El liderazgo espiritual tiene
algunos componentes que son importantes estudiarlos en esta sección, tales como la
oración y la humildad. Componentes del liderazgo espiritual: Oración y humildad El
líder espiritual es un hombre de oración y practica la humildad. El ministerio de los
grandes líderes del pueblo de Dios a través de todas las edades ha estado saturado por la
oración y por un espíritu de humildad. En el liderazgo de Nehemías se pueden
identificar ambos componentes. Una de las oraciones más conmovedoras aparece
registrada en el capítulo 1 de Nehemías, aunque bien es cierto que esta actitud de
oración está entretejida en todo el libro. Aparte de la oración del capítulo 1, se ve a
Nehemías en una actitud de oración en los siguientes versículos: 2:4; 4:4, 9; 5:19; 6:9,
14; 9:5; 12:24, 27, 31, 40, 4613:14, 22, 29, 31. Brown afirma que Nehemías “comienza
con una oración en Persia (1: 4) y concluye con una oración en Jerusalén (13: 31)”.2
Ingram comenta la oración de Nehemías en el capítulo 1: “Se refirió a Dios por nombre,
pronombre personal, o por adjetivo descriptivo cuarenta y cuatro veces en el espacio de
los siete versículos (Neh 1: 5-11). Él estaba completamente enfocado en Dios”.3
Maxwell comenta: “Nehemías nos dice en su libro que oró mucho, al parecer siempre
que afrontaba un problema, no importa de qué tipo fuese acostumbraba a orar. Este
puede ser el secreto más significativo de su notable éxito […] dejó una estela de
gloria”.1 Tenía una dependencia total de Dios, dio muestra de ser llamado por Dios a su
obra, y puede ser un buen ejemplo para los pastores de hoy. Barber comenta que
“Nehemías encontró que la oración era una fuente de gran poder”.2 White estipula: “Si
sentimos nuestro peligro, sentiremos nuestra necesidad de orar, como la sintió
Nehemías, y como él obtendremos esa sólida defensa que nos dará seguridad en el
peligro”.3 La oración es un aliado en el ministerio del pastor y lo mantiene alerta ante
los engaños satánicos. White añade: “Nadie quien venga al Señor con corazón sincero
será chasqueado”.4 La vida constante de oración de Nehemías muestra que no era un
extraño en la corte celestial. Lo mismo se espera de los líderes de hoy. De igual modo,
Doria afirma: “Hoy como en los días de Nehemías la iglesia necesita líderes que estén
conectados con el cielo y se mantengan vigilantes para evitar que el enemigo destruya lo
que Dios más quiere: su iglesia. Líderes que dependan de la oración y que así enseñen al
pueblo para que este se mantenga alerta, atento a todos los movimientos astutos del
enemigo en contra del pueblo de Dios”.5 White confirma: “El sonido de la oración
ferviente pone furioso a Satanás porque sabe que experimentará pérdidas”. 1 Parece que
Nehemías sabía que el líder de Dios debía poseer esta característica, y se espera que
cada líder espiritual la posea y la practique para cumplir con la misión. Sin embargo el
líder espiritual no solo es un hombre de oración, además practica la humildad, se puede
asegurar que un líder espiritual es humilde. Es casi imposible tener marcado éxito si la
humildad no está en el currículo pastoral. Agustín expresó: “Si tú me preguntas cuál es
el primer precepto de la religión cristiana, yo contestaría primero, segundo y tercero,
humildad”2 . De igual manera Crisóstomo exalta la humildad al decir que “es el jardín
de todas las virtudes”.3 Jesús es el mayor ejemplo de humildad en la Biblia. Él dijo de sí
mismo: “soy manso y humilde de corazón (Mat. 11:29)”. Pablo lo describe como el
mayor ejemplo de humildad (Fil. 2:7-8). De igual modo Wilkes confirma: “Jesús enseñó
humildad porque eso era el centro de quien él era”.4 Esa conducta de humildad debería
ser imitada por pastores, dirigentes y miembros de iglesias. La Biblia presenta varios
versículos que instan a vivir en humildad, y que pueden impactar en la vida espiritual y
el cumplimiento de la misión (Sant. 4:10; 1 Ped. 5:6; Prov. 15:33; Mat. 18:4; 23:12;
Luc. 14:12; 18:14). Elmer expresa: “La palabra bíblica para humildad s
tapeinophrosuné, que describe la humildad que Dios posee y que deben tener sus
seguidores”.1 Por otro lado Dierendonck y Nuijten definen la humildad como “la
capacidad de poner sus propios logros y talentos en una perspectiva adecuada”. 2 Es
tener la disposición de dejar usarse por Dios. Morris y otros confirman que “la humildad
en el liderazgo se centra en atreverse a admitir que uno no es infalible y se equivoca”.3
La humildad lo lleva a reconocer sus errores. De acuerdo con Sandage y Wiens la
humildad “es la capacidad de conservar los logros y talentos en perspectiva, que incluye
la auto-aceptación, que no está centrado en sí mismo, sino más bien enfocado en los
demás”. 4 Desde el punto bíblico Wilkes comenta que la palabra humilde en Lucas 7:14
significa “hacerse pequeño o humillado por asignación a un lugar más bajo […] el
primer principio del liderazgo servidor es ser un siervo humilde y esperar que Dios lo
exalte”.5 Se trata de reconocer cuál es la posición del individuo y cuál es la posición de
Dios. El reavivamiento, la reforma y el éxito en la obra de Dios, están ligados a la
humildad que manifiesten los líderes de Dios.6 Todo líder pastoral debe ser un siervo de
Dios, eso implica sumisión y humildad constante. Pablo dijo: “Serví al Señor con toda
humildad” (Hech. 20:19).
Wiersbe expresa: “Junto con la Palabra de Dios y la oración, el ejemplo de sumisión del
pastor y el servicio es quizá la más valiosa arma espiritual que él tiene para desarmar al
enemigo, calmar el conflicto, y eventualmente vaciar las trincheras”.1 Por esta razón la
humildad juega un papel importante en el éxito pastoral. Wiersbe añade: “El pastor debe
saber que el primer paso hacia la victoria es someterse a Dios y a su pueblo”.2 Es una
humildad vertical, hacia Dios, y horizontal, hacia su pueblo, para que sea efectiva.
Young expresa: “En lugar de dominar aquellos que son débiles, el líder siervo trabaja de
una manera humilde”.3 Todo el mérito se lo da a Cristo y al equipo con quien trabaja.
Acto seguido Swindoll indica: “La humildad muestra que el siervo no puede ser
equiparado con una baja autoestima, sino que la humildad está en línea con un ego sano.
Los dirigentes no se centran en sí mismos para ser glorificados, sino en Dios. Una
prueba de que un líder es humilde es un auténtico deseo de ayudar a otros”. 4 El líder
humilde tiene una autoestima saludable. En el contexto de la humildad y el líder, Crom
expresa: “Los líderes eficaces son aquellos que mantienen su humildad mostrando
respeto por sus empleados, y el reconocimiento de sus contribuciones al equipo. El líder
de servicio está centrado en otros y no busca la auto-glorificación”. 5 Al mismo tiempo
Lawrence confirma que la “humildad es una virtud pacífica que rechaza la auto-
glorificación”.1 Acto seguido Bagger añade que “si uno es verdaderamente humilde,
entonces uno no puede estimarse a sí mismo” 2 . Esto es congruente con Fairholm y
Fairholm cuando dicen que “la humildad contrarresta el interés propio”. 3 La humildad
en el liderazgo no es debilidad o inferioridad. Dennis expresa: “La humildad no
significa tener una visión de uno mismo, significa verse a sí mismo no como mejor o
peor que los demás”. 4 Por eso Tangney propone “la evaluación precisa de sus
capacidades y logros, no baja autoestima ni autoengaño”. 5 Hare observa “la humildad
como un concepto paradójico, en el que la humildad es a menudo vista como una baja
consideración, mansedumbre, o permisividad; sin embargo, la humildad debe ser
considerada de manera apropiada para que los líderes, dentro de su organización, no
tengan la tentación de creerse más grandes y superiores que los demás”. 6 La humildad
no es debilidad, es una virtud. Ayuda a no tener una sobrevaloración de sí mismo, sino
valorizar a las personas. La humildad es una virtud dada por Dios para realizar un
trabajo más eficiente en el ministerio. En consonancia Bower reafirma: “Un buen líder
no es arrogante, altanero, egoísta, pero más bien humilde y sin pretensiones. Se cree que
esta humildad es una necesidad de altos ejecutivos o líderes”.
Un liderazgo de visión.
Nehemías tuvo una visión para su pueblo. Era una visión dada por Dios,
no la suya propia. Para hacer que esta visión funcionara, tuvo que lidiar
con los problemas principales de Israel, y Nehemías los enfrentó de
frente. No se complació con el materialismo (véase Nehemías 5: 10-
14 ; 10: 31-39 ). Luchó contra la religión egoísta (ver Nehemías 4: 6 ; 11:
1 , 2 ). Trabajó por respeto al liderazgo espiritual (ver Neh.
12:44 , 45 ). Nehemías le dio a Israel un objetivo claro, colocando ante
ellos un objetivo medible dado por Dios. Como resultado, Israel "trabajó
con todo su corazón" ( Neh. 4: 6). Ellos respondieron celosamente hacia
un propósito común. "Si los líderes en la causa de la verdad no muestran
celo, si son indiferentes y carecen de propósito, la iglesia será descuidada,
indolente y amante del placer; pero si están llenos del propósito santo de
servir a Dios y solo a Él, La gente estará unida, esperanzada, ansiosa ". 4
Un liderazgo de oración.
Nehemías era una persona de oración. La oración fue en gran medida la
fuente de su fuerza y el poder detrás de sus planes. A veces, durante días,
"lloraba y ayunaba y oraba ante el Dios del cielo" ( Neh. 1: 4 ). "Mientras
oraba un santo propósito se formó en su mente". 5
Un liderazgo abnegado.
Nehemías dejó de lado una carrera segura en la corte del rey para servir a
Dios y a su pueblo. Incluso como gobernador de Judea, voluntariamente
trabajó en la pared junto con trabajadores comunes (véase Nehemías
4:23 ). Eligió no tomar muchos de los beneficios financieros que le
correspondían a su oficina (vea Neh. 5: 14-18 ). Le prestó su propio
dinero a los pobres israelitas sin interés (véase el versículo 10). Incluso
arriesgó su vida para ver el muro completado (ver Neh. 6:11 ).
Un liderazgo audaz
Nehemías estaba tan seguro de que su plan estaba inspirado por Dios que
trabajó con gran audacia y confianza. Se aventuró a pedirle recursos al
rey. Se enfrentó a la posición operativa externa y se enfrentó a Sanballat y
Tobiah. Pero aún más valerosamente, enfrentó cada oposición interna a la
causa de Dios.
En su primer discurso, exhortó a los israelitas a reconstruir el muro que
"ya no estaremos en desgracia" ( Neh. 2:17 ). Esas son palabras
fuertes. Cuando los nobles y los funcionarios exigían la usura de los
pobres israelitas, Nehemías los reprendió a pesar de que necesitaba su
apoyo para construir el muro (véase Nehemías 5: 1-12 ). 6
Un liderazgo delegante.
Nehemías tenía suficiente confianza en la gente para otorgarle
responsabilidad real y la autoridad necesaria para llevar a cabo el trabajo
asignado. Cuando las personas de base recibieron esta tarea práctica,
trabajaron diligentemente (véase Nehemías 3: 5 , 20 ).
Las doctrinas del sacerdocio de los creyentes y los dones espirituales han
estado entre nosotros durante mucho tiempo, pero ¿dónde está el
verdadero poder y control? En manos del clero. Ellen White aboga
firmemente por el uso de laicos para llevar a cabo las tareas de Dios:
"Dios puede y usará a aquellos que no han tenido una educación completa
en las escuelas de hombres. La duda de su poder para hacer esto es una
incredulidad manifiesta; está limitando el poder omnipotente de Aquel
con quien nada es imposible. ¡Oh, por menos de esta desconfiada y
desconfiada precaución! Deja tantas fuerzas de la iglesia sin usar; cierra el
camino para que el Espíritu Santo no pueda usar a los hombres; se
mantiene ocioso. aquellos que están dispuestos y ansiosos por trabajar en
las líneas de Cristo ". 7
Un programa que ha ayudado a delegar y, por lo tanto, a motivar a las
personas en relación con el trabajo misionero fronterizo es el programa
Adopte un Pueblo. Los cristianos evangélicos han facultado a las iglesias
locales para "adoptar" grupos de personas no alcanzadas con el objetivo
específico de plantar iglesias indígenas. Esto implica reclutar, capacitar,
financiar, enviar, apoyar, orar y supervisar su propio equipo misionero de
frontera hasta que se logre la meta.
Aquellos que dudarían de la efectividad de un programa así podrían
considerar los resultados. Ya se ha adoptado la mitad de los 12,000
grupos de personas no alcanzadas, con alguien responsable de llegar a
ellos.
¿No es hora de involucrar a las iglesias locales en la tarea de llegar a los
segmentos de población no alcanzados alentando, coordinando,
capacitando y capacitando a los laicos para tales responsabilidades? El
trabajo se terminará de la manera en que comenzó cuando las iglesias
locales tomaron la iniciativa (ver Hechos 13: 1-3 ).
Comunicando liderazgo
"Nehemías tenía una comisión real que requería que los habitantes
cooperaran con él para reconstruir los muros de la ciudad, pero no
dependía del ejercicio de la autoridad. Buscaba más bien obtener la
confianza y la simpatía de la gente". 9
Después de su llegada a Jerusalén, Nehemías primero evaluó la situación
por sí mismo al examinarla. Debido a esta minuciosa preparación, "pudo
hablar del estado de la ciudad con una precisión y una minuciosidad que
asombraron a sus oyentes". 10 También se comunicó con la gente "sobre la
gentil mano de ... Dios sobre" él y "lo que el rey le había dicho" ( Neh.
2:18 ).
La comunicación y un vínculo constante con Dios ayudaron a establecer
su autoridad y liderazgo con su pueblo. "El alma entera de Nehemías
estaba en la empresa que había emprendido. Su esperanza, su energía, su
entusiasmo, su determinación, fueron contagiosos, inspirando a otros con
el mismo valor y noble propósito. Cada uno de ellos fue un Nehemías a su
vez y ayudó a Fortalece el corazón y la mano de su prójimo ". 11
El liderazgo de Nehemías resultó contagioso. Con su compromiso con la
administración y la misión de la causa de Dios, con su estilo de liderazgo,
muchos a su vez se convirtieron en los mismos Nehemías.
Que de hoy Con el potencial de casi ocho millones de Nehemías en
nuestro medio, con la promesa del Espíritu Santo siempre presente, ¿hay
algo demasiado difícil de lograr para la Iglesia Adventista del Séptimo
Día? "El Dios del cielo está suplicando a sus hijos errados que regresen a
Él, para que puedan cooperar nuevamente con Él para llevar adelante su
obra en la tierra. Deben revelar un interés desinteresado en la edificación
de su obra en todas partes del mundo. el mundo." 12
______________________-
Liderazgo de aprendizaje
GO Martinborough
GO Martinborough, un secretario ministerial asociado de la División
Interamericana de la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo
Día, escribe desde Puerto España, Trinidad.
El año fue 444 aC, y Dios estaba buscando otro líder. Trece años antes, en
457 a. C., había encontrado a Ezra, que había viajado a Jerusalén con
1,700 hombres y se había comprometido en la ardua tarea de reconstruir
la ciudad devastada. Ezra era un buen predicador y un líder espiritual
comprometido, pero como cada uno de nosotros, tenía sus
limitaciones. Más de una década había pasado, pero la tarea aún estaba
pendiente. Y Dios, en su búsqueda de un segundo líder, encontró a
Nehemías.
Dios siempre está buscando líderes. Tanto como cualquier otra cosa hoy,
su iglesia necesita un liderazgo efectivo. Cuando examinamos el
ministerio de Nehemías, 10 cualidades de un líder exitoso se hacen
evidentes.
La primera es la preocupación . Cuando Nehemías escuchó el informe de
la "aflicción y reproche" de Israel, de muros rotos y puertas quemadas,
"se sentó y lloró, lloró ... y ayunó" ( Neh. 1: 3 , 4 ).
¡Aquí había un hombre de profunda preocupación! Él podría haber
razonado: "No tengo ni el llamado de un profeta ni la ordenación de un
sacerdote ni la sangre de un rey. Soy solo un hombre común, el copero del
rey. No es mi asunto". En cambio, se sintió abrumado con una profunda
preocupación por la causa de su Dios.
¿Usted y yo tenemos esa cualidad de preocupación? ¿O estamos
infectados por el virus que nos lleva a decir "No es de mi incumbencia" o
"¿Qué puede hacer un hombre, de todos modos?" o "¿Por qué
preocuparse?" ¿Nos molesta la condición de la iglesia, su "aflicción y
reproche"? Por torpe que parezca, se nos paga por preocuparnos. Si el
laico Nehemías estaba preocupado, ¿qué hay de usted y de mí, llamados al
ministerio?
El segundo principio del liderazgo de Nehemías fue su espíritu de
intercesión. Su preocupación lo llevó a arrodillarse en sincera oración. Él
agonizó "día y noche, para los hijos de Israel" (versículo 6). Y cuando
llegó el momento dorado de la oportunidad, antes de que hiciera su
búsqueda del rey, "oró al Dios del cielo" ( Neh. 2: 4 ).
Todos rezamos por nosotros mismos, por nuestras familias. Pero,
¿cuántas horas pasamos rezando por "Israel"? Mientras Nehemías oraba,
Dios le dio una visión de cómo podría ser la respuesta a su propia
oración. Y cuanto más tiempo pasemos de rodillas, más respuestas
llegaremos a los problemas aparentemente insuperables que nos desafían
hoy.
El tercer hito del liderazgo de Nehemías fue que tenía un plan de
acción . Mucho antes de su partida de Persia, había realizado una
evaluación de las necesidades; Obtuvo cartas reales a los gobernadores y
"una carta a Asaph, el guardián del bosque del rey" para obtener madera
para puertas, muros y una casa (versículos 7,8). A su llegada a Jerusalén,
"se levantó en la noche" y salió a hacer una encuesta secreta
exhaustiva. Fue una noche de inspección, y de inspiración. "Tampoco le
dije a ningún hombre lo que mi Dios había puesto en mi corazón para
hacer" (versículos 11-16). ¡En esa noche finalizó su plan de acción!
Demasiados líderes entran en acción sin un plan. Como una puerta sobre
sus goznes, nos movemos de un lado a otro, sin llegar a ninguna parte. Si
solo invirtiéramos más tiempo en la planificación, no solo anualmente
sino también diariamente, la inversión pagaría grandes dividendos.
El arte de vender ! Esa fue la cuarta dimensión del liderazgo de
Nehemías. Vendiendo el plan. Moviendo a las personas desanimadas a la
acción. Muchos líderes fallan aquí. Cuando un porcentaje significativo de
personas no responde, ¿es un problema de discipulado, o es un problema
de líderes?
Note la estrategia de Nehemías (versículos 17, 18). No comenzó diciendo
"yo soy el gobernador". En su lugar, comenzó: "Ves la angustia en la que
estamos". Y alentó: "Ven, y deja que MS construya" y termina nuestro
reproche. Luego señaló a su pueblo los movimientos de la divina
providencia: su gobernación, el favor del rey. Y los descorazonados
ganaron coraje para ponerse de pie y decir: "Levantémonos y
edifiquemos". ¡Qué exitoso vendedor de nave!
El capítulo 3 del libro de Nehemías bien podría llevar el título "Siguiente a
Él" o "Después de Él". Nehemías le asignó a cada uno su tarea: una
porción del muro para construir. Y este líder eficaz se encargó de que
cada uno hiciera su parte. Ellen White habla de un propietario que
despidió a su capataz por hacer el trabajo mientras su equipo observaba
sin hacer nada. *
Pero no es suficiente hacer que la gente trabaje para nosotros; Deberían
amar trabajar connosotros. Nehemias forjó un equipo. Su quinta fortaleza
fue que fomentó el espíritu de equipo: "La gente tenía una mente para
trabajar" ( Neh. 4: 6 ). ¿Es su liderazgo divisivo o cohesivo?
El sexto atributo del liderazgo de Nehemías fue que él mantuvo una
filosofía de cuidado total . Los versículos 16-23 pintan un cuadro
gráfico. En una mano el hombre de trabajo tenía una herramienta para
construir; En la otra mano un arma para defender! ¿No representa esto el
doble deber de cada ministro? Con una mano estamos construyendo el
muro. Este es el reto del evangelismo. Pero tenemos el segundo deber de
proteger el muro, no sea que mientras estemos construyendo aquí,
Satanás se esté rompiendo allí. Este es el reto de la conservación.
La nuestra es la delicada tarea de preservar un equilibrio saludable entre
el alcance evangelístico exitoso y el cuidado pastoral efectivo. Y cuando
enfrentamos nuestras limitaciones personales y los objetivos de emplear
organizaciones, ¡necesitamos la sabiduría de Nehemiah para permanecer
en el medio del camino!
La gente tiene problemas. Y mientras más personas lideramos, más
problemas debemos esperar. Algunos líderes generan problemas; otros
líderes ignoran los problemas; Líderes efectivos resuelven problemas! El
séptimo ingrediente del liderazgo de Nehemías fue su capacidad
para resolver problemas .
El capítulo 5 habla del "gran clamor de la gente" (versículo 1). Algunos
estaban sin comida; La tierra de otros fue hipotecada. Algunos estaban
endeudados con los prestamistas; otros más tuvieron que vender a sus
hijos a la esclavitud. ¡Y los opresores eran ricos israelitas en posiciones de
liderazgo!
Nehemías no barrió estos problemas debajo de la alfombra para esperar
la llegada de su sucesor. (¡Mientras los problemas esperan, crecen!) Se
enfrentó a los problemas de manera inmediata y audaz. Es valioso tener
en cuenta que podría actuar con autoridad, ya que había dado un
ejemplo. Durante su gobierno, prestó gratuitamente a los necesitados, y
se negó a exigir los ingresos del gobernador que le correspondían
legalmente. Cuando los opresores vieron su seriedad, dijeron: "Lo
restauraremos" (versículo 12).
Este líder no solo tenía el coraje de resolver problemas desde
dentro; ¡También tuvo la audacia de enfrentar problemas desde fuera! Se
enfrentó a Sanballat, Tobiah y Geshem con esa declaración inmortal:
"Estoy haciendo una gran obra para que no pueda bajar" ( Neh. 6: 3). Él
no se desanimaría por su repetición (versículo 4) o su variación
(versículo 10); no sería desviado por una carta de intimidación (versículo
5) o por una exclamación profética falsa (versículo 14).
La octava dimensión del liderazgo de Nehemías fue su capacidad
para completar su tarea . "Así se terminó el muro" (versículo
15). Demasiados líderes pueden comenzar mejor de lo que pueden
terminar. ¡No Nehemías! Él completó su proyecto, y eso en el asombroso
tiempo de 52 días. ¡Lo que había eludido a la nación durante una docena
de años se realizó en 52 días!
Cuando algunos líderes logran sus sueños, se retiran. Pero Nehemías dio
al menos dos pasos más. En su filosofía, toda construcción, ya sea física,
financiera u organizativa, era una parábola de reconstrucción
espiritual. Así que la elevación del muro fue una llamada de la trompeta a
la renovación y el renacimiento .
¡Ojalá la experiencia de los capítulos 8 y 9 se convierta en nuestra
experiencia hoy! Antes de la convocación y el pacto, había una lectura de
la ley, a petición del pueblo. Allí estaban, hombres, mujeres y niños, toda
la familia de Dios, escuchando atentamente durante unas seis horas. Y
cuando el sacerdote bendijo al pueblo, se unieron en júbilo aclamación:
"Amén, amén". "Alzando sus manos", inclinaron sus cabezas y adoraron al
Señor. ¡Oh, que nuestros líderes lleven a nuestro pueblo a un avivamiento
tal hoy!
Un avivamiento como este no se logrará al hablar de filosofía, o al ensayar
"fábulas astutamente inventadas" o al compartir extractos de teólogos
famosos. Vendrá cuando leemos "en el libro de la ley claramente, y
[demos] el sentido, y [hagamos] que comprendan la lectura" ( Neh. 8:
8 ). Tal avivamiento hará que las personas lloren lágrimas de tristeza y de
alegría (versículo 9), "porque la alegría del Señor es tu fortaleza"
(versículo 10).
Ahora para el acto final, el acto de adoración ( Neh. 12: 27-47 ). ¡He aquí
la escena de celebración y dedicación! Escuche los gritos de alegría "con
acción de gracias, y con cantos, con platillos, salterios y arpas" (versículo
27). Escuche a los coros cantar sus himnos antifonales de alabanza,
haciendo que la nación se "regocije con gran alegría ... para que la alegría
de Jerusalén se escuche incluso desde lejos" (versículo 43). ¿Podría ser
que no recibamos más bendiciones porque damos tan pocos
elogios? ¿Podría ser que nuestro refrán favorito sea "Glory for me"?
He aquí el pináculo de la alabanza: "Ofrecieron grandes sacrificios y se
regocijaron ... con gran alegría" (versículo 43). Sí, la cumbre de su
celebración fue su sacrificio. He aquí el cordero. He aquí su sangre. Todo
acto de adoración debe ser bañado en sangre, ¡la sangre del
Cordero! Cada tributo de acción de gracias debe estar centrado en la cruz
del Calvario, porque todo lo que hemos logrado lo hemos hecho a través
del Crucificado. Este debe ser nuestro himno para el tiempo, porque será
nuestro himno para la eternidad.
Así que hoy, como en el pasado, Dios está buscando líderes. Busca
hombres y mujeres que no se avergüenzan de la autoevaluación y que no
teman reconstruir su liderazgo; Él está buscando líderes que estén
dispuestos a guiar a su pueblo a completar su misión, a guiarlos al acto
escatológico de la aclamación eterna.
Sí, Dios está buscando; te ha encontrado?